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EMISORES DE UN SISTEMA DE ALCANTARILLADO

EMISORES:
Emisor es el conducto que recibe las aguas de uno o más colectores ó interceptores, no recibe
ninguna aportación adicional (atarjeas o descargas domiciliarias) en su trayecto y su función es
conducir las aguas negras a la planta de tratamiento. También se le denomina emisor al
conducto que lleva las aguas tratadas (efluente) de la planta de tratamiento al sitio de descarga.
Por razones de economía, los colectores, interceptores y emisores deben tender a ser una
réplica subterránea del drenaje superficial natural. El escurrimiento debe ser por gravedad,
excepto en condiciones muy particulares donde se requiere el bombeo. A continuación se
describen brevemente cada uno de ellos.

a) Emisores a gravedad: Las aguas negras de los emisores que trabajan a gravedad generalmente
se conducen por tuberías o canales, o bien por estructuras diseñadas especialmente cuando las
condiciones de proyecto (gasto, profundidad, etc.) lo ameritan. Lineamientos Técnicos para
Factibilidades

b) Emisores a presión: Cuando la topografía no permite que el emisor sea a gravedad, en parte
o en su totalidad, será necesario recurrir a un emisor a presión. También la localización de la
planta de tratamiento o del sitio de vertido, puede obligar a tener un tramo de emisor a bombeo.

En estos casos es necesario construir una estación de bombeo para elevar el caudal de un tramo
de emisor a gravedad, a otro tramo que requiera situarse a mayor elevación o bien alcanzar el
nivel de aguas máximas extraordinarias del cuerpo receptor, en cuyo caso el tramo de emisor a
presión puede ser desde un tramo corto hasta la totalidad del emisor.

El tramo a presión debe ser diseñado hidráulicamente debiendo estudiarse las alternativas
necesarias para establecer su localización más adecuada, tipo y clase de tubería, así como las
características de la planta de bombeo y la estructura de descarga. En casos particulares, en los
que existan en la localidad zonas sin drenaje natural, se puede utilizar un emisor a presión para
transportar el agua negra del punto mas bajo de esta zona, a zonas donde existan colectores
que drenen por gravedad.

EMISORES SUBMARINOS:

Los emisarios submarinos son fundamentalmente tuberías que conectan la salida de la planta
de tratamiento de aguas residuales con el mar. Es decir, están constituidos por conducciones en
parte terrestres y en parte marítimas, hasta llegar al punto de vertido, situado lo
suficientemente alejado de la costa, según estudios de corrientes llevados a cabo para cada caso
concreto, para no afectar significativamente a las zonas de baño.

En algunos casos, en lugar de un punto de vertido, hay varios para diseminar mejor el vertido, y
evitar la concentración de elementos contenidos en el agua evacuada. Tradicionalmente, los
emisarios submarinos han sido utilizados como sistema para la evacuación de las aguas
residuales depuradas en plantas de tratamiento. Esta era la primera opción de evacuación para
todas aquellas plantas cercanas a la costa o a los ríos caudalosos, ya que permite una salida
“segura” en todo caso, y especialmente cuando hay problemas de correcto funcionamiento de
la planta de tratamiento.

En esos casos, que son frecuentes por desgracia en nuestro entorno, la contaminación evacuada
al mar, lejos de la costa y supuestamente diluida en un mar infinito, es tomada como solución,
frente al vertido en el medio terrestre, que para empezar se ve y se nota mucho más, generando
molestias inmediatas para las personas que viven cerca del punto o área de vertido. Es decir,
enviamos lejos y a un medio receptor que permite diluir de forma aparentemente segura el agua
residual más o menos tratada previamente. Renunciamos al posible aprovechamiento de un
agua tratada y regenerada en parte, y para lo que nos gastamos muchos millones de euros al
año, para evitar riesgos en el eventual caso de mal funcionamiento de las plantas. Ahora bien,
esta opción supone seguir gastando más dinero y afectando ambientalmente al medio. Porque
los emisarios submarinos no son precisamente elementos inocuos que se instalan y nos
olvidamos de ellos.

Afectan a distintos aspectos del medio marino, desde la posidonia, las corrientes marinas
costeras, la fauna y flora marinas, la temperatura del agua, el uso de la costa y otros. Requieren
además de un riguroso seguimiento posterior a su instalación, que en muchos casos por
desgracia no se da. También pueden afectar al medio terrestre, si se producen colapsos en la
entrada, por ejemplo en episodios de lluvias o por averías en el tramo terrestre.

En los tiempos que vivimos, merece la pena dedicar tiempo y esfuerzo en aprovechar este gasto,
necesario y obligatorio para cumplir con las normativas de aguas residuales, de forma un tanto
más provechosa que su simple vertido al mar, especialmente mediante la reutilización del agua
convenientemente tratada. Actualmente, los emisarios submarinos representan un ejemplo
más de lo que no somos capaces de resolver adecuadamente, incluso cumpliendo con las
normativas vigentes en cada momento. En su larga historia, los emisarios submarinos han
protagonizado innumerables situaciones de crisis por rotura, mal funcionamiento o por mala
calidad del agua vertida, que ha repercutido en el medio marino y terrestre, a pesar de su diseño
siempre aparentemente ajustado a normativa. Un ejemplo actual de todo lo anterior es el caso
de Talamanca, en Ibiza.

Seguramente no todo es achacable al propio emisario submarino, ya que en general los sistemas
de colectores generales nunca estuvieron bien diseñados para evacuar adecuadamente las
aguas residuales, así como el sistema de pluviales, que vierte en buena parte en esos mismos
colectores, y las estaciones de bombeo del agua residual. Todos estos elementos contribuyen
en gran medida a la frecuente aparición de problemas.

¿Cómo es posible que no hayamos sido capaces de materializar soluciones globales que además
de cumplir con las normativas, también cumplan con la obligación de dar un servicio eficiente y
de calidad al residente y al visitante y sea menos impactante con el medio ambiente? La solución
de emisarios submarinos para evacuación del agua residual tratada en las plantas de depuración
de aguas residuales debería ser reconsiderada muy en serio.

Es cierto que una estación depuradora de aguas residuales necesita disponer de un mecanismo
de evacuación seguro y no dependiente de otros factores ajenos a la propia planta. No obstante,
el hecho de disponer de emisario submarino hace que las otras soluciones, especialmente la
reutilización, pierdan posibilidades. Asimismo, la rigurosidad y la garantía de funcionamiento
parecen menos necesarias, porque el mar es grande y todo se lo traga.
Hasta los lodos en casos extremos. Si eliminamos o restringimos severamente el uso de
emisarios submarinos, nos obligaremos a ser más cuidadosos con el diseño de las plantas
depuradoras, a llevar a cabo una explotación y mantenimiento rigurosa y fiable y por ende a
aprovechar mejor el agua depurada.
Los emisarios submarinos eran la solución en el siglo XX, cuando vivíamos en la Economía Lineal,
y los residuos eran desperdicios que había que eliminar. Ahora, en pleno siglo XXI y con el auge
de la Economía Circular, en la que nada se da por perdido y se busca permanentemente la
integración de los subproductos y residuos en el ciclo económico, porque son materias primas
con un valor económico y de uso, (véase el último paquete de medidas aprobado por la Comisión
Europea recientemente) los emisarios submarinos nos aparecen más como problema que como
solución.

¿Qué beneficios tienen las tuberías de polietileno (PE) para la construcción de emisarios
submarinos?

Primero de todo destacar que las tuberías empleadas para los emisarios submarinos son las
tuberías PEAD, Polietileno de Alta Densidad. Este material es el que se emplea en la gran mayoría
de casos por los siguientes motivos:
 Flexibilidad del material: Las tuberías de polietileno de alta densidad (PEAD) se
caracterizan por su flexibilidad. Sus características físicas se fundamentan en una
elevada capacidad de deformación, añadida a una capacidad de relajación de tensiones,
características propias de los materiales del rango de las poli-olefinas (PE y PP).
 Facilidad para la unión de tubos: Los tubos de PEAD permiten aplicar la técnica de
soldadura por termo-fusión, también conocida como soldadura a tope. Esto permite la
construcción de tramos tan largos como se desee. Los tubos se van conectando y se van
formando tramos. Los tubos se unen por soldadura por termo-fusión en la orilla para ir
construyendo dichos tramos y luego se transportan por superficie (flotando) y su
hundimiento controlado en forma de una “S”.
 Alta Resistencia a las inclemencias marítimas: Las condiciones climatológicas que se
pueden dar en el mar, especialmente en zonas de más al norte, pueden ser extremas.
Los emisarios submarinos construidos a partir de tuberías de PEAD garantizan que no
haya roturas ni fugas debido a los fuertes oleajes, las corrientes marítimas o la
inestabilidad del lecho submarino. La flexibilidad y resistencia del material garantizan la
durabilidad del emisario submarino. Además el PEAD es un material con gran resistencia
a la corrosión del agua de mar. Una característica que otros materiales como el acero
no cumplen del mismo modo.
 Materiales muy ligeros: En comparativa con otros materiales como el hormigón o el
acero, el polietileno es mucho más liviano. Esto garantiza que los trabajos de obra se
realicen con mayor rapidez y la obra del emisario submarino no se prolongue tanto en
el tiempo.
 Reducción de costos: La posibilidad de montar tramos largos en tierra como
hablábamos anteriormente, permite reducir el número de uniones en el fondo del mar,
que suele ser uno de los motivos por los cuales el costo de la obra del emisario
submarino también aumenta.
 Buen comportamiento hidráulico: La baja rugosidad del polietileno de alta densidad, le
da un muy buen comportamiento hidráulico.
 Mayor vida útil: La adherencia en las paredes interiores de los tubos de PEAD es muy
reducida. Esto hace que la vida útil se prologue mucho más.

Los emisarios submarinos son fundamentales cuando hablamos sobre gestión de agua,
especialmente en las zonas costeras urbanizadas. En zonas de interior, en la mayoría de
ocasiones el suministro de agua no supone un problema.

Pero en el caso de zonas secas costeras, las desaladoras, las cuales cogen el agua del interior del
mar a través de emisarios submarinos, son clave.

Además para garantizar que las aguas residuales se saneen de forma correcta, los emisarios
submarinos también resultan igual de importantes.
¿Cuándo se justifica el uso de un emisario submarino?

Se justifica usar un emisario submarino en los casos en que es necesario proteger las zonas
costeras de los posibles efectos adversos de una descarga. En toda descarga a un cuerpo de
agua, existe una zona (la llamada zona de mezcla) donde el efluente se mezcla con las aguas
receptoras y en la que puede haber 3 efectos adversos localizados aunque el grado de
tratamiento sea provisto.

El objetivo de un emisario es alejar la descarga de la costa para protegerla de estos posibles


efectos. Un ejemplo clásico de esta aplicación se produce cuando una descarga está localizada
cerca de una zona de playas de baño.

Los emisarios submarinos tienden a ser costosos debido a la complejidad de los aspectos de
construcción que requieren. Por esto es importante recalcar que no todas las descargas al mar
necesitan emisarios submarinos largos.

Aquellas descargas que no tengan el potencial de afectar adversamente los usos de las aguas
cercanas al punto de descarga, podrían ser efectuadas directamente o cerca de la orilla, aunque
muchas veces es preferible, por razones estéticas, que las descargas ocurran bajo el nivel del
agua y que se usen emisarios cortos.

En cualquier caso, el propósito del emisario es descargar lejos de zonas sensibles. La descarga
del emisario debe ser localizada para evitar zonas sensibles, tales como arrecifes de coral, áreas
de pesca y de cultivo o de recolección de mariscos.

Reparación en emisarios submarinos

Las anomalías o fallos en emisarios submarinos se producen, en su mayoría, por deficiencias del
proyecto en sus etapas de construcción o ejecución. También pueden tener origen en factores
externos (anclas de barcos, dragas, aparatos de pesca, etc.) o en situaciones anómalas como
fenómenos sísmicos.
En caso de que sea necesario realizar una reparación, hay que tener en cuenta las
particularidades del emisario y que no se puedan realizar soldaduras bajo el agua.

Por lo general, los trabajos de reparación consisten en la utilización de abrazaderas metálicas


que comprimen una banda de material elastómero-neopreno contra los extremos de los tubos
a reparar.

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