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2 El mismo fue organizado conjuntamente por las Universidades UCA, UNR y UCEL,
bajo la consigna: “Profundizando el sistema acusatorio”. El Panel N° 1 estuvo integrado por la
Dra. Silvina Manes, el Dr. Víctor Corvalán y quién suscribe, bajo la moderación del Dr. Mario
Martín Barletta.
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de vista extremo sobre esta misma lógica, nos diría que se encuentra
terminantemente “prohibido” mostrar o producir nada en la audiencia.
En las antípodas, se ubican aquellos que requieren que todo lo
que se diga en la audiencia sea respaldado con la entrega o exhibición
del legajo, o mediante la producción de evidencias, bajo sanción de no
tener por demostrado lo que se afirma. Llamaré a esta posición,
probatoria tradicional, destacando que en su versión extrema,
permitiría al juez pedir el legajo por su propia iniciativa.
Los dos grupos coinciden en la rigidez de su dogmatismo, y en
que la falta de acreditación (entendida ésta al modo de cada uno, vale
decir, como argumentación no convincente, el primero, o como falta de
respaldo “material”, el segundo), precipita la aplicación del in dubio pro
reo.
Pues bien, consiste mi tesis en que ninguno de esos extremos
da satisfacción a la problemática de base, pues la manera de probar en
las audiencias previas admite estándares diferenciales, según el
momento del procedimiento y el tipo de audiencia de que se trate.
Sostengo, en ese orden de ideas, que las evidencias pueden
someterse al conocimiento del juez y las partes por enumeración
(categoría de acreditación mínima), explicación (baja), exhibición de
constancias del legajo (media) o producción (alta).
4 En este sentido se han pronunciado los jueces de segunda instancia de los Tribunales
de Santa Fe, Dres. Sebastián Creus, en el caso “MALDONADO” (CUIJ 21-06001375-3; auto
de fecha 14/04/14; Libro I, Resolución N° 87, F° 136/141), y Roberto Prieu Mántaras, en el
caso “LEIVA” (CUIJ 21-06001133-5; de fecha 06/05/14; Libro I, Resolución N° 158, F° 258),
así como también me ha tocado hacerlo como juez de segunda instancia de los Tribunales de
Rafaela, en el caso “MOREIRA” (CUIJ nº 21-06001744-921; de fecha 21/04/14; T° I,
Resolución N° 3, F° 7/13).
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Art. 224.- Audiencia oral.- El Tribunal convocará en un plazo que no excederá de
cuarenta y ocho horas al Ministerio Público de la Acusación, en su caso al querellante, al
imputado y su defensa, a la audiencia a que refiere el artículo anterior.
Abierto el acto, se concederá la palabra en primer término al actor penal, quien
deberá fundamentar su pretensión cautelar. Seguidamente se oirá al querellante si lo hubiera, al
defensor y en caso de contradicción, las partes ofrecerán aquella prueba que estén en
condiciones de producir en la misma audiencia.
Producida la prueba las partes alegarán oralmente sobre su mérito.
Finalizada la audiencia el Tribunal hará conocer su decisión en el acto, y dentro de
las veinticuatro horas dictará por escrito la resolución fundada.
8 Ley 10160, art. 314 – En el ejercicio de su profesión, el abogado está equiparado a los
magistrados judiciales en cuanto al respeto y consideración que debe guardársele. La violación
de esta norma admitirá denuncia ante el superior jerárquico de infractor y será sustanciada de
inmediato. El profesional afectado está legitimado para la radicación e impulso de los trámites
respectivos.
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del brillo u opacidad con que el fiscal y/o el defensor expongan sus
respectivas tesis. Si se otorgara razón al fiscal, por su deber de
objetividad etc. se estaría creando un inconstitucional in dubio pro
actore; pero si se aplicara el in dubio pro reo con tamaña ligereza, no
habría esfuerzo dialéctico del actor penal público o privado que pudiera
sobreponerse a semejante inteligencia de las normas. Bastaría con que
el defensor opinara honestamente distinto sobre cada uno de los
puntos en discordia, para que automáticamente pasara a tener razón,
sin que el acusador cuente con posibilidad alguna de demostrar lo
contrario.
En el Legajo CUIJ 21-06305963-0 el problema de la imagen de
la cámara de seguridad, se resolvió proyectando el video en una
pantalla y, a instancias de la Defensa, haciendo que el imputado se
parara al lado (estándar alto). De tal manera, una audiencia de prisión
preventiva que, desde el puro discurso, se perfilaba como muy
complicada para el imputado13, terminó resolviéndose en su favor.
14 Art. 159 – Libertad probatoria.- Todos los hechos y circunstancias relacionados con
el objeto del proceso podrán ser acreditados por cualquier medio de prueba, salvo las
excepciones previstas por las leyes.
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16 Ver, por todo, ÁLVAREZ NAKAGAWA, Alexis “La defensa técnica eficaz en los
estándares de los organismos de aplicación del derecho internacional de los Derechos
Humanos. Algunas notas comparativas a partir del fallo “Domínguez”; en
“JURISPRUDENCIA PENAL DE LA CORTE SUPREMA DE JUSTICIA DE LA NACIÓN”
Tomo 9, págs. 185/250; Editorial HAMMURABI, Bs. As., 2010).
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18 Como regla, cada parte puede ofrecer su propio legajo de investigación, pero no
pueda descartarse que una parte requiera la exhibición del de su contraria en hipótesis de error
u omisión sobre el contenido de una evidencia. En mi criterio, este juego de regla y excepción
resulta particularmente permeable a la tópica.
21 Ya hemos dicho que, para una audiencia cautelar en la que los tiempos no hubieran
sido suficientes para obtenerlo, el fiscal puede valerse ―y el juez convencerse― con
documentos sustitutivos provisorios de fuente documental.
22 BINDER, Alberto “Elogio de la audiencia oral y otros ensayos”, pág. 21. Editorial
Coordinación, del Poder Judicial del Estado de Nuevo León. México, Abril de 2014.