Firme y amable, ¿Cómo lograrlo?

Por: Susana Sosa Rodríguez

Psicóloga
Especialista en Talento Humano
Educadora de familias en Disciplina Positiva

Muchos padres, madres y maestros se sienten frustrados porque los niños y niñas de hoy no
se comportan como antes, ¿Qué está pasando? ¿Por qué no hacen caso? Existen muchos
factores que pueden estar causando este tipo de comportamiento: demasiada televisión,
padres divorciados, ausencia de padres o madres en el hogar, pero, sobre todo los cambios
en la sociedad. Ésta ha evolucionado tanto en los últimos años, que simplemente los niños,
niñas y adolescentes siguen los modelos que están a su alrededor, y también quieren que los
traten con respeto y dignidad.

Comprender las razones por la que nuestros hijos no se comportan como en los viejos
tiempos, es el primer paso para enfrentar los desafíos de conducta que nos retan como
padres, pero en definitiva es nuestro estilo de liderazgo el que motiva o desmotiva las
reacciones de nuestros hijos.

En el proceso entonces de liderar la mejor educación, cada uno de nosotros “escogemos” un

estilo de crianza, pensando en lo que puede ser mejor para nuestros hijos. No obstante, no
todos los estilos responden al principio de respeto y dignidad, y tampoco nos permiten
desarrollar las habilidades que les permitirán desenvolverse en el futuro como adultos.

Un estilo de crianza que históricamente aplicamos es la firmeza, la cual consiste en poner

normas, límites, orden y control. Su lema sería: “En esta casa se hace lo que yo diga, porque
yo soy el adulto, y tengo el conocimiento de lo que te conviene y lo que no”. Este tipo de
madres y padres utilizan los castigos cuando sus hijos se les rebela.

Otro estilo de crianza es la amabilidad, la cual se caracteriza por emplear libertad sin orden,
son padres y madres que temen educar con límites y disciplina a sus hijos porque piensan que
si lo hacen les afectará su autoestima y desarrollo, generalmente están a merced de las
peticiones de sus hijos, lo que genera mucho cansancio en este proceso de crianza. Su lema
sería “Tú eres el rey/reina de esta casa, y se hace lo que tú quieras”.

¿Cuál de los dos es el mejor estilo de crianza? ¿Es mejor ser firme, o amable? En ambos
estilos de crianza se genera en los niños, niñas y adolescentes sentimientos de rabia,
inseguridad, temor, ansiedad, tristeza, e irrespeto, invitando a los niños a la sumisión,
manipulación, agresividad, baja tolerancia a la frustración, mentiras, adicción a la aprobación,
falta de confianza en sí mismos, entre otros.

Parece ser entonces que la clave no estaría en pararse en un punto u otro, la respuesta
estaría en utilizar la combinación de ambas. Es decir, ser firme y amable al mismo tiempo,
tener normas, límites, cumplir lo que se dice, ser coherentes y al mismo tiempo ser amorosos,
pacientes, escuchar y brindar respeto. El lema sería: “Tanto tú como yo merecemos ser
tratados con respeto y dignidad”, sin uso de castigos ni premios. Este estilo estaría
caracterizado por un padre y madre que permite que su hijo explore las consecuencias de sus
decisiones, se le brindan opciones, se escucha, y se es paciente.

¿Cuál es el estilo que te caracteriza?

2. Píldora

¿Qué significa mostrar respeto hacia ti y hacia tu hijo? En la medida en la que tengas claridad
de esta respuesta, tendrás la capacidad para identificar cuándo tienes que poner límites para
que tu dignidad no sea transgredida y para no vulnerar la dignidad del otro.

3. Herramientas

Mostrar respeto hacia ti mismo y hacia tus hijos es uno de los elementos más importantes en
el proceso de educación y crianza, es así como te compartimos una lista de acciones que
puedes tener presente para no agredir ni ser agredido:

 Hacer valer tus necesidades y prioridades.

 Decir no, y mantenerte firme cuando traspasen la norma.
 Hacer cosas que te apasionan.
 Tener claro cuáles son tus límites y no negociar tus valores.
 Ponerse en el lugar del otro.
 Tener en cuenta las opiniones de los demás, informando y anticipando
 Validar pensamientos y emociones del otro.
 Confiar en las capacidades y habilidades de tus hijos.

4. Actividades en familia

Fortalecer el vínculo entre padres e hijos a través de la firmeza y amabilidad implica tiempo y
práctica, por lo cual te invitamos a realizar algunas actividades en familia:

 Saca tiempo especial para tus hijos, ir a cine, comer helado, pasear, ir al parque. Que
sea un tiempo dedicado únicamente para los dos.
 Realizar reuniones familiares semanales en donde puedan expresar sus sentimientos y
pensamientos frente a las conductas o situaciones del hogar.
 Asignar responsabilidades de la casa y repartirlas entre todos los integrantes de la
familia
 Planear en conjunto el próximo paseo o vacaciones.
 Establecer todos juntos las normas de la casa y definir cuáles serán las consecuencias
en caso de que alguien no las cumpla.
 Buscar en conjunto las soluciones a los problemas que se presentan en el hogar y
hacer una lluvia de ideas.
 Establecer rutinas entre todos los miembros de la familia.