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Resúmenes de los textos: Andrews y Goldberg

Tema: Comunidad Africana en Buenos Aires (Esclavitud)


PRIMER TEXTO: DEL AUTOR ANDREWS, EL LOS LLAMA “AFROARGENTINOS” EN BUENOS AIRES-

LA ESCLAVITUD Y EL COMERCIO DE ESCLAVOS.


El comercio en Buenos Aires
El primer permiso real de la corona para importar esclavos en la Región del Rio de la Plata fue
en 1534 dos años antes de la fundación de Bs As.
Pero desde 1595, sin embargo, solo 233 africanos habían sido importados a la ciudad (cifra
inadecuada para satisfacer la demanda)
Respondiendo a la demanda de esclavos para los colonos, ese año la CORONA otorgo un
“ASIENTO” (concesión real), al Esclavista portugués Pedro Gomes Reynel. Pero tampoco pudo
satisfacer a lo que la demanda pedía y se le revoco el asiento, constantemente fue sucediendo
como verán a continuación.
El sistema de otorgar asientos a individuos seleccionados era parte de la política mercantilista
española consistente en mantener un ajustado control sobre toda actividad económica en el
Nuevo mundo en especial en el comercio. La CORONA emitió una serie de estos permisos
durante el siglo XVII, pero sus esfuerzos por supervisar y limitar el comercio, pero fracaso
espectacularmente. El contrabando predomino en el Rio de La PLATA durante el periodo
colonial y el comercio de esclavos no era una excepción. ESTO también era posible por la
implicación de FUNCIONARIOS OFICIALES en el contrabando de esclavos y era un escandalo
frecuente.
Por Ejemplo, una manera de ingresar ilegalmente: los esclavistas entraban por el puerto de
buenos aires afirmando que su nave se había deteriorado en el mar, y que necesitaban
efectuar reparaciones para poder seguir de viaje. Mientras se reparaba las averías se
desembarcaba la carga de esclavos, generalmente al amparo de noche. Se los sacaba de la
ciudad y se los traía como negros descaminados# que habían perdido el camino.
La existencia de este comercio ilegal hace difícil determinar exacto cuantos esclavos entraron
en Bs As durante el periodo colonial. Unas pocas estadísticas sugieren que el volumen del
comercio legal escasamente podía compararse con el ilegal. De los 12.778 esclavos registrados
como ingresados en Bs As desde Brasil entre 1606 y 1625, solo 288 lo hicieron bajo permiso
real. Bs As misma no tenia necesidad de la gran cantidad de esclavos traídos a ella durante el
siglo XVII porque la mayoría de los africanos que llegaban a Bs As, entonces, permanecían solo
por un breve periodo antes de continuar viaje por tierra hasta su destino final, en el interior.
Una maniobra para frenar el contrabando indiscriminado, que trato de utilizar la CORONA en
el siglo XVIII, estimulaba y regularizaba el comercio de esclavos otorgando asientos a
compañías antes que a individuos.
El primer permiso de este tipo fue otorgado en 1696 a la compañía Cachea, portuguesa,
también conocida como compañía de Guinea. Pero al ser ineficiente y corrupta, le revocaron el
permiso en 1701, y lo cedieron a la compañía Francesa Guinea que demostró ser tan
ineficiente como la portuguesa. La CORONA realizo un último intento con la British South Sea
Company que conservo el asiento desde 1715 hasta 1750.
En 1750 hubo un retorno al sistema de otorgar asientos a “Individuos”, pero en 1778 España
finalmente reconoció el fracaso de esta política de exclusión y abrió las colonias a un comercio
libre.
Esta nueva libertad estimulo un tanto el comercio, pero el tráfico de esclavos entro en una fase
de esplendor después de 1789 y 1791, cuando las regulaciones comerciales se liberalizaron
más, abriendo los puertos coloniales a los comerciantes extranjeros. De los ciento veinticuatro
buques esclavistas que llegaron a Buenos Aires entre 1740 y 1806, ciento nueve lo hicieron
después de 1790.
Una descripción de la mecánica del comercio de esclavos fácilmente puede oscurecer el asunto
que más nos interesa: la experiencia de los africanos y los afro argentinos que formaron la
población negra de Buenos Aires. El dolor del primer paso en la experiencia, el de ser
capturado en África y transportado al Nuevo Mundo, solo puede transmitirse
inadecuadamente con palabras, Factores que conspiraban contra los intereses de los
esclavistas:
La hidropesía fue enfermedad fatal. De cuatrocientos cincuenta y cinco esclavos, entre
hombres y mujeres, sepultamos más de la mitad La hidropesía se originó en individuos no
acostumbrados al encierro, debido a la falta de ejercicios y a la reducida alimentaci6n de
porotos, arroz, etc.
Se agrega que la resistencia a la enfermedad se debilitaba mas por el hecho de que los negros
se rehusaban a comer y a recuperar la fuerza en la ciudad portuaria, dado que ellos estaban
convencidos de que los blancos deseaban engordarlos para después comerlos.
Si bien había algún comercio directo entre Buenos Aires y África Occidental, parece ser que la
mayoría de los africanos occidentales residentes en Buenos Aires habían llegado procedentes
de Brasil. El puerto brasileño de Bahía recibió a millones de africanos occidentales durante el
periodo colonial, muchos de los cuales eran enviados luego a Rio de Janeiro. Desde allí seguían
viaje a Uruguay y Buenos Aires.
Durante el curso del siglo XVIII, la ciudad tenía tres mercados de esclavos y el principal
elemento que tenían en común los tres parece haber sido su extremada escualidez. El primero,
que pertenecía a la Compañía Francesa de Guinea, estaba situado sobre la ribera levemente al
sur de la ciudad, en lo que es ahora el Parque Lezama. El segundo, que pertenecía a los
británicos, estaba ubicado en el norte de la ciudad, en el área de Retiro.
El municipio batallo durante todo el siglo XVIII para mantener al mercado de esclavos alejado
del centro de la ciudad y en especial lejos de las vecindades donde Vivian las familias más
acomodadas.
LA ESCLAVITUD EN LA ECONOMIA DE LA CIUDAD
El Buenos Aires colonial presenta el espectáculo de una sociedad sumamente dependiente de
sus trabajadores esclavos. Cuando en 1787, el municipio protesto el plan del intendente de
construir un nuevo mercado de esclavos en Retiro, este reprocho a los miembros del Cabildo
su miopía y conjuro la sombría perspectiva de una ciudad y su región interior, desprovistas de
esclavos que se hicieran cargo de sus unidades de producción. Las grandes fincas, las
haciendas, se tornarían yermas y salvajes, tanto por falta de hombres que las cultivaran como
por la falta de herramientas y equipos necesarios, construidos y reparados por los esclavos
artesanos. El intendente advirtió que las proyectadas factorías para procesar carne que se
enviaría al exterior, cuya construcción había comenzado recientemente, dependían casi por
completo de la fuerza laboral esclava abundante, para la construcción y luego para la posterior
operación de las instalaciones, una vez que estuvieran concretadas. Sabotear este proyecto
privando a la ciudad de esclavos, seria sabotear el propio futuro económico de la elite.
Como en otras ciudades coloniales hispanoamericanas, ninguna familia que aspirara a una alta
condición social en Buenos Aires podía prescindir de su corte de sirvientes negros. en los
documentos de venta de esclavos, así como en los avisos de los periódicos, las capacidades
atribuidas con mayor frecuencia a los esclavos que se vendían eran las tareas del hogar:
cocina, lavado, planchado, costura y también "aptos para todo servicio doméstico".
Pero desde el punto de vista del propietario, los esclavos domésticos tenían un serio
inconveniente: producían poco o ningún ingreso en efectivo. Es cierto, ahorraban gastos de
energía y dinero que de otra manera hubiese sido necesario gastar para hacer realizar las
tareas del hogar, pero ellos no generaban ningún ingreso visible, tangible. Los propietarios
interesados en obtener un retorno por su inversión, era mejor que tuvieran esclavos
artesanos, que llegaron a ser sumamente numerosos en la ciudad durante el periodo colonial.
Cuando Buenos Aires fue convertida en capital del virreinato y abierta al comercio libre, los
artesanos europeos fueron atraídos a ella por su incrementada actividad e importancia
económica, pero, una vez llegados, se sentían angustiados al ver que las artes mecánicas
estaban dominadas por no blancos, y, por lo tanto, se les acordaba una correspondiente
condici6n social inferior. Los europeos reaccionaban tratando de eliminar a la gente de
ascendencia africana e india de los oficios, o al menos de reducir su número. Los hombres
negros estaban significativamente subrepresentados en el nivel de maestro y
sobrerrepresentados en los niveles de jornalero y aprendiz. También, los africanos y los afro
argentinos estaban concentrados en las profesiones menos lucrativas: zapatería y sastrería.
LOS MEJORES EMPLEOS ESTABAN RESERVADOS PARA LOS EUROPEOS, MIENTRAS QUE los
blancos criollos ocupaban una posición intermedia. Los estudiosos de la esclavitud en las
Américas han descrito una costumbre según los cuales los amos alquilaban sus esclavos a otra
gente que necesitaba sus servicios, recibiendo así un ingreso directo en efectivo por el trabajo
del esclavo. Tal empresa podía ser muy lucrativa, especialmente si el esclavo era un trabajador
capacitado que podía obtener altos salarios.
La libertad que un esclavo podía lograr en las calles, apartado del control de su amo, era una
ventaja importante del sistema de alquiler. Otra aún más grande era la posibilidad de que esta
libertad en la calle, que solo era parcial y que podía concluir a voluntad del amo, pudiera algún
día convertirse en libertad completa y permanente. La legislación real y municipal limitaba las
sumas que los esclavos debían entregar a sus amos; todo lo que obtenían por encima de esa
suma, era de ellos y podían guardarlo o gastarlo como quisieran. La ley española también
estipulaba que los esclavos tenían derecho a retener todo dinero que ganaran en su tiempo
libre, que incluía los domingos, las fiestas religiosas.
Los hombres de color trabajaban como changadores, portadores de carga por la ciudad. Ellos
hallaban la mayor parte de su empleo en los muelles, descargando equipaje y carga, y
llevándolos hasta su destino. Algunos hombres y mujeres negros y mulatos aprovechaban ·las
pautas de consumo impuestas a la comunidad afro argentina por su pobreza, convirtiéndose
en achuradoras, es decir, los que trabajaban en el matadero rescatando intestinos, pulmones,
órganos y carne enferma de los animales matados. Los achuradores vendían entonces esa
carne desechada a los negros, mulatos y blancos pobres que no podían permitirse nada mejor.
también participaban en otras dos áreas ocupacionales que tienden a ser pasadas por alto en
los estudios tradicionales de los afros argentinos. La primera es la de la manufactura. Las
panaderías, las primeras empresas de la región que emplearon técnicas de producción masiva,
empleaban a muchos esclavos.
La segunda área ocupacional en la que participaban mucho los esclavos era la agricultura.
incluso los capataces esclavos no eran raros. La agricultura de Buenos Aires tenía poco en
común con la agricultura tropical del Caribe, del Brasil o del sur de los Estados Unidos. El
ganado y el trigo producidos en la provincia eran mucho menos intensivos en mano de obra
que tales cosechas como el azúcar o el algodón, de modo que ningún esclavo de Buenos Aires
tenía que trabajar en la escuadrilla del campo generalmente asociada con la esclavitud
agrícola. El progreso más importante realizado por la masa de los afro argentinos en las
primeras cuatro décadas después de la independencia seria la transici6n lenta de la esclavitud
legal a la libertad legal.
DE LA TRANSICION DE LA ESCLAVITUD A LA LIBERTAD
En líneas generales en el periodo colonial, los esclavos compraban su libertad con dinero en
efectivo o servicios, o la recibían como una dote directa de su propietario.
Otro mecanismo por el cual los esclavos hispanoamericanos podían ser libres era el servicio
heroico militar prestado al estado, generalmente en la lucha contra invasores extranjeros.
El alto número de manumisiones (Libertad) en Buenos Aires probablemente también estuviera
relacionado con el gran número de buques de esclavos que amarraban en la ciudad después
de 1790, asegurando una continuada provisión de esclavos y tornando así a los propietarios
más dispuestos a separarse de los antiguos, en especial si estos se habían ganado la libertad
con un buen servicio.
los mulatos adquirieran la libertad con mayor frecuencia que los negros puros.17 La raz6n
principal para esto era que los mulatos eran casi siempre criollos, nativos de la sociedad, los
que entendían mejor las costumbres y prácticas que los negros africanos nacidos en el
extranjero.
Pero. La legislación colonial imponía una larga serie de restricciones a la libertad de los negros
y pardos libres, algunas de las cuales databan del uso legal español medieval, mientras otras
eran nuevas limitaciones creadas como respuesta a las realidades del Nuevo Mundo. Estos
controles, conocidos como el Régimen de castas, fueron instituidos para desacelerar o detener
el proceso de mezcla racial en el Nuevo Mundo y reservar las más altas posiciones sociales y
económicas de la sociedad para los blancos europeos y los nacidos en América.
Uno de los aspectos más irritativos de este sistema era que un afro argentino nacido en el seno
de una familia que había sido libre por generaciones, era el equivalente legal a un afro
argentino que había adquirido su libertad el día anterior: ambos estaban en igual desventaja
bajo el Régimen de castas.
Otro de los aspectos era que los morenos y mulatos libres estaban obligados legalmente a
pagar un tributo anual a la Corona, en la forma de dinero o servicio. Si bien esta ley se ponía en
vigencia en ciertas partes de las colonias, era ignorada en el Rio de la Plata, como sucedía con
el requisito de que los negros libres vivieran con una persona blanca que se hiciera
responsable de su buena conducta, tenían prohibidas las escuelas de la ciudad y el servicio en
el gobierno municipal, real y eclesiástico. En los gremios artesanales prohibían a los no blancos
el voto a los cargos en las organizaciones.
EMANCIPACION: LA ESCLAVITUD TIENE UNA PROLONGADA MUERTE.
Tal era la situación legal y social de los negros y mulatos del Buenos Aires colonial: en su
mayoría estaban esclavizados, y las personas libres que había entre ellos gozaban solo de una
libertad parcial. Luego se produjo la revolución de 1810, y con ella nuevos pedidos para que se
pusiera fin a la discriminación racial.
Tales expresiones vivazmente optimistas eran representativas de la corriente del pensamiento
liberal del Iluminismo que entonces tenía fuerza en Buenos Aires.
Y lo que ocurrió, poco después de que el Cabildo de Buenos Aires· se hiciera cargo del poder
del virrey, en 1810, iniciándose oficialmente la revolución argentina, resolvió que la abolición
inmediata de la esclavitud era imposible: "No es posible extinguir de un golpe la esclavitud sin
atacar lo sagrado de nuestras propiedades, y sin exponer la patria a graves peligros con la
repentina emancipación de una raza que, educada en la servidumbre no usaría de la libertad
sino en su daño ...
Las oportunidades de libertad se extinguían, pero iban avanzando a la vez lentamente como
veremos a continuación:
-Enfrentado con la escasez de hombres elegibles para el servicio militar, el gobierno instituyo
una serie de decretos de conscripción dirigidos directamente a la población esclava. Los
esclavos se convertían en libres tan pronto como eran reclutados, aunque se les exigía que
sirvieran por un periodo mínimo a cambio de su libertad. Entre 1813 y 1818, dos mil africanos
y afro argentinos residentes en la provincia de Buenos Aires entraron en el ejercito según ese
programa.
-Mucho más universal en su alcance, entonces fue la Ley de libertad de vientres de 1813. Muy
semejante a leyes promulgadas en Chile, Venezuela, Paraguay y otros países
hispanoamericanos, ese decreto disponía que todos los hijos nacidos de madres esclavas en la
Argentina después del 31 de enero de 1813 eran libres, aunque su libertad estaba limitada a
una serie de condiciones. Esos niños, conocidos como libertos, tenían la obligación de vivir en
la casa del dueño de su madre hasta que se casaban o llegaban a la mayoría de edad (20 años
para los varones, 16 para las mujeres), fuera lo que fuese lo que sucediera primero…
la ley también disponía que los hijos libertos no podían ser separados de sus madres hasta la
edad de 2 años; después de esa edad se los podía vender aparte, y a menudo los vendían.
En estos tiempos existían esclavos libres, pero la mayoría eran mayores o igual en edades de
40 años, en otras palabras, expiraba su uso. Las mujeres adultas negras adquirían siempre con
mayor frecuencia la libertad que los hombres. El periodo de 1810 a 1827 porque pudieron
progresar económicamente.
A causa de esto la gente de color empezaba a formar su propio hogar y una unidad familiar. El
incremento de hogares negros pudo ser mas sustancial de no ser por dos factores: La muerte
de varones en guerras de independencia y la estructura ocupacional continuamente perjudica
para la gente de color.
La ciudad se hizo dependiente de la mano de obra esclava, mientras estas leyes regían, algunos
se las ingeniaban para sortear dichas leyes y lucrar con el tráfico. La guerra con el Brasil de
1825-1838 proporciono una oportunidad perfecta. En las condiciones de la guerra, Argentina
autorizo a buques corsarios a luchar con la bandera argentina a capturar buques brasileños y
vender el contenido de tales botines en Bs As. Los africanos por los Corsarios al parecer eran
insuficientes para proveer la demanda de mano de obra reclutada de la ciudad y en 1831, el
gobernador Rosas reabrió el comercio de servicios domésticos traídos al país por extranjeros
haciendo que fuera legal y que los vendieran a los argentinos como esclavos. Hasta 1853 que
la Constitución nacional anuncio que "no hay esclavos en la Confederación Argentina; los
pocos que hoy existen quedan libres desde la jura de esta Constitución". Incluso en esa fecha
tardía, Buenos Aires se las ingeniaba para preservar la existencia de su régimen esclavista:
como esta era la única provincia argentina que no se unió a la Confederación y no ratifico la
Constitución, la esclavitud continua allí hasta 1861, cuando la provincia finalmente se unió a la
Confederación y se sometió a su Constitución. La Constitución provincial de Buenos Aires
prohibió el comercio de esclavos, pero cuidadosamente se abstuvo de abolir la esclavitud.
Si bien muchos afros argentinos se elevaron al rango de oficiales en las fuerzas armadas, el
paso entre coronel y general resultaba una barrera infranqueable, y el número de negros y
mulatos que se convirtieron en oficiales de ningún modo era proporcional a su representación
en el ejército.
Las oportunidades educacionales eran solo levemente mejores en Buenos Aires. No es claro en
qué punto se abrieron a los pardos y morenos las escuelas públicas de la ciudad.
El periodo de 1810 a 72 1860 vio un esfuerzo concertado de parte de las elites comercial y
terrateniente de la provincia de Buenos Aires por lograr un control cada vez más completo
sobre los sectores no pertenecientes a la elite de la sociedad, convirtiéndola de una masa de
gente subempleada y vagabunda en un proletariado organizado y regimentado, unido y
enraizado a sus talleres o estancias. Leyes progresivamente más rígidas que regían la vagancia,
la necesidad de tener empleo, y el servicio militar, se combinaron con la explotación ilegal de
obligar a la gente a contratos desventajosos o a términos abusivos del servicio militar,
castigaron por igual a los blancos pobres, los mestizos, los indios y los negros y mulatos, y
limitaron mucho su libertad para ir adonde querían cuando lo deseaban, de trabajar o no
trabajar... El don de la libertad resulto no ser ningún don. La libertad era un bien como
cualquier otro, retirado del mercado por sus propietarios para hacer subir su precio y luego
adquirido muy caro por los afro argentinos en un plan en cuotas que se extendían por décadas.

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