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LAS TEORÍAS DEL TEXTO EN LAS HERMENÉUTICAS

DE H.-G. GADAMER Y P. RICOEUR

RODOLFO WENGER CALVO*

RESUMEN

En este artículo se abordan las maneras de concebir la lectura de un texto en dos insignes repre-
sentantes de la hermenéutica filosófica: Hans-Georg Gadamer y Paul Ricoeur, con el fin de realizar
paralelos y diferencias entre ellas que posibiliten una mayor comprensión de sus respectivas teorías
del texto, y permitan establecer criterios de orientación para abordar la lectura de textos en los
procesos de enseñanza-aprendizaje, tanto de la filosofía misma, como en el de otras disciplinas
interesadas en el desarrollo de la praxis interpretativo-comprensiva.
Los elementos que se van a desarrollar pondrán de presente que la hermenéutica en Gadamer es más
que un método, porque su fundamento es la estructura hermenéutica de la experiencia del mundo,
y de allí parte su teoría del texto, como acto de conversación; mientras que para Ricoeur, por el
contrario, no existe tal diálogo, al considerar que la escritura crea su propia audiencia virtualmente
extendida a cualquiera que sepa leer, y son las lecturas las que lo descontextualizan y recontextuali-
zan, siendo más bien el texto un objeto lingüístico que requiere ser abordado con distancia reflexiva
para ser comprendido.

Palabras clave
Hermenéutica filosófica, Teoría del texto, Interpretación, Comprensión, H.-G. Gadamer, P. Ricoeur.

ABSTRACT

This article addresses the ways of conceiving the reading of a text acording to two distinguished
representatives of philosophical hermeneutics: Hans-Georg Gadamer and Paul Ricoeur, in order to
make parallels and differences between them, that allow a better understanding of their respective
theories of the text, and to establish criteria for guidance in addressing the reading of texts in the
teaching-learning processes as in the philosophy, as in the other disciplines involved in the develop-
ment of interpretive praxis-understanding.
The elements that will be developed here will show that Gadamer’s hermeneutics is more than a
method, because its foundation is the structure of hermeneutics of world experience, and from there
his theory of the text develops itself, as an act of conversation. While for Ricoeur, however, there
is no such dialogue, considering that writing creates its own audience virtually extended to anyone
who can read, and the readings are the ones that decontextualized it and recontextualized it, being a
text an object of language that requires be dealt with reflexive distance to be understood.

Keywords
Philosophical hermeneutics, Theory of text, Interpretation, Understanding, H.-G. Gadamer,
P. Ricoeur.

Recibido: Marzo 27 de 2013 Aceptado: Junio 12 de 2013


* Docente-investigador nombrado en el Área de Estética y Filosofía del Arte del Programa de Filosofía de la
Facultad de Ciencias Humanas de la Universidad del Atlántico. Docente del Programa de Artes Plásticas de la
Facultad de Bellas Artes y miembro fundador del Grupo de Investigación Videns de esta universidad.

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Teoría del texto y comprensión en de la experiencia del mundo, y de allí


H.-G. Gadamer parte su teoría del texto.

La teoría del texto en Gadamer está li- La pregunta central de la hermenéuti-


gada a su manera de concebir la com- ca para Gadamer es la que se plantea:
prensión. Sus principales postulados ¿cómo es posible la comprensión?
son los siguientes: Esta pregunta por las condiciones de
posibilidad de la comprensión remiten
• Comprender es ponerse de acuer- a Gadamer a la analítica existenciaria
do con alguien sobre algo. tal como la desarrolló Heidegger en
• El lenguaje es el medio universal Ser y tiempo. La comprensión, antes
para realizar el consenso o com- que un comportamiento específico,
prensión. designa la estructura existenciaria
• El diálogo es el modo concreto de del Dasein como ‘proyecto’. De este
alcanzar la comprensión. modo, el alcance de la interrogación
• Todo comprender implica un in- hermenéutica desborda el plano me-
terpretar. todológico, porque la hermenéutica
• La comprensión que se realiza en Gadamer, no es simplemente un
siempre, fundamentalmente, en el método, sino que constituye el movi-
diálogo por medio del lenguaje, miento mismo de la experiencia del
se mueve en un círculo encerrado Dasein como ser-en-el-mundo:
en la dialéctica de pregunta y res-
puesta (círculo hermenéutico). El círculo hermenéutico sugiere la
• La dimensión lingüística de la estructura del ser-en-el-mundo, es
comprensión indica que es la con- decir, la superación de la escisión
creción de la historia efectual. entre el sujeto y el objeto en la ana-
• La tradición consiste en el medio lítica trascendental del ser-ahí lle-
del lenguaje, en cuanto se reco- vada a cabo por Heidegger. Como
noce su sentido, en el presente, a el que sabe usar una herramienta
menudo con nuevas iluminacio- no la convierte en objeto, sino que
nes. trabaja con ella, así el comprender,
que permite al “ser-ahí” conocerse
Estos postulados los podemos asu- en su ser y en su mundo, no es una
mir si desarrollamos la manera como conducta relacionada con deter-
Gadamer concibe la tarea de la inter- minados objetos de conocimien-
pretación hermenéutica a partir de la to, sino que es su propio ser en el
comprensión como estructura ‘exis- mundo (Gadamer, 1992:320).
tenciaria’ del Dasein como ‘proyec-
to’. Porque la hermenéutica en Gada- En este punto Gadamer produce una
mer es más que un método, su funda- modificación radical en el plantea-
mento es la estructura hermenéutica miento filosófico tradicional, porque

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del plano epistemológico, caracterís- ticula el horizonte de sentido que pro-


tico de la modernidad filosófica inau- yecta la comprensión en una trama de
gurada por Descartes, se pasa a una significaciones. Desde esta articula-
ontología del ser finito; de la prima- ción la estructura del mundo adviene
cía del sujeto gnoseológico se pasa a al lenguaje (Sprache). De tal modo,
una ontología del ser que existe en el en el habla el mundo se muestra.
modo de ser del comprender.
Lo que accede al lenguaje no es algo
Lo que interesa en especial para ex- dado con anterioridad e independen-
plicar este cambio de paradigma es cia de él, sino que recibe en la palabra
señalar las líneas fundamentales a su propia determinación. Gadamer
través de las cuales la filosofía ela- resume esta idea en la expresión: “El
bora nuevas propuestas para plantear, ser que puede ser comprendido es
sobre otras bases, los problemas que lenguaje” (Gadamer, 1977:567).
quedaban sin respuesta dentro del
proyecto cartesiano y del Iluminismo: Las palabras no son signos que se
el encapsulamiento de la subjetividad refieran a las cosas como meras eti-
y, consecuentemente, el abismo abier- quetas que se adhieren a ellas desde el
to por el cogito entre sujeto y objeto y exterior. Tal como lo plantea Heide-
la relación entre razón e historia, entre gger en Ser y tiempo: “A las significa-
mundo y lenguaje: ciones les brotan palabras, en vez de
ser las palabras las que, entendidas
El mundo en el que vivimos es una como cosas, se ven provistas de sig-
realidad fragmentaria, al igual que nificaciones” (Heidegger, 2003:184).
nuestro universo lingüístico. Esta Por consiguiente, el habla constituye
realidad no puede ser totalizada, una dimensión originaria y fundante.
ni por el sujeto (ya que Gadamer
renuncia al saber absoluto), ni por Cada palabra hace aparecer el todo
el objeto (ya que este es histórico). del lenguaje y, a la vez, lo no dicho.
La mediación entre ambos es po- En el lenguaje se pone en juego un
sible gracias a la continuidad pro- todo de sentido. Desde esta ontología
porcionada por la comunicabilidad del habla se hace manifiesta la insufi-
y lingüisticidad (Sprachlichkeit) ciencia de las teorías instrumentalis-
de la experiencia humana tempo- tas del lenguaje.
ral (López Sáenz, 2009:18).
La experiencia hermenéutica es, por
Hermenéutica filosófica, lenguaje e lo tanto, una experiencia lingüística
historicidad en la que se abre un mundo. Vivimos,
diría Gadamer, en un mundo lingüísti-
Para Gadamer la interpretación se ar- co. Esto implica que no existe ningún
ticula en el habla (Rede). El habla ar- lugar fuera de la experiencia lingüísti-

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ca del mundo desde el cual esta pudie- humanas, más allá de su autoconcien-
ra convertirse por sí misma en objeto. cia metódica, capaz de conectarlas
Por ello, la experiencia hermenéutica con el horizonte de experiencia gene-
será siempre participación actuante: ral del mundo. Gadamer insistirá en
el lenguaje es un centro en el que se el carácter histórico, finito, abierto,
reúnen el yo y el mundo. inconcluso, de esta experiencia, que
a su vez siempre procede desde pre-
Nietzsche nos enseñó a dudar de supuestos de los que no es totalmente
la fundamentación de la verdad consciente. En este sentido, niega la
en la autocerteza de la conciencia posibilidad de la total autotransparen-
propia. Freud nos hizo conocer cia del conocimiento, porque frente al
los admirables descubrimientos ideal de la Ilustración de una ilumi-
científicos que tomaron en serio nación progresiva del conocimiento
esta duda, y hemos aprendido de hasta su total autotransparencia, pre-
la crítica radical de Heidegger al fiere considerar una incesante tensión
concepto de conciencia a ver los interna entre iluminación y encubri-
prejuicios conceptuales que proce- miento.
den del logos y que en el giro mo-
derno llevaron a primer plano el Gadamer enfatiza en el hecho de que
concepto de sujeto. Todo eso con- tenemos que reconocer que en la
fiere la primacía a la lingüisticidad comprensión intervienen presupues-
de nuestra experiencia del mundo. tos que no pueden ser eliminados.
El mundo intermedio del lenguaje Una interpretación definitiva es una
aparece frente a las ilusiones de la contradicción. Hay que asumir, por
autoconciencia y frente a las inge- consiguiente, el inacabamiento de su
nuidades de un concepto positivis- quehacer. Los límites de la herme-
ta de los hechos como la verdadera néutica nos remiten con Gadamer a la
dimensión de la realidad (Gada- finitud de la existencia y del conoci-
mer, 1992:327). miento humano.

Por ello, la hermenéutica en Gadamer Por consiguiente, para Gadamer: “La


es más que un método. Su suelo es la hermenéutica filosófica es una forma
estructura hermenéutica de la expe- de experiencia de sentido abocada a
riencia de mundo. El título de su obra, la comprensión ontológica que somos
Verdad y método, da a entender que y que se manifiesta en el lenguaje y en
el lugar de la verdad no se agota en los textos” (López Sáenz, 2009:18).
el método: más allá del método hay
un espacio más originario que rodea Gadamer entiende el texto desde su
y sostiene lo metódico. Lo que Gada- concepto hermenéutico de la com-
mer busca es una comprensión de las prensión-interpretación, por lo tanto,
ciencias, y en especial de las ciencias el texto no es asumido como un objeto

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que deba ser abordado solamente des- do por el texto, aun antes de iniciar la
de la perspectiva de la lingüística o de tarea de la interpretación.
la gramática, sino que debe presentar-
se a la comprensión en el contexto de A la historia de los efectos le corres-
la interpretación que genera una plu- ponde la conciencia de la determina-
ralidad de posibilidades interpretati- ción histórica, concepto que indica la
vas que constantemente se está reha- determinación de la historia sobre la
ciendo de acuerdo con las preguntas conciencia y, a la vez, el conocimien-
que el intérprete le hace al texto y por to por parte de la conciencia del intér-
las que este le plantea: “El texto es un prete, de dicha determinación. Es, por
discurso inacabado en la infinita con- tanto, una conciencia que es y se sabe,
versación del pensamiento. Lo que expuesta a los efectos de la historia.
interesa es lo que nos dice, su sentido,
y no solo el funcionamiento de su len- Otro concepto importante en Gada-
guaje” (López Sáenz, 2009:18). mer, es el de fusión de horizontes. El
horizonte es algo dentro de lo cual
Según Gadamer lo que nos es trans- nos movemos y que se mueve con
mitido por la tradición del lenguaje nosotros. De esta manera, y contra-
escrito, a través del texto, posee una riamente al historicismo, Gadamer no
sostiene que el intérprete como lector,
situación de privilegio, porque tras-
se encuentre en un horizonte único y
ciende su propio tiempo haciéndose
aislado del texto que va a interpretar,
contemporáneo de cualquier presente.
ni que vaya a trasladarse a un contex-
Y es allí donde se da la verdadera la-
to aislado ubicado en el pasado, sino
bor hermenéutica.
que existe un horizonte único, común,
entre el intérprete (lector) y el inter-
La lejanía temporal del texto con res-
pretado (texto), sin que esto borre la
pecto al intérprete no constituye un
alteridad existente entre los dos, por-
impedimento, sino que es una condi-
que la alteridad es necesaria en la lec-
ción propicia para el comprender. La tura hermenéutica para evitar que la
adecuada conciencia hermenéutica es comprensión sea una identificación
aquella que incluye una conciencia ingenua, o que consista meramente en
histórica. Esta tesis es desarrollada la explicitación de prejuicios.
por Gadamer, a través de lo que él lla-
ma la historia de los efectos. De esta manera Gadamer, reivindica
un saber histórico consciente de su
La historia de los efectos implica que propia historicidad y no solo de la aje-
la tarea interpretativa tiene lugar en un na, a la manera de Heidegger, quien
contexto de interpretaciones ya dadas, asume al comprender humano desde
que actúan sobre el intérprete, quien una historicidad, a través de la pre-
de alguna manera ya está determina- comprensión del Dasein.

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Toda comprensión se mueve en una dirige. Así el intérprete, a su vez, es


situación circular en la cual aquello interrogado por el texto mismo.
que se debe comprender es ya, de al-
gún modo comprendido previamente. La interpretación como lectura y
De esto trata el círculo hermenéutico: verdad del texto
nada es dado como inmediato, pues-
to que todo individuo pertenece a un Desde el horizonte de la comprensión,
pasado donde coexisten prejuicios y en el espacio abierto de la experiencia
presupuestos. humana del mundo, Gadamer desa-
rrolla un concepto de conocimiento y
El círculo hermenéutico tiene una de verdad que responde a la totalidad
dimensión ontológica, que nos cons- de la experiencia hermenéutica. En
tituye, porque toda comprensión im- este sentido, rescata los ámbitos del
plicará inevitablemente una precom- arte y de la historia como formas de
prensión previa, que se determina en experiencia donde también se expone
una serie de prejuicios que evidencian una pretensión de verdad que excede
nuestra pertenencia a una tradición. el contorno del conocimiento metódi-
co. Su lugar es el de la comprensión
Para Gadamer el arte de sostener un como aquel horizonte previo de ex-
verdadero diálogo, es capaz de produ- periencia que precede y excede a la
cir verdades intersubjetivas que van ciencia pero que al mismo tiempo la
más allá de la mente individual. Esta hace posible.
dialéctica de pregunta y respuesta tie-
ne su origen en los planteamientos fi- Para Gadamer, la verdad del texto que
losóficos de Platón y Hegel. siempre tiene algo que decirnos, no
implica solo la intelección correcta del
La dialéctica de pregunta y respues- texto en términos de una verificación
ta es la lógica concreta del trabajo metódica, sino más bien tiene que ver
hermenéutico, porque la experiencia con la verdad subjetivo-objetiva que
hermenéutica es una forma de diálo- se da a través del diálogo y la fusión
go con el texto. Acercarse a un texto de horizontes que lo presuponen. Tan-
es reconstruir la pregunta de la cual to el que habla como el que escucha
él es la respuesta, incluso, más allá de deben tener algo en común, para que
las intenciones conscientes del autor. se puedan comunicar en la búsqueda
Esta reconstrucción de la pregunta de sentido, y esto es la reciprocidad
originaria que subyace a todo texto, de una dependencia compartida de la
implica nuestro preguntar sobre el verdad y una aspiración a contrastarla
texto, el cual es ya solicitado por el y ampliarla. De esta manera la lectura
texto mismo. De esta manera nues- de un texto se convierte en un diálo-
tra pregunta sobre el texto, es la res- go de participación en la distancia. La
puesta a la pregunta que el texto nos cuestión de la lectura es fundamental

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en Gadamer: “El problema que me A continuación abordaremos la teoría


ocupa desde hace decenios es este: del texto de Paul Ricoeur, la cual se
¿qué es propiamente leer?” (Gada- distancia en algunos aspectos de la de
mer, 1998:262). Gadamer sobre todo en lo que tiene
que ver con su concepción de la lectu-
Para Gadamer, la pregunta ¿cómo ra como conversación y diálogo.
aprendemos a leer?, es equivalente a
¿cómo aprendemos a comprender?, Aproximaciones a la teoría del tex-
de esta manera interpretar un texto no to en Paul Ricoeur
es otra que saber leer. Por ejemplo, re-
salta el hecho que: “solo puede leerse Ricoeur señala en un escrito titula-
en voz alta lo que también se com- do ¿Qué es un texto? (Cfr. Ricoeur,
prende” (Cfr. Gadamer, 1998:261). 2000:127-147), que el texto es todo
discurso fijado por la escritura. Allí
La lectura se convierte así para la her-
también, se pregunta ¿cuál es la re-
menéutica gadameriana fundamental-
lación del texto con el habla?, ¿cuál
mente en un espacio de conversación,
es su relación con la realización de la
porque tanto en el ponerse de acuerdo
lengua en un acontecimiento discur-
en una conversación, como en el de
sivo, la producción de un discurso
lograr la comprensión de un texto que
singular por un hablante singular?, y
se da en la lectura, se debe tener pre-
sente alguna cosa que se tiene ante sí: responde lo siguiente:
“[…] el intérprete comprende la cosa
que le dice su texto” (Gadamer, 1977: (…) el texto es un discurso fijado
457), y porque también en una ade- por la escritura. Lo que fija la es-
cuada lectura se produce un auténtico critura es, pues, un discurso que se
trastorno y transformación en la que habría podido decir, es cierto, pero
lo dicho en el texto se enriquece con que precisamente se escribe por-
una infinitud de cosas no dichas. que no se lo dice. La fijación por
la escritura se produce en el lugar
Gadamer señala que: “[…] en cuan- mismo del habla, es decir, en el lu-
to que comprendemos estamos in- gar donde el habla habría podido
cluidos en un acontecer de la verdad aparecer (…) (Ricoeur, 2000:128).
[…] No se puede entender si no se
quiere entender, es decir, si uno no Siendo que la escritura sustituye el
quiere dejarse decir algo” (Gadamer, acto de habla; la escritura reclama
1998:60). Vivir los textos es hacernos la lectura como acto similar al de la
cargo de que podemos hacernos car- interlocución, porque quien escribe
go de la lectura, tal como lo hacemos requiere ser ‘escuchado’ por el lector.
con la conversación. En este sentido “El lector tiene el lugar del interlocu-
la conversación es un método; es un tor, como simétricamente la escritura
método de lectura de un texto. tiene el lugar de la locución y del ha-

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blante” (Ibíd.). Sin embargo, no se da el escrito solo es fijación de la con-


una cabal interlocución en la medida versación, Ricoeur afirma que en el
en que la relación escribir-leer no es texto se inscribe lo que podría haber
un caso particular de la relación ha- sido hablado. Lo que la escritura fija
blar-responder, ni un caso de diálogo: es lo que desaparece: el habla vivien-
te que ha sido pronunciada, pero el
El diálogo es un intercambio de texto, por su condición de enunciado,
preguntas y respuestas, no hay también fija, proporciona estabilidad
intercambio de este tipo entre el a lo dicho y exterioriza la intención y
escritor y el lector; el escritor no el objetivo del discurso, emancipando
responde al lector; el libro separa así la comprensión de lo psicológico.
más bien dos vertientes el acto de Gracias a la escritura, para Ricoeur, el
escribir y el acto de leer que no decir se convierte en enunciado.
comunican; el lector está ausente
en la escritura y el escritor está Ricoeur precisa que existen dos tipos
ausente en la lectura (Ricoeur, básicos de lectura, uno que asume el
2000:128-129). texto en su pura textualidad, es decir,
desconectado del mundo y de su au-
Esto es una gran diferencia con los tor, y que lo explica solamente por sus
planteamientos de Gadamer, quien relaciones internas, por su estructura;
considera la lectura de un texto como y otro que restituye la comunicación
un diálogo de pregunta y respuesta, viva, que levanta la suspensión del
mientras que para Ricoeur no existe texto y lo conecta con el mundo para
tal diálogo, ya que el lector está au- dar cuenta de la interpretación.
sente en la escritura, y el escritor está
ausente en la lectura. Mientras que Se trata de dos actitudes distintas: la
para Gadamer el texto es un tú con primera es la de tratar al texto como
el que dialogamos, para Ricoeur es si solo fuera una textualidad cuya es-
un objeto lingüístico que requiere ser tructura lingüística es lo único que lo
abordado con distancia reflexiva para explica, reforzando así la suspensión
ser comprendido. de su referencia (actitud explicativa);
y la segunda, es la que levanta esa
Para el filósofo francés, el texto escri- suspensión, restituyendo el texto a la
to no puede tratarse como un diálogo, comunicación viviente, interpretan-
porque la escritura crea su propia au- do su sentido y apropiándose de él,
diencia virtualmente extendida a cual- uniendo su mundo con el del texto e
quiera que sepa leer y son las lecturas intentando comprender sus referen-
las que lo descontextualizan y recon- cias (actitud comprensiva).
textualizan.
La distinción que se da en la lingüís-
Frente a la idea gadameriana de que tica entre lengua y habla le es útil a

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Ricoeur. El habla pertenece a la fisio- luchar contra la distancia cultural que


logía, a la psicología, a la sociología; separa al lector del sistema de valores
mientras que la lengua, como regla de sobre el cual se establece el texto; de
juego cuya ejecución es el habla, per- esta manera, la interpretación acerca,
tenece a la lingüística. El estudio de iguala, convierte en contemporáneo
la lingüística se basa en estas oposi- y semejante, hace propio lo que en
ciones, en el abordaje de unidades que principio era extraño (Cfr. Ricoeur,
son puramente distintivas como las de 2000:141). Además, la interpretación
la articulación fonológica (fonemas), como apropiación implica la actuali-
o significativas, como las de la articu- zación, el acontecimiento:
lación lexical (lexemas).
(…) la lectura es como la ejecu-
Por tanto todo, lo que tiene que ver ción de una partitura musical; mar-
con la explicación estructural del dis- ca la realización, la actualización
curso, del mito, o la teoría estructural de las posibilidades semánticas
del relato, y de la lingüística en ge- del texto. Este último rasgo es el
neral, es del orden de la explicación; más importante, pues es la condi-
mientras que lo que se relaciona con ción de los otros dos: victoria so-
la apropiación y la reflexión es del or- bre la distancia cultural, fusión de
den de la interpretación. la interpretación del texto con la
interpretación de uno mismo, este
Por apropiación entiendo lo si- carácter de realización propio de
guiente: la interpretación de un la interpretación, revela un aspec-
texto se acaba en la interpreta- to decisivo de la lectura, a saber,
ción de sí de un sujeto que desde que acaba el discurso del texto en
entonces se comprende mejor, se una dimensión semejante a la del
comprende de otra manera o, in- habla. Lo que nos interesa del con-
cluso, comienza a comprenderse cepto de habla no es que sea profe-
(Ricoeur, 2000:141). rida, es que sea un acontecimiento,
un acontecimiento discursivo, (…)
Por consiguiente, Ricoeur considera (Ricoeur, 2000:141-142).
que en el acto interpretativo que se da
en la reflexión hermenéutica, o la her- Con la explicación el texto tenía solo
menéutica reflexiva, como él la llama, un sentido, es decir, relaciones inter-
se realiza al tiempo la constitución del nas, una estructura, una dimensión se-
sí mismo del lector y la del sentido del miológica; ahora con la comprensión,
texto. tiene un significado, una dimensión
semántica. El texto con la lectura her-
Para Ricoeur la interpretación propia- menéutica, ahora es una realización
mente hermenéutica, es decir, la inter- en el discurso propio del sujeto que
pretación como apropiación, supone lee (Cfr. Ricoeur, 2000:141).

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La interpretación como acto del Este nuevo concepto de ‘interpreta-


texto mismo ción objetiva’ que nos da Ricoeur no
es nueva, dado que él lo remite inclu-
Ricoeur quiere ir más allá de la defi- so a unas indicaciones que ya se en-
nición de interpretación como apro- cuentran en el tratado de Aristóteles:
piación hic et nunc de la intención del Acerca de la interpretación, en el sen-
texto, es decir, quiere superar la de- tido de que en el texto aristotélico se
finición diltheyana de comprensión. resalta la idea de que la interpretación
Para ello acude a otra definición de la es mediante el lenguaje antes de ser
palabra de sentido: el de orientación. interpretación sobre el lenguaje.

Así, podría decir: explicar es ex- Igualmente, Ricoeur equipara su con-


traer la estructura, es decir, las re- cepción de interpretación objetiva
laciones internas de dependencia con el de interpretante de Charles
que constituyen la estática del tex- Sanders Peirce. En la medida en que
to; interpretar es tomar el camino para Peirce la relación que se da en-
del pensamiento abierto por el tex- tre un signo y un objeto (referente)
to, ponerse en ruta hacia el orien- siempre está mediada por la relación
te del texto. Esta observación nos existente entre un interpretante y ese
invita a corregir nuestro concepto signo, que puede incorporarse a la
inicial de interpretación y a buscar, primera relación signo-objeto. Es de-
más acá de la operación subjetiva cir, para Peirce no existe una relación
de la interpretación como acto so- directa entre signo y referente, sino
bre el texto, una operación objeti- que siempre esta relación depende, a
va de la interpretación que sería el su vez, de la mediación (‘objetiva’ no
acto del texto (Ricoeur, 2000:144). ‘subjetiva’) que se da entre interpre-
tante y signo. Aunque aquí cabe acla-
De esta manera Ricoeur, corrige su rar que para Peirce, el interpretante es
definición inicial de interpretación, un interpretante de signos, mientras
la cual ya no trata como una opera- que para Ricoeur se trata de un inter-
ción subjetiva, como un acto del in- pretante de enunciados.1
térprete sobre el texto, sino como una
operación objetiva que sería el acto
del texto mismo. Por consiguiente,
1. En esta parte quisiera aclarar que no hay que con-
la interpretación antes que ser el acto fundir en Peirce el interpretante con el intérprete, el
del exégeta, es el acto del texto: “[…] interpretante es el pensamiento que es originado por
el signo. El ‘propósito’ de un signo es el de producir
interpretar es ponerse en el sentido un interpretante. El interpretante está relacionado
con el objeto en el mismo aspecto en el que lo está
indicado, es orientarse, por las re- el signo. El interpretante puede existir incluso si no
laciones que nos da el mismo texto” hay (o no hay todavía) alguien que interprete el sig-
no y tenga el pensamiento; puede existir el interpre-
(Ricoeur, 2000:145). tante (o significación) aunque no haya un intérprete.

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Con esta referencia a la semiótica de prensión, están separados; mientras


Peirce, Ricoeur busca des-psicologi- que para Ricoeur se da una superación
zar la noción de interpretación para de esa dicotomía, ya que el texto se
referirla al trabajo mismo que se rea- revela tras su apropiación comprensi-
liza con el texto, y esto lo logra con va, mediatizada por las explicaciones
este aporte que retoma de Peirce de necesarias de su estructura.
la relación triangular entre objeto-
signo-interpretante, que traslada –a Entonces, y de acuerdo a lo aborda-
su manera– como: texto-semántica do en torno al planteamiento herme-
profunda (estructura del texto)-serie néutico que nos propone P. Ricoeur,
de interpretantes (como cadena de la apropiación que hace un lector en
interpretaciones producidas por la co- la interpretación de un texto no es ar-
munidad interpretante e incorporadas bitraria en tanto sea: “[…] la reasun-
a la dinámica del texto). ción de aquello mismo que se halla
obrando, que está en trabajo, es decir
en parto de sentido en el texto. El de-
Sin embargo, con esto, la idea de
cir del hermeneuta es un re-decir, que
interpretación comprendida como
reactiva el decir del texto” (Ricoeur,
apropiación no queda eliminada sino
2000:147).
queda remitida al extremo del pro-
ceso que Ricoeur denomina como
De esta manera, la lectura con Ri-
arco hermenéutico; la ubica como coeur cumple la finalidad del texto,
el último pilar del puente, el anclaje porque es: “[…] ese acto concreto en
del arco en el suelo de lo vivido (Cfr. el que se consuma el destino del texto.
Ricoeur, 2000:147). Siendo el análisis En el corazón mismo de la lectura se
estructural el primer pilar de este arco oponen y se concilian indefinidamen-
hermenéutico, el de la explicación. te la explicación y la interpretación”
Esta primera etapa luego se integrará (Ricoeur, 2000:147).
a la comprensión que permite dejar de
lado la interpretación ingenua para al- Pero además de esto, lo que cabe
canzar una interpretación crítica; pa- resaltar para finalizar, es que para
sar de una interpretación de superficie Ricoeur tampoco se da una identifi-
a una profunda (Cfr. Ricoeur, 2000: cación plena entre comprensión e in-
144). terpretación, porque él no solo define
la interpretación como intención de
En la interpretación de un texto se apropiación y participación, sino tam-
da un momento de explicación que bién como táctica de sospecha. El tex-
se ubica en el plano epistemológico, to abre un mundo propio ante él; esto
mientras que la comprensión se sitúa implica que es capaz de criticar lo real
en un plano ontológico. Esta es otra y de descubrir en él otras potenciali-
diferencia con Gadamer, para quien dades para configurar otros modos de
verdad y método, explicación y com- existencia.

REVISTA AMAUTA • UNIVERSIDAD DEL ATLÁNTICO • BARRANQUILLA (COL.) • ISSN 1794-5658 • NO. 21 • ENE-JUN 2013 • 203-214
214 LAS TEORÍAS DEL TEXTO EN LAS HERMENÉUTICAS DE H.-G. GADAMER Y P. RICOEUR

Bibliografía

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