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Introducción
Ahora bien, los seres humanos efectuamos trabajo al caminar, correr, levantar un
objeto, etc., para realizarlo requerimos de energía que el organismo obtiene al
transformar la energía potencial química de los alimentos. Para las actividades
antes mencionadas se asocia el concepto de eficiencia muscular (E), como el
cociente del trabajo mecánico realizado y la energía suministrada al cuerpo, a
través de los alimentos. Se ha verificado que la eficiencia muscular en el trabajo
mecánico es aproximadamente del 20%, (E = 0.2).
Riesgos de la analogía
Supongamos "el organismo humano una máquina térmica'' cuya eficiencia es de 0.2 y
opera a temperatura ambiente, (20 °C), como depósito de menor temperatura, Tf = 293
°K. De la ecuación de eficiencia térmica para una máquina de Carnot, se obtiene Tc
que corresponde al depósito de mayor temperatura, es decir,
por lo tanto
Esto implica que el organismo humano no puede ser este depósito, ya que tendría que
ser una caldera "muy ardiente'' a 93 °C = 366 °K, y sabemos que su temperatura
normal es de 37 °C. Por lo que se descarta la hipótesis de que sea máquina térmica.
Pero, ¿en qué se fundamenta la analogía del cuerpo humano como una máquina térmica?
antes habría que responder otra interrogante ¿cómo se transforma la energía a
partir de los alimentos?
Transformación de energía
a partir de los alimentos
Una máquina térmica y el organismo, como sistemas que realizan trabajo, requieren
de combustible, sin embargo la primera, opera con diferencias de temperatura
provocando transferencia de calor y con ello la realización de trabajo, en cambio
en el organismo la oxidación se realiza a temperatura constante por lo que no hay
transferencia de calor asociado a la realización de trabajo.
Conclusiones
La fuerza centrífuga
Es bien sabido por los profesores que enseñan mecánica en cursos introductorios que
el tema de movimiento circular y en particular el uso del término "fuerza
centrífuga'' es causa de confusiones por parte de los alumnos, quizá por la forma
en que ha sido tratado en la secundaria y en textos de divulgación.
Tomando en cuenta todo lo anterior, creemos que es preferible evitar el uso de los
términos "fuerza centrífuga'' y "fuerza centrípeta'' (ya que parece que
invariablemente asocian un término al otro) en particular en los cursos de física
del nivel medio y medio superior, y referirse únicamente a la fuerza neta (o
resultante) que apunta hacia la concavidad en una trayectoria curva o hacia el
centro para el caso de un movimiento circular uniforme. En todo caso, de ser
necesario, se puede hablar de un "efecto centrífugo'', en vez de hablar de "fuerza
centrífuga'' por todas las confusiones y equivocaciones a que da lugar.