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Muchos de los terapeutas de hoy trabajan con los chakras; por eso, este artículo

examina los chakras y los métodos de curación, particularmente la sanación por


radiación.

En la filosofía tradicional yóguica, los chakras son los


centros sutiles de fuerza que vigorizan y controlan el cuerpo físico. La palabra
sánscrita chakra significa "rueda", lo cual indica que estos centros de fuerza son
ruedas de energía. Los siguientes métodos de curación esotérica se basan en los
chakras:
La curación por el prana es uno de los tratamientos más antiguos y difundidos
para las enfermedades físicas. En este método, el curador utiliza un tipo de energía
que se puede llamar prana, magnetismo o vitalidad. Esta energía

puede ser dirigida conscientemente por el curador hacia el paciente, de modo que
la vitalidad del curador sustituya o refuerce la del paciente. El curador utiliza sus
chakras para asimilar el prana, lo convierte en energía curativa, y después
distribuye esta energía. Los chakras del paciente reciben la energía, que sirve para
vigorizar su cuerpo físico y, en especial, su sistema endocrino, alcanzando de ese
modo la curación física.

La curación por telepatía puede servir para transmitir ideas útiles que puedan
influir en las actitudes mentales del paciente o bien para guiar el subconsciente del
paciente hacia la curación de su cuerpo físico. Se pueden enviar distintos tipos de
impulsos telepáticos: intuitivos, mentales o emocionales. Los chakras del curador
sirven para enviar dichos impulsos y los chakras del paciente sirven para captarlos.

La curación por radiación se puede realizar cuando el curador está en armonía


con su espiritualidad. Los efectos que produce dicha armonía pueden ser irradiados
hasta el paciente para calmar sus emociones, estimular su solidaridad, fortalecer su
mente, o ayudarlo a reencontrar su armonía interna. Los chakras del curador
irradian estas cualidades, y los chakras del paciente las captan.

Este artículo se refiere a la curación por radiación, sin embargo, primero es


necesario comprender ciertos términos y relaciones en conexión con la constitución
interna del hombre.

Constitución Interna

Una de las enseñanzas fundamentales de la teosofía es que el sistema solar está


siete veces en su constitución. Si bien sólo el mundo físico puede ser percibido con
los sentidos normales, se dice que existen también seis mundos superiores, de
materia cada vez más sutil, que penetran el mundo físico. A dichos mundos, se les
ha llamado planos. Cada plano está a su vez dividido en siete subplanos.

Por ejemplo, el plano físico es el séptimo o inferior, y está constituido por los
siguientes subplanos: primer éter, segundo éter, tercer éter, cuarto éter, gaseoso,
líquido y sólido. Los tres subplanos inferiores -gaseoso, líquido y sólido- componen
el mundo denso de la materia y son perceptibles con los cinco sentidos físicos. Los
cuatro subplanos superiores representan la región etérica. No se pueden percibir
mediante las facultades normales, a pesar de que la materia de la que están hechos
es de tipo físico.

De acuerdo con la división del plano físico en cuerpo denso y partes etéricas, el
cuerpo físico de una persona tiene dos partes:

 El cuerpo físico denso, formado por sólidos, líquidos y gases, con elementos
como los huesos, el sistema sanguíneo, el sistema nervioso, el cerebro y las
glándulas endocrinas.
 El cuerpo etérico, llamado también el cuerpo vital, formado por los cuatro
éteres. En la Biblia, se le llama "cuenco de oro" (Eclesiastés, 12:6). El
cuerpo etérico tiene las siguientes funciones: a pesar de ser de naturaleza
sutil, es la base sobre la que se apoya cada una de las partes del cuerpo
físico denso; vivifica o tonifica las células; es un centro de distribución para
todas las fuerzas que proceden de las dimensiones superiores y que están
destinadas a la dimensión física, las que son transmitidas a través de los
nervios, del sistema endocrino y del sistema sanguíneo; es el transmisor y
receptor de los impulsos telepáticos de naturaleza intuitiva, mental o
emocional; y proporciona el canal para que la conciencia activa capte los
mundos más sutiles. El cuerpo etérico está por debajo del umbral de la
conciencia, y generalmente sólo se le reconoce en términos de vitalidad o de
falta de vitalidad.

Chakras Etéricos

Los chakras son centros de fuerza dentro del cuerpo etérico: hay siete chakras
mayores y 21 menores. Un chakra mayor se desarrolla con el tiempo y pasa de un
estado adormecido a un estado activo plenamente desarrollado. Cuando se
desarrolla un chakra, es capaz de funcionar con fuerzas adicionales y realizar
funciones adicionales. Algunas de las fuerzas relacionadas con cada uno de los
chakras mayores se resumen a continuación:

 El chakra de la coronilla vivifica el encéfalo (o cerebro superior) y capta la


corriente de conocimiento que procede del cuerpo causal. Cuando está
evolucionado, capta la sabiduría del cuerpo causal, las intuiciones de la
mente espiritual, y la entrega para el servicio desinteresado de la voluntad
espiritual.
 El chakra del entrecejo vivifica el cerebelo (o cerebro inferior) y el sistema
nervioso central (formado por las fibras nerviosas que están en el tallo del
cerebro y en la médula espinal). Cuando está evolucionado, este chakra
capta la sabiduría, la inteligencia y la entrega para el servicio desinteresado
(todas ellas recibidas a través del chakra de la coronilla), que
posteriormente pueden servir para controlar y dominar la personalidad.

El chakra de la garganta vivifica los pulmones y las cuerdas vocales, y capta


también los pensamientos concretos del cuerpo mental (recibidos a través del
chakra del plexo solar). El chakra de la garganta, cuando está evolucionado,
responde a la fuerza y claridad del cuerpo causal (recibidas a través del chakra del
entrecejo), permitiendo que la creatividad se exprese en pensamientos, palabras y
escritos.

El chakra del corazón capta la corriente vital


(sutratma) de la mónada, corriente que controla la circulación de la sangre, que a
su vez alimenta las células individuales del cuerpo. Este chakra vivifica y controla a
la vez el nervio vago, el más ancho del sistema nervioso parasimpático (que activa
los músculos involuntarios que restauran la energía del cuerpo). Cuando está
evolucionado, capta la compasión del amor espiritual, que es experimentada como
un sentimiento de unidad con los demás.
 El chakra del plexo solar vivifica el sistema nervioso simpático (que activa los
músculos involuntarios que movilizan el cuerpo para la acción). Este chakra se
considera desarrollado en el individuo medio, en cuyo caso capta las emociones
que pueden incorporar tanto los sentimientos del cuerpo emocional como los
pensamientos concretos del cuerpo mental.
 El chakra sacral vivifica la vida sexual y los órganos de la reproducción.
También se asume que está desarrollado.
 El chakra básico vivifica los riñones. Este chakra suministra también el principio
dador de vida, la voluntad de vivir, a todas las partes del cuerpo físico, lo cual
da lugar a un instinto básico de conservación.

De acuerdo con Alice A. Bailey, el cuerpo etérico se extiende más allá del cuerpo
físico denso y los chakras forman parte de esa porción de cuerpo etérico que está
fuera. Específicamente, ella señala que el chakra de la coronilla está "sobre la parte
superior de la cabeza"; el chakra del entrecejo está "delante de los ojos y de la frente",
y los chakras de la columna (el de la garganta, el del corazón, el del plexo solar, el
sacral y el básico) están situados en el "correspondiente etérico de la columna
vertebral", que está detrás del cuerpo físico denso. Dice, además, que estos centros de
la columna están al menos a cinco centímetros de distancia de la columna física densa
para una persona poco evolucionada y aún más lejos para un individuo medio.

El Desarrollo de los Chakras

Es posible dar una definición precisa del desarrollo de los chakras. Bailey afirma que
cada uno de los chakras mayores está separado del que lo precede y del que lo sigue
por un velo protector de sustancia etérica que se interpone entre ellos. Añade que hay
cuatro velos circulares entre los cinco chakras mayores de la columna etérica y dos
velos adicionales en la cabeza. Cuando están intactos, estos siete velos impiden que
las energías se muevan libremente en el cuerpo etérico. Bailey declara que los velos
etéricos "normalmente desaparecen cuando se produce la pureza de vida, la disciplina
de las emociones y el desarrollo de la voluntad espiritual". Cuando un velo etérico en
particular desaparece, el chakra correspondiente se define como desarrollado, y la
persona logra un estado de conciencia superior.

El velo etérico más bajo está entre el chakra básico y el chakra sacral. Cuando este
velo desaparece, se dice que el chakra sacral está desarrollado. Dado que esta
desaparición se produce alrededor de la época del nacimiento, el chakra sacral está
desarrollado en todas las personas después del nacimiento.

Para un individuo medio, el velo etérico entre el chakra sacral y el chakra del plexo
solar generalmente ha desaparecido, en cuyo caso se dice que el chakra del plexo solar
está desarrollado y la persona puede expresar sensibilidad emocional. Cuando
desaparece el velo que está entre el chakra del plexo solar y el chakra del corazón, se
dice que el chakra del corazón está desarrollado; en consecuencia, este centro permite
captar la compasión procedente del amor espiritual. Cuando desaparece el velo entre el
chakra del corazón y el chakra de la garganta, se dice que este último está
desarrollado, y la energía puede alcanzar y estimular el chakra de la coronilla, el del
entrecejo y el de la garganta; el chakra de la coronilla, entonces, puede captar la
fuerza y la claridad procedentes del cuerpo causal, que el chakra del entrecejo puede
bajar y concentrar, permitiendo al cuerpo mental y al chakra de la garganta expresar
los pensamientos concretos de un modo claro y creativo.

Meditación

La meditación puede definirse como un esfuerzo por evocar una cualidad asociada
con un estado de conciencia más alto de lo normal, dando como resultado un aumento
de la actividad de un chakra que aún no ha sido desarrollado. Practicar con constancia
Advertencias
 No tratar de deshacer deliberadamente los velos que envuelven los
chakras
 No concentrarse en un chakra durante la meditación
 No tratar de despertar prematuramente la kundalini
 No practicar la autohipnosis

 No tratar de desarrollar prematuramente los poderes psíquicos

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