Вы находитесь на странице: 1из 31
Ge “Terry Eagleton ee Marxismo y critica literaria p PAIDOS \ Buenos Aires «Barcelona - Mico Tey Bagleton ifs profundamente, y tal comprensin contribuye ‘nuestra liberacin, Eseribt este libro convencido de ello; un libro dedicado a los miembros de mi cftedra de erftin marzista en Oxford, quienes han Aiseutido estas cuestiones conmigo hasta el punto de ser virtualmente sus cosutores, 2 1. Literatura e historia Manx, ENonis v 1a entrica Si Karl Marx y Friederich Engels son més conocidos por sus escritos politicos y econén os que por sus textos sobre literatura, no es por- que la consideraran algo insignificant, Fs verded que, como sefialaba Leén ‘Trotsky en Literatura 1 revolucién (1924) 1989), “hey muchas personas {que piensan como revolucionarios y sienten como iteos"; pero no es el ciso de Marx y Engels. Los escritos de Karl Marx que de joven fue autor de poems liricos, un fragmento de drama heroico y ‘una novela satitien incompleta con influencias de Lawrence Sterne- contienen abuncdlantes coneep- tos y slusiones literarias, Marx escribié un volu- minoso manuserito inédito sobre arte y religién, y 3B Tory Baglon planeaba un periddico de erftca teatral, un exten so estudio sobre Balzac y un tratado de estética, ‘Como intelectual alemén s6lidamente formado en J gran tradici6n clésica de su sociedad, el arte y la literatura formaban parte del sre que respiraba. Su familiaridad con la literatura, de Séfocles y Luere- ‘io a la novela espafila y los folletines ingleses, era de una amplitud asombrosa, El cfrculo de traba- jtdores slemanes que fund en Bruselss dedicaba ‘una noche por semana a discutir sobre arte, y ef propio Marx era un aficionado al teatro, recitador de poesfa y devorador de todo tipo de arte litera- tio, desde la prosa augusta hasta las baladas indus titles, En una carta a Engels, deseribfa su propia ‘obra como una “totalidad estética’, y fue eserupue losamente sensible a cuestiones de estilo literatio, ccomenzando por el suyo propio. Sus primeros tex- tos petiodisticos argumentaban a favor de la liber tad de expresin artistica. Adems, en su obra més madura, puede reconocerse por detris de algunas de sus principales categorfas de pensamiento eco- ‘némico la presencia de conceptos estéticos. 1 Mle Mihi, The Phy off Kl Mr {ilosofin del arte de Carla fae ‘ Literatura ¢ hinovia De todos motos, Marx y Engels tenfan entre anos tareas més urgentes que la formulacién de tuna teorfa estétien. Sus comentarios sobre arte y literatura son aislados y fragmentatios, alusiones al pasar més que argumentos desarrollados. Esta es tna de ls razones por Ins que la erticn marx ta consiste en algo més que en Ia mera reexar ‘ign de easos establecidos por los fundadores del marxismo, ‘También consiste en algo més que lo que en Oceidente se conoce como “sociologta de It lieratura, La Sociologia de Ia literatura se interesa principalmente por lo que podrfa denominarse “los medios de produccién, distribucién ¢ intereambio literarios que existen en una sociedad determina- da": el modo en que se publict un libro, It com- posicién social de los autores y su audiencia, nive- les de alfabetizaciOn, determinaciones sociales del ““gusto", También examina textos literarios por su relevancia“sociol6gica”, abordando una obra litera vin para abstraer de ella temas de interés para el hi ‘Pion pero ravonablenete dunes deo ater te Tro ery Engel vente Peres, lar, gy boar 2: Pan conpenda de to comtriog e , ary Engi eet Bens Aes Col, 200 x my Eagleton toriador social. Existen trabajos excelentes en este mpo,'y constituye wn aspecto de la ertiea mar- sista considerada en su conjunto. Pero considerada «en sf misma, la sociologta de la literatura no es par- ticularmente marxista ni especialmente erftica, De hecho, se trata en gran parte de una versién con venientemente domesticeda y digerida de la ertica ‘marisa, apropiada para su consumo en Occidente La erticn marxista no es una mera “soclologia de a literatura, interesada en cémo se publica una novela y si hay en ella referencias ala clase obrers Su finalided es explicer exhaustivamente una obra ligeraria lo cual significa brindar una especial aten= cin a a forms, el estilo y sus significados.* Pero 3 Nuc eine Sig, pu fra Msn A, 1040 R crt, Seg dle Heo Baron, Ei 968 ILD Ale, Ye Pg Cnn rr con ing ic, Livery of Chg Pr 157 8 Via eg ‘yD les Noo Vin 20) sche ‘con mis recy ener D Laren A Sng, ‘Sad of tre ovoid erate Lat Pa 4h 172 Bry, Th St oa of ag Le ‘cmeno sede ert ron, Os Ste Bol, ad Tigard Won, *. “epi, porque lr lm io dela leur Lo 36 Literatura e historia también significa comprender esa forma, estilo y sentido como productos de una historia determing- da, El pintor Henri Matisse sefalé alguna vex que toda obra lleva Ins huellas de su época, pero que las andes obras son aquellas en las que estas huellas fon més profundas. La mayorfa de los estudiantes de literatura aprenden lo contrario: que el arte mis significativo es el que trasciende eternamente sus condiciones historices. La critica marxista tiene mucho que decir al respecto, pero los andlisis “his- téricos” de la literatura no comienzan con el mar- xis, Muchos pensadores antes que Marx habjan tratado de examina las obras literarins en términos dela historia que las product! y uno de ellos, el tno pong coined con Pir Macher nw Pm an tf de [upd tien ge aes ere erie” sino ple Pun lacherey epe e w ee po- teil cao de so a cern decane chr ef La Scien oe mindy corns {opus cnn. Al el me eee perce meme 3M einen, Vc rnp ee de mes ‘Mes Fy 725200 Nadas de Se, De en a ‘Merc rie tobe ca, ai ge Se Pee, 00 9 Tir dl nt ni, ves ov Ai, rte, 186) 148 a7 ‘Tery Eagleton Alésofoidealista slemdn G, W. F. Hegel, tuvo un profunda influencia en el pensamiento estéico dl propio Mars, La originalidad de la extica marxis- ta no depende entonces de su perspectiva histérica sobre la literatura, sino de su concepcién revolu- cionaria de Ia histor Base y supenxsreuctuRA Las semillas de esta concepein revolucionata se encientran sembradas en un famoso pasaje de La ‘deologiaalemana, de Marx y Engels (1845-1866): La produccn de as eas de ls representaciones y de a conciencin aparece, al principio, dirctamenteentelezadn con a inl ltato material de los home ‘comportamiento material [] no partnos de lo que los hombres dicen, se representa 0 e vagina, a tamper «co del hombre predleado,pensido, representa o im sinado para leg al hombre de carne y Fuso; partimos del hombre que resmente ata (-] NO «sl concenca la que determina la vida, sino la vida ‘que determina la concen, 8 Literatura eisoria Una formulacién més completa de lo que esto fen puede encontrarse en el Prefaio de Cone tribucién a Ja critica de la economta politica (1859): Bn I producidn socal de ids os hombres eae deer onto epee dee ‘ole ld rads ue coreponden ne fe deermiada de denollo des fora productive rere El conjta de eas recone de produc forma hentucaa econ dea sce be re tchrel qos lamas peretrvctar iti y pal Cay aque eexponden dtrminaas fond con Slena socel El mode de producin de vin mate condone el proceso de va soi pity meal en genera Noe conic dl hombre I que deter It ets ron ler Inge En otras palabras, las relaciones sociales entre Jos hombres estén sujetas a la forma en que estos producen su vida material, Determinadas “fuerzas productivas” -por ejemplo, le organizacién del tn bajo en Ia Edad Media-suponen una relacién social entre el vasllo y el amo conocida como feudalis- ‘mo, En una etapa posterior, el desarrollo de muevos rmodos de organizacién productiva se bast en un conjunto diferente de relaciones sociale, esta vex entre In clase capitalista propitaria de los medios ” ‘Teny Bagleton de prodivecin y la clase proletaria, cuya fuerza de trabajo el capitalist page para su propio benefi "Tomadas en conjunto, estas "fuerzas” y “relacio- nes” de produccién forman lo que Marx llama “la estructura econémien de In sociedad”, mfs comtin- mente conocida en el marxismo como “base” 0 “infraestructura” econémica, De esta base econd- rica, en eadn época, surge una “superestruetura” determinadas formas juridicas y politcas, determi nado tipo de Estado cuya fancién esencil es Ia de legitimar el poder de la clase social propietaria de los medios de produecién, Pero Ia superestructura contiene mis que esto: también consiste en “dter- (polties, religin, étie,estética), que es lo que el marxismmo ddenomina idelogia. La funcién de Ia ideologta es también legitimar el poder de la clase dominante en 4a sociedad en ltima instancia, las ideas dominan- tes de una sociedad son las de lt clase dominante* ‘Asf para el marxismo, el arte forma parte de Ia superestructura de Ia sociedad. Forma parte (con 0 Literatura ebistoria las reservas al respecto que haremos ms tarde) de In ideologia de una sociedad: un elemento en una compleja estructura de percepciones sociales {que asegura que la situacién por Ia cual una clase social tiene el poder sobre otras es percil “natural” por In sociedad, o bien pasa directam da, Entender Ia literatura quiere decir, entonces comprender el proceso total del cual forma parte Como sefiala el eritico marxista raso George Ple- jinov, “a mentalidad social de una época est& con- dicionada por las relaciones sociales de esa época. En ninggin lugar esto es tan evidente como en It historia del arte y dela literatura”,” Las obras lte- rarias no surgen de una inspiracién misteriosa, ni se explican simplemente en términos de psicolo del autor, Son formas de percepcién, modos p ‘ealares de ver el mundo, que se relacionan con est visién dominante que constituye la *mentalidad social” o In ideologga de una época. Esa ideotogta «spor su parte producto de las relaciones sociales coneretas que los hombres establecen entre sf en ‘un lugar y en un momento determinados, el modo 7, Chado en preface H. Avon, Mars etn “ Tery Bagleton en uc esas relaciones de clase son vivid, legit mada y perpetuadas. Sin embargo, los hombr no aon libres de elegir las relaciones sociales de las aque forman parte, sino que son forzados a partici- par de elas por imperio de la necesidad material, por Ia naturaleza del modo de produccién eco: némica y por la etapa de desarrollo en Ia que se encuentran, Entender Rey Lear, La dncada o lies consiste entonces en algo més que en interpretar su simbo~ lismo estudiar su literaria y afadir notas al pie con los hechos sociolégicos contenidos en clas, Consiste antes que nada en comprender las relaciones complejas ¢ indirectas entre estas obras y el mundo ideol6gico del que forman parte, rela- ciones que aparecen no solo como tema 0 preo- ‘eupaciones, sino como estilo, ritmo, imagen, cali- dad y (como veremos mis adelante) forma, Pero tampoco lograremos comprender la ideologia, que consiste en una estructura espectfica de la experiencia relative histéricamente que subyace al poder de una determinada clase social, a menos que logremos aprehender el papel que desempe- fia en el conjunto de la sociedad. No es una tarea fécil, puesto que In ideologia nunea es un simple reflejo de las ideas de Ia clase dominante; por el n Literature ebitoria contrario, es un fenémeno complejo, que puede incorporar conflictos ¢ incluso visiones de mundo contradictorias, Para entender una ideologia, debemos analizar las relaciones precisas entre diferentes clases de una sociedad; lo que significa captar qué posicién ocupa eada una de ellas res- pecto de los medios de produecién, ‘Todo esto puede parecer una tarea monumen- tal para un estudiante de literatura que piensa que el dnico requisito es discutir el argumento o los personajes. Puede parecer une confusién de la rf- tiea literaria con disciplinas como Ia politica o Ie economia, que es mejor mantener separadas. Sin embargo, es esencial para In explicecién exhausti- va de toda obra literaria, Tomemos por ejemplo In gran escena del Golfo Plicido en Nostromo, de ‘Conrad, Vatorar la fuerza estética de este episodio, ‘cuando Decoud y Nostromo se encuentran solos ‘en la més completa oscuriad en In barcaza que se esté hundiendo poco a poco, nos leva sutilmente a ‘ubiear la escena dentro de Ia visién imaginara de I totaidad de la novela, El pesimismo radical de ests visién (que, para captaren su totalidad, por supues- to impone relacionar Nestromo con el resto de las ficciones de Conrad) no puede pensarse simple- ‘mente en términos de factores "picol6gicos” de su o Terry Kagleton autor, puesto que la psicologfa individual tambien ‘un producto social, El pesimismo de la visin de ‘mundo de Conrad es ms bien una transformacién artistic del pes 0l6gico de la época, la futilidad y el earfetercireular de la historia a sole- dad y opacidad del individuo, lo relatividad ¢ irea- cionalidad de los valores humanos, lo eual indien una dréstica crisis de la ideologia burguesn de In que el propio Conrad era aliado. Existian buenas rnzones para est crisis ideol6gica, como parte de Jn historia del capitalism imperial de ese perfodo. Por supuesto que, en su fiecién, Conrad no se limi- 16 a reflejr esta historia en forma anénima; todo escritor se encuentra individualmente situado en Ja sociedad, y responde a Ia historia general desde su punto de vista particular, dnote sentido en sus propios términos. Pero no es dificil ver que desde la posicién particular del autor, un “aristécrata” Polaco exiliado, profundamente comprometido ‘con el conserva Sobre a ues de do hier ‘rurelza com lnhisorn de u tempo, se JP Sar, Sa ora ‘Maio, Neve York, Knog, 1983. 4 Literatura ebstoria ‘También es posible pensar en estos términos la bellezaartstca con la que esté construida la esce- na del Golfo Plécido, Fseribir bien es més que una ‘euestién de “estilo; significa también disponer de una perspectiva ideolégica eapaz de penetrar en Ia realided de In experiencia humana en wna situacién determinada, Esto es lo que precisamente logra la ‘scena del Golfo Plécido; y es eapaz de lograrlo no solo porque su autor resulta tener una exce- lente prosa, sino pordue su situacién permite gozar de semejante mirada, No in esta mirada es poiticamente *progresista” o "renc- cionaria” (como seguramente lo era In de Con- rad), mds asin si se considera que I mayorfa de los escritores més importantes del siglo XX ~Yeats, Bliot Pound, Lawrence- fueron conservadores que tuvieron algo que ver con el fascism. La er tica marxista, més que disculpar el hecho, lo expli cn: percibe que, en ausencia de un arte auténtics mente revolucionario, solo un conservadurismo ical, tan hostil eomo el marxismo a los valores marchitos de Ia sociedad liberal burguesa, podria producir obras signifieativas. “ Tory Eagles LarunaTuna ¥ suraeasreveTURA Serfa.un error pensar que la crftice marxista pasa mecinicamente del texto a In ideologta, de allf a Jas relaciones sociales y de all «las fuerzas de pro- dluceién. Mas bien, se interest en la wnided de estos “iveles® de la sociedad, La literatura puede ser parte de la superestructura, pero no constituye un ‘mero reflejo pasivo de la base econdmica, Engels to deja bien claro en una cat Joseph Bloch en fate que oti in podcién ayo hema ane detent cua conde sl bye |a reproduecin de Ia vidu real. sfirmado nunes mis que esto. Si dliclendo que el factor Literatura ebitoria Ins Iuchashisttlesy determinan, predominantemente cen michos ext, jor, Engels quiere negar que existe una correspon- dencia mecfinica, uno a uno, entre base y superes- ‘uctura, Elementos de Ia superestructura reaccio- nan constantemente respecto de Ia base econdmicn y tienen influencia sobre elle La teorfa materia ‘de la historia niega que el arte pueda por s solo transformar el carso de la historia; pero insiste en {que puede ser un elemento activo de dicho cambio, De hecho, cunndo Marx aborda la relacién entre base y superestructura, elige al arte como ejemplo del carfcter complejo ¢ indirecto de esta relacién: Eno concernene a ace, ys sabe que de loreinienta ati no etn de nln fehl com el deal eve del voce por Consult, can la bse matrelcon el equeleta, por Sst deci de organi. Por ego Comprades con on moderns, o ambien Shakey Reset der ara elt a ore se reconcedrecamente qu, un ver gue bce map tc la produced aren como tal elas no pueden posi nancy en mac ne foe gu Mace dpc eve ve ait as qu en I el arte algunas de aus erceiones insignis son poles solamente en un estado poco destroid del desrolo n ‘Terry Eagleton atstico, $i sto es vera eno eso de atlas nize fos dstintos géneros arsticos en el bite del arte mismo, es menos sorprendente que oewren en In reacin centre el dominio toal del are y el devarolo general de 4a sociedad. La dificutad consise tan volo en formular ‘una concepeién general de exas contradiclones. No bien se hs espciic,reultanesclrec ‘Marx estéanalizando aqut lo que denomina “la relaci6n desigual del desarrollo de Ia produce material [1 y la produ se deduce que los logros atistcos més importantes dependen del mayor desarrollo de las fuerzas de produccién, como es evidente en el ejemplo de los grlegos, que produjeron grandes obras en una sociedad econémicamente subdesarrollada, Marx se pregunta entonces por qué esas formas todavia nos interpelan, dada la distancia histrica que nos separa de elas: ‘en comprender que el ante rego y I epopeya estén ligados a clers forms del ‘esnrollo soci La difcutad consiste en eomprender 9. Mars “Inrodcen en leat fandnunte pol ti de eon plien(Grandia 1857-58 yt Jos Aes M Mary P Seon, Meso, Siglo XXI, 1971, 4“ Literatura Bsr aque puedan ain proporconarnos gocesarticos y vel fn, en cierto aspectos, como una norma y unt modelo Inaeanaales, Por qué el arte griego nos sigue proporcionan- do todavia tanto placer estético? La respuesta que da Marx ha sido denostada por sus eriticos como inepta y poco convincente: Un hombre no puede volver se nto sin vlverse inf Aik Pero no dso eas de eben defini, no debs aspirar a repel u edd en un nivel supe flor No revive en I naturlera infil el eanetr propio de ala época en su verdad natural? Por qué Te inane histrin de Te humanidad en ef momento més bello de su desarrollo, no debertaeerer un encanto eterno, como una fise que no volved jams? Hy nif mal eeadox y non precores. Muchos peblosaniguospertenecen & fst extort, Los gregos eran nos normale El enen- to que encontrames en su arte no exten eontadicein em el exis desarrollo de I ocd el que madd. 1s mis bien sa resi; en verdad est iad indslu- blemente al hecho de que ls condiciones sociales ima dura en que eve arte surgi, y que eran a ga en que poo surge, no pueden wove ami, Ast, nuestro gusto por el arte griego es una regresisn a Ie infancia, un momento de sentimen- talismo antimateralista sobre el que los eriticos ” Tey Kagleon hostiles se han abalanzado con regocijo. Pero el fragmento solo puede ser lefdo de esta manera si se lo arrancn del contexto al cua pertenece: ls borra~ dores manuseritos de 1857 conocidos hoy como os Grundrise, Una vex devuelto a este contexto, el sentido se torna evidente en forma inmediata, Los sriegos, trata de demostrar Marx, fueron capaces de producit grandes obras de arte no « pesar sino 4 causa del excaso desarrollo de su sociedad, En las sociedades antiguas que no han suftido todavia, In fragmentacién de le “divisiGn del trabajo” pro- pi del capitalismo, donde la “ealided” no ha sido aplastada por le “cantidad” que resulta de la pro= dluesién de mercancfos y del desarrollo permanente ¢ imparable de las fuerzas de produceibn, todavia puede darse cierto equilibrio o armonta entre el hombre y la naturaleza, una armonfa que depende precisamente de Ia condicin limitada de la socie- dad griega. El mundo “infantil” de los griegos es atractivo porque transeurre dentro de eiertoslimi- -s mensurables, mesura y limites que son brutal- ete anulados por In sociedad burguesa en su imitada demanda de producir y consumir, Hist6- ricamente, es esencial que esta sociedad restringi- dda deba quebrarse cuando las fuerzas productivas se expanden mas allé de sus fronterss; pero cuando 50 Literatura bsria ‘Marx habla de “aspirar a reproducir su verdad en un nivel superior’, esté hablando claramente de la sociedad comuniste del futuro, cuando el hombre desarrolladoilimitadamente tenga a su disposicién recursos iimitados. Dos cuestiones surgen entonces de las form Iaciones de Marx en los Grundrise, La primera se refiere a la relaci6n entre “base” y “superestruc- tra In segunda consiste en la relacién de nues- {ro propio presente con el arte del pasado, ‘Tome- mos esta segunda cuestidn: gesmo puede ser que 4 nosotros, como moderns, nos siga resultando ‘stéticamente atractiva In produccién cultural de sociedades antiguas, completamente distintas de In nuestra? En cierto sentido, Ia respuesta de ‘Marx no es diferente de la respuesta a Ia pregun- ta: gedmo es que nosotros, modernos, todavia nos seguimos sintiendo interpelados por las hazafes de, por ejemplo, un Espartaco? Si Espartaco o la esculeura griega todavia nos interpelan, es porque nuestra propia historia nos liga a sciedades anti- 10. Vee Walon (es wm ayo de . Mitchel sobte Manx on 8 ally P Sting Mars, Landes, Homan s Tey Eagleton {guas en las que encontramos una fase inmadura de Tas fuerzas que nos condicionan, Ademés, encon- ‘ramos en ellas una imagen primitiva de “e brio" entre el hombre y la naturaleza que Ia socie- dad capitalsta necesariamente destruye, y que la sociedad socialista puede reproducit a un nivel incomparablemente superior. En otras palabras, tenemos que pensar la “historia” en té amplios que los de muestra propia historia con- temporénea, Preguntar c6mo se relaciona Di eens con Ia historia no es solo preguntar cémo se relaciona con la Inglaterra victoriana, porque esi sociedad fue de hecho el producto de uns larga historia que incluye a hombres como Shakespea- rey Milton, Defini In historia como “contempo- raneidad” supone una vision de Ia historia asom- brosamente estrecha, que relega todo lo dems al caréeter de “lo universal”, Bertolt Brecht propone ‘una respuesta al problema del pasado y el presente ‘cuando sostiene: represen obras de otras epoca, a muesteo nulla dita, lene fos Blancos, pr diferencias. Pero qué oeureentonces con por lis comparciones, poe dh 2 Literatura ¢ bistoria serejane, que ea mismo tempo placer por lo que est ins cores metro y e ms eaacteristico de nosotros" EI otro problema planteado por los Griadrisse ces l de Ia relaciOn entre base y superestructura, ‘Marx dice claramente que la relacién entre estos dos aspectos dela sociedad no es siméttiea, como si se trata de un armonioso minué que bailan toma- dos de In mano a lo largo de Ia historia, Cada ele- ‘mento de Ia superestructura de la sociedad ~arte, derecho, politica, religién- tiene su propio ritmo de desarrollo, su propia evolucién interna, que no puede ser reducida a una mera expresién de Ie lucha de clases o al estado dela economfs, El arte, ‘como comenta ‘Trotsky, tiene “un alto grado de no est sujeto al modo de produccién én uno a uno, ¥ aun as, el mar na que, en ima instancia ef ave est determinado por el modo de produecién, ¢C6mo ppodemnos explicar esta aparente discrepa ‘Tomemos un ejemplo literario conereto. Una lecturn de La tierra belda, deT. S. Eliot, en clave 1 Apdndce de "Shar Organ othe Tete on J. Wie (et), Bow Thar: The Dtpment fede, Lene Meth, 1964 8 Tey Eagleton de “vulgata n rxista”ditfa que el poema est di tamente determinado por factores econémicos © ideol6gicos: por el vacfo espiritual y el agota- tmiento de la ideologia burguesa rate de a crisis del capitalismo imperial conocida como Prime- ra Guerra Mundial, Esto seria explicar el poetna como un “reflejo” inmedieto de dichas condicio- nes; pero es evidente que no se esté tomando en cuenta toda una serie de “niveles” que *median” entre el texto en sfy la economia captalista, No se dice nada, por ejemplo, acerea de I stuacién social del propio Bliot, un eseritor que vive una relacién, ambigua con la sociedad inglesa, como un *aris- ‘6erata" estadounidense expatriado que se vuelve un empleado de banco y que, aun ast, se iden ca profundamente con los valores tradicionales y conservadores de la ideologfa inglesa més que con cel mercantilismo burgués. No dice nada sobre las formas més generales de la ideologta, nada acerca de su estructura, contenido, complejidad interna, y «émo todo esto se produce por relaciones de clase extremadamente complejas de la sociedad ingle~ sa de su tiempo, Tampoco dice nada acerca de Ja forma y el lenguaje de La terra baa: por qué Eliot, a pesar de su conservadurismo politico, fue ‘un poeta de vanguardia que tome de la historia de i Literatnra e bisovia Jos formas lterarias que tenta a su disposicién t6e- nicas experimentales "progresista", y sobre qué base ideol6gia se apoya esta eleccidn, Desde esta perspectiva, no sabemos nada sobre las condiciones que en ese momento hicieron surgir determinadas formas de “espirtualidad”, en parte cristianas y en parte budlistas, que aparecen en el poema; ni del papel que en la formacién ideol6gica de In époct ‘cumple cierto tipo de antropologfa (Fraser) y flo- sofia (el idealismo de FH Bradley) burguesas de Jas que el poema hace uso, Deja a oscuras la posi- ‘idn social de Eliot como artista parte de una elite cerudita, experi nte, que dispo- ne de medios espectficos de publicacién (pequetios diatios y revista); tanto como el tipo de lector que cexto implica y su efecto sobre el estilo y los pro- ccedimientos del poem. Ignora completamente la in entre el poema y las teorfas estéticas que jan con ék: qué papel desempeia esa estéticn ‘ena ideologfa de la época, y Ia forma que le daa la ceonstruccin del poerna ‘Un anilisis completo de La terra bldia deberi tomar en eventa todos estos factores, No se trata de ‘educir el poeta al estado del capitalismo contem- Porfneo;ni de introducir tantescrteriosas compli- ‘aciones que hagan perder de vista algo tan erudo 5s como el en todos estos elementos que acabo de enumerar (la posicién de clate del autor, Ins formas idcolégicas y su rela ign con las formas lterarias, el Fespirituaismo” y lt flosoff, las técnicas de produccién lite 4a torfa estéica) son directamente relevantes para el modelo base/superestructura. Lo que Ia ertien Imaraista busea es Ia articulacén Gnica de estos ele- ‘mentos que consttuye lo que conocemos como La tierra buldfa Ninguno de estos elementos puede readucirse a otro: cada uno tiene su relativa indepen dencia, La tierra baldia puede explicarse entonces ‘como un poema que surge dela crisis de In ideo logia burguess, pero su correspondencia con esta sis 0 con ls condiciones poiteas y ecom6micas 4ue Ia producen no es tan simple y directa, (Como poerna, por supuesto, nose reconoce «of mine como ‘mina qu en th ud clement de stad, y que deter aden lain url entre ets elementon de eal osm ensye clan specie, perenrctr elias ot) 56 | | Literature bitria fi ex0 ocurriera, dejaria de existir como tal. Nece- ta traducir esa crisis a términos “universales tprehenderla como parte de una condicién huma- na invariable, compartida por los antiguos egipcios tanto como por el hombre moderno). La relacién de La terra baldia con la historia de su tiempo se encuentra entonces intensamente mediade; como ocurre con cualquier obra de art, Lrrnaruna # 1DkoLocta Fricderich Engels observa en Ludwig Feuerbach y dfn del filoofiaclsica alemana (1888) que l arie «5 mucho més rico y “opaco” que la teorfa polit- cay econémica porque €s ideolégicamente menos puro, Aqut es importante subrayar el sentido exacto que para el marzismo tiene la "ideologia". En pri- mer lugar, la ideologia no es un conjunto de docti- nas, el modo en que los hombres viven su rol en una sociedad de clases, los valores, las ideas, Jas imigenes que los sujetan a su furncién social y Jes impide un verdadero conoeimiento del onjun- to dela sociedad, En este sentido, La tierra hada es 7 ‘ery Kagleton un texto ideoldgico: muestra a un hombre que le da sentido a su experiencia por vias que le imposibil tan un conocimiento verdadero dela sociedad vag que son, en consecuenca, falas. Todo arte sun de una concepcién ideoldgien del mundo Pleinoy ‘comenta que no existe una obra de arte que earen. ‘a por completo de contenido ideol6gico. Pero la observacién de Engels sugiere que el arte tiene una relaci6n mAs compleja con la ieologia que el dere- cho y la teorfa politica, que encarnan de manera tmucho més transparente los intereses de una clase nante, La cuestiGn, entonces, es qué relacidn tione el arte con I ideologia, Noes una pregunta fiil de responder, Posiciones posible, que representan dos extremos ‘puestos. Una es que la literatura no eet em que ‘deologia bajo una determinada forma artistice, ‘que las obras literarias son expresién de las ideo? de su tiempo. Una obra es prisionera de la conciencia, incapaz de ir mds allé de ella para acceder a la verdad, Es una posicién caraete- Hatiea de mucha de la crftia marasta “vulgar, que tiende aver alas obras literarias como mero reflejo de las ideologias dominantes, Como tal, es inespas de explicar, en primer lugar, por qué tanta litera. ‘ura en realidad cuestioa los presipuestos ‘deold Hay dos se Literatura e bioria u tiempo. La posicién contratia se apro~ et del hecho de que gran are da erat pesiona la ideologta ala que se opone para hacer no pare de a defincn delat esti, ‘Taleomo sostiene Kenst Fischer en su obra signifi eatvaente lad tat lg Ae ver fu ideolog) (196), aténtco ate tncende Io ites ideolgios de tempo, permiindo- nos comprener a relia que a eolog ol ‘Las dos posiciones me parecen demasiado sim ples. El tebrico marxista francés Louis Althusser pos brinda una versién més sutil (aunque sigue sendoincomple) de as relcones ens ert re ideolgt Athaver owlene uso arte ro ede reducirse a Ia idcologte Peat pare con ella, La Heologh, define 1 modo imaginario en que los hombres viven su ‘iin con ol mundo rea que es por sues, al po de experiencia que ain nos proporin I eratura lo ques inte vvendo en determi nadas condiciones, mis que el andlisis conceptual t dal ae (Re sn ale ot ano ail fl V Eno iene vbr el peor aburato Cremer 9 Terry Ragleon de diches condiciones, Sin embargo, el arte hace ‘nfs que refijar pasivamente esta experiencia, Si encuentra en el interior de Ia ideologla, pero bign logra distanciarse de ella, hasta el punto de permitirnos “sentic” y "percibic” Ia Ideologts de Ia que surge. Al hacer esto, el arte no nos permi- te conser la verdad que la ideologta oculta, puesto que, para Althusser, “conocimiento” en el sentido estricto de la palabra significa conocimiento cen- tif, el tipo de conocimiento del eapitalismo que ‘nos proporcions, digamos, BI capital, de Marx, iis que Tiempes difciles, de Dickens, La diferenc ‘entre iencia y arte no es que sus objeto sean dife- rentes, sino que estan el mismo objeto de mane- ta diferente, La ciencia nos brinda un eonocimien- to conceptual de una situacién, el ate nos brinda la experiencia de esa situacin, lo que es equivalente a In ideologia, Pero al hacer esto, nos permite “ver” la naturaleza de la ideologie, y asf nos orienta en ireccién al conocimiento completo de In ideolo- 'f, que constituye un conocimiento centfic. 4Cémo puede lograr esto Ia literatura? Uno de los colegas dle Althusser, Pierre Macherey, desa- rroll6 mejor el tema, En Para na teora de le pro= «ducién literavia (1974), Macherey distingue entre lo que denomnina “itusién” (queriendo decie,bisi- 0 | Literatura ebitoria camente, “ideologta") y “fecién”, La ilusién a experiencia ideolégica comiin de todos los hom- bres- es el material sobre el que el eseritortraba- ji; pero al trabajar sobre él, lo transforma en algo diferente, déndole forma y estructura, Al prestarle una determineda forms, fijndola dentro de Itmi- tes ficionales, el arte es caper, de distanciarse de In ideologfa,reveléndonos sus limites. Ast, sostiene Macherey, el arte contribuye a deshaceros de las itusiones idcol6gicas. Los comentarios de Althusser y Macherey acer- ca de ciertos asuntos cruciales me parecen ambi- guos y oscuros, pero la relacién que proponen entre literatura ¢ ideologfa es may productiva, Para ambos eriticos, Ia ideologia es més que un cuer- po amorfo de imagenes ¢ ideas que flotan libre- mente: en toda sociedad, posee una determinada coherencia estructural. Gracias a que posee dicha coherencia, puede ser objeto de anlisis cientifico; y desde el momento en que el texto literario ¥per- tenece" a Ia ideologfa, es susceptible de ser obje- to de un andlisis semejante, Una critica cientficn ‘busca explicar la obra literaria en términos de la estructura ideoldgica de la que forma parte, que ‘su vex se transforma por el tratamiento artistico que la obra hace sobre ella investigara los prin- oa Terry Eagleton cipios que ligan Ja obra a la ideologia y que | distacian de ell, Fao es precsament lo qu ha hhecho la erftien maraista més sofisticada; el punto ide partida de Macherey son los brillantes andlsis que Lenin hizo de Tolstoi." Hacer esto, sin embar- 60, significa aprehender Ia obra literaria como una estructura formal; que es el problema hacia el cual nos dirigimos a continuacién, 14, Rea cm V, Progreso, 1986 Ain, Arte sav Tbe, Move, a 2. Forma y contenido Hisroniav RMA En uno de sus primeros ensayos publicados, Historia evolutiva del drama moderna (1909), el et- tico maraista hiingaro Georg Lukfes eseribe que ‘el verdadero elemento social en la literatura es Ia forma”, No es el tipo de comentario que uno espe- ra de In critica matxista. En primer lugar, Ia erfti- ‘a marxista se ha opuesto tradicionalmente a toda 1. it oben aparece menstonade econ este ules como ride enn al dona ors Pe pri uh publ tliny en 190 ator presen lox primers epi come ts Sorta orga ex made dfn bier rd Hita dele elt de drama moderna}, 2, Bsupe, Pranlin Ti sui TOIINde 6 Tony Kagleon clase de formalismo literaro, atacando el interés innato por las caracteristices puramente técnica «que prva ala literatura de au signfiado histéries yn reduce a un mero juego estéico. De hecho, 4a critica marxista ha seialado la relacién entre dicho andlisisteenocritico y el faneionamiento de las sociedades del cupitalismo avanzedo. Por otro Jado, gran parte de la ertic marxsta ha prestar do en la pricticaescasastencin a los problemas dle forms, archivando ta cuestién en su obstinade byisqued de contenido politico, IT propio Mara erefa quel literatura debia mostrar una tnided de forma y contenido, y quem algunos de ws primes +08 poeta Iricos debido a la falta de control de sun sentimientos raps6dicos; aunque une exer excesivamenteformalista también le rsultaba pechosa. Bn Drimerossrticulos peril tos sobre las canciones de los tejedoressileianos, sostenia que los ejercicios meramente estilsticos ‘corrompfan el contenido", que imprime a su vex ello dew vulgar” sobre a foie iter, En otras palabras, Marx muestra una concepeién dake de a relacién en cuestién a forma ee pro. 2. Nee preempt, La msi date ow Forma y contenito Aveto del contenido, pero aciia retroactivamente sobre él segtin une relacién reefproca, Los comen- tarios del joven Marx en el Rbeinische Zeitung sobre el gardcter opresivo de Ia preceptiva formalista "In forma no tiene ningén valor al menos que sea In forma de un contenido conereto"~ podrfan igual mente aplcarsea su concepcién estética, Al afirmar la unidad de forma y contenido, ‘Marx estaba siendo fiel a In tradicién hegeliana {que haba heredado, Ein su Leecones sobre la estética (1835), Hegel sostiene que “todo contenido defi- nido determina la forma que debe encarnatlo de manera adecuada", "Un defecto en la forma ~sos- tenfa~ surge de un defecto en el contenido,” De hhecho, para Hegel In historia del arte puede ser cscrita en términos de la relacién variable entre forma y contenido. El arte manifiesta las diferen- tes ctapas de desarrollo de lo que Hlege! denomina el “Espiritu universal”, la “Idea” o el *Absoluto"s ‘ste ese contenido del arte, que trata de encarnar se sucesivamente en una forma artiticn adecuada, En una etapa temprana de su desarrollo histérico, 1 Espiritu no puede encontrar una forma adeeua- «da que lo realice; I escultura antigua, por ejemplo, revela que el "Espiritu” se encuentra obstaculi- rado y desbordado por un exceso de materialidad “6 Tay Baglton sensual, que es incapaz de moldear para sus propios fines, Por otro lado, el arte clésico griego aleanaa luna armoniose unided entre forma y contenido, lo ‘espicitual y lo material: por un breve perfodo hist6- ico, el “contenido” encuentra una forma apropia- da que lo encerna plenamente, Sin embargo, en el ‘mundo modemo, sobre todo en el Romanticismo, Jo espiitualabsorbe lo sensual, el contenido exce- de la forma, Las formas materiales ceden su lugar 3 desirrollo superior del Ksptritu, que al igual que las fueraas prodictivas de Mars, ha sobrepassdo los limites de los moldes lésicos que previamente lo contenfan, Serfa un error pensar que Marx adopts la est ca de Hlegel en su totalidad, Kstailkima es id ta, drésticamente simplificedora y solo hasta cier- to punto dialéeties; y en cuelquier caso, Marx no estaba de neuerdo con Hegel en varias cuestiones estéticas concretas. Pero ambos pensadores com- partian Ia ereencin de que Ia forma estética no es tun mero capricho del artista individual, Las formas ‘estén histéricamente determinsdas por el tipo de contenido que tienen que encarnar; cambian, se transforman, son destruidas y revolucionadas evan- do cambia el contenido. En este sentido, el conte nido es previo ala forma, as como para el marss- “6 aya y conten mo es el cambio en el contenido material de una sociedad, su modo de produccién, lo que detern ‘a las formas de su superestructura. "La forma en {observa Kredi Jameson en Marxism and Form [Marxism y forma] (1971)~ no es sino el desarro- Ilo del contenido en el campo de Ie superestructu- ra, Para aquellos que replican con iritacién que forma y contenido son inseparables, que Ia distin- cin es artificial, es bueno reconocer sin cemo- ra que esto es verdad solo e/a prin. Bl propio Hegel lo reconoce "El contenido -escribid- no es sada mis que In conversion de la forma en conte- nido, y In forma, nada més que la conversion del contenido en forma”, Pero sien Ia prctien forma y contenido son inseparables, tedricamente yon enti- dades diferentes, Podemos entonces hablar de rela ciones variables entre elas, Sin embargo, estas relaciones no son ficiles de aprehender. La extica marxista coneibe la forma y cl contenido en una relacién dialéctica, pero atin asf pretence afirmar en dima instania la primacia del contenido en la determinacién de la forma.’ En 3. Viet aalo "Marsno y form, on CB. Coy ML Se), Pry Nav 1 Manchester, 1973. on Terry Eagleton La novela ye pueblo (1937), Ralph Fox o plantea de maneta tortuosa pero correcta cuando afirma que “la forma es el producto del contenido, es idéntica y forma una sola cosa con él, y aunque la est del lado del contenido, le forma nunea perma- rece pasiva y reacciona retroactivamente sobre el contenido", Esta concepcin dialéctic de Ia rela- ". Engels observa, en una carta a Lasalle, que un personaje auténtico debe eombinar lo tipi Jo individual; y tanto 61 como Marx pensaban que esto era el mayor logro de Shakespeare y de Bal- zac, Un personae tipico o representative enearna at6riens sin dejar de estar, no obstante, ricamente individualizados y para que un escritor pueda dramatizar estas fuerzas histbricas debe ser, segtin Lukics, “progresista” en su arte. Todo gran te es socialmente progresistaen el sentido de que, cualquiera sea Ia conciencia politica del autor (yen el caso de Scotty Balzac, es abiertamente reaccio- nari), logeaplasinar las fuerzasvivashistrico-uni- versales de une época que producen el cambio y el crecimiento de la sociedad, revelando su potencial desarrollo en toda su complejidad, As, el escritor realista penetra en los fendmenos contingentes de Ja vida social para revelar Ia esencia 0 lo esencial de una condicién, seleccionando y combinando los detalles en una totalidad formal y plasméndolos en tuna experiencia concreta, Para Lukics, la capacidad o incapacidad del «scritor para lograr esto no depende tan solo de sus aptitudes personales, sino del lugar que ocupa 7% mente en pleno de Perma y contenido ‘en inhistoria, Los grandes eseritores relistas sur~ menos en que la historia esté clara 2 esrb nov Hs, ‘jemplo, aparece como género a principios del fe IK en un momento de ren reve Iueionaria, cuando para los escritores ert posible eaptar se propo presente como hire , para ponerlo en los términos de Lukes, pensar el pastco hist6rico como “la prehistoria del presen- te", Shakespeare, Scott, Balzac y Tolstoi pudic- ron crear un gran arte realista porque vivieron el tumultuoso nacimiento de una época hist6rica, tompromeridos dramticamente con Ie dindmica de sus sociedades y con los "tipicos” conflictos expuestos vivamente. Este contenido hist6rico es fo que esté en In base de sus logros formales; “la riqueza y la profundidad de los personajes de fc ~sostiene Lulkics- se apoyn en la riqueza y- profundided de la totalidad del proceso soc Para los sucesores de los realistas ~por ejemplo, para Flaubert, que viene después de Balzac la historia es un objeto inerte, una serie de hechos 11Temag de um clo en Nev Hangerien Quarter XU, $7 (0), 1 v Terny Bagleton dados exteriormente que no pueden seguir pen- sindose como produeto de la accién de los hom- bres. Privado de las condiciones histéricas que ieron nacimiento, el realismo se fragmenta y se descompone por un lado en naturalismo y por otro, en formalism, El momento crucial de transicién fue para Lukfes el fracaso de In revolucién europea de 1848; un fracaso que sefala la derrota del proleta- riado, sella la defuncin de la etapa heroic y pro- gresista del poder burgués, congela a lucha de cla- ses y marca el ingreso de la burguesta en Ia sérida Y poco heroica misiGn de consolidarel capitalism, La ideologfa burguesa olvida sus ideales revolu- cionarios previos, deshistoriza Ia realidad y acepta la sociedad como wn hecho natural. Balzac repre senta Ia dima gran lucha contra Ia degeadacién capitalist del hombre, mientras que sus suceso- tes registran pasivamente un mundo capitalista ya dlegradado, El resultado de este agotamiento en Ia direcciny el sentido histieo es el arte que cono- ‘cemos como naturalismo, Por naturalism, Lalics entiende Ia distorsidn del realismo, personificado por Zola, que se limita a reproducit fotogrifica- ‘mente los fenémenos de superficie de In sociedad, sin penetrar en su esencia, La observacién meti- 0 Forma y contenido cevlosa de detalles reemplaza a la representacién dl rasgos “tipicos"; las relaciones dialécticas entre Jos hombres y su mundo da paso a un ambiente de ‘bjetos contingentes, sin vide, desconectados de los personajes; el personaje “representativo” cede tu prioridad ante el “eulto del promedlo”; In psi- cologin o Ia fiiologfa desplazan a la historia como In auténtica determinacién de le accién individual, Se trate de una visiOn alienada de la realidad, que transforma al escritor de participante activo de la historia en observador elinico. Al earecer de una comprensién de lo tiico, el naturalismo no puede crear una totalidad de sentido a partir de sus mate- rials; la unidad épicao las aeciones dramticas que construye el realismo se deshacen en una serie de intereses puramente privados, El “formalismo” reacciona en una direccién fopuesta, pero acusa la misma pérdica de senti- do histérico, En Ins palabras alienadas de Kafka, Musil, Joyce, Beckett o Camus, el hombre es des- pojado de su historia y no tiene ninguna reali- ‘dad ms alld de su yo; el personae se disuelve en na serie cle estados mentales, Ia realidad objetiva queda reducida a un caos ininteligible. Como con el naturalismo, se destruye Ia unidad dialéetica entre el mundo interior y el exterior, y tanto lo a Tony Hagleon individual como lo social estén vaciados de sents dd. Los indviduos son presa de la desesperacion y 1a angs, carecen de relaciones sociales y, por con siguiente, de una auténtien identidad; la historia Pierde su sentido o se vuelve efeliea, reducida a ‘mera duracién. Los objetos pierden su significado y se vuelven contingentes;y el simbolismo cede su logaraIsalegorts, que rechaza I iden de un sent do inmanente. Si el maturlismo es una especie de objetivided abstract, el formalismo es una subjeti- vidad abstracta; ambos differen de Ia forma attistica ‘geruinamente dialéctica (el realismo), cuya forma media entre lo conereto y lo general, la esenciay la caistencia, lo tpieoy lo individu GoLDMANN ¥ mt nsTRUCTURALISMO axNETICO E! principal disefpulo de Lukes, dentro de la ll mada escuela neohogeliana de ertica maraista, fue el ‘ertico rumano Lucien Goldmann.” Este autor esti 12 Veen patel ay ane siege de nv, Mui, ‘Gena Noes, 1967 Lac bmana yf, Bon Ate 1972 Ente ls arsonists de Gl 2 Forma y conten \ {nteresado en estudiar hasta qué grado Ia estructura de un texto lterario encarna In estructura de pens ‘miento (la “visién del mundo”) de la clase social 0 el grupo al gue pertenece el escrtor, Cuanto ms se cerca un texto una articulacién completa y cohe- rente de l visin del mundo de una clase social, més grande es su valider como obra de art. Para Gold- ‘ann, una obra literaria no debe ser considerada como frat de a cretcién individual, sno de lo que 4 llama “estructuras mentales transindividuales” de un grupo soci ididas como Ia estructura de ideas, valores y aspiraciones compartides por un ‘grupo. Los grandes escritores son aquellos indlivi- ‘duos excepcionales que logran transponer al arte, de cin Min nim hi PST Soe of ere: Sa bln oF Mat tran SS Joa XX, 4 (98 Sats ello ere sun sc y problem de into Clan ero, Seg de ri er, ‘ancien Noo Vin 94, pe) doy an Wie ag tins nny Spun 28d oer de WT ne {ambi M GlahnanA Hd Leck an Gold {ites 58 ogo 198, Win rom en Calan New Lp en 6 aye A. 8 Terry Kagleon ‘manera unificada y transparente (aunque no necesa- riamente consciente),lavisin del mundo de la clase ‘del grupo al que pertenecen. Goldmann denomina a su método *estructa lismo genético”, yes importante entender los dos téeminos de la frase. Rstructuralismo, porque esté ‘menos interes en los contenidos de una deter- minada visién del mundo que en Ia estructura o las categorfas que despliega. Ast, puede mostrar- se que dos escrtores en apariencin muy diferentes comparten In misma estructura mental. Genétio, Porque a Goldmann le preocupa el modo en que dichas estructuras mentales son producidas histé- ricamente; es deci, est interesado en las rela nes entre una visién del mundo y las condiciones wricas de donde surge. La obra de Goldmann Ei bombre y lo absolute: ef dies culo sobre Racine es tal ver el mejor ejem plo de su método ertico. En los dramas de Raci- ne puede distinguise una estructura recurrente de ‘ategorias -Dios, Mundo, Hombre- euyo *con- tenido” y combinaciones se alteran de una obra a Ctra, pero que revela una visién del mundo pa ticular: la que corresponde a hombres perdidos en unt mundo sin valores, al que aceptan como el ‘inico posible (puesto que Dios est ausente), pero “ : Forma y conteiio contra el que no dejan de protestar para justi farse asf miamos en nombre de algin valor abso- Tuto que siempre se oculte la vista. Goldmann ‘encuentra el findamento de esa visién del mundo ‘en ol movimiento religioso que en Francia fue fonocido como jnwenismo, a que expla como producto de un grupo social dela Francia de siglo XVII desplarado del poder Ia llamada noblese de robe, los funcionarios de In corte econémicamen- te de fa, que estn per- diendo terreno frente a una monarquta cada ver és sbsolutista, La situaci6n contradictoria de fate grupo, que necesita de ese cre que politicamente se opone a él, se expresa en cl recharo del jansenismo tanto respecto del mundo ‘como de cualquier deseo de transformacién hi tériea, Todo esto tiene un sentido “hist6rico-u versal”: In noble de robe, reclutada entre la clase bburgues, representa el fracaso de Ia burguesfa de romper con el absolutismo realy de establecer las condiciones para el desarrollo capitalists, Goldmann ests buseando una serie de retaciones cestructurales entre texto literaro, visi6n del mundo e historia. Lo que pretende mostrar es el modo en que la situacin hist6riea de un grupo o de una clase social se transpone, mediada por su vision de » Tony Eagleton ‘mundo, a la estructura de una obra literaria. Para ello, no basta con comenzar eon el texto y de at pasar a la historia, o vicevers; lo que se necesita es tun método eritico diléetico que permita moverse constantemente entre el texto, la vsién del mundo yla historia, ajustando cada uno de ellos los otros, ‘Aunque es interesante, me parece que el inten- to erftico de Goldimann tiene algunos problemas serios, Su concepeién de conciencia social, por ejemplo, es hegeliana més que marxista: Ia pien- s0 como expresién directa de una clase social. Por