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Agua y Fuego

Capítulo I

Xiomara, Yuri y Zeki eran un grupo de jóvenes universitarios que se


conocían de hacía un año más o menos. Yuri y Zeki se conocían desde la escuela
y conocieron a Xiomara en la universidad, ya que ella estudió en otro liceo y había
llegado a estudiar la misma carrera de Yuri, donde se hicieron buenos amigos y en
una fiesta, él presentó a ella con Zeki y desde ese día comenzaron a juntarse
como un trío. En el fondo lo que más tenían los tres en común era asistir a la
misma universidad, ya que cada uno tenía gustos y actividades muy distintas a los
de los demás: Xiomara era de un fuerte carácter católico, por lo cual ocupaba
mucho de su tiempo en la Iglesia e incluso entre su música preferida estaba el
canto gregoriano; Yuri era el clásico adolescente que le gustan los grupos de pop
y se preocupaba por vestir a la moda y Zeki era un aficionado a los juegos de
guerra y a los Soundtracks de los mismos y de anime, cosa que compartía un
poco con Xiomara, pero a pesar de las diferencias eran capaces de compartirlas y
tolerarlas y por eso seguían juntos. También cada uno de ellos tenía un talento
especial: Yuri era muy buen dibujante y era bueno escribiendo poemas; Xiomara
tenía una voz de contralto potente, por lo que muchas veces la llamaban del coro
de la iglesia para cantar, además era buena haciendo rosarios y bisutería en
general; Zeki era bueno dibujando también, especialmente comics creados por él
mismo y era un experto escribiendo historias u opiniones en inglés. Cada cierto
tiempo se juntaban los tres para salir a la playa, o a comer en algún local de
comida rápida de la ciudad y ahí se pasaban toda la tarde hablando y divirtiéndose
como los buenos amigos que eran. A pesar de que ella era menor que los chicos
no tuvieron ningún problema en encajar, porque ellos no miraban la edad, miraban
a la persona y por eso la habían aceptado. De los tres, Zeki era el más asertivo,
pues siempre sabía que hacer y cómo reaccionar frente a distintas situaciones,
además era quien más aconsejaba cuando habían problemas y siempre era él
quien resolvía los conflictos que surgían entre ellos mismos.
Cierto día, Xiomara y Yuri salían de clases hacia sus casas como todos los
días, hasta que Yuri le propuso a su amiga que se fueran por otro camino que los
llevaría más rápido, porque ese día habían tenido clases todo el día y estaban
muy cansados. Yuri acostumbraba a poner sus audífonos en el cuello mientras
caminaba con Xiomara para así poder escucharla, poder responderle y al mismo
tiempo no despegarse de su música. Estaban de lo mejor en su conversación,
cuando de la nada apareció un sujeto enorme que los asaltó amenazándolos de
muerte con un cuchillo si no le entregaban sus pertenencias. Ellos intentaron
escapar, pero ella se tropezó a medio camino, mientras su amigo escapaba
aparentemente sin importarle lo que le había pasado, pero el verdadero objetivo
del maleante era Yuri, por lo que dejó a Xiomara quejándose del dolor de la caída
y siguió tras él. El tipo lo alcanzó, lo golpeó y lo apuñaló en la espalda, y una vez
inconsciente le robó su dinero y su reproductor de mp3, luego retrocedió hasta
donde estaba Xiomara que aun no se podía levantar debido al dolor, la golpeó
duramente, amenazó con matarla si le decía a la policía lo que había ocurrido y se
fue. Con las pocas fuerzas que le quedaban la chica llamó a una ambulancia y al
poco tiempo se desmayó por los golpes. Cuando despertó estaba en una camilla
de hospital, en una habitación con sus padres y Zeki que también se había
enterado de lo sucedido. Lo primero que ella preguntó fue “¿Dónde está Yuri?” y
Zeki le explicó que también estaba en el hospital estable, pero inconsciente aún y
en compañía de su mamá. Luego los padres de Xiomara le pidieron a Zeki que
necesitaban hablar solos con su hija, por lo que éste aprovechó de hacerle
compañía a su otro amigo. En ese momento le preguntaron a la muchacha que
explicara que fue lo que había pasado, y ella les contó todo. Al oírlo, se pusieron
de furia y le decían cosas como “¿Para qué te lleva por ahí si sabía que el
maleante lo buscaba a él? ¡Sólo expuso tu vida!” A lo que ella intentó defenderlo
diciendo que a lo mejor el tipo lo buscaba a él porque iba con los audífonos
colgados en el cuello y eso llama más la atención para ser robado, pero ellos se
cerraron y le dijeron que lo que había pasado era imperdonable, que tenía
prohibido volver a verlo y que era un mal amigo por intentar escapar en lugar de
ayudarla a pararse cuando se tropezó. Esto causo que Xiomara rompiera en
llanto, su presión arterial se elevara y comenzara a presentar síntomas de ataque
cardíaco, razón por la cual el doctor desalojó su cuarto y mandó a llamar a otros
enfermeros a que la estabilizaran otra vez. En la sala de espera, los padres de
Xiomara se sintieron un poco culpables de causar el ataque que le dio a su hija,
pero a la vez estaban tranquilos porque sentían que habían hecho lo correcto al
prohibirle que viera otra vez a Yuri. En eso, aparecieron la madre de Yuri y Zeki
que preguntaron por ella, pero ellos sólo respondieron que se había vuelto a
descompensar y que los médicos estaban ayudándola, lo cual le pareció
sospechoso a Zeki, pero a los pocos segundos salió una enfermera y dijo que el
horario de visitas se había acabado y se tenían que ir todos. En ese momento, los
padres de Xiomara y la madre de Yuri fueron a la comisaría local y denunciaron el
hecho, y desde esa noche la policía comenzó la investigación para dar con el
responsable del asalto.
Capítulo II

Al día siguiente Xiomara amaneció bien, mejor de sus golpes y con su


presión arterial en niveles normales. Por su parte Yuri continuaba estable, ya
consciente, pero conectado a un ventilador artificial ya que la puñalada del
asaltante le había dañado parte de su sistema respiratorio. La chica pidió permiso
para ir a visitarlo un rato, lo cual le fue concedido por la enfermera de turno. Al
llegar a su habitación, vio a su amigo conectado al ventilador y comenzó a llorar,
pero él le pidió que no llorara, que nada era su culpa sino suya por haberla llevado
por un camino menos seguro que el que siempre tomaban, que aunque estuviera
herido estaba feliz porque ella no había sido herida con el cuchillo y que ya pronto
la darían de alta. También aprovechó de pedirle perdón por lo sucedido, lo cual
ella aceptó sin ningún reparo. Cuando ya debía volver a su cama para un examen
del doctor, Xiomara le dio a su amigo un rosario hecho por ella misma y que
siempre llevaba para rezar en su cuello, a pesar de que Yuri no se consideraba
católico ya que decía que nadie le preguntó si quería ser bautizado, con la excusa
de que así tendría un pequeño recuerdo de ella cuando dejara el hospital. En
realidad ella le dio ese rosario porque desde que despertó tenía la intuición de que
algo peor estaba por pasarle a su amigo y esperaba que el sacramental lo hiciera
arrepentirse de su vida no católica, además por la prohibición de verlo que sus
padres le impusieron. El doctor examinó a la joven y le dijo que ya estaba lista
para el alta, pero que debía seguir un tratamiento en un consultorio por la súbita
alza de presión que le había ocurrido. Ella muy feliz llamó a sus padres para que
la vinieran a recoger, ya que aun se sentía cansada como para irse ella sola.
Solamente su padre llegó al hospital, y mientras esperaba a que su hija arreglara
sus cosas fue hasta la habitación de Yuri, quién dormía. En un momento en que la
ira y el resentimiento por haber expuesto a Xiomara a esa situación tan
desagradable se apoderaron de él, desconectó y conectó muchas veces el
ventilador artificial del chico, lo cual provocó una falla mecánica en el mismo y por
lo tanto, que se despertara desesperado. Para no levantar sospechas apenas
comenzó a fallar la máquina notificó a la enfermera de turno que algo andaba mal
en la habitación de Yuri. Esto llegó a oídos de Xiomara que comenzó a
preocuparse mucho por la salud de su amigo, pero no llegó a los síntomas de la
vez anterior debido a los medicamentos que tomaba, así que su padre se la llevó
rápidamente del hospital, recordándole que ella no podía verlo y debía olvidarlo.
Mientras tanto, Yuri en su desesperación por no poder respirar bien y la demora
de los doctores por un nuevo ventilador, intuyó que posiblemente se iría de este
mundo y tomó el rosario que Xiomara le había regalado, mientras en su interior le
pedía perdón a Dios por despreciarlo durante su vida, le daba gracias por haber
permitido que lo bautizaran y le rogaba que por favor cuidara bien a Zeki y a
Xiomara, pero a los pocos segundos de haberlo tenido en sus manos se desmayó.
Cuando volvieron los doctores se encontraron con que su paciente había quedado
inconsciente y no respiraba, por lo que intentaron reanimarlo con otros
equipamientos médicos de la habitación, pero fue inútil, simplemente Yuri no
despertó más.
Al poco tiempo, Zeki y Xiomara se enteraron de la muerte de su amigo ya
que la madre los llamó por celular. Ella quiso ir al velorio, pero sus padres le
volvieron a repetir que no podía ver a Yuri, además que si quería rezar por él no
era obligación que fuera al velorio siendo que podía rezar en su habitación.
Xiomara entonces se molestó y se fue llorando a su habitación, la cerró con llave,
puso en la radio canciones de réquiem y kyries y comenzó a rezar los misterios
dolorosos del rosario una y otra vez, esperando que su amigo se hubiera
arrepentido en el último momento. Más tarde, cuando entró a internet para poder
escribir algunas cosas lindas sobre Yuri en sus redes sociales, se encontró con
Zeki en línea, quien le preguntó porque no había asistido al velorio. Ella entonces
le contó acerca de la prohibición de sus padres de ver a Yuri, aun cuando ya no
estuviese vivo, lo cual dejó a su amigo muy preocupado, y lo único que pudo atinar
a decirle es que él estaba con ella para apoyarla, que juntos vivirían el duelo por
su amigo y saldrían adelante. Luego se le ocurrió ir a visitarla al día siguiente ya
que era el funeral y entendería que la frustración de la chica crecería al no poder
darle el último adiós a Yuri, a lo que Xiomara contestó que no era posible ya que
sus padres se iban de viaje a una ciudad vecina a una reunión de trabajo durante
todo el día y no podía recibir visitas, lo cual le dio una idea a Zeki: iría al medio día
a buscar a su amiga e irían al funeral, después de todo sus padres llegarían en la
noche y el funeral era a la 13:00 hrs. Así fue, Zeki llegó puntualmente a las 12:00
hrs y se llevó a su amiga hasta la iglesia Inmaculada Concepción donde sería el
funeral de Yuri. Ella prefirió comprarle una corona de caridad en lugar de flores ya
que eso aseguraba que en su parroquia se hicieran 9 misas de domingo por él,
cosa que fue muy bien recibida por los familiares del joven. Al poco tiempo
comenzó la misa, la cual Xiomara la vivió al máximo porque la había ofrecido por
Yuri eventualmente y eso le dio motivación y fuerza para no distraerse. En el caso
de Zeki, como él no era muy de escuchar misa, ponía más atención en las partes
que se referían a su amigo, y no pudo evitar llorar en la parte que el sacerdote
roció el féretro con agua bendita mientras recitaba palabras como “Que te reciban
los ángeles”. Una vez terminada la misa, fue el momento del entierro, que fue en
el cementerio “Parque del recuerdo”. Fue una emotiva despedida, donde se
destacó principalmente la creatividad de Yuri para expresarse a través de cosas
tan hermosas como los poemas, dibujos y pinturas. Después ambos jóvenes
dejaron el cementerio y se fueron a la playa donde normalmente compartían con
Yuri, y comenzaron a recordar con tristeza pero también con alegría los momentos
que vivieron junto a él, como los chistes, las salidas a comer, cuando uno de los
tres tenía un problema y se aconsejaban para poder superarlo… todo eso para
ellos ahora era un simple recuerdo y pensaban que aunque fueron muchos esos
buenos momentos, que no le dijeron a su amigo cuanto lo querían, no le decían te
quiero o no le hacían cariño, pero él si lo hacía, le gustaba tomarse de la mano
con ellos, acariciarles el cabello, decirles que eran lindos, como que él los había
disfrutado más que ellos a él y que se sentían un poco mal de no haberle dicho
que lo querían cuando él estaba vivo. Pasada algunas horas Zeki fue a dejar a
Xiomara a su casa y le dijo que si ella se sentía mal a mitad de la noche que lo
llamara, porque esta situación era muy delicada, ella se lo agradeció mucho y le
dijo que hiciera lo mismo si se sentía mal.
Al día siguiente del funeral, llamaron a la casa de Xiomara. Eran de la
fiscalía local y la llamaron para citarla a declarar sobre el asalto, pero quien
contestó el teléfono en ese momento fue su padre, que se asustó pensando que
habían descubierto que él había sido el responsable de la muerte de Yuri, sin
embargo, cuando le dijeron que la llamada era para su hija quedó tranquilo.
Xiomara no quería ir a la fiscalía por la amenaza que le había hecho el ladrón de
matarla si hablaba, pero la policía le prometió protección policial en cuanto lo
atraparan, además que esto serviría para dar con el asesino de su amigo y con el
responsable de que su amistad se hubiese acabado. Entonces ella dijo todo lo que
pasó esa tarde lo más detallado posible para que se hiciera justicia por ellos. La
policía había encontrado por el lugar de los hechos la tapa del reproductor de mp3
de Yuri, con lo que pudieron identificar las huellas digitales del maleante y dar con
su identidad. El tipo se llamaba Kaneda y había sido condenado por otros asaltos
anteriormente, pero nunca por asesinato. Desde ese día que se dio una orden de
buscarlo por la ciudad, bajo los cargos de robo con violencia y homicidio calificado.
Kaneda obviamente se enteró de la orden de arresto y vivió ocultándose en la
ciudad o saliendo de ella porque la orden era sólo local y no a nivel nacional,
entonces muchas veces aprovecho instancias para escapar clandestinamente a
otros puntos del país con ayuda de unos amigos que tenía. Estaba muy resentido
porque sabía que si había salido esta orden fue porque Xiomara había hablado y
pensó que en cuanto tuviera la oportunidad se vengaría de ella. Kaneda en
realidad era un drogadicto que vivía sólo, y era amigo de otros drogadictos que lo
ayudaban cuando quería escapar de los asaltos que cometía, que eran en general
para poder seguir comprando droga o alcohol. Él había sido abandonado por sus
padres a temprana edad y había sido recogido por una señora que se compadeció
de verlo en la calle, pero en realidad lo maltrataba porque le exigía limpiarle la
casa como si fuera un sirviente y nunca lo mandó a la escuela, hasta que cuando
tenía 14 años se escapó de su casa y conoció a los drogadictos que ahora eran
sus amigos, y allí se refugió en ellos, las drogas y el alcohol, porque nadie le había
demostrado cariño en toda su vida.
Capítulo III

Terminado el fin de semana, los chicos volvieron a la universidad, aun con


pena por lo de Yuri, pero intentando estudiar porque pensaban que es lo que él
hubiese querido, que se graduaran los tres, así que para no defraudar su
memoria, le pusieron más empeño en las tareas del día. La noche de ese mismo
día, Xiomara tuvo un sueño, en el cual Yuri le decía que rezara mucho por él ya
que había caído al purgatorio, y que le dijera a Zeki y a otras personas que fueron
cercanas a él que la ayudaran. Ella pensó que ese sueño era sólo producto de
estar viviendo el duelo y simplemente añadió un réquiem por Yuri en las mañanas
a lo que siempre rezaba en la noche, por lo mismo, no le dijo nada a Zeki y
siguieron tratando de superar la tristeza. Lo que ella no sabía es que ese sueño
era muy real, que su amigo había tenido permiso de Dios para avisarle en sueños
sobre el estado de su alma, porque sabía que ella era lo suficientemente devota
como para rezar más por él, pero no contaba con que ella tenía mucha cautela
con las cosas sobrenaturales y por eso interpretaba todos los sueños a la luz de la
psicología. Entonces tuvo que recurrir a otro recurso, también con permiso divino,
ya que realmente para Yuri había mucho, mucho tiempo de pena en el purgatorio
debido a que sólo había logrado arrepentirse en los últimos segundos de su vida y
lo peor era que en su familia no se sabía mucho sobre la existencia de ese estado
entonces casi nadie rezaba por él. Pero no todo era pagar pecados en el
purgatorio, también estaba allí su ángel de la guarda que lo acompañaba para que
sus tormentos no fueran tan grandes y era quién llevaba las oraciones y ofrendas
que hacían por Yuri hasta él, de este modo las llamas purificadoras del purgatorio
quemaban con menos fuerza al ser menos la pena que debían purificar. También
allí conoció a otras almas que también habían dado a parar allí, había gente de
todas las razas, edades y religiones, personas que tenían mucho que pagar y
personas que era muy poca su pena, por lo que al poco tiempo se iban en brazos
de su ángel al cielo. Una de las almas que conoció era de una mujer que se
llamaba Iris, que terminó allí por tomarse la vida a la ligera y conformarse con no
cometer pecados mortales, entonces cuando murió sus familiares pensaron que
ella era muy buena como para estar allí y por eso sólo rezaron por ella hasta el
funeral y luego se olvidaron pensando que estaba en el Cielo, siendo que ella no
recibió la Santa Unción antes de morir siquiera. Como ella pensaba que no tenía
que arrepentirse de nada acumuló y acumuló pecados veniales y su pena fue muy
grande, casi tan grande como la de Yuri, por lo que ahora debía estar mucho
tiempo en el purgatorio también. Por el hecho de que ambos tenían una pena tan
grande fue que empezaron a conocerse y a tratar de consolarse, y de hecho fue
idea de Iris pedirle permiso a Dios para aparecerse en sueños a sus seres
queridos, claro que a diferencia de él, ella se apareció en el sueño del sacerdote
donde iba regularmente a misa y él se encargó de ofrecer más misas por ella y de
esta forma su pena se fue acortando de a poco. Ella esperaba que a su amigo le
resultara el plan B que había pensado, porque ese recurso es una estrategia muy
poco utilizada pero altamente efectiva en casos de incredulidad como el de
Xiomara. Yuri también contaba con las oraciones de un sacerdote recientemente
ordenado, que todos los días ofrecía una misa por aquellas almas que se habían
arrepentido en el último momento de su vida y al ser la misa un sacrificio tan
bueno por ser el momento en que Cristo baja del Cielo a la Tierra, todas esas
bendiciones iban para él y otros compañeros que habían pasado por lo mismo.
Una semana después de ese sueño, Xiomara terminaba sus clases al poco
rato de caída la noche. Cuando se dirigía a subir las escaleras de la sala
subterránea, tuvo el presentimiento de que algo iba a pasar en la sala y que debía
quedarse a ver. Entonces la puerta de la sala se cerró con una fuerte brisa de
viento, se quemó la ampolleta de la sala por lo que quedó todo oscuro y pudo ver
que varias luciérnagas entraban por la ventana que no paraba de sacudirse por el
viento. Ella intentó abrir la puerta pero estaba atorada, y mientras seguía
intentándolo escuchó un trueno, lo que la llevó a mirar para atrás con el susto que
le dio, y el momento de voltearse notó, que todas las luciérnagas se estaban
juntando y formando una figura humana, por lo que dedujo que esas no eran
luciérnagas sino focos de energía. Finalmente todos los focos se unieron y
formaron la imagen de Yuri, pero no tenía el mismo aspecto que ella recordaba, ya
que presentaba evidentes quemaduras en el ojo derecho, su cuello y sus
extremidades. Estaba vestido con una túnica manchada, muy manchada y miraba
con una cara de pocos amigos. Xiomara pensó que se trataba de un demonio que
había venido a engañarla, por lo que con mucho miedo sacó la botella de agua
bendita que siempre portaba en su mochila y procedió a abrirla, cuando de pronto
escuchó en su cabeza la voz de Yuri, que le decía que no era un demonio y que si
no le creía, que le echara el agua bendita porque no le pasaría nada, entonces ella
derramó un poco de agua en su mano y se la lanzó al espíritu, al cual en lugar de
quemarse o quejarse, se le curaron un poco las quemaduras de su cuerpo.
Enseguida, el espíritu de Yuri le siguió hablando a la mente de Xiomara y le
explicaba que debido que casi ni rezaban por él, Dios le había dado permiso para
aparecérsele y pedirle oraciones para acortar su estadía en el purgatorio, que
esperaba que ahora ella rezara más y que le dijera a Zeki y a su familia que
también rezaran, ya que mientras más rezos menos tiempo pasaría él allá.
También le dijo que debido a que no tiene cuerpo no puede producir sonido y por
eso sólo puede comunicarse a la mente de las personas como había sucedido con
ella. Xiomara le prometió aumentar los sufragios y a pedirle a Zeki que la ayudara,
lo cual provocó que la expresión en el rostro de Yuri dejara de tener ese aspecto
poco amigable, luego le volvió a reiterar que era muy importante que ella lo
ayudara y que le estaría agradecido por toda la eternidad. Una vez que comunicó
eso, se volvió a desintegrar y las partículas de energía salieron por la ventana otra
vez, luego el viento cesó y las ventanas se cerraron. Xiomara cayó al piso y lloró
amargamente por no haberle creído a Yuri antes cuando había soñado con él, se
sentía una pésima amiga y sólo quería ver a Zeki para contarle todo. El auxiliar de
aseo escuchó los llantos y se dio cuenta que alguien estaba atrapado en la sala,
por lo que fue a buscar las llaves y con fuerza abrió la puerta, le pregunto a
Xiomara que hacía ahí, a lo que ella le respondió que había salido de la sala al
último porque había olvidado un cuaderno y que en eso el viento se levantó y la
dejó encerrada, de esta forma, el conserje se quedó tranquilo y sólo le dijo que
tuviera más cuidado para una próxima vez. A partir de ese día, Xiomara cambió
radicalmente en muchos aspectos: Cada vez que salía de su casa se pintaba con
maquillaje oscuro en señal de luto, comenzó a ir más veces a misa durante la
semana, todas las noches rezaba el rosario y lo ofrecía por Yuri y cada molestia
que ella sufría, ya sea por el mismo luto u otros motivos lo ofrecía por él. También
se preocupó de ir con Zeki y explicarle lo que había pasado, pero éste no le creyó
y le dijo que lo del viento había sido sólo coincidencia y lo de la visión simplemente
una alucinación producto de la depresión y del miedo que ella sentía de que su
amigo estuviese en el purgatorio, por lo que se negó a ayudarla a rezar por él.
Capítulo IV

Pasó exactamente un mes después de la aparición, Xiomara se encontraba


en su casa muy de noche rezando el rosario que diariamente rezaba por Yuri, y
una vez que lo terminó, se dio cuenta de que la vela que tenía encendida se
apagó de la nada, luego, la radio que estaba escuchando para concentrarse se
descontroló y sacó chispas, por lo que ella con cuidado la desconectó, pero aun
así siguió chispeando, hasta que vio que desde donde se originaban las chispas,
estas se estaban acercando a ella, entonces ella notó que probablemente se
trataba de una nueva visita de su amigo y se preparó mentalmente para ello.
Efectivamente todas las chispas se juntaron y formaron la figura de Yuri una vez
más, pero esta vez, sus vestiduras estaban menos sucias y se habían curado
algunas de sus quemaduras. Yuri esta vez le agradeció los sufragios que ella
estaba ofreciendo por él, pero le dijo que sus solas acciones no lo sacarían de allí,
que no podía pretender que con sólo eso lo iba a sacar del Purgatorio, que tenía
que recurrir a Zeki y a su familia si realmente quería ayudarlo. Ella le explicó que
Zeki no la había querido escuchar y que le había dicho que todo era producto de
su depresión, y que con su familia no había hablado porque le daba un poco de
miedo hablar sola del tema con ellos. El espíritu le comunicó que de Zeki ya se
encargaría luego, y que sobre sus familiares, que no se preocupara, que sólo
cuando se sintiera preparada hablara con ellos. Luego le pidió a Xiomara un poco
de agua bendita ya que la vez pasada le había dado un gran alivio, por lo que ella
derramó un pequeño chorro sobré él, que le curó parte de las heridas de la cara,
enseguida Yuri se despidió y se desvaneció en forma de un montón de chispas.
Xiomara revisó la radio y se dio cuenta de que no tenía nada, todo había sido
efecto del alma de Yuri sobre la radio que era un aparato electrónico, entonces
como la frecuencia electromagnética del espíritu era muy fuerte había provocado
las chispas, así como en la aparición de la universidad causó que se quemara el
foco.
Esa misma noche, Zeki tuvo un sueño, en el cual Yuri se estaba quemando
en una celda como de cárcel y le pedía ayuda para no morir calcinado, él atinaba
a abrir un grifo de agua que estaba cerca de la celda, pero el agua no le hacía
nada, entonces su amigo le explicaba que el agua común y corriente no servía,
que tenía que ser un agua hecha por él mismo, lo cual le provocó una confusión
enorme, porque él obviamente no sabía cómo fabricar agua, por lo que lloró
amargamente y poco a poco su llanto fue apagando el incendio, comprendió
entonces que las lágrimas son una sustancia liquida acuosa fabricada por sus
sentimientos, entonces se podía decir que era agua fabricada por él, cuando llegó
a esta conclusión despertó y se encontró con su almohada llena de sus lágrimas y
su sudor por la tensión del sueño. Él pensó que se estaba volviendo loco y que la
depresión estaba empezando a dañarlo por dentro al no hablar mucho sobre su
dolor, entonces decidió contarle a su amiga sobre su sueño y sobre su pena, para
ver si eso lo dejaba más tranquilo. Al día siguiente, Zeki llamó por celular a
Xiomara para que se vieran después de la universidad para conversar algo que lo
inquietaba mucho y se pusieron de acuerdo para juntarse en el jardín principal de
la universidad. Allí conversaron de lo que les había pasado a los dos y Zeki, quiso
creer en lo que Xiomara le contaba, pero aun no estaba completamente
convencido, además que ella le interpretó el sueño explicándole que era una
señal, que Yuri también necesitaba su ayuda, pero aún se mantenía escéptico,
porque para él el purgatorio no existía, sólo el Cielo y el Infierno, aunque admitía
que la explicación de Xiomara lo había hecho dudar un poco, ya que ella le explicó
que si hubiese sido una cárcel de la que no se podía salir aludía al Infierno, pero
en su sueño había una posibilidad de salvarlo que era con sus lágrimas, lo que le
interpretaron que se refería a sus acciones ofrecidas, entonces se fue un poco
confundido de la reunión con su amiga, y esa noche rezó por Yuri.
Pasaron los meses, y llegó el día en que, de estar vivo, hubiese sido el
cumpleaños número veintitrés de Yuri, entonces para recordarlo con cariño, Zeki y
Xiomara se reunieron con su familia y fueron al cementerio en la tarde. Después
de una pequeña pero emotiva liturgia, todos se marcharon, salvo ellos dos que se
sentaron alrededor de la tumba y se pusieron a conversar de los buenos
momentos junto a él, de las salidas, de las bromas, de esas largas pero
significativas conversaciones, del apoyo que se daban cuando alguien estaba en
problemas… hasta que finalmente no lo soportaron más y lloraron, se abrazaron y
se lamentaron no estar con él ahora. Antes de irse decidieron dedicarle un minuto
de silencio en respeto y cariño por todo lo vivido, y mientras estaban en eso se
sintió un temblor de mediana intensidad que los asustó, entonces pensaron en
escapar, cuando de pronto sus celulares empezaron a sonar y a parpadear, lo cual
era extraño siendo que los habían apagado antes de entrar al campo santo,
entonces al momento de sacarlos de su bolsillo para ver que pasaba, se dieron
cuenta que quien los llamaba era Yuri, aparecía su número en la pantalla, lo que
era imposible porque cuando él murió su madre había desactivado el celular,
luego de eso, de ambos teléfonos salió una luz blanca que se fue hacia el centro
de la tumba, y al juntarse ambas luces se formó la imagen de Yuri. Zeki no lo
podía creer y estaba paralizado como una piedra, por lo que Xiomara se asustó e
intentó reanimarlo, pero nada de lo que ella hacía resultaba, entonces el espíritu
de Yuri se movió y entró en el cuerpo de su amigo. A través de Zeki, Yuri le dijo a
Xiomara que poco a poco su pena se estaba acortando y que le agradecía toda su
ayuda, que Zeki estaría bien, sólo estaba asustado por la impresión de ver un
espíritu y que todo lo que estaban hablando lo iba a recordar para no olvidarse
que era cierto todo. También le dijo que ahora lo más probable es que no se
volviera a aparecer porque ya había logrado que sus amigos se dieran cuenta de
la situación y con eso era suficiente, porque con dos que supieran ya podían
propagarlo a su familia y a otras personas para ayudarlo. Finalmente le volvió a
pedir agua bendita, entonces Xiomara la sacó de su bolso y la derramó sobre la
cabeza de Zeki, y en ese momento, Yuri abandonó su cuerpo. Apenas esto
sucedió, Zeki recuperó la conciencia y caminando lentamente abandonó el
cementerio junto a su amiga, luego le propuso ir a la catedral de la ciudad a rezar
por Yuri, a lo que ella asintió feliz de que su amigo por fin hubiera creído lo que
estaba pasando. Después de rezar se sentaron un rato en la plaza y Zeki le dijo a
Xiomara que él era un mal amigo por no creerle ni a ella ni a Yuri sobre lo que
estaba pasando, pero ella le dijo que no se preocupara, porque le había pasado lo
mismo a ella, también había soñado primero y como no creyó Yuri terminó
apareciéndose en la universidad, que es normal ser incrédulos ante lo
sobrenatural porque, o somos bombardeados en la universidad y los medios que
sólo lo científico es verdad o en la propia religión se tiene miedo a ciertas
experiencias por pensar que son superstición cuando en realidad son sólo
escrúpulos del creyente. También ella le explicó su teoría científica sobre las
apariciones de Yuri, que cuando él se aparecía provocaba extraños cambios en
los aparatos eléctricos, como el foco que se quemó, la radio que chispeó y los
celulares que se prendieron y proyectaron luz, ella proponía que las almas cuando
se aparecen traen una frecuencia electromagnética tan rara que provoca esas
reacciones. Entonces Zeki le dijo que se acercara al área de ingeniería de la
Universidad para plantearle su teoría, lo que ella rechazó porque pensó que para
eso tendría que haber estudiado una carrera relacionada con la ingeniería, a lo
que su amigo le contestó que eso no era necesario porque ella podía plantearle su
idea a algún experto de esa área y él se encargaría de darle forma. Esto la
convenció un poco más, pero para eso necesitaban a un magister o doctor que
creyera en los fantasmas, lo cual es muy difícil dentro del área de ingeniería,
entonces él recordó que entre los magísteres de esa área había un sacerdote y
que podía ser que creyera en los fantasmas, entonces le propuso a su amiga ir a
la universidad para que le presentara su idea y a lo mejor formular una teoría
científica. Así fue, al día siguiente Zeki y Xiomara fueron primeramente al obispado
de la ciudad para saber cuál de los sacerdotes era magister en ingeniería y así
poder ubicarlo personalmente, ellos le dijeron que el sacerdote se llamaba Sergio
y que era más fácil que lo ubicaran después de misa en su parroquia que en la
universidad, la misa era a las 18:00 hrs en la iglesia Santa Cruz, así que el resto
del día lo pasaron en casa de Zeki, donde primero rezaron por Yuri y luego
trazaron algunas ideas sobre la teoría para que sonara convincente y el padre los
ayudara. Cuando pudieron hablar con el cura, él se los llevó a su casa que
quedaba en la misma parroquia, allí ellos le explicaron en que consistía la teoría y
la historia de Yuri. El párroco dijo que a él nunca se le hubiera ocurrido algo así y
que les encontraba razón en sus planteamientos porque él mismo había
interactuado con un alma del purgatorio, pero sólo en sueños, entonces él les
contó la historia de Iris y de lo que él hacía por ella. Finalmente llegaron a un
compromiso, se juntarían cada sábado después de misa para afinar bien el
concepto de la teoría y una vez que la tuvieran redactada en forma de tesis la
presentarían en la universidad para poder solicitar fondos y seguir investigando,
también se comprometían los tres a seguir rezando por Yuri e Iris para sacarlos
pronto del purgatorio. A partir de ese día, ambos chicos se esforzaron por ser los
mejores alumnos en sus respectivas carreras y a participar en muchos congresos
y simposios para que así, el día de presentar la teoría al rector este viera que era
un estudio serio y lo aceptara.
Capítulo V

Pasó alrededor de un año cuando la teoría ya estuvo correctamente


formulada, entonces el padre Sergio comenzó a hacer las gestiones para
presentarla en la universidad. Xiomara y Zeki ya se encontraban a finales del
cuarto año de su carrera y por ahora no habían sido testigo de ninguna otra
aparición de Yuri, por lo que estaban mucho más tranquilos y con el duelo ya más
superado, pero no habían parado de rezar porque esperaban alguna señal que les
dijera que ya no estaba en el purgatorio, algún sueño o simplemente un
presentimiento, pero nada ocurría. Desde el Infierno, el diablo veía todos los
progresos de los jóvenes con mucha rabia, porque sabía que si ellos tenían éxito
con su teoría y con sacar a Yuri y a Iris del purgatorio se convertirían en un
ejemplo para los demás y significaría perder mucho poder sobre la gente,
entonces ideó un plan para primero detener la presentación de la teoría, que
consistía en poseer al rector de la universidad para que se negara a aceptarla y
quedara en el olvido y segundo, para que Zeki y Xiomara dejaran de rezar enviaría
un demonio con apariencia de Yuri para decirles que ya no necesitaba más
oraciones. El plan comenzó a ejecutarse de inmediato, cuando dos demonios
fueron hasta la oficina del rector y lo poseyeron, entonces cuando el decano de la
facultad de ingeniería llevó la propuesta hasta donde él, se negó rotundamente a
siquiera leerla, ya que no podía ser que en la tesis estuvieran involucrados
alumnos que ni siquiera tenían el grado de licenciado. Esto provocó una molestia
en los jefes de carrera de Zeki y Xiomara, puesto que ellos eran los alumnos mejor
evaluados de sus carreras, además que ya habían representado a la universidad
en congresos fuera de la ciudad, entonces no tener el grado de licenciado era
solamente un trámite. También hubieron reacciones en el área de ingeniería en
general porque el padre Sergio también era un profesor destacado y además que
ya había encabezado estudios muy buenos que habían contribuido al prestigio de
la casa de estudios, entonces a todos les pareció muy extraño que el rector
hubiera rechazado la tesis propuesta por él y los chicos. Todo esto provocó, que
los académicos se reunieran en una asamblea extraordinaria y que le dijeran a
Zeki, Xiomara y al padre Sergio que si no lograban sacar al rector de sus casillas
para que aceptara la tesis se la llevaran a otra universidad de prestigio que estaba
en la ciudad, porque ellos habían leído la tesis y, aunque al principio dudaron de
ella por tratarse de fantasmas, al ver los argumentos que presentaban y la
pequeña tecnología que habían podido desarrollar a partir de la investigación,
como por ejemplo en la tesis aparecían los planos de un detector de frecuencia
electromagnética que podía sentir cuando un espíritu estaba cerca, que según la
carga de la frecuencia se podía saber si era un espíritu bueno o malo humano o
no humano, les dejó claro que la investigación no era una broma y que se debía
invertir en ella para que saliera a la luz y se pudieran resolver muchos misterios
sobre el mundo espiritual. Ellos decidieron juntarse el sábado de esa semana para
pensarlo bien y el lunes comunicarían cualquier decisión.
Llegó el viernes de esa semana, Zeki y Xiomara se habían juntado para
conversar de sus vidas, de la universidad y también para pasar un poco la pena
que les produjo el que la investigación que ellos y el padre habían trabajado por un
año entero le s hubiese sido rechazada. Estaban en lo mejor de la conversación,
cuando sintieron un temblor de baja intensidad y vieron que los árboles se
sacudían y caían las hojas de sus copas hasta que finalmente formaron la imagen
de Yuri, que ya estaba sin heridas. Él les hablaba a su mente y les decía que no
se preocuparan más por él, porque ya estaba sano y que dejaran de rezar porque
ya estaba en el Cielo. Al principio ellos estaban muy felices, hasta que Xiomara
reparó en un detalle, que sus celulares no habían mostrado ninguna reacción ante
la aparición y que la túnica de Yuri seguía sucia siendo que debía estar limpia,
pero le siguió la corriente hasta que se fue. Zeki abrazó a su amiga y le decía que
estaba muy feliz de que por fin habían logrado salvar a su amigo del purgatorio,
pero ella le dijo que eso no era verdad, que ese al que habían visto recién era un
demonio disfrazado y que lo había notado principalmente por la falta de actividad
en los celulares que siendo Yuri un espíritu humano que no estaba en el Infierno
debió alterarlos como la última vez, que el espíritu demoniaco no tiene esa
facultad, a lo que respondió que a lo mejor como era un alma pura su frecuencia
electromagnética ya no dañaba los aparatos electrónicos, pero ella le recordó que
según su misma investigación cuando un alma ya era pura su frecuencia
aumentaba aun más, parecida a la de los ángeles por lo cual además de afectar
los celulares o cualquier aparato electrónico los debía dejar con una pequeña falla
interna de menor relevancia. Zeki aún se resistía a las palabras de Xiomara y le
dijo que al día siguiente como debían reunirse con el padre para decidir el futuro
de la tesis le consultarían. Apenas dieron las 18:00 hrs del sábado ya estaban los
jóvenes en la misa y en cuanto ésta terminó, ellos y el padre se fueron a la casa
para pensar que harían con la tesis. Después de un largo rato de discusión
resolvieron que el padre pediría una cita con el rector e irían en representación de
los chicos sus respectivos jefes de carrera, e intentarían convencerlo de leer la
tesis, ahora si realmente el rector se oponía a leerla se la llevarían a la
competencia. Aprovecharon de hacerle la consulta y don Sergio dijo que Xiomara
estaba en lo correcto y que eso que habían visto ciertamente no era Yuri, que el
demonio era capaz de imitar muy bien a otras personas, inclusive a los ángeles
buenos pero siempre tiene detalles que finalmente lo delaten como el detalle de la
túnica, porque lo de la frecuencia electromagnética sólo los que han tenido acceso
a la tesis podían saberlo, por lo que fue un error de cálculo de su jefe. Dicho esto
les regaló a cada uno un rosario bendito y agua bendita para que los portaran
siempre y en caso de cualquier problema ellos los sacaran y se enfrentaran al
demonio, pero si encontraban que el demonio era más fuerte que ellos que lo
llamaran porque él cuando más joven fue él exorcista de la diócesis entonces
sabía más o menos como enfrentarlos. También les dijo que le parecía muy
extraña la negativa del rector siendo que él sabía que ellos tres eran de los
personajes más destacados de la universidad en este momento y que sospechaba
que también tenían que ver los demonios con esa negativa, entonces el día de la
reunión llevaría los mismos objetos en caso de que se confirmara su sospecha.
Capítulo VI

Cuando llegó el lunes, se reunieron los académicos junto con Xiomara, Zeki
y el padre Sergio, allí ellos le manifestaron lo conversaron el fin de semana y los
jefes de carrera accedieron sin ningún problema, claro que no mencionaron lo de
la sospecha del cura para no asustar a los jefes. Como la agenda del rector y la de
ellos mismos estaba muy ocupada, les dieron hora para un mes más porque ahí
coincidían todos, entonces cada uno de ellos pensó durante el transcurso del mes
de que manera enfrentaría al jefe de la universidad. Los chicos se dedicaron a
estudiar para rendir bien en sus exámenes finales ya que querían terminar a toda
costa el año siguiente, por lo que no debían reprobar ni una sola asignatura, pero
así y todo lograban hacerse el espacio para rezar por Yuri e Iris y para conversar
con el padre Sergio los sábados, esta vez para que les transmitiera su sabiduría
en el exorcismo, claro que ellos estaban conscientes de que estas charlas no los
convertirían en exorcistas, pero si sería de gran ayuda en caso de que el demonio
de la otra vez se volviera a aparecer y don Sergio no pudiera estar con ellos en
ese momento. Finalmente llegó el gran día, a las 12:00 era la reunión con el rector
en su oficina, a esa misma hora Zeki y Xiomara se juntaron en un gran jardín de la
universidad, ya que cuando terminara la junta el padre los llamaría por celular para
que se reunieran y les contaría lo que sucedió. Cuando entraron a la oficina y el
rector los hizo tomar asiento en un gran sillón de la sala, notaron que el jefe tenía
su cara muy arañada por sus propias uñas, lo cual no dejo de llamarles la
atención, además que su voz se escuchaba mucho más grave de lo normal.
Comenzó hablando el jefe de carrera de Zeki, pidiéndole explicaciones al rector
por mirar en menos al mejor alumno de su carrera sólo por no ser licenciado aún.
A él se le volvieron los ojos rojos y le explicó que la comunidad universitaria en
general así como las demás universidades del país despreciarían la casa de
estudios por presentar un proyecto con alumnos que sólo tenían la escuela
elemental y un par de años en la universidad, pero la jefa de carrera de Xiomara
dijo que sería completamente al revés, que los demás se sorprenderían al ver que
estudiantes que aun no eran licenciados hacían cosas de magísteres o doctores y
que le ofrecerían a los jóvenes muchas oportunidades de perfeccionamiento
debido a su potencial. Entonces el rector le gritó “¡Suficiente, aquí se hace lo que
yo digo!” A la académica, se paró de su silla y la levantó por la chaqueta. Entonces
el otro jefe de carrera empujó al rector para que la soltara, pero su resistencia era
inmensa, al punto que no parecía humana. Todo esto confirmo las sospechas del
padre de que el rector estaba poseído y asomó de entre sus ropas el rosario que
llevaba en el cuello, lo cual provocó que el poseído soltara a la académica e
intentara golpear al sacerdote, el cual mientras intentaba esquivar los puñetazos
comenzó a recitar cada vez más fuerte las palabras utilizadas en los exorcismos.
El jefe de carrera de Zeki se acercó sigilosamente por detrás del rector y logró
atraparlo por la espalda. Mientras lo sujetaba le gritó al padre “¡Es ahora o
nunca”!, entonces el cura sacó de su maletín el agua bendita y la derramó sobre el
poseído, luego le pidió a los dos académicos que rezaran en voz baja cualquier
oración mientras él terminaba de recitar las oraciones del exorcismo. El rector
comenzó a moverse mucho hasta que finalmente se libró del jefe de carrera, pero
cayó al piso y dijo “Se libraron de nosotros por ahora, pero esto no se quedará así”
luego se desmayó y los demonios se salieron de su cuerpo. En seguida la
académica lo movió y le preguntó si estaba bien, el rector le dijo que sí, que no
sabía que le había pasado exactamente pero estaba seguro que ya no estaba
afectado. Entre los tres lo ayudaron a pararse y luego se fueron a sentar cada uno
a su lugar, entonces el jefe les preguntó que para qué era la reunión y don Sergio
le dijo que era para que leyera una tesis que él y dos estudiantes de pregrado
habían formulado. Apenas leyó en la portada los nombres de los integrantes se
sonrió y dijo que lo esperaran una semana porque tenía que leerla a fondo para
decidir si mostrarla a la comunidad universitaria y ayudarlos con fondos, pero el
intuía que era buena.
Mientras transcurría la reunión, Zeki y Xiomara estaban acostados en la
hierba mirando las nubes, descansando después de haber aprobado todas sus
asignaturas y esperando la llamada del padre, cuando de pronto las muchas flores
del jardín comenzaron a moverse solas y a soltar polen por todo el lugar,
finalmente todo el polen se juntó y formó la figura de Yuri. Debido a que
nuevamente los celulares no se afectaron los jóvenes sabían que ese no era
realmente su amigo y esperaron su primer movimiento. Él les dijo que les había
pedido que dejaran de rezar por él, que descansaran porque él estaba bien y que
estaban sólo gastando su fuerza vital en una oración que no tenía valor. Zeki lo
increpó y le dijo que si fuera tan verdad eso él no se aparecería para decir que la
oración era inútil, porque cada oración que se reza por un alma que ya está en el
Cielo esa alma se la regala a algún alma del purgatorio, entonces sólo diría que él
está bien y que mejor encausen la oración hacia gente que lo necesite más. En
ese momento Xiomara sacó de su cuello el rosario bendito por el padre Sergio y le
dijo “A nosotros no nos engañas pequeño demonio” y comenzó a rezarlo. El
demonio comenzó a enloquecer y a presionarse la cabeza, entonces mostró su
verdadera forma: En realidad era como un hombre muy alto con apariencia de
físico culturista y con ojos rojos. En ese momento Zeki se asustó e intentó llamar
por celular al padre Sergio, pero el espíritu le manipuló la mano para que lanzara
su teléfono hacia unos arbustos que había en el jardín. Luego les dijo que con un
estúpido rosario no lo iban a poder parar, que él era mucho más poderoso que
otros demonios y con su mente levantó a Xiomara y la estrelló con un árbol que
había en el lugar. Entonces Zeki furioso sacó de la mochila la botella con el agua
bendita y comenzó a derramarla sobre su enemigo, el cual se empezó a reducir en
tamaño hasta que quedó del tamaño de un niño de diez años, pero justo en ese
momento a Zeki se le acabó el agua bendita y el espíritu le volvió a manipular la
mano, esta vez para que se golpeara a sí mismo con la botella vacía hasta quedar
inconsciente. En ese momento Xiomara despertó y vio a su amigo tirado en el piso
y al malvado que con mucho esfuerzo por la pérdida de sus poderes por el agua
bendita estaba levitando una estatua que había cerca del jardín para lanzarla
sobre Zeki y matarlo de una vez. Ella con sus pocas fuerzas sacó de la mochila su
agua bendita y la roció sobre el rosario que llevaba, luego se arrastró hasta su
amigo y le puso su rosario en el cuello, después de eso no pudo moverse más.
Cuando el demonio le lanzó finalmente la estatua a Zeki pudo ver con molestia
que no lo había tocado, que el rosario había hecho que la estatua quedara
levitando en el aire y que él ya no podía moverla para lanzársela a Xiomara. En
ese momento los celulares de los chicos comenzaron a parpadear y a sonar,
ambos celulares tocaban la misma canción que era el Invierno de Vivaldi y de
ambos celulares salieron unas luces que cegaron al demonio y luego de eso de
cada celular se formó una figura humana, del teléfono de Xiomara salió Iris y del
teléfono de Zeki salió Yuri, luego de ver esto, la joven se desmayó. Ambos
espíritus penitentes se veían sin quemaduras profundas y con sus vestiduras más
limpias, aunque no del todo, por lo que a ambos les quedaba muy poco por purgar
y por lo mismo tenían más fuerza espiritual, al punto que ya podían manipular
objetos, lo que se demostró cuando Yuri con su mente abrió la mochila de Zeki
para sacar su rosario y cuando Iris manipuló la botella de Xiomara para rociarlo
con agua bendita, luego de esto el joven espíritu manipulo el rosario de tal manera
que lo convirtió en una especie de lazo y atrapó al demonio, luego la mujer siguió
manipulando la botella de agua y la aplicó sobre el demonio, al punto que ya no
fue capaz de mantener su presencia en este mundo y volvió al Infierno. Los
espíritus entonces usaron su poder espiritual y llevaron las conciencias de los
chicos a un lugar fuera de este mundo donde les explicaron que ellos ya habían
sacado al demonio de la universidad y que habían venido con permiso divino
debido a que estaban prácticamente solos enfrentando a un enemigo muy
poderoso. Aprovecharon de agradecerles todo lo que habían estado haciendo por
ellos y de decirles que ya les quedaba poco por purificar, que ya pronto estarían
en el Cielo y que en cuanto sucediera se los iban a hacer saber, si no ellos,
alguien perteneciente a ese mundo. Después de eso los jóvenes despertaron, aun
cansados por la pelea pero tranquilos porque había salido todo bien al final.
Después Zeki escucho que su celular vibraba, pero no sonaba siendo que no
estaba en silencio, fue hasta los arbustos hasta que por fin pudo sacarño. Revisó
quien llamaba y era el padre Sergio, que le preguntó donde estaban para juntarse
allí. Llegó en unos diez minutos y les contó toda la aventura que le había pasado a
él y a sus jefes de carrera y que en una semana les tenían respuesta. Ellos le
contaron también que ya habían derrotado al demonio con ayuda de Yuri e Iris y
que ellos estaban cerca de terminar su estadía en el purgatorio. Como ambos se
veían muy cansados y el sacerdote no tenía ninguna misa más por hacer se llevó
a los chicos a su casa, donde un diácono que estaba de visita y que era
paramédico les curó las heridas, más tarde cenaron todos juntos y se fueron cada
uno a su casa.
Capítulo VII

Pasó una semana después, y el rector citó a los tres a hablar a su oficina.
Les explicó que en un principio pensó que a la comunidad no le iba a interesar una
tesis sobre fantasmas, pero luego de leer cada detalle de la investigación y de lo
que habían descubierto con tan pocos recursos decidió que la propuesta tenía
mucho potencial y que merecía fondos de la universidad. Entonces programaron
para tres días más la presentación de la tesis a la comunidad universitaria, que
sería en el aula magna y en presencia de todas las autoridades incluyéndose él
mismo, por lo que debían estar muy preparados para esa exposición. Los tres
estaban muy felices de que el rector aprobara la tesis y desde ese día se
preocuparon de repasar los detalles técnicos para que ese día estuvieran listos.
Esto no gustó para nada al diablo, que al ver el fracaso de sus dos planes para
evitar la santidad de los jóvenes planeó otra estrategia para por último
inhabilitarlos de seguir rezando, entonces mandó a uno de los demonios que
habían poseído al rector a poseer a Kaneda, el hombre que había asaltado a Yuri
y a Xiomara hace algunos años atrás y que aún estaba prófugo de la justicia y con
el rencor hacia la chica, para que en el estado de ebriedad que se encontraba se
le ocurriera conducir por la ciudad. Entonces cuando el padre Sergio llevaba en su
auto a Zeki y a Xiomara para ir a la exposición, Kaneda vio a Xiomara que iba en
el auto del sacerdote, y lleno de ira y desesperación por vengarse de ella, se saltó
un disco “pare” y les chocó el vehículo. Esto provocó que los cuatro involucrados
quedaran en coma, pero el que quedó más grave de todos en ese momento fue el
sacerdote que quedó en un coma más profundo que el resto. El rector estaba
preocupado por el atraso de los chicos y porque no contestaban los celulares,
hasta que los padres de Zeki lo llamaron desde una clínica y le dijeron lo que
había pasado, por lo que tuvieron que cancelar toda la ceremonia ya que nadie iba
a poder exponer. Los tres quedaron internados en la clínica San Camilo, una
clínica a cargo del obispado de la ciudad debido a que Zeki y Xiomara eran
amigos del padre Sergio, entonces ellos corrieron con todos los gastos. Kaneda
sin embargo quedó internado en el hospital base de la ciudad simplemente porque
la policía lo solicitó para evitar que se escapara en el caso de despertar, dado que
su coma fue el menos severo y poder vigilarlo mejor. Los padres de Xiomara
estaban muy apenados por lo que les había pasado y ahora su padre se sentía
más culpable de haber matado a Yuri al ver que su hija ahora estaba conectada a
máquinas igual que él, pensó que no le gustaría que le hicieran lo mismo a ella. A
las pocas horas después el rector y los jefes de carrera de los chicos fueron a
visitarlos a la clínica, estaban muy apenados porque no tenían mucha esperanza
de salir del coma y menos el sacerdote, que lo más probable es que quedara en
estado vegetal, entonces lamentaban perder a tan buenos estudiantes con tan
buen proyecto y que tan sólo les quedaba un año para terminar sus ansiadas
carreras. El obispo de la diócesis fue a verlos también, porque estimaba mucho al
padre Sergio por su labor y realmente fue chocante para él que estuviera en un
coma tan profundo, por lo que organizó junto a los demás sacerdotes del decanato
una cadena de oración por la recuperación de él y de sus amigos Xiomara y Zeki.
La madre de Yuri también acudió a la clínica porque los chicos eran como parte de
su familia al ser tan amigos de su hijo mientras estaban en la universidad,
entonces fue doloroso también para ella que ahora estuvieran así. Pero aunque
los familiares de los afectados pensaran que ellos en coma eran casi como si
estuvieran muertos, la verdad es que todo lo que pasaba afuera los afectaba de
algún modo, por ejemplo, la mamá de Xiomara muchas veces le cantaba y le leía
poemas, los que generalmente le mejoraban el ritmo cardiaco cuando se
desestabilizaba. A Zeki también lo acompañaban, pero no le hablaban, sólo lo
acariciaban o le besaban la frente, lo que provocaba una sonrisa que duraba unos
segundos o al igual que su amiga estabilidad en los signos vitales. Pasó alrededor
de una semana del accidente y el obispo que visitaba al padre Sergio tuvo un
sueño, en el cual se le aparecía Iris, quien le explicó que ella y Yuri se
beneficiaban de las oraciones de Zeki y Xiomara y de las misas oficiadas por el
sacerdote, que desde que ellos cayeron en coma que su avance para salir del
purgatorio se había estancado, que estaban cerca de salir hasta que pasó el
accidente, entonces si era posible que él oficiara las misas en su lugar, ya que se
veía que no había mucha posibilidad de salir de ese estado. Monseñor creyó todo
lo que dijo Iris porque encajaba perfectamente con la tesis propuesta por los
chicos, entonces todos los viernes le dedicó misas a ellos y a la pronta
recuperación de sus amigos.
Al mes después del accidente, Kaneda despertó al fin, entonces cuando
estuvo plenamente recuperado, fue detenido por los policías que habían en el
hospital y quedo en prisión preventiva mientras duraba la investigación por los
ahora cuatro cargos que se le imputaban, ya que a los delitos de robo con
violencia y homicidio calificado se le sumaban conducir en estado de ebriedad y
cuasidelito de homicidio; al saber que todos habían quedado en coma y no solo él,
estaba feliz porque sentía que por fin se había podido vengar, aunque igual ahora
estuviera en la cárcel. Zeki mostraba una leve mejoría y el doctor les dijo a sus
padres que lo más probable es que dentro de poco tiempo despertaría. El padre
Sergio seguía grave y se le anunció al obispo que lo más probable es que
quedaría en estado vegetal debido a la gravedad de las lesiones del accidente, por
lo que se angustió aun más y ya no sabía que hacer, porque ya había organizado
la cadena de oración y ya le había ofrecido misas pero no pasaba nada. Xiomara
fue el caso más dramático, porque el médico les anunció a sus padres que
avanzaba hacia una muerte cerebral y que no le quedaba más de una semana de
vida, lo cual los dejó completamente desconcertados, porque nunca se imaginaron
que su coma iba a desembocar en una muerte, lo más grave que se imaginaban
era que quedara vegetal como el padre Sergio, por lo que el anuncio del doctor los
perturbó completamente. Hasta el diablo estaba perturbado con ese anuncio,
porque él lo que quería hacer era inhabilitarlos de rezar y si Xiomara moría ella iba
a seguir rezando desde el Cielo, pero si despertaba iba a seguir rezando en la
Tierra, por lo que se sintió completamente derrotado y no intentó hacer nada más
para detenerlos. El día de todos estos anuncios, el obispo le pidió a los padres de
Zeki y a los de Xiomara que fueran a su casa, porque tenía algo muy importante
que hablar con ellos. Fueron hasta allí y el sacerdote les dijo, que debido a lo
delicado de la situación, iban a tener que pedirle intercesión a un beato que había
en el país, se llamaba Michael y había sido el fundador de esta clínica y otras en el
país y le faltaba sólo un milagro para ser canonizado, entonces él pensaba que si
se encomendaban a él había una buena posibilidad de que todo saliera bien, pero
que recordaran que al final todo era voluntad de Dios, esa noche todos juntos
rezaron y se encomendaron al beato para que intercediera por ellos. A los dos
días después Zeki despertó al fin para alegría de sus padres, pero debía quedarse
unos días más en la clínica para estabilizarse bien, porque al enterarse que a su
amiga le quedaban pocos días de vida comenzó a tener los mismos síntomas que
ella tuvo cuando le prohibieron ver a Yuri; ese mismo día el obispo le hizo una
visita y le dijo también que encomendara a Xiomara al beato Michael, que desde
que le rogaron a él que las cosas habían mejorado, pero no podía notificar su
propia mejoría al Vaticano porque estaba dentro de las posibilidades médicas. A
los tres días después, a Zeki lo dieron de alta y el padre Sergio despertó, lo cual
fue una gran alegría para todos porque era muy difícil que eso pasara, aunque
estaba dentro de lo posible; también él se unió a la oración por Xiomara, porque
ya le quedaban apenas dos días de vida según el médico. Finalmente llegó el día,
el doctor dijo que esa noche Xiomara iba a morir, entonces en todo el día fue
llegando distinta gente para despedirse de ella, su jefe de carrera, su párroco, la
madre de Yuri, sus primos, el obispo, el padre Sergio, que además le administró la
Santa Unción, Zeki, que realmente sentía pena porque ya era la segunda amiga
que perdía después de Yuri, su madre, que le cantó todas las canciones que a ella
le gustaban y finalmente su padre, que pidió estar a solas con ella; el hombre lloró
intensamente, no podía creer que su hija iba a morir y más encima por culpa del
mismo infeliz que la había atacado hace cuatro años atrás, de pronto, en ese
rápido recuerdo del incidente recordó que en el relato de Xiomara, ella dijo que
Yuri siguió corriendo en lugar de detenerse a ayudarla y comprendió que si su
amigo se hubiera detenido lo más probable es que el maleante los hubiera
acuchillado a ambos y que lo había hecho sólo para que se olvidara de ella, ya
que había intuido que a él lo perseguían por los audífonos que llevaba en el cuello.
Se sintió entonces un asesino y un mal padre por no haber dejado que su hija se
despidiera cuando fue el funeral y por obligarla a dejarlo. Se acercó a Xiomara, le
besó su mano y le dijo “Xiomara perdóname, fui yo quien mató a tu amigo Yuri
porque me dejé llevar por la rabia, y no me di cuenta que él no tuvo nada que ver
en el asunto, espero que desde el lugar al que vas me puedas perdonar por favor”
luego le besó la frente y se fue de la habitación. A los pocos minutos de esa
declaración que la joven comenzó a estabilizarse y cuando el doctor fue a revisarla
para ver si ya llamaría a sus padres para el momento de la muerte, la vio con sus
propios ojos despertar. Al principio no lo podía creer y la llamó por su nombre, a lo
que ella contentó “¿Si? ¿Qué pasa doctor que me mira así?” y él le respondió que
ella estaba apunto de morir, no tenía ninguna posibilidad de sobrevivir y que ahora
estaba bien y no lo podía creer. Inmediatamente el médico le informó a los demás
que Xiomara milagrosamente se había recuperado y que hasta hablaba, por lo que
uno tras uno para evitar una descompensación fueron a verla y a hablarle. Su
madre no paraba de abrazarla y de dar gracias a Dios y al beato Michael de
salvarla de la muerte. Su padre también estaba más que feliz con esto, pero le
volvió a pedir perdón a su hija y le dijo que cuando ella saliera del hospital se iba a
entregar a la justicia para pagar por su maldad, a lo que ella le respondió que ella
lo perdonaba y que mejor antes que tomar esa decisión fuera donde un sacerdote,
se confesara y le preguntara que debía hacer y que ella lo apoyaba en cualquiera
de las dos decisiones que tomara porque por algo la justicia no dijo nada durante
la investigación. Zeki con lágrimas en los ojos le decía que esto realmente había
sido un milagro y que estaba muy feliz de no haberla perdido porque no quería
quedarse solo y ella le dijo que aun si hubiese muerto no lo hubiera dejado solo
porque pasaría rezando e intercediendo por él desde el Cielo y sería como otro
ángel guardián, lo que provocó que se sonrojara un poco pero no dejó que ella lo
viera y se fue. Después llegó el obispo que también estaba contento con su
recuperación y le dijo que como su caso había sido tan especial que lo iba a enviar
al Vaticano para que lo evaluaran porque a lo mejor podía ser el milagro que
hiciera a Michael fundador de la clínica santo; también le dijo que él había estado
rezando por Yuri e Iris durante el coma de los tres por lo que no se habían
quedado sin ayuda.
Capítulo VIII

Una vez que Xiomara fuese dada de alta de la clínica, el rector organizó
todo para poder exponer la tesis sobre los fantasmas. Todo quedó organizado
para que en tres días más se hiciera la exposición y durante ese tiempo, el padre
Sergio, Xiomara y Zeki se volvieron a juntar para repasarlo todo y preparase bien.
Finalmente llegó el día esperado, a la conferencia asistieron los jefes de carrera
de la universidad, los presidentes de centros de alumnos de carrera, los directores
de departamento, los decanos, el rector, el obispo, los padres de Xiomara, los
padres de Zeki y la madre de Yuri. En la exposición los tres explicaron primero que
todo los lugares a los que el alma podía ir que eran Infierno, Purgatorio y Cielo, y
que habían llegado a esa conclusión según los experimentos que habían
realizado, ya que habían logrado detectar que dependiendo de en que lugar
estaban al momento de aparecerse en el mundo humano provocaban o no
reacciones en los aparatos electrónicos, que demostraron con grabaciones hechas
en el cementerio que era donde ocurrían más apariciones y mostraban que frente
a un alma penitente que venía a pedir oración la cámara se alteraba y se veía
entrecortado debido a la frecuencia electromagnética del alma, que frente a un
alma condenada que venía a manifestar su descontento solo ocurría un pequeño
temblor de tierra, y que frente a un alma gloriosa que venía a dar las gracias
provocaba que el foco de la cámara se rompiera y se parara la grabación.
Explicaron que las almas penitentes eran las más misteriosas de todas porque
siempre se las arreglaban para pedir ayuda, ya sea a través de los sueños, de
intuiciones o de apariciones y allí nombraron el caso de Yuri e Iris, el cual dejó en
un principio desconcertada a la madre del chico, pero como la investigación se
veía seria lo comprendió, luego de eso explicaron las formas de poder ayudarlas,
como por ejemplo rezando, ofreciendo misas, ofreciendo las molestias del día
entre otras. También mostraron los planos del detector de frecuencias que, de ser
construidos podrían ver según la frecuencia electromagnética si una casa estaba
poseída, si iba a ocurrir una aparición y según la frecuencia si era humano o no
humano, bueno o malo y un sinfín de posibilidades para seguir avanzando en el
terreno de lo ultraterreno. Una vez terminada la conferencia, todos aplaudieron al
trío porque realmente la tesis era muy buena, aunque al principio se podía dudar
de ella por hablar de fantasmas porque después quedaba claro el principio de su
existencia. Después del cóctel de despedida, la madre de Yuri se acercó a Zeki y
a Xiomara y les preguntó que porqué no le habían dicho nada sobre que su hijo
estaba en el purgatorio y Zeki le explicó que era porque Yuri no fue católico sino
hasta los últimos momentos de su vida y había deducido que ella no era católica
practicante y que en su momento no lo entendería aunque se lo explicaran de mil
maneras, que ellos mismos habían tenido que esperar a las apariciones recién
para creerlo y que con las pruebas científicas querían dejarla fuera de dudas para
que lo pudiera ayudar, a lo que ella respondió que de verdad si le hubiesen
llegado con eso a su casa no lo creería de inmediato pero con lo de hoy no
quedaban dudas y que esa misma noche iba a rezar por el alma de su hijo.
Cayó la noche y el padre Sergio junto a los chicos en su casa y rezaron un
rosario por todas las almas del purgatorio, especialmente por Yuri e Iris; al mismo
tiempo la madre de Yuri en su casa elevó una plegaria llena de fe por su hijo. En
ese momento, las almas de ambos penitentes completaron su purificación, ya no
tenían ni una sola quemadura y sus vestiduras estaban blancas como la nieve,
pero estaban tan cansados que sus ángeles los llevaron en brazos hasta el Cielo.
La particularidad que tenía el lugar es que cada alma que llegaba hasta allí lo veía
a su manera, porque el Cielo es la felicidad total y no a todas las personas les
gustan las mismas cosas, en este caso, Yuri veía el cielo como un lugar hermoso
en el campo, pero de noche, estrellado, con luna llena y en medio del lugar en una
gran mansión habitaban Dios, Jesús, la virgen, los santos, Buda, y un sinfín de
personas que lo recibieron con amor, incluido su padre que había fallecido cuando
él aun era un bebé; Iris veía el Cielo como una playa de arena rubia, de día
soleado y caluroso, donde Dios, los ángeles y todos habitaban en un gran
departamento frente el mar. Lo que sentían era indescriptible, nunca habían sido
tan felices, pensaron que realmente valió la pena todo lo que pasaron en el
purgatorio y en eso pidieron permiso para aparecerse por última vez y decirle a los
que los ayudaron que ya estaban bien y agradecerles todo. Entonces, cuando Zeki
y Xiomara estaban por dejar la casa del sacerdote sintieron un temblor de
mediana intensidad, la ampolleta de la casa se quemó y vieron cómo sus celulares
parpadeaban solos hasta apagarse, por lo que se prepararon ya que sabían que
significaba una nueva aparición. La puerta se abrió con el viento y vieron como
varios focos de energía se juntaban delante de ellos y formaron las imágenes de
Yuri e Iris, que esta vez lucían un aspecto glorioso y radiante y se veían realmente
felices. Les comunicaron a sus mentes que ya habían terminado de pagar toda la
pena en el purgatorio y que ahora estaban en el Cielo, les agradecieron toda la
paciencia y ayuda durante estos años para sacarlos de allí y que por favor
continuaran ayudando a las almas del purgatorio porque hay muchas que llegan
ahí y nadie reza por ellos. También les dijeron que en agradecimiento por toda la
ayuda que siempre estarían rezando por ellos y protegiéndolos desde el Cielo. Los
tres estaban seguros que si eran ellos y no demonios por los daños producidos a
los aparatos eléctricos y por la forma en que anunciaron todo, que era de manera
pacífica, llena de luz, no se podía dudar de eso. Luego ambas almas se
despidieron y se disolvieron nuevamente en focos de energía. El padre, Zeki y
Xiomara estaban muy felices de por fin haber sacado a sus seres queridos del
purgatorio, ya que había sido una tarea que por años habían estado haciendo y la
satisfacción por haberla logrado era enorme. Acordaron llamar a la madre de Yuri
al día siguiente porque tenían que a como de lugar celebrar esto. Esa misma
noche, ella tuvo un sueño en el cual estaba rezando por Yuri en un templo, cuando
de pronto su hijo se le aparecía y le contaba que ya estaba bien, que su rezo
sumado a todos los demás lo habían sacado ya del Purgatorio, que ahora
estuviera tranquila porque él estaba muy feliz ahora junto a Dios y que si quería
podía seguir rezando por las almas del purgatorio porque hay muchas que no
reciben oraciones de nadie. Entonces cuando al otro día los chicos la llamaron
para celebrar la liberación de Yuri, ella fue con mucho gusto porque también le
constaba que eso era así. La celebración consistió en una misa privada en la cual
sólo asistieron ellos cuatro y los padres de Zeki y Xiomara, y en una cena, donde
compartieron todos como buenos amigos, felices por lo que habían conseguido y
felices por Yuri e Iris que ya no sufrían más.
Una vez terminadas las vacaciones de verano, Xiomara y Zeki comenzaron
su último año universitario, el cual empezaron con mucho ánimo para poder
aprobar todo. También durante el año dejaron de asistir a los simposios y
congresos porque su tiempo lo tuvieron que ocupar junto al padre Sergio para
seguir con la investigación que ahora contaba con fondos de la universidad, y
gracias a eso, el detector de frecuencias pudo ser construido, lo que facilitó aun
más el trabajo sobre los espíritus. El padre de Xiomara fue con el párroco de la
parroquia a la que asistían con su hija y en confesión le dijo que él había sido el
verdadero asesino de Yuri y que de veras estaba arrepentido, a lo que el
sacerdote le respondió que como penitencia además de rezar un rosario completo
en reparación de su falta, debía acercarse a la policía para confesar su crimen,
entonces fue, rezó su rosario y salió del templo muy nervioso hacia la comisaría,
pero no alcanzó a caminar ni media cuadra cuando producto de toda la ansiedad
le dio un ataque cardíaco. El sacerdote escuchó sus gritos cuando se desplomó y
se lo llevó de inmediato a la clínica San Camilo, allí avisó a Xiomara y a su madre
lo que había pasado, luego de eso le administró la extremaunción. Cuando
llegaron a la clínica, el médico les dijo que habían intentado reanimarlo, pero nada
había funcionado, el padre de Xiomara había muerto. Fue muy doloroso para ella
este suceso porque era muy apegada a su papá, pero no estaba sola, la apoyaban
Zeki, el párroco, el padre Sergio, Yuri e Iris desde el Cielo, por lo que trató de
canalizar su pena rezando por su padre varios réquiems, además que el padre
Sergio se había ofrecido a mandarle a hacer misa, lo cual fue un pequeño
consuelo para ella. Por el duelo ella estuvo una semana sin ir a la universidad, no
sólo para poder ella misma superar la pérdida, sino también para estar con su
madre que también había quedado muy afectada por la pérdida. Zeki iba a
visitarlas seguido para que no se sintieran solas, lo cual ellas le agradecieron
enormemente. La última noche antes de volver a la universidad, se encontraban
Xiomara y su mamá rezando por el alma de su padre, cuando de pronto la
ampolleta se quemó, hubo un temblor de mediana intensidad y la chica presintió
que venía una nueva aparición, así que fue a buscar el detector de frecuencias, el
cual indicó que la frecuencia electromagnética era muy alta por lo cual debía ser
un buen espíritu. Luego de eso, se encendió la televisión que estaba en la
habitación, parpadeó un poco y de ella salió la figura del padre. Ellas se pusieron a
llorar porque pensaron que estaba en el purgatorio, pero luego miraron bien y se
dieron cuenta que sus vestiduras estaban blancas y que no tenía quemaduras. El
espíritu les dio las gracias a ambas por sus oraciones y les dijo que su tiempo en
el purgatorio había sido muy corto porque cuando el párroco se lo llevó a la clínica
le había administrado la extremaunción, lo que lo ayudó mucho, entonces ahora
se aparecía para que no lo lloraran más y dedicaran su tiempo y su vida para Dios,
dicho esto se fue. Las dos mujeres todavía no podían creer lo que habían visto,
parecía mentira que en tan poco tiempo él ya estuviera en el Cielo, pero el
detector de frecuencias no mentía, ese espíritu no era un demonio ni un espíritu
penitente, era un espíritu glorioso. Cuando el papá de Xiomara llegó al Cielo, lo vio
como una gran ciudad futurista con mucha tecnología, donde todos vivían en
enormes rascacielos y en el más alto vivía Dios. Allí se encontró con sus padres,
algunos viejos amigos y con Yuri, a quien le pidió perdón por haberlo matado, pero
Yuri le sonrío y le dijo que no se preocupara, porque si él no lo hubiese asesinado,
Xiomara, Zeki y el padre Sergio no habrían hecho el estudio que ha beneficiado a
tantas almas y a lo mejor ellos no se habrían esmerado tanto por ser los mejores
en la universidad.
Epílogo

Xiomara poco a poco con ayuda de Zeki y el padre Sergio pudo ir


superando poco a poco la muerte de su padre y pudo rendir sin tantos problemas
en la universidad. Finalmente ese año ambos jóvenes se titularon: Xiomara de
Psicopedagoga y Zeki de Historiador, ambos con gran distinción por sus notas a lo
largo de su carrera, lo cual les permitió facilidades para poder sacar post títulos
más adelante. Kaneda fue condenado a cuarenta años de cárcel por los delitos
que se le imputaron, en la prisión los otros condenados lo miraban feo porque no
era primera vez que él estaba ahí y más encima ahora estaba preso por asesinato,
desgraciadamente se enteró por los comentarios de uno de los guardias que
Xiomara ahora era muy exitosa junto a sus amigos por la universidad, lo que
amargó aun más su estadía ya que no pudo concretar su anhelada venganza. La
investigación sobre los espíritus se hizo famosa, recorrió todo el país y luego fue
llamando la atención de otros países, hasta que dentro de algunos años llegaron a
ser diez los países que estaban trabajando en lo mismo, al poco tiempo de la
masificación de la tesis, Xiomara, Zeki y el padre Sergio se retiraron para poder
ejercer sus carreras tranquilos. Por esos días el Vaticano finalmente aprobó el
milagro atribuido al beato Michael por el cual Xiomara se salvó de morir, por lo que
a los pocos meses se le canonizó y a la ceremonia estuvieron presentes los tres,
la madre de Xiomara y el obispo. Ambos jóvenes se destacaron en sus carreras y
llevaron el nombre de su pequeña universidad en alto, porque nunca olvidaron
todas las cosas que pasaron allí, los estudios, la tesis, los amigos, todo eso lo
llevaban en el corazón y cada vez que mencionaban que su alma mater era esa, lo
decían con una gran convicción. Varios hombres con grandes títulos le pidieron
matrimonio a Xiomara, pero ella siempre respondía que su corazón ya estaba
ocupado, hasta que un día, Zeki muy tímidamente se le acercó y le dijo “Xiomara,
ya sé que tu corazón lo tienes reservado para alguien especial, pero quiero que
sepas que yo te amo, te amo desde el día que Yuri me poseyó y después nos
fuimos juntos a la catedral, desde ahí que no he parado de verte como una mujer,
pero nunca fui capaz de decírtelo porque no quería que dejaras de ser mi amiga”
entonces ella le respondió “Querido Zeki, tantos años han pasado y te has
aguantado un sentimiento tan grande, te admiro, pero también creo que fuiste un
estúpido, porque no fuiste capaz de darte cuenta que una chica en la universidad
siempre te vio como hombre, por toda la carrera pero tú no fuiste capaz de leer en
su mirada y en sus gestos que estaba loca por ti” Zeki la miró extraño y le dijo
“¿En serio? ¿Pero quién podría enamorarse de alguien como yo?” a lo que ella le
respondió “Zeki, cuando decía que mi corazón ya estaba reservado para alguien…
me refería a ti, te amo con todo mi corazón desde el día en que Yuri nos presentó,
me encantó tu personalidad tan abierta y sincera, aunque fueras tímido, además
que tu siempre estabas ahí, aunque fueran las tres de la mañana tú me
contestabas el teléfono o el chat y me acompañabas” El joven estaba tan feliz de
lo que Xiomara le había dicho que se desmayó. Ella lo despertó y le pregunto si
estaba bien, él le respondió que era imposible no estar bien si sabía que la chica
de sus sueños lo amaba. A los pocos meses de esta mutua declaración, Xiomara
y Zeki se casaron, quien los casó fue el padre Sergio en la catedral. Fue un
matrimonio muy feliz y muy fecundo, tuvieron siete hijos, tres hombres y cuatro
mujeres que estaban orgullosos de los padres que tenían.
Pasaron muchos, muchos años y producto de su vejez Xiomara y Zeki
fallecieron, fue una muerte pacífica y sin dolor, simplemente un día se fueron a
dormir y después no despertaron más. Sus funerales fueron muy concurridos ya
que gracias a sus estudios y a su testimonio de vida mucha gente los conoció y
supo lo buenas personas que eran. Ellos a diferencia de otras personas no
pasaron por el purgatorio, se fueron directamente al Cielo, ya que el haber hecho
toda una investigación que permitió sacar del purgatorio a Yuri y a miles de almas
los llenó de la gracia de Dios, no cayeron nunca más en pecado mortal después
de que Yuri e Iris se fueron al Cielo y frecuentaban mucho los sacramentos por lo
que iban borrando con frecuencia sus pecados veniales. Xiomara veía el Cielo
como una gran mansión en el campo, donde en cada habitación había un alma y
en la habitación de más arriba estaba Dios a quien siempre se le podía ver, en esa
mansión se encontró con Zeki y se rencontró con sus padres, el padre Sergio, el
obispo de la época de los sucesos, con Yuri, con Iris, con la madre de Yuri y con
San Michael que fue uno de los responsables de que ella no muriera cuando
estuvo en coma. Zeki veía el Cielo como una región lluviosa llena de árboles y
plantas, donde se podía disfrutar de todo el verde de la zona, allí se rencontró con
las mismas personas que su esposa, sus propios padres y algunas figuras de la
historia que siempre quiso conocer. En la Tierra los fieles de la diócesis que vieron
nacer a estos maravillosos hombres los propusieron como modelo de santidad,
donde el hecho que más se destacaba fue su lucha por las almas del purgatorio,
causa que aun se lleva y que los tiene por ahora en venerables, lo que significa
que les faltan dos milagros para ser canonizados. Las personas que más se
encomiendan a ellos son los estudiantes universitarios porque fue mientras
estudiaban para pregrado cuando comenzaron su obra, así que esperemos que
algún día ellos puedan ser salvados por la intercesión de Zeki y Xiomara, para que
algún día el pequeño país que los vio nacer tenga dos santos más

FIN

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