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¿Es necesario inscribir una

transferencia de acciones en
Registros Públicos?
La transferencia de acciones constituye un acto privado que no afecta
jurídicamente el estatuto de la sociedad
Escribe: Jair Campos.

Estudiante de Derecho de la USMP.


En muchas ocasiones, los socios desean transferir sus acciones a favor
de un tercero u otro socio. En concreto, cabe la necesidad de indagar si
es necesario –en un caso hipotético– que el vendedor, después de haber
firmado la escritura pública donde consta la transferencia de la titularidad
(total o parcial) de sus acciones a otra persona, deba solicitar que dicha
escritura pública sea elevada en sede registral y dicho derecho se
perfeccione a través de su inscripción de Registros Públicos.
Lea también: Lea el anteproyecto de la Ley General de Sociedades

En principio, este acto registral además de ser una pérdida de tiempo y


dinero es innecesario. La transferencia de acciones constituye un acto
privado entre el titular de las acciones y el adquiriente de estas, siendo
importante resaltar que no afecta jurídicamente el estatuto de la
sociedad; la base de este supuesto se encuentra regulado por el inciso B
del artículo 4 del Reglamento del Registro de Sociedades[1], que sostiene
como acto inscribible todos aquellos actos que modifiquen el estatuto,
siendo así la transferencia de acciones un acto no inscribible conforme la
precitada ley.

El Pleno Registral LIV[2] adoptó el siguiente acuerdo: «No es inscribible


la titularidad de acciones ni la modificación del cuadro de
accionistas, aun cuando se consigne en el estatuto». Es más, no es
imprescindible que el contrato de transferencia de acciones sea elevado a
escritura pública, pero sí es imprescindible, conforme lo establecen los
artículos 92 y 93 respectivamente de la Ley General de Sociedades
que: i) súbitamente se anote la transferencia en la matrícula de
acciones[3]; y ii) dicha transferencia sea comunicada de forma
escrita ante la sociedad[4]. Sin estos dos elementos, la sociedad no
reconoce la titularidad del nuevo socio ni el derecho se puede perfeccionar.

A propósito, el maestro Oswaldo Hundskopf hace referencia de una


innovación en la actual Ley General de Sociedades:

En los casos en que las acciones estén representadas por certificados,


para acreditar su transmisión, basta la entrega a la sociedad del certificado
endosado a nombre del adquiriente, o por cualquier otro medio escrito,
debiendo la sociedad aceptar el endoso cuando lo efectúe quien aparezca
en la matrícula como propietario de la acción, con lo cual se facilita la
negociación de los títulos y su circulación. Ahora bien, si hubiera dos o
más endosos, la sociedad puede exigir que las sucesivas transferencias
sean acreditadas por otros medios[5].
Un aspecto relevante en este tema es el carácter esencial de las
sociedades anónimas de mantener a los socios en el anonimato,
favoreciendo así la idea de que si se inscribiese cada transferencia que
concurren dentro de la sociedad, se perdería esa privacidad para
convertirse en actos públicos; revelando la identidad de los accionistas.
Como excepción, solo única y exclusivamente para el acto constitutivo de
la sociedad es revelada la identidad de los «socios fundadores» para
inscribir la sociedad en los registros correspondientes, con la finalidad de
consignar esta información para un registro histórico.
Siguiendo la misma línea de ideas, el fundamento segundo del análisis de
la Resolución 144-2012 de la SUNARP explaya lo siguiente:
Consecuentemente, en principio, la inscripción de las personas que
conforman el ente colectivo o las que se van incorporando como socias
luego de su inscripción, no constituye un dato relevante que merezca ser
publicado a terceros porque dicha información no incide en su
desenvolvimiento, salvo que una norma legal establezca lo contrario. De
ahí que se trate de un acto no inscribible, es decir, carente de mérito para
publicarse en el Registro.
Esto significa que por regla general (salvo excepciones) la calidad de socio
no figura en la partida registral de las personas jurídicas. En el caso de las
sociedades anónimas, sí constará en la partida registral el nombre de los
socios fundadores, pero la composición de los socios puede variar con
posterioridad a la constitución, por lo que la partida no publicita a los socios
actuales, sino únicamente el dato histórico respecto a quienes fundaron la
sociedad[6].
La inscripción de la transferencia de acciones en la matricula de acciones
puede constar en las siguientes formas: i) a través de un libro, ii) hojas
sueltas, ambos debidamente legalizados ante el notario, iii) registro
electrónico, iv) anotaciones en cuenta, v) o cualquier otra forma aceptada
legalmente[7]. Solo los socios y funcionarios de la sociedad tienen acceso
a esta documentación, pudiendo aplicarse dos o más formas
simultáneamente.
Lea también: Recomendaciones para el proceso de adquisición de
empresas, por Claudia Arellano
Ampliando la información, el fundamento quinto del análisis de
la Resolución 1187-2016 emitida por el Tribunal Registral confiere un
argumento muy interesante que alude a un vericueto jurídico
denominado «doble publicidad», al cual me remito en el siguiente texto:
“Considerando ello, los artículos 3 y 4 del Reglamento del Registro de
Sociedades contemplan los actos inscribibles y no inscribibles en el
Registro de Sociedades, respectivamente, de acuerdo a las normas de la
materia y conforme a la naturaleza jurídica que corresponda a cada forma
societaria.
Así, en el literal b del artículo 4 del Reglamento mencionado, se establece
que son inscribibles en el Registro de Sociedades, la transferencia de
acciones u obligaciones emitidas por la sociedad; los canjes y
desdoblamientos de acciones u obligaciones; la constitución, modificación
o extinción de derechos y gravámenes sobre las mismas, ni las medidas
cautelares o sentencias que se refieran a las acciones u obligaciones.
Entonces, estando a lo previsto en dicho literal, los actos que modifiquen
la titularidad de acciones (como sucede con la transferencia de acciones,
la declaración de verdadero accionista, entre otros) no son susceptibles de
inscripción; ello por cuanto, dichos actos se anotan en el libro privado
abierto a dicho efecto denominado «matrícula de acciones», conforme al
artículo 92 de la Ley General de Sociedades; en consecuencia la
publicidad acerca de la existencia de dichos actos o sus modificaciones
será efectuada a través del contenido del referido libro, lo cual evita
además que una doble publicidad (en el libro de matrícula de acciones y
en el Registro de Sociedades) implique un peligro latente acerca de la
existencia de informaciones contradictorias en ambos Registros, tal como
ha señalado esta instancia en la Resolución N° 855-2015-SUNARP-TR-L
del 4/5/2015, entre otras[8].

Lo que sí es inscribible en el Registro de Personas Jurídicas son las


transferencias de Participaciones Sociales, debido a que modifican el
estatuto de la sociedad. La sentencia anteriormente citada (Resolución
144-2012-SUNARP-TR-L), teniendo como base legal el inciso J del
artículo 3 del Reglamento de Registros de Sociedades, estableció lo
siguiente en el fundamento segundo del análisis:

Respecto a los socios que se van retirando de la sociedad en el transcurso


de su vida jurídica, sea por separación voluntaria o exclusión, si son actos
inscribibles en determinadas formas societarias. Asi tenemos, en
las sociedades comerciales de responsabilidad limitada (art 1011 del
Reglamento del Registro de Sociedades) o, sociedades colectivas (art.
902 y 913 del mismo reglamento), sociedades civiles art.1104 del
referido reglamento). En dichas sociedades, el capital está dividido en
participaciones, cuyas transferencias también se inscriben en el
Registro[9].

Lea también: Responsabilidad solidaria del gerente general de una


empresa irregular

A modo de conclusión, el desconocimiento de las normas y de la práctica


societaria se traducen como una pérdida de tiempo y de dinero, además
de ser innecesario que se eleve a escritura pública el acto de transferencia
de acciones –mucho menos se perfecciona a través de su inscripción
en Registros Públicos–, porque esto conllevaría a vulnerar la seguridad
jurídica del sistema registral provocando consigo la doble publicidad ya
antes mencionada y como efecto jurídico para las partes de la
transferencia de acciones implicaría encontrarse con una tacha
sustantiva en la transferencia.

En vez de ello, para que concurra un efectivo reconocimiento de la


titularidad de acciones se debe comunicar a la sociedad y anotar la
transferencia en el libro de matrícula de acciones o cualquier otro medio
que la ley apruebe.
[1] Artículo 4.- Actos no inscribibles

No son inscribibles en el Registro, entre otros señalados en este


Reglamento:
B.- La transferencia de acciones u obligaciones emitidas por la sociedad;
los canjes y desdoblamientos de acciones u obligaciones; la constitución,
modificación o extinción de derechos y gravámenes sobre las mismas, ni
las medidas cautelares o sentencias que se refieran a las acciones u
obligaciones

[2] SUNARP, Pleno Registral LIV, de fecha 17 de diciembre del año 2009.

[3] Ley General de Sociedades, artículo 92, segundo párrafo:

En la matrícula se anotan también las transferencias, los canjes y


desdoblamientos de acciones, la constitución de derechos y gravámenes
sobre las mismas, las limitaciones a la transferencia de las acciones y los
convenios entre accionistas o de accionistas con terceros que versen
sobre las acciones o que tengan por objeto el ejercicio de los derechos
inherentes a ellas.

[4] Ley General de Sociedades, artículo 93, primer párrafo:


Los actos a que se refiere el segundo párrafo del artículo anterior, deben
comunicarse por escrito a la sociedad para su anotación en la matrícula
de acciones.

[5] Oswaldo Hundskopf, Exebio (2012). Manual de Derecho Societario.


Segunda Edición. Lima Gaceta Jurídica, p. 124.

[6] Tribunal Registral, Resolución 144-2012-SUNARP-TR-L. Arequipa,


23 Marzo del 2012.

[7] Doris Palmadera Romero (2011). Manual de la Ley General de


Sociedades. Segunda Edición. Lima: Editorial Gaceta Jurídica, p. 154.
[8] Tribunal Registral, Resolución 1187-2016 -SUNARP-TR-L. Lima, 10
Junio del 2016.
[9] Reglamento del Registro de Sociedades:
Artículo 3.- Actos inscribibles.
De conformidad con las normas de este Reglamento y con la naturaleza
jurídica que corresponda a cada forma de sociedad y a las sucursales, son
actos inscribibles en el Registro:
J.- Los convenios que versen sobre participaciones o derechos que
correspondan a los socios de sociedades distintas a las anónimas.

Recomendaciones para el
proceso de adquisición de
empresas, por Claudia Arellano
Comprar una empresa puede ser un negocio muy ventajoso si se realiza
cuidando todos los aspectos de la negociación, de inicio a fin, para
garantizar que la operación favorezca tanto al comprador como al
vendedor.

Aspectos como la confidencialidad, el análisis del estado real de la


empresa que se comprará, la adecuada redacción del contrato y el
establecimiento de la forma de pago, son detallados a continuación por la
abogada Claudia Arellano, del Área Corporativa del Estudio ONTIER.

Clic sobre la imagen para obtener más información del curso.

1. Como primer paso en un proceso de adquisición de empresa, es


indispensable suscribir un acuerdo de confidencialidad (o también
conocido en el mundo corporativo por su denominación en inglés “Non-
disclosure Agreement” o NDA), a través del cual el vendedor buscará
proteger que el posible comprador no revele a terceros que no sean sus
asesores legales, financieros o principales ejecutivos involucrados en la
operación, información de la compañía para fines distintos de los de la
operación.
2. Efectuar un buen proceso de due dilligence: este procedimiento
permitirá al comprador conocer a fondo la sociedad objetivo,
realizando todas las verificaciones que sean necesarias para
comprobar la situación legal y financiera de la compañía. Éste permite
mitigar y reducir la asimetría informativa en la que se encuentra el
comprador, permitiéndole evaluar la viabilidad general y razonabilidad
económica de la adquisición de la compañía.

3. La negociación de los aspectos de la operación deberá basarse en


los resultados de la due dilligence. En este orden de ideas, al tener
conocimiento de todos aquellos factores y circunstancias que pudieran
repercutir en la valorización o incluso en la adquisición misma de la
compañía, el comprador se encontrará en una mejor posición de
negociación, pudiendo realizar una oferta razonable al vendedor, ya sea
vinculante o no, dependiendo del caso concreto y de los intereses de las
partes.

4. Cuidar la estructura y contenido del contrato de compraventa. Es


sumamente importante que dicho contrato refleje los resultados de la
negociación así como también comprenda aquellas situaciones actuales y
futuras que pudieran poner en riesgo los intereses de la adquisición del
comprador. En ese sentido, se deberá regular como mínimo lo siguiente:

 Manifestaciones y garantías: Esta cláusula debe incluir una


descripción detallada del estado de la sociedad que es objeto de
compra, garantizándolo expresamente y estableciendo las
consecuencias del incumplimiento de las manifestaciones recogidas.
Conviene hacer hincapié en las contingencias reales y potenciales, así
como contener las recomendaciones del informe de la due dilligence,
de forma tal que se protejan los intereses de inversión.
 Límites de la responsabilidad: Tanto del comprador como del
vendedor, pudiendo ser éstos del tipo cuantitativo y/o temporal. De esta
manera, podemos asegurar que en el caso que aparezca alguna
contingencia detectada en la due dilligence o algún pasivo oculto, se
tenga la certeza de quién asume la responsabilidad y hasta qué monto,
pudiendo ello incidir en el precio de la compraventa.
 Estructurar cómo se efectuará la transferencia de la
compañía: Esto se puede supeditar al cumplimiento de ciertas
condiciones entre la fecha de firma del contrato y la fecha de cierre de
la operación (es decir de la materialización de la transferencia). Para
ello, deberá pactarse el cumplimiento de condiciones suspensivas en
el mencionado lapso temporal así como la mecánica de gestión de la
compañía, en aras de proteger los términos y condiciones en virtud de
los cuales el comprador ha tomado su decisión de compra.
 Precio y forma de pago, debiendo establecer una estructura clara
del mismo: En este punto, es importante delimitar claramente las
condiciones del pago, en caso que éste sea diferido y supeditado al
cumplimiento de ciertos hitos u objetivos, así como también establecer
mecanismos y parámetros de ajuste de precio, en aras de proteger los
intereses del comprador. Estos últimos permitirán proteger la inversión
del comprador luego de la etapa del cierre de la operación, en caso se
presenten contingencias o cambios materiales que afecten
sustancialmente a la compañía objetivo

TRATAMIENTO TRIBUTARIO DE LA
TRANSFERENCIA DE ACCIONES.
Date08 Ago 2018
/
Posted ByDaniel Saavedra
/
Comment0
En el presente artículo se abordará las implicancias para el Impuesto a la Renta y el
Impuesto General a las Ventas de la transferencia de acciones realizadas entre personas
naturales.

Como se sabe, no existe una obligación legal para que las acciones de una determinada
empresa se vendan a un precio u otro o aplicando un determinado procedimiento; sin
embargo, entre partes vinculadas – para efectos del Impuesto a la Renta – si se debe
respetar el valor de mercado de las operaciones.

En ese sentido, en el caso particular del Impuesto a la Renta se aborda las implicancias
tributarias entre partes independientes y entre partes vinculadas.

Impuesto a la Renta
El inc. j) del artículo 24º de la Ley del Impuesto a la Renta dispone que son rentas de
segunda categoría las ganancias de capital, las cuales son definidas teniendo en cuenta lo
dispuesto en el artículo 2 de la Ley, como el ingreso que proviene de la enajenación de
bienes de capital. Se entiende como bienes de capital a aquellos que no están destinados a
ser comercializados en el ámbito del giro del negocio o de empresa. Dicha norma señala
que entre las operaciones que generan ganancias de capital se encuentran: Enajenación de
valores mobiliarios a) La enajenación, redención o rescate, según sea el caso, de acciones
y participaciones representativas del capital, acciones de inversión, certificados, títulos,
bonos y papeles comerciales, valores representativos de cédulas hipotecarias, obligaciones
al portador u otros valores al portador y otros valores mobiliarios (…).

En el caso de enajenación de acciones de personas naturales, estas resultarán gravadas


con el impuesto como ganancia de capital (renta de segunda categoría) cuando el
enajenante no ha incurrido en habitualidad en venta de acciones. En el caso de incurrirse
en la habitualidad, la renta que se obtiene sería renta de tercera categoría.

Venta de acciones entre partes independientes.


En el Perú no existe una obligación legal para que las acciones deban ser vendidas a un
determinado precio; por ello que las acciones pueden venderse al precio que pacten las
partes.

Dado el desconocimiento sobre los modos de determinar el precio de las acciones


usualmente se pacta que el precio de las acciones sea vendido al valor nominal, por ser un
valor determinado conforme al estatuto, pero este no necesariamente es el más
conveniente.

Lo señalado, porque existen otros tipos de valores para las acciones. Veamos a continuación
los tres tipos de valores para las acciones[1]:
El valor nominal.- Que corresponde al valor establecido en el estatuto de la sociedad y
que es el resultado de dividir el importe del capital social entre la totalidad de acciones
emitidas por la sociedad.
Se trata de un valor estable en la mediad que su modificación solo se produce cuando se
aprueba una modificación del estatuto, por un aumento o reducción de capital.

El valor patrimonial.- El valor patrimonial es el resultado de dividir el patrimonio neto de la


sociedad, esto es, los activos menos los pasivos de la sociedad, entre la cantidad total de
acciones emitidas.
El valor patrimonial refleja la participación que tiene cada socio en el patrimonio neto de la
sociedad.

El valor comercial.- El valor comercial es el determinado por las reglas de la oferta y la


demanda. Como tal, podríamos decir que este valor este valor es el que el transferente y el
adquiriente deciden aplicar a su operación de transferencia.
Tratándose de sociedades anónimas o anónimas cerradas que no cotizan sus acciones en
el mercado de valores, el mercado, en realidad, se reduce a las operaciones individuales
que se realicen cada cierto tiempo, por lo que el valor comercial es, simplemente, el que
acuerdan las partes en la operación.

Sin embargo, como se ha señalado, no existen una obligación legal, al menos desde el punto
de vista de la Ley General de Sociedades , para que una acción pueda emitirse en un
determinado precio; sin embargo, a efectos de desarrollar el verdadero valor de una acción,
en opinión de Cristhian Norhcote Sandoval se deben observar los siguientes criterios[2]:
 Tomar en cuenta el valor patrimonial como base.
 Considerar la proyección de ingresos, utilidades y negocios futuros.
 Considerar el valor de la reputación, marcas, Know How y otros elementos intangibles
de la sociedad.
 Solicitar una valorización a un profesional o entidad especializada.

Valor de mercado en la venta de acciones.
En aplicación de lo dispuesto en el artículo 32 de la Ley y el artículo 19 del Reglamento de
la Ley del Impuesto a la Renta, si se trata de acciones que no se cotizan en bolsa o en un
mercado centralizado, el valor de mercado será el valor de la transacción, el cual no puede
ser inferior al valor de la participación de la acción que se enajena, el que se calcula sobre
la base del último balance antes de la enajenación y se efectúa dividiendo el valor de todo
el patrimonio de la sociedad entre el número de acciones emitidas; lo que se llama “valor de
participación patrimonial”.

Ahora bien, el valor de mercado también deberá considerar los criterios señalados en líneas
arriba, es decir, debe tomar en cuenta el valor patrimonial como base, considerar la
proyección de ingresos, utilidades y negocios futuros, considerar el valor de la reputación,
marcas, Know How y otros elementos intangibles de la sociedad.

Tasa del Impuesto.


La tasa del Impuesto es el 5% sobre la ganancia.

3.1.1. Impuesto General a las Ventas.


Dentro del ámbito de aplicación del Impuesto General a las Ventas, no está comprendida la
venta de acciones, debido a que el artículo 3 de la referida Ley, al definir qué debe
entenderse por bienes muebles para sus efectos no ha comprendido a las acciones. En ese
sentido, la venta de acciones no está gravada con el IGV, inclusive si al efectuar dicha venta
se obtendría rentas de tercera categoría.

3.2.2. Aplicación Práctica.


El Sr. Juan Pérez adquiere 1, 500.00 acciones de la Empresa La Fresca S.A.C., cuyo costo
de adquisición fue de S/. 1, 500.00 (valor de adquisición por acción es de S/. 1.00).

Al 15 de marzo de 2018, tiene 300,000.00 acciones de la Empresa La Fresca S.A.C., a un


costo de S/. 300,000.00 (valor de cada acción es de S/. 1.00).

Al respecto, nos pide determinar el valor de mercado de cada acción y determinar el


impuesto que deberá pagar Juan Pérez por la venta de sus acciones.

Referente al valor de mercado de las acciones debemos señalar que se está tomando según
el valor patrimonial (que resulta más cercano) aún cuando el valor patrimonial no considera
el valor de los intangibles que pudiera poseer, por lo que se deben agregar éstos a través
de un especialista.

Ahora bien, el valor patrimonial es el resultado de dividir el patrimonio neto de la sociedad,


esto es, los activos menos los pasivos de la sociedad, entre la cantidad total de acciones
emitidas, lo cual al 15 de marzo de 2018 nos da el siguiente resultado:

(A) Patrimonio neto

(B) Cantidad total de acciones

(A)/(B) Valor patrimonial

De lo cual se puede desprender que el valor patrimonial de cada acción es de S/ 1.79., sin
considerar los intangibles.

Referente al Impuesto a la Renta, se aplica sobre la ganancia. La ganancia se obtiene de


restar el valor patrimonial de las acciones menos el valor nominal, sobre el resultado se le
aplica el 5%, siendo este último importe el Impuesto a Pagar por el Impuesto a la Renta.
Determinación de la ganancia de capital:

# acciones valor de acci

(A) Valor Nominal 300,000.00

(B) Valor Patrimonial 300,000.00

(B) – (A) ganancia de capital

Determinación del Impuesto a la Renta a Pagar.

Ganancia de capital

Tasa del Impuesto a la Renta

Impuesto a la Renta por pagar

En consecuencia, el valor nominal de cada acción es de S/. 1.79, resultando una ganancia
de capital es de S/. 237,000.00, a la ganancia de capital se le debe aplicar la tasa del 5%,
resultando un Impuesto a la Renta de Segunda Categoría por pagar de S/. 11,850.00.

Finalmente es oportuno señalar que, la Sociedad Anónima Cerrada debe contar con dos o
más socios, siendo el mínimo de socios dos (no importa el porcentaje de acciones). No
pueden ser accionistas los esposos siempre que pertenezcan a una sociedad de
gananciales, podrán serlo cuando su régimen patrimonial haya sido el de separación de
patrimonios.

1. CONCLUSIONES:

 La venta de acciones realizadas entre personas naturales se encuentra gravada con


el Impuesto a la Renta, no se encuentra gravada con el Impuesto General a las
Ventas.

 La venta de acciones entre partes vinculadas tiene que hacerse a valor de mercado;
sin embargo, como no se ha determinado el valor de los intangibles se ha realizado a
valor patrimonial que es lo más cercano a ello.
 El valor patrimonial de las acciones es de S/. 1.79 por acción; teniendo en cuenta ello,
la ganancia de capital es de S/. 237,000.00.

 El impuesto a la Renta de Segunda categoría es el 5% de la ganancia de capital que


es de S/.237,000.00.

 Consecuentemente, el señor Juan Pérez tendría que cancelar el importe de S/.
11,850.00 por concepto de Renta de Segunda Categoría.

[1] Los tipos de valores han sido desarrollados en: ¿A qué precio deben transferirse las
acciones de una sociedad anónima? Cristhian Norhcote Sandoval. Asesor Empresarial.
Pág. VIII-4.
[2] Ob. Cit. Pág. VIII-4.

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