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Resolviendo problemas
Elabora una propuesta sobre cómo resolver los problemas de las armas
químicas depositadas en el fondo del mar y las que fueron abandonadas por
algunos países, en territorios que no son suyos.
Después de la Segunda Guerra Mundial una variedad de armas químicas y explosivos fueron
arrojados principalmente sobre el Mar Báltico, el mar de Japón y el Golfo de México, por lo
tanto, seguirán siendo una amenaza para la vida marina, el medio ambiente y la población.
Dar una solución al problema de las armas químicas depositadas en el fondo del mar es más
difícil de lo que parece, debido a que los registros históricos de las municiones arrojadas al
mar son muy pocas; además se desconoce con exactitud la cantidad y localización del material
arrojado (bombas, municiones, minas, etc).
Considero importante que todos los Estados que participan en la Convención sobre la
prohibición de armas químicas, debieran poner mayor atención a esta problemática y destinar
determinados recursos para que se continúen llevando a cabo futuras exploraciones, y de esa
manera conocer con exactitud el territorio en el que se encuentran los explosivos y armas
químicas, o trabajar en soluciones que eviten una catástrofe mundial a causa de estos
materiales.
En cuanto a las armas químicas que fueron abandonadas en territorios que no son suyos, la
Convención sobre la prohibición de las armas químicas enuncia:
1. El Estado Parte que tenga en su territorio armas químicas antiguas; deberá, a más tardar 30
días después de que la Convención entre en vigencia para él, presentar a la Secretaría Técnica
toda la información relevante disponible, incluyendo, en la medida de lo posible, la ubicación,
el tipo, la cantidad y el estado actual de estas antiguas armas químicas.
2. Un Estado Parte que descubra armas químicas antiguas después de que la presente
Convención entre en vigor para ello deberá presentar a la Secretaría Técnica la información
especificada en el párrafo 3 a más tardar 180 días después del descubrimiento de las armas
químicas antiguas.
3. Con el fin de destruir las armas químicas abandonadas, el Estado Parte de Abandono
proporcionará todos los recursos financieros, técnicos, de expertos necesarios, así como otros
recursos. El Estado parte territorial proporcionará la cooperación adecuada.
Un ejemplo muy claro de lo antes mencionado es lo ocurrido con Japón; quien abandonó
armas químicas en territorio Chino, ambos Estados llegaron a un común acuerdo y
recientemente se concluyeron los trabajos de destrucción de estas armas por parte del
gobierno japonés. Recientes reportes señalan que el trabajo de destrucción se realizó de una
forma segura y ordenada, eliminando básicamente las amenazas y peligros que suponían las
armas químicas japonesas abandonadas para las vidas de la gente local, las propiedades y el
medio ambiente.