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Capítulo I
Cuando llegó el lunes, se reunieron los académicos junto con Xiomara, Zeki
y el padre Sergio, allí ellos le manifestaron lo conversaron el fin de semana y los
jefes de carrera accedieron sin ningún problema, claro que no mencionaron lo de
la sospecha del cura para no asustar a los jefes. Como la agenda del rector y la de
ellos mismos estaba muy ocupada, les dieron hora para un mes más porque ahí
coincidían todos, entonces cada uno de ellos pensó durante el transcurso del mes
de que manera enfrentaría al jefe de la universidad. Los chicos se dedicaron a
estudiar para rendir bien en sus exámenes finales ya que querían terminar a toda
costa el año siguiente, por lo que no debían reprobar ni una sola asignatura, pero
así y todo lograban hacerse el espacio para rezar por Yuri e Iris y para conversar
con el padre Sergio los sábados, esta vez para que les transmitiera su sabiduría
en el exorcismo, claro que ellos estaban conscientes de que estas charlas no los
convertirían en exorcistas, pero si sería de gran ayuda en caso de que el demonio
de la otra vez se volviera a aparecer y don Sergio no pudiera estar con ellos en
ese momento. Finalmente llegó el gran día, a las 12:00 era la reunión con el rector
en su oficina, a esa misma hora Zeki y Xiomara se juntaron en un gran jardín de la
universidad, ya que cuando terminara la junta el padre los llamaría por celular para
que se reunieran y les contaría lo que sucedió. Cuando entraron a la oficina y el
rector los hizo tomar asiento en un gran sillón de la sala, notaron que el jefe tenía
su cara muy arañada por sus propias uñas, lo cual no dejo de llamarles la
atención, además que su voz se escuchaba mucho más grave de lo normal.
Comenzó hablando el jefe de carrera de Zeki, pidiéndole explicaciones al rector
por mirar en menos al mejor alumno de su carrera sólo por no ser licenciado aún.
A él se le volvieron los ojos rojos y le explicó que la comunidad universitaria en
general así como las demás universidades del país despreciarían la casa de
estudios por presentar un proyecto con alumnos que sólo tenían la escuela
elemental y un par de años en la universidad, pero la jefa de carrera de Xiomara
dijo que sería completamente al revés, que los demás se sorprenderían al ver que
estudiantes que aun no eran licenciados hacían cosas de magísteres o doctores y
que le ofrecerían a los jóvenes muchas oportunidades de perfeccionamiento
debido a su potencial. Entonces el rector le gritó “¡Suficiente, aquí se hace lo que
yo digo!” A la académica, se paró de su silla y la levantó por la chaqueta. Entonces
el otro jefe de carrera empujó al rector para que la soltara, pero su resistencia era
inmensa, al punto que no parecía humana. Todo esto confirmo las sospechas del
padre de que el rector estaba poseído y asomó de entre sus ropas el rosario que
llevaba en el cuello, lo cual provocó que el poseído soltara a la académica e
intentara golpear al sacerdote, el cual mientras intentaba esquivar los puñetazos
comenzó a recitar cada vez más fuerte las palabras utilizadas en los exorcismos.
El jefe de carrera de Zeki se acercó sigilosamente por detrás del rector y logró
atraparlo por la espalda. Mientras lo sujetaba le gritó al padre “¡Es ahora o
nunca”!, entonces el cura sacó de su maletín el agua bendita y la derramó sobre el
poseído, luego le pidió a los dos académicos que rezaran en voz baja cualquier
oración mientras él terminaba de recitar las oraciones del exorcismo. El rector
comenzó a moverse mucho hasta que finalmente se libró del jefe de carrera, pero
cayó al piso y dijo “Se libraron de nosotros por ahora, pero esto no se quedará así”
luego se desmayó y los demonios se salieron de su cuerpo. En seguida la
académica lo movió y le preguntó si estaba bien, el rector le dijo que sí, que no
sabía que le había pasado exactamente pero estaba seguro que ya no estaba
afectado. Entre los tres lo ayudaron a pararse y luego se fueron a sentar cada uno
a su lugar, entonces el jefe les preguntó que para qué era la reunión y don Sergio
le dijo que era para que leyera una tesis que él y dos estudiantes de pregrado
habían formulado. Apenas leyó en la portada los nombres de los integrantes se
sonrió y dijo que lo esperaran una semana porque tenía que leerla a fondo para
decidir si mostrarla a la comunidad universitaria y ayudarlos con fondos, pero el
intuía que era buena.
Mientras transcurría la reunión, Zeki y Xiomara estaban acostados en la
hierba mirando las nubes, descansando después de haber aprobado todas sus
asignaturas y esperando la llamada del padre, cuando de pronto las muchas flores
del jardín comenzaron a moverse solas y a soltar polen por todo el lugar,
finalmente todo el polen se juntó y formó la figura de Yuri. Debido a que
nuevamente los celulares no se afectaron los jóvenes sabían que ese no era
realmente su amigo y esperaron su primer movimiento. Él les dijo que les había
pedido que dejaran de rezar por él, que descansaran porque él estaba bien y que
estaban sólo gastando su fuerza vital en una oración que no tenía valor. Zeki lo
increpó y le dijo que si fuera tan verdad eso él no se aparecería para decir que la
oración era inútil, porque cada oración que se reza por un alma que ya está en el
Cielo esa alma se la regala a algún alma del purgatorio, entonces sólo diría que él
está bien y que mejor encausen la oración hacia gente que lo necesite más. En
ese momento Xiomara sacó de su cuello el rosario bendito por el padre Sergio y le
dijo “A nosotros no nos engañas pequeño demonio” y comenzó a rezarlo. El
demonio comenzó a enloquecer y a presionarse la cabeza, entonces mostró su
verdadera forma: En realidad era como un hombre muy alto con apariencia de
físico culturista y con ojos rojos. En ese momento Zeki se asustó e intentó llamar
por celular al padre Sergio, pero el espíritu le manipuló la mano para que lanzara
su teléfono hacia unos arbustos que había en el jardín. Luego les dijo que con un
estúpido rosario no lo iban a poder parar, que él era mucho más poderoso que
otros demonios y con su mente levantó a Xiomara y la estrelló con un árbol que
había en el lugar. Entonces Zeki furioso sacó de la mochila la botella con el agua
bendita y comenzó a derramarla sobre su enemigo, el cual se empezó a reducir en
tamaño hasta que quedó del tamaño de un niño de diez años, pero justo en ese
momento a Zeki se le acabó el agua bendita y el espíritu le volvió a manipular la
mano, esta vez para que se golpeara a sí mismo con la botella vacía hasta quedar
inconsciente. En ese momento Xiomara despertó y vio a su amigo tirado en el piso
y al malvado que con mucho esfuerzo por la pérdida de sus poderes por el agua
bendita estaba levitando una estatua que había cerca del jardín para lanzarla
sobre Zeki y matarlo de una vez. Ella con sus pocas fuerzas sacó de la mochila su
agua bendita y la roció sobre el rosario que llevaba, luego se arrastró hasta su
amigo y le puso su rosario en el cuello, después de eso no pudo moverse más.
Cuando el demonio le lanzó finalmente la estatua a Zeki pudo ver con molestia
que no lo había tocado, que el rosario había hecho que la estatua quedara
levitando en el aire y que él ya no podía moverla para lanzársela a Xiomara. En
ese momento los celulares de los chicos comenzaron a parpadear y a sonar,
ambos celulares tocaban la misma canción que era el Invierno de Vivaldi y de
ambos celulares salieron unas luces que cegaron al demonio y luego de eso de
cada celular se formó una figura humana, del teléfono de Xiomara salió Iris y del
teléfono de Zeki salió Yuri, luego de ver esto, la joven se desmayó. Ambos
espíritus penitentes se veían sin quemaduras profundas y con sus vestiduras más
limpias, aunque no del todo, por lo que a ambos les quedaba muy poco por purgar
y por lo mismo tenían más fuerza espiritual, al punto que ya podían manipular
objetos, lo que se demostró cuando Yuri con su mente abrió la mochila de Zeki
para sacar su rosario y cuando Iris manipuló la botella de Xiomara para rociarlo
con agua bendita, luego de esto el joven espíritu manipulo el rosario de tal manera
que lo convirtió en una especie de lazo y atrapó al demonio, luego la mujer siguió
manipulando la botella de agua y la aplicó sobre el demonio, al punto que ya no
fue capaz de mantener su presencia en este mundo y volvió al Infierno. Los
espíritus entonces usaron su poder espiritual y llevaron las conciencias de los
chicos a un lugar fuera de este mundo donde les explicaron que ellos ya habían
sacado al demonio de la universidad y que habían venido con permiso divino
debido a que estaban prácticamente solos enfrentando a un enemigo muy
poderoso. Aprovecharon de agradecerles todo lo que habían estado haciendo por
ellos y de decirles que ya les quedaba poco por purificar, que ya pronto estarían
en el Cielo y que en cuanto sucediera se los iban a hacer saber, si no ellos,
alguien perteneciente a ese mundo. Después de eso los jóvenes despertaron, aun
cansados por la pelea pero tranquilos porque había salido todo bien al final.
Después Zeki escucho que su celular vibraba, pero no sonaba siendo que no
estaba en silencio, fue hasta los arbustos hasta que por fin pudo sacarño. Revisó
quien llamaba y era el padre Sergio, que le preguntó donde estaban para juntarse
allí. Llegó en unos diez minutos y les contó toda la aventura que le había pasado a
él y a sus jefes de carrera y que en una semana les tenían respuesta. Ellos le
contaron también que ya habían derrotado al demonio con ayuda de Yuri e Iris y
que ellos estaban cerca de terminar su estadía en el purgatorio. Como ambos se
veían muy cansados y el sacerdote no tenía ninguna misa más por hacer se llevó
a los chicos a su casa, donde un diácono que estaba de visita y que era
paramédico les curó las heridas, más tarde cenaron todos juntos y se fueron cada
uno a su casa.
Capítulo VII
Pasó una semana después, y el rector citó a los tres a hablar a su oficina.
Les explicó que en un principio pensó que a la comunidad no le iba a interesar una
tesis sobre fantasmas, pero luego de leer cada detalle de la investigación y de lo
que habían descubierto con tan pocos recursos decidió que la propuesta tenía
mucho potencial y que merecía fondos de la universidad. Entonces programaron
para tres días más la presentación de la tesis a la comunidad universitaria, que
sería en el aula magna y en presencia de todas las autoridades incluyéndose él
mismo, por lo que debían estar muy preparados para esa exposición. Los tres
estaban muy felices de que el rector aprobara la tesis y desde ese día se
preocuparon de repasar los detalles técnicos para que ese día estuvieran listos.
Esto no gustó para nada al diablo, que al ver el fracaso de sus dos planes para
evitar la santidad de los jóvenes planeó otra estrategia para por último
inhabilitarlos de seguir rezando, entonces mandó a uno de los demonios que
habían poseído al rector a poseer a Kaneda, el hombre que había asaltado a Yuri
y a Xiomara hace algunos años atrás y que aún estaba prófugo de la justicia y con
el rencor hacia la chica, para que en el estado de ebriedad que se encontraba se
le ocurriera conducir por la ciudad. Entonces cuando el padre Sergio llevaba en su
auto a Zeki y a Xiomara para ir a la exposición, Kaneda vio a Xiomara que iba en
el auto del sacerdote, y lleno de ira y desesperación por vengarse de ella, se saltó
un disco “pare” y les chocó el vehículo. Esto provocó que los cuatro involucrados
quedaran en coma, pero el que quedó más grave de todos en ese momento fue el
sacerdote que quedó en un coma más profundo que el resto. El rector estaba
preocupado por el atraso de los chicos y porque no contestaban los celulares,
hasta que los padres de Zeki lo llamaron desde una clínica y le dijeron lo que
había pasado, por lo que tuvieron que cancelar toda la ceremonia ya que nadie iba
a poder exponer. Los tres quedaron internados en la clínica San Camilo, una
clínica a cargo del obispado de la ciudad debido a que Zeki y Xiomara eran
amigos del padre Sergio, entonces ellos corrieron con todos los gastos. Kaneda
sin embargo quedó internado en el hospital base de la ciudad simplemente porque
la policía lo solicitó para evitar que se escapara en el caso de despertar, dado que
su coma fue el menos severo y poder vigilarlo mejor. Los padres de Xiomara
estaban muy apenados por lo que les había pasado y ahora su padre se sentía
más culpable de haber matado a Yuri al ver que su hija ahora estaba conectada a
máquinas igual que él, pensó que no le gustaría que le hicieran lo mismo a ella. A
las pocas horas después el rector y los jefes de carrera de los chicos fueron a
visitarlos a la clínica, estaban muy apenados porque no tenían mucha esperanza
de salir del coma y menos el sacerdote, que lo más probable es que quedara en
estado vegetal, entonces lamentaban perder a tan buenos estudiantes con tan
buen proyecto y que tan sólo les quedaba un año para terminar sus ansiadas
carreras. El obispo de la diócesis fue a verlos también, porque estimaba mucho al
padre Sergio por su labor y realmente fue chocante para él que estuviera en un
coma tan profundo, por lo que organizó junto a los demás sacerdotes del decanato
una cadena de oración por la recuperación de él y de sus amigos Xiomara y Zeki.
La madre de Yuri también acudió a la clínica porque los chicos eran como parte de
su familia al ser tan amigos de su hijo mientras estaban en la universidad,
entonces fue doloroso también para ella que ahora estuvieran así. Pero aunque
los familiares de los afectados pensaran que ellos en coma eran casi como si
estuvieran muertos, la verdad es que todo lo que pasaba afuera los afectaba de
algún modo, por ejemplo, la mamá de Xiomara muchas veces le cantaba y le leía
poemas, los que generalmente le mejoraban el ritmo cardiaco cuando se
desestabilizaba. A Zeki también lo acompañaban, pero no le hablaban, sólo lo
acariciaban o le besaban la frente, lo que provocaba una sonrisa que duraba unos
segundos o al igual que su amiga estabilidad en los signos vitales. Pasó alrededor
de una semana del accidente y el obispo que visitaba al padre Sergio tuvo un
sueño, en el cual se le aparecía Iris, quien le explicó que ella y Yuri se
beneficiaban de las oraciones de Zeki y Xiomara y de las misas oficiadas por el
sacerdote, que desde que ellos cayeron en coma que su avance para salir del
purgatorio se había estancado, que estaban cerca de salir hasta que pasó el
accidente, entonces si era posible que él oficiara las misas en su lugar, ya que se
veía que no había mucha posibilidad de salir de ese estado. Monseñor creyó todo
lo que dijo Iris porque encajaba perfectamente con la tesis propuesta por los
chicos, entonces todos los viernes le dedicó misas a ellos y a la pronta
recuperación de sus amigos.
Al mes después del accidente, Kaneda despertó al fin, entonces cuando
estuvo plenamente recuperado, fue detenido por los policías que habían en el
hospital y quedo en prisión preventiva mientras duraba la investigación por los
ahora cuatro cargos que se le imputaban, ya que a los delitos de robo con
violencia y homicidio calificado se le sumaban conducir en estado de ebriedad y
cuasidelito de homicidio; al saber que todos habían quedado en coma y no solo él,
estaba feliz porque sentía que por fin se había podido vengar, aunque igual ahora
estuviera en la cárcel. Zeki mostraba una leve mejoría y el doctor les dijo a sus
padres que lo más probable es que dentro de poco tiempo despertaría. El padre
Sergio seguía grave y se le anunció al obispo que lo más probable es que
quedaría en estado vegetal debido a la gravedad de las lesiones del accidente, por
lo que se angustió aun más y ya no sabía que hacer, porque ya había organizado
la cadena de oración y ya le había ofrecido misas pero no pasaba nada. Xiomara
fue el caso más dramático, porque el médico les anunció a sus padres que
avanzaba hacia una muerte cerebral y que no le quedaba más de una semana de
vida, lo cual los dejó completamente desconcertados, porque nunca se imaginaron
que su coma iba a desembocar en una muerte, lo más grave que se imaginaban
era que quedara vegetal como el padre Sergio, por lo que el anuncio del doctor los
perturbó completamente. Hasta el diablo estaba perturbado con ese anuncio,
porque él lo que quería hacer era inhabilitarlos de rezar y si Xiomara moría ella iba
a seguir rezando desde el Cielo, pero si despertaba iba a seguir rezando en la
Tierra, por lo que se sintió completamente derrotado y no intentó hacer nada más
para detenerlos. El día de todos estos anuncios, el obispo le pidió a los padres de
Zeki y a los de Xiomara que fueran a su casa, porque tenía algo muy importante
que hablar con ellos. Fueron hasta allí y el sacerdote les dijo, que debido a lo
delicado de la situación, iban a tener que pedirle intercesión a un beato que había
en el país, se llamaba Michael y había sido el fundador de esta clínica y otras en el
país y le faltaba sólo un milagro para ser canonizado, entonces él pensaba que si
se encomendaban a él había una buena posibilidad de que todo saliera bien, pero
que recordaran que al final todo era voluntad de Dios, esa noche todos juntos
rezaron y se encomendaron al beato para que intercediera por ellos. A los dos
días después Zeki despertó al fin para alegría de sus padres, pero debía quedarse
unos días más en la clínica para estabilizarse bien, porque al enterarse que a su
amiga le quedaban pocos días de vida comenzó a tener los mismos síntomas que
ella tuvo cuando le prohibieron ver a Yuri; ese mismo día el obispo le hizo una
visita y le dijo también que encomendara a Xiomara al beato Michael, que desde
que le rogaron a él que las cosas habían mejorado, pero no podía notificar su
propia mejoría al Vaticano porque estaba dentro de las posibilidades médicas. A
los tres días después, a Zeki lo dieron de alta y el padre Sergio despertó, lo cual
fue una gran alegría para todos porque era muy difícil que eso pasara, aunque
estaba dentro de lo posible; también él se unió a la oración por Xiomara, porque
ya le quedaban apenas dos días de vida según el médico. Finalmente llegó el día,
el doctor dijo que esa noche Xiomara iba a morir, entonces en todo el día fue
llegando distinta gente para despedirse de ella, su jefe de carrera, su párroco, la
madre de Yuri, sus primos, el obispo, el padre Sergio, que además le administró la
Santa Unción, Zeki, que realmente sentía pena porque ya era la segunda amiga
que perdía después de Yuri, su madre, que le cantó todas las canciones que a ella
le gustaban y finalmente su padre, que pidió estar a solas con ella; el hombre lloró
intensamente, no podía creer que su hija iba a morir y más encima por culpa del
mismo infeliz que la había atacado hace cuatro años atrás, de pronto, en ese
rápido recuerdo del incidente recordó que en el relato de Xiomara, ella dijo que
Yuri siguió corriendo en lugar de detenerse a ayudarla y comprendió que si su
amigo se hubiera detenido lo más probable es que el maleante los hubiera
acuchillado a ambos y que lo había hecho sólo para que se olvidara de ella, ya
que había intuido que a él lo perseguían por los audífonos que llevaba en el cuello.
Se sintió entonces un asesino y un mal padre por no haber dejado que su hija se
despidiera cuando fue el funeral y por obligarla a dejarlo. Se acercó a Xiomara, le
besó su mano y le dijo “Xiomara perdóname, fui yo quien mató a tu amigo Yuri
porque me dejé llevar por la rabia, y no me di cuenta que él no tuvo nada que ver
en el asunto, espero que desde el lugar al que vas me puedas perdonar por favor”
luego le besó la frente y se fue de la habitación. A los pocos minutos de esa
declaración que la joven comenzó a estabilizarse y cuando el doctor fue a revisarla
para ver si ya llamaría a sus padres para el momento de la muerte, la vio con sus
propios ojos despertar. Al principio no lo podía creer y la llamó por su nombre, a lo
que ella contentó “¿Si? ¿Qué pasa doctor que me mira así?” y él le respondió que
ella estaba apunto de morir, no tenía ninguna posibilidad de sobrevivir y que ahora
estaba bien y no lo podía creer. Inmediatamente el médico le informó a los demás
que Xiomara milagrosamente se había recuperado y que hasta hablaba, por lo que
uno tras uno para evitar una descompensación fueron a verla y a hablarle. Su
madre no paraba de abrazarla y de dar gracias a Dios y al beato Michael de
salvarla de la muerte. Su padre también estaba más que feliz con esto, pero le
volvió a pedir perdón a su hija y le dijo que cuando ella saliera del hospital se iba a
entregar a la justicia para pagar por su maldad, a lo que ella le respondió que ella
lo perdonaba y que mejor antes que tomar esa decisión fuera donde un sacerdote,
se confesara y le preguntara que debía hacer y que ella lo apoyaba en cualquiera
de las dos decisiones que tomara porque por algo la justicia no dijo nada durante
la investigación. Zeki con lágrimas en los ojos le decía que esto realmente había
sido un milagro y que estaba muy feliz de no haberla perdido porque no quería
quedarse solo y ella le dijo que aun si hubiese muerto no lo hubiera dejado solo
porque pasaría rezando e intercediendo por él desde el Cielo y sería como otro
ángel guardián, lo que provocó que se sonrojara un poco pero no dejó que ella lo
viera y se fue. Después llegó el obispo que también estaba contento con su
recuperación y le dijo que como su caso había sido tan especial que lo iba a enviar
al Vaticano para que lo evaluaran porque a lo mejor podía ser el milagro que
hiciera a Michael fundador de la clínica santo; también le dijo que él había estado
rezando por Yuri e Iris durante el coma de los tres por lo que no se habían
quedado sin ayuda.
Capítulo VIII
Una vez que Xiomara fuese dada de alta de la clínica, el rector organizó
todo para poder exponer la tesis sobre los fantasmas. Todo quedó organizado
para que en tres días más se hiciera la exposición y durante ese tiempo, el padre
Sergio, Xiomara y Zeki se volvieron a juntar para repasarlo todo y preparase bien.
Finalmente llegó el día esperado, a la conferencia asistieron los jefes de carrera
de la universidad, los presidentes de centros de alumnos de carrera, los directores
de departamento, los decanos, el rector, el obispo, los padres de Xiomara, los
padres de Zeki y la madre de Yuri. En la exposición los tres explicaron primero que
todo los lugares a los que el alma podía ir que eran Infierno, Purgatorio y Cielo, y
que habían llegado a esa conclusión según los experimentos que habían
realizado, ya que habían logrado detectar que dependiendo de en que lugar
estaban al momento de aparecerse en el mundo humano provocaban o no
reacciones en los aparatos electrónicos, que demostraron con grabaciones hechas
en el cementerio que era donde ocurrían más apariciones y mostraban que frente
a un alma penitente que venía a pedir oración la cámara se alteraba y se veía
entrecortado debido a la frecuencia electromagnética del alma, que frente a un
alma condenada que venía a manifestar su descontento solo ocurría un pequeño
temblor de tierra, y que frente a un alma gloriosa que venía a dar las gracias
provocaba que el foco de la cámara se rompiera y se parara la grabación.
Explicaron que las almas penitentes eran las más misteriosas de todas porque
siempre se las arreglaban para pedir ayuda, ya sea a través de los sueños, de
intuiciones o de apariciones y allí nombraron el caso de Yuri e Iris, el cual dejó en
un principio desconcertada a la madre del chico, pero como la investigación se
veía seria lo comprendió, luego de eso explicaron las formas de poder ayudarlas,
como por ejemplo rezando, ofreciendo misas, ofreciendo las molestias del día
entre otras. También mostraron los planos del detector de frecuencias que, de ser
construidos podrían ver según la frecuencia electromagnética si una casa estaba
poseída, si iba a ocurrir una aparición y según la frecuencia si era humano o no
humano, bueno o malo y un sinfín de posibilidades para seguir avanzando en el
terreno de lo ultraterreno. Una vez terminada la conferencia, todos aplaudieron al
trío porque realmente la tesis era muy buena, aunque al principio se podía dudar
de ella por hablar de fantasmas porque después quedaba claro el principio de su
existencia. Después del cóctel de despedida, la madre de Yuri se acercó a Zeki y
a Xiomara y les preguntó que porqué no le habían dicho nada sobre que su hijo
estaba en el purgatorio y Zeki le explicó que era porque Yuri no fue católico sino
hasta los últimos momentos de su vida y había deducido que ella no era católica
practicante y que en su momento no lo entendería aunque se lo explicaran de mil
maneras, que ellos mismos habían tenido que esperar a las apariciones recién
para creerlo y que con las pruebas científicas querían dejarla fuera de dudas para
que lo pudiera ayudar, a lo que ella respondió que de verdad si le hubiesen
llegado con eso a su casa no lo creería de inmediato pero con lo de hoy no
quedaban dudas y que esa misma noche iba a rezar por el alma de su hijo.
Cayó la noche y el padre Sergio junto a los chicos en su casa y rezaron un
rosario por todas las almas del purgatorio, especialmente por Yuri e Iris; al mismo
tiempo la madre de Yuri en su casa elevó una plegaria llena de fe por su hijo. En
ese momento, las almas de ambos penitentes completaron su purificación, ya no
tenían ni una sola quemadura y sus vestiduras estaban blancas como la nieve,
pero estaban tan cansados que sus ángeles los llevaron en brazos hasta el Cielo.
La particularidad que tenía el lugar es que cada alma que llegaba hasta allí lo veía
a su manera, porque el Cielo es la felicidad total y no a todas las personas les
gustan las mismas cosas, en este caso, Yuri veía el cielo como un lugar hermoso
en el campo, pero de noche, estrellado, con luna llena y en medio del lugar en una
gran mansión habitaban Dios, Jesús, la virgen, los santos, Buda, y un sinfín de
personas que lo recibieron con amor, incluido su padre que había fallecido cuando
él aun era un bebé; Iris veía el Cielo como una playa de arena rubia, de día
soleado y caluroso, donde Dios, los ángeles y todos habitaban en un gran
departamento frente el mar. Lo que sentían era indescriptible, nunca habían sido
tan felices, pensaron que realmente valió la pena todo lo que pasaron en el
purgatorio y en eso pidieron permiso para aparecerse por última vez y decirle a los
que los ayudaron que ya estaban bien y agradecerles todo. Entonces, cuando Zeki
y Xiomara estaban por dejar la casa del sacerdote sintieron un temblor de
mediana intensidad, la ampolleta de la casa se quemó y vieron cómo sus celulares
parpadeaban solos hasta apagarse, por lo que se prepararon ya que sabían que
significaba una nueva aparición. La puerta se abrió con el viento y vieron como
varios focos de energía se juntaban delante de ellos y formaron las imágenes de
Yuri e Iris, que esta vez lucían un aspecto glorioso y radiante y se veían realmente
felices. Les comunicaron a sus mentes que ya habían terminado de pagar toda la
pena en el purgatorio y que ahora estaban en el Cielo, les agradecieron toda la
paciencia y ayuda durante estos años para sacarlos de allí y que por favor
continuaran ayudando a las almas del purgatorio porque hay muchas que llegan
ahí y nadie reza por ellos. También les dijeron que en agradecimiento por toda la
ayuda que siempre estarían rezando por ellos y protegiéndolos desde el Cielo. Los
tres estaban seguros que si eran ellos y no demonios por los daños producidos a
los aparatos eléctricos y por la forma en que anunciaron todo, que era de manera
pacífica, llena de luz, no se podía dudar de eso. Luego ambas almas se
despidieron y se disolvieron nuevamente en focos de energía. El padre, Zeki y
Xiomara estaban muy felices de por fin haber sacado a sus seres queridos del
purgatorio, ya que había sido una tarea que por años habían estado haciendo y la
satisfacción por haberla logrado era enorme. Acordaron llamar a la madre de Yuri
al día siguiente porque tenían que a como de lugar celebrar esto. Esa misma
noche, ella tuvo un sueño en el cual estaba rezando por Yuri en un templo, cuando
de pronto su hijo se le aparecía y le contaba que ya estaba bien, que su rezo
sumado a todos los demás lo habían sacado ya del Purgatorio, que ahora
estuviera tranquila porque él estaba muy feliz ahora junto a Dios y que si quería
podía seguir rezando por las almas del purgatorio porque hay muchas que no
reciben oraciones de nadie. Entonces cuando al otro día los chicos la llamaron
para celebrar la liberación de Yuri, ella fue con mucho gusto porque también le
constaba que eso era así. La celebración consistió en una misa privada en la cual
sólo asistieron ellos cuatro y los padres de Zeki y Xiomara, y en una cena, donde
compartieron todos como buenos amigos, felices por lo que habían conseguido y
felices por Yuri e Iris que ya no sufrían más.
Una vez terminadas las vacaciones de verano, Xiomara y Zeki comenzaron
su último año universitario, el cual empezaron con mucho ánimo para poder
aprobar todo. También durante el año dejaron de asistir a los simposios y
congresos porque su tiempo lo tuvieron que ocupar junto al padre Sergio para
seguir con la investigación que ahora contaba con fondos de la universidad, y
gracias a eso, el detector de frecuencias pudo ser construido, lo que facilitó aun
más el trabajo sobre los espíritus. El padre de Xiomara fue con el párroco de la
parroquia a la que asistían con su hija y en confesión le dijo que él había sido el
verdadero asesino de Yuri y que de veras estaba arrepentido, a lo que el
sacerdote le respondió que como penitencia además de rezar un rosario completo
en reparación de su falta, debía acercarse a la policía para confesar su crimen,
entonces fue, rezó su rosario y salió del templo muy nervioso hacia la comisaría,
pero no alcanzó a caminar ni media cuadra cuando producto de toda la ansiedad
le dio un ataque cardíaco. El sacerdote escuchó sus gritos cuando se desplomó y
se lo llevó de inmediato a la clínica San Camilo, allí avisó a Xiomara y a su madre
lo que había pasado, luego de eso le administró la extremaunción. Cuando
llegaron a la clínica, el médico les dijo que habían intentado reanimarlo, pero nada
había funcionado, el padre de Xiomara había muerto. Fue muy doloroso para ella
este suceso porque era muy apegada a su papá, pero no estaba sola, la apoyaban
Zeki, el párroco, el padre Sergio, Yuri e Iris desde el Cielo, por lo que trató de
canalizar su pena rezando por su padre varios réquiems, además que el padre
Sergio se había ofrecido a mandarle a hacer misa, lo cual fue un pequeño
consuelo para ella. Por el duelo ella estuvo una semana sin ir a la universidad, no
sólo para poder ella misma superar la pérdida, sino también para estar con su
madre que también había quedado muy afectada por la pérdida. Zeki iba a
visitarlas seguido para que no se sintieran solas, lo cual ellas le agradecieron
enormemente. La última noche antes de volver a la universidad, se encontraban
Xiomara y su mamá rezando por el alma de su padre, cuando de pronto la
ampolleta se quemó, hubo un temblor de mediana intensidad y la chica presintió
que venía una nueva aparición, así que fue a buscar el detector de frecuencias, el
cual indicó que la frecuencia electromagnética era muy alta por lo cual debía ser
un buen espíritu. Luego de eso, se encendió la televisión que estaba en la
habitación, parpadeó un poco y de ella salió la figura del padre. Ellas se pusieron a
llorar porque pensaron que estaba en el purgatorio, pero luego miraron bien y se
dieron cuenta que sus vestiduras estaban blancas y que no tenía quemaduras. El
espíritu les dio las gracias a ambas por sus oraciones y les dijo que su tiempo en
el purgatorio había sido muy corto porque cuando el párroco se lo llevó a la clínica
le había administrado la extremaunción, lo que lo ayudó mucho, entonces ahora
se aparecía para que no lo lloraran más y dedicaran su tiempo y su vida para Dios,
dicho esto se fue. Las dos mujeres todavía no podían creer lo que habían visto,
parecía mentira que en tan poco tiempo él ya estuviera en el Cielo, pero el
detector de frecuencias no mentía, ese espíritu no era un demonio ni un espíritu
penitente, era un espíritu glorioso. Cuando el papá de Xiomara llegó al Cielo, lo vio
como una gran ciudad futurista con mucha tecnología, donde todos vivían en
enormes rascacielos y en el más alto vivía Dios. Allí se encontró con sus padres,
algunos viejos amigos y con Yuri, a quien le pidió perdón por haberlo matado, pero
Yuri le sonrío y le dijo que no se preocupara, porque si él no lo hubiese asesinado,
Xiomara, Zeki y el padre Sergio no habrían hecho el estudio que ha beneficiado a
tantas almas y a lo mejor ellos no se habrían esmerado tanto por ser los mejores
en la universidad.
Epílogo
FIN