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ACTUALIDAD MUNDIAL Y EN BOLIVIA SOBRE CONSERVACION Y CONTAMINACION DEL AGUA

La contaminación de las aguas es uno de los factores más importantes que rompen la armonía entre
el hombre y su medio, no sólo de forma inmediata sino también a mediano y largo plazo; por tanto,
la prevención y lucha contra dicha contaminación constituye actualmente una necesidad de
importancia prioritaria.

El problema de la contaminación del agua es conocido desde la antigüedad, ya que aparecen relatos
de la contaminación del agua incluso en las Sagradas Escrituras.

Este problema es local, regional y mundial.

Para estar más informados no todo el agua existente en la tierra es de consumo solo el 3% es agua
dulce. Y no basta eso pero de este porcentaje, la mayoría (el 79%) está en forma de hielo (por lo que
no está disponible para su uso) y el resto se encuentra como líquida: en forma de aguas subterráneas
(el 20%) y, únicamente el 1% restante, como aguas superficiales. Pero estos recursos no son
inagotables. Hemos de tener en cuenta que la capacidad de aprovechamiento del escaso porcentaje
de agua disponible, se ve notablemente disminuida debido a los incesantes cambios en nuestra
civilización que conducen inexorablemente a su deterioro y escacez.

Ya conociendo los porcentajes mencionados el agua dulce es el recurso renovable más importante,
pero la humanidad está utilizándolo y contaminándolo más rápidamente de lo necesita para
reponerse. Efectivamente, las aglomeraciones en las grandes ciudades, la mejora en la calidad de
vida, el rápido desarrollo industrial, el incremento del turismo y la agricultura, las actividades de
ocio, entre otras acciones, hacen que este escaso porcentaje se vaya reduciendo de forma natural y
que su composición se vea notablemente alterada. Para agravar el problema, el ciclo hidrológico es
cada vez menos previsible ya que el cambio climático altera los patrones de temperatura establecidos
en todo el mundo.

De todo esto se deriva, la gran importancia de un aprovechamiento integral de las aguas dulces
disponibles y la preservación de su calidad, en condiciones óptimas, para su utilización.

FACTORES DE CONTAMINACION DE AGUAS SUPERFICIALES Y SUBTERRÁNEAS

Esta contaminación de las aguas superficiales y subterráneas (ríos, lagos, embalses, acuíferos y mar)
es producto de las actividades del hombre; éste agrega al agua sustancias ajenas a su composición,
modificando la calidad de la misma. Está contaminación tiene su origen en diversos factores como:

1) Agentes patógenos:

Bacterias, virus, protozoarios, parásitos que entran al agua proveniente de desechos orgánicos.
2) Desechos que requieren oxígeno:

Los desechos orgánicos pueden ser descompuestos por bacterias que usan oxígeno para
biodegradarlos. Si hay poblaciones grandes de estas bacterias, pueden agotar el oxígeno del agua,
matando así las formas de vida acuáticas.

3) Sustancias químicas inorgánicas:

Ácidos, compuestos de metales tóxicos (Mercurio, Plomo), envenenan el agua.

4) Los nutrientes vegetales:

Pueden ocasionar el crecimiento excesivo de plantas acuáticas que después mueren y se


descomponen, agotando el oxígeno del agua y de este modo causan la muerte de las especies marinas
(zona muerta).

5) Sustancias químicas orgánicas:

Petróleo, plástico, plaguicidas, detergentes que amenazan la vida.

6) Sedimentos o materia suspendida:

Partículas insolubles de suelo que enturbian el agua, y que son la mayor fuente de contaminación.

7) Sustancias radiactivas:

Que pueden causar defectos congénitos y cáncer.

“La contaminación de las aguas es uno de los factores más importantes que rompen la armonía
entre el hombre y su medio, no sólo de forma inmediata sino también a mediano y largo plazo; por
tanto, la prevención y lucha contra dicha contaminación constituye actualmente una necesidad de
importancia prioritaria.”

Los problemas del agua se centran tanto en la calidad como en la cantidad. La comunidad debe
conocer la importancia de la “calidad” de la misma y esa misma comunidad de encargarse de su
cuidado y preservación.

Tomemos el caso del arsénico en el agua. La muerte se cierne en forma de arsénico para unos 140
millones de personas en todo el mundo que, sin saberlo, beben agua contaminada, en mayor o menor
medida, por la presencia de arsénico.

Según un estudio presentado por la Real Sociedad Geográfica del Reino Unido se afirma que en
más de 70 países de todo el mundo, el agua destinada para el consumo humano presenta altas
concentraciones de arsénico, lo que representa enormes riesgos para la salud de la población.
De hecho, en aquellos núcleos de población en los que se ha encontrado mayores niveles de
concentración de arsénico en el agua de consumo humano, se ha podido constatar un aumento
considerable de enfermedades pulmonares, cardiovasculares y neurológicas, dermatológicas y –lo
que es más grave- diversos tipos de cáncer.

Los 10 países con el agua más contaminada del mundo (2017)

El cuerpo humano esta compuesto por agua en un porcentaje que según la edad y las condiciones
de vida de las personas puede variar entre un 65 y un 75 %, pero diariamente se pierde una cantidad
determinada de agua por medio de las excreciones naturales: la transpiración, el vapor que
expelemos al respirar, la saliva y las lágrimas.

“Hay países que arrastran desde hace años, la contaminación indiscriminada de las fuentes de
agua potable de las que se surte la población, por lo que en esos sitios la calidad de este líquido
elemento deja mucho que desear.”

Según la OMS, hay países en los que por diversas causas, este preciado líquido está tan
contaminado que puede resultar una fuente de enfermedades o intoxicación progresivas. África es
el continente más afectado por este problema.

Afganistán:
Como consecuencia de la guerra, las pocas fuentes de agua potable se encuentran contaminadas de
residuos químicos y quién sabe que otros componentes tóxicos, pues no se tienen datos certeros; lo
cierto es que conseguir agua potable en las zonas mas afectadas por los combates es algo bastante
improbable.

Chad:
Es el país africano con menor porcentaje de pobladores con acceso al agua potable; el 91 % consume
“aguas sucias”, producto de la contaminación industrial, agrícola (pesticidas), etc. y de la carencia
de saneamiento, por lo que las infecciones intestinales, los problemas cutáneos o la encefalitis,
afectan de manera endémica a gran parte de los chadianos.

Haití:
Es el país más pobre del continente americano y aun sufre las consecuencias del terremoto de 2010.
Las aguas o están contaminadas o se transforman en insalubres al pasar por el ineficiente sistema de
distribución. La isla cuenta con una población de unos diez millones de habitantes de los cuales
apenas el 40 % tiene agua potable

Menos de 50.000 hogares de su capital, Puerto Príncipe, posee instalaciones sanitarias y la mitad de
los hospitales carecen de ella. El resto de los haitianos debe recoger diariamente la cantidad que le
corresponde (que no siempre es agua pura) en los envases que puedan acarrear mujeres y niños, que
son quienes se abocan a dicha tarea.
Madagascar:
Tan solo el 11 % de los pobladores de este país insular africano tienen agua potable. El resto debe
conformarse con un líquido insalubre, contaminado por detritus industrial, parásitos y bacterias; el
insuficiente tratamiento que se le hace a las aguas produce en los malgaches enfermedades que
especialmente en los niños pueden ser mortales, como las diarreas y la esquistosomiasis

Mongolia:
Este país tiene de por sí carencias de fuentes por su ubicación, pero a ello hay que agregarle que
muchas industrias han volcado durante años los desechos y residuos, en las pocas corrientes de agua
con que cuenta la región y que por el clima frío se usa mayoritariamente el carbón para
calefaccionar, otro factor que contribuye en gran manera a la insalubridad de las aguas.

Mozambique:
La mayoría de los ríos que proveen de agua a este país africano se encuentran contaminados por
vertidos industriales y por la sobre explotación de sus recursos, por lo que no es raro que cada año
se desaten brotes de cólera por consumir aguas en mal estado; el proceso de desertización y las
inundaciones puntuales no ayudan en nada, a solucionar el grave problema de carencia de agua
potable que sufren los mozambiqueños.

Papúa Nueva Guinea:


Las aguas subterráneas se han ido contaminado de manera alarmante en los últimos 40 años debido
a la deforestación de gran parte de la isla. Las consecuencias no se han hecho esperar y más del 60
% de la población tiene problemas para conseguir agua potable, además de sufrir las consecuencias
de la tala indiscriminada de bosques, la pérdida de hábitats y con ellas las hierbas que usaban
tradicionalmente como medicina.

República Democrática del Congo:


Agobiados por la sed, los congoleños suelen hacer pozos en donde pueden para extraer el preciado
líquido que en realidad abunda, pero el problema es que el nivel de contaminación de las aguas
freáticas es tan alto, que el remedio resulta peor que la enfermedad. Los pobladores de este país
centroafricano deben andar diariamente muchos kilómetros con tal de conseguir unos pocos litros
de agua.

Tayikistán:
El uso indiscriminado de pesticidas, los cambios climáticos que afectan a las fuentes de los ríos, en
este caso el Mar de Aral que además de contaminado está desapareciendo rápidamente y la falta de
mantenimiento de las redes sanitarias, hacen que los pobladores de este país situado en medio de
Asia, especialmente en las zonas rurales, carezcan mayormente de agua potable.

Ucrania:
El 80 % del agua que se suministra a la población se distribuye mediante fuentes superficiales. La
gran mayoría de las corrientes de agua y ríos de agua dulce padecen de diferentes grados de
contaminación, que en algunas zonas resulta realmente alarmante.
AGUA CONFLICTO GEOPOLÍTICO

El agua brota como el mayor conflicto geopolítico del siglo XXI ya que se espera que en el año
2025, la demanda de este elemento tan necesario para la vida humana será un 56% superior que el
suministro.

El problema es que el agua es un recurso que se da por sentado en muchos lugares, es muy escaso
para los 1.100 millones de personas que carecen de acceso al agua potable, a las que habría que
sumar otros 2.400 millones de personas que no tienen acceso a un saneamiento adecuado.

Más de 2.2 millones de habitantes de los países subdesarrollados, la mayoría niños, mueren todos
los años de enfermedades asociadas con la falta de agua potable, saneamiento adecuado e higiene.
Además, casi la mitad de los habitantes de los países en desarrollo sufren enfermedades provocadas,
directa o indirectamente, por el consumo de agua o alimentos contaminados, o por los organismos
causantes de enfermedades que se desarrollan en el agua. Con suministros suficientes de agua
potable y saneamiento adecuado, la incidencia de algunas enfermedades y la muerte podrían
reducirse hasta un 75 por ciento.

En la mayoría de las regiones, el problema no es la falta de agua dulce potable sino, más bien, la
mala gestión y distribución de los recursos hídricos y sus métodos. La mayor parte del agua dulce
se utiliza para la agricultura, mientras que una cantidad sustancial se pierde en el proceso de riego.

Este recurso es un bien tan necesario que podría pasar a ser objeto de peleas políticas, si se lo observa
sólo como un negocio: represas, canales de irrigación, tecnologías de purificación y de
desalinización, sistemas de alcantarillado y tratamientos de aguas residuales. No debe olvidarse el
embotellamiento del agua, puesto que es un negocio que supera en ganancias a la industria
farmacéutica. El origen de esta comercialización del agua habría que buscarla en noviembre de
2001, cuando los recursos naturales al igual que la salud y la educación, empezaron a ser objeto de
negociaciones en la OMC (Organización Mundial de Comercio). La meta final es la liberalización
de los servicios públicos para el 2005. Esto que suena árido y aburrido, puede simplificarse: lo que
hasta ahora era regulado por los estados, pasará a ser mercado de libre comercio. Dentro de este
contexto, existen dos escenarios probables: La apropiación territorial: esto podría realizarse
mediante la compra de tierras con recursos naturales (agua, biodiversidad), tampoco se descarta un
conflicto militar.

Estadísticas sobre el agua a nivel mundial 2017


Algunos datos de consumo, escasez y cómo ésta ha afectado a la vida de millones de personas
durante 2017.
 844 millones de personas no tienen acceso a agua potable.
(WHO/UNICEF Joint Monitoring Programme (JMP) Report 2017)
2.300 millones de personas no tienen acceso a saneamiento (waters, toilets, retretes).
(WHO/UNICEF Joint Monitoring Programme (JMP) Report 2017)

31% de las escuelas no tienen acceso a agua potable.


(UNICEF, Advancing WASH in Schools Monitoring, 2015)

Cada minuto, un recién nacido muere por infecciones causada por falta de agua limpia.
(WHO, 2015)

 La diarrea causada por agua sucia y retretes en malas condiciones mata a un niño de menos de 5
años cada 2 minutos.
(WASHWatch.org)

Por cada dolar invertido en mejoras de agua, hay un retorno de 4$ en mejoras de productividad.
(WHO, 2012)

En el mundo, en el año 2016 y 2017 se ha mejorado el acceso a fuentes de agua potable a más de
1,5 millones de personas. 2,3 millones de personas han mejorado el acceso a retretes.
(WaterAid international, 2017)

CONTAMINACIÓN DEL AGUA EN BOLIVIA


INE: 40% del agua rural está afectada por contaminación
El Instituto Nacional de Estadística (INE) informó, con datos recogidos en el Censo Agropecuario,
que un 39,9% del agua que abastece a las comunidades rurales del país está afectada por
contaminación. Según el INE esta contaminación se registra más en los departamentos de Tarija,
Chuquisaca y Pando; y en menores proporciones en Potosí, Oruro y Santa Cruz.
En las áreas rurales la contaminación de las aguas obedece a varios factores, entre los que destacan
la basura doméstica, que afecta en un 80%, y las aguas servidas, que participa con un 25% la
contaminación.

Pando es el departamento más afectado por la basura doméstica con un 89,7%, y la región menos
afectada es Santa Cruz con 64,6%.

La contaminación por aguas servidas afecta en primer lugar a Tarija con 35%; la menos contaminada
es Santa Cruz con 18,2%.

Productos químicos
La contaminación del agua por productos agroquímicos tiene alta incidencia en los departamentos
de Santa Cruz (63,4%), Cochabamba (60,9%) y Tarija (56,7%).

Los relaves de la minería son otro factor de contaminación de agua en las comunidades. Los
departamentos de Oruro y Potosí son los que tienen los mayores indicadores con 54% y 51,9%,
respectivamente.

Los desechos industriales constituyen mayor impacto en Tarija con 29,7%, seguido por Chuquisaca
con 18,9% y Potosí con 17,7%.
Uso y conservación del agua: Un recurso hídrico que debemos proteger
Fuente de vida
En algunas partes del mundo, el agua constituye la principal fuente de energía, mientras que en otras
se desaprovecha casi totalmente su potencial energético. También resulta indispensable para la
agricultura y forma parte de numerosos procesos industriales y, en muchos países, supone el
principal medio de transporte.

Según el Informe de las Naciones Unidas sobre el desarrollo de los recursos hídricos en el mundo,
en el 2050, al menos una de cada cuatro personas vivirá en un país con escasez crónica o recurrente
de agua.
El estado Lara se caracteriza por ser un territorio semiárido, sin embargo, posee tres grandes cuencas
de agua, de las cuales una de las más importantes es el Río Tocuyo, conocido también como “El
Nilo de la región centroccidental”, pues tiene un recorrido que abarca a tres estados. Es el más
utilizado para el riego en todo el país y recibe la mayor cantidad de sedimentos por el mal uso de la
tierra.

“Es una de las fuentes hídricas más importantes del estado, sobre todo con una serie de proyectos
en puerta como lo es el Sistema Hidráulico Yacambú – Quíbor.

Es el aportante de más del 60% del agua para Barquisimeto, Quíbor y El Tocuyo, un acueducto que
recibe 3 mil 800 litros por segundo que son enviados a la ciudad, pero la pérdida es incalculale
debido a la rotura de tuberías y robos, perdiendo más del 40% en el camino”, indicó el ingeniero
forestal Miyel Rodríguez.

Lamentablemente, es un río que está en peligro por la gran sobreexplotación, mientras que las
acciones para su conservación, reforestación de sus cuencas altas y tratamiento de los suelos, son
prácticamente nulas.

Consumo responsable
Los desafíos relacionados con el agua aumentarán significativamente en los próximos años. El
continuo crecimiento de la población y el incremento de los ingresos conllevarán un enorme
aumento del consumo de agua y de la generación de residuos.

La población de las ciudades crece de forma alarmante, lo que genera un aumento de la demanda
muy por encima de las capacidades de los servicios y de la infraestructura de abastecimiento y
saneamiento de agua, ya hoy en día insuficientes.

Los principales cuatro embalses del estado Lara que aportan agua para el consumo humano y la
agricultura son Atarigua, Los Quediches, Papelón y Dos Cerritos, este último, en la actualidad,
posee 30 mil toneladas métricas de sedimentos y necesita urgente mantenimiento.

La importancia de la cooperación en materia de agua se basa en el hecho de que es un tema


transversal que requiere atención en todos los niveles y sectores. La cooperación en materia de agua
es la piedra angular y así garantizar la seguridad hídrica y un futuro sostenible.

“El Ministerio del Ambiente ha llevado programas de sensibilización de las cuencas con diversas
instituciones locales como Indalara, pero muchas veces es difícil conservar las plantaciones de
recuperación de 40 hectáreas que desaparecen en segundos a causa de un incendio forestal”, destacó
Rodríguez.

El trabajo en conjunto, no sólo de las instituciones como el Ministerio del Ambiente, Indalara,
Inparques, sino también como Hidrolara y demás empresas en el estado Lara que utilizan el recurso
hídrico, son fundamentales para que se logre la conservación de las cuencas y así mantener esta
fuente de vida.

“Se debe establecer mucha coordinación y comunicación con los entes públicos para evitar
programas que perjudiquen el manejo integral de las cuencas.

Las comunidades forman parte integral de estas estrategias, con actividades que les permitan ser
protagonistas de la conservación y sean monitores de estas áreas sin depender del Estado”.

En las cuencas altas uno de los principales problemas es la erosión, mientras que en las medias, es
el mal manejo de las tierras y en las bajas las inundaciones; los especialistas recomiendan invertir
la mayor cantidad de recursos posibles en las partes altas para evitar una cantidad de dinero
desperdiciado y problemas socioeconómicos aguas abajo.

Otro de los proyectos que va de la mano con la recuperación de las cuencas es la agroecología,
manifestó la ingeniero agrónomo Carelia Hidalgo.

“Cuando queremos establecer cultivos realmente conservacionistas en las zonas de cuencas,


necesitamos aplicar técnicas agroecológicas, con conservación de los suelos y las aguas de zonas
altas. Debemos ser coherentes entre las políticas agrícolas, dejando a un lado los paquetes
tradicionales tan agresivos contra zonas tan frágiles como las cuencas hidrográficas”.

Soluciones a la contaminación del agua

Estas son algunas posibles soluciones para el problema de la contaminación del agua:
1)Plantar árboles en las orillas de los ríos o lagos.
Un río por regla general debe tener en ambos lados una franja considerable de bosque nativo para
evitar la erosión y así conservar su profundidad natural. Asimismo, en las orillas de los ríos los
árboles cumplen con la importante misión de conservar el agua, la flora y la fauna que conforman
los ecosistemas naturales.
2) Uso adecuado de los productos por parte de las industrias.
La prevención de la contaminación incluye prácticas que reducen el uso de materiales peligrosos
para así proteger los recursos naturales. A su vez, otra medida preventiva sería el cambio del
producto incluyendo modificaciones en la composición para reducir el volumen y la toxicidad de
los residuos durante el ciclo de vida de estos. De esta manera cuidamos y protegemos a los
ecosistemas y al medioambiente en general.
3) Usar la bicicleta
La mejor manera de reducir la contaminación del agua es disminuyendo el uso de combustibles
fósiles y la mejor manera es hacerlo en bicicleta. A su vez, es una medida que beneficia a nuestra
economía porque reducimos los costos asociados a combustible, estacionamiento y el movernos
en bicicleta resulta entre 50 a 100 veces más barato que movernos en un automóvil.
4) Reducción del uso de los productos químicos en las plantaciones
Para reemplazar el uso de productos dañinos para el medioambiente existen diversos productos de
origen biológico que contribuyen al control de las plagas de manera eficaz y sana, como por
ejemplo: los bioestimulantes, biopesticidas y bioelicitores.
Los primeros son sustancias de origen biológico que promueven el desarrollo de las planta y mejoran
su metabolismo. Esto último hace que las plantas sean más resistentes ante condiciones adversas,
como sequías o las plagas. Los segundos son empleados principalmente para el control de plagas en
agricultura. La bacteria del biopesticida provoca una enfermedad en los insectos y destaca por
apenas tener efectos en otros organismos y por ser respetuoso con el medioambiente. Los últimos
estimulan el metabolismo secundario de las plantas y está íntimamente relacionado con la protección
del cultivo y la productividad.

5) Controlar los vertidos


Para que la contaminación del agua se reduzca, debe haber una clara y concisa formación
profesional para los operarios encargados de las líneas productivas de las industrias. Un primer
paso sería establecer y dar a conocer procedimientos escritos que describan, en función del
producto vertido, las acciones a llevar a cabo, el orden en que se han de realizar y los materiales a
utilizar. Además de disponer en las zonas de almacenamiento de un sistema de recogida de aguas
residuales independiente del sistema general, e instalar contadores de consumo de aguas.
Un segundo paso sería recircular el agua de los circuitos de refrigeración, previo enfriamiento, en
torres de refrigeración o intercambiadores de calor. A su vez, separar las aguas residuales que
contengan contaminantes tóxicos y/u orgánicos de aquellas aguas no contaminadas.

Un tercer paso sería realizar inspecciones de la red hidráulica y colectores y establecer planes de
mantenimiento y desinfección de las instalaciones y equipos. Asimismo, establecer un sistema de
recogida de lixiviados que impida el vertido incontrolado de los mismos hasta suelos desprotegidos.

Un último paso sería introducir bandejas, canaletas para la recogida de derrames y goteos en las
bocas de los tanques de trasiego y la línea de envasado. Además, recoger los goteos de lubricante
de cadenas y almacenar las tierras gastadas separadamente del resto de residuos orgánicos generados
durante la vendimia.

A modo de conclusión, debemos plantearnos en qué planeta queremos vivir: poniéndole atención a
las especies que están en peligro de extinción y utilizando la tecnología para hacer el bien y salvar
al medio ambiente. Démosle importancia a este tipo de actividades que benefician a todos los seres
que habitamos este bello planeta. Aportando nuestra cuota de solidaridad con el ecosistema podemos
ser parte de la solución y así podremos ver los resultados a largo plazo

PROBLEMAS AMIENTALES DEL AGUA EN BOLIVIA Y EL MUNDO


EL AGUA ES EL PROBLEMA AMBIENTAL MÁS GRANDE DEL MUNDO
PROBLEMA MUNDIAL
Especialmente con el cambio climático actual, el cual repercute en la climatología existente en
algunas zonas, haciendo más extremos algunos eventos climáticos como la sequía. Desde
tiempos inmemoriales, el agua ha sido siempre el recurso principal para determinar los
asentamientos, la producción de alimentos, el comercio o, incluso, las guerras.

El cambio climático repercute en la climatología existente en algunas zonas, haciendo más


extremos eventos como la sequía Sin una fuente fiable de agua dulce, hasta el imperio más
poderoso puede caer, como ocurrió con los mayas, allá por el año 800 después d.C. Mucho
más reciente es la lucha por el control de la presa de Tabqa, una obra de ingeniería
hidráulica construida en el río Éufrates, y que constituye la mayor presa de Siria. Su
construcción condujo a la formación del lago Asad, la mayor reserva de agua dulce del país,
por lo que su control, el pasado año, supuso un duro golpe para las fuerzas del
autodenominado estado islámico.

Estos son solo unos poquísimos de los cientos de conflictos, actuales y ancestrales, recogidos por
la cronología de conflictos hídricos, del Pacific Institute. Un proyecto en el que se puede apreciar
como este recurso ha cambiado, y sigue cambiando, el curso de la historia de forma dramática.

Otro factor crucial es el cambio climático. Ligado a este existe un incremento en la crudeza de
los eventos extremos. Un ejemplo concreto lo podemos ver con las lluvias, que serán más violentas
y repentinas. Eso se traduce en una pérdida hídrica ya que es más difícil que se filtre y rellene los
acuíferos, y se pierde en el mar junto a un montón de sedimentos que arrastra en su marcha (y que
incrementan la pérdida hídrica a la larga).

La desertificación también se incrementará en las zonas extremadamente secas, donde


se incrementará la tasa de evaporación y los frentes cálidos que alejarán las precipitaciones. Toda
esta combinación de factores ecológicos y humanos pintan un cuadro complejo en el cual los
trazos apuntan a un mismo desenlace: cada vez habrá menos agua potable disponible. Y esto nos
lleva al verdadero problema del que hablábamos al principio: la gestión.

El reciente retorno en la agenda nacional de los problemas sobre aguas con el Silala, Lauca,
desecación del Poopó, contaminación del Titicaca y sequías en varias partes del país me llevaron a
preguntarme si este es solo un problema nacional o es algo de mayor cobertura geográfica.

Parecería ser que el agua es un recurso que se da como de fácil disponibilidad en muchos lugares,
pero es muy escaso para los 1.100 millones de personas que carecen de acceso al agua potable, a las
que habría que sumar otros 2.400 millones de personas que no tienen acceso a un saneamiento
adecuado.

Según apunta la OMS, millones de habitantes de los países subdesarrollados, la mayoría niños,
mueren todos los años de enfermedades asociadas con la falta de agua potable, saneamiento
adecuado e higiene. Además, casi la mitad de los habitantes de los países en desarrollo sufren
enfermedades provocadas, directa o indirectamente, por el consumo de agua o alimentos
contaminados, o por los organismos causantes de enfermedades que se desarrollan en el agua. Con
suministros suficientes de agua potable y saneamiento adecuado, la incidencia de algunas
enfermedades y la muerte podrían reducirse hasta un 75%.

Este recurso es un bien tan necesario que podría pasar a ser objeto de peleas políticas, si se lo observa
sólo como un negocio: represas, canales de irrigación, tecnologías de purificación y de
desalinización, sistemas de alcantarillado y tratamientos de aguas residuales. No debe olvidarse el
embotellamiento del agua, puesto que es un negocio que supera en ganancias a la industria
farmacéutica.

La apropiación internacional de los recursos hídricos del planeta se estaría dando de dos maneras:
La apropiación territorial: esto podría realizarse mediante la compra de tierras con recursos naturales
(agua, biodiversidad), tampoco se desestima un conflicto militar. Esta última hipótesis, se produjo
con la guerra (Marzo 2003) y la apropiación de las grandes petroleras estadounidenses de los
recursos iraquíes. No se desestima que con esa guerra hayan querido controlar los recursos hídricos
de los ríos Éufrates y Tigris... ríos caudalosos en una de las zonas más áridas del planeta.

La privatización del agua: En los últimos tiempos, las grandes corporaciones han pasado a controlar
el agua en gran parte del planeta y se especula que en los próximos años, unas pocas empresas
privadas poseerán el control monopólico de casi el 75% de este recurso vital para la vida en el
planeta.

El alcance del problema del agua no sólo apunta al bolsillo de cualquier consumidor, sino que es
una estocada al estómago del fundamentalismo de mercado imperante en la aldea global, por lo cual
todo tiene precio y con mayor razón lo que es escaso.

AGUA EN EL PAÍS

En mi columna de la semana pasada me referí al problema mundial del agua. En esta y


probablemente le seguirán dos más tocaré la importancia de analizar nuestra disponibilidad de agua
dulce y los problemas en materia de aprovechamiento interno, así como los problemas que tenemos
sobre las aguas transfronterizas. Usaré dos fuentes principales de información: el valioso texto de
Ismael Montes de Oca, su “Enciclopedia Geográfica de Bolivia”, Editora Atenea (2005) y un
trabajo, con amplia difusión internacional de Fernando Urquidi Barrau, Ph. D., Academia Nacional
de Ciencias de Bolivia,

“Un punto de vista estratégico sobre la problemática de las aguas transfronterizas”.

Como señala Montes de Oca: “Bolivia es un país que cuenta con inmensos recursos hídricos, tanto
superficiales como subterráneos, que han sido aprovechados en una escala muy pequeña. Los
recursos hídricos superficiales de una determinada región provienen directa o indirectamente de la
precipitación pluvial caída en su cuenca de alimentación que da lugar a ríos, lagunas, lagos y
manantiales.
La Subcuenca amazónica, con más de 700.000 km2, significa el 65,7%; la Del Plata, con 226.000
kms2, constituye el 20,5%; y la subcuenca altiplánica con algo más 154.000 kms.2, el 13,8%. De
lejos la cuenca amazónica es la más grande.

Como destaca Urquidi: “Situada en la posición 20 entre los países con mayor disponibilidad de agua
en el mundo, Bolivia tiene una gran disponibilidad de agua dulce. Asimismo, Bolivia es en América
Latina uno de los países de mayor oferta de agua dulce por habitante, aproximadamente 50,000 m3/
hab./año. Sin embargo, su potencial hídrico en sus cuatro macrocuencas, tanto superficial como
subterránea, no ha sido completamente determinado ni explorado. La distribución espacial y
temporal de este importante recurso no es homogénea en todo el territorio nacional. Existen zonas
donde se halla una mayor disponibilidad de agua, con altas precipitaciones anuales, pero en casi la
mitad del territorio este recurso es escaso y existe un déficit hídrico.”

Frente a este cuadro, conviene recordar la frase admonitoria de Alfonso Gumucio Reyes: en el futuro
los “ríos no llegarán al mar”, señalando algunos ejemplos en África y Asia, de ríos que son
aprovechados en su totalidad tanto para consumo humano como para riego, generando problemas
internacionales.

En el caso boliviano, al tener una extensa frontera acuática, los cuestionamientos sobre el derecho
y uso del agua contigua y compartida son inevitables y dan lugar a una problemática de agua
transfronteriza que requiere una permanente gestión y vigilancia para que exista una pronta solución
a cualquier controversia o litigio, tal como los casos del Silala, el Lauca, el Mauri y con seguridad
se generarán algunos problemas si Bolivia no está atenta a sus convenios con Brasil, en torno al uso
que se ha iniciado ya de las aguas del río Madera, en la frontera norte de nuestro país.

Adicionalmente, cada año el país es azotado por sequías, granizos, inundaciones y otros fenómenos
climáticos que en muchos casos son impredecibles y agravados por fenómenos como El Niño y La
Niña, lo cual genera problemas de escasez a las poblaciones de la parte andina del país.

Pero, pese a la abundancia de los recursos hídricos de agua dulce, algunas ciudades y poblaciones
rurales del país son afectados por la escasez, debido a la carencia de políticas departamentales o
municipales que no realizan las inversiones necesarias para atender tales necesidades. Una muestra
es el reciente pronunciamiento del señor Vicepresidente de la República, sorprendido por la mala
dotación de agua a la capital tarijeña, pese a que este Departamento dispuso en los pasados 8 años
de cuantiosos recursos financieros, al ser uno de los principales exportadores de gas y, por tanto,
dispuso de importantes transferencias de dinero al Departamento. Ver mapa 1.

PROBLEMAS POR EL AGUA

Los problemas que se han confrontado en un periodo bastante reciente y que ameritan reflexionar
seriamente en torno al manejo de estos recursos.

Al problema del Silala, que ha vuelto a ser puesto como un tema nacional que no debe descuidarse
en la relación con Chile, siguen pendientes los problemas del Lauca (en aimara: lawq’a, ‘pasto
acuático’) es un río binacional que se origina en el altiplano andino chileno de la Región de Arica y
Parinacota y, luego de cruzar la cordillera de los Andes, desemboca en el lago Coipasa, en Bolivia,
que ha sido totalmente desviado hacia Chile - y el Mauri desviado al valle de Azapa (Chile) . A ello
hay que añadir la virtual desaparición del lago Poopó que se ha dado en la presente estación de
lluvias, lo cual significa la muerte o la migración de las poblaciones que dependían de este recurso
natural y además muy importante para el sistema ecológico del altiplano. A ello, se añaden las
denuncias sobre la creciente contaminación del Titicaca, que afectan la calidad de sus aguas y su
importancia como un atractivo natural vinculado al turismo.

En el departamento de Tarija un problema reciente es el de las lagunas de Tajzara. Según el Servicio


Nacional de Áreas Protegidas “de las cinco lagunas que existen entre la comunidad de Pujzara,
Tajzara y Copacabana, las tres más pequeñas: Patanca, Pasajes y Yesal, que suelen secarse cada
año, pero las principales Laguna Grande y Laguna Brava habrían disminuido su caudal en un 50%,
causando seria preocupación a las comunidades vecinas”.

En Cochabamba, el problema reciente de virtual desecación del embalse de la Angostura, lo que


obligó a cerrar las compuertas de la presa, dejando sin agua para el riego al valle central, es una
seria catástrofe para los pequeños agricultores que abastecen a la capital de este Departamento.

A lo anterior hay que añadir un pequeño pero significativo problema para la ciudad de Cochabamba,
la contaminación de ese pequeño reservorio de agua, la laguna Alalay, que dio lugar a la muerte
peces y aves, como una muestra del mal manejo que se hace o no de nuestros recursos hídricos.

Pese a todos estos problemas, resulta sorprendente que ese proyecto clave para el Departamento,
Misicuni, no se concluya hasta el momento, habiendo ya transcurrido diez años desde que se ejecutó
el túnel del trasvase de aguas. Los agricultores, la ciudad y el sistema de provisión de energía
requieren la conclusión de esta obra.

La ciudad de La Paz, si bien este año, según informaron las autoridades del área, no tendrá
problemas de abastecimiento de aguas, porque sus embalses para este propósito, a mediados de
marzo se encontraban llenos, sin duda, se halla seriamente amenazada para el futuro, debido al
deshielo de sus glaciares, cuya mejor muestra de esta amenaza es la desaparición del nevado
Chacaltaya. Y muy próximo a su desaparición está el Tuni Condoriri. Sobre este particular, el Grupo
de Trabajo “Cambio Climático y Justicia” señala que desde los años 70 han desaparecido el 30% de
los glaciares, lo cual ha provocado que las provisiones de agua también se reduzcan en un 12%. Por
ello, son necesarias medidas para evitar desabastecimiento a futuro en el principal centro urbano del
país.

Todo lo anterior amerita una clara reflexión y la necesidad de coordinación entre numerosos actores
para encarar medidas de política de corto y mediano plazo.

AGUAS TRANSFRONTERIZAS

Retornando al tema aguas, me referiré al tema señalado con el título de esta columna. Según nos
informa Urquidi: “Bolivia es simultáneamente un país de aguas arriba y de aguas abajo. Como país
aguas arriba, sus aguas escurren hacia los países vecinos a través de las macrocuencas del río
Amazonas (Brasil), del Río de la Plata (Argentina y Paraguay) y del Océano Pacífico (Chile).
También recibe aguas abajo en la macrocuenca del Altiplano o endorreica, específicamente en el
lago Titicaca (Perú) y los ríos Mauri (Maure en Perú) y Lauca (Chile), y en la macrocuenca
amazónica, a través del río Madre de Dios (Perú). Por eso, lo que se decida sobre aguas arriba tendrá
una incidencia directa en el momento que se negocie aguas abajo. Además, el continuo incremento
de la demanda del recurso hídrico, especialmente en la industria minera, la agricultura e
hidroenergética de los países vecinos, está causando conflictos hídricos transfronterizos.”

Pese a tener varios convenios internacionales firmados sobre esta materia Sin embargo, “Bolivia no
es signataria de las dos convenciones más importantes sobre aguas superficiales y sobre aguas
subterráneas existentes. La primera, la Convención de Naciones Unidas sobre el Derecho de los
Usos de los Cursos de Agua Internacionales para Fines Distintos a la Navegación (1977), que no ha
sido suscrita por Bolivia y, la segunda, la Convención sobre Acuíferos Transfronterizos, que
continúa en discusión y no ha sido aún aprobada ni implementada.”

Algunos de los problemas principales que el país enfrenta: Caso río Madera. Durante los años 2001
y 2002, con licencia del Gobierno del Brasil, las empresas brasileñas Furnas Centrais Eléctricas SA
y la Constructora Noberto Odebrecht SA realizaron un estudio del inventario hidroeléctrico del río
Madera, en territorio boliviano, y del río Madeira, en territorio brasileño, y determinaron la
ubicación de cuatro plantas hidroeléctricas.

Personalmente, en mi condición de Superintendente General del SIRENARE, estuve involucrado


en el debate sobre el tema de los estudios y construcción de las dos presas en territorio boliviano.
Después de varios meses de análisis y discusión entre ambos países, un Comité Interministerial
(Relaciones Exteriores, Defensa, Recursos Naturales), presidido por el Ministro de Obras Públicas
de ese entonces, don Mario Moreno Viruez, se decidió postergar los estudios en la parte boliviana
y mediante el D.S. 28389, de 6 de Octubre del 2005, se encomendó a ENDE realizar el estudio
hidroeléctrico del río Mamoré – Madera y del río Beni, los cuales deberían concluirse en un plazo
de doce meses y el art. 8 disponía “en tanto el Estado desarrolle y concluya los estudios en cuenca
del río Mamoré-Madera y del río Beni, se suspende el tratamiento de solicitud y consiguiente
otorgamiento de licencias, licencias provisionales y concesiones sobre esta cuenca”.

Lamentablemente, el plazo no se cumplió. Posteriormente, bajo la actual administración


gubernamental, el proyecto que contemplaba dos presas en Bolivia fue sustituido por el proyecto
Cachuela Esperanza. Según informe preparado por Juan Carlos Guzmán, de la Plataforma
Energética – CEDLA, el estudio encargado por ENDE a la consultora canadiense TECSULT, por
8,2 millones de US$, que incluía varios componentes, entre ellos incluía el estudio de factibilidad y
diseño final del proyecto hidroeléctrico Cachuela Esperanza, de 800 MW, que debería estar
concluido en 18 meses.

El estudio en la parte de factibilidad económica determinó un costo de US$ 2.000 millones; sin
incluir la red de transmisión, generaría electricidad a un costo superior al costo actual en el Sistema
Interconectado de Bolivia.
Posteriormente, se rescindió el contrato con Tecsult y se firmó una “carta de intenciones” con la
Corporación Nacional China SINOHYDRO.

CUENCA DEL PLATA

Prosiguiendo con el tema de los recursos hídricos del país, cabe señalar que debido a la irregular
distribución de las precipitaciones pluviales, y en función de la magnitud de las cuencas receptoras,
se puede indicar que la macrocuenca del Amazonas tiene la mayor disponibilidad de aguas
superficiales, y la macrocuenca del océano Pacífico la menor. Se estima que por la macrocuenca del
Amazonas fluyen 180,000 millones de metros cúbicos al año (Mm3/año), por la macrocuenca del
Plata 22,000 Mm3/año (Datos Montes de Oca y Jorge Urquidi).

La macrocuenca del Plata, que es compartida por Brasil, Bolivia, Argentina y Uruguay, y en nuestro
territorio cubre los departamentos de Potosí, Oruro, Chuquisaca y Tarija, tiene enorme importancia
para los departamentos de Chuquisaca y Tarija y los problemas transfronterizos requieren especial
atención.

Particularmente, interesa destacar la importancia de la cuenca del Pilcomayo la que, según datos del
Ing. Antonio Bazoberry, su caudal es de 6000 millones de m3/año, lo cual permitiría satisfacer la
demanda para riego de mínimo 320.000 Has. En tanto que la subcuenca del Pilcomayo es de 23.210
Kms2 aporta con 2000 millones dem3/año, y se calcula que pueden producir aproximadamente
2.300.000 Kw. de energía hidroeléctrica.

Entre los años 1975 -77 se llevó a cabo un estudio para el “Desarrollo de una Cuenca Hidrográfica
Multinacional - Plan para el Uso Múltiple del Pilcomayo (Argentina, Bolivia, Paraguay), el cual fue
financiado por el BID”.

“El estudio de la Cuenca del Río Pilcomayo se llevó a cabo para encontrar formas de regular y
desarrollar el río Pilcomayo y su cuenca trinacional de 272 000 km2. El DDR ayudó al Instituto
Nacional de Ciencia y Técnica Hídricas (INCyTH) de Argentina, a la Subsecretaría de Asuntos
Económicos del Ministerio de Relaciones Exteriores del Paraguay, y al Ministerio de Transporte,
Comunicación es y Aeronáutica Civil de Bolivia a preparar propuestas por un total de 1 070 millones
de dólares en inversiones para generación hidroeléctrica. Además de ocho presas, el equipo de
estudio también propuso proyectos de riego, planes de desarrollo agrícola y programas de desarrollo
ganadero. Los tres gobiernos solicitaron el estudio de seguimiento (1979-80) de un área tripartita
más pequeña dentro de la cuenca, en el que se propuso la inversión adicional de 380 millones de
dólares.” (Fuente: Informe BID).

Como señala una parte del informe: “En el diseño de un estudio tan ambicioso, deben considerarse
factores de tipo político, económico, físico e institucional...”

Como señala otra parte del informe: “También debieron tomarse en cuenta los acuerdos existentes
que reglamentan el uso del agua en las cuencas del Pilcomayo y del río de la Plata. Existían acuerdos
de este tipo entre Argentina y Bolivia (1971) y entre Argentina y Paraguay (1958,1967 y 1971),
pero no entre Bolivia y Paraguay.”
En junio del 2013 el periódico El Deber informaba: “el otrora caudaloso rio Pilcomayo ahora
agoniza. Cada año se secan 5 km y la pesca se redujo un 92% en la última década. Desaparece el
sabroso sábalo, 12.000 indígenas sufren y empiezan a talar los bosques del Chaco boliviano”.

Una expedición de investigadores que realizó el recorrido concluye: “El Pilcomayo, al pertenecer a
tres países y a varios municipios, no ha encontrado un plan estratégico para que curen sus heridas y
luchen por su supervivencia. Lo que se hizo, hasta ahora, fueron programas aislados, esfuerzos
separados, pese a que existe una Comisión Trinacional de la que las cancillerías de las tres naciones
forman parte.”

Claramente, en el transcurso de los últimos 35 años, después de ese importante acuerdo y proyecto,
algo no funcionó bien y se desató una catástrofe ecológica, con enorme daño a miles de personas,
particularmente indígenas que ahora perecen o migran por falta de alimentos.

CUENCA ENDORREICA

Continuando con la revisión de la disponibilidad de agua dulce en nuestro territorio, ahora veremos
la disponibilidad de la misma en la cuenca altiplánica o endorreica. El sudoeste del país es la región
más seca, con menos de 100 mm de lluvia al año (mm/año). El Altiplano Boliviano es seco, con una
precipitación entre 100 y 350 mm/año (Urquidi).

El altiplano tiene cinco subcuencas: Titicaca, Desaguadero, Poopó, Coipasa, Uyuni que constituyen
el 13,8% del total de superficie de las cuencas hidrográficas del país (Montes de Oca). Es una cuenca
cerrada, porque sus aguas se insumen en el Altiplano y no drenan fuera de él.

Los mayores asentamientos humanos y sus actividades productivas están concentrados en las
regiones de menor precipitación pluvial del país, lo que, paradójicamente, genera escasez crónica
de agua en varias áreas, problema que es agravado por la falta de obras de regulación plurianual. La
cabecera de las cuatro macrocuencas del país está en la región occidental o andina (38% del territorio
nacional), donde llueve menos y donde vive alrededor de 70% de la población nacional.

Debido a este contraste, entre menores precipitaciones en la parte altiplánica y siendo la zona con
mayor densidad poblacional, se constituye en una región que requiere la mayor atención posible en
la política nacional. A lo anterior hay que añadir los problemas por el uso de aguas con nuestros
vecinos, ya que desde hace algunos años se vienen confrontando incidentes internacionales.

El caso más notorio en este momento es el anuncio de Chile de que presentará una demanda ante la
Corte Internacional de la Haya, por el uso de las aguas del Silala, ya que considera que tiene
derechos adquiridos, mientras que nuestro país alega de que se trata de aguas que, por ser
manantiales nacidos en nuestro territorio, son aguas que le pertenecen enteramente a nuestro país.
La mesa está servida para un incidente que puede tener connotaciones imprevisibles. (Ver EL
DIARIO, junio 7/016).

Conviene recordar que Bolivia se ubica en las partes altas o cabeceras de las macrocuencas y los
países vecinos en las partes medias y bajas. En ese marco,
se ha avanzado en procesos de gestión compartida de los recursos hídricos, y el ejemplo más
relevante es la cuenca transfronteriza binacional del lago Titicaca, donde se ha avanzado más
“jurídicamente” en este concepto. Las aguas de la cuenca del lago Titicaca están bajo el régimen de
condominio, es decir, que cualquier acción en la cuenca por parte de Bolivia o del Perú debe ser
consultada y acordada entre ambos países.

Otro caso en esta cuenca es la problemática del río Mauri (Maure) se conformó entre Bolivia y Perú
la Comisión Binacional del Río Mauri, con bases operativas en La Paz y Tacna. Se considera a la
Comisión como parte del Acuerdo del Lago Titicaca (ALT).

Otro problema es el de las aguas del río Lauca río binacional que se origina en el altiplano andino
chileno de la Región de Arica y Parinacota y, luego de cruzar la cordillera de los Andes, desemboca
en el lago Coipasa, en Bolivia.

En esta cuenca también debe tenerse muy en cuenta el lago Poopó, que, tal como se ha difundido
ampliamente el 2016, virtualmente se ha desecado, lo cual implica graves problemas ambientales y
económicos para el altiplano central. Este caso merece la mayor atención posible, ya que debe
tenerse presente que en el pasado, tal como relata Montes de Oca, existieron lagos mucho más
grandes que los actuales. Conocidos con los nombres de Mataro, Cabana, Ballivián, Minchin y
Tauca. El Lago Ballivián habría sido el predecesor del lago Titicaca y ocupaba por lo menos unos
15.000 kms2.

En próximo artículo intentaré un resumen de líneas de política que deberían encararse con suma
urgencia, recordando el principio de que el agua es vida.

POLÍTICAS

Sobre el tema recursos hídricos, la serie de artículos que han precedido al presente han tocado, de
una manera muy sintética, dada la amplitud del tema, aspectos relativos a la importancia del agua
en el mundo, la disponibilidad global en nuestro país (50.000 m3/hab./año), aunque con caudales
muy distintos en las distintas cuencas, los problemas de orden interno en el uso de este recurso, los
de las aguas transfronterizas, disponibilidad y problemas en la cuenca del Plata y el último, sobre la
cuenca altiplánica.

Claramente se observa que cada una de las tres grandes cuencas del país confronta serios problemas,
por los problemas de sequía que se han dado el presente año y problemas en torno a las aguas
transfronterizas, algunos de los cuales tienen problemas pendientes por varias décadas.

Ambos tipos de problemas requieren soluciones de orden técnico, otros de carácter legal, que deben
encararse con una adecuada coordinación política y de carácter técnico institucional.

Para comenzar parecería que nuestra legislación sobre esta materia tiene muy larga data y merece
actualizarse. Está vigente la Ley de Aguas, de 26 de octubre de 1906.
Sobre este particular, en la Cámara de Diputados se ha presentado el proyecto de ley, “Ley marco
de aguas y recursos hídricos”, propuesto en septiembre del 2012.

Este Proyecto luego de un análisis muy completo sobre esta materia propone “Corresponde al
Ministerio de Medio Ambiente y Agua, junto a la Autoridad de Agua Potable y Saneamiento Básico,
la responsabilidad de la conducción y dirección sectorial de los recursos hídricos, cuyo marco
orgánico es el siguiente: 1) Ministerio de Medio Ambiente y Agua; 2) Autoridad de Agua Potable
y Saneamiento Básico; 3) Consejo de Recursos Hídricos de Bolivia.

El Consejo de Recursos Hídricos de Bolivia (COREHB), sería un órgano consultivo, deliberativo y


de asesoría para proponer y concertar políticas seguimiento y control social a la gestión del sector
hídrico.

El Consejo de Recursos Hídricos de Bolivia (COREHB) estará integrado por los miembros a)
Ministro de medio Ambiente y Agua, b) Ministro de Desarrollo Económico o su Representante, c)
Ministro de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Rural o su Representante, d) Delegado de Fedecaas
Y e) Delegado de los REGANTES.”

El artículo 21 (Objeto y contenido de los planes del recurso agua).- propone que “Todo el manejo
de los recursos hídricos del territorio serían realizados mediante la definición de los ámbitos de
cuencas, en las Secretarias de Cuenca de ríos fronterizos y transfronterizos de gestión compartida,
el Gobierno Central deberá incluir un representante del Ministerio de Relaciones Exteriores.”

A su vez el artículo 68 (Creación del catastro de agua) propone: “El Ministerio de Medio Ambiente
y Agua, creará un Catastro General de Obras y Recursos Hídricos, superficiales y subterráneos, en
el que se señalarán, la ubicación, condición geológicas y físicas de cursos de agua, lagos, lagunas,
acuíferos, pozos, vertientes y demás fuentes de agua, haciendo además la vinculación a sus
dimensiones económicas, sociales y legales”.

La propuesta anterior aunque bastante completo, parecería poner énfasis en el aprovechamiento del
agua para fines de riego y agua potable, siendo así que el potencial hidroenergético es muy
importante y debería ser parte sustancial en torno a la política a encarar en el futuro inmediato.

En la próxima entrega me referiré a los logros específicos en los últimos años y la necesidad de
disponer de un plan financiero, con un esquema como el que tiene México una cartera de proyectos
que permanentemente se encuentran en estudios de prefactibilidad, factibilidad, diseño final y
ejecución de obras. Esto permitiría ir avanzando para tener un mejor aprovechamiento y el
establecimiento de embalses que aseguren nuestra disponibilidad de agua en el futuro.

PROYECTOS EN CURSO

Para el desarrollo de nuestros cuantiosos recursos hídricos, con miras a un aprovechamiento


sostenido y para cuidar el futuro, convendría crear una Autoridad Nacional de Manejo, que articule
las acciones de los ámbitos nacional, departamental y municipal. Este mecanismo debería establecer
un Fondo de Financiamiento que, de igual manera, diseñe y administre un sistema de co-
financiamiento con metas de corto, mediano y largo plazo. A continuación algunas referencias a los
principales proyectos en curso.

Entre las primeras medidas el D. S. Nº 289 de 9 de septiembre de 2009, transfiere a título gratuito
las acciones de las empresas eléctricas Corani S.A., Valle Hermoso S.A. y Guaracahi S.A., a favor
ENDE, importe que actualmente forma parte del patrimonio de la empresa.

En fecha 25 de Noviembre de 2009, mediante Decreto Supremo Nº 365, se autoriza al Ministro de


Planificación del Desarrollo a suscribir con el Banco Interamericano de Desarrollo – BID, en
nombre y representación del Estado Plurinacional de Bolivia, el Contrato de Préstamo. El mismo
fue suscrito en fecha 27 de Noviembre de 2009. El proyecto consiste en el aprovechamiento de los
recursos hídricos, para asegurar el abastecimiento de agua potable a la ciudad de Cochabamba, agua
de riego para el Valle Central del departamento de Cochabamba y la generación de energía
hidroeléctrica, con una potencia instalada de 80 MW en una primera etapa y 40 MW adicionales
con el aporte de agua proveniente de las cuencas Viscachas y Putucuni, en una etapa posterior.

En un enfoque más reciente según noticias publicadas el 18/03/2015 Bolivia apunta a cambiar su
matriz energética y a exportar electricidad a países vecinos, para ello ha programado una cartera de
proyectos hidroeléctricos que implican grandes inversiones. De acuerdo con declaraciones de las
autoridades del país, se espera que para el 2025 Bolivia esté generando cerca de 6.000 megavatios
(MW) y consumiendo en su mercado interno un promedio de 3.000 MW. El excedente se planea
exportar.

¿Cuál es la situación actual de Bolivia en materia de generación, cuánto falta para alcanzar los
objetivos marcados para el 2025? Haciendo un corte a septiembre de 2014, Bolivia tenía una
capacidad de generación de 1.640 MW, ese volumen de energía estaba compuesto por un 33 % de
energía hidroeléctrica y un 67 % de generación termoeléctrica. Mientras que la demanda había
crecido, según palabras de esta autoridad, hasta los 1.200 MW.

Durante 2014 y 2015 se experimentan enormes avances en la ejecución de proyectos e


implementación de sistemas, para ello el “Plan Eléctrico del Estado Plurinacional de Bolivia 2025”,
el “Plan para el desarrollo de las energías alternativas 2025” y la “Agenda Patriótica del
Bicentenario al 2025”, definen lineamientos centrales que plantean: la expansión del sistema
eléctrico a las áreas rurales hasta llegar al 100% de cobertura en el territorio nacional; garantizar la
demanda interna y generar excedentes de energía eléctrica destinados a la exportación de energía a
los países vecinos; la sustitución del uso de combustibles fósiles para la generación por fuentes
alternativas, renovables y limpias.

Como parte de ese conjunto de proyectos Misicuni es un proyecto múltiple que tiene por objetivo
generar energía eléctrica para el Sistema Interconectado Nacional (SIN), y al mismo tiempo,
abastecer de agua potable y agua para riego al valle de Cochabamba. Cochabamba es una región de
Bolivia que tiene un creciente problema de escasez de agua tanto para consumo de su población
como para la agricultura. Por otro lado, el país requiere aumentar su capacidad de generación para
hacer frente a la creciente demanda eléctrica. Según noticias recientes, la presa ha sido concluida.
Así que lo que sigue es implementar el sistema de distribución de las aguas para los usos a los que
apunta el proyecto.

A nivel nacional destacan otros proyectos importantes entre los que destacan los siguientes:

SAN JOSÉ

El proyecto consiste en realizar la central hidroeléctrica San José, en el Departamento de


Cochabamba, cuya puesta en marcha en 2018 permitirá inyectar 124 MW de energía al SIN y se
tiene prevista una inversión de aproximadamente $us 244,83 millones ($us 94.89 MM y $us 149,94
MM).}

Las obras civiles y mecánicas fueron adjudicadas a mediados del 2016 a la empresa china
Synohidro. Se conoce que el proyecto pretende alcanzar los 124 MW mediante la construcción de
las centrales San José I (55 MW) y San José II (69 MW), emplazadas en cascada, aguas abajo de la
existente Central Hidroeléctrica de Santa Isabel.

Este proyecto está compuesto por un total de cuatro contratos. El primero, de supervisión, suscrito
con la empresa Ain Active Geoconsult, por $us 7.49 millones; más otros tres de construcción. Entre
los contratos de construcción figura el de construcción de obras civiles, red vial, regulación y
conducción del Proyecto Hidroeléctrico San José, la empresa Sinohydro es la adjudicataria de este
acuerdo.

Luego está el contrato para la construcción de obras civiles, embalse Miguelito, tuberías forzadas,
casa de máquinas San José 1 y San José 2, suministro y montaje equipo electromecánico del
Proyecto Hidroeléctrico San José. (En Licitación – $us 80 MM). Y el último de los contratos es para
la construcción y montaje de subestaciones y líneas de transmisión (que también se encuentra en
proceso de licitación (CAF).

IVIRIZU

El proyecto está ubicado en el departamento de Cochabamba, municipios de Totora y Pocona,


primera y tercera sección municipal, provincia Carrasco. La cuenca del río Ivirizu se ubica 25
kilómetros al norte de Monte Punko, kilómetro 120 de la carretera antigua Cochabamba - Santa
Cruz.

Se estima que este proyecto genere cerca de 110 MW, con una inversión estimada de $us 230
millones.

MIGUILLAS

En el departamento de La Paz, en octubre de 2014 se suscribió el contrato para la construcción de


este proyecto hidroeléctrico. Fue la empresa española Corsán Corvia la que se adjudicó las tareas
de construcción de la Planta Hidroeléctrica Miguillas, la misma que requiere una inyección
económica de $us 397,7 millones.
Una vez puesta en marcha la planta generará 200 MW, con dos centrales en cascada ubicadas en
Umapalca y Palillada, su capacidad de generación equivale al 14 % de la capacidad actual del país.
Según contrato, el plazo para la finalización de las obras comprende un periodo de 48 meses.

ROSITAS

En 1977 fue realizado el estudio de factibilidad del Proyecto Río Grande Rositas, a cargo de la firma
consultora estadounidense Overseas Bechtel Incorporated. El proyecto es uno de los nueve
aprovechamientos hidroeléctricos sobre el Río Grande identificados en estudios preliminares y es
el último de esa cascada de proyectos hidroeléctricos.

En junio de 2014, la Empresa Nacional de Electricidad (ENDE) lanzó una licitación para realizar
los estudios de factibilidad del Proyecto Hidroeléctrico Rositas en el departamento de Santa Cruz.
De acuerdo a anteriores estudios, el proyecto puede alcanzar una capacidad de generación de hasta
600 MW, además de su componente de riego, con el que se espera abastecer del líquido a
comunidades del Chaco aledañas al proyecto, esta zona del país que puede ver cambios
trascendentales con esta medida porque actualmente cada año su población sufre los efectos de
prolongados periodos de sequía.

Según el ministerio del sector, a lo largo del 2014 se firmaron tres de esos contratos (Misicuni, San
José y Miguillas), los que –sumados- significan más de 400 MW en generación y una inversión de
más de $us 800 millones.

A la lista anterior faltaría agregar el largo listado de proyectos de riego realizados y por realizarse
con el proyecto Mi Agua, que va incorporando una superficie importante de áreas de cultivo con
riego.

EL POZO

Es el título de un cuento clásico de Augusto Céspedes. El relato en breve: El personaje principal:


Suboficial Miguel Navajas, recluido en Tarairí, en espera de ser evacuado a La Paz. Ha escrito un
diario, en el cual relata la historia del pozo, ahora en manos de los paraguayos. El tema principal es
que no hay agua y el grupo de soldados, bajo el ardiente Chaco, cifra las esperanzas para obtenerla
mediante la excavación manual de un pozo. El pozo supera los 45 ms. y después de 7 meses, no hay
agua” ese agujero siniestro es un enemigo estúpido y respetable” exclaman. No sirve para nada.

Los pilas al enterarse de que han excavado un pozo atacan al grupo, y estos defienden el pozo sirvió
para eso, para sufrir un ataque que arroja muertos de ambos lados, sin tener agua. Trece cadáveres
son tirados al pozo y “ese pozo seco es el más profundo del Chaco”.

Este cuento nos recuerda que el agua es vida y su carencia, sufrimiento y muerte.

Con esta introducción me referiré a la importancia de nuestros acuíferos subterráneos,


particularmente en estos momentos en que la cuenca del Pilcomayo se seca, “sufre sequía y los
animales mueren deshidratados” (El DIARIO, 27 de junio).
ACUÍFEROS DEL CHACO

Entre 1992 y 1998 en el Chaco de la Provincia de Tarija en Bolivia fueron realizadas investigaciones
para evaluar la posibilidad de explotación de aguas subterráneas, equipo técnico trinacional
conformado por Ronald Pasig, Hernan Villena (Pronar, Bolivia) & Christian Neumann-Redlin.
Estudios hidrogeológicos y geofísicos como también la perforación de pozos profundos han
revelado en el paisaje de llanura aluvial deposicional y de las colinas bajas terciarias la existencia
de acuíferos en profundidades mayores a 150 m. Los caudales de los pozos varían entre 0.5 – 2.0
l/seg y la calidad de esta agua subterránea sirve para todo tipo de uso. En el cono aluvial del Rio
Pilcomayo existen acuíferos someros con agua fresca en los paleocanales y agua salina en las
paleoterrazas. Los caudales suman a 1 a 3 l/seg, pero el uso es limitado por la existencia de aguas
salinas.

ACUÍFEROS DE COCHABAMBA

Un informe del Centro de Levantamientos Aeroespaciales y Aplicaciones para el Desarrollo


Sostenible de los Recursos Naturales (CLAS), realizado en 2011 y procesado en 2012, concluyó
que el 15 por ciento de las recargas acuíferas vitales para reponer el agua de los pozos del Valle
Bajo y de Cercado fue impermeabilizado por el avance de la mancha urbana y el asfaltado de calles
por encima de la Cota 2.750, límite establecido por ley para las urbanizaciones sobre el Parque
Tunari.

La situación, cuatro años después, empeoró a tal punto que Cruz exigió a las autoridades
municipales que tienen jurisdicción sobre este pulmón ecológico acciones de mitigación para
disminuir los efectos a raíz del cambio climático.

Los bolsones de agua del Parque Tunari son fuentes vitales para abastecer con este elemento a los
municipios de Cercado, Sacaba, Tiquipaya, Quillacollo, Colomi, Sipe Sipe, Vinto y Colcapirhua.

El agua que fluye por las cuencas y microcuencas de la ladera sur del Parque Tunari llega a la cuenca
del río Rocha y a los depósitos subterráneos de los valles, por infiltración, refieren estudios
académicos que existen al respecto.

A lo largo del extenso territorio del Tunari existen al menos 39 acuíferos naturales de agua. Las
cuencas más ricas e importantes están ubicadas en Liriuni, Korawayu y Tiquipaya. Las cuencas
sirven para alimentar los pozos subterráneos que hay en varios municipios y garantizar el agua
potable para consumo humano.

Claramente tenemos dos situaciones muy críticas y la política de aprovechamiento de nuestros


hídricos superficiales y subterráneos requiere una cuidadosa planificación e inversión.
5 motivos por los que Bolivia atraviesa su peor crisis de agua en 25 años y por qué puede
empeorar
La peor en 25 años

Tanto el gobierno, a través del ministerio de Desarrollo Rural, como las grandes asociaciones
agrarias coinciden que Bolivia atraviesa la peor crisis por falta de agua registrada en 25 años.

La escasez de agua potable ya afecta a cinco de los nueve departamentos del país.

En casi 100 barrios urbanos de La Paz ya van dos semanas de racionamiento, que hace que solo se
abra el suministro durante 12 horas cada tres días.

Derechos de autor de la imagen AFPImage caption Más de 90 barrios de La Paz se ven afectados
por la crisis y deben recibir agua a través de cisternas.

En algunas de las principales represas de La Paz, los volúmenes de agua apenas llegan al 8%. En
una el nivel está al 1%.

Además, en ciertas zonas de la ciudad, por la escasez y contaminación del agua, se declaró
emergencia sanitaria. Los principales afectados por la falta de suministro son los centros de
salud.

Suena difícil de creer que la sede del gobierno de Bolivia atraviese una situación así de compleja,
sin embargo para Dirk Hoffmann, investigador del Instituto Boliviano de la Montaña, esto se veía
venir desde hace varios años.

"El desabastecimiento de agua estaba previsto desde 2009 y se están cumpliendo las
proyecciones. Si no se cambian muchas cosas, es muy probable que el desabastecimiento se
repita", explicó Hoffmann a BBC Mundo.

Aquí están las causas.

1. El cambio climático y los fenómenos naturales

Bolivia fue declarada por la ONU como uno de los países más vulnerables a las consecuencias
del calentamiento global de la Tierra.

Los ecosistemas de este país, al igual que los de otros de la región como Perú, son particularmente
vulnerables al aumento de las temperaturas.

¿Cómo se secó el Poopó, el segundo lago más grande de Bolivia?

Para Óscar Campanini, experto en recursos naturales del Centro de Documentación e Información
Bolivia (CEDIB), la dura crisis que atraviesa Bolivia es producida en parte por factores climáticos.
"Además del cambio climático y la variabilidad de temperaturas hay otros factores externos
como el fenómeno de El Niño", explicó el investigador a BBC Mundo.

Derechos de autor de la imagen ReutersImage caption El lago Poopó se secó durante 2015.

El fenómeno de El Niño vivido entre 2015 y parte de 2016 fue uno de los más fuertes en las
últimas décadas, según la NASA, y es uno de los factores de la fuerte sequía que castiga a Bolivia.

A estas alturas de noviembre, en buena parte de ese país y otros de Sudamérica ya debería haber
comenzado la temporada de lluvias.

2. No se buscó más agua

Para el investigador Dirk Hoffmann, que vivió en Bolivia durante años, la escasez también tiene
que ver con la ausencia de políticas de largo plazo.

"Durante 20 años casi no se hizo nada para construir nuevas captaciones de agua, en cambio
en ese mismo tiempo la población se duplicó", explicó el experto.

Hoffmann explica que hasta 2014 no se empezó a construir una nueva represa.

"El gobierno actual hizo muy bien en llevar el suministro a más poblaciones, nadie puede decir que
eso está mal, pero no se buscó más agua para atender la demanda creciente", afirmó.

3. Mala gestión de la empresa e intereses políticos

Los dos expertos consultados por BBC Mundo coinciden que los intereses políticos detrás de la
gestión del agua en Bolivia también tienen que ver con la crisis.

Campanini, del CEDIB, señaló que las autoridades bolivianas lograron jugar un rol muy importante
en el debate ambiental internacional, sin embargo eso no se tradujo en políticas y planificación
coherentes dentro de Bolivia.

"La administración del agua y de todos los recursos naturales también son un factor importante (en
la crisis). En la empresa estatal no se tomaron medidas oportunas ante la escasez", explicó
Campanini.

Derechos de autor de la imagen AFPImage caption En algunos barrios de La Paz el suministro de


agua se abre durante 12 horas cada tres días.

En estos momentos, la Empresa Pública Social de Agua y Saneamiento (EPSAS) es la principal


apuntada por varios sectores como la responsable de la crisis.

Más cuando se conoció que entre el 30 y el 45% del agua se perdió por fugas en la envejecida
red de tuberías.
Al destituir al interventor de EPSAS, el miércoles, el presidente boliviano Evo Morales pidió
"disculpas a La Paz" por la escasez del recurso.

Hoffmann, por su parte, añade que las antipatías políticas que se viven permanentemente en
Bolivia agudizaron la crisis.

"En los últimos 10 años la dinámica política ha perjudicado la administración del agua. Como
EPSAS es administrada por el gobierno, eso dificulta la gestión coordinada con las alcaldías", dijo
el investigador a BBC Mundo.

De hecho, el gerente que el jueves fue secuestrado por las asociaciones de vecinos de el Alto, fue
diputado del partido de Evo Morales entre 2009 a 2014.

Y una de las autoridades destituidas el miércoles por el mandatario boliviano antes fue viceministro
y ocupó otros cargos en el gobierno.

Derechos de autor de la imagen AFPImage caption El viernes en La Paz se registró una protesta con
cubos vacíos reclamando agua.

El gobierno, por su parte, anunció una serie de acciones para garantizar una rápida reposición
del servicio para las ciudades afectadas.

4. Los megaproyectos bolivianos

Otro elemento que es cuestionado en Bolivia son los efectos que ocasionan los megaproyectos
extractivos que se desarrollan en ese país.

El investigador del CEDIB señaló, por ejemplo, que la creciente actividad minera en Bolivia no
sólo contamina muchos ríos, sino que consume enormes cantidades de agua que podrían
abastecer a las poblaciones afectadas.

Campanini añadió, además, que la deforestación y tala de bosques para cultivos cerca de las cuencas
afectaron el ciclo de preservación hídrica.

Lo mismo pueden generar las operaciones de extracción y búsqueda de hidrocarburos que se llevan
a cabo en varias regiones de Bolivia.

Además, grupos ambientalistas y ONG de ese país denuncian que las grandes hidroeléctricas que
el gobierno boliviano pretende construir en las selvas del norte de Bolivia afectarán el proceso
de regeneración de lluvias.

5. Poca cultura ciudadana de ahorro

La expansión económica en Bolivia y el consecuente crecimiento del consumo interno generó


también el mayor consumo de agua en las principales ciudades,
Al respecto, Hoffmann propone soluciones inmediatas como el uso de grifos y duchas ahorradoras,
que dispensan la mitad de agua y generan la misma sensación.

Derechos de autor de la imagen AFPImage caption Los expertos señalaron factores climáticos y
causas internas como explicación a la crisis del agua en Bolivia.

Sin embargo, el investigador añade que realmente se necesitan medidas drásticas para reducir
los efectos climáticos que sufrirá Bolivia en el futuro.

"La necesidad de agua seguirá aumentando. Es muy probable que el desabastecimiento se repita
porque la población sigue creciendo".

Después de estudiar los fenómenos meteorológicos en Bolivia durante 15 años, Hoffmann añade q

ue las tendencias no son alentadoras.

"La época de lluvias va a empezar más tarde y va a durar cada vez menos".

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