PARTE I

FUNDAMENTOS
DE LA ECOCARDIOGRAFÍA

Capítulo 1. Física del ultrasonido

1-1. Principios físicos del ultrasonido

Ricardo A. Migliore

1-2. Interacción del ultrasonido con los tejidos biológicos

Ricardo A. Migliore

1-3. Efecto Doppler

Ricardo A. Migliore

1-4. Efectos biológicos del ultrasonido

Ricardo A. Migliore
 PRINCIPIOS FÍSICOS
DEL ULTRASONIDO
Ricardo A. Migliore
HISTORIA
El principio físico de los ultrasonidos fue empleado
por primera vez por Langevin, en 1917 en el desarrollo
del sonar. En su forma primitiva, el sonar era utilizado
para detectar objetos sumergidos en el mar. En la década
de 1940, Ludwig realizó mediciones de la velocidad del
sonido en varios medios incluyendo tejidos humanos.
Edler y Hertz describieron en 1954 la aplicación del ul-
trasonido para obtener imágenes dinámicas cardíacas.
Dichas imágenes se registraban en modo-A y modo-B;
Wild y Reid fueron los que desarrollaron el modo-B a
principios de la década de 1950.1
El Doppler continuo fue aplicado al sistema cardiovascu-
lar por Nimura a fines de la década de 1950. Las mejoras
en los cristales piezoeléctricos y los avances en la electró-
nica y la computación llevaron al diseño de la imagen bidi-
mensional hacia fines de la década siguiente. El desarrollo
de transductores electrónicos fue tomado de la técnica de
radar y adaptado por Somer para imágenes bidimensiona-
les y especialmente por Kisslo para imágenes cardíacas. A
principios de la década de 1960 fue comunicada la idea de
realizar ecocardiografía intravascular, que se materializó
hacia fines de la década de 1970. A principios de esta déca-
da Frazin utilizó el esófago como ventana ecocardiográfica
y en la de 1980 los progresos en computación llevaron al
desarrollo del Doppler color.
COMPARACIÓN CON OTRAS TÉCNICAS
DE IMÁGENES
La ecocardiografía es una técnica que se basa en la uti-
lización de ondas mecánicas denominadas ultrasonidos,
que tienen la característica de ser transmitidas en un me-
dio y no poder atravesar el vacío. La naturaleza mecáni-
ca de tales ondas de ultrasonido diferencian la ecocardio-
grafía de otras técnicas de imágenes, como las que utili-
zan rayos X (convencional y tomografía computarizada)
y la resonancia magnética nuclear, que utilizan ondas
electromagnéticas.2 Si bien las ondas de ultrasonido pue-
den producir alta concentración de energía como en el
caso de la litotrixia, para crear imágenes se utilizan on-
das de alta frecuencia y baja energía.
1-1.
La ecocardiografía se diferencia también de otras téc-
nicas porque las ondas producidas por el transductor
atraviesan el cuerpo y son reflejadas por estructuras den-
tro de él, retornando al mismo transductor que las produ-
jo. En caso de la radiología, la angiografía y la tomogra-
fía computada, la energía atraviesa el cuerpo y es recibi-
da en otro sitio, en general a 180° del punto emisor. Con
respecto a la resonancia magnética nuclear y a la medici-
na nuclear, otra diferencia es que en estas técnicas, la
fuente de energía se encuentra dentro del cuerpo.3
Como ocurre con todas las ondas mecánicas, su trans-
misión dentro del organismo es lenta (1.540 m/seg); po-
rel contrario, en las otras modalidades de imágenes, la
transmisión de las ondas se hace a la velocidad de la luz.
Además, las ondas mecánicas son más susceptibles a la
atenuación que las ondas electromagnéticas; esto influye
negativamente sobre la calidad de la imagen del ultraso-
nido, a diferencia de lo que ocurre con técnicas de rayos
X, resonancia magnética y medicina nuclear. Debido a
que el ultrasonido está compuesto por ondas, es conve-
niente, previo a la descripción de su generación, puntua-
lizar algunas de las características de éstas.
VIBRACIÓN, MOVIMIENTO OSCILATORIO
PERIÓDICO Y ONDAS
Vibración u oscilación
La vibración u oscilación es un cambio de estado, o
movimiento, que se repite con el tiempo. Son ejemplos
de vibración la oscilación de una cuerda, del parche de
un tambor, de un diapasón o de un péndulo.4 En realidad
todos los cuerpos elásticos son capaces de originar movi-
mientos vibratorios, siempre que las fuerzas aplicadas no
sobrepasen el límite de elasticidad y provoquen deforma-
ciones permanentes o rotura.
Movimiento oscilatorio periódico
Se denomina movimiento oscilatorio periódico o ar-
mónico al movimiento que se repite con intervalos de
tiempo iguales.5 Si se considera un péndulo (fig. 1-1-1)
al que se desplaza cierto ángulo de su posición de equili-
4 Fundamentos de la ecocardiografía
Fig. 1-1-1. Esquema del movimiento del péndulo.
brio, al soltarlo se obtiene un movimiento oscilatorio que
le permite pasar varias veces del punto B al C y vicever-
sa. En estos desplazamientos sucesivos se comprueba
que la velocidad es máxima en A y es igual a cero en los
extremos. Se llama amplitud (A) al desplazamiento má-
ximo del péndulo y período (T) al tiempo requerido para
efectuar una vibración u oscilación completa. La oscila-
ción es completa, si partiendo de B alcanza a C y vuelve
nuevamente a B. El número de oscilaciones completas
que realiza el péndulo por segundo determina la frecuen-
cia (f) del movimiento periódico. Por lo tanto, la frecuen-
cia y el período son inversamente proporcionales
T=1/f o f=1/T
donde T es el período y f, la frecuencia. Un péndulo que
oscila 2 veces por segundo tiene un período igual a 1/2
segundo.
Fig. 1-1-2. Movimiento oscilatorio.
Un movimiento oscilatorio puede representarse por el
movimiento de la proyección de un punto animado con
movimiento circular uniforme sobre uno de los diámetros
de la circunferencia que recorre (fig. 1-1-2). Si el punto P
se mueve sobre la circunferencia de diámetro AB, se pue-
de estudiar el movimiento de su proyección P´ sobre dicho
diámetro. A medida que P se mueve sobre la circunferen-
cia, P´ se mueve sobre el diámetro con un movimiento os-
cilatorio semejante al del péndulo. A este movimiento de
la proyección P’ sobre el diámetro se lo denomina movi-
miento oscilatorio periódico (o vibratorio) armónico. Se
llama elongación a la distancia OP´, que varía con el tiem-
po, y amplitud a la elongación máxima, que corresponde
al radio de la circunferencia. El período (T) se representa
como el tiempo que tarda el punto P’ en pasar dos veces
consecutivas por el mismo punto y en el mismo sentido, y
corresponde al tiempo que tarda P en recorrer la circunfe-
rencia. El movimiento oscilatorio periódico puede repre-
sentarse gráficamente en un sistema de coordenadas, en
cuyas abscisas (eje X) se toman las distancias proporcio-
nales al tiempo, y en las ordenadas (eje Y), las elongacio-
nes (fig. 1-1-3). En el período T, la distancia recorrida es
la longitud de la onda, llamada λ, y para un espacio cual-
quiera l, recorrido en el tiempo t, se cumple la relación:6
l/λ=t/T
En el eje de abscisas X de la representación gráfica se co-
loca el tiempo t o el espacio recorrido en forma indistin-
ta; por eso es que, para el equipo de ecocardiografía,
tiempo y espacio son sinónimos (véase más adelante). El
espacio recorrido sobre la circunferencia de la izquierda
de la figura puede representarse por la medida del ángu-
lo al centro en grados sexagesimales (de 0o a 360°) o por
la medida del arco tomando como unidad el radio; de es-
ta manera 2π radios equivale a una vuelta completa (re-
volución) o ciclo completo, π a medio ciclo y π/2 a un
cuarto de ciclo. Por lo tanto, en el eje de abscisas X, el
tiempo t, los grados de la circunferencia o la longitud del
arco tienen el mismo significado.
Ondas
Una onda es una perturbación cíclica que produce mo-
vimiento de energía desde un lugar a otro. En el caso de
las ondas mecánicas, la energía debe atravesar un medio
y no pueden propagarse en el vacío. Las ondas son cícli-
cas por naturaleza; esto significa que la energía que atra-
viesa el medio produce un desplazamiento de las partícu-
las del medio desde un lugar a otro. Luego que la energía
disminuyó su intensidad, la partícula experimenta el
efecto de las fuerzas de retroceso elástico y vuelve a su
sitio inicial. En una situación ideal, en la cual no existen
fuerzas de fricción, la partícula retorna a su posición ini-
cial en el medio una vez que cesó el paso de energía; es
decir, no hay movimientos netos o cambios permanentes
en el medio. La energía del sonido propagado se mide en
joules. La energía por unidad de tiempo se denomina po-
tencia y se mide en watts (joules/seg).2
Las ondas mecánicas pueden ser de dos tipos: a) trans-
versales y b) longitudinales. Las ondas transversales tie-

Fig. 1-1-3. Movimiento oscilatorio periódico o armónico.
nen la característica de que las partículas se desplazan
perpendicularmente a la dirección del desplazamiento de
la onda.5 Este tipo de ondas se produce en general en la
superficie del medio que lo transmite. Un ejemplo de ello
son las olas del mar. Si las partículas del medio están re-
presentadas por un barco, se puede ver que mientras que
el barco se desplaza hacia arriba y abajo (movimiento
vertical), la dirección de la ola es longitudinal, es decir
perpendicular al movimiento del barco. Otros ejemplos
de ondas transversales son las que se producen al agitar
una cuerda que está fija en uno de sus extremos (fig. 1-1-
4), las ondas luminosas y las radiaciones. En la figura 1-
1-5 se observa la representación de la partícula del medio
sostenida por un resorte. A medida que la energía atravie-
sa el medio, produce la elevación de la partícula con la
consiguiente compresión del resorte que acumula fuerzas
de retroceso elástico en forma de energía potencial, que
posteriormente libera como energía cinética. La suma de
la energía potencial y la energía cinética es igual en cual-
Fig. 1-1-4. Ondas transversales.
Principios físicos del ultrasonido 5
quier punto de la onda. El movimiento periódico y armó-
nico de estas partículas produce el desplazamiento de
una onda en sentido longitudinal, esto es perpendicular al
movimiento de las partículas.
En las ondas longitudinales, el movimiento de las par-
tículas se realiza en el mismo sentido que las ondas.5
Puede ejemplificarse con la figura 1-1-6, en la cual se ob-
serva una serie de péndulos suspendidos. Cuando el pén-
dulo 1 se desplaza de su posición de equilibrio y golpea
al péndulo 2, se observa un desplazamiento del péndulo
7 equivalente al del péndulo 1, sin que se haya produci-
do movimiento aparente de los cinco péndulos interme-
dios. Este fenómeno se produce en general no en la su-
perficie, sino dentro del medio (fluidos o aire), y es la
forma en que se propagan las ondas de ultrasonidos. En
la misma forma que se ha considerado la propagación de
una vibración como onda longitudinal en el ejemplo an-
terior, se puede imaginar la propagación en una columna
de aire contenida en un tubo al que se transmite un mo-
Fig. 1-1-5. Explicación en el texto.
6 Fundamentos de la ecocardiografía
Fig. 1-1-6. Ondas longitudinales.
vimiento vibratorio en uno de los extremos por medio
de un diapasón (fig. 1-1-7). La columna de aire puede
considerarse constituida por un número infinito de ca-
pas superpuestas, cada una de las cuales transmite a la
capa inmediata el movimiento comunicado; de esta ma-
nera, la capa en contacto con la rama del diapasón co-
munica su movimiento a la segunda, ésta a la tercera y
así sucesivamente. En su recorrido hacia el interior del
tubo, la rama del diapasón determina una compresión
de aire, que es máxima en la capa del tubo que corres-
ponde a la máxima velocidad de desplazamiento de la
rama. Esta media oscilación del diapasón determina en
el tubo la denominada semionda comprimida, cuya ve-
locidad corresponde a la velocidad del sonido y con un
máximo de compresión en el centro. Cuando la rama
del diapasón ha llegado a su máxima elongación hacia
el interior del tubo y vuelve hacia atrás, se produce ra-
refacción o descompresión del aire, debido a que las ca-
pas de aire en forma sucesiva acompañan al diapasón en
la segunda fase de oscilación y se origina una semionda
descomprimida (rarefacción) con un máximo de des-
compresión en el centro.3 Debe aclararse que en la pro-
pagación de las ondas no hay traslación de aire, sino de
presiones. Las moléculas de aire se mueven hacia un la-
do y otro de su posición de equilibrio, sin lo cual no
existirían los procesos de compresión y rarefacción des-
criptos. Este mismo fenómeno se produce cuando el
transductor emite ondas ultrasónicas y son transmitidas
por los tejidos y la sangre. Los movimientos de las par-
tículas durante la transmisión de ondas longitudinales
también pueden representarse por una curva, en la que
las crestas corresponden a las semiondas comprimidas
y los valles a las semiondas de rarefacción. Los resortes
que unen las partículas en la figura 1-1-5 representan la
acumulación y posterior liberación de fuerzas de retro-
ceso elástico durante la transmisión de una onda longi-
tudinal.3
Las ondas tienen parámetros que las caracterizan como
tales y que fueron descritos al referirnos al movimiento
oscilatorio armónico, ya que su representación gráfica
corresponde a una onda sinusoide. Estos parámetros son:
Fig. 1-1-7. Explicación en el texto.
amplitud (A), la frecuencia (f), longitud de onda (λ), el
período (T) y velocidad de propagación (c), a los que se
hace referencia a continuación en relación con los ultra-
sonidos.7
Amplitud
Está determinada por la máxima elongación, que se de-
nomina cresta cuando es positiva y valle cuando es nega-
tiva. Los nodos corresponden a los puntos en que la am-
plitud de la onda es igual a cero. La amplitud depende de
la diferencia de potencial aplicada al transductor (véase
más adelante). Debe tenerse en cuenta que la amplitud
del sonido reflejado (eco) depende de la amplitud del so-
nido inicial y que, además, si es muy elevada, puede da-
ñar sistemas biológicos o destruir burbujas de medio de
contraste en los estudios de perfusión miocárdica.
Frecuencia
Es el número de ciclos que ocurren en 1 segundo y se
mide en Hertz (Hz). Es importante puntualizar que las
ondas de alta frecuencia y las de baja frecuencia viajan a
la misma velocidad en el medio, ya que poseen la misma
velocidad de propagación. La diferencia está en que las
ondas ultrasónicas de baja frecuencia penetran más pro-
fundo y las de alta frecuencia menos, debido a la atenua-
ción.
Longitud de onda
Se define como la distancia entre dos puntos que experi-
mentan el mismo desplazamiento en amplitud. Se expresa
en metros y en el caso particular de los ultrasonidos, en mi-
límetros.

Período
Es el tiempo que tarda una partícula en realizar un ci-
clo completo de oscilación, y se mide en segundos. En el
caso de la onda compleja pero más familiar del electro-
cardiograma, el período equivale, por ejemplo, al interva-
lo R-R.
Velocidad de propagación
La velocidad de propagación (c) se calcula como el co-
ciente entre la longitud de la onda (λ) y el tiempo em-
pleado en recorrerla, es decir el período (T). De esta for-
ma:3
velocidad = espacio / tiempo y c = λ / T
Dado que la frecuencia (f) es la inversa del período T:
f=1/T
reemplazando en la fórmula anterior T por f tenemos:
c=λ•f f=c/λ
El oído humano tiene la capacidad de escuchar sonidos
entre 20 Hz y 20.000 Hz o 20 kilohertz (20 kHz) de fre-
cuencia. Un kHz equivale a mil Hz. Luego de los 20 años
de edad, los seres humanos pierden la capacidad de escu-
char a razón de 0,5 Hz por día, de acuerdo a su umbral
previo. Los sonidos por debajo de 20 Hz se denominan
subsónicos y los que tienen más de 20 kHz, ultrasoni-
dos.5 Este caso es similar a lo que ocurre con la luz infra-
rroja y ultravioleta, que corresponden a los límites infe-
rior y superior, respectivamente, de las frecuencias que el
ojo humano puede distinguir. Las frecuencias de ultraso-
nidos que se utilizan con fines diagnósticos están entre 1
y 12 megahertz (MHz). Un MHz es igual a un millón de
Hz. La velocidad de propagación del sonido en un medio
depende de la densidad y elasticidad de éste. A medida
que aumenta la densidad, la velocidad de propagación
también se incrementa (ejemplo: el riel del ferrocarril
que transmite el sonido del tren). La velocidad de propa-
gación en los fluidos puede variar entre 1.000 y 1.600
m/seg, mientras que en los tejidos es de 1.540 m/seg. La
diferencia entre las velocidades de propagación en me-
dios distintos está dada por las fuerzas de cohesión de las
partículas. Estas fuerzas son las responsables del retroce-
so elástico que se produce luego del desplazamiento de
las partículas. La velocidad c puede ser calculada tam-
bién como:3
c=k/δ
donde k es el módulo elástico de Young1 del material y δ
la densidad.5 Pero esta relación no es tan simple, ya que
1El módulo elástico de Young es la inversa del coeficiente de elasticidad de un
material, el cual se define como el estiramiento experimentado por un cubo de 1
cm de lado por la acción de una pesa de 1 ming.
Principios físicos del ultrasonido 7
la densidad del medio se modifica con la temperatura.
Como testigo para los equipos de ultrasonidos se utiliza
solución salina normal a 40°C, en la que la velocidad de
propagación es 1.540 m/seg.
Interferencia entre ondas
La interferencia se define como la relación entre dos o
más ondas que interactúan entre sí mientras viajan a través
de un medio. En la figura 1-1-8 se representan dos ondas de
similar amplitud y frecuencia. Se puede apreciar (A) que
cuando una tiene su pico positivo de elongación, la otra tie-
ne su pico negativo, cancelándose mutuamente con una re-
sultante neta de cero. Debido a que los cambios de ampli-
tud no ocurren en la misma dirección (positiva o negativa)
simultáneamente en el tiempo, se dice que las dos ondas no
están en fase, es decir, que están desfasadas, en este caso
180° (medio ciclo). Dado que las dos ondas viajan al mis-
mo tiempo, la resultante de la suma de las dos ondas es ce-
ro. Esto significa que una onda ha anulado a la otra, proce-
so que se denomina interferencia destructiva,2 y ocurre
siempre que las ondas están desfasadas 180° entre sí. En B
las dos ondas están en fase, ya que los cambios de amplitud
se producen simultáneamente en la misma dirección; como
consecuencia de ello, la onda resultante es igual a la suma
de las dos ondas; este hecho se denomina interferencia
constructiva.2 En C las dos ondas están desfasadas 1/4 de
ciclo y la onda resultante presenta un patrón mixto en el
cual interviene la interferencia constructiva y la destructi-
va. Si las ondas que se desplazan en un mismo sentido, ade-
más de estar desfasadas, tienen amplitudes y frecuencias di-
ferentes, la onda resultante presenta un patrón mucho más
complejo. El caso inverso al considerado consiste en des-
componer la onda resultante en las ondas que la componen,
proceso que realiza el ecocardiógrafo cuando opera en fun-
ción Doppler (análisis de Fourier).
Fig. 1-1-8. Interferencia entre ondas.
8 Fundamentos de la ecocardiografía
Fig. 1-1-9. Pulsación.
Pulsación
El encuentro de dos ondas con una ligera diferencia de
frecuencia determina el fenómeno denominado pulsa-
ción, que consiste en una periódica elevación y caída de
la amplitud del sonido determinada por la diferencia de
frecuencias.5 De esta manera, como se representa en la fi-
gura 1-1-9, dos sonidos de frecuencias próximas, (A y B)
al interferirse entre sí (A + B) presentarán aumento y dis-
minución graduales de la amplitud del sonido (C). Cuan-
do las ondas están en igual fase, la resultante tiene gran
amplitud, igual a la suma de las dos (interferencia cons-
tructiva). Si están desfasadas 180°, las ondas se cancelan
mutuamente (interferencia destructiva). La onda resul-
tante en C representa lo que el equipo “ve” en un estudio
Doppler. El equipo solo puede medir la amplitud del eco
en un punto en el tiempo. La amplitud del eco está deter-
minada por la superposición de 2 o más ondas y es la su-
ma de la contribución de todas las ondas en un instante
determinado. Las frecuencias que contribuyen a la com-
posición de la amplitud de la señal pueden ser determina-
das por el análisis espectral (véase más adelante).
Principio de Huygens
Según este principio, todo punto del espacio alcanzado
por un movimiento vibratorio se convierte en un nuevo
centro emisor de vibraciones.3 Si se considera la fuente
emisora de la figura 1-1-10, el frente de onda AB que en
ella se origina alcanza los puntos 1, 2 y 3 y 4, cada uno
de los cuales constituye el centro de nuevas ondas circu-
lares secundarias que se propagan con velocidad v y en el
tiempo t , alcanzando el frente de onda CD, tangente a to-
das las ondas parciales secundarias. Estas ondas secunda-
rias también pueden producir interferencia constructiva o
destructiva entre sí al propagarse en el espacio, como se
comenta más adelante.
GENERACIÓN DEL ULTRASONIDO
Es posible considerar que la onda longitudinal represen-
tada en la parte superior de la figura 1-1-7 se produce por
la compresión o desplazamiento de un pistón sobre la pri-
mera partícula de la izquierda y desde allí se transmite pro-
gresivamente hacia la derecha. Las partículas forman áreas
de compresión y rarefacción que pueden ser representadas
por ondas, como se muestra en la parte inferior de la figu-
ra 1-1-7. Obsérvese que el pico positivo de la sinusoide se
corresponde con el área de compresión y el pico negativo
con el de rarefacción. Este fenómeno se reproduce si un
material piezoeléctrico (transductor) se coloca sobre la piel
e introduce ondas de ultrasonido dentro del organismo. Un
cristal piezoeléctrico, como el cuarzo, tiene la característi-
ca de que al ser comprimido por una fuerza externa genera
una diferencia de potencial (ΔV) entre sus dos caras. Un
ejemplo de este fenómeno es el micrófono, en el cual la
presión ejercida por las ondas sonoras mecánicas sobre su
superficie genera una pequeña diferencia de potencial que
luego es amplificada.3 También se produce el fenómeno in-
verso. La aplicación de un ΔV sobre el cristal piezoeléctri-
co lo expande (fig. 1-1-11). Si esta ΔV se aplica intermiten-
temente con cierta frecuencia f, se producen compresiones
y descompresiones del cristal de cuarzo que, al igual que el
pistón, crean ondas mecánicas que desplazan las partículas
del medio y, consecuentemente, zonas de compresión y
descompresión. La razón por la cual el cristal piezoeléctri-
co se expande al aplicar un ΔV es que está compuesto por
una estructura molecular asimétrica altamente polarizada.
Cuando se aplica una ΔV, las moléculas son atraídas hacia
las caras que han adquirido polaridad positiva o negativa,
adoptando una posición perpendicular hacia éstas, ocasio-
nando, como consecuencia de este cambio en la alineación,
un aumento del espesor. La frecuencia de la oscilación que
produce el cristal depende del material propiamente dicho
y de su espesor. Actualmente se utilizan otros cristales pie-

Fig. 1-1-10. Principio de Huygens.
zoeléctricos distintos del cuarzo, como el zirconato titana-
to de plomo y el titanato de bario. Si la frecuencia de osci-
lación producida por el cristal es fija, la longitud de onda
del ultrasonido que viaja en un medio depende de la velo-
cidad de propagación (c) en él, según la ecuación:4
c= λ•f
De esta manera, si la velocidad en los tejidos es de
1.540 m/seg, la longitud de onda varía directamente con
la frecuencia del cristal piezoeléctrico que posee el trans-
ductor que la emite.
Ultrasonido pulsado
Los términos a que se ha referido en el párrafo anterior
(frecuencia, período, longitud de onda, etc.) están descri-
Fig. 1-1-12. Frecuencia de repetición de pulsos (FRP). Se observan 4 pulsos en un segundo, por lo tanto la FRP es de 4 pulsos por segundo.
Principios físicos del ultrasonido 9
Fig. 1-1-11. Cristal piezoeléctrico.
tos sobre una onda continua. Para las imágenes bidimen-
sionales y la técnica de Doppler (excepto el Doppler con-
tinuo) se utiliza el ultrasonido pulsado. Un pulso corres-
ponde a un determinado número de ciclos. El ultrasonido
pulsado se genera al aplicar pulsos eléctricos intermiten-
tes al cristal piezoeléctrico. Para su caracterización se
utilizan otros parámetros, a saber: frecuencia de repeti-
ción del pulso (FRP), período de repetición del pulso
(PRP), duración del pulso, el factor de rendimiento y la
longitud espacial del pulso.4
La frecuencia de repetición del pulso es el número de
pulsos que ocurren en un segundo (fig. 1-1-12) y se ex-
presa en kHz.
El período de repetición del pulso es el tiempo desde
el comienzo del pulso hasta el comienzo del siguiente
10 Fundamentos de la ecocardiografía
Fig. 1-1-13. Esquema del período de repetición de pulso y de la duración del pulso.
pulso (fig. 1-1-13) y se mide en milisegundos. El perío-
do de repetición del pulso disminuye a medida que au-
menta la FRP, ya que cuanto más pulsos hay en un segun-
do, menor es el tiempo (PRP) entre un pulso y el siguien-
te.
La duración del pulso es el tiempo que va desde el co-
mienzo al fin del pulso. Es igual al período (T) multipli-
cado por el número de ciclos en un pulso. Los pulsos que
se utilizan para generar imágenes bidimensionales con-
tienen entre uno y tres ciclos. En Doppler los pulsos sue-
len estar integrados por 5 a 20 ciclos. La duración del
pulso disminuye si disminuye el número de ciclos del
pulso o si aumenta la frecuencia.
El factor de rendimiento es el cociente entre la dura-
ción del pulso y el PRP multiplicado por 100. Expresa la
Fig. 1-1-14. Longitud espacial del pulso.
fracción del PRP durante la cual el ultrasonido es emiti-
do.
La longitud espacial del pulso es la distancia (espacio)
recorrida por el pulso (fig. 1-1-14). Aumenta cuando se
incrementa la longitud de onda y el número de ciclos del
pulso, y disminuye cuando aumenta la frecuencia. Se mi-
de en milímetros.
La velocidad de propagación en el medio para los pul-
sos es igual que para la onda continua. Sin embargo, la
frecuencia dentro de un pulso no es similar a la de onda
continua. La onda continua contiene una única frecuen-
cia, en cambio en el modo pulsado, cuanto más corto es
el pulso, mayor es el ancho de banda (rango de frecuen-
cias) dentro del pulso (fig. 1-1-15). La frecuencia domi-
nante en el pulso está en general cerca de su equivalente
en la onda continua. La frecuencia del ultrasonido pulsa-
do se refiere al número de ciclos por segundo, como si se
tratara de una onda continua (aunque esta aseveración no
es correcta). Por ejemplo, un transductor operando en el
modo pulsado (imagen o Doppler) con una frecuencia de
1 MHz y un factor de rendimiento de 10%, genera en rea-
lidad 100.000 ciclos por segundo (no un millón), ya que
durante el 90% del tiempo entre ciclo y ciclo, el trans-
ductor no produce ultrasonido. A pesar de ello, suele de-
cirse que la frecuencia es de 1 MHz.
TRANSMISIÓN DEL ULTRASONIDO
Medición de la intensidad del sonido
Antes de considerar la transmisión del ultrasonido en
el medio, es necesario describir cómo se mide la intensi-
dad del sonido. La intensidad del sonido percibido por el
oído es proporcional al cuadrado de la amplitud, al cua-
drado de la frecuencia de las vibraciones y a la densidad
del medio, e inversamente proporcional al cuadrado de
la distancia. La intensidad del sonido depende de la ener-
 Principios físicos del ultrasonido 11

Fig. 1-1-15. Arriba: onda continua y su frecuencia (derecha) con mínima dispersión (ancho de banda angosto). Abajo: pulso de ultraso-
nido con frecuencia central similar a la onda continua, pero con mayor ancho de banda de frecuencias.

gía con que la vibración impresiona la membrana timpá- de un sonido varía en forma logarítmica, el decibel se de-
nica, y esta energía está determinada por la amplitud de fine como:
la onda, por la frecuencia y por la distancia. Al aumentar
la distancia, aumenta la superficie esférica del frente de dB = 10 log10 (I2 / I1)
onda y, por consiguiente, aumenta el área de distribución
de la energía producida por el cuerpo sonoro (fig. 1-1- teniendo en cuenta que la intensidad I es igual al cuadra-
16). Por lo tanto, a medida que la superficie se aleja de la do de la amplitud de la onda A, el dB puede ser expresa-
fuente recibe, por unidad de área, menor cantidad de do también como una relación de amplitudes:
energía, es decir, menor amplitud de vibración.
La frecuencia de la vibración también influye sobre la dB = 10 log10 (A2 /A1)
intensidad del sonido. Entre dos sonidos con igual ampli-
tud y distinta frecuencia, presenta mayor intensidad el
que tiene mayor frecuencia. A medida que decrece la
densidad del medio, disminuye la intensidad del sonido.
La intensidad del sonido de un timbre debajo de una
campana neumática se hace menor cuando se produce
vacío. En las alturas, la presión atmosférica reducida dis-
minuye la intensidad del sonido.
La medición de la intensidad del sonido se basa en la
aplicación de la ley de Weber-Fechner, que establece que
la sensación auditiva aumenta con el logaritmo de la in-
tensidad del estímulo.5 Si se tienen dos sonidos de inten-
sidades I1 e I2, de acuerdo a lo expuesto la diferencia de
la sensación entre ambos es proporcional al log10 (I2 / I1).
Cuando I2 es 10 veces I1, se tiene: log10 (I2 / I1) = 1, y es-
ta relación es llamada 1 bel. El bel representa el logarit-
mo de la energía relativa del sonido. Si un sonido es 10
veces más intenso que otro, tiene intensidad de 1 bel res-
pecto de aquel, si es 100 veces más intenso, tiene 2 bels,
y así sucesivamente. Como el bel es una unidad relativa-
mente grande para comparar sonidos, en la práctica se
usa el decibel (dB), que es la décima parte del bel y cons-
tituye el más pequeño cambio de intensidad que el oído
puede apreciar. Por lo tanto, el decibel es una unidad re- Fig. 1-1-16. La intensidad del sonido disminuye con el cuadrado
lativa y no absoluta. Dado que la diferencia en intensidad de la distancia, debido al aumento de la superficie de la onda.
12 Fundamentos de la ecocardiografía
Fig. 1-1-17. Explicación en el texto.
La atenuación o amplificación del sonido es indicada
mediante un signo negativo o positivo. Por ejemplo si la
amplitud de un sonido recibido es la mitad del emitido,
se tiene que:
dB = 20 log10 (0,5)
dado que el log10 (0,5) es – 0,3
dB = – 6
De la misma forma, si la amplitud recibida es el doble
de la transmitida, esto se expresa:
dB = 20 log10 (2)
Si el log10 (2) es 0,3, la amplitud se expresa con +6 dB
(fig. 1-1-17).
En ecocardiografía, el rango de amplitud que retorna
de los tejidos es del orden de los 100 dB. Esto significa
que la amplitud de retorno es 100.000 veces mayor que
la emitida.
El haz ultrasónico
El haz ultrasónico está compuesto de un campo cerca-
no al transductor (zona de Fresnel) y un campo lejano al
mismo (zona de Fraunhofer), denominándose zona de
transición al límite entre los dos campos (fig. 1-1-18). La
longitud (L) del campo cercano puede ser calculada de la
siguiente forma:4
L = r2 / λ
donde r es el radio de la superficie del transductor y λ la
longitud de onda del ultrasonido. El haz ultrasónico, al
propagarse en el medio, cumple las mismas leyes geomé-
tricas de la óptica (reflexión, refracción) y posee también
Fig. 1-1-18. Campos del haz ultrasónico.
un foco y una distancia focal. El foco puede ser variado
hasta una distancia no mayor de la longitud de la zona de
transición. En el campo lejano se produce divergencia del
haz y su ángulo puede ser calculado como:4
Sen θ = 0,61 • λ / r
siendo λ la longitud de onda y r el radio del transductor.
Por lo tanto, un aumento de la frecuencia (disminución
de λ) o del tamaño del transductor disminuyen la diver-
gencia del haz en el campo lejano del haz (fig. 1-1-19).
En general, los haces ultrasónicos con campo cercano
largo son preferidos porque:
1. Se limitan a un área del corazón y por ende aumenta
la calidad de la imagen.
2. Generan ecos más intensos.
3. Tienen resolución lateral superior.
La forma del haz puede ser modificada no sólo con
el cambio de frecuencia y el tamaño del transductor, si-
no también cambiando la distancia focal. Una manera
de focalizar el haz y con ello aumentar la resolución la-
teral es haciendo que la superficie del transductor sea
cóncava (fig. 1-1-20). La concavidad fuerza a toda la
superficie del haz a converger en un punto que se deno-
mina punto focal. La focalización puede ser interna (si
se hace sobre la superficie del transductor) o externa
(si se agrega una lente). De esta forma, el punto focal
y la profundidad a que se produce (distancia focal)
pueden ser controlados. Desdichadamente, luego del
punto focal la divergencia es mayor que en un haz sin
focalizar. Por lo tanto, al focalizar se sacrifica resolu-
ción lateral. La resolución lateral también puede dismi-
nuir por la presencia de lóbulos laterales. La energía en
el haz no se propaga solamente en forma perpendicular
al transductor. De acuerdo al principio de Huygens
puede considerarse a cada partícula de la superficie del
 Principios físicos del ultrasonido 13

Fig. 1-1-19. Aumento de la distancia del campo cercano con el aumento de la frecuencia (mitad superior) y disminución de la divergen-
cia del haz en el campo lejano con el aumento de la frecuencia (mitad inferior).

transductor como una fuente emisora de ultrasonido. ductor parte de la energía se transmite en forma radial en
Por lo tanto cuando se encuentran dos ondas de la mis- lugar de axial, originando los lóbulos laterales (fig. 1-1-
ma longitud de onda, se pueden unir y dar origen a un 24). Existe variación espacial en la distribución de los ló-
lóbulo lateral. Al disminuir el área del haz en la zona
focal, aumenta la intensidad del haz en dicho punto.
Más allá de la zona focal se produce la divergencia del
haz. Debido a que al focalizar disminuye el área de la
zona focal, también aumenta el ángulo de divergencia
del campo lejano (fig. 1-1-21).

Distribución de energía dentro del haz

La energía dentro del haz no es uniforme y varía con la
distancia dentro del haz (eje axial) y la distancia lateral (eje
radial). La intensidad del haz en el eje axial es máxima en
la zona de transición, disminuye al mínimo en T/2 y vuel-
ve a ser máxima en T/3 (fig. 1-1-22). En el campo lejano,
la intensidad es del 50% a 2T. Esto se debe a la interacción
entre el haz central, que es perpendicular al pistón del trans-
ductor, y otros dos haces de los extremos. En el campo le-
jano, el 84% de la intensidad está en el campo principal y
el resto forma los lóbulos laterales (fig. 1-1-23).6

Lóbulos laterales
Aunque la mayor parte de la energía producida por
un transductor circular se concentra en el haz principal,
una porción de la energía se transmite fuera de la re-
gión central del haz. Esto se produce porque en el trans- Fig. 1-1-20. Focalización interna y externa.
14 Fundamentos de la ecocardiografía

Fig. 1-1-21. Efecto de la disminución de la distancia focal sobre la divergencia del campo lejano.

Fig. 1-1-22. Distribución axial de la intensidad del haz ultrasónico. T, longitud del campo cercano.

Fig. 1-1-23. Distribución radial de la intensidad. T, longitud del campo cercano.

 Interacción del ultrasonido con los tejidos biológicos 15
Fig. 1-1-24. Lóbulos principal y laterales.
bulos laterales, ya que de acuerdo al punto que se tome, las
ondas pueden llegar a estar en fase o no. Cuando llegan en
fase dos señales, se suman; y cuando no están en fase se
anulan. Los lóbulos laterales producen artificios, ya que
pueden registrar objetos fuera del campo como si estuvie-
ran dentro del haz (“alucinación” o espejismo).
REFERENCIAS
1. Kremkau FW. Diagnostic ultrasound. 5th Ed. Philadelphia: WB
Saunders Company; 1998.
INTERACCIÓN
DEL ULTRASONIDO CON
LOS TEJIDOS BIOLÓGICOS
Ricardo A. Migliore
TRANSMISIÓN DE ONDAS MECÁNICAS
EN UN MEDIO IMPERFECTO
En un medio ideal, las ondas se propagan sin perder
amplitud debido a que no existen fuerzas de fricción en-
2. Sehgal CM. Principles of ultrasound imaging and Doppler ultra-
sound. En: St. John Sutton M, Oldershaw PJ, Kotler MN. Textbook
of echocardiography and Doppler in adults and children. 2nd Ed.
Massachusetts: Blackwell Science; 1996
3. Geiser EA. Echocardiography: physics and instrumentation. En:
Marcus ML, Schelbert HR, Skorton DJ, Wolf GL. Cardiac imaging.
Philadelphia: WB Saunders Company; 1991.
4. Weyman AE. Principles and practice of echocardiography. 2nd Ed.
Philadelphia: Lea & Febiger; 1994.
5. Cicardo VH. Biofísica. Buenos Aires: López Libreros; 1974.
6. Feigenbaum H. Echocardiography. 5th Ed. Philadelphia: Lea & Fe-
biger;1994.
7. Otto C. Textbook of clinical echocardiography. 2nd Ed. Philadelp-
hia: WB Saunders Company; 2000.
1-2.
tre las partículas. Al atravesar el ultrasonido los múscu-
los del tórax, la grasa, el músculo cardíaco y la sangre, se
pierde energía en la fricción y fuerzas viscosas de estos
tejidos. A esta pérdida de la amplitud de la onda se la de-
nomina atenuación.1 La atenuación se debe en parte a la
dispersión que sufre la onda al interactuar con pequeños
16 Fundamentos de la ecocardiografía
objetos, a la conversión del frente de onda en varios
frentes más pequeños y a la absorción, que se refiere al
cambio de la energía mecánica de la onda en calor, prin-
cipalmente debido a fuerzas de fricción. La amplitud de
la onda se atenúa en forma exponencial según la distan-
cia recorrida, y la velocidad de la atenuación está dada
por el coeficiente de atenuación α :2
A(x) = A0e-αx
De esta forma, la atenuación (A) a una distancia x de-
pende de la atenuación inicial A0 y del coeficiente de ate-
nuación α. Debido a que la atenuación se debe a las fuer-
zas de fricción y viscosas de las partículas del medio,
cuanto más rápido se muevan dichas partículas mayor se-
rá la atenuación de la onda. Por lo tanto, cuanto mayor
sea la frecuencia de la onda, más movimiento genera en
las partículas, aumentando la fricción y con ello la ate-
nuación. Entonces, la elevación de la frecuencia en las
ondas utilizadas (o en el transductor) también aumenta la
atenuación e impide ver estructuras profundas. Por lo
tanto, existe una relación inversa entre la penetración del
ultrasonido y la resolución de la imagen o señal Doppler.
A mayor frecuencia, mayor resolución con menor pene-
tración y viceversa (fig. 1-2-1).3 Dado que la atenuación
depende de la frecuencia de la onda transmitida y de las
propiedades del medio, sus unidades son decibeles por
centímetro por megahertz (dB/cm/MHz).
REFLEXIÓN Y REFRACCIÓN
El eco que retorna de los tejidos posee características
propias que pueden ser medidas, tales como el tiempo de
retorno, amplitud, duración, longitud de onda, etc. Cada
una de estas características posee información única so-
bre los tejidos que la generan. Las ondas de ultrasonido,
al atravesar tejidos, deben pasar de un medio a otro a tra-
vés de lo que se denomina interfase. La interfase separa
dos tejidos de distinta densidad. Al igual que en óptica,
las ondas ultrasónicas cumplen con las leyes de reflexión
y refracción en la interfase (fig. 1-2-2). Al llegar la onda
a la interfase, parte de la onda se refleja regresando al
transductor y parte continúa atravesando el otro medio.
La relación entre la cantidad de energía reflejada y la re-
fractada respecto de la incidente depende de la impedan-
cia característica (Z) de cada uno de los medios.3 El pro-
ceso de reflexión se lleva a cabo en tres estadios. En el
estadio I las moléculas de la superficie absorben la ener-
gía, en el estadio II las moléculas oscilan en la misma
frecuencia que el haz incidente (simpatía) y en el estadio
III la energía es dispersada en forma de onda de refle-
xión. Si el tamaño de la superficie reflectora excede apro-
ximadamente 1 longitud de onda (λ), la energía se trans-
mite en una sola dirección.2 Si el tamaño de la superficie
es menor, se propaga en todas las direcciones (principio
de Huygens) y disminuye la fracción de sonido que retor-
na al transductor (fig. 1-2-3). Por ejemplo, la luz no es re-
flejada por el papel debido a que las irregularidades en su
superficie son de mayor tamaño que la longitud de onda
de la luz. La luz es reflejada por un espejo porque las
irregularidades del vidrio y las moléculas de plata son
menores que la longitud de onda incidente. La intensidad
(I) de una onda reflejada se calcula:4
(Z2 – Z1)2
Ir = Ii
(Z2 + Z1)2
donde Z2 y Z1 son la impedancia característica del medio
2 y el medio 1, respectivamente. Al factor (Z2 – Z1) /
(Z2 + Z1) se lo denomina coeficiente de reflexión.5
La impedancia característica de los tejidos es muy va-
riable; la interfase sangre-tejido refleja sólo el 0,06% del
haz incidente y la interfase pericardio-pulmón, el 54%.
El haz incidente es reflejado de acuerdo con su ángulo de
incidencia (fig. 1-2-4). La reflexión depende primaria-
mente de la diferencia de impedancias entre los tejidos
vecinos (interfase) y secundariamente de las variaciones
en el contenido de colágeno y calcio en un mismo teji-
do.6,7
El haz que continúa atravesando el segundo medio
cambia su ángulo de trayectoria y a este fenómeno se lo
denomina refracción. La relación entre el ángulo de inci-
dencia y el de refracción depende de la velocidad de pro-
pagación y está dada por la relación:4
sen αi ν1
=
sen α ν2
En ecocardiografía la imagen se forma por la reflexión
(eco) del ultrasonido en un objeto perpendicular al haz
incidente. La superficie del transductor es de 1 cm2 apro-
ximadamente, por lo tanto se admite una pequeña varia-
ción en el ángulo de incidencia. Un ejemplo de degrada-
ción de imagen por exceso de ángulo de reflexión se ob-
serva en la pared lateral del ventrículo izquierdo en el eje
corto (fig. 1-2-5).
DISPERSIÓN
Las ondas al atravesar un medio interactúan con peque-
ñas partículas. De acuerdo con el principio de Huygens,
cada partícula se transforma en un nuevo emisor de on-
das, lo cual dispersa la onda inicial. Un ejemplo puede
apreciarse cuando se observa el choque de la corriente de
un río contra un poste de un muelle o un junco. Alrede-
dor de estos obstáculos se forman nuevas ondas. Las que
viajan en sentido contrario al de la onda inicial que las
produjo se denominan ondas de retrodispersión (en in-
glés backscattering).
En la figura 1-2-6 se ven dos pequeñas partículas que
se han transformado en nuevos emisores de ondas. Los
respectivos frentes que generan eventualmente pueden
superponerse. Si el punto de máxima amplitud ocurre al
mismo tiempo en las dos ondas, es decir están en fase, las
amplitudes se suman. Si el punto en que interactúan es-
tán desfasadas 180°, se cancelan mutuamente.3 Este fe-
nómeno de interacción es conocido como interferencia
constructiva o destructiva. En ecocardiografía, la interfe-
 Interacción del ultrasonido con los tejidos biológicos 17
Fig. 1-2-1. Relación entre la frecuencia del transductor, la resolu-
ción y la penetración.
rencia es vista como ruido y degrada la imagen. La inter-
ferencia depende de la frecuencia del transductor y del
ruido de las partículas, y forma la base de las investiga-
ciones en caracterización tisular.6,7
TRANSMISIÓN DE PULSOS, RESOLUCIÓN
AXIAL Y LATERAL
El ultrasonido es generado por el cristal piezoeléctrico,
el cual introduce o empuja ondas dentro del tórax como
si fuera un pistón. Este proceso se realiza en un tiempo
muy corto (1 μseg) y con un ΔV de varios cientos de
Fig. 1-2-2. Interacción del ultrasonido con los tejidos y los eritro-
citos.
Fig. 1-2-3. Esquema de la interacción del ultrasonido con un eri-
trocito. La célula absorbe la energía que recibe del pulso de ultra-
sonido. Debido a que el tamaño de la célula es más pequeño que
la longitud de onda, ésta se transmite en todas direcciones.
volts. Luego de la excitación eléctrica, la expansión del
cristal dura unos 10 μseg.2 Pero si los objetos están muy
próximos, los ecos que retornan no pueden ser distingui-
dos como tales, y por lo tanto el sistema no tendrá reso-
lución axial o de profundidad. Se denomina axial al eje
que nace en el centro del transductor y discurre por el
centro del haz. La resolución axial (fig. 1-2-7) se define
como la mínima separación entre las ondas reflejadas pa-
ra ser distinguidas como tales.1 Las determinantes de la
resolución axial son la frecuencia del transductor, el an-
cho de banda (las frecuencias contenidas en el pulso) y la
Fig. 1-2-4. Reflexión y refracción.
18 Fundamentos de la ecocardiografía

Fig. 1-2-5. Eje corto a nivel de músculos papilares. La resolución

lateral degrada la imagen de la cara lateral y septal.

Fig. 1-2-6. Interferencia entre ondas.

longitud espacial del pulso. Aunque todos estos factores
contribuyen a la resolución axial, una aproximación ge-
neral es que la resolución axial tiene que ser la mitad de
la longitud espacial del pulso. Otro problema es que la
interfase cristal piezoeléctrico-piel tiene una impedancia
característica muy alta (30 rales) comparado con la inter-
fase piel-tejidos (1,6 rales). Debido a esta diferencia, la
relación de impedancias puede hacer perder el 80% de la
energía del transductor.1 Para ello, algunos transductores
(especialmente los electrónicos) colocan un material de
impedancia intermedia para que no se pierda tanta ener-
gía.
La resolución lateral se la define como la separación
mínima entre dos puntos para ser distinguidos como ta-
les en una dirección perpendicular al haz ultrasónico. Los
factores que determinan la resolución lateral son: la fre-
cuencia del transductor, el foco del transductor, el ancho
de banda del pulso y los lóbulos laterales.

Fig. 1-2-7. Resolución axial. Con un transductor de 2,5 MHz de frecuencia (A), el eco que retorna (B) no puede distinguir a los objetos
1 y 2 en forma individual. Al aumentar la frecuencia a 5 MHz y secundariamente disminuir la longitud espacial del pulso (C), retornan
dos ecos, uno por cada objeto.

REFERENCIAS
1. Kremkau FW. Diagnostic ultrasound. 5th Ed. Philadelphia: WB
Saunders Company; 1998.
2. Sehgal CM. Principles of ultrasound imaging and Doppler ultra-
sound. En: St. John Sutton M, Oldershaw PJ, Kotler MN. Textbook
of echocardiography and Doppler in adults and children. 2nd Ed.
Massachusetts: Blackwell Science; 1996
3. Geiser EA. Echocardiography: physics and instrumentation. En:
EFECTO DOPPLER
Ricardo A. Migliore
INTRODUCCIÓN
La ecocardiografía bidimensional da una idea de la for-
ma y del tamaño de las estructuras cardíacas y el Doppler
brinda información funcional sobre las características del
flujo; son dos técnicas complementarias entre sí. La inte-
gración de la “forma” y “función” de modo simultáneo,
en tiempo real, y la posibilidad de realizarlo a la cabece-
ra del paciente son características de la ecocardiografía
Doppler, no tan fácilmente obtenidas por otras técnicas.
El concepto del denominado efecto Doppler fue descri-
to por Christian Doppler, un físico austríaco, al estudiar
el movimiento de las estrellas.1 Observó que cuando una
estrella se acercaba hacia la Tierra su color viraba hacia
el azul y cuando se alejaba lo hacía hacia el rojo, colores
que las empresas que fabrican los ecocardiógrafos no res-
petaron, ya que en Doppler color el código que se utiliza
es el opuesto (rojo si el flujo se acerca al transductor y
azul si se aleja). En el caso del sonido, el efecto se pro-
duce siempre que la fuente sonora o el receptor se mue-
ven uno con relación al otro. En la figura 1-3-1 se obser-
va en A que cuando la fuente emisora de sonido se en-
cuentra en estado estacionario, la frecuencia del sonido
emitido es recibida por los cuatro transductores exacta-
mente con la misma frecuencia.2 Cabe recordar que la
frecuencia es inversamente proporcional a la longitud de
onda (λ), de modo que, al ser semejante la distancia en-
tre todos los círculos concéntricos que configuran la on-
da, puede establecerse que la frecuencia no varía. En
cambio, en B el objeto se mueve de derecha a izquierda;
las ondas emitidas a cada paso, al propagarse, ocasionan
disminución de la distancia entre ellas hacia la izquierda,
y aumento hacia la derecha. Dicho en otras palabras, al
desplazarse el objeto de derecha a izquierda causa au-
Efecto Doppler 19
Marcus ML, Schelbert HR, Skorton DJ, Wolf GL. Cardiac imaging.
Philadelphia: WB Saunders Company; 1991.
4. Weyman AE. Principles and practice of echocardiography. 2nd Ed.
Philadelphia: Lea & Febiger; 1994.
5. Cicardo VH. Biofísica. Buenos Aires: López Libreros; 1974.
6. Feigenbaum H. Echocardiography. 5th Ed. Philadelphia: Lea & Fe-
biger;1994.
7. Otto C. Textbook of clinical echocardiography. 2nd Ed. Philadelp-
hia: WB Saunders Company; 2000.
1-3.
mento de la frecuencia a la izquierda (disminución de λ)
y disminución de la frecuencia a la derecha (aumento de
λ). El cambio o diferencia de frecuencias entre la fre-
cuencia emitida y la recibida se denomina frecuencia o
cambio Doppler (Doppler shift).3
Un ejemplo diario del efecto Doppler se tiene al escu-
char la sirena de una ambulancia que se acerca (fig. 1-
3-2). Al acercarse la ambulancia la sirena produce un
sonido agudo (alta frecuencia) pero, a medida que la
ambulancia se aproxima al sujeto, el ángulo entre la di-
rección de la ambulancia y el receptor se aproxima a
90° y la frecuencia percibida se acerca a la frecuencia
emitida por la ambulancia. En el instante en que la am-
bulancia se encuentra frente al sujeto (a 90°), no sería
posible discernir si el móvil se acerca o se aleja del su-
jeto, ya que la frecuencia que emite es igual a la que se
recibe. Una vez que se pasa el punto de 90° se produce
el efecto opuesto. La frecuencia recibida se reduce res-
pecto de la emitida a medida que el ángulo entre la am-
bulancia y el sujeto disminuye, aumentando la longitud
de onda (baja frecuencia). Cuanto menor sea el ángulo
entre la ambulancia y el sujeto, más agudo (alta fre-
cuencia) o grave (baja frecuencia) será el sonido recibi-
do por el sujeto. Es conveniente aclarar que la frecuen-
cia de emisión de la ambulancia permanece constante
durante todo el trayecto.
Otros ejemplo de efecto Doppler utilizando ondas lu-
minosas son las alarmas que se colocan en el interior de
las habitaciones para detectar movimientos dentro delas
mismas o las que activan automáticamente la apertura de
las puertas. De la figura 1-3-1 pueden extraerse otras
conclusiones teniendo en cuenta el primer ejemplo con
respecto a la frecuencia Doppler. Una de ellas es que
cuanto mayor sea la velocidad del movimiento mayor se-
20 Fundamentos de la ecocardiografía

Fig. 1-3-1. Efecto Doppler. Los círculos negros representan eritrocitos y los círculos concéntricos el ultrasonido dispersado por ellos, el
cual es captado por cuatro transductores (a, b, c y d) durante el estado estacionario (A) y durante el movimiento (B). La distancia entre
un círculo y otro representa la longitud de onda (λ).

rá la frecuencia Doppler. Otra observación es que la fre-
cuencia Doppler máxima se obtiene siempre y cuando el
eje del transductor receptor es paralelo al desplazamien-
to de la fuente sonora, es decir que el ángulo que forman
sea de cero grado (0°). En el caso de los transductores a
y c ese cambio no ocurrirá, y en b y d será máximo. Por
lo tanto, cuanto mayor sea el ángulo entre la dirección
del desplazamiento de la fuente sonora y el eje del trans-
ductor receptor, menor será la frecuencia Doppler regis-
trada. Como se comentó anteriormente, el efecto Doppler
se produce si la fuente sonora está en movimiento o si, a
la inversa, la fuente sonora está fija y el objeto en el cual

Fig. 1-3-2. Efecto Doppler. Véase la explicación en el texto.

 Efecto Doppler 21

Fig. 1-3-3. Frecuencia Doppler. Diferencia entre la frecuencia emitida (f0) y la frecuencia recibida (fr) por el transductor al interactuar
con un eritrocito en estado estacionario (A), cuando se acerca al transductor (B) y cuando se aleja (C). Δλ representa el cambio de lon-
gitud de onda que implica el cambio de la frecuencia recibida con respecto a la transmitida al acercarse o alejarse el eritrocito.

se refleja el ultrasonido está en movimiento. En la figura les teóricamente son inaudibles.5 Esto se debe a que lo
1-3-3 se representa un transductor emitiendo una onda de que “escuchamos” no es la frecuencia recibida (en MHz)
ultrasonido (f0) de longitud de onda λ que es reflejada (fr) sino la diferencia de frecuencias o frecuencia Doppler, la
por un eritrocito. En A el eritrocito está inmóvil, por lo cual se expresa en kHz y está dentro del rango audible.
tanto la fr será similar a la f0; es decir, ambas tendrán la La f0 es directamente proporcional a la fd; por eso, a ma-
misma longitud de onda. En B el eritrocito se acerca ha- yor frecuencia del transductor, mayor será la fd (fig. 1-3-
cia el transductor comprimiendo la longitud de onda y 5).
aumentando la fr. En C el eritrocito se aleja produciendo
un aumento de la longitud de onda y disminuyendo la
frecuencia. Todo cambio de longitud de onda se acompa-
ña de un cambio de frecuencia ya que son inversamente
proporcionales, por lo tanto Δλ que se representa en B y (kHz)
C se corresponde con un Δf (positivo o negativo), que es
la frecuencia Doppler (fd). La magnitud de la frecuencia
Doppler está dada por la ecuación:4
2f ν
Δ f = f0 – fr = fd = c0 • cos θ

donde fd es directamente proporcional a la ν de la sangre

(a mayor ν, mayor será Δf), inversamente proporcional a
la velocidad de propagación c y directamente proporcio-
nal al coseno del ángulo θ (fig. 1-3-4). Cuando el ángulo
θ es 0° (la dirección del haz ultrasónico es paralela a la
del desplazamiento de los eritrocitos) el coseno es 1 y a
medida que θ aumenta, el coseno toma valores cada vez
menores; por lo tanto, al aumentar la dispersión entre el
transductor y la dirección del flujo, se obtiene cada vez
un Δf menor. Si el ángulo es de 90°, el coseno es 0 y no
se registra fd, la señal se denomina ambigua por no poder Fig. 1-3-4. Relación entre la frecuencia Doppler (fd) y la frecuen-
establecerse su dirección. El efecto Doppler generado cia emitida (f0) considerando distintas velocidades del flujo san-
por los flujos registrados habitualmente produce un soni- guíneo. Para una misma velocidad de flujo, el aumento de la fre-
do audible, a pesar de provenir de ultrasonidos, los cua- cuencia del transductor (f0) implica el aumento de la fd.
22 Fundamentos de la ecocardiografía
Fig. 1-3-5. Interacción entre el haz ultrasónico y los eritrocitos.
INSTRUMENTACIÓN DOPPLER
La frecuencia de la señal Doppler se determina proce-
sando la señal con diversas técnicas como los analizado-
res multifiltros, detectores del cruce de cero, autocorrela-
ción o análisis rápido de Fourier.6 Seis modalidades son
utilizadas para detectar y analizar el flujo de la sangre en
el sistema cardiovascular (aunque en realidad son, esen-
cialmente, sólo cuatro modalidades, ya que las dos últi-
mas combinan imágenes con mediciones de Doppler).
Fig. 1-3-6. Esquema del Doppler continuo.
1. Doppler continuo
2. Doppler pulsado
3. Doppler pulsado de alta repetición de pulsos
4. Doppler sin imagen
5. Dúplex (imagen 2D y Doppler)
6. Doppler color
La técnica dúplex es más usada en el examen vascular
y emplea imágenes para localizar el sitio del flujo y el
Doppler para medir la velocidad del flujo. El Doppler co-
lor utiliza la información para crear una imagen colorea-
da, en la cual se analiza la dirección y amplitud del flujo,
sobreimpuesto a una imagen bidimensional. El dúplex y
el Doppler color son las formas más comúnmente utiliza-
das en la práctica diaria, pero es conveniente describir
primero del Doppler continuo y el pulsado.
Doppler continuo
En el Doppler continuo (fig. 1-3-6), el instrumento
transmite y recibe las señales ultrasónicas en forma con-
tinua y simultánea. Para ello son necesarios dos transduc-
tores, uno para transmitir y otro para recibir.3 La señal
que se recibe contiene ecos de gran amplitud y baja fre-
cuencia, que corresponden a la pared de los vasos o al
músculo cardíaco. Esta señal está mezclada con la señal
que proviene de las células sanguíneas, que son de am-
plitud más baja y frecuencia más alta. Esta última señal
es la que contiene la información del flujo Doppler. La
señal recibida es primero amplificada en forma logarít-
mica. Esta forma no lineal de amplificación realza las se-
ñales de amplitud más pequeña y disminuye el efecto de
la amplitud aumentada de la pared.
El proceso para conocer la frecuencia Doppler consis-
te en dos pasos: 1) la frecuencia Doppler es separada de
 Efecto Doppler 23

Fig. 1-3-7. Derivación de la frecuencia Doppler mediante la comparación entre ondas. La señal A contiene 10 ciclos y corresponde a
la frecuencia emitida. La señal B tiene 12 ciclos y corresponde a la frecuencia recibida. En C las dos ondas son comparadas (“batidas”),
observándose que en alguno puntos las ondas se refuerzan (interferencia constructiva) y en otros se anulan (interferencia destructiva).
En D se observa la resultante de las ondas A y B, que resulta de combinar las amplitudes de dichas ondas. Esta tercera onda tiene dos
ciclos y su frecuencia es la diferencia entre las frecuencias de A y B (frecuencia Doppler).

la f0. El proceso se lleva a cabo comparando la señal re-
cibida con la emitida y se conoce como demodulación;4
2) la frecuencia Doppler es evaluada ya sea en forma au-
ditiva por el operador o gráficamente en un osciloscopio.
Modular una señal es cambiar alguna de sus caracterís-
ticas originales. Por ejemplo, una estación de radio de
FM que tenga una ubicación en el dial de 95.4 MHz uti-
liza dicha frecuencia como frecuencia central, alrededor
de la cual se producen variaciones de frecuencia (modu-
lación). Estas variaciones alrededor de la frecuencia cen-
tral llevan información que luego el receptor decodifica,
configurando el programa radial. A la frecuencia central
se la denomina también onda portadora. Un eritrocito en
movimiento, al interactuar con la onda de ultrasonido
emitida por el transductor, modula la frecuencia de la
misma con información acerca de la velocidad del eritro-
cito (fd). Esta información vuelve al transductor a través
del eco que retorna de los tejidos. La demodulación es un
proceso que consiste en extraer información de la señal
que retorna, separándola de la frecuencia de la onda por-
tadora. Un receptor de radio demodula la señal emitida
en música, de la misma forma que un equipo de Doppler
extrae la fd de la señal que retorna de los tejidos. En la fi-
gura 1-3-7 se representa en A la onda emitida por el
transductor que contiene 10 ciclos, en B la onda que re-
torna de los tejidos con 12 ciclos. En C se comparan las
dos ondas al mismo tiempo y se observa el fenómeno
descrito como pulsación, o sea que en algunos puntos las
ondas se suman (interferencia constructiva) y en otros se
anulan (interferencia destructiva), dando como resultado
la onda D, cuyas variaciones de amplitud son debidas a
la diferencia entre la frecuencias de la onda emitida y la
recibida, esto es, la fd. La demodulación es realizada por
un circuito denominado multiplicador o comparador, y
consiste en la tarea de obtener la diferencia de frecuen-
cias entre la señal emitida y la recibida (fig. 1-3-8). En
Doppler, el término diferencia de señales representa a la
fd o señal Doppler, esto es, la diferencia entre la frecuen-
cia de la onda emitida por un oscilador (semejante al
transductor) y la frecuencia de la onda que retorna de los
tejidos. La señal de salida del comparador es la verdade-
ra señal Doppler, y es creada por el mecanismo de inter-
ferencia entre dos ondas. En la figura 1-3-7 se ve como
una onda que contiene 10 ciclos y otra 12 ciclos dan ori-
gen a una señal Doppler de 2 ciclos. Una vez que el equi-
po obtiene la fd, la velocidad (v) de circulación del eritro-
cito se calcula a través de la ecuación Doppler: 3
c fd
ν=
2f0 cos θ
Como ya fue comentado anteriormente, la señal Dop-
pler tiene una frecuencia muy inferior a las frecuencias
emitidas y a las recibidas. Esto es una ventaja, ya que
permite representarla como una señal de audio que es oí-
da por el operador, y además es fácil de visualizar en un
monitor. Pero tiene la desventaja de diferir mucho de las
que se utilizan para generar imágenes bidimensionales.
El principal inconveniente es que la señal Doppler nece-
sita un tiempo prolongado (longitud del pulso) para po-
der ser “detectada”, mientras que para obtener una buena
resolución axial con la imagen bidimensional, el tiempo
del pulso de ultrasonido tiene que ser lo más breve posi-
ble. En la figura 1-3-9 se muestra que para poder obtener
información sobre un ciclo de la onda A (lo mínimo pa-
ra medir su frecuencia) tiene que transcurrir el tiempo
T1. En tiempos más breves (T2), como el que correspon-
dería a un pulso de ultrasonido para imagen, la onda no
puede ser evaluada porque solo se detecta un cuarto de
ciclo. Por lo tanto, se requieren tiempos mucho más pro-
longados para generar una señal Doppler identificable,
24 Fundamentos de la ecocardiografía

Fig. 1-3-8. Proceso de demodulación. (a) señal de referencia (frecuencia f0), (b) frecuencia recibida (f0 + fd), (c) multiplicación de las fre-
cuencias y (c) fd luego del filtro pasa bajos.

con los cuales la resolución espacial (imagen) sería muy
pobre. Los términos pulso, utilizado en las imágenes, y
volumen de muestra en Doppler son sinónimos, de don-
de se deduce que todos los transductores bidimensiona-
les tienen la capacidad de funcionar en la modalidad de
Doppler pulsado.3 En realidad cuando el equipo funcio-
na como Doppler con imagen (dúplex o color), alterna
rápidamente de un modo a otro, lo cual da la impresión
visual de simultaneidad. La señal Doppler o fd es obteni-
da utilizando intervalos de tiempo prolongados en un lar-
go y único pulso (Doppler continuo) o múltiples pulsos
cortos empleando intervalos de tiempo mínimos (Dop-
pler pulsado).
Cambio de fase
El concepto de cambio de frecuencia referido hasta
ahora es similar al de cambio de fase. Los progresivos
cambios de fase entre dos ondas (pulsación) es la base de
las variaciones de amplitud (diferencia en la fase de las
ondas, fig. 1-3-7) que obtiene el circuito comparador.5 El
análisis de fase describe la relación espacial de una onda
con respecto a otra. En la figura 1-3-10 se grafica la rela-
ción espacial de la onda A con respecto a la B. Se obser-
va que la onda B está adelantada con respecto a la A. Pe-
ro el término adelantada no permite cuantificar el desfa-
saje entre las dos ondas. Para ello se ha diseñado un sis-

Fig. 1-3-9. Véase la explicación en el texto.

 Efecto Doppler 25

tema de vectores. En la figura 1-3-11 se muestra que si se

toma uno de los extremos de la onda sinusoide y se lo co-
necta con el final, queda conformado un círculo, que al
igual que el sistema hexaxial para calcular el eje eléctri-
co en electrocardiografía, tiene 0° y 180° en su eje hori-
zontal y –90° y +90° en el eje vertical. Cuando dos on-
das no están en fase se dice que hay interferencia, como
ya fue descrito previamente. Comparando las ondas entre
sí, se le otorga un valor a la interferencia (+ o -) que se
asigna a uno de los cuadrantes (fig. 1-3-12). Cuando dos
ondas están en fase (interferencia constructiva), el vector
se representa en 0°, cuando están desfasadas 180° (inter-
ferencia destructiva) las ondas se anulan mutuamente.2
También puede ocurrir, como se observa en la figura 1-3-
12, que estén adelantadas o retrasadas un cuarto de ciclo
(π/2), en –90° o +90°. El segundo ejemplo de la figura 1-
3-12 muestra una onda que se adelanta con respecto a la
basal, y esto se debe a que el objeto con el que ha inte-
ractuado se acerca hacia el transductor (el vector se re-
presenta en el cuadrante inferior derecho cerca de +90°).
En el tercer ejemplo, la onda se atrasa con respecto a la
de base (vector cerca de –90°), indicando que la onda ha Fig. 1-3-10. Desfasaje entre dos ondas.
interactuado con un objeto que se aleja del transductor.
Entre 90º y 180° se encuentra una zona de ambigüedad
en cuanto a la dirección y la velocidad. Es importante vi- Dirección
sualizar la interferencia dinámica que se da entre dos on-
das con frecuencias levemente diferentes. En la figura 1- El método descrito no determina si la frecuencia Dop-
3-13 se representan dos ondas de diferente frecuencia pe- pler se acerca (señal positiva) o se aleja (señal negativa)
ro que comienzan en fase. Al superponerse, se observa del transductor. Esto se logra modificando el paso de de-
que en ciertos momentos la interferencia es destructiva modulación descrito antes. Una posibilidad es comparar
(flecha) y en otros constructiva. Las ondas A y B no ne- la señal del eco con la frecuencia emitida (f0) menos la
cesariamente tienen que provenir del mismo sitio. La on- frecuencia Doppler (fd), en lugar de hacerlo con la f0 so-
da B retorna de los tejidos, mientras que la onda A pro- lamente. En este caso la fd (señal emitida menos la señal
viene del oscilador del equipo, y es similar a la que emi- recibida) será igual a:2
te el transductor. Hasta tanto la onda B no encuentre un
objeto en movimiento en su camino, las dos ondas conti- (f0 ± Δf) – (f0 – fd) = fd ± Δf
nuarán en fase cuando lleguen al comparador del equipo.
Si la onda B encuentra en su trayecto un objeto que se De esta manera, la frecuencia Doppler (fd) es equilibra-
mueve axialmente hacia el transductor, su frecuencia au- da por su verdadero valor, ya que fd es igual a Δf. Cuan-
mentará, y quedará retrasada con respecto a la onda A. do la sangre se acerca al transductor, la fd es positiva y se
Cuando ambas ondas llegan al circuito comparador, el representa sobre la frecuencia de referencia (línea 0) en
desfasaje entre ambas permitirá construir una onda resul- el trazado; en cambio, cuando la sangre se aleja del trans-
tante o señal Doppler. El ejemplo de la figura 1-3-13 en ductor, la fd es negativa y aparece a una frecuencia menor
realidad exagera el desfasaje entre las ondas; en la prác- que la frecuencia de referencia. Por ejemplo, si la fre-
tica, éste ocurre entre los ± 60° por ciclo. cuencia de referencia es de 5 kHz y la fd es de 3 khz, el

Fig. 1-3-11. Sistema de ejes para representar el desfasaje entre dos ondas.
26 Fundamentos de la ecocardiografía

Fig. 1-3-12. Véase la explicación en el texto.

flujo “hacia” el transductor será medido como una fre-
cuencia de 8 kKHz y si el flujo se aleja, de 2 kHz. Si la
línea de base es puesta en 5 kHz, los flujos aparecen por
arriba y por debajo, respectivamente. Este método para
discriminar la dirección del flujo restando la fd de la fre-
cuencia de referencia se denomina detección heterodi-
na.2 Otro método para analizar la dirección del flujo es la
detección de la cuadratura de fase.3 En este caso, la se-
ñal del eco es comparada (multiplicada) con dos señales
de referencia. Una es exactamente la misma que la utili-
zada para la frecuencia transmitida, se obtiene directa-
mente del oscilador y se denomina referencia de entrada
(IN) o canal-I. La segunda referencia se denomina refe-
rencia de cuadratura o canal-C y se genera al cambio la
señal de fase (desfasándola) un cuarto de ciclo; por eso
se denomina cuadratura. Las dos señales son semejantes
(fig. 1-3-14) excepto que están desfasadas un cuarto de
ciclo una con respecto a la otra. La señal del canal-I se
anticipa a la señal del canal-C cuando el flujo es hacia el
transductor y ocurre lo contrario cuando se aleja. El sen-
tido de la rotación del vector que indica la interferencia
entre dos ondas es lo que en realidad señala la dirección
del flujo. Las ondas que se desfasan +90° han interactua-
do con objetos que se acercan al transductor. Las ondas
que se desfasan –90° corresponden a objetos que se ale-
jan del transductor. La detección de la dirección es reali-

Fig. 1-3-13. Interferencia constructiva (primera flecha) y destructiva (segunda flecha).


Fig. 1-3-14. Relación entre las ondas del canal-C y el canal-I.
zada por un módulo del equipo que se denomina detector
de cuadratura de fase.
Limitaciones
El área de análisis del Doppler continuo es la que co-
rresponde a la extensión de su haz. Si dentro de ese cam-
po se encuentran dos vasos o dos flujos intracardíacos
distintos, no se podrán analizar separadamente. Por eso
el Doppler continuo no tiene resolución espacial. Pero el
Doppler pulsado resuelve este problema..
Doppler pulsado
Los instrumentos de Doppler pulsado, al igual que el
ecocardiograma bidimensional, alternan la emisión de
un pulso de energía ultrasónica con la recepción de los
ecos. En contraste con los instrumentos de imágenes, el
Doppler pulsado no procesa todos los ecos que retor-
nan, ya que espera a que el eco que ha emitido retorne
desde la localización prefijada, a la superficie.7 Esto se
Fig. 1-3-15. “Puerta” electrónica que permite la emisión de un pulso de ultrasonido.
Efecto Doppler 27
logra gatillando una “puerta” electrónica que posee el
transductor. Dicha puerta se dispara inmediatamente
después de leer la señal por un tiempo fijo (tr); por eso
el Doppler pulsado obtiene ecos de una pequeña región
predeterminada. El proceso de emisión de ecos se cono-
ce como rango de gatillado y se representa en la figura
1-3-15. Este sistema provee información de pequeñas
regiones, complementándose con el Doppler continuo.
Los sucesivos ecos que retornan desde una profundidad
prefijada y que resultan de la transmisión de una se-
cuencia de pulsos son mezclados (multiplicados) con la
señal de referencia y su cuadratura para determinar la
dirección del flujo y la fd.
Volumen de muestra
El instrumento de Doppler pulsado es sensible sola-
mente al flujo incluido dentro del volumen de muestra.
El tamaño de este volumen determina la resolución espa-
cial, la velocidad y la sensibilidad del sistema Doppler.2
28 Fundamentos de la ecocardiografía
El tiempo como distancia
Uno de los principales controles de la imágenes eco-
cardiográficas es la función que el operador maneja co-
mo distancia o profundidad de la imagen bidimensional,
la cual en realidad es interpretada por el equipo como
tiempo. En los tejidos biológicos, el sonido recorre 1 cm
en 6,5 μseg (fig. 1-3-16). El viaje de “ida y vuelta”, se
consideran 13 μseg en total.2
Resolución
Para diferenciar las señales de dos zonas vecinas, éstas
deben estar separadas por una longitud semejante a la del
volumen de muestra. Cuanto más pequeño es el volumen
de muestra, mejor será la resolución del Doppler pulsa-
do. La longitud del volumen de muestra (Δl) determina la
resolución axial y se relaciona con la longitud del pulso
Δt y la duración del rango de gatillado (tr):1
c (Δt + tr)
Δl =
2
Δl se modifica cambiando electrónicamente la dura-
ción del gatillado. De esta forma la resolución axial no es
constante y depende del instrumento.
Sensibilidad
La sensibilidad es la habilidad del sistema de filtrar in-
formación útil de la señal, separándola del ruido electró-
nico que produce el equipo. La sensibilidad está determi-
nada por la relación señal / ruido.7 Una excelente rela-
ción señal / ruido se obtiene restringiendo el rango diná-
mico del equipo de tal forma que solo las señales inten-
sas sean registradas. Si el ruido es reducido al mínimo, y
sólo se representan las señales intensas, puede perderse
información útil en las señales Doppler de baja intensi-
dad y en la escala de grises de las imágenes. En virtud de
ello, para obtener alta sensibilidad, las señales deben gra-
Fig. 1-3-16. El tiempo como distancia. Véase la explicación en el
texto.
ficarse como separadas, en presencia de un rango diná-
mico que actúe disminuyendo la relación señal / ruido.
Otra manera de aumentar la sensibilidad del Doppler es
aumentar el tamaño del volumen de muestra. Un volu-
men de muestra grande interroga más células reflectoras
que un volumen pequeño, manteniendo el ruido constan-
te. De esta forma, aumenta la relación señal / ruido y el
rango dinámico puede extenderse.
Resolución de velocidad
La resolución de velocidad es la mínima diferencia en
velocidad que un instrumento de Doppler detecta. Se re-
laciona con la longitud del volumen de muestra Δl. El
tiempo Δt que tarda un glóbulo rojo en recorrer el volu-
men de muestra de longitud Δl con una velocidad axial
ν es:2
Δt = Δl / ν
la variación de velocidad (Δν) y el Δt tienen que conser-
var la relación:
(Δν / ν) . Δl = constante
Así, si Δl disminuye, Δν debe aumentar; y si Δl aumen-
ta, el Δν tiene que disminuir para mantener la igualdad.
El Doppler continuo tiene Δl alto y por consiguiente Δν
bajo, por lo que la resolución de la velocidad es muy al-
ta. En cambio, en el Doppler pulsado, Δl es pequeño y Δν
grande, y la resolución de velocidad es baja.
Velocidad de muestreo (sampling rate)
El muestreo se aplica a una señal para extraer informa-
ción acerca de ella, en un proceso que ya fue descrito co-
mo demodulación. La frecuencia o el número de veces
con que a una señal se le efectúe el muestreo depende de
la información que se quiera extraer de ella. En la obten-
ción de imágenes, se requieren altas velocidades de
muestreo para no perder información. En la técnica Dop-
pler, el requerimiento es menor, ya que como fue men-
cionado son necesarios tiempos mucho más prolongados
de muestreo para poder registrar señales Doppler.
El límite de Nyquist / aliasing
En un sistema que envía y recibe pulsos constantemen-
te (Doppler continuo), la comparación entre dos ondas
puede realizarse continuamente.1 Pero esto no ocurre en
un sistema que tenga un determinado rango de resolu-
ción (Doppler pulsado, color). Por ejemplo, si el área de
interés se encuentra a 10 cm (o 130 μseg) en la figura 1-
3-16, la señal que retorna está disponible solo cada 130
μseg en un sistema de Doppler pulsado. Esto impone un
límite a la velocidad de muestreo que depende de la pro-
fundidad. Por lo tanto, la habilidad para realizar el mues-
treo depende de la frecuencia de repetición de pulsos
(FRP).4 Cuando la FRP se reduce debido a la profundi-
dad con que se trabaja, la velocidad de muestreo también
se reduce. La combinación de un aumento de la fd y una
 Efecto Doppler 29

disminución de la FRP (porque se trabaja en profundi-

dad), crea la posibilidad de que el vector de relación en-
tre f0 y fr rote a más de 360°. Por lo tanto la alta fd, la ba-
ja velocidad de muestreo o la combinación de ambos
crean ambigüedad. Si el vector que relaciona la dos fre-
cuencias está a 180°, no puede establecerse si el objeto
con el que ha interactuado se acerca o se aleja. Si duran-
te el muestreo, medio ciclo no se detecta (escaso tiempo
de muestreo), la señal también tendrá ambigüedad. El
muestreo de la onda Doppler debe detectar la porción po-
sitiva y la negativa para reproducirla correctamente. De-
bido a esto, la velocidad de muestreo debe ser dos veces
mayor para poder detectarla.1
A continuación se explicará un poco más en detalle es-
te último punto. Como ya ha sido mencionado, el núme-
ro de veces que un equipo de Doppler pulsado transmite
pulsos de ultrasonido en un segundo es llamado frecuen-
cia de repetición de pulsos (FRP). Un equipo de ultraso-
nido “escucha” el eco luego de la transmisión de cada
pulso, o sea a la misma FRP con que se emitió. Se debe
reconstruir la señal con el muestreo que se realiza a par-
tir de determinada FRP. Cuanto más muestras se obtie-
nen, más cerca se está de reconstruir correctamente la se- Fig. 1-3-17. Límite de Nyquist.
ñal. Desafortunadamente, hay límites para poder mante-
ner alta la velocidad de muestreo cuando la FRP sigue
determinado límite. Un nuevo pulso ultrasónico no es se acerca al transductor (positiva). El límite de Nyquist
emitido hasta que el pulso anterior haya realizado el via- corresponde a una frecuencia Doppler determinada (fd),
je de “ida y vuelta” hasta la profundidad previamente es- pero en la pantalla del ecocardiógrafo aparece expresada
tablecida.1 Si esto no ocurriera, habría interferencia entre por su equivalente en velocidad de acuerdo con lo expre-
las señales. Si un pulso de ultrasonido es enviado a deter- sado por la ecuación Doppler. La velocidad máxima que
minada profundidad o distancia (d), el tiempo (t) que tar- puede ser medida sin registrarse aliasing es: 4
da en ir y volver será:2
(FRP) • c
t = 2d / c ν (máx) =
4 f0 • cos θ
dado que ν = e/t y t = e/ν. Se toma 2d porque se recorre Cuando ocurre aliasing, se lo puede disminuir si se re-
dos veces la misma distancia, al ir y al volver. La máxi- duce la frecuencia del transductor o se aumenta el ángu-
ma FRP posible es la inversa del tiempo t (que equival- lo. Alternativamente se modifica la línea de base, para
dría al período T), o sea c / 2d. Esto impone un límite a que una mayor amplitud de frecuencia (o velocidad) sea
la FRP, más allá del cual aparece interferencia entre los registrada en una sola dirección.
sucesivos pulsos. Para reconstruir correctamente la señal En la figura 1-3-18 se observa que contar las veces que
de flujo la muestra debe ser tomada por lo menos al do- la línea de la onda cruza el cero (zero crossing) puede ser
ble de la frecuencia (fig. 1-3-17): FRP = 2f. Si se hace un método para reconstruir características de la onda.
pasaje de términos se tiene el cociente FRP / 2, al que se
denomina frecuencia o límite de Nyquist:
Promedio o igualación (smoothing)
Límite de Nyquist = FRP / 2 El muestreo debe ser promediado para no obtener in-
fravaloración o sobrevaloración de las velocidades (fig.
Si este límite no es respetado, la señal reconstruida no 1-3-18).
corresponde a la real. Este fenómeno se denomina alia-
sing y se debe a la insuficiente velocidad del muestreo.
En la figura 1-3-17 se observa que las líneas punteadas
Potencia y espectro de frecuencias
corresponden a la señal reconstruida a partir de las mues- El ejemplo de una onda que es transmitida y otra que
tras obtenidas en los puntos gruesos. Si se aumenta la fre- es recibida constituye en realidad una simplificación, ya
cuencia de la señal que se desea reconstruir, manteniendo que el haz ultrasónico tiene un ancho, y las velocidades
la misma velocidad de muestreo (FRP), la señal difiere de son distintas para cada uno de los glóbulos rojos (fig. 1-
la original, y si se aumenta mucho la frecuencia de la se- 3-19). Aún con flujo laminar, las velocidades varían en el
ñal, la reconstrucción pasa a ser la de una onda de fre- centro y en la periferia. Por eso la señal que retorna al
cuencia menor (ambigüedad), debido a que se ha sobrepa- transductor tiene múltiples ondas con amplitudes dife-
sado el límite de Nyquist. En este caso la señal aparece en rentes. Debido a ello, si la onda que se analiza no es sim-
la pantalla del equipo en la parte inferior, si la señal real ple, el sistema de cruce de cero (contar cuantas veces la
30 Fundamentos de la ecocardiografía
Fig. 1-3-18. Promedio de velocidades obtenidos en A, B y C en presencia de flujo laminar (izquierda) y flujo turbulento (derecha).
onda cruza la línea de cero) no es adecuado y se requie-
re el análisis espectral.
Análisis espectral
El análisis espectral es una técnica para estimar las fre-
cuencias contenidas en una señal compleja. En los vasos
con flujo laminar, la sangre circula a mayor velocidad en
las capas centrales. Por lo tanto todos los glóbulos rojos
no circulan a la misma velocidad. Como consecuencia, la
fd tendrá un valor distinto, de acuerdo a la velocidad que
tenga el glóbulo rojo. Es por esta razón, en el flujo pul-
sátil la onda tiene un espectro de fd o velocidades y no un
único valor. Si el flujo es laminar, este espectro de velo-
cidades es angosto, y si es turbulento, será ancho. Al re-
presentar los flujos en la pantalla del ecocardiógrafo, se
hace en forma digital, o sea cambiando el valor cada 1 o
Fig. 1-3-19. El pulso de ultrasonido encuentra distintas velocidad de flujo con las cuales interactuar.
5 milisegundos. Cada segmento o intervalo de tiempo se
obtiene utilizando la transformación rápida de Fourier,1
que representa la señal de entrada Doppler en sus com-
ponentes de frecuencia tal como el prisma descompone
la luz blanca. Cada segmento del espectro se representa
en el eje Y. También se utiliza una escala de grises en la
cual cada color representa la intensidad de la señal. El eje
X es el tiempo y el eje Y la frecuencia o velocidad, como
fue mencionado. El ancho del espectro del trazado repre-
senta el ancho del espectro.
Los registros Doppler
En el eje X se grafica el tiempo, en el Y la fd por la con-
versión en velocidad y en el eje Z la amplitud, como una
escala de grises en la cual el brillo representa la intensi-
dad de la retrodispersión (backscattering) (fig. 1-3-20).

Fig. 1-3-20. Representación del registro Doppler. En el eje Z se grafica la amplitud, la cual se representa mediante variaciones en la es-
cala de grises del registro.
Una vista expandida del trazado revela que está com-
puesta de cuadrados que están vacíos o llenos con distin-
tas gamas de grises. La representación digital de los da-
tos tiene dos características: duración y amplitud. Para
ello son necesarias dos premisas: 1) la velocidad perma-
nece constante durante el muestreo y 2) la velocidad me-
dia es estadísticamente significativa durante ese período.
En general el muestreo se realiza cada 1 o 5 mseg. Esto
representa una limitación en el tiempo, ya que cualquier
cambio de frecuencia que ocurra en un tiempo menor se-
rá expresado como un promedio. Se denomina bin a las
columnas. Cada bin dura 5 mseg y tiene 128 puntos de
frecuencias (o velocidades) repartidos una mitad por arri-
ba y otra mitad por debajo de la línea cero.2 La dirección
del flujo, en cuanto a si se acerca o se aleja del transduc-
tor, se grafica con el espectro por encima o por debajo de
la línea de base respectivamente.
Doppler pulsado de alta frecuencia
de repetición de pulsos
El Doppler pulsado analiza los ecos que retornan del
sitio en el cual se ha colocado el volumen de muestra. Es
posible registrar ecos de sitios que estén situados a dis-
tancias múltiplos del transductor (doble, triple o cuádru-
Efecto Doppler 31
ple), utilizando dos o más volúmenes de muestra simul-
táneamente. De esta manera, los ecos que retornan al
transductor desde los distintos puntos (dos o más), serán
captados durante el período que el transductor “escucha”
los ecos que provienen del volumen de muestra más cer-
cano.2 Con este método se registran velocidades mayores
que la que correspondería a la profundidad a la cual se ha
colocado el volumen de muestra. Habitualmente el Dop-
pler de alta repetición de pulsos utiliza dos volúmenes de
muestra, los que reciben información simultáneamente.
En la práctica, permite registrar velocidades máximas
que no exceden el doble del límite de Nyquist utilizado
con el Doppler pulsado convencional (fig. 1-3-21A y B).
Si las velocidades son mayores del doble, es preferible
utilizar el Doppler continuo.
Doppler sin imagen
Posee un solo cristal de 10 mm de diámetro con una
frecuencia de 2 MHz. En algunos equipos permite reali-
zar solamente Doppler continuo, mientras que otros tie-
nen posibilidades de operarlos como Doppler pulsado
y/o modo M. Presentan cuatro ventajas:4
1. Su tamaño pequeño facilita la ubicación en las venta-
nas supraesternal y supraclavicular.
32 Fundamentos de la ecocardiografía

Fig. 1-3-21 A. Doppler pulsado de alta repetición de pulsos. El principio de funcionamiento de esta variedad de Doppler se basa en que
al ubicar un volumen de muestra en 1, se reciben ecos que retornan desde un volumen de muestra situado al doble de distancia del an-
terior (2). Las velocidades que se registran son mayores que las del Doppler pulsado convencional, pero tiene el inconveniente de ser
captadas simultáneamente en 1 y 2.

Fig. 1-3-21 B. Doppler de alta repetición de pulsos en un pacien-

te con insuficiencia aórtica. Registro desde la vista supraesternal.
En la parte superior se observa el aliasing debido a que la veloci-
dad pico sistólica (flecha) supera el límite de Nyquist (1,13
m/seg). En el registro del centro se aumenta el límite de Nyquist
de 1,13 a 1,69 m/seg, a expensas del incremento de la repetición
de pulsos (FRP) de 4 a 6 KHz, lo cual ocasiona una disminución
de la profundidad del campo de muestreo Doppler. Recuérdese
que la FRP se relaciona inversamente con la profundidad a la que
se coloca el volumen de muestreo. En este caso en particular, la
velocidad pico sistólica se puede determinar porque el volumen
de muestra se encuentra dentro del rango de profundidad ade-
cuado. En la parte inferior se utiliza el Doppler pulsado de alta
repetición de pulsos (aumento de la FRP de 6 a 8 KHz) incremen-
tándose el límite de Nyquist de 1,69 a 2,26 m/seg. Los límites de
Nyquist que se nombran corresponden a la porción inferior del
registro, los cuales son mayores porque se ha desplazado la línea
de cero hacia arriba.

Fig. 1-3-22. Autocorrelación. Véase la explicación en el texto.
2. Puede utilizar baja frecuencia, ya que no realiza ima-
gen bidimensional, lo cual permite mayor penetración
con un límite de Nyquist mayor.
3. Mayor relación señal / ruido por aumento de la poten-
cia del haz.
4. Menor ruido electrónico de base, ya que no tiene que
producir imagen bidimensional.
Dúplex
En la utilización del Doppler pulsado es importante lo-
calizar la región del flujo y el ángulo entre la dirección
del flujo y el eje del haz ultrasónico. Los equipos dúplex
dan esta información combinando el ecocardiograma bi-
dimensional con el Doppler. Durante el funcionamiento,
el equipo alterna la información del ecocardiograma con
el Doppler, ya que las mediciones no se realizan al mis-
mo tiempo. La razón es que ambos sistemas demandan
funciones diferentes, como ya fue explicado anterior-
mente. La longitud del pulso debe ser corta para una bue-
na imagen de ecocardiograma y se requieren longitudes
de pulso largos para las señales de Doppler pulsado. Otro
problema teórico es que el Doppler es transmitido en una
sola dirección, mientras que el haz de ecocardiografía se
transmite sobre un campo de interés. Sin embargo la
transición entre los dos modos es rápida, dando la impre-
sión visual de que se producen simultáneamente.
Doppler color
Uno de los objetivos de la técnica Doppler es obtener
información no solamente del flujo en un determinado si-
tio, sino en segmentos mayores de vasos o cámaras car-
díacas en conjunción con las imágenes bidimensionales.
La metodología empleada para medir la fd en un solo si-
tio puede ampliarse para crear imágenes simultáneas de
flujo y eco bidimensional. El principio de funcionamien-
Efecto Doppler 33
to del Doppler color no difiere del utilizado en imágenes
bidimensionales, en el cual el equipo convierte las varia-
ciones de amplitud en una escala de grises. Para que es-
to ocurra hay que resolver previamente dos problemas.
Primero, el análisis espectral por la transformación rápi-
da de Fourier1 requiere longitud de onda larga que exce-
de el tamaño representado por los píxeles de la imagen
bidimensional. El tiempo total requerido para cada ima-
gen sería muy prolongado si el cálculo se realizara para
cada píxel. Por ejemplo para 128 × 128 píxeles, el tiem-
po requerido por la computadora sería de más de un mi-
nuto por imagen. El segundo problema es cómo graficar
toda la información obtenida para cada cálculo, cómo es
el espectro de velocidades y la dirección del flujo corres-
pondiente a cada píxel de la imagen. Para solucionar es-
te problema, se representan las frecuencias medias y la
dispersión del espectro, en lugar del análisis espectral
completo. Las frecuencias medias y su varianza (disper-
sión) se miden directamente por la técnica de autocorre-
lación.
Autocorrelación
El concepto básico es que los ecos, reflejados desde un
determinado punto en forma sucesiva, son comparados
entre sí para detectar alguna diferencia de fase entre
ellos.2 Un ejemplo aclarará el concepto. En la figura 1-3-
22 se representa la antena de un radar, un edificio y un
avión en vuelo. El radar envía pulsos de onda electro-
magnética que son reflejados por el edificio y el avión
durante su vuelo. En la parte inferior de la figura se ob-
serva los pulsos que son reflejados por las estructuras en
dos intervalos de tiempo sucesivos (T1 y T2). Se aprecia
que el eco de la antena y del edificio ocurren al mismo
tiempo en T1 y T2 porque no se han movido. Sin embar-
go, el eco del avión está adelantado (desfasado) en T2
con respecto a T1. Al graficar la diferencia entre T1 y T2,
34 Fundamentos de la ecocardiografía
Fig. 1-3-23. Número de líneas de muestreo y de volúmenes de
muestra.
los ecos de la antena y del edificio se anulan, y se repre-
senta solo el eco del avión. El desfasaje del pulso del
avión de T2 con respecto a T1, está en relación con su
movimiento (velocidad). Utilizando el mismo concepto
con los ultrasonidos, solo la sangre en movimiento pue-
de ser detectada con este método.
Este cálculo es relativamente simple y rápido y puede
ser hecho para cada volumen de muestra. Cada resultado
del cálculo genera una descripción multiparamétrica del
flujo que incluye la dirección del flujo, velocidad y las
características (laminar o turbulento). Esta información
es representada sobre la pantalla, convirtiendo el paráme-
tro calculado para el flujo en colores y superponiéndolo
a la imagen bidimensional.
Generación de la imagen Doppler color
en la pantalla
A diferencia del eco bidimensional, cuya imagen está
construida por pulsos simples que son transmitidos y re-
Fig. 1-3-24. Relación inversa entre el número de cuadros y el nú-
mero de volúmenes de muestra por línea.
Fig. 1-3-25. Frecuencias del miocardio y del flujo sanguíneo.
cibidos a lo largo de líneas del haz ultrasónico, el Dop-
pler color se forma “disparando” un pulso seguido de
otro, a lo largo de la línea del haz.1 Una vez completada
una línea, se pasa a otra línea mediante el mecanismo de
barrido. Como se observa en la figura 1-3-23, a diferen-
cia del Doppler pulsado multigatillado, el equipo genera
varias líneas de haces ultrasónicos, y a lo largo de cada
línea se emiten varios volúmenes de muestra. El número
de volúmenes de muestra por línea (N) es lo que determi-
na la resolución del sistema. La velocidad de los cuadros
por segundo (frame rate) es la velocidad con que se ac-
tualiza la imagen y sería equivalente a la velocidad de ba-
rrido de un transductor mecánico. El número de líneas
del haz, los volúmenes de muestra por línea, la velocidad
de los cuadros y la profundidad a la cual se decide traba-
jar constituyen un conjunto de parámetros interdepen-
dientes. Esto significa que no puede cambiarse uno sin
modificar otro. Por ejemplo, cuando se aumenta la velo-
cidad de los cuadros, disminuye el número volúmenes de
muestra por línea, ya que la relación es inversa entre ellos
(fig. 1-3-24). En ese caso, si se desea trabajar con el mis-
mo N, para no perder resolución, se deberá disminuir el
número de líneas del haz ultrasónico (reducir el ángulo
color).7
Análisis de Doppler color
Para simplificar se considera lo que ocurre en un píxel
de la figura 1-3-23. El eco que retorna del primer pulso
es filtrado para separar los ecos que retornan de los teji-
dos (miocardio), de los glóbulos rojos (flujos). Esto lo
realiza un circuito electrónico que se denomina indica-
dor de movimiento de objetos. En la figura 1–3-25 se re-
presentan las frecuencias centrales de los tejidos y la san-
gre y su respectiva amplitud. Como se observa, la ampli-
tud del movimiento del miocardio es mucho mayor que
la señal de flujo. La señal pasa a través de un filtro que
elimina las señales de gran amplitud, permitiendo el aná-
 Efecto Doppler 35

Fig. 1-3-26. Diagrama del Doppler color. El eco del primer pulso es utilizado para establecer la dirección del flujo, el cual puede ser de
color rojo (se acerca al transductor) o azul (se aleja). Los ecos sucesivos son comparados con el primero por el método de autocorrela-
ción para determinar la frecuencia media y la varianza del espectro. La frecuencia media es codificada en colores claros u oscuros, y la
varianza, adicionando color verde al rojo o azul, de acuerdo a la dirección del flujo.

lisis solo de las señales correspondientes al flujo. Como
ya fue expuesto anteriormente, el paso inverso, el análi-
sis del movimiento de la pared sin el flujo, es la base del
estudio de Doppler tisular bidimensional, disponible en
los equipos de última generación.7
Luego del filtrado, la señal llega al detector de fase de
cuadratura para determinar la dirección del flujo. Esta in-
formación es representada con rojo o azul, según el flujo
se acerque o se aleje del transductor. Luego los ecos son
procesados en el módulo de correlación para determinar
la frecuencia media, la varianza y la potencia (amplitud)
del eco. El curso de tiempo de la medición para cada pí-
xel se muestra en la figura 1-3-26. Cada bloque represen-
ta un pulso emitido. El promedio de las mediciones de la
fd y su varianza determinan la velocidad media y su res-
pectiva fluctuación. Para mejorar la medición se efectúa
el promedio de varios pulsos. Este paso es muy necesa-
rio, porque los pulsos ultrasónicos son cortos para obte-
ner una buena resolución espacial. El proceso de mues-
treo repetitivo es la esencia de la reconstrucción de la
imagen color. Con respecto a la varianza, es conveniente
aclarar que dicho término no es sinónimo de flujo turbu-
lento. Aunque el término flujo turbulento implica un flu-
jo “anormal” que ocurre cuando se supera determinado
valor del número de Reynods, el término varianza hace
alusión al cuadrado de la desviación estándar de una dis-
tribución gaussiana de velocidades. De esta forma, la va-
rianza expresa el ancho del espectro de la señal Doppler
con colores, de la misma forma que en el análisis espec-
tral, se representa con el ancho del espectro.4
La información multiparamétrica obtenida en cada cál-
culo es almacenada en la memoria del equipo y expuesta
en superposición con la imagen bidimensional. Es conve-
niente aclarar que cuando la señal se representa con co-
lor, tiene la misma dependencia del ángulo que el Dop-
pler pulsado, como se observa en la figura 1-3-27. Esto

Fig. 1-3-27. Variación del área

de color de acuerdo al ángulo
que tiene el flujo con respecto al
haz ultrasónico.
36 Fundamentos de la ecocardiografía
se obvia al representar la señal en el modo potencia (po-
wer), en el cual se grafica la intensidad de la retrodisper-
sión de la señal (backscattering) en lugar de la velocidad
media. La información es manejada con el control de re-
chazo (reject) para el color a partir de valores prefijados
en cada equipo, los que pueden ser cambiados por el ope-
rador. El esquema del proceso de la codificación en color
se representa en la figura 1-3-26.
Flujos sub-Nyquist
Los flujos laminares que se acercan al transductor son
representados por variaciones en rojo y naranja (colores
calientes). El rojo oscuro indica velocidades bajas, mien-
tras que a medida que se va tornando más claro indica au-
mento de la velocidad. Los flujos que se alejan del trans-
ductor son representados con azul y blanco (colores
fríos). El azul oscuro representa a las bajas y el blanco a
las altas velocidades. En algunos sistemas, la intensidad
o eje Z representa la amplitud de la señal, la cual varía
con el promedio de velocidades de las células reflejadas.
Flujos sobre el límite Nyquist
Cuando la velocidad del flujo registrado con Doppler
color excede el límite de Nyquist, ocurre el fenómeno de
aliasing, como fue expuesto al describir Doppler pulsa-
do. En este caso, el color del flujo cambia al color opues-
to, por ejemplo, un flujo que se acerca hacia el transduc-
tor de color rojo vira hacia el azul al superar el límite de
Nyquist.
Con un límite de Nyquist de 0,7 m/seg o 0,9 m/seg, al-
gunos flujos normales laminares pueden ser representa-
dos con aliasing. Si el flujo es turbulento, se representa
por sobre el límite de Nyquist, pero su dirección indica-
da por el color, debe ser tomada con cautela.
Resolución temporal
La rapidez con que el equipo genera datos indica la re-
solución temporal. La mayor resolución temporal la tie-
ne el modo-M (1.000 ciclos por segundo), la imagen bi-
dimensional y el Doppler color tienen 30 cuadros por se-
gundo. Cada línea de barrido color está compuesta por
múltiples volúmenes de muestra a distintas profundida-
des (tiempo).
Muestreo múltiple
En las imágenes bidimensionales solo se necesita obte-
ner una muestra por línea de eco, pero en Doppler color
se deben obtener varias veces para:
1. Detectar bajas velocidades.
2. Mejorar la relación señal / ruido.
3. Producir un valor estadísticamente significativo de
muestras para expresarlas como promedio.
El Doppler color tiene dificultad sobre todo para detec-
tar las velocidades bajas. Básicamente, el tiempo reque-
rido para detectar flujo tiene relación inversa con la velo-
cidad. Un ejemplo diario es el reloj de agujas. Con sola-
mente un golpe de vista se observa el movimiento de la
aguja que marca los minutos, pero se requiere mucho
más tiempo para registrar el movimiento de la aguja que
marca la hora. Esto significa que cuanto más lenta sea la
velocidad, mayor tiempo se requerirá para detectarla.
Otra forma de objetivar el movimiento de la aguja peque-
ña sería registrar su posición y luego de un tiempo retor-
nar para ver el cambio. Esto es similar a lo que realiza el
equipo al enviar pulsos a lo largo de la línea del eco. Sin
embargo, este proceso disminuye los cuadros por segun-
do a 9 o 10, en comparación con los 30 cuadros por se-
gundo del ecocardiograma bidimensional. Para mejorar
la resolución temporal del Doppler color se debe:1
1. Disminuir la velocidad de los cuadros por debajo de 30
cuadros por segundo.
2. Las líneas del eco deben ser cortas para que tarde me-
nos tiempo.
3. Deben ser pocas o, alternativamente.
4. Disminuir el ángulo.
Varianza
La varianza se refiere al espectro de velocidades y direc-
ción de un flujo, que equivale al ancho de banda del espec-
tro de la señal.2 Contiene información sobre si el flujo es la-
minar o turbulento. Cuando el flujo es laminar, las muestras
arrojan velocidades muy próximas, aunque se supere el lí-
mite de aliasing. Si el flujo es turbulento, los valores son
mucho más variables, y esto es lo que se conoce con el
nombre de varianza. La ausencia de varianza indica flujo
laminar. El término proviene de la estadística, indicando la
dispersión de los valores alrededor de un valor promedio.
En las velocidades sub-Nyquist es de mucha utilidad. Si las
velocidades están por sobre el límite de Nyquist, la aplica-
ción de la varianza no es tan útil, porque la turbulencia pue-
de ser solo una de las causas (véase aliasing). Un ejemplo
es el flujo laminar a través de las válvulas, en el que la ve-
locidad no es la misma en el centro que cerca del anillo, y
se crea un patrón de mosaico con flujo laminar.
Limitaciones
El Doppler color tiene varias ventajas clínicas y fisio-
lógicas sobre el Doppler pulsado. Los mapas de flujo
Doppler color pueden ser representados en extensas
áreas de flujo. Esto hace posible la visualización de jets
de regurgitación valvular y el flujo anormal en las vál-
vulas estenóticas. Se deben tener en cuenta algunas li-
mitaciones del Doppler color. El ángulo del flujo con
respecto al haz incidente es variable, lo que hace difícil
la interpretación del brillo como indicador de velocidad
media, en todo el mapa color estudiado. Esto implica
que un color oscuro no necesariamente significa veloci-
dad baja; también se debe considerar el ángulo. El ma-
pa color no puede distinguir flujos que estén a 90° del
haz ultrasónico. Las altas velocidades causan aliasing,
y como ya se señaló, esto no implica flujo turbulento.
En contraposición con la transformación rápida de
Fourier, la autocorrelación no da una idea del espectro

total de las velocidades. Por eso es difícil cuantificar el
mapa color. El Doppler color superpuesto a una imagen
bidimensional es fundamentalmente cualitativo en su
naturaleza.
REFERENCIAS
1. Kremkau FW. Diagnostic ultrasound. 5th Ed. Philadelphia: WB
Saunders Company; 1998.
2. Sehgal CM. Principles of ultrasound imaging and Doppler ultra-
EFECTOS BIOLÓGICOS
DEL ULTRASONIDO
Ricardo A. Migliore
El uso de ultrasonidos, como de cualquier técnica de
diagnóstico, lleva asociado un riesgo que, aunque peque-
ño, debe ser tenido en cuenta. El riesgo por el uso de la
técnica debe ser comparado con los beneficios que se ob-
tienen de ella. En la figura 1-4-1 se representa el riesgo,
el cual está determinado principalmente por la potencia
de salida del equipo con que se trabaja (datos suministra-
dos por el fabricante) y los efectos biológicos, o bioefec-
tos, conocidos hasta el momento. Los beneficios del uso
de la técnica están determinados por el conocimiento y la
experiencia del operador. De la valoración del riesgo y el
beneficio, se determinan la utilidad y recomendaciones
para el uso del ultrasonido. Parece razonable asumir que
su uso conlleva un riesgo (pequeño), ya que es una for-
ma de energía y, como tal, con capacidad para producir
efectos no deseados. El conocimiento de los bioefectos
proviene de varias fuentes (fig. 1-4-2): observaciones ex-
perimentales en células, plantas, animales de experimen-
tación, estudios epidemiológicos en humanos y estudios
de mecanismos de interacción, como el calor y la cavita-
ción.1
CÉLULAS
El efecto más comúnmente comunicado es la altera-
ción de las cromátides. Sin embargo, la mayoría de los
estudios realizados en los últimos 10 años ha arrojado re-
sultados negativos. Por lo tanto, en la actualidad se con-
sidera que dicho efecto es de tan pequeña magnitud que
no reviste importancia clínica. También se ha documen-
Efectos biológicos del ultrasonido 37
sound. En: St. John Sutton M, Oldershaw PJ, Kotler MN. Textbook
of echocardiography and Doppler in adults and children. 2nd Ed.
Massachusetts: Blackwell Science; 1996
3. Geiser EA. Echocardiography: physics and instrumentation. En:
Marcus ML, Schelbert HR, Skorton DJ, Wolf GL. Cardiac imaging.
Philadelphia: WB Saunders Company; 1991.
4. Weyman AE. Principles and practice of echocardiography. 2nd Ed.
Philadelphia: Lea & Febiger; 1994.
5. Cicardo VH. Biofísica. Buenos Aires: López Libreros; 1974.
6. Feigenbaum H. Echocardiography. 5th Ed. Philadelphia: Lea & Fe-
biger; 1994.
7. Otto C. Textbook of clinical echocardiography. 2nd Ed. Philadelp-
hia: WB Saunders Company; 2000.
1-4.
tado que las alteraciones de las cromátides no tienen
efecto genético y en consecuencia no constituyen un
riesgo. Debido a que las células en suspensión o en cul-
tivos no representan una situación similar al ser vivo, se
debe ser cauteloso al extrapolar los resultados obtenidos
in vitro a la clínica. Con todo, dichos estudios son útiles
para estudiar los mecanismos de interacción y pueden ser
una guía para diagramar estudios epidemiológicos.2
PLANTAS
Los componentes de las plantas –tallo, hojas y raíz– po-
seen canales entre las células que contienen gas. La inte-
racción con el ultrasonido da origen al fenómeno de cavi-
tación (en forma similar al eco de contraste). Los efectos
reversibles de la cavitación incluyen anormalidades cro-
mosomáticas, y reducción del índice de mitosis y de la ve-
locidad de crecimiento. El efecto irreversible es la muerte
celular, la cual se debe a ruptura de la membrana.1
ANIMALES
La mayor experiencia en animales proviene de estu-
dios realizados en ratones y cobayos. Los efectos infor-
mados incluyen reducción del crecimiento fetal, muerte
posparto, anormalidades fetales, parálisis de los miem-
bros, estasis sanguínea y regresión de tumores. Se ha ob-
servado una relación lineal entre la exposición al ultraso-
nido y el crecimiento fetal. La dosis fue definida median-
38 Fundamentos de la ecocardiografía

Potencia de salida del equipo Bioefectos Conocimiento Experiencia

Riesgo Beneficio

Utilidad

Fig. 1-4-1. Riesgos y beneficios del uso de ultrasonido diagnóstico.

te el producto de la intensidad de exposición espacial
promedio (I2) por el tiempo (t) de exposición. Otro efec-
to es la lesión focal, pero se produce a intensidad y tiem-
po de exposición muy elevados (fig. 1-4-3).3
De acuerdo con el Instituto Americano de Ultrasonido
en Medicina (IAUM), los efectos en animales se resumen
en los siguientes puntos:
En la figura 1-4-4 se representa la relación entre el ín-
dice térmico y el tiempo de exposición; y en la figura 1-
4-5, entre la presión de rarefacción y la frecuencia del ul-
trasonido para un índice mecánico de 0,3.
MECANISMOS

1. Cuando el mecanismo responsable es el efecto térmi-
co, el límite de intensidad para un haz sin focalizar sería
hasta 100 mW/cm2, para un haz focalizado < 1 W/cm2 o
un índice térmico menor de 2. No se han comunicado
efectos para un índice térmico menor de:
6 – (log10 ⋅ t / 0,6)
donde t es el tiempo de exposición con un rango de 1 a
250 minutos.
Los mecanismos por los cuales el ultrasonido produce
bioefectos pueden ser clasificados en dos grupos: calor y
mecánicos. La atenuación del ultrasonido en los tejidos
se debe a la absorción, la cual significa conversión del ul-
trasonido en calor. Por lo tanto, el ultrasonido produce
aumento de la temperatura en los tejidos. El incremento
de la temperatura (dT/dt) depende del coeficiente de ab-
sorción del tejido para una frecuencia determinada α, de
la densidad ρ, de calor específico del tejido Ce y de la in-
tensidad del ultrasonido (I):2

2. Cuando el mecanismo involucrado es la cavitación y DT / dt = 2αI / ρCe

los tejidos contienen gas, el pico de presión de rarefac-
ción (negativo) debe ser menor de 0,3 MPa o el índice La producción de calor aumenta a medida que aumen-
mecánico < 0,3. ta la intensidad y la frecuencia. Para un transductor que

Mecanismo Epidemiología

Información sobre bioefectos

Estudios en células Estudios en animales y plantas

Fig. 1-4-2. Fuentes de información de los bioefectos.


Fig. 1-4-3. Relación entre la intensidad y el tiempo de exposición
al ultrasonido.
emite con determinada frecuencia e intensidad, el calor
producido disminuye a medida que aumenta la profundi-
dad del campo, ya que el ultrasonido se atenúa y se redu-
ce la intensidad del haz que llega a los sitios profundos.
Un aumento de temperatura es considerado significativo
si supera los 2°C. La absorción es mayor en el hueso que
en los tejidos blandos. Por lo tanto el calor en el hueso
del feto debe ser tenido en cuenta.
El IAUM publicó las recomendaciones que se resumen
a continuación:2
1) El aumento excesivo de la temperatura puede producir
efectos tóxicos en mamíferos. Los efectos biológicos
observados dependen de varios factores, tales como la
duración de la exposición, el tipo de tejido, la veloci-
dad de proliferación celular y de regeneración. La
edad y el estadio evolutivo son puntos importantes a
tener en cuenta en fetos y neonatos.
a) Para tiempos de exposición de hasta 50 horas no se
han observado efectos siempre que la temperatura
no aumente mas de 2°C.
b) Para un aumento mayor de 2°C no se producen
Fig. 1-4-4. Relación entre el índice térmico y el tiempo de expo-
sición (escala logarítmica).
Efectos biológicos del ultrasonido 39
Fig. 1-4-5. Relación entre la presión y la frecuencia (escala loga-
rítmica) para un índice mecánico (IM) de 0.3.
bioefectos si el tiempo de exposición está regulado
por la expresión:
6 – (log10 ⋅ t / 0,6)
Por ejemplo, para un aumento de temperatura de 4 °C
y 6 °C, el límite del tiempo de exposición es de 16 y 1
minuto respectivamente.
c) En general los adultos resisten mejor el aumento de
la temperatura que los fetos y neonatos.
2) El aumento de la temperatura en los tejidos secunda-
rio al uso diagnóstico del ultrasonido depende de:
a) Características de la salida de la fuente de ultraso-
nido: frecuencia, tamaño y calor del transductor,
potencia, frecuencia de barrido, frecuencia de re-
petición del pulso, duración del pulso y tiempo de
exposición.
b) Propiedades del tejido como atenuación, absor-
ción, impedancia característica o acústica, con-
ductividad y difusión térmica, y estructura anató-
mica.
3) Para tiempos de exposición similares, el aumento de la
temperatura es mayor en hueso que en tejidos blandos.
Este punto es importante en el feto, en el cual el hue-
so está en relación con otros tejidos en desarrollo.
4) Para la cuantificación del límite de seguridad de pro-
ducción de calor se utiliza el índice térmico (IT), el
cual ha sido descrito para tejidos blandos y hueso. Un
IT de 2 produce un incremento menor de 2°C.
5) La FDA (Food and Drug Administration, EE.UU.) ha
propuesto el límite máximo de intensidad de ultraso-
nido en 720 mW/cm2.
6) Actualmente se prefiere utilizar in vivo el IT en lugar
de otros parámetros como la intensidad témporo-espa-
cial promedio.
Las consecuencias del aumento de la temperatura se
evidencian en los fetos e incluyen retardo en el creci-
40 Fundamentos de la ecocardiografía
miento, microftalmos, cataratas, defectos de la pared ab-
dominal, agenesia renal, defectos del paladar, reducción
de las ondas cerebrales, microcefalia, anencefalia y espi-
na bífida. Hay descritos aproximadamente 80 bioefectos
secundarios a hipertermia. No se han publicado efectos a
temperaturas menores de 39°C.
La cavitación es la producción y dinámica de las bur-
bujas en un medio líquido. La propagación del sonido es
un mecanismo que puede generar cavitación. La burbujas
entran en resonancia (expansión y disminución de su ta-
maño), en dependencia de la frecuencia de resonancia F0
definida por el radio de las burbujas (R0 en micrones):
F0 = 3260 / R0
Existen dos tipos de cavitación. La cavitación estable
es el término utilizado para describir la oscilación en el
diámetro de la burbuja secundario a las variaciones de
presión que produce el ultrasonido al atravesar el tejido.
La compresión y descompresión del líquido que reciben
las burbujas puede dañar las células. La cavitación tran-
sitoria ocurre cuando la oscilación de las burbujas es tan
grande que ocasiona el estallido de las burbujas, produ-
ciendo discontinuidad en la presión (ondas de shock) y
elevación de la temperatura. La cavitación transitoria tie-
ne efectos destructivos a nivel celular.
El IAUM resume los hallazgos en los siguientes pun-
tos:
1) La potencia de salida del equipo puede exceder el um-
bral de cavitación in vitro y generar extravasaciones
de sangre a los pulmones en animales de laboratorio.
2) El índice mecánico (IM) se calcula como el cociente
entre la presión pico de rarefacción (pico negativo de
presión) y la raíz cuadrada de la frecuencia del trans-
ductor. Este índice se utiliza para determinar la posi-
bilidad de cavitación.
3) El umbral de cavitación depende de las características
del tejido y de parámetros del equipo como la ampli-
tud de la presión, duración y frecuencia del pulso. El
umbral del IM en el ratón para producir extravasación
de sangre en el pulmón es de 0,3. Las implicaciones
en los seres humanos no se han establecido.
4) No se han detectado alteraciones en el riñón del ratón
con IM de 4. Por lo tanto, si el tejido no contiene gas,
es poco probable que se produzca el fenómeno de ca-
vitación.
SEGURIDAD
Los efectos térmicos y mecánicos no parecen ser signi-
ficativos con la intensidad de ultrasonido que se utiliza
con fines diagnósticos. No hay por lo tanto riesgo cono-
cido asociado al uso de ultrasonido diagnóstico. En au-
sencia de riesgo documentado, pero admitiendo la posi-
bilidad de bioefectos, se realizan las siguientes conside-
raciones:
1) Potencia de salida de los equipos: existen varias for-
mas de expresar la potencia de salida, pero de todas
ellas la intensidad parece ser la más adecuada. La in-
tensidad es el cociente entre la potencia y el área:
I = Potencia / área = watt /cm2
La intensidad máxima se describe como la mayor ex-
posición del haz (pico espacial) promedio en un período
de exposición (tiempo medio) y es conocida como inten-
sidad pico espacio-temporal medio (IPETM). Los equi-
pos de imágenes trabajan en el límite inferior del IPETM,
mientras que los de Doppler espectral lo hacen en el lí-
mite máximo. El modo M y el Doppler color se encuen-
tran entre las dos modalidades anteriores. Otra medida
utilizada es el pico espacial de pulso promedio, definido
como la intensidad de pulso promedio en el punto (espa-
cio) en que es máxima.
2) Límite máximo de intensidad: se ha establecido en
IPETM (mW/cm2):
i) Cardíaco 43 mW/cm2
ii) Periférico 720 mW/cm2
iii) Oftálmico 17 mW/cm2
iv) Fetal 74 mW/cm2
Otra forma de indicar el límite máximo es mediante el
IT: potencia de salida / potencia requerida para aumentar
1°C la temperatura del tejido. También puede utilizarse
el IM. En ambos casos no debe exceder el valor de 1.
EPIDEMIOLOGÍA
Los estudios epidemiológicos de niños a los cuales se
les realizó ecografía fetal no han demostrado bioefectos.
La OMS, en su informe de marzo de 1997, concluye que
no existe confirmación de bioefectos en pacientes u ope-
radores de ultrasonido con uso diagnóstico. Aunque pue-
de ser probable que se identifiquen bioefectos en el futu-
ro, los datos disponibles indican que el beneficio excede
el riesgo para los pacientes.
En conclusión los estudios de mecanismos in vitro e in
vivo y en pacientes indican que no hay riesgo conocido
para éstos con el uso de ultrasonido diagnóstico.4
REFERENCIAS
1. Kremkau FW. Diagnostic ultrasound: principles and instruments.
Philadelphia: WB Saunders; 1998.
2. Bioeffects considerations for the safety of diagnostic ultrasound.
American Institute of Ultrasound in Medicine. Bioeffects Commit-
tee. J Ultrasound Med. 1988;7:S1-38.
3. Frizzell LA. Conclusions regarding biological effects of ultrasound
for diagnostically relevant exposures. J Ultrasound Med.
1994;13:69-72.
4. Otto CM. Textbook of clinical echocardiography. Philadelphia: WB
Saunders; 2000.