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Es muy importante la poda en los primeros años de una plantación de nogales. Nos condiciona el desarrollo
del árbol en el futuro, la rapidez de entrada en producción y la posibilidad de aplicar medios mecánicos en
la poda de árboles adultos.
Las formas en eje, permiten aumentar ligeramente el número de plantas por Ha., con lo que se logra una
mayor producción los primeros años. En la edad adulta, la producción no debe variar sensiblemente si la
poda se hace correctamente.
También la poda en eje permite aplicar sistemas mecánicos de poda en árboles adultos, cosa que es mas
difícil en las formaciones en vaso.
Ensayos realizados por IRTA, en Tarragona, constatan que, a partir de los 7 años, la producción en eje
Ensayos de INRA, en Bordeux, con la variedad Pedro (la mas parecida por sus características a las
nuevas variedades), muestran aumentos de producción, a los 7 años, del 10% y 46%, entre el eje
estructurado y el eje libre, respecto al vaso, mientras que a los 13 años las diferencias son de 21% y
9%, respectivamente.
El eje libre es la que mejor se adapta a la producción en seto. Los ensayos de la Estación de Creysse,
demuestran que a los 10 años la producción es netamente superior a los otros sistemas. Falta saber si
VASO
Plantación: Si usamos un árbol de vivero, a raíz desnuda, es aconsejable plantar en enero, febrero, pues la
raíz comienza a desarrollar en primavera y al iniciar la brotación del árbol esta es mas vigorosa . Si usamos
plantas en contenedor, es ideal la plantación en agosto, septiembre, de manera que la planta enraíza el
mismo año y, al año siguiente tiene mucho mejor desarrollo. Igualmente, el uso de plantas en contenedor
y plantación en invierno, facilita el crecimiento del árbol, pues no cortamos ninguna raíz.
A la plantación, en el caso de plantas a raíz desnuda y las plantaciones de invierno de planta en contenedor,
es indispensable rebajar el plantón a 20 cm. Sobre el punto del injerto. El nogal es una planta que enraíza
lentamente (normalmente el porta-injerto, al plantar, tiene 2 a 3 años) y, en cambio, brota rápidamente en
primavera, con lo que se produce un desequilibrio entre la parte aérea y radicular, que provoca una parada
en el crecimiento en verano, logrando una planta poco vigorosa, que puede obligar a rebajar nuevamente
la planta, al final del primer invierno para tener un plantón de gran vigor, para iniciar la formación de la copa.
Las plantaciones con planta en contenedor, hechas en verano, pueden evitar rebajar la planta a 20 cm., si
logramos árboles de 1,2 a 1,5 metros. En los que no se consiga esta altura, es mejor recortarlos, en invierno,
a 20 cm.
Es aconsejable colocar un tutor, que puede ser un bambú o varilla de hierro, mejor recubierta por un tubo
de polietileno de los usados en goteo. Este tutor nos permite tener un crecimiento recto y, al mismo tiempo
sujetar un protector para poder utilizar herbicidas y salvaguardar al árbol de los animales.
Durante el primer verano, elegimos el brote de mejor desarrollo, mas recto, vigoroso, bien implantado, etc.
Los demás pueden ser despuntados a 20/30 cm.. Al mantenerlos, aumentamos la superficie foliar del árbol
y los podremos usar para sustituir al principal, en caso de rotura por algún accidente.
En invierno del primer año, se eliminan todos los brotes laterales y se recorta el principal a 1,2/1,4 metros,
según vigor, teniendo en cuenta que la madera debe ser redonda y dura. Es mejor cortar un poco mas bajo
que hacerlo sobre madera poco agostada, porque los brotes laterales obtenidos a la primavera siguiente,
serian de mala calidad. Si no es posible tener esta altura, se corta de nuevo a 20 cm., en la seguridad que,
al año siguiente, se logrará un gran desarrollo.
Para forzar la salida de ramas bien situadas, para la formación de la copa, es aconsejable eliminar la yema
superior (de las dos que acostumbra a tener) en los puntos elegidos. Así logramos una ramas laterales mas
abiertas y con menor riesgo de rotura.
Durante el verano del segundo año, elegimos las tres ramas que van a formar la copa, recortando las demás
a 20/30 cm. (se eliminarán en invierno). Preferentemente, se sitúan distribuidas alrededor del eje, formando
ángulos de 120 grados entre ellas, y un ángulo abierto con el eje.
En invierno, se eliminan los brotes despuntados en verano y se rebajan las tres ramas elegidas a 2/3 , para
equilibrar al árbol.
A partir de este momento, el árbol debe estar prácticamente estructurado. Nos limitamos a corregir, con
poda de verano o invierno, algún defecto en la situación de las ramas, sustituyéndolas, por ejemplo por
otra, en caso de rotura o ángulo cerrado, etc.
En verano, suprimimos chupones, despuntamos las ramas principales que presente un crecimiento muy
superior a las otras del mismo árbol, y también despuntamos las ramas no destinadas a secundarias. En
todo caso tendemos a tener un desarrollo regular de la planta y eliminar las que puedan representar una
competencia a las estructurales.
EJE ESTRUCTURADO
Plantación: Si usamos un árbol de vivero, a raíz desnuda, es aconsejable plantar en enero, febrero, pues la
raíz comienza a desarrollar en primavera y al iniciar la brotación del árbol esta es mas vigorosa . Si usamos
plantas en contenedor, es ideal la plantación en agosto, septiembre, de manera que la planta enraíza el
mismo año y, al año siguiente tiene mucho mejor desarrollo. Igualmente, el uso de plantas en contenedor
y plantación en invierno, facilita el crecimiento del árbol, pues no cortamos ninguna raíz.
A la plantación, en el caso de plantas a raíz desnuda y las plantaciones de invierno de planta en contenedor,
es indispensable rebajar el plantón a 20 cm. Sobre el punto del injerto. El nogal es una planta que enraíza
lentamente (normalmente el porta-injerto, al plantar, tiene 2 a 3 años) y, en cambio, brota rápidamente en
primavera, con lo que se produce un desequilibrio entre la parte aérea y radicular, que provoca una parada
en el crecimiento en verano, logrando una planta poco vigorosa, que puede obligar a rebajar nuevamente
la planta, al final del primer invierno para tener un plantón de gran vigor, para iniciar la formación de la copa.
Las plantaciones con planta en contenedor, hechas en verano, pueden evitar rebajar la planta a 20 cm., si
logramos árboles de 1,2 a 1,5 metros. En los que no se consiga esta altura, es mejor recortarlos, en invierno,
a 20 cm.
Es aconsejable colocar un tutor, que puede ser un bambú o varilla de hierro, mejor recubierta por un tubo
de polietileno de los usados en goteo. Este tutor nos permite tener un crecimiento recto y, al mismo tiempo
sujetar un protector para poder utilizar herbicidas y salvaguardar al árbol de los animales. En el caso de
formación en eje, el tutor debe ser de tres metros , para mantener el eje recto hasta esta altura. Una buena
solución son tutores de bambú, pero, en este caso deben ser de 35/40 mm. de diámetro o bien de pino
tratado, que resultan mas caros.
Durante el primer verano, se elige el brote mas vigoroso y mejor situado para continuar el eje y se despunta
a 20 cm. todos los demás (que serán suprimidos en invierno). El brote elegido se va atando al tutor,
conforme va creciendo. En invierno, se suprimen todos los brotes laterales y se corta el principal a 1,5
metros, aproximadamente. Si no alcanza esta altura esta altura se rebaja a 30/40 cm. y se retrasa un año
la formación. Si la planta tiene altura suficiente (mas de 1,5 m.) y la hemos despuntado, podemos eliminar
la yema superior de los lugares donde deseemos tener la ramas principales, de manera que forzamos la
brotación de la inferior, lo que nos dará ángulos mas abiertos. En ningún caso, las ramas principales deben
iniciarse a una altura inferior a 1,2 metros, lo que nos obligaría a suprimirlas una vez el árbol adulto, ya que
dificultarían las labores de cultivo y la recolección.
En el segundo verano, nos limitamos a despuntar los brotes no seleccionados como estructurales para
frenar su crecimiento. Las estructurales las despuntaremos, ligeramente, si alguna presenta un crecimiento
superior a las otras o se tumban. Al mismo tiempo suprimimos los brotes que compitan con el eje, que
siempre debe ser claramente dominante, y continuamos atando el eje al tutor, para garantizar su crecimiento
bien vertical. Aquí debemos observar que, algunas variedades, se adaptan mal a esta formación, por la
tendencia propia a crecer mucho las ramas laterales (mas que el eje central) y acaban siendo dominantes.
Es el caso de Serr, y, bastante en Franquette. En estos casos es mejor, seguramente, optar por la formación
en vaso, so pena de tener mucho trabajo de formación en verano y no tener el éxito asegurado.
En invierno, recortamos el eje a 50/100 cm., según su crecimiento, para formar nuevos pisos, y las ramas
principales elegidas su recortan, aproximadamente, un tercio. Así logramos la formación de ramas
secundarias. Los brotes que hayan aparecido en lugares no deseados, se eliminan.
De la misma manera se procede en los años siguientes, hasta formar 5/6 pisos estructurales, con sus
correspondientes ramificaciones laterales, momento en que el árbol reducirá mucho el crecimiento o se
detendrá por estar ya en producción.
EJE LIBRE
La formación en eje libre, es sensiblemente igual al eje estructurado. La diferencia principal consiste en que
el eje no se recorta cada año.
En verano del primer año, nos limitamos a favorecer el crecimiento del eje, eliminando brotes que compitan
con el y despuntando los que aparezcan a menos de 1 metro del suelo (que eliminaremos en invierno).
En invierno, no despuntamos el eje, pero eliminamos las ramas de los últimos 50 cm., para favorecer el
crecimiento al año siguiente. No tocamos las ramas laterales, excepto alguna que tenga un ángulo muy
cerrado, que acabaría compitiendo con el eje, que debe ser eliminada. También pueden ser eliminadas las
ramas que salgan del mismo punto o muy próximas, operación que podremos hacer en los años siguientes,
con el árbol ya en producción, si observamos que, con el crecimiento, no permiten una adecuada
iluminación y aireación.
Observamos que, con este sistema de formación, pretendemos tener una planta sin ramas estructurales,
con muy poca poda los primeros años, y que todas las ramas sean productivas. Sin duda el motivo es tener
una mas rápida entrada en producción y reducir las horas de poda. Debe mencionarse que algunas
variedades se adaptan a ello fácilmente, sobre todo las no muy vigorosas, a condición de disponer de un
muy buen terreno y sin ningún problema de riego. Para variedades que ramifican poco y con ramas de gran
vigor, es difícil de aplicar y puede obligar, incluso a usar ataduras para forzar a abrir los ángulos de las
ramas, los primeros años.
Si mantenemos un buen equilibrio vegetativo, este sistema facilita mucho la poda mecánica y la
productividad los primeros años.. En contrapartida es problemático si la plantación presenta problemas de
estrés por algún motivo: problemas de suelo, falta de riego, etc. Permite plantaciones mas intensivas, hasta
marcos de 350 árboles por Ha.
https://fruitex.es/poda-de-nogales-y-sistemas-de-formaci%C3%B3n
Poda de invierno en
plantaciones de nogales pecán
Criterios Generales para la CONDUCCIÓN FORMATIVA de árboles
en plantaciones comerciales de NOGAL PECÁN.
Más allá de lo antedicho, esperamos que esta información le sea útil para
optimizar el estado general de sus plantaciones, la estructura particular de sus
árboles y para finalmente maximizar los rendimientos y su rentabilidad.
Cualquier sugerencia, crítica, aporte y/o comentario pueden escribirnos a
través de nuestro formulario de contacto.
PODA DE CONDUCCIÓN
Si bien en la actualidad existe escasa bibliografía sobre poda en pecanes, esto
no implica que la misma deba ser tomada a la ligera.
En sus inicios en el centro y este de los Estados Unidos, los árboles de nogal
pecán se desarrollaban principalmente de forma natural, sin seguir un patrón
organizado de plantación ni técnicas sistematizadas de manejo. En ese
entonces los frutos estaban destinados prácticamente en su totalidad al
consumo familiar. El criterio era dejar que el árbol creciera naturalmente, con la
idea de que mientras más grande fuera más frutos daría.
Con el paso del tiempo y a medida que los productores comenzaron a vender
sus producciones excedentes en los mercados locales (sumado a una mayor
divulgación de sus cualidades como una fuente nutritiva de alimento), el fruto
comenzó a cobrar reconocimiento en los mercados consumidores.
Se debe tener en cuenta que cada pecán tiene sus propias y particulares
necesidades de poda y que por lo tanto cualquier ejemplar va a requerir una
poda al menos ligeramente diferente a la de cualquier otro pecán.
Por otro lado, es probable que dos o más personas con la misma formación
teórico-práctica tomen decisiones diferentes con respecto a que rama cortar o
donde realizar el corte. Esto no implica necesariamente que una de estas
decisiones esté mal, sino que ante la misma situación pueden existir tantos
puntos de vista como gente que opine, y estar todas bien orientadas. En este
caso no resulta tan importante la decisión particular con respecto a la situación
en cuestión, siempre y cuando todos los involucrados 1- conozcan
comprendan bien cuál es el objetivo final que persigue el proceso y 2-
tengan un criterio uniforme de poda. Estos dos últimos aspectos son
fundamentales a la hora de podar su plantación.
Ahora bien, ¿Qué beneficios trae la poda? La poda tiene variadas y muy
diversas ventajas.
PODA DE CONDUCCIÓN /
FORMACIÓN
La poda de conducción es fundamental durante los primeros 5 a 6 años de la
plantación, pues arboles bien formados desde jóvenes tendrán una
performance productiva superior por los próximos 30-40 años, a partir de un
adecuado desarrollo de la estructura del árbol, la prevención de roturas
accidentales y desgajamientos del árbol y la maximización en la entrada de luz
y temperatura solar hacia el interior de la copa, lo que permitirá rendimientos
mayores.
Una vez realizado el corte el productor debe regar el nogal con asiduidad para
asegurar una adecuada provisión de agua.
Deben enfocarse los esfuerzos a lograr árboles de nogal pecán adultos con
una estructura de eje central claramente diferenciada, buscando idealmente
que la forma del árbol se asemeje a la de un “árbol de navidad”[3], como se
muestra en el Gráfico B, Figura B.2.
¿Cómo proceder? En primer lugar se debe elegir cuál de las dos ramas es la
más idónea ya sea por su ubicación, dirección y/o por su aptitud para
potenciarse como un líder equilibrado y robusto para el nogal pecán.
Una vez que se ha elegido la rama que se va a erigir como líder, se comienza a
“rebajar” la otra rama mediante la poda programada que se realizará durante
tres años sucesivos. Durante estos tres años y a medida que se lleva a cabo
el rebaje de la rama que se ha elegido descartar, se podrá observar como la
rama que fue inicialmente elegida como futuro líder irá tomando una posición
mucho más vertical; asumiendo su nuevo papel de líder.
Por último, procure eliminar las formaciones de “patas de gallo” (Gráfico F).
La pata de gallo se da por lo general en todos los cortes de poda que se
realicen ya sea de un año anterior o del año en curso.
Surge a partir de un corte anterior que genera la brotación de tres ramas con
el mismo vigor y que siguen la misma dirección aproximada. Este problema es
más significativo en el caso de que la formación de “pata de gallo” se genera a
partir de un corte realizado sobre el eje central.
¿Pero qué significa esto? Significa que se debe mantener limpio el primer
metro y medio (1,5) a dos (2) metros del tronco del árbol, contados a partir del
nivel de suelo. Dicho de otra manera, al menos deben eliminarse las ramas que
llegan hasta la altura del pecho de una persona adulta.
Habrá que decidir entonces que “despeje”[4] deben tener nuestros árboles: a
que altura contada a partir del suelo debe surgir la primera rama de nuestros
nogales, lo que dependerá directamente de: 1- cuál sea el sistema de cosecha
empleado y el que se empleará a futuro, 2- si se realizan o no actividades
intercalares como para aprovechar también la superficie ubicada debajo del
árbol y 3- el espacio necesario para realizar las tareas culturales sin que las
ramas se constituyan en un estorbo.
A tener en cuenta: eliminar las ramas inferiores del árbol es un
proceso que debe darse en forma paulatina con el correr de los años.
Consideremos por ejemplo que eliminar las ramas del primer metro y
medio de altura para un árbol que se encuentra ya plantado y en la
primera temporada de vida, nos dejaría prácticamente sin ramas sobre
el tronco.
Sobre los brotes que se encuentran en los dos tercios (2/3) inferiores
del árbol hay dos posibilidades: 1- proceder a eliminarlos en la misma
temporada; cualquiera sea su tamaño o el diámetro del brote o 2-
dejarlos como ramas temporarias hasta que tengan mayor diámetro
con el propósito de que su follaje siga produciendo comida para que
se desarrolle el resto de la planta, además de que se podrá
aprovechar la generación de nueces a partir de dichas ramas, al
menos por una o dos temporadas.
La altura a la que debe salir la primera rama dependerá de varios factores.
Veamos algunos de ellos:
Igualmente hay que aclarar que con un manejo mínimo de poda durante los
primeros años no debería llegar nunca la configuración en la estructura de
ramas del árbol que se muestra en el Gráfico I.
CRITERIO CUATRO: ¡NO SE PASE DE ROSCA!
A tener en cuenta: Siempre es conveniente podar, pero hay que tener el criterio
suficiente para saber hasta cuando podar y no pasarse de rosca.
Las ramas primarias son las que salen directamente del líder. Las ramas
secundarias en cambio, tendrán su origen en una rama primaria. A su vez, las
ramas terciarias tendrán su origen en una rama secundaria. Y así
sucesivamente.
Puede observarse como el peso ejercido por el follaje y los frutos en la etapa
activa genera un ángulo más abierto (superior al 90º), lo que ejerce una presión
importante en la unión entre dicha rama primaria y el líder.
Gráfico L. Presión ejercida en la unión entre rama primaria y eje central por
efecto de ángulo abierto en dicha rama (d) para un árbol sin follaje ni frutos (en
dormancia) y para el mismo árbol cuando se encuentra con follaje y frutos
(etapa activa).
En el caso del ejemplo de la rama (d) del Gráfico anterior, se deberá proceder a
remover la rama ya que la misma durante la etapa activa adopta un ángulo con
respecto al líder superior a los 90º, por lo que se desarrollará débil y no tendrá
productividad.
Otro tema es importante es la dirección que deben tener las ramas primarias a
todo lo largo del eje central, a medida que estas se desarrollan a mayor altura.
Las ramas primarias deben salir en forma helicoidal alrededor del tronco; es
decir, en todas las direcciones.
Para simplificar, supongamos un árbol de pecán que cuenta tan solo con cuatro
ramas primarias. La vista superior del eje central y la distribución ideal de sus
ramas primarias sería la que se muestra en el Gráfico M.
Dado que no hay dos árboles que sean iguales entre sí, lograr una estructura
con una distribución tan ordenada resulta sumamente difícil, pero igualmente al
dirigir sus esfuerzos a acercarse lo más posible a dicho patrón ideal se logrará
que el árbol se desarrolle y produzca de manera más acorde a lo que se
espera de él.
CRITERIO SEIS: ¿Y LAS RAMAS MÁS FINAS PARA
DÓNDE SALEN?
Por ramas finas nos referiremos aquí a las ramas secundarias, ramas
terciarias y ramas cuaternarias. A este grupo de ramas se las denominará
aquí indistintamente como “RAMAS PRODUCTIVAS”.
Otros consejos:
Si recordamos la forma de V invertida o arbolito de navidad a la que se hacía
mención en el Criterio Uno, entonces resulta evidente que deberán rebajarse o
podarse completamente las ramas que se extienden más allá de los límites
naturales de la copa.
Se deben remover las ramas que se cruzan entre sí, las que se dirigen hacia el
líder y aquellas que crecen en forma paralela al líder.
También se deben remover aquellas ramas que se dirigen hacia abajo pues
terminan siendo improductivas.
El invierno es una buena época para podar aquellas ramas muertas o que
estén dañadas (es lo que se conoce como poda sanitaria).
Eliminar chupones[7].
Para ramas que salen del mismo nudo se debe proceder a elegir la que en
suma está mejor posicionada y muestra la mejor dirección y eliminar el resto.
En este caso se le debe dar prioridad en la elección a la rama que permite
“abrir” más el árbol.
Proceder de esta manera puede ser una ayuda invaluable a la hora de elegir
dos o más ramas que compiten para ser el líder: darle vueltas al árbol y
observarlo desde diferentes ángulos seguramente nos dará una mejor
percepción de que rama tiene mayor potencial para desarrollarse como líder.
Es conveniente que la cara que da al oeste sea la que primero y mejor “se
abra” para permitir que el solo “entre” al interior de la copa.
Mientras antes se comience con la poda, más fácil será lograr un árbol
conducido a eje central y con una estructura de ramas bien equilibrada. De esta
manera la poda de formación en plantas jóvenes asegurará plantas más
vigorosas y con mayor producción.
A pesar de que haya árboles que pueden estar expuestos a luz plena todo el
día, un follaje demasiado denso –es decir: una copa cerrada- puede llegar a
impedir que la luz llegue a penetrar más de 30 o 45 centímetros hacia adentro
de la copa. Abrir la copa también permite un adecuado flujo de aire en el
interior, lo que a su vez permite que la humedad se seque rápidamente y se
minimice la incidencia de hongos hacia el interior de la copa. Adicionalmente,
una copa abierta permite una mayor penetración de fungicidas y pesticidas, lo
que ayuda a mantener más saludable el árbol.
Como mínimo se necesitan cinco años de conducción del árbol para lograr una
buena estructura. Cada árbol será diferente al resto a pesar de todos sus
intentos por intentar que los mismos se vean iguales. Por lo tanto, cada árbol
tendrá necesidades de poda particulares y diferentes a la de otros árboles.
Más allá de ello, si se siguen estos criterios generales de poda y una vez que el
árbol esté bien formado, a futuro solo restará mantener al árbol con el tamaño
deseado; es decir, con el diámetro de copa y la altura que sean más
convenientes para que el árbol sea manejable y se logre maximizar la
producción.
La altura por otra parte, debe ser la que permita manejar el árbol sin
inconvenientes. En este caso se aconseja que la altura del árbol; definida aquí
entre la distancia del origen de la primera rama –la rama cuyo origen está más
cercano al suelo- y la terminación apical del líder (la punta del líder) sea la
misma que el diámetro de copa.
Referencias:
[1] Esto puede comprobarse realizando una pequeña incisión con una navaja o
cuchillo sobre el tronco, prestando atención a la coloración que subyace a la
corteza).-
[2] El sistema de poda de vaso o copa abierta de bajo viento y ramas cargadoras
laterales busca la eliminación del eje central o líder permitiendo que la luz y
temperatura solar entren al interior de la copa directamente desde su parte
superior. En esta metodología de poda la planta se conduce con 3 ó 4 ramas
principales no muy altas y abiertas en forma de “copa”, sin ramas primarias en su
interior, facilitando la penetración del sol al interior de la planta y la formación de
ramas fructíferas.-
[3] Las ramas inferiores son las más largas mientras que a medida que vamos
subiendo la longitud de las ramas primarias decrece, para permitir una mayor
exposición a la luz y temperatura solar.-
[4] Despeje: espacio libre “sin ramas” debajo de la copa de los nogales.-
[5] Se denomina cargadores a las ramas de entre 10 a 20 centímetros
(elongación baja a media) que pueden surgir tanto del líder como de ramas
primarias, secundarias y terciarias; que presentan carga productiva -producción
de nueces- y mínimo desarrollo vegetativo.-
[6] Posteriormente se pueden elegir las mejores ramas laterales y conducirlas
también de acuerdo a nuestras intenciones.-
[7] Por chupón se conoce a aquellos brotes que tienen su origen ya sea del líder
central o en una de las ramas (por lo general al interior de la copa) que buscan
inmediatamente una posición marcadamente vertical. Se caracterizan por ser
brotes que crecen rápidamente (pueden alcanzar los dos metros o dos metros y
medio en la misma temporada si no se los elimina) y por no presentar
ramificaciones en toda su extensión. Adoptan por lo general un color más verde
que el resto de las ramas de su misma extensión.-
[8] El “efecto techo” se presenta cuando el diámetro de la copa de cada árbol se
extiende más allá de los límites recomendables provocando que las distintas
copas -recubiertas de follaje- de árboles ubicados en diferentes líneas se toquen
al centro del espacio interlíneas o callejones.-
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de-nogales-pecan