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Doctrina

La doctrina ha desarrollado diversas clasificaciones de los intereses, pero

para fines de la presente investigación tomaremos la clasificación recogida en el

Código Civil, el cual clasifica el interés en:

A) Interés compensatorio: El interés es compensatorio “cuando

constituye la contraprestación por el uso del dinero o de cualquier otro bien. El

interés compensatorio tiene como finalidad el de mantener el equilibrio

patrimonial, evitando que una de las partes obtenga un enriquecimiento al no

pagar el importe del rendimiento de un bien. Así, se permite cobrarle a quien se

beneficia del dinero o cualquier otro bien, una retribución adecuada por el uso que

haga de él.” (FERRERO, 2001: p.212)

B) Interés moratorio: Según el artículo 1242º del Código Civil, “tiene

por finalidad indemnizar la mora en el pago”. Al respecto DÍAZ (2005: pp.55-56)

señala que “los intereses moratorios constituyen una sanción o penalidad que tiene

por objeto resarcir al acreedor los daños y perjuicios que el deudor le causa con el

incumplimiento tardío de su obligación. Los daños y perjuicios causados al acreedor

no requieren ser probados a fin de que opere la obligación de pagar intereses

moratorios. Por el contrario, en la mora los daños y perjuicios se presumen

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juris et de jure. La razón es que todo capital sujeto a rendimiento, por su propia

naturaleza, genera frutos por el transcurso del tiempo, por lo que el solo hecho del

retardo en el pago del mismo importa la privación de réditos al acreedor, es

decir un daño y perjuicio que debe ser resarcido.” Esta autora, refiere que “no basta

con que el deudor simplemente incurra en un retraso para que los intereses

moratorios se devenguen. Además del retraso per se (elemento objetivo), es

necesario que el mismo sea imputable al obligado y sea también antijurídico, es

decir, que obedezca a culpa, ya sea leve o grave, o dolo por parte de obligado

(elemento subjetivo). Adicionalmente, el Código Civil exige la intimación

(elemento formal) para que se configure la mora, la cual consiste en que el

acreedor le haya requerido al deudor judicial o extrajudicialmente, el

cumplimiento de su obligación, salvo en aquellos casos en que el código

taxativamente señala que no se requiere intimación, y que, por lo tanto, la mora es

automática.”

Debe señalarse que el pago de intereses en nuestra legislación se regula

por dos regímenes legales distintos, uno recogido en el Código Civil y otra

recogida en la Ley N° 26702 – Ley General del Sistema Financiero-. De acuerdo

al primer régimen - pago de intereses para personas ajenas al sistema financiero

-, conforme a lo previsto en los artículos 1242° al 1250° del Código Civil, se pueden

pactar intereses hasta el límite máximo permitido por el Banco Central de Reserva

del Perú; es decir, existe libertad para pactar tasas de interés, pero los contratantes

no pueden excederse los topes máximos establecidos por la mencionada entidad.

De acuerdo a lo prescrito en el artículo 1243º del Código Civil:

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“La tasa máxima de interés compensatorio y moratorio es fijada por el

Banco Central de Reserva del Perú. Cualquier exceso sobre la tasa máxima da

lugar a la devolución o a la imputación al capital, a voluntad del deudor”.

Dentro de este contexto normativo, el Banco Central de Reserva del Perú

al amparo del artículo 51º de su Ley Orgánica, ha emitido una serie de circulares

cuya finalidad ha sido fijar los topes máximos a las tasa de interés, que

actualmente se encuentran regulados en la Circular 021-2007-BCRP, vigente a

partir del 01 de octubre de 2007, la misma que dejó sin efecto las circu lares Nº

006-2003-EF/90 y N° 007-2003-EF/90.

De la revisión de las disposiciones normativas antes mencionadas, se

puede resumir el siguiente tratamiento:

A.- Para operaciones en moneda nacional.- La tasa máxima de interés

compensatorio y moratorio:

1.- Periodo comprendido entre el 1 de abril de 1991 y el 30 de Setiembre

de 2007: para operaciones de hasta 360 días, la tasa máxima de interés convencional

compensatorio es equivalente a la Tasa Activa de Mercado Promedio Ponderado

Efectiva en moneda nacional (TAMN). Para créditos a plazo mayor a 360 y hasta

719 días es TAMN + 1; y para operaciones mayores a 720 días es TAMN + 2.

La Tasa máxima de interés convencional moratorio para el mismo periodo

es 15% de la TAMN.

2.- Periodo que inicia el 1 de octubre del 2007 en adelante: la tasa máxima

de interés convencional compensatorio es equivalente a la tasa promedio del

sistema financiero para créditos a la microempresa.

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La tasa máxima de interés convencional moratorio para el mismo periodo

es 15% de la tasa promedio del sistema financiero para créditos a la

microempresa.

B.- Para operaciones en Moneda extranjera: La tasa máxima de interés

compensatorio y moratorio:

1.- Periodo comprendido entre el 1 de abril de 1991 y el 30 de Setiembre

de 2007: es equivalente a la Tasa Activa de Mercado Promedio Ponderado

Efectiva en moneda Extranjera (TAMEX) independientemente del plazo de la

operación.

La Tasa máxima de interés convencional moratorio es equivalente al 20 %

de la TAMEX.

2.- Periodo que inicia el 1 de octubre del 2007 en adelante: la tasa máxima

de interés convencional compensatorio es equivalente a la tasa promedio del

sistema financiero para créditos a la microempresa.

La tasa máxima de interés convencional moratorio para el mismo periodo

es 20% de la tasa promedio del sistema financiero para créditos a la

microempresa.

En relación al segundo régimen legal, el pago de intereses en el sistema

financiero, AVELINO (2006: p. 125) señala que “las empresas del sistema

financiero nacional no están sujetas a limitación alguna para señalar tasas de

interés, pues esta limitación ha sido proscrita a partir de abril de 1991, con la

liberalización de la economía y con ello de las tasas de interés del sistema

financiero. Conforme al artículo 14º del Decreto Legislativo Nº 637 (hoy

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derogado), los bancos y demás empresas del sistema financiero pueden fijar

libremente sus tasas de interés activas y pasivas. La misma libertad se reproduce en

el artículo 17º del derogado Decreto Legislativo Nº 770 y también el artículo 9º de la

vigente Ley General del Sistema Financiero. Por tanto, las empresas del sistema

financiero, a partir de abril de 1991, no están sujetas a las tasas máximas fijadas por

el BCRP conforme al artículo 1243º del Código Civil.”

2.2 CONCEPTO TASAS DE INTERÉS:

Es una medida que fijará la cuantía de la obligación accesoria que significa el interés

(legal o convencional).

No existe unanimidad en cuanto a la definición de tasa de interés. Para algunos, se trata

siempre de un porcentaje o, mejor dicho, se efectúa la medición a través de una

operación matemática, la cual está íntimamente vinculada a la prestación principal

puesto que se aplica sobre ésta . (HINOSTROZA MINGUEZ, Alberto. Ob. Cit., p.

168.)

Para otros, la tasa de interés es la relación del interés devengado al capital en la unidad

de tiempo. (AVELINO SANCHEZ, Esteban. Cálculo de Intereses y Actualización

de Deudas Tributarias. Lima, Editorial San Marcos, 1994, p. 7. )

Hay quienes consideran que la tasa de interés es igual al costo de oportunidad del

capital. Y no faltan los que definen a la tasa como la valuación o estimación del valor

del riesgo.

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En cuanto a la clasificación de tasas de interés, KEIL (2004, p. 191-196), denota que

las tasas de interés en la intermediación financiera pueden ser:

a) Activas y Pasivas. Las primeras son las que los intermediarios financieros

cobran por el dinero que prestan, las segundas se refieren a las que estás

entidades pagan por los depósitos que reciben.

Usualmente los depósitos son remunerados con una tasa menor que

aquellas aplicables a los créditos. La diferencia entre ambas constituye el

‘spread’ o margen financiero, o utilidad financiera.

b) Tasa Nominal y tasa real. Es nominal (o tasa ofertada) cuando el tipo

lleva la tasa de inflación esperada. Entonces, si la tasa es del 10% al año,

un nuevo sol se podría intercambiar por S/. 1,10 en el futuro.

Es real cuando a la tasa nominal se deduce la tasa de inflación

esperada. En el ejemplo anterior, si el nivel de precios sube en igual

porcentaje a la tasa de interés nominal 10%, entonces tendremos una tasa

de interés real igual a ‘cero’. Esta tasa se ajusta teniendo en

consideración los incrementos del nivel de precios.

c) Tasa fija y tasa variable. Fija es cuando se establece desde el inicio y

para todo el periodo de la operación. Se sustenta en la estabilidad del nivel

general de precios.

Es variable porque, si bien se define desde el principio, se determina un

mecanismo de ajuste en función de la variación de los precios,

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aplicable en cada periodo en que se divide el plazo de operación. (p. ej.

Semestral, mensual)

d) Tasa a rebatir. La que se aplica sobre el saldo del principal; o sea, que

conforme se amortiza (pagos parciales), el monto del capital va

tornándose menor y las tasa se irán aplicando sobre una base más

reducida. Usualmente en los créditos que se van cancelando en base a

cuotas periódicas.

e) Tasa interbancaria. Es aquella tasa pasiva promedio que las empresas

bancarias y financieras se conceden entre sí, los llamados préstamos

interbancarios. Constituyen un mecanismo importante, pues permite

una circulación de liquidez entre las empresas del sistema y además,

influye sobre las restantes tasas que se cobran o se pagan en

determinadas plazas.

f) Tasas en función de los plazos. Aplicable a las operaciones activas y

pasivas. Es usual, por ejemplo en nuestro país como en otros, que los

bancos ofrezcan variedad de tipos de interés: en colocaciones, se

aprecian los créditos comerciales, créditos para Pymes, para consumo;

y las tasas se aplican en rangos temporales: hasta 30 días, de 31 a 90

días, de 91 días a 180 días, de 181 días a 360 días y más de 360 días,

etc.

En todos los casos los criterios aplicables para determinar la tasa de

interés en las operaciones activas son dos: uno en función del tiempo y

otro el riesgo. En otras palabras, si el plazo es más corto, el riesgo será

menor, por tanto, menor la tasa de interés, y viceversa.

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g) Tasas en función de la moneda. Son las aplicables a operaciones en

moneda nacional y en moneda extranjera.

Por otro lado, debemos desarrollar la noción de Usuarios del Sistema

financiero. Usuario, según FARINA, “no solo es el que tiene derecho a uso o

goce de una cosa, sino todo aquel que es destinatario de un servicio de cualquier

naturaleza.” (2000: p. 18)

MONTOYA, sostiene que “se considera consumidores a los que utilizan o

disfrutan como destinatarios finales productos, y usuarios el que adquiere, utiliza

o disfruta de un servicio o servicios.”

Agrega, “No todo consumidor, en sentido lato, está protegido por las

normas de protección al consumidor.

Así, para que una persona, ya sea natural o jurídica, sea considerada co mo

consumidor; es necesario que concurran por lo menos dos condiciones: (i) debe

adquirir, utilizar o disfrutar un producto o servicio; y (ii) debe ser el destinatario

final de los mismos.” (2004: p. 765)

AMAYA (2009: 57), citando una idea de CORNU, señala:

“‘El consumidor o usuario es el adquirente no profesional de bienes de

consumo destinados a su uso personal’. En un sentido más amplio, el consumidor

o usuario comprende igualmente: ‘todo prestatario no profesional de servicios

provistos por profesionales’ e incluso en un sentido extensivo ‘los ahorradores y

los que acceden a la propiedad’ (en operaciones inmobiliarias).”

En la legislación nacional, la Ley Número 29571 – Código de Protección y

Defensa del Consumidor - define a los consumidores o usuarios, como “Las

personas naturales o jurídicas que adquieren, utilizan o disfrutan como

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destinatarios finales productos o servicios materiales e inmateriales, en beneficio

propio o de su grupo familiar o social, actuando así en un ámbito ajeno a una

actividad empresarial o profesional.(…) Los microempresarios que evidencien

una situación de asimetría informativa con el proveedor respecto de aquellos

productos o servicios que no formen parte del giro propio del negocio”. Precisa que

“En caso de duda sobre el destino final de determinado producto o servicio, se

califica como consumidor a quien lo adquiere, usa o disfruta.”

Asimismo, la resolución SBS Nº 1765 – 2005, Reglamento de transparencia

de información y disposiciones aplicables a la contratación con usuarios del

sistema financiero, define a Usuario o consumidor: “Persona natural o jurídica que

adquiere, utiliza o disfruta como destinatario final de los productos o servicios

ofrecidos por las empresas (del Sistema Financiero Nacional), y que sea definido

como usuario de conformidad con la Ley de Protección al Consumidor y los

Precedentes de Observancia Obligatoria emitidos por el INDECOPI”.

En el sitio web del Tribunal Constitucional (http://www.tc.gob.pe) se han

publicado importantes sentencias relacionadas a los derechos de los consumidores

y usuarios. Este importante Tribunal, en la sentencia recaída en el expediente Nº

3315-2004-AA/TC, ha establecido como doctrina jurisprudencial:

“(…) el consumidor o usuario deviene en el fin de toda actividad económica;

es decir, es quien cierra el círculo económico satisfaciendo sus necesidades y

acrecentando su bienestar a través de la utilización de una gama de productos y

servicios ofertados en el mercado.

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En puridad se trata de una persona natural o jurídica que en virtud de un

acto jurídico oneroso adquiere, utiliza o disfruta de determinados productos (como

consumidor) o servicios (como usuario) que previamente han sido ofrecidos al

mercado.

Es indudable que la condición de consumidor o usuario se produce a

través de la relación jurídica que este entabla con un agente proveedor-

independientemente de su carácter público o privado- bien en calidad de receptor

beneficiario de algún producto, bien en calidad de destinatario de alguna forma de

servicio con cargo a un aprovechamiento, ya sea personal, familiar o de su entorno

inmediato.

En consecuencia, la condición de consumidor o usuario no es asignable a

cualquier individuo o ente, sino a aquel vinculado a los agentes proveedores

dentro del contexto de las relaciones generadas por el mercado, las cuales tienen

como correlato la actuación del Estado para garantizar su correcto

desenvolvimiento.”

Los usuarios en el sistema financiero gozan de una tutela jurídica, que a su

vez se sustenta en principios. Estos principios que sustentan la tutela de los

usuarios de créditos de consumo. Entre los principales, se enuncian los siguientes:

A. Principio de tutela del consumidor: Se trata de un enunciado de

carácter general que, sin duda, orienta toda la regulación referida a la protección

de los consumidores y usuarios. En virtud de este principio se señala que en

cualquier campo de su actuación, el Estado ejerce una acción tuitiva a favor de los

consumidores.

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Existe un marco constitucional de tutela de los consumidores y usuarios, que

proviene desde el artículo 1° de la Constitución Política del Estado, que

establece que “la defensa de la persona y el respeto de su dignidad son el fin

supremo de la sociedad y del Estado”; además el artículo 65º expresamente

dispone que “El Estado defiende el interés de los consumidores y usuarios. Para tal

efecto garantiza el derecho a la información sobre los bienes y servicios que se

encuentran a su disposición en el mercado. Asimismo vela, en particular, por la

salud y la seguridad de la población”.

De otro lado, la tutela del consumidor responde a que: “Hoy, en una

sociedad pluralista en la que los derechos civiles están en fase de expansión, y los

derechos de los trabajadores adecuadamente garantizados, uno de los límites que

se pueden añadir al gobierno de la sociedad por parte de las reglas del mercado es

aquel constituido por la tutela de los intereses de los destinatarios de los productos

y servicios. Por consiguiente, no es una instancia hedonista aquella que sostiene el

andamiaje de los derechos de los consumidores, cuando más bien la coordinación

y la adaptación de intereses en conflicto y, por lo tanto, susceptibles de mediación.

Esta última no se puede obtener de manera, por así decir, natural, dejando liberar

y prosperar solamente las fuerzas económicas del mercado, porque los portadores

de aquellos intereses están en una situación objetiva diversificada, con una

desigual distribución del poder, de manera que una de las tareas de las

instituciones consiste precisamente en introducir reglas de equilibrios de los

intereses en juego. Las reglas en su momento adecuan el ‘peso’ de los diversos

intereses, teniendo en cuenta los diferentes sectores” (ALPA, 2004: p. 43).

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Respecto a la consagración a nivel constitucional de derechos fundamentales

de los consumidores, CORTEZ señala “la necesidad de proteger íntegramente al

consumidor, potencial o actual, actúa como idea motriz de una serie de acciones

de política legislativa, por lo que muchos países han consagrado en sus

constituciones, preceptos valores y principios que dan sustento que dan sustento a

la protección de los consumidores, convirtiendo en una realidad jurídica lo que era

una realidad socioeconómica. Se consagra nuevos valores superiores del

ordenamiento jurídico constitucional, informadores y ordenadores del sistema

económico establecido en la Constitución económica: el mercado, la competencia

y la competitividad, la productividad empresarial, el valor de adecuación

socioeconómica de la actividad empresarial, el valor de la democracia económica

y la participación, la solidaridad social, la igualdad material y la justicia social”

(2009: p.490).

El Tribunal Constitucional en la sentencia recaída en el expediente número

3315-2004-AA/TC (http://www.tc.gob.pe), señala que: El artículo 65º de la

Constitución, prescribe la defensa de los consumidores y usuarios, a través de un

derrotero jurídico binario; a saber:

a) Establecer un principio rector para la acumulación del Estado.

b) Consigna un derecho personal y subjetivo.

En el primer ámbito, el artículo 65° de la Constitución expone una pauta basilar o

postulado destinado a orientar y fundamentar la actividad del Estado respecto a

cualquier actividad económica. Así, el juicio estimativo y el juicio lógico derivado

de la conducta del Estado sobre la materia tiene como horizonte tuitivo la defensa

de los intereses de los consumidores y usuarios.

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En el segundo ámbito, el artículo 65 de la Constitución reconoce la facultad

de acción defensiva de los consumidores y usuarios en los casos de trasgresión o

desconocimiento de sus legítimos intereses; es decir, reconoce y apoya el atributo

de exigir al Estado una actuación determinada cuando se produzca alguna forma

de amenaza o afectación efectiva de los derechos del consumidor o del usuario,

incluyendo la capacidad de acción contra el propio proveedor”.

Asimismo, el referido Tribunal Constitucional, respecto a la tutela del

usuario financiero, en la sentencia recaída en el expediente Nº 1238-2004-AA/TC,

de fecha dieciséis de noviembre de 2004, publicada en el sitio web del Tribunal

Constitucional (http://www.tc.gob.pe), ha formulado digresiones con el objeto de

fortalecer la posición del usuario frente a las entidades financieras, de las cuales

citamos las pertinentes al presente trabajo:

“[…] b) debe propenderse a la reducción de las relaciones asimétricas con

las entidades bancarias, por cuanto es evidente que no existe la más mínima

posibilidad de negociación individual por parte de los usuarios del crédito,

respecto de las tasas de interés y financiamiento, dado que se entabla una relación

contractual no consensuada, habida cuenta que los contratos se hallan pre

redactados, sin la participación o asentimiento previo del adherente en la

determinación de las tasas de interés; c) debe establecerse la aplicación de tasas de

interés que guarden relación con el servicio bancario efectivamente prestado por

las entidades; d) en épocas de mínima inflación como las actuales, ninguna

entidad de crédito puede esgrimir razón valedera para aplicar altas tasas y punitorios

intereses usurarios por los servicios bancarios. Las tasas, lejos de ser arbitrarias,

deberían ser flexibles y estar negociadas o acordadas por ambas partes,

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puesto que, de lo contrario, estaríamos ante la presencia de una operatoria

privilegiada prepotente de la banca; e) las elevadas tasas de interés para la

financiación de compras con tarjetas de crédito e intereses punitorios, se trasluce

en una situación inequitativa, ya que el usuario está imposibilitado de renunciar al

servicio antes de haber abonado las liquidaciones abusivas adelantadas,

perjudicándose cada vez más sus intereses económicos; estableciéndose, además,

que si desea rescindir el servicio sin pagar en el futuro, no será aceptado o tendrá

escasas posibilidades de que lo acepten en otro servicio similar, por estar incluido

en los nefastos registros de morosos; f) se debe evitar que las tasas sean

incrementadas permanentemente por la banca, demostrando el poder económico y

unilateral de la misma. Los índices no surgen de ningún resumen tarifario ni de

ninguna regulación; tampoco cuenta con el visto bueno del Banco Central de

Reserva o de cualquier otra autoridad; por ende, es el resultado de una decisión

oligopólica abusiva; g) los porcentajes de las tasas de interés e intereses punitorios

resultan desproporcionados respecto a los intereses generales de la plaza

cambiaria; h) si los bancos aducen sufrir costos excesivos; estos deben ser

exclusivamente atribuidos a su ineficiencia comparada con el nivel internacional,

por lo que no resulta justo que sean cargadas a los consumidores. Las tasas deben

ser proporcionales a la mora; i) el régimen del sistema resulta abusivo porque los

buenos consumidores – que son mayoría- pagan regularmente todos los conceptos

incluidos en sus obligaciones crediticias; a pesar que se los castiga injustamente con

la inseguridad propia de un sistema de alto riesgo crediticio; […] k) deben

eliminarse las tasas leoninas so pretexto del riesgo crediticio; con mínima

inflación y una paridad cambiaria positiva, el único riesgo debe ser la falta de

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riesgo del usuario. Por ello las instituciones bancarias tienen el deber de

informarse de la situación del cliente al que se le concederá un crédito, es decir, la

obligación de reunir la información previa y necesaria sobre la solvencia y

capacidad de pago del cliente, por lo que la excusa del riesgo crediticio, esgrimida

para justificar el cobro de altos intereses por parte de los prestadores del servicio

crediticio, quedaría totalmente descartada; i) el negocio bancario como modo de

denominación es lo que constituye un alto riesgo social. La operatoria bancaria se

desarrolla mediante contratos de adhesión, lo que pone de relieve el carácter

dominante que tiene la entidad financiera, que impone sus cláusulas predispuestas

por medio de condiciones generales elaboradas unilateralmente con el exclusivo

propósito de someter al cliente a los planes y directivas cuyo fin es el mejor éxito

del banco.

B. Principio de transparencia: El Código de Protección y Defensa del

Consumidor, recogiendo este principio, en el artículo V del Título Preliminar,

señala: “En la actuación en el mercado, los proveedores generan una plena

accesibilidad a la información a los consumidores acerca de los productos y

servicios que ofrecen. (…) La información brindada debe ser veraz y apropiada.”

Según HENRÍQUEZ este principio “busca una relación más próxima y

adecuada entre el proveedor y el consumidor.” Señala que “Permite un enfoque

directo concerniente a la verdadera intención de cada uno de ellos, en el sentido de

que, de forma pura se instaure a plena satisfacción en la atención de los fines

objetivados en la contratación: la provisión y la recepción del producto o servicio

en el sentido de pleno conocimiento de condiciones.” Agrega, “transparencia es

clareza, es información adecuada y oportuna sobre los temas relevantes de la

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futura relación contractual.” En consecuencia, anota, “el Principio de

transparencia impone al proveedor el deber de la efectiva y directa información

sobre todas las condiciones del negocio a ser realizado, comprendiendo tanto la

oferta como el texto del propio compromiso cuando es escrito o la divulgación

amplia de las condiciones cuando, por corresponder a un pequeño negocio, fuera

verbal.” (2002: pp.203-204)

En materia de productos o servicios financieros el artículo 82° del Código

antes aludido, prescribe lo siguiente:

“Los proveedores de servicios financieros están obligados a informar a los

consumidores o usuarios de manera clara y destacada la Tasa de Costo

Efectivo anual (TCEA) y la tasa de rendimiento efectivo anual (TREA)

respectivamente, aplicables para operaciones activas en cuotas o pasivas,

respectivamente.

La TCEA y la TREA deben comprender todos los costos directos e indirectos

que, bajo cualquier denominación, influyan en su determinación, de

conformidad con lo dispuesto por la Superintendencia de Banca y seguros

y Administradoras Privadas de fondo de pensiones mediante norma de

carácter general.”

A su vez la Ley Nº 28587, Ley Complementaria de Protección al

Consumidor en Materia de Servicios Financieros, en varias disposiciones

desarrolla este principio. Entre las que son pertinentes en relación al pago

intereses tenemos:

“Artículo 2º.- Las empresas sujetas a los alcances de la presente Ley están

obligadas a brindar a los usuarios toda la información que éstos

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demanden de manera previa a la celebración de cualquier contrato propio

de los servicios que brindan. Dicha obligación se satisface con la puesta a

disposición de los usuarios de los formularios contractuales en sus

locales, así como en la página web que tengan habilitada al efecto, debiendo

designar personal especializado para brindar asesoría a sus clientes

sobre los alcances de los mismos.”

“Artículo 8º.- Las empresas sujetas al alcance de la presente ley están

obligadas a difundir constantemente las tasas de interés, comisiones y

gastos que cobren a los usuarios en las operaciones financieras que

ofrezcan en el mercado. La difusión deberá garantizar el acceso de los

usuarios a dicha información pudiendo emplearse para ello diversos

medios, sean éstos a través de comunicaciones directas, avisos a través de

comunicados en la televisión, radio y periódicos, en sus locales y páginas

web. La superintendencia de Banca y Seguros y Administradoras Privadas

de Fondo de Pensiones supervisará las condiciones en que se efectúe la

difusión que la ley dispone, garantizando que la misma facilite su

comparación por el usuario”

Por su parte, el Reglamento de Transparencia de Información y

disposiciones aplicables a la contratación con usuarios del sistema financiero,

aprobado mediante Resolución SBS Nº 1765-2005, prescribe:

“Artículo 3.- Las empresas del sistema financiero nacional deberán ser

plenamente transparentes en la difusión, aplicación y modificación de las

tasas de interés, comisiones, gastos y cualquier otra tarifa asociada a las

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operaciones activas y pasivas que realicen, así como a los servicios que

brinden.

La transparencia de información es un mecanismo que busca mejorar el

acceso a la información de los usuarios y público en general, con la

finalidad de que éstos puedan, de manera responsable, tomar decisiones

informadas con relación a las operaciones y servicios que desean

contratar y/o utilizar con las empresas. […]”

“Artículo 9.- Las empresas del sistema financiero nacional  deberán

informar al público en general las tasas de interés compensatorio y

moratorio, comisiones y gastos asociados a los diferentes productos y

servicios que ofrezcan. Esta información deberá ser difundida de manera

clara, explicita y comprensible a fin de evitar que su texto pueda generar

confusiones o interpretaciones incorrectas. […]

La información referida a tasas de interés, comisiones y gastos que difundan

las empresas deberá ser revelada para cada producto o servicio que se

ofrezca, así mismo se revelará la oportunidad de su cobro y demás

condiciones que afecten su aplicación y determinación, de forma tal que

los interesados puedan realizar comparaciones entre las tarifas que las

distintas empresas apliquen. La forma en que se aplicarán los cobros

antes indicados debe estar claramente explicada en todos los medios que

la empresa utilice para su difusión.”

C. Principio de corrección de la asimetría: Conforme al Código de

Protección y defensa del consumidor, “Las normas de protección al consumidor

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buscan corregir las distorsiones o malas prácticas generadas por la asimetría

informativa o la situación de desequilibrio que se presente entre los proveedores

y consumidores, sea en la contratación o en cualquier otra situación relevante,

que coloquen a los segundos en una situación de desventaja respecto a los primeros

al momento de actuar en el mercado.”

MERINO, en relación a las asimetrías existentes en el mercado en las

relaciones de consumo, puntualiza que “el fundamento de la tutela del consumidor

ha sido desarrollado desde distintos puntos de vista, el primero y más difundido es

la asimetría informativa que existiría entre proveedor y consumidor, el segundo es

la asimetría económica, y el tercero la asimetría de negociación.” Este autor

sostiene que “la asimetría de la información se basa en una constatación objetiva

de los intercambios del mercado. […] en los intercambios económicos del

mercado el proveedor ostenta mucha más información que el adquirente,

información relativa al bien, a las circunstancias, al contrato, la misma que lo

pondría en una situación de superioridad frente al consumidor.” Asimismo, refiere

que “un fundamento importante de la tutela del consumidor es (y debe ser también

en el plano normativo) la asimetría en la negociación. El hecho de que en el

consumidor no pueda intervenir en el contenido del contrato es fundamento

suficiente para que tenga una especial protección.” Agrega que “la asimetría

informativa y la asimetría económica – en la mayoría de casos – no sería más que

los fundamentos de la asimetría de negociación, dado que la asimetría de la

información, junto con las condiciones personales y económicas, pueden conducir

a un poder de negociación inequitativo.” (2007: p. 255-257)

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Para HENRÍQUEZ este principio se relaciona con el principio de equidad

de las prestaciones, que “se caracteriza como el respeto al equilibrio entre deberes

y derechos con la finalidad de encontrar la justicia contractual. Significa vedar en

la utilización, por parte del proveedor, de clausulas que aseguren ventajas

desproporcionadas, resultando también en conflicto con la buena fe que debe

existir en torno de cualquier contrato, principalmente el de consumo.” (2002: pp.

210-211).

REZZONICO, en relación al principio en mención, explica que el

principio de equivalencia “procura que ninguno de los contratantes quede en

situación de desmedro patrimonial frente al otro que sí aprovecha en mayor

medida las ventajas de la relación, aunque de ninguna manera persigue una

equivalencia matemática.” (1999: p. 283)

D. Principio de buena fe: La buena fe “constituye un concepto que

excede ampliamente el marco jurídico, tiene un profundo contenido ético que

importa un obrar conforme a la honestidad, la lealtad y la previsibilidad. La

conducta ajustada a este principio, lógicamente, genera la tan ansiada confianza,

que constituye el ‘mejor clima’ para el desarrollo de negocios jurídicos y es la

base de la seguridad jurídica, valor tan arduamente perseguido en todos los

tiempos.” (ESTIGARRIBIA, 2005: p. 63)

Se trata de un principio que irradia todo el derecho, “en la actualidad, el

concepto de buena fe no significa, simplemente, una actitud pasiva, no actuar de

mala fe, importa una conducta activa, de cooperación con la otra parte, a los

efectos que el contrato tenga para ambas partes, el mejor resultado posible, los

mayores beneficios y, consecuentemente, los menores ‘costos prestacionales’, que

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no siempre resultan económicos, sino que también pueden ser psicológicos o

emocionales. Esto establece un estándar de conducta social, basado en la

solidaridad.” (ESTIGARRIBIA, 2005: p. 64)

Para DE LA PUENTE la buena fe es la base de la contratación, “sin ella el

vínculo jurídico no puede constituirse, sino aparentemente, ya que la ley fulmina

la ineficacia de los contratos en que interviene dolo o fraude. Debe presidir

también la ejecución del contrato o sea el cumplimiento de las obligaciones por él

generadas. La buena fe consiste aquí en que cada interesado tenga en cuenta no

solo su propio interés, sino el de la contraparte, pues ambos han servido como

motivo determinante para el ajuste del convenio. La buena fe, en la ejecución de

los contratos es antitética de toda especie de dolo o fraude en el cumplimiento de

la obligación jurídica” (2000: p. 279).

La buena fe para REZZONICO “es una expresión que puede adquirir

distintos significados, dependiendo del círculo social en que sea utilizada la palabra.

Por ello, en el lenguaje común sirve para designar una particular condición del

espíritu de quien obra, mientras que, en otro ámbito, verifica condiciones como la

honestidad, la probidad y la lealtad del comportamiento.” (1999: pp. 482)

El Código de Protección y Defensa del Consumidor estipula que: “En la

actuación del mercado y en el ámbito de vigencia del presente código, los

consumidores, los proveedores, las asociaciones de consumidores y sus

representantes, deben guiar su conducta acorde con el principio de la buena fe,

de confianza y lealtad entre las partes.”

21
Finalmente, sobre los derechos de los usuarios del Sistema Financiero:

De acuerdo con el artículo 1 de la ley Nº 29751 – Código de Protección y Defensa

del Consumidor - los consumidores y usuarios tienen los siguientes derechos:

A. Derecho a una protección eficaz respecto de los productos y servicios

que, en condiciones normales o previsibles, representen riesgo o peligro para la

vida, salud e integridad física.

B. Derecho a acceder a información oportuna, suficiente, veraz y

fácilmente accesible, relevante para tomar una decisión o realizar una elección de

consumo que se ajuste a sus intereses, así como para efectuar un uso o consumo

adecuado de los productos o servicios.

C. Derecho a la protección de sus intereses económicos y en particular

contra las cláusulas abusivas, métodos comerciales coercitivos, cualquier otra

práctica análoga e información interesadamente equívoca sobre los productos o

servicios.

D. Derecho a un trato justo y equitat ivo en toda transacción comercial y a

no ser discriminados por motivo de origen, raza, sexo, idioma, religión, opinión,

condición económica o de cualquier otra índole.

E. Derecho a la reparación o reposición del producto, a una nueva

ejecución del servicio, o en los casos previstos en el Código de protección y Defensa

del Consumidor, a la devolución de la cantidad pagada, según las circunstancias.

F. Derecho a elegir libremente entre productos y servicios idóneos y de

calidad, conforme a la normativa pertinente, que se ofrezcan en el mercado y a ser

informados por el proveedor sobre los que cuenta.

22
G. A la protección de sus derechos mediante procedimientos eficaces,

céleres o ágiles, con formalidades mínimas, gratuitos o no costosos, según sea

el caso, para la atención de sus reclamos o denuncias ante las autoridades

competentes.

H. Derecho a ser escuchados de manera individual o colectiva a fin de

defender sus intereses por intermedio de entidades públicas o privadas de

defensa del consumidor, empleando los medios que el ordenamiento jurídico

permita.

I. Derecho a la reparación y a la indemnización por daños y perjuicios

conforme a las disposiciones del Código de Protección y Defensa del

Consumidor y a la normativa civil sobre la materia.

J. Derecho a asociarse con el fin de proteger sus derechos e intereses de

manera colectiva en el marco de las relaciones de consumo.

K. Derecho al pago anticipado o prepago de los saldos en toda

operación de crédito, en forma total o parcial, con la consiguiente reducción de

los intereses compensatorios generados al día de pago y liquidación de

comisiones y gastos derivados de las cláusulas contractuales pactadas entre las

partes, sin que les sean aplicables penalidades de algún tipo o cobros de

naturaleza o efecto similar.

43
CAPÍTULO III

I. TASAS DE INTERÉS EN MONEDA NACIONAL

A. TASA DE INTERÉS CONVENCIONAL COMPENSATORIO

1. Operaciones activas y pasivas de las empresas del sistema financiero

En cualquiera de sus modalidades, la tasa de interés convencional

compensatorio se determina por la libre competencia en el mercado financiero y es

expresada en términos efectivos anuales.

2. Operaciones entre el Banco Central y las empresas del sistema financiero

La tasa de interés convencional compensatorio para las operaciones de crédito con fines

de regulación monetaria (artículo 58° de la Ley Orgánica del Banco Central) es

determinada por el Directorio del Banco Central y comunicada periódicamente en el

Programa Monetario.

3. Operaciones entre personas ajenas al sistema financiero

a. Operaciones no sujetas al sistema de reajuste de deudas

La tasa máxima de interés convencional compensatorio es equivalente a la tasa

promedio del sistema financiero para créditos a la microempresa y es expresada en

términos efectivos anuales.

Esta tasa es publicada diariamente por la Superintendencia de Banca, Seguros y AFP.

b. Operaciones sujetas al sistema de reajuste de deudas

La tasa máxima de interés convencional compensatorio es calculada de forma tal que el

costo efectivo de estas operaciones, incluido el reajuste, sea equivalente a la tasa

señalada en el punto
43
B. TASA DE INTERÉS LEGAL

1. Operaciones no sujetas al sistema de reajuste de deudas

La tasa de interés legal es equivalente a la TIPMN.

La TIPMN es la tasa de interés promedio ponderado de las tasas pagadas sobre los

depósitos en moneda nacional, incluidos aquellos a la vista, por las empresas bancarias y

financieras y es expresada en términos efectivos anuales.

Esta tasa es publicada diariamente por la Superintendencia de Banca, Seguros y AFP.

2. Operaciones sujetas al sistema de reajuste de deudas

La tasa de interés legal es calculada de forma tal que el costo efectivo de estas

operaciones, incluido el reajuste, sea equivalente a la tasa señalada en el punto I.B.1.

3. Tasa de interés de los depósitos administrativos y judiciales en el Banco de la

Nación.

La tasa de interés legal aplicable a los depósitos administrativos y judiciales en

consignación y custodia en el Banco de la Nación es equivalente a la tasa promedio de

los depósitos de ahorro en moneda nacional en las empresas bancarias y es expresada

en términos efectivos anuales. Esta tasa es publicada diariamente por la Superintendencia

de Banca, Seguros y AFP.

C. TASA DE INTERÉS MORATORIO

1. Operaciones de las empresas del sistema financiero

La tasa de interés moratorio se determina por la libre competencia en el mercado

financiero y es expresada en términos efectivos anuales.


43
2. Operaciones entre personas ajenas al sistema financiero

La tasa máxima de interés convencional moratorio es equivalente al 15% de la tasa

promedio del sistema financiero para créditos a la microempresa y se aplica de forma

adicional a la tasa de interés convencional compensatorio o, de ser el caso, a la tasa de

interés legal.

II. TASAS DE INTERÉS EN MONEDA EXTRANJERA

A. TASA DE INTERÉS CONVENCIONAL COMPENSATORIO

1. Operaciones activas y pasivas de las empresas del sistema financiero

En cualquiera de sus modalidades, la tasa de interés convencional compensatorio

se determina por la libre competencia en el mercado financiero y es expresada en términos

efectivos anuales.

2. Operaciones entre el Banco Central y las empresas del sistema financiero

a. La tasa de interés convencional compensatorio para las operaciones de crédito con fines

de regulación monetaria (artículo 58° de la Ley Orgánica del Banco Central) es

determinada por el Directorio del Banco Central y comunicada periódicamente en el

Programa Monetario.

Artículo 58.- El Banco concede créditos con fines de regulación monetaria. Sólo acceden

a ellos las instituciones financieras susceptibles de ser sometida al Régimen de Vigilancia

a que hace referencia la Ley General de Instituciones Bancarias, Financieras y de Seguros,

en tanto no se hallen sujetas a dicho régimen.

43
b. La tasa de remuneración a los fondos de encaje adicional mantenidos en el Banco

Central por las empresas del sistema financiero es determinada por el Directorio del

Banco Central y comunicada periódicamente en el Programa Monetario.

3. Operaciones entre personas ajenas al sistema financiero

La tasa máxima de interés convencional compensatorio efectiva es equivalente a la tasa

promedio del sistema financiero para créditos a la microempresa y es expresada en

términos efectivos anuales.

Esta tasa es publicada diariamente por la Superintendencia de Banca, Seguros y AFP.

B. TASA DE INTERÉS LEGAL

La tasa de interés legal es fijada por el BCRP (Artículos 1242°, 1243° y 1244° del Código

Civil y Artículos 51° y 52° de la Ley Orgánica del BCRP) y se aplica cuando exista la

obligación de pagar interés y no se hubiese pactado la tasa (Artículo 1245° del Código

Civil).

CÓDIGO CIVIL

Artículo 1242º.- El interés es compensatorio cuando constituye la contraprestación por

el uso del dinero o de cualquier otro bien. Es moratorio cuanto tiene por finalidad

indemnizar la mora en el pago.

Artículo 1243º.- La tasa máxima del interés convencional compensatorio o moratorio, es

fijada por el Banco Central de Reserva del Perú.

Cualquier exceso sobre la tasa máxima da lugar a la devolución o a la imputación al

capital, a voluntad del deudor.

43
Artículo 1244º.- La tasa del interés legal es fijada por el Banco Central de Reserva del

Perú.

LEY ORGÁNICA DEL BCRP

Artículo 51.- El Banco establece de conformidad con el Código Civil, las tasas máximas

de interés compensatorio, moratorio, y legal, para las operaciones ajenas al Sistema

Financiero.

Las mencionadas tasas, así como el Indice de Reajuste de Deuda y las tasas de interés

para las obligaciones sujetas a este sistema, deben guardar relación con las tasas de interés

prevalecientes en las entidades del Sistema Financiero.

Artículo 52.- El Banco propicia que las tasas de interés de las operaciones del Sistema

Financiero sean determinadas por la libre competencia, dentro de las tasas máximas que

fije para ello en ejercicio de sus atribuciones. Excepcionalmente, el Banco tiene la

facultad de fijar tasas de intereses máximos y mínimos con el propósito de regular el

mercado.

La tasa de interés legal laboral se aplica a las obligaciones derivadas del atraso en el pago

de sueldos y salarios y tiene la característica que los intereses no se capitalizan. Mientras

que la tasa legal efectiva se aplica para el resto de obligaciones y los intereses generados

se capitalizan.

1. Operaciones distintas a los depósitos administrativos y judiciales en el Banco de

la Nación

La tasa de interés legal es equivalente a la TIPMEX. La TIPMEX es la tasa de interés

promedio ponderado de las tasas pagadas sobre los depósitos en moneda extranjera,

43
incluidos aquellos a la vista, por las empresas bancaria y financieras y es expresada en

términos efectivos anuales.

Esta tasa es publicada diariamente por la Superintendencia de Banca, Seguros y AFP.

2. Depósitos administrativos y judiciales en el Banco de la Nación

La tasa de interés aplicable a los depósitos administrativos y judiciales en consignación y

custodia en el Banco de la Nación es equivalente a la tasa promedio de los depósitos de

ahorro en moneda extranjera en las empresas bancarias y es expresada en términos

efectivos anuales. Esta tasa es publicada diariamente por la Superintendencia de Banca,

Seguros y AFP.

C. TASA EFECTIVA DE INTERÉS MORATORIO

1. Operaciones de las empresas del sistema financiero

La tasa de interés convencional moratorio se determina por la libre competencia en el

mercado financiero y es expresada en términos efectivos anuales.

2. Operaciones entre personas ajenas al sistema financiero

La tasa máxima de interés convencional moratorio es equivalente al 20% de la tasa

promedio del sistema financiero para créditos a la microempresa y se aplica de forma

adicional a la tasa de interés convencional compensatorio o, de ser el caso, a la tasa de

interés legal.

TIM=20% (TPSF cred. ME) +Tasa compensatoria

43
En caso de no intervenir una tasa compensatoria, la suma se hará sobre la tasa legal (

efectiva ) en moneda extranjera:

TIM=15% (TPSF cred. ME) +Tasa legal

SIGLAS:

TIM: Tasa de Interés Moratorio.

TIC: Tasa de Interés Compensatorio.

TAMN: Tasa Activa de Mercado promedio ponderado en moneda nacional de las

tasas activas cobradas por Bancos y Financieras.

TAMEX: Tasa Activa de Mercado promedio ponderado en moneda extranjera de las tasas

activas cobradas por Bancos y Financieras.

TIPMN: Tasa promedio ponderado de las tasas pagadas sobre los depósitos en moneda

nacional, incluidos aquellos a la vista por los bancos y financieras.

TIPMEX: Tasa promedio ponderado de las tasas pagadas sobre los depósitos en moneda

extranjera, incluidos aquellos a la vista por los bancos y financieras.

43
IV. CONCLUSIONES

A. Para el cálculo de los intereses aplicables a las diferentes operaciones fijadas con

relación a la TIPMN, a la TIPMEX, a la tasa promedio de los depósitos de ahorro y a la

tasa promedio del sistema financiero para créditos a la microempresa, se aplica los

factores acumulados correspondientes al período computable, publicados por la

Superintendencia de Banca, Seguros y AFP.

B. Las tasas máximas de interés convencional compensatorio y moratorio establecidas

en esta Circular para las operaciones entre personas ajenas al sistema financiero son

aplicables para las operaciones que se pacten a partir de la vigencia de la presente

Circular. Las operaciones pactadas con anterioridad, se rigen por las tasas máximas

anteriormente vigentes.

43
V. BIBLIOGRAFÍA
(HINOSTROZA MINGUEZ, Alberto. Ob. Cit., p. 168.)

(AVELINO SANCHEZ, Esteban. Cálculo de Intereses y Actualización de Deudas


Tributarias. Lima, Editorial San Marcos, 1994, p. 7. )

43

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