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ÉTICA EN EL USO DEL DINERO

“Para griegos y romanos, la administración (Nomos) alude a la administración


recta y prudente de los recursos familiares. Un sentido que progresivamente se
ampliaría al ámbito de la ciudad. Entendiéndose por economía, la correcta
administración de los bienes”.
En esta definición se destaca lo más relevante y característico en el ámbito
económico.
Debe hacerse hincapié de acuerdo con la perspectiva económica que solo
tiene sentido cuando los medios son limitados. No es necesario, no hace falta,
una gestión económica de un bien ilimitado por más que pueda ser un bien
imprescindible, por ejemplo: El oxígeno para respirar (salvo cuando la
contaminación convierte en escaso el oxígeno y obliga a gestionar
económicamente su uso).
La economía es aquella ciencia que estudia la realidad y las actividades
económicas que tiene como objetivo el análisis sistemático de la optimización
de la gestión de medios escasos y susceptibles de usos sistemáticos
necesarios para la consecución de fines determinados.
Esta definición es la que Lord Lionel Robbins dio a conocer en el año 1936.
 La ética es la disciplina que regula el comportamiento humano, el cual
se encuentra regido por normas, las cuales deben estudiarse para
desarrollar una mejor conducta.
 El dinero es una herramienta de la convivencia humana y es bueno en la
medida que la facilita. Desde un punto de vista moral, no tiene
valoración, es neutro, no así el uso que se haga de él.
El mal uso del dinero genera consecuencias negativas y perjudiciales para las
personas y organizaciones. Por el dinero se ha llegado a graves situaciones
como la explotación de personas, engaños, extorsiones, maltratos e incluso
asesinatos.
Por el dinero se pierde incluso la confianza de quienes creen en las buenas
intenciones de otros. Por todo esto es necesario el uso de la ética ya que el
dinero marca las relaciones humanas, relaciones nacionales e internacionales,
las negociaciones entre empresarios y trabajadores. El dinero es la herramienta
que se tiene en las relaciones y se puede aprender a utilizar de forma que
todos se vean beneficiados.

El valor del dinero no está en el dinero mismo, sino en las personas que lo
usan, en las relaciones que favorece, en el bien común que crea.
Es importante que las empresas u organizaciones puedan trabajar con
entidades éticas para proveerse de los recursos financieros necesarios para
realizar sus actividades.
Las empresas y organizaciones podrían desempeñar un papel relevante en los
mercados financiero en dirección hacia el bien común, con propuestas de
diversa índole, como, por ejemplo: Trabajar con entidades no orientadas al
lucro; considerar otras formas de financiación fuera del mercado financiero;
préstamos, donación, trueque, etc.; o incluso concesión de préstamos (sin
interés) entre organizaciones.

La ética en el sistema financiero constituye uno de los temas más recurrentes


en la ética empresarial. Para una significativa cantidad de autores y para la
opinión pública, un elemento esencial del origen de la crisis, es la
concatenación de conductas poco éticas en los protagonistas del sistema
financiero.

La particularidad del estudio de la ética en el sector financiero proviene de la


especial trascendencia que la función financiera tiene para el desarrollo de una
economía de libre mercado y que está fundada en una relación de confianza
que justifica la intensidad regulatoria, la estrecha supervisión y la intervención
pública en caso de fallos de mercado.

La ética como cumplimiento de una función profesional.

La actuación ética es la actuación profesional, diligente y responsable en el


objeto principal de la actividad financiera. En palabras llanas, hacer bien su
trabajo, gestionar profesionalmente los riesgos y promover la legítima
rentabilidad de la inversión de sus accionistas. Este es el concepto de mayor
utilidad en cuando se trata de abordar el comportamiento ético en el sector
financiero.

La “banca ética”

Aquella que presta o invierte dinero con finalidad ética, eligiendo las
inversiones en función no sólo de criterios de rentabilidad, sino también de las
inquietudes sociales de los ahorradores.

Estas iniciativas, por su finalidad y dimensión, deja fuera a la gran mayoría de


la actividad financiera, que ha de ser cubierta por profesionales a los que
también se reconozcan y exijan comportamientos éticos.

Moralidad y ética

La moralidad se refiere a las normas y valores sociales que gustan a las


personas y su interacción con el prójimo, las comunidades, y su entorno.
En todos estos tipos de interacción hay valores importantes en juego; reglas y
normas para proteger estos valores; deberes implícitos en las funciones y
posiciones sociales que pueden fomentar estos valores y promover estas
reglas; y virtudes humanas o capacidad que nos permiten actuar en
consecuencia. Estos factores morales están normalmente relacionados con
prácticas religiosas y estructuras de poder social.

La ética es un análisis sistemático y crítico de la moralidad, de los factores


morales que guían la conducta humana en una determinada práctica o
sociedad. Como la pesca representa una interacción entre personas y el
ecosistema acuático, la ética de la pesca se refiere a los valores, reglas,
deberes y virtudes pertinentes al bienestar de las personas y el ecosistema,
proporcionando un análisis normativo crítico de las cuestiones morales
en juego en ese sector de las actividades humanas.

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