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Podríamos definir una propiedad, la fluidez, que nos dijera cómo de fluido es realmente un
fluido (el primer comportamiento de antes sería un fluido estupendo, el segundo un fluido
espantoso). Sin embargo, es muy común en Física no medir la facilidad con la que sucede
algo, sino la resistencia a que algo suceda –porque suele ser más fácil medir eso–, de
modo que en este caso optamos por definir una propiedad diferente: la viscosidad.
Aunque la definamos en un momento, todos tenemos un concepto intuitivo de la
viscosidad, ya que a lo largo de nuestra vida estamos en contacto con muchísimos fluidos
diferentes. Si piensas, por ejemplo, en el agua y la miel, está clarísimo cuál de los dos
líquidos es más viscoso que el otro, lo mismo que si piensas en la miel y el alquitrán
semifundido. En general, un fluido muy viscoso se resiste al deslizamiento de unas capas
sobre otras, con lo que tiende a mantenerse unido, mientras que uno muy fluido –muy
poco viscoso– se desliza sin el menor problema.
De hecho, si lo llevamos al extremo, un fluido de una viscosidad gigantesca se resistirá a
cambiar de forma, con lo que su comportamiento se parecerá más a un sólido que a un
fluido propiamente dicho. Como digo, es una cuestión de grado, y en un momento doy
algunos números para que puedas comparar algunos fluidos comunes y cosas que es
difícil ya llamar fluidos por su enorme viscosidad. Pero, antes, una definición.
Aunque definir matemáticamente la viscosidad requiere conceptos que superan este
bloque introductorio, es un concepto lo suficientemente intuitivo como para que demos
una definición que nos sobra por ahora: “La viscosidad de un fluido es una medida de la
resistencia que ofrece al desplazamiento de unas capas de fluido sobre otras”.
Un fluido poco viscoso no transmite mucho la velocidad entre capas ni frena mucho a una
capa que se mueve, y un fluido muy viscoso frena rápidamente a una capa que se mueve
mientras que transmite muy bien la velocidad entre capas. La razón es el tercer principio
de la dinámica – la ley de acción y reacción de Newton.
DENSIDAD:
En física y química, la densidad (símbolo ρ) es una magnitud vectorial referida a la
cantidad de masa en un determinado volumen de una sustancia. La densidad
media es la razón entre la masa de un cuerpo y el volumen que ocupa.
ρ es la densidad,
m es la masa,
V es el volumen del determinado cuerpo.
Variaciones de densidad
La densidad si varía con los cambios de presión y temperatura, así tenemos que:
Sin embargo, existen notables excepciones a esta regla. Por ejemplo, la densidad del
agua crece entre el punto de fusión (a 0 °C) y los 4 °C; algo similar ocurre con el silicio
a bajas temperaturas.
Debe señalarse que la variación de la densidad en líquidos y sólidos, por cambios de
presión y temperatura, es muy pequeña debido al coeficiente de compresibilidad y al
coeficiente de dilatación térmica en estas sustancias, todo lo contrario ocurre con los
gases donde hay fuertes variaciones de densidad con cambios de presión y
temperatura, como lo explica la Ley de los gases ideales.
Los cuerpos sólidos suelen tener mayor densidad que los líquidos y éstos tienen
mayor densidad que los gases. Este hecho está dado porque en un gas las partículas
que lo componen están menos cohesionadas, en términos vulgares esto significa que
están más separados. Esta cohesión aumenta en los líquidos y se hace aún mayor en
los sólidos.
ρr=ρ/ρ0
Donde:
ρr es la densidad relativa,
ρ es la densidad de la sustancia,
ρ0 es la densidad de la sustancia tomada de referencia.
Para los líquidos y los sólidos, la densidad de referencia habitual es la del agua líquida
a la presión de 1 atm y la temperatura de 4 °C. En esas condiciones, la densidad
absoluta del agua destilada es de 1000 kg/m3, es decir, 1 kg/L. Para los gases, la
densidad de referencia habitual es la del aire a la presión de 1 atm y la temperatura de
0 °C.
Para los sistemas homogéneos, usamos la fórmula que aparece arriba (ρ=m/V)
porque en estos sistemas las propiedades permanecen iguales, no varían, por tanto la
densidad será la misma para todo el sistema. En cambio para los sistemas
heterogéneos se podrá estimar la densidad media (aproximada del sistema) usando la
formula anterior, o la densidad puntual, que será distinta para cada punto del mismo,
por tanto dependerá de la posición en que esta se determine tomando una porción
muy pequeñita del sistema en cuestión, y estará definida por,