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Que es un recurso de casación

El recurso de Casación
1.1. Concepto y Características
En 1937 el profesor Calamandrei definía al recurso de casación como un derecho de
impugnación concedido a la parte vencida para hacer que la Corte de Casación anule, no toda
sentencia injusta, sino solamente aquella cuya injusticia en concreto se demuestre fundada en
una errónea interpretación de la ley.[1]

En ese sentido, podemos decir que la Casación es un recurso que materializa un acto de
voluntad del litigante, por el que solicita la revisión de la sentencia, amparándose en un error de
derecho al juzgar (in iudicando) o en un error o vicio procesal que desnaturaliza la validez de la
sentencia emitida (in procedendo). [2] Como enseña el profesor Roxin:

“La casación es un recurso limitado. Permite únicamente el control in iure. Esto significa que la
situación de hecho fijada en la sentencia es tomada como ya establecida y sólo se investiga si
el tribunal inferior ha incurrido en una lesión al Derecho material o formal. Así, la casación es,
en contraposición a la apelación, que ha sido designada como una “segunda primera
instancia”, un auténtico procedimiento en segunda instancia.”[3]

Por ello, el recurso de casación es considerado un medio de impugnación por el cual, por
motivos de derecho específicamente previstos por la ley, una parte postula la revisión de los
errores jurídicos atribuidos a la sentencia de mérito que la perjudica, reclamando la correcta
aplicación de la ley sustantiva o la anulación de la sentencia, y una nueva edición, con o sin
reenvío a nuevo juicio. [4]

Asimismo, según el profesor Nelson Ramírez[5], las características del recurso de casación
podrían concretarse en las siguientes:

a) Es extraordinario, pues busca la correcta aplicación de la ley y la unificación de la


jurisprudencia, y no busca pronunciarse sobre los hechos.
b) No tiene la amplitud de un recurso de apelación, que es una impugnación tanto de hecho
como de derecho. Además la casación sólo autoriza la revisión por la Corte Suprema cuando el
recurso se declara procedente, a diferencia de la apelación que produce automáticamente una
revisión por la instancia superior.
c) Debe haber legitimación para impugnar la resolución que supuestamente le causa
agravio, lo que le da carácter personal al recurso, debiendo interponerse dentro del término
perentorio previsto en la ley.
d) Debe estar admitido expresamente por la ley. La analogía es incompatible con su peculiar
naturaleza
e) Debe ser exhaustivamente motivado, pues el recurso fija los alcances del
pronunciamiento de la Corte.

Que duda cabe que las características reseñadas líneas arriba delimitan claramente los
alcances del recurso de casación. Sin embargo, consideramos que existen otros dos aspectos
que a su vez, la caracterizan: la uniformización de los criterios jurisprudenciales y el control de
la actividad judicial.

Esto último, toda vez que la casación tiene una finalidad eminentemente defensora del ius
constitutionis, del ordenamiento jurídico, a través de dos vías: a) la función monofiláctica, que
importa la protección o salvaguarda de las normas del ordenamiento jurídico; y, b) la función
uniformadora de la jurisprudencia en la interpretación y aplicación de las normas jurídicas. [6]

En ese orden de ideas, consideramos que este recurso permite el control de la actividad judicial
porque uno de los fines de la casación penal reside en el aseguramiento de una protección
jurídica realista, pudiendo ser presentadas a la revisión del tribunal de casación sólo aquellas
partes de la decisión de los jueces de mérito que son independientes del paso del tiempo y
que, por ello, no son del dominio natural del juez de primera instancia, quien actúa de manera
más cercana a los hechos.[7]
De otra parte, acerca de la función uniformizadora de la jurisprudencia debe señalarse que el
único fin-consecuencia o fin mediato de la casación penal sería la preservación del principio de
igualdad ya que si existe una función protectora de la norma que trata de garantizarse a través
de la creación de una jurisprudencia uniforme, el principio de igualdad saldrá indudablemente
beneficiado ya que si la interpretación de la norma es única, es porque no se hace distingos
entre los diferentes recurrentes.[8]

1.2. Procedencia del Recurso

La doctrina tradicionalmente ha clasificado en dos a los motivos por los cuales se considera
procedente la interposición del recurso de casación, lo cual ha sido recogido mayoritariamente
por las legislaciones de los distintos países. Como señala el profesor San Martín Castro:

“Dos son las clases o modalidades de recurso de casación que permite la ley. Se trata del
recurso de casación formal, o por quebrantamiento de forma, y del recurso de casación de
fondo, o por infracción de la ley material. Por el primero se denuncian los vicios in procedendo,
en cambio por el segundo se denuncian los vicios in iudicando.” [9]

De esta forma, distinguida doctrina menciona:

“ (...) la lesión del Derecho material en la sentencia impugnada, revisada por el tribunal de
casación con motivo de la llamada casación sustantiva permite determinar si el Derecho
material ha sido correctamente aplicado al hecho comprobado por el tribunal de mérito. Junto
a ello, también pueden ser atacados, a través de la llamada casación procesal, los errores
procesales del tribunal inferior”.[10]

Como vemos, en primer lugar, se ubican los errores in iudicando o errores relativos al derecho
sustantivo o material penal, que son aquellos referidos a la violación o falsa aplicación de la ley.
La violación de una ley es entendida como el error en juicio, es decir, la desviada interpretación
de una voluntad abstracta de la ley o la afirmación de una voluntad abstracta de la ley
inexistente. En cuanto a la falsa aplicación de la ley, puede configurarse tanto cuando luego de
entendida una norma se hace aplicación de la misma a un hecho que no está regulado por ella
y, cuando se aplica una ley de forma que se llega a conclusiones jurídicas contrarias a las
queridas por ella misma.[11] Un elemento importante a tomar en cuenta sobre el particular, es
que se necesita que la violación o falsa aplicación de la ley, cause peligro a la uniformidad de la
jurisprudencia en tanto implica la aplicación de una ley como un mandato de alcance general;
en consecuencia, para que proceda casar en error in iudicando no basta que la parte
dispositiva resulte injusta en concreto, sino que esa injusticia del caso singular sea el efecto de
uno de los errores que, considerado en sí mismo y teniendo como finalidad el mantenimiento
de la unidad de la jurisprudencia, se haga merecedor de tal censura.[12]

En segundo lugar, los errores in procedendo o aquellos referentes al derecho procesal o


formal, responden al quebrantamiento de las formas esenciales del juicio, contravenciones a
preceptos de derecho procesal[13], pero cuya gravedad ha de ser importante, en lo tocante al
proceso y la sentencia. [14] La misión de este extremo de la casación es reconducir el proceso al
punto en el que el vicio se concretó y hacer posible su continuación sin entrar a conocer el
fondo, sobre el cual una vez subsanada la falta, habrían de pronunciarse los tribunales de
instancia.[15]

En buena cuenta el Profesor San Martín[16], reseña claramente la diferencia existente entre
ambos errores:

“La casación por quebrantamiento de forma sirve para impugnar las resoluciones viciadas por
carencia de algunos de los presupuestos de la formación procesal de aquéllas; se trata de una
infracción a la ley procesal, aunque referida tan sólo a los vicios establecidos de manera
taxativa en la ley. Por otro lado, la casación por infracción de ley sirve para impugnar
resoluciones que presentan vicios por carencia de los presupuestos de su calidad, producidos
bien por error in iure, bien por error in ipso, al no aplicar correctamente la ley material”.

De otro lado, algunos autores han considerado que además de estas causales, existen otros
dos motivos o causas que sustentan la procedencia del recurso de casación, hablamos de la
ilogicidad de la motivación de las resoluciones judiciales y de aquellas causales relacionadas
con los hechos, específicamente con la apreciación y subsunción de los hechos en la norma
jurídica y la valoración de los medios probatorios.

En lo que respecta a la ilogicidad de la motivación de las resoluciones, hay autores[17] que


sostienen que la falta o deficiencia en la fundamentación, es decir, la incongruencia entre la
parte considerativa y la parte resolutiva de la sentencia, puede ser considerada como causal
casatoria. Según el profesor Carrión Lugo[18], el control de la logicidad se refiere a la carencia, a
la insuficiencia, a la apariencia, a la deficiencia de motivación. En las sentencias pueden
resolverse varios extremos o puntos controvertidos y, sin embargo, pueden darse casos en que
uno de ellos carezca del fundamento que lo sustente. Entonces, el órgano supremo entrará a
analizar el razonamiento lógico usado por el Juez de instancia para expedir su resolución,
deberá corroborar que efectivamente la fundamentación en la que se sustenta su
pronunciamiento está revestida de las reglas y mandamientos de la lógica y que se apoya en
una suficiencia probatoria. Sin embargo, aquí parece presentarse un problema, toda vez que
estaríamos entrando a analizar elementos de hecho, distorsionando de este modo la finalidad
de la casación, reservada para las lesiones al derecho material o procesal y no para analizar el
sustento fáctico que se tiene por sentado. En ese sentido, debe acotarse que los fundamentos
de una resolución se sustentan tanto en elementos de hecho como en calificaciones jurídicas y
por lo tanto, cuando el Tribunal Casatorio entre a considerar en un caso en concreto la
motivación de la sentencia, es decir, si se ha respetado las reglas de la lógica o no,
indefectiblemente, tendrá que analizar los fundamentos de hecho y los medios probatorios que
los sustentan, cuestionando lo que debe darse por sentado. Bajo tales premisas, consideramos
que dicha causal no debe ser acogida ya que, como hemos demostrado, desnaturaliza la
esencia del recurso en estudio.

Por otra parte, existe una corriente doctrinaria que propugna que el recurso de casación debe
abarcar un control sobre los hechos y la valoración de los medios probatorios, en tanto ello
constituye una orientación dirigida a la realización de la justicia al caso en concreto. Así se
señala en la doctrina nacional:[19]

“... en doctrina, se señala como finalidad del recurso de casación, además de controlar la
legítima aplicación de las normas jurídicas (función nomofiláctica) y lograr la unificación de los
criterios de decisión judicial (función unificadora), la de obtener la justicia en el caso en
concreto (función justiciera), recurriendo al efecto, entre otros, el control fáctico del proceso.”

El control casatorio de los hechos, se sustenta en que en la realidad con frecuencia se


presentan supuestos en los cuales el Juzgador incurre en error sobre la determinación o
fijación de los mismos, sobre su apreciación o calificación jurídica; o incurre en error al apreciar
o evaluar los medios probatorios utilizados para acreditar los hechos.[20] Nosotras discrepamos
con dicha posición doctrinaria en tanto creemos que el Recurso de Casación debe limitarse
estrictamente a controlar la correcta aplicación de las normas jurídicas y lograr la unificación
de los criterios jurisprudenciales; de lo contrario, su carácter de recurso extraordinario se
estaría distorsionando abiertamente, dando paso a que prácticamente cualquier causa pueda
ser materia de conocimiento por el Tribunal Casatorio, perdiéndose así, el sentido de dicho
recurso.

1.3. La Casación y el Derecho a recurrir

El derecho a recurrir es un derecho subjetivo de quienes intervienen en el proceso a cualquier


título o condición, para que se corrijan los errores del juez, que le causen gravamen o perjuicio.
En ese sentido, la existencia de la impugnación no sólo obedece a razones de política
legislativa, sino que responde a un imperativo constitucional, tal como ha señalado nuestro
Tribunal Constitucional:
“(...) el derecho a los recursos forma parte, así, del contenido esencial del derecho a la
pluralidad de instancias, no sólo a título de una garantía institucional que posibilita su ejercicio,
sino también como un elemento necesario e impostergable del contenido del debido proceso,
en la medida en que promueve la revisión, por un superior jerárquico, de los errores de quienes
se encuentran autorizados, en nombre del pueblo soberano, a administrar justicia.” [21]

En atención a ello, la Constitución Política del Perú impone el doble grado de jurisdicción como
mínimo para consagrar la pluralidad de la instancia, lo cual significa que un fallo, cualquiera
que fuera su materia o dirección, debe ser objeto de revisión integral por otra instancia, lo que
obviamente importa incorporar un recurso de apelación en cuya virtud el Juez ad quem tenga
las mismas posibilidades y poderes del Juez a quo.[22]

En ese sentido, puede considerarse que el recurso de casación colisiona con el derecho a
recurrir, toda vez que el Tribunal sólo podrá pronunciarse sobre los fundamentos de derecho
del caso en particular. Al respecto, la Corte Interamericana de Derechos Humanos ha indicado
en el caso contencioso Herrera Ulloa vs. Costa Rica, que:

“Los recursos de casación presentados contra la sentencia condenatoria de 12 de noviembre


de 1999 no satisficieron el requisito de ser un recurso amplio de manera tal que permitiera que
el tribunal superior realizara un análisis o examen comprensivo e integral de todas las
cuestiones debatidas y analizadas en el tribunal inferior. Esta situación conlleva a que los
recursos de casación interpuestos por los señores Fernán Vargas Rohrmoser y Mauricio
Herrera Ulloa, y por el defensor de este último y apoderado especial del periódico “La Nación” ,
respectivamente, contra la sentencia condenatoria, no satisficieron los requisitos del artículo
8.2.h de la Convención Americana en cuanto no permitieron un examen integral sino
limitado”. [23][24]

Sin embargo y a diferencia de lo ocurrido en la legislación costarricense, que no regulaba el


recurso de apelación – como sí ocurre en el caso peruano-; la casación no constituye una
instancia , puesto que se trata de una impugnación extraordinaria limitada al control de la
concepción jurídica-causal del fallo o bien la regularidad del procedimiento que haya conducido
a él, sin que el Supremo Tribunal pueda ingresar a valorar autónomamente las pruebas ni a
sustituir el fallo de instancia por el suyo propio.[25]

En ese orden de ideas, para el caso específico del recurso de casación en la medida que
constituye un recurso extraordinario, la garantía del derecho a recurrir se agota en el examen
del análisis jurídico realizado por el juzgador precedente con la finalidad de observar si
efectivamente se ajusta a derecho.

2. La Legislación Peruana y el Recurso de Casación

2.1. El Código de Procedimientos Penales de 1940

En nuestro país, se viene implementando la aplicación del Nuevo Código Procesal Penal; sin
embargo, dicha implementación sólo se está desarrollando en una provincia de la nación y el
grueso de la judicatura peruana continúa rigiéndose por el Código de Procedimientos Penales
de 1940.

En dicho cuerpo normativo, el recurso de casación no ha sido regulado, motivo por el cual en la
actualidad, los justiciables no cuentan con este recurso a efectos de que los errores recaídos
en la aplicación de la ley por los tribunales de apelación, sean conocidos por la Sala Suprema.
Antes bien, nuestro código regula el recurso de nulidad, el mismo que en líneas generales
constituiría una suerte de recurso de apelación para procesos ordinarios y de recurso de
casación para procesos sumarios.

Acerca del primer punto, el artículo 292°[26]del Código Adjetivo hace referencia a que procede el
recurso de nulidad contra las sentencias o autos emitidos en primera instancia durante los
procesos ordinarios, es decir, la Corte Suprema actúa como una suerte de tribunal de
apelación toda vez que como ha manifestado la propia jurisprudencia nacional:
“ (...) en cuanto al ámbito competencial del recurso de nulidad ha establecido que no está
facultada a desarrollar actividad probatoria, no actúa diligencias conforme a las pretensiones
del recurrente, limitándose el ámbito de su competencia a revisar los elementos probatorios
que válidamente fueron materia de debate contradictorio; por dicha razón es que no se pueden
actuar nuevas pruebas, y si bien en algunos casos se solicitan documentos a otras
dependencias judiciales, es por que los mismos han sido materia de valoración en el proceso o
sentencia alzada en grado.”[27]

En ese sentido, vemos como este recurso es una segunda instancia mediante la cual los
procesos ordinarios, para los cuales no se ha contemplado el recurso de apelación, agotan el
requerimiento de instancia plural ya que la labor de control se circunscribe al análisis de las
actuaciones realizadas previamente por el ad quo.

De otra parte, en lo que respecta a los procesos sumarios, en atención a que no son de
conocimiento ordinario de la Corte Suprema, la ley abrió una posibilidad para que
excepcionalmente puedan ser conocidos por el Supremo Tribunal, siempre que reúnan
determinadas condiciones, a saber: a) que se trate de una sentencia o de una resolución que
ponga fin al proceso, causando por consiguiente un gravamen irreparable; b) que se denuncie
una infracción a la Constitución o una grave violación de las normas sustantivas o procesales
de la ley penal en la resolución recurrida; y , c) que en el escrito de interposición del recurso se
precise la infracción constitucional o la grave infracción legal. [28]

De esta manera, el recurso de nulidad se convertiría en una suerte de casación toda vez que
mediante el recurso de queja excepcional, la Corte Suprema evalúa si existe alguna grave
violación a la Constitución o a la Ley, penal material o procesal penal, esto es, si la decisión
cuestionada ha inobservado, no ha aplicado o lo ha hecho erróneamente, una norma
constitucional o legal de profunda significación en el proceso, desnaturalizando su esencia o
distorsionando la adecuada solución del caso. En ese sentido, la Corte se limitaría a revisar los
errores de iure en que incurriera la Sala Superior; sin embargo, el alcance dado a esta vía
excepcional es muy variado, llegándose a declarar procedente el recurso cuando se hace una
incorrecta apreciación de los hechos y una defectuosa valoración de las pruebas (Exp. N°
1401-97, Cusco, de 9 de marzo de 1998)[29], convirtiéndose así en una tercera instancia
diferente a la casación.

En ese orden de ideas, se puede observar como en nuestro país la impugnación se ha


regulado de manera defectuosa, mezclando en muchos casos el contenido de institutos
procesales con la finalidad de cumplir con el requerimiento de doble instancia en algunos casos
y, con el fin de que otros no conocidos regularmente por la Corte Suprema puedan ser
revisados en aras de lograr una sentencia justa. Sin embargo, esta utilización tergiversa la
naturaleza misma de los recursos impugnatorios y no crea condiciones equitativas para el
tratamiento de los procesos penales sean estos sumarios u ordinarios.

2.2. Panorama Actual- Código Procesal Penal de 2004.

Luego de haber revisado brevemente las condiciones establecidas en el Código de


Procedimientos Penales, es menester estudiar nuestra nueva regulación con el fin de
determinar las mejoras hechas y apuntar posteriormente algunas anotaciones pertinentes a las
mismas.

El antecedente de este recurso se halla en el Código de 1991[30] que regulaba la casación


penal como un recurso devolutivo y, a diferencia del ordenamiento procesal civil, no
suspensivo. Así, el artículo 346° señala que el recurso de casación de forma versa sobre
violaciones de trámites esenciales del procedimiento, mientras que el recurso de casación de
fondo se circunscribe a las infracciones de la ley que influyeron decisivamente en la parte
resolutiva de la resolución recurrida. Además, dicho cuerpo normativo consideró como motivos
por quebrantamiento de forma a las infracciones procesales durante la tramitación del
procedimiento y al momento de dictar la resolución (auto o sentencia) y, por su parte, los
motivos por infracción de ley fueron el error en la tipicidad, el error por inobservancia de las
eximencias de responsabilidad penal, el error en la apreciación jurídica-sustantiva y el
denominado error facti, destinado a controlar la racionalidad del juicio histórico del juez y
cuestionar la arbitrariedad de la valoración probatoria.[31]

Recién en el Nuevo Código Procesal Penal del año 2004[32], que actualmente viene
aplicándose activamente en el distrito judicial de Huaura y que entrará en vigencia de manera
paulatina en todo el territorio nacional, se regula exhaustivamente el Instituto de la Casación
Penal. Por lo reciente de su entrada en vigencia, aún no se ha presentado ningún caso que
llegue hasta la instancia casatoria, sin embargo, no dudamos que en algún momento ello
sucederá, frente a lo cual estaremos atentos a fin de analizar en que medida la regulación
propuesta en el referido código es la más idónea. Por lo pronto, conviene en este punto del
trabajo, esbozar un análisis de lo contenido en la Sección V del Libro Cuarto, correspondiente a
la Impugnación, específicamente lo referente a la procedencia (Art. 427°), las causales (Art.
429°) y el contenido de la sentencia casatoria y el pleno casatorio (Art. 433°).

El Artículo 427 inciso 1[33] del referido cuerpo legal, señala que el recurso de casación procede
contra sentencias definitivas, los autos de sobreseimiento, y los autos que pongan fin al
procedimiento, extingan la acción penal o la pena o denieguen la extinción, conmutación,
reserva o suspensión de la pena, expedidos en apelación por las Salas Penales Superiores,
sujeta a limitaciones.[34] Como podemos apreciar, el recurso de casación únicamente procederá
contra resoluciones que pongan fin a la instancia o al proceso en su conjunto.

Los siguientes incisos básicamente detallan las limitaciones a las cuales está sujeta la
procedencia del recurso de Casación Penal. Sin embargo, el inciso cuarto [35] merece una
especial mención. Aquí se halla regulado el instituto conocido como el Certiorari [36], que es la
facultad discrecional que tiene la Sala Penal de la Corte Suprema, de conocer un caso, que si
bien no cumple con los requisitos de procedencia, se considera necesario y útil su estudio para
el desarrollo jurisprudencial, dada su especial significancia.

Por su parte, el Artículo 429°[37] detalla específicamente las causales para interponer recurso de
casación. El primero de los inciso alude a todas aquellas garantías constitucionales de carácter
procesal (el derecho de defensa, el principio de presunción de inocencia, independencia
judicial, prueba prohibida, entre otras) o sustancial (los cuales tiene que ver con la limitación al
ejercicio del ius puniendi, concretamente al principio de legalidad, proporcionalidad, de
culpabilidad, de hunanidad, de dignidad, libertad y la prohibición del ne bis in idem [38]) que
forman parte integrante del derecho al debido proceso[39], lo que en buena cuenta se halla
recogido en nuestra Constitución Política, en su Art. 139°[40] y en los Tratados y Convenios
Internacionales en materia de derechos humanos de los que el Perú es parte integrante. Este
inciso también señala que será procedente el referido recurso cuando la inobservancia de
estas garantías responde a una indebida o defectuosa aplicación de las mismas.

La segunda causal, señala: “si la sentencia o auto incurre o deriva de una inobservancia de las
normas legales de carácter procesal sancionadas con nulidad”. Para determinar que preceptos
están sancionados con nulidad debemos de remitirnos a lo previsto en los Artículos 151° y 152°
que recogen las causales de nulidad relativa y absoluta.

En tercer lugar, el inciso tercero señala: “Si la sentencia o auto importa una indebida aplicación,
una errónea interpretación o una falta de aplicación de la Ley Penal o de otras normas jurídicas
necesarias para su aplicación.” Una indebida aplicación supone haber aplicado una norma que
no corresponde con los antecedentes del caso[41] Ahora bien, interpretar significa buscar el
alcance del contenido de la ley, confrontándolo con el caso en concreto, es determinar la ratio
de la norma de conformidad con su ámbito de protección.[42] De lo que se trata es de encontrar
el alcance y sentido de la ley y cual es su racionalidad o lo que busca regular en si misma. Ello
también ha de tenerse presente en cuanto a la interpretación de las leyes penales en blanco,
donde el juzgador tiene que remitirse a normas extrapenales a fin de completar el tipo objetivo
y sentido jurídico de la norma penal y en lo que respecta a establecer el alcance de los
elementos normativos del tipo penal, por ejemplo de lo que ha de entenderse por funcionario
público.
Seguidamente, el inciso cuarto señala: “Si la sentencia o auto ha sido expedido con falta o
manifiesta ilogicidad de la motivación, cuando el vicio resulte de su propio tenor” La sentencia
encierra una declaración de ciencia, una declaración o expresión de voluntad, en cuya virtud el
juez, después de realizar el juicio de hecho y el de derecho, dicta el fallo como conclusión entre
la relación de aquellos dos juicios, equivalentes al juicio histórico y al juicio lógico. [43] Como
vemos, la expedición de una sentencia impone en el juzgador una génesis o conexión lógica
entre la parte considerativa que contiene el sustrato fáctico y la parte resolutiva, que enmarca
la conducta a sancionarse y contiene la pena a imponerse. Como señala el profesor Peña
Cabrera, la motivación es la explicación lógico- jurídica que expone el Juez para justificar el
sentido de sus fallos, cuando no se advierte una debida motivación, estamos ante una
resolución carente de sustentación, que afecte a la aproximación acusatoria. [44] Efectivamente,
ello no deja de ser cierto y no obstante su importancia, como lo hemos señalado en la parte
inicial de este artículo, no consideramos adecuado que la ilogicidad en la motivación de las
resoluciones judiciales deba ser una causal para interponer recurso de casación pues
estaríamos entrando a analizar los elementos fácticos del caso; sin embargo, este inciso hace
la salvedad, a nuestro modo de ver correcta, que el análisis de la congruencia de un auto o
sentencia, se limite a la propia resolución que así la contiene, de esta forma, se pone un límite
al juzgador que impedirá se pronuncie sobre los hechos y así, tomará como ciertos e
inamovibles los antecedentes contenidos en el fallo del juez inferior.

Finalmente, el mismo artículo menciona:“Si la sentencia o auto se aparta de la doctrina


jurisprudencial establecida por la Corte Suprema o, en su caso, por el Tribunal Constitucional”.
Este inciso responde gratamente a toda una lógica que encierra este nuevo Código Procesal
Penal, en el sentido de darle suma importancia a los criterios jurisprudenciales como sustento
de la seguridad jurídica y de la evitación de fallos contradictorios. En tal sentido, el Artículo Art.
433[45] del Código Procesal Penal del 2004, señala que los órganos jurisdiccionales de
instancias inferiores, están en la obligación de acatar mandatos jurisdiccionales de la Sala
Penal Suprema, cuando ésta declara “precedente obligatorio” sus resoluciones que constituyen
“doctrina jurisprudencial” en los Plenos Casatorios que corresponden a tal fin.

En concordancia con el mismo espíritu de preservar la unidad de criterios jurisprudenciales,


nuestro Código de Procedimientos Penales ha sido recientemente modificado, incorporándose
el Art. 301-A[46] mediante el Art. 2 del Decreto Legislativo N° 959. A través del precedente
vinculante, llamado también precedente vertical, una Sala Penal de la Corte Suprema fija, caso
por caso, posición jurídica sobre un tema de Derecho Penal –con precisión del extremo con
efecto normativo- no pudiendo los vocales superiores y los jueces especializados apartarse de
dicho planteamiento. En este orden de cosas, las Salas Penales de la Corte Suprema han
expedido diversas sentencias con el carácter vinculante antes referido, llenando vacíos
normativos y unificando los criterios de aplicación de las normas

En ese mismo sentido, el Art. 22° [47] del Texto Único Ordenado de la Ley Orgánica del Poder
Judicial señala que las Salas Especializadas de la Corte Suprema, están facultadas a fijar
principios jurisprudenciales que han de ser de obligatorio cumplimiento en todas las instancias
judiciales. Además, se mencionada que los vocales de la Sala Suprema se reúnen
periódicamente en los llamados Plenos Jurisdiccionales donde aprueban ejecutorias
vinculantes cuando existen pronunciamientos distintos respecto de un mismo hecho o
situación.

Por último, consideramos importante pronunciarnos acerca de lo señalado en el Art. 433° del
Código Adjetivo que indica que la Sala podrá optar por el reenvío del expediente o por resolver
ella misma. Nosotras creemos que ello no es desatinado, en tanto la Sala Suprema
únicamente debería analizar si la instancia anterior incurrió o no en una lesión del derecho
procesal o material y posteriormente, devolver el expediente a la instancia inferior a efectos de
que se corrija el vicio ya que, resolver el caso en concreto atentaría contra el Principio de
Inmediación que debe revestir todo proceso penal. Por ello, somos de la posición que siempre
el recurso casatorio debe contener el reenvío de los procesos hacia la instancia que incurrió en
el vicio.

Luego de este breve análisis realizado a nuestro nuevo Código Procesal Penal, consideramos
que los cambios realizados constituyen un enorme avance en nuestra legislación y sólo
dejamos a salvo el tema del reeenvío que quizás y modestamente hablando, consideramos
podría ser enmendado.

[1] CALAMANDREI, Piero. Casación civil, Buenos Aires: Ediciones Jurídicas Europa- América, 1959, pagina 17.
[2] RAMÍREZ JIMÉNEZ, Nelson. ¿Casación o recurso de nulidad?, Ius et Veritas N° 7, Año 4, página 124.
[3] ROXIN, Claus. Derecho Procesal Penal. Buenos Aires: Editora del Puerto, 2000, página 466.

[4] ZABARBURÚ SAAVEDRA, Gonzalo. “¿Es el recurso de casación un medio impugnatorio de elite o discriminatorio El recurso de casación:
paralelo entre la legislación peruana y venezolana”, En Revista Peruana de Jurisprudencia, N° 65, año 8, Julio 2006, Lima: Editorial Gaceta
Jurídica, página 6.
[5] RAMÍREZ JIMÉNEZ, Nelson. Ob. Cit., página 125.

[6] SAN MARTIN CASTRO, César. Derecho Procesal Penal. Lima: Grijley Editores, 2003, Volumen II, página 992.
[7] Roxin, Claus. Op. Cit. página 469.
[8] NIEVA FENOLL, Jorge. El Hecho y el Derecho en la Casación Penal. Barcelona: José María Bosch Editor, 2000, página 84.
[9] SAN MARTIN CASTRO, César. Op. Cit. página 996.
[10] ROXIN, Claus. Op. Cit. página 469.
[11] RAMOS NEYRA, José. La Casación en el Tribunal de Garantías Constitucionales. Tesis para optar el título profesional de abogado, Lima:
Pontificia Universidad Católica del Perú, 1992, página 43.
[12] Ibídem , página 44.
[13] CALAMANDREI, Piero. Casación civil, Ob. Cit., pagina 76
[14] CALAMANDREI, Piero. Instituciones del proceso civil, Buenos Aires: Ediciones Jurídicas Europa- América, 1973, pagina 257.
[15] RAMOS NEYRA, José. Ob. Cit., página 49.
[16] Tomado de SAN MARTÍN castro, César, Derecho Procesal Penal, Volumen II, Lima: Editorial Grijley, 2003, página 996 quien cita a .FENECH,
Miguel. Derecho procesal penal, Vol I, Barcelona: Editorial Bosch, 1952, página 485-486.
[17] De acuerdo con dicha posición de ubica el profesor Jorge Carrión Lugo y los profesores argentinos Jorge Gonzáles Novillo y Federico
Figueroa.
[18] CARRION LUGO, Jorge. Ob. Cit., página 176.
[19] Ibídem, página 122.
[20] Ibídem, página 123.
[21] STC Exp. N° 1231-2002-HC del 21 de junio de 2002.

[22] SAN MARTÍN CASTRO, César. Op. Cit. p. 926.


[23] Ídem.
[24] Dicho fallo se basó además en el Dictamen emitido por el Comité de Derechos Humanos de la Organización de Naciones Unidas para los
casos M. Sineiro Fernández c. España (1007/2001) del 07 de agosto de 2003 y C. Gómez Vásquez c. España (701/1996) de 20 de junio de 2000
en el cual se señaló: (...) que la inexistencia de la posibilidad de que el fallo condenatorio y la pena del autor fueran revisadas íntegramente, como
se desprende de la propia sentencia de casación(...), limitándose dicha revisión a los aspectos formales o legales de la sentencia, no cumple con
las garantías que exige el párrafo 5, artículo 14 del Pacto. Por consiguiente, al autor le fue denegado el derecho a la revisión del fallo condenatorio
y de la pena, en violación del párrafo 5 del artículo 14 del Pacto.”

[25] SAN MARTÍN CASTRO, César. Op. Cit. p. 926.


[26] Artículo 292º.-Procede el Recurso de Nulidad
1.- Contra las sentencias en los procesos ordinarios;
2.- Contra la concesión o revocación de la condena condicional;
3.- Contra los autos que resuelven las excepciones y cuestiones previas o prejudiciales;
4.- Contra los autos o resoluciones definitivas que extingan la acción o pongan fin al procedimiento o la instancia;
5.- Contra las resoluciones finales en las acciones de "Hábeas Corpus";
6.- En los casos en que la ley confiera expresamente dicho recurso.
En casos excepcionales, la Corte Suprema por vía de recurso de queja, podrá disponer que se conceda el recurso de nulidad cuando mediare o se
tratare de una infracción de la Constitución o de grave violación de las normas sustantivas o procesales de la ley penal.

[27] Ejecutoria Suprema de 18 de setiembre de 2002, Exp. N° 4792-2001, Callao. Tomado de SAN MARTIN, CASTRO, César. Op. Cit. página
1020.

[28] SAN MARTIN CASTRO, César. Op. Cit. página 1055.


[29] Ibídem, página 1056-1057.
[30] El Código Procesal Penal de 1991 jamás ha entrado en vigencia en su totalidad, siendo que únicamente algunos de sus artículos se aplican
en la actualidad.
[31] SAN MARTIN CASTRO, César. Op. Cit. páginas 993-1001.
[32] Promulgado mediante Decreto Legislativo N° 957 de fecha de fecha 17 de agosto de 2004, el cual se viene implementando paulatinamente
según los dispuesto por el Decreto Legislativo N° 958 de fecha que regula la transitoriedad e implementación del Nuevo Código procesal penal.

[33] Artículo 427 Procedencia.-


El recurso de casación procede contra las sentencias definitivas, los autos de sobreseimiento, y los autos que pongan fin al procedimiento,
extingan la acción penal o la pena o denieguen la extinción, conmutación, reserva o suspensión de la pena, expedidos en apelación por las Salas
Penales Superiores.
(…)
[34] Art. 427.Procedencia
2. La procedencia del recurso de casación, en los supuestos indicados en el numeral 1), está sujeta a las siguientes limitaciones:
a) Si se trata de autos que pongan fina al procedimiento, cuando el delito imputado más grave tenga señalada en la ley, en su extremo mínimo,
una pena mayor de seis años.
b) Si se trata de sentencias, cuando el delito más grave a que se refiere la Acusación escrita del Fiscal tenga señalada en la ley, en su extremo
mínimo, una pena mayor de seis años.
c) Si se trata de sentencias que impongan una medida de seguridad, cuando esta sea la de internación.

[35] Art. 427.- Procedencia

4. Excepcionalmente, será procedente el recurso de casación en casos distintos de los arriba mencionados, cuando la Sala Penal de la Corte
Suprema, discrecionalmente, lo considere necesario para el desarrollo de la doctrina jurisprudencial.

[36] Dicha figura ha sido utilizada con alto grado de eficacia por la Corte Constitucional de Colombia y la Corte Suprema de Justicia de los Estados
Unidos, tal y como se señala en http://usinfo.state.gov/journals/itdhr/0405/ijds/messitte.htm al enseñar: “Desde que se creó el Tribunal Supremo de
Justicia de Estados Unidos por la Constitución, la cantidad de casos que se someten a consideración de sus miembros ha aumentado
enormemente. Para asegurar que sólo las cuestiones legales más importantes lleguen al Alto Tribunal, el Congreso le ha dado a la Corte una
autoridad creciente para determinar su agenda con casos judiciales.”

[37] Artículo 429 Causales.- Son causales para interponer recurso de casación:
1. Si la sentencia o auto han sido expedidos con inobservancia de algunas de las garantías constitucionales de carácter procesal o material, o con
una indebida o errónea aplicación de dichas garantías.
2. Si la sentencia o auto incurre o deriva de una inobservancia de las normas legales de carácter procesal sancionadas con la nulidad.
3. Si la sentencia o auto importa una indebida aplicación, una errónea interpretación o una falta de aplicación de la Ley penal o de otras normas
jurídicas necesarias para su aplicación.
4. Si la sentencia o auto ha sido expedido con falta o manifiesta ilogicidad de la motivación, cuando el vicio resulte de su propio tenor.
5. Si la sentencia o auto se aparta de la doctrina jurisprudencial establecida por la Corte Suprema o, en su caso, por el Tribunal Constitucional.

[38] PEÑA CABRERA FREYRE, Alfonso Raúl. Exégesis del Nuevo Código procesal penal, Lima: Editorial Rodhas, 2006, página 873 y 874.
[39] La Convención Americana de Derechos Humanos y las Sentencias de la Corte Interamericana de Derechos Humanos en diversas sentencias
se ha pronunciado en el mismo sentido.
[40] Artículo 139º: Son principios y derechos de la función jurisdiccional:
3. La observancia del debido proceso y la tutela jurisdiccional.
Ninguna persona puede ser desviada de la jurisdicción predeterminada por la ley, ni sometida a procedimiento distinto de los previamente
establecidos, ni juzgada por órganos jurisdiccionales de excepción ni por comisiones especiales creadas al efecto, cualquiera sea su
denominación.
4. La publicidad en los procesos, salvo disposición contraria de la ley.
Los procesos judiciales por responsabilidad de funcionarios públicos, y por los delitos cometidos por medio de la prensa y los que se refieren a
derechos fundamentales garantizados por la Constitución, son siempre públicos.
5. La motivación escrita de las resoluciones judiciales en todas las instancias, excepto los decretos de mero trámite, con mención expresa de la ley
aplicable y de los fundamentos de hecho en que se sustentan.
6. La pluralidad de la instancia.
7. La indemnización, en la forma que determine la ley, por los errores judiciales en los procesos penales y por las detenciones arbitrarias, sin
perjuicio de la responsabilidad a que hubiere lugar.
8. El principio de no dejar de administrar justicia por vacío o deficiencia de la ley.
En tal caso, deben aplicarse los principios generales del derecho y el derecho consuetudinario.
10. El principio de no ser penado sin proceso judicial.
11. La aplicación de la ley más favorable al procesado en caso de duda o de conflicto entre leyes penales.
12. El principio de no ser condenado en ausencia.
13. La prohibición de revivir procesos fenecidos con resolución ejecutoriada. La amnistía, el indulto, el sobreseimiento definitivo y la prescripción
producen el efecto de cosa juzgada.
14. El principio de no ser privado del derecho de defensa en ningún estado del proceso. Toda persona será informada inmediatamente y por
escrito de la causa o las razones de su detención. Tiene derecho a comunicarse personalmente con un defensor de su elección y a ser asesorada
por éste desde que es citada o detenida por cualquier autoridad.
15. El principio de que toda persona debe ser informada, inmediatamente y por escrito, de las causas o razones de su detención.

[41] PEÑA CABRERA FREYRE, Alfonso Raúl. Ob. Cit., página 876.
[42] Ibídem, página 877.

[43] VIADA, Carlos y ARAGONES, Pedro. Curso de Derecho procesal Penal, tomo I, Madrid: Editorial Prensa Castellana, 1971, página 425.
[44] PEÑA CABRERA FREYRE, Alfonso Raúl. Ob.cit., página 879.
[45] “Artículo 433 Contenido de la sentencia casatoria y Pleno Casatorio.-
(...)
3. En todo caso, la Sala de oficio o a pedido del Ministerio Público podrá decidir,
atendiendo a la naturaleza del asunto objeto de decisión, que lo resuelto constituye doctrina jurisprudencial vinculante a los órganos
jurisdiccionales penales diferentes a la propia Corte Suprema, la cual permanecerá hasta que otra decisión expresa la modifique. Si existiere otra
Sala Penal o ésta se integra con otros Vocales, sin perjuicio de resolverse el recurso de casación, a su instancia, se convocará inmediatamente al
Pleno Casatorio de los Vocales de lo Penal de la Corte Suprema para la decisión correspondiente, que se adoptará por mayoría absoluta. En este
último supuesto no se requiere la intervención de las partes, ni la resolución que se dicte afectará la decisión adoptada en el caso que la motiva. La
resolución que declare la doctrina jurisprudencial se publicará en el diario oficial.

4. Si se advirtiere que otra Sala Penal Suprema u otros integrantes de la Sala Penal en sus decisiones sostuvieran criterios discrepantes sobre la
interpretación o la aplicación de una determinada norma, de oficio o a instancia del Ministerio Público o de la Defensoría del Pueblo, en relación a
los ámbitos referidos a su atribución constitucional, obligatoriamente se reunirá el Pleno Casatorio de los Vocales de lo Penal de la Corte Suprema.
En este caso, previa a la decisión del Pleno, que anunciará el asunto que lo motiva, se señalará día y hora para la vista de la causa, con citación
del Ministerio Público y, en su caso, de la Defensoría del Pueblo. Rige, en lo pertinente, lo dispuesto en el numeral anterior.
(...)”

[46] “Artículo 301-A.- Precedente obligatorio.

1. Las sentencias de la Sala Penal de la Corte Suprema, sin perjuicio de lo dispuesto en el artículo 12 de la Ley Orgánica del Poder Judicial,
constituyen precedente vinculante cuando así lo expresen las mismas, precisando el extremo de su efecto normativo. Cuando la Sala Penal de la
Corte Suprema resuelva apartándose del precedente, debe expresar los fundamentos de hecho y de derecho que sustentan la sentencia y las
razones por las cuales se aparta del precedente. En ambos casos la sentencia debe publicarse en el Diario Oficial y, de ser posible, a través del
Portal o Página Web del Poder Judicial.

2. Si se advierte que otra Sala Penal Suprema u otros integrantes de la respectiva Sala Penal en sus decisiones sostuvieran criterios discrepantes

sobre la interpretación o la aplicación de una determinada norma, a instancia de cualquiera de las Salas, de la Fiscalía Suprema en lo Penal o de

la Defensoría del Pueblo -en relación a los ámbitos referidos a su atribución constitucional- se convocará inmediatamente al Pleno de los Vocales

de lo Penal de la Corte Suprema para dictar una sentencia plenaria, la que se adoptará por mayoría absoluta. En este supuesto no se requiere la

intervención de las parte, pero se anunciará el asunto que la motiva, con conocimiento del Ministerio Público. La decisión del Pleno no afectará la

sentencia o sentencias adoptadas en los casos que determinaron la convocatoria al Pleno de los Vocales de lo Penal. La sentencia plenaria se

publicará en el Diario Oficial y, de ser posible, a través del Portal o Página Web del Poder Judicial”.

https://www.terragnijurista.com.ar/doctrina/peruana.htm

RECURSO DE CASACIÓN

El recurso de casación en un proceso penal es un tipo de recurso extraordinario por el cual se


puede solicitar la impugnación contra una sentencia judicial debido a uno de estos dos motivos:

La resolución contiene una interpretación o una aplicación incorrecta de la Ley.

El procedimiento en que se ha dictado la resolución no ha cumplido con las formalidad legales.

Se encuentra regulado en los artículos 847 y siguientes de la Ley de Enjuiciamiento Criminal


(LECrim):
1. Procede recurso de casación:

a) Por infracción de ley y por quebrantamiento de forma contra:

1.º Las sentencias dictadas en única instancia o en apelación por la Sala de lo Civil y Penal de los
Tribunales Superiores de Justicia.

2.º Las sentencias dictadas por la Sala de Apelación de la Audiencia Nacional.

b) Por infracción de ley del motivo previsto en el número 1.º del artículo 849 contra las sentencias
dictadas en apelación por las Audiencias Provinciales y la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional.

2. Quedan exceptuadas aquellas que se limiten a declarar la nulidad de las sentencias recaídas en
primera instancia.

Artículo 847 LECrim

Características del recurso de casación en el proceso penal

Un recurso de casación se caracteriza principalmente por los siguientes aspectos:

Se trata de un recurso de carácter extraordinario (no es una segunda instancia como en el caso del
recurso de apelación)

El recurso debe tener interés casacional.

El objetivo de este recurso extraordinario es proteger el interés y la aplicación de la ley.

A través de este recurso, el Tribunal Supremo examina la aplicación del derecho que han hecho
otros Tribunales inferiores.

Tiene efecto suspensivo y devolutivo.

Los sujetos legitimados para interponer este recurso son el Ministerios Fiscal, las partes del
proceso, las personas que resulten condenadas por la sentencia y sus herederos.

Fases del recurso de casación

Se puede decir que el recurso de casación penal consta de 4 fases:

Preparación del recurso por escrito ante el mismo Tribunal que dictó la resolución judicial que se
desea recurrir en un plazo de 5 días desde la última notificación de la sentencia.

Interposición y formalización ante el Tribunal Supremo en un plazo de 15 días (plazo previsto para
el Tribunal de la península) desde el emplazamiento.

Sustanciación del recurso.

Decisión definitiva e irrecurrible tomada por el Tribunal Supremo.

https://www.conceptosjuridicos.com/recurso-de-casacion/

RECURSO DE CASACIÓN
¿Qué es el recurso de casación?

El recurso de casación es, fundamentalmente, un recurso extraordinario ante una


sentencia que debe presentarse siempre ante el Tribunal Supremo
y cuyo objetivo es aportarle firmeza o anularla. La decisión que tome este órgano es
definitiva ya que se trata del más elevado de toda la judicatura española.

Has de saber que el recurso de casación se puede solicitar contra sentencias


dictados por las Audiencias Provinciales, los Tribunales Superiores de
Justicia y la Audiencia Nacional sin importar el ámbito jurisdiccional que
abarquen, es decir, si hacen referencia a un asunto tratado por la vía penal,
laboral, civil, mercantil, militar o contenciosa-administrativa.

¿Cómo se interpone el recurso de casación?

Lo primero que hay que hacer es redactar el recurso de casación y,


posteriormente, interponerlo ante el tribunal o juzgado que haya dictado la
sentencia que se desee impugnar. Para ello, la ley establece un plazo de,
como máximo, 20 días, los cuales empezarán a contar desde el día siguiente a que fuese
notificada al interesado.

En el supuesto de que la sentencia pudiese ser susceptible de someterse a este recurso y ser
impugnada, siempre y cuando el recurso se haya presentado dentro del plazo
anteriormente especificado, el Secretario Judicial del tribunal o juzgado
hará oficial su interposición. De no haber cumplido con todos estos requisitos, tendrá
que ponerlo en conocimiento del órgano que hubiese emitido la sentencia para que sea este el que
decida sobre su admisión.

Llegados a este punto, el tribunal o juzgado puede entender que no se cumplen los requisitos, tras
lo cual procederá a declarar oficialmente su inadmisión. Pero, si lo admite, deberá dictar
providencia, lo que dará validez a la interposición del recurso. Esto se hará en
forma de auto sobre el que solo se podrá objetar mediante recurso de queja.

Sin embargo, la resolución que dé por interpuesto este recurso no podrá ser motivo alguno de
recurso de ningún otro tipo, si bien es cierto que la parte oponente podrá negarse a hacer acto de
presencia ante el tribunal de casación.

¿Qué elementos debe contener el recurso de casación?

Lo primero que debe aparecer, de forma clara y detallada, es la información relativa al


supuesto mediante el cual se quiere recurrir la sentencia dictada por el
tribunal o juzgado. A continuación, utilizando la extensión que fuese necesaria, se
deberán exponer los fundamentos de derecho sobre los que se cimienta el
recurso y se solicitará la celebración de una vista de casación. La información
concerniente a este apartado se puede encontrar en la Ley 37/2011, de medidas de agilización
procesal.
Por su parte, el sujeto que interponga el recurso de casación también debe acompañar al
escrito anterior con una certificación de la sentencia impugnada, así como
otras sentencias que pudiesen servir como base para alegar interés casacional.
Esto último es opcional y solo necesario cuando resulte procedente.

Finalmente, lo último que deberá incluir el recurso de casación es la manifestación


razonada de la necesidad de interponer el recurso por la falta de doctrina
jurisprudencial de la norma que, mediante la sentencia que se recurre, se
ha visto infringida.

¿El Tribunal Supremo tiene potestad para no admitir a trámite el recurso?

La respuesta es que sí. Y es que, a pesar de haber superado el trámite anterior, el Tribunal
Supremo, máximo órgano de la judicatura en España, puede proceder a su
inadmisión al entender que no cumple los requisitos. De hecho, esto sucede en
un porcentaje extremadamente alto de los casos.

Para que te hagas una idea, el año pasado el Tribunal Supremo desestimó el 51 % de
los recursos de casación impuestos por la vía penal y un 57 % de los que
hacían referencia a la vía social. En el caso de la civil y la contencioso-
administrativa, el porcentaje se reduce, respectivamente, al 11 % y al 18 %.

¿Qué motivos puede alegar el Tribunal Supremo para no admitir el recurso de casación?

Son muchas y muy variadas las razones que puede esgrimir este tribunal para no
aceptar a trámite el recurso de casación. Estos son los más habituales:

1. Falta de legitimidad del que impone el recurso al no ser desfavorecido por la sentencia.

2. Duplicidad de la interposición del recurso al haberse presentado también ante un Tribunal


Superior de Justicia.

3. Que el recurso fuese interpuesto realizando un fraude procesal o abuso de derecho.

4. Uso de la incorrecta técnica casacional. Esto implica la acumulación de varias infracciones para
incluirlas en un mismo recurso de casación. Además, también se aduce, en este punto, la falta de
claridad en la exposición de los hechos y la ausencia de justificación de la infracción recurrida en la
parte del encabezado.

5. Defectos de forma. Cualquier detalle como, por ejemplo, la no indicación de la modalidad del
recurso o el señalamiento de varias simultáneamente da también como resultado la inadmisión del
recurso. Lo mismo sucede cuando no existe representación del abogado y el procurador, cuando se
interpone fuera de plazo o por hacerlo sin crear el depósito exigido por la ley.

¿Qué es el interés casacional?

Antes hemos hecho referencia a un concepto que, para finalizar este artículo, conviene que
expliquemos en profundidad. Se trata del término de interés casacional, que fue
desarrollado el 12 de diciembre de 2000 por la Sala Primera del Tribunal
Supremo.

El interés casacional debe ponerse como motivo de la interposición del recurso en el encabezado
del escrito. En concreto, hace referencia a la necesidad de fijar una doctrina
única vía sentencia del Tribunal Supremo cuando existen sentencias de
Audiencias Provinciales que siguen criterios diferentes o cuando no existe jurisprudencia
al respecto al tratar sobre una ley que lleve menos de 5 años en vigor.

Sin embargo, para poder alegar interés casacional y que el recurso sea
admitido a trámite por parte del Tribunal Supremo, es indispensable que se
cumplan una serie de requisitos adicionales. En primer lugar, en el caso de que se alegue por
motivo de contradicción procesal, debe especificarse claramente en la formulación
del motivo en cuál se fundamenta específicamente.

También se puede hacer alusión al interés casacional cuando una Audiencia Provincial u órgano
equivalente de la judicatura formulase una sentencia que ignorase, por oposición o
desconocimiento, otra en firme correspondiente a la doctrina del Tribunal
Supremo. Evidentemente, esto se debe argumentar haciendo alusión a, al
menos, dos sentencias emitidas por la Sala Primera de dicho tribunal.

En definitiva, como habrás podido comprobar, el recurso de casación es una de las


figuras más complejas que contempla la judicatura española y, por ello, es de
vital importancia conocerla en profundidad antes de proceder a interponerlo ante el órgano que
emitiese la sentencia que se desea impugnar y ante el Tribunal Supremo. Con este artículo
esperamos haberte sido de ayuda a comprenderlo un poco mejor y a saber cuándo procede
acogerse a él y cuándo no.

Esperamos haberte sido tu ayuda y haber resuelto todas tus dudas en torno al recurso de casación,
si tienes alguna duda o necesitas interponer dicho recurso no dudes en ponerte en contacto con
nosotros, estaremos encantados de solucionar tus dudas o problemas.

https://www.eliasymunozabogados.com/blog/recurso-casacion

RECURSO DE CASACIÓN ANTE EL TRIBUNAL SUP REMO

El recurso de casación ante el Tribunal Supremo, es un recurso extraordinario que tiene por objeto
la casación (firmeza) de una Sentencia o la anulación de la misma y se interpone ante el Tribunal
Supremo, máximo órgano judicial en la judicatura española.

El recurso de casación ante TS

Contra las Sentencias de los Juzgados y Tribunales, bien sean Audiencias Provinciales, Audiencia
Nacional o Tribunales Superiores de Justicia, en los distintos ámbitos jurisdiccionales, Civil, Penal,
Contencioso-Administrativo, Laboral, Mercantil, Militar, se puede interponer el recurso de casación
ante el Tribunal Supremo contra Resoluciones judiciales que dicten estos Tribunales, siendo el
Tribunal Supremo el máximo órgano Judicial, como lo es la Corte Suprema de Justicia en otros
países.

Con carácter general, en este página de blog, vamos a estudiar de forma genérica el recurso de
casación ante el Tribunal Supremo, sus formalidades, plazos, representación, etc.

El recurso de casación civil al Tribunal Supremo

Dentro de los asuntos que trata el Derecho Civil, en cuanto al procedimiento que se sigue en este
tipo de recursos extraordinarios, La Ley de Enjuiciamiento Civil en su art. 477, señala los motivos
del Recurso de casación civil ante el Tribunal Supremo y resoluciones recurribles en casación, de la
siguiente forma:

1. El recurso de casación habrá de fundarse, como motivo único, en la infracción de normas


aplicables para resolver las cuestiones objeto del proceso.

2. Serán recurribles en casación las sentencias dictadas en segunda instancia por las Audiencias
Provinciales, en los siguientes casos:

1.º Cuando se dictaran para la tutela judicial civil de derechos fundamentales, excepto los que
reconoce el artículo 24 de la Constitución.
2.º Siempre que la cuantía del proceso excediere de 600.000 euros.
3.º Cuando la cuantía del proceso no excediere de 600.000 euros o este se haya tramitado por razón
de la materia, siempre que, en ambos casos, la resolución del recurso presente interés casacional.

Número 2 del artículo 477 redactado por el apartado diecisiete del artículo cuarto de la Ley
37/2011, de 10 de octubre, de medidas de agilización procesal («B.O.E.» 11 octubre).Vigencia: 31
octubre 2011

3. Se considerará que un recurso presenta interés casacional cuando la sentencia recurrida se


oponga a doctrina jurisprudencial del Tribunal Supremo o resuelva puntos y cuestiones sobre los
que exista jurisprudencia contradictoria de las Audiencias Provinciales o aplique normas que no
lleven más de cinco años en vigor, siempre que, en este último caso, no existiese doctrina
jurisprudencial del Tribunal Supremo relativa a normas anteriores de igual o similar contenido.

Cuando se trate de recursos de casación de los que deba conocer un Tribunal Superior de Justicia,
se entenderá que también existe interés casacional cuando la sentencia recurrida se oponga a
doctrina jurisprudencial o no exista dicha doctrina del Tribunal Superior sobre normas de Derecho
especial de la Comunidad Autónoma correspondiente.

Seguir leyendo sobre recurso de casación civil Tribunal Supremo

Criterios de admisión del recurso de casación

Para que una resolución sea recurrible en casación ante la Sala Primera del TS deben concurrir los
dos siguientes presupuestos:

1. Que se trate de una sentencia dictada en segunda instancia por una AP (artículo 477.2 LEC) —por
ello, al escrito de interposición del recurso debe acompañarse certificación de la sentencia
impugnada (artículo 481.2 LEC.
Exclusión del recurso de casación

Están excluidos del recurso de casación los Autos, las demás resoluciones que no revisten forma de
sentencia, las sentencias que debieron adoptar forma de auto y las sentencias que resuelvan
cuestiones incidentales.

Recurso de casación contra Autos

Son recurribles en casación los autos dictados en procesos sobre reconocimiento y ejecución de
sentencias extranjeras resueltos al amparo del Convenio de Bruselas de 27 de diciembre de 1968 y
del Convenio de Lugano de 16 de septiembre de 1988 (artículos 37.2 y 41), de los Reglamentos CE
n.º 1347/2000 y n.º 44/2001, y de cualesquiera otras normas de similar naturaleza, cuando la
facultad de recurrir se reconozca en el instrumento de ratificación internacional o en el
Reglamento.

2. Que concurran los supuestos propios de una de las tres modalidades del recurso de casación por
razón de la cual se interponga este.

Razones de la interposición recurso de casación

La parte recurrente debe indicar necesariamente en el escrito de interposición la modalidad de


recurso por razón de la cual se formula.

Por razones de congruencia y contradicción procesal no cabe indicar más de una modalidad en un
mismo recurso.

Estas modalidades son las siguientes:

(1) Recurso de casación para la tutela judicial civil de derechos fundamentales.

Concurre el supuesto propio de esta modalidad de recurso de casación cuando el proceso en que
se dicte la sentencia se haya seguido para la tutela judicial civil de derechos fundamentales,
excepto los que reconoce el artículo 24 CE (artículo 477.2.1.º LEC).

(2) Recurso de casación por razón de la cuantía.

Concurre el supuesto propio de esta modalidad de recurso de casación cuando la sentencia se haya
dictado en un proceso cuya cuantía exceda de 600.000 € (artículo 477.2.2.º LEC).

(3) Recurso de casación por razón de interés casacional.

Concurre el supuesto de esta modalidad de recurso cuando la resolución del recurso de casación
presente interés casacional.

Es necesario que la cuantía del proceso no exceda de 600.000 € o sea indeterminada o inestimable
o que aquel se haya tramitado por razón de la materia (artículo 477.2.3.º LEC) y no para la tutela
judicial civil de derechos fundamentales.

El Interés casacional
El Acuerdo de la Sala Primera del TS de 12 de diciembre de 2000 desarrolló el concepto de interés
casacional tipificado en el artículo 477.3 LEC.

Este precepto permanece en vigor tras la Ley 37/2011.

El recurso de casación por razón de interés casacional va encaminado a la fijación de la doctrina


que se estima correcta en contra del criterio seguido en la sentencia recurrida frente a otras
sentencias de Audiencias Provinciales o en contra del criterio de la jurisprudencia, o cuando no
existe jurisprudencia sobre una ley que lleva menos de cinco años en vigor (artículo 487.3 LEC).

Como consecuencia de ello, como requisito general, el escrito de interposición del recurso de
casación por razón de interés casacional debe expresar con claridad en el encabezamiento o
formulación del motivo la jurisprudencia que se solicita de la Sala Primera del TS que se fije o se
declare infringida o desconocida.

Además de este requisito general, de carácter formal, para que el recurso de casación por razón de
interés casacional sea admisible debe concurrir alguno de los elementos que pueden integrarlo.

Por razones de congruencia y contradicción procesal la parte recurrente debe indicar claramente
en el encabezamiento o formulación del motivo en cuál de ellos se funda la admisibilidad del
recurso interpuesto. Estos elementos son los siguientes:

La oposición o desconocimiento en la sentencia recurrida de la doctrina jurisprudencial del TS.


La justificación, con la necesaria claridad, de la concurrencia de este elemento corresponde a la
parte recurrente.

El concepto de jurisprudencia comporta, en principio, reiteración en la doctrina de la Sala Primera


del TS.

Es necesario, en consecuencia, que en el escrito de interposición se citen dos o más sentencias de


la Sala Primera del TS, y que se razone cómo, cuándo y en qué sentido la sentencia recurrida ha
vulnerado o desconocido la jurisprudencia que se establece en ellas.

La doctrina mantenida en las sentencias de la Sala Primera del TS invocadas en el escrito de


interposición del recurso de casación no tiene carácter jurisprudencial cuando exista otra
formulada en sentencias más recientes que se alejen de ella.

Interposición del recurso de Casación

El recurso de casación se interpondrá ante el tribunal que haya dictado la resolución que se
impugne dentro del plazo de veinte días contados desde el día siguiente a la notificación de
aquélla.

Si la resolución impugnada fuera susceptible de recurso y éste se hubiere formulado dentro de


plazo, en el plazo de tres días el Secretario judicial tendrá por interpuesto el recurso.

En caso contrario lo pondrá en conocimiento del tribunal para que se pronuncie sobre la admisión
del recurso.
Si el tribunal entendiera que se cumplen los requisitos de admisión, dictará providencia teniendo
por interpuesto el recurso; en caso contrario, dictará auto declarando la inadmisión.

Contra este auto sólo podrá interponerse recurso de queja.

Contra la resolución por la que se tenga por interpuesto el recurso no cabrá recurso alguno, pero la
parte recurrida podrá oponerse a la admisión al comparecer ante el tribunal de casación.

Contenido del escrito de interposición del recurso de casación

1. En el escrito de interposición se expresará el supuesto, de los previstos por el artículo 477.2,


conforme al que se pretende recurrir la sentencia.

Igualmente se expondrán, con la necesaria extensión, los fundamentos y se podrá pedir la


celebración de vista.

Número 1 del artículo 481 redactado por el apartado veintiuno del artículo cuarto de la Ley
37/2011, de 10 de octubre, de medidas de agilización procesal («B.O.E.» 11 octubre).Vigencia: 31
octubre 2011

2. Al escrito de interposición se acompañarán certificación de la sentencia impugnada y, cuando


sea procedente, texto de las sentencias que se aduzcan como fundamento del interés casacional.

3. En su caso, en el escrito de interposición, además de fundamentarse el recurso de casación, se


habrá de manifestar razonadamente cuanto se refiera al tiempo de vigencia de la norma y a la
inexistencia de doctrina jurisprudencial relativa a la norma que se estime infringida.

Motivos de inadmisión del recurso de casación

En el Tribunal Supremo, un dato


interesante es el porcentaje de asuntos resueltos por inadmisión a tramite respecto al total de
asuntos resueltos.

La Estadística proporciona el dato global, sin desglosar por tipo de asunto, por lo que están
incluidos asuntos en primera instancia y recursos distintos de los de casación.

Motivos de inadmisión recurso de casación

Serán motivos de inadmisión, con carácter general, entre otros, los siguientes:
1.- La interposición de recurso frente a la misma sentencia ante un Tribunal Superior de Justicia.

2.- La falta de legitimación del recurrente, por no haber sido desfavorecido por la sentencia.

3.- La interposición de recurso con manifiesto abuso de derecho o en fraude procesal.

4.- La concurrencia de defectos de forma, tales como la falta de indicación de la modalidad de


recurso que se interpone o la indicación de varias modalidades simultáneamente; la falta de
representación de procurador y asistencia de abogado; la interposición fuera de plazo; hacerlo sin
constituir el oportuno depósito; el no cumplir los presupuestos para recurrir en casos especiales o
la no aportación de la certificación de la sentencia recurrida.

5.- La utilización de la llamada incorrecta técnica casacional: acumulación de diversas infracciones


en un mismo motivo de recurso, cita de preceptos genéricos o heterogéneos, referencia a
preceptos siguientes o concordantes, falta de claridad expositiva en el escrito de interposición o
falta de mención y justificación expresa de la infracción denunciada en el encabezamiento de cada
motivo.

6.- El denominado vicio de hacer supuesto de la cuestión, no respetando la valoración probatoria


de la sentencia recurrida, pretendiendo la revisión de hechos probados, o la atención a hechos
distintos de lo declarado, o la introducción de cuestiones nuevas o accesorias que no afecten a la
ratio decidendi.

https://www.tuabogadodefensor.com/recurso-de-casacion-ante-el-tribunal-
supremo/

Que es un recurso impugnatorio

Recursos impugnatorios
 Concepto.
Los medios impugnatorios son los instrumentos legales puestos a disposición de las partes
y destinados a atacar una resolución judicial para provocar su reforma o anulación.
También son definidos como el conjunto de actos de postulación a través de los cuales la
parte gravada por la resolución definitiva puede obtener su revisión, ya sea por el mismo
órgano judicial que la dictó, ya sea por otro superior, con el objeto de evitar errores
judiciales y asegurar la aplicación correcta y uniforme de Derecho.
Bajo el Titulo "La Impugnación", el nuevo proceso penal regula los llamados recursos
impugnatorios que son aquellos actos procesales que pueden hacer uno las partes
procesales cuando consideran que la resolución judicial les causa agravio y esperan que se
modifique, revoque o anule.
El inciso cuarto del Artículo I del Titulo Preliminar del Nuevo Código Procesal Penal
establece que: "Las resoluciones son recurribles, en los casos y en el modo previsto por la
Ley. Las sentencias o autos que ponen fin a la instancia son susceptibles de recurso de
apelación". Consecuentemente, y a diferencia de la legislación anterior, se regula
debidamente el derecho a la impugnación a través de los recursos que la misma ley prevé a
partir del Artículo 404º del Código Nuevo.
En nuestro medio es común identificar, medio impugnatorio, recurso, inclusive
confundimos recursos con remedios, pese a ser distintos.
A pesar de las innumerables clasificaciones que se han propuesto, nos adherimos a las más
sencilla y fácil. En tal sentido, los medios impugnatorios son el género que engloba tanto a
los remedios y recursos. Siendo los remedios una clase de medios impugnatorios que se
dirigen a atacar actos procesales, no comprendidos en una resolución judicial; mientras
que los recursos permiten a la parte agraviada solicitar revisión de una decisión
contenida en una resolución que aún no adquiere la calidad de firme.
En el Código Procesal Penal del 2004 en el libro referente la impugnación no distingue los
tipos de medios impugnatorios, sino regula genéricamente el tema de los recursos
mencionando los siguientes: reposición, apelación, casación y queja (artículo 413).
Dentro del libro de impugnación, en la sección VII, el código regula la acción de revisión
que no es en estricto un medio impugnatorio, sino, una acción de impugnación, que sirve
para objetar sentencias firmes, que han adquirido la calidad de cosa juzgada, es decir, es el
ejercicio de una nueva acción que origina un nuevo proceso, solo en casos taxativamente
enunciados por la ley.
 Principios que orientan los recursos
 a. Principio de Legalidad.- Los recursos deben estar predeterminados por la ley. El
código en el inciso uno del articulo 404º, prescribe lo siguiente: "Las resoluciones
judiciales serán impugnables sólo en los medios y en los casos expresamente
establecidos por la ley".
 b. Principio de Singulariedad del Recurso.- Cuando corresponde interponer un
determinado recurso, generalmente no se admite otro.
 c. Principio de Trascendencia.- En virtud del cual, solo se puede interponer el recurso,
cuando la parte se encuentre legitimada, es decir, aquél que resulte agraviado con la
resolución recurrida. El Código establece que para un recurso se requiere: "Que sea
presentado por quien resulte agraviado por la resolución, tenga interés directo y se
halle facultado legalmente para ello". Asimismo, establece que El Ministerio Público
puede recurrir, inclusive a favor del imputado. (Artículo 405.1, apartado a); precepto
que acentúa la función de defensor de la legalidad del representante del Ministerio
Público. En cuanto al ambito de los recursos y los legitimados para recurrir tenemos que
tanto el imputado como el Ministerio Público podrán impugnar, indistintamente del
objeto penal o civil de la resolución, y el actor civil sólo podrá impugnar con respecto al
objeto civil de la resolución (Artículo 407).
 d. Principio Dispositivo.- Significa que los recursos sólo pueden ser formulados por los
sujetos procesales que se encuentren legitimados, en tal sentido, la revisión de la
resolución judicial tendrá como limite la pretensión del recurrente.
 e. Principio de Congruencia Recursal.- Este principio constituye una derivación del
Principio Dispositivo, en razón del cual, el órgano superior sólo se puede pronunciar con
respecto a lo que es objeto o materia de impugnación. En ese sentido, el Código
establece que el Tribunal revisor tiene competencia para resolver la materia impugnada.
En ese punto el Código concede, al órgano revisor, la potestad de declarar la nulidad en
el caso de nulidades (absolutas o sustanciales) que no hayan sido advertidas por el
impugnante (Artículo 409.1).
 f. Principio de Prohibición de Reforma en Peor.- El principio de reforma en peor, se
sustenta en razones de justicia y equidad, a favor del imputado. Se encuentra regulada
expresamente en el Código de la siguiente manera: "(.) La impugnación interpuesta
exclusivamente por el imputado no permite modificación perjuicio" (Artículo 409.3).
 g. De acuerdo con este principio –prohibición de reformatio in peius- se prohíbe que el
órgano revisor agrave aún más la situación del imputado, cuando éste sea el único
recurrente, ya que el fiscal consintió la resolución quedando prohibido reformar para
empeorar la situación del imputado.
 h. En el caso que impugnen tanto el imputado como e representante del Ministerio
Público se puede re-examinar la sentencia en ambos sentidos: a favor o en contra del
imputado. Asimismo, cuando el representante del Ministerio Público sea el único
recurrente se permite al Juez, revocar o modificar la resolución, aún a favor del
imputado.
 i. Principio de Inmediación.- No es idóneo un recurso resuelto sólo sobre la base
de materiales y elementos correspondientes a la primera instancia. Una de las
novedades del Código es la vigencia de este principio, pues para resolver, como es el
recurso de apelación contra la sentencia, se necesita de una audiencia, en la cual el
órgano revisor, tendrá la oportunidad de conocer directamente a los órganos de prueba
y sobre esa base, decidir.
https://www.monografias.com/trabajos71/sistema-recursos-impugnatorios-codigo-penal/sistema-
recursos-impugnatorios-codigo-penal2.shtml

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