Академический Документы
Профессиональный Документы
Культура Документы
Hace un par de años China anunció su más ambicioso proyecto geopolítico: la nueva “Ruta
de la Seda”, compuesta por dos proyectos simultáneos de comunicación con Asia, Africa y
Europa, la ruta terrestre y la ruta mari ́tima, manteniendo el nombre de la histórica ruta de
los mercaderes que transportaban la muy renombrada seda china a Europa.
El proyecto será llevado adelante por el Asian Infraestructure Investment Bank (AIIB) y el
Silk Road Fund y eventualmente por un mecanismo financiero administrado por la Shanghai
Cooperation Organization.
No es sólo el vehi ́culo de exportación de mercaderi ́as chinas a esos pai ́ses, con llegada a
Europa por dos vi ́as (por tierra hasta Rotterdam, Holanda, y por mar hasta puertos
italianos), sino que al mismo tiempo es un acceso a fuentes de energi ́a (petróleo) en Medio
Oriente, entre otros de los objetivos geopoli ́ticos del proyecto. El objetivo geoestratégico
es meter una cuñ a- ofreciendo el desarrollo a esas áreas en la influencia econó mica y militar
que ejerce Estados Unidos en los pai ́ses que rodean a China, y garantizar vi ́as de acceso a
los materiales cri ́ticos que pueden frenar su propio desarrollo, en especial el petró leo.
China publicó un documento blanco sobre su Política en el Ártico, donde elabora su visión
de la ruta de seda polar, adicional a sus dos otras rutas de la seda la continental euroasiática
(que la conecta con Europa) y la marítima (que la vincula con el sudeste asiático y el este de
África), que redefinen la geoeconomía por el restante del siglo XXI y conceden una gran
delantera conceptual y operativa a los estrategas de Pekín.
Según el documento blanco, los territorios del Ártico cubren un área de 8 millones de
kilómetros cuadrados (nota: cuatro veces el tamaño de México), cuya soberanía pertenece
a Canadá, Dinamarca, Finlandia, Islandia, Noruega, Rusia, Suecia y EU, mientras que el
océano Ártico tiene un área de más de 12 millones de kilómetros cuadrados (nota: seis
veces México), en el que las costas y otros países comparten derechos marítimos e intereses
de acuerdo a las leyes internacionales.
El portal Russia Today otorga la importancia que merece la ruta polar de la seda y los
grandes planes·de China, donde no demuestra ninguna amargura como la que exhibe el
rotativo globalista británico Financial Times que expone las crecientes ambiciones
geopolíticas de China en el Ártico, región rica en materias primas.
La ruta polar china, en complementariedad con Rusia, esquiva los planes balcanizadores de
la dupla decadente anglosajona de EU y GB. FT abulta con notorio disgusto la lenta carrera
para el control de la región cuando el cambio climático permite la expansión de rutas de
transporte marítimo en la cúspide del mundo. China aprovecha que el cambio climático
haya acelerado el deshielo de la capa polar en el Ártico en la ruta del mar norteño arriba de
Rusia.
Lo más destacado radica en que China no sea un país polar al carecer de fronteras con el
Ártico. Para eso sirven las acrobacias lingüísticas de corte geopolítico cuando China expresa
en forma simpática que es un país casi-Ártico.
No se puede entender que China súbitamente sea una país casi-Ártico sin la bendición
geoestratégica de Rusia, ya se había referido que Rusia y China, con su colaboración
energética, han dejado atrás a EU por el control y explotación integrales del Ártico.
No se puede soslayar que uno de los vectores geoestratégicos de Rusia es justamente “la
consolidación de su dominio costero a lo largo del polo Ártico, la región más cercana para
contrarrestar un ataque nuclear de EU que todavía aplica con Trump. Sea lo que fuere, China
pertenece a nivel de observador, con otros 12 países, al intergubernamental Consejo del
Ártico.
Para China las rutas de transporte terrestre y marítimo son vitales para su expansión
comercial: sea en Eurasia, sea en el océano Índico, sea ahora en Ártico y a juicio del Financial
Times, el documento blanco sobre el Ártico como última frontera para la exploración exhibe
su deseo de convertirse en un jugador significativo en el Ártico, lo cual afloró con el
mandarín Xigin Ping durante una visita a Australia en 2014 cuando definió a China como
una potencia de la región polar.
Comentarios.
El Financial Times, especialista en amarrar navajas y afirma que China ha mejorado sus
relaciones con los países escandinavos cuyas ambiciones en el Ártico la confrontan con las
de Canadá, Dinamarca y Rusia, por lo que China busca dar acceso en los países escandinavos
a sus submarinos militares, desde sus bases navales en el Ártico.
China tiene en la mira a Groenlandia, pletórico en materias primas, que pasa por una
transición para alejarse del dominio danés. El año pasado un barco de investigación chino
“completó su primer tránsito del pasaje Norteño al norte de Canadá que fue celebrado
como la apertura de una nueva ruta marítima para China.
Cabe la pena rememorar que entre los cuatro ases que proclama Joseph Nye que posee EU
para vencer a China se encuentra en primer término La Geografía: China “tiene fronteras
con 14 países y tiene disputas territoriales con India, Japón, Vietnam que pone límites a su
poder blando (soft-power)”. Lo cual refuté: se trata de la suprema carta de EU que asfixia a
China en los mares y que Pekín contrarresta con la ruta de la seda, el océano Ártico y sus
prodigiosos trenes bala. Es un as relativo y de doble filo cuando EU puede quedar aislado
frente a la alianza euroasiática de Rusia y China.
Fuente:
https://www.jornada.com.mx
https://www.eleconomista.com.mx/internacionales/Xi-Jinping-quiere-unir-mas-
paises-a-la-Nueva-Ruta-de-la-Seda-que-promueve-China-20190427-0010.html