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La sinusitis o rinosinusitis se define como la inflamación sintomática de los senos paranasales y la cavidad
nasal. Actualmente el término rinosinusitis ha substituido al término sinusitis, pues con frecuencia, en la
mayoría de los pacientes, coexisten síntomas de rinitis y de sinusitis.
La rinosinusitis es una inflamación de las fosas nasales y de los senos paranasales caracterizada por el
bloqueo, la obstrucción y/o la congestión nasal sumado a la secreción nasal o rinorrea que puede drenar por
la parte anterior o posterior de la nariz. A estos síntomas se pueden sumar la presencia de dolor o sensación
de presión facial y pérdida parcial (hiposmia) o total (anosmia) del sentido del olfato.
En la exploración física se pueden detectar pólipos nasales y/o secreción mucopurulenta u obstrucción
mucosa en el orificio (meato) medio.
Clasificación de la Rinosinusitis
Agudas. Síntomas de menos de 12 semanas de evolución que desaparecen de forma completa. El origen
puede ser:
Vírico o resfriado común. Síntomas de rinosinusitis que pueden durar hasta 1015 días.
Bacteriano. Empeoran los síntomas de rinosinusitis a los 5 días o persisten 1015 días.
Crónicas. Síntomas de más de 12 semanas de evolución, que no desaparecen y que pueden empeorar de
forma transitoria (exacerbaciones). Se dividen en rinosinusitis crónica sin pólipos nasales o rinosinusitis
crónica con pólipos nasales.
Pólipos nasales
Los pólipos nasales son pequeñas masas que se forman en el revestimiento de los senos paranasales. Son
debidas a un proceso inflamatorio de la mucosa, aunque su causa es desconocida. Las inflamaciones de
repetición de la mucosa nasal debidas, por ejemplo, a rinitis o sinusitis, alteraciones anatómicas de las
fosas nasales o de los senos paranasales, pueden ser factores que favorecen la aparición de los pólipos
nasales. Los pólipos son benignos, pero pueden crecer hasta llegar a obstruir de manera completa las
fosas nasales. Provocan síntomas muy molestos como incapacidad para respirar por la nariz, pérdida
del olfato y del gusto, dolores de cabeza e, incluso, deformidades nasales.
La rinosinusitis vírica aguda (resfriado común) es muy frecuente. Los adultos sufren de 2 a 5 al año. Los
niños en edad escolar entre 7 y 10. El 0,5%-2% de las rinosinusitis víricas agudas se sobreinfectan con
bacterias.
Estado inflamatorio de la mucosa de la cavidad nasal y de los senos paranasales (hasta ahora denominada
“sinusitis”). Se distinguen rinitis:
1) aguda (tiempo de duración <12 semanas con resolución completa de los síntomas), que a su vez puede
ser viral (rinitis catarral, a menudo dura <7 d) y no viral (los síntomas aumentan transcurridos 5 d o se
prolongan ≥10 d, pero <12 semanas)
2) crónica (tiempo de duración ≥12 semanas) con pólipos nasales y sin pólipos.
1. Síntomas: rinorrea con secreción acuosa, mucoide o purulenta, congestión nasal, caída de moco por la
pared posterior de la garganta (que a menudo produce tos), trastornos del olfato, cefalea o sensación del
hinchazón en la región del seno afectado.
2. Signos: fiebre o febrícula, eritema y edema de la mucosa, secreción nasal y por la pared posterior de la
garganta, dolor a la palpación sobre la zona del seno afectado. Ni el aspecto de la secreción nasal ni la
fiebre permiten diferenciar entre la etiología viral y bacteriana.
DIAGNÓSTICO
Exploraciones complementarias
3. Pruebas microbiológicas: p. ej. líquido obtenido de la punción del seno en caso de falta de respuesta
a la antibioticoterapia empírica.
4. Otras pruebas: para el diagnóstico de las causas y complicaciones se puede hacer rinoscopia anterior,
endoscopia de las cavidades nasales y de los senos paranasales, pruebas para descartar alergia, trastornos
inmunológicos y estudio de fibrosis quística.
Diagnóstico diferencial
Enfermedades con las cuales realizar el diagnóstico diferencial de rinitis, causas de otras causas de tos
crónica.
TRATAMIENTO
1. Tratamiento de la inflamación aguda: algoritmo del procedimiento →fig. 2-1. El color de la secreción
nasal y la presencia de fiebre no ayudan a diferenciar la infección vírica de la bacteriana.
1) Lavados de la cavidad nasal con solución isotónica o hipertónica de NaCl (alivia los síntomas).
2) AINE con el objetivo de disminuir la inflamación y la cefalea.
4) Antibióticos (no utilizar de forma rutinaria; indicaciones amoxicilina (fármaco de elección) a dosis de
1,5-2 g cada 12 h por 7-10 d; en personas alérgicas a penicilinas utilizar levofloxacino (500 mg 1 × d)
o moxifloxacino (400 mg 1 × d) o un macrólido (p. ej. claritromicina 0,5 g cada 12 h o azitromicina 0,25-
0,5 g/d durante 3 d o 2 g en dosis única). En caso de ineficacia del tratamiento o de recurrencia de la
enfermedad → amoxicilina con ácido clavulánico (amoxicilina a dosis de 1,5-2 g cada 12 h durante 10 d).
6) Antihistamínicos: solamente en enfermos con alergia. Los fármacos orales que contienen un
antihistamínico y un vasoconstrictor de la mucosa nasal alivian los síntomas de la rinosinusitis viral.
2) glucocorticoides nasales (son los únicos fármacos de eficacia comprobada; preparados y dosificación en
caso de un incremento de la sintomatología en enfermos con pólipos nasales puede administrarse un
glucocorticoide oral (p. ej. metilprednisolona 32 mg 1 × d) durante 6-7 días
COMPLICACIONES
Infección bacteriana → celulitis orbitaria, absceso orbitario, osteomielitis de la pared del seno,
trombosis del seno cavernoso, meningitis, absceso cerebral.