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Pintores Colombianos de 1905 a 1933

Luego de repasar la lista de los pintores colombianos de los primeros años del siglo XX –
tres primeras décadas– es indudable que los mejores aparecen en esta publicación. ¿No
faltaron artistas mujeres? Alguien puede pensar, por ejemplo, en Cecilia Porras (1920-
1971) o en Judith Márquez (1929-1994), pero lo cierto es que ambas dejaron una
producción muy corta. Las dos realizaron pocas obras en los últimos años de sus vidas.
Márquez dejó su trabajo abstracto en 1965 y antes –desde 1956– dirigió la revista Plástica,
la primera de las publicaciones especializadas en arte en Colombia. Los pintores
colombianos que aquí se estudian nacieron entre 1905 (Guillermo Wiedemann) y Carlos
Rojas (1933). Luego de estos años entre los artistas de la segunda parte de los treinta hay
que citar a Beatriz González (1935), Fanny Sanín (1935), Santiago Cárdenas (1937) y
Juan Cárdenas (1939).

Como se leerá, los pintores escogidos tienen muchos méritos: Wiedemann: el primer
abstracto –expresionista e informalista–; Grau: figurativo –con distintos temas incluyendo
la violencia y próximo a la abstracción, con influencia cubista–; Obregón: entre la
figuración y la abstracción, con motivos varios relacionados con Colombia –la violencia,
paisajes, animales–; Roda: entre la figuración y la abstracción y con una excelente
producción de grabados; Rayo: abstracto con influencia del Op Art y figurativo con temas
triviales que recuerdan el Pop Art; Villegas: abstracto en los primeros años de su carrera
y luego figurativo con influencias varias; Hernández: primero figurativo y luego abstracto
con una vasta producción de dibujos; Manzur: comenzó como figurativo, tuvo un período
abstracto con influencia de Naum Gabo y terminó como figurativo con influencia
surrealista; Botero: pintor, dibujante y escultor es el artista más importante del país, con
una amplia producción de temas entre los que se destaca la violencia, y Rojas: pintor y
escultor, sus muchos trabajos fueron especialmente abstractos y geométricos.

Guillermo Wiedemann (1905-1969): Nació en Múnich, Alemania. Luego de estudiar en


la academia de su ciudad natal, con el pintor Hugo von Habermann y de hacer numerosos
viajes por Europa –París, Viena, Budapest y varias ciudades italianas– llegó a
Buenaventura en 1939 y pronto comenzó a pintar óleos y acuarelas, con los temas del
paisaje tropical y figuras de la raza negra. La no figuración en la obra de Wiedemann
aparece en la exposición de acuarelas de 1957 en la galería “El callejón”. El pintor trabajó
como no figurativo con gran imaginación y sensibilidad refinada. El color fue el elemento
básico de sus composiciones; las manchas de color constituyeron la substancia de sus
cuadros. A partir de 1962 el artista realizó numerosos collages y en 1963 expuso varios
‘asemblages’ –con latas, arenas, trozos de cuerda dentro de la ‘estética’ del
informalismo–. Constante investigador, en 1964 regresó al óleo e hizo cuadros de
concepción simple y ordenada, aproximándose a formas geométricas.

Enrique Grau (1920-2004): Al morir en abril de 2004, Grau dejó una obra vastísima que
comenzó en Cartagena, cuando era un niño, y a la cual sumó muchos trabajos personales
y varias colecciones –de pintores colombianos, de arte precolombino, de arte colonial,
etc.– para fundar un museo. Luego de ganarse, cuando tenía 20 años, un premio en el
Primer Salón Nacional con el óleo “La mulata cartagenera”, el artista estudió en Nueva
York en donde inició el tema de la violencia y trabajó diversos procedimientos de
grabado, incluida la serigrafía de la que fue el primer practicante en Colombia. Luego
estudió en Florencia, Italia, y allí realizó diversas obras semi-abstractas con influencia del
cubismo. En 2002 y 2003 Grau hizo dos significativas exposiciones; la primera en el
Centro Cultural y Educativo “Reyes Católicos” y la segunda en la galería “El museo”. En
la primera reunió buena parte de sus grabados, realizados en todos los procedimientos –
aguafuerte, xilografía, litografía, serigrafía– en los que se destacaron sus extraordinarias
dotes de dibujante.

Ya visible en “El pequeño viaje del Barón von Humboldt” de 1977, una obra que reunió
una narración ficticia y unos dibujos extraordinarios para recordar los textos y las
ilustraciones dejadas por los viajeros europeos que, como Humboldt, recorrieron el
continente americano a fines del siglo XVIII y comienzos del XIX. Allí Grau realizó sus
más bellos dibujos zoológicos, previos a los animales de la serie “Galápagos” –1990-
1994– y las “Mariamulatas” –1993-1995–. “Gozosos y dolorosos” se denominó la
exposición de la galería “El museo”. La mejor parte era la de “Los dolorosos”, en la que
junto a dos ensamblajes y dos óleos también había un número sobresaliente de dibujos,
muchos excelentes. Por ejemplo, los grafitos “Secuestro, Foot ball” –con la cabeza de un
muerto–. “Desaparecidos, comunidad” –un reguero de cadáveres–, etc. No pueden
olvidarse las esculturas: Grau hizo terracotas, ensamblajes y bronces con sus personajes
más reiterados de los últimos años. Un artista realmente polifacético. Grau también hizo
cine, vestuarios, escenografías, así como ilustraciones, carteles y varias pinturas
murales.

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