Вы находитесь на странице: 1из 15

ÍNDICE DE RESISTENCIA GEOLÓGICA

Resumen
El índice de resistencia geológica, GSI por sus siglas en inglés, es un sistema de
caracterización de macizos rocosos que fue desarrollado para aplicaciones en la
ingeniería de rocas con el fin de satisfacer de utilizar datos fiables para el diseño y
análisis de túneles, taludes y fundaciones rocas.
Para lograr esto, dos evaluaciones se llevan a cabo, la evaluación in situ o de carácter
netamente visual, junto con las pruebas geológicas de caracterización de las
unidades litológicas que posee de macizo rocoso como conjunto, estos datos aportan
de manera relativa valores que pueden calificar la roca, que unidos a la estructura
del GSI, aportan valores cuantificados suficientes para utilizarlos de manera inicial
en la selección de los parámetros asociados a la resistencia y deformabilidad del
macizo rocoso, pero esto con un enfoque basado en predicciones, por lo general
optimistas. Por esta razón es necesario hacer algunas correcciones y tener en cuenta
que no se maneja un dato único sino un rango de valores además que hay que tener
en cuenta agentes externos a la roca, como el agua o el entorno.
En enfoque que se consigue con estas pruebas y la vinculación con el GSI permiten
para el ingeniero encargado, considerar un macizo rocoso como medio continuo, lo
cual le permite trabajar de manera óptima sin dejar de lado los datos relevantes y las
propiedades intrínsecas y extrínsecas de las rocas como conjunto litológico.
Después de haber pasado diez años aproximadamente de aplicación de la GSI y sus
variaciones en la caracterización cuantitativa de macizos rocosos, los autores
consideran que se tienen datos que intentan responder a las preguntas que han sido
planteadas por usuarios especializados en el tema de mecánica de rocas a lo largo
del tiempo, sobre la adecuada selección del índice para las diversas condiciones que
puedan existir y las recomendaciones sobre su uso, además se da una respuesta
técnica basada en hecho, para dictaminar cuando el índice se puede o no utilizar.

Introducción

DISEÑO DE MACIZOS ROCOSOS


Hace algún tiempo se empezaron a obtener más herramientas para diseñar túneles
en roca, entre estas, los métodos numéricos, que prometían respuestas en algunos
casos a problemas asociados a una excavación subterránea difícil que estaban fuera
del rango ideal de aplicación de clasificación de refuerzo de túneles como los
sistemas RMR o el Q de Barton, ambos se extienden en los siguientes años y como
consecuencia de esto se perforaron con éxito cientos de kilómetros de túneles sin
ningún problema. Sin embargo, este enfoque es ideal para situaciones en las que el
comportamiento del macizo rocoso es relativamente sencillo, con valores de esfuerzos
moderados o bajos. Pero si se tienen condiciones más agrestes, se estos sistemas de
clasificación son de poca ayuda para suministrar información en el diseño de
refuerzos de forma secuencial temporal y el apoyo necesario para controlar de forma
progresiva condiciones difícil que surgen en la excavación y refuerzo de un túnel.

Con las herramientas numéricas que se disponen hoy en día, es más fácil poder
diseñar y analizar un túnel, para hacer me manera secuencial la instalación de
refuerzo y el apoyos necesarios para mantener la estabilidad del túnel, sin importar
cuanto se avance. Pero estas herramientas necesitan información confiable sobre las
características de resistencia y deformación del macizo rocoso donde se construye el
túnel. Ya que es prácticamente imposible determinar esta información directamente
en ensayos in situ, se empezó a requerir de algún método para estimar las
propiedades del macizo, las propiedades de la roca intacta y las características de las
discontinuidades en el macizo. Por esta razón surgió el criterio de Hoek y Brown, aun
utilizado en estos días.

EL ÍNDICE DE RESISTENCIA GEOLÓGICA (GSI): HISTORIA DEL DESARROLLO

Por el criterio propuesto por Hoek y Brown, estos reconocieron que un criterio de
falla asociado a macizos rocosos no tendría ningún valor práctico al menos que
pudiera estar relacionado con las observaciones geológicas que podrían hacerse
rápida y fácilmente por un ingeniero geólogo o geólogo en el campo. Por esta razón se
eligió el RMR, pero después de un tiempo reconocieron que este sistema al igual que
el Q de Barton, fueron desarrollados para la estimación de la excavación subterránea
y apoyo, y que no incluyen parámetros necesarios para la estimación de las
propiedades de macizos rocosos. Propiedades y factores externos que tienen
influencia directa sobre la roca, como las aguas subterráneas y otros. Por lo tanto, se
recomienda que sólo los cuatro primeros parámetros del sistema RMR deberán
utilizarse para lograr una estimación de las propiedades del macizo rocoso de
manera confiable, estos parámetros son: RQD como índice de calidad de la roca,
resistencia de la roca intacta, espacio común y condiciones comunes (intact rock
strength, RQD rating, joint spacing and joint conditions)

En un principio se utilizó la clasificación RMR y funcionó bien durante este tiempo


porque la mayoría de los problemas fueron en macizos con buena o moderada
calidad de roca (30 <RMR <70) y bajo condiciones de esfuerzos moderado en las
rocas. Sin embargo, a medida que pasaba el tiempo se hizo evidente que el sistema
RMR ya no se podía aplicar y conseguir los resultados satisfactorios que antes
brindaba, ya que se empezó a trabajar en macizos rocosos de muy mala calidad. La
relación entre el RMR y las constantes m y s del criterio de falla de hoek-Brown
empieza a debilitarse, ya qu se empieza a trabajar en macizos rocosos con calidad de
roca débil.

Tanto el sistema RMR y el Q dependen en gran medida la clasificación RQD, pero


desde que el RQD en la mayoría de macizos rocosos débil es nula o sin sentido, se
hizo necesario tener en cuenta una clasificación alternativa para el sistema.

Como alternativa, se buscaba una clasificación que brinde mayor énfasis en las
observaciones básicas de las características de los macizos rocosos que reflejen su
estructura y su historia geológica y que se haya desarrolló específicamente para la
estimación de las propiedades de los macizos en lugar que para el refuerzo del túnel
y su consecuente apoyo, por estas razones y otras se opta por escoger el índice GSI,
pero este índice y su uso para el criterio de falla Hoek y Brown también tenían
algunos problemas ya que era un sistema de clasificación equivalente al RMR, en
macizos con sistemas de rocas duras o medias. Después de un tiempo, se amplió su
uso a macizos rocosos con materiales muy pobres y después a macizos heterogéneos,
como se muestra en las figuras 1 & 2 respectivamente.
Fig. 1. Cuadro general del GSI según observaciones y estimaciones
geológicas.

Fig. 2. Estimaciones geológicas del GSI para macizos rocosos heterogéneas.


FUNCIONES DEL GSI

El corazón de la clasificación GSI es una descripción cuidadosa del macizo rocoso


por parte de la ingeniería geológica que es en esencia cualitativa, porque se consideró
que los números asociados a los sistemas RMR y Q, que fueron en gran medida
orientados a macizos rocosos débiles y heterogéneos. Hay que tener en cuenta que el
sistema GSI nunca fue pensado como reemplazo del RMR o el Q, ya que no presenta
ninguna idea para refuerzo de macizos rocosos, su única función es la estimación de
las propiedades del macizo. Este índice se basa en una evaluación de la litología, la
estructura y condición de las superficies de discontinuidad en el macizo rocoso y se
calcula a partir de un examen visual del macizo expuesta en el afloramiento.

Una vez que el ''número'' GSI se ha decidido, este número se introduce en un


conjunto de ecuaciones de forma empírica para estimar las propiedades del macizo
rocoso que puede ser utilizado en alguna forma de análisis numérico o una solución
de forma cerrada. El índice se utiliza en conjunción con los valores apropiados para
la resistencia a compresión simple de la roca intacta RCI y la constante petrográfica
(parámetro de la roca intacta) mi, para el cálculo de las propiedades mecánicas de
un macizo, en particular la resistencia a la compresión de la masa de roca (CRM) y
su deformación módulo (E).

Los procesos de cuantificación son las relacionadas con la frecuencia y la orientación


de las discontinuidades y se limitan a los macizos donde estos números se pueden
medir con facilidad. Las cuantificaciones no funcionan bien en macizos
tectónicamente perturbados en el que se ha destruido el tejido estructural del
mismo. En estos casos los autores recomiendan el uso del enfoque original
cualitativo basado en una cuidadosa observación visual en campo, del afloramiento
de roca.

SUGERENCIAS PARA EL USO DEL GSI

Después de una década de aplicación de la GSI y sus variaciones para la


caracterización del macizo rocoso, este trabajo intenta responder a las preguntas que
han sido planteadas por los usuarios acerca de la selección adecuada del índice de
masas de roca diferentes en distintas condiciones.

Cuando no utilizar GSI

El sistema de clasificación GSI se basa en el supuesto de que el macizo rocoso


contiene un número suficiente de discontinuidades al azar, orientadas de manera
que se comporta como una masa isotrópica. En otras palabras, el comportamiento
del macizo rocoso es independiente de la dirección de las cargas aplicadas. Por lo
tanto, es claro que el sistema GSI no se debe aplicar a las masas de roca en la que
hay una claramente definida orientación estructural dominante. La pizarra sin
perturbaciones es un ejemplo claro, donde el comportamiento mecánico es altamente
anisotrópico y que no se debe asignar un valor GSI basado en las figuras. 1 & 2.

Sin embargo, el criterio de Hoek-Brown y la tabla de GSI se pueden aplicar con


precaución si el macizo rocoso no es controlado por su anisotropía. Para los macizos
con una estructura como la que aparece en la última la fila de la tabla de GSI (Fig.
1), la anisotropía no es un tema importante como la diferencia en los esfuerzos de la
roca y la de las discontinuidades pequeñas en su interior.

También es inapropiado su uso de los valores del GSI, cuando se tienen en las caras
de excavaciones, una roca dura con fuertes discontinuidades posicionadas en
magnitudes similares a las dimensiones del túnel o si hay taludes donde se cruzan
las caras libres provocadas por las excavaciones con discontinuidades controladas en
una geometría tridimensional. Obviamente, la clasificación GSI no se aplica a estos
casos.

Descripción geológica en la tabla de GSI

En el trato con macizos rocosos específicos se sugiere que la selección de los casos
apropiados en la tabla de GSI no debe limitarse a la similitud gráfica con los dibujos
de la estructura del macizo que aparecen en las listas. Las descripciones de los
asociados también deben ser leídas cuidadosamente, de modo que la estructura más
adecuada sea elegida. El caso más apropiado, puede estar en algún punto intermedio
entre el limitado número de dibujos y las descripciones incluidas en las listas de la
tabla.

Proyección de los valores de GSI en el suelo

Afloramientos, excavada del túnel se enfrenta a cuestas y los núcleos de perforación


son las fuentes más comunes de información para la estimación del valor de GSI de
una masa de roca. ¿Cómo debería el número estimado de estas fuentes se proyecta o
se extrapola a la masa de roca detrás de una pendiente o por delante de un túnel?
Afloramientos son una fuente muy valiosa de los datos en las etapas iniciales de un
proyecto, pero tienen la desventaja de que la relajación de la superficie, la intemperie
y / o alteración puede haber influido significativamente en la aparición de los
componentes de la masa de roca. Este inconveniente puede ser superado (cuando
esté permitido) por las trincheras de prueba, pero, a menos que sean de la máquina
excavó hasta una profundidad considerable, no hay garantía de que los efectos de la
profunda erosión que han sido eliminados. El juicio es por lo tanto, necesario para
tener en cuenta estos efectos de la intemperie y la alteración en la evaluación del
valor de GSI más probable en la profundidad de la excavación propuesta.

Las caras del talud y del túnel excavado son probablemente la fuente más confiable
de información para las estimaciones de GSI, siempre que estas caras cercanas y en
el mismo macizo rocoso tema de estudio estructural y que está bajo investigación.
Como el propósito de estimar la GSI es la asignación de propiedades al macizo rocoso
inalterado, para un túnel o el talud a ser excavado, no permitir que los efectos de la
explosión a la hora de evaluar los daños GSI se traduzcan en la asignación de valores
que son demasiado conservadores. Por lo tanto, si los datos de perforación están
ausentes, es importante que el ingeniero geólogo o geólogo mire el daño a la
superficie y trate de asignar el valor de GSI en la base de las estructuras inherentes
al macizo. Este problema se vuelve menos importante en la debilidad de los macizos
rocosos y tectónicamente perturbadas como la excavación se lleva a cabo es
generalmente suave y por medios mecánicos y la cantidad de daños en la superficie
es insignificante comparado con lo que ya existe en la masa de roca.

Los núcleos de perforación son la mejor fuente de datos en profundidad, pero hay
que reconocer que es necesario extrapolar la información de una dimensión
proporcionada por el centro a las tres dimensiones de la masa de roca in situ. Sin
embargo, este es un problema común a todas las investigaciones, y los geólogos más
experimentados se sienten cómodos con este proceso de extrapolación.

Perforaciones múltiples y perforaciones inclinadas puede ser de gran ayuda en la


interpretación de las características del macizo en profundidad.

Para el análisis de la estabilidad de un talud, la evaluación del macizo rocoso se basa


a través de algún plano de falla que se prevé podría pasar por este macizo. La
estimación de los valores de GSI en estos casos requiere un juicio considerable,
sobre todo cuando el plano de falla puede pasar a través de varias zonas de diferente
calidad. Los valores medios pueden no ser apropiados en este caso. Para los túneles,
el índice debe ser evaluado por el volumen de roca involucrado en transporte de
cargas.

Para las estructuras particularmente sensibles o críticas, tales como las cavernas
centrales subterránea, la información obtenida de las fuentes discutidas
anteriormente no se puede considerar adecuadas, especialmente a medida que
avanza el diseño más allá de la etapa preliminar. En estos casos, el uso de túneles de
exploración pequeño se puede considerar para la recopilación de datos. En la fig. 3.
se muestra un resumen visual de algunos de los ajustes discutidos en los párrafos
anteriores. Si después de la evaluación directa de las condiciones a profundidad no
se dispone a un ajuste se alza del valor de GSI para permitir que los efectos de las
perturbaciones en la superficie, la erosión y la alteración sean indicados en la parte
superior (blanco) de la tabla del GSI. Obviamente, la magnitud del cambio puede
variar de caso a caso y dependerá del criterio y la experiencia del observador. En la
parte inferior (la sombra) parte de la carta, los ajustes no se requiere normalmente,
ya que el macizo rocoso ya desintegrado o con cizalla y este daño persisten hasta la
profundidad.
Fig. 3. Sugerencia a la proyección de la información a partir de observaciones en los
afloramientos de profundidad. Área blanca: un desplazamiento hacia la izquierda o
hacia la izquierda y hacia arriba, se recomienda, en la medida del cambio, lo que se
muestra en la tabla es meramente indicativa y debería basarse en la evaluación
geológica. Zona de sombra: el cambio es menos o no se aplica ya que la mala calidad
continua hacia la profundidad, zonas por ejemplo, cizalladas.

Anisotropía

Como se mencionó anteriormente, el criterio de Hoek-Brown (y otros criterios


similares) requiere que la masa de roca se comporte como isótropa y que la falla no
siga una dirección preferencial impuestas por la orientación de una discontinuidad
específica o una combinación de dos o tres discontinuidades. En estos casos, el uso
de la GSI tiene sentido ya que la falla está gobernada por la resistencia al corte de
estas discontinuidades y no del macizo rocoso. Pero, sin embargo, hay casos, cuando
el criterio y la tabla de GSI se pueden utilizar razonablemente como se han
mencionado anteriormente.
Sin embargo, en un análisis numérico con la participación de una única
discontinuidad definida como una zona de cizalla o falla, a veces es conveniente
aplicar el criterio de Hoek-Brown al macizo rocoso en general y superponer la
discontinuidad como un elemento significativamente débil. En este caso, el valor de
GSI asignado al macizo rocoso debe pasar por alto la única discontinuidad, que es la
principal. Las propiedades de esta discontinuidad pueden encajar en la parte inferior
de la tabla de GSI o pueden requerir un enfoque diferente, como las pruebas de
laboratorio de corte de los rellenos de arcilla blanda.
Apertura de las discontinuidades

Las características de resistencia y deformación de un macizo rocoso dependen de la


interrelación de las piezas individuales de roca intacta que compone el macizo.
Obviamente, la apertura de las discontinuidades que separan estas piezas
individuales tiene una influencia importante sobre las propiedades del macizo
rocoso. No hay ninguna referencia específica a la apertura de las discontinuidades en
las listas de GSI, sino un factor de perturbación “D” que ha sido implementado en la
versión más reciente del criterio de rotura de Hoek-Brown. Esto abarca los factores
de D = 0 para macizos rocosos sin alterar, como los excavados por una tuneladoras,
factores con valores D = 1 para macizos rocosos muy alterados o perturbados. El
factor permite la interrupción del bloqueo de las piezas de roca individuales como
resultado de la apertura de las discontinuidades.
La incorporación de la D factor de perturbación en las ecuaciones empíricas para
estimar la resistencia del macizo rocoso y de las características de la deformación se
basa en la copia de análisis de túneles excavados y taludes. La experiencia limitada
que está disponible en la teoría sugiere que este factor no proporciona una
estimación razonable de la influencia de los daños debidos a los esfuerzos o a la
relajación de las caras de la roca excavada tras perforaciones. Tenga en cuenta que
este daño disminuye con la profundidad en el macizo rocoso y en modelos
numéricos, generalmente es adecuado para simular este descenso al dividir el macizo
en una serie de zonas con valores decrecientes del factor D, que se aplica a zonas
sucesivas como la distancia desde donde aumenta la cara.
Por otro lado, en las grandes pendientes a cielo abierto de la mina en la que las
explosiones pueden implicar muchas toneladas de explosivos, daño explosión se ha
observado hasta 100 metros o más detrás de la cara del talud excavado. Hoek y
Karzulovic (2000) han dado algunas directrices sobre la magnitud de este daño y su
impacto en las propiedades de la roca.

EL ÍNDICE DE RESISTENCIA GEOLÓGICA (GSI) A GRAN PROFUNDIDAD

En una roca dura, a una gran profundidad (por ejemplo, 1.000 metros o más) la
estructura del macizo rocoso es tan fuerte que los enfoques de comportamiento de
un macizo intacto. En este caso, el valor de GSI se acerca al 100 y la aplicación del
sistema de GSI ya no es significativa. El proceso falla que controlado por la
estabilidad de excavaciones subterráneas, en estas condiciones de gran profundidad,
el fallamiento es dominado por la iniciación y propagación de fracturas por fragilidad
de la roca, lo que conduce a desprendimiento, slabbing y, en casos extremos, la roca
estalla.

Cuando la perturbación tectónica es importante y persiste con la profundidad, estos


comentarios no se aplican y las listas de GSI pueden ser aplicables, pero el índice
debe usarse con precaución.

Discontinuidades en los materiales de relleno

Las tablas de GSI se pueden utilizar para estimar las características de los macizos
rocosos con discontinuidades llenas de materiales de relleno, con descripciones de
las condiciones de las columnas, ya sean pobres o muy pobres en discontinuidades.
Si el material de relleno es constantemente grueso o las zonas de cizalla tienen
presencia de material arcilloso entonces se recomienda el uso de la tabla de GSI para
macizos rocosos heterogéneos y acudir a la fig.2.

La influencia del agua

La resistencia al corte del macizo rocoso se reduce por la presencia de agua en las
discontinuidades o los materiales de relleno cuando estos son susceptibles de
deterioro como resultado de cambios en el contenido de humedad. La presión del
agua es tratada por un análisis eficaz de la tensión en el diseño y es independiente
de la caracterización de GSI de la masa de roca. Es posible consultar la fig.4 como
una guía.
Fig. 4. Categorías de discontinuidades pobres, un giro a la derecha es
necesaria para condiciones de humedad como las superficies de las discontinuidades
o los materiales de relleno suelen ser propensos a deterioro como resultado del cambio
en el contenido de humedad. El giro a la derecha es más sustancial en la gama baja
calidad del macizo rocoso (las últimas líneas y columnas)

Macizos rocosos erosionados

Los valores de GSI para macizos rocosos erosionados se desplaza a la derecha de los
de los mismos macizos, cuando estos son protegidas de la intemperie. Si la erosión
ha penetrado en las piezas de roca intacta que componen el macizo, la constante o
bien el parámetro de la roca intacta mi y el esfuerzo no confinado RCI del criterio de
Hoek y Brown también debe ser reducido. Si la erosión ha penetrado en la roca en la
medida en que las discontinuidades y la estructura se han perdido, entonces el
macizo rocoso debe ser evaluado como un suelo y el sistema GSI ya no se aplica.

Macizos con rocas de baja resistencia

Cuando las rocas, tales como margas, arcillas, limolitas y areniscas débiles se
desarrollan en condiciones estables o en un ambiente tectónico correcto, presentan
una estructura simple, con pocas discontinuidades. Incluso hay veces que los planos
de estratificación parecieran no existir, estos no siempre aparecen claramente
definidos como superficies de discontinuidad.
En estos casos, el uso de la tabla de GSI para bloques de macizos rocosos (Fig. 1.) es
aplicable. Las discontinuidades, a pesar de que son limitadas, los valores de GSI
tienden a estar en el rango de 40-60. En estos casos, la baja resistencia de los
resultados del macizo da valores bajos de RCI y de la constante mi.

Cuando estas rocas forman macizos continuos sin discontinuidades, el macizo


rocoso puede ser tratado como conjunto de rocas intactas o macizo inalterado, con
los parámetros de ingeniería dada directamente por las pruebas de laboratorio. En
tales casos la clasificación GSI no es aplicable.

La precisión del sistema de clasificación GSI

El sistema GSI funciona bien para los ingenieros geólogos ya que es coherente con su
experiencia en la descripción de las rocas y de macizos rocosos durante el registro y
mapeo. En algunos casos, los ingenieros tienden a sentirse incómodos con el
sistema, ya que no contiene parámetros que pueden medirse con el fin de mejorar la
precisión de la estimación del valor de GSI. Los autores, dos de los cuales se
graduaron como ingenieros, no comparten esta preocupación, ya que consideran que
no tiene sentido tratar de asignar un número exacto en el valor GSI para una masa
de roca típica. En todos menos en el más simple de los casos, GSI se describe mejor
mediante la asignación de un rango de valores. Para fines de análisis de este rango
puede ser definido por una distribución normal con los valores promedio y desviación
estándar asignado sobre la base del sentido común.
En el período anterior de la aplicación GSI se propuso que la correlación de los
valores ajustados del sistema RMR y del sistema Q con GSI para proporcionar la
información necesaria para la solución con el criterio de Hoek y Brown. Aunque este
procedimiento puede trabajar con macizos rocosos de alta calidad, no tiene sentido
en el rango de macizos de roca blanda (por ejemplo, con valores de GSI menores a
35), muy débil y heterogéneo donde estas correlaciones no son recomendables.
Estimación del RCI y la constante(parámetro de la roca intacta) mi

Aunque este documento se refiere principalmente a la clasificación GSI, no sería


apropiado dejar el tema relacionado con el criterio de rotura de Hoek-Brown, sin
mencionar brevemente la estimación de la resistencia a compresión simple de la roca
intacta RCI y la contante mi

La influencia del RCI es al tan importante como el valor de GSI en la estimación


global de las propiedades del macizo rocoso mediante el criterio de Hoek-Brown.
Idealmente, el RCI se debería determinar mediante pruebas de laboratorio bajo
condiciones controladas. Sin embargo, en muchos casos, esto no es posible debido a
limitaciones de tiempo o presupuesto, o porque no es Posible para recuperar
muestras para pruebas de laboratorio (sobre todo en el caso de los débiles, delgadas
o esquistosos macizos rocosos tectónicamente perturbados, donde las
discontinuidades son incluidos en el muestras de laboratorio). Bajo tales
circunstancias, las estimaciones del valor del RCI tiene que hacerse sobre la base de
la información publicada, las pruebas de índice simple o por categorías descriptivas
tales como los publicados por la Sociedad Internacional de Mecánica de Rocas
(Brown 1981).

La experiencia ha demostrado que en muchos casos hay una tendencia a subestimar


el valor de la resistencia de la roca intacta. Esto es particularmente cierto en la
debilidad de los macizos rocosos tectónicamente perturbados, donde las
características de los componentes de roca intacta tienden a ser enmascarados por
surrounding sheared o material meteorizado. Estas subestimaciones pueden tener
graves consecuencias para el diseño de ingeniería y se debe tener cuidado cuando
son tomados para asegurar una estimación realista de la intact strength se hacen
tan pronto como sea posible en el proyecto. En un túnel, estas estimaciones pueden
ser refinados en la base de un backanalysis detallado de la deformación del túnel y,
al mismo tiempo esto puede requerir un esfuerzo considerable, e incluso la
participación de especialistas en el análisis numérico, el intento por lo general se
pagará con creces en el ahorro de los costos al lograr diseños más realistas.

El valor de la constante de mi, como para el caso del RCI, se determina mejor
mediante pruebas de laboratorio directa. Sin embargo, cuando esto no es posible,
una estimación basada en los valores publicados (por ejemplo, en el programa
RocLab) es generalmente aceptado como la influencia general del valor de las millas
en la resistencia del macizo rocoso es significativamente menor que la de cualquiera
de GSI o RCI.
GSI y los documentos contractuales

Uno de los problemas contractuales más importantes en la construcción de roca y,


en particular en el túnel es la cuestión de las condiciones cambiantes del suelo. Hay
siempre discusiones entre el dueño y el contratista de la naturaleza de la tierra,
especificados en el contrato y la realidad durante la construcción. Para superar este
problema se ha producido una tendencia a especificar las condiciones previstas en
términos de las clasificaciones RMR o Q para el túnel en cuestión. Más
recientemente, algunos contratos han utilizado la clasificación GSI para este
propósito, pero los autores se oponen firmemente a esta tendencia.
Como se mencionó anteriormente en este documento, el sistema RMR y el Q se han
desarrollado a los efectos de la estimación de refuerzo del túnel, mientras que GSI ha
sido desarrollado con el único fin de estimar esfuerzos en el macizo rocoso. Por lo
tanto, GSI es sólo un elemento en un proceso en el diseño del túnel y no se puede
utilizar, por sí solo, para especificar las condiciones de construcción de túneles.

El uso de cualquier sistema de clasificación para especificar las condiciones previstas


túnel es siempre un problema ya que estos sistemas están abiertos a una variedad
de interpretaciones, dependiendo de la experiencia y el nivel de conservadurismo del
observador. Esto puede dar lugar a diferencias significativas en los valores RMR o Q
para un macizo en particular y, si estas diferencias caen a ambos lados de un
cambio importante en el punto de excavación o tipo de soporte, esto puede tener
importantes consecuencias financieras.

El informe de la situación geotécnica (Essex 1997) se introdujo en un intento de


superar algunas de estas dificultades y ha atraído un incremento amount de
atención internaciona en tunelería. Este informe, realizado por el propietario y se
incluirán en el pliego de condiciones, los intentos de describir macizo rocoso y las
condiciones de túneles previstos con la mayor precisión posible y proporcionar una
base racional para las discusiones contractuales y de pago. Los autores de este
trabajo recomiendan que este concepto deba ser utilizado en lugar de las
clasificaciones tradicionales del túnel con el fin de especificar las condiciones
previstas del túnel.

Conclusiones
La caracterización de macizos rocosos tiene un importante rol en el futuro de la
ingeniería geológica extendiendo su utilidad, no solo para definir un modelo
conceptual del sitio geológico, pero también para la cuantificación necesaria para el
análisis.
El GSI tiene consideraciones potenciales para el uso en ingeniería de rocas debido a
que permite manipular aspectos de la calidad de rocas, realizado una lógica geológica
y reduciendo la incertidumbre en los cálculos. Esto permite la influencia de
variables, which make up un macizo rocoso, para ser evaluado y posteriormente
desarrollar una explicación más clara del comportamiento del macizo rocoso.

Вам также может понравиться