ANÁLISIS DE LA MARCHA

Puntos en el ciclo de la marcha

El ciclo que va desde el impacto del talón sobre una pierna hasta el próximo impacto
sobre la misma pierna, corresponde a un ciclo completo de la marcha.
Durante este ciclo se pueden identificar puntos específicos:
Al comienzo de la fase de posturas de los pies, 0% del ciclo, se produce el impacto del
talón; al 15% el antepie también se pone en contacto con el suelo, por lo que se lo llama de " pie
plano". Al 30% del ciclo, el talón se separa del sueldo, y se lo llama de "talón levantado"; al 45%
la rodilla y la cadera se doblan para acelerar la pierna hacia adelante anticipando la fase de
balanceo, y esto se denomina "flexión de la rodilla". Al 60% del ciclo los dedos del pie se separan
del piso, lo que también indica el final de una fase de postura y el comienzo de la fase de
balanceo. Se conoce como " elevación de los dedos del pie".
Hacia la mitad de balanceo, la dorsiflexion del pie proporciona el despegue de los dedos.
A este momento no se le puede atribuir ningún percentil exacto. Al cumplirse el 100% del ciclo,
se produce en impacto del talón nuevamente con la misma pierna. Por consiguiente, por
definición, la duración de la fase de postura corresponde al 60% del ciclo total de la marcha el
40% a la fase de balanceo.

Fase en el ciclo de la marcha

Las denominaciones que se emplean para las bases desde un punto a otro dentro del ciclo de la
marcha son las siguientes:
 Al período desde el 0% al 15% se lo llama fase de impacto del talón.
 Desde el 15 al 30% fase de postura intermedia
 Desde el 30 al 45% fase de empuje hacia arriba o de impulso
 Desde el 45 al 60% fase de aceleración del balanceo de la pierna.
La fase de balanceo se subdivide en la porción de balanceo completo y la desaceleración de la
pierna en balanceo hacia el final del periodo.
Cerca del final de la fase de postura de una pierna y el comienzo de ésta misma fase de postura de
la otra, existe un momento en que el cuerpo esta apoyado sobre ambas piernas. La extensión
aproximada de esta fase de doble apoyo corresponde a un 11% del ciclo de la marcha
El consumo de energía se produce dos maneras
- Cuando se desacelera la pierna hacia el final de la fase de balanceo. Se desacelera una
masa en balanceo y se transmite al cuerpo un movimiento hacia adelante de modo que
éste recibe una aceleración real.
- Durante la absorción del golpe producido por el impacto del talón. El centro de gravedad
del cuerpo tiende a mantenerse hacia adelante debido a la inercia y hacia abajo debido la
gravedad. La restricción ejercida por los músculos se conoce como absorción del golpe.
También se requiere energía para la propulsión durante el empuje hacia arriba, cuando al
centro de gravedad se lo impele en forma efectiva, hacia arriba y hacia adelante.

La relación entre consumo de energía de estas dos actividades el de 5:8 entre la propulsión
por un lado y la absorción del golpe-desaceleración por el otro.
 Por lo tanto, biológicamente se consume mayor en cantidad de energía en el control del
movimiento hacia adelante que su realización
Para una mayor aclaración de la terminología, la figura muestra la longitud del paso largo,
que se define como la distancia entre el impacto del talón de un pie y el siguiente impacto del
talón del mismo pie; la longitud del paso va desde el impacto del talón de un pie hasta el impacto
del talón del otro pie. La anchura de paso por largo se determina por la distancia entre la línea
media de un pie y la línea media del otro pie. El promedio de estos valores son aproximadamente
de 156 cm por paso largo y la mitad para la longitud del paso. La anchura de paso es de 8 cm + -
3,5 y el ángulo en el cual normalmente se desvía la punta del pie hacia afuera de la línea de
progresión es de 6,7 a 6,8 grados. La duración media del ciclo total de la marcha es ligeramente
superior a un segundo (1,03 + - 1,10). La cadencia, el número de pasos por minuto, es
aproximadamente 117, o no menor de 60 por minuto. No obstante para todas estas medidas
existe una considerable variación.
La variable más importante que influye sobre el consumo de energía es la naturaleza de los
movimientos del centro de gravedad. El centro de gravedad se desplaza hacia arriba, hacia abajo,
hacia la derecha y hacia la izquierda, y la amplitud de estos recorridos determina esencialmente la
cantidad de energía que se consume al caminar. La trayectoria del centro de gravedad que
demanda el menor consumo de energía sería la de una línea recta paralela al suelo. Ésta es
posible sólo sobre ruedas y nuestro movimiento de traslado durante la ambulación ocurre como
resultado de los cambios angulares en los dos extremos de brazos de palancas. Como la línea
recta no es factible, la siguiente mejor trayectoria sería la de una curva sinusóidal que tuviera la
menor amplitud posible.

DETERMINANTES DE LA MARCHA
Los movimientos de traslación del cuerpo, como el de la marcha, se producen por
cambios angulares alternativos en los extremos superior e inferior de brazos de palanca
constituido por las extremidades inferiores. Si la pierna fuera una palanca simple con movilidad
sólo en el pie y en la cadera, el resultado sería una marcha acompasada. Si el punto de rotación
fuera la superficie de contacto con el suelo, el arco descrito por el centro de gravedad tendría una
trayectoria vertical de unos 7,6 cm. En el extremo más bajo de la curva del centro de gravedad se
produciría un cambio abrupto de dirección, así como una desaceleración seguida de una
aceleración; ambos procesos consumen energía. En la realidad, esta curva en la trayectoria del
centro de gravedad está modificada por seis determinantes.
La primera de las modificaciones de esta marcha acompasada ineficiente es la rotación
pélvica de 4 grados en cualquier dirección, o sea un total de 8 grados. La rotación máxima hacia
un lado se produce en la fase de doble apoyo, es decir, cuando ambas piernas están sobre el suelo
y el centro de gravedad se encuentra en el nivel más bajo de la trayectoria de su curva. En
consecuencia la longitud de la pierna que porta el peso tiene un aumento efectivo y se produce
una elevación del centro de gravedad desde su posición más baja en el trayecto de su curva.
Cuando la otra pierna se balancea hacia adelante, la pelvis rota cuatro grados en la dirección
opuesta, produciendo el mismo efecto sobre la trayectoria de la curva del centro de gravedad.
Esta elevación del centro de gravedad desde su punto más bajo reduce la amplitud total en un
0,95 cm.
 El segundo determinante es el de la inclinación de la pelvis. Cuando caminamos, la
pelvis se inclina hacia el lado de la pierna en balanceo. El control de esta caída está a cargo de
los abbuctores de la cadera de la pierna en postura. Como el centro de gravedad se encuentra en
el punto intermedio de las caderas, la trayectoria de la curva también cae. Esto reduce su
elevación máxima desde el suelo durante la posición intermedia. Casi al mismo tiempo, se debe
acortar la pierna en balanceo por medio de la flexión de la cadera y la rodilla y por la dorsiflexion
del tobillo para posibilitar el despegue de los dedos del pie. Esta caída de la pelvis es de unos 5
grados y ahorra un 0,5 cm. del recorrido vertical al punto más alto de la trayectoria de la curva
del centro de gravedad.
El tercer determinante es la flexión de la rodilla, la cual ocurre durante la postura
intermedia. Durante el impacto del talón, la rodilla esta extendida, se flexiona 15 grados hacia la
postura intermedia y luego se extiende en el empuje hacia arriba. Esto reduce de manera efectiva
la longitud de la pierna durante la postura intermedia, cuando el centro de gravedad alcanza su
punto más alto en alrededor de 1 cm; por lo tanto la suma de las reducciones en el recorrido
vertical causada por el primer, segundo y tercer determinante es 2,5 cms., reduciendo la amplitud
total a menos de cinco centímetros, lo que representa un considerable ahorro de energía.
No obstante, estos determinantes no han eliminado el cambio abrupto de dirección y la
desaceleración y aceleración siguiente, que se producen alrededor del punto más bajo de la
trayectoria de la curva del centro de gravedad. Los determinantes cuarto y quinto son los
responsables de suavizar esta parte de la curva. Este es el movimiento de la rodilla y del
tobillo. El movimiento del tobillo en combinación con el de la rodilla ya descrito produce una
trayectoria sinusoidal suave del centro de gravedad. El tobillo gira sobre el talón posterior con un
radio de movimiento relativamente corto hasta la posición del pie plano. Luego el tobillo
permanece en la misma posición hasta que el talón se separa del suelo en la postura de despegue
de los dedos; durante esta fase, el tobillo gira sobre la " almohadilla" del pie con un radio de arco
mucho mayor. Los determinantes cuarto y quinto convierten el centro de gravedad de la curva de
trayectoria en una curva sinusoidal suave de menos de 5 cm de amplitud.
El último de los determinantes se refiere al movimiento del centro de gravedad en el
plano horizontal. Para tener estabilidad, el centro de gravedad debe ser llevado por encima de la
extremidad que actúa como soporte. Una línea vertical debe caer sobre el pie que soporta el peso;
en consecuencia, cuando uno se para sobre la pierna izquierda, el centro de gravedad debe
desviarse hacia lado izquierdo y luego desplazarse hacia el lado derecho al pararse sobre el pie
derecho, totalizando un recorrido de unos 15 cm. Esto constituye un empleo ineficiente de la
energía. El valgo anatómico normal en la rodilla la cerca hacia la línea media; en consecuencia,
será necesario un menor desplazamiento lateral. Nuevamente el recorrido es inferior a 5 cm., un
promedio de unos 4,1 cm para el adulto. La trayectoria del centro de gravedad describe una
curva sinusoidal suave, no sólo hacia arriba y hacia abajo, sino también en sentido lateral. Así el
centro de gravedad se encuentra en la línea media y en su punto más bajo durante la fase de doble
apoyo. Cuando el peso se coloca sobre el pie derecho, el centro de gravedad se desplaza hasta su
postura más alta y más lateral hacia la derecha durante la postura intermedia. Cuando el otro
talón hace impacto, el centro de gravedad vuelve a su punto más bajo en la línea media para
moverse lateralmente hacia arriba y a la izquierda hasta la postura intermedia sobre la izquierda.

En la pierna también se produce una rotación importante durante el ciclo de la marcha; la

pelvis rota 8 grados, el fémur 8 grados y la tibia 9 grados, un total de 25 grados
 Desde el principio, en la postura de despegue de los dedos, todos los movimientos de
rotación se efectúan en dirección de la rotación interna hasta que se alcanza un máximo en la
postura intermedia. Luego la rotación comienza a revertirse hacia la rotación lateral hasta que se
produce el empuje hacia arriba.
Durante éste empuje hacia arriba, especialmente durante la última parte de la fase de
postura, hay un cambio muy rápido hacia la rotación lateral, en particular en la tibia. Si uno
camina en la playa sobre la arena mojada, una pequeña masa de arena sal de despedida en este
punto, lo que indica ésta rotación.

ACTIVIDAD MUSCULAR EN EL CICLO DE LA MARCHA

Si se examina la fuerza motora que produce el movimiento de los segmentos del

extremidad en las figuras 4-5 y 4-6, el grupo de tibial representado en el gráfico es más activo
durante la fase del impacto del talón, en la cual se produce un alargamiento de la contracción de
los dorsiflexores del pie, lo que permite bajar al pie en forma lenta y controlada desde la postura
del impacto del talón hasta la postura del pie plano. La escasa actividad durante el resto de la fase
de postura se debe a hecho de que estos mismos dorsiflexores son también inversores y eversores,
y constituyen junto con los correspondientes inversores y eversores de la pantorrilla, un freno
para mantener al pie estable en la dirección medio lateral. Esto resulta importante para dar
estabilidad a la marcha sobre un suelo accidentado o para subir una cuesta. La escasa actividad
durante la fase de balanceo es el resultado de que los dedos se levantan para su posterior
separación del suelo.

El grupo de la pantorrilla, principalmente el gastrocnemio y el sóleo, presentan su actividad

máxima durante el empuje hacia arriba para impulsar hacia arriba y hacia adelante el centro de
gravedad.

El grupo del cuádriceps alcanza su actividad máxima justo después del impacto del talón,
actuando como amortiguador del golpe para controlar la flexión de la rodilla hasta los 15 grados
permitidos. Impide que el centro de gravedad sea llevado hacia abajo y hacia adelante por acción
de la gravedad y de inercia. Nuevamente el vasto anterior del cuádriceps se activa durante la
parte final de la fase de postura cuando la cadera se flexiona y la pierna se acelera hacia delante
(para evitar la elevación excesiva del talón). El cuádriceps también se activa para producir un
adecuado balanceo hacia adelante de la pierna por debajo de la rodilla mientras la cadera se
encuentra flexionada. Esta constituye una acción de extensión para lograr que la pierna siga la
dirección del segmento del muslo.

Los tendones de la corva presentan un pico doble inmediatamente antes y después del impacto
del talón. El primer pico se produce durante el balanceo, cuando existe una secuencia cinética
abierta, es decir cuando el pie no está apoyado firmemente en sobre el suelo, y este máximo
desacelera el balanceo hacia adelante de la pierna por medio de su acción de extensión a través de
la cadera y de su flexión a través de la rodilla. En el momento en que el pie está apoyado con
firmeza en el suelo la secuencia cinética abierta se transforma en una secuencia cerrada y los
tendones de la corva evitan desde este momento que la rodilla se combe, es decir que aumente su
grado de flexión. Actúan como amortiguadores del golpe y también impiden la combadura de la
cadera junto con el cuádriceps, actúan como extensores de la rodilla para limitar la flexión a 15
grados. Los tendones de la corva pueden mostrar un segundo pico de actividad hacia el final de
la fase de postura, probablemente trabajando hacia la extensión de la cadera y de la rodilla para el
momento del empuje hacia arriba.

El grupo abductor, glúteo medio y menor, desarrolla principalmente su actividad durante el

impacto del talón, en la fase temprana de postura, para estabilizar la pelvis en una inclinación de
5 grados

El primer tipo de actividad del grupo aductor se produce inmediatamente después del
impacto del talón. En parte, este máximo puede explicarse por la porción de los tendones de la
corva del aductor mayor del muslo que controla la flexión de la cadera, al igual que los otros
tendones de la corva. También en este momento el fémur realiza una rotación interna. El grupo
aductor puede colaborar en este movimiento. Mientras que los aductores son rotadores externos
cuando la pierna está libre, se alega que revierten su fusión actuando como rotadores internos con
el pie firmemente apoyado sobre suelo. El segundo pico se produce hacia el final de la fase de
postura. La explicación puede ser que ellos trabajan en conjunto con otro flexores de la cadera
para acelerar el avance de la pierna en la preparación del balanceo. También se observa que en
éste momento los segmentos del extremidad se mueven hacia su posición de máxima rotación
externa.

El glúteo mayor presenta mayor actividad durante la fase del impacto del talon cuando
actúan como un amortiguador del golpe. Su fusión de extensión a través de la cadera y de la
rodilla evitar que estas dos articulaciones se comben e impiden que el individuo se incline hacia
abajo durante el impacto del talón. Nuevamente se produce un máximo de actividad durante el
despegue, cuando trabaja con los tendones de la corva y la porción del aductor mayor de los
tendones de la corva para extender la cadera y la rodilla con el propósito de lograr la propulsión
del centro de gravedad. Su fusión puede también sumarse a la rotación externa de los segmentos
de la extremidad inferior

El erector de la espina dorsal se activa durante el impacto del talón de cada pierna. Esta actividad
es necesaria para evitar que el tronco se incline hacia adelante por acción de la fuerza de inercias
y de gravedad que actúan en el impacto del talón. También produce la estabilización medio
lateral del tronco.

Esta fusión de consideradas en conjunto señalan que durante el ciclo de la marcha los músculos
trabajan duramente un periodo cortó y limitado.