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SENTENCIA NUMERO: DOSCIENTOS DIECINUEVE En la ciudad de Córdoba, a los veintisiete


días del mes de octubre del año dos mil once, siendo día y hora de Audiencia, se reúnen
en Acuerdo Público los integrantes de la Sala Laboral del Tribunal Superior de Justicia,
doctores Luis Enrique Rubio, M. Mercedes Blanc de Arabel y Domingo Juan Sesin, bajo la
presidencia del primero de los nombrados, a fin de dictar sentencia en estos autos:
"Balzaretti Gisela C/ Timothy Archer Y Otros -Ordinario - Despido - Recurso Directo"
(3657/37) a raíz del concedido a la parte actora en contra de la sentencia N° 2/06, dictada
por la Sala Sexta de la Cámara del Trabajo -Secretaría N° 12-, cuya copia obra a fs. 295/315
vta., en la que se resolvió: “I) Hacer lugar parcialmente a la demanda promovida por
Gisela Balzaretti en contra de Timothy Archer, Maria Gabriela Gancedo y Guillermo Benito
Isola, en forma solidaria, en cuanto procura el cobro de Diferencia de haberes
correspondientes a octubre y noviembre de dos mil dos, Vacaciones y SAC primer y
segundo semestre del mismo año y la asignación no remunerativa prevista en el Decreto
2641/02 por el período comprendido entre el mes de julio a noviembre inclusive de dos
mil dos, y rechazarla por lo demás, y en consecuencia condenarlos a pagar en concepto de
capital...II) Imponer a los demandados en forma solidaria las costas del juicio. III) Emplazar
a quien carga con las costas para que en igual término reponga la tasa de justicia...que
asciende a la suma ciento trece pesos...bajo apercibimiento...y cumplimente con los
aportes previstos por la ley 6468 (t.o. 8404) que ascienden a la suma de cincuenta y seis
pesos...para cada grupo de abogados, de conformidad al art. 17 inc. "a" de dicha ley, bajo
el apercibimiento allí dispuesto hágase saber a quien carga con las costas...IV) Regular los
honorarios de los abogados de la actora Dres. G. A. J., M. L. J. y E. A. J. en conjunto y
proporción de ley en la suma de trescientos ochenta y un pesos...los del abogado de la
parte demandada Dr. J. A. V. en la suma de tres mil quinientos dos pesos...los de la perito
contadora...en la suma de trescientos pesos...y los del contraloreador...en la suma de
ciento cincuenta pesos...". Oportunamente se fijaron las siguientes cuestiones a resolver:
PRIMERA CUESTIÓN: ¿Es procedente el recurso interpuesto por la actora? SEGUNDA
CUESTIÓN: ¿Qué resolución corresponde dictar? Practicado el sorteo de ley resultó que
los señores Vocales emitieron su voto en el siguiente orden: doctores M. Mercedes Blanc
de Arabel, Luis Enrique Rubio y Domingo Juan Sesin. A LA PRIMERA CUESTION
PLANTEADA: La Señora Vocal doctora M. Mercedes Blanc de Arabel, dijo: 1. El recurrente
se agravia porque la a quo rechazó las indemnizaciones derivadas del despido. Señala que
el argumento base de esa decisión fue que la derogación del contrato laboral formulada
por la trabajadora no llegó a la esfera de conocimiento de sus destinatarios. Sin embargo,
dice, la Juzgadora omitió tener en cuenta que de la documental N° 13 surge lo contrario.
Afirma que allí consta que las piezas postales fueron recibidas los días 06/03/03 y
16/04/03 por una persona de apellido Arce. Además, sostiene que el informe del Correo
Argentino certificó la emisión de los telegramas, cuestión ratificada con posterioridad, lo
cual complementa la remisión de ellos y da por cierta la recepción que allí se indica. Alega
que si el Tribunal tuvo dudas debió disponer de oficio las diligencias necesarias para hacer
una correcta verificación de lo acontecido, atendiendo al principio de la verdad real del
art. 33 de la ley 7.987. En consecuencia, dice, la conclusión del a quo relativa a que las
misivas enviadas por Balzaretti no llegaron a la esfera de conocimiento de los
destinatarios deriva de un análisis parcial del material de que se trata. También denuncia
omisión de tratamiento de los rubros provenientes de los arts. 80 y 132 bis de la LCT y sus
modificatorias (ley 25.345, arts. 43 y 45). Expresa que la accionada fue requerida por
dichas obligaciones legales. Luego, debió cumplirlas dentro del plazo que la norma
estipula entregando las certificaciones y abonar los respectivos importes al sistema de
seguridad social. Sin embargo, nada de eso aconteció y la a quo omitió su consideración
limitándose a mencionar que no prosperaban por la improcedencia de las otras
indemnizaciones, lo que en modo alguno se vincula con las previsiones normativas (la
relación se disolvió por la injuria de la trabajadora ante la negativa de la relación laboral).
2. La quo, en primer lugar, frente a la negativa de los accionados de la existencia de
contrato de trabajo, efectuó un análisis exhaustivo del material probatorio rendido y fijó
fehacientemente acreditada la relación de dependencia con los tres demandados (Archer,
Gancedo e Isola, unidos por el interés común de la explotación comercial de ICANA). En
esa tarea, aludió a la actitud evasiva de los empleadores manifestada a través del proceso.
Luego, ingresó al tratamiento de la desvinculación (despido indirecto de la actora por falta
de respuesta a sus emplazamientos) y estimó que si bien la accionante remitió las piezas
colacionadas debidamente diligenciadas por la empresa postal, no existía prueba
fehaciente de la entrega de los telegramas. Concluyó que tanto la intimación que la actora
cursara con fecha cinco de marzo del 2003, como la medida rescisoria que adoptara el 14
de abril de ese año no llegaron a la órbita de conocimiento de los demandados y en
consecuencia la ruptura así producida carecía de entidad y resultaba inocua a los fines
legales por no haberse acreditado el cumplimiento de las exigencias del art. 243 LCT. 3.
Las constancias de la causa evidencian que le asiste razón al recurrente. La Juzgadora no
efectuó una justa valoración de los elementos de convicción incorporados al proceso. De
la prueba documental N° 13 no es posible derivar la ausencia de recepción de los
telegramas de que se trata. La emisión de ellos fue certificada por el Correo Argentino y
las dos notas que se acompañan con posterioridad clarifican que fueron recibidos, dando
por cierto lo consignado al pie de página de los documentos. Luego, la afirmación de la a
quo relativa a que las comunicaciones no llegaron a la esfera de conocimiento de los
empleadores luce desapegada de las constancias de la causa e ignora el principio de la
búsqueda de la verdad real que rige en nuestro proceso. Más aún tomando en cuenta los
propios términos de la sentencia que dan cuenta de la actitud evasiva que asumieron los
accionados y la prueba acabada de la existencia de la relación laboral. Pero además, las
circunstancias previas a la desvinculación indican que los empleadores en todo momento
negaron el vínculo dependiente y su correspondiente registración (ver fs. 116). Luego, la
importancia dirimente que la Juzgadora otorga a la prueba de la recepción, en el
particular, también resulta relativa. Es que si bien por regla aquélla es necesaria, no sólo
en virtud de la buena fe que debe regir la relación de trabajo, sino a los fines de dar
certeza respecto de los momentos a partir de los que comienzan a producirse
determinados efectos jurídicos, dicha formalidad tampoco podría primar en un conflicto
como el presente en donde la relación fue negada por la patronal. Se insiste: en ese caso
la conclusión de la Sentenciante encontraría justificación si ambas partes hubieran estado
contestes en que mantuvieron un vínculo laboral amparado por el régimen específico,
pero no cuando la dadora de trabajo niega el carácter de empleado a quien conforme el
plexo probatorio sí resultó serlo (en igual sentido pronunciamientos: "Díaz... c/ Conarg...",
14/04/72; "Zárate... c/ Instituto...", 293/96 y "Salas... c/ Faoro...", 143/00, entre otros). En
consecuencia, corresponde anular el pronunciamiento en el aspecto de que se trata. 4.
Entrando al fondo del asunto (art. 105 CPT) y a partir de las consideraciones anteriores
relativas a que la trabajadora en su calidad de dependiente no obtuvo una respuesta
específica a su petición, debe concluirse que tal injuria autorizaba el despido indirecto en
que se colocó. Así corresponde condenar a los empleadores a abonarle las
indemnizaciones por antigüedad (art. 245 LCT) y falta de preaviso (arts. 231 y 232 ib.),
tomando como base la remuneración fijada en la sentencia de la a quo. Asimismo, deben
prosperar las sanciones previstas en los arts. 16 ley 25.561; 2 ley 25.323 y 15 LNE toda vez
que admitida la legitimidad del despido indirecto también concurren los presupuestos
fácticos y legales para que procedan dichos incrementos indemnizatorios. Procede
además la agravación indemnizatoria del art. 80 LCT. Se acreditó que la patronal no
entregó la documentación de que se trata en razón de alegar la inexistencia de vínculo
dependiente. A su vez consta en la causa que la trabajadora intimó a la entrega del
mentado certificado al tiempo de disponer su despido indirecto (telegrama colacionado
de fecha 14 de abril 2003). Si bien, no se dio cabal cumplimiento a la exigencia del plazo
de espera concedido al empleador por el Dec. 146/01, lo cierto es que éste en momento
alguno mostró una actitud que la justificara. Contrariamente negó la relación laboral en la
comunicación de fs. 116 manteniendo silencio hasta la contestación de la demanda,
donde ratificó aquella posición. En consecuencia, aparece como excesivamente ritualista
exigir a la trabajadora la reiteración del pedido a los 30 días. No ocurre lo propio en
relación a la indemnización del art. 132 bis LCT, la cual debe rechazarse. Es que en el
telegrama del distracto se alude genéricamente a las "indemnizaciones especiales fijadas
en las leyes...25.345...", lo cual no satisface la carga de claridad necesaria para la
procedencia de ésta. Más aún teniendo en cuenta que conforme a las circunstancias del
caso -defectuosa registración y entrega de sólo dos recibos en un año- resultaba
imprescindible que mediara prueba contundente acerca de que a los montos abonados se
le hubiesen efectuado los descuentos pertinentes. Con relación a la multa del art. 8 de la
ley 24.013, el casacionista nada dice acerca del incumplimiento del recaudo exigido por el
art. 11 de la LNE con la modificación introducida por la ley 25.345 -remisión de copia de la
intimación a la AFIP- por lo que la solución que dispuso el a quo sobre el punto permanece
incólume. Así voto. El señor Vocal doctor Luis Enrique Rubio, dijo: Coincido con la opinión
expuesta por la señora vocal cuyo voto me precede. Por tanto, haciendo míos los
fundamentos emitidos, me expido en la misma forma. El señor Vocal doctor Domingo Juan
Sesin, dijo: A mi juicio es adecuada la respuesta que da la señora vocal doctora Blanc a la
primera cuestión. Por ello, de acuerdo a sus consideraciones, me pronuncio en igual
sentido. A LA SEGUNDA CUESTION PLANTEADA: La Señora Vocal doctora M. Mercedes
Blanc de Arabel, dijo: A mérito de la votación que antecede corresponde admitir el
recurso de la actora y, en consecuencia, anular el pronunciamiento con el alcance
señalado en la primera cuestión. Hacer lugar a la demanda en cuanto persigue
indemnización por antigüedad y falta de preaviso; las sanciones previstas en los arts. 16,
ley 25.561; 2, ley 25.323; 15, LNE y la agravación indemnizatoria del art. 80 LCT. Con
costas a los demandados. Rechazar la multa del art. 8 de la LNE y la del art. 132 bis de la
LCT. Los honorarios del Dr. G. A. J. serán regulados por la a quo en un treinta y dos por
ciento de la suma que resulte de aplicar la escala media del C.A sobre lo que constituyó
materia de impugnación, debiendo considerarse el art. 27, ley 9.459. El señor Vocal doctor
Luis Enrique Rubio, dijo: Adhiero a las conclusiones a las que se arriba en el voto que
antecede. Por tanto, me expido de igual modo. El señor Vocal doctor Domingo Juan Sesin,
dijo: Comparto la decisión que propone la señora vocal doctora Blanc a la presente. Por
ello, me pronuncio de la misma manera Por el resultado de la votación que antecede,
previo Acuerdo, el Tribunal Superior de Justicia, por intermedio de la Sala Laboral, R E S U
E L V E: I. Admitir el recurso de casación interpuesto por la actora y anular el
pronunciamiento según se expresa. II. Hacer lugar a la demanda en cuanto persigue
indemnización por antigüedad y falta de preaviso; las sanciones previstas en los arts. 16,
ley 25.561; 2, ley 25.323; 15, LNE y la agravación indemnizatoria del art. 80 LCT. III. Con
costas a los demandados. IV. Rechazar la multa del art. 8, LNE y la del art. 132 bis, LCT. V.
Disponer que los honorarios del Dr. G. A. J. sean regulados por la Sala a quo en un treinta y
dos por ciento de la suma que resulte de aplicar la escala media del CA sobre lo que
constituyó materia de discusión. Deberá considerarse el art. 27, ley 9.459. VI.
Protocolícese y bajen. Con lo que terminó el acto que previa lectura y ratificación de su
contenido, firman el señor Presidente y los señores Vocales, todo por ante mí, de lo que
doy fe.

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