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ÍNDICE GENERAL
CAPITULO I
ASPECTOS GENERALES
CAPITULO II
REPRODUCCIÓN
A. Generalidades
B. Descripción del aparato reproductor del macho
1. Testículos
2. Epidídimo
3. Conductos deferentes
4. Vesículas seminales
5. Próstata
6. Glándula bulbouretral
7. Pene
C. Descripción del aparato reproductor de la hembra
1. Ovarios
2. Oviductos
3. Cuernos uterinos
4. Cuerpo uterino
5. Cuello uterino
6. Vagina
7. Vulva
8. Glándulas mamarias
9. Pezones
D. Pubertad
E. Ciclo Estral
1. Proestro
2. Estro o celo
3. Meta estro
4. Diestro
F. Ovulación
G. Cópula
H. Gestación
I. La Camada
1. Influencia del tamaño de la camada en el peso vivo de las crías nacidas
2. Influencia del intervalo de tiempo entre partos en el tamaño de camadas
3. Influencia de otros factores en el tamaño de camada
J. Edad óptima de empadre
K. Algunas consideraciones sobre la edad de empadre
L. Sistemas de empadre
1. Empadre Semi-intensivo
2. Empadre Intensivo o continuo
3. Consideraciones sobre los sistemas de empadre
M. Parición y destete
1. Destete
N. Edad óptima de castración y de saca
1. De los incrementos de pesos
2. Del rendimiento de carcasa
3. De la edad óptima de castración
4. De la degustación
5. Del estudio económico
6. De la edad óptima de saca
O. Algunas consideraciones sobre el costo de producción y la edad de saca
P. Manejo de reproductores
1. Ritmo de crecimiento y manejo de destetados para seleccionar reproductores
2. Identificación de los reproductores
3. Modo de coger a los reproductores
4. Las pozas de empadre y crianza
5. Alimentación de los reproductores
6. Saca de reproductores
CAPITULO III
INSTALACIONES
CAPITULO IV
NUTRICIÓN
Armando Borja Cueva
CAPITULO V
SELECCIÓN Y MEJORA
A. Generalidades
B. Factores que influyen en el peso al nacimiento en cuyes y algunas correlaciones
halladas aplicables a la selección
C. Estudio de algunos factores de producción en la población de cuyes del
Programa de Investigación de Cuyes de la UNCP
D. Influencia del color de ojos en el peso vivo de los cuyes
E. Influencia del color de ojos, color de manto y sexo, en el peso vivo de los cuyes
F. Selección de cuyes para carne
1. Factores que se manifiestan en el exterior del animal
1.1. Tipo de pelaje y conformación
1.2. Color del pelaje
1.3. Color de los ojos
1.4. Número de dedos
1.5. Sexo, peso vivo al nacimiento, al destete y a la saca
2. Factores que no se manifiestan en el exterior del animal
2.1 Número de crías por camada
2.2. Crías concebidas o no en celos post partum
2.3. Número de crías destetadas por vientre al año
G. Modelo de selección lineal para tamaño de camada y peso vivo
1. Especificaciones del modelo
2. Estimación del modelo
3. Verificación del modelo
3.1. Cálculo del coeficiente de correlación
3.2 Cálculo del coeficiente de determinación
3.3 Prueba de - F-
4. Predicción
4.1 Método gráfico
4.2 Método de cálculo por intervalos
5. Modificación del modelo
H. Registros y Controles
1. Identificación de los animales
2. Controles de peso vivo y tamaño de camada
3. Control de madres en producción
4. Control de padres en producción
CAPITULO VI
ENFERMEDADES Y POLÍTICA SANITARIA
Joaquín Chivílchez Chávez
Bibliografía
CAPITULO I
ASPECTOS GENERALES
Antes de la conquista del imperio Incaico, los nativos de América del Sur criaban esta
especie animal ya en cautiverio y utilizaban su carne como a1imento básico en su dieta
diaria, es así que los primeros conquistadores de nuestra América lo encontraron
repartido a lo largo do los Andes como animal doméstico y contribuyendo con su carne
en la alimentación de los antiguos pobladores americanos, ya que el cuy conjuntamente
con la papa, la quinua, el maíz, el olluco, la oca y otros animales y vegetales
constituían la fuente alimenticia prioritaria de esa época.
Muchos autores confirman en sus crónicas estos hechos, entre los que destacan: Pulgar
Vidal, que reporta hallazgos de huesos, pellejos y carcasa de cuyes enterrados con
cadáveres humanos en tumbas de América Meridional, el mismo autor refiere que en la
conquista de la sabana de Bogotá los soldados de Gonzalo Jiménez de Quesada
sacrificaban diariamente 50 venados y 500 cuyes y así vivieron durante dos años
conquistando esta vasta región.
Guamán Poma de Ayala refiere que las culturas pre-chinchas se alimentaban de cuyes.
El Padre Bernabé Cobo, dice en una de sus crónicas "el cuy es el menor de los animales
mansos y domésticos que tenían los naturales de estas Indias, el cual criaban dentro de
sus casas y en sus mismos aposentos como lo hacen hoy día".
El Inca Garcilaso de la Vega señala "Hay conejos caseros y campestres diferentes los
unos de los otros en color y en sabor llámenseles cuy también se diferencian de los de
España. De los caseros han traído a España, pero dance poco por ellos. Indios como
gente pobre de carne los tienen en muchos y 1os comen por gran fiesta".
Geoffrey Saint Hilaire, demostró que la especie racial del cuy, es originaria del Perú y
que e1 Cavia Cutleri se debe considerar como el antecesor de la especie doméstica que
hoy es universalmente conocida (Muñoz Laurentino, 1970).
La gran cantidad de referencias como las citadas nos permiten decir con toda propiedad
que el cuy es un animal nuestro y como nuestro que es, nos obliga y nos compromete no
sólo a mejorar su explotación y calidad de animales, sino a crear una tecnología propia,
la que ha merecido y debe merecer en el futuro, nuestros mejores esfuerzos.
Esta tecnología peruana se ofrece en este texto como un avance de nuestras experiencias
e investigaciones en esta interesantísima especie animal y ella es producto de 10 años de
paciente y metódica labor, tiempo durante el cual se han ejecutado numerosos
experimentos cuyos resultados nos permiten lanzar recomendaciones a fin de mejorar la
productividad de esta especie.
Nuestro país el Perú, al igual de Colombia, Bolivia y Ecuador, lo cría para consumir su
carne, la misma que es muy apreciada por sus dotes de Suavidad, palatabilidad, calidad
y digestibilidad, siendo por lo general un animal de crianza casera que forma parte de la
dieta proteica obligada del campesino peruano, resolviendo en gran parte el déficit de
proteína animal tan acusado en el país.
El cuy en el Perú, animal nativo, domesticado y criado desde épocas muy remotas,
constituye para el poblador peruano uno de los recursos que posee suficiente potencial
para tornarse en fuente de ingreso, disminuyendo nuestra dependencia y solucionando
en parte el déficit de proteína animal, cuyos volúmenes anuales, se hacen cada vez
mayores en el país.
CUADRO No. 1
POBLACIÓN, PRODUCCIÓN DE CARNE Y VALOR EN SOLES DE CUYES COMPARADA
CON OTRAS ESPECIES (1968)
Especie Población T.M. % sobre la Valor en soles % sobre el
carne producción valor total
total
Vacunos 3’686,000 75,143 51.67 1,163’630,000.00 46.61
Ovinos 15’233,000 21,203 14.58 282’136,000.00 11.30
Aves 14’705,000 32,595 22.41 629’011,000.00 25.20
Cuyes 20’712,000 16,492 11.34 421’616,000.00 16.89
La saca anual supera a los 65 millones de animales, pues se trata de una especie
sumamente precoz y prolífica, características que permiten una saca anual del orden de1
316%; una serie histórica de 7 años se ofrece en el Cuadro No. 2.
La producción por regiones destaca a la Sierra como la región que concentra el 90% de
la explotación nacional, sin embargo cabe mencionar que el cuy es un animal que tiene
gran poder de adaptabilidad a los diferentes climas progresando bien, tanto en la Costa
como en la Selva.
La producción por departamentos y consumo por habitantes rurales se ofrece en el
siguiente cuadro:
La precocidad y prolifidad unidas a la calidad de su carne, ya que comparada con el
vacuno, aves, ovino y porcino, resulta ser más proteica 20.3% (Cuadro No. 5), sitúan a
esta especie como un animal estratégico en el país, pues tratándose de un herbívoro con
buenos índices de conversión, permite establecer que en el futuro competirán
ventajosamente con la cría de cerdo y aves, pues estas dos últimas especies por ser
monogástricas y requerir de granos en su dieta compiten en la actualidad con e1 hombre
en el uso de granos.
CUADRO No. 5
VALOR BIOLÓGICO DE LA CARNE DE CUY
ESPECIES PROTEÍNA % GRASA % MINERALES %
Cuy 20.3 7.8 0.8
Ave 18.3 9.3 1.0
Vacuno 17.5 21.8 1.0
Ovino 16.4 31.1 1.0
Cerdo 14.5 37.3 0.7
Así, 1os animales que se alimentan de granos y producen por este medio carne para la
alimentación humana, para poder ofrecer una caloría animal al hombre, necesitan
consumir 7 calorías de origen vegetal, diferencia de 6 calorías que se desperdician y
que pueden ser aprovechadas si el hombre consumiera directamente estos granos.
Resulta además interesante destacar la habilidad de consumo de forrajes que tiene el cuy
comparado con otras especias herbívoras, pues al comparársele con el vacuno y ovino,
resulta consumiendo cerca de tres veces más cantidad de forrajes por unidad de peso
vivo que estas dos especies (Cuadro No. 6), esta facultad, unida a las características
especiales de su estómago que dispone de un ciego voluminoso que al hacer las veces
de un cuarto estómago, metaboliza altos porcentajes de fibra hacen de él, una máquina
productora de carne, que requiere muy poco concentrado pan balancear su dieta.
Estudios recientes demuestran una cualidad más en esta especie tan interesante: Sus
hábitos nocturnos, que permiten incrementar aun más el hábito del consumo de1 cuy,
pues animales alimentados de día y noche consumen aproximadamente un 40% más de
forraje que los alimentados da día solamente, posibilitan la crianza exclusivamente a
base de forrajes.
CUADRO No. 6
HABILIDAD DEL CONSUMO DEL CUY
Especies Peso vivo Consumo Porcentaje de Incremento de Porcentaje de
Herbívoras promedio Kgs. forraje al día forraje peso vivo incremento
Kgs. consumido al promedio al diario en
día en función día en Kgs. función al peso
al peso vivo vivo
Cuy 0.800 0.250 31.25% 0.007 0.9%
Ovino 40 5 12.50% 0.120 0.3%
Vacuno 500 50 10% 1.000 0.2%
La información presentada hasta ahora destaca, sin lugar a dudas, las cualidades de esta
interesante especie animal, planteándonos el reto de mejorar sus sistemas de manejo,
selección, nutrición, sanidad, etc., de manera de permitir a los criadores una tecnología
propia que evite repetir los fracasos de aquellos que han intentado obtener algo del cuy
y no han cosechado "nada" por falta de información técnica y sobre todo de los más
numerosos tal vez, aquellos que siempre han deseado iniciar una cría y que han tenido
recelo de empezar por no saber.
El cuy es un mamífero que pertenece al Orden Rodentia; sus incisivos parecen cinceles
alargados, con curvatura hacia adentro; crecen continuamente desde la raíz. No tienen
caninos y sus molares son amplios.
Phylum : Vertebratá
Sub-phylum : Gnasthosmata
Clase : Mammalia
Sub-clase : Theria
Infra-clase : Eutheria
Orden : Rodentia
Sub-orden : Hystricomorpha
Familia : Caviidae
Género : Cavia
Especies : Cavia aperca aperea, Erxleben
Cavia aperea azarae, Lichtenstein
Cavia cutleri king
Cavia porcellus (Linnaeus) o Cavia cobayo
Desciende de una Prea peruana, especie conocida en su estado salvaje por el nombre de
Cavia cutleri, que fue domesticada primeramente por los antecesores de los incas y
pueblos afines de la región andina, en tiempos muy remotos. Los primeros cronistas
españoles refieren que los que se criaban en las oscuras casas de los indígenas eran
pardos o rojizos y de gran tamaño; era el único animal domesticado, aparte de la llama,
utilizado para consumo humano. Osamentas halladas en tumbas precolombinas
muestran que el cuy de esa época tenía tamaño y peso doble del actual.
El cuy puede vivir un promedio de 6 años, algunas veces hasta 8 años, aunque no
conviene su explotación, por tanto tiempo ya que la productividad disminuye con la
edad; la vida productiva conveniente y recomendable es de 18 meses (Zaldívar &
Chauca, 1973). La temperatura rectal es de 38-39 °C; su frecuencia respiratoria varía
desde un mínimo de 69 hasta un máximo de 104 respiraciones por minuto, con un
rango promedio que va desde 81 a 90 respiraciones por minuto; su ritmo cardíaco varía
desde un mínimo de 226 hasta un máximo de 400 pulsaciones por minuto, con un rango
promedio de 230 a 280 pulsaciones por minuto. El número de sus cromosomas es de
64.
El peso al nacer del cuy depende del nivel de nutrición de la colonia y del número de
crías por camada, siendo los unigénitos los de más peso al nacer. Son animales que
crecen muy rápidamente pudiendo duplicar su peso a la semana de nacidos, ya que
disponen de una leche materna de extraordinaria calidad: nacen con los ojos abiertos,
provistos de pelo, pueden caminar inmediatamente después del parto y, como si esto
fuera poco, a las pocas horas de nacidos ya pueden comer forraje y concentrados por su
propia cuenta.
Cabeza, Tiene forma cónica y es muy grande en relación al resto del cuerpo, alcanza la
cuarta parte del tamaño del mismo. Está provisto de orejas grandes en forma de alubia
o pallares, caídas, de bordes continuos, bastante cubiertas por el pelaje de la cabeza,
pero en sí casi desnudas y bastante irrigadas. Las órbitas oculares ocupan gran
superficie.
Ojos, Grandes, redondos, con pocos reflejos y de color rojo o negro, no parpadean;
están desprovistos de pestañas y cejas. En la parte superior de1 ojo, en algunos
especimenes, se notan pelos táctiles a manera de pestañas.
Hocico. Cónico, con fosas. nasales y ollares pequeños y sin pelos. La boca es una
abertura pequeña, cuyo labio superior es partido, e1 inferior entero y, en conjunto, los
dos labios tienen la forma de una "T" invertida. Está provista de pelos táctiles a manera
de bigotes en la parte lateral de los mismos.
Nariz. Pequeña, con dos fosas nasales también pequeñas, pigmentadas en algunos casos,
sobre todo en aquellos de pelaje oscuro. Perfil acarnerado.
Extremidades. Son, en general, cortas; las anteriores más cortas que las posteriores,
terminan en dedos provistos de uñas grandes y gruesas. Normalmente el cuy tiene 4
dedos en cada extremidad anterior y 3 en cada posterior; sin embargo hay especimenes
polidactiles, encontrándose algunos de hasta 9 dedos.
Las cañas de las patas posteriores las utilizan como planta para posarse, son callosas y
fuertes, presentan uñas largas, duras y encorvadas; algunos criadores calculan la edad de
los cuyes según la callosidad de esta zona, siendo bastante grosera en los animales
adultos. El crecimiento de las uñas es otro índice para calcular la edad, siendo largas,
duras y encorvadas en los animales viejos.
Pelaje. Pueden ser de pelos cortos o largos, los que pueden seguir una misma dirección
o también entrecruzarse, de un solo color o de mezclas de colores, de los que hay gran
diversidad. De acuerdo a la clase de pelaje, conformación y colores, los cuyes se
clasifican en varios tipos.
Tipos de cuyes por su pelaje. Existen tres tipos de cuyes bien definidos por esta
característica: el "Lacio", el "Crespo" y el “Landoso”.
El tipo "Lacio" es un animal provisto de piel con pelos cortos los que siguen una misma
dirección sobre el plano del cuerpo (Fig. 1).
El tipo “Crespo”, es también de pelos cortos, pero que no siguen una misma dirección
del cuerpo, sino diferentes, haciendo remolinos o crespos en distintas zonas del cuerpo
(Fig. 2).
El tipo "Landoso", llamado también "Aristócrata” o “Peruano”, se caracteriza por tener
los pelos muy largos, los mismos que algunas veces cubren la región de la cabeza
dificultando la visión, y otros, cubriendo e1 tren posterior, formando motas o pelotas de
pelo aglutinado que dificultan la monta (Fig. 3).
Zaldívar & Chauca (1973) llama a estos tipos: Tipo 1, 2 y 3, haciendo una subdivisión
en el tipo 3, o sea en el Landoso, en dos subtipos: el subtipo 3.1 de pelo largo y pegado
al cuerpo y el subtipo 3.2 de pelo largo y lacio, distribuido en rosetas.
El mismo autor enuncia un nuevo tipo, el No. 4 de pelo ensortijado, semejante a las
pieles de los corderos recién nacidos, pero, a medida que van desarrollando en edad el
ensortijado se pierde, tornándose en erizado (Fig. 4): estos cuyes no se encuentran muy
difundidos en el país.
Tipos de cuyes por su conformación. Esta clasificación se basa en la forma del cuerpo,
existiendo dos grandes grupos llamados también "Tipo A" (Zaldívar & Chuca, 1973), de
forma redondeada, de cabeza corta, provistos de nariz y hocico redondo, cuerpo
rectangular de forma paralelepípeda y de temperamento tranquilo (Fig. 5).
El segundo grupo, llamado también "Tipo H", de cabeza alargada. cuerpo anguloso,
nariz en punta y sumamente nervioso (fig. 6).
Clases de cuyes por el color del pelaje. Se dividen en dos grandes grupos: Cuyes de
colores "Claros" y cuyes de colores "Oscuros", ambos grupos pueden ser de mantos
enteros o combinados. Existe una relación marcada entre el color del pelo y el color de
la piel, correspondiendo a colores claros una piel blanca y a colores oscuros una piel
negra, la que da un aspecto muy feo al animal faenado; igualmente en aquellos cuyes
con mezclas de colores claros y oscuros, se observa una pie1 moteada, que desmerece
su calidad. Los cuyes con fines cárnicos deben ser de colores “claros” sean de mantos
enteros o combinados.
1. CABEZA
1.1. Cráneo. Constituido como los demás mamíferos por los siguientes huesos:
occipital, esfenoides, etmoides, interparietal, parietal, frontal y temporal.
1.1.1. El occipital: se encuentra ubicado en la parte posterior del cráneo. Al igual que
otros mamíferos presenta las siguientes partes:
- Un foramen magnum o agujero magno que presenta una forma circular. Este agujero
se halla limitado en su parte inferior por los dos cóndilos del occipital que se articulan
con el atlas.
- La porción basilar es bastante pronunciada y de mayor desarrollo que el cuerpo del
esfenoides, con quien se articula hacia adelante.
- La porción escamosa situada sobre el foramen magnum tiene una forma casi
romboidal en los adultos y con una protuberancia occipital externa más o menos
manifiesta.
- Las porciones laterales rematan hacia abajo en los apófisis paramastoides.
1.1.2. El esfenoides: con un cuerpo bastante apreciable tiene a ambos lados los agu-
jeros rasgados, interiormente la cara cerebral presenta un post-esfenoides bien
manifiesto.
Los agujeros ópticos no se encuentran cubiertos por el borde libre del surco óptico
como en otras especies, sino que están visibles a ambos del eje central del cuerpo.
A ambos lados del cuerpo y delante de los agujeros rasgados se ubican los dos agujeros
orbito redondos.
1.1.3. Etmoides: La lámina cribiforme no presenta una separación central que la divida
en dos partes laterales, las masas laterales presentan un buen desarrollo y la lámina
perpendicular sólo es apreciable hacia adelante, vale decir la cavidad nasal.
1.1.4. Interparietal; visible únicamente en cuyes tiernos, en los cuales presenta una
forma triangular cuya base es posterior, se articula hacia atrás con la parte superior de la
porción escamosa del occipital, el vértice que es anterior converge a la sutura parietal
hacia adelante. Su cara interna o cerebral es lisa. En 1os adultos no se aprecia este hueso
por su osificación, desapareciendo las suturas articulares respectivas (figura 5).
1.1.5. Parietales; en el cuy este hueso par es bastante desarrollado, formando las dos
terceras partes del techo de la bóveda craneana. En los animales tiernos fácilmente se
aprecia la sutura interparietal, en los adultos este se hace cada vez más imperceptible
por la osificación correspondiente.
1.1.6. Frontal; se caracteriza por presentar la forma de una estrella de cinco puntas,
alargada en su eje vertical, con una depresión bastante manifiesta en 1a parte que forma
el borde superior de la órbita ocular.
Este hueso par se encuentra recorrido en todo su eje mayor central por 1a sutura frontal.
1.1.7. Temporal; en esta especie la porción petrosa presenta una ampolla timpánica muy
manifiesta, la cual presenta el aspecto de una pepa de naranja. Lateralmente en la
porción petrosa se puede apreciar e1 meato acústico externo.
La porción escamosa es vista por fuera, alargada hacia atrás, ensanchándose hacia
adelante para formar la órbita ocular. La apófisis cigomática del temporal en cuy se
proyecta hacia abajo para articularse con la apófisis cigomática del hueso malar.
1.1.8. Huesillos del oído; conocidos popularmente en nuestro medio como “zorritos”
encuentran dentro de la bulla timpánica, en el oído medio.
Los zorritos no vienen a ser sino los huesos yunque y martillo que se encuentran -
fuertemente unidos, mientras que por su tamaño pequeño se desprende y se pierde con
facilidad el estribo, siendo difícil obtener dicho huesillo en el esqueleto.
1.2. Cara. También como los demás mamíferos formada por los siguientes huesos:
Maxilar superior, pre-maxilar, palatino, pterigoides, nasal, lagrimal, malar, cornetas
dorsales, cornetas ventrales, vómar, mandibular, hioides.
1.2.1. Maxilar superior; la apófisis palatina del maxilar superior adquiere poco
desarrollo, disponiéndose en forma de una V, y a cada lado se encuentran los cuatro
molares enclavados en sus respectivos alveolos dentarios.
Lateralmente, y en cada uno de los lados del cuerpo del maxilar superior emergen las
apófisis cigomáticas del mismo, en forma de asas.
Cada apófisis cigomática se bifurca en dos ramas, una inferior y otra ascendente que
bordea anteriormente al lagrimal. Las dos asas se unen hacia atrás articulándose con el
hueso malar.
Por delante ambas asas forman una escotadura angular ubicada lateralmente a una fosa
o depresión que se encuentra por debajo de 1a orbita ocular.
1.2.2. Premaxilar; en la parte más anterior del cuerpo del premaxilar se ubican los
alveolos incisivos superiores que albergan a los mismos dientes, adoptando en conjunto
el aspecto de un pico de águila característico de los roedores.
Las apófisis palatinas son poco apreciables y las apófisis nasales se extienden a ambos
lados de los huesos nasales, articulándose a la misma altura de éstos con el frontal.
1.2.4. Pterioqoides. Al igual que en otras especies sólo se circunscriben a dos delgadas
láminas óseas.
1.2.5. Nasales; A diferencia de otros animales, con relación al largo del frontal y
parietal, este hueso par presenta una menor longitud. Se extiende entre ambas apófisis
nasales del premaxilar, ambos nasales se encuentran unidas medialmente por la sutura
nasal.
1.2.6. Lagrimales. La cara externa de este hueso se sitúa detrás del borde que forma la
rama ascendente de la apófisis cigomática del maxilar, presentando una forma
triangular.
La cara orbitaria presenta una fosa para el saco lagrimal, bastante manifiesta.
1.2.8. Cornetes. Los inferiores se ubican en la parte anterior de la cavidad nasal y los
superiores se disponen hacia atrás de 1a misma cavidad.
1.7.9. Vomer. No se extiende posteriormente separando a las coanas en dos orificios,
apreciándose la lámina, anterior que forma una ranura que aleja a la lámina per-
pendicular del etmoides y al cartílago del tabique nasal.
La rama horizontal presenta los cuatro alvéolos molares inferiores. En el borde alveolar
lateral y a 1a altura del último molar emerge una cresta aguda que se proyecta hacia
arriba y hacia atrás, en forma de dos aletas agudas y afiladas, una en cada rama.
Entre estas crestas y otras que se disponen más lateralmente se presenta un surco más o
menos profundo y alargado. La porción vertical de las ramas mandibulares rematan en
el cóndilo, la apófisis coronoides es casi imperceptible no encontrándose la escotadura
mandibular.
A la altura del tercio anterior del borde inferior de la porción horizontal de cada rama
mandibular resalta una tuberosidad.
1.2.11. Hioides. Con un cuerpo más o menos desarrollado presenta la forma de una Y
con las astas dirigidas hacia atrás.
2. COLUMNA VERTEBRAL
Formada por 35 a 36 vértebras, presentando la siguiente fórmula:
C7 I13, I6 S4 C5 – 6
Las formas que presentan las vértebras son típicas a la región correspondiente como en
las otras especies mamíferas.
6.4. Peroné; formado por una ligera laminilla delgada y alargada, extendiéndose desde
la extremidad proximal de la tibia hasta donde termina la extremidad distal del mismo
hueso.
6.5. Tarso; constituido por ocho pequeños huesecillos; siendo los más saltantes el
tarsotibial y el tarsoperoneo.
6.6. Metatarso; formado por 3 a 7 huesos, lo que está en relación al número de dedos.
En la parte distal y plantar se encuentran dos huesos sesamoideos por cada metatarsiano.
6.7. Dedos: formados al igual que los dedos de las manos por tres falanges en una uña o
garra en la última falange.
El número de dedos posteriores pueden variar de 3 a 7.
Las regiones que constituyen el exterior del cuy son: Cabeza, Cuello, Tronco y
extremidades.
Frente
Cara Superior Cara
Punta de la nariz (hocico)
Mentón
Cara inferior Canal exterior
Quijadas
Labios
Dientes
Encías
CABEZA Canal Anterior Boca Canal lingual
Lengua
Paladar
Nuca
Cara Posterior Parótidas
Garganta
Orejas
Caras laterales Ojos
Fosas Nasales
Vibrizas
Cruz
Dorso
Cara Superior Lomo
Grupa
Abdomen
Cara Inferior Región Inguinal
Tórax
TRONCO Caras Laterales Costillas
Flancos
Espalda
Extremidades Anteriores Brazo
Antebrazo
EXTREMIDADES
Muslo
Extremidades Posteriores Pierna
Dedos
Patas Uñas
Vulva
ÓRGANOS Mamas
GENITALES Verga
Testículos
G. DATOS FISIOLÓGICOS
1. LONGEVIDAD
Los cuyes pueden vivir hasta un máximo de 8 años; el promedio de duración de vida es
de 6 años.
2. VIDA PRODUCTIVA
Probablemente los cuyes pueden reproducirse hasta 1os cuatro años, sin embargo no es
conveniente alargar el periodo productivo hasta esa edad, porque los índices de
fertilidad disminuyen en forma marcada, sobre todo cuando el animal sobrepasa la edad
de 18 meses.
Una práctica recomendada es empadrar los cuyes a la edad de tres meses y luego de un
año de constante reproducción, evaluar el peso total de los destetados por cada hembra y
continuar por seis meses más la reproducción y sólo en aquellas hembras que hayan
sobresalido en el año evaluado, descartando e1 resto. La producción de las cuyes
sobresalientes durante estos últimos seis meses servirán para producir reproductores de
reemplazo para el rebaño.
3. TEMPERATURA RECTAL
38 – 39 °C
4. FRECUENCIA RESPIRATORIA
Rango promedio : 82 a 92 respiraciones por minuto
Mínimo : 69 “ “ “
Máximo : 104 “ “ “
5. RITMO CARDIACO
Rango promedio : 230 a 280 pulsaciones por minuto
Mínimo : 226 “ “ “
Máximo : 400 “ “ “
6. NÚMERO DE CROMOSOMAS
64 cromosomas
7. CONSTANTES HEMATOLÓGICAS
Machos Hembras
Glóbulos rojos en millones por mm3 5.520 5.011
leucocitos en miles por mm3 3.792 4.031
Hemoglobina en grs. por 100 ml. 13.72 13.50
Hematocrito en % 40.42 40.11
Hemoglobina globular media (uug) 24.86 27.15
Concentración media de hemoglobina
globular en % 34,74 34,71
CAPÍTULO II
REPRODUCCIÓN
A. GENERALIDADES
Resulta pues, importante que todo criador no debe marchar a la zaga de estos
conocimientos y si se desea éxito en su explotación, debe conocer las características del
aparato reproductor del macho y de la hembra, la fisiología de la reproducción y el
manejo técnico de los reproductores de manera de conseguir de ellos, altos porcentajes
de fertilidad que redunden en una mejora de la producción y productividad del rebaño
que explotan.
1. TESTÍCULOS.
Se encuentran ubicados dentro del abdomen, debajo del nivel del ano, a los lados de la
vejiga urinaria. Son de forma ovoide, miden aproximadamente 22 mm. de largo y l8
mm. de ancho, con un peso que varía entre los 2.5 y 3 gramos, pudiendo llegar hasta
cerca de 4 gramos, no presentan escroto.
Durante la fase de excitación, que precede al coito, los testículos descienden a canales
Inguinales a un fondo de saco ciego, formado por tejido subcutáneo y piel de la región
inguinal. Una vez descendidos pueden ser observados a simple vista debajo de la piel en
la cual producen dos abultamientos. En el fondo del saco al que descienden, en su
porción más profunda y central se ubica el músculo Cremaster externo, muy
desarrollado y que permite la migración temporal y a voluntad de los testículos hacia la
cavidad abdominal.
Del hilio de los testículos emergen los vasos y nervios testiculares, los cuales se hallan
cubiertos de abundante grasa y fascias de sostén.
Los testículos al corte transversal muestran una cápsula delgada rica en fibras elásticas y
colágeno, la cual emite proyecciones hacia la parte central del órgano, en forma más o
menos radiada, dividiéndolo en lobulillos los cuales a su vez se hallan divididos por la
agrupación de varios túbulos seminíferos. Cada túbulo seminífero formado por el
epitelio germinal simple de tipo cilíndrico que asienta sobre la propia delgada,
constituida por tejido conjuntivo.
A partir de1 epitelio germinal y hacia la luz del túbulo es posible observar células en
diferentes fases de mitosis y meiosis que concluyen en la formación de los
espermatozoides visibles en la luz del túbulo.
Las células de Sertoli o nutricias se hallan ubicadas sobre la membrana basal de los
túbulos seminíferos y distribuidas entre las células del epitelio germinal.
2. EPIDÍDIMO
Está cubierto externamente por una capa fibroelástica con presencia de algunas fibras
musculares que vienen a constituir la albugínea, la cual emite prolongaciones a manera
de trabéculas hacia el interior del epidídimo. E1 epitelio de los conductos eferentes está
formado por células cilíndricas altas, provistas de cilios que facilitan el transporte de los
espermatozoides, ocasionalmente se pueden observar gránulos de grasa en las células
epiteliales. La luz de los conductos está, generalmente, llena de espermatozoides
acompañados de secreciones. El epitelio asienta sobre una base delgada de tejido
conjuntivo que a la vez sirve de envoltura y límite con los otros segmentos del tubo.
Del epidídimo se desprende un delgado tubo constituido por una capa fibroelástica más
o menos gruesa, que incluye algunas fibras musculares y un epitelio de tipo cilíndrico
ciliado, lo que constituye el llamado conducto deferente.
3. CONDUCTOS DEFERENTES
Se inician en la cola del epidídimo, siguen una dirección anterior; luego llegan a la
altura de la vejiga urinaria, haciendo una curvatura se dirigen posterodorsalmente hacia
la línea media para unirse con las vesículas seminales a la altura de la sínfisis pelviana.
Al realizar la curvatura pasan por encima de los uréteres.
Son de forma tubular, un poco más gruesos en sus porciones terminales, miden
aproximadamente 4 cm. de largo por 3 mm. de ancho, desembocan en la uretra, por
encima de la vejiga urinaria y debajo de la desembocadura de las vesículas seminales.
4. VESÍCULAS SEMINALES.
Están constituidas por dos porciones a manera de dos cuernos, muy semejantes a los
cuernos uterinos de la vaca, cuyo contenido fijado en formol al 10% toma una
coloración crema. Se hallan ubicadas a cada lado de la columna vertebral en su porción
lumbar. La disposición de estos cuernos es sinuosa y encorvada hacia su mismo eje;
están sostenidos por una membrana fibrosa vascularizada, realizando una curvatura
mayor en dirección posterolateral y una curvatura menor anterolateral.
Sus porciones extremas terminan en un fondo de saco ciego, siendo éstas los tipos más
delgados; 1as porciones más anchas corresponden al lugar inmediato a los conductos de
desembocadura. Sus medidas promedio son 13 cm. de largo y 6 mm. de ancho, en su
porción media.
La mayor parte del contenido líquido del esperma está proporcionado por ellas,
adquiriendo en el cuy relativamente gran tamaño.
Las dos estructuras, a manera de cuernos, que forman les vesículas seminales,
desembocan, por medio de dos conductos delgados, junto a la desembocadura de los
conductos deferentes, en la uretra.
5. PRÓSTATA
Es una glándula formada por dos lóbulos adosados a las partes en que terminan las
vesículas seminales, parte de la uretra y de los conductos deferentes. Cada lóbulo mide
aproximadamente 19 mm. de largo y 9 mm. de ancho.
La forma de cada lóbulo es piramidal, presentan una cápsula fibrosa que encierra una
estructura músculo - glandular multilobulada. Estos lóbulos están unidos por un istmo
ubicado en la parte dorsal del punto de unión y desembocadura de las vesículas
seminales.
La próstata se halla cubierta de una cápsula fibroelástica más o menos gruesa la cual
emite proyecciones hacia el interior en forma de trabéculas, dividiendo a la glándula en
pequeños lobulillos constituidos por gran cantidad de tubos y cuyo epitelio de secreción
es de tipo cilíndrico seudo-estratificado de núcleos grandes, ovalados, bastante
granulosos; este epitelio posee proyecciones acinosas y asienta sobre una gruesa capa
de tejido colágeno con presencia de fibras elásticas que constituyen la lámina propia.
Entre lobulillo y lobulillo se observa la presencia de capilares sanguíneos.
6. GLÁNDULA BULBOURETRAL
Es una glándula par de aspecto sacular, cada una de 8 mm. de largo y 5 mm. de ancho
aproximadamente. Están situadas en el tercio posterior de 1a uretra y compuestas por
una delgada cápsula fibrosa que contiene el parénquima multilobulado. La glándula se
halla normalmente retraída por una membrana fibrosa sobre su propio eje, tomando la
forma de guisante.
E1 corte transversal nos muestra que el parénquima está rodeado de una delgada capa de
tejido fibroelástico la cual emite delgadas proyecciones trabeculares que dividen a la
glándula en muchos lobulillos, constituyendo la lámina propia. Sobre esta capa y más
externamente, se observa una gruesa capa muscular de fibras circulares, la cual a su vez
se halla cubierta de una capa delgada de tejido conjuntivo que forma la cápsula del
órgano.
Cada lobulillo está conformado por túbulos en cantidad variable, constituidos por
epitelio cilíndrico de tipo secretor y células modificadas de citoplasma grande
encargadas de la secreción de la sustancia mucilaginosa.
7. PENE
De la raíz se proyecta hacia adelante y luego hace una curva a la altura de la sínfisis
pelviana, proyectando su parte anterior hacia atrás, para desembocar por el orificio del
prepucio en la porción anteroinferior del ano. En el momento de la erección esta
curvatura desaparece y en la micción hay una ligera disminución de la curvatura, tiene
un promedio de 4 cm. de largo, desde su raíz y 5 mm. de ancho aproximadamente.
Posee un ospenis corto que ocupa más o menos la tercera parte de su longitud total y
está situado en su tercio anterior y dorsalmente. También presenta, en su porción
anterior y ventral, proyecciones a manera de escamas cónicas queranitizadas cuyos
vértices están dirigidos hacia atrás.
El prepucio o vaina está formado por una capa fibromuscular. El glande tiene forma de
cono truncado, presentando en su porción ventral una hendidura en cuyo centro se halla
el meato urinario. La superficie del glande y parte de la porción media dorsal del pene,
por detrás del glande, está cubierto por pequeñas proyecciones papilares, de extremos
agudos, orientados en sentido posteroventral, dispuestas en hileras en número de cuatro
a cada lado de la línea media del pene. Las hileras de papilas se dirigen en forma
divergente, de la línea dorsal del pene hacia el glande. Por debajo del glande existe una
especie de saculación en cuyo interior se encuentran dos prolongaciones a manera de
garfios o colmillos de consistencia dura, cartilaginosa, queratinizada, que se proyectan
hacia adelante con sus extremos curvados suavemente hacia arriba. Estas estructuras
posiblemente contribuyen al orgasmo de la hembra.
1. OVARIOS
Su borde dorsal se inserta por medio del mesovario a la pared sublumbar de la cavidad
abdominal. Por su borde ventral, por medio de un ligamento fibroso, se halla sujeto al
oviducto; este mismo ligamento cubre por completo al ovario, formando una especie
de bursa ovárica en cuyo fundus se halla el orificio abdominal del oviducto. Esta bursa
tiene su orificio de apertura hacia la cara medial del ovario. En el borde dorsal se halla
la entrada de vasos y nervios formando el hilio, que en este caso no presenta hendidura.
2. OVIDUCTOS
Por debajo de la lámina propia se encuentra una gruesa capa de tejido muscular con las
fibras dispuestas en forma circular, alternadas, con abundantes fibras elásticas; por
fuera de esta capa se encuentra una serosa ricamente vascularizada.
3. CUERNOS UTERINOS
Ambos forman una V con su vértice posterior y extremos anteriores; tienen forma
cónica, un poco aplanados dorsoventralmente. Aproximadamente miden 37 mm. de
largo y 6 mm. de ancho en su parte media, teniendo su porción más ancha en el punto
de convergencia con el cuerno opuesto y su diámetro más delgado en el ápice o punto
de desembocadura del oviducto.
Los cuernos uterinos, así como el cuerpo del útero, se hallan sostenidos a la pared
sublumbar de la cavidad abdominal por medio del ligamento ancho del útero, el cual,
posteriormente, se halla inserto en el borde anterior de la cavidad pélvica.
Los vasos que irrigan a los cuernos descienden por el ligamento ancho en forma de
pequeñas ramas.
Microscópicamente, presentan una mucosa formada por epitelio cilíndrico simple, con
proyecciones papilares hacia la luz del órgano, el endometrio. Por debajo de ésta, se
encuentra la lámina propia, formada por una gruesa capa de tejido conjuntivo y fibras
elásticas donde están las glándulas uterinas diseminadas en grupos. Por debajo de la
lámina propia, se encuentra una capa muscular con sus fibras orientadas circularmente,
luego de ésta y más externamente, una delgada capa de tejido conjuntivo,
abundantemente vascularizada y con presencia de algunas fibras elásticas.
Externamente a ésta se observa otra capa muscular más delgada que la anterior, con sus
fibras orientadas en forma longitudinal; cubriendo todas estas estructuras se encuentra
una serosa delgada con abundantes fibras elásticas.
En las porciones más cercanas al cuerpo del útero, los cuernos uterinos presentan una
mucosa con un epitelio menos sinuoso, siendo de notar que la submucosa se halla
grandemente desarrollada debido a la presencia de gran cantidad de glándulas.
4. CUERPO UTERINO
5. CUELLO UTERINO
Porción del útero que se comunica con la vagina, en cuyo centro se halla el orificio
comunicante, su consistencia es dura, formada por una estructura muscular gruesa a
manera de un esfínter o anillo.
6. VAGINA
La mucosa que tapiza la luz de la vagina está formada por epitelio secretorio y
cilíndrico estratificado con abundantes glándulas secretoras de mucina; éstas asientan
sobre una capa ricamente celular, de células con núcleos grandes y granulosos los
cuales, a su vez, asientan sobre una gruesa capa de tejido colágeno ricamente
vascularizado. Esta capa se encuentra cubierta de otra muscular interna de fibras
circulares y una más, externa, de fibras longitudinales. Posee una serosa gruesa
constituida por tejido fibroelástico fuertemente vascularizado.
7. VULVA
Forma, junto al ano, una abertura externa en forma de Y invertida, con sus dos ramas
en posición ventral que corresponden en sí al orificio vulvar.
8. GLÁNDULAS MAMARIAS
9. PEZONES
Son de forma cónica con su ápice truncado, poseen un solo conducto galactóforo
revestido de epitelio estratificado, el cual se encuentra rodeado de gran cantidad de
tejido colágeno con presencia de fibras elásticas.
Externamente están tapizados por epitelio poliestratificado con una delgada capa de
células cornificadas.
D. PUBERTAD
El primer celo hace su aparición a una edad promedio de 67.8 ± 2 días, con extremos
que van desde 33 a 134 días, produciéndose la primera ruptura de la membrana de
cierre vaginal a los 58.2 días. El intervalo entre la primera ruptura y el celo es de 0 a 4
días, existiendo en algunos casos un intervalo de más de un celo, por lo que los celos
primitivos no son tan intensos como los posteriores.
E. CICLO ESTRAL
El cuy es poliestrual durante todo el año, los celos aparecen cada 16.4 días (Promedio:
16.4 ± 0.915 días), sin embargo existen hembras en número reducido, que pueden
presentar celos cada l3 y en otros casos hasta cada 24 días. La aparición de celos
desaparece cuando la hembra ha quedado preñada.
E1 ciclo estral presenta 4 fases bien definidas, las que se pueden diferenciar haciendo
un frotis de la vagina y determinando la presencia de células córneas así como
leucocitos; estas cuatro fases son:
1. PROESTRO
En esta fase se puede observar una congestión de los genitales externos, secreción
serosa de la misma y células nucleadas en la mucosa vaginal. Es la etapa de preparación
del celo, donde el aparato reproductor femenino se prepara para liberar el óvulo maduro
del ovario. El proestro dura 13.9 horas.
2. ESTRO O CELO
Una prueba mecánica para detectar el estado de celo en las hembras consiste en sujetar
al animal colocando la mano del operador sobre el dorso de la hembra y con los dedos
índice y medio de la otra mano, colocados al lado de los genitales y sobre la cresta
iliaca; se aplica un movimiento rítmico y rápido de presión sobre este punto. Si la
hembra estuviera en celo adoptará la posición de cópula descrita anteriormente y si no,
permanecerá indiferente.
La vagina de las cuyes se encuentra normalmente cerrada por una membrana, que se
abre en este estado predisponiendo a la hembra a la recepción del macho. En los demás
estados la vagina se encuentra siempre cerrada por esta membrana.
CUADRO No.7
TAMAÑO DE CAMADA EN EL 2do. PARTO OCURRIDO EN DIFERENTES PERIODOS DE
TIEMPO DESPUÉS DEL PRIMERO
Periodos de tiempo en No. De días entre el Primer y Segundo Parto
65-77 78-85 86-93
Tamaño promedio de 3.55 3.00 2.56
camada
No. de madres 78 14 9
Esta “Gimnasia funcional” o sea la mayor actividad sexual y reproductiva, medida por
al menor tiempo de descanso entre partos, resulta ser importante, pues el cuy está
hecho para ser criado bajo un sistema de reproducción intensiva, lográndose los
mejores resultados con aquellas madres que tienen mayor actividad reproductiva, lo
que se traduce en mayor número de partos a1 año y mayor tamaño de camadas.
El mayor porcentaje de celos, se presenta durante la noche, entre las 6 p.m. y las 6
a.m., apareciendo con dos horas de anticipación en los periodos cortos de luz. Cuando
las hembras son mantenidas en la oscuridad el celo se presenta en cualquier momento
permaneciendo invariable su duración y longitud de ciclos.
3. META ESTRO
4. DIESTRO
Es la fase más larga del ciclo, y donde el cuerpo lúteo ha crecido plenamente, hay
predominancia de leucocitos.
F. OVULACIÓN
El tiempo que los óvulos permanecen capacitados para ser fertilizados es de 15 horas,
mientras que los espermatozoides permanecen fértiles e el tracto genital femenino más
de 30 horas.
G. COPULA
La cópula en los cuyes, por poliestruales, se practica en cualquier época del año, se
manifiesta con impulsos muy marcados y ságridos, siendo evidente que ello resulta
muy doloroso para las hembras, dada a la rigidez del hueso paniano, muy desarrollado
en esta especie. Se realiza generalmente durante la noche.
H. GESTACIÓN
La gestación tiene un período promedio de duración de 68 días con amplitudes que van
desde 58 a 72 días en los casos raros.
I. LA CAMADA
En un trabajo donde se evaluaron 67 partos con 161 crías se obtuvo los siguientes
resultados:
CUADRO Nro. 8
PESOS PROMEDIO AL NACER EN GRAMOS DE ACUERDO AL NÚMERO DE CRÍAS POR
CAMADA
Número de crías por camada
1 2 3 4 5
Peso promedio de crías al nacimiento en gr. 144.9 133.31 118.61 109.75 107.1
Peso total de la camada en gr. 144.9 266.62 355.83 438 535.5
Obsérvese que se nota una degradación del promedio de peso vivo al nacer a medida
que aumenta el tamaño de camada.
CUADRO No. 9
CORRELACIONES HALLADAS EN EL PESO DE CRÍAS (ALIAGA RODRÍGUEZ LUIS. l976)
Peso al destete Peso a la saca
Estas correlaciones encontradas permiten asegurar que las crías con más peso al
nacimiento llegan también con más peso al destete y a la saca (con 99 % de pro-
babilidades), por lo que, los ejemplares calificados como superiores a una edad
temprana, llegan a la saca también con pesos superiores.
Debido a estas correlaciones halladas, el peso promedio al destete de cada cría depende
del tamaño de la camada de donde proviene, correspondiendo los mayores pesos a las
crías provenientes de camadas menos numerosas. Durante el año 1976 en la Granja
Agropecuaria de Yauris, de la Universidad Nacional del Centro del Perú, se evaluaron
369 crías machos y 376 hembras; a continuación se dan los pesos promedios al destete
para cada tamaño y para cada sexo:
CUADRO No. 10
PESOS PROMEDIO AL DESTETE PARA CADA TAMAÑO DE CAMADA EN CRÍAS DE
SEXO MACHO (grs.)
No. de crías por camada
1 2 3 4 5 6 7
Peso promedio al destete 260 242 226 209 192 175 158
CUADRO No. 11
PESOS PROMEDIO AL DESTETE PARA CADA TAMAÑO DE CAMADA EN CRÍAS DE
SEXO HEMBRA (grs.)
No. de crías por camada
1 2 3 4 5 6 7
Peso promedio al destete 250 237 224 211 198 185 172
O sea que al destete se mantiene esta degradación de pesos en la medida que aumenta el
tamaño de camada, esto mismo ocurre a la saca. De esta correlación se aprovecha para
efectuar la selección a la edad de destete, tomando en consideración el peso vivo y el
tamaño de la camada, y asumiendo el supuesto que los animales superiores
seleccionados al destete mantendrán esta superioridad a la edad de reproducción.
Se ha dicho que esta especie es poliestrual, con una periodicidad entre celo y celo de 16
días promedio, también se ha mencionado que las cuyes después del parto presentan un
celo post partum fértil y que e1 período de gestación es de 68 días. O sea que se trata de
una especie con características hechas para poder procrear varias camadas al año, cuyo
número depende del sistema de empadre al que las hembras se encuentran sometidas, o
sea, si en él se aprovecha o no el celo post partum.
Resulta tácito que el número de camadas al año depende del intervalo de tiempo entre
partos, detectándose mayor número de partos para menores intervalos de tiempo entre
partos, resultado lógico que está dado por el período de gestación y la oportunidad de la
hembra de quedar nuevamente preñada en el menor tiempo posible; pero un aspecto
interesante de esta especie es que este intervalo de tiempo entre partos influye además
en el tamaño de las camadas:
En el año 1976, se evaluaron en la Granja de Yauris de la UNCP, el número de
hermanos por camada en 232 pariciones correspondientes al lro., 2do. y 3er. parto; con
756 crías nacidas encontrándose los resultados en el Cuadro No. 12.
O sea que las hembras de primero, segundo y tercer parto están capacitadas para dar
cualquier tamaño de camada, dependiendo ello, del intervalo de tiempo entre partos,
correspondiendo las camadas más numerosas a los intervalos de tiempo más cortos.
CUADRO No. 12
INFLUENCIA DEL NÚMERO DE PARTOS Y DEL INTERVALO DE TIEMPO ENTRE ELLOS,
EN EL TAMAÑO DE CAMADA
Partos Primer parto Segundo parto Tercer parto
Intervalo de 65 a 77 78 a 85 86 a 93 65 a 77 78 a 85 86 a 93 65 a 77 78 a 85 86 a 93
tiempo entre
partos en días
F
R 1 cría 0 0 0 2 1 0 2 0 0
E 2 crías 7 13 7 15 5 6 8 2 2
C 3 crías 13 8 9 24 4 1 12 3 2
U 4 crías 4 5 4 21 2 2 11 4 2
E 5 crías 2 3 0 10 1 0 6 0 0
N 6 crías 0 1 0 1 1 0 1 0 0
C 7 crías 0 1 0 3 0 0 0 0 0
I
A
D
E
C
A
M
A
D
A
S
P
A
R
A
No de camadas 26 31 20 76 14 9 40 9 6
Tamaño de 3.08 3.16 2.85 3.55 3.00 2.56 3.55 3.22 3.20
camada
promedio para
intervalo de
tiempo
Tamaño de 65 a 67 días 78 a 85 días 86 a 93 días
camada 3.41 3.13 2.82
promedio para
los tres
intervalos de
tiempo
Tamaño de Primer parto Segundo parto Tercer parto
camada 3.03 3.59 3.31
promedio para
partos
Este hecho, demuestra la importancia de asumir una crianza bajo el sistema de empadre
intensivo, con aprovechamiento de celo post partum, pues ello redundará en el mayor
número de camadas al año y en el logro de mayor tamaño de camadas, permitiendo una
mayor producción de crías al año por vientre y por lo tanto mayor rentabilidad por
vientre en explotación.
A1 evaluar el peso de las crías nacidas de cada parto hasta el destete se obtuvo una
influencia positiva para las crías provenientes del tercer parto, y segundo parto. Estos
resultados se ofrecen en el cuadro No. 13.
CUADRO No. 13
PESOS AL DESTETE DE CRÍAS PROVENIENTES DE DIFERENTES PARTOS
Probablemente esta superioridad de pesos al destete se mantiene hasta el 4to o 5to parto
para luego disminuir esta ventaja, por lo que varios autores aconsejan mantener en
reproducción a las hembras por un período máximo de un año o a lo más, de un año y
medio.
CUADRO No. 14
INFLUENCIA DE LA ALIMENTACIÓN EN EL TAMAÑO DE LAS CAMADAS
La adición de agua en la dieta diaria de los animales no produjo ninguna ventaja, por lo
que los cuyes pueden criarse y reproducirse sin agua de bebida, siempre que dispongan
de forraje fresco.
La explotación y la crianza del cuy, roedor oriundo de nuestro país, animal prolífico y
altamente productivo, puede aliviar en parte este problema tan acusado y tan antiguo en
nuestra patria, puesto que, en comparación con el ganado vacuno, mientras es
necesario un promedio de 3 años para producir un kilo de carne, se requieren solamente
3 meses para producir un kilo de carne de cuy. Esta diferencia de tiempo tan
significativo hace del cuy el animal que, por ser además nuestro, sea el escogido para
aliviar en algo nuestras necesidades de carne.
Para ello será necesario la creación de una tecnología propia que permita orientar la
cría del cuy con fines comerciales, de manera que su explotación sea económica y
rentable. La edad óptima de empadre es un rubro de esta nueva tecnología y este
trabajo pretende despejar algunas dudas respecto a cuál es la edad recomendable en que
deben empadrarse los cuyes, determinando a la vez, si la edad de empadre influye en el
número de crías por camada, en el peso de crías al nacer y destete, en la mortalidad de
las mismas y en el ritmo de crecimiento de las madres.
MATERIALES Y MÉTODOS
De los controles: El control de peso se hizo tan pronto cumplían la edad exigida para el
empadre, luego, antes de la parición, en la parición, a los 7, 14, 21 , 28 y 35 días
posteriores al parto. Los pesos de las crías se controlaron individualmente, al
nacimiento 7, 14 y 21 días de edad. También se controló el peso total por camada,
número de crías por camada y por sexo, mortalidad general de crías y mortalidad e
infertilidad de las madres.
De la alimentación y manejo: Todos los animales tanto madres como crías fueron
sometidos a un mismo tipo de alimentación, consistente en un concentrado, comercial
(Purina Reproductina) y forraje: se utilizó Trébol rojo asociado con Ryegrass. El agua
de bebida se suministró a voluntad, en sus respectivos bebederos.
La limpieza de las pozas se efectuó cada 14 días, renovando la viruta que servía de
cama para los animales, con la finalidad de mantener un ambiente adecuado.
RESULTADOS
CUADRO No. 15
RITMO DE CRECIMIENTO DE MADRES POR TRATAMIENTO (gr.)
T-1 385.1 1024.7 773.1 741.0 762.3 803.5 824.7 858.5 473.4
T-2 588.8 1250.9 867.9 878.9 856.2 876.1 911.8 961.0 372.2
T-3 724.7 1448.8 986.1 979.6 944.7 947.5 997.7 1026.0 301.3
T-4 798.4 1387.3 965.0 959.7 963.3 1004.7 144.5 1097.7 299.3
A.E. Antes del empadre
A.P. Antes de la parición
D.P. Después de la parición
I.P.P.T. Incremento de peso promedio total.
CUADRO No. 16
MORTALIDAD DE MADRES DURANTE EL ENSAYO
T-1 T-2 T-3 T-4
Número de 2 0 0 1
muertos
TOTAL 3
% 7.3
CUADRO No. 17
HEMBRAS QUE NO HAN PREÑADO DURANTE EL ENSAYO
T-1 T-2 T-3 T-4
Número de 1 0 1 1
hembras
TOTAL 3
% 7.5
FERTILIDAD 92.5 %
CUADRO No. 18
NÚMERO DE CRÍAS VIVAS Y CRECIMIENTO HASTA LOS 21 DÍAS
CUADRO No. 19
MORTALIDAD DE CRÍAS HASTA EL DESTETE %
CUADRO No. 20
ANÁLISIS DE VARIANCIA DE LOS PESOS DE LAS MADRES ANTES DEL EMPADRE
C.V. = 8.6 %
CUADRO No. 21
PRUEBA D.L.S.
**
CUADRO No. 22
ANÁLISIS DE VARIANCIA DE LOS PESOS DE LAS MADRES DESPUÉS DE LA PARICIÓN
TOTAL 1944958.4 34
C.V. = 10.5 %
CUADRO No. 23
PRUEBA D.L.S.
T-3 21.1
CUADRO No. 24
ANÁLISIS DE VARIANCIA DE LOS PESOS DE LAS CRÍAS AL NACER
TOTAL 17706.99 54
C.V. = 14.7 %
CUADRO No. 25
ANÁLISIS DE VARIANCIA DEL PESO DE LAS CRÍAS AL DESTETE
TOTAL 71385.72 45
C.V. = 11.4 %
CUADRO No. 26
PRUEBA D.L.S.
*
T-3
CONCLUSIONES
Los machos alcanzan su completa madurez sexual a los 6 meses de edad, sin embargo a
la edad de 5 meses ya pueden utilizarse para el servicio.
Los empadres con machos tiernos dan porcentajes bajos de fertilidad, por lo que se
recomienda tener siempre un excedente de machos de manera de dejar de utilizar en lo
posible los animales muy tiernos.
Nunca utilizar dos machos en cada poza, porque se originan peleas entre ellos y la
descendencia de la poza casi siempre es producto del macho más fuerte.
L. SISTEMAS DE EMPADRE
A.J.H. Tomlinson (s.f.), realizó estudios sobre la aplicación de dos sistemas diferentes
de empadre en criaderos de cuyes con fines de experimentación. Los sistemas
estudiados fueron:
2. Poco antes del término del embarazo, las hembras fueron trasladadas a jaulas
pequeñas, individuales, donde permanecieron hasta el destete de las crías. Observó
ciertas ventajas: las crías recibieron toda la atención de la madre y toda su leche. Fue
fácil controlar la productividad de la madre y proveer alimento adicional cuando fue
necesario. Como desventajas señaló: el número de embarazos anuales se vio reducido a
más o menos 3 con este sistema, a diferencia del anterior en el que se obtuvieron 4-5
embarazos. El espacio requerido por cada hembra aumentó más o menos en un 70%, así
como la labor en el cuidado de los animales. Indica, además que algunos criadores
prefirieron este método por ser mayor el número de animales logrados por embarazo.
MÉTODO O No. crías No. promedio de crías Nacidos vivos No. de prole
SISTEMA nacidas por parto en % destetada en %
Primero 406 3.98 95.6 84.7
Segundo 139 3.82 94.7 86.0
Sistema de empadre
1° 2°
Intervalo entre partos seguidos (días) 74 118
Número calculado de camadas por año 4.9 3.1
Número promedio de crías por parto 3.98 3.82
Número calculado de crías nacidas por año 19.5 11.8
Tasa de destete en porcentaje (%) 84.7 86.0
Número de descendientes criados por hembra año 16.5 10.1
La tabla demuestra que la tasa de producción fue mayor por el primer sistema,
(copulación post partum) y que se debió a la mayor frecuencia de partos. Los pesos de
los animales concebidos en copulación post partum fueron semejantes a los animales
criados por el sistema de copulación post destete.
El sistema post partum fue aplicado varios años en las colonias grandes de una Estación
de Campo que producía cuyes para laboratorio y no hubo ninguna indicación de
decadencia en la calidad de los cuyes.
Ambos sistemas pueden cumplirse sea criando los anímales en el piso o levantándolos a
jaulas. Para ello es necesario separar grupos o colonias de animales teniendo en cuenta
que, de manera general, un animal adulto necesita el área de un pie cuadrado
aproximadamente para poder subsistir y reproducirse en forma normal. De allí que es
conveniente dividir el piso o diseñar jaulas de crianza de 1 metro cuadrado de superficie
donde se pueden manejar 10 a 12 hembras con un macho; cantidad óptima de hembras
para el trabajo sexual de un macho. No es conveniente agrupar dos lotes de hembras con
dos machos, porque en esta especie, cuando son adultos los machos tienden a pelear y
siempre el más fuerte domina al otro más débil, siendo el más fuerte, por lo general, el
responsable de los empadres de la colonia.
EMPADRE SEMI-INTENSIVO
El ciclo teórico desde la cópula hasta el destete en este sistema es de 78 días, pero en la
práctica este tiempo se alarga desde 78 hasta 93 días. Debido a que el ciclo estral de las
hembras es de 16 días en promedio, con extremos de 13 a 24 días, motivo por el cual al
año, con este sistema, se logran tan sólo 3 y algunas veces 4 pariciones.
En la práctica, y con este sistema, los partos se suceden cada 70 días, de tal suerte que la
hembra puede dar de 4 a 5 pariciones al año. Se ha demostrado igualmente, que el 78 %
de la población de vientres queda preñada en el celo post Partum, obvio es que por este
sistema no tienen descanso sexual los reproductores.
Se ha dicho mucho sobre las ventajas de uno y otro sistema, lo que nos obliga a tener
que verter algunas consideraciones al respecto, a fin de despejar algunas dudas que a los
criadores les permita asumir uno u otro sistema.
Como la mayor mortalidad de cuyes se presenta en los recién nacidos, durante las
primeras 24 horas, se ha dicho que el método continuo ocasiona mucha mortalidad en
los recién nacidos debido al amontonamiento y atropello de crías por los mayores, pero
si bien es cierto que esto sucede en poblaciones grandes, no debe suceder cuando el
número de hembras tiene el espacio requerido, o sea cuando se ha logrado lo que
llamamos armonía ambiente animal.
La producción intensiva de cualquier animal es difícil y requiere de un cuidado mucho
más celoso. Esto acontece en cuyes tanto como en otros animales, lo importante es
alimentar bien a las reproductoras cuya vida procreativa por este sistema será corta,
probablemente no más de dos años, desde su primera procreación. Muchos creen que
este método conduce a una pérdida de calidad, pero cuando se controla el estado de la
majada, y, sobre todo, se utiliza un método de selección, la productividad, así como el
peso vivo de los animales tendrá que mejorar.
La utilización de uno u otro método de crianza dependerá del criterio de cada criador y,
sobre todo, de los recursos con que este cuente y de las necesidades de producir carne
para el mercado o reproductores de reemplazo. En líneas generales podríamos
recomendar usar el método intensivo o continuo en explotaciones industriales,
conducidas en jaulas o pisos donde se haya logrado la armonía ambiental animal y
utilizar el método semi-intensivo para producir animales de exposición o reproductores
de alto valor. Tal vez el criador industrial tendrá que aplicar ambos métodos, toda vez
que él también precisará de animales de reemplazo, aunque ellos también pueden ser
producidos en forma intensiva.
CUADRO No. 27
ESTUDIO COMPARATIVO SOBRE SISTEMAS DE CRIANZA EN COBAYOS
FACTORES SISTEMA SISTEMA DIF. DE F F D.L.S. C.V. SIGNIFICACIÓN
ESTUDIADOS INTENSIVO SEMI- PROMDS CALCUD. TABULAD.
INTENSIVO
No. Promedio
de nacidos
vivos en 485 5.82 3.57 2.35 4.779 4.38 2.47 48.90 Significativo
días/vientre
La productividad fue superior en más de 2.07 crías a favor del sistema intensivo con
significación estadística.
En la Granja de Yauris de la UNCP se aplica este sistema modificado desde hace dos
años con magníficos resultados y sin inconveniente de mortalidad de recién nacidos.
M. PARICIÓN Y DESTETE
El parto se produce generalmente en las noches, sin ninguna dificultad, aunque algunas
veces hay partos distócicos, ocasionando muerte en las crías, que no pueden nacer por
ser muy desarrolladas, las que se asfixian sobre todo cuando las madres poseen
isquiones poco abiertos o cuando ellas siendo muy pequeñas se empadran con machos
muy desarrollados. El número de crías por camada puede variar desde 1 hasta 8 con un
promedio que se sitúa generalmente entre 2.5 a 3.5 crías por camada, parámetro que
depende de varios factores, siendo entre ellos los más importantes: el manejo, estado
sanitario, alimentación y grado de selección. En una evaluación hecha durante un año,
en el que se registraron 437 partos en un grupo de hembras del Programa de
Investigación en cuyes de la UNCP se halló el siguiente resultado.
CUADRO No. 28
FRECUENCIA DEL No. DE CRÍAS POR CAMADA EN 437 PARTOS Y
DURANTE UN AÑO
No. de crías / camada Frecuencia absoluta Frecuencia Relativa
Yi Ni Hi
1 8 0.0183
2 54 0.1235
3 136 0.3112
4 117 0.2677
5 75 0.1716
6 22 0.0534
7 21 0.0480
8 4 0.0091
n = 437
Promedio No. de crías / camada y = 3.84
Desviación Standard s = 1.40
Coeficiente de variación C.V. = 36.46
A despecho de que las cuyes poseen tan sólo 2 pezones se observa en la práctica que
ellas pueden criar camadas de 5 y 6 crías sin ningún inconveniente, ello debido
principalmente a la gran calidad da leche que producen (Cuadro No. 29) y al hecho de
que los gazapillos nacen con los ojos abiertos, provistos de pelo y con extremidades tan
bien implantadas y fuertes que les permiten caminar inmediatamente después de
alumbrados, y por si esto fuera poco, ya consumen forraje y concentrado a las 3 o 4
horas de nacidos; facultad esta que les permite un ritmo de crecimiento asombroso
llegando a los 10 días de edad con el doble de su peso al nacer.
La característica del número de crías por camada, resulta ser un factor de selección
importante porque ella redunda directamente en la productividad de las madres, por lo
que la selección debe orientarse en la búsqueda de vientres que produzcan un mayor
número de crías por camada, y que este carácter, seleccionado en base a una
repetibilidad alta, permita a las madres destetar el mayor número de crías por año,
aunque este último parámetro debiera evaluarse en función al número de kilos crías
destetadas por vientre durante un año de producción.
CUADRO No. 29
COMPOSICIÓN DE LA LECHE DE CUYES Y OTRAS ESPECIES (%)
DESTETE
La edad de destete, según varios investigadores, puede variar desde los 18 días hasta
los 20 días de edad, coincidiendo la mayora de ellos en que no debe prolongarse hasta
más de los 28 días, por que pasada esta edad las crías hembras, sobre todo las más
precoces, pueden ser ya fértiles y al quedar preñadas a tan temprana edad corren el
riesgo de disminuir su desarrollo corporal, produciendo crías muy pequeñas sin ninguna
probabilidad de sobrevivir y ocasionando en la madre deficiencias que en el futuro van a
restar su capacidad productiva.
CUADRO No. 30
PESO VIVO (grs.) A LOS 93 DÍAS DE EDAD DE CUYES DESTETADOS A
DIFERENTES EDADES
En e1 análisis de variancia se observa que e1 peso alcanzado a los 93 días de edad por
1os cuyes destetados a los 7 días (754 grs.) supera en forma altamente significativa (P
<0.01) al peso de los cuyas destetados a los 21 días (635 grs.) y el peso alcanzado por
los cuyes destetados a los 14 días (727 grs.) supera en forma significativa (P<0.05), a
los pesos alcanzados por los cuyes destetados a los 21 días de edad; lo que demuestra la
superioridad del destete a la edad de 7 días.
Para determinar si la edad del destete podría influir en las madres en e1 peso al nacer de
las crías de sus posteriores camadas se evaluó el peso al nacimiento de crías de dos
partos consecutivos, de las madres sometidas al ensayo; habiéndose obtenido los
siguientes resultados:
CUADRO No. 31
PESO AL NACIMIENTO EN GRAMOS DE CRÍAS EN DOS PARTOS CONSECUTIVOS DE
MADRES QUE DESTETABAN A SUS CRÍAS A LOS 7, 14 Y 21 DÍAS DE EDAD
Conocida la bondad del destete temprano se planeó otro ensayo en el que se incluía un
destete a los 10 días de edad, a fin de cambiar el manejo en nuestro programa donde se
destetaba a los 14 días y en el futuro destetar a los 10 días de edad. El objetivo de este
plan era el siguiente: Normalmente las hembras después del parto copulan y el 78 % de
ellas quedan preñadas este celo post partum y las restantes o sea el 28 % de ellas
retornan en el celo entre los 13 y 14 días subsiguientes; si el destete se hace a los 14
días, algunas de ellas, las que retornan entre los 12 y 13 días no van a tener la
oportunidad de copular con el macho, perdiéndose este celo y necesitándose esperar un
próximo celo para copular, o sea una pérdida de 32 días con promedio en que las
hembras quedan aún vacías. Con el destete a los 10 días este inconveniente se superará,
ya que todas las hembras que no hubieran quedado preñadas en su celo post partum
regresarán a la poza de empadre a los 10 días de manera que el primer retorno de celo
sea en presencia del macho; aumentándose de esta manera el número de partos por
hembra al año.
En este segundo experimento (Aliaga & Rodríguez, 1975), se ensayó cuatro edades de
destete; 14 días como testigo, 10 días, 7 días y una última de 3 días como control; los
resultados fueron los siguientes:
CUADRO No. 32
PESO VIVO EN GRAMOS A LOS 93 DÍAS DE EDAD DE CUYES
DESTETADOS A DIFERENTES EDADES
En el análisis de variancia se observa que el peso alcanzado a los 93 días de edad por los
cuyes destetados a los 7, 10 y 14 días no tiene diferencia significativa por lo que las 3
edades se comportan en igualdad de condiciones en el peso final al destete. En cambio
los pesos alcanzados por los cuyes destetados a los 3 días son significativamente
inferiores a 1os destetados a los 10 y 14 días (P <0,01).
CONCLUSIONES
Es posible destetar entre los 7 y 10 días da edad, y lejos de perder peso por este manejo,
se incrementa el peso vivo a la saca.
La edad de destete no influye en el peso de las crías de posteriores camadas.
RECOMENDACIONES
Vergaray & Aliaga (1974), evaluando 100 cuyes machos de los cuales castraron
quirúrgicamente a testículo abierto a 50 animales a diferentes edades (3, 4, 5, 6, y 7
semanas de edad), llegaron a determinar un rendimiento de carcasa de 60.10 % para los
castrados y 56.34 % para los no castrados (sin incluir cabeza ni vísceras), así mismo
consideran que la castración presenta efectos positivos sobre el comportamiento,
manejo, conformación, calidad, acabado y rendimiento cárnico de los cuyes tratados,
el incremento de peso es igual para ambos y dentro de los castrados los operados a la 3a.
semana ganan más peso que los otros; los castrados presentan mejor calidad de carne y
rendimiento en carcasa; y a la degustación fueron superiores a los enteros: 72.2 % a
favor de los castrados frente a 27.78 % a favor de los enteros, cuya calificación de
degustación fue por voto secreto.
Como se ve, en lo que respecta a las edades óptimas de castración y saca en cobayos no
hay mucha referencia, conociéndose muy poco sobre los efectos y resultados de la
misma. El presente estudio permite determinar la influencia de la castración practicada
a diferentes edades, en el incremento de peso, acabado y sabor de la carne, a la vez
determinar el momento óptimo de saca tanto en castrados como en enteros en función a
1a rentabilidad.
CUADRO No. 33
INCREMENTOS DE PESOS POR TRATAMIENTOS
Tratam. T1 (30 días) T2 (37días) T3 (44 días) T4 (testigo)
No. Orden
1 640 560 505 610
2 550 560 690 590
3 600 670 410 540
4 650 440 530 650
5 690 610 580 500
6 690 610 580 700
7 500 520 710 410
8 710 490 810 600
9 600 590 510 480
10 560 540 650 530
11 490 440 500 530
12 540 540 560 540
X 601.66 547.5 586.25 556.66
CUADRO No. 34
ANÁLISIS DE VARIANCIA DE INCREMENTO DE PESOS
Analizando los cuadros Nos. 33, 34 y 35 podemos observar que no existe significación
estadística entre tratamientos (castrados a 30, 37 y 44 días de edad con respecto al
testigo enteros), por lo que aseguramos una homogeneidad estadística en
el incremento de peso, tanto de castrados a diferentes edades y enteros: es decir la
castración no induce a un mayor incremento de pesos, aunque en promedio los
castrados a 30 días adquieren un mayor incremento frente a 1os otros; pero sin embargo
la castración facilita el manejo ya que se evita las continuas peleas muy frecuentes sobre
todo a esta edad en los animales enteros.
CUADRO No. 36
PESO DE CARCASA POR TRATAMIENTO
Tratam. T1 (30 días) T2 (37días) T3 (44 días) T4 (testigo)
No. Orden
1 775 670 580 590
2 590 620 780 760
3 600 680 510 630
4 650 570 560 655
5 700 565 645 590
6 650 700 595 830
7 560 560 710 580
8 780 620 800 685
9 600 670 560 500
10 565 570 600 545
11 505 500 535 530
12 565 565 580 665
X 628.33 607.5 621.25 630
CUADRO No. 37
ANÁLISIS DE VARIANCIA DEL RENDIMIENTO DE CARCASA
4. DE LA DEGUSTACIÓN
Analizando el gráfico No. 5 podemos observar que la edad óptima de saca oscila entre
la 8va. y la l2va. semana de edad, en cuyo periodo la rentabilidad en promedio llega a
un 20.91 % y mas aún el incremento acelerado de peso hasta la 12 va. semana va
disminuyendo a partir de esta edad, el cual es similar al logrado por Tedeschi (1969),
quien evaluando dos edades de saca asegura que a partir de la 13va. semana el
incremento de peso disminuye. Así mismo, podemos observar en el mismo gráfico que
el punto de equilibrio (P.E.) se produce a la 5ta. semana de edad a partir del cual se
comienza a obtener un ingreso cuyo máximo llega a la 12va. semana de edad, luego del
cual comienza a descender.
CONCLUSIONES
1. Los incrementos de pesos logrados por los cuyes castrados (a 30, 37 y 40 días de
edad) y enteros, fueron de 60l.7grs., 547.5 grs., 586.3 grs. y 556.7 grs. respectivamente
y son similares estadísticamente.
2. La castración es factible a los 30, 37 y 44 días de edad, pero de preferencia, por las
pequeñas ventajas, mejor hacerlo a los 30 días de edad.
3. En la degustación el 58.33 % de los degustadores se inclinó por los castrados y el
41.66 % por los enteros. Por lo que aseguramos que 1a castración mejora la calidad de
la carne de cuy y por ende su palatabilidad.
4. El rendimiento de carcasa en los cuyes castrados a 30, 37 y 44 días de edad y el
testigo fue de: 65.7%, 67.0%, 66.5% y 68.1% respectivamente y son similares
estadísticamente.
5. En forma general los castrados y enteros lograron rendimientos de 66.4% y 68.1%
respectivamente.
6. Las edades óptimas de saca oscilan entre la 8va. y la l2va. semana de edad, en cuyo
periodo la rentabilidad llega a un 20.91%, por lo tanto conviene sacar en cualquiera de
estas edades comprendidas entre la 8va, y la 12va. semana de edad.
Gráfico 5
Cuadro No. 38 (aparte)
Cuadro No. 39 ( " )
Cuadro No. 40 ( " )
CUADRO No. 41
CONSUMO TOTAL DE FORRAJE POR ANIMAL EN KILOS
TRATAMIENTOS
T1 T2 T3 T4
Machos 34.490 33.420 29.042 36.406
Hembras 31.642 30.180 28.062 35.820
CUADRO No. 42
CONSUMO TOTAL DE CONCENTRADO POR ANIMAL EN KILOS
TRATAMIENTOS
T1 T2 T3 T4
Machos 0.528 0.585 1.150 0.0
Hembras 0.381 0.515 0.938 0.0
CUADRO No. 43
INCREMENTO DE PESO TOTAL DESDE EL DESTETE HASTA LA SACA POR ANIMAL EN
KILOS (PESO PROMEDIO AL DESTETE EN MACHOS: 0.250 Y EN HEMBRAS: 0.246)
TRATAMIENTOS
T1 T2 T3 T4
Machos 0.704 0.731 0.784 0.629
Hembras 0.588 0.625 0.683 0.552
CUADRO No. 44
EVALUACIÓN ECONÓMICA DEL ALIMENTO CONSUMIDO, EN LOS MACHOS, POR
CADA TRATAMIENTO Y POR CABEZA. (COSTOS CONSIDERADOS: FORRAJE: S/. 1,00
KILO, CONCENTRADO: S/. 25.00 KILO, PESO VIVO VENTA: S/. 130.00 KILO)
TRATAMIENTOS
T1 T2 T3 T4
Costo Forraje S/. 34.49 33.42 29.04 36.40
Costo concentrado S/. 13.20 14.55 28.75 0.00
Costo alimento S/. 47.69 47.97 57.79 36.40
Valor incremento de peso vivo 91.52 95.03 101.92 81.77
Diferencia en S/. 43.83 47.06 44.13 45.37
Rendim. Económico del alimento en % 91.90 98.10 73.36 124.64
(Dif/Cost. Alim.) 100
Otra forma de disminuir los costos es elaborando concentrados propios, los cuales
pueden balancearse a bajos costos, considerando sobre todo que es posible utilizar
alimentos groseros y con alto porcentaje de fibra, debido a la alta tolerancia de fibra en
el alimento que puede soportar esta especie, particularidad que constituye una gran
ventaja en tos cuyes.
Recientemente se ha podido demostrar que el cuy tiene hábitos nocturnos, y que los
animales comen más de noche que de día, y cuando disponen de forraje de día y de
noche aumentan considerablemente su capacidad de consumo, posibilitando el engorde
exclusivamente a base de forraje verde.
Estos hábitos nocturnos de consumo en el cuy, constituyen una gran ventaja, la misma
que debe ser aprovechada en toda explotación, ya que permite eliminar el uso de
concentrados en el engorde para consumo y cuando los forrajes de que se disponen son
buenos, inclusive se puede adelantar el período de saca a 1os dos meses de edad en
lugar de tres, que es lo convencional.
Obsérvese que cuando los animales disponen de forraje durante el día y la noche,
incrementan su capacidad de consunto en más del 30 %; esta facultad permite al animal
completar sus necesidades nutritivas a base exclusivamente de forraje verde,
permitiendo un engorde rápido y económico sin usar concentrado, como se demuestra
en la evaluación económica del alimento consumido. (cuadro No. 47).
La evaluación económica del alimento utilizado en cada tratamiento, demuestra lo
dicho anteriormente, por lo tanto, de una manera general, y en tanto no se disponga de
concentrados baratos, la utilización de los mismos resulta menos rentable que cuando
los animales se engordan exclusivamente a base de forraje verde, por lo tanto cuando se
trata de animales para la saca éstos deben engordarse alimentándolos con forraje verde a
discreción durante el día y 1a noche.
Las curvas de crecimiento que se ofrecen para machos y hembras para cada tratamiento,
Gráficos No. 6 y No. 7, objetivan los resultados, y nos permiten inclusive poder
disminuir el período de saca a 2 meses de edad, época en que a juzgar por los
resultados, los animales alimentados de día y de noche están bordeando los 800 gramos
de peso vivo. De programarse la saca a la edad de 2 meses tal vez sería importante
contar con un concentrado barato para administrarlo durante las dos últimas semanas
previas a la venta.
P. MANEJO DE REPRODUCTORES
Por manejo se entiende a todas las labores u operaciones que se realizan en los animales
para simplificar su atención en forma rápida y eficiente de manera de lograr una
máxima productividad en cada una de sus fases productivas.
Dentro de las fases productivas, la fase reproductiva es considerada como una fase
clave de la explotación, puesto que con un buen manejo de productores se garantizará el
desarrollo de la población de los animales en base a la selección de los mismos; otra
fase de gran importancia perpetuará los genes superiores y la aparición de individuos
capaces de mejorar la producción y por con siguiente 1a rentabilidad de la explotación.
La precocidad, unida a la prolifidad, hacen de esta especie animal una de las más
importantes como fuente proteica al alcance de las grandes mayorías, sobre todo de
aquellas que pueblan las serranías del país y que crían estos animales para autoconsumo,
sin prestarle las atenciones necesarias de técnica y manejo apropiado, causales
principales de los bajos índices de producción animal.
Esta precocidad el cuy la manifiesta desde su nacimiento, pues nace provisto de pelos,
con los ojos abiertos y con extremidades tan bien implantadas y fuertes que pueden
caminar inmediatamente después alumbrados y, por si esto fuera poco, a las 3 ó 4
horas de nacidos ya están consumiendo forraje y concentrado, a más de la leche
materna, la que siendo de una calidad extraordinaria, como se objetiva en el Cuadro
No. 48, permite que los recién nacidos puedan duplicar su peso a las dos semanas de
edad.
CUADRO No. 48
COMPOSICIÓN DE LA LECHE DE CUY EN COMPARACIÓN CON OTRAS ESPECIES
Composición
El peso al nacimiento varía desde 60 gramos hasta 145 grs., esta dispersión depende de
una serie de factores como: el tamaño de camada, el grado de selección alcanzado, el
manejo y alimentación de las madres en gestación, el estado sanitario de la colonia, etc.
Como una referencia el peso promedio a los 10 días de nacidos (edad de destete) para
machos y hembras en el Programa de Investigación en Cuyes, de la UNCP. (1977),
fue, en Kls.:
Machos Hembras
Camadas de 1 cría 0.260 0.250
Camadas de 2 crías 0.234 0,237
" “ 3 " 0.226 0.224
" " 4 " 0, 209 0.211
" " 5 " 0.192 0.198
" " 6 " 0.175 0.185
" " 7 " 0.158 0.172
La explotación que lleva registros por cada reproductor, contará con los recursos
necesarios para efectuar una buena selección de los mismos. Para ello resulta
indispensable individualizar los reproductores mediante sistemas que permitan
identificarlos fácilmente.
El sistema más seguro, pero también el más caro, es el uso de aretes metálicos
numerados y colocados en los pabellones de las orejas, puede utilizarse también cintas,
anillos o cualquier otro material siempre que sea de una dureza que no pueda ser roído
por los animales. Puede también utilizarse claves de piquetes en el borde del pabellón
de la oreja que ayudados por el color del manto, presencia de remolinos en el cuerpo,
color de ojos, número de dedos en las extremidades anteriores y posteriores, permiten
identificar al animal con cierta facilidad.
En algunos casos la identificación puede realizarse por grupos o por pozas, método de
utilidad en explotaciones comerciales donde el plantel de reproductores se evalúa por la
productividad alcanzada por cada poza.
Los cuyes son animales en los que las dos terceras partes de su peso corporal se ubican
en la región posterior (abdomen y cuartos traseros), esta particularidad debe merecer
atención de parte del criador, sobre todo cuando se desea coger al animal, para efectuar
alguna labor, más aún tratándose de hembras preñadas a fin de evitar abortos y muerte
del animal.
Para coger correctamente un ejemplar se debe seguir con la mano el desplazamiento del
animal en la poza, generalmente en círculo, acortando la distancia entre el animal y la
mano, hasta quitarle espacio contra la pared de la poza y cogerlo rápidamente alrededor
del perímetro torácico, detrás de la cruz e inserción de los miembros anteriores (Paleta),
luego se levanta al animal haciendo descansar su tren posterior en la palma de la otra
mano del operador. Es muy importante cumplir con esta última recomendación, pues
se han dado casos de muerte de animales por ruptura interna del diafragma, debido al
excesivo peso del tren posterior cuando éste no descansa en la palma de la otra mano del
operador.
Las pozas pueden ser fijas o móviles y construidas de barro, ladrillo, fierro, madera,
etc., pueden ser de uno o varios pisos y de forma rectangular, cuadrada o circular.
Cuando las hembras después del parto permanecen con sus crías en la misma poza de
empadre, retirándose de ellas a las crías a la edad de destete (l0 días), deberá
aumentarse la superficie de la poza.
Las pozas de crianza y maternidad o lactancia son idénticas a las pozas de empadre y
como regla general puede aceptarse que un metro cuadrado permite albergar 10
animales adultos, de 15 a 18 destetados y 5 a 6 hembras paridas con sus respectivas
camadas.
Los machos pueden criarse juntos hasta la edad de 3 meses, pero pasada esta edad hay
necesidad de individualizarlos en pozas individuales de 0.30 x 0.40 m. porque pasada
esta edad, al criarse en grupos, pelean entre ellos, ocasionándose heridas, que infectan
rápidamente, produciéndose retardo en el crecimiento, y otras veces, muerte de los más
débiles.
Los futuros reproductores tanto machos como hembras, deben ser objeto de una primera
selección a la edad del destete (10 días). Una vez seleccionados, éstos deben ser
agrupados por sexos en lotes de igual edad para ser criados con forraje a discreción
durante el día y la noche, además de un buen concentrado ofrecido también a
discreción. Así son criados hasta los 3 meses de edad, época en que se efectúa la
segunda y definitiva selección y clasificación de acuerdo a calidades, para luego formar
grupos por clases y empadrarlos luego.
Tanto las hembras como los machos en empadre deben recibir una buena alimentación,
provista de forraje verde de buena calidad en el día y la noche y a discreción, así como
de concentrados para suplir sus necesidades nutritivas, sobre todo teniendo en cuenta
que son animales sometidos a una reproducción intensiva, pues la mayoría de ellos,
inmediatamente después de la parición se empadran en su celo post partum, y en plena
gestación ya se encuentran gestando una nueva camada, es así que este sistema de
empadre continuo permite lograr de 4 a 5 pariciones al año, pero para ello es necesario
que la hembra cuente con una alimentación de forraje bueno y concentrado durante toda
su campaña de trabajo reproductivo que por lo general no debe prolongarse a más de un
año o en algunos casos a lo más de un año y medio de explotación.
Se ensayaron 4 tratamientos:
Proteína 16 %
Grasa mínimo 2%
Fibra máximo 6 %
E.L.N. 45 %
La dosis fue de 3 gotas por litro de agua para la bebida, renovable cada día; los
resultados fueron los siguientes:
CUADRO No. 49
TAMAÑO DE CAMADA, PESOS AL NACER, MORTALIDAD Y ANÁLISIS ECONÓMICO POR
TRATAMIENTOS
T1 T2 T3 T4
No. de crías por camada 2.5 1.5 2.66 4.4
Peso promedio de crías al nacer, en
Gramos 74.15 120.0 123.3 12l.6
Mortalidad de crías desde el nacimiento
hasta el destete l00 % 100 % 16.6 % 0.0 %
ANÁLISIS ECONÓMICO
Egresos por cada vientre S/. 44.33 45.00 64.29 70.38
Ingresos por madres y crías 28.28 28.00 78.80 l01.66
Pérdidas y Ganancias S/. -15.75 -l7.00 +13.51 +31.28
Los registros de peso de las madres en reproducción se objetivan en los gráficos Nos. 9
y 10, donde se pueden observar claramente que las hembras que no recibieron
concentrado durante el ensayo, disminuyeron considerablemente sus pesos a la edad de
empadre, degradación que agota prematuramente a la hembra ocasionando disminución
del tamaño de camada, muerte de sus crías y pérdidas económicas.
6. SACA DE REPRODUCTORES
Los cuyes pueden vivir hasta un máximo de 8 años, sin embargo cuando ellos son
sometidos a reproducción intensiva los índices de reproducción disminuyen con-
siderablemente después del segundo año de explotación, por este motivo y por que la
crianza recomendada es precisamente la intensiva, se aconseja destinar a la saca a todos
los reproductores después del año o al año y medio de explotación reproductiva,
afortunadamente ello es posible debido al alto porcentaje de saca (315 %) de esta
especie, lo que permite también un alto porcentaje de reposición.
Una buena práctica consiste en evaluar la productividad de cada hembra y de cada poza
durante el primer año de producción, para el efecto se pueden usar tarjetas como se
ilustra en el Cuadro No. 50 donde se anota el récord de No. de nacidos, No. y peso de
crías destetadas por cada hembra y por toda la poza durante cada mes y en el año.
Cumplido el año de evaluación se seleccionan sólo aquellas hembras con los mayores
índices de productividad (mayores pesos totales destetados por año), y a éstas se las
explota por 6 meses más dedicando su descendencia para reemplazos del plantel de
reproductores. El resto de vientres con bajos índices de productividad serán destinados a
la saca.
La edad de saca de los machos debe ser similar a la de las hembras, sin embargo en
casos muy especiales y tratándose de anímales excepcionales, puede explotarse los
machos por más tiempo.
INSTALACIONES
La poca experiencia que tenemos sobre la posible diferencia habida en la cría en jaulas
y pozas, ha motivado e1 presente trabajo comparativo, cuyos resultados damos en este
informe a manera de avance, ya que el ensayo continuará por un año más a fin de
contar con datos de mayor confianza.
MATERIALES Y MÉTODOS
Ubicación y duración. El presente trabajo se realizó en la Granja Agropecuaria de
Yauris de la U.N.C.P., sede del Convenio de Investigación en Cuyes M.A., ZAX y
UNCP-GAY., situada en el Departamento de Junín, Provincia de Huancayo, distrito de
El Tambo, a 3,200 m.s.n.m.
MATERIALES
Instalaciones. Se utilizó el galpón de cuyes del Convenio, que tiene un área de 240 m2
donde se crían 1,200 animales.
Alimentos. Fueron criados con alfalfa y concentrado (Purina para aves), ambos a
discreción, tabulándose el consumo diario por diferencia.
Personal. A cargo del Convenio, se dispuso de una persona permanente para el control
y la toma de datos del ensayo.
MÉTODOS
Cuadro No. 51
NÚMERO DE NACIDOS POR PARTO Y POR TRATAMIENTO DURANTE EL ENSAYO
POZAS JAULAS
Cuadrada Redonda Cuadrada Redonda
1 4 2 2
2 1 3 3
2 4 2 3
2 2 3 1
3 3 2 3
5 3 3 3
4 3 2 1
3 2 2 4
4 3 3 3
3 2 2 3
2 2 2 3
2 2 3 2
1 1 2 1
2 3 2 2
2 2 3 3
2 3 3 2
1 2 3 2
2 2 2 3
1 3 3 2
2 3 4 1
1 2 4 2
2 3 2 2
2 3 3 2
2 3 2 2
2 3 1 3
3 2 2 1
3 2 2 4
4 3 1 2
3 1 1 2
4 3 2 1
1 2 2 1
1 4 2
1
3
2
3
Total de nacidos 83 81 73 71 308
Promedio de 2.30 2.53 2.35 2.21 2.35
nacidos/parto
Total de P = 164 J = 144 Total
nacidos/sistemas General
Total C = 156 R = 152
nacidos/modelos
Sanidad. El ensayo se realizó sin problemas de sanidad, por lo menos hasta la toma de
datos que se publican en este avance.
Control de peso. Se realizó en madres antes del parto y al destete; en crías, al nacer, al
destete y a las 13 semanas.
RESULTADOS
(ver cuadro No. 51)
CUADRO No. 52
ANAVA DEL NÚMERO DE NACIDOS POR PARTO Y POR TRATAMIENTO
DURANTE EL ENSAYO
Fuente de SC GL CM Fc SIG
variación
Combinaciones 1.67 3 0.5566 -- No sig.
ERROR 98.18 127 0.7730
CV = 37.40
CUADRO No. 53
PESO TOTAL DE NACIDOS EN GRS. POR TRATAMIENTO DURANTE EL ENSAYO
POZAS JAULAS TOTAL
Cuadrada Redonda Cuadrada Redonda Blocks
I 4970 4795 3770 4575 18,110
II 4200 4320 3970 3510 16,000
Total 9170 9115 7740 8085
tratamiento
Total sistemas P = 18285 J = 15825
CUADRO No. 54
ANAVA DE PESO TOTAL DE NACIDOS POR TRATAMIENTO DURANTE EL ENSAYO
Fuentes de SC GL CM Fc F.05 SIG
variación
Blocks 556513 1 556513 3.795 10.13 No sig.
Sistemas S 756203 1 756203 5.157 10.13 No sig.
Modelos M 10513 1 10513 --
TOTAL 1783338 7
CV = 8.96
CUADRO No. 55
PESO PROMEDIO DE LAS MADRES EN GRS. PARA SISTEMAS Y MODELOS
POZAS JAULAS
CUADRADA REDONDA CUADRADA REDONDA
X de peso de las madres 932.36 961.09 923.70 900.00
No. de partos 36 32 31 32
X de peso madres para sistemas P = 946.72 J = 911.85
X de peso madres para modelos C = 928.03 R = 930.54
X de partos para sistemas P = 34 J = 31.5
X de partos para modelos C = 33.5 R = 32
CUADRO No. 56
PESO AL DESTETE PARA MODELOS DE POZAS
REDONDA CUADRADA
M H M H
410 340 360 290
400 330 280 280
380 385 340 215
430 305 385 280
415 335 250 350
430 330 340 310
400 380 275 425
350 315 400 430
410 370 405 335
380 335 340 375
Σ Xij 4,005 3,245 3,375 3,290 14,095
r 10 10 10 10
CUADRO No. 57
ANAVA DE LOS PESOS AL DESTETE PARA MODELOS DE POZAS Y SEXOS
Fuentes de SC GL CM Fc F.05 SIG
variación
Entre Trat. 31,812.5 3 10,604.16 5.176 8.60 No sig.
Dentro Trat. 79,887.5 36 2,048.39
TOTAL 111,700.0 39
CV = 12.80
CUADRO No. 58
INCREMENTO DE PESO SEGÚN MODELO DE POZAS (A LA EDAD DE SACA)
REDONDA CUADRADA TOTAL
M H M H Blocks
I 263 190 244 268 965
II 423 393 383 442 1641
Total Combin. 686 583 627 710 2606
Total Sexos M = 1313 H = 1293
CUADRO No. 59
ANAVA DE LOS INCREMENTOS DE PESO PARA MODELOS DE POZA
Fuentes de SC GL CM SIG
variación
Blocks 49848.98 1 49848.98 **
Modelos 68.97 1 68.97
TOTAL 54727.97 7
Interpretación de los cuadros 58 y 59: No existe diferencia significativa en el
incremento de peso acumulado a la saca, en cuyes criados en pozas cuadradas o
redondas.
CUADRO No. 60
MORTALIDAD DE CRÍAS EN PORCENTAJE PARA JAULAS Y POZAS
DE MODELOS CUADRADAS Y REDONDAS
POZAS JAULAS
Redonda Cuadrada Redonda Cuadrada
Desde el nacimiento hasta el destete 7.40 9.63 11.26 15.06
DISCUSIÓN
Las crías fueron cuidadas en maternidades cuadradas o redondas, sean jaulas o pozas,
según el tratamiento de donde provenía la madre; se analizó el incremento de peso vivo
de ellas al destete y también a la saca sin haber encontrado tampoco diferencia
significativa ni para jaulas vs. pozas ni para modelos de ellas, cuadradas vs. redondas.
Aun cuando el modelo de la poza no acusa diferencia significativa, se notó que en las
pozas redondas las madres gestantes se encontraban más tranquilas, sin apiñarse en las
esquinas, como ocurría en las pozas cuadradas. Posiblemente este hecho, motivó el
ligero aumento de peso de las madres criadas en pozas redondas.
La mortalidad total de crías a la edad de saca fue superior en pozas; hasta el destete fue
superior para jaulas, lo que hace suponer que las jaulas ofrecen dificultad en el manejo
de las recién nacidas, probablemente por el piso de malla de alambre que tienen y tal
vez por lo menos abrigadas que son, en comparación con las pozas.
CONCLUSIONES
RECOMENDACIONES
Perfeccionar el diseño de pozas, de tal manera que permita una fácil limpieza,
dotándolas de comederos funcionales para un mejor manejo de los animales.
B. CRIANZA EN GALPONES
Los galpones pueden ser construidos de adobe, ladrillo, quincha, carrizo, etc.,
dependiendo de la zona y del material disponible, de manera de contar con instalaciones
económicas y funcionales.
El diseño debe ser tal, que permita una buena ventilación y luminosidad interior, con
temperaturas que oscilen entre 15 ° a 18 °C y una humedad por debajo del 60 %, estos
parámetros se consiguen fácilmente en la sierra del Perú donde el clima es seco.
Las puertas, ventanas y pisos serán de materiales que brinden seguridad e impidan el
ingreso de animales extraños como ratas, ratones, zarigüeyas, comadrejas y otros
predadores.
El galpón será orientado haciendo cara al este, así el sol irá bañando en su recorrido,
primero la fachada y al atardecer la parte posterior del edificio, calentando así el
ambiente y la construcción, que en la noche cederá parte del calor recogido al interior
del galpón, contrarrestando así el frío nocturno. Es conveniente que el edificio disponga
de amplios aleros, sobre todo en zonas lluviosas, para resguardar las paredes de la
humedad por efecto de la lluvia. Cuando se trata de instalaciones para explotaciones
comerciales, donde la mano de obra es cara y su ahorro representa una gran economía,
vale la pena construir en el piso un alcantarillado que permita conducir al exterior las
deyecciones de los animales acumulados en el piso del galpón, el mismo que puede ser
lavado con mangueras de agua a alta presión.
Para la cría de los animales, ya en el interior del edificio, se puede optar el uso de las
jaulas o de las pozas.
Respecto a las jaulas, aún cuando parezca fácil su construcción, difícilmente se
encuentran las que reúnan las condiciones deseadas. Estas deben ser de materiales que
no puedan ser roídos por los animales, teniendo la madera esta gran limitación,
debiendo ser reemplazada por el fierro que tiene el inconveniente de ser muy caro.
El piso de la jaula debe ser de malla de alambre que permita el pasaje del excremento a
una bandeja colectora de metal, para facilitar su limpieza, estas bandejas pueden
rociarse con aserrín para hacer que 1as deyecciones líquidas se empapen en él y eviten
discurrir por el piso.
El piso de malla de alambre de las jaulas debe ser de dos dimensiones: Cuando se trata
de maternidades donde se manejan recién nacidos las cocadas serán de un cuarto de
pulgada, pues cuando son más grandes, los corvejones de los recién nacidos se traban
en los huecos ocasionando heridas, tumefacciones y algunas veces hasta pérdida del
miembro posterior. Cuando se trata de pozas de crianza y empadre las cocadas serán de
media pulgada cuadrada.
Las jaulas deben ser portátiles, ya que se facilita la disposición de los animales por
clases y se facilita la limpieza. De este modo se pueden agrupar los animales por:
empadres, maternidades, destetes, saca, etc., situándolos en el galpón o bien aleján-
dolos en cuarentena cuando se trata de animales recién adquiridos. En el caso de
limpieza o desinfecciones de los mismos, estas jaulas una vez desocupadas, pueden
sacarse al exterior para su limpieza, lavado y desinfección, donde inclusive pueden
dejarse por unos días a pleno sol, bactericida éste barato y eficiente.
Las pozas, suplen a las jaulas con algunas ventajas y también desventajas, pueden ser
construidas de madera, ladrillo, carrizo, eternit, barro, adobe, champa, etc. Son más
fáciles de limpiar, sobre todo en aquellas que se pueden lavar con agua a presión y
utilizar lanzallamas para su desinfección, ahorrándose mano de obra en comparación
con el uso de jaulas. Igualmente la administración de alimentos es más fácil en pozas
que en jaulas y se facilita el manejo de los animales formando grupos homogéneos,
fáciles de coger y cambiar de pozas, facilitándose la selección.
Las desventajas se pueden resumir en el hecho de necesitar más áreas de galpón para el
mismo número de animales y de precisar de camas de aserrín, coronta molida, paja u
otro material para evitar la humedad, materiales que se hace cada vez más difícil de
adquirir.
Estos callejones, así construidos servirán en forma alternada de pozas y pasadizos, con
la ventaja de que las pozas se arman con divisiones de madera que permiten agrandar o
achicar la poza según la necesidad. Cuando se requiere hacer la limpieza se quitan las
divisiones, y los callejones que fueron pasadizos se transforman en pozas y los que
fueron pozas en pasadizos, que se limpian con mucha facilidad.
Estas pozas se colocan en el potrero de pasto en estado de corte; los cuyes consumen el
forraje a través de la malla del piso, dejando el forraje que corresponde al área de la
poza, cortado prácticamente al ras; las pozas se van cambiando de sitio a medida que el
pasto es consumido. En los campos de la UNCP se están utilizando mezclas de Rye
Grass y Trébol, cambiando de sitio a las pozas en dos turnos al día, a las 6 a.m. y 6 p.m.
de cada día.
a. Instalaciones fijas, como galpones, corrales, etc., que ya no son necesarios en este
sistema, las mismas que, sobre todo en la sierra, resultan sumamente caros.
b. Ahorro de la mano de obra adicional, que supone el costo, transporte, conservación y
entrega del forraje a los animales criados en galpones, lo que no es necesario en la cría
al pastoreo, por cuanto ellos consumen el forraje cortándolo a través de las mallas.
c. Ahorro del costo del material para las camas, el transporte de las mismas y la mano
de obra necesaria para la limpieza periódica de las pozas en el galpón. Además el
desperdicio de forraje que no es consumido en los galpones, el mismo que tiene que
extraerse junto con la cama, es nulo en el campo al pastoreo, puesto que el forraje que
no se consume queda en el campo sin ser cortado por los animales.
El hecho de efectuar con las pozas dos cambios de sitio al día en el potrero, permite
mantener dentro de la poza una higiene óptima, que unida a la ventilación del campo
abierto ofrecen un hábitat ideal para los animales, lo que se traduce en una menor
mortalidad y mejores records de producción, por otro lado parece que el sol, potente
bactericida, ejerce una acción benéfica constante en el campo, disminuyendo
significativamente la presencia de enfermedades. Conviene destacar el hecho de que en
los galpones de crianza de la UNCP se han tenido brotes de salmonellosis, que han
obligado a efectuar controles periódicos en los animales, enfermedad ésta que hasta la
fecha no se ha presentado en los animales criados al pastoreo.
CUADRO No. 61
RESULTADO DE LA CRIANZA DE MACHOS Y HEMBRAS
AL PASTOREO VS. GALPÓN
Las necesidades nutritivas de los cuyes varían según las etapas: lactancia, crecimiento
y reproducción. Las raciones para el acabado, o sea en el último periodo de engorde
deben ser distintos al de las etapas indicadas. No obstante, existen ciertos requisitos
nutritivos básicos para todas las etapas o períodos.
Las necesidades de principios nutritivos para los cuyes se hallan resumidos en el cuadro
No. 63 de la NAS-NRC los cuales constituyen datos suficientemente dignos de
confianza.
CUADRO No. 63
NIVELES SATISFACTORIOS DE NUTRIENTES PARA EL CRECIMIENTO
DE CUYES (1)
(1) Los valores que no están encerrados en paréntesis son estimados de varias
fuentes, de varias dietas adecuadas, por lo que probablemente haya un exceso a
sus requerimientos reales. Los valores en paréntesis son estimados tentativos,
de los requerimientos mínimos y no contienen márgenes de seguridad.
(2) 0,002 mg. (Basado en el contenido de cobalto de la vitamina B12 que es
adecuada para mantener el máximo crecimiento).
(3) La vitamina D puede ser requerida en dietas con relaciones insatisfactorias de
calcio/fósforo.
(4) Con un contenido adecuado de cobalto en la dieta, la síntesis bacterial en el
tracto intestinal probablemente aporte la vitamina B12 requerida.
1. NECESIDADES DE PROTEÍNAS
Esh y Battacharya (1967) demostraron que un nivel de 10% de P.T. produjo pérdidas de
peso, disminuyendo éstas a medida que se elevaba el nivel de vitamina C, hasta
lograrse pequeñas ganancias de peso. Pino (1970) en un experimento realizado en
Huancayo no encontró deficiencias entre raciones que aportaban 14, 17 y 20% de P.T.
pero sí fueron superiores a aquellos con 23% de P.T.
Slade y Robinson (1970) mencionan que los cuyes son menos eficientes en la digestión
de la proteína cruda que el caballo y conejo, y que el cuy es susceptible a dietas
deficientes en proteínas y mueren bajo condiciones de privación crónica de lisina.
2. NECESIDADES DE ENERGÍA
La energía es otro factor esencial para los procesos vitales necesarios de los cuyes. Una
vez que estos requerimientos han sido satisfechos, el exceso de energía se almacena
como grasa dentro del cuerpo.
Las principales fuentes de calor y energía en las raciones son los hidratos de carbono y
las grasas de los alimentos. Los hidratos de carbono que forman e1 75% de la materia
seca en la mayoría de las plantas, son los principales nutrientes más abundantes de todos
los alimentos comunes y se hallan en gran proporción en los granos de cereales y
subproductos.
El cuy bajo condiciones normales consume gran variedad de hidratos de carbono, pero
las necesidades cuantitativas y cualitativas para los diferentes carbohidratos no han sido
determinados. La mezcla de carbohidratos de los forrajes contiene una combinación de
azúcar, dextrina, almidón, hemicelulosa, celulosa y lignina (NAS-NRC-1962). El
contenido de carbohidratos en las raciones balanceadas debe variar entre 38-55%,
tratando siempre que el NDT sea de 65 a 70% (Mercado y el NAS-NRC, 1962).
Carrasco (1968), compara raciones con 62.6 y 70.8% de NDT (calculando de tablas
para ovinos y vacunos) y encuentra que el mayor nivel energético es superior
estadísticamente en promover las ganancias de peso.
Barbieri (1970) empleando raciones con 62, 63 y 65% de NDT no encontró diferencias
significativas en las raciones empleadas. Luego Mercado (1972) concluye que el 66%
de NDT es superior a 58% de NDT del concentrado en promover el crecimiento del cuy
recién destetado, con un aporte diario de 80 gr. de alfalfa verde por día.
Afuso (1975) ofreciendo una dieta de maíz-soya suplementada con D.L-metionina y con
8% de coronta además de aportar diariamente 50 gr. de alfalfa y agua con 1 gr. de ácido
ascórbico por litro; encuentra consumos de 22.61 y 30.14 gr. de materia seca día con
una conversión entre 2.80 y 3.29 para ganancias de peso entre 10.21 y 7.17 gr. por día;
esta dieta aportaba 72% de NDT y 16.8% de P.T.
Chávez y Aliaga (1976), comparando tres raciones de 68.4, 79.4 y 63.3% de NDT,
logran igual respuesta animal al alimentar cuyes destetados a 14 días durante 90 días de
experimento. Los incrementos de peso total para las 3 raciones fueron de 333.8, 321.3
y 342 gr. respectivamente, en el que se nota que un mayor nivel energético con un
mayor nivel de proteína no promueve mayor ganancia de peso.
3. NECESIDADES DE FIBRA
La fisiología y anatomía del ciego del cuy, soporta una ración conteniendo un material
inerte, voluminoso y permite que la celulosa almacenada fermente por acción
microbiana, dando como resultado un mejor aprovechamiento del contenido de fibra
(REID y otros).
Se ha demostrado también muy extensamente que los cuyes crecen mejor con forraje en
su ración, y bajo ciertas condiciones se ha demostrado que crecen casi bien sin forraje
en la ración (NAS-NRC, 1966). El contenido de fibra de las raciones varían de 9 a
19%, y con dietas purificadas los mejores resultados se han obtenido con la inclusión
de 15% de material voluminoso como goma arábica, celulosa o celofán.
Slade y Hintz (1969), encuentran que los cuyes son más eficientes en la digestión del
extracto libre de nitrógeno de la alfalfa que los conejos y que digieren la materia
orgánica y fibra cruda tan eficientemente como los caballos y Ponies con un valor de
38% mientras que los conejos llegan sólo a un 16.2% de coeficiente de digestibilidad;
Ninanya (1975) encuentra valores de coeficiente de digestibilidad para harina de heno
de alfalfa, afrechillo y maíz grano molido de 40.71, 60.11 y 59.06 respectivamente, lo
que indica que los cuyes tienen una alta utilización de la fibra principalmente por la
digestión microbiana realizada al nivel del ciego y colon (Esquerre, Valenzuela,
Candela, 1974) produciendo ácidos grasos volátiles que podrían contribuir
significativamente a satisfacer los requerimientos de energía de esta especie.
4. NECESIDADES DE GRASA
5. NECESIDADES DE MINERALES
El cuy como otros herbívoros está acostumbrado a una alta ingestión de minerales
(Woolley y otros).
Los elementos minerales tales como el calcio, potasio, sodio, magnesio, fósforo y cloro
son necesarios para el cuy, pero sus requerimientos cuantitativos no han sido bien
determinados y se muestra en el cuadro No. 63. Presumiblemente sean necesarios el
fierro, magnesio, cobre, zinc y yodo. El cobalto es probablemente requerido para la
síntesis intestinal de vitamina B12 si la dieta no la contiene.
Maynard y otros (1958) demuestran que las dietas deficientes de magnesio, calcio y
fósforo no son tan dañinas como aquellas deficientes en sólo magnesio.
Afuso (1975), estudia el incremento de fósforo en una ración basal con 0.33% de
fósforo añadiendo harina de hueso, roca fosfatada de bayóbar y la mezcla de ambas
para llegar a niveles de 0.5l%, 0.68% y 0.86% de fosfato total con una relación
calcio/fósforo de 2:1. Alimentando cuyes machos de 14 ± 3 días no encuentra
diferencia significativa entre niveles pero sí entre fuentes, siendo mejor la combinación
de harina de huesos y roca fosfatada pero sus crecimientos fueron iguales a la ración
con 0.33 g de fósforo. Concluye manifestando que el requerimiento de fósforo total por
los cuyes de crecimiento sería 0.51% tomando en cuenta los criterios de ganancias de
peso, conversión alimenticia y porcentaje de cenizas en los huesos.
6. NECESIDADES DE VITAMINAS
6.1.1. Vitamina A
Los síntomas de una deficiencia de vitamina A en los cuyes son: cese del crecimiento,
pérdida de peso, xeroftalmia y muerte. Los requerimientos cuantitativos de vitamina A
por el cuy no han sido determinados. La capacidad del cuy para almacenar esta
vitamina es variable y escasa, por lo que su buena salud depende de la frecuencia de
ingestión de vitamina A, habiéndose demostrado que a las 24 horas, sólo el 6% de la
vitamina suministrada se encontraba en el hígado de los cuyes, contra el 71%
encontrada en ratas. Bentley y Morgan (1945) encuentran que la ingestión de 2 mg. de
vitamina A por kg. de peso vivo en animales deficientes produce un almacenamiento en
el hígado en cantidades significantes. Las necesidades para esta vitamina son
normalmente satisfechas por la ingestión de Caroteno, constituyente normal de la
ración a base de forrajes principalmente.
6.1.2. Vitamina D
Cuando el nivel de calcio y fósforo de la ración está bien balanceada parece que el cuy
no requiere vitamina D, en dietas no balanceadas no se ha determinado el requerimiento
(NAS-NRC, 1962) y (125).
6.1.3. Vitamina E
6.1.4. Vitamina K
6.2.1. Vitamina C
Los cuyes y los primates son aparentemente los únicos mamíferos que no pueden
sintetizar ácido ascórbico (vitamina C), la cual se forma en cantidades abundantes a
partir de otras sustancias en la mayoría de las especies animales.
SÍNTOMAS DE DEFICIENCIA
En la crianza práctica se indica que los cuyes necesariamente tienen que consumir
alimentos verdes, pero esto no es verdad, ya que sin forraje pero suplementados con
vitamina C viven normalmente (Townsend, 1975).
Se debe tener en cuenta que el forraje verde no es solo un simple vehículo de ácido
ascórbico, lo cual se demostró al administrar a un grupo de animales una cantidad de
ácido ascórbico equivalente a lo que recibía otro grupo de forraje (45 mg./ día); el
segundo grupo crecía más rápidamente.
Trabajos realizados en el Perú demuestran que se obtiene mejores resultados en el
crecimiento de animales mayores de 5 meses suministrando 20 mg./animal/día de ácido
ascórbico sintético cuando el suministro de forraje es restringido (60 gr./animal/día)
(Chauca, 1976). Otro procedimiento para lograr el consumo adecuado de vitamina C es
con el aporte de por lo menos 80 gramos de forraje por animal por día favoreciendo de
esta manera un mayor consumo de concentrado con incrementos de peso similar a los
alimentados con forraje y concentrado a discreción (Málaga y Aliaga, 1976).
Los requerimientos para animales adultos pueden variar de 4 a 6.5 mg./kg. de ración;
para los de crecimiento de 6 a 8 mg./kg. de ración; y para los de reproducción no han
sido determinados (NAS-NRC, 1962) y ( 125).
6.2.5. Niacina
Según Reid (1954) una cantidad de 10 a 20 mg./kg. de ración satisface los re-
querimientos de crecimiento. La NAS-NRC por otro lado considera que con una
cantidad de 20 a 30 mg./kg. de la ración satisface las necesidades de crecimiento.
Los cuyes requieren del aporte de esta vitamina, su deficiencia produce: retardo del
crecimiento, pérdida del apetito para alimento y agua, pelo áspero, tendencia a la
diarrea, debilidad, inactividad y finalmente la muerte. A la autopsia se encuentra un
alargamiento e hiperemia de los adrenales y en algunos casos hemorragias.
6.2.7. Biotina
No hay evidencia de que esta vitamina sea requerida por el cuy y probablemente su
requerimiento sea satisfecho por su síntesis en el tracto intestinal.
6.2.9. Colina
Las necesidades de esta vitamina parecen ser satisfechas por la síntesis bacteriana del
tracto gastrointestinal, siempre que se administre una adecuada cantidad de cobalto en la
dieta. Se calcula que la ración debe contener de 4 a 6.5 mg. de vitamina B12 por kg. de
la ración (NAS-NRC, 1962).
6.2.11. Inositol
7. NECESIDADES DE AGUA
La creencia de que si los cuyes y conejos reciben agua para beber esto les provocaría
una distensión del abdomen no es cierto; pues se ha comprobado que los cuyes y
conejos no tienen una capacidad especial para poder sobrevivir sin agua. El cuy con un
peso aproximado de 800 gr. y que se le proporcíona 50 gr. de alimento verde por día,
puede beber un promedio de 84 gr. de agua, concluyendo que el promedio de consumo
de agua por kg. de peso vivo es de 105 gr. (Lane, 1963). Sin embargo Reid y Martin
(1959) encuentran que el promedio de consumo de agua es de 28 a 32 ml. por 100 gr. de
peso vivo cuando se aporta ración seca.
B. ALIMENTACIÓN DE CUYES
Por ser esta especie herbívora y coprófaga a la vez, el criador no encuentra mayormente
dificultad en alimentarlos; sin embargo, es necesario balancear por un lado los
nutrientes necesarios para el buen desarrollo de los cuyes y por otro, buscar la máxima
economía para hacer más rentable la crianza, a fin de que una alimentación adecuada
bajo estas consideraciones redunden en la producción de animales listos para el mercado
en un lapso mucho menor que el necesario para un animal mal alimentado, evitándose
por consiguiente cualquier riesgo.
Los cuyes como herbívoros que son pueden digerir constituyentes fibrosos tales como la
celulosa y hemicelulosa de los forrajes, pero no tan eficientemente como los rumiantes,
debido a que la digestión ocurre tarde en el proceso digestivo (ciego).
El movimiento de la ingesta a través del intestino es algo más rápido cuando se compara
con el rumiante.
El cuy realiza la coprofagía como un mecanismo de compensación biológica que le
permite el máximo aprovechamiento de sus productos metabólicos, ante la desventaja
nutricional que representa el hecho de que ésta ocurra en las porciones posteriores del
tracto gastrointestinal. De esta forma retornan al cuerpo sustancias no asimilables del
alimento, que sólo en los últimos tramos del intestino fueron atacados por
microorganismos junto con los jugos de la digestión y productos de síntesis de la
microflora.
Los forrajes deben incluirse básicamente en toda dieta de los cuyes, proporcionan un
efecto benéfico por su aporte de celulosa y constituyen fuente de agua y vitamina "C"
que los cuyes utilizan para cubrir sus necesidades.
Las especies forrajeras de mayor uso en la alimentación de cuyes está constituida por las
siguientes especies cultivables: alfalfa, trébol, rye-grass, pasto elefante, suya
forrajera, vicias, lotus, etc., seguido por el uso de especies nativas, malezas y malas
hierbas. La calidad nutritiva de estos forrajes es muy variada, razón por la cual siempre
debe suplementarse la dieta con un concentrado para lograr un máximo rendimiento.
Además consumiendo únicamente forraje y dada la poca capacidad del aparato
digestivo del animal no podría consumir un volumen como para que pueda cumplir con
sus requerimientos.
Los concentrados constituidos por una ración balanceada son necesarios suministrarlos
sobre todo a los cuyes en reproducción y si es posible a los animales en crecimiento y
engorde. El consumo de concentrado está regulado por la cantidad de forraje que
dispone el animal.
Con el uso de concentrado, como veremos más adelante, se logran mayores in-
crementos de peso en los animales de crecimiento y engorde, crías numerosas y de
buen peso en los animales de reproducción y animales de mejor calidad para reemplazo,
de allí, la importancia de su uso en la alimentación de cuyes.
UTILIZACIÓN DE FORRAJES
Al alimentar a los cuyes con pasto elefante y alfalfa, suplementados con una ración de
concentrado, Chauca y Saravia (1976), no se obtuvieron diferencias estadísticas en lo
referente a ganancia de peso. Los consumos totales referidos a materia seca han sido
muy similares (2,767 gr. para la ración de alfalfa más concentrado frente a 2,739 gr.
cuando reciben pasto elefante más concentrado). Mayor información se muestra en el
siguiente cuadro:
Pesos (gr.):
Inicial 345.4 342.7
Final 826.6 796.1
Incrementos (gr.):
Total 481.2 453.4
Diario 8.6 8.1
Consumos MS (gr.)
Concentrado 1131.0 1621.9
Forraje 1635.9 1117.2
Total 2766.9 2739.1
Conversión (C.A.) 5.75 6.04
Analizando los consumos de materia seca podemos observar que los cuyes, mediante un
mayor consumo de concentrados compensan la calidad inferior de la gramínea, siendo
ésta de menor palatabilidad que las leguminosas por su mayor contenido de fibra.
Similar resultado se ha obtenido al comparar la alimentación de cuyes con maíz y
alfalfa.
Analizando este resultado podemos observar que el nivel mínimo adecuado de forraje
sería el de 80 gr. diarios, por que se obtiene incrementos de peso satisfactorios y
superiores a los otros niveles (20,40 y 60 gr.), cuyos incrementos son muy bajos. Así
mismo, se puede observar que al consumo de concentrado es inversamente
proporcional al consumo de forraje, del mismo modo el consumo de agua con relación
al consumo de forraje y concentrado.
Málaga y Aliaga (1977), en un trabajo similar al anterior, con el objeto de evaluar los
niveles mínimos de consumo de alfalfa en cuyes con adición de concentrado a voluntad
y sin agua llegan al siguiente resultado:
El concentrado fue proporcionado a voluntad. Peso final a los 100 días de edad.
Arroyo (1972), trabajando con alfalfa verde y heno de alfalfa, determinó la posibilidad
de alimentar cuyes exclusivamente con alimentos secos con adición de agua de bebida y
vitamina C, en el que los incrementos de peso y conversión alimenticia que registraron
estos animales fueron menores a los obtenidos con alfalfa verde.
RACIONES Incrementos de Incremento Consumo C.A. Utilidad por
peso total (gr.) diario (gr.) diario de M.S. Cuy (S/.)
Alfalfa verde 396.0 4.40 66.12 15.02 6.81
Alfalfa verde + 299.0 3.32 56.95 17.14 2.33
Heno de alfalfa
Heno de alfalfa 241.5 2.68 64.38 23.99 -16.2
+ agua + vit.
“C”
Pérez y Aliaga (1973), al medir la respuesta de los cuyes ante una alimentación con
malas hierbas del Valle del Mantaro: Trébol carretilla (Medicago híspida), Yuyo
(Brassica Campestre) y Kikuyo (pennicetum clandestinum), en presencia y ausencia de
concentrados comerciales; han determinado que el trébol carretilla se comportó en
forma semejante a la alfalfa testigo, habiendo, incluso, obtenido una mayor utilidad.
Los cobayos alimentados con sólo Yuyo y Kikuyo murieron por intoxicación,
determinada en la necropsia; este efecto pudo controlarse con la adición de
concentrados comerciales.
UTILIZACIÓN DE CONCENTRADOS
Aunque los herbívoros y los rumiantes pueden sobrevivir y mantenerse con raciones
exclusivamente de forrajes, los requerimientos de una función productiva demanda que
la dieta tenga ingredientes menos fibrosos y de mejor calidad, tales como cereales y
sub-productos. Las dietas a base de sólo forraje y de calidad adecuada serían suficientes
para el mantenimiento del animal.
Los primeros trabajos con el fin de determinar los requerimientos de proteína para los
cuyes en recría fueron realizados utilizando raciones con porcentajes altos (21.5 a 26.8
% de PT), encontrándose en todos los casos igual respuesta. Posteriormente Mercado
(1972), probando niveles de proteína de 14, 17 y 20 % y dos, de energía, encontró una
mejor respuesta a ganancia de peso y conversión alimenticia en las raciones con niveles
bajos o medios de proteína, siempre que la ración contenga alta energía (66 % NDT).
El consumo de concentrado estuvo en relación inversa al contenido proteico de la
ración.
Esta misma respuesta a niveles bajos de proteína ha sido reportada por Wheat (1963) en
USA, quien estudió los efectos de dos niveles de proteína en el crecimiento y la
eficiencia alimenticia de 12 líneas consanguíneas de cuyes, reportando que los cuyes
alimentados con una dieta que contenía 14% de proteína cruda, obtuvieron ganancias
estadísticamente superiores a los alimentados con dieta de 23% de proteína cruda.
Los incrementos de peso fueron obtenidos cuando la relación energía proteína era de
285 y 245, que cuando esta relación fue de 169 y 163. Estos resultados se muestran en
el siguiente cuadro:
Incrementos gr.:
Total 466.2 487.1 400.7 395.9
Diario 8.33 8.70 7.16 7.08
C.A.: 7.04 6.62 7.81 8.11
Con el fin de elevar el nivel de energía de la ración se adicionó azúcar a un concentrado
comercial, encontrándose los mejores resultados referidos a ganancia de peso y
eficiencia de utilización de los alimentos (EUA) con la combinación de 80 % de
concentrado comercial más 20 % de azúcar.
Como quiera que las prácticas de manejo han cambiado y actualmente se puede destetar
a los cuyes por debajo de los 10 días de edad, se ha probado raciones con 13, 17, 20 y
25 % de proteína (Mercado, 1972), para cuyes destetados a la primera semana de edad,
hasta el inicio de la cuarta semana de edad, los pesos promedios finales logrados fueron
de 358.4, 356.8, 365.8 y 376.8 gr. respectivamente; siendo los incrementos promedio
para los cuyes machos de 215.55 y para hembras de 188.17, así mismo, los machos
tuvieron un mayor consumo de alimento en relación a las hembras. Los pesos
promedio, consumo de alimento y conversión alimenticia se muestra en el cuadro
siguiente:
PROTEÍNA %
13 17 20 25
Las raciones utilizadas para este experimento proporcionaban 22.06, 19.63 y 24.53 % de
proteína total y 2,230.31, 2,277.37 y 2,355.30 Cal/kg. La alfalfa verde fue
proporcionada a voluntad. Las tres raciones se comportaron estadísticamente iguales y
los gastos de alimentación con los costos de producción fueron menores en los
alimentados con residuos de cervecería.
TRATAMIENTOS Ganancia peso total gr. Consumo total alim. Kg. C.A.
Nacidos y engordados en costa 354.6 1.846 5.2
Nacidos en costa y engordados en altura 169.6 2.040 12.0
Nacidos en altura y engordados en costa 270.2 1.740 6.4
Nacidos y engordados en altura 18.5 2.807 155.9
No habiendo hallado diferencia estadística entre cobayos suplementados con vit. C y los
que consumieron forrajes, pero sí entre éstos y los que carecieron de vitaminas. Las
muertes ocurridas en el tratamiento 4, fueron causadas por la deficiencia de vitamina C.
RACIONES Peso promedio (gr.) Consumo diario C.A. destete Utilidad por
Neto Destete 13ava. M.S. (gr.) 13 sem. cuy S/.
sem.
Alfalfa verde 127.0 266.0 668.2 49.83 8.34 11.75
Alfalfa verde + concent.
Comercial 132.0 286.0 845.5 57.78 6.83 14.09
Concentrado comercial
+ agua + vit. C 88.7 213.7 431.7 30.86 9.29 -27.23
La utilidad negativa de la ración de concentrado más agua y vitamina C, se debe al
elevado precio de estos insumos y al poco peso final logrado.
Tamaki (1972), en un estudio sobre prueba de dos niveles de vitamina C como sustituto
del forraje en la alimentación de cobayos, en los niveles de 10 y 20 mgr. más
concentrado a voluntad utilizando 96 animales distribuidos en 6 tratamientos; obtiene
diferencias estadísticas entre sexos: machos 885.9 gr., 442.8 gr., 7.02 gr. para pesos
finales, incrementos totales e incrementos diarios respectivamente, y en hembras de
802.48 gr., 380.5 gr, y 6.03 gr. para los datos antes indicados. Estos resultados como se
puede observar tuvieron mejor respuesta en machos que en hembras que parecen
requerir mayor cantidad de vitamina C.
UTILIZACIÓN DE HORMONAS
La melaza de caña se puede utilizar como constituyente de la ración según los estudios
hasta en un 30 %, ya que no se encontró diferencias estadísticas, así como tampoco se
presentaron síntomas de diarreas.
La harina de retama que viene a ser un alimento no tradicional y barato se puede utilizar
hasta en un 40 % de la ración con resultados muy satisfactorios, sin inconvenientes,
por su alto contenido de fibra, ya que el cuy soporta porcentajes altos de hasta 18 % de
este nutriente en la ración.
Sumando a la composición de las raciones, otro factor que puede influir en su mejor
aprovechamiento es la presentación física del alimento. En otras especies, como aves y
cerdos, hay mejor utilización de los concentrados cuando se presentan peletizados (en
forma de bolillas).
CAPITULO V
SELECCIÓN Y MEJORA
A. GENERALIDADES
La selección y mejora de los animales viene a ser una fase de la explotación en la que el
criador debe considerar una serie de conocimientos básicos relacionados con el
mecanismo de la herencia en los seres vivos. Esta herencia se halla íntimamente
vinculada al gene el cual siendo capaz de reproducirse idéntico a sí mismo, puede
adoptar ligeras modificaciones, conocidas con el nombre de mutación.
Aun cuando la selección puede ser natural y artificial, en este capítulo vamos a tratar de
la selección artificial, o sea aquella llevada a cabo por el hombre y ejecutada de acuerdo
a técnicas y conocimientos que permitan una mejora genética del animal, de manera de
hacerlo más productivo y por lo tanto más rentable y económico en su explotación; esta
mayor capacidad productiva del animal se logra mediante la acción conjunta de este
mejoramiento genético y el mejoramiento ambiental, donde el buen manejo, la sanidad
y buena alimentación permiten crear las condiciones óptimas para que el animal exprese
todo su potencial genético productivo.
Peso Vivo
Prolifidad (Tamaño de camada y Número de partos al año).
Conversión alimenticia
Precocidad
Conformación y calidad de carcasa
Rendimiento de carcasa
Otras menos importantes como: Color de ojos, color de manto, número de dedos,
temperamento, etc.
El concepto de correlación se refiere al modo en que los cambios sufridos por un factor
(ejem., peso al nacer) se reflejan en los cambios o variaciones del otro factor (ejem:,
peso a la saca) relacionados con el primero. Así, en el caso del peso al nacer y el peso a
la saca en cuyes, existe una relación directa y positiva que quiere decir que, a mayor
peso al nacimiento, habrá también mayor peso a la saca (crías nacidas con mayor peso
llegarán siempre a la saca con mayor peso).
MATERIALES Y MÉTODOS
Crías: Peso al nacimiento por sexos, peso al destete por sexos (14 días), peso a la saca
por sexos (93 días), número de hermanos, peso de camada y mortalidad.
Se ha calculado:
- La correlación entre el peso de la madre después del parto y el peso de la camada.
- La correlación entre el peso de la madre después del parto y el peso promedio de crías.
- La correlación entre el peso de la madre al parto y el número de crías por camada.
- La correlación entre el peso al nacer de crías y el peso al destete.
- La correlación entre el peso al destete y el peso a la saca.
Se ha estudiado:
- La variación del peso vivo al nacer, en crías provenientes de camadas de diferente
número de hermanos. Método empleado: Diseño completamente Randomizado con 5
tratamientos y diferente número de repeticiones.
- La influencia del período de tiempo entre la última parición y el próximo parto en el
peso al nacimiento de crías. Método empleado: Completamente Randomizado con
arreglo factorial 3 x 2.
RESULTADOS
Los pesos vivos al nacimiento, por sexos, no se diferencian en forma significativa. Sin
embargo, a la edad de destete y saca, los machos resultan pesando más que las hembras
en forma altamente significativa.
CUADRO No. 64
PESOS VIVOS AL NACIMIENTO POR TAMAÑOS DE CAMADA
No. de crías 1 2 3 4 5
por camada
P 153 150 115 105 122
E 154 180 131 130 120
S 140 117 93 92 114
O 150 93 107 92 110
S 116 132 111 95 95
162 118 98 87 112
V 147 111 118 86 105
I 152 102 112 87 103
V 188 113 110 83 98
O 147 112 142 130 92
S 102 128 127 110 --
157 126 131 137
A 116 153 120 112
L -- 145 96 135
158 95 130
N 165 160 120
A 129 147 110
C 141 145 142
E 90 145 139
R 85 102 115
110 84 112
130 92 140
157 89 135
163 73 120
128 99 95
142 94 130
125 89 105
140 127 92
138 126 92
120 107 95
142 154 87
148 147 86
112 130 83
126 130 --
165 117
145 110
150 140
143 152
153 137
145 165
149 142
147 124
112 115
107 105
131 110
137 145
130 130
105 120
128 145
126 102
150 85
180 111
-- 107
98
ΣXij 1,884 6,432 6,405 3,512 1,071 19,804
Ri 13 52 54 32 10 161
X 144.9 133.31 118.61 109.75 107.1
ANAVA CV = 17.23%
5 CRÍAS xxxxxxxxx
Número de crías
1a
2a
Orden de 3b
Méritos 4b
5b
Las crías nacidas en camadas de 1 y 2 hermanos tienen pesos al nacer superiores a los
nacidos en camadas de 3, 4 y 5 hermanos, con un 99 % de seguridad.
CUADRO No. 65
INFLUENCIA DEL PERIODO DE TIEMPO ENTRE LA ÚLTIMA PARICIÓN Y EL PRÓXIMO
PARTO EN EL PESO DE CRÍAS AL NACIMIENTO (APROVECHAMIENTO DEL CELO
POST PARTUM O NO)
Periodo entre la última parición y siguiente 68 a 77 días 77 a 85 días 85 a 93 días
parto
Número de crías por camada 3 4 3 4 3 4
P 98 92 124 130 130 135
E 111 92 165 110 117 110
S 107 130 142 137 110 130
O -- 105 115 112 140 120
83 105 140 152 142
A 87 110 135 137 139
L 95 145 120 145 115
86 102 95 130 112
N -- 84 -- 120 --
A
C
E
R
Xij 316 770 1092 979 1181 1003
ri 3 8 9 8 9 8
Xi 105.33 96.25 121.33 122.37 131.22 125.37
Periodo de días 1086 2071 2184
Número de crías por camada 2598 2752
ANAVA
CONCLUSIONES
Las crías con más peso al nacimiento llegan también con mayor peso al destete y a
la saca, (con 99% de probabilidades).
las crías concebidas en celo post partum pesan significativamente menos que las
crías concebidas en otros celos.
RECOMENDACIONES
Mientras no se tenga más información, la selección de crías puede hacerse a la edad del
destete, considerando en cada tamaño de camada el peso vivo como único criterio de
evaluación, siempre que se formen grupos diferenciados por sexos.
El grupo de tercera, constituido por el 50% de la majada (todos los animales por debajo
del promedio), se dedicará a la saca.
Las concepciones en celos post partum y el período de tiempo entre partos en el peso
vivo y el tamaño de carnada de los cuyes, y determinar cuales de estos factores influyen
significativamente en el tamaño de camada.
MATERIALES Y MÉTODOS
Las diferentes edades de destete fueron ajustados a los 10 días, aplicando siguiente
fórmula:
IV III
219.93 218.12 II
206.05
O sea que los pesos al destete de crías de III y IV parto son superiores al peso de crías
de II parto.
CUADRO No. 71
ANAVA DE LOS PESOS AL DESTETE (10 DÍAS) Y TAMAÑO DE CAMADA EN CUYES
MACHOS
CUADRO No. 72
ANAVA DE LOS PESOS AL DESTETE (10 DÍAS) Y TAMAÑO DE CAMADA EN CUYES
HEMBRAS
El valor del Coeficiente de Regresión encontrado para ambos sexos es negativo, lo que
indica que a mayor tamaño de camada habrá menor peso al destete.
COEFICIENTE DE DETERMINACIÓN
MACHOS HEMBRAS
13.5 % 8.0 %
CONCLUSIONES
1. A1 evaluar pesos del segundo al cuarto parto, se encontró que el número de partos de
la hembra, tiene influencia en los pesos al destete de sus crías. Los mismos que en
promedio son mayores a medida que aumenta el número de partos. Para la población
estudiada los pesos al destete para el cuarto parto fueron de 219.93 gramos, para el
tercer parto 218.12 gramos, para el segundo parto 206.03 gramos. As1 mismo el tercero
y cuarto parto resultan ser significativamente superiores con respecto al segundo parto.
2. El peso promedio de las crías al destete, provenientes de fecundación en celos post
partum, son similares a los pesos obtenidos por las crías cuyas madres tuvieron
descanso sexual. Siendo los promedios para celos post partum de 211.42 gramos y para
los de otros celos 211.93 gramos respectivamente.
3. El número promedio de crías por camada el nacimiento, del primero al tercer parto, es
influenciado por e1 intervalo de tiempo de descanso sexual de las hembras en
reproducción. Encontrándose que este número de crías por camada es mayor para
aquellos intervalos menores en tiempo, o sea que las pariciones de camadas concebidas
en celos post partum, son las más numerosas.
4. El mayor o menor peso promedio que se obtiene al momento del destete, en cuyes
machos y hembras; depende del número de hermanos que conforman la camada ( P <
0.01 ).
5. Dada la alta correlación hallada entre las dos características, es posible establecer una
Tabla de Clasificación por grupos y sexo.
INTRODUCCIÓN
Algunos criadores prefieren el ojo rojo al negro, asegurando que estos animales son más
tranquilos, lo que les permite engordar más que los de ojos negros; otros sostienen que
1a coloración roja de ojos, constituye un atavismo, característica indeseable que debe
eliminarse en la selección.
MATERIALES Y MÉTODOS
El material empleado estuvo constituido por carnadas de hermanos en las que existían
animales de ojos rojos y negros provenientes de padres de ojos rojos y negros.
Se tabularon 29 partos y 59 crías, evaluando el peso vivo al nacer, al destete y a la saca,
diferenciado por sexo y por número de crías y por camadas. Se utilizó el diseño factorial
de 2 x 3 x 2 (dos colores de ojos, tres números de crías por camada y por dos sexos).
Los animales fueron criados en pozas sobre el piso, bajo el sistema intensivo de crianza.
La alimentación usada: Rye Grass, Trébol y concentrado (Purina para aves de postura, a
voluntad). Los materiales usados: una balanza para pesadas y aretes para diferenciar los
tratamientos en estudio.
RESULTADOS
CUADRO No. 74
ANAVA DE LOS PESOS AL NACIMIENTO
Fuentes de SG GL CM Fc F.05 Sig.
variación
Combinaciones 10698.83 41 972.62 1.963 2.00 No. Sig.
Error 23276.97 47 405.25
Total 33975.80 58
C.V. = 17.78 %
INTERPRETACIÓN
2. Color de ojos. No existe influencia del color de ojos en el peso vivo promedio al
nacer de las crías, resultando el peso de crías de ojos negros (XN= 127.42 gs.), li-
geramente superior al peso promedio de crías de ojos rojos (XR= 118.76 gs.). La
diferencia de 8.66 gs., al análisis, no es significativa.
1. Número de crías por camada. Al destete las crías unigénitas pesan más que las
de camadas de 3 ejemplares (P<0.01). Las crías de camadas de 1 y 2, tienen
pesos semejantes.
2. Color de ojos. Al igual que al nacimiento, no existe diferencia significativa
entre los pesos al destete alcanzados por cuyes de ojos rojos o negros.
3. Sexos. Al destete los machos pesan significativamente más que las hembras.
INTERPRETACIÓN
2. Color de ojos. A la saca (93 días de edad) el promedio de peso para ojos negros fue
XN = 725.85 grs. y el promedio para ojos rojos XR =667.17 grs.; la diferencia de 58.68
gramos a favor de 1os ojos negros resulta ser altamente significativa.
3. Sexos. Los cuyes machos, a la saca, resultan con pesos superiores que las hembras
con 99 % de probabilidad: XM = 742.02; XH = 657.17; d = 84.85 grs.
DISCUSIÓN
lA, Del color de ojos. Parece ser que el presente estudio es el primero que se publica
sobre esta característica, cuya presencia en cobayos obedece a factores heredados que se
traducen en la descendencia produciendo crías de ojos con pigmentación roja o negra.
Luna de la Fuente C. (1969), cita en su libro El cuy que la presencia de ojos rojos como
un signo de albinismo, es indicadora de poca visibilidad, lo que hace al animal más
tranquilo y con mejores posibilidades de engordar; sin embargo, en el presente estudio
los resultados en cuanto a posibilidades de engordar son opuestos, pues los animales de
ojos negros se comportan mejor que los da ojos rojos llegando a la saca con pesos
significativamente superiores (P<0.01).
En los cuadros Nos. 73 y 74 los pesos al nacimiento son semejantes para ambas clases
de ojos (XN = 127.42: XR = 118.76 grs.), lo que demuestra que esta característica no
influye en el peso al nacimiento; al destete (25 días de edad), los pesos para los dos
colores de ojos resultan ser también semejantes. (cuadros Nos 75 y 76). Sin embargo, a
la saca (93 días de edad), cuadros 77 y 78, existe una diferencia altamente significativa
en favor de los cuyes de ojos negros. Parece pues que, efectivamente, la presencia de
ojos rojos es una característica indicadora de poca visibilidad y si bien ésta no se
manifiesta al destete (25 días), se debe probablemente a que disponen de la ayuda de la
madre y por supuesto de la leche materna para alimentarse en forma normal, pero a
partir de este momento, se nota que los de ojos negros compiten con ventaja, tanto el
medio ambiente como el alimento puesto a su disposición, llegando a la saca con pesos
altamente superiores a los de ojos rojos (XN=725.85; XR=667.17). Obsérvese que, al
destete, los pesos de los de ojos rojos (XR =240.76) son más altos que los de ojos
negros (XN = 221.90), esta ventaja debería permanecer a la saca, en razón de la alta
correlación encontrada (r = 0.52 **) de peso al destete y peso a la saca (Aliaga
Rodríguez, 1974); sin embargo, esta ventaja de peso a favor de los de ojos rojos
desaparece y es anulada por los animales de ojos negros, que llegan a la saca con pesos
muy superiores.
Aliaga Rodríguez L. (1974), al estudiar los factores que influyen en el peso vivo al
nacimiento encuentra diferencia significativa entre 1, 2, 3, 4 y 5 crías, resultando las de
1 y 2 crías con pesos superiores a los de 3, 4 y 5 crías por camada (P <0. 01). Estos
resultados concuerdan con los obtenidos en el presente ensayo sólo a la edad de destete,
probablemente porque la presente muestra estudiada agrupa animales de 1, 2 y 3 crías
solamente.
CONCLUSIONES
1 A. Color de ojos. El color de ojos ejerce una influencia marcada en el peso vivo a la
edad de saca (93 días), llegando a esta edad los animales de ojos negros con más peso
que los animales de ojos rojos, con 99 % de probabilidades.
2A. Número de crías por camada. Para el presente caso, de camadas de 1 a 3 crías, el
número de ellas no es un factor influyente en el peso vivo al nacimiento de los ga-
zapillos, sin embargo, al destete, las crías de camadas de 1 cría llegan con pesos alta-
mente significativos a los de 3 crías por camada. Esta superioridad desaparece a la edad
de saca, en que todos los pesos son semejantes para este factor.
3A. Sexo. Existe una influencia marcada del sexo en la acumulación del peso vivo en
los gazapillos, que se manifiesta desde la época del destete, haciéndose más marcada a
la edad de saca, en que los machos llegan siempre con pesos superiores que las
hembras, con 99 % de probabilidades.
RECOMENDACIONES
Siendo la presencia de ojos rojos en el cuy, un carácter que probablemente dificulta la
visión en los mismos, lo que se traduce en un pobre desarrollo corporal, debe
considerarse esta característica como in factor indeseable.
1. MATERIALES Y MÉTODOS
UBICACIÓN Y DURACIÓN
DE LOS ANIMALES
- De ellos, se encontró 503 cuyes con el color de ojos negros, 141 de ojos rojos.
- Referente al manto:
Manto blanco 95 cuyes
Manto colorado 20 "
Manto plomo 36 "
Manto mezclado claro 355 "
Manto mezclado oscuro l38 "
- Sexo:
Machos 316 cuyes
Hembras 328 "
DE LOS CONTROLES
DE LA ALIMENTACIÓN
Los alimentos proporcionados a los animales fueron: alfalfa, agua y concentrado, todos
éstos suministrados a discreción en forma diaria.
DE LAS JAULAS
DE LA SANIDAD
DE LOS ANÁLISIS
2. RESULTADOS
3. INTERPRETACIÓN DE LOS RESULTADOS DE PESOS AL NACER
COLOR DE OJOS
COLOR DE MANTO
Los colores de manto blanco, colorado, plomo, mezclados claros y mezclados oscuros
en los cuyes es un factor que no influye en el peso vivo al nacimiento de los mismos y
las diferencias de pesos promedios en el color de manto resultan ser muy pequeñas y sin
significación estadística Xb = 114.84; Xc = 110.25; Xp = 112.36, Xmc = 114.49; Xmo
= 110.36.
SEXOS
Para el factor Manto y Ojo; tratándose de los promedios generales, la prueba de Duncan
da prioridad para el manto colorado de ojo rojo (P≤0.01).
4. INTERPRETACIÓN DE LOS RESULTADOS DE PESOS AL DESTETE
COLOR DE OJOS
Al igual que al nacimiento, no existe diferencia significativa entre los pesos al destete
alcanzados por cuyes de ojos rojos y ojos negros.
COLOR DE MANTO
SEXOS
Al destete los cuyes machos pesan más que los cuyes hembras (P≤0.01).
5. INTERPRETACIÓN DE LOS RESULTADOS DE PESOS A LA SACA
COLOR DE OJOS
A la saca (93 días de edad) el promedio de peso para los de ojos negros fue de Xn =
606.42 gr. y el promedio para los de ojos rojos de Xr = 579.92 gr.; la diferencia es de
26.50 gr. a favor de los de ojos negros que resulta ser altamente significativa (P≤0.01).
COLOR DE MANTO
A la saca el color de manto blanco resulta ser altamente significativo en comparación al
plomo ya que el promedio de peso para los de manto blanco es Xb = 604.42 gr. y el
promedio para los de manto plomo es Xp = 536.66 gr., la diferencia es de 67.96 gr. con
el resto de los mantos no hay significación.
SEXO
Los cuyes machos a la saca resultan con pesos superiores a las hembras, con 99 % de
probabilidades.
XM = 633.52 gr.
XH = 568.91 "
d = 64.61 "
Para el factor sexo la prueba de Duncan resulta altamente significativa al sexo macho.
6. DISCUSIÓN
En 1os cuadros No. 79 y 80, los pesos al nacimiento son semejantes para los de ambos
colores de ojos (Xn = 114.16 gr.; Xr = 110.70 gr.), lo cual demuestra que esta
característica no influye en el peso vivo al nacimiento. Al destete (25 días), los pesos
para ambos colores de ojos resultan también ser semejantes (cuadros No. 82 y 83); sin
embargo, a la saca (93 días de edad) existe una diferencia significativa en favor de los
cuyes de ojos negros, lo cual indica que la presencia de ojos rojos es probablemente una
característica indicadora de poca visibilidad y si esto no se manifiesta al destete, se debe
a que a esta edad disponen de la ayuda de la madre y de la leche materna para
alimentarse en forma normal, pero a partir de este momento se ve que los de ojos
negros tienen ventaja y compiten mejor, tanto el medio ambiente como el alimento
puestos a su disposición, llegando a la saca con pesos superiores a los de ojos rojos (Xn
=606.42; Xr =579.92), obsérvese que, al destete, 1os pesos de los de ojos rojos (Xr =
314.43) son menores que los pesos de los de ojos negros (Xn =320.86) llegando así a la
saca con pesos inferiores a los cuyes de color de ojos negros. Este resultado es
semejante al realizado por Aliaga Rodríguez, L. (1974).
DEL MANTO
En el cuy existe una relación muy marcada entre el color de pelo y el color de la piel,
así, pelajes oscuros corresponden a pieles oscuras y cuando los animales presentan
combinaciones de color oscuro y claro en el pelaje, en la matanza y pelado se observa
en estos animales una piel moteada de zonas claras y oscuras dando una apariencia muy
fea al animal faenado.
La piel del cuy, criado con fines cárnicos, debe ser blanca; en este sentido tenemos que
seleccionar animales de pelajes claros, de mantos enteros o combinados, pero siempre
claros (Aliaga R., L. 1974).
En los cuadros No. 79 y 80, los pesos al nacimiento son semejantes. El color de manto
(blanco, colorado, plomo, mezclados claros o mezclados oscuros) no influye en el peso
vivo al nacimiento y la diferencia de pesos promedios son muy pequeñas y sin
significación estadística (Xb = 114.84; Xc = 110.25; Xp = 112.36; Xmc = 114.49;
Xmo = 110.36).
A1 destete los pesos para los colores de manto resultan también ser semejantes (cuadros
No. 82 y 83), sin embargo, a la saca (93 días de edad) existe una diferencia significativa
en favor de los cuyes de manto blanco, colorado y mezclados claros y no así en los otros
colores de manto plomo y mezclados oscuros (cuadros No. 85 y 86), lo cual confirma lo
enunciado por Aliaga Rodríguez, L.
DEL SEXO
A partir del destete ya se nota una influencia del sexo a favor de los machos; la
diferencia se hace más grande a la saca (93 días de edad) en que éstos, las machos, Xm
= 633.52 gr. pesan significativamente más que las hembras Xh = 568.91 gr. (P≤0.0l).
Resultados que concuerdan con los encontrados por Aliaga Rodríguez , L. (1975) y
Zaldívar Abanto, A. (1976).
7. CONCLUSIONES
COLOR DE OJOS
El color de ojos ejerce una influencia marcada en el peso vivo a la edad de la saca (93
días de edad), llegando a esta edad los animales de ojos negros con mayor peso que los
animales de ojos rojos (P≤0.01).
COLOR DE MANTO
La coloración de manto no es un factor influyente en el peso vivo al nacimiento de los
gazapos, de igual forma al destete no hay diferencia. A la saca, los animales de manto
colorado, blanco y la mezcla de colores claros, alcanzan pesos significativamente
superiores a los de manto plomo y mezcla de colores oscuros (P≤0.01).
SEXO
Existe una influencia marcada del sexo en la acumulación de peso vivo en tos gazapos,
que se manifiesta desde la época del destete, haciéndose más marcada a la edad de la
saca en que los machos llegan siempre con mayores pesos que las hembras. (P≤0.01).
8. CONCLUSIONES GENERALES
8.1. Los resultados de este trabajo y los anteriores, desarrollados en este capítulo,
permiten objetivar en el gráfico No. 16 la influencia de los factores de producción en el
peso vivo de los cuyes.
La selección de cuyes con fines de mejora es una de las actividades que debe cumplir
todo criador, la que, por su importancia, debe ser considerada como una de las faenes
prioritarias en el criadero.
Son muchos los factores de producción que deben tomarse en cuenta en una mejora de
cuyes para carne, los mismos que podemos clasificar en:
Comentaremos cada uno de estos factores enunciados de manera de tener una idea de
cuáles son los caracteres deseables e indeseables, e intentar al final un método de
selección para esta especie animal.
1. FACTORES QUE SE MANIFIESTAN EN EL EXTERIOR DEL ANIMAL:
Existen tres tipos de cuyes bien definidos, los que se diferencian, precisamente, por el
tipo de pelaje: "El Lacio", "El Crespo” y "El Landoso". El primero, de pelo corto, que
sigue una misma dirección sobre el plano del cuerpo; el segundo, también de pelo corto
pero siguiendo diferentes direcciones a manera de remolinos
o crespos en el cuerpo y, el tercero, de pelo muy largo cubriendo toda la superficie del
cuerpo. Zaldívar A. (1973) llama a estos tipos: Tipo 1, 2 y 3, haciendo una sub-
división en el tipo 3, o sea en el "Landoso”, en dos sub tipos: el sub-tipo 3.1, de pelo
largo Lacio y pegado al cuerpo y el sub tipo 3.2, de pelo largo y lacio distribuido en
rosetas. El mismo autor enuncia un nuevo tipo, el No. 4, de pelo ensortijado, semejante
a las pieles de los corderos recién nacidos. Este tipo no se encuentra muy difundido en
el país.
Desde el punto de vista de producción de carne, que es lo que interesa, creemos que el
Lacio, de pelo corto, debe ser el tipo escogido.
Los cuyes deben también seleccionarse por su conformación. A1 respecto existen dos
tipos: el primer tipo llamado "A" (Zaldívar A., 1973), de forma redondeada, de cabeza
corta, provisto de nariz y hocico redondo, cuerpo rectangular, de temperamento
relativamente tranquilo y con condiciones para lograr mejores incrementos de peso y
superior conversión alimenticia. El segundo tipo, llamado "B", es de cabeza alargada,
cuerpo anguloso y sumamente nervioso, con bajos incrementos de pelo y baja
conversión alimenticia.
En el cuy existe una relación muy marcada entre el color del pelo y el color de la piel;
así, a pelajes oscuros corresponden pieles también oscuras y cuando los animales
presentan combinaciones de colores oscuros y claros en el pelaje, a la matanza y pelado
se observa en estos animales una piel moteada de zonas blancas y otras oscuras dando
una apariencia muy fea al animal faenado.
La piel del cuy criado con fines cárnicos debe ser blanca como la del cerdo cuanto más
blanca mejor y, en este sentido, debemos seleccionar animales de pelajes claros, de
mantos enteros o combinados pero siempre claros.
El cuy de color negro entero es el menos apropiado como productor de carne de buena
calidad, sin embargo es muy solicitado por el campesinado, reservándose estos
animales para la práctica del "jubeado", creencia popular muy arraigada en nuestro
medio.
El color de los ojos en cuyes es una característica muy discutida, su presencia obedece a
factores heredados que se traducen en el animal, generalmente produciendo individuos
con ojos de color rojo o negro.
Algunos criadores prefieren el ojo rojo al negro, asegurando que estos animales son
más tranquilos, lo que les permite engordar más que los de ojos negros; otros sostienen
que la coloración roja de ojos constituye un atavismo, característica indeseable que debe
eliminarse en la selección.
CUADRO No. 91
PESOS PROMEDIO AL NACIMIENTO
Ojos negros = 127.42 grs.
Ojos rojos = 118.76 grs.
Diferencia = 8.66 grs. no significativa
CUADRO No. 92
PESOS PROMEDIO AL DESTETE
Ojos negros = 221.90 grs.
Ojos rojos = 240.76 grs.
Diferencia = 18.86 grs. no significativa
CUADRO No. 93
PESOS PROMEDIO A LA SACA (90 DÍAS)
Ojos negros = 725.85 grs.
Ojos rojos = 667.17 grs.
Diferencia = 58.68 grs. altamente significativa
Parece, pues, que la presencia de ojos rojos es una característica indeseable en cuyes, la
misma que ocasiona una dificultad en la visión y, si bien ésta no se manifiesta al
nacimiento ni al destete, se debe posiblemente al hecho de que las crías tiernas
disponen de la ayuda materna y, por supuesto, de la leche materna, la misma que,
siendo de extraordinaria calidad, da condiciones que permiten una alimentación normal
en los gazapos; pero, a partir de este momento (destete), las crías de ojos negros
compiten con ventaja, tanto el medio ambiente, como el alimento puestos a su
disposición, alcanzando a la saca pesos altamente superiores a los de ojos rojos.
Obsérvese que, al destete, los pesos de ojos rojos (XR = 240.76 grs.) son más altos que
los de ojos negros (XN=221.90 grs.), esta ventaja debería permanecer a la saca, en
razón de la alta correlación encontrada (r=0.52) de peso al destete y peso a la saca
(Aliaga R., L. 1974); sin embargo, esta ventaja de peso a favor de los de ojos rojos
desaparece y es anulada por los animales de ojos negros que llegan a la saca con pesos
muy superiores.
En conclusión, el color de ojos ejerce una influencia marcada en el peso vivo de los
cuyes a la edad de saca (90 días), llegando a esta edad los de ojos negros con más peso
que los de ojos rojos con 99 % de probabilidades. La razón es probablemente, una
deficiencia en la visión, considerándose esta característica (ojos rojos) un factor
indeseable en cuyes.
1.4.NÚMERO DE DEDOS
Normalmente el cuy tiene cuatro dedos en los miembros anteriores y tres en los
posteriores, existiendo frecuentemente ejemplares con mayor número de dedos que lo
normal, 5, 8 y a veces hasta 9 dedos en cada miembro, característica ésta que recibe el
nombre de "Polidactilia"
CUADRO No. 94
PESO VIVO AL NACIMIENTO
CUADRO No. 95
PESO VIVO A LA SACA (90 DÍAS)
Obsérvese la influencia marcada del sexo en el peso vivo de los animales, pues, a pesar
de que al nacimiento las hembras nacen con pesos ligeramente superiores a los machos,
a la edad de saca, éstos (los machos) llegan pesando mucho más que las hembras (P≤
0.01).
Esta capacidad de crecer y pesar más que las hembras, se manifiesta en los machos
desde edad temprana, por lo que, para seleccionar con fines cárnicos, habrá necesidad
de sexar primero los lotes de animales, para formar dos grupos y en ellos hacer la
selección por peso vivo para machos y hembras por separado.
Estas correlaciones encontradas permiten asegurar que las crías con más peso al
nacimiento llegan también con más peso al destete y a la saca (con 99 % de pro-
babilidades), por lo que, los ejemplares clasificados como superiores a una edad tem-
prana, llegarán a la saca también con pesos superiores.
La influencia del número de crías por camada en el peso vivo al nacimiento en esta
especie, es bien clara. Así, las crías provenientes de camadas unigénitas pesan
significativamente más que las crías de camadas de varios hermanos.
CUADRO No. 97
PESOS AL NACER, DE ACUERDO AL NÚMERO DE CRÍAS POR CAMADA
1 2 3 4 5
Obsérvese que los pesos al nacer disminuyen en promedio a medida que aumenta el
número de crías por camada. Al análisis estadístico, estos resultados concluyen en que
la influencia del número de crías por camada sobre el peso al nacer de los mismos,
podría explicarse así: "Las crías de camadas con menos de tres hermanos pesan en
promedio más que las crías de camadas de tres y más hermanos con (P≤0.01).”
Esto hace suponer que la selección de cuyes con fines cárnicos se debe hacer
considerando, además del peso vivo, el No. de crías por camada, utilizando un método
que veremos más adelante.
Estas hembras, sometidas a este tipo de reproducción intensiva, mientras están lactando
a sus crías, ya se encuentran gestando a una nueva camada, la misma que llega al parto
en buenas condiciones siempre que la alimentación y manejo de las gestantes hayan
sido eficientes.
CUADRO No. 98
PESOS PROMEDIO AL NACER DE CRÍAS CONCEBIDAS EN OTROS CELOS (GRAMOS)
No. de crías por camada
3 4
** Altamente significativa
En la selección, esto obliga a tener que formar grupos de animales provenientes de igual
número de camada, y, recién en cada grupo, seleccionar y clasificar por peso vivo.
El número de crías que durante un año desteta una cuye sometida a producción, se
conoce con el nombre de "Productividad" y en ella intervienen una serie de factores
como: viabilidad, fertilidad, mortalidad, natalidad, número de partos al año, etc.
Cuanto mejores sean los índices de éstos factores mencionados, mayor será la
productividad de la hembra; entonces, una forma de evaluar la calidad productiva de las
hembras será evaluando este factor.
Casi siempre la hembra que desteta mayor número de crías es la que produce mayor
peso de animales destetados al año, sin embargo, una forma correcta de evaluar la
productividad será midiendo el peso total de crías destetadas al año por vientre.
Este índice resultará de mucha utilidad para evaluar las hembras en reproducción, y su
aplicación correcta en la selección permitirá al criador mejorar, en términos rentables,
la capacidad productiva del rebaño.
G. MODELO DE SELECCIÓN LINEAL PARA TAMAÑO DE CAMADA Y
PESO VIVO
Yi = β1 -β2 Xi + µi (1.1)
Yi = Variable aleatoria, Explicada o Dependiente, en el caso del ejemplo: Peso al
destete a los 10 días de edad.
Xi = Variable no aleatoria, Explicativa o Independiente, en el ejemplo: Número de crías
por camada (Tamaño de camada)
β1 β2 = Estimadores susceptibles de calcular
µ1 = Perturbaciones o error estocástico del modelo donde se Incluyen las otras variables
que pueden in0uir en el peso al destete, que se suponen constantes.
Este modelo es usado cuando las variables (Yi) y (Xi) tienen tendencia rectilínea, por lo
tanto la gráfica del modelo será una línea recta semejante al Gráfico No. 17.
En el Gráfico No. 17 , por cada tamaño de camada habrá una curva de distribución de
pesos, en la que, la mayor proporción de ellos se agruparán al rededor del promedio Y¡,
y la menor proporción, en los extremos de cada curva; unos pocos con pesos muy
superiores en el extremo superior y otros también pocos con pesos muy inferiores en el
extremo inferior de cada curva.
Tomemos una curra cualquiera del Gráfico No. 17, y dividamos el área de ella en cuatro
partes: Un l0% en el extremo superior, un 20 % a continuación, un 20 % subsiguiente
y un 50 % último y tendremos formados cuatro grupos de selección que llamaremos:
Super, Primera, Segunda y Tercera para cada tamaño de camada (Gráfico No. 18).
En la etapa correspondiente a la estimación, calcularemos la ecuación de Yi, y en la
correspondiente a la predicción los valores para Y1, Y2 o sea el peso límite inferior de la
clase super y el peso límite inferior de la clase primera, respectivamente.
Para ajustar la línea existen varios métodos, utilizaremos el más usado, donde los
estimadores (b1) y (b2) están dados por las fórmulas siguientes:
Para el cálculo de los estimadores, se toma una muestra representativa de la población
que se desea seleccionar, esta muestra debe tener como mínimo 40 pares de datos, en el
ejemplo se tomaron 369 datos. El Cuadro No. 99 muestra parte de los 369 datos de:
Tamaño de Camada (Xi) y peso al destete (Yi); valores que permiten calcular las
sumatorias requeridas en (2.2) y (2.3).
Entonces:
b2 = -9,279.56 / 546.02 = - 16.994908
b1 = 214.91 - ( -16.9949 x 3.67) = 277.28131
Por lo tanto: Yi = 277.2813 – 16.9949 X (2.4)
La fórmula ajustada de la línea de regresión (2.4) puede ser graficada, como puede
observarse en el Gráfico No. 19
TOTAL Σ: X:
Xi = 1,353 X = 3.67
Yi = 79,303 Y = 214.91
Xi – X = 0.0
(Xi – X) (Yi – Y) = .9,279.56
O sea que el tamaño de camada ejerce una influencia negativa en el peso al destete de
las camadas en el orden del 36.78 %; a medida que aumenta en una unidad el tamaño de
camada, el peso promedio al destete disminuye en 36.78%.
O sea que el modelo calculado Yi explica un 13.52% del total muestral tabulado
PRUEBA DE "F"
Como Fc es mayor que Ft rechazamos la hipótesis de que no existe correlación entre las
dos variables, por lo tanto aceptamos la validez del modelo.
4. PREDICCIÓN
Para el efecto daremos dos métodos; el primero gráfico y el segundo de cálculo por
intervalos.
En ambos métodos se trata de predecir para cada tamaño de camada, los pesos límites
de selección a fin de formar los cuatro grupos de selección:
Graficadas YL1 y YL2 cada curva agrupa el 95% de los pesos al destete provenientes del
respectivo tamaño de camada; estas distribuciones de pesos son normales o sea que
habrán pocos animales con pesos ubicados en los extremos y muchos con pesos
agrupados al rededor del promedio Yi.
Ya sabemos que:
Yi = b1 – b2 X (2.4)
b1 = 277.28131
b2 = - 16.994908
Luego las bandas de regresión se podrán estimar a través de las siguientes fórmulas.
YL2 =(b1 + t Syx) + b2 X (4.1)
YL1 = (b1 - t Syx) + b2 X (4.2)
Donde:
Syx = Se (4.3)
Si graficamos las líneas Yi, YL1, YL2 tendremos representada la situación en el Gráfico
No. 19
Si en cada curva correspondiente a cada tamaño de camada del Gráfico No. 19,
dividimos la amplitud de cada una de ellas, en un 10% hacia el extremo superior, un
20% debajo del anterior, un 20% subsiguiente y un 50% último, tendremos los puntos:
Y1, Y2, Yp que llevados en línea paralela hasta cortar el eje Yi definirán los pesos límites
de selección para cada clase.
Así por ejemplo, los pesos límites de selección para el tamaño de camada de 3 crías,
serán:
Yp = 266 Grs. Y2 = 253 Grs. Y1 = 293 Grs.
El método consiste en predecir los pesos límites de selección: Y1, Y2, Yp para cada
tamaño de camada tal como se objetivan en el Gráfico No. 20.
Donde:
Xp = Tamaño de camada que se desea seleccionar
Se = Dado por (4.4)
X = Promedio del tamaño de camada correspondiente a la muestra
Σ ( X-X )2 se dan en el Cuadro No. 1
K1 = 1.28 Factor constante que depende del porcentaje que se desea seleccionar, en este
caso 10% superior.
K2 = 0.52 Factor constante que también depende del porcentaje que se desea
seleccionar, en este caso 30% superior
Para los casos en que se desee formar grupos con otros porcentajes de selección, los
valores de K1 y K2 variarán de acuerdo al Cuadro No. 101 donde se dan diferentes
valores de K1 para grupos de selección que van desde 5% hasta 50% por debajo y sobre
el promedio de peso (Yp), para cada tamaño de camada (Xi); este cuadro permite
predecir los valores límites de selección para cualquier grupo cuyo porcentaje puede ser
fijado a priori.
Para el caso del ejemplo que nos ocupa, determinaremos los pesos límites de selección
para tamaño de camada igual a tres crías: reemplazando valores en (2.4), (4.5) y (4.6)
tendremos:
Y2 = 253.5721 Grs.
Por lo tanto los grupos de selección para tamaño de camada de tres crías serán:
Grupo Super: Formado por todos los animales cuyos pesos sean superiores a 293.43
grs; aproximadamente 10% de la población.
Grupo de Primera: Aproximadamente 20% de la población, formado por todos los
animales cuyos pesos se encuentran entre 253.57 y 293.43 grs.
Grupo de Segunda: Aproximadamente 20% de la población, formado por todos los
animales cuyos pesos se encuentran entre 226.29 y 253.576 grs.
Grupo de Tercera: Aproximadamente 50% de la población, formado por todos los
animales cuyos pesos están por debajo de los 226.29 grs.
Yp = 277.28131 - 16.994908 x 1
Yp = 260.28641
En el caso del ejemplo que nos ocupa, K1 = 1.28 y K2 = 0.52; reemplazando estos
valores en la fórmula (4.7) con signo (+ ) puesto que ambos grupos se hallan ubicados
sobre el promedio ( Yp ), tendremos desarrolladas las fórmulas (4.5) y (4.6).
Esta etapa considera las posibles modificaciones que sufrirá el modelo a medida que la
selección avanza, así en el caso del ejemplo, se supone que después de cada año de
selección habrá que ajustar un nuevo modelo porque los promedios de las características
seleccionadas sufrirán desplazamiento hacia valores más altos en la medida que se
aplique el método. Por esto motivo el modelo no será estático; sino que habrá
necesidad de modificar a medida que la selección avanza.
H. REGISTROS Y CONTROLES
En el Perú no existen Registros Genealógicos oficiales para esta especie animal; sin
embargo, es importante resaltar la importancia de estos libros ya que ellos reflejan el
verdadero concepto de la Zootecnia moderna orientada al logro de una mayor
productividad y rentabilidad animal.
Los controles más importantes que deben tenerse en cuenta en una explotación de cuyes
son:
El peso al nacimiento, al destete (10 días) y a la saca (70 a 90 días) se puede tomar con
una balanza de 5 Kg. de capacidad y de 0.5 gr. de sensibilidad, a fin de asegurar una
mayor precisión.
Como la primera selección se hace al destete (10 días) es necesario, y en los casos en
que esta pesada se haga a mayor o menor edad, ajustar el peso a los 10 días exactos,
para el efecto se puede usar la fórmula siguiente:
Los pesos al nacimiento son identificaciones útiles del potencial genético de la cría. El
peso al destete y sobre todo el incremento diario de peso en la época la lactación, da
una idea da la habilidad maternal de la madre dada principalmente por su capacidad de
producir leche y la habilidad al crecimiento por parte de la cría.
Los pesos a la saca y sobre todo el incremento diario de peso en este periodo de cría
permiten medir la capacidad de conversión de los alimentos, siempre que éstos sean los
mismos, tanto en cantidad como en calidad, en el lote avaluado.
3. CONTROL DE MADRES EN REPRODUCCIÓN
3.1. Datos de identificación: No. de arete, tatuaje, No. de dedos, otros datos, fecha
de nacimiento, línea o tipo, No. de hermanos, peso al nacimiento, peso al destete y
peso a los 90 días, clase de selección a la que pertenecen.
3.2. Datos de empadre: fecha de inicio y fecha probable del parto, macho utilizado.
3.3 Datos del parto: No. de parto, fecha del parto, celos post parto, otros celos. No.
de crías nacidas vivas y muertas, sexo, identificación de crías, peso de camada.
3.4 Datos del destete: fecha de destete, No. y sexado de destetado, peso individual de
destetados y productividad.
Los datos de empadre permiten conocer la fecha probable del empadre para dotar a las
hembras de los cuidados necesarios de manejo y alimentación que permitan partos
fáciles y con el mayor número de crías nacidas vivas, permiten, además, evaluar como
va el porcentaje de pariciones en cada poza, a fin de evaluar la fertilidad del macho
como reproductor.
Los datos del parto son importantes porque brindan información sobre el número da
ellos por hembra en un año de trabajo reproductivo, además puede determinarse
periodicidad entre partos, el tamaño de camada, el número de crías nacidas vivas y el
peso de las mismas.
Los datos al destete dan la mejor información para evaluar la eficiencia productiva de la
hembra, la que se refleja en el peso total de destetados en un año de trabajo productivo
(productividad), puesto que este dato es el resultado del mayor número de partos al año,
del mayor tamaño de camada posible, de la menos normalidad al nacer y al destete y de
la mayor eficiencia de conversión de las crías logradas al destete. Este último control es
importante para seleccionar, después de tamaño de trabajo productivo, a todas las
hembras con altos indicios de productividad, de manera de empadrarlas por 6 meses
más, a fin de obtener reproducción de reemplazo de alto valor genético.
4.1. Datos de identificación: No. de arete, tatuaje, No. de dedos, otros datos, fecha de
nacimiento, línea o tipo, No. de hermanos, peso al nacimiento, peso al destete, peso a
los 90 días, clase de selección a la que pertenecen.
5. CONTROL DE CRÍAS
La prevención es el método ideal para combatir las enfermedades; para lo cual debemos
dirigir nuestro esfuerzo en reducir las oportunidades a que la infección se extienda de un
animal a otro, lo cual depende en gran parte de una cuarentena estricta, la mejora de las
condiciones sanitarias y el aumento de la resistencia de las animales.
Entre las principales enfermedades que presenta el cuy tenemos:
ENFERMEDADES DE LA NUTRICIÓN
AVITAMINOSIS C
El forraje es la fuente fundamental de agua y vitamina C que los cuyes utilizan para
cubrir sus requerimientos, que es de 10 mg/kg. por peso vivo.
El cuy consume con facilidad alfalfa, trébol, rye grass, vicia, grama china, kikuyo,
gramalote, hortalizas, lechuga, col, hoja de plátano, zanahorias, además cáscara de
papa, que es una fuente rica en vitamina C. En la selva utiliza como alimento verde
Pasto Elefante, amasisa, soya forrajera, kudzú. En caso de que no fuera posible
alimentarlos con plantas verdes, se deben preparar dietas granuladas que contengan
todos los principios nutritivos necesarios incluyendo la vitamina C; pero dada la
inestabilidad de la vitamina C las raciones no deben almacenarse por mucho tiempo.
ENFERMEDADES INFECTOCONTAGIOSAS
A. ENFERMEDADES BACTERIANAS
1. NEUMONÍA BACTERIANA
Etiología
El agente productor de la neumonía más frecuente en cobayos es la Bordetella
Bronchisepticus, pero también puede ser producida por la Klebsiella pneumoniae, y
por Streptococus. También existen neumonías víricas.
Síntomas
Suelen acompañar a las lesiones de las vías respiratorias causadas por agentes
bacterianos, víricos o químicos, los siguientes síntomas: aletargamiento, respiración
rápida y dificultosa, pérdida de apetito, depresión y pérdida de peso. La disnea, es-
tertores, secreción nasal y otros síntomas referidos al sistema respiratorio pueden ser
aparentes o mínimos. Los cobayos pueden morir sin mostrar signos clínicos.
Anatomía Patológica
Edema de las paredes alveolares con presencia de exudado fibrinoso en los alvéolos y
gran cantidad de hematíes y neutrófilos. Puede haber hepatización del pulmón y
derrame pleural.
Tratamiento y Control
2. BRONCONEUMONÍA
Etiología
Síntomas
Anatomía Patológica
Tratamiento y Control
3. PSEUDOTUBERCULOSIS
Etiología
Síntomas
Tres formas de la enfermedad son reconocidas: Septicemia aguda, con muerte violenta
a causa de la ruptura de un linfonódulo mesentérico; crónica, emaciación progresiva y
muerte en 3 ó 4 semanas; afección congénita o inmediatamente después del nacimiento.
Anatomía Patológica
Tratamiento y Control
4. LINFOADENTITIS CERVICAL
Etiología
Síntomas
Tratamiento
Penicilina (30,000 UI) y Dihidroestreptomicina a (1.25 mg) por kg. de peso vivo, dos
veces al día por vía oral o intramuscular.
5. SALMONELOSIS
Etiología
Epidemiología
Ecología y medio Ambiente. La crianza del cuy en el Perú, por tradición, mo-
dalidad y fines, difiere de aquella practicada en otros países. Los medios físicos y
biológicos a los cuales se les exponen, podrían ser poco adecuados originando dificultad
en la adaptación a su crianza intensiva. El efecto del medio ambiente sobre la
presentación de la enfermedad ha sido demostrada, observándose dentro de ella la
marcada influencia de la temperatura y humedad, factores también asociados a las
características de las instalaciones. Se estima que una temperatura de 20 °C sería óp-
tima para la crianza de cobayos confinados, pero quizás lo más importante de este
factor lo constituye una mínima variabilidad, afirmación igualmente valedera para la
humedad, ventilación y corriente de aire.
Elementos vinculados a su epidemiología. El movimiento de los animales, den-
tro de un criadero o hacia el exterior es causa de Stress, el mismo que se acentúa
cuando esta práctica es inadecuada. De la misma manera, podría ocurrir con los as-
pectos nutritivos y métodos de manejo. Los elementos mencionados individual o
asociativamente desempeñarían un rol importante en la predisposición y/o magnitud de
la salmonelosis.
Distribución Geográfica
Sintomatología
En la forma aguda, muchos de los animales afectados mueren sin mostrar síntomas.
Entre los síntomas observados se tienen, decaimiento, postración y erizamiento de los
pelos, anorexia, opistótomos y parálisis de los miembros posteriores. Algunas veces
diarrea acompañada de mucus, y en cuyes gestantes se sucede el aborto.
Patología
La congestión del tracto intestinal sólo es manifestado en cobayos adultos, ella se asocia
a la hipertrofia de las placas de peyer.
Tanto los riñones como el tracto uterino pueden estar congestionados y con infiltración
de células inflamatorias.
Diagnóstico
- La eliminación de todo cobayo que haya estado en contacto con animales que
enfermaron de salmonelosis
- Reducir la permanencia en el criadero de los animales que sobrevivieron al
brote.
- Efectuar la desinfección cuidadosa del equipo e instalaciones.
- Realizar la incineración de los cadáveres.
B. ENFERMEDADES VÍRICAS
Etiología
Virus del Grupo herpético.
Síntomas
Enfermedad latente o subclínica.
Anatomía Patológica
Alteraciones histopatológicas en glándulas salivales y riñones.
Tratamiento y Control
No existen medidas específicas
2. NEUMONÍA VÍRICA
Etiología
Virus (Lapine etal 1943)
Síntomas
Enfermedad benigna.
Anatomía Patológica
No conocida
Tratamiento y Control
No existen medidas específicas
3. PARÁLISIS VÍRICA
Etiología
Virus (Romer 1911)
Síntomas
Esporádica. Debilitamiento miembros posteriores
Anatomía Patológica
Parálisis de la vejiga, meningeoencefalitis.
Tratamiento y Control
No existen medidas específicas.
C. ENFERMEDADES MICÓTICAS
DERMATITIS MICÓTICA
TRATAMIENTO
ENFERMEDADES PARASITARIAS
A. ENDOPARÁSITOS
1. COCCIDIOSIS
Tratamiento
La sulfaquinoxalina se muestra más eficaz y menos tóxica que las sulfamidas antes
mencionadas; es bien tolerada en dosis de 1 gr. por kilo de concentrado y 0.025 gr. por
100 de agua de bebida. Administrada en 2 ó 3 períodos de 2 ó 3 días, separadas por
fases de descanso de 5 días. Al igual que la sulfametacina, se muestra tóxica, no
debiendo rebasarse las dosis anteriormente indicadas ni prolongarse los tratamientos,
pues la droga interfiere el metabolismo de la vitamina K, a más de retrasar el desarrollo
de los cuyes. El tratamiento con la sulfaquinoxalina debe ser suplementado con
administración de la vitamina K, a fin de evitar las pérdidas de ésta y el síndrome
hemorrágico que por ausencia puede manifestarse.
2. NEMATELMINTOS
Entre los nemátodes que parasitan a los cuyes tenemos el Paraspidodara uncinata,
nemátode similar al ascaris. Son gusanos generalmente de color gris-rojizo o
amarillento, cilíndricos, afinados en ambos extremos. Se localizan en el intestino del-
gado, pudiendo causar enteritis en los animales jóvenes.
Tratamiento
3. HIDATIDOSIS
El quiste hidatídico se presenta en cobayos que tienen contacto con perros infectados,
siendo más frecuente en la sierra peruana.
4. BALATIDIUM COLI
1. PIOJOS
Los piojos que parasitan a los cuyes pertenecen al orden Mallophaga, o sea, son piojos
masticadores de los pelos. Tienen la cabeza aplastada en forma de pala, más ancha que
el tórax, que sigue a continuación. Las piezas bucales son mordedoras-masticadoras (de
ahí el nombre de piojos masticadores) y están integradas por dos poderosas mandíbulas
en forma de pinzas, generalmente dentadas en su extremo. Las antenas constan de 3.5
segmentos. Los ojos no siempre son visibles. El tórax consta de un protórax estrecho y
netamente individualizado y otros dos segmentos más anchos, en la mayoría de los
casos soldados. Lleva seis patas poderosas y articuladas, que en su extremo portan 1 ó
2 garras y, a veces, un lobulito adhesivo.
El abdomen está formado por 9 segmentos, los dos últimos frecuentemente se unen y
contienen, en la hembra, la abertura genital y en el macho, un aparato copulador en
forma de dedo o de lanceta.
Trichodectes cavie
Gliricola porcelli
2. Pulgas
Las pulgas que parasitan a los cuyes pertenecen al orden Aphaníptera. Las pulgas son
ectoparásitos temporales, siendo exclusivamente los adultos los que transitan por el
revestimiento piloso para succionar sangre, que constituye su alimento. Una vez
realizada esta operación abandonan nuevamente el cuerpo.
Las pulgas son de color pardo y miden de 1.5 a 5 mm. de longitud. Su cuerpo no exhibe
la segmentación de modo manifiesto y está comprimido lateralmente y revestido de
placas quitinosas resistentes y lisas, cuyos numerosos apéndices, espinas y cerdas, están
dirigidas hacia atrás, la cabeza, bien diferenciada del resto del cuerpo, está también
lateralmente deprimida y su frente, muy convexa, es aquillada. Las piezas bucales
están dispuestas como instrumentos de punción y succión dirigidas hacia abajo y hacía
atrás. El tórax está formado por 3 segmentos que se unen al resto del cuerpo sin una
clara escotadura, portando cada uno de ellos un par de patas, de las cuales las del último
están muy desarrolladas y son muy musculosas, lo que explica la extraordinaria
facilidad que tienen 1as pulgas para el salto; el nombre y el orden aluden a la falta de
alas. Las dos especies de pulgas que parasitan a los cuyes son:
Ctenocephalides caviae
Spilopsyllus caviae
Control
Los animales bajan de peso por efecto del baño, pero se recuperan fácilmente, sin
problemas de orden secundario.
TUMORES
Los tumores son relativamente raros en los cobayos; sin embargo hay dos ob-
servaciones interesantes sobre éstos:
El diagnóstico de los procesos tumorales es de difícil realización, por lo que éstos pasan
inadvertidos, siendo en la mayoría de los casos, un hallazgo de autopsia.
TRATAMIENTO
El tratamiento es netamente quirúrgico, no siendo aconsejable su realización, a
excepción de las formas tumorales benignas y de carácter externo.
TOXEMIA DE LA PREÑEZ
TRATAMIENTO
DISTOSIA
La causa más frecuente es el gran tamaño de los fetos en hembras que se han cubierto
demasiado jóvenes. Si es que la abertura de la sinfis pubiana es de 3 a 6 mm. entre los
dos huesos púbicos, se le puede aplicar 1 a 2 cc. de oxitocina.
ENFERMEDADES DE LA VISTA
Entre las enfermedades de la vista que se presentan en los cuyes tenemos: Blefaritis,
Conjuntivitis, Queratitis y catarata.
BLEFARITIS
La blefaritis o inflamación parpebral puede ser ocasionada por contusiones, heridas,
picaduras, vapores irritantes de los excrementos y la orina, o bien acaece por la
progresión de una conjuntivitis.
TRATAMIENTO
CONJUNTIVITIS
TRATAMIENTO
Lavado con agua boricada tibia al 2 por l00, pomada de Aureomicina, instilación de
sulfato de cinc al 1 por 100. Administración en la ración, de vitamina A.
QUERATITIS
En los animales afectados se presenta intenso dolor ocular, con fotofobia y lagrimeo.
Los cuyes mantienen los ojos cerrados, con inflamación de la conjuntiva, mostrándose
la córnea de tonos opacos grisáceos. Cuando se trata de una queratitis superficial, la
enfermedad no progresa más y poco a poco van retrocediendo los síntomas, volviendo a
la normalidad en poco tiempo.
Por el contrario, cuando se trata de una queratitis profunda, los síntomas oculares son
más acentuados y expresivos, tanto en lo referente al dolor ocular, lagrimeo, fotofobia,
como a las modificaciones surgidas en el seno de córnea, la que se torna totalmente
opaca presentando úlceras más o menos extensas y profundas, que ocasionan un proceso
inflamatorio con focos de supuración. En este estado, la enfermedad puede evolucionar
hacia la curación, la que se consigue lentamente o, por el contrario, manteniéndose y
acentuándose las lesiones indicadas, produciéndose una perforación de la córnea y la
difusión del proceso séptico al interior del ojo, transformándose éste en una masa de pus
(panoftalmia purulenta) con pérdida de la visión.
Con queratitis superficial, los animales curan bien y rápidamente; siendo el pronóstico
reservado en la profunda, dado que, aunque los cuyes se repongan, quedan siempre
secuelas, sinequías, etc. que dificultan o imposibilitan la visión.
TRATAMIENTO
En la superficial, lavados de agua tibia boricada al 2 por 100, agua salada tibia o la
instilación de unas gotas de solución antibiótica (estreptomicina), pomada de
cloranfenicol o de aureomicina.
CATARATA
Las causas originarias de esta afección ocular son las indicadas al hablar de la
conjuntivitis, señalándose por algunos autores la posible existencia de un fondo
reaccional que facilitaría la presencia de esta dolencia.
En las formas iniciales, y cuando la catarata obedece a una propagación del proceso
iridociclítico, los animales acusan fotofobia, lagrimeo y dolor ocular manifestándose la
conjuntivitis congestiva. La afección progresa, atenuándose los signos inflamatorios, a
la par que se manifiesta una deformación de la pupila, adherencias de la misma,
sinequias, así como la aparición de una nebulosidad y opacidad del cristalino bajo la
forma de una pequeña mancha circular que progresivamente va extendiéndose, hasta
alcanzar toda la superficie del cristalino con pérdida de la visión.
El pronóstico es desfavorable dado que la lesión del cristalino regresa difícilmente y los
animales pierden la visión.
TRATAMIENTO
B. POLÍTICA SANITARIA
Aunque las bases descritas son todas fundamentales, cuando se piensa en la explotación
de un negocio de cuyes, es el manejo uno de los puntos que más se debe controlar y en
el cual podríamos involucrar el tema de sanidad, ya que, si no existe manejo adecuado,
es muy fácil que haga su aparición el problema de las enfermedades, que en la
producción de cuyes son más o menos fáciles de prevenir, pero difíciles de tratar en
ciertos casos.
El aspecto sanitario, comprende todas aquellas normas que se imponen para la profilaxis
y control racional de las enfermedades de los cuyes.
Al hablar de profilaxis, debemos considerar todas aquellas situaciones que nos llevan a
la perfección de la meta ambicionada, que es impedir a toda costa la aparición de
enfermedades o problemas que comprometan la vida, la producción y la marcha normal
de la explotación.
1. La instalación debe dar una buena protección a los animales, para obtener una mayor
producción.
2. Las paredes de los bordes deben tener un suficiente número de ventanas grandes que
permita una buena ventilación, se recomienda protegerlos con mallas metálicas para
evitar la entrada de animales dañinos.
3. Siega de malas hierbas, una distancia de 15 a 30 metros alrededor de los criaderos
debe mantenerse segado a ras de tierra y libre de residuos y basuras. Las malas hierbas
albergan insectos y roedores portadores de enfermedades.
4. El saneamiento de los locales se empieza con la preparación del alojamiento limpio e
higiénico mucho antes de la llegada de los cuyes. Cada aposento debe permanecer
vacío por lo menos dos semanas después de la desinfección y fumigación. La
efectividad del saneamiento depende de la minuciosidad de la limpieza antes de la
aplicación del germicida; esta limpieza ayuda al control de las enfermedades:
a. Reduciendo el número total de microorganismos patógenos
b. Eliminando el material que da albergue a los patógenos
c. Exponiendo las superficies a los desinfectantes y fumigantes
5. Las pozas o jaulas deben ser construidas en locales cerrados, evitando así la entrada
de personas ajenas o cualquier clase de animales.
6. Seleccionar a los animales exentos de enfermedad y vigorosos.
7. Los animales traídos de otros lugares deben ser sometidos a observación durante 7 a
10 días, antes de reunirlos con los animales del criadero.
8. Evítese el hacinamiento de los cuyes, pues retardan el crecimiento, disminuye la
eficiencia del alimento y reduce la producción.
9. Deben evitarse el enfriamiento, las corrientes de aire, exceso de humedad y
temperatura. A temperaturas menores de 20 °C, los animales pueden contraer catarros y
enfermedades del aparato respiratorio como la pulmonía, y las crías pueden nacer
muertas o morir poco después de nacidas. Además, los cambios bruscos de
temperatura, humedad o ventilación predisponen a la presencia de salmonellosis.
10. Proporcionar alimentos limpios.
11. Cuando se alimenta con concentrados y forrajes verdes, es conveniente darles agua
fresca y limpia.
12. Lavar y desinfectar periódicamente las pozas, jaulas e instalaciones con una
solución de kreso al veinte o cincuenta (20 ó 50) por mil; también se puede utilizar
formol al cien (100) por mil, para las partes metálicas.
13. Sacar todo el equipo movible y exponerlo al sol. Las enfermedades se perpetúan en
el equipo sucio de los cuyeros el cual debe sacarse al aire antes de comenzar la limpieza
de los locales. Se limpia y desinfecta el equipo y se le deja expuesto al sol mientras se
sanea el cuyero. Si el equipo vuelve a los aposentos sin haber sido desinfectado,
destruye los beneficios que se esperaban del saneamiento.
14. Cambiar las camas semanalmente o cada vez que esté húmeda, sucia o presente
parásitos.
15. Hacer las reparaciones necesarias de los locales e instalaciones durante la fase de
limpieza.
16. Colocar en las puertas de entrada de los criaderos cajones o latas con desinfectantes
como creolina, cal, soda cáustica 2 %, formol 2 %.
17. Nunca cambiar los depósitos del agua o de los alimentos de una poza o jaula a otra.
18: No debe juntarse los cuyes con las gallinas, gatos, perros y otros animales.
19. Evitar la entrada de ratas y ratones a las instalaciones y depósitos de alimentos,
porque pueden ser portadores de enfermedades.
20. Prohibir la entrada de persones ajenas al criadero, porque además de asustar a los
animales, pueden ser portadores de enfermedades.
21. La incineración es el mejor método y el más económico para eliminar los cuyes
muertos.
22. Para el mejor control de la salud y la mejor producción, los cuyes deben agruparse
por separado, conforme a la edad, tamaño y sexo.
23. En caso de que surja un brote de epizzotia, conviene obtener el diagnóstico seguro a
fin de aplicar el mejor tratamiento para dominar a la enfermedad. Los cuyes que se han
restablecido de la salmonellosis deben ser vendidos y no conservarse para reemplazar
reproductores.
24. Es aconsejable que persona competente del cuyero, lleve los cuyes al laboratorio de
diagnóstico para informar con los datos necesarios.
DESINFECTANTES
1. CRESOLES Y ÁCIDO-CRESILICO
PROPIEDADES
Estas derivan del alquitrán y tienen fuerte olor característico. Las soluciones
concentradas irritan la piel, tienen fuerte acción germicida y dejan olor residual; aña-
didas al agua la vuelven lechosa. El fuerte olor limita el uso de estas sustancias en los
cuyeros y el fuerte olor residual puede ser nocivo para las crías. Aun así se está
generalizando su empleo. Es el grupo más grande de germicidas, muchos de ellos se
preparan en mezcla con detergentes.
Se recomienda estos desinfectantes para los suelos, parte inferior de paredes y postes de
los cuyeros, y fuera de éstos, para las cercas, pozas y jaulas.
PROPIEDADES
PROPIEDADES
4. HALÓGENOS
PROPIEDADES
Los halógenos, yodo, cloro, flúor y bromo son cuerpos simples dotados de gran
actividad química y de acción germicida, la cual pierden en presencia de materia
orgánica. Poco tiempo después de aplicados se desvanecen por volatilización, un ligero
enjuague elimina los residuos de estos germicidas. Para obtener con ellos una buena
desinfección, es preciso aplicarlos a superficies limpias, los productos usuales de este
grupo son los yodoformos y los compuestos clorados. Se recomienda para suelos,
paredes, postes y equipo de los cuyeros.
TRANSPORTE
l. Los cuyes se deben enviar en jaulas bien ventiladas de tamaño suficiente, para que no
estén aglomerados, con el fin de evitar el entumecimiento y la asfixia.
2. Se debe acompañar a los cuyes con sus fichas de identificación individual.
3. Emplear personal con experiencia, responsable y acostumbrado a dar trato hu-
manitario a los animales.
4. Utilizar vehículos bien acondicionados que estén limpios y secos.
5. En caso de machos reproductores deben transportarse en cajas individuales, y a las
hembras en grupos no mayores de 5 animales.
6. No exponerlos a la acción directa de los rayos solares por periodos superiores a los 20
minutos, porque esto causa una muerte casi violenta.
7. En caso de viajes largos transportarlos con forraje.
8. En lo posible, en viajes prolongados, debe separarse a los animales que se enfermen.
9. Las cajas de transporte no deben tener una altura mayor de 25 cm. con el fin de que
no haya amontonamiento.
10. No transportarlos en ambientes cerrados, tal como la materia de un carro, por el
peligro a intoxicarse con monóxido de carbono.
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