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— Química de la atmósfera
INTRODUCCIÓN
La Química de la atmósfera es una rama de las ciencias de la atmósfera en la que se
estudian los procesos químicos que tienen lugar en la atmósfera de la Tierra y de otros
planetas. Se caracteriza por la enorme dilución de las sustancias presentes en ella y por
la influencia de las radiaciones presentes sobre dichas sustancias.
Los antiguos griegos consideraban al aire como uno de los cuatro elementos, pero los
primeros estudios científicos de la composición atmosférica comenzaron en el siglo
XVIII.
La atmósfera y la hidrosfera de nuestro planeta hacen posible la vida. El manejo de este
entorno, con el objetivo de mantener y reforzar la calidad de vida, es una de las
preocupaciones más importante de nuestro tiempo. Es evidente que se requieren
reformas drásticas y normas mucho más estrictas si queremos conservar la calidad de
vida en nuestro mundo. Como ciudadanos, debemos participar en la instauración de
leyes y reglamentos que tengan relación con el impacto sobre nuestra salud. Aun
nuestras decisiones más sencillas como consumidores, requieren que valoremos los
costos y los beneficios de nuestras acciones. Desafortunadamente, los impactos
ambientales de las decisiones políticas no son evidentes en muchas ocasiones.
Cuanto mejor comprendamos los principios químicos que fundamentan las leyes
ambientales, mayores serán las oportunidades de formar juicios sólidos sobre temas
económicos y políticos que afectan a nuestro entorno.
Atmósfera
La atmósfera está formada por una mezcla de gases generalmente estables, pues éstos se
encuentran en una homogénea proporción, y más aún si hablamos de las proximidades a la
superficie de la Tierra. Dicha zona gaseosa del planeta, conforma la capa externa de la Tierra,
siendo además la capa más extensa y con menor densidad de la Tierra, concentrándose la mayor
parte de su masa (en torno al 99%), en los primeros 30 kilómetros.
La atmósfera es esencial para la vida por lo que sus alteraciones tienen una gran repercusión en
el hombre y otros seres vivos y, en general, en todo el planeta. Es un medio extraordinariamente
complejo y la situación se hace todavía más complicada y difícil de estudiar cuando se le añaden
emisiones de origen humano en gran cantidad, como está sucediendo en estas últimas décadas.
Debido a que la mayoría de nosotros no hemos estado muy alejados de la superficie terrestre,
tendemos a dar por hecho las muchas formas en que la atmósfera determina el entorno en que
vivimos. En esta sección examinaremos los aspectos más importantes de la atmósfera de
nuestro planeta.
Esta composición está dada en la fracción molar que ocupa cada elemento.
Una atmósfera contaminada puede dañar la salud de las personas y afectar a la vida de las
plantas y los animales. Pero, además, los cambios que se producen en la composición química
de la atmósfera pueden cambiar el clima, producir lluvia ácida o destruir el ozono, fenómenos
todos ellos de una gran importancia global. Se entiende la urgencia de conocer bien estos
procesos y de tomar las medidas necesarias para que no se produzcan situaciones graves para
la vida de la humanidad y de toda la biosfera.
Nuestra actividad, incluso la más normal y cotidiana, origina contaminación. Cuando usamos
electricidad, medios de transporte, metales, plásticos o pinturas; cuando se consumen
alimentos, medicinas o productos de limpieza; cuando se enciende la calefacción o se calienta
la comida o el agua; etc. se producen, directa o indirectamente, sustancias contaminantes. En
un país industrializado la contaminación del aire procede, más o menos a partes iguales, de los
sistemas de transporte, los grandes focos de emisiones industriales y los pequeños focos de
emisiones de las ciudades o el campo; pero no debemos olvidar que siempre, al final, estas
fuentes de contaminación dependen de la demanda de productos, energía y servicios que
hacemos el conjunto de la sociedad.
Cualquier circunstancia que añadida o quitada de los normales constituyentes del aire, puede
llegar a alterar sus propiedades físicas o químicas lo suficiente para ser detectado por los
componentes del medio.
Lo habitual es considerar como contaminantes sólo aquellas substancias que han sido añadidas
en cantidades suficientes como para producir un efecto medible en las personas, animales,
vegetales o los materiales.
Resulta muy útil diferenciar los contaminantes en dos grandes grupos con el criterio de si han
sido emitidos desde fuentes conocidas o se han formado en la atmósfera. Así tenemos: -
Contaminantes primarios.- Aquellos procedentes directamente de las fuentes de emisión
Contaminantes secundarios:- Aquellos originados en el aire por interacción entre dos o más
contaminantes primarios, o por sus reacciones con los constituyentes normales de la atmósfera.
Las regiones exteriores de la atmósfera
Aunque la porción exterior de la atmósfera, más allá de la estratosfera, contiene solamente una
pequeña fracción de la masa de la atmósfera, juega un papel importante en la determinación de
las condiciones de vida en la superficie terrestre. Esta capa superior forma el bastión de defensa
externo contra el peligro de la radiación y las partículas de alta energía que bombardean
continuamente al planeta. A medida que esto sucede, las moléculas y los átomos de la atmósfera
superior experimentan cambios químicos.
Los procesos químicos que ocurren en la atmósfera, revisemos algunas de las propiedades
químicas importantes de sus dos componentes principales, N2 y O2. Sabemos que la molécula
de N2 tiene un enlace triple entre los átomos de nitrógeno. Esta unión es muy fuerte y es la
responsable de la baja radiactividad del N2, que sólo experimenta reacciones en condiciones
extremas. La energía de unión O -O en O2 es mucho menor que para el N2, y el O2 es, por
consiguiente, mucho más reactivo que el N2. El oxígeno reacciona con muchas sustancias para
formar óxidos. Los óxidos de los no metales -por ejemplo SO2 -suelen formar soluciones ácidas
cuando se disuelven en agua. Los óxidos de los metales activos y de otros metales en estado de
oxidación bajo, -por ejemplo- forman soluciones básicas cuando se disuelven en agua.
a) Las regiones exteriores de la atmósfera: Aunque la porción exterior de la atmósfera, más allá
de la estratosfera, contiene solamente una pequeña fracción de la masa de la atmósfera, juega
un papel importante en la determinación de las condiciones de vida en la superficie terrestre.
Esta capa superior forma el bastión de defensa externo contra el peligro de la radiación y las
partículas de alta energía que bombardean continuamente al planeta. A medida que esto
sucede, las moléculas y los átomos de la atmósfera superior experimentan cambios químicos.
Fotodisociación
El Sol emite energía radiante dentro de límites muy amplios de longitudes de onda. Mientras
más corta es la longitud de onda, más alta es la energía de las radiaciones en la zona del
ultravioleta del espectro y tienen suficiente energía para ocasionar cambios químicos. Sabemos
que la radiación electromagnética se puede representar como un flujo de fotones. La energía de
cada fotón está dada por la relación E=hv, en donde h es la constante de Plank y v es la frecuencia
de la radiación.
Para que ocurra un cambio químico cuando la radiación llega a la atmósfera de la Tierra, se
deben de satisfacer dos condiciones. Primero, debe haber fotones con suficiente energía para
llevar a cabo un proceso químico determinado. Segundo, las moléculas deben absorber estos
fotones. Este requisito significa que la energía de los fotones se convierte en otra forma de
energía dentro de la molécula.
Fotoionización
En 1901, Guillermo Marconi llevó a cabo un experimento crucial. Recibió en San Luis,
Newfoundland, una señal de radio transmitida desde Land's End, Inglaterra, a 2900Km de
distancia. Como se creía que las ondas de radio viajaban en línea recta, se supuso que la
comunicación por radio sobre la Tierra era imposible a grandes distancias. El célebre
experimento de Marconi sugirió que, en alguna de sus capas, la atmósfera terrestre afectaba
sustancialmente la propagación de las ondas de radio. Su descubrimiento dio lugar al estudio de
la atmósfera superior. Hacia 1924, mediante estudios experimentales, se estableció la existencia
de electrones en la atmósfera superior.
Por cada electrón que existe en la atmósfera superior, hay un ión correspondiente con carga
positiva. Los electrones en la atmósfera superior se deben principalmente a la fotoionización de
moléculas, causada por la radiación solar. Para que se efectúe la fotoionización, un fotón debe
ser absorbido por una molécula, y este fotón debe tener energía suficiente para remover al
electrón de energía más elevada. Algunos de los procesos más importantes de ionización que se
efectúan en la atmósfera superior, por arriba de los 90Km, aparecen en la tabla, junto con las
energías de ionización y la l máx, la longitud de onda máxima de un fotón capaz de causar la
ionización.
Los fotones con energías suficientes para causar ionización, tienen longitudes de onda en la
región de alta energía del ultravioleta. Estas longitudes de onda son filtradas completamente de
la radiación que llega a la Tierra, como resultado de su absorción por la atmósfera superior.
Bibliografía
Webgrafía
www.precipita.es/proyecto/que-ocurre-en-nuestra-atmosfera-y-como-influye-en-el-cambio-
climatico.html
https://www.windows2universe.org/
https://www.ecured.cu/Qu%C3%ADmica_de_la_atm%C3%B3sfera
http://platea.pntic.mec.es/jdelucas/quimicadelatmosfera.htm