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Vacunas e inmunizaciones

La inmunización activa es la protección conferida mediante la administración de vacunas


(vacunación) frente a enfermedades. Una vacuna [latín vacca, vaca] es una preparado a partir de
un agente infeccioso que es administrado en el hombre o los animales para inducir una inmunidad
protectora. Puede consistir en microorganismos muertos, vivos, debilitados (atenuados), toxinas
bacterianas inactivadas (toxoides), macromoléculas purificadas, vectores recombinantes (p. ej.,
vacuna frente a la polio modificada), o DNA (aún no aprobada), que son administradas a un animal
para inducir inmunidad de forma artificial. La era moderna de las vacunas y las vacunaciones
comienza con dos hitos importantes: la utilización por parte de Edward Jenner en 1798 del virus
de la viruela del vacuno como vacuna frente al virus de la viruela humana (Recuadro 33.1), y la
vacuna de Pasteur frente al carbunco en 1881. Las vacunas frente a otras enfermedades no
emergieron hasta la última parte del siglo xix: tras largos procesos experimentales empíricos
(prueba-error), se desarrollaron métodos de inactivación y atenuación de microorganismos, y
aparecieron nuevas vacunas. Las vacunas se produjeron eventualmente frente a la mayoría de las
enfermedades epidémicas que asolaban Europa occidental y Norteamérica (difteria, sarampión,
parotiditis, tos ferina, rubéola, polio). De hecho, en el último tercio de siglo xx empezó a parecer
posible que la combinación de vacunas y antibióticos podría controlar el grave problema de las
infecciones microbianas. Tal optimismo sufrió un duro golpe tras la emergencia de nuevas
enfermedades o no reconocidas previamente (véase la sección 37.8), y la resistencia a los
antibióticos clásicos (véase la sección 35.7). A pesar de ello, la vacunación sigue siendo una de las
herramientas más poderosas para la prevención de las enfermedades microbianas, y las vacunas
constituyen sin lugar a dudas uno de los grandes logros de la medicina moderna. La Tabla 33.1
resume las principales vacunas utilizadas actualmente para prevenir enfermedades bacterianas y
víricas en el hombre. La vacunación de la mayoría de los niños debe comenzar alrededor de los 2
meses de edad. Antes, están protegidos por la inmunidad natural pasivamente transferida por la
madre. En la Figura 33.1 se muestra el programa recomendado en EE.UU. para la inmunización de
niños. La vacunación de adultos depende del grupo de riesgo en el que se encuentren. Individuos
que viven en recintos cerrados (personal militar), ancianos, y aquellos individuos con algún tipo de
inmunodeficiencia (trasplantados, o con anemia falciforme), reciben las vacunas frente al virus
influenza, meningitis y neumonía. Dependiendo del país al que se viaje, los viajeros deben ser
inmunizados frente al cólera, hepatitis, peste, polio, fiebres tifoideas, tifus, y fiebre amarilla.
Personal sanitario y otros individuos expuestos por sus estilos de vida son inmunizados vacunas
utilizadas actualmente para prevenir enfermedades bacterianas y víricas en el hombre. La
vacunación de la mayoría de los niños debe comenzar alrededor de los 2 meses de edad. Antes,
están protegidos por la inmunidad natural pasivamente transferida por la madre. En la Figura 33.1
se muestra el programa recomendado en EE.UU. para la inmunización de niños. La vacunación de
adultos depende del grupo de riesgo en el que se encuentren. Individuos que viven en recintos
cerrados (personal militar), ancianos, y aquellos individuos con algún tipo de inmunodeficiencia
(trasplantados, o con anemia falciforme), reciben las vacunas frente al virus influenza, meningitis y
neumonía. Dependiendo del país al que se viaje, los viajeros deben ser inmunizados frente al
cólera, hepatitis, peste, polio, fiebres tifoideas, tifus, y fiebre amarilla. Personal sanitario y otros
individuos expuestos por sus estilos de vida son inmunizados

Las primeras inmunizaciones

Desde la Grecia antigua se sabe que las personas que se han recuperado de la peste, la viruela,
la fiebre amarilla y otras enfermedades infecciosas, rara vez las vuelven a contraer. Los primeros
intentos científicos de inmunización artificial se realizaron a finales del siglo xvm por Edward
Jenner (1749-1823); un medico rural de Berkeley, Gloucestershire, Inglaterra. Jenner investigó el
fundamento de la creencia, ampliamente extendida entre los agricultores ingleses, de que una
persona que había padecido la enfermedad viruela-bovina nunca contraía la viruela. La viruela era
a menudo mortal (entre el 10 y el 40 %) y quienes sobrevivían tenían marcas que les desfiguraban.
Sin embargo, la mayoría de las ordeñadoras inglesas, que se infectaban fácilmente con el virus de
la viruela-bovina tenían la piel sin cicatrices porque la infección era relativamente leve y no dejaba
cicatrices. Fue el 14 de mayo de 1796 cuando Jenner extrajo el contenido de una pústula del brazo
de una ordeñadora infectada de viruelabovina, Sarah Nelmes, y lo inyectó en el brazo de James
Phipps, un niño de ocho años. Como Jenner esperaba, la inmunización con el virus de la viruela-
bovina sólo causó síntomas leves en el niño. Cuando posteriormente inoculó al niño con virus de la
viruela, éste no presentó síntomas de la enfermedad. Más tarde, Jenner inocularía a numerosos
pacientes con pústulas de viruelabovina, así como otros médicos en Inglaterra y en el continente
europeo (figura del recuadro). En los albores del siglo xix se había iniciado en Norteamérica la
práctica conocida como vacunación, y en 1805 Napoleón Bonaparte ordenó la vacunación de
todos los soldados franceses. Louis Pasteur (1822-1895) realizó otros trabajos sobre
inmunizaciones. Pasteur descubrió que si se permitía que los cultivos bacterianos del cólera de los
pollos envejecieran durante dos o tres meses, la bacteria producía una infección leve cuando se
inyectaba en los pollos. De alguna forma los cultivos viejos se habían vuelto menos virulentos
(atenuados) para los pollos. Encontró que los cultivos frescos de la bacteria no producían cólera en
aquellos pollos que habían sido previamente inoculados con cultivos viejos, atenuados. En
homenaje a Jenner, Pasteur dio el nombre de vacuna a cualquier preparación de un patógeno
debilitado (como el «virus de la viruela-bovina» de Jenner) que se empleara para inmunizar contra
una enfermedad infecciosa.

Tipos de vacunas y sus características


Como se destacó con anterioridad, las enfermedades para las que ya disponemos de vacunas son
aquellas en las que la infección es aguda y, o bien se resuelve en semanas, o causa la muerte.
Aun así, en ausencia de vacunación, muchos individuos sobrevivirían a la infección como
consecuencia de la actuación de su propio sistema inmunitario. Para estas enfermedades, las
vacunas mimetizan al patógeno y producen una respuesta inmunitaria similar a la que induciría el
propio patógeno. Estas vacunas han erradicado la viruela, prácticamente la polio, y han
reducido drásticamente los casos de hepatitis A y B, sarampión, rotavirus, tétanos, tifus y otras
peligrosas enfermedades. Por el contrario, otras enfermedades crónicas (SIDA,
herpes, hepatitis C, malaria, tuberculosis), que son mortales o debilitantes, aún no tienen su vacuna ideal. En estas
enfermedades
crónicas el patógeno es capaz de evadir el sistema inmunitario o de hacer que su respuesta sea
ineficaz. Una vacuna exitosa frente a estas enfermedades crónicas debería
estimular al sistema inmunitario de forma similar a como lo haría el patógeno de forma natural.
Hasta la fecha, éste es un desafío aún no conquistado de la inmunología médica en el
desarrollo de vacunas. A continuación, se presentan varios procedimientos de
vacunación, en uso o en experimentación, que se describirán en términos de su habilidad para
inducir una respuesta inmunitaria humoral o mediada por células, y la producción
de memoria inmunológica. La vacunómica, aplicación de la genómica y la bioinformática al
desarrollo de vacunas, está aportando nuevas ideas al problema hercúleo de preparar
vacunas frente a microorganismos y parásitos eucariotas.

Vacunas con organismos completos


Muchas de las vacunas actualmente en uso para humanos que son efectivas frente a
enfermedades víricas y bacterianas consisten en microorganismos completos que han sido
inactivados (muertos), o fueron atenuados (vivos) (Tabla 33.1).
Éstas se denominan vacunas con organismos completos. Las principales características de estas
vacunas se comparan y contrastan en la Tabla 33.3. Las vacunas inactivadas son
eficaces, pero a menudo requieren varias dosis de recuerdo y normalmente no son adecuadas
para inducir una adecuada inmunidad mediada por células o en las mucosas (tipo IgA
secretora). Por el contrario, las vacunas atenuadas se suelen administrar en una única dosis para
estimular tanto la inmunidad humoral como la celular.
En cualquier caso, aunque las vacunas con organismos completos pudieran considerarse «el
patrón modelo» (gold standard), presentan algunos inconvenientes. Por ejemplo,
no protegen frente algunas enfermedades. En segundo lugar, debido a la naturaleza viva-atenuada
de algunas de estas vacunas, ellas mismas pueden producir la enfermedad en
ciertos individuos inmunocomprometidos (pacientes con SIDA, pacientes tumorales en
tratamiento con quimioterapia, ancianos). Incluso, estos pacientes pueden adquirir la
enfermedad tras su contacto con individuos sanos vacunados recientemente. Además,
microorganismos atenuados, especialmente virus muy mutables, pueden mutar de tal forma
que se restaure su virulencia, como ocurre con el virus SIV (produce SIDA en simios). En el caso de
enfermedades letales, esta posibilidad de reversión es intolerable. Las vacunas
de microorganismo completos, aun consistiendo en microorganismos
muertos, aún presentan otro inconveniente. Al contener un conjunto muy heterogéneo de
antígenos, algunos de ellos podrían no sólo no participar en una respuesta
protectora, sino que incluso podrían estimular algún tipo de reacción alérgica u otras reacciones
adversas. Macromoléculas purificadas como vacunas Algunos de los riesgos anteriormente
descritos para las vacunas conteniendo microorganismos completos pueden evitarse
mediante la utilización de únicamente macromoléculas específicas purificadas obtenidas del
propio microorganismo. Actualmente, se disponen de tres formas generales de este
tipo de vacunas con macromoléculas: 1) polisacáridos capsulares, 2) antígenos de superficie
recombinantes, y 3) exotoxinas inactivadas denominadas toxoides (véase la p. 858). En
la Tabla 33.4 se muestran algunas de las vacunas con macromoléculas purificadas empleadas
actualmente para el hombre.
Vacunas con vectores-recombinantes
Las vacunas genéticas son muy diferentes en estructura a las vacunas que utilizan
microorganismos completos. La tecnologia consiste en aislar los genes que codifican los antígenos
principales del patógeno e insertarlos en vectores víricos o bacterianos avirulentos. Estas vacunas
con vectores-recombinantes normalmente se inoculan mediante inyección
o bien con una pistola de genes. El microorganismo atenuado sirve como vector, replicándose en
el huésped y expresando los productos génicos del patógeno. Una vez que
estos antígenos se expresen en la superficie del vector, podrán inducir la correspondiente rama
inmunitaria, humoral/celular.
Recientemente, se han utilizado varios microorganismos como vectores en este tipo de vacunas.
Algunos ejemplos incluyen, adenovirus, virus vaccinia, virus de la viruela de los canarios, poliovirus
atenuados, y cepas atenuadas de Salmonella y Mycobacterium. Vacunas DNA
Una vacuna genética más sofisticada que ha emergido en estos últimos años es la vacunación con
DNA. Una vacuna DNA induce inmunidad protectora frente a un patógeno microbiano tras la
activación de las dos ramas del sistema inmunitario, humoral y celular, generando también células
de memoria. El procedimiento de inmunización comienza con la inyección en el músculo de un
plásmido que contiene genes codificantes de antígenos del patógeno. Los plásmidos entran en el
núcleo de las células musculares en donde expresan los genes para dichos antígenos. Las células
musculares sintetizarán esas proteínas al igual que las suyas propias. Como en los casos anteriores,
la inmunidad humoral y la mediada por células se ponen en marcha. Las proteínas antigénicas se
liberan de las células musculares y se unen a las células B específicas. Al mismo tiempo, células
presentadoras de antigeno captan estas proteínas, las procesan y las presentan junto con
moléculas MHC clase II. Células T colaboradoras reconocen este complejo y secretan citocinas
tipo-TH2 que activan las anteriores células B específicas para ese antigeno. Algunas
de estas células B proliferan y algunas se diferencian a células plasmáticas productoras de
anticuerpos, que podrán unirse y neutralizar al patógeno portador de ese antigeno, o
bien marcarlo para su posterior destrucción. Otras células B se diferencian a células de memoria,
que protegerán al huésped frente a una futura infección por ese mismo patógeno.
Por su parte, la respuesta inmunitaria mediada por células comienza cuando las células musculares
presentan el antigeno o fragmentos del mismo sobre su superficie junto
con moléculas MHC clase I y otras moléculas accesorias. Las células T citotóxicas reconocen estas
señales y las provenientes de citocinas tipo tipo-THl de las T colaboradoras.
Las células T citotóxicas así activadas atacarán las células infectadas por el patógeno, cuando se
produzca este encuentrotras la vacunación. Algunas de las células T activadas
proliferarán como T de memoria para ejercer su función protectora en futuros nuevos encuentros.
Actualmente, se están desarrollando experimentalmente estas vacunas DNA, como por ejemplo,
frente a la malaria, SIDA, gripe, hepatitis B y herpesvirus, así como frente a algunos tipos de
tumores (linfomas, próstata, colon).
El término patógeno se refiere a aquellos
microorganismos que son capaces de causar
enfermedad, especialmente si causan enfermedad en
personas inmunocompetentes. El término patógeno
oportunista se refiere a los microorganismos que son
capaces de causar enfermedad sólo en personas
inmunodeprimidas.
La virulencia es una medida de la capacidad del
microorganismo de causar enfermedad; un
microorganismo altamente virulento necesita un
menor número de microorganismos para causar
enfermedad que uno menos virulento. La 0150 es el
número de microorganismos necesarios para causar
enfermedad al 50 % de la población. Una 0150 baja
indica un microorganismo altamente virulento.
• La virulencia de un microorganismo viene
determinada por los factores de virulencia, como
cápsulas, exotoxinas y endotoxinas.
Si una persona adquiere o no una enfermedad
infecciosa, viene determinado por el balance entre la
cantidad y la virulencia de los microorganismos y por
la competencia de las defensas del hospedador.
• Muchas infecciones son asintomdticas o inaparentes
porque nuestras defensas han eliminado el
microorganismo antes de que éste pudiera
multiplicarse suficientemente para causar los síntomas
de la enfermedad.
• El término infección tiene dos significados: 1) la
presencia de microorganismos en el cuerpo y 2) los
slntomas de la enfermedad. La presencia de
microorganismos en el cuerpo no siempre da lugar
a sfntomas de una enfermedad (véase el párrafo
anterior).
• Las bacterias causan los sfntomas de una enfermedad por dos mecansimos: la producción de
toxinas
(exotoxinas y endotoxinas) y la inducción de
inflamación.
• Muchas de las infecciones bacterianas son
transmisibles, es decir, son capaces de transmitirse de
persona a persona, pero algunas no lo son, p. ej., el
botulismo y la neumonfa causada por
Legionella.
• Hay tres términos epidemiológicos utilizados para
describir las infecciones: las infecciones endémicas son
aquellas que se producen con una baja frecuencia en
una área geográfica concreta, las epidemias son
aquellas infecciones que se producen en una tasa más
elevada de lo usual, y las pandemias son aquellas
infecciones que se transmiten rápidamente por grandes
áreas del mundo.
Determinantes de la patogenia bacteriana
Transmisión
• Los modos de transmisión de los microorganismos
incluyen procesos de persona a persona y de otras
fuentes al hombre. Las fuentes no humanas incluyen
los animales, el suelo, el agua y los alimentos.
• La transmisión de persona a persona puede producirse
por contacto directo o indirecto mediante un vector,
como un insecto, normalmente garrapatas o
mosquitos. La transmisión de animales a humanos
puede producirse también por contacto directo con un
animal, o indirectamente mediante un vector.
• Las principales puertas de entrada al organismo son el
sistema respiratorio, el aparato digestivo, la piel,
y el aparato genital.
Las enfermedades humanas en que los reservorios son
animales, se denominan zoonosis.

Adherencia a las superficies celulares


• Los pili son los mecanismos principales a través de los
cuales las bacterias se adhieren a las células humanas.
Son fibras que se extienden de la superficie de la
bacteria y median la unión a receptores especfficos de
la cé/u/a.
• El glicocálix es una capa mucosa de polisacárido que
media una unión fuerte con ciertas estructuras, como
las válvulas del corazón, los implantes protésicos y los
catéteres.
Invasión, inflamación y supervivencia intracelular
• La invasión de un tejido está potenciada por la
secreción de enzimas por parte de las bacterias. Por
ejemplo, la hialuronidasa producida por
Streptococcus pyogenes degrada el ácido hialurónico
del tejido subcutáneo, permitiendo que el
microorganismo se distribuya rápidamente.
• La proteasa de la lgA degrada la /gA secretada,
permitiendo que la bacteria se una a las membranas
mucosas.
• La cápsula que rodea las bacterias es antifagocítica,
es decir, retarda la ingestión del microorganismo por
parte de los fagocitos. Las cepas mutantes de muchos
patógenos que no producen cápsula no son
patógenas.
• La inflamación es una importante defensa del
huésped inducida por la presencia de las bacterias en
el organismo. Hay dos tipos de inflamación, la piógena
y la granulomatosa, y las bacterias típicamente
presentan un tipo u otro. En la inflamación pi6gena,
las defensas del huésped contra las bacterias piógenas
(productoras de pus) como S. pyogenes, son los
neutrófilos (y los anticuerpos y el complemento). En la
Inflamación granulomatosa, las defensas del
huésped contra las bacterias intracelulares
productoras de granulomas, como Mycobacteriu m
tuberculosis, consisten en la presencia de macrófagos
y células T CD4-positivas. El tipo de lesión inflamatoria
es un criterio importante a la hora de establecer un
diagnóstico.
• Las bacterias pueden evitar nuestras defensas a
través de un proceso denominado persistencia
intracelular, es decir, las bacterias que pueden
sobrevivir en el interior de las células están
protegidas del ataque de los macrófagos y de los
neutrófilos. Es destacable que muchas de estas
bacterias, por ejemplo, M. tuberculosis, no son
parásitos intracelulares obligados (que sólo pueden
crecer en el interior de las células), pero tienen la
capacidad de entrar y sobrevivir en el interior de las
células.
Exotoxinas
PATOGENIA 5 1
Las exotoxinas son polipéptidos secretados por
ciertas bacterias que alteran funciones especfficas de la
célula y son responsables de los síntomas de la
enfermedad. Son producidas tanto por las bacterias
grampositivas como por las gramnegativas, mientras
que la endotoxina sólo se encuentra en las bacterias
gramnegativas.
• Las exotoxinas son antigénicas e inducen la
producción de anticuerpos denominados antitoxinas.
Las exotoxinas pueden ser modificadas para formar los
toxoides, que son antigénicos pero no son tóxicos. Los
toxoides, como el toxoide del tétanos, se usan para
inmunizar contra una enfermedad.
• Muchas exotoxinas tienen la estructura en dos
subunidades A y B; la subunidad A es la parte activa
(tóxica) y la subunidad B es la que se une a la
membrana celular y media la entrada de la subunidad
A en el interior de la célula.
• Las exotoxinas tienen diferentes mecanismos de acción
y diferentes dianas en el interior de la célula, por este
motivo causan una variedad de enfermedades con
síntomas característicos. (Véanse las Tablas 7-9 y 7- 1 0).
Algunas exotoxinas son enzimas que unen una ADPribosa
a un componente celular (adenorribosilaci6n).
Algunas exotoxinas actúan por procesamiento
proteolitico de un componente celular, mientras que
otras actúan como superantlgenos, causando una
superproducción de citocinas.
Endotoxinas
Las endotoxinas son lipopolisacáridos (LPS)
situados únicamente en la membrana externa de las
bacterias gramnegativas. No son secretadas por las
bacterias.
El llpido A es el componente tóxico del LPS. Induce la
superproducción de citocinas, como.el factor de
necrosis tumoral, la interleucina- 1 y el óxido nítrico,
por parte de los macrófagos, que a su vez causa los
síntomas del shock séptico, como la fiebre y la
hipotensión. Además, el LPS activa la cascada del
complemento (vía alternativa), que da lugar a un
aumento de la permeabilidad celular y ,a una cascada
de coagulación que, a su vez, causa un aumento en la
permeabilidad vascular y coagulación intravascular
diseminada.
Las endotoxinas son muy poco antigénicas, no inducen
la producción de antitoxinas y no forman toxoides.
Fases típicas de una enfermedad infecciosa
Normalmente hay cuatro fases. El períódo de
incubación es el tiempo entre la exposición de la

persona al microorganismo (o toxina) y la aparición de


los sin tomas. El periodo prodr6mico es el tiempo
durante el cual aparecen los sin tomas no específicos. El
periodo de estado de la enfermedad es el tiempo
durante el cual aparecen las características tfpicas de
la enfermedad. El periodo de convalecencia es el
tiempo durante el cual los sfntomas desaparecen y se
restablece el estado saludable.
• Después del período de convalecencia, algunas
personas se convierten en portadores crónicos del
microorganismo y, en otras, se desarrollan infecciones
latentes.
• Algunas personas tienen infecciones subclfnicas
durante las cuales permanecen asintomóticas. La
presencia de anticuerpos revela que ha habido una
infección

Las bacterias causan enfermedad a través de dos mecanismos:


1 ) producci6n de toxinas y 2) invasi6n e inflamaci6n.
Hay dos categorías de toxinas: exotoxinas y
endotoxinas. Las exoroxinas son polipépridos que son
liberados por la célula, mientras que las endoroxinas
son lipopolisacáridos que forman parre integral de la
pared celular. Las endoroxinas se encuentran solamente
en bacilos y cocos gramnegarivos; no son liberadas activamente
de la célula; y causan fiebre, shock y otros síntomas
generalizados. Las exoroxinas y las endoroxinas
por ellas mismas pueden causar síntomas; no es necesaria
la presencia de la bacteria en el hospedador. Las bacterias
invasoras, por otra parre, crecen localmente en
gran número e inducen una respuesta inflamatoria que
consiste en eritema, edema, calor y dolor. La invasión y
la inflamación serán discutidas más adelante en la secci6n
titulada «Determinantes de la patogenia bacrenana
».

FASES DE LA PATOGENIA BACTERIANA


Muchas de las infecciones bacterianas se adquieren de
una fuente externa, en estos casos, las fases de infección
se describen más adelante. Algunas infecciones bacterianas
están causadas por miembros de la flora normal y no
se transmiten directamente antes de que la infección se
haya establecido.
Una secuencia general de las diferentes fases de una
infección sería la siguiente:
1) Transmisión desde una fuente externa a la puerta
de entrada
2) Evasión de las defensas primarias del huésped,
como la piel o el ácido del estómago
3) Adherencia a las membranas mucosas, normalmente
a través de los pili
4) Colonización por el crecimiento de las bacterias
en el lugar de adherencia
5) Síntomas de la enfermedad causados por la producción
de toxinas o por la invasión acompañada de inflamación
6) Las respuestas del huésped, tanto las no específicas
como las específicas (inmunidad), durante los pasos
3, 4 y 5
7) Progresión o resolución de la enfermedad.

. Transmisión
Desde la perspectiva de la salud pública es muy importante
comprender el método de transmisión de las bacterias
y otros agentes infecciosos, ya que interrumpir la cadena
de transmisi6n es una excelente forma de prevenir
las enfermedades infecciosas. El método de transmisión de muchas enfermedades es de persona a
persona, pero
las enfermedades infecciosas pueden transmitirse desde
fuentes no humanas como el suelo, el agua y los animales.
Los fórnites son objetos inanimados, como las toallas,
que sirven corno fuente de microorganismos y que
pueden causar enfermedades infecciosas. En la Tabla 7- 1
figuran algunos ejemplos importantes de estos mecanismos
de transmisió

2. Adherencia a superficies celulares


Algunas bacterias tienen estructuras especializadas, p. ej.,
pili, o producen sustancias, p. ej., cápsulas o glicocálix,
que les permite adherirse a la superficie de las células humanas
aumentando su capacidad de causar enfermedad.
Estos mecanismos son esenciales para los microorganismos
que se adhieren a las membranas mucosas; los mutantes
que no tienen estos mecanismos habitualmente no
son patógenos. Por ejemplo, los pili de Neisseria gonorrhoeae
y Escherichia coli median la unión de los microorganismos
al epitelio del tracto urinario, y el glicocálix de
Staphylococcus epidermidis y ciertos estreptococos del
grupo viridans permiten a los microorganismos adherirse
fuertemente al endotelio de las válvulas cardíacas. Las diferentes
moléculas que median la adherencia a las superficies
celulares se denominan adhesina 3. Invasión, inflamación y supervivencia
intracelular
Uno de los principales mecanismos a través del cual las
bacterias causan enfermedades es la invasión de los tejidos
seguida de la inflamación. (La respuesta inflamatoria está
Ti El otro mecanismo importante
es la producción de toxinas, proceso descrito en la Sección
4 de este capítulo. Un tercer mecanismo, la inmunopatogenia,
se describe en la Sección 5 de este capítulo.
Algunas de las enzimas secretadas por las bacterias
invasoras desempeñan un papel en la patogenia. Entre
las más destacadas están:
1 ) La colagenasa y la hialuronidasa, que degradan el
colágeno y el ácido hialurónico respectivamente, de manera
que permiten que la bacteria se disperse a través del
tejido subcutáneo; son especialmente importantes en las
celulitis causadas por Streptococcus pyogenes.
2) La coaguJasa, producida por Staphylococcus aureus,
que acelera la formación de un coágulo de fibrina a
partir de su precursor, el fibrinógeno (este coágulo debe

Exotoxinas
Algunas bacterias grampositivas y gramnegativas producen
exotoxinas, mientras que las endotoxinas sólo están
presentes en las bacterias gramnegativas. La característica
esencial de las exotoxinas es que son secretadas por
las bacterias, mientras que la endotoxina es un componente
de la pared celular. Las exotoxinas son polipéptidos,
cuyos genes están situados en plásmidos o en virus
bacterianos lisogénicos (bacteriófagos). Algunas exotoxinas
importantes codificadas en el DNA de bacteriófagos
son: la toxina diftérica, la toxina colérica y la toxina
botulínica.

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