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Equipos de trabajo como apoyo al cambio

Definir la importancia de trabajar con equipos de trabajo


para afrontar los retos organizacionales, y precisando como
requisito principal el logro de los objetivos
En un mapa mental establece la importancia de construir equipos de trabajo para el cambio organizacional.
Proceso de formación de equipos
Un equipo de trabajo consiste en un grupo de personas trabajando juntas que
“comparten percepciones, tienen una propuesta en común, están de acuerdo con los
procedimientos de trabajo, cooperan entre sí, aceptan un compromiso, resuelven sus
desacuerdos en discusiones abiertas y que todo eso no aparece automáticamente, sino que
debe irse construyendo poco a poco”.
Múltiples estudios señalan con claridad y contundencia que el trabajo colaborativo entre
profesores constituye uno de los más determinantes criterios de calidad. Se expresa
mediante diversos factores, entre ellos: «planificación y ejecución del trabajo de manera
colegiada e interacción estructurada de los profesores»; «procesos de colaboración,
cohesión y apoyo»; o «consenso y trabajo en equipo del profesorado»

Etapas de desarrollo de un equipo de trabajo

• Conformación: las personas se consideran parte de un grupo, pero no conocen bien la


finalidad, estructura y liderazgo que los une y organiza.
• Formación de subgrupos: se tienden a formar subgrupos para reducir la inseguridad e
incertidumbre. Durante esta etapa es muy relevante procurar que los subgrupos no
perjudiquen la búsqueda de una misión común, sino que contribuyan al desarrollo de una
comunidad con distintas miradas dialogantes y colaborativas.
• Conflicto y confrontación: etapa de gran riqueza y diversidad. Es común, como parte del
desarrollo de un equipo, que emerjan conflictos. Ellos se abren cuando las personas se
sienten más seguras, por lo que su expresión es la base del clima de relaciones
interpersonales y permite establecer una forma de resolver conflictos que sea favorable para
el crecimiento, y perfeccionamiento del equipo.
• Cohesión en la diferencia: en equipos que han sabido resolver los conflictos de manera
saludable, las relaciones se estrechan y se muestra cohesión. Junto con ello, quedan
sentadas las bases sobre el modo deseable para enfrentar conflictos venideros y superar las
tensiones.
• Responsabilidad compartida: corresponde a la etapa de consolidación del equipo. La
energía se centra en la ejecución de la tarea común. Cada uno se hace cargo de sus tareas,
pero asume responsabilidad por el éxito del conjunto.

Estructura de la formación de equipos

Otro factor importante a tener en cuenta en los equipos son los factores que tienen
que ver con la estructura del grupo o equipo de trabajo. Es decir, con quien forma parte de
dicho equipo y cómo se organiza el mismo para alcanzar los objetivos planteados. Veamos
con detalle algunos aspectos importantes en este sentido:

Selección de los componentes.


El tamaño ideal de los equipos es el comprendido entre 4 y 6 personas cada uno, con
el objetivo de facilitar el reparto de tareas para alcanzar los objetivos. Además, el carácter
reducido del equipo posibilita una dinámica ágil y productiva. Los resultados pueden ser
mejores si los grupos son heterogéneos en su composición, con intereses, habilidades, estilo
de aprendizaje y capacidades diversas, aunque sin llegar a extremos que dificulten el
trabajo.

Dar un nombre al equipo

Así como cada componente del equipo tiene una identidad, concretada en su
nombre, también el equipo necesita identidad, por lo que conviene, una vez formado el
equipo, ponerle un nombre. Esta acción de identificar a cada uno de los equipos
participantes, además de favorecer la identificación con el equipo de trabajo
correspondiente, ayudará a reconocer los trabajos que lleven a cabo cada uno de ellos. El
nombre debe de ser elegido por los componentes del equipo, siendo esta la primera de las
decisiones conjuntas que deberán adoptar. Si comienzan los primeros desacuerdos en el
equipo, y la toma de decisiones se complica, se puede proponer usar la técnica de la Lluvia
de Ideas. El nombre que se elija deberá figurar en todas las actas del equipo. Dar un nombre
al equipo favorece la identificación de los miembros con el mismo

Establecer normas de funcionamiento

Como habremos comprobado, si hemos tenido la oportunidad de trabajar en equipo,


cada componente del equipo tiene sus propios valores y normas. Al no coincidir las normas,
se producen, frecuentemente, fricciones. Por este motivo, el equipo de trabajo debe de tener
unas normas de funcionamiento internas. Es necesario crear unas “reglas de juego”
comunes que eviten la aparición de conflictos y que mejoren el funcionamiento del grupo.
Por ejemplo, la Puntualidad, No usar móviles, No interrumpirse cuando se habla …etc. En
la definición de las normas del grupo es importante que participen todos los componentes, y
que no vengan dadas por parte del líder o persona coordinadora del equipo. Se puede
realizarse de forma oral, o bien a través de una lluvia de ideas. Cuatro o cinco normas son
suficientes. Conviene que se escriban las normas en un lugar visible para todo el equipo en
cada reunión de trabajo. Hay que diferenciar entre normas y valores en el equipo. Ambos
son importantes. Los valores son los aspectos que guían el comportamiento, y las normas
son elementos más específicos que pueden ayudar a regular la dinámica grupal.

Reparto de funciones en el equipo

El equipo debe disponer de una persona que coordine el equipo y de una persona
que tome notas para dejar constancia, mediante una sencilla acta, de la evolución del equipo
con la tarea. Es conveniente que estas funciones se vayan rotando entre los componentes
del equipo. El que exista una persona responsable del equipo no significa que tenga que
coordinar el equipo. Quizás pueda contribuir mejor como estratega o, siendo una figura de
autoridad, tenga más posibilidades de desarrollar contactos externos o con figuras de
autoridad de la propia organización. La función de recogida de acuerdos y levantamiento de
acta debe ser rotativa 9 Persona Coordinadora Hay dos conceptos que son absolutamente
centrales en la formación de un equipo: reflexividad y sinergia. La reflexividad es la
práctica de la reflexión del equipo sobre su funcionamiento interno y sobre su metodología
de trabajo para buscar soluciones a los problemas que van surgiendo en el camino. Sinergia
significa complementariedad en el sentido de que las aportaciones de unos miembros del
equipo enriquecen las aportaciones de otros miembros. Ambos conceptos están muy
relacionados: se construye la sinergia en el equipo practicando la reflexión. Las soluciones
a los problemas del equipo nacen de la sinergia que se crea entre las diferentes aportaciones
de los miembros del equipo. Desarrollar la sinergia de un equipo, es la principal función de
la coordinación del equipo e incluye los siguientes pasos:

 Conocer las potencialidades de cada uno de sus miembros. Conocer lo que sabe
hacer bien cada uno de los miembros del equipo.

 Aprender a seguir la evolución del equipo. Interpretar los cambios que se dan en
las necesidades del equipo a medida que se construye la cultura de la confianza mutua.

 Abandonar la forma habitual de participar en el equipo y arriesgarse a asumir


nuevas funciones en el equipo.

 Darse cuenta de que el comportamiento de las personas en el equipo no depende,


exclusivamente, de las características personales de sus miembros, sino, también, de las
características propias del equipo, como es su composición, su evolución, su autonomía, y
los objetivos que persigue.

 Aprender a negociar con los otros miembros del equipo la función que debe
asumir cada uno de los miembros, porque, en parte, el trabajo en equipo exige la adaptación
del comportamiento de los individuos a las necesidades del equipo. En consecuencia, el
trabajo en equipo ha sido considerado como un medio para el desarrollo de las personas,
además de ser una forma de combinación de las diferentes competencias de los individuos
para obtener los mejores resultados. Por otro lado, y con el objetivo de establecer pautas
que conduzcan a crear hábitos en los equipos, la persona coordinadora: - Ayudará a
establecer las fechas de reunión del equipo - Estará pendiente de que se realicen todas las
tareas previstas cuando se reúne el equipo - Procurará que no se pierda tiempo - Actuará
como moderador - Favorecerá la participación de todas las personas - Favorecerá el
consenso en las decisiones que se tomen. Al final de las reuniones plantear a los miembros
del grupo las siguientes preguntas: ¿Cómo ha ido la reunión de hoy? ¿Qué ha funcionado
bien? ¿Qué puede mejorar? Persona que realiza las funciones de Secretariado Esta persona
será la encargada de tomar las notas en la reunión, para que el equipo pueda realizar de
forma ágil la tarea. Conviene que se rote el rol de secretariado, ya que es evidente que
cuando una persona está pendiente de tomar notas no participa de manera activa en la tarea.
10 su función será la de tomar notas, redactar el acta y difundirla enviándosela a todas las
personas del equipo para que, en la siguiente reunión, se puedan hacer correcciones, si
procede, o aprobar el acta.

Aclarar el objetivo

Todos los componentes del equipo tienen que entender perfectamente la tarea que
tienen que desarrollar, y el objetivo último que persigue el equipo. Es muy importante que
se interiorice el objetivo que tiene que alcanzar el equipo para mejora la implicación de
todos los componentes en las tareas a realizar. Se debe dedicar el tiempo necesario para que
todas las personas puedan dar su punto de vista respecto a la tarea, metodología de trabajo,
y objetivos a alcanzar, de forma que se minimicen las dudas antes del comienzo de las
actividades.

Definir y repartir tareas


Es muy importante la distribución de la tarea. Cada persona debe hacer una parte del
trabajo y a su vez necesitar del resto para completarlo. Así se refuerza la idea de
cooperación y la responsabilidad tanto individual como grupal. Durante las reuniones de
trabajo del equipo: - Es conveniente que se establezcan tiempos para la realización de las
actividades a desarrollar en el equipo ese día, para terminar a una hora establecida. Al
finalizar las reuniones: - Se deben establecer responsables directos para la realización de
cada tarea. Cada persona deberá ser responsable de una parte de la tarea. - Todas las
personas se comprometerán a traer la información necesaria para los temas a trabajar. -
Fijado una fecha para el próximo encuentro del equipo. - Definir entre todas las personas
del equipo los puntos del orden del día de la siguiente reunión.

Las aportaciones de las personas

A la hora de seleccionar a las personas para la formación de un equipo de trabajo,


son tan importantes los conocimientos que tienen como las habilidades o competencias que
pueden aportar al mismo, en aprovechamiento y desarrollo de valores que fomenten la
cultura de trabajo en equipo. Para trabajar este aspecto, así como profundizar un poco más
en el conocimiento de las personas y su aportación a los equipos, la metodología de roles de
equipo de Meredith Belbin.

Bases para la constitución de un trabajo en equipo colaborativo:

• Comprensión y aceptación de la meta común: los miembros de un equipo pueden


comprometerse con un objetivo cuando éste es bien comprendido y aceptado. El
compromiso con una meta común es la base para la construcción de cualquier comunidad
de trabajo colaborativo. Ello además es central para superar el modelo que concibe la labor
docente como responsabilidad de cada profesor, como una práctica aislada, hacia un
modelo que entiende la necesidad de colaboración para su efectividad.
• Clima organizacional apropiado: las personas deben sentirse libres para expresar sus
sentimientos e ideas, y los miembros deben escucharse, atendiendo a todas las ideas. La
capacidad de crítica es relevante para el desarrollo y crecimiento del equipo, pero ésta debe
ser franca, constructiva y respetuosa, orientándose a superar obstáculos.
La lealtad y la confianza recíprocas son básicas para el trabajo colaborativo; pero dichas
condiciones no surgen necesariamente de forma espontánea, deben construirse y trabajarse
intencionadamente para asegurarlas. Se debe construir un acuerdo de compromiso frente al
trabajo, de de respeto, responsabilidad, participación activa, apoyo, entre otras.
Junto con ello, es central para cuidar este clima, que el trabajo sea establecido en términos
de colegialidad, entre iguales; sin predominio por parte de ninguno de los agentes,
independientemente de rangos jerárquicos o situaciones administrativas.
• Transmisión de información efectiva: debe existir una buena comunicación entre los
miembros del equipo. Se debe difundir información clara, oportuna y accesible, para que
cada uno desarrolle su tarea y se sienta parte relevante y activa en el desarrollo y quehacer
grupal.
• Toma de decisiones por consenso: se requiere de un buen nivel de discusión, donde
todos participan en forma pertinente con la tarea, se tolera el desacuerdo y no se evita el
conflicto, pero este se resuelve de forma pacífica. El trabajo colaborativo va más allá de la
simple cooperación; supone el desarrollo de un trabajo y proyecto entendido como común
(vs. uno entendido como apoyar a otro, sin tener responsabilidad real).
• Liderazgo: Incluye tanto la reacción del equipo frente al liderazgo como la capacidad del
líder para legitimarse frente al equipo.
• Atención a la forma de trabajo del equipo: Preocupación por la autoevaluación. El
equipo se detiene a observar cómo lo está haciendo y qué dificulta su accionar.
• Creación de condiciones básicas necesarias: Para favorecer el trabajo colaborativo es
necesario tomar medidas para reducir la rigidez en las estructuras y sistemas de trabajo
escolar, que muchas veces dificultan el intercambio entre los docentes de diferentes
unidades y niveles. Entre ellas, es necesario procurar el diseño de los tiempos requeridos
como condición básica para el trabajo colaborativo.
5. ¿Cómo reconozco un equipo de trabajo efectivo?
• Cuando existen buenas relaciones entre sus miembros.
• Cuando sus miembros poseen habilidades psicosociales para relacionarse positivamente
entre ellos; saben comunicarse y resolver conflictos sin violencia.
• Cuando se mantiene una permanente reflexión acerca de su funcionamiento, revisa sus
prácticas, sus costumbres, sus estados de ánimo.
Crear las condiciones para el trabajo en equipo es responsabilidad de todos los niveles, pero
especialmente de los directivos, que deben liderar el proceso de manera atractiva, creativa y
dinámica.
Sin duda toda declaración acerca de cómo trabajar en equipo resulta más simple que
llevarlo a la práctica. Sin embargo, debemos tener presente que trabajar de manera
coordinada y sinérgica, trae al funcionamiento de la institución numerosos beneficios:
juntos podemos superar mejor las dificultades, con espacios de reflexión podemos buscar
en conjunto soluciones a los conflictos, conociendo las experiencias de otros podemos
mejorar las prácticas docentes, tenemos un equipo de apoyo para crear un espacio de
autocuidado…
Trabajar como equipo puede presentar obstáculos y dificultades, puede resultar un arduo
trabajo conseguirlo, sin embargo, permite obrar conjuntamente con el propósito compartido
de alcanzar un mismo fin, brindando una mejor educación y favoreciendo un quehacer
profesional más protegido al ser acompañado y comprendido como responsabilidad
compartida.

Estrategias que se manejan en una organización para trabajar en


equipo
Grupo Bepensa es un grupo empresarial mexicano, conformado por más de 40

compañías agrupadas en 5 divisiones de negocios. Juntas, brindan empleo a más de 15,000

personas en 3 países. Nuestras 59 marcas, muchas de ellas líderes globales en sus categorías,

buscan satisfacer las necesidades de más de 350 mil clientes registrados y millones de

consumidores en México, Estados Unidos y República Dominicana.

Antecedentes

Desde nuestros inicios en 1946, hemos estado siempre a la vanguardia en los sectores

comerciales e industriales donde participamos gracias a la visión, liderazgo y capacidad de

trabajo de nuestro fundador don Fernando Ponce G. Cantón.

Hoy, cuatro generaciones después, estamos orgullosos del resultado de nuestros

esfuerzos, del reconocimiento de nuestros colaboradores y de las comunidades en las que

tenemos presencia. Son más de 70 años de historia que son la base sobre la cual lideramos

nuestro futuro.

Pensamiento estratégico

1. Misión
Somos una organización de alto desempeño, que ofrece productos y servicios de

calidad, orientada a la plena satisfacción de nuestros clientes, consumidores y

colaboradores; a través del equipo humano, innovación y alta tecnología; contribuyendo

con la sociedad y generando utilidades que permitan nuestro desarrollo y permanencia.

2. Visión.
Ser un grupo empresarial líder, de firme desarrollo y solidez financiera, tanto en el

ámbito nacional como el internacional; diversificado e integrado en la industria de bebidas,

distribuciones motrices, servicios financieros, empaques, maquinaria y negocios

relacionados.
3. Valores
Respeto. Reconocemos los derechos y la dignidad de todas las personas e

instituciones con las que tenemos relación.

Lealtad. Nos comprometemos diariamente a defender lo que somos y tenemos en

Bepensa, y a transmitirlo hacia los demás.

Integridad. Somos gente con actitud de verdad y rectitud en nuestros actos y

pensamientos.

Innovación. Buscamos el cambio y somos generadores de ideas que nos impulsan a

iniciar nuevos proyectos y a tener una visión de vanguardia.

Liderazgo. Estamos comprometidos a dar siempre un paso adelante en todas las

decisiones y estrategias que permitan asegurar nuestro éxito y trascendencia a través del

tiempo.

Excelencia. Ponemos toda nuestra capacidad y entusiasmo en el trabajo para

asegurarnos que los resultados sean de calidad y con ello satisfacer a nuestros clientes.
Referencias:

https://www.bepensa.com/conocenos/perfil-de-compania/

https://www.bepensa.com/wp-

content/themes/bepensa/assets/img/INFORME%20DE%20SUSTENTABILIDAD%20201

6%20Bpensa.pdf

https://www.eoi.es/blogs/madeon/2013/05/21/formacion-de-equipos/

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