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El mercado spot es aquel en el que el valor del activo financiero se paga al contado
(precio spot) en el momento de la entrega. Es por ello que este tipo de mercado se conoce como “mercado de
dinero en efectivo”, “mercado “físico” o “mercado al contado”. Actúa a corto plazo, por tanto es altamente líquido
Precio petróleo tipo West Texas Intermediate (WTI).
Spot. $USA por barril
Precio petróleo West Texas Intermediate 2019
Fecha Precio $ Precio €
Puntualmente al caso boliviano: solo hay dos mercados para el gas: Brasil (contrato hasta 2020) y
Argentina (contrato hasta 2027).
No hay nuevos mercados. Ni exploración a escala ni inversión que haya generado certificaciones
de nuevos reservorios. A diciembre 2013 (reservas de gas 10,45 TCF). Para este quinquenio se
tendría que apostar por lograr certificar 25 TCF y producir mínimo 100 mmm3/d de gas. Claro que
esto requiere una musculatura financiera privada impresionante, el Estado por sí no podría lograrlo.
A nivel global OPEP sigue viendo la forma de “congelar” la producción del crudo e Irán de seguir
inundando el mercado, como ya explicamos en análisis anteriores. De manera que globalmente va
a ser más complicado tratar de incentivar a capitales externos que recalen en Bolivia, con igual
propósito que podrían tener en otros países con mejores condiciones y escenarios.
Seguirá creciendo el gas de LNG (en mercados spot) y continuarán los norteamericanos invirtiendo
en tecnología para mejorar producción de oíl/gas no-convencional (el famoso shale o lutitas); de
manera que los precios bajos continuarán, de momento.
América Latina no está ausente ante este ventarrón: Venezuela tuvo grandes pérdidas en su
economía, están al borde del colapso y Bolivia ya va sintiendo el peso de recibir menos dólares por
exportar los mismos volúmenes de gas.
Ninguno de los países logró consolidar una economía alternativa a los hidrocarburos, ni fueron
establecidos fondos soberanos de inversión de ingresos por venta de hidrocarburos que, por
ejemplo, como ya dijimos anteriormente, hayan realizado otro tipo de portafolios de inversión
(casos exitosos de Noruega y Qatar).
Bolivia atada de momento a Brasil (hasta 31 mmm3/d a febrero 2016 el millar de BTU USD 3,61) y
Argentina (llegará a 27 mmm3/d a febrero 2016 millar de BTU 3,89 USD), ambos indexados al
precio internacional del petróleo WTI (West Texas Intermediate); de manera que se continúa
vendiéndoles los mismos volúmenes de gas y sin haber ampliado horizontes (ni otros mercados,
como ya dijimos, ni otros productos: ejemplo vender electricidad o combustibles a partir de la
agregación de valor al gas materia prima), nos llevan a conclusiones algo apretadas: Argentina ya
mostró que puede comprar otro gas (vía Chile, más caro) y así dejar de depender tanto de Bolivia;
en Brasil, de igual forma, van a buscar recursos vía LNG de cualquier parte del mundo, pero no va
a “atar” su desarrollo industrial a nuestro suministro.
Eso nos hace recapacitar para buscar nuevos mercados, nuevas exploraciones y nuevas
inversiones con urgencia. Que Brasil y Argentina van a seguir necesitándonos, sí es verdad; pero
igual van buscando fuentes alternativas. La misma lógica debe operar en Bolivia: buscar nuevos
mercados. Pero para ello se necesita exploración a escala y certificación de nuevas reservas. Y
eso es con muchísimo dinero privado; de corporaciones que vuelvan a creer en la fe del Estado
boliviano.
En algún momento el gas boliviano estaba pensado para ser exportado a mercados spot (vía
LNG), considerando otro tipo de escala de mercados/reservas y pensando en insertar a Bolivia a
mercados ampliados de gas. Bolivia se quedó con mismos mercados y mismos volúmenes
producidos/exportados con menores precios y menores inversiones. La ausencia de
legislación/regulación adecuada en el área energética por una década no estimuló para que
vengan inversiones privadas al sector. Ahora es algo tarde.
Cuando los precios del petróleo estaban “arriba”, obviamente hubo mucho ingreso por venta de
gas que fue utilizado para financiar esta “década de bonanza”, que no es otra cosa que el reflejo de
buenos precios de petróleo/gas. Ahora a malos precios del petróleo/gas, naturalmente hay
reducción de ingresos y debe haber recortes inmediatos, porque hasta las RIN se está empezando
a gastar. El 2015 se dejó de percibir, por lo bajo, unos 3000 millones USD. Un gran boquete a la
economía boliviana