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Características de operación de los turbocompresores centrífugos

6.1 Descripción de un Turbocompresor centrifugo de un


escalonamiento.

En el capitulo 4, inciso 4.3, se definió al turbocompresor. Aquí se describirá y


estudiará. En la figura 6.1 se presenta un turbocompresor centrífugo típico de un
escalonamiento, con carcasa de voluta o caracol, cuya forma de ducto divergente sirve
de difusor, convirtiendo parcialmente la energía dinámica del fluido en estática o de
presión. Se ofrece en dicha figura una sección meridional con indicación de los
diferentes elementos que componen la máquina. Se da también una visión de conjunto
para apreciar el motor y la caja de mecanismos de trasmisión de la potencia.
El fluido objeto de compresión entra al ojo de la tobera de admisión en dirección
axial hasta alcanzar la parte central del impulsor, el cual lo obliga a un recorrido
radial hacia fuera por los ductos divergentes entre álabes, ganando así presión tanto
por efecto de la acción centrífuga como por el cambio de velocidad relativa (véase
inciso 3.3). El difusor, en forma de voluta o caja espiral, recoge el fluido a la salida
del impulsor dirigiéndolo hacia la descarga, reduciendo su velocidad y aumentando
su presión. De ésta forma se gana en presión, tanto en el impulsor como en el difusor.
El control de volumen de flujo puede hacerse a la salida (figura 6.2) o a la entrada
(figuras 6.3 y 6-27), por medio de una corona de alabes que puede-abrirse o cerrarse
gradualmente, y en forma manual o automática. Cuando esta corona está a la salida
del impulsor sirve también de difusor de descarga en la caja espiral. Cuando la corona
de control está a la entrada es obligada una prerrotación del fluido que entra al
impulsor, lo que puede aumentar las turbulencias y pérdidas de energía.

6.2 Tipos de impulsores centrífugos

Los impulsores de los turbocompresores centrífugos son de tipos muy variados,


pero las principales formas empleadas hoy en día son las siguientes:

a) Impulsor abierto con alabes de salida radial, y con inductor de álabes


curvados hacia adelante.
b) Impulsor abierto con álabes curvados hacia atrás en la salida, y con inductor
de alabes curvados hacia adelante.
c) Impulsor cerrado con álabes curvados hacia atrás en todo su desarrollo.
Figura 6.1. Turbocompresor centrífugo de un escalonamiento.

a) Sección meridional
b) Vista de conjunto
1. Voluta o caracol, de hierro fundido. 8. Sello de la flecha, generalmente de laberinto
2. Tobera de admisión, de hierro fundido.
9. Anillos de lubricación, de aluminio.
3. Impulsor, generalmente de aluminio fundido y a veces, ile acero.
10. Cojinete de carga pivotante.
4. Dispositivo de sujeción del impulsor.
11. Cojinete de absorción de empujes axiales.
5. Plato posterior de acero maquinado.
12. Caja de cojinete, de acero fundido.
6. Placas laterales-de acero.
13. Flecha de acero al carbono.
7. Base de las placas de acero. 14 Acoplamiento, tipo flexible.
Figura 6.2. Turbocompresor centrífugo, sin la caja espira! con regulación del flujo por una
corona de álabes a la salida del impulsor. a) Corona abierta. b) Corona cerrada.
(Cortesía Escher Wyss.)

Estos tres tipos de impulsores se muestran en las figuras 6.4 y 0.5. En los tipos
a) y b) de la figura 6.4, el inductor, o parte expuesta a la admisión del fluido, tiene
los alabes curvados hacia adelante para favorecer la succión e incrementar la
transferencia de la energía del rotor al fluido, aunque se produce mucha energía
dinámica que después se convertirá en estática, o de presión, por acción
centrífuga y por efecto de difusión entre los álabes del rotor, y también en la
caja espiral de descarga.
En el tipo a) los álabes son radiales a la salida, teniendo la ventaja de mantener
casi el mismo valor de la presión a cualquier volumen do flujo, aunque la potencia es
proporcional a éste (véase figura 6.4 a). La salida radial tiene también la ventaja de
reducir los esfuerzos sobre el álabe, limitados casi exclusivamente a los de tensión
producidos por acción centrífuga. Se puede así construir el impulsor soldando los
álabes sobre un disco. Modernamente se emplea mucho este impulsor de salida
radial, cuando se opera con un solo escalonamiento de presión, ya que permite
operar a altas velocidades periféricas, hasta de 450 m/s, con lo que se incrementa
fuertemente la energía transferida entre máquina y fluido.

Figura 6-3. Turbocompresor centrífugo


con regulación del flujo por una corona de
álabes a la entrada del impulsor (para
alimentación de una turbina de gas).
Figura 6,4. Tres tipos de impulsores centrífugos con sus características de operación, a) Impulsor
abierto con álabes de salida radial b) Impulsor abierto con álabes curvados hacia atrás, c) Impulsor
cerrado con álabes curvados hacia atrás. (Cortesía Allis-Chalmers.)

El impulsor tipo b) tiene el inductor semejante al tipo a), pero, a la salida, los
álabes son curvados hacia atrás, con lo que se aumenta la acción de los alabes sobre el
fluido, se reduce la velocidad absoluta de salida del fluido y aumenta la presión. El
rendimiento es mayor que con el álabe radial, pero se reduce la energía transferida. La
característica de presión aparece con mayor pendiente (figura 6.4 b), lo que indica que
las variaciones de ésta con el gasto son más sensibles. La potencia crece casi
proporcionalmente al gasto.

El impulsor tipo cerrado (figuras 6.4 y 6.5) tiene los álabes curvados hacia atrás
en todo su desarrollo, incluso en el inductor. Se tiene de esta forma mejor
rendimiento al incrementarse la proporción de energía de presión sobre la total
transferida, esto es, crece el grado de reacción. La característica de la presión en
función del gasto (figura 6.4 c) tiene una pendiente negativa mucho más acentuada
que en los casos anteriores, indicando que la presión de descarga varía notablemente
con el volumen manejado. La potencia crece con el gasto hasta un valor máximo,
ligeramente superior al de las condiciones del diseño y después cae al disminuir la
presión. Esto puede considerarse como una autoprotección de la máquina que opera
con estos impulsores. Este tipo cerrado es el más apropiado para el trabajo en paralelo o
en serie con varios escalonamientos.

Figura 6.5. Impulsor centrífugo tipo cerrado para gran


capacidad de flujo, con canales amplios y álabes
tridimensionales; visto del lado de la succión. El giro es en
sentido contrario a las agujas de un reloj (álabes curvados
hacia atrás). (Cortesía SULZER.)

El comportamiento de estos impulsores se comprenderá mejor al analizar la


energía transferida y el grado de reacción.

6.3. Energía transferida entre máquina y fluido. Influencia del ángulo β, de


salida del alabe. Grado de reacción

La energía que se transfiere de máquina a fluido en un compresor centrífugo


viene cuantificada por la ecuación de Euler, cuando sólo se tienen en cuenta las
características dinámicas del flujo, que son las de mayor influencia. Dicha
ecuación tiene por expresión.

(Ec. 3.6)

Bajo la forma de componentes energéticas, esta misma energía transferida,


se expresa

(Ec. 3.9)
Con el auxilio de las ecuaciones 3.6 y 3.9 se puede analizar e interpretar la
forma de la energía transferida y la influencia del ángulo β2.

V2 2 – V1 2
En la ecuación 3.9 el término representa la carga dinámica
2

que se tiene en el fluido, y los otros dos términos U 2 2 – U1 2 + Vr1 2 – Vr22


2 2
cuantifican la energía transferida bajo la forma estática o de presión. El término

que significa la acción U 2 2 – U1 2 centrífuga es el que realmente


2
contribuye a la carga de presión, pues el otro término Vr1 2 – Vr22 , referente al
2
cambio en la velocidad relativa del fluido, o efecto de difusión entre los alabes
desde la entrada hasta la salida del rotor, es de poca influencia en la carga estática.
El valor de la velocidad periférica U 2; aparentemente debe ser alto para
incrementar la acción centrífuga y la energía estática o de presión, según puede
verse en las ecuaciones 3.6 y 3.9. Sin embargo, esta velocidad tiene limitado su valor
por la resistencia del material y por efectos elásticos en el fluido (véase capítulo 8).
El valor de U2 es del orden de 300 m/s en turbocompresores de varios
escalonamientos con impulsores de álabes curvados hacia atrás. Puede alcanzar
valores del orden de 450 m/s en impulsores con salida radial de un solo
escalonamiento.
Según la ecuación 3.6 la componente tangencial del fluido a la salida Vu2
también convendría que fuera grande para incrementar la energía transferida. Ello
exige que V2 sea alta (véase figura 6.6) y en consecuencia que sea alta la energía
dinámica del fluido a la salida, lo cual no es conveniente, pues lo que se quiere
con un compresor es energía estática o de presión. La conversión que puede
hacerse, en la caja espiral o difusor, de la energía de velocidad en energía de
presión, tiene siempre bajos rendimientos.
La influencia del ángulo β2 del álabe a la salida del impulsor puede apreciarse
en la figura 6.6 donde se ofrecen tres casos posibles:
Figura 6.6. Curvatura de los alabes y diagramas de velocidades a la salida del rotor de
turbocompresores centrífugos.
a) Curvados hacia atrás. b) Radiales. b) Curvados hacia adelante.
β2 < 90º β2 = 90º β 2 > 90º

En el caso de β2 < 90°, con álabes curvados hacia atrás, se disminuye el valor
de la velocidad absoluta de salida V2 y en consecuencia se mejora el grado de
reacción y el rendimiento. Sin embargo, Vu2 es relativamente chica decreciendo la
transferencia de energía.
La gradiente de presión teórica en el rotor es

(Ec. 3.10)

Con el ángulo β 2 = 90º, los álabes presentan salida radial, se incrementa


el valor de Vu 2 esto es, de la transferencia energética, pero se reduce el rendimiento
al crecer la velocidad V2 y reducirse, proporcionalmente, la energía estática o de
presión (Ec. 3.9).
P a r a v a l o r e s d e β 2 > 90º, con álabes curvados hacia delante, crecen
fuertemente V2 y Vu2, esto es, aumenta la energía transferida pero bajo la forma
dinámica; el grado de reacción es bajo y el rendimiento, malo.
El ángulo β2 influye mucho en la calidad de la energía transferida, es decir, en
la energía estática o de presión que se tiene, y que se cuantifica por el grado de
reacción. El valor de β2 suele estar entre 30º y 90º.
En el inciso 3.4 del capítulo 3 se definió grado de reacción de una
turbomáquina por la ecuación 3.13 como

(Ec. 3.10)

El numerador significa la energía estática transferida entre máquina y fluido.


En un turbocompresor, lo que se busca es energía de presión o estática en el fluido
de trabajo; lógicamente, en este tipo de máquina GR debe ser alto, para lo cual debe
ser alta la acción centrífuga, y si es posible, el cambio en velocidad relativa. Por el
contrario, la carga dinámica conviene que sea reducida. Esto por lo que concierne a
las características dinámicas del fluido que suelen ser las de mayor
preponderancia en el proceso do compresión.
Si se tienen en cuenta las propiedades termodinámicas, el grado de reacción
se definió, también en 11 capítulo 3, por las ecuaciones 3.14 y 3.15; y para un
turbocompresor será

Figura 6.7. Escalonamiento de presión

(Ec. 3.14 a)

o también

(Ec. 3.15 b)

Para que el grado de reacción sea alto conviene que se tenga mucha energía de
presión en el motor o impulsor.
En las figuras 6.8 y 6.9 se ofrecen en esquemas dos tipos de
turbocompresores muy característicos. El de la figura 6.8 tiene el impulsor con los
álabes curvados hacia atrás descargando en una caja espiral a la cual sigue un
difusor cónico. Este caso corresponde al apartado A) de la figura 6.6, de buen
rendimiento, alto grado de reacción y moderada energía transferida. En el
diagrama de velocidades se ha considerado sin prerrotación entrando, esto es,
Vu1= 0.

Figura 6.8. Turbocompresor centrífugo con álabes curvados hacia atrás, a) Diagramas
vectoriales b) Sección ecuatorial. c) Sección meridional.
Figura 6.9. Turbocompresor centrifugo con alabes radiales y con corona directriz a la salida, a)
Sección meridional. .b) Vista de frente, c) Diagramas vectoriales.

El turbocompresor de la figura 6.9 tiene el impulsor con alabes radiales y con


un inductor de alabes curvados hacia adelante, descargando en una corona de álabes
directrices que sirve de control del flujo y al mismo tiempo de difusor. No se
señala la voluta de salida. En este caso se tiene alta energía transferida (U2 puede
ser muy alta y también Vu2) pero V2 también es alta, esto es, se tiene mucha energía
dinámica y proporcionalmente menor energía de presión.
El diagrama de velocidades a la entrada está en un plano paralelo al eje. La V1
de ataque al inductor generalmente se halla un poco desviada de la dirección
axial.
Sin prerrotación del fluido al entrar, la energía transferida según la
ecuación 3.6. resulta
ω = U2 Vu2

Esta circunstancia es favorable, pues no sólo se incrementa la transferencia


sino que se evitan turbulencias a la entrada y se reducen las pérdidas, mejorando
el rendimiento.

Los efectos del giro a la entrada pueden verse en la figura 6.10. Si no hay
rotación (figura 6.10 a) se mejora la transferencia y se evitan las turbulencias. Con
prerrotación del fluido en el sentido de giro del impulsor, se reduce la transferencia,
pues el producto U1Vu1 es positivo; también se aumentan ligeramente las pérdidas
a la entrada. En el caso de contrarrotación del fluido respecto al impulsor, se
incrementa la transferencia de energía, pues U1Vu1 es negativo, pero aumentan las
pérdidas por turbulencia y cae mucho el rendimiento. El control del flujo por una
corona de alabes a la entrada obliga a una prerrotación del fluido al variar el gasto
volumétrico. Reduciendo el número de Mach a la entrada, aumentando el ojo de
admisión y el diámetro del inductor, se corrigen, en parte, los efectos de la
prerrotáción.
Figura 6.10. Diagrama de velocidades a la entrada, a) Sin prerrotación. ó) Con prerrotación
en el sentido de giro. c) Contrarrotación.

6.4. Factor de reducción de la energía transferida o factor de


deslizamiento

Como se ha visto, la ecuación de Euler (ecuación 3.6) sirve para calcular la


energía transferida entre máquina y fluido, en condiciones de flujo ideal
unidimensional e irrotacional. En la realidad no es así, sino que se produce un
torbellino relativo entre los alabes en el sentido contrario al giro del impulsor, tal y
como se indica en la figura 6.11, el cual desplaza el movimiento relativo del fluido a
la salida, obligando a éste a salir bajo un ángulo β12 < β2, es decir, la corriente de
flujo sufre un deslizamiento, y de aquí que se denomine a este factor de reducción
de la energía transferida, "factor de deslizamiento".

Figura 6.11. Torbellino relativo entre alabes que reduce el Valor del ángulo de salida β2.
Stodola da la fórmula siguiente para el cálculo de cate factor de deslizamiento.

donde n es el número de álabes del impulsor. Otros autores dan fórmulas


semejantes. El valor de fd, es alto para β2 chico y n. grande, y viceversa. Suele
estar entre 0.95 y 0.80.

Ejemplo 6.1
Un turbocompresor centrífugo de un escalonamiento succiona aire a 15°C y
1 bar. La velocidad absoluta de entrada es V1 — 115 m/s y alcanza a los
álabes del inductor bajo un ángulo de 75°, determinándose una prerrotación
del fluido en el sentido de giro del impulsor. El triángulo de velocidades a la
entrada está en un plano paralelo al eje de la máquina (figura E.6. 1). El
diámetro medio del inductor es 20 cm y el exterior del impulsor 100 cm. La
velocidad de giro es de 3 600 rpm. Los álabes tienen salida radial y la
velocidad relativa de salida del fluido es de 25 m/s. Considerando que la
transferencia de energía está condicionada fundamentalmente por
propiedades dinámicas, esto es, que no son muy sensibles los cambios en la
densidad y la temperatura, calcular: 1) Ganancia en presión debida a la
acción centrífuga. 2) Ganancia en presión por cambio en la velocidad
relativa. 3) Ganancia de presión teórica en el rotor. 4) Energía transferida de
la máquina al fluido por kg de aire. 5) Grado de reacción teórico. 6)
Velocidad de salida teórica del difusor. 7) Ganancia de presión teórica en
el difusor.

Solución;

1) Ganancia de presión por acción centrífuga

Figura E.6.1
2) Ganancia de presión por cambio en la velocidad relativa

3) Ganancia de presión teórica en el rotor

4) Energía teórica f.-ansferida de la máquina áí fijiio po" kg de aire

5) Grado de reacción teórico

6) Si se considera el grado de reacción en función de los saltos de presión


en el rotor y en el escalonamiento, se tiene
(Ec. 3.15 b)

El salto de presión en el escalonamiento será

y la ganancia de presión teórica en el difusor o estator

Esa presión se obtiene de la reducción de velocidad en el difusor del


valor V 2 al F 3 , esto es

Sustituyendo y despejando V 3 se tiene

Este valor teórico significaría que a la salida del difusor se tiene la misma
velocidad que la Vl de entrada a la máquina, lo que quiere decir que la energía de la
velocidad ganada en el rotor se transforma íntegramente en presión en el difusor.
La recuperación de energía en el difusor varía mucho de unas máquinas a otras.
Para estos valores de V2 = 190 m/s y V3 = 115 m/s, significaría una reducción en la
velocidad del 40%, pero puede ser mayor o menor a ese valor según las
características del difusor.

6.5. Característica teórica


La representación gráfica de la energía transferida en función del gasto
volumétrico de entrada, es lo que se conoce como característica de operación.
Prácticamente, en un turbocompresor, la referencia se hace a la energía trasferida
en forma de presión.
La característica teórica es la que responde a la ecuación analítica deducida
de la ecuación de Euler (ecuación 3.6). Suponiendo que no hay prerrotación a la
entrada (Vu1 = o), situación favorable a la transferencia; la ecuación de
referencia_queda.

(Ec. 6.2)
donde w significa la energía transferida al fluido por unidad de masa; U2, la
velocidad periférica del impulsor y Vu2, la componente tangencial del fluido a la
salida. Se debe buscar la ecuación explícita de la función

para ello se tiene en cuenta el diagrama de velocidades a la salida (figura 6.6),


donde

y como la componente radial del fluido VR2 se puede poner como función del
gasto G y del área normal de salida A2, se tiene

sustituyendo, queda

(Ec. 6.3 a)

Esta ecuación 6.3 a revela que para un turbocompresor determinado, girando a


una velocidad dada, la energía transferida w está en función lineal del gasto volumétrico
G, suponiendo un flujo estable y despreciable la compresibilidad del fluido, para que
G1 = G2. Esta hipótesis, así como la de las condiciones ideales de flujo, se apartan de
la realidad; como también se está haciendo referencia a la energía total transferida y
no solamente a la de presión, no obstante el procedimiento sirve para formar un criterio
sobre la tendencia de la característica, lo que resulta muy valioso para el proyectista.
En consecuencia, se puede poner

(Ec. 6.3 b)

donde
significa la ordenada en el origen y K2 la pendiente de la recta que
KI
representa la ecuación 6.3 6, cuya inclinación depende del valor de β2.
Si β2< 90º, la pendiente es negativa, como aparece en la figura 6.12. Si
β2= 90º, la energía transferida se mantiene invariable para cualquier gasto.
Si β2 > 90°, la pendiente es positiva y la energía transferida crece con el
gasto. Los diagramas de la figura 6.6 presentan estos tres casos, que ya han
sido discutidos. La figura 6.4 ofrece las características reales de tres tipos de
impulsores con salidas de 90º y menores de 90º, cuya tendencia, ahora, se
puede comprender mejor. El caso de β2 > 90°, con alabes curvados hacia
adelante, se usa en algunos ventiladores y en los inductores de algunos
turbocompresores de un escalonamiento (figuras 6.4 a y 6).

6.6. Curvas características de operación

Las características de operación reales de un turbocompresor están referidas


a la presión de descarga en función del gasto volumétrico de entrada. A veces se
dan también las curvas de potencia. La velocidad de giro es un parámetro que
puede tomar diferentes valores para construir una familia de curvas.
En las características reales de la figura 6.4. se observa que con alabes de
salida radial (β2= 90º), la característica de la presión de descarga se mantiene
bastante plana para cualquier valor del gasto; la teórica es completamente
horizontal (figura 6.12.). Para los álabes curvados hacia atrás (β2< 90º), la
característica de la presión en función del gasto presenta pendiente negativa, como
se indicaba en el cálculo teórico, y tanto más acentuada cuanto más chico es el
ángulo β2.
Las resistencias al movimiento del flujo determinan la modificación de la
característica teórica en la real, las cuales pueden ser por fricción, turbulencia o
choque en los ductos de paso. En la figura 6.13. se muestra una familia de curvas
reales características de un turbocompresor, donde el parámetro que define la
familia es la velocidad de giro. Esto es
(Ec. 6.4)

donde los subíndices cero se refieren a las condiciones de diseño, o de


referencia.
En una característica presión-gasto volumétrico cualquiera, se advierte que
estas dos variables se modifican en sentido inverso (característica de pendiente
negativa), esto es, si el gasto volumétrico crece la presión de descarga disminuye y
recíprocamente. Para cada turbocompresor existen unos límites de operación, tanto
en presión de descarga como en gasto volumétrico, que suelen señalarse por el
trazo de las propias características.

Figura 6.13. Características de operación de un


turbocompresor centrífugo.
(Cortesía Aüis Chalmers.)

El límite de la presión máxima de descarga y de mínimo gasto volumétrico


se halla señalado por la línea que une a los puntos máximos de las características,
que viene a ser la que marca la inversión de la pendiente de dichas curvas, esto es,
el turbocompresor presenta inestabilidad de operación cuando la pendiente de la
característica se hace positiva, o sea, en la zona a la izquierda de la línea límite.
Las curvas de potencia en función del gasto tienen pendiente positiva pero
también tienen su línea límite, definida por los valores correspondientes de la
presión y el gasto variables, de las que depende la potencia, ya que

(Ec. 6.5)

En la figura 6.13. puede verse, también, que los límites de operación más
amplios se tienen con la velocidad máxima de operación, y que dichos límites se
reducen al reducir la velocidad de giro.
Para un impulsor de un diámetro determinado, con una velocidad periférica
dada, y un valor del área de salida especificada, el valor del ángulo β2 de salida
influye en los límites de presión; así, éstos se amplían si β2 se reduce, lo cual puede
advertirse en las características de la figura 6.4.
En el capítulo 8 se tratan los procesos de control de operación de los
turbocompresores centrífugos y axiales, para trabajar a carga parcial o
sobrecarga.

6.7. Influencia de las propiedades del fluido en las características


de operación

Las condiciones de presión y temperatura en la succión tienen notable


influencia en la característica de operación de un turbocompresor. También
influye el peso molecular del fluido y sus calores específicos.
En la figura 6.14 se muestran varias características para diferentes valores de
la temperatura y de la presión, así como del peso molecular y del valor de k (relación
de calores específicos a presión constante y a volumen constante). Puede observarse
que la característica se eleva, esto es, se tienen presiones de descarga más altas: si
la temperatura de succión es más baja, si la k es más pequeña, si el peso molecular
es más grande y si la presión de entrada es más alta. Por el contrario, la
característica se abate cuando las propiedades citadas toman valores opuestos a los
anteriores. Se supone que la potencia permanece invariable. En la figura

Co k = 1.15

Presión de entrada 1 bar


Temperatura de entrada 15 º C
Peso molecular 29 kg/kgmol
Valor de k=1.4
Temperatura de entrada 38"C
Presión de entrada 855 mbar

Con peso molecular


de 7 . 4 Kg.

Gasto volumétrico %
Figura 6.14. Influencia de las propiedades del
fluido en las características de operación. (Cortesía
Allis Chalmers.)

6.15 se maestra la influencia de la relación de calores específicos, o forma del


proceso de compresión, en la temperatura del fluido de trabajo, o también, cómo
la temperatura modifica e! proceso de compresión.
La importancia de enfriar el fluido antes de comprimirlo ya se ha probado en
el capítulo anterior, sin embargo, más adelante se analizan algunos sistemas de
enfriamiento. En cuanto a la presión, lógicamente, se entiende que menor presión
de entrada obliga a menor presión de salida para una determinada relación
depresiones en un escalonamiento. La influencia del enfriamiento en la potencia de
compresión puede advertirse en la figura 6.16.

Relación de presiones

Figura 6.15. Elevación de la temperatura en


función de la relación de presiones para
diferentes procesos de compresión con
rendimiento politrópico constante. (Cortesía
SUL-ZER.)

Figura 6.16. influencia del enfriamiento


en la potencia de compresión. (Cortesía
SUL-ZER.)
Por otra parte, al aumenta la densidad del flujo, la compresibilidad disminuye, y
cp y cv tienden a ser iguales. Esto justifica la influencia del peso molecular y de la
relación de calores específicos en la característica.

6.8. Turbocompresor centrifugo de varios escalonamientos

En los procesos industriales de compresión de aire o gases se exigen presiones


elevadas que requieren turbocompresores de varios escalonamientos o pasos de
compresión en serie. La relación de presiones suele ser la misma en cada uno de
los escalonamientos, por razones de rendimiento como se demostró en el capítulo
anterior, de forma que si z es el número de escalonamientos, la relación de
presiones, desde la entrada a la salida de la máquina, será z veces la de un
escalonamiento. En este caso las dimensiones de los impulsores y ductos de paso
son diferentes en cada escalonamiento, ajustándose al flujo volumétrico, el cual va
reduciéndose por efecto de la compresión del fluido.
En ciertos servicios, donde la relación de presiones es pequeña, pueden
hacerse todos los impulsores con las mismas dimensiones, con lo que se facilita el
diseño y la construcción aunque se sacrifique ligeramente el rendimiento. En este
caso, el salto entálpico es el mismo en todos los escalonamientos por estar éste
condicionado por la forma y dimensiones de los ductos de paso, pero la relación de
presiones es diferente en cada uno de los escalonamientos, debido a la divergencia
de las líneas de presión en el diagrama hs, para procesos adiabático-politrópicos
con n > k.
En la figura 6.17. se muestra un turbocompresor centrífugo de varios
escalonamientos en proceso de montaje, sin la parte superior de la carcasa, para
apreciar los diferentes órganos. A continuación se da una explicación de los
mismos.
1. Carcasa de hierro fundido, dividida horizontalmente por un plano que
contiene el eje, la cual se somete a prueba hidrostática 1.5 veces el valor
de la máxima presión posible en servicio.
2. Difusores constituidos por ductos conformados por diafragmas y carcasa.
En algún caso pueden ser de alabes fijos a la carcasa.
3. Rotor sólido, robusto, de gran estabilidad rotatoria (figuras 6.17 y
6.18), con susceptibilidad mínima a las velocidades críticas y al
desbalanceo. El pistón amortiguador axial va integrado en la
flecha.
Figura 6.17. Turbocompresor centrífugo de varios escalonamientos (7), con carcasa
dividida horizontalmente, abierta para apreciar los diferentes órganos (Véase descripción
en el texto). (Cortesía SUIZER.)

4. Sistema de fijación de impulsores por clavijas radiales.


5. Sellos de laberinto en el rotor, que evitan la distorsión del rotor en
caso de sobrecalentamiento local debido a la fricción. Las tiras de
laberinto se pueden colocar fácilmente.
6. La flecha es de acero forjado y endurecido, con blindaje metálico en
las partes expuestas a corrosión. En ciertos casos se emplean aceros
especiales.
7. Los cojinetes son de bronce y tienen lubricación forzada, tanto los de
paso como las chumaceras, siendo de fácil inspección. Los cojinetes
deben permitir el giro de la masa rodante en ambos sentidos. Las
chumaceras de empuje, en los extremos de la flecha, son de acción
suave y elástica.
8. Los sellos pueden ser de anillos flotantes de laberinto, mecánicos o de
descanso. En algunos casos los sellos están constituidos por una
película líquida sin manguitos en la flecha, lo que permite un
centrado perfecto de la flecha reduciendo al mínimo la luz de
entrehierro y las pérdidas. Además, el desgaste es mínimo.
Figura 6.17a. Compresor centrífugo de doble flujo, empleado en el tratamiento de aguas
residualesfcon una capacidad de 170 000 N m3/h; la relación de presiones es de 1:6 y la potencia de 2
880 KW. (Cortesía SULZER.}

9. Acoplamiento rígido para evitar problemas de bloqueo del par que se


puede tener con transmisión por engranes. Se transmiten así empujes
axiales que reducen la acción sobre los cojinetes y mejoran
el rendimiento mecánico.
10. Acanalado circunferencial de la flecha a la entrada de los impulsores para
facilitar la succión en cada paso.
11. Los impulsores son de tipo cerrado con alabes tridimensionales curvados
hacia atrás (figura 6.19). Estos son de alta capacidad de flujo en los
primeros escalonamientos (figura 6.5), con lo que se tienen diámetros más
pequeños y un funcionamiento combinado óptimo de todos los pasos. Los
alabes están soldados a las cubiertas forjadas de disco que constituyen el
impulsor, el cual puede ser de acero al carbono o especial. Los impulsores,
una vez acabados, se someten a pruebas de balanceo antes y después del
montaje a fin de evitar vibraciones en el giro a altas velocidades.
12. Los impulsores de los últimos escalonamientos tienen ductos de paso más
estrechos. Los alabes son remachados o soldados a las coronas y cubos
forjados, permitiendo, sin embargo, un maquinado de las superficies
internas.
13. Corona directriz de entrada, que suele ser opcional. Esta corona constituye
un modo de control del flujo.

En la figura 1.2 se ofrece un turbocompresor centrífugo de 5 escalonamientos, sin


enfriadores intermedios, para una capacidad de 96.500 m3/h una relación de presiones de 3.9
con una potencia de 7 250 kW. En la figura 6.17 a se presenta un compresor centrífugo de
doble flujo.

6.9. Compresores centrífugos isotérmicos. Sistemas de enfriamiento.


Ya se sabe que si se baja la temperatura del fluido que se comprime, se
reduce el trabajo de compresión (Ec. 5.17). También se logra con el
enfriamiento mantener el fluido en condiciones de temperatura, prácticamente
invariables (compresores isotérmicos), con lo que se garantiza mejor la pureza y
estabilidad de ciertos gases. Los sistemas de enfriamiento son elementos
esenciales en los turbocmpresores isotérmicos, pero se aplican también a los
turbocompresores tipo R y RB.
Modernamente los sistemas de enfriamiento se reducen a dos tipos
\
a) Externos, con enfriadores intermedios colocados fuera de la máquina,
empleados sobre todo en turbocompresores con un gasto volumétrico
relativamente pequeño, de forma que se pueda manejar con facilidad
el fluido, sacando e introduciéndolo de nuevo en la máquina.

Figura 6.18. Rotor de 5 impulsores (5 escalonamientos) de un turbocompresor R1


con enfriamiento externo. Cortesía SULZER.)

Figura 6.19. Impulsores de un turbocompresor centrífugo tipo RZI. (Cortesía


SULZER.)
b) Internos, por corrientes de agua laterales, que circulan por paquetes de tubos
instalados en los ductos de difusión de la carcasa. Se emplean en
turbocompresores de gasto volumétrico relativamente grande. La caja del
turbocompresor se presenta mas voluminosa, pero la operación de estas
máquinas es muy satisfactoria.
A continuación se analizan estos dos sistemas de enfriamiento en sendos
turbocompresores.

a) Sistema, de enfriadores intermedios externos.

Este sistema se muestra en las figuras 6-20 y 6.21 correspondientes a un


turbocompresor RZI (figura 4.2).
El fluido procedente de uno, dos y tres escalonamientos de compresión se hace
pasar por los intercambiadores de calor o enfriadores colocados al lado de la
máquina.
En el turbocompresor de siete escalonamientos que se presenta en la figura 6.21,
existen dos enfriadores puesto que hay dos volutas intermedias de salida (Nº 18) y dos
de entrada (Nº 19) donde puede verse que un enfriador sirve a los dos primeros
escalonamientos y otro, a los tercero y cuarto. El fluido no se vuelve a enfriar después
de entrar al quinto escalonamiento.

Figura 6.20. Turbocompresor centrífugo isotérmico tipo RZI, de succión axial, con
corona directriz de entrada para control del flujo y con enfriamiento externo. Capacidad 9
800 m3/h; relación de presiones 7.2; potencia 940 KW
Figura 6JZ1. Sección meridional del turbocompresor centrífugo isotérmico de la figura 6120 (Cortesía
SULZER.) 1. Carcasa. 2. Ducto de succión, 3. Ducto de descarga. 4. Pedestal del cojinete. 5. Caja del
rodamiento, lado interior. 6, Diafragmas de división. 7. Ducto de reversa. 8. Difusores. 9. Flecha. 10. Impulsores.
11. Sellos de la flecha. 12. Cojinete de empuje. 14. Ménsula de acoplamiento. 15. Monitor de posición axial. 16.
Servomotor. 17. Alabes guía variables. 18. Voluta de salida intermedia. 19. Ducto de succión intermedio. 20.
Enfriador. 21. Manojo de tubos. 22. Caja de agua. 23. Separador de agua.

La disposición es lógica ya que lo que se necesita es tener baja la temperatura del


fluido a la entrada del proceso de compresión, según se demostró en el inciso 5.6
(ver ecuación 5.17). El fluido refrigerante es agua que se hace pasar por los tubos
del intercambiador en circuición forzada.
Este sistema se aplica generalmente a compresores centrífugos isotérmicos
que trabajan con volúmenes de fluido moderados, clasificados como RZI en la
figura 4.2.
En la figura 6.22 se muestra, en esquema, en el diagrama Ti el proceso de
compresión con refrigeración del fluido de trabajo, por medio de enfriadores
intermedios exteriores, correspondiente al turbocompresor de las figuras 6.20 y
6.21, donde se mantiene el valor de la temperatura inicial T1, a la entrada del tercero
y del quinto escalonamiento, esto es, T1 = T3 = T5. El enfriamiento se efectúa
prácticamente a presión constante, aunque sí hay que admitir una caída de presión en
el paso del fluido por los tubos del enfriador para vencer la resistencia del flujo. Sin
embargo, esta pérdida es de un orden muy bajo respecto a la presión de trabajo.
Figura 6.22. Proceso de compresión isotérmico con enfriadores intermedios externos,
correspondiente al turbo compresor de lis figuras 6.20 y 6.21.

Figura 6.23. El mismo proceso de compresión de la figura 6.22, pero en el diagrama pv

El proceso de compresión es politrópico con n > k, en cada uno de los tres


grupos o saltos de compresión. El primero, de p1 a p3 en los escalonamientos 1 y 2; el
segundo, de p3 a p5, en los escalonamientos 3 y 4; y el tercero, de p5 a p8, en los
escalonamientos 5, 6 y 7. Sin embargo, si se contempla el proceso total de compresión
de p1 a p8, éste es equivalente a una compresión politrópica con n < k.
En la figura 6.23 se representa este mismo proceso de compresión con
enfriamiento intermedió exterior, en el diagrama pv, para apreciar la sensible
reducción de trabajo que S' tiene con el enfriamiento, figurado por el área bajo la
curva 1 — 3' — 3" — 5' — 5" — 8e, la cual es notablemente menor que la que
correspondería a un proceso politrópico directo de 1 a 8a, sin refrigeración

b) Enfriamiento interno por corrientes laterales de agua

En este sistema, el líquido refrigerante circula por manojos de tubos verticales


dispuestos dentro de los ductos de difusión de la propia carcasa. En el corte
meridional del compresor de la figura_6.24, puede apreciarse la colocación de los tubos
de circulación de agua en los ductos de descarga de cada uno de los escalonamientos,
excepto del último, donde no se justifica. Con este sistema, el fluido que se comprime
no sale de la carcasa de la máquina para ser enfriado. Esto ofrece ventajas cuando
se trata de compresores de un gasto volumétrico grande, difícil de manejarlo con
repetidas salidas y entradas en la máquina. Además, en turbocompresores de gran
gasto se tienen también ductos de difusión más amplios que permiten esta
adaptación de los tubos de agua en su interior. El turbocompresor de la figura 6.24
es centrífuga, tipo Rl (figura 4.2), con cinco escalonamientos. Tiene cuatro
enfriadores uno antes de cada escalonamiento de presión, excepto del inicial. La
figura 6.24 A muestra un turbocompresor centrífugo isotérmico de 5
escalonamientos, en proceso de montaje.
En la figura 6J25a se ofrece una vista exterior de un turbocompresor
centrífugo isotérmico con enfriamiento interno, por corrientes laterales de agua.
En la figura 6.25 b se muestra la misma máquina sin la cubierta superior, para
apreciar la disposición y tamaño de los enfriadores respecto al del rotor.
La figura 6_25 c procura información sobre la ganancia en rendimiento que se
tiene al incrementar el número de enfriadores._
Con el sistema de enfriamiento interno por corrientes laterales de agua, el
proceso de compresión tiene un comportamiento semejante al que se muestra en las
figuras 6.26 y 6.27. En el primer escalonamiento, por ejemplo, el proceso de
compresión se inicia como politrópico con n > k, pero es desviado hacia la
izquierda por el ambiente frío en el interior de la máquina, terminando en un punto
2', correspondiente a una temperatura T2, inferior incluso a la T2, y todo ello como
si el proceso se hubiera realizado con una n < k. En la figura 6.15 ya se vio cómo
se modifica el proceso con la temperatura.
El fluido de trabajo pasa a través de los tubos enfriadores colocados en el
ducto de circulación y entonces cae la temperatura hasta un valor T2, teóricamente
igual a la T1 y prácticamente a presión constante. De hecho se origina una pérdida
de presión al estrangularse el flujo en el enfriador, pero ésta significa un
porcentaje muy bajo respecto a las presiones de trabajo. ^
También, la temperatura T6 puede no descender hasta el valor T6i, sino algo
superior. El mismo proceso se repite en los siguientes escalonamientos, excepto en
el último, donde no hay enfriador final por haberse terminado el proceso de
compresión total.
La temperatura final es T6i, la cual puede ser superior a la T6i por ser el último
proceso politrópico sin enfriamiento final, aunque debido a las condiciones de
refrigeración del turbocompresor, puede llegar a ser próxima a T6i e, incluso,
inferior a ésta.
En la figura 6.27 se aprecia la reducción del trabajo de compresión con el
enfriamiento, representado por las áreas 1-2'-2' '-3'-3' '4'4' '-5'-5' '-6., contra el área
bajo la curva 1-6 a, correspondiente a un proceso sin refrigeración.

Figura 6.24. Sección meridional de un turbocompresor centrífugo isotérmico, tipo RI, de 5


escalonamientos y 4 enfriadores internos, cuya vista de conjunto se ofrece en la figura 6.25.
(Cortesía SULZER.) 1. Carcasa. 2. Ducto de entrada. 3. Voluta de descarga, 4. Paredes de división.
5. Difusores. 6. Flecha. 7. Impulsores. 8. Pistón de balanceo. 9. Sellos de la flecha, 10. Caja del
rodamiento, lado de la descarga. 11. Cubierta frontal coa caja del rodamiento, lado de la succión. 12.
Cojinete. 13. Alabes guía de entrada. 14. Mecanismo de ajuste de los alabes. 15. Manojo de tubos
enfriadores. 16. Separador de agua, 17. Ménsula de "acoplamiento.
Figura 6.24 A." Turbocompresor centrífugo isotérmico de 5 escalonamientos en
proceso de montaje. Capacidad 187,000 N nVh. (Cortesía SÜLZER.)

a) Vista exterior del turbocompresor.


b) Visu interior del turbocompresor con los enfriadores.

c¡ Ganancia en el rendimiento aumentando el


número de enfriadores. ,V = número de
enfriadores.

Figura 6.25. Turbocompresor centrífugo tipo Rl, de 5 escalonamientos, con enfriadores internos.
Capacidad 11 Nm3 /h, potencia 9,310 KW. (Cortesía SULZER.)

F
igura 6.26. Proceso de compresión isotérmico en el diagrama Ts, con enfriadores
internos, correspondiente turbocompresor de las figuras 6.24 v 6.25.
Figura. 6.27. El mismo proceso de compresión de la figura 6.26, pero en el diagrama pv.

6.10. Control del proceso de operación de un turbocompresor centrifugo

El control del flujo o de la presión puede efectuarse de varias maneras; es


importante hacer notar qué fe regulación puede realizarse automáticamente por
medio de un solo parámetro, adaptándose de forma correcta a éste todos los
demás.

Los principales modos de control son:

a) Por variación de la velocidad de giro.


6) Por ajuste de los alabes de una corona directriz de entrada.
c) Por estrangulamiento de¡ flujo que entra en la máquina.
d] Por ajuste de una corona de alabes a la salida del difusor.

El modo que da mejor rendimiento, sobre todo con carga parcial, es el a),
esto es, por variación de la velocidad de giro del compresor, siempre que
pueda disponerse de un medio fácil de lograrlo. Si se esta obligado al
empleo de un motor de velocidad constante, es preferible efectuar el control
por ajuste de unos álabes guía a la entrada del compresor, esto es, caso b).
El empleo de una válvula de estrangulamiento, modo c), es menos
recomendable por producir mucha pérdida de energía. El control por ajuste
de los alabes de una corona directriz a la salida del difusor, cuso a), se
emplea sólo en turbocompresores de un escalonamiento (figura 6.2).

a) Regulación por medio de la velocidad de giro

El control del flujo y de la presión por medio de la velocidad de giro


puede apreciarse en la figura 0.23 donde se ofrece una familia de curvas
características de operación respondiendo a la ecuación

Gasto volumétrico relativo G.


Figura 6.23. Curvas características típicas de un turbocompresor centrífugo para
distintos valores de la velocidad de giro (control por variación de la velocidad) y curvas
de rendimiento constante (La misma máquina de la figura 6.34). (Cortesía SUL-ZER.)

p G
donde Pes 0 la relación relativa de presiones, Grepresenta
0 al gasto volumétrico
N
relativo y N es el parámetro, que se refiere a la velocidad de giro y que
0

determina la familia en cuestión.


La regulación del gasto y la presión puede realizarse por salto en las curvas
características. Las literales con subíndice cero corresponden a valores de
referencia o condiciones de diseño.
Para ver la influencia de estos cambios de velocidad se han dibujado en
el mismo diagrama las curvas rendimiento constante, que se obtienen de la
manera siguiente. Primero se dibuja aparte
la familia

(Ec. 6.7)

n
Sobre la familia se trazan líneas horizontales que corresponden a
G n =
cte. Se toman los puntos de valores iguales de Gen 0
ambas familias (ecuaciones
6.5 y 6.7), y se unen los puntos del mismo rendimiento marcados en la familia de
la ecuación 6.6. Se tienen así las curvas de rendimiento constante que aparecen
en el diagrama de la figura 6.28 y que semejan líneas de nivel de un plano
n
topográfico. Estas curvas de n = cte se presentan alargadas y casi normales las
curvas de velocidad, lo que indica, el cambio en velocidad no modifica
sensiblemente el rendimiento, siendo proporcional la variación de flujo y presión.
El rendimiento puede verse más afectado por la variación de presión o de gasto a
lo largo de una característica de velocidad constante.

6) Regulación por una corona directriz de entrada

La regulación del flujo y de la presión se hace también ajustando el paso de los


alabes de una corona directriz de entrada. En la figura 6.29 se ofrece un tipo de
corona empleada en turbocompresores centrífugos, con entrada axial. En la figura
6.30 se dan las curvas características de operación del mismo compresor. En la
figura 6.21 No. 17, puede verse la situación de esta corona directriz en un
turbocompresor de entrada axial tipo RZ1.

Figura 6JZ9. Control por corona directriz de entrada, empleado en turbocompresores


centrífugos con entrada axial, tipo RZI (Véase situación en figuras (6.21, n° 17). (Cortesía
SULZE&)
Figura 6-30. Curvas características de operación del mismo turbocompresor de la figura 6.29.
G = gasto volumétrico
n1= rendimiento isotérmico.
a = ángulos de los álabes guía de la corona de control.
Velocidad de giro constante. Temperatura de operación constante.

Cada alabe de paso variable se fija por medio de una flecha montada en un
casquillo de cerámica plástica. Un servomotor mueve un engranaje con rodamiento
de rodillos el cual actúa los piñones ajustados en los extremos de la flecha de cada
alabe. El mecanismo es de poca fricción y no requiere mantenimiento especial El
movimiento de los alabes puede ser manual o automático, ajustándolos para
operar a una presión de descarga constante o a un gasto volumétrico fijo. En el
arranque del turbocompresor se mantienen los alabes de la corona en posición
cerrada, con lo que el par se reduce al 15% del valor nominal. Una valvula.de
alivio impide traspasar la línea límite y caer en la zona de inestabilidad.
En la figura 6.31 se muestra otro tipo de corona de control empleada en
turbocompresores con entrada lateral, tipo RI. La situación puede apreciarse en
la figura 6,24, No. 13.
Las curvas de operación se ofrecen en la figura 6.32. Los alabes de la corona
van montados en flechas independientes auto lubricadas, 7 conectados a un anillo
por medio de palancas. Con el movimiento del anillo
Figura. 6.31. Corona directriz de entrada para control, empleada en turbocompresores tipo
RI, con entrada lateral del flujo (véase situación en la figura 6.24, n° 13). (Cortesía SULZER).

Figura 6.32.
Curvas características
de operación de un
turbocompresor con
corona de control del
tipo de la figura 6.31.
(Cortesía SULZER.}
r = relación de
presiones.
nu = rendimiento
isotérmico.
a = ángulo de
posición de los alabes
guía.
Velocidad de giro
constante.
Temperatura del aire
del: de enfriamiento
constantes

se ajusta el paso de los alabes en forma manual o automática, con servomotores neumáticos,
hidráulicos o eléctricos. En el arranque se reduce también el par al 15% del valor nominal
cerrando los alabes. También se tiene la válvula de alivio para evitar inestabilidad.
Estas coronas de control imprimen al fluido que entra una prerrotación con la cual
alcanza a los alabes del rotor del primer escalonamiento. Se tiene así a la entrada del alabe del
impulsor centrífugo una velocidad absoluta V^ y una componente de giro Vu.\ tanto mayor
cuanto el ángulo a es menor (figura 6.31). Para a = 90" la prerrotación es cero, esto es Fu t
= 0. Si a > 90", la componente de giro cambia de sentido.
La corona directriz de entrada permite controlar la presión y el flujo volumétrico,
cerrando o abriendo los alabes, pero la rotación impuesta al fluido que entra en el impulsor
origina turbulencia y hace bajar el rendimiento, tanto más cuanto más acusada es la
prerrotación, esto es, cuanto más chico es el ángulo de posición a (véanse figuras 6.30, 6.32 y
6.33). La prerrotación del fluido en el mismo sentido de giro del impulsor reduce también la
transferencia de energía de la máquina al fluido que, según la ecuación de Euler, es

w = U2 VU2 – U1 VU1 (Ec. 3.6)

aunque se produce menos turbulencia que con la contrarrotación, esto es, con el
giro del fluido en sentido contrario al de rotación del rotor.
Los resultados del control con cada uno de estos dos tipos de coronas
directrices no son los mismos, según puede verse en las curvas de operación de las
figuras 6.30 y 32, pero sí se advierte una analogía, particularmente en las curvas de
rendimiento. Este disminuye al reducirse el ángulo de posición, esto es, con volumen
parcial reducido. En el tipo RI, con ce = cte, se puede mantener el flujo casi
constante, variando notablemente la presión. En el tipo RZI, es más sensible el
cambio simultáneo del flujo y de la presión, con a = cte.

Figura 6.33. Prerrotación del fluido al entrar ai impulsor.

Comparación de sistemas

Para comparar en una misma máquina este sistema de control por corona,
directriz de entrada con el sistema de control por variación de la velocidad de
giro, se presentan en la figura 6.34 las curvas de operación con corona directriz
del mismo turbocompresor de la figura 6.28 con control por la velocidad de
giro. Puede observarse que las curvas de rendimiento presentan tendencias
diferentes.
En la figura 6.28 las curvas de rendimiento se presentan alargadas en
dirección de la bisectriz, esto es al variar la velocidad, no varía sensiblemente el
rendimiento, modificándose proporcionalmente el gasto volumen y la presión de
descarga, condición muy favorable para ¡a regulación y operación a carga
parcial.

El cambio, en la figura 6.34 la tendencia do las curvas de rendimiento está en


dirección casi perpendicular a la bisectriz. El rendimiento cae mucho para ángulos
de a pequeños, o sea, trabajando con volumen parcial de flujo o al reducir la
presión de descarga.
Según esto, el sistema de control por variación de la velocidad de giro ofrece
ventajas sobre el sistema de corona directriz de entrada, sin embargo, es frecuente
tener que operar a velocidad de giro constante, y en este caso el control por
corona directriz de entrada ofrece una solución satisfactoria.
En la figura 6.35 se han superpuesto los dos diagramas de las figuras 6.28 y
6.34, correspondientes a una misma máquina con los dos sistemas de control, esto
es, con variación de la velocidad de giro y por variación del paso de los alabes de
una corona directriz de entrada, definiéndose unos límites de operación en cada
caso. De acuerdo con las condiciones del servicio puede escogerse el sistema de
control más apropiado y más viable.

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