Manuel Alberto Torres Núñez.

Argumentación.

Docente: Laura Bolaños.

Universidad del Rosario.

El Caballero del pensamiento oxidado

Pasadas las once de la mañana, entre destellos solares y nubes tormentosas, me
encontraba bajo el agradable discurso de aquellas petunias podadas; al terminar aquel monólogo
de la naturaleza humana, decidí caminar por las calles de la caótica ciudad de ruana. Una vez, en
la jungla de concreto y polvo, paso por una curiosa construcción, percatándome del recorrido
en bicicleta de una mujer, ostentosa en belleza. En este caso, bajé mi mirada, como cabo en su
armada. Sin embargo, mis oídos oyeron el tempestuoso estruendo de unas palabras:
-Mamita quisiera ser esa bicicleta para que me monte todos los días, cosota sabrosa.
Ella, indignada y frustrada, levantó su mano empistolada. Al cabo de unos treinta
segundos, eligió seguir su camino con un rencór no resuelto. Paralelamente, quedé perplejo de
tal nivel de vulgaridad. Después del suceso, llegué a mi casa, cansado y agobiado de lo exterior;
me senté en mi cama con la revista Semana; la abrí, y por pura suerte o desgracia, salió una
ambigua columna que no me generó mucha gracia. Era, de Antonio caballero, llamada ‘’Acoso’’.
Mediante esta columna, Caballero nos persuade con el fin de ridiculizar problemas
sociales fuertes con respecto al acoso, el abuso y la agresión sexual. De igual manera, la idea
principal de la opinión consiste, en que, se está agravando y confundiendo actos sociales ya sean
vulgares o no vulgares, con actos deplorables dentro del entorno social e individual.
En primer lugar, el uso de manera cínica de los actos Donald Trump es inquietante, a
razón de su posición, si bien respetable, es bastante cuestionable. Su postura consiste en que
muchas mujeres, solo ahora, se les dio por denunciar las conductas inapropiadas del mandatario,
estas se describen en el texto de Caballero, así: ‘’les tocó el culo o les pellizcó una teta: grosería,
sí, pero no hay que confundir la vulgaridad con el abuso sexual, que es una cosa grave. No hay
que equiparar un manoseo con una violación’’ (Caballero, 2017). De igual modo, hombres como
Trump, hay por montones, como ejemplo: Harvey Wenstein, Louis CK, Kevin Spacey, entre
otros; teniendo en cuenta, el rango social de estos señores se puede connotar que las conductas
sexuales erróneas, son solo de gente con poder. No obstante, es importante recalcar que este
tipo de actos se dan en la cotidianidad, así como, el suceso que menciono al inicio de este escrito.
Por ende, puede que estas conductas estén implantadas como una ideología
jerarquizada; sin embargo, es una suposición. Al ser objetivo con este pensar de Caballero, me
surge la duda, sobre las nociones que él tiene sobre estas malas conductas sexuales; entonces,
por estos motivos traigo a la discusión las nociones que los individuos mencionados afrontan,
según las leyes de Estados Unidos:
  Mala conducta sexual: abarca un rango de comportamiento utilizado para obtener
gratificación sexual en contra de la voluntad de otra persona o a expensas de otra. La
mala conducta sexual incluye el acoso sexual, la agresión sexual, el abuso sexual y
cualquier conducta de naturaleza sexual sin consentimiento, o que tiene el efecto de
amenazar o intimidar a la persona contra la cual se dirige dicha conducta.
 Acoso sexual, abuso de poder, conlleva acto sexual: intimidación o coerción de
naturaleza sexual, o la promesa inoportuna o inapropiada de recompensas a cambio de
favores sexuales. En la mayoría de los contextos legales modernos, el acoso sexual es
ilegal.
 Agresión sexual: es un acto sexual en el que una persona es forzada físicamente en
contra de su voluntad. También se define como el contacto sexual no consentido de
una persona. La agresión sexual es una forma de violencia sexual que incluye violación
(penetración vaginal, anal u oral o asalto sexual facilitado por drogas), manosear, abuso
sexual infantil o la tortura sexual de la persona.
 Abuso sexual: comportamiento sexual no deseado, ni autorizado, pero impuesto por
la fuerza de una persona a otra. Cuando la fuerza es inmediata, de corta duración o
infrecuente, se llama asalto sexual.
 Manoseo: tocar o acariciar a otra persona de forma sexual no deseada con las manos.
El término generalmente tiene una connotación negativa en muchas sociedades, y
puede considerarse agresión sexual. (Torre, 2017)

Es decir, Caballero está trivializando lo que realmente sienten las mujeres que son
golpeadas por estos actos, y no solo eso usa pésimos ejemplos para darse a entender, de manera
que queda como un señor progresista con unas cosas, pero regresivo con otras. Entiendo su
preocupación frente al hecho de instrumentalizar o tergiversar acciones, según nosotros,
normales, lo comprendo; tenemos que ser consiente y tener cuidado de ello. Aunque, es
importante salir del esquema mental en el cual muchos estamos sumergidos. No podemos
permitir que estas conductas sigan como pan de cada día, cosa que conlleve a, como la mujer de
mi relato, llegar a su casa con sentimientos reprimidos llenos de tendencias negativas. Ahora
bien, este fue un acoso sexual verbal ¿qué ocurre con agresiones sexuales? Dejo esta pregunta
para que el Caballero responda.