Algunos confirmandos se acercan hacia el Cirio Pascual para encender sus
velas y trasmitirlas a los demás. Esperar que todos tengan encendidas las velas.
MONICIÓN
Iniciamos el Rito de la Confirmación con la Renovación de las
Promesas Bautismales. El Cirio Pascual encendido simboliza a Cristo Resucitado y Glorioso. Compartir su luz nos incorpora a su misterio pascual.
Y ahora, antes de recibir el don del Espíritu Santo, conviene
que renueven ante mí, Pastor de la Iglesia, y ante los fieles aquí reunidos, testigos de su compromiso, la fe que sus padres y padrinos, en unión con toda la Iglesia, profesaron el día que ustedes fueron bautizados.
Queridos hermanos ¿Están dispuestos a vivir y a morir
como seguidores de Cristo Jesús?
R/. Sí, estoy dispuesto.
¿Están dispuestos a creer, con la luz del Espíritu Santo, todo lo que Dios ha revelado y nos enseña por medio de Cristo en el evangelio? R/. Sí, estoy dispuesto. ¿Están dispuestos, con el fuego del Espíritu Santo, a amar a Dios sobre todas las cosas y al prójimo como a ustedes mismos? R/. Sí, estoy dispuesto. ¿Están dispuestos, con la fuerza del Espíritu Santo, a dar testimonio de Jesús en todas partes, aunque tengan que sufrir por ello desprecio y persecución? R/. Sí, estoy dispuesto.
¿Están realmente dispuestos, con la ayuda del Señor a
no preferir nada a la voluntad de nuestro Padre Dios, y a amarlo siempre con todas sus fuerzas, sobre todas las cosas?
R/. Con la ayuda de Dios, sí, estoy dispuesto.
Para ser cristianos de verdad tienen que saber perdonar,
no ser egoístas; no tener venganzas ni envidias; no vivir una vida supeñicial y ser sinceros. ¿Renuncian al pecado y a todo lo que lleva al pecado?
R/. Sí, renuncio.
Para ser cristianos de verdad tienen que comprometerse: a
querer a todos los hombres como hermanos, a trabajar por la Iglesia, a orar en común y a solas, a celebrar el Día del Señor. ¿Se comprometen de verdad a todo esto?
R/ Sí, me comprometo.
Para ser cristianos de verdad hay que tener fe: en Dios,
Creador y Padre de todos los hombres; en Jesucristo, Hijo de Dios y hermano nuestro, que se encarnó de María Virgen; en el Espíritu Santo que está presente en la Iglesia y que hoy les será comunicado de un modo singular por el sacramento de la Confirmación, como fue dado a los Apóstoles el día de Pentecostés. ¿Lo creen de verdad?
R/ Sí, creo.
Esta es nuestra fe; esta es la fe de la Iglesia, que nos
gloriamos de profesar, en Cristo Jesús, Señor nuestro.
R/ Amén. Envía tu Espíritu, Señor, y renueva la faz de la tierra. 19
COMPROMISO DE LOS PADRINOS
Acabado la renovación de las promesas bautismales, el Obispo, interroga a
los padrinos sobre su compromiso de preceder con el buen ejemplo a sus ahijados.
Y también a ustedes, padrinos, la Iglesia los llama a un
compromiso.
¿Se comprometen a acompañar a sus ahijados en el camino
de la fe, aconsejándolos, dándoles un buen ejemplo de vida, apoyándolos para que sean cristianos auténticos y comprometidos?
R/. Sí me comprometo, con la ayuda de Dios y de la Virgen
María.
Que el Señor y la Virgen María, nuestra Madre les acompañe