En muchas ocasiones nos hemos enfrentado a la necesidad de tomar
decisiones o participar en situaciones que exigen cambios que pueden llegar a ser radicales en nuestra vida o la vida de los que nos rodean y seguramente no ha sido fácil...implica desacomodarse, moverse, incluso hasta morir a nosotros mismos para que otros tengan mayores oportunidades; son retos diarios que debemos enfrentar y asumir o escapar y dejar que sean otros los que tomen la decisión, o quizá es más fácil ni siquiera saber que existen. Estas son las posiciones que frente a la necesidad de participación en "la vida", en el trabajo, en la comunidad, en la filosofía misma del ser nos generan tres tipos de personas:
1. Unos pocos que hacen que las cosas sucedan.
2. Unos cuantos que observan cómo suceden las cosas. 3. La mayoría que ni siquiera sabe que algo está sucediendo.
Es verdad que nada pasa desapercibido, todo incide en el ser y nos
afecta positiva o negativamente, no existe alguien que pueda abstraerse completamente de la realidad de su entorno y permanecer intacto. Podemos negar las situaciones pero esto no significa que desaparezcan, podemos estar en desacuerdo respecto a las causas del porqué de los hechos, y lo qué debemos hacer y negarnos a participar en las acciones que se generan, pero la vida sigue, depende de cada uno avanzar en un proceso dinámico o quedarnos en la obsolescencia de la comodidad absoluta. Hoy nos enfrentamos a la gran realidad del cambio, que se manifiesta en todas las direcciones y en todos los niveles. Es la habilidad para adaptarse o mejorar el cambio, la que determinará el éxito o el fracaso de un individuo, un grupo, una organización, o un país; sabemos que toda mejora es cambio, pero no todo cambio es mejora por consiguiente debemos procurar que nuestros cambios sean mejoras, que nos ayuden a crecer y desarrollarnos no solo como personas sino como integrantes de una sociedad que merece y necesita el cambio. Existen tres formas para acceder al cambio: ACCIDENTAL: Cuando el cambio se genera por temor, por crisis o por accidente, significa que la persona no cambia sino cuando le sucede algo grave. Cuando está expuesta a situaciones límites. Cuando cae postrado por una enfermedad muy penosa o dramática que lo mantiene durante periodos largos de tiempo en su lecho de enfermo y no tiene mas remedio que reflexionar y preguntarse: ¿Qué he hecho en la vida? ¿Cómo me he comportado? ¿He logrado lo que quería? Significa también que si el individuo no pasa por esta crisis: No reflexiona!!. Esta es la forma menos positiva de cambiar, pero desgraciadamente la mas frecuente. NATURAL: Cuando la persona de manera espontánea examina las situaciones, diagnostica, se confronta y cuestiona permanentemente. Es decir, utiliza su madurez, aprovecha su experiencia. Funciona con todo su sistema positivo y básicamente, con los mejores ingredientes del cambio: el Amor y el Trabajo. En estas dos palabras está sintetizada la mejor terapia del mundo .Toda persona que tenga Amor y Trabajo, está salvada, está al otro lado. ARTIFICIAL: Cuando se cambia utilizando "artificios", "técnicas", "sistemas", etc, suministradas por su entorno, por un terapeuta o por alguien especial y significativo en la vida de la persona.
Para concluir podemos decir que lo mas deseable es cambiar en
forma natural. Utilizando nuestra experiencia, nuestro potencial y nuestro Amor. Si esto no es posible, entonces recurrir a otros. Buscar ayuda especializada de un terapeuta, (Psiquiatra, Psicólogo, etc) o una persona cercana que se encuentre bien y pueda ser objetiva al orientarnos, no esperemos a que suceda algo grave o dramático que nos plantee el cambio como una exigencia, esto lo hacen los perdedores y las Empresas poco Efectivas, que únicamente reaccionan cuando no hay nada que hacer. "El problema más grande al que el hombre se enfrentará en el futuro no es la bomba neurótica, por temible que sea. No es la explosión demográfica, por terribles que sean sus consecuencias. Al contrario, es un problema que rara vez se menciona o se discute. Es la siguiente pregunta: ¿ Cuánto cambio puede el ser humano aceptar, absorber y asimilar y a qué ritmo puede hacerlo? ¿Puede mantener el paso con el ritmo cada vez más acelerado de cambios tecnológicos, o llegará un punto en que el organismo humano se desplome? Si queremos alcanzar la plenitud, tenemos que cambiar; si queremos desarrollar al máximo nuestras posibilidades, tenemos que cambiar. Estas dos frases resumen el proceso del crecimiento, un proceso llamado maduración psicológica. Nunca hemos encontrado a alguien que sea cien por ciento competente, todo el tiempo en todo lo que hace. En la mayoría de nosotros hay un abismo enorme entre lo que estamos haciendo y lo que podríamos hacer. Son asombrosas las oportunidades para superarnos. La educación y la capacitación permanente nos ayudan a reducir ese abismo y a aprovechar algunas de esas oportunidades. Todos hemos sentido la frustración de no ser comprendidos. De la frustración a la ira hay un paso muy pequeño, igual que, de la ira a la violencia. ¿ Qué sucede si no cambiamos? Imaginémonos un árbol en una tormenta: Si es viejo, quebradizo y rígido, se quiebra, se desploma y muere. Sin embargo si es dócil y flexible, se adapta a la situación, y cuando cesa la tormenta, vuelve a ser como antes y sigue creciendo. La adaptación a nuevas situaciones, a nuevos cambios, es el reto para los líderes de hoy, para quienes harán que las cosas sucedan. " Henry Plazas Dennis. Consultor de Comportamiento Humano. Todo en la vida tiene un sentido, una intencionalidad. Debemos ser concientes del Cambio, porque están implícitas nuevas situaciones que exigirán nuevos cambios... un cambio nunca viene solo y si pretendemos cambiar por cambiar es posible que luego no nos gusten sus consecuencias.