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PRODUCCIÓN DE CUYES

LUIS ALIAGA RODRÍGUEZ

UNIVERSIDAD NACIONAL DEL CENTRO DEL PERÚ

ÍNDICE GENERAL

CAPITULO I
ASPECTOS GENERALES

A. Origen del cuy


B. Proliferación del cuy en el mundo
C. Importancia de la cuyecultura en el Perú
D. Descripción del cuy
E. Descripción del Sistema Óseo
1. Cabeza
2. Columna Vertebral
3. Esternón
4. Costillas
5. Huesos de la extremidad torácica o miembros anteriores
6. Miembro posterior o Extremidad Pelviana
F. Regiones que constituyen el exterior del cuy
G. Datos fisiológicos
1. Longevidad
2. Vida productiva
3. Temperatura rectal
4. Frecuencia respiratoria
5. Ritmo cardíaco
6. Número de cromosomas
7. Constantes hematológicas

CAPITULO II
REPRODUCCIÓN
A. Generalidades
B. Descripción del aparato reproductor del macho
1. Testículos
2. Epidídimo
3. Conductos deferentes
4. Vesículas seminales
5. Próstata
6. Glándula bulbouretral
7. Pene
C. Descripción del aparato reproductor de la hembra
1. Ovarios
2. Oviductos
3. Cuernos uterinos
4. Cuerpo uterino
5. Cuello uterino
6. Vagina
7. Vulva
8. Glándulas mamarias
9. Pezones
D. Pubertad
E. Ciclo Estral
1. Proestro
2. Estro o celo
3. Meta estro
4. Diestro
F. Ovulación
G. Cópula
H. Gestación
I. La Camada
1. Influencia del tamaño de la camada en el peso vivo de las crías nacidas
2. Influencia del intervalo de tiempo entre partos en el tamaño de camadas
3. Influencia de otros factores en el tamaño de camada
J. Edad óptima de empadre
K. Algunas consideraciones sobre la edad de empadre
L. Sistemas de empadre
1. Empadre Semi-intensivo
2. Empadre Intensivo o continuo
3. Consideraciones sobre los sistemas de empadre
M. Parición y destete
1. Destete
N. Edad óptima de castración y de saca
1. De los incrementos de pesos
2. Del rendimiento de carcasa
3. De la edad óptima de castración
4. De la degustación
5. Del estudio económico
6. De la edad óptima de saca
O. Algunas consideraciones sobre el costo de producción y la edad de saca
P. Manejo de reproductores
1. Ritmo de crecimiento y manejo de destetados para seleccionar reproductores
2. Identificación de los reproductores
3. Modo de coger a los reproductores
4. Las pozas de empadre y crianza
5. Alimentación de los reproductores
6. Saca de reproductores

CAPITULO III
INSTALACIONES

A. Crianza en pozas y jaulas


B. Crianza en galpones
C. Crianza al pastoreo
1. Disminución de los costos de producción
2. Mejor aprovechamiento de los hábitos nocturnos del cuy
3. Retribución del cuy al potrero en forma de estiércol
4. Menor mortalidad y mejores récords de producción

CAPITULO IV
NUTRICIÓN
Armando Borja Cueva

A. Nutrición de los cuyes


1. Necesidades nutritivas
a. Necesidades de proteínas
b. Necesidades de energía
c. Necesidades de fibra
d. Necesidades de grasa
e. Necesidades de minerales
f. Necesidades de vitaminas
B. Alimentación de cuyes
1. Alimentación a base de forrajes y concentrado
a. Utilización de forrajes
b. Utilización de malezas, malas hierbas y plantas alimenticias no tradicionales
c. Utilización de concentrados
d. Utilización de la vitamina C
e. Utilización de hormonas
2. Algunos insumos utilizados en la alimentación de cuyes

CAPITULO V
SELECCIÓN Y MEJORA

A. Generalidades
B. Factores que influyen en el peso al nacimiento en cuyes y algunas correlaciones
halladas aplicables a la selección
C. Estudio de algunos factores de producción en la población de cuyes del
Programa de Investigación de Cuyes de la UNCP
D. Influencia del color de ojos en el peso vivo de los cuyes
E. Influencia del color de ojos, color de manto y sexo, en el peso vivo de los cuyes
F. Selección de cuyes para carne
1. Factores que se manifiestan en el exterior del animal
1.1. Tipo de pelaje y conformación
1.2. Color del pelaje
1.3. Color de los ojos
1.4. Número de dedos
1.5. Sexo, peso vivo al nacimiento, al destete y a la saca
2. Factores que no se manifiestan en el exterior del animal
2.1 Número de crías por camada
2.2. Crías concebidas o no en celos post partum
2.3. Número de crías destetadas por vientre al año
G. Modelo de selección lineal para tamaño de camada y peso vivo
1. Especificaciones del modelo
2. Estimación del modelo
3. Verificación del modelo
3.1. Cálculo del coeficiente de correlación
3.2 Cálculo del coeficiente de determinación
3.3 Prueba de - F-
4. Predicción
4.1 Método gráfico
4.2 Método de cálculo por intervalos
5. Modificación del modelo
H. Registros y Controles
1. Identificación de los animales
2. Controles de peso vivo y tamaño de camada
3. Control de madres en producción
4. Control de padres en producción

CAPITULO VI
ENFERMEDADES Y POLÍTICA SANITARIA
Joaquín Chivílchez Chávez

A. Principales enfermedades en cuyes


Avitaminosis "C"
Neumonía bacteriana
Bronconeumonía
Pseudotuberculosis
Linfoadenitis cervical
Salmonelosis
Virus de inclusión de la glándula salival
Neumonía vírica
Parálisis vírica
Dermatitis micótica
Coccidiosis
Nematelmintos
Hidatidosis
Piojos
Pulgas
Tumores
Toxemia de la preñez
Enfermedades de la vista
B. Política Sanitaria

Bibliografía
CAPITULO I
ASPECTOS GENERALES

A. ORIGEN DEL CUY

Antes de la conquista del imperio Incaico, los nativos de América del Sur criaban esta
especie animal ya en cautiverio y utilizaban su carne como a1imento básico en su dieta
diaria, es así que los primeros conquistadores de nuestra América lo encontraron
repartido a lo largo do los Andes como animal doméstico y contribuyendo con su carne
en la alimentación de los antiguos pobladores americanos, ya que el cuy conjuntamente
con la papa, la quinua, el maíz, el olluco, la oca y otros animales y vegetales
constituían la fuente alimenticia prioritaria de esa época.

Muchos autores confirman en sus crónicas estos hechos, entre los que destacan: Pulgar
Vidal, que reporta hallazgos de huesos, pellejos y carcasa de cuyes enterrados con
cadáveres humanos en tumbas de América Meridional, el mismo autor refiere que en la
conquista de la sabana de Bogotá los soldados de Gonzalo Jiménez de Quesada
sacrificaban diariamente 50 venados y 500 cuyes y así vivieron durante dos años
conquistando esta vasta región.

Guamán Poma de Ayala refiere que las culturas pre-chinchas se alimentaban de cuyes.
El Padre Bernabé Cobo, dice en una de sus crónicas "el cuy es el menor de los animales
mansos y domésticos que tenían los naturales de estas Indias, el cual criaban dentro de
sus casas y en sus mismos aposentos como lo hacen hoy día".

El Inca Garcilaso de la Vega señala "Hay conejos caseros y campestres diferentes los
unos de los otros en color y en sabor llámenseles cuy también se diferencian de los de
España. De los caseros han traído a España, pero dance poco por ellos. Indios como
gente pobre de carne los tienen en muchos y 1os comen por gran fiesta".

Fray Juan de Santa Gertrudis, en el capítulo 5° de las Maravillas de la Naturaleza,


destaca al cuy así: "Hay muchísimos cuyes ... no son mixtos de ratón y conejo sino que
es una especie tal y generación de tales animales. Yo los he comido muchas veces y no
hay carne que la iguale en sabor y delicadeza".

En los estudios estratigráficos hechos en el Templo del Cerro Sechín se encontraron


abundantes depósitos de heces de cuyes, y en el periodo primero de la cultura de
Paracas denominado Cavernas, se determinó que los años 300 a 250 A.C., ya el
hombre se alimentaba de carne de este roedor, y que para e1 tercer periodo o sea 1400
años después de Cristo, esta cultura en casi todas las casas tenía un cuyero (Zaldívar A.,
1976).
En la era que corresponde al denominado Renacimiento Regional se han encontrado
ceramios corno los huacos Mochica y Vicus que dejan en sus reproducciones muestra
clara de la importancia que tenía este animal en la alimentación humana de esa época.

Geoffrey Saint Hilaire, demostró que la especie racial del cuy, es originaria del Perú y
que e1 Cavia Cutleri se debe considerar como el antecesor de la especie doméstica que
hoy es universalmente conocida (Muñoz Laurentino, 1970).

La gran cantidad de referencias como las citadas nos permiten decir con toda propiedad
que el cuy es un animal nuestro y como nuestro que es, nos obliga y nos compromete no
sólo a mejorar su explotación y calidad de animales, sino a crear una tecnología propia,
la que ha merecido y debe merecer en el futuro, nuestros mejores esfuerzos.

Esta tecnología peruana se ofrece en este texto como un avance de nuestras experiencias
e investigaciones en esta interesantísima especie animal y ella es producto de 10 años de
paciente y metódica labor, tiempo durante el cual se han ejecutado numerosos
experimentos cuyos resultados nos permiten lanzar recomendaciones a fin de mejorar la
productividad de esta especie.

B. PROLIFERACIÓN DEL CUY EN EL MUNDO


Por referencias de Geoffrey Saint Hilaire parece ser que en el siglo XVI fue llevado a
Europa juntamente con el pavo y el pato americano llegando a Paris y a Augsburgo por
el año 1554 como animal ornamental. Finalmente, de Europa pasó a todo el mundo y
pronto se convirtió en el centro de interés científico por su mansedumbre, su fácil
manejo y sobre todo por su alta sensibilidad a muchas bacterias y agentes microbianos
de enfermedades, incorporándose como animal de laboratorio en investigación
patológica experimental y adquiriendo en poco tiempo prestigio indiscutible en la
Medicina y la Biología que hasta hoy día se le considera como el ayudante y
colaborador más eficiente en esta área científica.

Nuestro país el Perú, al igual de Colombia, Bolivia y Ecuador, lo cría para consumir su
carne, la misma que es muy apreciada por sus dotes de Suavidad, palatabilidad, calidad
y digestibilidad, siendo por lo general un animal de crianza casera que forma parte de la
dieta proteica obligada del campesino peruano, resolviendo en gran parte el déficit de
proteína animal tan acusado en el país.

C. IMPORTANCIA DE LA CUYECULTURA EN EL PERÚ

El cuy en el Perú, animal nativo, domesticado y criado desde épocas muy remotas,
constituye para el poblador peruano uno de los recursos que posee suficiente potencial
para tornarse en fuente de ingreso, disminuyendo nuestra dependencia y solucionando
en parte el déficit de proteína animal, cuyos volúmenes anuales, se hacen cada vez
mayores en el país.

La producción de cuyes en el Perú es en su mayoría una actividad de tipo rural y


familiar, existiendo pocas explotaciones de carácter comercial. Resulta importante
destacar que aún así, el aporte de esta especie animal de 16,500 T.M. de carne al año
representa el 6.34% de la producción total de carne en el país para el año 1971.

CUADRO No. 1
POBLACIÓN, PRODUCCIÓN DE CARNE Y VALOR EN SOLES DE CUYES COMPARADA
CON OTRAS ESPECIES (1968)
Especie Población T.M. % sobre la Valor en soles % sobre el
carne producción valor total
total
Vacunos 3’686,000 75,143 51.67 1,163’630,000.00 46.61
Ovinos 15’233,000 21,203 14.58 282’136,000.00 11.30
Aves 14’705,000 32,595 22.41 629’011,000.00 25.20
Cuyes 20’712,000 16,492 11.34 421’616,000.00 16.89

Como la crianza en su mayoría es de tipo familiar y de autoconsumo, la carne de cuy en


el Perú resulta ser la más cara en el mercado comparada con las otras especies, y este es
el motivo por el que al ocupar el 4to. lugar en la producción total de carne, después de
los vacunos, ovinos y aves; asciende al 3er. lugar cuando se evalúa el valor en soles que
su carne reporta, superando por este concepto a la producción de los ovinos (Cuadro No.
1).

La saca anual supera a los 65 millones de animales, pues se trata de una especie
sumamente precoz y prolífica, características que permiten una saca anual del orden de1
316%; una serie histórica de 7 años se ofrece en el Cuadro No. 2.

La producción por regiones destaca a la Sierra como la región que concentra el 90% de
la explotación nacional, sin embargo cabe mencionar que el cuy es un animal que tiene
gran poder de adaptabilidad a los diferentes climas progresando bien, tanto en la Costa
como en la Selva.
La producción por departamentos y consumo por habitantes rurales se ofrece en el
siguiente cuadro:
La precocidad y prolifidad unidas a la calidad de su carne, ya que comparada con el
vacuno, aves, ovino y porcino, resulta ser más proteica 20.3% (Cuadro No. 5), sitúan a
esta especie como un animal estratégico en el país, pues tratándose de un herbívoro con
buenos índices de conversión, permite establecer que en el futuro competirán
ventajosamente con la cría de cerdo y aves, pues estas dos últimas especies por ser
monogástricas y requerir de granos en su dieta compiten en la actualidad con e1 hombre
en el uso de granos.

CUADRO No. 5
VALOR BIOLÓGICO DE LA CARNE DE CUY
ESPECIES PROTEÍNA % GRASA % MINERALES %
Cuy 20.3 7.8 0.8
Ave 18.3 9.3 1.0
Vacuno 17.5 21.8 1.0
Ovino 16.4 31.1 1.0
Cerdo 14.5 37.3 0.7

Así, 1os animales que se alimentan de granos y producen por este medio carne para la
alimentación humana, para poder ofrecer una caloría animal al hombre, necesitan
consumir 7 calorías de origen vegetal, diferencia de 6 calorías que se desperdician y
que pueden ser aprovechadas si el hombre consumiera directamente estos granos.

Resulta además interesante destacar la habilidad de consumo de forrajes que tiene el cuy
comparado con otras especias herbívoras, pues al comparársele con el vacuno y ovino,
resulta consumiendo cerca de tres veces más cantidad de forrajes por unidad de peso
vivo que estas dos especies (Cuadro No. 6), esta facultad, unida a las características
especiales de su estómago que dispone de un ciego voluminoso que al hacer las veces
de un cuarto estómago, metaboliza altos porcentajes de fibra hacen de él, una máquina
productora de carne, que requiere muy poco concentrado pan balancear su dieta.
Estudios recientes demuestran una cualidad más en esta especie tan interesante: Sus
hábitos nocturnos, que permiten incrementar aun más el hábito del consumo de1 cuy,
pues animales alimentados de día y noche consumen aproximadamente un 40% más de
forraje que los alimentados da día solamente, posibilitan la crianza exclusivamente a
base de forrajes.

CUADRO No. 6
HABILIDAD DEL CONSUMO DEL CUY
Especies Peso vivo Consumo Porcentaje de Incremento de Porcentaje de
Herbívoras promedio Kgs. forraje al día forraje peso vivo incremento
Kgs. consumido al promedio al diario en
día en función día en Kgs. función al peso
al peso vivo vivo
Cuy 0.800 0.250 31.25% 0.007 0.9%
Ovino 40 5 12.50% 0.120 0.3%
Vacuno 500 50 10% 1.000 0.2%
La información presentada hasta ahora destaca, sin lugar a dudas, las cualidades de esta
interesante especie animal, planteándonos el reto de mejorar sus sistemas de manejo,
selección, nutrición, sanidad, etc., de manera de permitir a los criadores una tecnología
propia que evite repetir los fracasos de aquellos que han intentado obtener algo del cuy
y no han cosechado "nada" por falta de información técnica y sobre todo de los más
numerosos tal vez, aquellos que siempre han deseado iniciar una cría y que han tenido
recelo de empezar por no saber.

D. DESCRIPCIÓN DEL CUY (Cavia cobayo)

El cuy es un mamífero que pertenece al Orden Rodentia; sus incisivos parecen cinceles
alargados, con curvatura hacia adentro; crecen continuamente desde la raíz. No tienen
caninos y sus molares son amplios.

Su fórmula dentaria es:

Los incisivos, creciendo de una pulpa persistente, no dejarían de alargarse nunca si no


estuviese su longitud limitada por e1 roce entre los de arriba y los de abajo, teniendo 1a
corona cortada en forma de escoplo, lo que constituye un borde que la acción de roer los
alimentos y sustancias duras los mantiene siempre afilados. Sus molares no presentan
puntas perforantes o cortantes, sino corona, formada por pliegues de esmalte o con
cúspides romas.

En la escala zoológica, Orr (1966) ubica al cuy en la siguiente clasificación:

Phylum : Vertebratá
Sub-phylum : Gnasthosmata
Clase : Mammalia
Sub-clase : Theria
Infra-clase : Eutheria
Orden : Rodentia
Sub-orden : Hystricomorpha
Familia : Caviidae
Género : Cavia
Especies : Cavia aperca aperea, Erxleben
Cavia aperea azarae, Lichtenstein
Cavia cutleri king
Cavia porcellus (Linnaeus) o Cavia cobayo

Desciende de una Prea peruana, especie conocida en su estado salvaje por el nombre de
Cavia cutleri, que fue domesticada primeramente por los antecesores de los incas y
pueblos afines de la región andina, en tiempos muy remotos. Los primeros cronistas
españoles refieren que los que se criaban en las oscuras casas de los indígenas eran
pardos o rojizos y de gran tamaño; era el único animal domesticado, aparte de la llama,
utilizado para consumo humano. Osamentas halladas en tumbas precolombinas
muestran que el cuy de esa época tenía tamaño y peso doble del actual.

Es nocturno en razón de sus actividades, que no cesan durante el periodo de la noche,


entregándose a la quietud o sueño como otros animales. Extremadamente nerviosos, es
sensible al frío, fue exportado a Europa en el siglo XVI. Es un animal muy húmedo,
sus deyecciones líquidas tienen un volumen más o menos del 10% de su peso vivo, así,
un cuy de un kilo de peso, excreta 10 cc. de orina de color blanco lechoso, varias veces
al día.

El cuy puede vivir un promedio de 6 años, algunas veces hasta 8 años, aunque no
conviene su explotación, por tanto tiempo ya que la productividad disminuye con la
edad; la vida productiva conveniente y recomendable es de 18 meses (Zaldívar &
Chauca, 1973). La temperatura rectal es de 38-39 °C; su frecuencia respiratoria varía
desde un mínimo de 69 hasta un máximo de 104 respiraciones por minuto, con un
rango promedio que va desde 81 a 90 respiraciones por minuto; su ritmo cardíaco varía
desde un mínimo de 226 hasta un máximo de 400 pulsaciones por minuto, con un rango
promedio de 230 a 280 pulsaciones por minuto. El número de sus cromosomas es de
64.

El peso al nacer del cuy depende del nivel de nutrición de la colonia y del número de
crías por camada, siendo los unigénitos los de más peso al nacer. Son animales que
crecen muy rápidamente pudiendo duplicar su peso a la semana de nacidos, ya que
disponen de una leche materna de extraordinaria calidad: nacen con los ojos abiertos,
provistos de pelo, pueden caminar inmediatamente después del parto y, como si esto
fuera poco, a las pocas horas de nacidos ya pueden comer forraje y concentrados por su
propia cuenta.

Cabeza, Tiene forma cónica y es muy grande en relación al resto del cuerpo, alcanza la
cuarta parte del tamaño del mismo. Está provisto de orejas grandes en forma de alubia
o pallares, caídas, de bordes continuos, bastante cubiertas por el pelaje de la cabeza,
pero en sí casi desnudas y bastante irrigadas. Las órbitas oculares ocupan gran
superficie.

Ojos, Grandes, redondos, con pocos reflejos y de color rojo o negro, no parpadean;
están desprovistos de pestañas y cejas. En la parte superior de1 ojo, en algunos
especimenes, se notan pelos táctiles a manera de pestañas.

Hocico. Cónico, con fosas. nasales y ollares pequeños y sin pelos. La boca es una
abertura pequeña, cuyo labio superior es partido, e1 inferior entero y, en conjunto, los
dos labios tienen la forma de una "T" invertida. Está provista de pelos táctiles a manera
de bigotes en la parte lateral de los mismos.

Nariz. Pequeña, con dos fosas nasales también pequeñas, pigmentadas en algunos casos,
sobre todo en aquellos de pelaje oscuro. Perfil acarnerado.

Cuello. No se diferencia, es corto, musculoso y ancho, bien unido al cuerpo. El animal


aparenta tener la cabeza pegada al cuerpo. Está formado por las 7 vértebras cervicales,
con el Atlas y el Axis bien desarrollado.

Cuerpo. Es de forma cilíndrica alargada, cuyo perímetro torácico, en la región del


morrillo, es menor que el perímetro abdominal del dorso, que es más grande y blando.
El tórax está formado por 13 vértebras dorsales, las tres últimas costillas son flotantes.
En la parte anterior y superior del cuerpo, a 1a altura de las vértebras cervicales y
después del cuello, se observa una prominencia grande y abultada que recibe el nombre
de "Morrillo".
Pecho. No muy amplio.

Abdomen. Voluminoso y de gran capacidad. La línea superior es curva debido a la


posición que adopta el animal. La región del lomo tiene como base anatómico las 7
vértebras lumbares.
Desprovisto de cola, el sacro está integrado por 4 vértebras unidas, constituyendo un
solo hueso que continúa en las vértebras coccígeas en número de 4. El ano es de forma
ovalada.

Extremidades. Son, en general, cortas; las anteriores más cortas que las posteriores,
terminan en dedos provistos de uñas grandes y gruesas. Normalmente el cuy tiene 4
dedos en cada extremidad anterior y 3 en cada posterior; sin embargo hay especimenes
polidactiles, encontrándose algunos de hasta 9 dedos.

Las cañas de las patas posteriores las utilizan como planta para posarse, son callosas y
fuertes, presentan uñas largas, duras y encorvadas; algunos criadores calculan la edad de
los cuyes según la callosidad de esta zona, siendo bastante grosera en los animales
adultos. El crecimiento de las uñas es otro índice para calcular la edad, siendo largas,
duras y encorvadas en los animales viejos.

Pelaje. Pueden ser de pelos cortos o largos, los que pueden seguir una misma dirección
o también entrecruzarse, de un solo color o de mezclas de colores, de los que hay gran
diversidad. De acuerdo a la clase de pelaje, conformación y colores, los cuyes se
clasifican en varios tipos.

Tipos de cuyes por su pelaje. Existen tres tipos de cuyes bien definidos por esta
característica: el "Lacio", el "Crespo" y el “Landoso”.

El tipo "Lacio" es un animal provisto de piel con pelos cortos los que siguen una misma
dirección sobre el plano del cuerpo (Fig. 1).

El tipo “Crespo”, es también de pelos cortos, pero que no siguen una misma dirección
del cuerpo, sino diferentes, haciendo remolinos o crespos en distintas zonas del cuerpo
(Fig. 2).
El tipo "Landoso", llamado también "Aristócrata” o “Peruano”, se caracteriza por tener
los pelos muy largos, los mismos que algunas veces cubren la región de la cabeza
dificultando la visión, y otros, cubriendo e1 tren posterior, formando motas o pelotas de
pelo aglutinado que dificultan la monta (Fig. 3).

Zaldívar & Chauca (1973) llama a estos tipos: Tipo 1, 2 y 3, haciendo una subdivisión
en el tipo 3, o sea en el Landoso, en dos subtipos: el subtipo 3.1 de pelo largo y pegado
al cuerpo y el subtipo 3.2 de pelo largo y lacio, distribuido en rosetas.

El mismo autor enuncia un nuevo tipo, el No. 4 de pelo ensortijado, semejante a las
pieles de los corderos recién nacidos, pero, a medida que van desarrollando en edad el
ensortijado se pierde, tornándose en erizado (Fig. 4): estos cuyes no se encuentran muy
difundidos en el país.

Tipos de cuyes por su conformación. Esta clasificación se basa en la forma del cuerpo,
existiendo dos grandes grupos llamados también "Tipo A" (Zaldívar & Chuca, 1973), de
forma redondeada, de cabeza corta, provistos de nariz y hocico redondo, cuerpo
rectangular de forma paralelepípeda y de temperamento tranquilo (Fig. 5).

El segundo grupo, llamado también "Tipo H", de cabeza alargada. cuerpo anguloso,
nariz en punta y sumamente nervioso (fig. 6).

Clases de cuyes por el color del pelaje. Se dividen en dos grandes grupos: Cuyes de
colores "Claros" y cuyes de colores "Oscuros", ambos grupos pueden ser de mantos
enteros o combinados. Existe una relación marcada entre el color del pelo y el color de
la piel, correspondiendo a colores claros una piel blanca y a colores oscuros una piel
negra, la que da un aspecto muy feo al animal faenado; igualmente en aquellos cuyes
con mezclas de colores claros y oscuros, se observa una pie1 moteada, que desmerece
su calidad. Los cuyes con fines cárnicos deben ser de colores “claros” sean de mantos
enteros o combinados.

E. DESCRIPCIÓN DE SISTEMA ÓSEO DEL CAVIA COBAYO


NÚMERO TOTAL DE HUESOS:
1. Cabeza:
1.1. Cráneo ............................. 12 huesos
1.2. Cara. ............................. 22 huesos
1.3. Huesos del oído ………... 2 huesos
2. Columna vertebral:
2.1. Región cervical …………………. 7 vértebras
2.2. Región dorsal ............................. 13 “
2.3. Región lumbar ………………….. 6 “
2.4. Sacra ………………….. 4 “
2.5. Región coccígea .............................. 5-6 . “
3. Costillas ………………….. 26 “
4. Esternón (estérnebras) ……………… 6 “
5. Extremidades anteriores …………………74 a 122 huesos
6. Extremidades posteriores ……………… 62 a 110 “
TOTAL 239 a 336 Huesos

1. CABEZA

1.1. Cráneo. Constituido como los demás mamíferos por los siguientes huesos:
occipital, esfenoides, etmoides, interparietal, parietal, frontal y temporal.

1.1.1. El occipital: se encuentra ubicado en la parte posterior del cráneo. Al igual que
otros mamíferos presenta las siguientes partes:
- Un foramen magnum o agujero magno que presenta una forma circular. Este agujero
se halla limitado en su parte inferior por los dos cóndilos del occipital que se articulan
con el atlas.
- La porción basilar es bastante pronunciada y de mayor desarrollo que el cuerpo del
esfenoides, con quien se articula hacia adelante.
- La porción escamosa situada sobre el foramen magnum tiene una forma casi
romboidal en los adultos y con una protuberancia occipital externa más o menos
manifiesta.
- Las porciones laterales rematan hacia abajo en los apófisis paramastoides.
1.1.2. El esfenoides: con un cuerpo bastante apreciable tiene a ambos lados los agu-
jeros rasgados, interiormente la cara cerebral presenta un post-esfenoides bien
manifiesto.

Los agujeros ópticos no se encuentran cubiertos por el borde libre del surco óptico
como en otras especies, sino que están visibles a ambos del eje central del cuerpo.

A ambos lados del cuerpo y delante de los agujeros rasgados se ubican los dos agujeros
orbito redondos.

Las alas orbitarias son bastante desarrolladas.

1.1.3. Etmoides: La lámina cribiforme no presenta una separación central que la divida
en dos partes laterales, las masas laterales presentan un buen desarrollo y la lámina
perpendicular sólo es apreciable hacia adelante, vale decir la cavidad nasal.

1.1.4. Interparietal; visible únicamente en cuyes tiernos, en los cuales presenta una
forma triangular cuya base es posterior, se articula hacia atrás con la parte superior de la
porción escamosa del occipital, el vértice que es anterior converge a la sutura parietal
hacia adelante. Su cara interna o cerebral es lisa. En 1os adultos no se aprecia este hueso
por su osificación, desapareciendo las suturas articulares respectivas (figura 5).

1.1.5. Parietales; en el cuy este hueso par es bastante desarrollado, formando las dos
terceras partes del techo de la bóveda craneana. En los animales tiernos fácilmente se
aprecia la sutura interparietal, en los adultos este se hace cada vez más imperceptible
por la osificación correspondiente.

1.1.6. Frontal; se caracteriza por presentar la forma de una estrella de cinco puntas,
alargada en su eje vertical, con una depresión bastante manifiesta en 1a parte que forma
el borde superior de la órbita ocular.

Este hueso par se encuentra recorrido en todo su eje mayor central por 1a sutura frontal.
1.1.7. Temporal; en esta especie la porción petrosa presenta una ampolla timpánica muy
manifiesta, la cual presenta el aspecto de una pepa de naranja. Lateralmente en la
porción petrosa se puede apreciar e1 meato acústico externo.

La porción escamosa es vista por fuera, alargada hacia atrás, ensanchándose hacia
adelante para formar la órbita ocular. La apófisis cigomática del temporal en cuy se
proyecta hacia abajo para articularse con la apófisis cigomática del hueso malar.

1.1.8. Huesillos del oído; conocidos popularmente en nuestro medio como “zorritos”
encuentran dentro de la bulla timpánica, en el oído medio.

Los zorritos no vienen a ser sino los huesos yunque y martillo que se encuentran -
fuertemente unidos, mientras que por su tamaño pequeño se desprende y se pierde con
facilidad el estribo, siendo difícil obtener dicho huesillo en el esqueleto.

1.2. Cara. También como los demás mamíferos formada por los siguientes huesos:
Maxilar superior, pre-maxilar, palatino, pterigoides, nasal, lagrimal, malar, cornetas
dorsales, cornetas ventrales, vómar, mandibular, hioides.

1.2.1. Maxilar superior; la apófisis palatina del maxilar superior adquiere poco
desarrollo, disponiéndose en forma de una V, y a cada lado se encuentran los cuatro
molares enclavados en sus respectivos alveolos dentarios.

Lateralmente, y en cada uno de los lados del cuerpo del maxilar superior emergen las
apófisis cigomáticas del mismo, en forma de asas.

Cada apófisis cigomática se bifurca en dos ramas, una inferior y otra ascendente que
bordea anteriormente al lagrimal. Las dos asas se unen hacia atrás articulándose con el
hueso malar.

Por delante ambas asas forman una escotadura angular ubicada lateralmente a una fosa
o depresión que se encuentra por debajo de 1a orbita ocular.
1.2.2. Premaxilar; en la parte más anterior del cuerpo del premaxilar se ubican los
alveolos incisivos superiores que albergan a los mismos dientes, adoptando en conjunto
el aspecto de un pico de águila característico de los roedores.

Las apófisis palatinas son poco apreciables y las apófisis nasales se extienden a ambos
lados de los huesos nasales, articulándose a la misma altura de éstos con el frontal.

1.2.3. Palatinas; la porción horizontal forma un borde delgado dispuesto en V, pre-


sentando una espina nasal posterior ubicada en la extremidad de la sutura media. La
porción perpendicular es más extensa.

1.2.4. Pterioqoides. Al igual que en otras especies sólo se circunscriben a dos delgadas
láminas óseas.

1.2.5. Nasales; A diferencia de otros animales, con relación al largo del frontal y
parietal, este hueso par presenta una menor longitud. Se extiende entre ambas apófisis
nasales del premaxilar, ambos nasales se encuentran unidas medialmente por la sutura
nasal.

1.2.6. Lagrimales. La cara externa de este hueso se sitúa detrás del borde que forma la
rama ascendente de la apófisis cigomática del maxilar, presentando una forma
triangular.

La cara orbitaria presenta una fosa para el saco lagrimal, bastante manifiesta.

1.2.7. Malares o huesos cigomáticos. Adquieren poco desarrollo, circunscritos a dos


pequeñas láminas laterales que se encuentran entre las apófisis cigomáticas de1 maxilar
superior y las apófisis cigomáticas del temporal.

1.2.8. Cornetes. Los inferiores se ubican en la parte anterior de la cavidad nasal y los
superiores se disponen hacia atrás de 1a misma cavidad.
1.7.9. Vomer. No se extiende posteriormente separando a las coanas en dos orificios,
apreciándose la lámina, anterior que forma una ranura que aleja a la lámina per-
pendicular del etmoides y al cartílago del tabique nasal.

1.2.10. Mandíbula o maxilar inferior. Presenta la forma de una espuela, el cuerpo se


proyecta hacia adelante y hacia arriba en forma puntiaguda, dando cabida a los incisivos
inferiores que adquieren un enorme desarrollo. La sínfisis mandibular es bastante
manifiesta.

La rama horizontal presenta los cuatro alvéolos molares inferiores. En el borde alveolar
lateral y a 1a altura del último molar emerge una cresta aguda que se proyecta hacia
arriba y hacia atrás, en forma de dos aletas agudas y afiladas, una en cada rama.

Entre estas crestas y otras que se disponen más lateralmente se presenta un surco más o
menos profundo y alargado. La porción vertical de las ramas mandibulares rematan en
el cóndilo, la apófisis coronoides es casi imperceptible no encontrándose la escotadura
mandibular.

Se aprecia una apófisis angular bastante desarrollada. La cara interna da la porción


vertical y de la apófisis angular es c6ncava.

A la altura del tercio anterior del borde inferior de la porción horizontal de cada rama
mandibular resalta una tuberosidad.

1.2.11. Hioides. Con un cuerpo más o menos desarrollado presenta la forma de una Y
con las astas dirigidas hacia atrás.

Fórmula dentaria del cuy:

No se aprecia un cambio de dentadura de leche a una dentadura de adultos.

2. COLUMNA VERTEBRAL
Formada por 35 a 36 vértebras, presentando la siguiente fórmula:
C7 I13, I6 S4 C5 – 6
Las formas que presentan las vértebras son típicas a la región correspondiente como en
las otras especies mamíferas.

3. ESTERNÓN: Constituido por seis vértebras.

4. COSTILLAS: Seis pares son esternales y siete pares asternales.

5. HUESOS DE LA EXTREMIDAD TORÁCICA O MIEMBROS


ANTERIORES:

Formados por los siguientes huesos:


5.1. La escápula: presenta la particularidad de mostrar un acromion bastante pro-
nunciado que remata en una formación angular, proyectada hacia atrás.
5.2. Húmero: similar al de otras especies mayores. La extremidad distal de este hueso
presenta una fosa olecraneana que se comunica con la fosa coronoides por un orificio
común.
5.3. Cubito; presenta un alécranon, apófisis ancónea y escotadura semilunar bastante
manifiesta. Este hueso largo se extiende distalmente hasta 1a región carpeana, ter-
minando en una apófisis estiloides.
5.4. Radio; la extremidad superior de este hueso forma la cavidad glenoidea que
conjuntamente con 1a escotadura semilunar del cubito albergan a los cóndilos del
húmero en la articulación respectiva.
5.5. Carpo; constituida esta región de nueve huesillos ubicado: en doble hilera.
5.6. Metacarpo; formado de 3 a 8 huesos largos, de acuerdo al número de dedos en su
extremidad distal presentan dos huesecillos sesamoideos por cada metacarpeano,
ubicados en la cara palmar y entre la articulación con los dedos.
5.7. Dedos; varían en número de 4 a 8 (Polidactilia), cada dedo presenta tres falanges.
La última falange termina en una uña o garra.

6. MIEMBRO POSTERIOR O EXTREMIDAD PELVIANA:


6.1. Hueso coxal: en el cuy este hueso es alargado, el ilion presenta un mayor desa-
rrollo, el isquión es corto y de borde redondeado; la tuberosidad isquiática es muy poco
manifiesta. El pubis presenta una mayor separación en las hembras que en los machos,
esto es apreciable en las hembras multíparas.
En las hembras son mayores los diámetros transverso y conjugado.

6.2. Rótula; este hueso se presenta comparativamente bastante desarrollado, adoptando


la forma de una media luna, con la cara articular cóncava, es pronunciadamente
alargado.

6.3. La tibia no presenta particularidades que la diferencia de la tibia de otras especies


mamíferas.

6.4. Peroné; formado por una ligera laminilla delgada y alargada, extendiéndose desde
la extremidad proximal de la tibia hasta donde termina la extremidad distal del mismo
hueso.

6.5. Tarso; constituido por ocho pequeños huesecillos; siendo los más saltantes el
tarsotibial y el tarsoperoneo.

6.6. Metatarso; formado por 3 a 7 huesos, lo que está en relación al número de dedos.
En la parte distal y plantar se encuentran dos huesos sesamoideos por cada metatarsiano.

6.7. Dedos: formados al igual que los dedos de las manos por tres falanges en una uña o
garra en la última falange.
El número de dedos posteriores pueden variar de 3 a 7.

F. REGIONES QUE CONSTITUYEN EL EXTERIOR DEL CUY

Las regiones que constituyen el exterior del cuy son: Cabeza, Cuello, Tronco y
extremidades.

Frente
Cara Superior Cara
Punta de la nariz (hocico)
Mentón
Cara inferior Canal exterior
Quijadas
Labios
Dientes
Encías
CABEZA Canal Anterior Boca Canal lingual
Lengua
Paladar
Nuca
Cara Posterior Parótidas
Garganta
Orejas
Caras laterales Ojos
Fosas Nasales
Vibrizas

Borde Superior (Morillo)


Borde Inferior
CUELLO Caras Laterales
Cara Anterior
Cara Posterior

Cruz
Dorso
Cara Superior Lomo
Grupa
Abdomen
Cara Inferior Región Inguinal

Tórax
TRONCO Caras Laterales Costillas
Flancos

Cara Anterior Pecho

Cara Posterior Ano

Espalda
Extremidades Anteriores Brazo
Antebrazo
EXTREMIDADES
Muslo
Extremidades Posteriores Pierna
Dedos
Patas Uñas

Vulva
ÓRGANOS Mamas
GENITALES Verga
Testículos

G. DATOS FISIOLÓGICOS

1. LONGEVIDAD
Los cuyes pueden vivir hasta un máximo de 8 años; el promedio de duración de vida es
de 6 años.

2. VIDA PRODUCTIVA

Probablemente los cuyes pueden reproducirse hasta 1os cuatro años, sin embargo no es
conveniente alargar el periodo productivo hasta esa edad, porque los índices de
fertilidad disminuyen en forma marcada, sobre todo cuando el animal sobrepasa la edad
de 18 meses.

Una práctica recomendada es empadrar los cuyes a la edad de tres meses y luego de un
año de constante reproducción, evaluar el peso total de los destetados por cada hembra y
continuar por seis meses más la reproducción y sólo en aquellas hembras que hayan
sobresalido en el año evaluado, descartando e1 resto. La producción de las cuyes
sobresalientes durante estos últimos seis meses servirán para producir reproductores de
reemplazo para el rebaño.

3. TEMPERATURA RECTAL
38 – 39 °C

4. FRECUENCIA RESPIRATORIA
Rango promedio : 82 a 92 respiraciones por minuto
Mínimo : 69 “ “ “
Máximo : 104 “ “ “

5. RITMO CARDIACO
Rango promedio : 230 a 280 pulsaciones por minuto
Mínimo : 226 “ “ “
Máximo : 400 “ “ “

6. NÚMERO DE CROMOSOMAS
64 cromosomas
7. CONSTANTES HEMATOLÓGICAS
Machos Hembras
Glóbulos rojos en millones por mm3 5.520 5.011
leucocitos en miles por mm3 3.792 4.031
Hemoglobina en grs. por 100 ml. 13.72 13.50
Hematocrito en % 40.42 40.11
Hemoglobina globular media (uug) 24.86 27.15
Concentración media de hemoglobina
globular en % 34,74 34,71

CAPÍTULO II
REPRODUCCIÓN

A. GENERALIDADES

El proceso complejo y de precisión tan maravillosa, por el cual se perpetúan las


especies, dando lugar a nuevos y semejantes seres vivientes, recibe el nombre de
“Reproducción”.

El conocimiento de este proceso, dentro de la gama de labores culturales que supone


una crianza tecnificada de cuyes, debe merecer la atención y cuidado por parte del
criador, pues de ello y de la buena aplicación de éstos conocimientos dependen en gran
parte los rendimientos de la producción.

Resulta pues, importante que todo criador no debe marchar a la zaga de estos
conocimientos y si se desea éxito en su explotación, debe conocer las características del
aparato reproductor del macho y de la hembra, la fisiología de la reproducción y el
manejo técnico de los reproductores de manera de conseguir de ellos, altos porcentajes
de fertilidad que redunden en una mejora de la producción y productividad del rebaño
que explotan.

La reproducción en sí, está basada en la unión de los gametos o células germinales


(Espermatozoide y Óvulo) producidos por el macho y la hembra en sus órganos geni-
tales; esta unión del espermatozoide y el óvulo recibe el nombre de ''Fecundación” la
misma que da origen al huevo o cigote el que posteriormente, dará lugar al feto y éste,
cumplido el periodo de gestación, al nuevo ser o cría.

B. DESCRIPCIÓN DEL APARATO REPRODUCTOR DEL MACHO

1. TESTÍCULOS.

Se encuentran ubicados dentro del abdomen, debajo del nivel del ano, a los lados de la
vejiga urinaria. Son de forma ovoide, miden aproximadamente 22 mm. de largo y l8
mm. de ancho, con un peso que varía entre los 2.5 y 3 gramos, pudiendo llegar hasta
cerca de 4 gramos, no presentan escroto.
Durante la fase de excitación, que precede al coito, los testículos descienden a canales
Inguinales a un fondo de saco ciego, formado por tejido subcutáneo y piel de la región
inguinal. Una vez descendidos pueden ser observados a simple vista debajo de la piel en
la cual producen dos abultamientos. En el fondo del saco al que descienden, en su
porción más profunda y central se ubica el músculo Cremaster externo, muy
desarrollado y que permite la migración temporal y a voluntad de los testículos hacia la
cavidad abdominal.

Del hilio de los testículos emergen los vasos y nervios testiculares, los cuales se hallan
cubiertos de abundante grasa y fascias de sostén.

Los testículos al corte transversal muestran una cápsula delgada rica en fibras elásticas y
colágeno, la cual emite proyecciones hacia la parte central del órgano, en forma más o
menos radiada, dividiéndolo en lobulillos los cuales a su vez se hallan divididos por la
agrupación de varios túbulos seminíferos. Cada túbulo seminífero formado por el
epitelio germinal simple de tipo cilíndrico que asienta sobre la propia delgada,
constituida por tejido conjuntivo.
A partir de1 epitelio germinal y hacia la luz del túbulo es posible observar células en
diferentes fases de mitosis y meiosis que concluyen en la formación de los
espermatozoides visibles en la luz del túbulo.

Las células intersticiales o de Leydig, de forma más o menos triangulares se hallan


diseminadas en pequeños grupos o, algunas veces, en número de una o dos células; son
células de gran tamaño, con núcleos grandes, citoplasma eosinófilo con gránulos
basófilos.

Las células de Sertoli o nutricias se hallan ubicadas sobre la membrana basal de los
túbulos seminíferos y distribuidas entre las células del epitelio germinal.

Los túbulos seminíferos de recorrido sinuoso van a juntarse en la región mediastínica


del testículo formando la llamada rete testis, de ésta se desprenden los tubos eferentes
que posteriormente van a conformar el tubo deferente.

2. EPIDÍDIMO

La cabeza del epidídimo nace en el hilio del testículo y se proyecta caudalmente


formando el cuerpo, que se adhiere al borde dorsal del testículo, para luego formar la
cola del epidídimo que tiene la forma de un cono truncado de donde sale el conducto
deferente y en cuya porción más externa se inserta el músculo cremáster externo. Se
halla conformado por un tubo flexuoso retorcido sobre sí mismo varias veces. Presenta
12 mm. de largo por 9 mm. de ancho como promedio.

Está cubierto externamente por una capa fibroelástica con presencia de algunas fibras
musculares que vienen a constituir la albugínea, la cual emite prolongaciones a manera
de trabéculas hacia el interior del epidídimo. E1 epitelio de los conductos eferentes está
formado por células cilíndricas altas, provistas de cilios que facilitan el transporte de los
espermatozoides, ocasionalmente se pueden observar gránulos de grasa en las células
epiteliales. La luz de los conductos está, generalmente, llena de espermatozoides
acompañados de secreciones. El epitelio asienta sobre una base delgada de tejido
conjuntivo que a la vez sirve de envoltura y límite con los otros segmentos del tubo.
Del epidídimo se desprende un delgado tubo constituido por una capa fibroelástica más
o menos gruesa, que incluye algunas fibras musculares y un epitelio de tipo cilíndrico
ciliado, lo que constituye el llamado conducto deferente.

3. CONDUCTOS DEFERENTES

Se inician en la cola del epidídimo, siguen una dirección anterior; luego llegan a la
altura de la vejiga urinaria, haciendo una curvatura se dirigen posterodorsalmente hacia
la línea media para unirse con las vesículas seminales a la altura de la sínfisis pelviana.
Al realizar la curvatura pasan por encima de los uréteres.

Son de forma tubular, un poco más gruesos en sus porciones terminales, miden
aproximadamente 4 cm. de largo por 3 mm. de ancho, desembocan en la uretra, por
encima de la vejiga urinaria y debajo de la desembocadura de las vesículas seminales.

4. VESÍCULAS SEMINALES.

Están constituidas por dos porciones a manera de dos cuernos, muy semejantes a los
cuernos uterinos de la vaca, cuyo contenido fijado en formol al 10% toma una
coloración crema. Se hallan ubicadas a cada lado de la columna vertebral en su porción
lumbar. La disposición de estos cuernos es sinuosa y encorvada hacia su mismo eje;
están sostenidos por una membrana fibrosa vascularizada, realizando una curvatura
mayor en dirección posterolateral y una curvatura menor anterolateral.

Sus porciones extremas terminan en un fondo de saco ciego, siendo éstas los tipos más
delgados; 1as porciones más anchas corresponden al lugar inmediato a los conductos de
desembocadura. Sus medidas promedio son 13 cm. de largo y 6 mm. de ancho, en su
porción media.

La mayor parte del contenido líquido del esperma está proporcionado por ellas,
adquiriendo en el cuy relativamente gran tamaño.
Las dos estructuras, a manera de cuernos, que forman les vesículas seminales,
desembocan, por medio de dos conductos delgados, junto a la desembocadura de los
conductos deferentes, en la uretra.

Están tapizadas por un epitelio cilíndrico seudo estratificado, con prolongaciones a


manera de vellosidades que se proyectan hacia la luz de la glándula. Este epitelio
asienta sobre una delgadísima capa de tejido conjuntivo, luego viene una gruesa capa
muscular con fibras dispuestas circularmente, la cual se ve rodeada de tejido
conjuntivo, con abundantes fibras elásticas que constituyen la serosa de la glándula. La
luz del órgano se encuentra ocupada de una secreción de características eosinófilas de
aspecto algo granular.

5. PRÓSTATA

Es una glándula formada por dos lóbulos adosados a las partes en que terminan las
vesículas seminales, parte de la uretra y de los conductos deferentes. Cada lóbulo mide
aproximadamente 19 mm. de largo y 9 mm. de ancho.

La forma de cada lóbulo es piramidal, presentan una cápsula fibrosa que encierra una
estructura músculo - glandular multilobulada. Estos lóbulos están unidos por un istmo
ubicado en la parte dorsal del punto de unión y desembocadura de las vesículas
seminales.

La próstata se halla cubierta de una cápsula fibroelástica más o menos gruesa la cual
emite proyecciones hacia el interior en forma de trabéculas, dividiendo a la glándula en
pequeños lobulillos constituidos por gran cantidad de tubos y cuyo epitelio de secreción
es de tipo cilíndrico seudo-estratificado de núcleos grandes, ovalados, bastante
granulosos; este epitelio posee proyecciones acinosas y asienta sobre una gruesa capa
de tejido colágeno con presencia de fibras elásticas que constituyen la lámina propia.
Entre lobulillo y lobulillo se observa la presencia de capilares sanguíneos.

6. GLÁNDULA BULBOURETRAL
Es una glándula par de aspecto sacular, cada una de 8 mm. de largo y 5 mm. de ancho
aproximadamente. Están situadas en el tercio posterior de 1a uretra y compuestas por
una delgada cápsula fibrosa que contiene el parénquima multilobulado. La glándula se
halla normalmente retraída por una membrana fibrosa sobre su propio eje, tomando la
forma de guisante.

E1 corte transversal nos muestra que el parénquima está rodeado de una delgada capa de
tejido fibroelástico la cual emite delgadas proyecciones trabeculares que dividen a la
glándula en muchos lobulillos, constituyendo la lámina propia. Sobre esta capa y más
externamente, se observa una gruesa capa muscular de fibras circulares, la cual a su vez
se halla cubierta de una capa delgada de tejido conjuntivo que forma la cápsula del
órgano.

Cada lobulillo está conformado por túbulos en cantidad variable, constituidos por
epitelio cilíndrico de tipo secretor y células modificadas de citoplasma grande
encargadas de la secreción de la sustancia mucilaginosa.

7. PENE

De la raíz se proyecta hacia adelante y luego hace una curva a la altura de la sínfisis
pelviana, proyectando su parte anterior hacia atrás, para desembocar por el orificio del
prepucio en la porción anteroinferior del ano. En el momento de la erección esta
curvatura desaparece y en la micción hay una ligera disminución de la curvatura, tiene
un promedio de 4 cm. de largo, desde su raíz y 5 mm. de ancho aproximadamente.

Posee un ospenis corto que ocupa más o menos la tercera parte de su longitud total y
está situado en su tercio anterior y dorsalmente. También presenta, en su porción
anterior y ventral, proyecciones a manera de escamas cónicas queranitizadas cuyos
vértices están dirigidos hacia atrás.

El prepucio o vaina está formado por una capa fibromuscular. El glande tiene forma de
cono truncado, presentando en su porción ventral una hendidura en cuyo centro se halla
el meato urinario. La superficie del glande y parte de la porción media dorsal del pene,
por detrás del glande, está cubierto por pequeñas proyecciones papilares, de extremos
agudos, orientados en sentido posteroventral, dispuestas en hileras en número de cuatro
a cada lado de la línea media del pene. Las hileras de papilas se dirigen en forma
divergente, de la línea dorsal del pene hacia el glande. Por debajo del glande existe una
especie de saculación en cuyo interior se encuentran dos prolongaciones a manera de
garfios o colmillos de consistencia dura, cartilaginosa, queratinizada, que se proyectan
hacia adelante con sus extremos curvados suavemente hacia arriba. Estas estructuras
posiblemente contribuyen al orgasmo de la hembra.

El pene presenta dos cuerpos cavernosos ubicados lateralmente en relación a uretra,


estos cuerpos cavernosos se comunican entre sí, ventral como dorsalmente: están
constituidos por tejido colágeno fuertemente vascularizado de consistencia esponjosa.
El pene se halla cubierto por epitelio estratificado y la capa más externa está formada
por células cornificadas, así como las proyecciones o escamas están constituidas por
grueso epitelio cornificado.

C. DESCRIPCIÓN DEL APARATO REPRODUCTOR DE LA HEMBRA

1. OVARIOS

Tienen forma ovoide, de sección transversal triangular. Están ubicados en la región


posterolateral del polo posterior del riñón correspondiente, entre la tercera y cuarta
vértebras lumbares. Las medidas promedio son de 7 mm. de largo y 4 mm. de ancho.
Pesa aproximadamente 0.033 grs. cada uno.

Su borde dorsal se inserta por medio del mesovario a la pared sublumbar de la cavidad
abdominal. Por su borde ventral, por medio de un ligamento fibroso, se halla sujeto al
oviducto; este mismo ligamento cubre por completo al ovario, formando una especie
de bursa ovárica en cuyo fundus se halla el orificio abdominal del oviducto. Esta bursa
tiene su orificio de apertura hacia la cara medial del ovario. En el borde dorsal se halla
la entrada de vasos y nervios formando el hilio, que en este caso no presenta hendidura.

La sección transversal de este órgano, observada al microscopio, presenta superficial-


mente una delgada capa compuesta de células epiteliales de forma cúbica, dispuestas en
una sola hilera, el epitelio germinal; debajo de éste se encuentra una gruesa capa de
tejido colágeno y algunos fibroblastos. De esta capa salen proyecciones de tejido
colágeno y otras elásticas en forma de trabéculas dirigiéndose hacia el centro del
órgano; entre estas trabéculas se presentan cúmulos o nidos celulares formados por las
células foliculares.

Se pueden apreciar también los folículos en sus diversas fases de maduración; en el


centro mismo del órgano y con proyecciones hacia su borde, en e1 hilio se observan
arterias, venas y fibras nerviosas.

2. OVIDUCTOS

Son los conductos encargados de la recepción del óvulo y su correspondiente transporte


hacia el cuerno uterino. Descienden por el borde ventral del ovario, son de curso
sinuoso y desembocan en el orificio uterino ubicado en el ápice del cuerno
correspondiente. Miden aproximadamente 57 mm. de largo por 1.5 mm. de ancho.

Al corte transversal, presentan la mucosa compuesta por epitelio de tipo cilíndrico


simple con proyecciones papilares y escasos cilios en las células epiteliales; debajo de
ésta se encuentra una lámina propia formada por una delgada capa de tejido colágeno la
cual emite proyecciones hacia 1as formaciones papilares.

Por debajo de la lámina propia se encuentra una gruesa capa de tejido muscular con las
fibras dispuestas en forma circular, alternadas, con abundantes fibras elásticas; por
fuera de esta capa se encuentra una serosa ricamente vascularizada.

3. CUERNOS UTERINOS

Ambos forman una V con su vértice posterior y extremos anteriores; tienen forma
cónica, un poco aplanados dorsoventralmente. Aproximadamente miden 37 mm. de
largo y 6 mm. de ancho en su parte media, teniendo su porción más ancha en el punto
de convergencia con el cuerno opuesto y su diámetro más delgado en el ápice o punto
de desembocadura del oviducto.
Los cuernos uterinos, así como el cuerpo del útero, se hallan sostenidos a la pared
sublumbar de la cavidad abdominal por medio del ligamento ancho del útero, el cual,
posteriormente, se halla inserto en el borde anterior de la cavidad pélvica.

Los vasos que irrigan a los cuernos descienden por el ligamento ancho en forma de
pequeñas ramas.

Microscópicamente, presentan una mucosa formada por epitelio cilíndrico simple, con
proyecciones papilares hacia la luz del órgano, el endometrio. Por debajo de ésta, se
encuentra la lámina propia, formada por una gruesa capa de tejido conjuntivo y fibras
elásticas donde están las glándulas uterinas diseminadas en grupos. Por debajo de la
lámina propia, se encuentra una capa muscular con sus fibras orientadas circularmente,
luego de ésta y más externamente, una delgada capa de tejido conjuntivo,
abundantemente vascularizada y con presencia de algunas fibras elásticas.
Externamente a ésta se observa otra capa muscular más delgada que la anterior, con sus
fibras orientadas en forma longitudinal; cubriendo todas estas estructuras se encuentra
una serosa delgada con abundantes fibras elásticas.

Las paredes de las glándulas secretoras que se hallan en la submucosa, están


constituidas por epitelio glandular cúbico simple, son de forma tubular y ramificada.
La mucosa de los cuernos, algunas veces, presenta proyecciones hacia la luz del
órgano en forma de vellosidades con pequeñas ramificaciones.

En las porciones más cercanas al cuerpo del útero, los cuernos uterinos presentan una
mucosa con un epitelio menos sinuoso, siendo de notar que la submucosa se halla
grandemente desarrollada debido a la presencia de gran cantidad de glándulas.

4. CUERPO UTERINO

Es corto y aplanado dorsoventralmente. Aproximadamente mide 13 mm. de largo por 7


mm. de ancho. Su cara dorsal se relaciona con el recto y su cara ventral, en su porción
anterior, con los intestinos y en su porción posterior con la cara dorsal de la vejiga
urinaria.
Se halla sostenido de sus bordes laterales por medio del ligamento ancho del útero hacia
la pared abdominal en su porción laterosublumbar y, al borde de 1a cavidad pelviana,
por medio de una prolongación del mismo ligamento.

5. CUELLO UTERINO

Porción del útero que se comunica con la vagina, en cuyo centro se halla el orificio
comunicante, su consistencia es dura, formada por una estructura muscular gruesa a
manera de un esfínter o anillo.

La mucosa forma estriaciones longitudinales; dispuestas a lo largo y en todo el


diámetro del cuello.

6. VAGINA

Tubo músculo-fibroelástico, mide 3 cm. de largo por 1 cm. de ancho aproximadamente.


Se encuentra ubicada en la cavidad pelviana relacionándose en su cara dorsal con el
recto, en su cara ventral con el cuello y cuerpo de la vejiga urinaria. En su cara ventral
y a la altura de su tercio posterior, desembocan los uréteres. Su mucosa presenta
ondulaciones transversales en su porción dorsal y ventral y dos ondulaciones
longitudinales a cada lado.

La mucosa que tapiza la luz de la vagina está formada por epitelio secretorio y
cilíndrico estratificado con abundantes glándulas secretoras de mucina; éstas asientan
sobre una capa ricamente celular, de células con núcleos grandes y granulosos los
cuales, a su vez, asientan sobre una gruesa capa de tejido colágeno ricamente
vascularizado. Esta capa se encuentra cubierta de otra muscular interna de fibras
circulares y una más, externa, de fibras longitudinales. Posee una serosa gruesa
constituida por tejido fibroelástico fuertemente vascularizado.

7. VULVA
Forma, junto al ano, una abertura externa en forma de Y invertida, con sus dos ramas
en posición ventral que corresponden en sí al orificio vulvar.

Este orificio, en su porción media y ventral, presenta una escotadura fuertemente


pronunciada que forma dos pequeños labios en cuyo fondo se encuentra el meato
urinario que presenta un aspecto semejante al esfínter anal.

En su porción dorsal se encuentran dos proyecciones a manera de labios, separados en


la línea media por otra proyección más pequeña que correspondería al clítoris.

8. GLÁNDULAS MAMARIAS

Son en número de dos, situadas en la región inguinal.

El epitelio de secreción de tipo cúbico y acinoso asienta en delgadas capas de tejido


conjuntivo; se rodea externamente por un panículo adiposo grueso. Este epitelio forma
túbulos o canalículos ramificados.

Las glándulas mamarias, en general, son ricamente vascularizados.

9. PEZONES

Son de forma cónica con su ápice truncado, poseen un solo conducto galactóforo
revestido de epitelio estratificado, el cual se encuentra rodeado de gran cantidad de
tejido colágeno con presencia de fibras elásticas.

Externamente están tapizados por epitelio poliestratificado con una delgada capa de
células cornificadas.

D. PUBERTAD

La madurez sexual en estos animales, se halla influenciada con la calidad de la


alimentación y el manejo. En hembras bajo condiciones normales de alimentación y
manejo la pubertad se alcanza entre los 55 y 70 días de edad, pudiendo adelantarse,
entre los 45 a 60 días con una alimentación de alta calidad. Una alimentación deficiente
retarda la madurez sexual.

El primer celo hace su aparición a una edad promedio de 67.8 ± 2 días, con extremos
que van desde 33 a 134 días, produciéndose la primera ruptura de la membrana de
cierre vaginal a los 58.2 días. El intervalo entre la primera ruptura y el celo es de 0 a 4
días, existiendo en algunos casos un intervalo de más de un celo, por lo que los celos
primitivos no son tan intensos como los posteriores.

La madurez sexual en la hembra se presenta independientemente de la presencia del


macho.

En los machos la pubertad se alcanza a los 50 días de edad, produciéndose es-


permatozoides uniformes a la edad de 70 días. La aparición de espermatozoides se
encuentra mas correlacionada con el paso corporal que con la edad, siendo el peso que
corresponde a la primera aparición de espermatozoides el de 611 gramos
aproximadamente.

E. CICLO ESTRAL

El cuy es poliestrual durante todo el año, los celos aparecen cada 16.4 días (Promedio:
16.4 ± 0.915 días), sin embargo existen hembras en número reducido, que pueden
presentar celos cada l3 y en otros casos hasta cada 24 días. La aparición de celos
desaparece cuando la hembra ha quedado preñada.

E1 ciclo estral presenta 4 fases bien definidas, las que se pueden diferenciar haciendo
un frotis de la vagina y determinando la presencia de células córneas así como
leucocitos; estas cuatro fases son:

1. PROESTRO

En esta fase se puede observar una congestión de los genitales externos, secreción
serosa de la misma y células nucleadas en la mucosa vaginal. Es la etapa de preparación
del celo, donde el aparato reproductor femenino se prepara para liberar el óvulo maduro
del ovario. El proestro dura 13.9 horas.

2. ESTRO O CELO

Es la fase de celo o calor, cuando la hembra acepta al macho, caracterizándose por la


presencia de células cornificadas en la mucosa de la vagina. En esta etapa se nota
manifestaciones externas bastante claras como: intento de montar a otras hembras y en
presencia del macho estiramiento de la espalda del animal con elevación de la pelvis,
insinuando a la cópula.

Una prueba mecánica para detectar el estado de celo en las hembras consiste en sujetar
al animal colocando la mano del operador sobre el dorso de la hembra y con los dedos
índice y medio de la otra mano, colocados al lado de los genitales y sobre la cresta
iliaca; se aplica un movimiento rítmico y rápido de presión sobre este punto. Si la
hembra estuviera en celo adoptará la posición de cópula descrita anteriormente y si no,
permanecerá indiferente.

La vagina de las cuyes se encuentra normalmente cerrada por una membrana, que se
abre en este estado predisponiendo a la hembra a la recepción del macho. En los demás
estados la vagina se encuentra siempre cerrada por esta membrana.

La manifestación de celo en esta especie se presenta también inmediatamente después


del parto, aproximadamente después de 2 o 3 horas de producido éste. En la práctica se
ha demostrado que el 74 % de hembras paridas presentan este celo post partum fértil, y
que tiene una duración aproximada de 3.5 horas.

La ovulación se presenta durante el celo y el número de folículos que se rompen


parecen estar en relación con el intervalo de tiempo entre partos, así, cuanto mayor es
el intervalo de tiempo entre partos, menor es el número de folículos que se rompen,
motivo por el que a mayor número de partos al año se esperan siempre mayores
tamaños de camada en cada parto lo cual es corroborado con el hecho de que los partos
provenientes de fecundaciones en celos post-partum son los de mayor tamaño de
camada.
En un grupo de 101 hembras controladas en su segundo parto, se obtuvo, mayor
promedio por camada en aquellas que preñaron en su celo post Jartum, los resultados se
ofrecen en el cuadro No. 7

CUADRO No.7
TAMAÑO DE CAMADA EN EL 2do. PARTO OCURRIDO EN DIFERENTES PERIODOS DE
TIEMPO DESPUÉS DEL PRIMERO
Periodos de tiempo en No. De días entre el Primer y Segundo Parto
65-77 78-85 86-93
Tamaño promedio de 3.55 3.00 2.56
camada
No. de madres 78 14 9

Esta “Gimnasia funcional” o sea la mayor actividad sexual y reproductiva, medida por
al menor tiempo de descanso entre partos, resulta ser importante, pues el cuy está
hecho para ser criado bajo un sistema de reproducción intensiva, lográndose los
mejores resultados con aquellas madres que tienen mayor actividad reproductiva, lo
que se traduce en mayor número de partos a1 año y mayor tamaño de camadas.

No se ha encontrado relación entre la longitud del ce1o y el número de folículos que se


rompen.

El mayor porcentaje de celos, se presenta durante la noche, entre las 6 p.m. y las 6
a.m., apareciendo con dos horas de anticipación en los periodos cortos de luz. Cuando
las hembras son mantenidas en la oscuridad el celo se presenta en cualquier momento
permaneciendo invariable su duración y longitud de ciclos.

La fase dura: 8.3 horas.

3. META ESTRO

Cuando la hembra ha pasado su estado de calor o celo y ya no acepta al macho se halla


en estado de meta estro, que se caracteriza por la presencia de células epiteliales y
leucocitos. En esta fase el útero se prepara para la implantación del huevo fertilizado.
Esta fase dura: 20.4 horas.

4. DIESTRO

Es la fase más larga del ciclo, y donde el cuerpo lúteo ha crecido plenamente, hay
predominancia de leucocitos.

El tiempo que dura esta fase es de: 14.7 días.

F. OVULACIÓN

La ovulación del cuy es "espontánea" y se presenta en ausencia del macho por lo


general 10 horas después de haberse iniciado el celo o antes que termine cuando éste es
corto. Después del parto se presenta ovulación a las dos a tres horas de finalizado éste.

El tiempo que los óvulos permanecen capacitados para ser fertilizados es de 15 horas,
mientras que los espermatozoides permanecen fértiles e el tracto genital femenino más
de 30 horas.

Al parecer el número de óvulos desprendidos por cada ovario es semejante y el tiempo


que demoran en llegar al útero es de 3.5 días aproximadamente.

Se observan con frecuencia quistes en la red ovárica.

G. COPULA

La cópula en los cuyes, por poliestruales, se practica en cualquier época del año, se
manifiesta con impulsos muy marcados y ságridos, siendo evidente que ello resulta
muy doloroso para las hembras, dada a la rigidez del hueso paniano, muy desarrollado
en esta especie. Se realiza generalmente durante la noche.

La hembra después de la cópula, excreta un "Tapón vaginal post coitum" de color


blanco cremoso, sólido y de 2.5 cm. de largo por 7 cm. de espesor aproximadamente,
su presencia es signo evidente de haberse producido la cópula, es difícil de encontrar
por que es muy apetecido por los cuyes y se pierde confundiéndose con el estiércol. Et
tapón vaginal cumple la finalidad de evitar el reflujo del semen dejado por el macho en
la vagina de la hembra, asegurando su presencia en este órgano para una óptima
fecundación.

H. GESTACIÓN

La gestación tiene un período promedio de duración de 68 días con amplitudes que van
desde 58 a 72 días en los casos raros.

El período de gestación se encuentra correlacionado con el tamaño de camada,


reportándose los periodos más largos para carnadas unigénitas y los más cortos para
camadas numerosas: 70.5 días para partos de una sola cría y de 66.8 días para partos de
camadas de seis crías.

A veces sobreviene un segundo parto después de un reducido número de días de


ejecutado el primero, produciendo crías viables, este fenómeno recibe el nombre de
“Doble fetación”.

I. LA CAMADA

El tamaño de camada, el peso total de la misma y el número de camadas al año por


cada vientre, son parámetros determinantes de la productividad del rebaño, de manera
que el estudio de los factores que influyen en el tamaño, peso y número de camadas al
año permitirá al criador aplicar estos conocimientos e introducir técnicas de manejo
orientadas a incrementar la rentabilidad de su explotación. Estos estudios los podemos
resumir en:

1. INFLUENCIA DEL TAMAÑO DE LA CAMADA EN EL PESO VIVO DE


LAS CRÍAS NACIDAS.
Se ha demostrado que a mayor número de hermanos por camada el peso promedio de
cada uno de ellos será siempre menor, esto es comprobado en la práctica donde las
camadas unigénitas (una sola cría) son siempre crías de gran peso al nacer y las
camadas muy numerosas, crías de poco peso a1 nacer.

En un trabajo donde se evaluaron 67 partos con 161 crías se obtuvo los siguientes
resultados:

CUADRO Nro. 8
PESOS PROMEDIO AL NACER EN GRAMOS DE ACUERDO AL NÚMERO DE CRÍAS POR
CAMADA
Número de crías por camada
1 2 3 4 5
Peso promedio de crías al nacimiento en gr. 144.9 133.31 118.61 109.75 107.1
Peso total de la camada en gr. 144.9 266.62 355.83 438 535.5

Obsérvese que se nota una degradación del promedio de peso vivo al nacer a medida
que aumenta el tamaño de camada.

Se ha demostrado también que existe una correlación positiva y significativa entre el


peso al nacer, peso al destete y peso al nacer, peso al destete y peso a la saca, o sea
que crías que al nacer tienen pesos superiores llegan al destete y a la saca conservando
la superioridad en peso, con respecto a los demás; estos resultados, ofrecidos en
índices de correlación se dan a continuación:

CUADRO No. 9
CORRELACIONES HALLADAS EN EL PESO DE CRÍAS (ALIAGA RODRÍGUEZ LUIS. l976)
Peso al destete Peso a la saca

Peso al nacimiento 0.75++ 0.52++


++ Altamente significativo
Dillard (1972), encontró las siguientes correlaciones entre el peso al nacimiento y peso
al destete 0.75; entre peso al nacimiento y peso a 1a saca 0.55; y entre el peso al destete
y peso a la saca de 0.66.

Pezo Paredes, A. y Aliaga Rodríguez, L. (1972), al realizar estudios comparativos de


sistemas de crianza encontraron las siguientes correlaciones: entre pesos al nacimiento y
pesos al destete para el sistema intensivo 0.31 y para el sistema semi intensivo 0.53.

Knutzen Aliaga, E. y Aliaga Rodríguez, L. (1973) al realizar estudios de vitamina C y


concentrados como sustitución del forraje verde en cuyes destetados encontraron las
siguientes correlaciones: entre pesos al nacimiento y pesos a los 45 días de edad 0.866;
entre pesos al nacimiento y pesos a los 60 días de edad 0.849; entre pesos al nacimiento
y pesos a los 75 días de edad 0.803; y entre pesos al nacimiento y pesos a los 90 días de
edad (edad de saca) 0.795.

Castro Berrios, R. A. (1974), halló las siguientes correlaciones: entre el peso al


nacimiento y peso al destete 0.52; entre pesos al nacimiento y pesos al beneficio 0.040
y entre pesos al destete y pesos al beneficio 0.57.

Estas correlaciones encontradas permiten asegurar que las crías con más peso al
nacimiento llegan también con más peso al destete y a la saca (con 99 % de pro-
babilidades), por lo que, los ejemplares calificados como superiores a una edad
temprana, llegan a la saca también con pesos superiores.

Debido a estas correlaciones halladas, el peso promedio al destete de cada cría depende
del tamaño de la camada de donde proviene, correspondiendo los mayores pesos a las
crías provenientes de camadas menos numerosas. Durante el año 1976 en la Granja
Agropecuaria de Yauris, de la Universidad Nacional del Centro del Perú, se evaluaron
369 crías machos y 376 hembras; a continuación se dan los pesos promedios al destete
para cada tamaño y para cada sexo:

CUADRO No. 10
PESOS PROMEDIO AL DESTETE PARA CADA TAMAÑO DE CAMADA EN CRÍAS DE
SEXO MACHO (grs.)
No. de crías por camada
1 2 3 4 5 6 7
Peso promedio al destete 260 242 226 209 192 175 158

CUADRO No. 11
PESOS PROMEDIO AL DESTETE PARA CADA TAMAÑO DE CAMADA EN CRÍAS DE
SEXO HEMBRA (grs.)
No. de crías por camada
1 2 3 4 5 6 7
Peso promedio al destete 250 237 224 211 198 185 172

O sea que al destete se mantiene esta degradación de pesos en la medida que aumenta el
tamaño de camada, esto mismo ocurre a la saca. De esta correlación se aprovecha para
efectuar la selección a la edad de destete, tomando en consideración el peso vivo y el
tamaño de la camada, y asumiendo el supuesto que los animales superiores
seleccionados al destete mantendrán esta superioridad a la edad de reproducción.

2. INFLUENCIA DEL INTERVALO DE TIEMPO ENTRE PARTOS, EN


EL TAMAÑO DE LAS CAMADAS

Se ha dicho que esta especie es poliestrual, con una periodicidad entre celo y celo de 16
días promedio, también se ha mencionado que las cuyes después del parto presentan un
celo post partum fértil y que e1 período de gestación es de 68 días. O sea que se trata de
una especie con características hechas para poder procrear varias camadas al año, cuyo
número depende del sistema de empadre al que las hembras se encuentran sometidas, o
sea, si en él se aprovecha o no el celo post partum.

Resulta tácito que el número de camadas al año depende del intervalo de tiempo entre
partos, detectándose mayor número de partos para menores intervalos de tiempo entre
partos, resultado lógico que está dado por el período de gestación y la oportunidad de la
hembra de quedar nuevamente preñada en el menor tiempo posible; pero un aspecto
interesante de esta especie es que este intervalo de tiempo entre partos influye además
en el tamaño de las camadas:
En el año 1976, se evaluaron en la Granja de Yauris de la UNCP, el número de
hermanos por camada en 232 pariciones correspondientes al lro., 2do. y 3er. parto; con
756 crías nacidas encontrándose los resultados en el Cuadro No. 12.

Por el análisis de estos resultados se determinó:

2.1. Los mayores tamaños de camada (3.41 crías), correspondieron a aquellas


gestaciones fecundas en celos post partum y las camadas menos numerosas a las
hembras que preñaron en otros celos, siendo éstas de tamaño más pequeño en la
medida en que aumenta el intervalo de tiempo entre partos (3.13 crías para
intervalos de 78 a 85 días y 2.82 crías para intervalos de 86 a 93 días). Estas
diferencias resultan significativas para (P <0.05).
2.2. No se encuentra diferencia significativa entre el tamaño de camada y el número de
partos.

O sea que las hembras de primero, segundo y tercer parto están capacitadas para dar
cualquier tamaño de camada, dependiendo ello, del intervalo de tiempo entre partos,
correspondiendo las camadas más numerosas a los intervalos de tiempo más cortos.

CUADRO No. 12
INFLUENCIA DEL NÚMERO DE PARTOS Y DEL INTERVALO DE TIEMPO ENTRE ELLOS,
EN EL TAMAÑO DE CAMADA
Partos Primer parto Segundo parto Tercer parto
Intervalo de 65 a 77 78 a 85 86 a 93 65 a 77 78 a 85 86 a 93 65 a 77 78 a 85 86 a 93
tiempo entre
partos en días
F
R 1 cría 0 0 0 2 1 0 2 0 0
E 2 crías 7 13 7 15 5 6 8 2 2
C 3 crías 13 8 9 24 4 1 12 3 2
U 4 crías 4 5 4 21 2 2 11 4 2
E 5 crías 2 3 0 10 1 0 6 0 0
N 6 crías 0 1 0 1 1 0 1 0 0
C 7 crías 0 1 0 3 0 0 0 0 0
I
A

D
E
C
A
M
A
D
A
S

P
A
R
A
No de camadas 26 31 20 76 14 9 40 9 6
Tamaño de 3.08 3.16 2.85 3.55 3.00 2.56 3.55 3.22 3.20
camada
promedio para
intervalo de
tiempo
Tamaño de 65 a 67 días 78 a 85 días 86 a 93 días
camada 3.41 3.13 2.82
promedio para
los tres
intervalos de
tiempo
Tamaño de Primer parto Segundo parto Tercer parto
camada 3.03 3.59 3.31
promedio para
partos

Este hecho, demuestra la importancia de asumir una crianza bajo el sistema de empadre
intensivo, con aprovechamiento de celo post partum, pues ello redundará en el mayor
número de camadas al año y en el logro de mayor tamaño de camadas, permitiendo una
mayor producción de crías al año por vientre y por lo tanto mayor rentabilidad por
vientre en explotación.

A1 evaluar el peso de las crías nacidas de cada parto hasta el destete se obtuvo una
influencia positiva para las crías provenientes del tercer parto, y segundo parto. Estos
resultados se ofrecen en el cuadro No. 13.

CUADRO No. 13
PESOS AL DESTETE DE CRÍAS PROVENIENTES DE DIFERENTES PARTOS

No. de partos Primer parto Segundo parto Tercer parto


Pesos promedio al 206.05 218.12 219.63
destete en gramos
A1 análisis se encontró diferencia significativa (P<0.05) lo cual indica que las crías del
primer parto pesan significativamente menos al destete que las crías de tercer y segundo
parto.

Probablemente esta superioridad de pesos al destete se mantiene hasta el 4to o 5to parto
para luego disminuir esta ventaja, por lo que varios autores aconsejan mantener en
reproducción a las hembras por un período máximo de un año o a lo más, de un año y
medio.

3. INFLUENCIA DE OTROS FACTORES EN EL TAMAÑO DE CAMADA

Indudablemente la buena alimentación y la calidad genética unidas al buen manejo son


factores influyentes en el tamaño de camada.

Aliaga R. L. y Arroyo B. O. (1970) demuestran que 1os cuyes alimentados con


suplemento a base de concentrados más vitaminas, tuvieron un mayor número de crías
por camada, con mejores pesos a1 nacimiento y menor mortalidad originando una
mayor utilidad que los otros tratamientos que no recibieron concentrado ni vitaminas.
El experimento se inició al destete, el período de control duró 90 días para evaluar el
crecimiento, y 105 días más para evaluar los resultados del empadre y parición, los
animales se dividieron en 4 grupos:

T1 Alimentados con alfalfa verde


T2 Alimentados con alfalfa verde más agua de bebida
T3 Alimentados con alfalfa verde más agua más vitaminas
T4 Alimentados con alfalfa verde más agua más vitaminas y más concentrado.

Las vitaminas empleadas fueron un compuesto comercial denominado ROVISOL AD3


EC-ORAL; este producto contiene las siguientes vitaminas: A, D, E y C hidrosolubles.
Se les suministró 3 gotas de este producto diariamente en un litro de agua, renovables
cada día. La composición y potencia del Rovisol era de : 50,000 U.I. por ml. de Vit. A;
5000 U.I. por ml. de Vit. D3; 30 U.I. por rnl. de Vit. E y 100 mgr. por ml. de Vit. C.
Este compuesto se diluyó en agua en la proporción antes mencionada. El concentrado
suministrado fue Layina elaborado por Purina, con el siguiente análisis garantizado:
Proteína 16 %
Grasa Mínima 2%
Fibra máxima 6 %
E. L. N. 45 %
El suministro fue a discreción
Los resultados fueron los siguientes:

CUADRO No. 14
INFLUENCIA DE LA ALIMENTACIÓN EN EL TAMAÑO DE LAS CAMADAS

Crecimiento Empadre y parición

Incremento total Incremento diario Utilidad Tamaño de Peso promedio al Utilidad


grs. grs. camada nacer
T1 Alfalfa verde 428.5 4.76 8.10 2.5 74.15 - 15.75
T2 Alfalfa + agua 428.5 4.76 8.02 1.5 120.00 -16.03
T3 Alfalfa + agua + Concent. 556.0 6.17 6.07 2.66 123.30 31.28
T4 Alfalfa + agua + Concent. + 584.0 6.48 6.48 3.00 121.60 31.51
vit.

Obsérvese que a medida que la fuente alimenticia mejora, el tamaño de camada


aumenta.

La adición de agua en la dieta diaria de los animales no produjo ninguna ventaja, por lo
que los cuyes pueden criarse y reproducirse sin agua de bebida, siempre que dispongan
de forraje fresco.

Genéticamente el tamaño de camada en cuyes es una característica poco heredable o sea


que gran parte de su expresión se debe a la acción del medio que se les proporciona, sin
embargo en un programa de mejoramiento debe tenerse presente que la productividad
del rebaño depende de la bondad con que esta característica se repite en el mismo, por
lo que será muy importante prestarle la atención necesaria de manera de fijar tamaños
de camada numerosas, de 4 o 5 crías, ya que mayor número tampoco es conveniente,
debido al hecho de que las cuyes poseen sólo dos pezones los mismos que no se
abastecerían para lactar camadas muy numerosas.

J. EDAD ÓPTIMA DE EMPADRE


El déficit permanente de proteína animal que afronta el país, resultado de la baja
producción de animales de carne para consumo humano, se hace cada vez más agudo,
ocasionando una fuga de divisas motivada por las grandes importaciones de carne que
anualmente realizan para compensar la creciente demanda de este producto por parte de
la población nacional, que año a año crece también a un ritmo mucho mayor que el de
la producción pecuaria nacional. La baja obtención de .alimentos como la carne de
vacuno, que cada vez se hace más escasa y costosa y que no llega normalmente a las
clases de más bajos ingresos, hace que sea urgente la necesidad de buscar otras fuentes
de proteína animal que, siendo a la vez de buena calidad, estén al alcance de las
mayorías y sean fáciles de producir.

La explotación y la crianza del cuy, roedor oriundo de nuestro país, animal prolífico y
altamente productivo, puede aliviar en parte este problema tan acusado y tan antiguo en
nuestra patria, puesto que, en comparación con el ganado vacuno, mientras es
necesario un promedio de 3 años para producir un kilo de carne, se requieren solamente
3 meses para producir un kilo de carne de cuy. Esta diferencia de tiempo tan
significativo hace del cuy el animal que, por ser además nuestro, sea el escogido para
aliviar en algo nuestras necesidades de carne.

Para ello será necesario la creación de una tecnología propia que permita orientar la
cría del cuy con fines comerciales, de manera que su explotación sea económica y
rentable. La edad óptima de empadre es un rubro de esta nueva tecnología y este
trabajo pretende despejar algunas dudas respecto a cuál es la edad recomendable en que
deben empadrarse los cuyes, determinando a la vez, si la edad de empadre influye en el
número de crías por camada, en el peso de crías al nacer y destete, en la mortalidad de
las mismas y en el ritmo de crecimiento de las madres.

MATERIALES Y MÉTODOS

Ubicación v duración: El experimento se realizó en la Granja de Animales Mnores de


la Escuela de Peritos Agrícolas de Pallán, ubicada en la parte noroeste de la ciudad de
Huancayo, a 3,200 m.s.n.m.
La duración fue de 3 meses y 6 días.

De los animales: Se empleó un total de 40 hembras de primer empadre distribuidas en


tratamientos de la siguiente manera:

T – 1 10 hembras para ser empadradas a los 2 meses de edad.


T – 2 10 hembras para ser empadradas a 1os 3 meses de edad.
T – 3 10 hembras para ser empadradas a los 4 meses de edad.
T – 4 10 hembras para ser empadradas a los 5 meses de edad.

De la crianza: Se empleó el método de crianza en pozas. Se disponía de un comedero


de malla para forraje y un comedero automático para concentrado. Los bebederos
consistían en frascos de vidrio adaptados para el consumo de agua por succión.

De los controles: El control de peso se hizo tan pronto cumplían la edad exigida para el
empadre, luego, antes de la parición, en la parición, a los 7, 14, 21 , 28 y 35 días
posteriores al parto. Los pesos de las crías se controlaron individualmente, al
nacimiento 7, 14 y 21 días de edad. También se controló el peso total por camada,
número de crías por camada y por sexo, mortalidad general de crías y mortalidad e
infertilidad de las madres.

De la alimentación y manejo: Todos los animales tanto madres como crías fueron
sometidos a un mismo tipo de alimentación, consistente en un concentrado, comercial
(Purina Reproductina) y forraje: se utilizó Trébol rojo asociado con Ryegrass. El agua
de bebida se suministró a voluntad, en sus respectivos bebederos.

La limpieza de las pozas se efectuó cada 14 días, renovando la viruta que servía de
cama para los animales, con la finalidad de mantener un ambiente adecuado.

De la sanidad: En lo posible se prestó atención al control de la salud de los animales,


siendo necesario realizar tratamientos a los cuadros de dermatomicosis y oftalmia que se
presentaron durante el experimento.
Del método estadístico: E1 método empleado para el análisis de los datos de las
madres fue el Completamente Randomizado, con más de 2 tratamientos y, para el
análisis de datos de las crías, el diseño factorial 3 x 2 x 2, cuyos factores de estudio son:
edad de empadre, número de crías y sexo.

RESULTADOS
CUADRO No. 15
RITMO DE CRECIMIENTO DE MADRES POR TRATAMIENTO (gr.)

A.E. A.P. D.P. 7 D. 14 D. 21 D. 28 D. 35 D. I.P.P.T.

T-1 385.1 1024.7 773.1 741.0 762.3 803.5 824.7 858.5 473.4
T-2 588.8 1250.9 867.9 878.9 856.2 876.1 911.8 961.0 372.2
T-3 724.7 1448.8 986.1 979.6 944.7 947.5 997.7 1026.0 301.3
T-4 798.4 1387.3 965.0 959.7 963.3 1004.7 144.5 1097.7 299.3
A.E. Antes del empadre
A.P. Antes de la parición
D.P. Después de la parición
I.P.P.T. Incremento de peso promedio total.
CUADRO No. 16
MORTALIDAD DE MADRES DURANTE EL ENSAYO
T-1 T-2 T-3 T-4

Número de 2 0 0 1
muertos
TOTAL 3
% 7.3

CUADRO No. 17
HEMBRAS QUE NO HAN PREÑADO DURANTE EL ENSAYO
T-1 T-2 T-3 T-4
Número de 1 0 1 1
hembras
TOTAL 3
% 7.5
FERTILIDAD 92.5 %

CUADRO No. 18
NÚMERO DE CRÍAS VIVAS Y CRECIMIENTO HASTA LOS 21 DÍAS

Nro. X DE CRÍAS VIVAS RITMO DE CRECIMIENTO X (gr.) I.P.X.


Trat. Machos Hembras Total Nacimientos 7 14 21
camada días días días P.T.
T-1 0.7 0.3 1.0 126.6 -- -- -- --
T-2 1.0 1.6 2.6 121.0 164.7 220.0 289.0 168.0
T-3 1.0 1.4 2.4 119.7 161.9 237.8 303.2 183.5
T-4 1.0 1.5 2.5 118.5 145.2 213.8 277.2 159.0
X 0.92 1.20 2.12 120.5 157.2 223.8 289.8
GRAL.
I.P.X P.T. Incremento de peso por tratamiento

CUADRO No. 19
MORTALIDAD DE CRÍAS HASTA EL DESTETE %

T-1 T-2 T-3 T-4


M H M H M H M H
AL 2 2 -- -- 2 4 2 1 17.8 %
NACER
7 DÍAS 7 3 2 2 -- -- -- 2 16.7 %
14 -- -- 1 2 -- -- -- -- 3.1 %
DÍAS
21 -- -- -- -- -- -- -- -- --
DÍAS
49.9 49.9 11.4 15.2 7.1 14.2 8.6 12.9
100 % 26.6 % 21.3 % 21.5 %
37.6 %

CUADRO No. 20
ANÁLISIS DE VARIANCIA DE LOS PESOS DE LAS MADRES ANTES DEL EMPADRE

FUENTES DE VARIACIÓN S.C. G.L. C.M. F.C. F.t. SIG.


0.05 0.01
ENTRE TRAT. 988678.5 3 329559.5 113.61 2.86 4.38 **
DENTRO TRAT. 104427.0 36 2900.7
TOTAL 1093105.5 39

C.V. = 8.6 %

CUADRO No. 21
PRUEBA D.L.S.

-d T-1 T-2 T-3 T-4


T-1 203.7 339.6 413.3
** ** **
T-2 135.9 209.6
** **
T-3 73.7

**
CUADRO No. 22
ANÁLISIS DE VARIANCIA DE LOS PESOS DE LAS MADRES DESPUÉS DE LA PARICIÓN

FUENTES DE VARIACIÓN S.C. G.L. C.M. F.C. F.t. SIG.


0.05 0.01
ENTRE TRAT. 1668141.1 3 556047.233 62.158 2.90 4.46 **
DENTRO TRAT. 276816.7 31 8929.570

TOTAL 1944958.4 34

C.V. = 10.5 %

CUADRO No. 23
PRUEBA D.L.S.

-d T-1 T-2 T-3 T-4


T-1 94.8 213.0 191.9
* * *
T-2 118.2 97.1
* *

T-3 21.1
CUADRO No. 24
ANÁLISIS DE VARIANCIA DE LOS PESOS DE LAS CRÍAS AL NACER

FUENTES DE VARIACIÓN S.C. G.L. C.M. F.C. F.t. SIG.


0.05 0.01
EDAD DE EMPADRE 545.89 2 272.94 0.892 3.21 5.12 --
NÚMERO DE CRÍAS 585.29 1 585.29 1.917 4.06 7.24 --
SEXO 94.29 1 94.29 0.308 4.06 7.24 --
INT. EDAD DE EMPADRE – SEXO

INT. EDAD – No. DE CRÍAS 3331.12 7 475.87 1.556 2.23 3.07 --

INT. SEXO – No. DE CRÍAS

INT. EDAD – SEXO No. DE CRÍAS


ERROR 13149.43 43 305.80

TOTAL 17706.99 54

C.V. = 14.7 %

CUADRO No. 25
ANÁLISIS DE VARIANCIA DEL PESO DE LAS CRÍAS AL DESTETE

FUENTES DE VARIACIÓN S.C. G.L. C.M. F.C. F.t. SIG.


0.05 0.01
EDAD DE EMPADRE 20510.52 2 10255.26 10.387 3.28 7.44 *
NÚMERO DE CRÍAS 4339.10 1 4339.10 4.395 4.13 7.44 *
SEXO 255.27 1 255.27 0.258 4.13 7.44 --
INT. EDAD DE EMPADRE –
SEXO
12713.53 7 1816.21 1.839 2.30 3.21 --
INT. EDAD – No. DE CRÍAS

INT. SEXO – No. DE CRÍAS

INT. EDAD – SEXO No. DE


CRÍAS
ERROR 33567.30 34 987.27

TOTAL 71385.72 45

C.V. = 11.4 %

CUADRO No. 26
PRUEBA D.L.S.

-d T-2 T-3 T-4


T-1 35.0 28.3
*
T-2 26.7

*
T-3

CONCLUSIONES

1. La edad óptima de empadre en cuyes es de 3 a 4 meses, con un peso promedio


que oscila entre500 y 600 gramos.
2. Las hembras empadradas a los 2 meses de edad no dieron resultados positivos
debido a la poca habilidad maternal, registrándose 100 % de mortalidad, en
crías.
3. La edad de empadre de cuyes hembras influye en el incremento de peso de sus
crías hasta el destete, obteniéndose mayores pesos en las provenientes de madres
empadradas a los 4 meses, seguidas por las de 4 y 5 meses, respectivamente.
4. Se obtuvo mayor número de crías destetadas con las empadradas a los 3 meses
de edad, seguidas por las de 4 y 5 meses, respectivamente.

K. ALGUNAS CONSIDERACIONES SOBRE LA EDAD DE EMPADRE


Las hembras bajo condiciones normales de alimentación y manejo presentan sus
primeros celos a la edad de 55 a 70 días, sin embargo se ha visto que no es conveniente
un empadre temprano por la poca aptitud maternal demostrada por parte de las hembras
a esta edad.

En el Programa de Investigación en Cuyes, de la UNCP, se toma el siguiente


parámetro para iniciar el empadre: Edad 3 meses, siempre que el peso vivo, a esta edad
sea mayor de 600 gramos. Las hembras que a esta edad no han alcanzado al peso
mínimo son descartadas o empadradas a la edad de 4 meses.

Tampoco es conveniente postergar demasiado el empadre, pues cuando las hembras


tienen más de 5 meses de edad y todavía no han sido empadradas, corren el riesgo de
soldar sus articulaciones Íleo sacro pelvianas produciéndose partos distócicos con
mortalidad de crías y también de madres.

Los machos alcanzan su completa madurez sexual a los 6 meses de edad, sin embargo a
la edad de 5 meses ya pueden utilizarse para el servicio.

Los empadres con machos tiernos dan porcentajes bajos de fertilidad, por lo que se
recomienda tener siempre un excedente de machos de manera de dejar de utilizar en lo
posible los animales muy tiernos.

Un macho adulto, puede trabajar en empadre constante con 10 y 12 hembras durante un


año y medio sin inconveniente alguno, sin embargo debe verificarse constantemente
como van las pariciones responsables de cada macho en cada poza, para proceder a
hacer los cambios respectivos cuando la baja de fertilidad se debe al macho.

Nunca utilizar dos machos en cada poza, porque se originan peleas entre ellos y la
descendencia de la poza casi siempre es producto del macho más fuerte.

L. SISTEMAS DE EMPADRE
A.J.H. Tomlinson (s.f.), realizó estudios sobre la aplicación de dos sistemas diferentes
de empadre en criaderos de cuyes con fines de experimentación. Los sistemas
estudiados fueron:

1. Las hembras y el macho permanecían en las jaulas constantemente: las hembras


parieron en el mismo lugar aprovechando el celo post partum. Observó que este sistema
tenía ciertas ventajas: las dos terceras partes de las hembras, procrearon tan pronto
parieron a sus crías. Otro embarazo comenzó sin demora. Las desventajas observadas
fueron: 1as pérdidas de los recién nacidos, debido a los continuos atropellos originados
por la atención del macho hacia la hembra madre; las crías mayores de edad que
permanecieron en la jaula, consumieron la leche de todas las hembras, dejando poco
para las crías más pequeñas. Fue difícil controlar la producción de cada individuo.

2. Poco antes del término del embarazo, las hembras fueron trasladadas a jaulas
pequeñas, individuales, donde permanecieron hasta el destete de las crías. Observó
ciertas ventajas: las crías recibieron toda la atención de la madre y toda su leche. Fue
fácil controlar la productividad de la madre y proveer alimento adicional cuando fue
necesario. Como desventajas señaló: el número de embarazos anuales se vio reducido a
más o menos 3 con este sistema, a diferencia del anterior en el que se obtuvieron 4-5
embarazos. El espacio requerido por cada hembra aumentó más o menos en un 70%, así
como la labor en el cuidado de los animales. Indica, además que algunos criadores
prefirieron este método por ser mayor el número de animales logrados por embarazo.

En los sistemas anteriormente descritos, Tomlinson obtuvo los resultados siguientes:

MÉTODO O No. crías No. promedio de crías Nacidos vivos No. de prole
SISTEMA nacidas por parto en % destetada en %
Primero 406 3.98 95.6 84.7
Segundo 139 3.82 94.7 86.0

Primero: Copulación Post Partum


Segundo: Copulación post destete

Entre las 406 crías registradas, correspondientes al primer sistema, el 80 % fue


concebido en copulación post partum y se obtuvo un promedio de 3.98 de descendencia
por parto; con el otro sistema el resultado promedio fue de 3.82. Por tanto, se observó
que crías un poco más numerosas parecen concebirse en celo post patum; más, desde el
punto de vista práctico, esta diferencia fue poco apreciable como para ser tomada en
cuenta.

El mismo Tomlinson, realizó una evaluación de la tasa de producción anual de una


hembra en cada sistema, que se resume en el siguiente cuadro:

Sistema de empadre
1° 2°
Intervalo entre partos seguidos (días) 74 118
Número calculado de camadas por año 4.9 3.1
Número promedio de crías por parto 3.98 3.82
Número calculado de crías nacidas por año 19.5 11.8
Tasa de destete en porcentaje (%) 84.7 86.0
Número de descendientes criados por hembra año 16.5 10.1

La tabla demuestra que la tasa de producción fue mayor por el primer sistema,
(copulación post partum) y que se debió a la mayor frecuencia de partos. Los pesos de
los animales concebidos en copulación post partum fueron semejantes a los animales
criados por el sistema de copulación post destete.

El sistema post partum fue aplicado varios años en las colonias grandes de una Estación
de Campo que producía cuyes para laboratorio y no hubo ninguna indicación de
decadencia en la calidad de los cuyes.

Las conclusiones a las que llegó Tomlinson fueron las siguientes:

1. El periodo promedio de la gestación es de 68 días.


2. Alrededor del 80% de las copulaciones se efectúan al celo post partum.
3. El número de copulaciones post partum fecundas disminuye notablemente cuando la
proporción entre hembras y machos es mayor que 15:1. La proporción óptima se
considera 12:1.
4. El intervalo entre el nacimiento de las crías seguidas (copulación post partum), en
una jaula que contiene la proporción óptima de sexos, es alrededor de 70 días.
5. Al no permitir la copulación post partum, este intervalo es de 118 días.
6. La tasa de nacidos muertos es alrededor del 5%. Esto se produce por ahogo de las
crías en las membranas fetales. Esta tasa de bajas no se atribuye directamente al sistema
de crianza.
7. La tasa de muertos, entre jóvenes criados colectivamente en el suelo, es mayor que la
de los que se crían en jaulas: no se atribuye esta mayor cantidad de bajas a embarazos
post partum.
8. La tasa de producción anual es mayor al aprovechamiento del celo post partum.
9. Los pesos de los jóvenes criados por el sistema post partum se asemejan a los pesos
de los criados por el segundo sistema (copulación post destete).

Pulgar Vidal (1970), en estudios realizados, ha llegado a la conclusión de que la crianza


de los cobayos en jaulas trae como consecuencia una pérdida de vigor, prolifidad y
sabor en sus carnes. Recomienda criarlas en el suelo. Lo que está en contraposición, en
algunos aspectos, al estudio realizado por Tomlinson.

Hay dos sistemas de empadre:

Empadre semi-intensivo y empadre intensivo o continuo, métodos que se diferencian


entre sí por el aprovechamiento o no del celo post partum que ya hemos descrito.

Ambos sistemas pueden cumplirse sea criando los anímales en el piso o levantándolos a
jaulas. Para ello es necesario separar grupos o colonias de animales teniendo en cuenta
que, de manera general, un animal adulto necesita el área de un pie cuadrado
aproximadamente para poder subsistir y reproducirse en forma normal. De allí que es
conveniente dividir el piso o diseñar jaulas de crianza de 1 metro cuadrado de superficie
donde se pueden manejar 10 a 12 hembras con un macho; cantidad óptima de hembras
para el trabajo sexual de un macho. No es conveniente agrupar dos lotes de hembras con
dos machos, porque en esta especie, cuando son adultos los machos tienden a pelear y
siempre el más fuerte domina al otro más débil, siendo el más fuerte, por lo general, el
responsable de los empadres de la colonia.
EMPADRE SEMI-INTENSIVO

Está caracterizado por el periodo de descanso o recuperación sexual que se le permite a


la hembra después de cada parición. Este descanso, que es el lapso que demora el
amamantamiento, dura 10 días y se logra separando a la hembra preñada de las salas de
empadre y llevándola a maternidades individuales donde paren lejos del macho sin que
este tenga oportunidad de aprovechar el celo post partum, de tal suerte que la madre
volverá a la sala de empadre tan sólo después del destete, en la que en compañía del
macho tendrá oportunidad de preñar nuevamente. En la práctica, y con este sistema, el
tiempo que demora una parición después de otra es más de 78 días aproximadamente, o
sea, se logra 3 o 4 pariciones al año.

El cuadro No. 3 objetiva el desarrollo de este sistema de crianza en el que después de 68


días da la cópula sobreviene el parto, parición que se realiza en maternidades
individuales donde la madre permanecerá con sus crías durante 10 días, o sea hasta el
destete, para luego regresar a la sala de empadre donde podrá nuevamente tomarse con
el macho. Las crías pasan sexadas a otras salas de crianza también de 1 m2 de superficie
donde permanecen 80 días más, o sea hasta cumplir 3 meses de edad en que ya se
encuentran en estado de reproducción.

El ciclo teórico desde la cópula hasta el destete en este sistema es de 78 días, pero en la
práctica este tiempo se alarga desde 78 hasta 93 días. Debido a que el ciclo estral de las
hembras es de 16 días en promedio, con extremos de 13 a 24 días, motivo por el cual al
año, con este sistema, se logran tan sólo 3 y algunas veces 4 pariciones.

EMPADRE INTENSIVO O CONTINUO

El sistema de empadre a continuación completa o sistema continuo, más conocido con


el nombre de Sistema Intensivo, tiene una finalidad fundamental que se traduce en el
aspecto económico; pues al aprovechar el celo post partum se dará oportunidad al
criador de obtener de 4 a 5 camadas anualmente con un promedio de 10 a 15 crías por
vientre al año. Este sistema es también utilizado por nuestros campesinos aunque en
forma empírica.
Difiere del sistema anterior en que las hembras permanecen con el macho en la sala de
empadre, lugar donde paren sus crías, las mismas que a la edad del destete, o sea
después de 40 días, son trasladadas a la sala de crianza dunde permanecen 80 días más
hasta cumplir 3 meses de edad.

Este sistema permite el aprovechamiento intensivo de la hembra, la misma que después


del parto vuelve a empadrarse aprovechando su celo, post partum.

En la práctica, y con este sistema, los partos se suceden cada 70 días, de tal suerte que la
hembra puede dar de 4 a 5 pariciones al año. Se ha demostrado igualmente, que el 78 %
de la población de vientres queda preñada en el celo post Partum, obvio es que por este
sistema no tienen descanso sexual los reproductores.

CONSIDERACIONES SOBRE LOS SISTEMAS DE EMPADRE

Se ha dicho mucho sobre las ventajas de uno y otro sistema, lo que nos obliga a tener
que verter algunas consideraciones al respecto, a fin de despejar algunas dudas que a los
criadores les permita asumir uno u otro sistema.

Podemos asegurar que e1 sistema intensivo o continuo, si permite una mayor


productividad (número de crías destetadas por madre al año) ya que la hembra procrea
tan pronto produce sus crías de modo que otro embarazo comienza sin demora y,
aunque esto suceda en el 78% de los animales, este método permite una mayor utilidad
económica con respecto al método semi-intensivo.
El método semi-intensivo tiene sus seguidores, sobre todo aquellos que desean producir
animales de exposición o aquellos que se dedican a la venta de reproductores; en este
método las pariciones se suceden cada 118 días a pesar de que el promedio de gestación
es de 68 días, motivo por el cual se logra menor productividad.

Como la mayor mortalidad de cuyes se presenta en los recién nacidos, durante las
primeras 24 horas, se ha dicho que el método continuo ocasiona mucha mortalidad en
los recién nacidos debido al amontonamiento y atropello de crías por los mayores, pero
si bien es cierto que esto sucede en poblaciones grandes, no debe suceder cuando el
número de hembras tiene el espacio requerido, o sea cuando se ha logrado lo que
llamamos armonía ambiente animal.
La producción intensiva de cualquier animal es difícil y requiere de un cuidado mucho
más celoso. Esto acontece en cuyes tanto como en otros animales, lo importante es
alimentar bien a las reproductoras cuya vida procreativa por este sistema será corta,
probablemente no más de dos años, desde su primera procreación. Muchos creen que
este método conduce a una pérdida de calidad, pero cuando se controla el estado de la
majada, y, sobre todo, se utiliza un método de selección, la productividad, así como el
peso vivo de los animales tendrá que mejorar.

En el método semi-intensivo 1a vida procreativa de la hembra aumenta notablemente y,


como las hembras paren en jaulas apartadas, las pérdidas después del nacimiento son
pocas. Este método produce menos crías por año, y, a menos que la cría promedio sea
grande en número y las hembras se mantengan en buenas condiciones y apareadas
pronto después del destete, la productividad decrecerá. Sin embargo, en el sistema
intensivo conviene usar algunas hembras menos frecuentemente, a fin de obtener
reemplazo para el linaje activo.

La utilización de uno u otro método de crianza dependerá del criterio de cada criador y,
sobre todo, de los recursos con que este cuente y de las necesidades de producir carne
para el mercado o reproductores de reemplazo. En líneas generales podríamos
recomendar usar el método intensivo o continuo en explotaciones industriales,
conducidas en jaulas o pisos donde se haya logrado la armonía ambiental animal y
utilizar el método semi-intensivo para producir animales de exposición o reproductores
de alto valor. Tal vez el criador industrial tendrá que aplicar ambos métodos, toda vez
que él también precisará de animales de reemplazo, aunque ellos también pueden ser
producidos en forma intensiva.

En un experimento realizado en la Granja Experimental de Yauris, en el que se comparó


los dos sistemas de empadre descritos (Tesis: Estudio Comparativo sobre Sistemas de
Crianza de Augusto Pezo Paredes), se llegó a las siguientes conclusiones.

CUADRO No. 27
ESTUDIO COMPARATIVO SOBRE SISTEMAS DE CRIANZA EN COBAYOS
FACTORES SISTEMA SISTEMA DIF. DE F F D.L.S. C.V. SIGNIFICACIÓN
ESTUDIADOS INTENSIVO SEMI- PROMDS CALCUD. TABULAD.
INTENSIVO
No. Promedio
de nacidos
vivos en 485 5.82 3.57 2.35 4.779 4.38 2.47 48.90 Significativo
días/vientre

Peso promedio 11.2918


al nacer 102.06 gr. 113.88 gr. 11.82 gr. 7.57 3.94 8.5312 17.44 Alta sign.
3.94
Peso promedio 304.113 gr. 325.440 gr. 21.327 gr. 2.097 6.90 20.383 Sin sig.
destete

Viabilidad 88.5% 92.8% 4.3% 0.0634 4.38 17.8 Sin sign.


8.18
Productividad
promedio 5.64 3.57 2.07 4.478 4.38 2.030 45.86 Significativo
8.18 2.77

El sistema intensivo, de este experimento, consistió en el aprovechamiento del celo post


partum, que caracteriza a las hembras de esta especie. Las crías fueron destetadas a los
30 días de nacidas, utilizándose 17 cobayos divididos en 3 lotes.

El sistema semi-intensivo, consistió en dar a las hembras un periodo de recuperación


sexual de 30 días, lo que se logró separando a las hembras de preñez avanzada y
llevándolas a jaulas de maternidad individuales, donde parían en ausencia del macho.
Después de 30 días se destetaron a las crías y las madres retornaron a la jaula de
empadre. Se emplearon 11 cobayos divididos en 2 lotes.

Finalizado el experimento se determinó que el sistema de crianza influye en el número


de las crías nacidas, hallándose una diferencia significativa de 2.35 crías a favor del
sistema intensivo.

El descanso sexual, aplicado en el sistema semi-intensivo, produjo un efecto


satisfactorio en el peso de las crías, pues éstas pesaron un promedio de 11.82 gr. más
que las nacidas en el método intensivo; diferencia altamente significativa.
La diferencia de pesos al nacer encontrada en ambos sistemas se anula a !a edad del
destete, pues los pesos vivos a esta edad, no presentan diferencia significativa.

La viabilidad relacionada íntimamente con la mortalidad, no se inclina a favor de


ninguno de los dos sistemas.

La productividad fue superior en más de 2.07 crías a favor del sistema intensivo con
significación estadística.

En términos generales, el sistema de crianza intensivo es superior al semi-intensivo,


pues se aprecia una mayor productividad.

A manera de recomendación se puede sugerir un sistema intermedio mixto, que asuma


las ventajas de los dos antes descritos; el sistema consiste en permitirles a las hembras
recién paridas, aprovechar su celo post partum, el mismo que se presenta a las 3 ó 4
horas después de la parición, y después de la cópula trasladar estas hembras con sus
crías, a las 10 ó 12 horas después del parto a maternidades donde lactarán a sus crías por
10 días, para luego regresar a la madre a su poza de empadre. Si con este manejo las
cuyes paridas no hubieran aprovechado su celo post partum durante las 10 ó l2 horas
que se las deja en la poza de empadre con el macho; quedarán preñadas en su primer
retorno de celo o sea a los 16 días después del parto, cuando ellas vuelven después del
destete a la poza de empadre, inclusive aquellas que se dislocan de este promedio
normal, o sea las que retornan tempranamente; a los 13 días después del parto.

En la Granja de Yauris de la UNCP se aplica este sistema modificado desde hace dos
años con magníficos resultados y sin inconveniente de mortalidad de recién nacidos.

M. PARICIÓN Y DESTETE

El cuy (Cavia Cobayo) es un animal vivíparo y políparo, provisto de útero y placenta,


poliestrual durante todo el año, la periodicidad de celo a celo es de 13 a 24 días, con una
duración de 7 a 8 horas y con extremos que van desde 1 hasta 18 horas, se caracteriza
por presentar un celo post partum, el mismo que se presenta a las 3 ó 4 horas después
del alumbramiento; este celo es fértil, y en la práctica, el 78 % de hembras que copulan
después del parto quedan fecundadas: la hembra produce varios partos al año, con un
periodo de gestación de 68 días en promedio, con extremos que van desde 53 a 72 días.
Puede además presentarse la superfetación, fenómeno que, después del parto normal les
permite un nuevo alumbramiento transcurridos 3 ó 5 días del primero.

El parto se produce generalmente en las noches, sin ninguna dificultad, aunque algunas
veces hay partos distócicos, ocasionando muerte en las crías, que no pueden nacer por
ser muy desarrolladas, las que se asfixian sobre todo cuando las madres poseen
isquiones poco abiertos o cuando ellas siendo muy pequeñas se empadran con machos
muy desarrollados. El número de crías por camada puede variar desde 1 hasta 8 con un
promedio que se sitúa generalmente entre 2.5 a 3.5 crías por camada, parámetro que
depende de varios factores, siendo entre ellos los más importantes: el manejo, estado
sanitario, alimentación y grado de selección. En una evaluación hecha durante un año,
en el que se registraron 437 partos en un grupo de hembras del Programa de
Investigación en cuyes de la UNCP se halló el siguiente resultado.

CUADRO No. 28
FRECUENCIA DEL No. DE CRÍAS POR CAMADA EN 437 PARTOS Y
DURANTE UN AÑO
No. de crías / camada Frecuencia absoluta Frecuencia Relativa
Yi Ni Hi
1 8 0.0183
2 54 0.1235
3 136 0.3112
4 117 0.2677
5 75 0.1716
6 22 0.0534
7 21 0.0480
8 4 0.0091
n = 437
Promedio No. de crías / camada y = 3.84
Desviación Standard s = 1.40
Coeficiente de variación C.V. = 36.46
A despecho de que las cuyes poseen tan sólo 2 pezones se observa en la práctica que
ellas pueden criar camadas de 5 y 6 crías sin ningún inconveniente, ello debido
principalmente a la gran calidad da leche que producen (Cuadro No. 29) y al hecho de
que los gazapillos nacen con los ojos abiertos, provistos de pelo y con extremidades tan
bien implantadas y fuertes que les permiten caminar inmediatamente después de
alumbrados, y por si esto fuera poco, ya consumen forraje y concentrado a las 3 o 4
horas de nacidos; facultad esta que les permite un ritmo de crecimiento asombroso
llegando a los 10 días de edad con el doble de su peso al nacer.

La característica del número de crías por camada, resulta ser un factor de selección
importante porque ella redunda directamente en la productividad de las madres, por lo
que la selección debe orientarse en la búsqueda de vientres que produzcan un mayor
número de crías por camada, y que este carácter, seleccionado en base a una
repetibilidad alta, permita a las madres destetar el mayor número de crías por año,
aunque este último parámetro debiera evaluarse en función al número de kilos crías
destetadas por vientre durante un año de producción.

CUADRO No. 29
COMPOSICIÓN DE LA LECHE DE CUYES Y OTRAS ESPECIES (%)

Especies Agua Albuminoides Grasa Sales


Cuy 41.11 11.19 45.80 0.57
Vaca 86.00 3.8 3.7 0.65
Yegua 89.00 2.7 1.6 0.51
Mujer 87.00 1.1 4.5 0.20

DESTETE

Cuando la hembra ha parido es conveniente retirarla con su prole, de la poza de


empadre, transcurridas por lo menos 10 horas después del parto, o sea cuando exista la
probabilidad de que ella haya copulado con el macho aprovechando su celo post Jartum,
y, alojarla en casilleros pequeños de 40 x 40 cm., o en pozas de una superficie que
permita alojar hasta 5 hembras paridas, donde permanecerán hasta el destete (Sistema
Mixto de Empadre).

La edad de destete, según varios investigadores, puede variar desde los 18 días hasta
los 20 días de edad, coincidiendo la mayora de ellos en que no debe prolongarse hasta
más de los 28 días, por que pasada esta edad las crías hembras, sobre todo las más
precoces, pueden ser ya fértiles y al quedar preñadas a tan temprana edad corren el
riesgo de disminuir su desarrollo corporal, produciendo crías muy pequeñas sin ninguna
probabilidad de sobrevivir y ocasionando en la madre deficiencias que en el futuro van a
restar su capacidad productiva.

En el Programa de Investigación en Cuyes de la UNCP se han hecho ensayos con


diferentes edades de destete, habiéndose llegado a la conclusión de que en esta especie
se pueden efectuar destetes tempranos pudiéndose inclusive destetar las crías a los 7
días de edad sin inconveniente alguno.

En el primer trabajo que se condujo para determinar la influencia de la edad de destete


en cría intensiva de cuyes (Aliaga & Gonzáles, 1972), se ensayaron 3 edades de destete:
7 días, 14 días y 21 días de edad con los resultados siguientes.

CUADRO No. 30
PESO VIVO (grs.) A LOS 93 DÍAS DE EDAD DE CUYES DESTETADOS A
DIFERENTES EDADES

Edad de destete en días 7 14 21


Sexo M H M H M H
Peso Promedio 762 741 753 644 689 593
Peso Promedio por Tratamiento 754 727 635
C.V. = 10.7 %

En e1 análisis de variancia se observa que e1 peso alcanzado a los 93 días de edad por
1os cuyes destetados a los 7 días (754 grs.) supera en forma altamente significativa (P
<0.01) al peso de los cuyas destetados a los 21 días (635 grs.) y el peso alcanzado por
los cuyes destetados a los 14 días (727 grs.) supera en forma significativa (P<0.05), a
los pesos alcanzados por los cuyes destetados a los 21 días de edad; lo que demuestra la
superioridad del destete a la edad de 7 días.

Para determinar si la edad del destete podría influir en las madres en e1 peso al nacer de
las crías de sus posteriores camadas se evaluó el peso al nacimiento de crías de dos
partos consecutivos, de las madres sometidas al ensayo; habiéndose obtenido los
siguientes resultados:

CUADRO No. 31
PESO AL NACIMIENTO EN GRAMOS DE CRÍAS EN DOS PARTOS CONSECUTIVOS DE
MADRES QUE DESTETABAN A SUS CRÍAS A LOS 7, 14 Y 21 DÍAS DE EDAD

Días 7 14 21 Total Promedio


Partos
1er. Parto 116.4 126.5 124.1 367.0 122.3
2do. Parto 127.3 125.7 114.8 367.8 122.6
TOTAL 243.7 252.2 238.9
Promedio 121.8 126.1 119.4

En el análisis de variancia la diferencia de peso el nacer habida en crías no resultó


significativa, lo que demuestra que la edad de destete no influye en las madres en el
peso al nacer de sus futuras camadas.

Conocida la bondad del destete temprano se planeó otro ensayo en el que se incluía un
destete a los 10 días de edad, a fin de cambiar el manejo en nuestro programa donde se
destetaba a los 14 días y en el futuro destetar a los 10 días de edad. El objetivo de este
plan era el siguiente: Normalmente las hembras después del parto copulan y el 78 % de
ellas quedan preñadas este celo post partum y las restantes o sea el 28 % de ellas
retornan en el celo entre los 13 y 14 días subsiguientes; si el destete se hace a los 14
días, algunas de ellas, las que retornan entre los 12 y 13 días no van a tener la
oportunidad de copular con el macho, perdiéndose este celo y necesitándose esperar un
próximo celo para copular, o sea una pérdida de 32 días con promedio en que las
hembras quedan aún vacías. Con el destete a los 10 días este inconveniente se superará,
ya que todas las hembras que no hubieran quedado preñadas en su celo post partum
regresarán a la poza de empadre a los 10 días de manera que el primer retorno de celo
sea en presencia del macho; aumentándose de esta manera el número de partos por
hembra al año.

En este segundo experimento (Aliaga & Rodríguez, 1975), se ensayó cuatro edades de
destete; 14 días como testigo, 10 días, 7 días y una última de 3 días como control; los
resultados fueron los siguientes:

CUADRO No. 32
PESO VIVO EN GRAMOS A LOS 93 DÍAS DE EDAD DE CUYES
DESTETADOS A DIFERENTES EDADES

Edades de Destete en Días 3 7 10 14


Sexos M H M H M H M H
Pesos Promedios 756 634 785 661 873 689 859 722
Pesos Promedios por Edades 684.8 723.1 780.8 790.5
Pesos Promedios por Sexos M = 813.05 H = 676.55

En el análisis de variancia se observa que el peso alcanzado a los 93 días de edad por los
cuyes destetados a los 7, 10 y 14 días no tiene diferencia significativa por lo que las 3
edades se comportan en igualdad de condiciones en el peso final al destete. En cambio
los pesos alcanzados por los cuyes destetados a los 3 días son significativamente
inferiores a 1os destetados a los 10 y 14 días (P <0,01).

CONCLUSIONES

Es posible destetar entre los 7 y 10 días da edad, y lejos de perder peso por este manejo,
se incrementa el peso vivo a la saca.
La edad de destete no influye en el peso de las crías de posteriores camadas.

La productividad de las madres es aumentada al lograr mayor número de partos al año.

RECOMENDACIONES

En explotaciones comerciales puede adoptarse el destete a los 7 días, separando las


crías más desarrolladas de las madres y pudiendo dejarse los menos desarrollados con
sus madres por espacio de 10 días, haciendo de esta manera que el concepto "Armonía
Animal" que debe existir en el medio de crianza sea el óptimo, ya que el destete
temprano desecha el factor competitivo del medio, que se presenta por el consumo de
alimentos (verde y concentrados), que se da entre padres y crías y evitando de esta
manera la permanencia prolongada de las crías, que en el caso de las hembras, pueda
arrojar cuadros de empadres tempranos, repercutiendo en la baja calidad de animales
que pudieran obtenerse.

N. EDAD ÓPTIMA DE CASTRACIÓN Y DE SACA

Uno de los principales problemas presentados en la recría de machos es cuando


alcanzan la pubertad, edad en que se inician las peleas, en los que se hacen heridas de
consideración predisponiendo a casos de miasis y de infecciones fungosas; además, la
calidad de carne de las carcasas disminuye.

Newell (1970) y Santana (1975), concuerdan en que la castración disminuye la


agresividad pero los incrementos de peso resultan iguales o inferiores a la de los machos
enteros; y esta labor no es simple porque los testículos se encuentran en la cavidad
abdominal. Bravo (1969), con la implantación del dietilestilbestrol, obtuvo resultados
similares a los obtenidos con castración por cirugía, de esto se deduce que la mejor
forma de evitar este problema es seleccionando animales de carácter tranquilo y
reduciendo el periodo de recría. Tedeschi (1969), estudiando 2 etapas de
comercialización en 40 cobayos machos y hembras: a) del destete a la 13a. semana y b)
de la 14a. a la 20a. semana, determina que el peso esperado para machos y hembras de
22 a 24 semanas de edad es de 95I.32 y 823.04 grs. respectivamente y considera que los
cuyes desarrollan aceleradamente hasta las 13 primeras semanas disminuyendo
progresivamente hasta la 20a. semana, existiendo diferencia estadística significativa
entre los pesos a ambas edades.

Zaldívar (1970), estudiando el efecto de la castración en 60 cuyes machos destetados de


31 días de edad durante 6 semanas de experimento, alimentados con alfalfa y
concentrado, obtuvo un mayor porcentaje de proteínas en la carne de los castrados a la
10a. semana y un rendimiento de carcasa para los castrados a la 10a. semana de 67.14%
que fue mayor que los enteros de 65.99 % y los castrados a la 8a. y 6a. semana que se
encuentran entre los dos valores.

Vergaray & Aliaga (1974), evaluando 100 cuyes machos de los cuales castraron
quirúrgicamente a testículo abierto a 50 animales a diferentes edades (3, 4, 5, 6, y 7
semanas de edad), llegaron a determinar un rendimiento de carcasa de 60.10 % para los
castrados y 56.34 % para los no castrados (sin incluir cabeza ni vísceras), así mismo
consideran que la castración presenta efectos positivos sobre el comportamiento,
manejo, conformación, calidad, acabado y rendimiento cárnico de los cuyes tratados,
el incremento de peso es igual para ambos y dentro de los castrados los operados a la 3a.
semana ganan más peso que los otros; los castrados presentan mejor calidad de carne y
rendimiento en carcasa; y a la degustación fueron superiores a los enteros: 72.2 % a
favor de los castrados frente a 27.78 % a favor de los enteros, cuya calificación de
degustación fue por voto secreto.

Como se ve, en lo que respecta a las edades óptimas de castración y saca en cobayos no
hay mucha referencia, conociéndose muy poco sobre los efectos y resultados de la
misma. El presente estudio permite determinar la influencia de la castración practicada
a diferentes edades, en el incremento de peso, acabado y sabor de la carne, a la vez
determinar el momento óptimo de saca tanto en castrados como en enteros en función a
1a rentabilidad.

En esta experimento realizado en la Granja Agropecuaria de Yauris de la UNCP.,


Programa de Investigación en Cuyes, ubicado en el Distrito de el Tambo, Provincia de
Huancayo, Departamento de Junín, de diciembre de 1955 a marzo de 1976, se
emplearon 48 animales machos a la edad da destete (14 días), divididos al azar en
cuatro grupos. Cada grupo constituyó un tratamiento y se distribuyeron en 4 pozas,
correspondiendo 12 animales por cada poza, de acuerdo a la siguiente clave:
T1 = Castrados a 30 días de edad
T2 = Castrados a 37 días de edad
T3 = Castrados a 44 días de edad
T4 = Testigos (no castrados).

La identificación se realizó en forma individual mediante tarjetas, No. de dedos, color


de ojos, color de pelaje, cortes en la oreja, etc.

La castración fue quirúrgica a testículo abierto, no habiéndose registrado problemas ni


complicaciones posteriores, salvo aquellos castrados a mayor edad que se recuperaron
muy lentamente lo cual fue aliviado por la separación individual hasta 24 horas después
de castrados, luego eran puestos a sus respectivas pozas, previa revisión, detectándose
hinchazón en la zona tratada en los de mayor edad.

Se tomaron controles de: pesos individuales, semanalmente; de consumo de forraje y


concentrado por tratamiento, diariamente; hasta concluir con el experimento.

La preparación de las carcasas para la degustación fue sin condimentos, simplemente


con agua y sal, para el efecto se estableció como clave amputar las extremidades a los
no castrados, de manera que el degustador poseía dos piezas: una amputada que
correspondía a los cuyes no castrados y otra no amputada que correspondía a los cuyes
castrados que fueron degustados de acuerdo a las indicaciones y al final informaron en
forma secreta y escrita indicando la clave y sugerencias.

Los resultados obtenidos de incremento de pesos y rendimiento en carcasa fueron los


siguientes:

1. DE LOS INCREMENTOS DE PESOS

CUADRO No. 33
INCREMENTOS DE PESOS POR TRATAMIENTOS
Tratam. T1 (30 días) T2 (37días) T3 (44 días) T4 (testigo)
No. Orden
1 640 560 505 610
2 550 560 690 590
3 600 670 410 540
4 650 440 530 650
5 690 610 580 500
6 690 610 580 700
7 500 520 710 410
8 710 490 810 600
9 600 590 510 480
10 560 540 650 530
11 490 440 500 530
12 540 540 560 540
X 601.66 547.5 586.25 556.66

CUADRO No. 34
ANÁLISIS DE VARIANCIA DE INCREMENTO DE PESOS

F.V. S.C. G.L. C.M. Fc Ft


Entre Trat. 22,972.3 3 7,657.4 1.062 0.5 – 2.82
Dentr. Trat. 317,114.7 44 7,207.2 -- 0.1 – 5.26
TOTAL 340,087.0 47 -- -- --

Analizando los cuadros Nos. 33, 34 y 35 podemos observar que no existe significación
estadística entre tratamientos (castrados a 30, 37 y 44 días de edad con respecto al
testigo enteros), por lo que aseguramos una homogeneidad estadística en
el incremento de peso, tanto de castrados a diferentes edades y enteros: es decir la
castración no induce a un mayor incremento de pesos, aunque en promedio los
castrados a 30 días adquieren un mayor incremento frente a 1os otros; pero sin embargo
la castración facilita el manejo ya que se evita las continuas peleas muy frecuentes sobre
todo a esta edad en los animales enteros.

CUADRO No. 36
PESO DE CARCASA POR TRATAMIENTO
Tratam. T1 (30 días) T2 (37días) T3 (44 días) T4 (testigo)
No. Orden
1 775 670 580 590
2 590 620 780 760
3 600 680 510 630
4 650 570 560 655
5 700 565 645 590
6 650 700 595 830
7 560 560 710 580
8 780 620 800 685
9 600 670 560 500
10 565 570 600 545
11 505 500 535 530
12 565 565 580 665
X 628.33 607.5 621.25 630

2. DEL RENDIMIENTO EN CARCASA

CUADRO No. 37
ANÁLISIS DE VARIANCIA DEL RENDIMIENTO DE CARCASA

F.V. S.C. G.L. C.M. Fc Ft


Entre Trat. 3,770.0 3 1,256.7 0.171 0.5 – 2.82
Dentr. Trat. 322,798.0 44 7,336.32 -- 0.1 – 4.26
TOTAL 326,568.0 47 -- -- --
C.V. = 13.8 %

Analizando los cuadros No. 36 y 37 observamos que no existe significación en el


rendimiento en carcasa entre los 4 tratamientos, por lo que aseguramos una
homogeneidad estadística en el rendimiento entre castrados y enteros, aunque en
promedio los enteros adquieren un mayor rendimiento (630 grs.), seguido por los
castrados a 30 días (628 grs.), cuya diferencia no es suficiente como para asegurar
superioridad. Expresando en porcentajes el rendimiento de carcasa, sin incluir vísceras,
para castrados a 30 días, 37 días, 44 días y testigo fue de 65.7%, 67.0 %, 66.5 % y
68.1 % respectivamente, llegando a superar los enteros a los castrados pero que
estadísticamente son iguales. El resultado de rendimiento para castrados es similar al
logrado por Zaldívar (1970) y el de enteros es superior al logrado por el mismo autor,
lo cual pueda deberse a la calidad de animales, a la edad de castración y a la forma de
alimentación practicada, los cuales superan en rendimiento tanto en castrados como en
enteros al logrado por Vergaray & Aliaga (1974) que fue de 60.19 % para castrados y
56.34 % para enteros, lo cual puede deberse a la calidad de animales, ya que para este
estudio se utilizó animales mejorados.

3. DE LA EDAD ÓPTIMA DE CASTRACIÓN

Analizando los cuadros No. 34 y 36 de incrementos de peso y rendimiento en carcasa


podemos asegurar que la castración puede practicarse en cualquiera de las edades
comparadas, pero el stress provocado por la castración aumenta con la edad; razón por
la cual aseguramos que cuanto más temprano sea la castración es mejor ya que se evita
las complicaciones provocadas por esta práctica y se aprovecha la etapa de mayor
crecimiento. Esta edad podría ser a los 30 días, en que recién los testículos bajan de la
cavidad inguinal a la bolsa escrotal.

4. DE LA DEGUSTACIÓN

La degustación en cuyes castrados versus enteros llevado a cabo el 25 de marzo de 1976


tuvo el siguiente resultado: de los 12 degustadores el 58.33 % se inclinaron por los
cuyes castrados y el 41.66 % se inclinaron por los cuyes enteros. Analizando esta
prueba podemos asegurar que la castración de los cuyes mejora la calidad de la carne y
por consiguiente su palatabilidad, resultado similar fue logrado por Vergaray & Aliaga
(1974) de 72.2% para castrados y 27.78 % para enteros.

5. DEL ESTUDIO ECONÓMICO

Se ha hecho un estudio económico minucioso y se ha permitido determinar el momento


óptimo de saca de los cobayos para el mercado (cuadros Nos. 38, 39 y 40),
considerando todos los costos que inciden en la producción animal.

6. DE LA EDAD ÓPTIMA DE SACA

Analizando el gráfico No. 5 podemos observar que la edad óptima de saca oscila entre
la 8va. y la l2va. semana de edad, en cuyo periodo la rentabilidad en promedio llega a
un 20.91 % y mas aún el incremento acelerado de peso hasta la 12 va. semana va
disminuyendo a partir de esta edad, el cual es similar al logrado por Tedeschi (1969),
quien evaluando dos edades de saca asegura que a partir de la 13va. semana el
incremento de peso disminuye. Así mismo, podemos observar en el mismo gráfico que
el punto de equilibrio (P.E.) se produce a la 5ta. semana de edad a partir del cual se
comienza a obtener un ingreso cuyo máximo llega a la 12va. semana de edad, luego del
cual comienza a descender.

CONCLUSIONES

1. Los incrementos de pesos logrados por los cuyes castrados (a 30, 37 y 40 días de
edad) y enteros, fueron de 60l.7grs., 547.5 grs., 586.3 grs. y 556.7 grs. respectivamente
y son similares estadísticamente.
2. La castración es factible a los 30, 37 y 44 días de edad, pero de preferencia, por las
pequeñas ventajas, mejor hacerlo a los 30 días de edad.
3. En la degustación el 58.33 % de los degustadores se inclinó por los castrados y el
41.66 % por los enteros. Por lo que aseguramos que 1a castración mejora la calidad de
la carne de cuy y por ende su palatabilidad.
4. El rendimiento de carcasa en los cuyes castrados a 30, 37 y 44 días de edad y el
testigo fue de: 65.7%, 67.0%, 66.5% y 68.1% respectivamente y son similares
estadísticamente.
5. En forma general los castrados y enteros lograron rendimientos de 66.4% y 68.1%
respectivamente.
6. Las edades óptimas de saca oscilan entre la 8va. y la l2va. semana de edad, en cuyo
periodo la rentabilidad llega a un 20.91%, por lo tanto conviene sacar en cualquiera de
estas edades comprendidas entre la 8va, y la 12va. semana de edad.
Gráfico 5
Cuadro No. 38 (aparte)
Cuadro No. 39 ( " )
Cuadro No. 40 ( " )

O. ALGUNAS CONSIDERACIONES SOBRE EL COSTO DE PRODUCCIÓN Y


LA EDAD DE SACA
Como se puede observar, el uso del concentrado en el engorde de cuyes representa más
del 30.0% del costo total de producción, por lo que cualquier sistema de manejo,
orientado a disminuir este porcentaje, repercutirá en un aumento de la rentabilidad de la
explotación.

Se ha ensayado, con buenos resultados, utilizar el concentrado en las últimas semanas


antes de la saca y sólo para el acabado. En el experimento se evaluaron 192 animales,
entre machos y hembras, y se aplicaron cuatro tratamientos durante los 90 días que
duró el ensayo.
T1 Alimentados con forraje + concentrado durante los 30 últimos días
T2 Alimentados con forraje + concentrado durante los 40 últimos días
T3 Alimentados con forraje + concentrado durante los 90 días de experimento
T4 Alimentados con forraje sin concentrado

Los resultados fueron los siguientes:

CUADRO No. 41
CONSUMO TOTAL DE FORRAJE POR ANIMAL EN KILOS
TRATAMIENTOS
T1 T2 T3 T4
Machos 34.490 33.420 29.042 36.406
Hembras 31.642 30.180 28.062 35.820

CUADRO No. 42
CONSUMO TOTAL DE CONCENTRADO POR ANIMAL EN KILOS
TRATAMIENTOS
T1 T2 T3 T4
Machos 0.528 0.585 1.150 0.0
Hembras 0.381 0.515 0.938 0.0

CUADRO No. 43
INCREMENTO DE PESO TOTAL DESDE EL DESTETE HASTA LA SACA POR ANIMAL EN
KILOS (PESO PROMEDIO AL DESTETE EN MACHOS: 0.250 Y EN HEMBRAS: 0.246)
TRATAMIENTOS
T1 T2 T3 T4
Machos 0.704 0.731 0.784 0.629
Hembras 0.588 0.625 0.683 0.552

CUADRO No. 44
EVALUACIÓN ECONÓMICA DEL ALIMENTO CONSUMIDO, EN LOS MACHOS, POR
CADA TRATAMIENTO Y POR CABEZA. (COSTOS CONSIDERADOS: FORRAJE: S/. 1,00
KILO, CONCENTRADO: S/. 25.00 KILO, PESO VIVO VENTA: S/. 130.00 KILO)
TRATAMIENTOS
T1 T2 T3 T4
Costo Forraje S/. 34.49 33.42 29.04 36.40
Costo concentrado S/. 13.20 14.55 28.75 0.00
Costo alimento S/. 47.69 47.97 57.79 36.40
Valor incremento de peso vivo 91.52 95.03 101.92 81.77
Diferencia en S/. 43.83 47.06 44.13 45.37
Rendim. Económico del alimento en % 91.90 98.10 73.36 124.64
(Dif/Cost. Alim.) 100

De la evaluación económica del ensayo, se puede deducir que el uso de concentrados


comerciales, los mismos que son caros en el mercado, no son recomendables en
animales para consumo, pudiendo utilizarse solamente forraje verde en el engorde de
cuyes o en todo caso sólo para el acabado y cuando los animales que se engordan son
poco o nada mejorados y no llegan a la edad de saca (3 meses) con el peso mínimo vivo
de 0.750 kilos.

Otra forma de disminuir los costos es elaborando concentrados propios, los cuales
pueden balancearse a bajos costos, considerando sobre todo que es posible utilizar
alimentos groseros y con alto porcentaje de fibra, debido a la alta tolerancia de fibra en
el alimento que puede soportar esta especie, particularidad que constituye una gran
ventaja en tos cuyes.

Recientemente se ha podido demostrar que el cuy tiene hábitos nocturnos, y que los
animales comen más de noche que de día, y cuando disponen de forraje de día y de
noche aumentan considerablemente su capacidad de consumo, posibilitando el engorde
exclusivamente a base de forraje verde.

Estos hábitos nocturnos de consumo en el cuy, constituyen una gran ventaja, la misma
que debe ser aprovechada en toda explotación, ya que permite eliminar el uso de
concentrados en el engorde para consumo y cuando los forrajes de que se disponen son
buenos, inclusive se puede adelantar el período de saca a 1os dos meses de edad en
lugar de tres, que es lo convencional.

En este ensayo de "Alimentación diurna y nocturna de cuyes para saca" se utilizaron 48


animales recién destetados (10 días) entre machos y hembras; los objetivos del trabajo
fueron:

a. Determinar el comportamiento del forraje (Rye Grass + Trébol) y concentrado


(Purina: Engordina), suministrados de día y de noche.
b. Evaluar los hábitos nocturnos en la alimentación de cuyes.
c. Establecer el comportamiento del concentrado en el acabado de los animales
d. Determinar la posibilidad de disminuir el período de engorde.

Los tratamientos puestos en estudio fueron:


T1 Cuyes alimentados a base de forraje sólo de día.
T2 Cuyes alimentados a base de forraje de día y noche.
T3 Cuyes alimentados a base de forraje de día + concentrado de día en las últimas 7
semanas.
T4 Cuyes alimentados a base de forraje de día y noche + concentrado de día y noche en
las últimas 7 semanas.

Los resultados fueron las siguientes:

Nótese cuadros No. 45 y 46.

Obsérvese que cuando los animales disponen de forraje durante el día y la noche,
incrementan su capacidad de consunto en más del 30 %; esta facultad permite al animal
completar sus necesidades nutritivas a base exclusivamente de forraje verde,
permitiendo un engorde rápido y económico sin usar concentrado, como se demuestra
en la evaluación económica del alimento consumido. (cuadro No. 47).
La evaluación económica del alimento utilizado en cada tratamiento, demuestra lo
dicho anteriormente, por lo tanto, de una manera general, y en tanto no se disponga de
concentrados baratos, la utilización de los mismos resulta menos rentable que cuando
los animales se engordan exclusivamente a base de forraje verde, por lo tanto cuando se
trata de animales para la saca éstos deben engordarse alimentándolos con forraje verde a
discreción durante el día y 1a noche.

Las curvas de crecimiento que se ofrecen para machos y hembras para cada tratamiento,
Gráficos No. 6 y No. 7, objetivan los resultados, y nos permiten inclusive poder
disminuir el período de saca a 2 meses de edad, época en que a juzgar por los
resultados, los animales alimentados de día y de noche están bordeando los 800 gramos
de peso vivo. De programarse la saca a la edad de 2 meses tal vez sería importante
contar con un concentrado barato para administrarlo durante las dos últimas semanas
previas a la venta.
P. MANEJO DE REPRODUCTORES

Se da el nombre de reproductor a todo animal que por sus cualidades sobresalientes, ha


sido seleccionado para empadrarse y producir descendencia.

Por manejo se entiende a todas las labores u operaciones que se realizan en los animales
para simplificar su atención en forma rápida y eficiente de manera de lograr una
máxima productividad en cada una de sus fases productivas.
Dentro de las fases productivas, la fase reproductiva es considerada como una fase
clave de la explotación, puesto que con un buen manejo de productores se garantizará el
desarrollo de la población de los animales en base a la selección de los mismos; otra
fase de gran importancia perpetuará los genes superiores y la aparición de individuos
capaces de mejorar la producción y por con siguiente 1a rentabilidad de la explotación.

1. RITMO DE CRECIMIENTO Y MANEJO DE DESTETADOS PARA


SELECCIONAR REPRODUCTORES

La precocidad, unida a la prolifidad, hacen de esta especie animal una de las más
importantes como fuente proteica al alcance de las grandes mayorías, sobre todo de
aquellas que pueblan las serranías del país y que crían estos animales para autoconsumo,
sin prestarle las atenciones necesarias de técnica y manejo apropiado, causales
principales de los bajos índices de producción animal.

Esta precocidad el cuy la manifiesta desde su nacimiento, pues nace provisto de pelos,
con los ojos abiertos y con extremidades tan bien implantadas y fuertes que pueden
caminar inmediatamente después alumbrados y, por si esto fuera poco, a las 3 ó 4
horas de nacidos ya están consumiendo forraje y concentrado, a más de la leche
materna, la que siendo de una calidad extraordinaria, como se objetiva en el Cuadro
No. 48, permite que los recién nacidos puedan duplicar su peso a las dos semanas de
edad.

CUADRO No. 48
COMPOSICIÓN DE LA LECHE DE CUY EN COMPARACIÓN CON OTRAS ESPECIES

Composición

Agua (%) Albuminoides (%) Grasa (%) Sales (%)

Cuy 41.11 11.19 45.80 0.57


Vaca 86.0 3.8 3.7 0.65
Yegua 89.0 2.7 1.6 0.51
Mujer 87.0 1.1 4.5 0.20

El peso al nacimiento varía desde 60 gramos hasta 145 grs., esta dispersión depende de
una serie de factores como: el tamaño de camada, el grado de selección alcanzado, el
manejo y alimentación de las madres en gestación, el estado sanitario de la colonia, etc.

Como una referencia el peso promedio a los 10 días de nacidos (edad de destete) para
machos y hembras en el Programa de Investigación en Cuyes, de la UNCP. (1977),
fue, en Kls.:

Machos Hembras
Camadas de 1 cría 0.260 0.250
Camadas de 2 crías 0.234 0,237
" “ 3 " 0.226 0.224
" " 4 " 0, 209 0.211
" " 5 " 0.192 0.198
" " 6 " 0.175 0.185
" " 7 " 0.158 0.172

El ritmo de crecimiento para machos y hembras que se objetivan en el Gráfico No. 8,


muestran curvas ascendentes y profundas hasta la edad de tres meses, edad en que la
curva disminuye su ritmo acelerado de crecimiento, por lo que la política de selección
debe estar orientada a conseguir anímales de mayor peso a esta edad, ya que se
considera los 3 meses como la edad más apropiada para la saca en machos, así como la
más óptimas para iniciar el empadre en hembras.
Resulta importante que el criador que se inicia seleccione bien sus reproductores, ya
qua de un buen pie de cría inicial depende mucho el éxito de la explotación; nótese en
las curvas que la diferencia de peso a los 3 meses de edad, entre animales mejorados y
no mejorados, es de más de 200 gramos de peso, diferencia que a la balanza define
prácticamente las posibilidades de ganancia o pérdida de la explotación.

Se ha especulado mucho en las aseveraciones que inciden en la poca rentabilidad de esta


especie, pero lo cierto es que ello ocurre cuando los animales que se explotan son poco
o nada mejorados y son criados sin ningún concepto de manejo técnico, ocasionando
fracasos y desmoralizaciones.
La adquisición de animales de garantía para iniciar una explotación o mejorar una ya
establecida, así como la constante evaluación de los mismos, de manera de efectuar
una evaluación y selección continua en el rebaño, debe ser preocupación principal del
buen criador. Un método práctico de selección de reproductores utilizando el peso vivo
y el tamaño de camada como características de evaluación que permita un avance
seguro de los promedios de estas características, se ofrece en el capítulo de selección y
mejora.

2. IDENTIFICACIÓN DE LOS REPRODUCTORES

La explotación que lleva registros por cada reproductor, contará con los recursos
necesarios para efectuar una buena selección de los mismos. Para ello resulta
indispensable individualizar los reproductores mediante sistemas que permitan
identificarlos fácilmente.

El sistema más seguro, pero también el más caro, es el uso de aretes metálicos
numerados y colocados en los pabellones de las orejas, puede utilizarse también cintas,
anillos o cualquier otro material siempre que sea de una dureza que no pueda ser roído
por los animales. Puede también utilizarse claves de piquetes en el borde del pabellón
de la oreja que ayudados por el color del manto, presencia de remolinos en el cuerpo,
color de ojos, número de dedos en las extremidades anteriores y posteriores, permiten
identificar al animal con cierta facilidad.

En algunos casos la identificación puede realizarse por grupos o por pozas, método de
utilidad en explotaciones comerciales donde el plantel de reproductores se evalúa por la
productividad alcanzada por cada poza.

3. MODO DE COGER A LOS REPRODUCTORES

Los cuyes son animales en los que las dos terceras partes de su peso corporal se ubican
en la región posterior (abdomen y cuartos traseros), esta particularidad debe merecer
atención de parte del criador, sobre todo cuando se desea coger al animal, para efectuar
alguna labor, más aún tratándose de hembras preñadas a fin de evitar abortos y muerte
del animal.

Para coger correctamente un ejemplar se debe seguir con la mano el desplazamiento del
animal en la poza, generalmente en círculo, acortando la distancia entre el animal y la
mano, hasta quitarle espacio contra la pared de la poza y cogerlo rápidamente alrededor
del perímetro torácico, detrás de la cruz e inserción de los miembros anteriores (Paleta),
luego se levanta al animal haciendo descansar su tren posterior en la palma de la otra
mano del operador. Es muy importante cumplir con esta última recomendación, pues
se han dado casos de muerte de animales por ruptura interna del diafragma, debido al
excesivo peso del tren posterior cuando éste no descansa en la palma de la otra mano del
operador.

4. LAS POZAS DE EMPADRE Y CRIANZA

Las pozas pueden ser fijas o móviles y construidas de barro, ladrillo, fierro, madera,
etc., pueden ser de uno o varios pisos y de forma rectangular, cuadrada o circular.

La forma más usual es la rectangular de un tamaño de 1.16 m. z 0.87 m. de ancho por


0.60 m. de alto pudiendo manejarse en cada poza de 10 a 12 hembras por cada macho
en empadre. La superficie es de 1.00 m2 y se emplea cuando las hembras paridas son
sacadas con sus crías después del parto a las pozas de lactancia hasta el destete.

Cuando las hembras después del parto permanecen con sus crías en la misma poza de
empadre, retirándose de ellas a las crías a la edad de destete (l0 días), deberá
aumentarse la superficie de la poza.

Las pozas de crianza y maternidad o lactancia son idénticas a las pozas de empadre y
como regla general puede aceptarse que un metro cuadrado permite albergar 10
animales adultos, de 15 a 18 destetados y 5 a 6 hembras paridas con sus respectivas
camadas.

Los machos pueden criarse juntos hasta la edad de 3 meses, pero pasada esta edad hay
necesidad de individualizarlos en pozas individuales de 0.30 x 0.40 m. porque pasada
esta edad, al criarse en grupos, pelean entre ellos, ocasionándose heridas, que infectan
rápidamente, produciéndose retardo en el crecimiento, y otras veces, muerte de los más
débiles.

5. ALIMENTACIÓN DE LOS REPRODUCTORES

Los futuros reproductores tanto machos como hembras, deben ser objeto de una primera
selección a la edad del destete (10 días). Una vez seleccionados, éstos deben ser
agrupados por sexos en lotes de igual edad para ser criados con forraje a discreción
durante el día y la noche, además de un buen concentrado ofrecido también a
discreción. Así son criados hasta los 3 meses de edad, época en que se efectúa la
segunda y definitiva selección y clasificación de acuerdo a calidades, para luego formar
grupos por clases y empadrarlos luego.

Tanto las hembras como los machos en empadre deben recibir una buena alimentación,
provista de forraje verde de buena calidad en el día y la noche y a discreción, así como
de concentrados para suplir sus necesidades nutritivas, sobre todo teniendo en cuenta
que son animales sometidos a una reproducción intensiva, pues la mayoría de ellos,
inmediatamente después de la parición se empadran en su celo post partum, y en plena
gestación ya se encuentran gestando una nueva camada, es así que este sistema de
empadre continuo permite lograr de 4 a 5 pariciones al año, pero para ello es necesario
que la hembra cuente con una alimentación de forraje bueno y concentrado durante toda
su campaña de trabajo reproductivo que por lo general no debe prolongarse a más de un
año o en algunos casos a lo más de un año y medio de explotación.

Un trabajo muy interesante de un comparativo de 4 sistemas de alimentación de


reproductores, realizado en el Programa de Investigación en Cuyes, de la UNCP, en
1970, se ofrece a continuación, y el mismo demuestra la bondad y la necesidad de usar
concentrados para suplir las necesidades nutritivas de las cuyes en reproducción.

Se ensayaron 4 tratamientos:

T1 Alimentación a base de alfalfa verde


T2 Alimentación a base de alfalfa verde + agua
T3 Alimentación a base de alfalfa verde + agua + concentrado
T4 Alimentación a base da alfalfa verde + agua + concentrado + vitaminas

El concentrado utilizado fue Layina de Purina con análisis garantizado de:

Proteína 16 %
Grasa mínimo 2%
Fibra máximo 6 %
E.L.N. 45 %

Las vitaminas empleadas: un compuesto de Vit. A, D, E y C. de nombre comercial


ROVISOL AD3 EC-ORAL, cuyo contenido en un litro era de: 50,000 U,I. por ml. de
Vit. A, 5,000 U.I. por ml. de Vit. D3, 30 U.I. por ml. de Vit. E y 100 mgr. por ml. de
Vít. C.

La dosis fue de 3 gotas por litro de agua para la bebida, renovable cada día; los
resultados fueron los siguientes:

CUADRO No. 49
TAMAÑO DE CAMADA, PESOS AL NACER, MORTALIDAD Y ANÁLISIS ECONÓMICO POR
TRATAMIENTOS
T1 T2 T3 T4
No. de crías por camada 2.5 1.5 2.66 4.4
Peso promedio de crías al nacer, en
Gramos 74.15 120.0 123.3 12l.6
Mortalidad de crías desde el nacimiento
hasta el destete l00 % 100 % 16.6 % 0.0 %

ANÁLISIS ECONÓMICO
Egresos por cada vientre S/. 44.33 45.00 64.29 70.38
Ingresos por madres y crías 28.28 28.00 78.80 l01.66
Pérdidas y Ganancias S/. -15.75 -l7.00 +13.51 +31.28
Los registros de peso de las madres en reproducción se objetivan en los gráficos Nos. 9
y 10, donde se pueden observar claramente que las hembras que no recibieron
concentrado durante el ensayo, disminuyeron considerablemente sus pesos a la edad de
empadre, degradación que agota prematuramente a la hembra ocasionando disminución
del tamaño de camada, muerte de sus crías y pérdidas económicas.

Un buen manejo de los reproductores se traduce en los pesos crecientes de la hembra


después de cada parto lo que se refleja positivamente en el tamaño y número de partos
al año y en el mayor número de crías destetadas por vientre al año.

6. SACA DE REPRODUCTORES
Los cuyes pueden vivir hasta un máximo de 8 años, sin embargo cuando ellos son
sometidos a reproducción intensiva los índices de reproducción disminuyen con-
siderablemente después del segundo año de explotación, por este motivo y por que la
crianza recomendada es precisamente la intensiva, se aconseja destinar a la saca a todos
los reproductores después del año o al año y medio de explotación reproductiva,
afortunadamente ello es posible debido al alto porcentaje de saca (315 %) de esta
especie, lo que permite también un alto porcentaje de reposición.

Una buena práctica consiste en evaluar la productividad de cada hembra y de cada poza
durante el primer año de producción, para el efecto se pueden usar tarjetas como se
ilustra en el Cuadro No. 50 donde se anota el récord de No. de nacidos, No. y peso de
crías destetadas por cada hembra y por toda la poza durante cada mes y en el año.

Cumplido el año de evaluación se seleccionan sólo aquellas hembras con los mayores
índices de productividad (mayores pesos totales destetados por año), y a éstas se las
explota por 6 meses más dedicando su descendencia para reemplazos del plantel de
reproductores. El resto de vientres con bajos índices de productividad serán destinados a
la saca.

La edad de saca de los machos debe ser similar a la de las hembras, sin embargo en
casos muy especiales y tratándose de anímales excepcionales, puede explotarse los
machos por más tiempo.

En explotaciones comerciales la evaluación puede hacerse por pozas, utilizando el


mismo modelo de tarjetas y reemplazando en el modelo el número de madre por el
número de poza; en este caso el descarte o la ampliación del período de explotación se
hacen por pozas íntegras.
CAPÍTULO III

INSTALACIONES

A. ESTUDIO COMPARATIVO DE LA CRÍA EN POZAS Y JAULAS


El cuye, animal sensible al frío, fue criado desde épocas muy antiguas en el suelo,
generalmente en las cocinas, donde en comunidad con el hombre ha prestado servicios
de incalculable valor como fuente de proteína animal en la dieta cotidiana, sobre todo
del antiguo poblador andino. Esta poca resistencia al frío, posiblemente, ha motivado
la creencia generalizada de que el cuye necesita de humo para reproducirse en
condiciones óptimas, lo que no es cierto, ya que en la actualidad se cría perfectamente
sin este elemento, pero sí en galpones bien abrigados para evitar mortalidad sobre todo
en los animales tiernos.

A1 ser llevado a Europa, dadas sus condiciones extraordinarias de sensibilidad, se


convierte en el animal por excelencia para pruebas de laboratorio y, entonces, también
por su gran poder de adaptación, es criado en jaulas de varios pisos, al igual que
ratones y ratas de laboratorio. Desde allí nos vienen los primeros estudios reportados
por científicos que, utilizando a este animal para pruebas en sus experimentos,
estudiaron también sus costumbres, parámetros fisiológicos, enfermedades, etc. Aun
siendo bastante poco estos estudios han sido de muchísima utilidad para quienes, en el
país, se preocuparon y se preocupan en crear una tecnología propia en la cría y
explotación racional de este magnífico roedor.

La poca experiencia que tenemos sobre la posible diferencia habida en la cría en jaulas
y pozas, ha motivado e1 presente trabajo comparativo, cuyos resultados damos en este
informe a manera de avance, ya que el ensayo continuará por un año más a fin de
contar con datos de mayor confianza.

No se tienen referencias sobre ensayos anteriores sino de simples afirmaciones, como


aquellas que dicen que la cría en jaulas disminuye la productividad de los reproductores
y lo afirmado por Pulgar Vidal, J. (1970) que dice . . . "Los curies enjaulados pierden
vigor, prolificidad y sabor en sus carnes" . . . "Hemos pretendido comer un guiso de
curies enjaulados que compramos en un criadero de Bogotá y ciertamente sus carnes
eran muy insípidas. En cambio consumimos con todo gusto unos curies procedentes de
Tulná y que nunca habían estado enjaulados".

MATERIALES Y MÉTODOS
Ubicación y duración. El presente trabajo se realizó en la Granja Agropecuaria de
Yauris de la U.N.C.P., sede del Convenio de Investigación en Cuyes M.A., ZAX y
UNCP-GAY., situada en el Departamento de Junín, Provincia de Huancayo, distrito de
El Tambo, a 3,200 m.s.n.m.

El experimento se inició en abril de 1974 y los datos recogidos corresponden a 8 meses


de evaluación; continuándose en la fecha el mismo ensayo, por lo que los resultados
que se dan a conocer vienen a ser un avance del experimento.

MATERIALES

Instalaciones. Se utilizó el galpón de cuyes del Convenio, que tiene un área de 240 m2
donde se crían 1,200 animales.

Animales. Se utilizaron 80 madres y 8 machos; ambos grupos formados por animales


jóvenes, aproximadamente de una misma edad y de un mismo peso; los animales
fueron proporcionados por el Convenio de Investigación en Cuyes.

Alimentos. Fueron criados con alfalfa y concentrado (Purina para aves), ambos a
discreción, tabulándose el consumo diario por diferencia.

Personal. A cargo del Convenio, se dispuso de una persona permanente para el control
y la toma de datos del ensayo.

Equipo. Estuvo constituido por:


1 jaula modelo "Redonda", de 2 pisos, con capacidad para 10 madres y 1 macho por
cada piso.
1 jaula modelo "Cuadrada" de 2 pisos, con capacidad para l0 madres y 1 macho para
cada piso.
2 pozas modelo "Redonda" con capacidad para 10 madres y 1 macho, cada una.
2 pozas modelo "Cuadrada" con capacidad para 10 madres y t macho, cada una.
20 maternidades, en piso, cuadradas
20 maternidades, en piso, redondas
20 maternidades, en jaulas, redondas
20 maternidades, en jaulas, cuadradas
1 balanza para las pesadas
Material de escritorio

MÉTODOS

Formación de lotes experimentales. Con las 80 madres disponibles, se formaron 8


grupos, randomizándolos por peso vivo, de manera de formar lotes homogéneos, de la
siguiente manera:

10 hembras en poza cuadrada x 2 repeticiones = 20


10 hembras en poza redonda x 2 repeticiones = 20
10 hembras en jaula cuadrada x 2 repeticiones = 20
10 hembras en jaula redonda x 2 repeticiones = 20
Total = 80

8 machos en total, utilizando uno por cada repetición.

Cuadro No. 51
NÚMERO DE NACIDOS POR PARTO Y POR TRATAMIENTO DURANTE EL ENSAYO

POZAS JAULAS
Cuadrada Redonda Cuadrada Redonda
1 4 2 2
2 1 3 3
2 4 2 3
2 2 3 1
3 3 2 3
5 3 3 3
4 3 2 1
3 2 2 4
4 3 3 3
3 2 2 3
2 2 2 3
2 2 3 2
1 1 2 1
2 3 2 2
2 2 3 3
2 3 3 2
1 2 3 2
2 2 2 3
1 3 3 2
2 3 4 1
1 2 4 2
2 3 2 2
2 3 3 2
2 3 2 2
2 3 1 3
3 2 2 1
3 2 2 4
4 3 1 2
3 1 1 2
4 3 2 1
1 2 2 1
1 4 2
1
3
2
3
Total de nacidos 83 81 73 71 308
Promedio de 2.30 2.53 2.35 2.21 2.35
nacidos/parto
Total de P = 164 J = 144 Total
nacidos/sistemas General
Total C = 156 R = 152
nacidos/modelos

P = Pozas; J = Jaulas; C = Cuadrada; R = Redonda

Las crías nacidas lactaban en maternidades, pozas o jaulas, según el modelo de su


procedencia; igualmente, las destetadas se criaban en pozas o jaulas según el modelo
que les correspondía hasta las 13 semanas de edad.

Factores estudiados: Sistemas: Pozas vs. Jaulas = 2


Modelos: Cuadrada y redonda =2
Tratamientos: 4
Diseño experimental: Arreglo Factorial 2 x 2

Sanidad. El ensayo se realizó sin problemas de sanidad, por lo menos hasta la toma de
datos que se publican en este avance.

Control de peso. Se realizó en madres antes del parto y al destete; en crías, al nacer, al
destete y a las 13 semanas.

RESULTADOS
(ver cuadro No. 51)

CUADRO No. 52
ANAVA DEL NÚMERO DE NACIDOS POR PARTO Y POR TRATAMIENTO
DURANTE EL ENSAYO
Fuente de SC GL CM Fc SIG
variación
Combinaciones 1.67 3 0.5566 -- No sig.
ERROR 98.18 127 0.7730

TOTAL 99.85 130

CV = 37.40

Interpretación cuadros 51 y 52: El número de nacidos durante el ensayo resulta ser


semejante para sistemas (jaulas vs. pozas) y modelos (cuadradas y redondas).

CUADRO No. 53
PESO TOTAL DE NACIDOS EN GRS. POR TRATAMIENTO DURANTE EL ENSAYO
POZAS JAULAS TOTAL
Cuadrada Redonda Cuadrada Redonda Blocks
I 4970 4795 3770 4575 18,110
II 4200 4320 3970 3510 16,000
Total 9170 9115 7740 8085
tratamiento
Total sistemas P = 18285 J = 15825

Total modelos C = 16910 R = 17200

CUADRO No. 54
ANAVA DE PESO TOTAL DE NACIDOS POR TRATAMIENTO DURANTE EL ENSAYO
Fuentes de SC GL CM Fc F.05 SIG
variación
Blocks 556513 1 556513 3.795 10.13 No sig.
Sistemas S 756203 1 756203 5.157 10.13 No sig.
Modelos M 10513 1 10513 --

Int. S.M. 20247 1 20247 --

ERROR 439862 3 146220

TOTAL 1783338 7

CV = 8.96

Interpretación cuadros 53 y 54: El peso total de nacidos en ambos sistemas (pozas y


jaulas) y para ambos modelos (redonda y cuadrada) resultan ser semejantes.

CUADRO No. 55
PESO PROMEDIO DE LAS MADRES EN GRS. PARA SISTEMAS Y MODELOS
POZAS JAULAS
CUADRADA REDONDA CUADRADA REDONDA
X de peso de las madres 932.36 961.09 923.70 900.00
No. de partos 36 32 31 32
X de peso madres para sistemas P = 946.72 J = 911.85
X de peso madres para modelos C = 928.03 R = 930.54
X de partos para sistemas P = 34 J = 31.5
X de partos para modelos C = 33.5 R = 32

El cuadro No. 55 no ha sido analizado estadísticamente, sin embargo, parece no existir


diferencia significativa en el peso vivo promedio alcanzado por la madre antes del parto
para Sistemas y Modelos.

CUADRO No. 56
PESO AL DESTETE PARA MODELOS DE POZAS
REDONDA CUADRADA
M H M H
410 340 360 290
400 330 280 280
380 385 340 215
430 305 385 280
415 335 250 350
430 330 340 310
400 380 275 425
350 315 400 430
410 370 405 335
380 335 340 375
Σ Xij 4,005 3,245 3,375 3,290 14,095
r 10 10 10 10

X 400.5 342.5 337.5 329.0

CUADRO No. 57
ANAVA DE LOS PESOS AL DESTETE PARA MODELOS DE POZAS Y SEXOS
Fuentes de SC GL CM Fc F.05 SIG
variación
Entre Trat. 31,812.5 3 10,604.16 5.176 8.60 No sig.
Dentro Trat. 79,887.5 36 2,048.39

TOTAL 111,700.0 39

CV = 12.80

Interpretación de los cuadros 56 y 57: No hay diferencia significativa en el peso al


destete para cuyes criados en pozas cuadradas o redondas.

CUADRO No. 58
INCREMENTO DE PESO SEGÚN MODELO DE POZAS (A LA EDAD DE SACA)
REDONDA CUADRADA TOTAL
M H M H Blocks
I 263 190 244 268 965
II 423 393 383 442 1641
Total Combin. 686 583 627 710 2606
Total Sexos M = 1313 H = 1293

Total modelos R = 1269 C = 1337

CUADRO No. 59
ANAVA DE LOS INCREMENTOS DE PESO PARA MODELOS DE POZA

Fuentes de SC GL CM SIG
variación
Blocks 49848.98 1 49848.98 **
Modelos 68.97 1 68.97

Sexos 457.53 1 457.53

Int. M x S 2831.34 1 2831.34

ERROR 1525.15 3 508.38

TOTAL 54727.97 7
Interpretación de los cuadros 58 y 59: No existe diferencia significativa en el
incremento de peso acumulado a la saca, en cuyes criados en pozas cuadradas o
redondas.

CUADRO No. 60
MORTALIDAD DE CRÍAS EN PORCENTAJE PARA JAULAS Y POZAS
DE MODELOS CUADRADAS Y REDONDAS
POZAS JAULAS
Redonda Cuadrada Redonda Cuadrada
Desde el nacimiento hasta el destete 7.40 9.63 11.26 15.06

Desde el destete hasta la saca 29.33 26.66 12.69 22.58

Desde el nacimiento hasta la saca 34.56 33.73 22.53 34.24

DISCUSIÓN

No se conocen estudios similares sobre cría en pozas vs. jaulas; en el presente


experimento las cuyes criadas en pozas y jaulas no presentaron ninguna diferencia
significativa entre ellas, comportándose, en general, de igual manera.

Se registraron 68 partos en pozas y 63 en jaulas, en e1 mismo período de tiempo, con


164 crías nacidas en pozas contra 144 crías nacidas en jaulas; el promedio general fue
de 2.35 crías por parto. A1 análisis de variancia no se encontró diferencia para el
número de crías ni en sistemas (pozas vs. jaulas) ni en modelos (cuadradas vs.
redondas).

Si bien no se encontró diferencia en el número de nacidos por cada tratamiento, se


pensó que el peso al nacer de los mismos podría haber sido influenciado por el manejo
de las madres en jaulas y pozas, sin embargo, al análisis estadístico tampoco se
encuentra diferencia significativa en el peso vivo al nacer de crías de madres manejadas
en pozas vs. jaulas, ni tampoco en modelos de ellas, sean cuadradas o redondas.

Las crías fueron cuidadas en maternidades cuadradas o redondas, sean jaulas o pozas,
según el tratamiento de donde provenía la madre; se analizó el incremento de peso vivo
de ellas al destete y también a la saca sin haber encontrado tampoco diferencia
significativa ni para jaulas vs. pozas ni para modelos de ellas, cuadradas vs. redondas.

Aparentemente las madres se manejaron mejor en pozas, donde inclusive pesaron


ligeramente más que las madres manejadas en jaulas (946.72 vs. 911.85 grs.).
Igualmente se notó que los primeros partos correspondieron a las pozas y el número de
ellas fue también ligeramente superior al número de partos de jaulas (68 vs. 63).

Aun cuando el modelo de la poza no acusa diferencia significativa, se notó que en las
pozas redondas las madres gestantes se encontraban más tranquilas, sin apiñarse en las
esquinas, como ocurría en las pozas cuadradas. Posiblemente este hecho, motivó el
ligero aumento de peso de las madres criadas en pozas redondas.

La mortalidad total de crías a la edad de saca fue superior en pozas; hasta el destete fue
superior para jaulas, lo que hace suponer que las jaulas ofrecen dificultad en el manejo
de las recién nacidas, probablemente por el piso de malla de alambre que tienen y tal
vez por lo menos abrigadas que son, en comparación con las pozas.

La no significación encontrada en el peso al nacimiento, por sistemas y por modelos,


se repite al destete y a la saca, y este hecho era esperado por la alta correlación
encontrada de peso al nacer y peso al destete y saca (Aliaga Rodríguez, 1974).

CONCLUSIONES

1. No existe diferencia significativa entre la cría de cuyes en jaulas y pozas. Para


ambos sistemas, el número de nacidos, el peso vivo de ellos, así como el incremento
de peso al destete y a la saca, resulta ser semejante. 2. Los modelos de
pozas y jaulas (cuadradas vs. redondas), se comportan en forma semejante en el manejo
de reproductores, crías y animales de saca.

RECOMENDACIONES

Perfeccionar el diseño de pozas, de tal manera que permita una fácil limpieza,
dotándolas de comederos funcionales para un mejor manejo de los animales.
B. CRIANZA EN GALPONES

Los galpones pueden ser construidos de adobe, ladrillo, quincha, carrizo, etc.,
dependiendo de la zona y del material disponible, de manera de contar con instalaciones
económicas y funcionales.

El diseño debe ser tal, que permita una buena ventilación y luminosidad interior, con
temperaturas que oscilen entre 15 ° a 18 °C y una humedad por debajo del 60 %, estos
parámetros se consiguen fácilmente en la sierra del Perú donde el clima es seco.

Cuando la temperatura sube a más de l8 °C, los animales se postran, disminuye la


habilidad de consumo, los incrementos de peso son bajos, aumenta la mortalidad y
disminuye el número de nacidos, por ello en la costa y sobre todo en el trópico el diseño
de los galpones debe contar con una ventilación y una luminosidad adecuada.

Las puertas, ventanas y pisos serán de materiales que brinden seguridad e impidan el
ingreso de animales extraños como ratas, ratones, zarigüeyas, comadrejas y otros
predadores.

El galpón será orientado haciendo cara al este, así el sol irá bañando en su recorrido,
primero la fachada y al atardecer la parte posterior del edificio, calentando así el
ambiente y la construcción, que en la noche cederá parte del calor recogido al interior
del galpón, contrarrestando así el frío nocturno. Es conveniente que el edificio disponga
de amplios aleros, sobre todo en zonas lluviosas, para resguardar las paredes de la
humedad por efecto de la lluvia. Cuando se trata de instalaciones para explotaciones
comerciales, donde la mano de obra es cara y su ahorro representa una gran economía,
vale la pena construir en el piso un alcantarillado que permita conducir al exterior las
deyecciones de los animales acumulados en el piso del galpón, el mismo que puede ser
lavado con mangueras de agua a alta presión.

Para la cría de los animales, ya en el interior del edificio, se puede optar el uso de las
jaulas o de las pozas.
Respecto a las jaulas, aún cuando parezca fácil su construcción, difícilmente se
encuentran las que reúnan las condiciones deseadas. Estas deben ser de materiales que
no puedan ser roídos por los animales, teniendo la madera esta gran limitación,
debiendo ser reemplazada por el fierro que tiene el inconveniente de ser muy caro.

El piso de la jaula debe ser de malla de alambre que permita el pasaje del excremento a
una bandeja colectora de metal, para facilitar su limpieza, estas bandejas pueden
rociarse con aserrín para hacer que 1as deyecciones líquidas se empapen en él y eviten
discurrir por el piso.

El piso de malla de alambre de las jaulas debe ser de dos dimensiones: Cuando se trata
de maternidades donde se manejan recién nacidos las cocadas serán de un cuarto de
pulgada, pues cuando son más grandes, los corvejones de los recién nacidos se traban
en los huecos ocasionando heridas, tumefacciones y algunas veces hasta pérdida del
miembro posterior. Cuando se trata de pozas de crianza y empadre las cocadas serán de
media pulgada cuadrada.

Las jaulas deben ser portátiles, ya que se facilita la disposición de los animales por
clases y se facilita la limpieza. De este modo se pueden agrupar los animales por:
empadres, maternidades, destetes, saca, etc., situándolos en el galpón o bien aleján-
dolos en cuarentena cuando se trata de animales recién adquiridos. En el caso de
limpieza o desinfecciones de los mismos, estas jaulas una vez desocupadas, pueden
sacarse al exterior para su limpieza, lavado y desinfección, donde inclusive pueden
dejarse por unos días a pleno sol, bactericida éste barato y eficiente.

En aquellas jaulas construidas de fierro, es muy útil y eficaz la utilización de un


lanzallamas para realizar una buena y eficiente desinfección.

Las pozas, suplen a las jaulas con algunas ventajas y también desventajas, pueden ser
construidas de madera, ladrillo, carrizo, eternit, barro, adobe, champa, etc. Son más
fáciles de limpiar, sobre todo en aquellas que se pueden lavar con agua a presión y
utilizar lanzallamas para su desinfección, ahorrándose mano de obra en comparación
con el uso de jaulas. Igualmente la administración de alimentos es más fácil en pozas
que en jaulas y se facilita el manejo de los animales formando grupos homogéneos,
fáciles de coger y cambiar de pozas, facilitándose la selección.

Las desventajas se pueden resumir en el hecho de necesitar más áreas de galpón para el
mismo número de animales y de precisar de camas de aserrín, coronta molida, paja u
otro material para evitar la humedad, materiales que se hace cada vez más difícil de
adquirir.

Un diseño de pozas que viene dando buenos resultados, es formando callejones de


ladrillo, con un ancho de 0.87 m. y una altura de 0.60 m. dispuestos a todo el ancho del
galpón, dejando pasadizos para el manejo de los animales tal como se ilustra en el
dibujo siguiente:

Estos callejones, así construidos servirán en forma alternada de pozas y pasadizos, con
la ventaja de que las pozas se arman con divisiones de madera que permiten agrandar o
achicar la poza según la necesidad. Cuando se requiere hacer la limpieza se quitan las
divisiones, y los callejones que fueron pasadizos se transforman en pozas y los que
fueron pozas en pasadizos, que se limpian con mucha facilidad.

Puede también proveerse a estos callejones de pisos de malla de alambre y evitar el


inconveniente del uso de camas.
C. CRIANZA AL PASTOREO

Recientemente, en el Programa de Investigación en Cuyes de la UNCP, el autor viene


perfeccionando un sistema de crianza en el campo, utilizando pozas portátiles de 1.16 m
por 0.87 m de lado por 0.60 de alto, construidas con paredes de madera o mapresa,
provistas de techo de eternit y con piso de malla metálica de cocadas de una pulgada
cuadrada.

Estas pozas se colocan en el potrero de pasto en estado de corte; los cuyes consumen el
forraje a través de la malla del piso, dejando el forraje que corresponde al área de la
poza, cortado prácticamente al ras; las pozas se van cambiando de sitio a medida que el
pasto es consumido. En los campos de la UNCP se están utilizando mezclas de Rye
Grass y Trébol, cambiando de sitio a las pozas en dos turnos al día, a las 6 a.m. y 6 p.m.
de cada día.

El sistema, hasta la fecha y a juzgar por los resultados, viene comportándose


magníficamente bien, con una serie de ventajas con respecto al sistema convencional de
crianza en galpones, entre las que se pueden enumerar las siguientes:

l. Disminución de los costos de producción.

De estos costos pueden enumerarse hasta tres:

a. Instalaciones fijas, como galpones, corrales, etc., que ya no son necesarios en este
sistema, las mismas que, sobre todo en la sierra, resultan sumamente caros.
b. Ahorro de la mano de obra adicional, que supone el costo, transporte, conservación y
entrega del forraje a los animales criados en galpones, lo que no es necesario en la cría
al pastoreo, por cuanto ellos consumen el forraje cortándolo a través de las mallas.
c. Ahorro del costo del material para las camas, el transporte de las mismas y la mano
de obra necesaria para la limpieza periódica de las pozas en el galpón. Además el
desperdicio de forraje que no es consumido en los galpones, el mismo que tiene que
extraerse junto con la cama, es nulo en el campo al pastoreo, puesto que el forraje que
no se consume queda en el campo sin ser cortado por los animales.

2. Mejor aprovechamiento de los hábitos nocturnos del cuy

Se ha visto en el capítulo de Reproducción (Edad de saca), que el cuy consume más de


noche que de día y los animales alimentados de día y de noche incrementan
significativamente su habilidad de consumo, acumulando mejores pesos a la saca y
posibilitando inclusive esta saca a la edad de 10 semanas a base exclusivamente de
forraje. Cambiando de sitio las pozas a las 6 a.m. y 6 p.m. todos los días, se logra este
objetivo cuidando tan sólo de calcular bien el número de animales por poza, de manera
de contar con el número ideal que no permita desperdicio ni falta de forraje para cada
poza en el tiempo indicado. De esta manera los animales consumen el forraje que
necesitan en el día y la noche, aumentando considerablemente la cantidad ingerida y
permitiéndole al criador prescindir del uso de concentrados en la producción de
animales de saca. De igual manera las madres en reproducción, al consumir mayor
cantidad de forraje requieren menor cantidad de concentrado para suplir sus necesidades
nutritivas.

3. Retribución del cuy al potrero en forma de estiércol

Los animales alimentados en el mismo potrero, devuelven al campo en forma de


estiércol, todo lo que no es asimilado y extraen de él sólo el forraje que representa su
incremento de peso diario. Este abonamiento natural en forma de deyecciones líquidas y
sólidas, no le cuesta nada al criador y se hace en una forma tan racional y perfecta que
difícilmente podría repetirse en forma igual a mano. Resulta así que un animal que
consume 350 gramos promedio por día de forraje; incrementa su peso en 10 gramos por
día, excretando la diferencia en forma sólida y líquida la misma que devuelta al campo
ejerce su acción benéfica en una mayor producción de forraje y sobre todo en un
mejoramiento progresivo del suelo, el que manejado así por espacio de 3 a 4 años
recibiría aproximadamente de 50 a 80 toneladas anuales de estiércol por hectárea, lo
que significa una ventaja más del sistema de crianza al pastoreo, el mismo que deja una
posibilidad de mejoramiento de nuestros suelos peruanos sobre todo en la sierra y costa
donde la deficiencia de materia orgánica es bastante notoria.
4. Menor mortalidad y mejores records de producción

El hecho de efectuar con las pozas dos cambios de sitio al día en el potrero, permite
mantener dentro de la poza una higiene óptima, que unida a la ventilación del campo
abierto ofrecen un hábitat ideal para los animales, lo que se traduce en una menor
mortalidad y mejores records de producción, por otro lado parece que el sol, potente
bactericida, ejerce una acción benéfica constante en el campo, disminuyendo
significativamente la presencia de enfermedades. Conviene destacar el hecho de que en
los galpones de crianza de la UNCP se han tenido brotes de salmonellosis, que han
obligado a efectuar controles periódicos en los animales, enfermedad ésta que hasta la
fecha no se ha presentado en los animales criados al pastoreo.

Los mejores records de producción se muestran en los resultados de dos grupos de


animales criados uno en galpón y el otro en pastoreo, desde el destete (10 días) hasta la
saca (90 días) tanto en machos como en hembras, Cuadro No. 61 y Gráfico No. 11,
donde puede verse que el peso promedio alcanzado a la saca es superior en el sistema al
pastoreo e inferior en el galpón; igualmente la mortalidad es significativamente menor
en el sistema al pastoreo, lo que hace que la rentabilidad sea superior en la crianza al
pastoreo.

Las hembras empadradas en este sistema y comparadas con las empadradas en el


galpón, también muestran mejores records de producción, Cuadro No. 62, como son:

1. En la descendencia. Mayor tamaño de camada y por consiguiente mayor número de


crías por parto y por poza, menor mortalidad en crías hasta el destete, mayor
porcentaje de crías logradas al destete, y mayor peso promedio por cabeza al destete, o
sea una amplia superioridad para el sistema de crianza al pastoreo.

2. En las madres de reproducción. Por el record de pesos promedios a través de la


campaña hasta el segundo parto, obsérvese las curvas en el Gráfico No. 12, se puede
asegurar que el sistema al pastoreo permite a las madres en reproducción un manejo
satisfactorio, por cuanto los pesos al empadre siguen una curva ascendente y no se
notan caídas, que vienen a ser las causales de baja en la productividad.
El sistema de crianza al pastoreo, ofrece grandes perspectivas de hacer más rentable la
explotación de cuyes en la sierra del país, donde se viene ensayando su aplicación,
dejando abierta la posibilidad de ensayarse también en la costa y selva del país.

CUADRO No. 61
RESULTADO DE LA CRIANZA DE MACHOS Y HEMBRAS
AL PASTOREO VS. GALPÓN

DATOS EVALUADOS PASTOREO GALPÓN DIFERENCIA


HEMBRAS
No. de hembras desde el destete hasta el empadre 48 48 0
Pesos iniciales al destete 245 246 1
Pesos a los 3 meses 850 821 29
No. de muertos 0 2 2
Consumo diario promedio de forraje (grs.) No eval. 347
Consumo diario promedio de concentrado (grs.) 17 13 4
Peso total para la venta en kgs. 40.8 37.7 3.1
MACHOS
No. de machos desde el destete hasta el empadre 48 48 0
Pesos iniciales al destete 250 250 0
Pesos a los 3 meses 950 868 82
No. de muertos 0 7 7
Consumo diario promedio de forraje (grs.) No eval. 379
Consumo diario promedio de concentrado (grs.) 21 17 4
Peso total para la venta en kgs. 45.6 35.6 10
CUADRO No. 62
RESULTADOS DE LA PRIMERA PARICIÓN DE HEMBRAS EMPADRADAS AL PASTOREO
VS. GALPÓN

DATOS EVALUADOS PASTOREO GALPÓN DIFERENCIA


REPRODUCTORES
No. de hembras en reproducción 40 40 0
No. de machos en reproducción 4 4 0
Peso vivo promedio al empadre, de madres (grs.) 850 818
Peso vivo promedio de madres al primer
parto (grs.) 1082 1065
Peso vivo promedio de madres al primer
destete (grs.) 1108 1145
Peso vivo promedio de madres al segundo
destete (grs.) 1070 1102
DESCENDENCIA
No. total de nacidos en et primer parto 143 126 17
Tamaño promedio de camada 3.57 3.15 0.42
No. de crías muertas hasta el destete 7 15 8
Porcentaje de mortalidad hasta el destete 4.89 11.90 7.01
No. total de destetados 136 111 25
Porcentaje de logrados hasta el destete 95.10 88.09 7.01
Peso promedio al destete, 10 días (grs.) 212.10 179.80 32.3
Peso total producido al destete en kgs. 28.845 22.566 6.190
CAPITULO IV
NUTRICIÓN
Armando Borja Cueva

A. NUTRICIÓN DE LOS CUYES

Como en las demás especies animales, la nutrición juega un rol primordial en la


explotación de los cuyes, tal circunstancia se vuelve más decisiva a causa de que el cuy
crece con más velocidad en relación con el peso de su cuerpo que los animales
domésticos mayores, y producen descendencia a más temprana edad, (actores que están
siendo acentuados en la moderna producción intensiva. De este modo resulta de
especial importancia el conocimiento de las necesidades nutritivas de manera que las
raciones que se suministran en las diferentes etapas contengan todos los nutrientes
necesarios.

En el presente capítulo se da información sobre requerimientos nutritivos del NAS-NRC


(1966) y de trabajos realizados en los diferentes centros de investigación existentes en el
Perú.

NECESIDADES NUTRITIVAS ESPECIFICAS

Las necesidades nutritivas de los cuyes varían según las etapas: lactancia, crecimiento
y reproducción. Las raciones para el acabado, o sea en el último periodo de engorde
deben ser distintos al de las etapas indicadas. No obstante, existen ciertos requisitos
nutritivos básicos para todas las etapas o períodos.

Estos requerimientos son:

1. Una provisión suficiente de proteínas de buena calidad para el mantenimiento y la


formación del tejido muscular.
2. Cierta cantidad de alimentos energéticos para su mantenimiento y terminación.
3. Los minerales necesarios para la estructura corporal y los procesos fisiológicos
normales del cuerpo.
4. La vitamina esencial para el crecimiento y bienestar del animal.
5. Agua.

Las necesidades de principios nutritivos para los cuyes se hallan resumidos en el cuadro
No. 63 de la NAS-NRC los cuales constituyen datos suficientemente dignos de
confianza.

CUADRO No. 63
NIVELES SATISFACTORIOS DE NUTRIENTES PARA EL CRECIMIENTO
DE CUYES (1)

NUTRIENTES POR Kg. DE


ALIMENTO

PROTEÍNA TOTAL % 20 -30


ENERGÍA NDT % 65-70
FIBRA % 6 -18
MINERALES;
Calcio % 1.2
Fósforo % 0.6
Magnesio % 0.35
Potasio % 1.4
Cobalto (2)
VITAMINAS;
β Caroteno mg. 12
Vitamina D (3) No requerido
α Tocoferol, mg. (60)
Vitamina K, mg. 10
Ácido Ascórbico, mg. (200)
Tiamina, mg. 16 (6)
Riboflavina, mg. 16
Vitamina B6, mg. 16 (4)
Niacina, mg. 50 (20)
Ácido pantoténico (20)
Biotina No requerido
Ácido fólico, mg. 10 (6)
Colina g. (1.5)
Vitamina B12 (4)
Inositol No requerido

(1) Los valores que no están encerrados en paréntesis son estimados de varias
fuentes, de varias dietas adecuadas, por lo que probablemente haya un exceso a
sus requerimientos reales. Los valores en paréntesis son estimados tentativos,
de los requerimientos mínimos y no contienen márgenes de seguridad.
(2) 0,002 mg. (Basado en el contenido de cobalto de la vitamina B12 que es
adecuada para mantener el máximo crecimiento).
(3) La vitamina D puede ser requerida en dietas con relaciones insatisfactorias de
calcio/fósforo.
(4) Con un contenido adecuado de cobalto en la dieta, la síntesis bacterial en el
tracto intestinal probablemente aporte la vitamina B12 requerida.

1. NECESIDADES DE PROTEÍNAS

Los requerimientos de proteínas son de gran importancia para el mantenimiento y


formación de los tejidos corporales. El cuy responde bien a las raciones con 20% de
contenido proteico cuando éstas provienen de dos o más fuentes; sin embargo se han
reportado raciones con 14 y 17% de proteínas, que han logrado buenos incrementos de
peso con raciones de alto contenido proteico.

El NAS-NRC (1966) menciona que un nivel de 20% de proteína en la ración de una


mezcla de proteínas bien balanceadas es adecuada para satisfacer los requerimientos de
crecimiento de los cuyes. Sin embargo, cuando se aporta una proteína simple tal como
caseína o soya, se requiere un nivel de 30 a 35% para promover el máximo crecimiento.
Si a la caseína se le suplementa con L-arginina (1% en la dieta) y a la proteína de soya,
con D, L-metionina (0.5% en la dieta), un nivel de 20% es adecuado. Los
requerimientos para producción y lactancia no han sido determinados.
Wheat y otros ( 1962), utilizando cuyes provenientes de doce líneas consanguíneas, y 2
raciones conteniendo 14 y 23% de P.T.; hallaron que los cuyes alimentados con 14% de
P.T. obtuvieron mayores ganancias de peso, aumentaron su consumo de alimentos y
fueron más eficientes (p >0.01), que aquellos que tuvieron 23% de P.T. en su ración.

Esh y Battacharya (1967) demostraron que un nivel de 10% de P.T. produjo pérdidas de
peso, disminuyendo éstas a medida que se elevaba el nivel de vitamina C, hasta
lograrse pequeñas ganancias de peso. Pino (1970) en un experimento realizado en
Huancayo no encontró deficiencias entre raciones que aportaban 14, 17 y 20% de P.T.
pero sí fueron superiores a aquellos con 23% de P.T.

Huacho (1971) no encuentra diferencias significativas en cuyes destetados y criados por


8 semanas con concentrado y forraje que aportaban 15.5 a 18% de proteína en la dieta
con una ganancia de 6.16 a 6.75 gr. por día y con una conversión alimenticia de 7.67 a
8.26. Mercado (1972) encuentra que con 66% NDT la respuesta de los cuyes a niveles
de 17.21 y 26% de proteína produce mejores conversiones alimenticias y ganancia de
peso estadísticamente superiores en los tratamientos con 17 y 21 frente a 26% de
proteína, y que el consumo de concentrado estuvo en relación inversa con el contenido
proteico de las dietas.

Slade y Hintz (1969) encuentran que el cuy es menos eficiente en la digestión de la


proteína cruda que los caballos, ponies y conejos para alfalfa y alfalfa peleteada con
mezcla de granos, encontrando valores de 69 y 73% de coeficiente de digestión con una
diferencia de 5 a 6% con respecto a las otras especies mencionadas.

Slade y Robinson (1970) mencionan que los cuyes son menos eficientes en la digestión
de la proteína cruda que el caballo y conejo, y que el cuy es susceptible a dietas
deficientes en proteínas y mueren bajo condiciones de privación crónica de lisina.

Ninanya (1975) encontró coeficiente de digestibilidad aparente de la proteína para


harina de heno de alfalfa, afrechillo, maíz y harina de pescado de 50, 78, 91 y 100%
respectivamente; comparados con la literatura para ovinos se tiene 64, 83, 79 y 84%.
De estos últimos trabajos se podría decir que el cuy digiere la proteína de los alimentos
fibrosos (forrajes) menos eficientemente, y de los alimentos energéticos y proteicos
sería mayor su utilización comparando con los rumiantes, debido a su fisiología
digestiva de tener primero una digestión enzimática en el estómago y luego microbiana
en el ciego o colon.

Chávez y Aliaga (1971) en función a lo enunciado anteriormente, en un estudio sobre el


comportamiento de la harina de retama, harina de sangre, maíz amarillo y concentrado
comercial en la alimentación de cuyes logran igual comportamiento en las tres raciones
estudiadas de 21.02, 23.17 y 15g de proteína total. Esta respuesta animal
prácticamente es muy parecida a los logrados por los otros autores anteriormente
enunciados.

2. NECESIDADES DE ENERGÍA

La energía es otro factor esencial para los procesos vitales necesarios de los cuyes. Una
vez que estos requerimientos han sido satisfechos, el exceso de energía se almacena
como grasa dentro del cuerpo.

Las principales fuentes de calor y energía en las raciones son los hidratos de carbono y
las grasas de los alimentos. Los hidratos de carbono que forman e1 75% de la materia
seca en la mayoría de las plantas, son los principales nutrientes más abundantes de todos
los alimentos comunes y se hallan en gran proporción en los granos de cereales y
subproductos.

El cuy bajo condiciones normales consume gran variedad de hidratos de carbono, pero
las necesidades cuantitativas y cualitativas para los diferentes carbohidratos no han sido
determinados. La mezcla de carbohidratos de los forrajes contiene una combinación de
azúcar, dextrina, almidón, hemicelulosa, celulosa y lignina (NAS-NRC-1962). El
contenido de carbohidratos en las raciones balanceadas debe variar entre 38-55%,
tratando siempre que el NDT sea de 65 a 70% (Mercado y el NAS-NRC, 1962).
Carrasco (1968), compara raciones con 62.6 y 70.8% de NDT (calculando de tablas
para ovinos y vacunos) y encuentra que el mayor nivel energético es superior
estadísticamente en promover las ganancias de peso.

Zaldívar y Vargas (1969) encuentran que la adición de 20% de azúcar refinada


adicionada a un concentrado comercial promueve mayor ganancia de peso y eficiencia
de utilización de los alimentos.

Barbieri (1970) empleando raciones con 62, 63 y 65% de NDT no encontró diferencias
significativas en las raciones empleadas. Luego Mercado (1972) concluye que el 66%
de NDT es superior a 58% de NDT del concentrado en promover el crecimiento del cuy
recién destetado, con un aporte diario de 80 gr. de alfalfa verde por día.

A mayor nivel energético de la ración la conversión alimenticia (C.A.) mejora, así el


trabajo de Mercado (1972) encuentra para 58% NDT del concentrado una C. A. de
12.46 y para 66% NDT una C.A. de 8.03 y para concentrado más forrajes (alfalfa verde)
18.96 y 12.86 respectivamente para ganancias de peso diarios durante 8 semanas de:
2.76 y 4.16 gr.

Afuso (1975) ofreciendo una dieta de maíz-soya suplementada con D.L-metionina y con
8% de coronta además de aportar diariamente 50 gr. de alfalfa y agua con 1 gr. de ácido
ascórbico por litro; encuentra consumos de 22.61 y 30.14 gr. de materia seca día con
una conversión entre 2.80 y 3.29 para ganancias de peso entre 10.21 y 7.17 gr. por día;
esta dieta aportaba 72% de NDT y 16.8% de P.T.

En cuanto a valoración de alimentos en aporte de NDT para cuyes se tiene el trabajo de


Ninanya (1975) quien encuentra valores de 56.6, 67.4, 71.4 y 76.2 para harina de heno
de alfalfa, afrechillo, harina de pescado y grano de maíz molido.

Chávez y Aliaga (1976), comparando tres raciones de 68.4, 79.4 y 63.3% de NDT,
logran igual respuesta animal al alimentar cuyes destetados a 14 días durante 90 días de
experimento. Los incrementos de peso total para las 3 raciones fueron de 333.8, 321.3
y 342 gr. respectivamente, en el que se nota que un mayor nivel energético con un
mayor nivel de proteína no promueve mayor ganancia de peso.
3. NECESIDADES DE FIBRA

La fisiología y anatomía del ciego del cuy, soporta una ración conteniendo un material
inerte, voluminoso y permite que la celulosa almacenada fermente por acción
microbiana, dando como resultado un mejor aprovechamiento del contenido de fibra
(REID y otros).

Se ha demostrado también muy extensamente que los cuyes crecen mejor con forraje en
su ración, y bajo ciertas condiciones se ha demostrado que crecen casi bien sin forraje
en la ración (NAS-NRC, 1966). El contenido de fibra de las raciones varían de 9 a
19%, y con dietas purificadas los mejores resultados se han obtenido con la inclusión
de 15% de material voluminoso como goma arábica, celulosa o celofán.

En las raciones de varios trabajos experimentales realizados en el país considerando el


aporte del forraje y concentrado se tiene valores desde 18% de fibra (Alfaro, 1973) con
conversión alimenticia de 8.5 para ganancias día de 7 a 8 gr. La investigación de
Huacho (1971) quien trabajando con raciones da 10.6 a 5.6% de fibra considera
ganancias de peso de 6 a 7 gr. por día con conversión alimenticia de 7 a 8.

Slade y Hintz (1969), encuentran que los cuyes son más eficientes en la digestión del
extracto libre de nitrógeno de la alfalfa que los conejos y que digieren la materia
orgánica y fibra cruda tan eficientemente como los caballos y Ponies con un valor de
38% mientras que los conejos llegan sólo a un 16.2% de coeficiente de digestibilidad;
Ninanya (1975) encuentra valores de coeficiente de digestibilidad para harina de heno
de alfalfa, afrechillo y maíz grano molido de 40.71, 60.11 y 59.06 respectivamente, lo
que indica que los cuyes tienen una alta utilización de la fibra principalmente por la
digestión microbiana realizada al nivel del ciego y colon (Esquerre, Valenzuela,
Candela, 1974) produciendo ácidos grasos volátiles que podrían contribuir
significativamente a satisfacer los requerimientos de energía de esta especie.

Chávez y Aliaga (1976) en un estudio de alimentación de cuyes con raciones de 12.75,


14.99 y 6% de fibra, logran incrementos de peso estadísticamente iguales, habiendo
utilizado en las dos primeras raciones 30 y 40% de harina de retama respectivamente.
De lo cual podemos analizar que los cuyes utilizan muy bien insumos de alto contenido
de fibra, merced a su fisiología digestiva propia que le permite digerir materia orgánica
y fibra tan eficazmente.

4. NECESIDADES DE GRASA

El cuy tiene un requerimiento (NAS-NRC, 1966) definido para ácidos grasos


insaturados en la dieta. La carencia de grasa y ácidos grasos insaturados produce un
retardo en el crecimiento, desarrollando un síndrome que es caracterizado por der-
matitis, pobre crecimiento del pelo, úlceras en la piel, pérdida del pelo y anemia mi-
crocítica. Sintomatología corregible por la inclusión de grasas que contengan ácidos
grasos insaturados o ácido linolceico en una cantidad de 4 gr/kg de ración. El aceite de
maíz a un nivel de 3% permite buen crecimiento sin dermatitis. Para animales en
reproducción no se ha establecido sus requerimientos. Los cuyes no son aptos para
utilizar las grasas duras.

5. NECESIDADES DE MINERALES

El cuy como otros herbívoros está acostumbrado a una alta ingestión de minerales
(Woolley y otros).

Los elementos minerales tales como el calcio, potasio, sodio, magnesio, fósforo y cloro
son necesarios para el cuy, pero sus requerimientos cuantitativos no han sido bien
determinados y se muestra en el cuadro No. 63. Presumiblemente sean necesarios el
fierro, magnesio, cobre, zinc y yodo. El cobalto es probablemente requerido para la
síntesis intestinal de vitamina B12 si la dieta no la contiene.

Maynard y otros (1958) demuestran que las dietas deficientes de magnesio, calcio y
fósforo no son tan dañinas como aquellas deficientes en sólo magnesio.

Afuso (1975), estudia el incremento de fósforo en una ración basal con 0.33% de
fósforo añadiendo harina de hueso, roca fosfatada de bayóbar y la mezcla de ambas
para llegar a niveles de 0.5l%, 0.68% y 0.86% de fosfato total con una relación
calcio/fósforo de 2:1. Alimentando cuyes machos de 14 ± 3 días no encuentra
diferencia significativa entre niveles pero sí entre fuentes, siendo mejor la combinación
de harina de huesos y roca fosfatada pero sus crecimientos fueron iguales a la ración
con 0.33 g de fósforo. Concluye manifestando que el requerimiento de fósforo total por
los cuyes de crecimiento sería 0.51% tomando en cuenta los criterios de ganancias de
peso, conversión alimenticia y porcentaje de cenizas en los huesos.

Es de importancia en la actividad de cada elemento la relación C:P de la dieta, al


respecto se encontró que un desbalance de estos minerales producía una lenta velocidad
en el crecimiento, rigidez en las articulaciones por alta incidencia de depósitos de
sulfato de calcio en los tejidos blandos con alta mortalidad.

6. NECESIDADES DE VITAMINAS

6.1. VITAMINAS LIPOSOLUBLES

6.1.1. Vitamina A

Los síntomas de una deficiencia de vitamina A en los cuyes son: cese del crecimiento,
pérdida de peso, xeroftalmia y muerte. Los requerimientos cuantitativos de vitamina A
por el cuy no han sido determinados. La capacidad del cuy para almacenar esta
vitamina es variable y escasa, por lo que su buena salud depende de la frecuencia de
ingestión de vitamina A, habiéndose demostrado que a las 24 horas, sólo el 6% de la
vitamina suministrada se encontraba en el hígado de los cuyes, contra el 71%
encontrada en ratas. Bentley y Morgan (1945) encuentran que la ingestión de 2 mg. de
vitamina A por kg. de peso vivo en animales deficientes produce un almacenamiento en
el hígado en cantidades significantes. Las necesidades para esta vitamina son
normalmente satisfechas por la ingestión de Caroteno, constituyente normal de la
ración a base de forrajes principalmente.

6.1.2. Vitamina D
Cuando el nivel de calcio y fósforo de la ración está bien balanceada parece que el cuy
no requiere vitamina D, en dietas no balanceadas no se ha determinado el requerimiento
(NAS-NRC, 1962) y (125).

6.1.3. Vitamina E

En dietas simples se ha logrado desarrollar una extrema degeneración de los músculos


voluntarios y en algunos casos lesiones en el músculo cardiaco, que conduce con
frecuencia a la muerte repentina; la reproducción es afectada por la pérdida de esta
vitamina. A la autopsia se observa frecuentemente una moderada degeneración de la
grasa de infiltración. Los requerimientos necesarios para hembras primerizas son de 3
mg/día. reduciéndose esta cantidad en las adultas (NAS-NRC, 1962) y ( 125).

6.1.4. Vitamina K

Se considera que un aporte de 2 mg/kg. de ración parece ser adecuado para la


reproducción, pues su carencia ocasiona hemorragias en la placenta, se produce a-
bortos o las crías mueren al nacer, como consecuencia de hemorragias subcutáneas
musculares y cerebrales (DAM y otros, 1947).

No hay evidencia alguna de que la vitamina K sea esencial para el crecimiento.

6.2. VITAMINAS HIDROSOLUBLES

6.2.1. Vitamina C

Los cuyes y los primates son aparentemente los únicos mamíferos que no pueden
sintetizar ácido ascórbico (vitamina C), la cual se forma en cantidades abundantes a
partir de otras sustancias en la mayoría de las especies animales.

SÍNTOMAS DE DEFICIENCIA

Un síntoma temprano (tercer día) es el cambio de voz, pérdida de peso, encías


inflamadas, sangrantes y ulceradas, los dientes se aflojan, las articulaciones se
inflaman, se vuelven dolorosas y el animal se niega a apoyarse en ellas, adoptando una
posición particular acostado sobre el dorso, denominada posición escorbútica. La
muerte ocurre entre los 25 y 28 días (Deulofeu y Marenzi).

Rodríguez (1969) y Reid (1958), manifiestan que la deficiencia de vitamina C origina


las siguientes lesiones microscópicas:

- Desorden en las células de las zonas del desarrollo de los huesos


- Atrofia y desorganización de los odontoblastos
- Cambios degenerativos de los tejidos musculares
- Degeneración de los tejidos del sistema nervioso
- Debilidad en las paredes de arterias y venas
- Anemia
- Disminución de las proteínas del plasma, con reducción de la relación albúmina-
globulina
- Hipertrofia de los adrenales
- Trastornos hepáticos
- Degeneración de los ovarios en hembras y degeneración del epitelio germinal en
machos
- Cambios degenerativos en algunos otros órganos de secreción interna como la tiroides

Los requerimientos de vitamina C encontrados en la literatura van desde 0.5 mg. de


ácido ascórbico por día (Waugh y King, 1932) hasta 1.0 mg. dados por Coward y
Kassner (1936) para el máximo crecimiento; sin embargo, Uhl (1958) manifiesta que
los consumos de ácido ascórbico que proporcionan protección contra los síntomas de
escorbuto, pueden no ser satisfactorios para la preservación de una salud óptima a
través de un largo periodo de tiempo o cuando el animal está sujeto a formas comunes
de "stress"; Nugester y Ames (1948), encontraron que para producir un alto grado de
actividad fagocitócica, para un cuy de 300 gr. de peso se requeriría un consumo diario
de aproximadamente 6 mg. de esta vitamina lo que correspondería a 150 ó 200 mg. de
ración; Pye y Taylor (l96l), observaron que la suplementación con 8 mg. de vitamina C
por animal por día en animales en reproducción produce mayor número de crías. El
NAS-NRÇ (l966) indica un requerimiento mínimo sin margen de seguridad de 200 mg.
de ácido ascórbico por kg. de ración.
En Inglaterra, por ejemplo, se dispone de dietas pelleteadas fortificadas con proteína
unida a vitamina C; un procedimiento alterno es de aportar el ácido ascórbico en la
forma de tabletas solubles o polvo cristalino que puede ser añadido al agua de bebida de
tal manera de lograr una concentración de 500 mg. por litro, esta agua de bebida debe
ser preparada diariamente y no debe usarse recipientes de metal excepto de acero
inoxidable; si se conoce que el agua es alcalina se debe añadir un gramo de ácido cítrico
por litro para prevenir la degradación del ácido ascórbico. La destrucción de la
vitamina C es más rápida si se ofrece un agua que tenga oxígeno y ciertos minerales
como cobre, fierro y yodo. La pérdida completa de la actividad biológica ocurre en 2 a
20 minutos si el agua es neutra o alcalina.

En la crianza práctica se indica que los cuyes necesariamente tienen que consumir
alimentos verdes, pero esto no es verdad, ya que sin forraje pero suplementados con
vitamina C viven normalmente (Townsend, 1975).

En el Perú Tamaki (1972) realizando pruebas de dos niveles de vitamina C como


sustituto del forraje en la alimentación de cobayos obtiene resultados halagadores
suministrando 20 mg. de vitamina C por animal al día en la etapa de recría entre la 4ta.
y 13va. semana de edad de machos, y supone que tos requerimientos para hembra sean
mayores. Amaro y Aliaga (1977), comparando tres niveles de vitamina C (10, 20 y 30
mg.) con lote testigo alimentado con forraje y concentrado a discreción en cuyes desde
el destete (10 días) hasta la saca (100 días) machos y hembras, obtienen que la supresión
total del forraje y el uso de vitamina C (ácido ascórbico) en el nivel de 30 mg. no afecta
el crecimiento ni el incremento de peso de los cuyes comparado con el lote testigo,
mientras que en los lotes de 10 y 20 mg. de vitamina C se observa menor incremento de
peso, síntomas característicos y mortalidad por deficiencia de vitamina C.

Se debe tener en cuenta que el forraje verde no es solo un simple vehículo de ácido
ascórbico, lo cual se demostró al administrar a un grupo de animales una cantidad de
ácido ascórbico equivalente a lo que recibía otro grupo de forraje (45 mg./ día); el
segundo grupo crecía más rápidamente.
Trabajos realizados en el Perú demuestran que se obtiene mejores resultados en el
crecimiento de animales mayores de 5 meses suministrando 20 mg./animal/día de ácido
ascórbico sintético cuando el suministro de forraje es restringido (60 gr./animal/día)
(Chauca, 1976). Otro procedimiento para lograr el consumo adecuado de vitamina C es
con el aporte de por lo menos 80 gramos de forraje por animal por día favoreciendo de
esta manera un mayor consumo de concentrado con incrementos de peso similar a los
alimentados con forraje y concentrado a discreción (Málaga y Aliaga, 1976).

Resumiendo lo indicado anteriormente podemos considerar qua el requerimiento de


vitamina C para los cuyes es el siguiente: 4 mg. de ácido ascórbico por 100 gr. de peso
vivo; para animales en crecimiento activo, 1 mg. de ácido ascórbico por 100 gr. de peso
vivo protege las lesiones patológicas.

6.2.2. Tiamina (B1)

La deficiencia de tiamina ocasiona emaciación, temblores, posición encogida y una


tendencia a retraer la cabeza durante los estados finales no encontrándose grasa
alrededor de los órganos con alimentos parcialmente digeridos en la autopsia de estos
animales.

La tiamina es la vitamina del apetito, por lo que su deficiencia produce anorexia.

Los requerimientos para animales adultos pueden variar de 4 a 6.5 mg./kg. de ración;
para los de crecimiento de 6 a 8 mg./kg. de ración; y para los de reproducción no han
sido determinados (NAS-NRC, 1962) y ( 125).

6.2.3. Riboflavina (B2)

Su deficiencia produce los siguientes síntomas: retardo en el crecimiento, pelaje áspero,


palidez en los miembros, nariz y orejas; en algunos casos se produce la muerte, se
produce dermatitis ni pérdida de apetito por su deficiencia (Reid, 1954).

Una cantidad de 3 mg./kg de alimento favorece un crecimiento óptimo (Slanetz, 1943).


6.2.4. Piridoxina (B6)

Los requerimientos cuantitativos de piridoxina y los síntomas de deficiencia no han sido


determinados, sin embargo las dietas de laboratorio aportan 16 mg./kg. de alimento.

Su deficiencia ha sido provocada experimentalmente por Reid (1954) en cuyes de 3 a 5


días de edad, los que crecieron normalmente por unos días, pero luego mostraron
anorexia, retardo en el crecimiento, disminución del vigor, incoordinación muscular y
el pelo se tornó áspero y delgado. Se presentan convulsiones y los cuyes giran
rápidamente alrededor de su jaula y luego sobreviene la muerte.

A la autopsia se encuentra el ciego hemorrágico, los riñones y adrenales se presentan


alargados, los órganos sexuales atrofiados y degeneración grasa en el hígado.

Una cantidad de 16 mg.lkg. de ración favorece un crecimiento adecuado.

6.2.5. Niacina

Esta vitamina es esencial para los cuyes, su deficiencia produce: retardo en el


crecimiento, anorexia, babeo, diarrea y palidez de patas, nariz y orejas, y en algunos
casos muerte del animal. Estudios hechos en la sangre determinaron baja concentración
de hemoglobina y hematocrito.

Según Reid (1954) una cantidad de 10 a 20 mg./kg. de ración satisface los re-
querimientos de crecimiento. La NAS-NRC por otro lado considera que con una
cantidad de 20 a 30 mg./kg. de la ración satisface las necesidades de crecimiento.

No han sido determinados los requerimientos para cuyes en reproducción.

6.2.6. Ácido Pantoténico

Los cuyes requieren del aporte de esta vitamina, su deficiencia produce: retardo del
crecimiento, pérdida del apetito para alimento y agua, pelo áspero, tendencia a la
diarrea, debilidad, inactividad y finalmente la muerte. A la autopsia se encuentra un
alargamiento e hiperemia de los adrenales y en algunos casos hemorragias.

Una cantidad de 15 a 20 mg./kg. de la ración satisface las necesidades de crecimiento,


para adultos el requerimiento es menor (Reid y otros. 1954).

6.2.7. Biotina

No hay evidencia de que esta vitamina sea requerida por el cuy y probablemente su
requerimiento sea satisfecho por su síntesis en el tracto intestinal.

6.2.8. Ácido Fólico

Es un nutriente esencial en la dieta de los cuyes. La deficiencia en animales jóvenes


produce: retardo en el crecimiento, pérdida gradual de apetito y actividad, debilidad,
tendencia a la diarrea en sus últimos estados, salivación profusa, convulsiones y
muerte. La deficiencia es más manifiesta por la deficiencia conjunta con el ácido
ascórbico (Reid y otros, 1948).

En la autopsia se observa tendencia a la infiltración, grasa en el hígado y hemorragias


en los adrenales.

Si la suplementación de ácido fólico es adecuado, el ácido paramino-benzoico no es


requerido; en caso contrario este último ejerce efectos benéficos.

Una cantidad de 100 mg./animal/día favorece un máximo crecimiento y unos 6 mg./kg.


de ración es suficiente para un normal desarrollo del animal (NAS-NRC, 1962).

6.2.9. Colina

Es otro nutriente esencial en la dieta de los cuyes. Su deficiencia produce: severo


retardo en el crecimiento, debilidad muscular, disminución de la concentración de
eritrocitos, menor valor de hematocrito y hemoglobina, pequeñas hemorragias
subcutáneas y en los adrenales, palidez de los riñones (Casselman y otros, 1954).
Con una cantidad de 1.0 a 1.5 g. de cloruro de colina por kg. de dieta se puede satisfacer
normalmente las necesidades.

6.2.10. Cobalamina (B12)

Las necesidades de esta vitamina parecen ser satisfechas por la síntesis bacteriana del
tracto gastrointestinal, siempre que se administre una adecuada cantidad de cobalto en la
dieta. Se calcula que la ración debe contener de 4 a 6.5 mg. de vitamina B12 por kg. de
la ración (NAS-NRC, 1962).

6.2.11. Inositol

Cuando la dieta está bien balanceada en el contenido de aminoácidos no es necesario


suplementar, en caso contrario y en ausencia de inositol se presenta los siguientes
síntomas de deficiencia: caída de pelo y dermatitis, caída de pelo en la región de las
orejas. Esto se observa generalmente en hembras preñadas o lactantes

6.2.12. Ácido Paraminobenzoico (Paba)

El ácido para-aminobenzoico no es requerido por los cuyes cuando la ración aporta


adecuadamente el ácido fólico; pero si este aporte es insuficiente el ácido para-
aminobenzoico es beneficioso (NAS NRC, 1962).

7. NECESIDADES DE AGUA

El agua es el elemento esencial más importante en los animales y se encuentra


constituyendo del 60 al 70% del organismo animal. Es el principal vehículo de los
elementos nutritivos y del oxígeno por intermedio de la sangre, proporciona el
equilibrio químico del organismo, regula la temperatura del cuerpo y lubrica las
articulaciones. El animal obtiene agua de tres fuentes: agua de bebida, agua contenida
en los alimentos y agua metabólica, ésta última se forma durante el metabolismo por
oxidación de los nutrientes orgánicos que contienen hidrógeno. Las condiciones
ambientales y otros factores a los que se adapta el animal, son los que determinan el
consumo de agua para compensar las pérdidas a través de la piel, pulmones, así como
por las excreciones.

La creencia de que si los cuyes y conejos reciben agua para beber esto les provocaría
una distensión del abdomen no es cierto; pues se ha comprobado que los cuyes y
conejos no tienen una capacidad especial para poder sobrevivir sin agua. El cuy con un
peso aproximado de 800 gr. y que se le proporcíona 50 gr. de alimento verde por día,
puede beber un promedio de 84 gr. de agua, concluyendo que el promedio de consumo
de agua por kg. de peso vivo es de 105 gr. (Lane, 1963). Sin embargo Reid y Martin
(1959) encuentran que el promedio de consumo de agua es de 28 a 32 ml. por 100 gr. de
peso vivo cuando se aporta ración seca.

El consumo de agua está estrechamente relacionado al suministro de forraje verde en la


alimentación de cuyes. Sosa y Aliaga (1977) evaluando niveles mínimos de alfalfa con
adición de agua en el engorde de cuyes desde los 10 días (edad de destete) hasta los 100
días, concluye que e1 consumo de agua de bebida es inversamente proporcional al
consumo de forraje, ya que a medida que se aumenta la cantidad de forraje consumido
por día/animal, la cantidad de agua ingerida disminuye.

Arroyo y Aliaga (1970) hallaron que la adición de agua de bebida a la alimentación de


los cobayos de engorde y empadre no reportaba mayores incrementos de peso ni ningún
trastorno orgánico. Cuando los cuyes se alimentan de forraje verde no necesitan de agua
en su dieta diaria.

B. ALIMENTACIÓN DE CUYES

La alimentación constituye el factor determinante del éxito o fracaso económico de una


explotación de cuyes, en el que se fusionan los conocimientos científicos y prácticos,
con la única finalidad de hacer más productiva a esta especie a través del uso más
adecuado de los alimentos diversos. No es únicamente una nutrición aplicada, sino
también el arte complejo en el cual juegan papel importante los principios nutricionales
y económicos.
La alimentación de los cuyes presenta 2 características fundamentales:

1. Alimentación en crianzas familiares


2. Alimentación en crianzas comerciales

La alimentación en las crianzas familiares es bastante diversificada y se utiliza de


preferencia desperdicios de cocina, sub-productos de agricultura, diversos granos,
algunos forrajes cultivados, pastos naturales, malezas, etc.; cuya utilización de los
mismos está sujeto a la facilidad de obtención. Estos son proporcionados a voluntad y
en cantidades aproximadas a las necesidades de los animales. Esta característica
alimenticia se encuentra difundida sobre todo en las crianzas familiares de las
comunidades del Perú.

La alimentación en las crianzas o explotaciones comerciales resulta ser más complicada,


ya que necesariamente tiene que disponerse de pasturas cultivadas específicamente para
este fin, así como también de insumos alimenticios para la preparación de los
concentrados.

Por ser esta especie herbívora y coprófaga a la vez, el criador no encuentra mayormente
dificultad en alimentarlos; sin embargo, es necesario balancear por un lado los
nutrientes necesarios para el buen desarrollo de los cuyes y por otro, buscar la máxima
economía para hacer más rentable la crianza, a fin de que una alimentación adecuada
bajo estas consideraciones redunden en la producción de animales listos para el mercado
en un lapso mucho menor que el necesario para un animal mal alimentado, evitándose
por consiguiente cualquier riesgo.

Los cuyes como herbívoros que son pueden digerir constituyentes fibrosos tales como la
celulosa y hemicelulosa de los forrajes, pero no tan eficientemente como los rumiantes,
debido a que la digestión ocurre tarde en el proceso digestivo (ciego).

El movimiento de la ingesta a través del intestino es algo más rápido cuando se compara
con el rumiante.
El cuy realiza la coprofagía como un mecanismo de compensación biológica que le
permite el máximo aprovechamiento de sus productos metabólicos, ante la desventaja
nutricional que representa el hecho de que ésta ocurra en las porciones posteriores del
tracto gastrointestinal. De esta forma retornan al cuerpo sustancias no asimilables del
alimento, que sólo en los últimos tramos del intestino fueron atacados por
microorganismos junto con los jugos de la digestión y productos de síntesis de la
microflora.

Reid y White (1948), encontraron que la presencia de celulosa en la dieta tendía a


retardar el paso del contenido intestinal, permitiendo así una mayor eficiencia en la
absorción de vitaminas y otros nutrientes que se forman por la digestión microbiana
ocurrida principalmente en el ciego y en menor grado en el colon proximal.

ALIMENTACIÓN A BASE DE FORRAJE Y CONCENTRADOS

Los forrajes deben incluirse básicamente en toda dieta de los cuyes, proporcionan un
efecto benéfico por su aporte de celulosa y constituyen fuente de agua y vitamina "C"
que los cuyes utilizan para cubrir sus necesidades.

En el Perú se ha venido investigando las posibilidades de alimentar a los cuyes con


varias especies forrajeras en forma de forraje verde, heno y ensilado, malas hierbas y
otras plantas alimenticias no tradicionales como la retama, con resultados muy diversos.

Las especies forrajeras de mayor uso en la alimentación de cuyes está constituida por las
siguientes especies cultivables: alfalfa, trébol, rye-grass, pasto elefante, suya
forrajera, vicias, lotus, etc., seguido por el uso de especies nativas, malezas y malas
hierbas. La calidad nutritiva de estos forrajes es muy variada, razón por la cual siempre
debe suplementarse la dieta con un concentrado para lograr un máximo rendimiento.
Además consumiendo únicamente forraje y dada la poca capacidad del aparato
digestivo del animal no podría consumir un volumen como para que pueda cumplir con
sus requerimientos.

Los concentrados constituidos por una ración balanceada son necesarios suministrarlos
sobre todo a los cuyes en reproducción y si es posible a los animales en crecimiento y
engorde. El consumo de concentrado está regulado por la cantidad de forraje que
dispone el animal.

Con el uso de concentrado, como veremos más adelante, se logran mayores in-
crementos de peso en los animales de crecimiento y engorde, crías numerosas y de
buen peso en los animales de reproducción y animales de mejor calidad para reemplazo,
de allí, la importancia de su uso en la alimentación de cuyes.

La preparación de concentrados se hace utilizando numerosos productos entre ellos:


diversos granos, sub-productos de molinería, sub-productos de camales, suplementos
para minerales y vitaminas, etc., los cuales combinados en las cantidades y proporciones
precisas van a constituir lo que se denomina ración balanceada.

UTILIZACIÓN DE FORRAJES

Un animal en crecimiento normalmente consume de 80 a 100 grs. de forraje a la cuarta


semana de edad, llegando a consumir de 160 a 200 grs. de forraje/animal/ día a partir de
la octava semana de edad, siendo éstos aún mayores cuando se trata de reproductores.
La influencia de los diferentes niveles de forrajes en la alimentación de cuyes se podrá
apreciar en los trabajos que pasaremos a enunciar brevemente.

Paredes (1971), al hacer una evaluación de la influencia de diferentes niveles de forraje


en la alimentación del cuy, llega al siguiente resultado: (tabla siguiente).
Concentrado + Sexo Pesos Incremento (gr.)
Nivel de alfalfa Inicial Final
80 gr. M 290.62 879.87 588.87
H 404.87 812.62 407.75
120 gr. M 261.12 805.62 544.62
H 310.00 810.25 510.25
160 gr. M 261.50 896.50 635.00
H 239.62 812.37 573.75
200 gr. M 408.87 1039.87 631.02
H 311.87 896.50 584.62
El concentrado fue proporcionado a voluntad. Peso final a los 94 ± 3 días de edad.
Analizando este resultado se observa que cuando los cuyes reciben cantidades altas de
forraje, disminuye el consumo da concentrado, aumentando el consumo de materia seca
total, siendo superados en conversión alimenticia por los animales que reciben niveles
bajos de forraje (80 y 120 gr./animal/dia).

Al alimentar a los cuyes con pasto elefante y alfalfa, suplementados con una ración de
concentrado, Chauca y Saravia (1976), no se obtuvieron diferencias estadísticas en lo
referente a ganancia de peso. Los consumos totales referidos a materia seca han sido
muy similares (2,767 gr. para la ración de alfalfa más concentrado frente a 2,739 gr.
cuando reciben pasto elefante más concentrado). Mayor información se muestra en el
siguiente cuadro:

Alfalfa Pasto elefante

Pesos (gr.):
Inicial 345.4 342.7
Final 826.6 796.1
Incrementos (gr.):
Total 481.2 453.4
Diario 8.6 8.1
Consumos MS (gr.)
Concentrado 1131.0 1621.9
Forraje 1635.9 1117.2
Total 2766.9 2739.1
Conversión (C.A.) 5.75 6.04

Analizando los consumos de materia seca podemos observar que los cuyes, mediante un
mayor consumo de concentrados compensan la calidad inferior de la gramínea, siendo
ésta de menor palatabilidad que las leguminosas por su mayor contenido de fibra.
Similar resultado se ha obtenido al comparar la alimentación de cuyes con maíz y
alfalfa.

Sosa y Aliaga (1977), al estudiar la utilización de niveles mínimos de alfalfa, más


concentrado más agua, en el engorde de cobayos, obtuvieron el siguiente resultado:
Concentrado Sexo Pesos (gr) Incrementos Consumo C.A.
+ Agua Inicial Final gr. Concentrado Agua c.c.
gr
20 gr. de M 322 695 373 30.69 73.93 8.37
alfalfa H 294 623 329

40 gr. de M 310 711 461 30.38 71.58 8.46


alfalfa H 266 665 399
60 gr. de M 310 745 435 27.71 26.91 8.72
alfalfa H 272 672 400
80 gr. de M 310 896 586 26.27 20.14 7.64
alfalfa H 314 785 471
Alfalfa a M 268 1100 832 12.54 3.03 8.20
voluntad H 322 1080 757

El concentrado y agua fue proporcionado a voluntad. El consumo de forraje en el lote


testigo por animal /día fue de 233 gr. promedio. El peso final a los 100 días de edad.

Analizando este resultado podemos observar que el nivel mínimo adecuado de forraje
sería el de 80 gr. diarios, por que se obtiene incrementos de peso satisfactorios y
superiores a los otros niveles (20,40 y 60 gr.), cuyos incrementos son muy bajos. Así
mismo, se puede observar que al consumo de concentrado es inversamente
proporcional al consumo de forraje, del mismo modo el consumo de agua con relación
al consumo de forraje y concentrado.

Málaga y Aliaga (1977), en un trabajo similar al anterior, con el objeto de evaluar los
niveles mínimos de consumo de alfalfa en cuyes con adición de concentrado a voluntad
y sin agua llegan al siguiente resultado:

Concentrado Sexo Pesos (gr) Incrementos C.A.


+ Nivel de Inicial Final gr.
alfalfa
20 gr. de H 210 366 156 4.8
alfalfa M 208 590 382
40 gr. de H 206 476 270 6.4
alfalfa M 208 478 270
60 gr. de H 200 602 402 5.5
alfalfa M 210 660 450
80 gr. de H 224 642 418 5.8
alfalfa M 256 770 514
Alfalfa a H 218 884 666 6.7
voluntad M 210 950 748

El concentrado fue proporcionado a voluntad. Peso final a los 100 días de edad.

Almonacid, Arroyo y Aliaga (1974), estudiaron la posibilidad de utilizar 3 nuevas


fuentes forrajeras en la alimentación de cobayos: la Vicia villosa, el Trébol rojo y el
lotus corniculatus, habiendo hallado que los cuyes que consumieron alfalfa lograron
mayor incremento de peso, seguido por los de trébol rojo. Los resultados hallados nos
permiten señalar la posibilidad de la alimentación de los cuyes con estas nuevas fuentes
forrajeras.

RACIONES Incremento Total Incremento Consumo diario de C.A.


de Peso (gr.) Promedio diario M.S. (gr.)
(gr.)
Alfalfa 217.7 2.89 46.65 16.15
Trébol rojo 187.1 2.46 43.08 17.30
Vicia villosa 169.0 2.24 40.68 18.14
Lotus corniculatus 153.7 2.04 38.86 19.11

Ruíz, Arroyo y Aliaga (1975), evaluando el uso de alfalfa verde y su respectivo


ensilado para determinar la posibilidad del empleo del ensilado en el engorde de cuyes
destetados, criados en pozas, llegaron al siguiente resultado:

RACIONES Machos Hembras Promedio Promedio pozas Promedio


combinaciones Raciones
Ensilado PR 356 253 304.5 Poza cuadrada: Ensilado: 323.5
PC 339 346 342.0 417.0
Alfalfa PR 488 454 471.0 Poza redonda: Alfalfa: 481.2
PC 464 519 491.5 387.7
Promedio 411.7 393.0
Sexos:
PR: Poza Redonda
PC: Poza cuadrada
En el cual se observa que los incrementos de peso a los 91 días de engorde (en gramos)
en promedio, el de alfalfa resulta ser superior al de ensilado que registra incrementos
bajos, por lo que se puede utilizar como alimento de sostenimiento, más no como
alimento de engorde.

Arroyo (1972), trabajando con alfalfa verde y heno de alfalfa, determinó la posibilidad
de alimentar cuyes exclusivamente con alimentos secos con adición de agua de bebida y
vitamina C, en el que los incrementos de peso y conversión alimenticia que registraron
estos animales fueron menores a los obtenidos con alfalfa verde.
RACIONES Incrementos de Incremento Consumo C.A. Utilidad por
peso total (gr.) diario (gr.) diario de M.S. Cuy (S/.)
Alfalfa verde 396.0 4.40 66.12 15.02 6.81
Alfalfa verde + 299.0 3.32 56.95 17.14 2.33
Heno de alfalfa
Heno de alfalfa 241.5 2.68 64.38 23.99 -16.2
+ agua + vit.
“C”

Salazar (1972) y Delgado (1972), al hacer estudios en la zona de selva (Huallaga


Central), encuentran la posibilidad de utilizar como alimento verde el pasto elefante
(Pennicetum purpureum), amasisa (amasisa eritrina sp.), soya forrajera (Glycina
javanica var. Inarao), pasto estrela (Gynodon plactas tachyus) y brachiaria (Brachiaria
decumbes), habiendo logrado mejores incrementos con la amasisa y el pasto elefante.
En Iquitos se está utilizando Kudzu con resultados satisfactorios.

UTILIZACIÓN DE MALEZAS, MALAS HIERBAS Y PLANTAS


ALIMENTICIAS NO TRADICIONALES

Pérez y Aliaga (1973), al medir la respuesta de los cuyes ante una alimentación con
malas hierbas del Valle del Mantaro: Trébol carretilla (Medicago híspida), Yuyo
(Brassica Campestre) y Kikuyo (pennicetum clandestinum), en presencia y ausencia de
concentrados comerciales; han determinado que el trébol carretilla se comportó en
forma semejante a la alfalfa testigo, habiendo, incluso, obtenido una mayor utilidad.
Los cobayos alimentados con sólo Yuyo y Kikuyo murieron por intoxicación,
determinada en la necropsia; este efecto pudo controlarse con la adición de
concentrados comerciales.

Los principales resultados obtenidos fueron:


RACIÓN Incrementos de peso Incremento diario Consumo diario C.A. Utilidad por
total (gr.) de peso (gr.) de M.S. Cuy (S/.)
Alfalfa S 311.40 3.46 54.87 15.85 1.86
C 566.10 6.29 59.87 9.51 8.41
Trébol C. S 356.40 3.96 40.02 10.10 13.45
C 445.50 4.95 46.18 9.32 12.18
Yuyo S 365.40 4.06 35.02 8.62 5.21
C -- -- -- -- --
Kikuyo S -- -- -- -- --
C 87.30 0.97 42.45 43.76 4.56
S: Sin concentrados C: Con concentrados
Huacho (1971), en un estudio sobre la utilización de maleza tales como: grama china,
subproductos agrícolas como hoja y tronco de plátano y cáscara de papa, obtiene
resultados satisfactorios siempre que éstos sean suplementados con una ración
balanceada. Dichos resultados se indican seguidamente:

RACIONES Pesos (gr.) Incremento Total (gr.)


Inicial Final
Alfalfa + concentrado 450.5 825.5 378.0
Grama china + concentrado 457.9 821.5 363.6
Hoja de plátano + concentrado 453.0 798.3 345.6
Cáscara de papa + concentrado 454.7 930.3 375.6
El concentrado fue proporcionado a voluntad.

Lavado y Aliaga (1974), estudiaron la sustitución de la alfalfa verde en la alimentación


de cobayos machos y hembras, por retama verde, en presencia y ausencia de
concentrados. Habiéndose hallado que los incrementos de peso son menores cuando
ésta se suministra con alfalfa y con concentrados. Los cuyes que consumieron sólo
retama, murieron por intoxicación, hecho detectado en la necropsia de los mismos. La
alfalfa tanto suplementada, como sin suplementación, obtuvo los mejores incrementos
de peso, conversión alimenticia y utilidad económica.

Los resultados obtenidos fueron:


RACIONES Incrementos de peso Incremento promedio Consumo diario C.A. Utilidad por
total (gr.) diario de peso (gr.) de M.S. (gr.) Cuy (S/.)
Alfalfa S 316.0 3.47 46.78 13.48 16.83
C 437.0 4.80 54.44 11.34 18.31
Alfalfa + S 185.0 2.03 54.45 26.82 13.92
retama C 329.0 3.61 62.28 17.25 14.36
Retama + S -- -- -- -- --
agua C 248.0 2.72 52.69 19.37 10.29
S: Sin concentrados C: Con concentrados
El consumo de agua promedio general fue de 197.37 cc.

UTILIZACIÓN DE CONCENTRADOS

Aunque los herbívoros y los rumiantes pueden sobrevivir y mantenerse con raciones
exclusivamente de forrajes, los requerimientos de una función productiva demanda que
la dieta tenga ingredientes menos fibrosos y de mejor calidad, tales como cereales y
sub-productos. Las dietas a base de sólo forraje y de calidad adecuada serían suficientes
para el mantenimiento del animal.

Para estudiar el efecto de la suplementación en cuyes se ha utilizado un concentrado con


23.8 % de proteína. Los incrementos totales obtenidos fueron de 546.6 gr. para los que
recibieron suplemento, y 274.4 gr. para los que recibieron únicamente forraje.
Posteriormente Zaldívar y Rojas (1970), estudiando este efecto en el crecimiento de dos
ecotipos de cuyes (Cajamarca y Arequipa), encontraron que los cuyes del ecotipo
Cajamarca, bajo el sistema de alimentación forraje más concentrado, ganaron en
promedio 322.5 gr.; mientras que los de Arequipa, ganaron 246.3 gr. En cambio bajo
el sistema de alimentación a base de sólo forraje, los incrementos en promedio para los
cuyes del ecotipo Cajamarca, fueron de 119.8 gr. y para los de Arequipa de 156.2 gr.

Los primeros trabajos con el fin de determinar los requerimientos de proteína para los
cuyes en recría fueron realizados utilizando raciones con porcentajes altos (21.5 a 26.8
% de PT), encontrándose en todos los casos igual respuesta. Posteriormente Mercado
(1972), probando niveles de proteína de 14, 17 y 20 % y dos, de energía, encontró una
mejor respuesta a ganancia de peso y conversión alimenticia en las raciones con niveles
bajos o medios de proteína, siempre que la ración contenga alta energía (66 % NDT).
El consumo de concentrado estuvo en relación inversa al contenido proteico de la
ración.

Esta misma respuesta a niveles bajos de proteína ha sido reportada por Wheat (1963) en
USA, quien estudió los efectos de dos niveles de proteína en el crecimiento y la
eficiencia alimenticia de 12 líneas consanguíneas de cuyes, reportando que los cuyes
alimentados con una dieta que contenía 14% de proteína cruda, obtuvieron ganancias
estadísticamente superiores a los alimentados con dieta de 23% de proteína cruda.

Como la importancia de la proteína sólo es superada por la energía, se probaron


raciones con niveles de energía que van de 1190 a 4403 Kcal, lográndose incrementos
de peso superiores en los animales que recibieron los niveles altos de energía.

Los incrementos de peso fueron obtenidos cuando la relación energía proteína era de
285 y 245, que cuando esta relación fue de 169 y 163. Estos resultados se muestran en
el siguiente cuadro:

ENERGÍA ALTA (4000) BAJA (3000)


PROTEÍNA Baja (2) Alta (3) Baja (1) Alta (4)
Pesos gr.:
Inicial 367.1 369.8 384.2 381.0
Final 833.3 856.9 784.9 776.9

Incrementos gr.:
Total 466.2 487.1 400.7 395.9
Diario 8.33 8.70 7.16 7.08
C.A.: 7.04 6.62 7.81 8.11
Con el fin de elevar el nivel de energía de la ración se adicionó azúcar a un concentrado
comercial, encontrándose los mejores resultados referidos a ganancia de peso y
eficiencia de utilización de los alimentos (EUA) con la combinación de 80 % de
concentrado comercial más 20 % de azúcar.

Como quiera que las prácticas de manejo han cambiado y actualmente se puede destetar
a los cuyes por debajo de los 10 días de edad, se ha probado raciones con 13, 17, 20 y
25 % de proteína (Mercado, 1972), para cuyes destetados a la primera semana de edad,
hasta el inicio de la cuarta semana de edad, los pesos promedios finales logrados fueron
de 358.4, 356.8, 365.8 y 376.8 gr. respectivamente; siendo los incrementos promedio
para los cuyes machos de 215.55 y para hembras de 188.17, así mismo, los machos
tuvieron un mayor consumo de alimento en relación a las hembras. Los pesos
promedio, consumo de alimento y conversión alimenticia se muestra en el cuadro
siguiente:

PROTEÍNA %

13 17 20 25

Pesos por edad (gr):


Nacimiento 119.3 117.5 114.2 119.7
7 días 159.5 161.0 166.6 156.8
14 días 233.6 218.5 228.9 227.5
21 días 298.0 300.5 297.5 316.5
28 días 358.4 356.8 365.8 376.8
Incrementos de peso (gr):
Total 198.9 195.8 199.2 219.4
Diario 9.47 9.32 9.49 10.45
Consumo concentrado (gr): 268.3 258.3 303.8 287.6
Total M.S. (gr.): 757.1 748.5 787.8 773.8
Conversión (C.A.): 3.81 3.82 3.96 3.53
Peso inicial (P.I.) - Edad de destete 7 días.

Chávez, Aliaga y Borja (1976), en un estudio sobre el comportamiento de la harina de


retama, harina de sangre, maíz amarillo y concentrado comercial en la alimentación de
cuyes, encuentran igualdad en la respuesta animal en los tres tratamientos: Tratamiento
1 (21.02 % de PT, 12.75 % de fibra y 68.4 % de NDT), tratamiento 2 (23.17 % de PT,
14.99 % de fibra y 79.4 % de NDT) y el tratamiento 3 concentrado comercial (15 % de
PT, 6% de fibra y 63.3 % de NDT). El suministro de concentrado fue a voluntad y el
forraje alfalfa racionado en 50 gr. por animal/día en los tres tratamientos. Se trabajó
con animales destetados a los 14 días de edad y el experimento duró 90 días. Los
resultados se indican en el cuadro siguiente:

Tratamientos Sexo Pesos en gr. Incrementos Consumo de C.A. Utilidad por


gr. concentrado por cuy en S/.
Inicial Final Total Diario día/animal gr.
T1 M 321 698.5 377.6 4.19 19.53 4.66 31.56
H 313 603.0 290.0 3.22 18.11 5.64 20.31
T2 M 324 638.0 314.0 3.48 17.60 5.05 23.30
H 315 642.5 328.5 3.63 17.55 4.83 13.63
T3 M 323 654.0 351.0 3.56 20.87 5.86 20.33
H 311 644.0 333.0 3.70 20.88 5.84 13.85

Pino (1970), evaluando 4 raciones de alcacer verde y concentrados de distinto nivel


proteico, comparados con una ración exclusiva de alcacer solo, obtuvo mejores
resultados al suplementar con concentrado de 17 % de proteínas. El consumo de
concentrado varió de 18.42 a 22.04 gr./animal/día. El forraje fue de 254.0 gr./animal/día
para los alimentados solamente con forraje; y de 166.6 a 207.5 gr./animal/ día, para los
alimentados con forraje y concentrados. Los resultados se muestran seguidamente:

RACIONES Incremento total de peso Incremento diario de peso C.A.


(gr.) (gr.)

Alcacer y concentrado 14 % 455.2 5.41 3.41


Prot. 480.0 5.71 3.70
Alcacer y concentrado 17 % 570.2 5.59 3.90
Prot. 419.2 4.98 3.57
Alcacer y concentrado 20 % 281.8 3.35
Prot.
Alcacer y concentrado 23 %
Prot.
Alcacer

Landauro y Aliaga (1971), determinaron el efecto de varias dosis de retama molida en


el suplemento alimenticio de cuyes destetados. Se les suministró además 33.3 gr. de
alfalfa verde y agua de bebida a voluntad. El concentrado administrado proporcionó en
promedio 19.4 % de proteínas. Los cuyes alimentados con un nivel del 20 % de retama
seca en el concentrado obtuvieron mayor incremento de peso, mayor conversión
alimenticia y mayores utilidades económicas. Los resultados se indican seguidamente:

Niveles de retama Incremento total Incremento Consumo de C.A. Utilidad por


seca en el Conc. de peso gr. promedio diario concentrado diario cuy en S/.
% gr. gr.
0 376.4 4.18 26.8 7.12 11.31
10 382.9 4.25 27.5 7.13 11.19
20 481.4 5.35 33.8 6.73 14.32
30 446.4 4.96 33.2 7.08 12.42
35 448.1 4.98 32.7 7.17 11.53
40 409.1 4.55 31.9 7.53 10.88

Ángeles (1969), al estudiar diversos niveles de melaza en el engorde de cuyes llegó al


siguiente resultado:

Niveles de Incremento Consumo Consumo E.U.A. Costo por Kg.


melaza total de peso concentr. Kg. Chala Kg. Aliento S/.
gr.
10 % 378.0 * 10.772 3.83 23.12
20 % * 1.537 12.691 * *
30 % 418.5 1.391 * 3.32 18.60
* Valor que debe considerarse como intermedio de los otros 2, que son superior e inferior res-
pectivamente.

Concluye sosteniendo que las tres raciones se comportan en igualdad de condiciones,


no produciéndose diarreas por el uso de la melaza. El costo de alimentación disminuye
en la ración con 30 % de melaza.

Barbieri (1970), realizando un estudio con cuyes de 27 días de edad, machos y


hembras, sobre utilización de residuos de cervecería, desecado en raciones de engorde
de cuyes llegó al siguiente resultado:
RACIONES Ganancia Total de peso C.A. E.U.A. Costo por Utilidad por Kg.
gr. % alimento p.v.
S/. S/.
25 % Resid. Cerv. 369.0 2.93 12.59 32.06 16.57
25 % Afrecho, 389.0 3.69 13.38 61.84 21.52
Trigo
Testigo: Ali. UNA. 408.0 2.86 13.74 62.72 24.44

Las raciones utilizadas para este experimento proporcionaban 22.06, 19.63 y 24.53 % de
proteína total y 2,230.31, 2,277.37 y 2,355.30 Cal/kg. La alfalfa verde fue
proporcionada a voluntad. Las tres raciones se comportaron estadísticamente iguales y
los gastos de alimentación con los costos de producción fueron menores en los
alimentados con residuos de cervecería.

Burga (1969), en un estudio sobre el efecto de la altura en el crecimiento y engorde del


cobayo, en el que se evaluaron 60 cuyes nacidos en costa y altura, engordados la mitad
(30 animales) en costa (238 m.s.n.m.) y la otra mitad en altura (4,843 m.s.n.m.),
durante 3 meses de experimento, obtuvo el siguiente resultado:

TRATAMIENTOS Ganancia peso total gr. Consumo total alim. Kg. C.A.
Nacidos y engordados en costa 354.6 1.846 5.2
Nacidos en costa y engordados en altura 169.6 2.040 12.0
Nacidos en altura y engordados en costa 270.2 1.740 6.4
Nacidos y engordados en altura 18.5 2.807 155.9

Los lotes engordados en la costa fueron estadísticamente superiores a los engordados en


altura. El porcentaje de hematocrito fue mayor en los engordados en la altura.

UTILIZACIÓN DE LA VITAMINA “C”


Rodríguez (1969), al estudiar el efecto de diversos niveles de vitamina C en la
Producción y Mortalidad de cuyes mayores de 5 meses en comparación con raciones de
forraje solo y otra carente de vitamina C , llegó al siguiente resultado:

Niveles de Vitamina C Ganancias diarias de peso (gr) E.U.A.


Machos Hembras
10 mgr. 2.93 2.47 8.29
10 mgr. 2.73 1.77 7.12
Alfalfa 2.72 1.75 7.08
Carente 0.05 0.31 0.83

No habiendo hallado diferencia estadística entre cobayos suplementados con vit. C y los
que consumieron forrajes, pero sí entre éstos y los que carecieron de vitaminas. Las
muertes ocurridas en el tratamiento 4, fueron causadas por la deficiencia de vitamina C.

Arroyo y Aliaga (1970), hallaron que la adición de concentrados comerciales determina


mayor incremento de peso, del mismo modo la adición de vitaminas. Los resultados se
indican seguidamente:

RACIONES Incremento total de Incremento promedio Utilidad


peso gr. diario gr. S/.
Alfalfa verde 428.5 4.76 8.02
Alfalfa verde + agua de bebida +
concentrado comercial 556.0 6.17 6.07
Alfalfa verde + agua de bebida 428.5 4.76 8.02
Alfalfa verde + agua de bebida +
concentrado + vit. ADE y C 584.0 6.48 4.72

Cuando la adición de concentrados y vitaminas se realiza al empadre, se obtiene un


mayor número de crías por camada, con mayor peso al nacimiento, menor mortalidad
y mejores utilidades.

RACIONES N° de crías Peso al Mortalidad Utilidad


por camada nacimiento gr. % S/.
Alfalfa verde 2.50 74.15 100.0 -15.75
Alfalfa verde + agua de bebida 1.50 120.00 100.0 -16.00
Alfalfa verde + agua de bebida +
concentrado comercial 2.66 123.30 16.6 31.28
Alfalfa verde + agua de bebida +
concent. comercial + vit. ADE y C 3.00 121.60 0.0 31.51

Arroyo (1972), al estudiar la posibilidad de alimentar cuyes exclusivamente con


alimentos secos con adición de agua y vitamina C, encuentra que los incrementos de
peso y conversión alimenticia que registraron estos animales son menores a los
obtenidos con alfalfa verde. Los resultados se han indicado en la parte de utilización de
forrajes de este capítulo.

Knutzen y Aliaga (1973), estudiaron 3 raciones alimenticias en el engorde de cobayos


destetados machos y hembras con la finalidad de investigar la sustitución del forraje por
una base alimenticia seca, en animales cuyos padres tuvieron el mismo tipo de
alimentación. En promedio, en la camada, los cuyes alimentados con alfalfa verde y
concentrados comerciales registraron un mejor peso al nacimiento, destete y 13ava.
semana de edad. También en la conversión alimenticia y utilidad por cuy, los animales
que consumieron alfalfa verde y concentrados comerciales superaron a las otros dos
raciones en estudio. Seguidamente se indican los resultados:

RACIONES Peso promedio (gr.) Consumo diario C.A. destete Utilidad por
Neto Destete 13ava. M.S. (gr.) 13 sem. cuy S/.
sem.
Alfalfa verde 127.0 266.0 668.2 49.83 8.34 11.75
Alfalfa verde + concent.
Comercial 132.0 286.0 845.5 57.78 6.83 14.09
Concentrado comercial
+ agua + vit. C 88.7 213.7 431.7 30.86 9.29 -27.23
La utilidad negativa de la ración de concentrado más agua y vitamina C, se debe al
elevado precio de estos insumos y al poco peso final logrado.

Arroyo (1973), evaluó la acción de los concentrados comerciales en el empadre y


producción de cobayos durante un solo año de vida reproductiva, habiendo hallado la
posibilidad de mantener cuyes en reproducción solamente con concentrados, agua de
bebida y vitamina C, aunque estos resultados fueron menores a los hallados con la
alimentación de alfalfa más concentrado y también al de alfalfa sola.

RACIONES Peso Reproductora No. de pariciones No. de crías por camada


(gr.) por año
Neto. Dest. Macho Hembra Total
Alfalfa verde 898 827 3.33 1.21 1.27 2.48
(50)* (50) (50) (50) (50)

Alfalfa verde + concentrados 944 915 4.13 1.46 1.51 2.97


comerciales (62) (62) (62) (62) (62)
Concentrados comerc. + agua + 835 796 1.13 1.11 0.94 2.05
vit. C (17) (17) (17) (17) (17)

A la evaluación de las camadas, las procedentes de padres alimentados con alfalfa


verde más concentrados comerciales obtuvieron un mayor peso final (13ava. semana) y
menores mortalidades generales.

RACIONES Peso promedio de crías Mortalidad %


(gr.)
Neto. Dest. 13va. Neto. al Destete 13a.
Sem. destete Sem.
Alfalfa verde 114.1 276.2 626.2 14.40 12.15
(125) (107) (94)
Alfalfa verde + concentrados 111.8 300.2 723.6 9.67 11.91
comerciales (186) (168) (148)
Concentrados comerc. + agua + vit. 109.0 228.1 497.7 17.15 13.97
C (35) (29) (25)
* Los números entre Paréntesis indican la cantidad de muestras evaluadas.

Tamaki (1972), en un estudio sobre prueba de dos niveles de vitamina C como sustituto
del forraje en la alimentación de cobayos, en los niveles de 10 y 20 mgr. más
concentrado a voluntad utilizando 96 animales distribuidos en 6 tratamientos; obtiene
diferencias estadísticas entre sexos: machos 885.9 gr., 442.8 gr., 7.02 gr. para pesos
finales, incrementos totales e incrementos diarios respectivamente, y en hembras de
802.48 gr., 380.5 gr, y 6.03 gr. para los datos antes indicados. Estos resultados como se
puede observar tuvieron mejor respuesta en machos que en hembras que parecen
requerir mayor cantidad de vitamina C.

Amaro y Aliaga (1977), en un estudio sobre tres niveles de vitamina C (10, 20 y 30


mgr.) por animal/día y concentrado comercial a voluntad, frente a un lote testigo
alimentado con forraje más concentrado a voluntad, en cuyes destetados a los 10 días
machos y hembras, después de 90 días de experimento, logra que la supresión total de
forraje y el uso de vitamina C en el nivel de 30 mgr. por día/animal no afecta el
crecimiento ni incremento de peso de los cuyes comparado con el lote testigo; mientras
que los lotes de 10 y 20 mgr. de vitamina C alcanzan menor incremento de peso, con
síntomas característicos y mortalidad por deficiencia de vitamina C. Los resultados se
indican seguidamente:

Tratamientos Sexo Incremento Consumo Consumo Consumo de C.A.


diario gr. concent. diario M.S. agua cc.
Diario gr. en gr.
T1 M 5.83 36.04 32.04 94.5 5.49
H 4.44 36.13 32.12 151.1 7.23
T2 M 6.20 40.27 35.77 166.8 5.76
H 2.77 35.70 31.77 118.8 11.46
T3 M 6.22 42.25 40.49 88.6 6.50
H 5.11 34.31 30.52 79.9 5.97
T4 M 7.03 21.55 19.13 -- 6.44
Testigo H 6.78 23.08 20.47 -- 6.87

UTILIZACIÓN DE HORMONAS

Bravo (1970), en un estudio sobre la implantación de Dietilestilbestrol en cuyes, y sus


efectos, durante 9 semanas de experimento en 30 cuyes machos destetados, divididos
en tres grupos: implantados con 3 y 6 mgr. de hormona y un lote testigo llega a los
siguientes resultados y conclusiones:
LOTES Rendto. Carcasa Incremento peso Consumo materia C.A.
% tot. gr. S. gr.
Testigo 65.54 426.50 3,806.20 18.9
3 mg. DEB 67.96 306.80 3,439.16 11.2
6 mg. DEB 67.34 238.30 3,256.68 14.8

Los cuyes implantados no presentan agresividad ni lesiones, siendo inferiores


estadísticamente al testigo. No hubo existencia de residuos estrogénicos a la prueba
biológica en ratas. El DEB inhibió el desarrollo testicular y de la vesícula seminal; con
3 mg. de DEB hubo un mayor desarrollo del hígado y bazo.

2. ALGUNOS INSUMOS ALIMENTICIOS UTILIZADOS EN LA


ALIMENTACIÓN DE CUYES

Dentro de los sub-productos empleados en la preparación de raciones para cuyes se


utiliza los del trigo, usándose el afrecho en niveles altos (30 %) como constituyente de
las raciones en reemplazo parcial del maíz. Así se ha probado raciones donde sólo se ha
utilizado maíz en un porcentaje de 9 % y a medida que este porcentaje se incrementaba
se bajaba el afrecho hasta un 15 %. La poca disponibilidad de sub-productos de trigo en
algunas épocas del año, crea problemas en la preparación de concentrados, por esta
razón se ha tratado de buscar un sustituto, encontrándose que se obtienen incrementos
de peso similares cuando son alimentados con raciones que contienen Raymalt.

La melaza de caña se puede utilizar como constituyente de la ración según los estudios
hasta en un 30 %, ya que no se encontró diferencias estadísticas, así como tampoco se
presentaron síntomas de diarreas.

La harina de retama que viene a ser un alimento no tradicional y barato se puede utilizar
hasta en un 40 % de la ración con resultados muy satisfactorios, sin inconvenientes,
por su alto contenido de fibra, ya que el cuy soporta porcentajes altos de hasta 18 % de
este nutriente en la ración.

Por los gastos de alimentación y costos de producción menores e igualdad en la


respuesta animal los residuos de cervecería desecados pueden utilizarse hasta en un 25
% de la ración.

El objetivo de utilizar sub-productos como fuente de energía en la alimentación de


cuyes es reducir la utilización de granos evitando así la competencia con las especies
más eficientes.

Sumando a la composición de las raciones, otro factor que puede influir en su mejor
aprovechamiento es la presentación física del alimento. En otras especies, como aves y
cerdos, hay mejor utilización de los concentrados cuando se presentan peletizados (en
forma de bolillas).

En cuyes se ha determinado un mayor incremento de peso, utilizando el alimento en


forma de pelets que como un alimento en polvo. Los costos de alimentación son más
bajos cuando se proporciona una ración peletizada, como resultante de un menor
consumo de alimento; aunque más que consumo podría decirse que es un menor gasto
de alimento, ya que se mide el desperdicio que tienen los animales al momento de
consumo.

Los cuyes consumen cantidades mínimas de concentrado; el consumo de concentrado


desde el nacimiento hasta el destete no ha sido determinado. Después del destete (10
días) o la primera semana de edad, hasta la cuarta semana consumen de 11 a 13
gr./día/animal. De la cuarta semana hasta la l3va. semana sus consumos llegan hasta 25
gr./día/animal como promedio, pudiendo ser esta cantidad aún mayor en animales
adultos y en función a la disponibilidad de forraje, como se ha podido observar en las
diferentes experiencias enunciadas anteriormente.

PORCENTAJES MÍNIMOS Y MÁXIMOS DE INSUMOS ALIMENTICIOS UTILIZADOS EN


LA PREPARACIÓN DE RACIONES PARA CUYES EN RECRÍA
INSUMOS % Mínimos % Máximos
-Maíz 9 55
-Sorgo -- 50
-Cebada 20 40
-Harina de alfalfa 7 12
-Harina de retama -- 40
-Harina de pescado 2 12
-Harina de sangre -- 18
-Pasta de algodón tratada 15 30
-Pasta de algodón no tratada -- 15
-Polvillo de arroz -- 18
-Melaza de caña 10 30
-Afrecho 15 30
-Cáscara de algodón -- 9
-Coronta -- 9
-Raymalt -- 25
-Residuos de cervecería desecada -- 25

CAPITULO V

SELECCIÓN Y MEJORA

A. GENERALIDADES

La selección y mejora de los animales viene a ser una fase de la explotación en la que el
criador debe considerar una serie de conocimientos básicos relacionados con el
mecanismo de la herencia en los seres vivos. Esta herencia se halla íntimamente
vinculada al gene el cual siendo capaz de reproducirse idéntico a sí mismo, puede
adoptar ligeras modificaciones, conocidas con el nombre de mutación.

Aun cuando la selección puede ser natural y artificial, en este capítulo vamos a tratar de
la selección artificial, o sea aquella llevada a cabo por el hombre y ejecutada de acuerdo
a técnicas y conocimientos que permitan una mejora genética del animal, de manera de
hacerlo más productivo y por lo tanto más rentable y económico en su explotación; esta
mayor capacidad productiva del animal se logra mediante la acción conjunta de este
mejoramiento genético y el mejoramiento ambiental, donde el buen manejo, la sanidad
y buena alimentación permiten crear las condiciones óptimas para que el animal exprese
todo su potencial genético productivo.

Como quiera que el cuy se explota en la actualidad como productor de carne, el


mejoramiento genético de esta especie deberá estar referida exclusivamente a la
producción cárnica. Para el efecto se consideran características por mejorar todas
aquellas que incidan directamente en e1 incremento de la producción cárnica y entre
ellas podemos citar como las más importantes:

Peso Vivo
Prolifidad (Tamaño de camada y Número de partos al año).
Conversión alimenticia
Precocidad
Conformación y calidad de carcasa
Rendimiento de carcasa
Otras menos importantes como: Color de ojos, color de manto, número de dedos,
temperamento, etc.

En este capítulo se ofrecen trabajos de investigación con resultados de estudios de cada


una de estas características y su relación con el peso vivo, cuyas conclusiones permiten
asegurar que el peso vivo y el tamaño de camada son las características más importantes
y las que deben merecer la atención prioritaria en un programa de mejoramiento de
cuyes.

A1 final de este capítulo, el lector encontrará un método de selección, desarrollado


para mejorar estas dos características (peso vivo y tamaño de camada), el mismo que
viene dando buenos resultados y puede ser de mucho provecho sobre todo para aquellos
criadores que recién se inician.

B. FACTORES QUE INFLUYEN EN EL PESO AL NACIMIENTO EN


CUYES Y ALGUNAS CORRELACIONES HALLADAS APLICABLES A
LA SELECCIÓN
La cuyecultura racional puede considerarse como una industria reciente en el país,
donde las máquinas - que vienen a ser los cuyes - transforman la materia prima, el
alimento, en carne, Tanto mayor la calidad de esta máquina, tanto más eficiente será
esta transformación y mayor será también el beneficio económico del criador.

La calidad de esta máquina se logra mediante la selección orientada a fijar líneas de


animales que rindan la mayor cantidad de carne en el menor tiempo posible. Este
objetivo principal del criador depende de varios factores, entre ellos: el peso vivo,
precocidad, prolifidad, rusticidad, mortalidad, fertilidad, etc., factores que deben
considerarse en una política de selección. Sin embargo, cuando en la selección
intervienen muchos factores, ésta se hace más complicada, siendo también los
resultados muchas veces menos significativos, de allí que, reduciendo al máximo los
factores a evaluar en la selección, ésta se hace más sencilla y los resultados también
más fáciles de medir.

Una manera de deducir el número de factores en la selección es determinando las


correlaciones existentes entre ellos y determinando si estos índices son significativos o
no.

El concepto de correlación se refiere al modo en que los cambios sufridos por un factor
(ejem., peso al nacer) se reflejan en los cambios o variaciones del otro factor (ejem:,
peso a la saca) relacionados con el primero. Así, en el caso del peso al nacer y el peso a
la saca en cuyes, existe una relación directa y positiva que quiere decir que, a mayor
peso al nacimiento, habrá también mayor peso a la saca (crías nacidas con mayor peso
llegarán siempre a la saca con mayor peso).

La correlación se encuentra íntimamente relacionada con el concepto de regresión de un


factor de producción sobre otro (ejem., peso a la saca y peso al nacimiento),
entendiéndose por regresión a la expresión de la variación del primer factor, como
consecuencia de la variación del segundo factor. Así, en el ejemplo anterior, la línea de
regresión expresa cómo varía el peso a la saca, al variar el peso al nacimiento. Si estos
dos factores se encuentran correlacionados y si se trata de disminuir al máximo los
factores que deben intervenir en la selección, podemos en este caso, prescindir de uno
de ellos, y trabajar, por ejemplo, sólo con el peso al nacimiento, en la seguridad de que
los animales superiores seleccionados en ese instante, llegarán también superiores a la
saca.

La cuyecultura moderna es una industria muy reciente en el país, y los conocimientos


que se tienen de esta especie animal son bastante limitados. Sin embargo, los avances
que publicamos en este artículo, bien pueden servir para orientar al criador, sobre todo
en su política de selección.

MATERIALES Y MÉTODOS

El trabajo se desarrolló en la Granja de Cuyes de la Escuela Superior de Peritos


Agrícolas de Palián, situada en la ciudad de Huancayo, a 3,200 m.s.n.m. Se evaluaron
33 madres durante dos gestaciones y 251 crías. El sistema de crianza fue intensivo en
pozas.

Los pesos que se controlaron fueron:


Madres: Peso vivo antes y después del parto, número de crías por sexo, período de
tiempo entre el 1ro. y2do. parto, mortalidad.

Crías: Peso al nacimiento por sexos, peso al destete por sexos (14 días), peso a la saca
por sexos (93 días), número de hermanos, peso de camada y mortalidad.

Se ha calculado:
- La correlación entre el peso de la madre después del parto y el peso de la camada.
- La correlación entre el peso de la madre después del parto y el peso promedio de crías.
- La correlación entre el peso de la madre al parto y el número de crías por camada.
- La correlación entre el peso al nacer de crías y el peso al destete.
- La correlación entre el peso al destete y el peso a la saca.

Se ha estudiado:
- La variación del peso vivo al nacer, en crías provenientes de camadas de diferente
número de hermanos. Método empleado: Diseño completamente Randomizado con 5
tratamientos y diferente número de repeticiones.
- La influencia del período de tiempo entre la última parición y el próximo parto en el
peso al nacimiento de crías. Método empleado: Completamente Randomizado con
arreglo factorial 3 x 2.

RESULTADOS

1. Correlación entre el peso de la madre al parto y el número de crías por camada.


- Número de partos tabulados 67
- Número de camadas 67
rxy = 0.1649265 . . . . rt = 0.05 : 0.241: 0.01 : 0.313
No hay significación.

2. Correlación entre el peso de la madre después del parto y el peso de la camada al


nacimiento
- Número de partos tabulados 67
- Número de camadas 67
rxy = 0.30058* . . . . . rt = 0.05 : 0.241: 0.01 : 0.313
* Significación a nivel de 95%

3. Correlación entre el peso de la madre después del parto y el peso promedio de


crías al nacimiento
- Número de partos tabulados 67
- Número de pesos promedios cría 67
rxy = 0.230519 . . . . . . . rt = 0.05 : 0.341 : 0.01 : 0.3l3
No hay significación

4. Correlación entre el peso vivo al nacimiento y el peso vivo al destete


- Número de crías tabuladas 24
rxy = 0.74563 **. . . . . . rt = 0.05; 0.404; 0.01 : 0.5l5
** Significación a nivel de 99%

5. Correlación entre el peso al destete y el peso de la saca (93 días de edad)


- Número de crías tabuladas 24
rxy = 0.517607 **. . . . . rt = 0.05 : 0.404 : 0.01 : 0.515
** Significaci6n a nivel de 99%

6. Influencia del sexo en el peso al nacimiento.

Los pesos vivos al nacimiento, por sexos, no se diferencian en forma significativa. Sin
embargo, a la edad de destete y saca, los machos resultan pesando más que las hembras
en forma altamente significativa.

7. Influencia del número de crías por camada en el peso vivo al nacimiento


- Número de partos tabulados 67
- Número de crías tabuladas 161

CUADRO No. 64
PESOS VIVOS AL NACIMIENTO POR TAMAÑOS DE CAMADA
No. de crías 1 2 3 4 5
por camada
P 153 150 115 105 122
E 154 180 131 130 120
S 140 117 93 92 114
O 150 93 107 92 110
S 116 132 111 95 95
162 118 98 87 112
V 147 111 118 86 105
I 152 102 112 87 103
V 188 113 110 83 98
O 147 112 142 130 92
S 102 128 127 110 --
157 126 131 137
A 116 153 120 112
L -- 145 96 135
158 95 130
N 165 160 120
A 129 147 110
C 141 145 142
E 90 145 139
R 85 102 115
110 84 112
130 92 140
157 89 135
163 73 120
128 99 95
142 94 130
125 89 105

140 127 92
138 126 92
120 107 95
142 154 87
148 147 86
112 130 83
126 130 --
165 117
145 110
150 140
143 152
153 137
145 165
149 142
147 124
112 115
107 105
131 110
137 145
130 130
105 120
128 145
126 102
150 85
180 111
-- 107
98
ΣXij 1,884 6,432 6,405 3,512 1,071 19,804
Ri 13 52 54 32 10 161
X 144.9 133.31 118.61 109.75 107.1

ANAVA CV = 17.23%

FV S.C. G.L. C.M. Fc Ft Sig.


Entre trats. 20,951.1 4 5,239,775 11.575 3.41 **
Dentro “ 70,613.9 156 452,653
Total 91,573.0 160

DIFERENCIA LÍMITE DE SIGNIFICACIÓN A NIVEL DE 0.05 Y 0.01


** Existe significación entre: pesos promedios al nacer por número de crías por camada a nivel de 99%.

1 CRÍA 2 CRÍAS 3 CRÍAS 4 CRÍAS 5 CRÍAS

1 CRÍA xxxxxxxxxx 11.60 26.29 ** 35.15 ** 37.80 **

2 CRÍAS xxxxxxxxxx 14.69 ** 23.55 ** 26.20 **

3 CRÍAS xxxxxxxxxx 26.29 ** 11.15 **

4 CRÍAS xxxxxxxxx 2.65 **

5 CRÍAS xxxxxxxxx

Número de crías
1a
2a
Orden de 3b
Méritos 4b
5b

Las crías nacidas en camadas de 1 y 2 hermanos tienen pesos al nacer superiores a los
nacidos en camadas de 3, 4 y 5 hermanos, con un 99 % de seguridad.

CUADRO No. 65
INFLUENCIA DEL PERIODO DE TIEMPO ENTRE LA ÚLTIMA PARICIÓN Y EL PRÓXIMO
PARTO EN EL PESO DE CRÍAS AL NACIMIENTO (APROVECHAMIENTO DEL CELO
POST PARTUM O NO)
Periodo entre la última parición y siguiente 68 a 77 días 77 a 85 días 85 a 93 días
parto
Número de crías por camada 3 4 3 4 3 4
P 98 92 124 130 130 135
E 111 92 165 110 117 110
S 107 130 142 137 110 130
O -- 105 115 112 140 120
83 105 140 152 142
A 87 110 135 137 139
L 95 145 120 145 115
86 102 95 130 112
N -- 84 -- 120 --
A
C
E
R
Xij 316 770 1092 979 1181 1003
ri 3 8 9 8 9 8
Xi 105.33 96.25 121.33 122.37 131.22 125.37
Periodo de días 1086 2071 2184
Número de crías por camada 2598 2752

ANAVA

F. de variación S.C. G.L. C.M. Fc Ft Sig.


0.01
Combinaciones 6,506.15 5 1,301.23 4.526 3.51 **
Periodo de días 6,176.79 2 3,088.39 10.743 5.18 **
Número de
crías y otras 329.36 3 109.78
interac.
Error 11,211.55 39 287.47
TOTAL 17,717.70 44
C.V. = 14.24
** Existe alta significación entre periodos de días.
Diferencia límite de significación a nivel de 95 y 99 % de probabilidades.
X1 = 98.72 X2 = 121.82 X3 = 128.43

Periodos de tiempo 68 a 77 días 77 a 85 días 85 a 93 días


68 a 77 días xxxxxxxxxxxx d = 23.10 ** d = 29.75 **

D.L.S. = 13.25 y 17.73 D.L.S. = 13.25 Y 17.73


77 a 85 días Xxxxxxxxxxxxxx d = 6.25
D.L.S. = 0.05 = 11.74
0.01 = 15.71

** Diferencia altamente significativa en el peso al nacimiento a favor de las crías nacidas en el


próximo parto, después de 7 días de tiempo.

CONCLUSIONES

1. Correlaciones en el peso de madres y crías.

No. de crías Peso de camada Peso X de crías

Peso de la madre al 0.1649265 No sig. xxxxxxxxxxxxxx xxxxxxxxx


parto
Peso de la madre xxxxxxxxxxxxxxx 0.30058 * 0.230 No sig.
después del parto

El número de crías por camada y el peso promedio de ellas al nacer, no dependen


del peso de las madres

2. Correlación en el peso de crías

CRÍAS Peso al destete Peso a la saca


(93 días de edad)
Peso al nacimiento 0.74563 ** 0.517607

Las crías con más peso al nacimiento llegan también con mayor peso al destete y a
la saca, (con 99% de probabilidades).

3. Componentes cuantitativos que contribuyen al peso vivo del cuy al nacimiento.


No existe influencia del sexo en el peso al nacimiento de las crías; los machos son
más pesados que las hembras al destete y saca.
Existe influencia del número de crías por camada sobre el peso al nacer de las
mismas; las crías de camadas con menos de 3 ejemplares pesan en promedio más que
las crías de camadas de 3 y más crías.

Las camadas formadas por 3, 4 y 5 crías tienen pesos semejantes.

las crías concebidas en celo post partum pesan significativamente menos que las
crías concebidas en otros celos.

RECOMENDACIONES
Mientras no se tenga más información, la selección de crías puede hacerse a la edad del
destete, considerando en cada tamaño de camada el peso vivo como único criterio de
evaluación, siempre que se formen grupos diferenciados por sexos.

En cada tamaño de camada, se seleccionarán formando los siguientes grupos (Gráfico


No. 15) en machos y en hembras.

- Grupo superior constituido por el 10% superior


- Grupo de primera constituido por el 20% inmediato inferior
- Grupo de segunda constituido por el 20% inmediato inferior
- Grupo de tercera constituido por el 50% debajo del promedio
X = Promedio general de peso vivo

EL grupo superior se dedicará a la obtención de reproductores de reemplazo.

El grupo de tercera, constituido por el 50% de la majada (todos los animales por debajo
del promedio), se dedicará a la saca.

C. ESTUDIO DE ALGUNOS FACTORES DE PRODUCCIÓN EN LA


POBLACIÓN DE CUYES DEL PROGRAMA DE INVESTIGACIÓN EN
CUYES DE LA UNCP.
El presente estudio es el resultado de la evaluación hecha en base a las tarjetas de
control de la población de cuyes de la UNCP realizado por Alarcón Torres, H. y Aliaga
Rodríguez, L. en 1977.

Los objetivos fueron determinar la influencia de:

Las concepciones en celos post partum y el período de tiempo entre partos en el peso
vivo y el tamaño de carnada de los cuyes, y determinar cuales de estos factores influyen
significativamente en el tamaño de camada.

MATERIALES Y MÉTODOS

Lugar y duración. El presente estudio se realizó en la Granja Agropecuaria de Yauris,


del "Programa de Investigación de Cuyes" de la UNCP, ubicada en el Distrito de El
Tambo, Provincia de Huancayo, Departamento de Junín, a 3,250 m.s.n.m.

Se inició con la toma de datos del 14 de Noviembre a1 19 de Diciembre de 1 976.


Concluyendo todo el estudio el 30 de Junio de 1977.

De los datos. Corresponden a las vientres en producción durante el período de 1 976. Se


utilizaron los datos extraídos de sus respectivas tarjetas de control e identificación,
considerando de utilidad los siguientes:

1. Pesos al destete de crías machos y hembras del 2°, 3°, y 4° parto.


2. Número de crías al nacimiento del 1°, 2° y 3° parto.
3. Tamaño de camada, pesos al destete del 1°, 2°, 3°, y 4° parto por sexos.

Las diferentes edades de destete fueron ajustados a los 10 días, aplicando siguiente
fórmula:

Al finalizar la toma de datos se registraron un total de 470 vientres, extrayéndose de


ellas muestras al azar y representativas de la población.
CUADRO No. 66
DATOS DE NÚMERO DE ANIMALES UTILIZADOS EN LOS ANÁLISIS ESTADÍSTICOS
Número de Número de Estudios a efectuarse
vientres crías
178 543 al destete Influencia en el peso al destete de cuyes machos y hembras de los
siguientes factores de producción celos post partum o no, tamaño de
camada
232 756 al Determinar la influencia del periodo de tiempo entre la última parición y
nacimiento el próximo parto en el número de crías al nacimiento
255 745 Determinar los Coeficientes de Regresión, Correlación y de
Determinación.
CUADRO No. 70
ANÁLISIS DE VARIANCIA DEL No. DE CRÍAS AL NACIMIENTO
F.V. G.L. S.C C.M. Fc Ft Sig.
Partos (A) 2 5.1014 2.56 1.825 3.03 No hay
4.7
1
-Intervalo ÷ 2 10.6226 5.31 3.801 3.04 +
Partos (B) 4.7
1
- Interacción 4 1.2181 0.31 0.217 2.41 No hay
A/B 3.4
1
Error 223 311.54 1.397

TOTAL 231 328.48

Realizada el ANAVA (Cuadro No. 68) de los pesos al destete, se encontró


significación estadística a la Prueba de P(≤0.05), para el efecto (A=No. de partos); lo
cual indica que en el segundo parto, tercer parto, y cuarto parto; los pesos logrados al
destete (10 días) son diferentes.

Efectuada la Prueba de Significación de Duncan se tiene:

IV III
219.93 218.12 II
206.05

O sea que los pesos al destete de crías de III y IV parto son superiores al peso de crías
de II parto.

Para el efecto (B=celos), no hay significación estadística comportándose las unidades


experimentales en forma homogénea, quiere decir que no hubo ningún efecto en el peso
de las crías provenientes de madres que concibieron en celos Post parturn y otros celos.
Resulta también que para el efecto (C = sexo), los promedios alcanzados para machos y
hembras resultan ser semejantes a la edad de destete. Igualmente se observa que no
existe significación estadística en las interacciones, por lo que estos últimos pierden
validez.
Efectuado el Análisis de Variancia del No. de crías al nacimiento, Cuadro No. 70, se
encontró significación estadística a nivel de F (≤0.05) para el efecto intervalo entre
partos, o sea que el mayor número promedio de crías por camada al nacimiento
corresponde a aquellas crías provenientes de celos post partum; mientras que las
provenientes de otros celos resultan ser de menor número promedio de crías por
camada. En las otras fuentes de variabilidad no se encontró significación estadística.

CUADRO No. 71
ANAVA DE LOS PESOS AL DESTETE (10 DÍAS) Y TAMAÑO DE CAMADA EN CUYES
MACHOS

F.V. G.L. S.C. C.M. Fc Ft Sig.


Regresión 1 157,705 157,705.0 57.4 3.86 **
6.70
Error 367 1’008,147 2,746.9

Total 368 1’165,852

CUADRO No. 72
ANAVA DE LOS PESOS AL DESTETE (10 DÍAS) Y TAMAÑO DE CAMADA EN CUYES
HEMBRAS

F.V. G.L. S.C. C.M. Fc Ft Sig.


Regresión 1 97,477 97,477 35.9 3.86 **
6.70
Error 374 1’013,144 2,708.9

Total 375 1’110,621

En los siguientes análisis de variancia, de pesos al destete y tamaño de camada, cuadros


71 y 72 se observa alta significación estadística, lo cual indica que el tamaño de
camada, (número de hermanos) influye en el peso promedio a obtenerse al destete. Es
decir que a menor tamaño de camada se obtienen mayores pesos; y a mayor tamaño de
camada corresponden menores pesos promedio el destete tanto en crías machos como
hembras.

DETERMINACIÓN DE LOS COEFICIENTES DE REGRESIÓN


MACHOS HEMBRAS
b=-16.99 grs. b=-12.91 grs.

El valor del Coeficiente de Regresión encontrado para ambos sexos es negativo, lo que
indica que a mayor tamaño de camada habrá menor peso al destete.

DETERMINACIÓN DE LOS COEFICIENTE9 DE CORRELACIÓN


MACHOS HEMBRAS
r = -0.36779 r = -0.29625

Se determinó que el Coeficiente de Correlación para crías machos y hembras, es


altamente significativo, lo que demuestra el alto grado de asociación existente en las dos
características estudiadas; es decir entre el tamaño de camada y los pesos al destete.

COEFICIENTE DE DETERMINACIÓN
MACHOS HEMBRAS
13.5 % 8.0 %

El Coeficiente de Determinación mide la asociación entre las dos características


estudiadas.

CONCLUSIONES

De los resultados obtenidos en el presente trabajo se pueden puntualizar las siguientes


conclusiones:

1. A1 evaluar pesos del segundo al cuarto parto, se encontró que el número de partos de
la hembra, tiene influencia en los pesos al destete de sus crías. Los mismos que en
promedio son mayores a medida que aumenta el número de partos. Para la población
estudiada los pesos al destete para el cuarto parto fueron de 219.93 gramos, para el
tercer parto 218.12 gramos, para el segundo parto 206.03 gramos. As1 mismo el tercero
y cuarto parto resultan ser significativamente superiores con respecto al segundo parto.
2. El peso promedio de las crías al destete, provenientes de fecundación en celos post
partum, son similares a los pesos obtenidos por las crías cuyas madres tuvieron
descanso sexual. Siendo los promedios para celos post partum de 211.42 gramos y para
los de otros celos 211.93 gramos respectivamente.
3. El número promedio de crías por camada el nacimiento, del primero al tercer parto, es
influenciado por e1 intervalo de tiempo de descanso sexual de las hembras en
reproducción. Encontrándose que este número de crías por camada es mayor para
aquellos intervalos menores en tiempo, o sea que las pariciones de camadas concebidas
en celos post partum, son las más numerosas.

En la población estudiada se obtuvo un promedio de 3.41 crías por camada para el


intervalo de 65 - 77 días entre partos, 3.39 crías por camada para intervalos de 78 - 85
días entre partos, y de 3.31 crías por camada para el intervalo entre partos de 86 - 93
días.

4. El mayor o menor peso promedio que se obtiene al momento del destete, en cuyes
machos y hembras; depende del número de hermanos que conforman la camada ( P <
0.01 ).
5. Dada la alta correlación hallada entre las dos características, es posible establecer una
Tabla de Clasificación por grupos y sexo.

D. INFLUENCIA DEL COLOR DE LOS OJOS EN EL PESO VIVO EN


CUYES

INTRODUCCIÓN

El color de ojos en cuyes es una característica muy discutida; su presencia obedece a


factores heredados que se traducen en el animal, generalmente, produciendo individuos
de ojos de color rojo y de color negro. La exteriorización de éste y otros caracteres en el
animal depende de factores heredados de ambos progenitores, de los cuales unos son
factores dominantes y otros recesivos. Los factores dominantes son siempre evidentes
en el animal que los hereda, mientras que los factores recesivos pueden estar presentes
en un animal sin producir ningún efecto visible. Los rasgos dominantes son transmitidos
directamente de los padres a los hijos, en tanto que los recesivos aparecen saltándose
una generación (Muñoz, Laurentino, 1970).

Algunos criadores prefieren el ojo rojo al negro, asegurando que estos animales son más
tranquilos, lo que les permite engordar más que los de ojos negros; otros sostienen que
1a coloración roja de ojos, constituye un atavismo, característica indeseable que debe
eliminarse en la selección.

Luna de la Fuente C. (1969), refiere que la pigmentación de ojos es una característica


importante, siendo la coloración roja en ojos un signo de albinismo, indicadora de poca
visibilidad, característica útil para el engorde y explotación casera, siendo animales de
mejor temperamento y con mejores posibilidades de engorde por ser menos nerviosos.

Recientes estudios de Aliaga Rodríguez L. (1974) demuestran que el peso vivo al


nacimiento y a la saca depende de algunos componentes que se resumen así:

l. Animales provenientes de camadas de menos de 3 crías pesan más al nacimiento que


aquellos que provienen de camadas de más de 3 crías (P <0.01).
2. Crías concebidas en celos post partum pesan significativamente menos al nacimiento
que las crías de camadas concebidas en otros celos (P <0.01).
3. Crías con más peso al nacimiento llegan también con más peso al destete y a la saca
(P<0.01).
4. Existe influencia marcada del sexo en el peso vivo al destete y a la saca, resultando
los machos más pesados que las hembras (P <0.01).

No se han encontrado referencias bibliográficas de estudios sobre la influencia del color


de ojos en el peso vivo de los cuyes. En este ensayo se analiza el material que se
expone, a fin de determinar si existe o no influencia del color de ojos en el peso vivo al
nacimiento y el incremento al destete y a la saca, como un medio de dar cierta
información de probabilidades al hecho de que sea el color de ojos rojos una
característica que debe eliminarse o no en la selección.

MATERIALES Y MÉTODOS

El material empleado estuvo constituido por carnadas de hermanos en las que existían
animales de ojos rojos y negros provenientes de padres de ojos rojos y negros.
Se tabularon 29 partos y 59 crías, evaluando el peso vivo al nacer, al destete y a la saca,
diferenciado por sexo y por número de crías y por camadas. Se utilizó el diseño factorial
de 2 x 3 x 2 (dos colores de ojos, tres números de crías por camada y por dos sexos).

Los animales fueron criados en pozas sobre el piso, bajo el sistema intensivo de crianza.
La alimentación usada: Rye Grass, Trébol y concentrado (Purina para aves de postura, a
voluntad). Los materiales usados: una balanza para pesadas y aretes para diferenciar los
tratamientos en estudio.

RESULTADOS

CUADRO No. 74
ANAVA DE LOS PESOS AL NACIMIENTO
Fuentes de SG GL CM Fc F.05 Sig.
variación
Combinaciones 10698.83 41 972.62 1.963 2.00 No. Sig.
Error 23276.97 47 405.25
Total 33975.80 58
C.V. = 17.78 %

INTERPRETACIÓN

1. Número de crías por camada. El número de 1, 2 ó 3 crías por camada es un factor


que no influye en el peso vivo al nacer de los mismos, y las diferencias de pesos
promedios en camadas de 1, 2 ó 3 crías resultan ser muy pequeñas y sin significación
estadística X1C=145.71, X2C=132.26, X3C=114.10.

2. Color de ojos. No existe influencia del color de ojos en el peso vivo promedio al
nacer de las crías, resultando el peso de crías de ojos negros (XN= 127.42 gs.), li-
geramente superior al peso promedio de crías de ojos rojos (XR= 118.76 gs.). La
diferencia de 8.66 gs., al análisis, no es significativa.

3. Sexos. No se ha encontrado diferencia de sexo en el peso vivo promedio de crías al


nacimiento, resultando las hembras (XH = 130.30 gs.) ligeramente más pesadas que los
machos (XM = 121.50 gs.), peso sin significación estadística.
INTERPRETACIÓN

1. Número de crías por camada. Al destete las crías unigénitas pesan más que las
de camadas de 3 ejemplares (P<0.01). Las crías de camadas de 1 y 2, tienen
pesos semejantes.
2. Color de ojos. Al igual que al nacimiento, no existe diferencia significativa
entre los pesos al destete alcanzados por cuyes de ojos rojos o negros.
3. Sexos. Al destete los machos pesan significativamente más que las hembras.
INTERPRETACIÓN

1. Número de crías por camada. No se ha encontrado diferencia significativa entre crías


provenientes de camadas de 1, 2 ó 3 crías.

2. Color de ojos. A la saca (93 días de edad) el promedio de peso para ojos negros fue
XN = 725.85 grs. y el promedio para ojos rojos XR =667.17 grs.; la diferencia de 58.68
gramos a favor de 1os ojos negros resulta ser altamente significativa.

3. Sexos. Los cuyes machos, a la saca, resultan con pesos superiores que las hembras
con 99 % de probabilidad: XM = 742.02; XH = 657.17; d = 84.85 grs.

DISCUSIÓN

lA, Del color de ojos. Parece ser que el presente estudio es el primero que se publica
sobre esta característica, cuya presencia en cobayos obedece a factores heredados que se
traducen en la descendencia produciendo crías de ojos con pigmentación roja o negra.
Luna de la Fuente C. (1969), cita en su libro El cuy que la presencia de ojos rojos como
un signo de albinismo, es indicadora de poca visibilidad, lo que hace al animal más
tranquilo y con mejores posibilidades de engordar; sin embargo, en el presente estudio
los resultados en cuanto a posibilidades de engordar son opuestos, pues los animales de
ojos negros se comportan mejor que los da ojos rojos llegando a la saca con pesos
significativamente superiores (P<0.01).

En los cuadros Nos. 73 y 74 los pesos al nacimiento son semejantes para ambas clases
de ojos (XN = 127.42: XR = 118.76 grs.), lo que demuestra que esta característica no
influye en el peso al nacimiento; al destete (25 días de edad), los pesos para los dos
colores de ojos resultan ser también semejantes. (cuadros Nos 75 y 76). Sin embargo, a
la saca (93 días de edad), cuadros 77 y 78, existe una diferencia altamente significativa
en favor de los cuyes de ojos negros. Parece pues que, efectivamente, la presencia de
ojos rojos es una característica indicadora de poca visibilidad y si bien ésta no se
manifiesta al destete (25 días), se debe probablemente a que disponen de la ayuda de la
madre y por supuesto de la leche materna para alimentarse en forma normal, pero a
partir de este momento, se nota que los de ojos negros compiten con ventaja, tanto el
medio ambiente como el alimento puesto a su disposición, llegando a la saca con pesos
altamente superiores a los de ojos rojos (XN=725.85; XR=667.17). Obsérvese que, al
destete, los pesos de los de ojos rojos (XR =240.76) son más altos que los de ojos
negros (XN = 221.90), esta ventaja debería permanecer a la saca, en razón de la alta
correlación encontrada (r = 0.52 **) de peso al destete y peso a la saca (Aliaga
Rodríguez, 1974); sin embargo, esta ventaja de peso a favor de los de ojos rojos
desaparece y es anulada por los animales de ojos negros, que llegan a la saca con pesos
muy superiores.

2A. Del sexo. En el análisis de variancia de pesos al nacimiento, el peso de ambos


sexos resultó ser semejante y sin significación estadística, siendo el de las hembras XH
= 130.30 grs. ligeramente superior al de los machos: XM= 121.50 grs. (cuadros 73 y
74). A partir del destete (25 días), se nota ya una influencia del sexo a favor de los
machos, diferencia que se hace más grande a la saca (93 días) en que éstos, los machos,
XM = 742.02 grs., pesan significativamente más que las hembras, XH = 657.17, (P <
0.01). Estos resultados concuerdan con los encontrados por Aliaga Rodríguez L. (1974),
Pino Pimentel I. (1970) y Zaldívar, A.M. y Rojas, M.S. (1970).

3A. De1 número de crías por camada


En el análisis de variancia de pesos al nacimiento (cuadros 73 y 74), no se encuentran
diferencias de pesos significativas entre gazapillos de 1, 2 ó 3 crías por camada.

Aliaga Rodríguez L. (1974), al estudiar los factores que influyen en el peso vivo al
nacimiento encuentra diferencia significativa entre 1, 2, 3, 4 y 5 crías, resultando las de
1 y 2 crías con pesos superiores a los de 3, 4 y 5 crías por camada (P <0. 01). Estos
resultados concuerdan con los obtenidos en el presente ensayo sólo a la edad de destete,
probablemente porque la presente muestra estudiada agrupa animales de 1, 2 y 3 crías
solamente.

CONCLUSIONES

1 A. Color de ojos. El color de ojos ejerce una influencia marcada en el peso vivo a la
edad de saca (93 días), llegando a esta edad los animales de ojos negros con más peso
que los animales de ojos rojos, con 99 % de probabilidades.

2A. Número de crías por camada. Para el presente caso, de camadas de 1 a 3 crías, el
número de ellas no es un factor influyente en el peso vivo al nacimiento de los ga-
zapillos, sin embargo, al destete, las crías de camadas de 1 cría llegan con pesos alta-
mente significativos a los de 3 crías por camada. Esta superioridad desaparece a la edad
de saca, en que todos los pesos son semejantes para este factor.

3A. Sexo. Existe una influencia marcada del sexo en la acumulación del peso vivo en
los gazapillos, que se manifiesta desde la época del destete, haciéndose más marcada a
la edad de saca, en que los machos llegan siempre con pesos superiores que las
hembras, con 99 % de probabilidades.

RECOMENDACIONES
Siendo la presencia de ojos rojos en el cuy, un carácter que probablemente dificulta la
visión en los mismos, lo que se traduce en un pobre desarrollo corporal, debe
considerarse esta característica como in factor indeseable.

E. INFLUENCIA DEL COLOR DE OJOS, COLOR DE MANTO Y SEXO


EN EL PESO VIVO

Durante el año de 1975 Astete Cabezas, T. y Aliaga Rodríguez, L. realizaron este


ensayo con animales del Programa de Investigación en Cuyes de la UNCP. El objetivo
fue determinar si el manto era una característica influyente en el peso vivo de los cuyes,
y de paso volver a evaluar el color de ojos y sexo de manera de darle mayor
consistencia a los resultados ya conocidos en anteriores investigaciones en las que se
determinó sobre todo la influencia de ojos en el peso vivo de los cuyes.

1. MATERIALES Y MÉTODOS

UBICACIÓN Y DURACIÓN

El experimento se llevó a cabo en el Departamento de Junín, provincia de Huancayo,


en la Granja Agropecuaria de Yauris de la Universidad Nacional del Centro del Perú;
situada a 3,200 m.s.n.m. Se dio inicio el 1º. de marzo de 1975, siendo concluida el 31
de agosto de 1975.

DE LOS ANIMALES

Fueron utilizados 644 cuyes ya nacidos que se encontraban disponibles en la Granja,


seleccionándolos por el color de ojos, manto y sexo; evaluando el peso vivo al nacer,
al destete y a la saca.

- De ellos, se encontró 503 cuyes con el color de ojos negros, 141 de ojos rojos.
- Referente al manto:
Manto blanco 95 cuyes
Manto colorado 20 "
Manto plomo 36 "
Manto mezclado claro 355 "
Manto mezclado oscuro l38 "

- Sexo:
Machos 316 cuyes
Hembras 328 "

DE LOS CONTROLES

Los controles de peso fueron efectuados al inicio del experimento (nacimiento), al


destete y a la saca. Las pesadas se hicieron usando jaulas especiales de malla y una
balanza de sensibilidad en gramos.

DE LA ALIMENTACIÓN

Los alimentos proporcionados a los animales fueron: alfalfa, agua y concentrado, todos
éstos suministrados a discreción en forma diaria.

DE LAS JAULAS

Se emplearon jaulas de madera de 2 pisos, revestidos con malla de alambre de cocadas


de 1/2 pulgada, con bandejas recolectoras para cada piso donde caían directamente los
excrementos, orina y desperdicios de los alimentos.

DE LA SANIDAD

Algunos animales mostraron un ataque de dermatitis micótica, cuyas lesiones cutáneas


se presentaron en la cara y otras regiones del cuerpo, en las que se observó una alopecia
en la zona afectada, la piel engrosada y cubierta de costras de color blanquecino
amarillento. Dichas lesiones fueron controladas mediante la aplicación de sulfato de
cobre (crema).
Otros mostraron heridas de las peleas entre ellos, las cuales se controlaron con Lugol
Fuerte. La mortalidad fue nula.

DEL MÉTODO EXPERIMENTAL

Se empleó para el presente estudio el método de Diseño Completamente Randomizado


con Arreglo Factorial de 2 x 2 x 5, con tratamientos.

5 Mantos 2 Colores de ojos 2 Sexos


1. Blanco - 95 cuyes 1. Ojos negros -503 1. Machos - 328
2. Colorado - 20 " 2. Ojos rojos – 141 2. Hembras – 316
3. Plomo - 36 "
4. M. claro - 355 "
5. M. oscuro - 138 "

DE LOS ANÁLISIS

Se determinó el análisis de la variancia para los tratamientos en estudio, el Coeficiente


de Variabilidad y la Prueba de D.L.S. y Duncan.

2. RESULTADOS
3. INTERPRETACIÓN DE LOS RESULTADOS DE PESOS AL NACER

COLOR DE OJOS

No existe influencia del color de ojos en el peso vivo promedio al nacimiento,


resultando el peso de los cuyes de ojos negros (Xn = 114.16 gr.), ligeramente superior
al peso promedio de los cuyes de ojos rojos (Xr =110.70gr.). La diferencia de 3.46 gr. al
análisis, no es significativa.

COLOR DE MANTO
Los colores de manto blanco, colorado, plomo, mezclados claros y mezclados oscuros
en los cuyes es un factor que no influye en el peso vivo al nacimiento de los mismos y
las diferencias de pesos promedios en el color de manto resultan ser muy pequeñas y sin
significación estadística Xb = 114.84; Xc = 110.25; Xp = 112.36, Xmc = 114.49; Xmo
= 110.36.

SEXOS

No se ha encontrado diferencia de sexo en el peso vivo promedio de crías al nacimiento,


resultando los machos (Xmc = 115.00 gr.), ligeramente más pesados que las hembras
(Xh = 111.87 gr.), pero sin significación estadística.

3.4. Habiéndose obtenido significación en las combinaciones, encontramos que la


combinación de manto por ojo resulta ser significativa, para lo cual recurrimos a la
comparación de los promedios mediante la prueba de Duncan.

Correspondiendo los promedios de pesos obtenidos:

Manto colorado con ojo rojo - 122.14 gr.


Manto blanco con ojo negro - 119.03 "
Manto mezclado claro con ojo negro - 115.46 "
Manto plomo con ojo negro - 113.63 "
Manto mezclado claro con ojo rojo - 111.36 "
Manto mezclado oscuro con ojo negro - 110.78 "
Manto blanco con ojo rojo - 109.76 "
Manto colorado con ojo rojo - 103.84 "
Manto Plomo con ojo rojo - 98.33 "
Manto mezclado oscuro con ojo rojo - 91.25 "

Para el factor Manto y Ojo; tratándose de los promedios generales, la prueba de Duncan
da prioridad para el manto colorado de ojo rojo (P≤0.01).
4. INTERPRETACIÓN DE LOS RESULTADOS DE PESOS AL DESTETE

COLOR DE OJOS

Al igual que al nacimiento, no existe diferencia significativa entre los pesos al destete
alcanzados por cuyes de ojos rojos y ojos negros.

COLOR DE MANTO

Los colores de manto no influyen en el peso vivo al destete de los cuyes.

SEXOS
Al destete los cuyes machos pesan más que los cuyes hembras (P≤0.01).
5. INTERPRETACIÓN DE LOS RESULTADOS DE PESOS A LA SACA

COLOR DE OJOS

A la saca (93 días de edad) el promedio de peso para los de ojos negros fue de Xn =
606.42 gr. y el promedio para los de ojos rojos de Xr = 579.92 gr.; la diferencia es de
26.50 gr. a favor de los de ojos negros que resulta ser altamente significativa (P≤0.01).

COLOR DE MANTO
A la saca el color de manto blanco resulta ser altamente significativo en comparación al
plomo ya que el promedio de peso para los de manto blanco es Xb = 604.42 gr. y el
promedio para los de manto plomo es Xp = 536.66 gr., la diferencia es de 67.96 gr. con
el resto de los mantos no hay significación.

El manto colorado resulta altamente significativo en comparación con el color plomo ya


que el promedio de peso para los de manto colorado es Xc = 615.25 gr. y el promedio
para los de manto plomo es Xp = 536.66 gr., la diferencia es de 78.58 gr. a favor del
colorado; con los otros no hay significación.

Los de mantos mezclados claros resultan altamente significativos en comparación con


los mezclados oscuros, el promedio de pesos de mezclados claros es Xm.c.= 614.22 gr.,
y el promedio de pesos de mezclados oscuros es Xm.o. = 577.42 gr., la diferencia es de
29.63 gr.

SEXO

Los cuyes machos a la saca resultan con pesos superiores a las hembras, con 99 % de
probabilidades.
XM = 633.52 gr.
XH = 568.91 "
d = 64.61 "

Encontrando significación para los diferentes factores procederemos a realizar la


Prueba de Duncan.

PRUEBA DE DUNCAN PARA OJOS

Correspondiendo los promedios de pesos obtenidos:


Ojos negros = 606.42 gr.
Ojos rojos = 579.92 "

Para el factor ojo la prueba de Duncan da superioridad altamente significativa para el de


ojos negros (P≤0.01)
PRUEBA DE DUNCAN PARA MANTO

Los pesos promedios obtenidos:

Colorado = 615.25 gr.


Mezclado claro = 614.22 "
Blanco = 604.63 "
Mezclado oscuro = 577.42 "
Plomo = 536.66 "

Para el factor manto, da directamente la superioridad al manto colorado, seguido de los


otros mantos (P ≤0.01).

PRUEBA DE DUNCAN PARA SEXO

Promedios generales de pesos obtenidos a la saca:


Macho = 633.52 gr.
Hembra = 568.91 "

Para el factor sexo la prueba de Duncan resulta altamente significativa al sexo macho.

PRUEBA DE DUNCAN PARA MANTO x OJO

Correspondiendo los promedios de pesos obtenidos:

Manto colorado con ojo rojo = 696.42 gr.


Manto mezclado claro con ojo negro = 628.67 "
“ blanco con ojo negro = 619.71 "
“ mezclado oscuro con ojo rojo = 592.50 "
“ blanco con ojo rojo = 586.39 "
“ mezclado oscuro con ojo negro = 576.97 "
" colorado con ojo negro = 571.53 "
" mezclado claro con ojo rojo = 567.97 “
“ plomo con ojo rojo = 543.33 "
“ plomo con ojo negro = 536.06 "

Para el factor de manto y ojos, la prueba de Duncan da superioridad para el manto


colorado con ojos rojos. (P≤0.01), en comparación de los demás mantos y ojos.

PRUEBA DE DUNCAN PARA MANTO Y SEXO

Los promedios generales de pesos obtenidos:

Manto colorado Macho = 674.28 gr.


" mezclado claro Macho = 655.24 "
“ blanco Macho = 630.28 "
" mezclado oscuro Macho = 603.28 "
" blanco Hembra = 582.64 "
" mezclado claro Hembra = 578.20
"
" mezclado oscuro Hembra = 548.38 "
“ plomo Macho = 537.89 ”
“ plomo Hembra = 535.29 “
“ colorado Hembra = 477.50 "

Para el factor manto y sexo, la prueba de Duncan da superioridad para el manto


colorado y sexo macho (P≤0.01).

6. DISCUSIÓN

DEL COLOR DE OJOS

En el estudio realizado sobre esta característica, el color de ojos en cuyes, obedece a


factores heredados que se traducen en la descendencia produciendo crías de ojos con
pigmentación roja o negra. Luna de la Fuente (1969) cita en su Libro El Cuy, que la
presencia de los ojos rojos como un signo de albinismo, es indicadora de poca
visibilidad, lo que hace al animal más tranquilo y con mejores posibilidades de
engordar; sin embargo, en el presente estudio los resultados en cuanto a la posibilidad
de engordar son opuestos, pues los animales de ojos negros se comportan mejor que los
de ojos rojos llegando a la saca con pesos significativos (P≤ 0.01).

En 1os cuadros No. 79 y 80, los pesos al nacimiento son semejantes para los de ambos
colores de ojos (Xn = 114.16 gr.; Xr = 110.70 gr.), lo cual demuestra que esta
característica no influye en el peso vivo al nacimiento. Al destete (25 días), los pesos
para ambos colores de ojos resultan también ser semejantes (cuadros No. 82 y 83); sin
embargo, a la saca (93 días de edad) existe una diferencia significativa en favor de los
cuyes de ojos negros, lo cual indica que la presencia de ojos rojos es probablemente una
característica indicadora de poca visibilidad y si esto no se manifiesta al destete, se debe
a que a esta edad disponen de la ayuda de la madre y de la leche materna para
alimentarse en forma normal, pero a partir de este momento se ve que los de ojos
negros tienen ventaja y compiten mejor, tanto el medio ambiente como el alimento
puestos a su disposición, llegando a la saca con pesos superiores a los de ojos rojos (Xn
=606.42; Xr =579.92), obsérvese que, al destete, 1os pesos de los de ojos rojos (Xr =
314.43) son menores que los pesos de los de ojos negros (Xn =320.86) llegando así a la
saca con pesos inferiores a los cuyes de color de ojos negros. Este resultado es
semejante al realizado por Aliaga Rodríguez, L. (1974).

DEL MANTO

En el cuy existe una relación muy marcada entre el color de pelo y el color de la piel,
así, pelajes oscuros corresponden a pieles oscuras y cuando los animales presentan
combinaciones de color oscuro y claro en el pelaje, en la matanza y pelado se observa
en estos animales una piel moteada de zonas claras y oscuras dando una apariencia muy
fea al animal faenado.

La piel del cuy, criado con fines cárnicos, debe ser blanca; en este sentido tenemos que
seleccionar animales de pelajes claros, de mantos enteros o combinados, pero siempre
claros (Aliaga R., L. 1974).
En los cuadros No. 79 y 80, los pesos al nacimiento son semejantes. El color de manto
(blanco, colorado, plomo, mezclados claros o mezclados oscuros) no influye en el peso
vivo al nacimiento y la diferencia de pesos promedios son muy pequeñas y sin
significación estadística (Xb = 114.84; Xc = 110.25; Xp = 112.36; Xmc = 114.49;
Xmo = 110.36).

A1 destete los pesos para los colores de manto resultan también ser semejantes (cuadros
No. 82 y 83), sin embargo, a la saca (93 días de edad) existe una diferencia significativa
en favor de los cuyes de manto blanco, colorado y mezclados claros y no así en los otros
colores de manto plomo y mezclados oscuros (cuadros No. 85 y 86), lo cual confirma lo
enunciado por Aliaga Rodríguez, L.

DEL SEXO

Al análisis de variancia de pesos al nacimiento, el peso de ambos sexos resultó ser


semejante y sin significación estadística, siendo los machos (Xm = 115.00 gr.), li-
geramente superiores a las hembras Xh = 111.87 gr. (cuadros No. 79 y 80).

A partir del destete ya se nota una influencia del sexo a favor de los machos; la
diferencia se hace más grande a la saca (93 días de edad) en que éstos, las machos, Xm
= 633.52 gr. pesan significativamente más que las hembras Xh = 568.91 gr. (P≤0.0l).
Resultados que concuerdan con los encontrados por Aliaga Rodríguez , L. (1975) y
Zaldívar Abanto, A. (1976).

7. CONCLUSIONES

COLOR DE OJOS

El color de ojos ejerce una influencia marcada en el peso vivo a la edad de la saca (93
días de edad), llegando a esta edad los animales de ojos negros con mayor peso que los
animales de ojos rojos (P≤0.01).

COLOR DE MANTO
La coloración de manto no es un factor influyente en el peso vivo al nacimiento de los
gazapos, de igual forma al destete no hay diferencia. A la saca, los animales de manto
colorado, blanco y la mezcla de colores claros, alcanzan pesos significativamente
superiores a los de manto plomo y mezcla de colores oscuros (P≤0.01).

SEXO

Existe una influencia marcada del sexo en la acumulación de peso vivo en tos gazapos,
que se manifiesta desde la época del destete, haciéndose más marcada a la edad de la
saca en que los machos llegan siempre con mayores pesos que las hembras. (P≤0.01).
8. CONCLUSIONES GENERALES

8.1. Los resultados de este trabajo y los anteriores, desarrollados en este capítulo,
permiten objetivar en el gráfico No. 16 la influencia de los factores de producción en el
peso vivo de los cuyes.

F. SELECCIÓN PARA CARNE

La selección de cuyes con fines de mejora es una de las actividades que debe cumplir
todo criador, la que, por su importancia, debe ser considerada como una de las faenes
prioritarias en el criadero.

Son muchos los factores de producción que deben tomarse en cuenta en una mejora de
cuyes para carne, los mismos que podemos clasificar en:

1. Factores que se manifiestan en el exterior del animal:

Tipo de pelaje y conformación


Color del pelaje o manto
Color de ojos
Número de dedos
Sexo, peso vivo al nacimiento, al destete y a la saca.

2. Factores que no se manifiestan en el exterior del animal:


Número de crías por parto
Crías concebidas o no en celos post partum
Número de crías destetadas por vientre al año

Comentaremos cada uno de estos factores enunciados de manera de tener una idea de
cuáles son los caracteres deseables e indeseables, e intentar al final un método de
selección para esta especie animal.
1. FACTORES QUE SE MANIFIESTAN EN EL EXTERIOR DEL ANIMAL:

1.1.TIPO DE PELAJE Y CONFORMACIÓN

Existen tres tipos de cuyes bien definidos, los que se diferencian, precisamente, por el
tipo de pelaje: "El Lacio", "El Crespo” y "El Landoso". El primero, de pelo corto, que
sigue una misma dirección sobre el plano del cuerpo; el segundo, también de pelo corto
pero siguiendo diferentes direcciones a manera de remolinos
o crespos en el cuerpo y, el tercero, de pelo muy largo cubriendo toda la superficie del
cuerpo. Zaldívar A. (1973) llama a estos tipos: Tipo 1, 2 y 3, haciendo una sub-
división en el tipo 3, o sea en el "Landoso”, en dos sub tipos: el sub-tipo 3.1, de pelo
largo Lacio y pegado al cuerpo y el sub tipo 3.2, de pelo largo y lacio distribuido en
rosetas. El mismo autor enuncia un nuevo tipo, el No. 4, de pelo ensortijado, semejante
a las pieles de los corderos recién nacidos. Este tipo no se encuentra muy difundido en
el país.

Hasta el momento no se ha determinado cual de estos tipos corresponde a los animales


más rentables, sin embargo, por la experiencia y pocas observaciones que disponemos,
nos inclinamos a pensar que son los cuyes del tipo "Lacio”, de pelo corto, los que mejor
resultado están dando. Los cuyes del tipo "Landoso” o tipo "aristócrata" (Luna de la
Fuente, 1969) pueden tener utilidad en el aprovechamiento de pelo, en la confección de
brochas y pinceles finos o en la prueba de tintes, cosméticos, etc., toda vez que es el
pelo del cuy el único del reino animal que más se asemeja al pelo humano. Sin
embargo, en los cuyes de este tipo se constatan problemas de infertilidad debido a la
dificultad en la monta, producida por las motas de pelos que se aglutinan en el tren
posterior.

Desde el punto de vista de producción de carne, que es lo que interesa, creemos que el
Lacio, de pelo corto, debe ser el tipo escogido.

Los cuyes deben también seleccionarse por su conformación. A1 respecto existen dos
tipos: el primer tipo llamado "A" (Zaldívar A., 1973), de forma redondeada, de cabeza
corta, provisto de nariz y hocico redondo, cuerpo rectangular, de temperamento
relativamente tranquilo y con condiciones para lograr mejores incrementos de peso y
superior conversión alimenticia. El segundo tipo, llamado "B", es de cabeza alargada,
cuerpo anguloso y sumamente nervioso, con bajos incrementos de pelo y baja
conversión alimenticia.

1.2.COLOR DEL PELAJE

En el cuy existe una relación muy marcada entre el color del pelo y el color de la piel;
así, a pelajes oscuros corresponden pieles también oscuras y cuando los animales
presentan combinaciones de colores oscuros y claros en el pelaje, a la matanza y pelado
se observa en estos animales una piel moteada de zonas blancas y otras oscuras dando
una apariencia muy fea al animal faenado.

La piel del cuy criado con fines cárnicos debe ser blanca como la del cerdo cuanto más
blanca mejor y, en este sentido, debemos seleccionar animales de pelajes claros, de
mantos enteros o combinados pero siempre claros.

El cuy de color negro entero es el menos apropiado como productor de carne de buena
calidad, sin embargo es muy solicitado por el campesinado, reservándose estos
animales para la práctica del "jubeado", creencia popular muy arraigada en nuestro
medio.

1.3.COLOR DE LOS OJOS

El color de los ojos en cuyes es una característica muy discutida, su presencia obedece a
factores heredados que se traducen en el animal, generalmente produciendo individuos
con ojos de color rojo o negro.

Algunos criadores prefieren el ojo rojo al negro, asegurando que estos animales son
más tranquilos, lo que les permite engordar más que los de ojos negros; otros sostienen
que la coloración roja de ojos constituye un atavismo, característica indeseable que debe
eliminarse en la selección.

En un trabajo reciente realizado por Aliaga R., L. (1974) en el que se estudiaron 29


camadas de hermanos de ojos rojos y negros, al comparar el peso vivo al nacimiento,
destete y saca en crías de ojos rojos versus ojos negros, se llegó a los siguientes
resultados:

CUADRO No. 91
PESOS PROMEDIO AL NACIMIENTO
Ojos negros = 127.42 grs.
Ojos rojos = 118.76 grs.
Diferencia = 8.66 grs. no significativa

CUADRO No. 92
PESOS PROMEDIO AL DESTETE
Ojos negros = 221.90 grs.
Ojos rojos = 240.76 grs.
Diferencia = 18.86 grs. no significativa

CUADRO No. 93
PESOS PROMEDIO A LA SACA (90 DÍAS)
Ojos negros = 725.85 grs.
Ojos rojos = 667.17 grs.
Diferencia = 58.68 grs. altamente significativa

En el cuadro No. 91 de pesos al nacimiento, la diferencia de 8.66 grs. a favor de las


crías con ojos negros resulta ser muy pequeña, no existiendo superioridad de un color
sobre el otro; en el cuadro No. 92, que acusa los pesos al destete, tampoco se
demuestra superioridad, comportándose ambos colores de ojos en forma semejante. Es
a la saca, cuadro No. 93, donde se nota ya una gran diferencia de peso que llega a 58.68
grs. a favor de las crías con ojos negros, diferencia que, a la prueba estadística, resulta
ser altamente significativa. Este resultado es nuevamente obtenido por Aliaga R., L.
(1974).

Parece, pues, que la presencia de ojos rojos es una característica indeseable en cuyes, la
misma que ocasiona una dificultad en la visión y, si bien ésta no se manifiesta al
nacimiento ni al destete, se debe posiblemente al hecho de que las crías tiernas
disponen de la ayuda materna y, por supuesto, de la leche materna, la misma que,
siendo de extraordinaria calidad, da condiciones que permiten una alimentación normal
en los gazapos; pero, a partir de este momento (destete), las crías de ojos negros
compiten con ventaja, tanto el medio ambiente, como el alimento puestos a su
disposición, alcanzando a la saca pesos altamente superiores a los de ojos rojos.
Obsérvese que, al destete, los pesos de ojos rojos (XR = 240.76 grs.) son más altos que
los de ojos negros (XN=221.90 grs.), esta ventaja debería permanecer a la saca, en
razón de la alta correlación encontrada (r=0.52) de peso al destete y peso a la saca
(Aliaga R., L. 1974); sin embargo, esta ventaja de peso a favor de los de ojos rojos
desaparece y es anulada por los animales de ojos negros que llegan a la saca con pesos
muy superiores.

En conclusión, el color de ojos ejerce una influencia marcada en el peso vivo de los
cuyes a la edad de saca (90 días), llegando a esta edad los de ojos negros con más peso
que los de ojos rojos con 99 % de probabilidades. La razón es probablemente, una
deficiencia en la visión, considerándose esta característica (ojos rojos) un factor
indeseable en cuyes.

1.4.NÚMERO DE DEDOS

Normalmente el cuy tiene cuatro dedos en los miembros anteriores y tres en los
posteriores, existiendo frecuentemente ejemplares con mayor número de dedos que lo
normal, 5, 8 y a veces hasta 9 dedos en cada miembro, característica ésta que recibe el
nombre de "Polidactilia"

Se ha especulado mucho sobre el número de dedos, relacionando la polidactilia con una


mayor precocidad y mejor conversión de los alimentos; sin embargo, no existe ningún
trabajo científico que pruebe esta suposición.
En tanto no se tenga información científica sobre la influencia de este factor en el
crecimiento y conversión de los alimentos, no se puede considerar a esta característica
como un factor de selección con fines de mejora.

1.5.SEXO, PESO VIVO AL NACIMIENTO, AL DESTETE Y A LA SACA


El sexo del animal depende del azar, existiendo las mismas probabilidades de que una
cría sea macho o hembra. Si bien el sexo determina ciertas manifestaciones típicas en
los animales, en la selección de ejemplares para carne nos interesará cómo influye el
sexo en el peso vivo de las crías. Aliaga R. L. (1 974) analizando el peso de 59 crías
sexadas, desde el nacimiento hasta la saca, encuentra estos resultados:

CUADRO No. 94
PESO VIVO AL NACIMIENTO

Peso promedio de machos = 121.50 grs.


Peso promedio de hembras = 130.30 grs.
Diferencia = 8.80 grs. No significativa

CUADRO No. 95
PESO VIVO A LA SACA (90 DÍAS)

Peso promedio de machos = 742.02 grs.


Peso promedio de hembras = 657.17 grs.
Diferencia = 84.85 grs. Altamente
Significativa.

Obsérvese la influencia marcada del sexo en el peso vivo de los animales, pues, a pesar
de que al nacimiento las hembras nacen con pesos ligeramente superiores a los machos,
a la edad de saca, éstos (los machos) llegan pesando mucho más que las hembras (P≤
0.01).

Esta capacidad de crecer y pesar más que las hembras, se manifiesta en los machos
desde edad temprana, por lo que, para seleccionar con fines cárnicos, habrá necesidad
de sexar primero los lotes de animales, para formar dos grupos y en ellos hacer la
selección por peso vivo para machos y hembras por separado.

Aliaga R. L. (1974) demuestra también la existencia de una correlación altamente


significativa entre el peso al nacer y el peso al destete, y entre el peso al destete y peso
a la saca.
CUADRO No. 96
CORRELACIONES HALLADAS EN EL PESO DE CRÍAS

Crías Peso al destete Peso a la saca


Peso al nacimiento 0.75 ** 0.52 **
** Altamente significativo

Estas correlaciones encontradas permiten asegurar que las crías con más peso al
nacimiento llegan también con más peso al destete y a la saca (con 99 % de pro-
babilidades), por lo que, los ejemplares clasificados como superiores a una edad tem-
prana, llegarán a la saca también con pesos superiores.

Basados en estos principios enunciados, podemos recomendar se realice la selección


con fines cárnicos a la edad del destete, formando lotes de crías de una misma edad y
un mismo sexo, donde se formarán tantos grupos de animales, como clases se deseen
agrupar, utilizando para ello el "Peso vivo y el tamaño de camada" como únicos
criterios de evaluación. Puede también realizare la selección en recién nacidos, con los
pesos al nacer, pero como el manipuleo de las crías, al efectuar las pesadas, supone
estropear los animalitos, no recomendamos realizar la selección a tan temprana edad.

2. FACTORES QUE NO SE MANIFIESTAN EN EL EXTERIOR DEL


ANIMAL

2.1.NÚMERO DE CRÍAS POR CAMADA

La influencia del número de crías por camada en el peso vivo al nacimiento en esta
especie, es bien clara. Así, las crías provenientes de camadas unigénitas pesan
significativamente más que las crías de camadas de varios hermanos.

Aliaga Rodríguez L. (1 974) demuestra también esta característica en un trabajo donde


se evaluaron 67 partos con 161 crías, con los resultados siguientes:

CUADRO No. 97
PESOS AL NACER, DE ACUERDO AL NÚMERO DE CRÍAS POR CAMADA

Número de crías por camada

1 2 3 4 5

Peso promedio 144.9 133.31 118.61 109.75 107.1


al nacimiento

Obsérvese que los pesos al nacer disminuyen en promedio a medida que aumenta el
número de crías por camada. Al análisis estadístico, estos resultados concluyen en que
la influencia del número de crías por camada sobre el peso al nacer de los mismos,
podría explicarse así: "Las crías de camadas con menos de tres hermanos pesan en
promedio más que las crías de camadas de tres y más hermanos con (P≤0.01).”

Esto hace suponer que la selección de cuyes con fines cárnicos se debe hacer
considerando, además del peso vivo, el No. de crías por camada, utilizando un método
que veremos más adelante.

2.2.CRÍAS CONCEBIDAS O NO EN CELOS POST PARTUM

El cuy como otros roedores, tiene la particularidad de presentar celos fértiles


inmediatamente después del parto; Tomlinson reporta que el 80 % de las hembras que
paren presentan celo post partum y copulan cuando están en presencia del macho, 2 o 3
horas después de producido el alumbramiento.

Estas hembras, sometidas a este tipo de reproducción intensiva, mientras están lactando
a sus crías, ya se encuentran gestando a una nueva camada, la misma que llega al parto
en buenas condiciones siempre que la alimentación y manejo de las gestantes hayan
sido eficientes.

Aliaga Rodríguez L. (1974) al estudiar la influencia de este carácter en el peso al


nacimiento de las crías concebidas en celos post partum y en otros celos, demuestra que
las crías concebidas en celos post partum pesan al nacer menos que las concebidas en
otros celos con ( P ≤ 0.01 ). Posteriormente el mismo autor en (1977) demuestra que las
camadas provenientes de celos post partum son más numerosas. Ambos resultados son
concordantes ya que a mayor tamaño de camada habrán menores pesos promedios al
nacimiento.

CUADRO No. 98
PESOS PROMEDIO AL NACER DE CRÍAS CONCEBIDAS EN OTROS CELOS (GRAMOS)
No. de crías por camada

3 4

Peso crías concebidas en celos 105.33 96.35


post partum
Pesos de crías concebidas en 121.33 122.37
otros celos
Dif. ** Dif. **

** Altamente significativa

En la selección, esto obliga a tener que formar grupos de animales provenientes de igual
número de camada, y, recién en cada grupo, seleccionar y clasificar por peso vivo.

2.3.NÚMERO DE CRÍAS DESTETADAS POR VIENTRE AL AÑO

El número de crías que durante un año desteta una cuye sometida a producción, se
conoce con el nombre de "Productividad" y en ella intervienen una serie de factores
como: viabilidad, fertilidad, mortalidad, natalidad, número de partos al año, etc.
Cuanto mejores sean los índices de éstos factores mencionados, mayor será la
productividad de la hembra; entonces, una forma de evaluar la calidad productiva de las
hembras será evaluando este factor.

Casi siempre la hembra que desteta mayor número de crías es la que produce mayor
peso de animales destetados al año, sin embargo, una forma correcta de evaluar la
productividad será midiendo el peso total de crías destetadas al año por vientre.

Este índice resultará de mucha utilidad para evaluar las hembras en reproducción, y su
aplicación correcta en la selección permitirá al criador mejorar, en términos rentables,
la capacidad productiva del rebaño.
G. MODELO DE SELECCIÓN LINEAL PARA TAMAÑO DE CAMADA Y
PESO VIVO

La mayoría de las características sujetas a variaciones normales, cuando ellas se


encuentran correlacionadas, son susceptibles de adaptarse a un modelo lineal simple con
fines de mejora. Este modelo permite hacer selección para dos características
susceptibles de mejora, características que se escogen considerando el mayor valor
económico de ellas y cuya mejora permite un incremento en la rentabilidad económica
de la explotación.

Para desarrollar el método, utilizaremos el tamaño de camada y peso al destete del


Programa de Investigación en Cuyes de la UNCP (1977).

En efecto, al estudiar esta especie animal se concluye que la rentabilidad de su


explotación depende del porcentaje de saca anual, el mismo que es influenciado por el
número de partos al año, el tamaño de camadas, el peso vivo de los animales, el
porcentaje de mortalidad anual, el costo de mano de obra y alimentación, etc., variables
que si se tuvieran que considerar en un modelo lineal general, reducirían la presión de
selección en la medida en que se aumente el número de ellas; por eso, las variables de
mayor valor escogidas para este caso son: Peso al Destete y Tamaño de Camada.
Estas características se hallan correlacionadas directamente entre sí, habiendo
determinado un coeficiente de correlación para ellos de R = -0.30. Este valor supone
comprender que a medida en que se incrementa el número de crías por camada; el peso
de las crías disminuye en forma significativa.

Si la intención de la selección es mejorar el peso promedio al destete en esta especie,


este objetivo se alcanzará utilizando como reproductores a aquellos animales que se
encuentren en los extremos superiores de peso para cada tamaño de camada; así habrán
animales superiores que provienen por ejemplo de camadas de dos crías y animales
también superiores que provienen de camadas de cuatro crías; ambos grupos resultan
ser de la misma calidad superior; para la característica peso vivo, sin embargo, el peso
promedio de ambos grupos será diferente, pues los provenientes de cuatro crías por
camada tendrán un peso promedio inferior a los provenientes de dos crías por camada,
debido a la correlación negativa hallada por estas características.
Para explicar el modelo desarrollaremos el mismo por etapas: La especificación que
trata de la construcción del modelo matemático, La estimación o sea la etapa en la que
se halla el valor de los estimadores, La verificación en la que se calculan los valores no
observados con fines de selección y La modificación que consiste en reajustes del
modelo a medida que la selección avanza.

1. ESPECIFICACIÓN DEL MODELO

El modelo tiene la forma:

Yi = β1 -β2 Xi + µi (1.1)
Yi = Variable aleatoria, Explicada o Dependiente, en el caso del ejemplo: Peso al
destete a los 10 días de edad.
Xi = Variable no aleatoria, Explicativa o Independiente, en el ejemplo: Número de crías
por camada (Tamaño de camada)
β1 β2 = Estimadores susceptibles de calcular
µ1 = Perturbaciones o error estocástico del modelo donde se Incluyen las otras variables
que pueden in0uir en el peso al destete, que se suponen constantes.

Este modelo es usado cuando las variables (Yi) y (Xi) tienen tendencia rectilínea, por lo
tanto la gráfica del modelo será una línea recta semejante al Gráfico No. 17.
En el Gráfico No. 17 , por cada tamaño de camada habrá una curva de distribución de
pesos, en la que, la mayor proporción de ellos se agruparán al rededor del promedio Y¡,
y la menor proporción, en los extremos de cada curva; unos pocos con pesos muy
superiores en el extremo superior y otros también pocos con pesos muy inferiores en el
extremo inferior de cada curva.

Tomemos una curra cualquiera del Gráfico No. 17, y dividamos el área de ella en cuatro
partes: Un l0% en el extremo superior, un 20 % a continuación, un 20 % subsiguiente
y un 50 % último y tendremos formados cuatro grupos de selección que llamaremos:
Super, Primera, Segunda y Tercera para cada tamaño de camada (Gráfico No. 18).
En la etapa correspondiente a la estimación, calcularemos la ecuación de Yi, y en la
correspondiente a la predicción los valores para Y1, Y2 o sea el peso límite inferior de la
clase super y el peso límite inferior de la clase primera, respectivamente.

2. ESTIMACIÓN DEL MODELO

Es la etapa en la que a través del estudio de una muestra representativa de la población


que se desea seleccionar se pueden calcular los Estimadores b1 y b2, entonces la
ecuación de la línea recta (1.1 ) se transforma en:
Yi = b1 – b2 Xi (2.1)

Donde b1 y b2 son parámetros que se calculan mediante la operación que se llama


Ajuste de la línea y donde Xi es la variable independiente (Tamaño de camada) y Yi
viene a ser la variable dependiente (Peso al destete).

Para ajustar la línea existen varios métodos, utilizaremos el más usado, donde los
estimadores (b1) y (b2) están dados por las fórmulas siguientes:
Para el cálculo de los estimadores, se toma una muestra representativa de la población
que se desea seleccionar, esta muestra debe tener como mínimo 40 pares de datos, en el
ejemplo se tomaron 369 datos. El Cuadro No. 99 muestra parte de los 369 datos de:
Tamaño de Camada (Xi) y peso al destete (Yi); valores que permiten calcular las
sumatorias requeridas en (2.2) y (2.3).

Del Cuadro No. 99 se tiene que:


X = 3.67 crías por camada
Y = 214.91 gramos de peso al destete
Σ( Xi - X )2 = 546.02
Σ(Xi -X) (Yi -Y) = -9,279.56

Entonces:
b2 = -9,279.56 / 546.02 = - 16.994908
b1 = 214.91 - ( -16.9949 x 3.67) = 277.28131
Por lo tanto: Yi = 277.2813 – 16.9949 X (2.4)

La fórmula ajustada de la línea de regresión (2.4) puede ser graficada, como puede
observarse en el Gráfico No. 19
TOTAL Σ: X:
Xi = 1,353 X = 3.67
Yi = 79,303 Y = 214.91
Xi – X = 0.0
(Xi – X) (Yi – Y) = .9,279.56

(Xi - X)2 = 546.02


(Yi - Y)2 = 1'165,852
Yi2 = 18'209,121
(Xi Yi) = 281,631
Xi2 = 5,507

3. VERIFICACIÓN DEL MODELO

Es la etapa en 1a que se somete a prueba el modelo, a fin de determinar su validez, es


decir verificar si existe o no relación lineal entre las dos variables estudiadas. Este
objetivo se cumple ya sea calculando el Coeficiente de Correlación, el Índice de
Determinación o desarrollando la Prueba de F.

CÁLCULO DEL COEFICIENTE DE CORRELACIÓN ( R )

El coeficiente de correlación viene a ser el porcentaje de influencia de la variable


explicativa (Xi) sobre la variable (Yi), para el caso del ejemplo, (R) determina en qué
porcentaje el Tamaño de la camada influye en el Peso al destete de los animales; su
cálculo, mediante la fórmula:

Los datos para aplicar (3.1) se disponen en el Cuadro No. 99

O sea que el tamaño de camada ejerce una influencia negativa en el peso al destete de
las camadas en el orden del 36.78 %; a medida que aumenta en una unidad el tamaño de
camada, el peso promedio al destete disminuye en 36.78%.

CÁLCULO DEL ÍNDICE DE DETERMINACIÓN (R2)


El Índice de Determinación (R2) indica el porcentaje de puntos (animales en el caso del
ejemplo) que el modelo calculado (Y) explica del total muestral; su cálculo, mediante la
fórmula:

Para aplicar (3.2):


b22 = - 16.99492 y los demás valores en el Cuadro No. 99

O sea que el modelo calculado Yi explica un 13.52% del total muestral tabulado

PRUEBA DE "F"

La variancia explicada está dada por:

Σ (Yi - Y)2 = b22 Σ (Xi - X)2 = (-16.9949)2 x 546.02 = 157,705.2628

La variancia total por:


Σ (Yi - Y)2 = 1'165,852 (Cuadro No.99)

La variancia no explicada por:


Σ(Yi -Y)2 = Σ(Yi -Y)2 - Σ(Yi-Y)2 = 1'165,852 – 157,705 = 1’008,147

CUADRO No. 100


ANÁLISIS DE VARIANCIA

Fuentes de S.C. G.L. C.M. Fc Ft Sig.


variación
Regresión 157,705 1 157,705.0 57.4 3.86 6.70 **
Error 1’088,147 367 2,746.9
Total 1’165,852 368

Como Fc es mayor que Ft rechazamos la hipótesis de que no existe correlación entre las
dos variables, por lo tanto aceptamos la validez del modelo.

El análisis de variancia ha sido significativo, o sea que existe correlación significativa


entre las dos variables estudiadas.

4. PREDICCIÓN

Probada la validez del modelo, en esta etapa se predicen valores no observados de la


variable: Peso Vivo (Yi) en función de la variable: Tamaño de camada (Xi). O sea la
probable distribución de los pesos al destete para cada tamaño de camada.

Para el efecto daremos dos métodos; el primero gráfico y el segundo de cálculo por
intervalos.

En ambos métodos se trata de predecir para cada tamaño de camada, los pesos límites
de selección a fin de formar los cuatro grupos de selección:

Grupo Super formado por el l0% correspondiente al extremo superior


Grupo de Primera formado por el 20% debajo del grupo super
Grupo de Segunda formado por el 20% debajo del grupo de primera
Grupo de Tercera formado por el 50% debajo del grupo de segunda
MÉTODO GRÁFICO

Consiste en graficar en un eje de coordenadas, la línea de regresión Yi (2.4); luego


ajustar las bandas de regresión YL1 (4.2) y YL2 (4.1) para 95% de probabilidades, de
manera de inferir que el 95% de la población estará comprendida entre las dos bandas
(Gráfico No. 18).

Graficadas YL1 y YL2 cada curva agrupa el 95% de los pesos al destete provenientes del
respectivo tamaño de camada; estas distribuciones de pesos son normales o sea que
habrán pocos animales con pesos ubicados en los extremos y muchos con pesos
agrupados al rededor del promedio Yi.

Ya sabemos que:
Yi = b1 – b2 X (2.4)
b1 = 277.28131
b2 = - 16.994908

Luego las bandas de regresión se podrán estimar a través de las siguientes fórmulas.
YL2 =(b1 + t Syx) + b2 X (4.1)
YL1 = (b1 - t Syx) + b2 X (4.2)
Donde:
Syx = Se (4.3)

Reemplazando los datos del Cuadro No. 99 y de (2.4) tendremos:

Reemplazando los valores hallados en (4.1) y (4.2), considerando un valor de t.05 =


1.966 para 400 grados libertad, tendremos las bandas YL1 y YL2 que agrupen el 95% de
1a población de cada tamaño de camada:
YL1 = 277.28131 - (1.966 x 52.21) - 16.9949 X
YL1 = 174.636 - 16.9949 X
YL2 = 277.28131 + (1.966 x 52.21) - 16.9949 X
YL2 = 379.926 - 19.9949 X

Si graficamos las líneas Yi, YL1, YL2 tendremos representada la situación en el Gráfico
No. 19

Si en cada curva correspondiente a cada tamaño de camada del Gráfico No. 19,
dividimos la amplitud de cada una de ellas, en un 10% hacia el extremo superior, un
20% debajo del anterior, un 20% subsiguiente y un 50% último, tendremos los puntos:
Y1, Y2, Yp que llevados en línea paralela hasta cortar el eje Yi definirán los pesos límites
de selección para cada clase.

Así por ejemplo, los pesos límites de selección para el tamaño de camada de 3 crías,
serán:
Yp = 266 Grs. Y2 = 253 Grs. Y1 = 293 Grs.

Entonces pertenecerán a la clase:

Super : Todos los animales con pesos sobre 293 grs


Primera : Todos los que pesen entre 253 y 293 grs.
Segunda : Todos los que pesen entre 226 y 253 grs.
Tercera : Todos los que pesen menos de 226 grs.

Los grupos así formados sumarán aproximadamente el 10, 20, 20 y 50%


respectivamente.

4.2. MÉTODO DE CALCULO POR INTERVALOS

El método consiste en predecir los pesos límites de selección: Y1, Y2, Yp para cada
tamaño de camada tal como se objetivan en el Gráfico No. 20.

Yp = Peso límite inferior de la clase de segunda


Y2 = Peso límite inferior de la clase de primera
Y1 = Peso límite inferior de la clase super
Estos pesos límites están dados por:
Yp = 277.2813 – 16.9949 Xp (2.4)

Donde:
Xp = Tamaño de camada que se desea seleccionar
Se = Dado por (4.4)
X = Promedio del tamaño de camada correspondiente a la muestra
Σ ( X-X )2 se dan en el Cuadro No. 1
K1 = 1.28 Factor constante que depende del porcentaje que se desea seleccionar, en este
caso 10% superior.
K2 = 0.52 Factor constante que también depende del porcentaje que se desea
seleccionar, en este caso 30% superior

Para los casos en que se desee formar grupos con otros porcentajes de selección, los
valores de K1 y K2 variarán de acuerdo al Cuadro No. 101 donde se dan diferentes
valores de K1 para grupos de selección que van desde 5% hasta 50% por debajo y sobre
el promedio de peso (Yp), para cada tamaño de camada (Xi); este cuadro permite
predecir los valores límites de selección para cualquier grupo cuyo porcentaje puede ser
fijado a priori.

Para el caso del ejemplo que nos ocupa, determinaremos los pesos límites de selección
para tamaño de camada igual a tres crías: reemplazando valores en (2.4), (4.5) y (4.6)
tendremos:

Yp = 277.2813 - 16.9949 x 3 = 226.296 Grs.


Y1 = 293.4362 Grs.

Y2 = 253.5721 Grs.

Por lo tanto los grupos de selección para tamaño de camada de tres crías serán:

Grupo Super: Formado por todos los animales cuyos pesos sean superiores a 293.43
grs; aproximadamente 10% de la población.
Grupo de Primera: Aproximadamente 20% de la población, formado por todos los
animales cuyos pesos se encuentran entre 253.57 y 293.43 grs.
Grupo de Segunda: Aproximadamente 20% de la población, formado por todos los
animales cuyos pesos se encuentran entre 226.29 y 253.576 grs.
Grupo de Tercera: Aproximadamente 50% de la población, formado por todos los
animales cuyos pesos están por debajo de los 226.29 grs.

De igual manera se hallan los:

- Pesos Límite para tamaño una cría/Camada (Xp=1)

Yp = 277.28131 - 16.994908 x 1
Yp = 260.28641

Y1 = 260.28641 + 1.28 x 52.360466 x 1.0078522


= 260.28641 + 67.54766
Y1 = 327.83407

Y2 = 260.28641 + 0.52 x 52.360466 x 1.007852


= 260.28641 + 27.441237
Y2 = 287.72764

- Pesos Límites para tamaño 2 crías / Camada (Xp = 2)

Yp = 243.2915 Grs. Y1 = 310.5743 Grs. Y2 = 270.6251 Grs.


- Pesos Límites para tamaño 3 crías / Camada ( Xp = 3)

Yp = 226.2965 Grs. Y1 = 293.4362 Grs. Y2 = 253.5721 Grs.

- Pesos Límites para tamaño 4 crías / Camada (Xp = 4 )

Yp = 209.3016 Grs. Y1 = 276.4204 Grs. Y2 = 236.5686 Grs.

- Pesos Límites para tamaño 5 crías / Camada (Xp = 5)

Yp = 192.3067 Grs. Y1 = 259.5272 Grs. Y2 = 219.6150 Grs.

- Pesos Límites para tamaño 6 crías / Camada (Xp = 6)

Yp = 175.3118 Grs. Y1 = 242.7559 Grs. Y2 = 202.7110 Grs.

- Pesos Límites para tamaño 7 crías / Camada (Xp = 7)

Yp = 158.3169 Grs. Y1 = 226.1053 Grs. Y2 = 185.8559 Grs.

CUADRO No. 101


VALORES DE Ki PARA DETERMINAR LOS LÍMITES DE SELECCIÓN (Yi)
DESDE 5% HASTA 50% POR ENCIMA O DEBAJO DE (Yp)
La fórmula (4.7) se usa con signo (+) cuando el grupo a seleccionar se halla sobre el
promedio (Yp) se usa con signo ( - ) cuando el grupo a seleccionar se halla debajo
del promedio (Yp).

En el caso del ejemplo que nos ocupa, K1 = 1.28 y K2 = 0.52; reemplazando estos
valores en la fórmula (4.7) con signo (+ ) puesto que ambos grupos se hallan ubicados
sobre el promedio ( Yp ), tendremos desarrolladas las fórmulas (4.5) y (4.6).

5. MODIFICACIÓN DEL MODELO

Esta etapa considera las posibles modificaciones que sufrirá el modelo a medida que la
selección avanza, así en el caso del ejemplo, se supone que después de cada año de
selección habrá que ajustar un nuevo modelo porque los promedios de las características
seleccionadas sufrirán desplazamiento hacia valores más altos en la medida que se
aplique el método. Por esto motivo el modelo no será estático; sino que habrá
necesidad de modificar a medida que la selección avanza.

H. REGISTROS Y CONTROLES

En el Perú no existen Registros Genealógicos oficiales para esta especie animal; sin
embargo, es importante resaltar la importancia de estos libros ya que ellos reflejan el
verdadero concepto de la Zootecnia moderna orientada al logro de una mayor
productividad y rentabilidad animal.

Los criaderos más tecnificados en el país llevan Libros particulares de rebaño de


acuerdo a sus propias modalidades, sin directivas que puedan uniformizar conceptos de
manera de estandarizar modelos de controles generales que a su vez permitan contar con
parámetros de selección.

Es necesario destacar la importancia de estos controles que tienen por finalidad


garantizar la ascendencia y descendencia de cada ejemplar sobre la base de su in-
dividualización o identidad, permitiendo establecer su genealogía y record de los
principales factores de producción.

Los controles más importantes que deben tenerse en cuenta en una explotación de cuyes
son:

1. IDENTIFICACIONES DE LOS ANIMALES

Generalmente se acostumbra a identificar a los animales preferentemente al momento


del nacimiento; con aretes metálicos en el pabellón de la oreja, utilizando un pabellón
para machos y el otro para hembras. Este sistema es el más seguro, siendo también el
más caro. Se usa también, y con buen resultado, el tatuaje en la cara interna del
pabellón de la oreja, utilizando tinta endeleble y de colores; sin embargo, es un sistema
que es útil por un corto tiempo porque después se hace poco visible y de difícil lectura.
Algunos criadores utilizan cintas de colores en las orejas, sistema que tienen el
inconveniente de que las cintas sean roídas por los animales. Por último, se usa también
los piquetes y huecos en las orejas que ayudan mucho a identificar a los animales.
En cualquiera de los sistemas utilizados se recomienda agregar a la tarjeta del animal,
algunas características fenotípicas como: No. de dedos en las patas anteriores y
posteriores, color del manto y ojos, presencia o ausencia de remolinos en la cabeza o
cuerpo que ayudan a identificar al animal en caso se pierda el sistema adoptado. Se
pueden usar claves muy simples como:

4, 4, 3, 4 = 4 dedos en el miembro anterior izquierdo y 4 en el derecho.


3 dedos en el miembro posterior izquierdo y 4 en el derecho.
ON = Ojo negro
OR = Ojo rojo
RC = Remolino en la cabeza
RL = Remolino en el lomo

2. CONTROLES DE PESO VIVO Y TAMAÑO DE CAMADA

El peso vivo y tamaño de camada son 1as características de mayor importancia


económica de evaluación, pues ambas se hallan correlacionadas en forma indirecta (a
mayor tamaño de camada, menor peso vivo promedio) lo que supone que la calificación
de peso vivo de un animal debe hacerse considerando el tamaño de camada de donde
proviene.

El peso al nacimiento, al destete (10 días) y a la saca (70 a 90 días) se puede tomar con
una balanza de 5 Kg. de capacidad y de 0.5 gr. de sensibilidad, a fin de asegurar una
mayor precisión.

Como la primera selección se hace al destete (10 días) es necesario, y en los casos en
que esta pesada se haga a mayor o menor edad, ajustar el peso a los 10 días exactos,
para el efecto se puede usar la fórmula siguiente:

De igual manera se puede ajustar el peso de saca a los 90 días

Los pesos al nacimiento son identificaciones útiles del potencial genético de la cría. El
peso al destete y sobre todo el incremento diario de peso en la época la lactación, da
una idea da la habilidad maternal de la madre dada principalmente por su capacidad de
producir leche y la habilidad al crecimiento por parte de la cría.

Los pesos a la saca y sobre todo el incremento diario de peso en este periodo de cría
permiten medir la capacidad de conversión de los alimentos, siempre que éstos sean los
mismos, tanto en cantidad como en calidad, en el lote avaluado.
3. CONTROL DE MADRES EN REPRODUCCIÓN

Deben incluir información referente a:

3.1. Datos de identificación: No. de arete, tatuaje, No. de dedos, otros datos, fecha
de nacimiento, línea o tipo, No. de hermanos, peso al nacimiento, peso al destete y
peso a los 90 días, clase de selección a la que pertenecen.

3.2. Datos de empadre: fecha de inicio y fecha probable del parto, macho utilizado.

3.3 Datos del parto: No. de parto, fecha del parto, celos post parto, otros celos. No.
de crías nacidas vivas y muertas, sexo, identificación de crías, peso de camada.

3.4 Datos del destete: fecha de destete, No. y sexado de destetado, peso individual de
destetados y productividad.

Los datos de identificación permiten formar grupos de hembras homogéneas en edad,


tipo y clase, a fin de organizar los empadres selectivos, cumpliendo la premisa de
empadrar siempre lo mejor con lo mejor.

Los datos de empadre permiten conocer la fecha probable del empadre para dotar a las
hembras de los cuidados necesarios de manejo y alimentación que permitan partos
fáciles y con el mayor número de crías nacidas vivas, permiten, además, evaluar como
va el porcentaje de pariciones en cada poza, a fin de evaluar la fertilidad del macho
como reproductor.

Los datos del parto son importantes porque brindan información sobre el número da
ellos por hembra en un año de trabajo reproductivo, además puede determinarse
periodicidad entre partos, el tamaño de camada, el número de crías nacidas vivas y el
peso de las mismas.

Los datos al destete dan la mejor información para evaluar la eficiencia productiva de la
hembra, la que se refleja en el peso total de destetados en un año de trabajo productivo
(productividad), puesto que este dato es el resultado del mayor número de partos al año,
del mayor tamaño de camada posible, de la menos normalidad al nacer y al destete y de
la mayor eficiencia de conversión de las crías logradas al destete. Este último control es
importante para seleccionar, después de tamaño de trabajo productivo, a todas las
hembras con altos indicios de productividad, de manera de empadrarlas por 6 meses
más, a fin de obtener reproducción de reemplazo de alto valor genético.

4. CONTROL DE PADRES EN REPRODUCCIÓN

Debe incluir información referente a:

4.1. Datos de identificación: No. de arete, tatuaje, No. de dedos, otros datos, fecha de
nacimiento, línea o tipo, No. de hermanos, peso al nacimiento, peso al destete, peso a
los 90 días, clase de selección a la que pertenecen.

4.2 Datos de empadre: fecha de inicio de empadre, fecha de finalización, descanso,


No. de hembras, No. de poza en servicio.

4.3. Datos de la descendencia. No. de nacidos vivos y muertos.

5. CONTROL DE CRÍAS

5.1. Datos de identificación.


5.2. Datos de producción.
Peso y fecha al destete, peso a los tres meses, destino del animal.
CAPITULO VI

ENFERMEDADES Y POLÍTICA SANITARIA


Joaquín Chivílchez Chávez

A. PRINCIPALES ENFERMEDADES (CAVIA PORCELLUS)

El control de las enfermedades es un factor vital y esencial para el aumento de la


producción de cuyes, para lo cual es imprescindible mejorar los métodos de producción
y las medidas sanitarias para prevenir y tratar las enfermedades.

Es importante el control, no sólo de las enfermedades endémicas sino también las


carenciales.

La prevención es el método ideal para combatir las enfermedades; para lo cual debemos
dirigir nuestro esfuerzo en reducir las oportunidades a que la infección se extienda de un
animal a otro, lo cual depende en gran parte de una cuarentena estricta, la mejora de las
condiciones sanitarias y el aumento de la resistencia de las animales.
Entre las principales enfermedades que presenta el cuy tenemos:

ENFERMEDADES DE LA NUTRICIÓN

AVITAMINOSIS C

El forraje es la fuente fundamental de agua y vitamina C que los cuyes utilizan para
cubrir sus requerimientos, que es de 10 mg/kg. por peso vivo.

El cuy consume con facilidad alfalfa, trébol, rye grass, vicia, grama china, kikuyo,
gramalote, hortalizas, lechuga, col, hoja de plátano, zanahorias, además cáscara de
papa, que es una fuente rica en vitamina C. En la selva utiliza como alimento verde
Pasto Elefante, amasisa, soya forrajera, kudzú. En caso de que no fuera posible
alimentarlos con plantas verdes, se deben preparar dietas granuladas que contengan
todos los principios nutritivos necesarios incluyendo la vitamina C; pero dada la
inestabilidad de la vitamina C las raciones no deben almacenarse por mucho tiempo.

En cobayos alimentados con dietas carentes de vitamina C se observan síntomas de


escorbuto, tales como pérdida de peso, cojera y resistencia a moverse ya que al hacerlo
le produce dolor; encías sangrantes y hemorragias en otras partes del cuerpo, y a la
necropsia las lesiones características son las hemorragias especialmente periarticulares,
y si no se realiza el tratamiento la muerte puede sobrevenir entre los 10 y 14 días.

El tratamiento consiste en suministrar alimentos ricos en vitaminas C y 50 a 100 mg. de


ácido ascórbico directamente por vía oral o parenteral.

ENFERMEDADES INFECTOCONTAGIOSAS

A. ENFERMEDADES BACTERIANAS

1. NEUMONÍA BACTERIANA

Etiología
El agente productor de la neumonía más frecuente en cobayos es la Bordetella
Bronchisepticus, pero también puede ser producida por la Klebsiella pneumoniae, y
por Streptococus. También existen neumonías víricas.

Síntomas

Suelen acompañar a las lesiones de las vías respiratorias causadas por agentes
bacterianos, víricos o químicos, los siguientes síntomas: aletargamiento, respiración
rápida y dificultosa, pérdida de apetito, depresión y pérdida de peso. La disnea, es-
tertores, secreción nasal y otros síntomas referidos al sistema respiratorio pueden ser
aparentes o mínimos. Los cobayos pueden morir sin mostrar signos clínicos.

Anatomía Patológica

Edema de las paredes alveolares con presencia de exudado fibrinoso en los alvéolos y
gran cantidad de hematíes y neutrófilos. Puede haber hepatización del pulmón y
derrame pleural.

Tratamiento y Control

El tratamiento se hace en base a antibióticos, aunque el medio más eficaz de combatir es


la inmunización; es muy eficaz la aplicación de una bacterina preparada a partir de una
cepa homóloga a B. Bronchisepticus, ya que el uso de antibióticos no debe extenderse
más de 3 ó 4 días, y deben de administrarse con sumo cuidado, pues los tratamientos
prolongados, especialmente por vía oral y con antibióticos de amplio espectro que son
las más peligrosos en este sentido, hacen que muchos animales dejen de comer y
mueran.

Se puede aplicar inyecciones de Penicilina G. procaínica (10,000 U.I.) y Di-


hidroestreptomicina (12.5 mg.) a un cobayo de 600 gr. por 4 días. Tetraciclina (10 mg.)
por 500 gr. de peso vivo en agua de bebida por 4 días.

2. BRONCONEUMONÍA
Etiología

El agente causal de la bronconeumonía más frecuente en cobayos es la Bordetella


Bronchisepticus.

Síntomas

Algún agente irritante u otro estímulo favorece la enfermedad clínica. Aletargamiento,


anorexia, disnea y descarga nasal.

Anatomía Patológica

Bronconeumonía generalizada con cantidad considerable de exudado pleurítico de color


marrón rojizo.

Tratamiento y Control

Además del tratamiento indicado para la neumonía puede utilizarse cloranfenicol y


Tetraciclina en dosis de 25 mg/kg. de peso vivo.

3. PSEUDOTUBERCULOSIS

Etiología

El agente causal es la Yersinia Pseudotuberculosis

Síntomas
Tres formas de la enfermedad son reconocidas: Septicemia aguda, con muerte violenta
a causa de la ruptura de un linfonódulo mesentérico; crónica, emaciación progresiva y
muerte en 3 ó 4 semanas; afección congénita o inmediatamente después del nacimiento.

Anatomía Patológica

En Septicemia aguda, lesiones miliares percibidas en hígado y pulmones, oca-


sionalmente microscópicas. En la forma crónica, lesiones nodulares desde puntiforme
hasta el de una avellana en linfonódulos, hígado y bazo, menos común lesiones
similares en pulmones, pleura y peritoneo. En animales jóvenes lesiones en linfonó-
dulos de la cabeza y del cuello.

Tratamiento y Control

En la enfermedad clínica, Penicilina (30,000 U.I.) y Dihidroestreptomicina (1.25 mg)


por kg. de peso vivo dos veces al día, por vía oral o intramuscular. También puede
utilizarse Cloranfenicol, Tetraciclina y Eritromicina. Como medida de control puede
realizarse la palpación de los linfonódulos mesentéricos a través de la pared abdominal.

4. LINFOADENTITIS CERVICAL

Etiología

Es producido por el Streptococus pyogenes Grupo C y Streptobacillus moniliformis.

Síntomas

El Streptococus pyogenes grupo C, produce gran aumento de tamaño de los


linfonódulos cervicales, emaciación.

El Streptobacillus moniliformis se introduce a través de pequeñas abrasiones de la boca.


Linfoadenitis cervical. Al parecer las lesiones no son dolorosas y a menudo
experimentan regresión espontánea y algunas veces se abren.
Anatomía Patológica

El Streptococus pyogenes grupo C se localiza en el tejido linfoide de la faringe.


Produce abscesos en linfonódulos cervicales. Puede producir sinusitis, otitis y descender
a las vías respiratorias ocasionando bronquitis y neumonía intersticial.

El Streptobacillus moniliformis produce linfoadenitis cervical con grandes abscesos.

Tratamiento

Penicilina (30,000 UI) y Dihidroestreptomicina a (1.25 mg) por kg. de peso vivo, dos
veces al día por vía oral o intramuscular.

5. SALMONELOSIS

Etiología

La Salmonelosis o Paratifosis de los cobayos en el Perú tiene como causa etiológica a


dos serotipos de1 género Salmonella: S. Typhimurium y S. Enteritidis.

Epidemiología

Ecología y medio Ambiente. La crianza del cuy en el Perú, por tradición, mo-
dalidad y fines, difiere de aquella practicada en otros países. Los medios físicos y
biológicos a los cuales se les exponen, podrían ser poco adecuados originando dificultad
en la adaptación a su crianza intensiva. El efecto del medio ambiente sobre la
presentación de la enfermedad ha sido demostrada, observándose dentro de ella la
marcada influencia de la temperatura y humedad, factores también asociados a las
características de las instalaciones. Se estima que una temperatura de 20 °C sería óp-
tima para la crianza de cobayos confinados, pero quizás lo más importante de este
factor lo constituye una mínima variabilidad, afirmación igualmente valedera para la
humedad, ventilación y corriente de aire.
Elementos vinculados a su epidemiología. El movimiento de los animales, den-
tro de un criadero o hacia el exterior es causa de Stress, el mismo que se acentúa
cuando esta práctica es inadecuada. De la misma manera, podría ocurrir con los as-
pectos nutritivos y métodos de manejo. Los elementos mencionados individual o
asociativamente desempeñarían un rol importante en la predisposición y/o magnitud de
la salmonelosis.

Incidencia. Los estudios e informaciones sobre la sanidad del cobayo demues-


tran su gran susceptibilidad a la salmonelosis. Esta enfermedad tiene como vía de
infección la oral, pero podría asumirse que otras vías como la intrauterina y a través de
la leche, estarían coadyuvando al mantenimiento de la infección.

Las principales fuentes de infección son los alimentos contaminados con


salmonelas, aunque no menos importante es la introducción de nuevos animales de ig-
norados antecedentes sanitarios, así como la presencia de roedores nocivos y aves
silvestres en fase de portador, los mismos que contaminan el alimento y/o instalaciones.
Debe considerarse también, la posibilidad de incluirse al hombre en el ciclo infectivo.

Por su carácter transmisible, la enfermedad rápidamente se disemina en la po-


blación expuesta, la que asociada a alteraciones del medio ambiente origina una epi-
demia. Observándose que luego de una epidemia la enfermedad mantiene un com-
portamiento endémico.

Distribución Geográfica

La Salmonelosis. Se encuentra ampliamente distribuida, y en nuestro país se ha


aislado en la Costa, Sierra y Selva. En los criaderos de la costa muestra caracteres
alarmantes, debido a la gran densidad de su población.

Mortalidad. La enfermedad origina hasta un 95 % de muertes de la morbilidad


general por diversas causas, la que fluctúa entre 0.87 % a 52.7 %. Dependiendo de la
edad, los cobayos muestran grados de susceptibilidad a la salmonelosis. Cabe anotar
que las tasas de mortalidad denotan variaciones en relación al modo de crianza y
medidas sanitarias que se practiquen.
Portadores. El mantenimiento de 1a salmonelosis en los cobayos se sucede en
razón de la presencia de salmonela en sus alimentos, la resistencia del germen dentro de
su hábitat y al ser albergado el microorganismo por cobayos que sobrevivieron a un
brote o que simplemente se infectaron. Debe señalarse también la influencia sinérgica
que constituyen los enfermos crónicos.

Sintomatología

Generalmente la salmonelosis se presenta como un cuadro agudo septicémico,


sucediéndose las muertes en el lapso de 24 a 48 horas. Casos crónicos de la enfermedad
también han sido observados.

En la forma aguda, muchos de los animales afectados mueren sin mostrar síntomas.
Entre los síntomas observados se tienen, decaimiento, postración y erizamiento de los
pelos, anorexia, opistótomos y parálisis de los miembros posteriores. Algunas veces
diarrea acompañada de mucus, y en cuyes gestantes se sucede el aborto.

En los casos crónicos, es notorio un adelgazamiento paulatino, pelaje deslucido y


aumento del volumen abdominal debido a la ascitis.

Patología

Dentro de las alteraciones anatomopatológicas se ha reconocido la afección de la


mayoría de los órganos evidenciando su carácter septicémico.

En el hígado de los animales jóvenes se observa congestión y metamorfosis, grasa y


hepatomegalia en los adultos. En el parénquima hepático ha sido reconocida la necrosis
focal coagulativa, habiéndose encontrado en diversos grados de evolución;
reconociendo a la fase de reparación como el Granuloma hepático. Otras de las lesiones
observadas es la proliferación de pseudomembranas sobre su superficie. El bazo se
presenta aumentado de tamaño, con pseudomembranas sobre su superficie y abscesos.
Su imagen microscópico revela gran cantidad de abscesos en el parénquima esplénico,
notándose además la presencia de nidos bacterianos.
En animales jóvenes, los cuadros neumónicos se describen como neumonía intersticial
a células mononucleares, la afección de los pulmones en adultos, en la mayoría de los
casos, da lugar a congestión y hemorragia.

Los linfonódulos mesentéricos se presentan aumentados de tamaño congestionados, y


en oportunidades presentan abscesos que sobresalen de la superficie del órgano.

La congestión del tracto intestinal sólo es manifestado en cobayos adultos, ella se asocia
a la hipertrofia de las placas de peyer.

Tanto los riñones como el tracto uterino pueden estar congestionados y con infiltración
de células inflamatorias.

Diagnóstico

El diagnóstico de la salmonelosis debe ser realizado asociando las manifestaciones


clínicas, los hallazgos anatomopatológicos y el aislamiento del germen. El órgano de
elección para recuperar la bacteria es el hígado, pero también otros órganos han
demostrado ser útiles.

Profilaxis, Control y Tratamiento

La profilaxis de la salmonelosis es difícil, pero es factible llevar a cabo medidas, tales


como:

- Evitar la ingestión de alimentos contaminados con salmonellas


- Controlar los factores que causen Stress en la población, en especial atención a
la temperatura, humedad y manejo.
- Efectuar desinfecciones periódicas de las instalaciones.
- Evitar la introducción de nuevos cobayos, sin antes haberlos sometido a un
periodo de observación no menor a 20 días.
- Controlar la presencia de portadores.
Como acciones a tomarse para el control de la enfermedad pueden ser considerados:

- La eliminación de todo cobayo que haya estado en contacto con animales que
enfermaron de salmonelosis
- Reducir la permanencia en el criadero de los animales que sobrevivieron al
brote.
- Efectuar la desinfección cuidadosa del equipo e instalaciones.
- Realizar la incineración de los cadáveres.

En cuanto al tratamiento de la enfermedad no se tienen resultados halagadores. Entre


los compuestos antibacterianos a elección se tiene al Cloranfenicol, Clortetraciclina,
Streptomicina y Nitrofurozona, su comportamiento ha sido demostrado in vitro
utilizando cepas S. Typhimurium que originaron la enfermedad en nuestro medio.

Se ha recomendado esquemas de tratamiento con algunas de las siguientes drogas:

- 2 gr. de Estreptomicina en un litro de agua


- 0.5 gr. de Cloranfenicol en un litro de agua.
- 2.4 gr. de Furazolidona en un litro de agua.

Cada una de ellas administradas durante 5 a 7 días.


- Emisina 1 cc. por vía intramuscular

B. ENFERMEDADES VÍRICAS

1. VIRUS DE INCLUSIÓN DE LA GLÁNDULA SALIVAL

Etiología
Virus del Grupo herpético.
Síntomas
Enfermedad latente o subclínica.
Anatomía Patológica
Alteraciones histopatológicas en glándulas salivales y riñones.
Tratamiento y Control
No existen medidas específicas

2. NEUMONÍA VÍRICA

Etiología
Virus (Lapine etal 1943)
Síntomas
Enfermedad benigna.
Anatomía Patológica
No conocida
Tratamiento y Control
No existen medidas específicas

3. PARÁLISIS VÍRICA

Etiología
Virus (Romer 1911)
Síntomas
Esporádica. Debilitamiento miembros posteriores
Anatomía Patológica
Parálisis de la vejiga, meningeoencefalitis.
Tratamiento y Control
No existen medidas específicas.

C. ENFERMEDADES MICÓTICAS

DERMATITIS MICÓTICA

Es producida por el hongo del género Trichphytonmentagraphytes. La infección


produce eritema, escamosidades y pérdida del pelo de la nariz, y puede esparcirse a
otras partes del cuerpo provocando prurito, por lo que el animal se rasca continuamente.
Algunos animales infectados pueden o no exhibir lesiones cutáneas.

Las lesiones varían de acuerdo a la ubicación, encontrándose lesiones de 0.5 a 3 cm. de


diámetro. Se ubican mayormente alrededor de los ojos y nariz, así mismo, en el dorso
de la parte lumbar, produciendo engrosamiento de la piel y formación de costras secas
de color amarillo.

TRATAMIENTO

Aplicación en las lesiones de pomada a base de sulfato de cobre al 5 % en lanolina, o


solución de sulfato de cobre al 5% en agua destilada.

ENFERMEDADES PARASITARIAS

A. ENDOPARÁSITOS

1. COCCIDIOSIS

Es producida por la Eimeria caviae. Su infestación no es problema de mucha


importancia en cuyes.

Los parásitos se localizan en el intestino delgado, provocando la disminución de la


vivacidad y el apetito, las mucosas palidecen y siguen luego trastornos digestivos. El
abdomen se timpaniza y al tacto aparece blando y vacío.

Tratamiento

En la actualidad la terapia anticoccidiósica se basa primordialmente en el empleo de


compuestos sulfamídicos, habiendo sido utilizados con gran efecto la sulfametacina
sódica, la sulfameracina y la sulfaquinoxalina.
La sulfametacina sódica y la sulfameracina están indicados en dosis de 4 a 5 gr. por kilo
de concentrado dándose en períodos de 3 a 4 días, separados por fases de descanso de 5
a 6 días.

La sulfaquinoxalina se muestra más eficaz y menos tóxica que las sulfamidas antes
mencionadas; es bien tolerada en dosis de 1 gr. por kilo de concentrado y 0.025 gr. por
100 de agua de bebida. Administrada en 2 ó 3 períodos de 2 ó 3 días, separadas por
fases de descanso de 5 días. Al igual que la sulfametacina, se muestra tóxica, no
debiendo rebasarse las dosis anteriormente indicadas ni prolongarse los tratamientos,
pues la droga interfiere el metabolismo de la vitamina K, a más de retrasar el desarrollo
de los cuyes. El tratamiento con la sulfaquinoxalina debe ser suplementado con
administración de la vitamina K, a fin de evitar las pérdidas de ésta y el síndrome
hemorrágico que por ausencia puede manifestarse.

2. NEMATELMINTOS

Entre los nemátodes que parasitan a los cuyes tenemos el Paraspidodara uncinata,
nemátode similar al ascaris. Son gusanos generalmente de color gris-rojizo o
amarillento, cilíndricos, afinados en ambos extremos. Se localizan en el intestino del-
gado, pudiendo causar enteritis en los animales jóvenes.

Tratamiento

La piperacina puede usarse para tratar a los animales infestados.

3. HIDATIDOSIS

El quiste hidatídico se presenta en cobayos que tienen contacto con perros infectados,
siendo más frecuente en la sierra peruana.

4. BALATIDIUM COLI

Se ha identificado también en el tracto digestivo del cuy.


B. ECTOPARÁSITOS

1. PIOJOS

Los piojos que parasitan a los cuyes pertenecen al orden Mallophaga, o sea, son piojos
masticadores de los pelos. Tienen la cabeza aplastada en forma de pala, más ancha que
el tórax, que sigue a continuación. Las piezas bucales son mordedoras-masticadoras (de
ahí el nombre de piojos masticadores) y están integradas por dos poderosas mandíbulas
en forma de pinzas, generalmente dentadas en su extremo. Las antenas constan de 3.5
segmentos. Los ojos no siempre son visibles. El tórax consta de un protórax estrecho y
netamente individualizado y otros dos segmentos más anchos, en la mayoría de los
casos soldados. Lleva seis patas poderosas y articuladas, que en su extremo portan 1 ó
2 garras y, a veces, un lobulito adhesivo.

El abdomen está formado por 9 segmentos, los dos últimos frecuentemente se unen y
contienen, en la hembra, la abertura genital y en el macho, un aparato copulador en
forma de dedo o de lanceta.

El cuerpo está densamente poblado de pelos.

Las tres especies de piojos que parasitan a los cuyes son:

Trichodectes cavie

Pertenece esta especie a la familia Trichodectidae, al género trichodectidae,


caracterizado por presentar antenas triarticuladas, sin palpo maxilar, y patas con una
sola garra. Las antenas son diferentes en los dos sexos. En la del macho el primer artejo
está muy desarrollado.

Su morfología es la siguiente: macho, de 1.4 mm. de longitud y la hembra de 1.5 mm.;


color amarillo claro con manchas más obscuras. Bandas cefálicas de color pardo
negruzco. Cabeza rectangular, más ancha que larga y truncada por delante. El primer
artejo de las antenas solamente en el macho es tan largo como la suma de los otros dos.
Abdomen muy ancho, oval, casi redondeado y con manchas laterales en la hembra.
Gyropus ovalis

Pertenece esta especie a la familia Gyropidae, al género Gyropus, caracterizado por


presentar palpos maxilares, antenas cortas de cuatro artejos y una garra en las
extremidades, o bien carecen de ella.

Su morfología es la siguiente: macho de 1 mm. de longitud y hembra de 1.2 mm., color


blanquesino, con manchas abdominales de color rojo débil. Cabeza bastante ancha, con
sienes salientes con aspecto de cuernos. Abdomen ancho, oval, con dos filas de pelos en
cada segmento.

Gliricola porcelli

Pertenece esta especie también a la familia Gyropidae, al género gliricola, ca-


racterizado por presentar, en lugar de la garra, una especie de pulpejo con una pequeña
punta encorvada en el último segmento de las patas. Solamente existen 5 estigmas.

Su morfología es la siguiente: macho, de aproximadamente 1 mm de longitud y hembra


de 1.2 mm; de color blanquesino hasta amarillo-ocre, con manchas más obscuras.
Cabeza estrecha, más larga que ancha y con sienes poco eminentes. Abdomen esbelto,
casi desprovisto de pelos, únicamente presenta algunos cortos en los márgenes.

2. Pulgas

Las pulgas que parasitan a los cuyes pertenecen al orden Aphaníptera. Las pulgas son
ectoparásitos temporales, siendo exclusivamente los adultos los que transitan por el
revestimiento piloso para succionar sangre, que constituye su alimento. Una vez
realizada esta operación abandonan nuevamente el cuerpo.

Las pulgas son de color pardo y miden de 1.5 a 5 mm. de longitud. Su cuerpo no exhibe
la segmentación de modo manifiesto y está comprimido lateralmente y revestido de
placas quitinosas resistentes y lisas, cuyos numerosos apéndices, espinas y cerdas, están
dirigidas hacia atrás, la cabeza, bien diferenciada del resto del cuerpo, está también
lateralmente deprimida y su frente, muy convexa, es aquillada. Las piezas bucales
están dispuestas como instrumentos de punción y succión dirigidas hacia abajo y hacía
atrás. El tórax está formado por 3 segmentos que se unen al resto del cuerpo sin una
clara escotadura, portando cada uno de ellos un par de patas, de las cuales las del último
están muy desarrolladas y son muy musculosas, lo que explica la extraordinaria
facilidad que tienen 1as pulgas para el salto; el nombre y el orden aluden a la falta de
alas. Las dos especies de pulgas que parasitan a los cuyes son:

Ctenocephalides caviae

Pertenece esta especie a la familia Pulicidae, al género Ctenocephalides, caracterizado


por presentar una fila de cerdas en las escuditas dorsales abdominales. Faltan
generalmente los tubérculos frontales y los ojos. Tienen peines en el protórax y en la
cabeza. En los machos la arista superior de la cavidad antenal está provista de
estructuras dentiformes. La cabeza es corta, sumamente redondeada desde el ápice
hasta el borde anterior (cabeza acarnerada). La parte anterior de la cabeza
aproximadamente igual de larga que ancha. El tamaño es muy variable; los machos
miden hasta 2 mm. y las hembras hasta 3 mm.

Spilopsyllus caviae

Pertenece esta especie también a la familia Pulicidae, al género Spilopsyllus,


caracterizado por presentar dos peines, de los cuales el situado en el borde inferior de la
cabeza es perpendicular y está formado por más de 4 dientes obtusos, cuyo extremo
termina redondeado sobre los ojos, la frente forma con el resto del borde cefálico un
ángulo obtuso. Las larvas que se desarrollan entre las ensambladoras y grietas del piso
de los alojamientos y en las capas de tierra situadas bajo él, son vermiformes, de 1.4 a
5 mm., blanquesinas, anilladas y provistas de cerdas. Los machos son de 1.4 a 1.6 mm.
y las hembras hasta 2 mm.

Control

El Neguvón, producto Bayer, ha dado buenos resultados; se aplica en baños de


inmersión, en dosis de 3 a 4 por mil, teniendo el cuidado de usar agua tibia para evitar
problemas de tipo broncopulmonar; a los que son muy susceptibles los cuyes.
Igualmente, el secado debe hacerse en costales de yute y al sol para evitar cambios
bruscos de temperatura.

Los animales bajan de peso por efecto del baño, pero se recuperan fácilmente, sin
problemas de orden secundario.

Pueden también usarse insecticidas a base de polvo en el control de estos ectoparásitos,


teniendo el cuidado de retirar forrajes y concentrados del alcance de los animales
tratados por lo menos el día del tratamiento, pues los insecticidas a base de polvo,
adheridos al pelo del animal, se desprenden con facilidad, y al caer al forraje o
concentrado y ser ingeridos por el animal, pueden causar intoxicaciones y mortalidad.
Los productos ensayados con eficacia comprobada son Aldrin al 2.5 % y Bolfo.

TUMORES

Los tumores son relativamente raros en los cobayos; sin embargo hay dos ob-
servaciones interesantes sobre éstos:

1. Muchos tumores espontáneos están asociados con glándulas endocrinas; por


ejemplo, liomiona uterino, adenoma tiroideo y suprarrenal y edenocarcinoma uterino.
Esta observación se considera como evidencia de un imbalance endocrino, el cual es
determinado genéticamente durante la domesticación o es causado por influencia del
medio ambiente.

2. La leucemia encontrada en los cobayos es transmisible y asociada con partículas


virales. La infección inducida con el virus de la coriomeningitis linfocítica interfiere
con infecciones subsiguientes y el curso clínico anticipado de esta leucemia.

El diagnóstico de los procesos tumorales es de difícil realización, por lo que éstos pasan
inadvertidos, siendo en la mayoría de los casos, un hallazgo de autopsia.

TRATAMIENTO
El tratamiento es netamente quirúrgico, no siendo aconsejable su realización, a
excepción de las formas tumorales benignas y de carácter externo.

TOXEMIA DE LA PREÑEZ

La Toxemia de la preñez usualmente se observa en la primera o segunda gestación si las


camadas son grandes. Esta condición parece ser más común en animales consanguíneos
o en algunas líneas de sangre. Las hembras se vuelven simplemente indiferentes y
mueren dentro de las 24-horas. El hígado es amarillo o bronceado e infiltrado con
grasa. El consumo de comida en exceso durante la gestación parece ser un factor
determinante, desde que la enfermedad puede precipitarse si no se disminuye la ración
al fin de la preñez.

TRATAMIENTO

Administración subcutánea de glucosa y la adición de azúcar al agua de bebida.

DISTOSIA

La causa más frecuente es el gran tamaño de los fetos en hembras que se han cubierto
demasiado jóvenes. Si es que la abertura de la sinfis pubiana es de 3 a 6 mm. entre los
dos huesos púbicos, se le puede aplicar 1 a 2 cc. de oxitocina.

ENFERMEDADES DE LA VISTA

Entre las enfermedades de la vista que se presentan en los cuyes tenemos: Blefaritis,
Conjuntivitis, Queratitis y catarata.

BLEFARITIS
La blefaritis o inflamación parpebral puede ser ocasionada por contusiones, heridas,
picaduras, vapores irritantes de los excrementos y la orina, o bien acaece por la
progresión de una conjuntivitis.

Algunos procesos infecciosos, parasitarios y avitaminosos cursan con inflamación de


los párpados, son las blefaritis especificas, acontecidas en el curso de la
Pseudotuberculosis, Dermatitis Micótica y Avitaminosis A.

En los animales afectados se presenta lagrimeo con irritación y congestión de los


párpados, con exudación de lágrimas, al principio serosas y después mucosas, que al
secarse se aglutinan y pegan los bordes de los párpados.

TRATAMIENTO

Lavados con soluciones débilmente antisépticas (agua boricada tibia), aplicando


después pomadas a base de óxido de cinc, pomada boricada o bien pomada de óxido
amarillo de mercurio a 1 ó 2 por 100. Administrar en la ración vitamina A.

CONJUNTIVITIS

La inflamación de la conjuntiva ocular, al igual que la blefaritis, reconoce como causas


los traumatismos, las contusiones, los vapores irritantes desprendidos de la
fermentación de los excrementos y gases amoniacales de la orina y, específicamente,
puede estar ocasionada por diversas enfermedades como la Pseudotuberculosis,
Dermatitis Micótica y la Avitaminosis A.

En los animales afectados se presenta inflamación con enrojecimiento de la conjuntiva y


producción de un exudado seroso, catarral o purulento que puede aglutinar los
párpados, junto con tumefacción de la mucosa.

TRATAMIENTO

Lavado con agua boricada tibia al 2 por l00, pomada de Aureomicina, instilación de
sulfato de cinc al 1 por 100. Administración en la ración, de vitamina A.
QUERATITIS

Es la inflamación de la córnea, obedeciendo su presentación a las causas ya indicadas al


tratar la conjuntivitis o bien a la propagación de un proceso conjuntival, no debiendo
ser confundida con la queratitis específica aparecida en el curso de algunas
enfermedades como la Pseudotuberculosis, Dermatitis Micótica y la Avitaminosis A.

La inflamación de la córnea puede afectar sólo a su superficie, tratándose en este caso


de un proceso benigno de fácil solución y de favorable resolución, denominándose
“Queratitis superficial”, o por el contrario es más intenso y profundo, afectando a las
capas profundas de la córnea, con producción de un proceso supurativo,
pérdida de tejidos y formación de úlceras (úlcera corneal) de lenta evolución y grave
resolución.

En los animales afectados se presenta intenso dolor ocular, con fotofobia y lagrimeo.
Los cuyes mantienen los ojos cerrados, con inflamación de la conjuntiva, mostrándose
la córnea de tonos opacos grisáceos. Cuando se trata de una queratitis superficial, la
enfermedad no progresa más y poco a poco van retrocediendo los síntomas, volviendo a
la normalidad en poco tiempo.

Por el contrario, cuando se trata de una queratitis profunda, los síntomas oculares son
más acentuados y expresivos, tanto en lo referente al dolor ocular, lagrimeo, fotofobia,
como a las modificaciones surgidas en el seno de córnea, la que se torna totalmente
opaca presentando úlceras más o menos extensas y profundas, que ocasionan un proceso
inflamatorio con focos de supuración. En este estado, la enfermedad puede evolucionar
hacia la curación, la que se consigue lentamente o, por el contrario, manteniéndose y
acentuándose las lesiones indicadas, produciéndose una perforación de la córnea y la
difusión del proceso séptico al interior del ojo, transformándose éste en una masa de pus
(panoftalmia purulenta) con pérdida de la visión.

Con queratitis superficial, los animales curan bien y rápidamente; siendo el pronóstico
reservado en la profunda, dado que, aunque los cuyes se repongan, quedan siempre
secuelas, sinequías, etc. que dificultan o imposibilitan la visión.
TRATAMIENTO

En la superficial, lavados de agua tibia boricada al 2 por 100, agua salada tibia o la
instilación de unas gotas de solución antibiótica (estreptomicina), pomada de
cloranfenicol o de aureomicina.

En los casos de queratitis profunda es aconsejable la administración de colirios a base


de sulfato neutro de atropina al 0.15 por 100 y la aplicación de pomadas de antibióticos
o de sulfamidas (aureomicina, cloranfenicol, sulfatiazol) asociadas a la vitamina A.

La aplicación de la pomada de óxido amarillo de mercurio o de calomelanos está


también indicada.

CATARATA

Es la opacidad del cristalino. Es un proceso ocular que responde, en la mayoría de los


casos, a una difusión de la inflamación del iris (iritis) o a la de un proceso ciliar
(Ciclitis) y cuya extensión al cristalino origina una nebulosidad u opacidad del mismo;
con desituación de esta lente y pérdida de la visión, por impedir el paso de rayos
luminosos, no llegando, por lo tanto, éstos a impresionar a la retina.

Las causas originarias de esta afección ocular son las indicadas al hablar de la
conjuntivitis, señalándose por algunos autores la posible existencia de un fondo
reaccional que facilitaría la presencia de esta dolencia.

En las formas iniciales, y cuando la catarata obedece a una propagación del proceso
iridociclítico, los animales acusan fotofobia, lagrimeo y dolor ocular manifestándose la
conjuntivitis congestiva. La afección progresa, atenuándose los signos inflamatorios, a
la par que se manifiesta una deformación de la pupila, adherencias de la misma,
sinequias, así como la aparición de una nebulosidad y opacidad del cristalino bajo la
forma de una pequeña mancha circular que progresivamente va extendiéndose, hasta
alcanzar toda la superficie del cristalino con pérdida de la visión.
El pronóstico es desfavorable dado que la lesión del cristalino regresa difícilmente y los
animales pierden la visión.

TRATAMIENTO

Lavados de agua tibia boricada al 2 por 100; instilaciones de colirio de atropina y


sulfato de cinc al 5 por 100.

B. POLÍTICA SANITARIA

Las enfermedades constituyen un importante factor negativo en la crianza de cuyes, que


pueden pesar considerablemente sobre la economía de la misma.

El control de las enfermedades es un factor vital y esencial para el aumento de la


producción de cuyes, lo primordial es concentrar los esfuerzos sobre la previsión de las
enfermedades, que es una fase más importante que la curación, ya que esta última
resulta muchas veces antieconómico por la mano de obra y los gastos que demanda.

La producción de cuyes descansa sobre un complejo edificio, sostenido por cuatro


bases que son: genética, alimentación, manejo y mercadeo. Si una de estas bases llega a
fallar, el negocio de cuyes se viene a menos, con las consiguientes repercusiones
económicas.

Aunque las bases descritas son todas fundamentales, cuando se piensa en la explotación
de un negocio de cuyes, es el manejo uno de los puntos que más se debe controlar y en
el cual podríamos involucrar el tema de sanidad, ya que, si no existe manejo adecuado,
es muy fácil que haga su aparición el problema de las enfermedades, que en la
producción de cuyes son más o menos fáciles de prevenir, pero difíciles de tratar en
ciertos casos.

El tema de manejo comprende: desde la proyección de las instalaciones, estudiando


puntos vitales como ubicación, construcción, diseño, proporción y acabado, hasta su
dotación de equipo en número y calidad adecuados y su posterior utilización.
Comprende igualmente el manejo, todas aquellas faenas rutinarias como suministro de
alimento, agua, desinfección, aseo, etc.

El aspecto sanitario, comprende todas aquellas normas que se imponen para la profilaxis
y control racional de las enfermedades de los cuyes.

En la producción de cuyes, cuando hablamos de sanidad, debemos ser exageradamente


exigentes en cuanto toca cualquiera de los temas o puntos que comprende el problema,
con el fin de evitar sorpresas desagradables, que siempre tienen honda repercusión
económica para el propietario de la explotación y desagradables experiencias para el
profesional que por cualquier motivo deja pasar detalles de sanidad.

Al hablar de profilaxis, debemos considerar todas aquellas situaciones que nos llevan a
la perfección de la meta ambicionada, que es impedir a toda costa la aparición de
enfermedades o problemas que comprometan la vida, la producción y la marcha normal
de la explotación.

La medicina preventiva es el único método racional para el manejo sanitario de la


crianza familiar o comercial de cuyes. La medicina preventiva, clave de un régimen
sanitario en cuyecultura, comprende: la obtención de cuyes exentos de enfermedades,
atención esencial a los cuidados higiénicos, mediación adecuada y saneamiento
riguroso.

Teniendo en cuenta que la medicina preventiva es la base en la producción de cuyes, se


debe seguir la siguiente política sanitaria:

1. La instalación debe dar una buena protección a los animales, para obtener una mayor
producción.
2. Las paredes de los bordes deben tener un suficiente número de ventanas grandes que
permita una buena ventilación, se recomienda protegerlos con mallas metálicas para
evitar la entrada de animales dañinos.
3. Siega de malas hierbas, una distancia de 15 a 30 metros alrededor de los criaderos
debe mantenerse segado a ras de tierra y libre de residuos y basuras. Las malas hierbas
albergan insectos y roedores portadores de enfermedades.
4. El saneamiento de los locales se empieza con la preparación del alojamiento limpio e
higiénico mucho antes de la llegada de los cuyes. Cada aposento debe permanecer
vacío por lo menos dos semanas después de la desinfección y fumigación. La
efectividad del saneamiento depende de la minuciosidad de la limpieza antes de la
aplicación del germicida; esta limpieza ayuda al control de las enfermedades:
a. Reduciendo el número total de microorganismos patógenos
b. Eliminando el material que da albergue a los patógenos
c. Exponiendo las superficies a los desinfectantes y fumigantes
5. Las pozas o jaulas deben ser construidas en locales cerrados, evitando así la entrada
de personas ajenas o cualquier clase de animales.
6. Seleccionar a los animales exentos de enfermedad y vigorosos.
7. Los animales traídos de otros lugares deben ser sometidos a observación durante 7 a
10 días, antes de reunirlos con los animales del criadero.
8. Evítese el hacinamiento de los cuyes, pues retardan el crecimiento, disminuye la
eficiencia del alimento y reduce la producción.
9. Deben evitarse el enfriamiento, las corrientes de aire, exceso de humedad y
temperatura. A temperaturas menores de 20 °C, los animales pueden contraer catarros y
enfermedades del aparato respiratorio como la pulmonía, y las crías pueden nacer
muertas o morir poco después de nacidas. Además, los cambios bruscos de
temperatura, humedad o ventilación predisponen a la presencia de salmonellosis.
10. Proporcionar alimentos limpios.
11. Cuando se alimenta con concentrados y forrajes verdes, es conveniente darles agua
fresca y limpia.
12. Lavar y desinfectar periódicamente las pozas, jaulas e instalaciones con una
solución de kreso al veinte o cincuenta (20 ó 50) por mil; también se puede utilizar
formol al cien (100) por mil, para las partes metálicas.
13. Sacar todo el equipo movible y exponerlo al sol. Las enfermedades se perpetúan en
el equipo sucio de los cuyeros el cual debe sacarse al aire antes de comenzar la limpieza
de los locales. Se limpia y desinfecta el equipo y se le deja expuesto al sol mientras se
sanea el cuyero. Si el equipo vuelve a los aposentos sin haber sido desinfectado,
destruye los beneficios que se esperaban del saneamiento.
14. Cambiar las camas semanalmente o cada vez que esté húmeda, sucia o presente
parásitos.
15. Hacer las reparaciones necesarias de los locales e instalaciones durante la fase de
limpieza.
16. Colocar en las puertas de entrada de los criaderos cajones o latas con desinfectantes
como creolina, cal, soda cáustica 2 %, formol 2 %.
17. Nunca cambiar los depósitos del agua o de los alimentos de una poza o jaula a otra.
18: No debe juntarse los cuyes con las gallinas, gatos, perros y otros animales.
19. Evitar la entrada de ratas y ratones a las instalaciones y depósitos de alimentos,
porque pueden ser portadores de enfermedades.
20. Prohibir la entrada de persones ajenas al criadero, porque además de asustar a los
animales, pueden ser portadores de enfermedades.
21. La incineración es el mejor método y el más económico para eliminar los cuyes
muertos.
22. Para el mejor control de la salud y la mejor producción, los cuyes deben agruparse
por separado, conforme a la edad, tamaño y sexo.
23. En caso de que surja un brote de epizzotia, conviene obtener el diagnóstico seguro a
fin de aplicar el mejor tratamiento para dominar a la enfermedad. Los cuyes que se han
restablecido de la salmonellosis deben ser vendidos y no conservarse para reemplazar
reproductores.
24. Es aconsejable que persona competente del cuyero, lleve los cuyes al laboratorio de
diagnóstico para informar con los datos necesarios.

Es necesario considerar, además de los puntos anteriores, los desinfectantes y el


transporte de ejemplares como complemento para llevar a cabo una buena política
sanitaria en cuyes.

DESINFECTANTES

1. CRESOLES Y ÁCIDO-CRESILICO

PROPIEDADES

Estas derivan del alquitrán y tienen fuerte olor característico. Las soluciones
concentradas irritan la piel, tienen fuerte acción germicida y dejan olor residual; aña-
didas al agua la vuelven lechosa. El fuerte olor limita el uso de estas sustancias en los
cuyeros y el fuerte olor residual puede ser nocivo para las crías. Aun así se está
generalizando su empleo. Es el grupo más grande de germicidas, muchos de ellos se
preparan en mezcla con detergentes.

Se recomienda estos desinfectantes para los suelos, parte inferior de paredes y postes de
los cuyeros, y fuera de éstos, para las cercas, pozas y jaulas.

2. FENOL (ÁCIDO CARBOLICO, ÁCIDO FENICO)

PROPIEDADES

Este derivado del alquitrán de olor característico, generalmente se prepara en mezcla


con jabones, añadiendo al agua uno de estos preparados, la vuelve lechosa, es un
germicida muy eficaz. Se recomienda para el cuyero y equipo.

3. COMPUESTO DE AMONIO CUATERNARIO

PROPIEDADES

Líquidos transparentes, inodoros, que no irritan la piel, desodorantes y detergentes. Su


acción germicida es destruida por la cama y otras materias orgánicas. Se recomienda
para el cuyero y equipo.

4. HALÓGENOS

PROPIEDADES

Los halógenos, yodo, cloro, flúor y bromo son cuerpos simples dotados de gran
actividad química y de acción germicida, la cual pierden en presencia de materia
orgánica. Poco tiempo después de aplicados se desvanecen por volatilización, un ligero
enjuague elimina los residuos de estos germicidas. Para obtener con ellos una buena
desinfección, es preciso aplicarlos a superficies limpias, los productos usuales de este
grupo son los yodoformos y los compuestos clorados. Se recomienda para suelos,
paredes, postes y equipo de los cuyeros.
TRANSPORTE

Debe tenerse mucho cuidado en el transporte de cuyes, dado al nerviosismo que


presentan y a 1a predisposición que tienen al amontonamiento. Para un buen transporte
se deben considerar las recomendaciones siguientes:

l. Los cuyes se deben enviar en jaulas bien ventiladas de tamaño suficiente, para que no
estén aglomerados, con el fin de evitar el entumecimiento y la asfixia.
2. Se debe acompañar a los cuyes con sus fichas de identificación individual.
3. Emplear personal con experiencia, responsable y acostumbrado a dar trato hu-
manitario a los animales.
4. Utilizar vehículos bien acondicionados que estén limpios y secos.
5. En caso de machos reproductores deben transportarse en cajas individuales, y a las
hembras en grupos no mayores de 5 animales.
6. No exponerlos a la acción directa de los rayos solares por periodos superiores a los 20
minutos, porque esto causa una muerte casi violenta.
7. En caso de viajes largos transportarlos con forraje.
8. En lo posible, en viajes prolongados, debe separarse a los animales que se enfermen.
9. Las cajas de transporte no deben tener una altura mayor de 25 cm. con el fin de que
no haya amontonamiento.
10. No transportarlos en ambientes cerrados, tal como la materia de un carro, por el
peligro a intoxicarse con monóxido de carbono.

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