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Los dualismos opresivos

y la educación ambiental
ALICIA H. PULEO
Universidad de Valladolid

RESUMEN. La educación ambiental es ABSTRACT. Environmental education is


considerada un factor elave para la for~ considered a key factor for the formation
mación de una ciudadanía consciente de of a citizenry conscious of the need to
la necesidad de avanzar hacia una so~ move toward a sustainable society. Wi~
ciedad sustentable. Sin pretensiones om~ thout attempting to offer a comprehensi~
niexplicativas, este trabajo busca subra~ ve explanation of aH aspects of this
yar, desde la perspectiva de género, la issue, this article highlight, from the
persistencia de ciertos dualismos opresi~ perspective of gender, the persistence of
vos vinculados al par Cultura~Naturale­ certain oppressive dualisms related to
la. A partir de su análisis, propone que the paired concepts of Culture and Natu-
ciertos valores y actitudes históricamente re. Based on this analysis, the artiele pro-
devaluados y marginalizados como poses that certain values and attitudes
femeninos sean integrados en la elabora~ that historically have been devalued and
ción de una educación ambiental a la marginalized as feminine be integrated
altura de los retos del siglo XXI. into a conceptualization of environmen-
tal education that takes up the challenges
facing us in the twenty-first century.

1. INTRODUCCIÓN dad 2 • Este documento llama a la ciudada-


nía, y en particular a los educadores, a par-
Respondiendo a la iniciativa de las Nacio~ ticipar de la iniciativa de Naciones Unidas
nes Unidas de instituir a partir de 2005 frente a una crisis ecológica cada vez más
una Década de la Educación para el Desa- evidente. Se menciona la contaminación
rrollo Sostenible 1, el Tercer Seminario que envenena el medio ambiente y acarrea
Ibérico de Ciencia, Tecnología y Sociedad el cambio climático, la miseria creciente
que ha tenido lugar en junio de 2004 en de miles de millones de seres humanos en
Aveiro con participantes de España, Portu~ algunas partes del planeta mientras una
gal y América Latina aprobó un manifies- quinta parte de la humanidad practica un
to titulado Compromiso por la Sostenibili- consumismo irresponsable, el excesivo

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NOTAS y DISCUSIONES

crecimiento demográfico mundial, el mer lugar, pasaré revista a algunos con-


aumento en todos los países de enfermeda- ceptos y operaciones propios de lo que se
des relacionadas con la alimentación y la ha dado en llamar la «lógica de la domina-
contaminación, las guerras, las «limpiezas ción» y posteriormente examinaré cómo
étnicas», la explotación infantil y la des- subsisten, implícita e inconscientemente,
trucción de la diversidad cultural. en los esfuerzos pedagógicos por ofrecer
Para responder desde la filosofía a esta una eficaz formación ambiental.
llamada, tenemos que seguir preguntándo-
nos: ¿Qué entendemos por Naturaleza? 11. ALGUNOS DUALISMOS
¿Qué valores y actitudes nos permitirían DE NUESTRA HERENCIA COMÚN
avanzar hacia una sociedad sustentable
que utilice la tecnología sin caer en tecno- En primer lugar, quiero señalar que Natu-
latría, es decir, en una confianza absoluta- raleza no es un concepto meramente des-
mente ciega hacia ella? ¿Qué creencias no criptivo, sino eminentemente político 3.
examinadas impiden u obstaculizan ese Designa, en el discurso filosófico hegemó-
avance? ¿El problema reside sólo en la nico, la parte inferior del par Naturale-
falta de aplicación de los criterios éticos za/Cultura (o Humano/Naturaleza), aque-
debido a intereses egoístas? ¿O, como se llo que no tiene su finalidad en sí mismo,
ha planteado desde la filosofía medioam- aquello que carece de sacralidad o digni-
bientalista, es necesario revisar nuestra dad, lo que es medio para un fin que le es
visión del mundo y nuestra autodefinición externo, lo sujeto al devenir cíclico, lo
para introducir cambios en lo que se con- carente de historia y de progreso, lo que
sidera valioso y así poder hacer frente a puede ser apropiado por el hombre racio-
las fuerzas desatadas del nuevo Golem que nal e industrioso, lo absurdo en la perspec-
nos amenaza? y también podemos plan- tiva del pesimismo existencial.
teamos el siguiente interrogante, sin el Las mujeres estamos en una posición
cual lo anterior quedaría en letra muerta: particular con respecto a la Naturaleza.
¿Cómo se puede educar eficazmente en la Hemos sido adscritas (y seguimos siéndo-
sustentabilidad? ¿Adiestrando en un cálcu- lo) de alguna manera a ella como al ámbi-
lo de intereses individuales a corto, medio to de lo inferior y subhumano. Nuestras
y largo plazo que invite a ajustarse a las reivindicaciones han sido y siguen estando
tres R (reducir, reutilizar y reciclar)? ¿In- orientadas en gran medida a huir de la
formando simplemente sobre las conse- Naturaleza para que se nos reconozca
cuencias de un mal uso de los «recursos»? como miembros de pleno derecho de su
¿O fomentando la solidaridad intraespecí- opuesto: la Cultura, la Humanidad. Por
fica en el espacio (con los habitantes de ello, el feminismo surge como la demanda
las zonas más desfavorecidas del planeta) de igualdad de la mitad de la humanidad a
y en el tiempo (con las generaciones futu- la otra mitad 4 que injustamente la conde-
ras)? ¿O, más aún, extendiendo nuestra naba a la inmanencia de la Naturaleza al
capacidad empática y nuestras obligacio- imposibilitarle el acceso a la autonomía.
nes éticas más allá de nuestra especie? Otros grupos subalternos han sufrido y
La crisis ecológica a la que nos enfren- sufren procesos similares. Las teorías de la
tamos responde a una causalidad múltiple descolonización de Franz Fanon o Albert
que no pretendo ni siquiera llegar a nom- Memmi han indagado en la formación de
brar exhaustivamente en este trabajo. Sólo la autoimagen idealizada del opresor y la
me propongo señalar algunos aspectos éti- imagen naturalizada del oprimido. La ani-
co-políticos, a mi juicio importantes y por malización se ha cernido siempre como
lo general poco tenidos en cuenta. En pri- una amenaza y una condena 5 sobre muje-

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NOTAS Y DISCUSIONES

res, bárbaros, extranjeros, clases desfavo- desestimar lo que ha sido y continuará


recidas, indígenas y minorías sexuales). siendo un instrumento imprescindible para
Pero, en lo que parece a primera vista la protección de los más vulnerables: el
una paradoja, el análisis crítico de los dis- lenguaje de los derechos 6.
cursos legitimadores de estas adscripcio- El colectivo femenino y las minorías
nes interesadas a la Naturaleza han gene- étnicas han conseguido, si no la igualdad
rado instrumentos muy pertinentes para que solicitaban, al menos el reconocimien-
esclarecer y transfonnar nuestras relacio- to de su plena humanidad. Sin embargo,
nes, como humanos, con lo no humano. Su como veremos, continúan afectados por
adecuación se debe a razones de orden profundos dualismos que hunden sus raí-
teórico y práctico. Por un lado, como estu- ces en un pasado filosófico que rechaza o
dio de la lógica del dominio, facilita el menosprecia todo aquello que concibe
conocimiento de los mecanismos de la como mera naturaleza.
devaluación y la mitificación. Por otro Estos dualismos estudiados por la filo-
lado, como ha sido puesto de relieve en la sofía ecofeminista son relaciones de opo-
Conferencia Mundial La Mujer en el año sición vinculadas a la organización social
2000: igualdad entre los géneros, desarro- de sexo-género. Niegan la dependencia
llo y paz en el siglo XXI celebrada en Nue- con respecto al elemento subordinado e
va York en el 2000 (Beijing + 5) las muje- instituyen jerarquías de valor 7. Se insertan
res son particularmente afectadas por el en un sistema de pensamiento anclado en
deterioro medioambiental ligado a los pro- la realidad histórica material de la domina-
cesos de globalización. En defensa de sus ción y la explotación. Una de sus funcio-
culturas ligadas a la conservación del nes es la legitimación de estas relaciones
medio natural, grupos de indígenas y de de poder pero no deben ser pensadas en
mujeres pobres de zonas rurales del Tercer ténninos de simple superestructura ideoló-
Mundo han puesto en marcha iniciativas gica 8. Ellas mismas son tecnologías de
de defensa de la Naturaleza frente a un dominación, no un mero reflejo de la ver-
desarrollo sostenido que ha afectado nega- dadera realidad, que sería la económica.
tivamente sus vidas. Así nacieron, entre De este sistema de pensamiento com-
otros, el movimiento de mujeres Chipko puesto de dualismos interconectados con
de la India para detener la deforestación -la oposición Cultura/Naturaleza, destacaré
del Himalaya y el Green Belt de Kenya, algunos particularmente relevantes para
fundado por la activista ecologista Wanga- nuestro análisis. En primer lugar, eviden-
ri Maathai, premio Nobel 2004, que ha temente, el dualismo jerarquizado hom-
plantado más de veinte millones de árbo- bre/mujer que a su vez remite a los dua"
les en doce países africanos para combatir lismos razón/emoción; mente/cuerpo;
la desertificación. Finalmente, cabe seña- civilizado/ primitivo; espíritu/materia;
lar que algunas teóricas ecofeministas des- universal/particular, self/Otro. De todos
tacan cierta similitud entre las mujeres y ellos, al estar relacionados con el imagina-
otros grupos no dominantes: un sentido rio de los sexos, puede decirse que son
del self interconectado con otras fonnas de dualismos generizados. Se construyen por
vida y más vinculado a una ética del cui- medio de ciertas operaciones característi-
dado que a una ética de los derechos entre cas entre las que destacaré, siguiendo a
individuos separados. Si bien este último Val Plumwood 9, las de hiperseparación,
aspecto de esta teoría es interesante y con- denegación, homogeneización, incorpora-
tiene, a mi juicio, cierto porcentaje de va- ción e instrumentalización.
lidez descriptiva, ha llevado, en una inter- La hiperseparación, en tanto mecanis-
pretación tendente al eliminacionismo, a mo jerarquizador, enfatiza las diferencias,

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NOTAS Y DISCUSIONES

negando o minimizando la existencia de peradamente probar su humanidad apren·


rasgos compartidos y rechazando la conti- diendo la lengua y adoptando las cOstum-
nuidad. Se trata de una operación bien bres propias del modelo hegemónico de
conocida por los defensores de los anima- ser humano.
les que cuando creen haber refutado la La bipolarización de los sexos con su
teoría del abismo ontológico, subrayando extrema diferenciación de roles, identidad
las capacidades cognitivas y afectivas no sexuada y status ha estado conectada
humanas, comprueban que sus adversarios durante largos siglos con la oposición Cul-
han subido el listón de lo exigido (si se tura/Naturaleza. La categoría de natura-
prueba, contra el cartesianismo, que son leza está ligada históricamente en la tra-
capaces de sentir dolor, entonces se exigen dición filosófica occidental a la de lo
capacidades lógicas y lingüísticas; si se femenino (pensemos en los hijos mortales
descubre que fabrican instrumentos y son que los hombres tienen con las mujeres
capaces de razonamientos simples y de frente a los hijos eternos de la comunidad
aprender un lenguaje, entonces se plantea de varones en El Banquete de Platón, por
la razón práctica como condición de cual- ejemplo).
quier derecho, etc.). La conceptualización Las mujeres han sido naturalizadas. La
de los sexos también se ha realizado con antropóloga Sherry Ortner sostuvo que la
recurso a este expediente. Simone de posición subalterna de las mujeres en el
Beauvoir mostró que el «segundo sexo» sistema de sexo"género se habría origina-
ha sido concebido como lo Otro con res" do en la proximidad de las funciones y
pecto a lo propiamente hUmano. Así, en la tareas de las mujeres con respecto almun-
Política 10, Aristóteles afIrma que la razón do natural ll . El embarazo, el parto, la lac-
es lo propio del hombre libre, y que muje" tancia y una mayor tendencia a la expre-
res, animales y esclavos no acceden a la sión de los sentimientos, así como su
razón, por lo que carecen de libertad y de participación en tareas de mediación entre
fInalidad en sí mismos. Son para el hom- naturaleza y cultura como la preparación
bre libre, que es quien determina su fInali- de los alimentos y la crianza de los niños,
dad. Aunque el hombre es defInido como de alguna forma habrían contaminado el
animal racional, lo propiamente humano status del colectivo femenino debido a la
será la diferencia específica. La identidad devaluación previa de la naturaleza en
del hombre libre fue determinada por todas las culturas. Posteriormente, las pre-
exclusión de las características comparti- tensiones explicativas universales de este
das con lo dominado: mente frente al cuer- artículo fueron recortadas por estudios que
po, razón que controla la emoción, racio- demostraron la variación histórica del con-
nalidad que somete a la animalidad interna cepto de Naturaleza y la existencia de
y externa, espíritu que da forma a la mate- algunas culturas etnológicas en las que los
ria (de ahí la teoría de la reproducción varones se identifIcaban, en tanto cazado-
humana del Estagirita). res, con la Naturaleza salvaje concebida
Se constituye y legitima, de esta mane- como superior, y calificaban de «femeni-
ra, un grupo con privilegios sobre otro que na» la cultura que domesticaba animales y
queda en una posición subalterna. Como plantas 12. Sin embargo, en todo caso, la
bien denunciara Albert Memmi, las iden- hipótesis de Ortner se adapta a la tradición
tidades de colonizador y colonizado jus- occidental y a gran parte de la orientaL
tifican la dominación naturalizándola, Historiadoras y epistemólogas feministas
convirtiendo lo sociológico e histórico en como Carolyn Merchant 13 y Evelyn Fox
biológico y metafísico. La animalización Keller 14, al estudiar el surgimiento de la
persigue al dominado, que intenta deses- ciencia moderna en su lucha contra la

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NOTAS Y DISCUSIONES

alquimia, han desvelado el subtexto de explotación de la Naturaleza no humana y


género del paradigma baconiano que se en las tareas domésticas no remuneradas
presentaba a sí mismo cOmO un proyecto de las mujeres que permiten la renovación
de dominio sobre una Naturaleza concebi· de la fuerza de trabajo. El ámbito domésti-
da como entidad femenina que debía ser co aparece, así, como un espacio de Natu-
seducida y forzada para que, sometida, raleza en el centro de la cultura. Emerge
librara sus secretos. Las metáforas de la en segundo plano, como un ámbito infe-
agresión sexual y del interrogatorio inqui- rior cuya función, apenas visible, consiste
sitorial aplicado a las brujas que encontra- en permitir que tengan lugar las tareas
mos en Bacon no eran elementos de sim- humanas superiores, que son las únicas
ple retórica, sino expresión de una forma que cuentan. Éste es un buen ejemplo del
de concebir el estudio de la Naturaleza efecto de la operación de denegación
totalmente contrario a la actitud de empa- característica de los dualismos que exami-
tía que algunas/os científicas/os afirman namos: desde la perspectiva dominante,
utilizar en contextos de investigación. Fox los servicios del dominado son declarados
Keller compara este paradigma, que llama inesenciales, inferiores. Se niega toda
de objetividad estática, con la metodología dependencia con respecto a ellos. ¿Y aca-
de investigación en Genética de Barbara so no vivimos también actualmente en la
McClintock: «La objetividad dinámica negación de la dependencia de la humani-
tiende a una forma de conocimiento que dad con respecto a la Naturaleza como
garantice la integridad independiente del suelo nutricio?
mundo que nos rodea, al mismo tiempo Pero volvamos a los trabajos del cui-
que sigue siendo consciente de nuestra dado, aquellos que se ocupan de la Natura-
conectividad con ese mundo,y de hecho leza del ser humano o Naturaleza interna.
se apoya en ella. En esto, la objetividad No es una casualidad si estas actividades
dinámica no es diferente de la empatía, carecen de remuneración y se caracterizan
una forma de conocimiento de las otras por su bajo status. Incluso cuando se con·
personas que recurre explícitamente a la vierten en profesiones (por ejemplo, enfer-
comunidad de sentimientos y experiencias mería) continúan marcadas por su origen
con el fin de enriquecer nuestro entendi- de género y su cercanía al cuerpo, a la
miento del otro/a» 15. 'naturaleza y a lo femenino. Tanto las ta·
Las tareas del cuidado de la vida que reas domésticas occidentales cOmo las
se realizan en el ámbito familiar son toda- economías de subsistencia no integradas
vía hoy en los países industrializados rea- en el mercado y propias de otras culturas
lizadas en su inmensa mayoría por las son infravaloradas. Mary Mellor las ha lla-
mujeres. Aquí podemos ver otros dualis- mado We Economy 16, economías que sa-
mos, propios de la modernidad, pero tisfacen necesidades vitales materiales y
conectados a los anteriores y apoyados en afectivas de la comunidad; muy diferentes
éstos: los que oponen trabajo productivo y en su dinámica a la economía individualis-
trabajo reproductivo, ámbito público y ta capitalista (My Economy). Esta última,
ámbito doméstico. Esa particular tarea de en su búsqueda de expansión indefinida,
reproducción de la vida que consiste en el alienta los procesos de globalización neo-
mantenimiento corporal y afectivo de liberal responsables de la actual destruc-
adultos, ancianos y niños sigue siendo ción ecológica a gran escala y de la ex·
prácticamente responsabilidad exclusiva plotación creciente de grandes grupos
de las mujeres. La actual economía deltra- humanos.
bajo productivo reposa en la externaliza- Sin ignorar los mecanismos puramente
ción de los costes medioambientales de la económicos actualmente en marcha, el

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NOTAS Y DISCUSIONES

análisis de los dualismos de nuestro pensa- El par trascendencia/inmanencia te-


miento nos puede permitir comprender matizado por Beauvoir para arrancar a las
mejor este fenómeno y generar un pénsa- mujeres de la heterodesignación ilegítima
miento más propio de una sociedad sus- como «Naturaleza» nos ha dejado una
tentable. En esta sociedad del futuro, herencia emancipatoria que remite a las
deberá superarse lo que se llama el «perfil ideas de libertad, igualdad y justicia
masculino del puesto de trabajo» o suposi" imprescindibles en toda empresa de libera-
ción de que «el trabajador» tiene una ción. Pero, también posee fuertes connota"
mujer que asegura la infraestructura ciones androcéntricas y antropocéntricas,
doméstica. Actualmente, el resultado de que han de ser analizadas a efectos de pro-
no haber encarado abiertamente la trans- ceder a la inclusión de lo inicialmente
formación social exigida por la salida de excluido y alcanzar un modelo de ser hu"
las mujeres al mundo del trabajo asalaria" mano y de sociedad compatibles con la
do es la doble y triple jornada que afecta a continuidad de la vida en la Tierra.
estas últimas con todos sus efectos negati- El lado oscuro del legado remite a la
vos (stress, enfermedades, problemas fa- ilusión de autogénesis absoluta y a la
miliares, etc.). Mejorar la calidad de vida negación de todo límite (no sólo de opre-
implicaría adaptar los tiempos del trabajo sión social, sino también de necesidad
asalariado a los tiempos y necesidades natural). Esta cara perversa de la trascen-
vitales de esos organismos vivos que son dencia, potenciada por los intereses econó-
las personas. La realidad actual está lejos micos, ha conducido a una civilización
de encaminarse hacia esta solución. El tecnológica destructiva. La identidad viril
tiempo continúa acelerándose junto con la conquistadora (forjada históricamente en
crisis ecológica 17. tanto separación y negación extremas de la
Observemos que, aún hoy, hablar de madre y de lo femenino) mantiene cierto
mujeres y de trabajo doméstico parece nexo causal con la ilusión suicida de la
introducir lo particular e inferior en el ám- civilización de conseguir la independencia
bito superior de lo neutro universal. Ello absoluta con respecto a la Naturaleza. El
se debe a que la autoimagen del domina- yo eligiéndose sin límite alguno implica
dor ha constituido, en palabras de Celia una separación total con respecto a las ba-
Amorós, un «sujeto inverosímil» o «sujeto ses de la vida. Lo corporal aparece como
iniciático» o «desmadrado», una fantasía facticidad, como inmanencia fuertemente
de sujeto «inengendrado y generador ab- devaluada.
soluto de sentido» 18 que la teoría de las Un ejemplo de la ambigüedad del con-
relaciones objetales identifica como una cepto de trascendencia es la definición sar-
tendencia masculina en las relaciones treana del hombre como «ser que no es lo
madre-hijo de las sociedades patriarcales. que es». Se trata de un canto a la libertad
En el sistema de sexo-género, la afirma" que ha inspirado gran parte de nuestra
ción del self se produce en ruptura y con" vida pero que encierra el desprecio de la
traposición con la madre y con todo lo que Naturaleza externa e interna. Por su énfa"
ésta representa, fuertemente devaluado: sis en un rasgo humano parcial, constituye
suelo nutricio, cuidados, afectividad, aper- quizás más una consigna apta para pro-
tura y relación estrecha con los otros. La cesos de liberación anteriores a la crisis
distancia afectiva y el pensamiento dualis- ecológica que una descripción ontológica
ta sujet%bjeto forman parte del andro- perfectamente adecuada. Las metáforas fá-
centrismo hegemónico y se hallan ligados licas de Sartre señaladas por Michele Le
al antropocentrismo exagerado de nuestra Doeuff 19 y Toril Moi 20 no son totalmente
visión de la Naturaleza. independientes del núcleo filosófico de su

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NOTAS y DISCUSIONES

teoría. Podemos considerarlas parte del juicio moral, en cambio, eran rasgos con-
imaginario androcéntrico del que surge la siderados superiores; y se negaba que los
ilusoria definición de lo humano-masculi- poseyeran las mujeres 22, a pesar de los
no como puro espíritu desgajado de la numerosos indicios en sentido contrario.
Naturaleza, o Naturaleza autoconsciente Un ejemplo extremo de esta operación
destinada a dominar sin límites al Otro o es la reducción de los animales no huma-
Naturaleza no consciente de sí (por otro nos a extensión, a carne O a cualquier otra
lado, descripción inadecuada de lo no cualidad que interese explotar. Tiene su
humano con los datos etológicos que po- máximo exponente en la moderna granja
seemos actualmente). No obstante, quiero factoría. El dolor, la desesperación, la ne-
subrayar que una reconciliación con la cesidad de moverse o de ser amados no es
naturaleza podría y debería conservar la reconocida como existente. Ni siquiera
potencia de la caracterización antropológi- son víctimas del odio, sólo del desprecio,
ca sartreana como salvaguarda de nuestro de la abstracción y de las cifras de rendi-
margen de libertad con respecto a la opre- miento por metro cuadrado. Pero estamos
sión social e histórica disfrazada tan a me- ya en la cuarta operación de la lógica del
nudo de «natural». dominio: la instrumentalización.
El proceso de homogeneización niega Como su nombre indica, la instrumen-
la individualidad a los dominados. Esta talización es la reducción del dominado a
operación ha sido perfectamente descrita un mero medio para los fines del domina-
por la teoría feminista. Me limitaré a dor. La virtud del dominado consiste en la
recordar el agudo análisis realizado por adecuación a dichos fines. Así, cuando las
Celia Amorós al respecto: mientras que mujeres transgredían las normas de su
los hombres se autodefinen como «igua" sexo, eran estigmatizadas como perversas.
les» al menos formalmente, las mujeres El negro bueno era el resignado a su con-
son pensadas como «idénticas» 21; la indi- dición de esclavo o sirviente solícito. Pen-
vidualidad es una cualidad que depende sar la Naturaleza únicamente en términos
del poder y quien carece de él es «hetero- reduccionistas de «recursos» y de «gestión
designado». de recursos» equivale a negar su existen-
Desde una perspectiva feminista, so- cia independiente de los humanos. Si bien
cialista, antirracista y ecológica, podemos este enfoque ambientalista puede retrasar
decir que género, raza, clase social y espe- el suicidio ecológico de nuestra especie,
cie, en tanto distribuidores de poder, deter- no es suficiente para un verdadero cambio
minan quién puede ser reconocido como de rumbo.
individualidad única, no reemplazable ni Hiperseparación, denegación, incorpo-
reducible a patrones predeterminados. ración, homogeneización e instrumentali-
La incorporación es el proceso por el zación se conjugan hasta volverse contra
que el otro es definido como poseedor de los supuestamente privilegiados. Así, la
cualidades que corresponden a los deseos hiperseparación y denegación impiden
o necesidades del amo. Una de sus formas reconocer nuestro parentesco y dependen-
es la definición negativa. Se destaca la cia de la Naturaleza. La reducción de las
carencia de ciertas cualidades del domi" cualidades del oprimido a unas pocas fun-
nante que han sido declaradas superiores y cionales a la opresión (incorporación) y la
se le reconocen defectos o virtudes funcio- instrumentalización (por la que se niegan
nales. Belleza y sensualidad, o incluso los fines propios del dominado) terminan
sólo sexualidad, podrían ser claros ejem- instrumentalizando al propio anthropos
plos de cualidades adjudicadas tradicional- dominador. Como productores mal infor-
mente a las mujeres. La racionalidad y el mados y desprotegidos, sufrimos enferme-

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NOTAS y DISCUSIONES

dades profesionales debidas a la contami- Para tomar el segundo rumbo y evitar


nación; convertidos en consumidores, ma- el primero, algunos sectores de la filosofía
nipulados por los media y regidos por la ambiental consideran que el conocimiento
ley del mercado, enfermamos alimentándo- de otras culturas nos puede ayudar a pen-
nos con la came repleta de hormonas y sar la relación con la Naturaleza en térmi-
antibióticos de pobres seres atormentados nos de colaboración y no de dominio y
por la ganadería intensiva; y como ciuda- destrucción. Como ya apuntaba Montes-
danos incapaces de hacer cumplir los Dere- quieu con gran ironía en sus Cartas per-
chos Humanos de tercera generación, asis- sas a pesar de que escribía en plena cúspi"
timos impotentes al cambio climático y a de de la autoconfianza occidental, siempre
las guerras por el dominio de los recursos. enriquece tomar distancia con respecto a
Ya Horkheimer y Adorno 23 advertían algo las propias creencias y costumbres y com-
similar cuando señalaban los efectos de la pararlas con las ajenas. Pero, en este si-
dialéctica de la Ilustración en la psicología glo XXI, la seducción de lo exótico no nos
conductista. Sus laberintos terminaban con- debe hacer olvidar los elementos emanci-
duciendo a una concepción mecanicista y patorios que la tradición ilustrada ha ofre-
manipuladora de los seres humanos. cido y continúa ofreciendo a las muje-
res 25. Podría suceder que aceptemos bajo
nuevos ropajes prejuicios interesados que
III. HACIA UNA EDUCACIÓN hemos combatido y desenmascarado en
AMBIENTAL NO ANDROCÉNTRICA Occidente.
En la línea de búsqueda de otras fuen-
A las preguntas iniciales de cómo
tes culturales, algunas teóricas ecofemi-
colaborar desde la filosofía en la década
nistas 26 anglosajonas han llamado a un
de la Educación para la sociedad sustenta-
«reencantamiento del mundo» que lo li-
ble, responderé, entonces, que una de las bere de la «jaula de hierro» racionalista.
tareas «epimeteicas» 24 consiste en revisar Conviene advertir que no se trata de sim-
nuestra autoconciencia como individuos y ples llamadas a un misticismo inoperante,
como especie, haciendo conscientes los sino a la acción política conjunta de movi-
dualismos opresivos que subyacen a nues- mientos de mujeres, campesinos, obreros,
tro pensamiento, así como las operaciones sindicalistas, indígenas, consumidores,
que los constituyen, reconociendo su gé- ecologistas y defensores de los animales
nesis histórica como elementos de domi- contra la globalización neOliberal y su pro-
nación de género, raza, clase y especie. yecto de control total sobre el mundo 27.
Superar el sexismo, el racismo, el andro- En América Latina, Ivonne Gebara pro"
centrismo y el antropocentrismo moral mueve el ecumenismo y la defensa de la
fuerte es tanto una exigencia ética para diversidad biológica y cultural frente al
con los oprimidos como una necesidad pensamiento único de la globalización
vital de la humanidad en tiempos del cam- neoliberal. Aunque no acepta el término
bio climático. de «reencantamiento», esta teóloga brasi-
Los estudios científicos más recientes, leña fustiga el extremo antropocentrismo y
en particular los etológicos y ecológicos, androcentrismo de la tradición cristiana
facilitan la visión de nuestra especie como que nos hizo «cómplices y legitimadores
parte de un continuum de la Naturaleza, de la destrucción de bosques, ríos, anima-
abriendo dos caminos divergentes: la ins- les y grupos marginales» 28 y extiende el
trumentalización generalizada a la misma amor y el respeto cristianos a todas las
humanidad o la extensión del respeto y la criaturas vivas y .a los ecosistemas que las
empatía hacia la naturaleza no humana. sustentan. La trascendencia no se obtiene

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NOTAS Y DISCUSIONES

despreciando la materia, por el contrario, Ahora bien, la Educación Ambiental


es redefinida como inmersión en el miste- predominante en la educación formal y no
rio de la vida y experiencia de pertenencia formal hasta hoy no se halla libre de la
a una totalidad. De esta forma, la comuni- nefasta influencia del marco conceptual
dad de los pobres de la Teología de la Li- opresivo examinado anteriormente. La in-
beración de los años setenta se convierte mensa mayoría de las propuestas no supe-
ahora en comunidad vital ecológica en raría un examen crítico feminista en este
busca de la ecojusticia, convergiendo en sentido.
ello con la Etica Global de Hans Küng. Recientemente, algunos textos han
Quizás por mi formación filosófica comenzado a utilizar lenguaje no sexista y
marcada por el pensamiento ilustrado, el han incorporado alusiones a la situación
pesimismo decimonónico, el materialismo de las mujeres pobres del Tercer Mundo.
histórico, el existencialismo, y la curio- Esto es bueno pero no basta. Nos podemos
sidad científica, no puedo dejar de pre- preguntar, por ejemplo, ¿por qué aparece
guntarme: ¿Es imprescindible el reen- solamente la figura femenina de la víctima
cantamiento del mundo para poder ex- cuando se dispone de tantas pioneras en la
perimentar y enseñar compasión por los lucha ecologista individual y colectiva?
seres sintientes o admiración, solicitud y Sigue presente el dualismo generizado
cuidado ante el espectáculo de la belleza y universal/particular en el que el primer
la complejidad naturales? A mi juicio, la elemento denota lo masculino y 10 neutro
respuesta es negativa. y el segundo lo femenino y sexuado. En
Conseguir una educación ambiental los textos pedagógicos que he consultado,
con verdadera fuerza motivadora es una no he encontrado alusiones a los derechos
necesidad imperiosa para evitar encami- sexuales y reproductivos de las mujeres
namos a una pesadilla de ciencia ficción, a como reconocimiento de su autonomía, a
las ya anunciadas guerras incesantes por el pesar de que constituyen un importante
agua y otros recursos escasos en una Natu" elemento de la sustentabilidad. Se habla
raleza envenenada. A diferencia de otras de «presión demográfica» pero no de las
situaciones que enfrentó exitosamente la trabas que aún encuentran las mujeres en
filosofía moral, la gravedad del problema muchos lugares del mundo para decidir
ecológico reside justamente en los reduci- sobre sus propios cuerpos. Tampoco hay,
dos plazos temporales de que disponemos. por ejemplo, mención alguna a la relación
Como afirma Jorge Riechmann: «causa entre ciertos antiguos estereotipos mascu-
angustia la escasez de tiempo para reaccio- linos del dominio y la práctica de la caza
nar adecuadamente a las consecuencias de deportiva que persigue con armas ultramo-
nuestros propios actos: el decurso global demas a los animales silvestres en territo-
del desarrollo tecnocientífico y la marcha rios de supervivencia que el desarrollo
de la sociedad industrial se asemejan cada económico recorta cada vez más como la
vez más a la carrera de un vehículo fuera balzaciana piel de zapa.
de control» 29. De ahí la importancia de la Sólo encontramos información «ob-
capacidad pedagógica de una adecuada jetiva» sobre contaminación, gestión de
Educación Ambiental que genere ciudada- residuos, deforestación, desvinculada por
nos y ciudadanas con reivindicaciones de regla general, de emociones éticas yestéti-
justicia ecológica y con un modelo de cali- cas 30. Aquí subyace el dualismo generiza-
dad de vida basado en el cuidado de la do razón/emoción. En las guías UNESCO
Naturaleza y en el florecimiento de las (PNUMA) de formación del profesorado
capacidades humanas, y no en la acumula- para la enseñanza medioambiental se
ción insaciable de objetos industriales. advierte del peligro de caer en la «sensi"

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NOTAS Y DISCUSIONES

blería» y de la necesidad de mantenerse en necesariamente una superación de los dua-


los límites de la objetividad científica. Ya lismos opresivos examinados 35. Algunos
me he referido a algunas críticas con res- pedagogos de Educación Ambiental hacen
pecto a dicha objetividad desde la perspec- referencias elogiosas a las investigaciones
tiva de la construcción del género-sexo. de Carol Gilligan sobre «la otra voz» en la
Como bien señala Carme Adán 31, las dis- ética, pero, una vez hecho esto, olvidan rá-
tintas epistemólogas feministas coinciden pidamente la importancia del pathos vin"
en la necesidad de revisar esta noción de culado a los valores del cuidado 36.
objetividad introduciendo la dimensión Dejando la «formación de formadores»
ético-política. Esto no significa caer en el en Educación Ambiental y volviendo a los
relativismo. Puesto que toda perspectiva textos y desarrollos curriculares dirigidos a
es parcial, la objetividad consistirá en una la niñez y la adolescencia, podemos com-
conjunción de visiones parciales o conoci- probar que, por lo general, persisten las
miento situado. operaciones de homogeneización, hiperse-
En los manuales de propedéutica a la paración e incorporación que reducen a
Educación Ambiental se suele mencionar todos los seres vivos no humanos (hasta los
la importancia del factor afectivo 32. Pero, emocionalmente más cercanos a quienes se
a menudo, este reconocimiento no es más quiere educar) a «medio ambiente», «espe-
que una declaración de principios sobre la cies», «recursos», «fauna» o «Naturaleza».
que muchos pasan página inmediatamente. El «hombre» parece habitar un extraño
Así, se llega a afmnar, por ejemplo, que la mundo vacío en el que no hay más indivi-
Literatura no es materia apta para la Edu- duos que los humanos en «ecosistemas»
cación Ambiental 33. ¿Cómo puede afir- que pueden alterarse si no se lleva a cabo
marse esto cuando sabemos que, desde la una «gestión racional de los recursos».
infancia a la edad adulta, la literatura (y Este profundo prejuicio androcéntrico y
otras narrativas artísticas de mayor o antropocéntrico fuerte que desprecia como
menor valor estético como el cine) nos «sensiblería» los sentimientosempáticos
educan emocional y moralmente? Baste hacia los animales, las plantas y el resto de
como ejemplo el premio Nobel de Litera- la Naturaleza me parece poco apto para
tura 2003, J. M. Coetzee, que con su escri- suscitar un cambio de valores y de actitu-
tura magistral y esa mayor libertad que des en las nuevas generaciones 37. En el
tiene el arte con respecto a la filosofía y discurso hegemónico de la Educación
las ciencias, con esa capacidad de integrar Ambiental existe un subtexto de género
razón y emoción, superando dualismos que exige la separación y el dominio con
opresivos de vieja data, ha llamado en la respecto a lo considerado «Naturaleza».
voz del personaje de la anciana escritora Consciente o inconscientemente, la emo-
Elisabeth Costello a la «imaginación com- ción, la benevolencia, la empatía son con-
pasiva» 34, exponiendo ante nuestra con- siderados poco científicos, femeninos, y
ciencia moral todo el horror de la moderna son reprimidos como Naturaleza inferior.
condición animal. Como mucho, se suele preconizar el «res-
Ecología Social, perspectiva CTS, peto», virtud severa que mantiene las dis-
Ecología Política y Ecologismo de los Po- tancias (<<respeto por los animales del
bres son designaciones de la tendencia de entorno» 38, «respeto a toda forma de
los últimos años a una vinculación de las vida»). Dado que no se trata del exigente
descripciones propias de las ciencias natu- respeto kantiano a las personas, nos pode"
rales con la problemática socio-política de mos preguntara qué queda reducido ese
la desigualdad económica y la injusticia. respeto cuando no se acompaña de la ima-
Pero esta mejora del enfoque no implica ginación compasiva de que nos hablaba

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NOTAS Y DISCUSIONES

Coetzee y se recomienda animar al alum- meninas o la mención de las mujeres como


nado, en cambio, a participar y recuperar primeras víctimas de la crisis ecológica en
fiestas, tradiciones y costumbres 39 sin es- el Tercer Mundo. Éste es un buen comien-
tablecer diferencias entre aquellas que zO,pero queda mucho por andar. Tendrá
ayudan a una nueva conciencia ecológica que cuestionar estereotipos de género que
y las que, por el contrario, refuerzan las ya no son adaptativos a esta altura de la
convicciones dualistas opresivas. Historia y de la evolución de nuestra espe-
¿Es posible desplazar la pasión del cie. Habrá de interesarse por los plantea"
dominio con detallados cálculos sobre la mientas de la educación para la igualdad
gestión de los recursos y los residuos? entre los sexos y de la educación para la
¿Despertaremos el interés de niñas, niños paz, para que la interdependencia de estos
y jóvenes rechazando por «sensiblera» su enfoques no quede en una simple mención
frecuente tendencia a empatizar con otros inicial sin un verdadero desarrollo integra-
seres vivos? Sólo la unión de conocimien" do. y deberá saberse conjugar armoniosa-
tos y sentimientos de benevolencia puede mente razón y pasión, justicia y cuidado,
ser una pedagogía eficaz en la educación metas pedagógicas cognitivas y afectivas.
ambiental. No basta la razón instrumental Propongo, pues, junto a la información
constituida a partir de la exclusión de la científica transdisciplinariaimprescindible
afectividad que nos une al Otro. Han de para una correcta comprensión y eventual
unirse los conocimientos científicos, la solución de los problemas ecológicos de la
solidaridad y la compasión 40. sociedad industrial y globalizada, una edu"
Para tal fin, la utilidad del análisis eco- caeión sentimental y moral a partir del re-
feminista consiste en aportar claves de chazo de los dualismos opresivos generi-
género sobre nuestra relación con la natu- zados y en hase a la aceptación como
raleza externa e interna, con el Otro no plenamente humanos de actitudes empáti-
humano y con las pulsiones humanas y su cas y valores del cuidado, hasta hoy todavía
modelado. Como ha destacado María devaluados y marginalizados por su rela"
Xosé Agra, «los ecofeminismos tienen la cióncon la identidad femenina, tal como, al
tarea y el reto, no de salvar el mundo, sino menos, ésta se ha definido históricamente.
de ayudarnos a pensar y actuar de otra Una Educación Ambiental que haya
manera con relación a la naturaleza y a las realizado este paso será, no sólo más efi-
mujeres, lo cual no significa rechazar la caz en la formación de una joven ciudada-
filosofía, la ciencia, la racionalidad» 41. nía ecológicamente responsable, sino que
La Educación Ambiental no puede habrá avanzado hacia un concepto de lo
superar los dualismos generizados y jerar- humano que integre el sentir y las expe"
quizados con la simple utilización de ter- riencias históricas de las mujeres y de los
minaciones gramaticales masculinas y fe- hombres en un pie de igualdad.

NOTAS

I Sobre la educación ambiental basada en la defini- Biblioteca Nueva, 2004. Para una crítica del concepto
ción de desarrollo sostenible de la Conferencia de Río de «desarrollo sostenible», véase Joan Martínez Alier,
y en los Derechos Humanos de tercera generación, El ecologismo de los pobres. Conflictos ambientales y
véase Francisco Aramburu, «Ética y Educación lenguajes de valoración, Barcelona, Icaria, 2004.
Ambiental», en José María García Gómez-Heras y 2 Revista Eureka sobre Enseñanza y Divulgación
Carmen Velayos, Tomarse en serio la Naturaleza. Éti- de las Ciencias, núm. 3, vol. 1,2004. Este Compromi-
ca ambiental en perspectiva multidisciplinar, Madrid, so puede también consultarse en la Red.

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NOTAS Y DISCUSIONES

3 Sobre el carácter político del concepto de Natu- 17 Jorge Riechmann, Tiempo para la vida. La cri-
raleza, véase Barbara Holland-Cunz, Ecofeminismos, sis ecológica en su dimensión temporal, Málaga,
trad. Arturo Parada, Madrid, .Ed. Cátedra, 1996. ed. del Genal, 2003.
4 Así lo entendían, ya en 1825, WiIliam Thompson 18 Celia Amorós, Tiempo de feminismo. Sobre fe-
y Anna Wheeler cuando titularon su obra La demanda minismo, proyecto ilustrado y postmodernidad, Ma-
de la mitad de la raza humana, las mujeres, contra la drid, Cátedra, 1997, pp. 21-22.
pretensión de la otra mitad, los hombres, de mante- 19 Michele Le Doeuff, L' étude et le rouet. Des
nerlas en la esclavitud política y, en consecuencia, femmes, de la philosophie, París, Seuil, 1989.
civil y doméstica (introducción de Ana de Miguel, 20 Toril Moi, Simone de Beauvoir. Conflits d' une
Comares, 2000). intellectuelle, Préface de Pierre Bourdieu, París, Dide-
5 Véase Armelle LeBras Chopard, Le zoo des phi- rot éditeur, 1995.
losophes. De la bestialisation al'exclusion, París, Plon, 21 Celia Amorós, op.cit., p. 211.
2000. Hay traducción castellana en Taurus, 2002. En 22 Para el paradigmático caso de Kant, véase «El
el curso del año 2005, en el debate suscitado por la reino de los fines y su gineceo: las limitaciones del
aprobación de la Ley española del matrimonio homo- universalismo kantiano a la luz de sus concepciones
sexual en el Congreso, para combatir esta ampliación antropológicas», en Roberto Aramayo, Javier Mu-
de los derechos a este grupo, hubo quien comparó guerza y Antonio Valdecantos (compiladores), El
públicamente la relación homosexual con la zoofilia. individuo y la historia. Antinomias de la herencia
6 Sobre esta cuestión, Alicia H. Puleo, «Derechos moderna, Barcelona, Paidós, 1995.
versus contextualismo: Personas, simios y la ética 23 Max Horkheimer y Theodor Adorno, Dialéctica
ecofeminista», Revista de Filosofía de la Universidad de la Ilustración. Fragmentos filosóficos, Madrid,
de La Laguna, núm. 7, 2000, pp. 353-357; Anna Trotta, 2001, p. 291.
Charlton (1999), «Las mujeres y los animales», en 24 Así califica Javier Muguerza las tareas anima-
Teorema. Revista Internadonal de Filosofia, das, no ya por la confianza filosófica prometeica en la
vol. XVUI/3, 1999, pp. 103-116. Para una discusión erradicación total y final del mal y la injusticia, sino
sobre el status moral de los animales en la ética, véa- en <<la esperanza más humilde de que siempre nos
se Marta Tafalla (ed.), Los derechos de los animales, será dado luchar en pro de lo que creamos bueno y
Barcelona, Idea Books, 2004; Carmen Velayos, «Los justo o, cuando menos, en contra de lo que creamos
derechos de los animales: un reto para la ética», en malo e injusto», J. Muguerza, «¿Convicciones y/o
Jorge Riechmann (coord.), Ética Ecológica. Propues- responsabilidades? (Tres perspectivas de la ética en el
tas para una reorientación, Montevideo, Uruguay, siglo XXI»>, en Revista Laguna, núm. 11, septiembre
ed. Nordan-Comunidad, 2004, pp. 135-143; Jorge 2002, pp. 42-43.
Riechmann, Todos los animales somos hermanos. En. 25 Véase Celia Amorós, «Presentación (que intenta
sayos sobre el lugar de los animales en las socieda- ser un esbozo del status quaestionis»>, en C. Amorós,
des industrializadas, Madrid, Los libros de la Catara- (ed.), Feminismo y Filosofia, Madrid, Síntesis, 2000,
ta,2OO5. pp. 9-112.
7 Karen Warren, «The Power and the Promise of 26 Algunas pensadoras ecofeministas se inclinan por
Ecological Feminism», en K. Warren, Ecological Fe- reelaboraciones del biocentrismo originario de los indí"
minist Philosophies, Indiana University Press, 1996, genas norteamericanos. Tal es el caso de las ya citadas
pp. 19-41. Val Plumwood y Karen Warren. Vandana Shiva ve en
8 Val Plumwood, Feminism and the Mastery of la cosmovisión tradicional de su país, la India, una
Nature, Londres-Nueva York, Routledge, 1993. visión más armónica de los humanos en la Naturaleza
9 Ibid. (Abrazar la vida. Mujer, ecologia y desarrollo, Instituto
\O Libro 1, caps. n, IV y V. del Tercer Mundo de Montevideo, Uruguay (trad.),
11 Sherry Ortner, «¿Es la mujer con respecto al Cuadernos inacabados 18, Madrid, ed. horas y HO-
hombre lo que la naturaleza con respecto a la cultu- RAS, 1995, Y Cosecha robada. El secuestro del sumi-
ra?», en O. Harris y K. Young, Antropologia y femi- nistro mundial de alimentos, Barcelona, Paidós, 2003).
nismo, Barcelona, Anagrama, 1979, pp. 109-131. 27 A este tipo de alianzas puntuales llama Val
12 Marilyn Strathern (ed.), Nature, Cultureand Plumwood en «Artemisa versus Gaia», en María Lui"
Gender, Cambridge University Press, 1980. sa Cavana, Alicia Puleo y Cristina Segura (coords.),
13 Carolyn Merchant, The Death of Nature, Lon- Mujeres y Ecologia: Historia, Pensamiento, Socie-
dres, Wildwood House, 1980. dad,Madrid, Almudayna, 2004,pp. 53-106.
14 Evelyn Fox Keller, Reflexiones sobre género y 28 I. Gebara, Intuiciones ecofeministas . Ensayo
ciencia, Ana Sánchez (trad.), Valencia, Ed. Alfons el para repensar el conocimiento y la religión, Graciela
Magnanim, 1991. Pujol (trad.), Madrid, Trotta, 2000, p. 121.
15 lbid., pp.126-127. 29 Jorge Riechmann, Un mundo vulnerable. Ensa-
16 Mary Mellor, Feminism and Ecology, Nueva yos sobreecologia, ética y tecnociencia, Madrid, Los
York, Polity Press, Cambridge University Press, 1997. Libros de la Catarata, 2000, p. 167.

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NOTAS Y DISCUSIONES

30 Sobre la necesidad de una «ética estética» para 36 Así lo hace Michael Caduto del Instituto de

hacer frente al desafío medioambiental, se ha pronun- Ciencias Naturales de Woodstock, Vermont, USA, en
ciado en reiteradas ocasiones Ana P. Noguera de su Guía para la enseñanza de valores ambientales,
Echeverri, coordinadora del Grupo de Trabajo Acadé- Los Libros de la Catarata, 1992. Previene contra pre-
mico en Pensamiento Ambiental de Colombia. Ver, juicios étnicos o raciales en el material pero olvida el
Noguera, A. P., El reencarnamiento del mundo, Pro- prejuicio sexista.
grama de las Naciones Unidas para el Medio Ambien- 37 Un buen ejemplo de la posibilidad de combinar
te. PNUMA-Oficina Regional para América Latina y objetividad científica y formación de los sentimientos
el Caribe, Universidad Nacional de Colombia, 2004. morales hacia los demás seres vivos en la niñez es el
31 Carme Adán, Feminismo e coñecemento. Da
libro de David Suzuki y Barbara IIehner Exploremos el
experiencia das mulleres ao cíborg, A Coruña, Espi- entorno [Barcelona, P. Mayoral y C. Chinchilla (trads.),
ral Maior Universitas, 2003, p. 253. Labor, 1990]. Las excelentes explicaciones de la cade-
32 María Novo, La educación ambiental. Bases éti-
na trófica y de los procesos bioquímicos naturales se
cas, conceptuales y metodológicas, Madrid, Universi- acompañan de una delicada sensibilidad hacia todos los
tas, 1996. seres vivos. Así, por ejemplo, se recomienda devolver a
33 Barold Bungerford, Trudi Volk, Dixon Billy,
los insectos al mismo sitio en que estaban antes de la
Thomas Marcinkowski, Archibald Sia y Shahrir observación; los árboles son presentados como «gigan-
Jamaluddin, Programa de introducción de la educa-
tes» que albergan innumerables seres vivos...
ción ambiental en la formación de profesores de
38 Manuel Rico Vercher, El aprendizaje de valores
enseñanza primaria, UNESCO-PNUMA, Libros de la
en educación ambiental, Madrid, Ministerio de Obras
Catarata, 1996.
Públicas y Transportes, Secretaría de Estado para las
34 J. M. Coetzee, Elisabeth Costello, Barcelona,
Mondadori,2004,p.87. Políticas del Agua y el Medio Ambiente, 1992.
39 María José Jiménez Armesto y Laura Laliena
35 Así, Joan Martínez Alier (http://www.ecotro-
pia.com/d1010903) insiste, con razón, en la necesidad Andreu, Educación Ambiental, Madrid, Ministerio de
de que la educación ambiental sea transdisciplinaria, Educación y Ciencia, Secretaría de Estado de Educa-
pero la reduce a una combinación de ciencias natura- ción,1992.
40 Ésta es la clave del programa educativo Roots &
les y sociales, desterrando los valores éticos y las
emociones, en un comprensible deseo de objetividad Shoots puesto en marcha por Jane Goodall para for-
inexpugnable frente al escepticismo moral reinante en mar desde alumnado de primaria hasta el de Universi-
las sociedades de consumo. La motivación para el dad. Para una explicación bien argumentada de sus
aprendizaje provendrá, sostiene, de que a través de la fundamentos, véase Jane Goodal y Marc Bekoff, Los
transdisciplinaridad descubrirán «que todo encaja», diez mandamientos para compartir el planeta con los
en una palabra, el autor parece aquí confiar sólo en el animales que amamos, Barcelona, Paidós, 2003.
placer intelectual de la explicación científica aunque 41 María Xosé Agra, «Introducción», en M. X.

su propia posición tiene un claro fundamento ético, Agra (comp.), Ecología y feminismo, Granada, Coma-
perceptible en su obra. res, 1997, p. 20.

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