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Porque se utiliza el DNA y proteínas en la síntesis de moléculas.

El miércoles pasado, Nature publicó un revolucionario estudio que ha sido


cubierto por diferentes medios de comunicación científica. Las mejores notas las
pueden encontrar aquí, aquí, aquí y aquí (en inglés) y aquí y aquí (en español).
Aprovechando toda esta rica información disponible, expondremos el tema de
una forma más digerible.

Expansión del alfabeto del ADN: A, T, C, G, X e Y. Fuente: Synthorx.

Un poco de biología molecular básica

En un anterior post hablamos algo sobre el ADN, una molécula maravillosa que
contiene toda la información requerida para “construir” un ser vivo. Es un manual
de instrucciones que le indica a la célula cómo debe crecer, multiplicarse,
diferenciarse y cumplir con una función específica, ya sea de forma individual —
en el caso que sea una bacteria o una ameba— o formando parte de un
determinado tejido en un organismo mucho más complejo.

El ADN está compuesto de cuatro moléculas llamadas nucleótidos,


conformados por una base nitrogenada que puede
ser adenina (A), guanina (G), timina (T) y citocina (C), unidas a un azúcar
llamado ribosa y a un átomo de fósforo con varios oxígenos alrededor. En el
ADN, los nucleótidos se disponen en pares: A con T y G con C, uno sobre otro,
formando una larga cadena helicoidal similar a una escalera de caracol.
Lo hermoso de esta molécula es que nos permite transmitir la información
genética a los descendientes de manera fidedigna. Basta con abrir la cadena de
ADN por la mitad —como si fuera una cremallera— para poder replicarla (Figura
1).

Fig 1. Replicación de ADN en función a la complementariedad de las


bases. Fuente.

¿Y cómo hace el ADN para contener y transmitir información? Pues los cuatro
nucleótidos forman un código de cuatro letras (A, T, C y G), por ejemplo,
…ATTAGGCGATA… o …GGTACGGAAATTAC… Las posibilidades son
infinitas.

Una determinada secuencia de nucleótidos codificará un gen. En el ADN de un


organismo pueden haber miles de genes, así como también, secuencias que no
codifican nada o que solo sirven para regular la expresión de los genes
(interruptores genéticos). Finalmente, el producto de expresión de los genes son
las proteínas.

Las proteínas son largas cadenas de aminoácidos que se ordenan en función a


la secuencia de los genes. Los seres vivos necesitan al menos 20 aminoácidos
diferentes para formar todas las proteínas necesarias para cumplir con sus
funciones. Entonces, la pregunta es ¿cómo codificamos los 20 aminoácidos
usando un código basado en cuatro letras?

Si el código utilizara una letra a la vez, sólo podría codificar cuatro aminoácidos.
Si utilizara una combinación de dos letras (AT, CG, AA, CC, GA…) se podría
codificar 16 aminoácidos —aún nos quedaríamos cortos. Si utilizara una
combinación de tres letras (ATT, ACG, CGG, CTG…) se podría codificar hasta
64 aminoácidos. Es así que la combinación de tres letras codifican los 20
aminoácidos necesarios para la vida (Figura 2).

Fig 2. El código genético. Fuente.


Como pueden ver en el código genético, un aminoácido puede ser codificado por
más de un triplete. Además, en el código genético vemos una U en vez de una
T. Esto se debe a que los genes en el ADN no pueden ser traducidos
directamente a proteínas, requieren de un intérprete llamado ARN mensajero,
muy similar al ADN, pero que sólo tiene una hebra y donde la timina (T) es
reemplazada por el uracilo (U).

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Entonces, con un alfabeto de seis letras tenemos la posibilidad de expandir el código


genético para poder incorporar otros aminoácidos distintos a los 20 naturales (Figura 5).
Podríamos generar nuevas proteínas con nuevas funciones, sin precedentes en la
naturaleza, para aplicarlos en la medicina, en la industria, en la descontaminación del
ambiente, etc. Las aplicaciones son infinitas.

URL : https://elcomercio.pe/blog/expresiongenetica/2014/05/biologia-sintetica-
ampliando-el-alfabeto-genetico

http://blogs.discovermagazine.com/d-brief/2014/05/07/breakthrough-in-artificial-
genetic-code-could-lead-to-custom-drugs/#.W_10_egzbIU

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Científicos del Instituto de Investigación Scripps de California (Estados Unidos) han


utilizado el primer organismo semisintético estable creado en la historia para
producir proteínas que no existían en la naturaleza. El equipo dirigido por Floyd
Romesberg ha logrado hackear una bacteria que cuenta con dos bases o letras
adicionales en su ADN, según explican en un artículo publicado en la
revista Nature. El avance nos acerca un poco más hacia la posibilidad de crear vida
artificial en el laboratorio, lo que permitiría mejorar el desarrollo de nuevos
fármacos o biocombustibles.

En la naturaleza, los seres vivos son capaces de leer las combinaciones de cuatro
bases en el ADN para producir primero una segunda molécula, llamada ARN, a
partir de la cual se generan proteínas. Este flujo de expresión génica ha sido
alterado en el primer organismo semisintético de la historia, en el que los
científicos de California han conseguido hackear la maquinaria de lectura para
fabricar la proteína fluorescente verde (GFP, por sus siglas en inglés) con
elementos sintéticos. Tal y como explican en su trabajo en Nature, los
investigadores han demostrado que es posible incluir unas bases extra en el código
genético para posteriormente interpretar de forma correcta esas letras artificiales.
La vida artificial, un poco más cerca

"Es un trabajo impresionante", asegura a Hipertextual Víctor de Lorenzo, uno de


los expertos más relevantes en el campo de la biología sintética. El investigador
del Centro Nacional de Biotecnología (CNB-CSIC) explica que el equipo de Floyd
Romesberg ha conseguido poner unas bases más en el código genético para
posteriormente adaptar la maquinaria de lectura del ADN. El objetivo es que la
propia bacteria semisintética pueda interpretar esas letras nuevas y las
transcriba a ARN y luego las traduzca a proteínas. "En cada paso hay elementos
extraños", comenta de Lorenzo, que destaca que los científicos inciden sobre los
tres puntos del flujo de expresión génica.

"La gracia es que han adaptado las nuevas letras [en el ADN] para codificar
aminoácidos artificiales, con lo que al final logran una proteína parcialmente
artificial", dice al otro lado del teléfono. De Lorenzo destaca que es la primera vez
que se llevan las bases extra del código genético hasta una proteína real nueva.
Anteriores investigaciones sí habían logrado producir moléculas proteicas que no
existen en la naturaleza; sin embargo, la diferencia es que las aproximaciones
pasadas no actuaban sobre el propio ADN, sino sobre la 'máquina de
interpretación' de las células. Ahora no han tenido que reasignar los codones de
parada como se hacía antaño, sino que han desarrollado letras extra en el ADN
para dar lugar a proteínas parcialmente sintéticas.

URL: https://hipertextual.com/2017/11/biologia-sintetica-bacteria-proteinas-
artificiales

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