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El papel de la Geografía en los conflictos territoriales: Ocupación del Jarillon del Río

Cauca por asentamientos subnormales en la comuna 6 de la ciudad de Cali. ¿Gestión


del riesgo territorial?

David Fernando Núñez Fernández, septiembre de 2019.


Estudiante de Geografía - Universidad del Valle.

Palabras claves: jarillon, conflicto territorial, gestión del riesgo, territorio,


desterritorialización, asentamiento subnormal, gestión del riesgo territorial, geografía.

Introducción

Un problema recurrente en la mayoría de los afluentes hídricos colombianos, es la ocupación


ilegal de las riberas en los cursos medios y bajos por diferentes actores, estos, generalmente
son conocidos como asentamientos subnormales1, los cuales propician condiciones
estructurales, sociales y económicas para que exista un nivel alto de vulnerabilidad frente a
una amenaza potencial como pueden ser las lluvias torrenciales, generando un riesgo de
inundación por desbordamiento del río Cauca. Este tema es tan complejo, que incluso la
ocupación del territorio se hace presente en las mismas medidas estructurales de mitigación,

1
Denominados hoy por las autoridades locales como Asentamientos Humanos de Desarrollo Incompleto (Decreto 0419 del
24 de mayo de 1999): todo asentamiento humano ubicado en el área de influencia de una ciudad donde se conjuguen total
o parcialmente las siguientes situaciones: —Carezca de integración a la estructura formal urbana y sus redes de servicios
estableciendo así una exclusión geográfico-físico-social de la vida urbana y sus beneficios; — Carezca de una vinculación
franca a la estructura de transporte urbano, con lo cual se dificulte la participación de sus habitantes en el mercado urbano
del trabajo y los servicios; — Presente carencias críticas en la prestación de servicios básicos, de agua potable, alcantarillado
y energía, reflejadas en bajas condiciones higiénicas y, por lo tanto, en alta morbilidad y mortalidad; — Concentre población
en condiciones de pobreza crítica, es decir, allí donde se haga evidente la existencia masiva de familias que, aun asignando
la totalidad de sus ingresos a la compra de alimentos, no pueden satisfacer sus necesidades alimentarias básicas;— Presenta
condiciones precarias de estabilidad física y, por lo tanto, alto riesgo de catástrofe; — Presenta notorias deficiencias en
tamaño y sanidad de la vivienda y, por tanto, altos índices de hacinamiento e insalubridad; — Carezca de servicios sociales
básicos de salud, educación, recreación y deporte lo cual se refleja en altos índices de analfabetismo, morbilidad, desarrollo
físico anormal y vagancia;—Baja vinculación al empleo formal y altos índices de subempleo y desempleo; — Carezca de
titulación de la tierra o exista tenencia irregular.
como lo es el jarillon. Sin embargo, este conflicto territorial se presenta en múltiples lugares
de la geografía colombiana sin encontrar una clara solución.

Por lo regular e inequívocamente, la gestión del riesgo en Colombia suele darse después del
evento y el desastre, razón por la cual, permite la repetición de estos escenarios a lo largo del
territorio, además, existen medidas de atención y respuesta para estos sucesos, las cuales
están enfocadas en la gestión integral del riesgo, formulando medidas como la reubicación
de las comunidades, las cual no es pensada en conjunto con las mismas, es por ello que el
geógrafo debe replantearse cuál es su papel en este escenario y recurrir al planteamiento de
una gestión del riesgo territorial para no olvidar todas las practicas que conviven en el
territorio, las vivencias, los recuerdos, los sentires y los tejidos culturales que se entrelazan
en su lugar de asentamiento. Por último, se hace una reflexión ante el evidente escenario de
riesgo al que se encuentra expuesto los asentamientos ilegales en el jarillon del río Cauca, en
el barrio Paso del Comercio y Comfenalco en la Comuna 6 de Cali.

Desde la Geografía:

Existen diversas definiciones de territorio, Haesbaert expone el territorio con un carácter


integrador: "un espacio que no puede considerarse ni estrictamente natural, ni solamente
político, económico o cultural [...] Se define ante todo con referencia a las relaciones sociales
(o culturales en sentido amplio) y al contexto histórico en el que está inserto" (Haesbaert,
2011:64-47).

Por otra parte, para Gilberto Giménez, "el territorio resulta de la apropiación y valoración de
un espacio determinado. Ahora bien, esta apropiación-valoración puede ser de carácter
instrumental funcional o simbólico-expresivo" (Gimenez, 1999:25). Giménez explica que el
territorio puede ser apropiado subjetivamente como símbolo de pertenencia socioterritorial,
es decir, que "se articula y combina en un mismo individuo con una multiplicidad de
pertenencias de carácter no territorial, como las que se relacionan con la identidad"
(Gimenez, 2007:130), la cual define "como un proceso subjetivo (y frecuentemente
autoreflexivo) por el que los sujetos definen su diferencia de otros sujetos (y de su entorno
social) mediante la autoasignación de un repertorio de atributos culturales frecuentemente
valorizados y relativamente estables en el tiempo" (Gimenez, 2007:61). Lo cual es importante
en el proceso de territorialización porque como hay una movilidad de las personas a un
asentamiento construido por el gobierno del Estado se quiere entender cómo actúan al
cambiar de territorio y qué implica en su identidad.

Por otro lado, Haesbaert también expone que "la desterritorialización" es el movimiento por
el cual se abandona el territorio, "es la operación de la línea de fuga" y la reterritorialización
"consiste en el movimiento de construcción del territorio" (Deleuze y Guattari en: Haesbaert,
2011:106). La desterritorialización conlleva unas consecuencias socioculturales políticas y
económicas, por tal razón se busca vivir un proceso de restablecimiento (reterritorialización)
y construcción de un lugar para volver a sentir identificación, un arraigo cultural que permita
llevar a cabo los proyectos vitales del ser humano.

Antecedentes

Según Edgar Vásquez, “durante el periodo que él denomina Apogeo industrial en la vieja
ciudad (1933-1955), cuando se alcanza el mayor nivel del crecimiento industrial y se inicia
su desaceleración, surgieron en la década de los años cincuenta nuevos asentamientos y
barrios en Cali, pues debido a la violencia colombiana de los años 50, una gran parte de los
campesinos colombianos dejaron los campos y migraron hacia las ciudades, siendo Cali una
de las más apetecidas por su pujanza y desarrollo. En la margen izquierda de la recta Cali-
Palmira se asentaron los primeros residentes de lo que hoy constituye el barrio Paso del
Comercio, a manera de franja o cinta larga de casas muy precarias” (Vásquez, 2001) 2.

Por tanto, el barrio Paso del Comercio tiene su origen en la década de los 50; es el sector más
antiguo en ser habitado de la comuna 6, de manera informal con casas de bahareque y
esterilla, puesto que hoy en día estas se encuentran construidas bajo ladrillos y una estructura
“formal”, marcando el inicio de la ocupación de la ribera cercana al río Cauca que en ese
entonces era mucho más amplio, fuerte, grande y vigoroso de lo que es hoy en día, sus playas
llegaban en el terreno en el que hoy se encuentran asentadas muchas viviendas de Paso del
Comercio y Comfenalco, vestigio de ello es un monumento localizado en el límite del barrio
y los asentamientos ilegales del Jarillón (ver anexo) indicando hasta donde llegaban las
barcazas y planchones hace mucho tiempo, según cuenta Nancy Perea de la Secretaría de
Cultura que conocí en persona, relata que están en proceso de formalizar este monumento

2Unidad de Planificación Urbana 3 – Río Cauca, documento técnico de soporte, acuerdo 0433 de 2017, Alcaldía de Santiago
de Cali.
como patrimonio cultural dado que muchos fundadores del barrio recuerdan con nostalgia
los límites del río Cauca y su gran potencial, cuestión que la Alcaldía de Cali debería priorizar
para conservar las memorias del territorio allí impresas.

Según relata Vásquez, “la infraestructura instalada de la ciudad no alcanzó para albergar a
tantos nuevos pobladores, sobrevino un gran déficit de vivienda acompañado de desempleo,
prostitución, inseguridad y pobreza. Las familias de escasos recursos comenzaron a invadir
los terrenos que encontraban desocupados, siendo repelidos por la fuerza militar con gran
brutalidad, desbaratando y quemando los montajes que los pobladores improvisaban”
(Vásquez, 2001). Y que, además “en los años 80 se urbanizan casi simultáneamente dos
grandes sectores: la Ciudadela Floralia con la urbanización Los Guaduales, dentro del
programa de vivienda sin cuota inicial desarrollado por el Instituto de Crédito Territorial,
consistente en casas unifamiliares con todos los servicios públicos domiciliarios, y Los
Alcázares como proyecto de vivienda multifamiliar en edificios de cinco pisos de altura. En
la década de los 90’s surgen proyectos residenciales como Oasis de Comfandi, Lares de
Comfenalco, Paso del Comercio Sector Comfenalco, Calimío y unidades residenciales como
Comfasia, Matecaña, Puente del Comercio, Torres de Guaduales y el Edificio Guaduales,
resultado de proyectos de vivienda de constructoras enmarcadas en las políticas
gubernamentales de Vivienda de Interés Social – VIS (Vásquez, 2001).

Lo anterior, refleja el comportamiento espacial a raíz de las bajas condiciones de vida de las
comunidades, las cuales toman este espacio y lo territorializan, por los diferentes proyectos
de vivienda social para personas de bajos recursos. Por otra parte, después de la conformación
del Barrio Paso del Comercio, las inundaciones no se hicieron esperar, al presente hay
registro de 9 inundaciones del río Cauca en los años 1950, 1966, 1967, 1970, 1971, 1974,
1975, 1982, 1984, este último antes de la decisión de medidas estructurales que controlaran
el caudal del río, esta medida fue la construcción de la hidroeléctrica de Salvajina localizada
cerca de Suarez, Cauca (CVC, 2011).

Es decir, que se tomaron medidas estructurales para reducir el caudal del río Cauca por las
reincidentes inundaciones, para ello, fue creada la presa de la Salvajina en el Cauca, esta
sirvió de reducción del caudal, sin embargo, fue sólo hasta la construcción del Jarillon del río
Cauca que se reduce y mitiga el riesgo de una posible inundación.
Problemática

Sin embargo, la problemática surge cuando personas comienzan a establecer asentamientos


ilegales o subnormales en la parte del jarillon, lo cual, es un claro desacato a la norma de no
permitir la apropiación de este espacio y una evidente falta de presencia del estado para no
permitirlo, dado que, este es una medida estructural de mitigación para una posible
inundación que tenga el río Cauca y no debería resistir impactos que debiliten su estructura
y resistencia.

“Desde finales de los 80 empezó a desaparecer esa barrera que protegía la ciudad de las
inundaciones provocadas por la creciente del río Cauca y sobre ella se fue levantando otra
Cali; una que creció frente a todos de manera irregular y al ritmo que impuso la pobreza, el
desplazamiento, la violencia y la politiquería. Sobre esa franja de 17 kilómetros de largo por
60 metros de ancho llegaron las primeras familias a finales de los años 80 y para el 2005 eran
12 asentamientos ilegales con cerca de 2500 familias; el problema siguió creciendo de
manera exponencial en la última década y hoy sobre la margen, según la Procuraduría, hay
27 asentamientos con 5953 familias” (El País, 2017).

El establecer este tipo de asentamientos genera un desgaste y debilitamiento en el jarillon, el


cual, eventualmente puede desencadenar una ruptura ante una crecida del río, además, las
condiciones socio-económicas de estas personas sólo hacen que la ecuación del riesgo se
eleve y adquiera un grado mayor de peligro. “De acuerdo a estudios, se identificaron boquetes
en el jarillón, producto de varias situaciones: la presencia de hormiga arriera (insecto que se
caracteriza por hacer cavernas en la tierra), las tuberías ilegales de agua y alcantarillado
instaladas informalmente por las personas asentadas en el jarillón, 118 rampas para que los
vehículos transiten por el dique, y múltiples escombreras ilegales” (El País, 2017).

El problema se da cuando el jarillón se empieza a construir en 1958 y después de los años 60


empieza el proceso de urbanización de Aguablanca. Después de esos años se encuentran
asentamientos informales, barrios piratas y hacendados que dejaron invadir sus tierras para
luego venderlas. Muchas personas, decidieron comprar estas tierras sin conocer de fondo que
riesgo implicaba o qué tal legal era, hubo diferentes tipos de flujos migratorios. Fue un
proceso diverso y diferente. En Floralia, los primeros asentamientos aparecen en los años 80;
en el 90 aparecen los de la Planta de Tratamiento de Aguas Residuales Ptar. En Floralia hay
combinación de paisas y comunidades negras.

Papel de la geografía gestión del riesgo territorial:

Sin dudas si no hay un control por parte del Estado sobre esas áreas lo que se obtiene son
procesos de poblamiento. “De ahí el esfuerzo del Gobierno Nacional, a través del Fondo de
Adaptación, la Administración Municipal, la CVC y Emcali para sacar adelante el Plan
Jarillón, una obra que vale cerca de $1 billón y contempla el traslado de todas las familias y
el reforzamiento del dique” (El País, 2017). Sin embargo, al no existir un conocimiento del
riesgo ni una socialización por parte de los entes gubernamentales y estatales, reubicar a estas
personas, genera un evidente rechazo a tal idea, dado que, estas personas llevan viviendo
desde hace mucho tiempo allí, son campesinos y comunidades diversas que traen consigo
prácticas rurales y territoriales marcadas.

Desde la Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastres, se tiene una visión de la
gestión del riesgo integral; al igual que en los demás entes relacionados, por lo tanto sus
acciones generalmente llevan a reubicar a poblaciones sin tener en cuenta las necesidades o
costumbres de estas mismas. Estas poblaciones lo que hacen es desterritorializarse para
trasladarse y territorializar sentir que sus prácticas y su vida no es digna en esas condiciones
y reterritorializarse de nuevo en el mismo lugar u otro con las mismas características
(pudiendo ser este otra zona de alto riesgo).

Por ende, el papel de la geografía y el geógrafo es abarcar la gestión del riesgo desde una
visión territorial, para comprender las dinámicas, prácticas, tradiciones, formas de vida y
ancestralidades que guardan estas comunidades, para darles un lugar apropiado que cumpla
con las exigencias mínimas a las cuales ellos vivían antes. De lo contrario, el escenario es
repetitivo en cientos de municipios a lo largo del territorio colombiano.
Referencias bibliográficas:

HAESBAERT, Rogerio. (2013). Del mito de la desterritorialización a la


multiterritorialidad. Cultura y representaciones sociales, 8 (15), 9-42. Recuperado en 14 de
septiembre de 2019, de http://www.scielo.org.mx/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S2007-
81102013000200001&lng=es&tlng=es.

VÁSQUEZ BENÍTEZ, Edgar. Historia de Cali en el siglo 20. Sociedad, economía, cultura y
espacio. Artes Gráficas del Valle Editores-Impresores Ltda. Cali 2001.
Anexos:

Imagen del monumento localizado en el barrio Paso del Comercio, este demarcaba hasta
donde llegaba el agua en un entonces antes de la represa Salvajina y el Jarillón del río Cauca.

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