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Figura 3
Figura 6
Las seis derivaciones periféricas estándar examinan las fuerzas eléctricas en un plano
frontal del cuerpo. Sin embargo, como la actividad eléctrica viaja en un plano tridimensional,
también son esenciales los registros en un plano transversal (Figura 7.A). Esto se logra mediante el
uso de 6 electrodos ubicados en la zona anterior y lateral izquierda del tórax, creando las
derivaciones precordiales. La orientación de estas derivaciones alrededor del corazón en una
sección transversal se muestra en la Figura 7.B. Estas son derivaciones unipolares, y al igual que en
las derivaciones unipolares periféricas, cuando el impulso se acerca al polo (+) se ve una
desviación hacia arriba, y si se aleja se verá hacia abajo.
Figura 7
Secuencia normal de activación cardiaca
La conducción de los impulsos eléctricos a través del corazón es un proceso ordenado. El
latido normal empieza en el nodo sinoatrial. La ola de despolarización se esparce rápidamente a
través de los atrios derecho e izquierdo y luego llega al nodo atrioventricular (AV), donde se
encuentra con un retraso esperado. Luego el impulso viaja rápidamente por el Haz de His, y sigue
por las ramas derecha e izquierda. Estas ramas se dividen en las fibras de Purkinje, que se irradian
hacia las fibras miocárdicas, estimulándolas para que se
despolarizen y se contraigan.
Cada latido está representado en el ECG por tres grandes
desviaciones que registran la secuencia de la propagación eléctrica
(Figura 8.B). La onda P representa la despolarización del atrio.
Después de la onda P, el registro vuelve a su estado plano basal
debido al retraso en la conducción hasta el nodo AV. La segunda
desviación del ECG es el complejo QRS, que representa la
despolarización de las células musculares del ventrículo. Luego del
complejo, el registro vuelve a su estado plano basal y, luego de un
pequeño retraso, se registra la repolarización de las células
musculares ventriculares mediante la onda T. Ocasionalmente una
pequeña onda aparece luego de la onda T, conocida como la onda
U, que se cree que representa las fases tardías de repolarización
ventricular. Figura 8
El complejo QRS puede tomar muchas formas, pero siempre puede ser subdividido en
componentes individuales (Figura 9). Si la primera desviación del complejo es hacia abajo, se
conoce como la onda Q. Sin embargo si la primera desviación es hacia arriba, ese complejo en
particular no tiene onda Q. La onda R se define como la primera desviación hacia arriba, esté o no
presente la onda Q. Cualquier desviación hacia abajo luego de la onda R se conoce como onda S.
La Figura 9 muestra varias variaciones comunes del complejo QRS. En algunas patologías, como
bloqueos de ramas, se puede ver otras desviaciones.
Figura 9
La Figura 10 ilustra el curso normal de la despolarización ventricular mientras es registrado
en dos derivaciones del ECG: aVF y aVL. El registro en aVF representa la actividad eléctrica desde
una perspectiva del lado inferior del corazón, mientras que aVL registra desde una perspectiva del
lado lateral izquierdo del corazón. Recordar que en el estado basal o de reposo las superficies de
las células miocárdicas están cargadas homogéneamente, por lo que no se detecta actividad
eléctrica por las derivaciones externas del ECG, y la máquina de registro muestra un voltaje igual a
cero.
La primera porción del miocardio ventricular en ser estimulada para despolarizarse en
cada ciclo cardiaco es la porción media del septum interventricular, en el lado izquierdo. Como la
despolarización revierte la carga celular, la superficie de esa región queda negativa con respecto al
interior de las células, por lo que se genera un potencial eléctrico (Figura 10.B, flecha). La corriente
inicial se dirige hacia el ventrículo derecho y hacia abajo. Como el impulso se aleja del polo (+) de
la derivación aVL, inicialmente se ve una desviación hacia abajo en dicha derivación. Al mismo
tiempo, el impulso eléctrico se dirige hacia el polo (+) de la derivación aVF, provocando una
desviación inicial hacia arriba en el registro de esa derivación. Mientras la ola de despolarización
se esparce por el miocardio ventricular, la progresión neta de los vectores eléctricos es
representada por la serie de flechas en la Figura 10.
Mientras se despolarizan las paredes laterales de los ventrículos, las fuerzas del lado
grueso izquierdo sobrepasan a las del lado derecho. Por lo tanto, la orientación de las flechas se
dirige cada vez más hacia el ventrículo izquierdo (izquierda y atrás). Al completarse la
despolarización, los miocitos están nuevamente cargados homogéneamente, por lo que no se
genera una fuerza eléctrica neta y el registro de voltaje del ECG vuelve a su línea basal en ambas
derivaciones. Por lo tanto, en este ejemplo de despolarización de un corazón normal, la derivación
aVL describe inicialmente una onda Q pequeña seguida por una onda R grande. Por el contrario,
en la derivación aVF, se ve una onda R seguida de una onda S.
Figura 10
La secuencia de la despolarización ventricular en el plano horizontal del cuerpo es
evidente al examinar las 6 derivaciones precordiales (Figura 11). Nuevamente recordar que la
primera porción del miocardio ventricular en ser estimulada para despolarizarse es la porción
media del septum interventricular, en el lado izquierdo. La despolarización procede desde ahí
hacia el ventrículo derecho (que se encuentra anterior al ventrículo izquierdo), luego se dirige
hacia el ápex, y finalmente alrededor de las paredes laterales de ambos ventrículos. Como las
fuerzas eléctricas iniciales se dirigen hacia anterior, es decir, hacia el polo (+) de V1, la desviación
inicial de V1 es hacia arriba. Estas mismas fuerzas eléctricas iniciales se alejan de V6 (que se
encuentra en la pared lateral del ventrículo izquierdo), por lo que la primera desviación hacia
abajo se observa en dicha derivación. A medida que la onda de despolarización se esparce, las
fuerzas del ventrículo izquierdo sobrepasan a las del derecho, por lo que el vector se dirige hacia
posterior, apuntando hacia el grueso de la masa muscular ventricular. Mientras las fuerzas se
alejan de V1, la desviación se vuelva hacia abajo, mientras que en V6 se ve una desviación hacia
arriba. Las derivaciones desde V2 hasta V5 registran pasos intermedios en este proceso. Es así
como se ve que la onda R se ve progresivamente más alta desde V1 hasta V6 (Figura 11.E), un
patrón conocido como “progresión de onda R”. Normalmente la altura de R se vuelva mayor que
la profundidad de la onda S en V3 o V4; la derivación donde esto ocurre se denomina “derivación
de transición”.
Figura 11
Agustín Carafí L.