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Historia de la música
Música en la Historia antigua
(hace 50 000 años-500 d. C.)
Música en la Prehistoria
Música en la Antigüedad
Música antigua
(500-1600)
Música de la Edad Media
Música del Renacimiento
Música barroca
Fusiones
La música barroca o música del Barroco es el estilo musical europeo, relacionado con la
época cultural homónima, que abarca aproximadamente desde el nacimiento de la ópera en
torno a 1600 hasta la muerte de Johann Sebastian Bach, en 1750. Es uno de los estilos de la
generalmente llamada música clásica o culta europea, antecedido por la música del
Renacimiento y seguido por la música del Clasicismo. Caracterizada por la aparición de
la tonalidad y el uso del bajo continuo, la barroca fue la época en la que se crearon formas
musicales como la sonata, el concierto y la ópera. Entre los músicos del Barroco
destacan Johann Sebastian Bach, Georg Friedrich Händel, Antonio Vivaldi, Domenico
Scarlatti, Georg Philipp Telemann, Jean-Baptiste Lully, Arcangelo Corelli, Claudio Monteverdi.
El término barroco se tomó de la arquitectura, donde designaba algo «retorcido», una
construcción «pesada, elaborada, envuelta» (siendo el término original, «barrueco» o
«berrueco», un lusismo que describía una perla deformada o joya falsa). En el siglo XVIII se
usó en sentido peyorativo para describir las características del estilo musical del siglo anterior,
que se consideraba «tosco, extraño, áspero y anticuado».1
La polarización de la textura hacia las voces extremas (aguda y grave). Aunque se sigue
escribiendo música a cuatro y cinco voces, estas no son ya de similar importancia, sino
que se destacan la voz superior y el bajo, abreviándose la escritura de las intermedias en
el llamado bajo continuo; esta textura suele llamarse bipolar o de monodía acompañada.
La presencia obligatoria del bajo continuo: junto a la línea melódica más grave (el bajo) se
escriben unas cifras que resumen la armonía de las voces superiores. El bajo continuo era
interpretado habitualmente por uno o varios instrumentos melódicos graves
(violonchelo, viola da gamba, fagot...) más un instrumento armónico que improvisaba los
acordes (clave, archilaúd, órgano positivo, guitarra barroca, arpa, tiorba...).
El desarrollo de la armonía tonal, en la que el movimiento melódico de las voces queda
supeditado a la progresión de acordes funcionales, armados desde el bajo continuo. El
ritmo armónico es rápido (cambio frecuente de acorde).
El ritmo del propio bajo establece un compás claro y sencillo (sea binario o ternario), muy
uniforme, incluso mecánico.
El desarrollo de un lenguaje instrumental propio diferenciado del vocal, con adaptación de
la escritura musical a cada tipo de instrumento (escritura idiomática). En los teatros de
ópera aparece la orquesta, con predominio de instrumentos de cuerda frotada, base de la
actual orquesta sinfónica.
La aparición de nuevas formas vocales e instrumentales: la ópera, el oratorio y
la cantata entre las primeras, y el concierto, la sonata y la suite entre las segundas.
El gusto por los fuertes contrastes sonoros (entre coros, entre familias instrumentales o
entre solista y orquesta), materializado en la policoralidad y el «estilo concertante», por
oposición a la uniformidad de texturas y timbres habitual en el Renacimiento.
El amplio espacio dejado a la improvisación, tanto en obras libres como en las ya escritas,
en forma de ornamentación.
La diversificación de estilos[editar]
En la época barroca se rompió la unidad de estilo musical de la Europa renacentista:
convivieron diversos estilos, utilizados con plena consciencia por los compositores según el
lugar en el que trabajasen y el género musical practicado.
Una primera diferenciación se daba entre el stile antico (stylus gravis), consistente en la
permanencia de la vieja polifoníarenacentista (marginal pero vigente por ejemplo durante todo
el siglo XVII en parte de la música religiosa italiana y española), contra el stile moderno (stylus
luxurians), ya plenamente barroco y generalizado en la música teatral y de cámara. Así,
Monteverdi escribió su Messa da capella como ejemplo del stile antico, y Bach
denominaba música concertada a sus cantatas de iglesia por contraposición a motetes o
corales más sencillos.
Dos estilos nacionales completamente diferenciados dominaron claramente la música europea
del Barroco medio y tardío:
El estilo francés. Con la corte de Luis XIV en Versalles como centro de irradiación y Jean-
Baptiste Lully como referente, es un estilo fuertemente conservador basado en formas de
danza: piezas breves (unidas en la suite) de forma fija bipartita, estructuradas en frases
cerradas y simétricas, con armonías muy restringidas (aunque usadas con sutil
imaginación) y una compleja ornamentación, estandarizada en figuras escritas.
Periodización y evolución[editar]
El Barroco temprano (1580-1630)[editar]
Desde las últimas décadas del siglo XVI se inició la disolución del antiguo estilo polifónico
renacentista, caracterizado por una textura polifónica imitativa homogénea. Dos fueron las
novedades principales:
La monodía acompañada, en la que una sola voz aguda concentra todo el interés musical.
Su acompañamiento instrumental se escribía de forma taquigráfica como bajo continuo.
La Camerata Florentina (llamada Camerata Bardi en honor a su promotor, el conde
Giovanni de Bardi) fue decisiva en la difusión de esta monodía acompañada, cuyo
objetivo, poner a la música como sierva de la palabra, finalmente cristalizó en la ópera; por
ello les interesaba imitar la antigua monodia helénica con acompañamiento
de khitara: Vincenzo Galilei, padre del astrónomo Galileo, escribió en 1581 un tratado
contra el género musical polifónico neerlandés bajo el título Dialogo della Musica Antica e
della Moderna. Sus nuevos géneros musicales recitativo, espressivo y
representativo utilizaban además nuevas libertades en disonancias y modulaciones
(Seconda pratica).
En ese contexto artístico aparece la figura del cremonés Claudio Monteverdi. Maestro del stile
antico (aplicado al polifónico género madrigal) y del stile moderno (la monodia acompañada),
daría forma a esa recién creada ópera. En paralelo a ella se desarrolló el oratorio, religioso,
gracias a la influencia de Felipe Neri.
La plena adopción de las fórmulas tonales, a partir de la escuela boloñesa (Torelli) y más
tarde Corelli: cadencias frecuentes y muy claras como marco formal, progresiones con
movimiento de quintas, cadenas de retardos, acordes paralelos de sexta...
La música vocal[editar]
La ópera[editar]
Las corrientes humanistas, en particular la [Camerata Florentina], buscaban ya a finales del
XVI una puesta al día del antiguo teatro griego, basándose sin embargo en formas musicales
recientes, como el drama litúrgico, el drama pastoral, las comedias madrigalescas con figuras
de la commedia dell'arte y los intermezzi teatrales. Los sucesivos experimentos en los que la
música vocal se combinaba con danzas y escenas teatrales habladas forjaron finalmente un
espectáculo musicalmente continuado, en que estas escenas habladas eran sustituidas por
recitativos: había nacido la ópera. Entre las primeras se cuentan la Dafne de Jacopo Peri, de
cuya música solo se conservan algunos fragmentos y cuyo tema fue significativamente
tomado de Las metamorfosis de Ovidio, y Eurídice, también de Jacopo Peri, esta sí
conservada completa en su edición de 1600. Pero fue Monteverdi con su Orfeo (1607) quien
consolidó la forma.
La evolución posterior y su fusión con otras formas músico-teatrales acabó convirtiendo a la
ópera barroca en una representación teatral íntegramente musicada en la que se suceden
números de cuatro tipos:
Recitativos, en los que los cantantes hacen avanzar los diálogos de la obra dramática en
un canto silábico apenas acompañado por el bajo continuo.
Arias, verdadero núcleo musical de la ópera. Son números solísticos líricos y muy
elaborados, a menudo virtuosos, al servicio del lucimiento del cantante y del puro deleite
musical (aun a costa del decurso teatral, aquí suspendido). Hacia el final del periodo se
impuso la forma A-B-A, llamada aria da capo.
Números instrumentales ejecutados por la orquesta desde el foso, como la sinfonía inicial
y, sobre todo, las danzas bailadas en escena.
Coros, generalmente a cuatro voces, a imitación de los coros del teatro griego.
La ópera se impuso como el gran espectáculo de la época en toda Europa: además de en
toda Italia, se representaron regularmente en lugares como Viena, Londres, Hamburgo,
Dresde, Hannover, Múnich y París. Con la notable excepción de Francia, el italiano siguió
siendo el idioma de los libretos, y la temática casi siempre mitológica: era la llamada opera
seria, arena del triunfo de los compositores con pretensiones de éxito del Barroco.
Paralelamente aparecieron géneros músico-teatrales más populares, en lengua vernácula, con
personajes contemporáneos (a menudo de clase baja), tramas a veces humorísticas y pasajes
hablados en lugar de recitativos. Estos espectáculos se introducían bien a modo de intermedio
entre los actos de la ópera seria o bien como obras independientes; recibieron diversos
nombres en cada país: singspiel (Alemania), zarzuela (España), opera
buffa e intermezzi (Italia), opéra-comique(Francia), etc.
El oratorio[editar]
Artículo principal: Oratorio (música)
Musicalmente casi idéntico a la ópera (aunque con más énfasis en los coros), solía tener una
temática religiosa y no era escenificado (esto es, era ejecutado al modo de las actuales
"versiones de concierto"). A diferencia de la ópera, casi siempre en italiano, los oratorios
solían escribirse en lengua vernácula. El más famoso ejemplo es El Mesías de Händel.
Un caso particular de oratorio, representado en las iglesias protestantes de la época, era
la Pasión, obra de larga duración que relataba, en recitativo, el texto evangélico de la Pasión
de Jesucristo, con arias y corales insertados. La Pasión según San Mateo de Bach es su más
ilustre ejemplo.
La cantata[editar]
Artículo principal: Cantata
La música instrumental[editar]
Véase también: Instrumentos musicales del Barroco
Los preludios, fantasías o tocatas son piezas para un instrumento solista (generalmente de
teclado) de carácter improvisatorio; como tales, suelen ser rapsódicas, cargadas de
ornamentación, de forma y compás poco definidos y de textura variable.3 Esas piezas
improvisatorias solían ir seguidas de una fuga (a 2, 3, 4 ó 5 voces): forma derivada del
antiguo ricercare, en ella una breve melodía llamada sujeto es presentada inicialmente en
cada una de las voces y desarrollada después en contrapunto imitativo.
La sonata[editar]
Artículo principal: Sonata
Al igual que la palabra cantata designa una composición para canto solista y bajo continuo, la
palabra sonata designa en el Barroco una composición para ser "sonada", esto es, para uno o
dos instrumentos (sonata a solo o sonata en trío, respectivamente) más el habitual bajo
continuo. La combinación más habitual incluía violín, flauta travesera u oboe para la o las
voces superiores, más violoncello y un instrumento de acordes (órgano, clave, arpa, laúd...)
para el continuo: su textura muestra la polarización de voces típica del Barroco. Derivada de
la canzona del Barroco temprano, la sonata solía dividirse en tres o cuatro movimientos de
carácter y tempo contrastantes: típica es la secuencia Largo-Allegro-Adagio-Allegro.4
La sonatas destinadas a la iglesia (sonate da chiesa) solían consistir en movimientos de forma
libre, que incluían algún fugado entre los rápidos. Las destinadas a las salas civiles ((sonate
da camera) incluían movimientos de danza bipartitos, al modo de la suite. Entre los más
célebres autores de sonatas están Corelli, Vivaldi y Bach. A mediados del siglo XVIII la
palabra sonata designó también obras para tecla, tales como las más de quinientas sonatas
para clave de Domenico Scarlatti.
El concerto grosso[editar]
Fue sólo a finales del XVII cuando se consolidó el concepto de orquesta, como conjunto en el
que varios instrumentos de cuerda interpretan al unísono una misma línea melódica, de suerte
que una música escrita a tres o cuatro voces (esto es, en partitura de tres o cuatro
pentagramas) podía ser interpretada por un conjunto de hasta quince o veinte músicos. Nació
así la posibilidad de alternar pasajes para la masa orquestal completa (tutti o concerto grosso)
con otros para los solistas del conjunto (concertino, habitualmente formado por dos violines y
un violoncello). A las obras así escritas se les llamó concerti grossi.
Tras su primera aparición en la escuela de Bolonia, los concerti grossi fueron difundidos por
toda Europa gracias a las publicaciones de Arcangelo Corelli; consistentes inicialmente en
meras sonatas en trío en las que cada pasaje era repetido por el tutti tras ser tocado por
el concertino, las partes solísticas ganaron en sofisticación y dificultad técnica hasta
diferenciarse temática y musicalmente de las partes orquestales: nació así el concierto solista
virtuoso en tres movimientos (típicamente Allegro-Adagio-Presto), fijado por Vivaldi y que
traspasó épocas musicales al punto de estar aún vigente como forma musical. Importantes
centros del género instrumental concertante fueron Módena, Bolonia y Venecia.
La suite[editar]
Artículo principal: Suite
Una suite es una sucesión de movimientos o piezas de danza que se interpretan seguidas (en
francés, suite). Su secuencia mínima clásica incluía:
Minueto: de compás ternario parecido al del vals. La suite suele contener dos minués
emparejados.
Rondó: pequeña pieza basada en la repetición de un tema (A), con intrusiones (B, C, D,
etc.).
De carácter aristocrático, vigoroso rítmicamente y muy sofisticado en lo melódico, la suite se
derivó de los ballets de cour de la corte francesa de Versalles y acabó infiltrándose en toda la
música instrumental francesa, alemana e incluso italiana, tanto para instrumentos solistas
(clavicémbalo, laúd, tiorba) como para grupos de cámara o conjunto orquestal. Su
transformación en música camerística estilizó sus pìezas a costa de su original carácter
danzable.5
Principales compositores[editar]
La inmensa mayoría de los compositores de la época barroca trabajaban al servicio de
mecenas pertenecientes a la alta aristocracia o al alto clero: reyes, príncipes alemanes,
cardenales, arzobispos o instituciones religiosas de posibles (como catedrales o conventos
notables). Solían completar sus ingresos con la edición y venta de sus propias obras
impresas. En todos los casos eran intérpretes que tocaban y dirigían sus propias obras,
compuestas en general para las funciones indicadas por su patrón: liturgia, música de cámara,
música ceremonial, etc.
Italia[editar]
Giovanni Gabrieli (c. 1555-1612) es el principal exponente del Barroco temprano: su música
contiene ya los estilos esenciales de la nueva época estética. Claudio Monteverdi (1567-1643)
es el primer gran compositor del Barroco; inauguró el nuevo género operístico en Italia y
Europa. Girolamo Frescobaldi (1578-1643) tuvo gran importancia en el desarrollo de la música
para teclado, en particular por sus toccate para clave y sus canzone para órgano. A mediados
de siglo sobresale Giovanni Legrenzi (1626-1690).
Arcangelo Corelli (1658-1711), Giuseppe Torelli y Alessandro Scarlatti (1660-1725) dominan la
escena nacional de la segunda mitad del siglo XVII hasta principios del siglo XVIII. Ya en la
primera mitad del siglo XVIII, Antonio Vivaldi (1678-1741), Tomaso Albinoni (1671-
1751), Domenico Scarlatti (1685-1757) y Giuseppe Tartini (1692-1770) representan la cumbre
y el ocaso barroco en su país.
Alemania[editar]
La obra de Bach está considerada la cumbre de la música barroca, y su "Pasión según San Mateo" y el
"Clave bien temperado" son cimas de la música occidental.
El nuevo estilo barroco fue aprendido en Venecia por un joven Heinrich Schütz (1585-1672), el
más influyente músico en la primera mitad del siglo XVII alemán. De notable importancia son
también Johann Hermann Schein (1586-1630), Samuel Scheidt (1587-1654) y Michael
Praetorius (1571-1621), autor del tratado Syntagma Musicum.
En la segunda mitad del siglo XVII el organista Dietrich Buxtehude (1637-1707), visitado en
Lübeck en 1705 por un joven Bach, es junto al violinista de la corte imperial vienesa Heinrich
Ignaz Franz von Biber el más sobresaliente autor. Destacan asimismo los teclistas Johann
Pachelbel (1653-1706) y Johann Jakob Froberger (1616-67), junto a Georg Muffat (1653-
1704), privilegiado testigo de los diversos estilos musicales del momento. A caballo entre los
siglos XVII y XVIII, Johann Kuhnau (1660-1722), predecesor de Bach como Kantor en
Leipzig, Johann Joseph Fux (1660-1741), Johann Caspar Ferdinand Fischer (c. 1665-1746)
y Georg Böhm (1661-1733) son los más prominentes compositores.
El Barroco musical llegó a su máxima madurez y esplendor en la primera mitad del siglo XVIII
con uno de los compositores más importantes de la música universal, Johann Sebastian
Bach (1685-1750), que agotó todas las posibilidades de la música barroca. Su fallecimiento
marca tradicionalmente el fin del periodo.
Entre los restantes autores del Barroco alemán tardío cabe destacar al compositor
operístico Reinhard Keiser (1674-1739), al tratadista Johann Mattheson (1681-1764),
a Johann Adolph Hasse (1699-1783), Carl Heinrich Graun (1703-59) y un joven Georg
Friedrich Händel (1685-1759) -hasta que en 1712 se fue a Inglaterra- y, sobre todo, a Georg
Philipp Telemann (1681-1767), que marca igualmente el inicio de la transición de la música
barroca hacia la música clásica de la segunda mitad del siglo XVIII en su país.
Inglaterra[editar]
Las peculiares condiciones históricas de la Inglaterra del XVII resultaron en una peculiar
persistencia del estilo polifónico hasta bien entrado el siglo. Tras la restauración de 1660, John
Blow (1649-1708) y su alumno Henry Purcell (1659-95) fueron los más destacados e
influyentes autores.
En la primera mitad del siglo XVIII, Georg Friedrich Händel (1685-1759), desde su llegada en
1712 al país, es el más destacado e influyente autor y es considerado aún, junto con su
paisano y coetáneo Bach, el más importante compositor del Barroco tardío. Después de
Händel, la música inglesa vive un periodo de ocaso, aunque a mediados del siglo XVIII
destacan Thomas Augustine Arne (1710-78) y William Boyce (1711-79).
Francia[editar]
El estilo se consolida con Jean-Baptiste Lully (1632-87), un italiano de nacimiento que
introduce la ópera en Francia, siendo el verdadero dictador musical del siglo XVII en ese país
gracias a su talento y a su posición de influencia sobre Luis XIV. También sobresale en el
mismo siglo Marc Antoine Charpentier (1640-1703), máximo rival de Lully.
En torno al cambio de siglo François Couperin (1668-1733) es el más importante autor. Louis
Marchand (1669-1732) es hoy especialmente conocido por su duelo musical con Bach de
1717. Jean-Philippe Rameau (1683-1764) es, junto con Couperin, la cumbre barroca nacional
y el cénit de la ópera barroca francesa en la primera mitad del siglo XVIII, siendo en los
últimos años testigo del cambio del Barroco al Clasicismo en su país.
España[editar]
Artículo principal: Música del Barroco en España
1749 Música para los reales fuegos de artificio Georg Friedrich Händel
Bélgica-
1575 c. 1647 Matheo Romero
España
Jacques Champion de
1601/02 1672 Francia
Chambonnières
México-
1678 c. 1755 Manuel de Sumaya
Nueva España
Françoise-Charlotte de Senneterre
1680 1691
Ménétou
Alemania
1691 1765 Conrad Friedrich Hurlebusch
Países Bajos