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Estudiante: Juan Sebastián González Morales. Curso: Antropología Política.

Docente: Claudia Yolima Inés Devia Acosta. Fecha: 25 de Septiembre 2019.


Guber, R. (2001). La etnografía: Método campo y reflexividad. Bogotá: Grupos editorial
Norma. Capitulo 1. pp. 9-15

RESEÑA UNA BREVE HISTORIA DEL TRABAJO DE CAMPO ETNOGRÁFICO:

El estudio etnográfico tiene sus raíces en el siglo del expansionismo europeo, entre las
clases altas nace la curiosidad por aprender, tal como de zoología o botánica novedosa,
sobre las nuevas y diferentes formas de vida de los exóticos habitantes de los remotos
lugares del globo , mas no sería formalizado hasta el siglo xix en la cuna de la
conocimiento en occidental (Inglaterra) con la compilación de los diversos documentos que
registraban el modo de vida de los “salvajes”, ello con el objetivo primario de asimilar al
registro de la historia humana las de aquello lejanos pueblos y el modo en que estos pueden
ser una ventana al pasado. Nace por entonces dos tipos de pensamiento que si bien su
enfoque difiere, comprenden que son complementarios para el estudio del hombre y sus
raíces, ellos son:

El evolucionismo que estudia “si las culturas humanas respondían a una distinta velocidad
en la evolución” (Guber, 2001) y el difusionismo que se enfocaba más hacia las
construcción de lo humano fruto del intercambio e interacción cultural.

El trabajo de campo.

Estos grupos de pensadores requirieron de los muchos y exóticos objetos e información que
traían los viajeros y exploradores, más diversos inconvenientes hicieron que fuera menester
estudiar de primera mano aquellas culturas de las cuales los diarios de viaje y documentos
recopilados hablaban, de ahí nace la idea de las primera expediciones, después de todo el
conocimiento empírico es fundamental.

Cambridge a la cabeza de Alfred C. Haddon y el psicólogo W.H.R. Rivers padre del


método genealógico (“Método que permite estudiar problemas abstractos mediante hechos
concretos”) sentaron las bases para el trabajo de campo de la futura etnografía mediante las
primera expediciones a Oceanía, de estas expediciones nacieron principios como:
"la necesidad de investigaciones intensivas en una comunidad en la cual el trabajdor vive
por un año o más en la comunidad de alrededor 400 ó 500 (habitantes) y estudia cada
detalle de su vida y cultura" (Slocking 1983b:92, n.t.).

Lo anterior nos indica que para estudiar a fondo una cultura es necesario vivir en ella, o
cuanto menos permanecer cerca, pues esto implica conocer aspectos muy profundos que la
mera observación puede no mostrar, más adelante Haddon plantearía que era necesario el
incluir más opiniones y valoraciones de otros expertos así como el estudiar a una cultura
mediante sus ramificaciones, esto de su viaje al estrecho de Torres en Australia,

Mismo camino que seguiría posteriormente Bronislaw Malinowski y Frank Boas, fueron
de los primeros en procurar registrar en la medida de lo posible la lengua y las historias de
las comunidades apartadas de la mano de los mismos, esto ayudándose de traductores y
nativos dispuestos a colaborarle, no estando eso si ajenos a polémicas sobre sus métodos y
formas de trabajo, también recopilaban objetos y plantearon la necesidad de un tratamiento
cuidadoso a los mismo. Malinowski en particular sembraría el método mediante el cual se
podía registrar datos sin que los perjuicios del investigador estuviesen de por medio.

“La intervención de Malinowski tuvo varios efectos. Destacó el estudio de la lengua como
una de las claves para penetrar en la mentalidad indígena (Firth 1974b) y consideró la
presencia directa del investigador en el campo como la única fuente confiable de ciatos,
pues sólo "estando allí1' podía el etnógrafo vincularse con ese pueblo, como un científico
aborda el mundo natural; la aldea era su laboratorio (Kaberry 1974). Además, sólo el
trabajo de campo sin mediaciones podía garantizar la distinción entre la cultura real y la
cultura ideal, entre lo que la gente hace y lo que la gente dice que hace, y por consiguiente,
entre el campo cíe las prácticas y el de los valores y las normas”. (Guber, La etnografía:
Método campo y reflexividad, 2001)
La definición primitiva de la etnografía:

El termino Etnografía seria definido como el estudio de los “pueblo primitivos y salvajes”
en su dimensión socio-cultural, para algunos ilustres como A. R. Radcliffe-Brown ello era
el describir a los pueblos analfabetos, entrando esto en discordia con las anteriores escuelas
evolucionistas y difusionistas, nace entonces el funcionalismo, más enfocado hacia los
particular y encaminado a estudiar todas las partes que conforman una sociedad, dándole
eso su merecido espacio al trabajo de campo pero cortando lazos con el panhumanismo,
haciendo que lo que de ella se supiera no pudiera ser entendido más allá de lo particular del
caso.

La Etnografía, la sociología y la antropología en américa:

Desde luego que el interés por la comunidades exóticas no se perdió con el pasar del
tiempo más si comenzó una transformación, especialmente de la mano de intelectuales
norteamericanos, que ya no solamente veían interesante y menester el estudiar lo
“diferente” si no que comenzaron a girar la mirada hacia otro tipo de selva un tanto
distinta a la que usualmente recurrían a estudiar el comportamiento humano, esto referente
a las grandes ciudades y sus grupos particulares con énfasis en grupos marginados, el
periodista Robert E. Park y el sociólogo W. l. Thomas se dieron cuenta que los métodos
utilizados en el estudio de la culturas indígenas podían también ser usados en el estudio de
las agrupaciones urbanas, esto se logró gracias al impulso brindado por la Universidad de
chicago, misma ciudad en la que convergían diversos grupos cada uno bien diferenciado de
otro y abría la puerta un conocimiento igual de practico que el de estudiar culturas
aborígenes.

La atención de la academia comenzó a observar con particular interés a los grupos menos
favorecidos, económica, política, judicial y culturalmente. Indigentes, bailarinas,
prostitutas, migrantes, criminales, homosexuales, drogadictos, y desde luego tuvieron que
implementarse nuevos modos y métodos aparte de los ya señalados como utilizados en
culturas indígenas.

“sociólogos y antropólogos incorporaron técnicas de otras disciplinas como los tests proyectivos,
las encuestas, la evidencia etnohistórica y los cálculos demográficos” (Buimer 1982).

Volvió a ser de valiosa importancia el trabajo de campo, en especial el referente a vivir de cerca de
las comunidades que además cabe aclara dicho (comunidades)término fue expandiéndose más
allá del área urbana y alcanzo los zonas rurales y periféricas.

Nació con el siglo una nueva concepción de la etnografía, ya no como el estudio de las culturas
primitivas si no como el estudio general de los grupos humanos.
Reflexión:

El texto aquí reseñado nos planteó que la ciencia no solamente se construye en los
laboratorios internos, si no que los científicos, en especial los sociales a quienes se hace
especial mención aquí, salvando que se haya pasado alguno por alto, deben hacer del
mundo entero su laboratorio, dejando claro que el trabajo interno también es valioso, el
hacer ciencia va más allá de formular teorías y contrastarlas en el papel.

El trabajar al sol y entre las personas sobre las que se escribe brinda la oportunidad de
validar de mejor manera las publicaciones científicas y su aplicación, de nada sirve realizar
un trabajo basado en meras estadísticas y plantear soluciones aparentes pero vacías en su
componente humano.
La etnografía es una de las tantas ciencias o métodos de efectuarla, que nació y creció
poniendo un pie fuera de los escritorios, interactuando con las comunidades aunque ello
fuese difícil pero que a su vez permitió el construir una ciencia de lo humano que realmente
tuviese algo de ello. (Lo humano).

Bibliografía
Guber, R. (2001). La etnografía: Método campo y reflexividad. Bogota : Norma.

Guber, R. (2001). La etnografía: Método campo y reflexividad. En R. Guber, La etnografía: Método


campo y reflexividad (pág. 12). Bogota: Norma.

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