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DISCRIMINACIÓN RACIAL EN C.A.B.A.

RESUMEN

Para los países de inmigración, las consecuencias positivas son las siguientes:
rejuvenecimiento de la población; aumenta la diversidad cultural; mayor cantidad de mano
de obra; innovación tecnológica; la absorción de personas preparadas en su ramo;
incremento del consumo. Consecuencias negativas: introducen una mayor diversidad
cultural, pudiendo formarse grupos completamente segregados y marginales; desequilibrio
en el nivel salarial, ya que los inmigrantes suelen aceptar salarios inferiores a los de la
población local, aumentan los servicios, especialmente los asistenciales y educativos;
remesas de dinero hacia los lugares de procedencia de los inmigrantes; aumenta la
problemática discriminatoria.

La discriminación que pueda darse contra los distintos seres humanos puede ser formal o
informal, es decir, prohibida o permitida. Para el caso, todos los días, de una u otra forma,
los seres humanos discriminamos a otros en nuestras actividades diarias. Por ejemplo,
contratamos a una persona con más logros académicos o profesionales que otra,
desaprobamos créditos bancarios de aquellos aplicantes que no tienen suficientes bienes
con qué respaldar el préstamo, aceptamos en las escuelas o universidades privadas a los
más sobresalientes, reprobamos a los alumnos que no demuestran conocimiento de la
clase, etc.; sin embargo, ninguna de estas actividades es prohibida o incorrecta porque
forma parte del desenvolvimiento natural de las relaciones sociales y no constituyen
discriminación formal o negativa . Lo que sí entra en la esfera de lo prohibido al momento de
discriminar es todo aquello que hagamos en detrimento de otro, pero en relación a sus
características como persona, como ser humano, que conlleve detrimento, humillación,
demérito u ofensa en su perjuicio.

La educación intercultural plantea un nuevo desafío a la escuela: dejar de lado la tendencia


homogeneizadora del currículum asumiendo la diversidad, logrando un “repensamiento
global de la educación, de una nueva concepción del conocer, de las formas de pensar y de
hacer escuela, de renovación y búsqueda de nuevas prácticas pedagógicas, de análisis y
reflexión del quehacer educativo con el fin de lograr la creatividad y la efectividad de los
aprendizajes.”
TEMA

Causas y consecuencias del crecimiento de conductas de discriminación (xenofobia y racial)


en la población del Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

FORMULACIÓN Y JUSTIFICACIÓN DEL PROBLEMA

♦ Formulación de la pregunta problema de investigación

¿Cuáles son las causas y consecuencias del crecimiento de conductas de discriminación


(xenofobia y racial) en la población del Ciudad Autónoma de Buenos Aires?

♦ Formulación de las preguntas derivadas del problema

- ¿Cuáles son las causas del aumento de discriminación entre individuos que viven en la
Ciudad Autónoma de Buenos Aires?

- ¿Cuál es la relación entre discriminación e inmigración en la Ciudad Autónoma de Buenos


Aires?

- ¿Cuáles son los conflictos sociales por racismo, a causa del crecimiento de inmigrantes en
la Ciudad Autónoma de Buenos Aires?

- ¿Cuáles son los distintos tipos de discriminación que acontecen en la Ciudad Autónoma de
Buenos Aires?

- ¿Cómo combatir las actitudes discriminatorias que padecen las personas en función de su
pertenencia a una etnia o raza?

♦ Formulación de Objetivos

- Identificar las causas del aumento de discriminación entre individuos que viven en la
Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

- Investigar la relación entre discriminación e inmigración en la Ciudad Autónoma de Buenos


Aires.
- Investigar la existencia de conflictos sociales por racismo, a causa del crecimiento de
inmigrantes en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

- Conocer los distintos tipos de discriminación que acontecen en la Ciudad Autónoma de


Buenos Aires.

- Averiguar las formas de combatir las actitudes discriminatorias.

♦ Justificación del problema

- Los resultados de la investigación son beneficiosos en la resolución de conflictos entre


ciudadanos de distintas culturas.

- La investigación es positiva para fomentar empatía y respeto entre ciudadanos a fin de


evitar disturbios sociales.

- Esta investigación permite conocer cuál es la presencia del Estado y de sus obligaciones a
nivel internacional (respetar y garantizar los derechos humanos, y más específicamente, el
principio de igualdad o de no discriminación).

- Los logros de la investigación brindan una herramienta para ayudar a combatir las
actitudes discriminatorias en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

FORMULACIÓN DE HIPÓTESIS

En términos generales las causas de la migración mundial son múltiples, complejas y


heterogéneas. En el caso de América Latina y el Caribe, el factor económico constituye su
principal causa, así como las brechas de desarrollo entre los países de origen y de destino,
los desequilibrios en los mercados laborales de nuestros países, así como la aspiración
natural de los mismos por superar la pobreza y la desigualdad, constituyen éstas las
principales causas que llevan a nuestra gente a emigrar. En cuanto a las consecuencias de
las migraciones, hay que analizar desde el punto de vista de los países de emigrantes, así
como de los países de inmigrantes, y si estas consecuencias pueden ser positivas o
negativas. Así tenemos que para los países de emigración son consecuencias positivas:
solucionar problemas de sobrepoblación; la inversión de las remesas que envían los
emigrantes; solucionar problemas de desempleo; el aumento de la productividad; la
exportación de productos a los países receptores de emigrantes, consecuencias negativas:
emigración de la población joven, desquebrajamiento del grupo familiar, disminución de los
ingresos públicos, la fuga de cerebros.

Para los países de inmigración, las consecuencias positivas son las siguientes:
rejuvenecimiento de la población; aumenta la diversidad cultural; mayor cantidad de mano
de obra; innovación tecnológica; la absorción de personas preparadas en su ramo;
incremento del consumo. Consecuencias negativas: introducen una mayor diversidad
cultural, pudiendo formarse grupos completamente segregados y marginales; desequilibrio
en el nivel salarial, ya que los inmigrantes suelen aceptar salarios inferiores a los de la
población local, aumentan los servicios, especialmente los asistenciales y educativos;
remesas de dinero hacia los lugares de procedencia de los inmigrantes; aumenta la
problemática discriminatoria.

El etnocentrismo puede ser definido como un ensimismamiento a nivel cultural que


dificultaría gravemente la apertura de una comunidad hacia otras personas por el mero
hecho de pertenecer a una cultura diferente. A menudo se traduce en una actitud, más o
menos manifiesta, respaldada o no por tesis de tipo filosófico o teórico, de menosprecio
hacia otras culturas, o dicho de otro modo, una actitud en virtud de la cual una persona o
comunidad estima su propia cultura como superior a las demás. El etnocentrismo ha
acompañado a muchos pueblos en su trato con los demás pueblos a lo largo de la historia.
Asimismo, está presente en el proceso de génesis de la sociología. Así, por ejemplo, el
teórico inglés H. Spencer, con su teoría organicista y evolucionista de las sociedades, en la
que aplicaba conceptos propios de la embriología a la explicación del proceso de desarrollo
y florecimiento de las culturas, daba pie para la legitimación de las formas más descarnadas
de colonialismo por parte de un imperio ávido de ver crecer sus posesiones territoriales en
otros continentes. Las argumentaciones a favor del etnocentrismo han tomado a lo largo de
la historia las más diversas formas, desde cuestiones de tipo moral, hasta teorías
reduccionistas supuestamente avaladas por conocimientos científicos. En nuestros días, son
estas últimas las que parecen tener más influencia. Pero a niveles más cotidianos, parece
ser que es el factor de desarrollo tecnológico el que más influye a la hora de compararnos
con otras culturas. Incluso inmersos en el pensamiento postmoderno, se ofrece la tentación
de concluir que la cultura occidental es la única que tiene conciencia de lo relativo que es
todo, que es la única que está de vuelta de desengaños, y por tanto, algo tiene que las
demás no tienen.

La discriminación que pueda darse contra los distintos seres humanos puede ser formal o
informal, es decir, prohibida o permitida. Para el caso, todos los días, de una u otra forma,
los seres humanos discriminamos a otros en nuestras actividades diarias. Por ejemplo,
contratamos a una persona con más logros académicos o profesionales que otra,
desaprobamos créditos bancarios de aquéllos aplicantes que no tienen suficientes bienes
con qué respaldar el préstamo, aceptamos en las escuelas o universidades privadas a los
más sobresalientes, reprobamos a los alumnos que no demuestran conocimiento de la
clase, etc.; sin embargo, ninguna de estas actividades es prohibida o incorrecta porque
forma parte del desenvolvimiento natural de las relaciones sociales y no constituyen
discriminación formal o negativa . Lo que sí entra en la esfera de lo prohibido al momento de
discriminar es todo aquello que hagamos en detrimento de otro, pero en relación a sus
características como persona, como ser humano, que conlleve detrimento, humillación,
demérito u ofensa en su perjuicio. Por ejemplo, si contratamos a una persona sólo por su
apariencia física y excluimos a los demás por obesos, desaprobamos créditos bancarios
porque el aplicante es de piel oscura, etc.

También, para encontrar mayor sentido al concepto de discriminación, es importante notar


que los derechos humanos debemos respetarlos todos pero es el Estado el que debe
garantizarlos. Esto quiere decir, por ejemplo, que yo como individuo debo respetar la
diversidad de extranjeros que residen en la sociedad hondureña y sus derechos, pero es el
Estado el que debe idear políticas, aprobar leyes y poner en práctica medidas que prohíban
la discriminación contra personas por razón de su nacionalidad u origen. Esto implica que
aunque no hayan leyes de discriminación por razón de nacionalidad u origen, una empresa
privada no puede anunciar ofertas de empleo sólo para ciudadanos del país de origen, sin
una justificación válida, porque existe el principio constitucional de igualdad ante la ley y no
discriminación, así como los tratados y convenios internacionales ratificados por el país que
forman parte del derecho interno. Es así entonces como la ausencia de políticas estatales o
de leyes aprobadas, no puede utilizarse como excusa para discriminar a otros.

El etnocentrismo no sólo no es algo negativo, ni siquiera tan sólo inevitable, sino que es
algo deseable. Por eso Lévi-Strauss se rebela contra un abuso del lenguaje por el cual se
tiende a confundir el racismo con actitudes que serían perfectamente legítimas. Si
continuamos con la argumentación, cabría decir que la xenofobia –es decir, el rechazo al
otro, no en virtud de su raza, sino a causa de su extranjería, de ser un extraño, un xénos– es
algo natural; que su contrapartida inevitable para aquellos que quieran tener una actitud más
positiva frente a otras culturas es el paternalismo; y que si no se desea optar por ninguna de
estas dos actitudes, habremos de resignarnos a evitar todo intento de establecer una
comunicación provechosa con gentes de otras culturas, puesto que la comprensión del alter
cultural es una utopía.
MARCO TEÓRICO

En el entendido que existe un tema común a la mayoría de las sociedades actuales, cual es
cómo enfrentar la diversidad de expresiones culturales que las caracterizan, es que el
trabajo educativo intercultural se enfoca a la generación de un nuevo sentido de comunidad
que por sobre todo demuestre a las y los educandos que la frontera entre los grupos étnicos
es ante todo una frontera social trazada y mantenida por medio de elementos culturales
(García y Sáez, 1998).
Concretamente, la acción de la escuela puede ser aprovechada para lograr la valoración de
las manifestaciones culturales propias de sociedades multiculturales como las nuestras y
“puede jugar un papel significativo en la erradicación del racismo y otras formas de
enfrentamiento interhumano (esto es, la mentalidad del “nosotros versus ellos”), haciendo un
esfuerzo consciente para exponer las bases de los mitos que rodean y justifican la
superioridad de unos grupos humanos sobre otros.”
En ese sentido, la educación intercultural plantea un nuevo desafío a la escuela: dejar de
lado la tendencia homogeneizadora del currículum asumiendo la diversidad, logrando un
“represamiento global de la educación, de una nueva concepción del conocer, de las formas
de pensar y de hacer escuela, de renovación y búsqueda de nuevas prácticas pedagógicas,
de análisis y reflexión del quehacer educativo con el fin de lograr la creatividad y la
efectividad de los aprendizajes.”
Los procesos educativos interculturales en sociedades diversas debieran ser un movimiento
enfocado a tres grandes temas:
1. Los derechos específicos de grupos étnicos, culturales o minorías nacionales.
2. La lucha contra el prejuicio racial y la búsqueda de formas de integración interétnica no
asimilacionista en los países donde se han asentado definitivamente masas de origen
foráneo.
3. La adecuación de los sistemas educativos y de la pedagogía a las exigencias de un
mundo cada vez más transnacionalizado.
Los principios que se constituyen en fundamento de la educación intercultural funcionan
como hilo conductor para toda intervención que tenga en vistas la promoción de una nueva
forma de entender la diversidad y la manera en que la escuela se hace cargo de ella en los
espacios cotidianos. Estos principios son, según Chiodi (2001):
El derecho a la diferencia cultural y el valor intrínseco de cada cultura desde la visión que
ella tiene de sí misma. Es una educación que favorece una relación dialógica y equitativa
entre las culturas y entre sus miembros. La educación intercultural no fomenta ni un
relativismo cultural aséptico (una suerte de suspensión del juicio sobre las diferencias
culturales) ni la autocomplacencia cultural, sino más bien intenta abrir a niños y niñas la
experiencia de otras trayectorias culturales, trata de estimular su curiosidad y su capacidad
de conocer y aprender, de ensanchar sus horizontes culturales. Pretende ser, en resumen,
una educación abierta en el sentido más pleno de la palabra, contra los prejuicios, los
etnocentrismos, los particularismos, la inercia frente al otro. Una educación que incentiva a
niños y niñas a descubrir la diferencia dentro de su propia sociedad y a reconocer lo propio
en otras sociedades, disponiéndolo también para enfocar las diferencias culturales no
necesariamente como una alternativa a nosotros, sino como una posible alternativa para
nosotros.
Una definición que incluye la mayoría de los aspectos ya mencionados y los amplía en
orden a proponer una reforma comprensiva que se extiende a los parámetros de referencia
de grupos diversos, es la que propone Banks (1995). Según este autor, esta modalidad
desafía y rechaza el racismo y otras formas de discriminación en la sociedad y en la
escuela, y acepta y afirma el pluralismo (étnico, racial, lingüístico, religioso, económico, de
género y otros), que los y las estudiantes, sus comunidades y los y las profesoras
representan. La educación intercultural permea el currículum y las estrategias
instruccionales usadas en la escuela, como interacciones entre profesores, estudiantes y
padres, y las muchas formas en que la escuela conceptualiza la naturaleza de la enseñanza
aprendizaje. Porque utiliza la pedagogía crítica y su filosofía, y se enfoca en el conocimiento,
reflexión y acción (praxis) como la base para el cambio social, la educación intercultural
avanza hacia los principios democráticos de justicia social.
Los supuestos sobre los cuales se estructura esta definición apuntan objetivos concretos.
Ayudar a las personas a comprenderse a sí mismos desde la perspectiva de otras culturas.
Se trata de lograr que los y las estudiantes sean capaces de mirarse desde una visión más
amplia que entrega la referencia a otros grupos étnicos y raciales. Entregar a los y las
estudiantes alternativas étnicas y culturales distintas a las propias, para lograr la ruptura del
aislamiento que supone la visión etnocéntrica de la educación tradicional. En ese sentido, la
idea es dejar de lado la tendencia histórica del currículum concebido como una extensión de
la cultura dominante blanca, europea, androcéntrica y de clase media. Proveer a los y las
estudiantes con habilidades, actitudes y conocimientos necesarios para funcionar dentro de
sus propias culturas, la cultura dominante y dentro, y a través, de otras culturas. El objetivo
es desarrollar competencias en culturas diversas, porque, como afirma Cañulef (1998), la
educación intercultural debe esforzarse para preparar a los alumnos para la vida en un
mundo signado por la velocidad de sus cambios en que al educador no le es posible
visualizar cuál ha de ser la circunstancia concreta en la cual el niño o niña que educa le
tocará vivir. Por lo tanto, lo esencial es equipar a la persona para poder convivir en cualquier
situación sociocultural. Reducir el dolor y la discriminación que miembros de grupos étnicos
experimentan debido a sus particularidades raciales, físicas, sociales y culturales. Como se
señaló anteriormente, la educación intercultural debe tender a mostrar que las fronteras
trazadas entre los grupos étnicos son culturales y sociales, y en ellas no hay nada de natural
que las justifique. Ayudar a los y las estudiantes, desde una perspectiva pedagógica, a
dominar los códigos de lectura, escritura y habilidades diversas para alcanzar niveles de
aprendizaje que les permita desenvolverse adecuadamente en una sociedad que valora el
conocimiento.
En resumen, podemos decir que “la educación dentro de una sociedad plural debería ayudar
a los estudiantes a entender su cultura común, pero a la vez, también ayudarlos a liberarse
de sus límites y barreras culturales. Para crear y mantener una comunidad cívica que trabaje
por el bien común, la educación en una sociedad democrática debe esforzarse por lograr
que los y las estudiantes adquieran el conocimiento, actitudes y habilidades necesarias que
permitan participar en la acción cívica para hacer una sociedad más equitativa y justa.”
La educación intercultural propone modificaciones en todo el entorno escolar, lo que incluye
las políticas, las interacciones en la sala de clase, el currículum formal e informal, las
actividades extracurriculares, las normas institucionales, etc. (Banks, 1995), por eso, suele
aceptársele como un movimiento de reforma que enfatiza la revisión estructural, procedural,
substantiva y valorativa de los componentes de la empresa educacional para reflejar el
pluralismo social, cultural, étnico, racial y lingüístico (Gay, 1995).
Los objetivos a los cuales tiende la educación intercultural implican a toda la estructura que
cobija a la escuela, a nivel institucional, político, pedagógico, etc., para propender al
desarrollo de actitudes más democráticas desde los primeros años de formación. Esto
significa considerar la escuela como un sistema social en el cual todas las variables que
entran en juego requieren ser modificadas. (Melis, 2009, pp. 189-191)
A diferencia de la etnoeducación, que se focaliza en el aprendizaje y enseñanza de lo
propio, y la educación multicultural, generalmente enfocada en el reconocimiento de la
diversidad, la interculturalidad intenta promover una relación comunicativa y crítica entre
seres y grupos distintos, y también extender esa relación en la tarea de construir sociedades
realmente plurales y equitativas. Esta interacción requiere la implementación de estrategias
de aprendizaje colaborativo y la utilización de las nuevas tecnologías para permitir el
afianzamiento de la cooperación y la relación dialógica en el contexto grupal, que posibilite
la libre expresión y comunicación interactiva entre todos los alumnos del grupo.
Se pueden establecer algunos fines amplios y generales que definen la educación
intercultural:
▪ Fortalecer y legitimar las identidades culturales de todos los estudiantes en la forma que
ellos y sus familias la definen.
▪ Promover un ámbito de aprendizaje en el cual todos los estudiantes puedan expresarse y
comunicarse desde su propia identidad y práctica cultural, y enriquecerse mutuamente con
las experiencias de unos y otros.
▪ Desarrollar capacidades de comunicación, diálogo e interrelación y fomentar la utilización
equitativa entre personas (alumnos, docentes, padres, etc.), grupos, saberes y
conocimientos culturalmente distintos.
▪ Contribuir a la búsqueda de la equidad social y mejores condiciones de vida. (Cozzani,
2016, pp.1-2)
No es una novedad que más allá de cuál sea finalmente su presencia real, el tema de la
violencia en las escuelas se ha puesto de moda, como señalan también los restantes
autores de este libro. En los últimos tiempos los medios retoman el tema episódicamente
para alertarnos sobre nuevos peligros y amenazas que se esconden en algunos hechos de
violencia que más o menos regularmente ocurren en las escuelas. Si bien no se trata de
negar el problema, siempre es conveniente frente a estas modas intentar poner las cosas en
su justa medida y reconocer las verdaderas características del problema, más allá de las
descripciones mediáticas. En este caso en particular, lo que estos trabajos nos han
permitido ver es que la violencia no es una, sino que son muchas. No en todas las escuelas
existe el mismo tipo de violencia, y no todas las violencias que aparecen en una escuela,
son, a su vez de la misma índole. Como decíamos, es muy importante tener esto en mente
porque nuestros juicios sobre el tipo de violencia que observamos están siempre basados
en las definiciones o perspectivas que tenemos de ellas y por eso nuestras formas de
proceder o tratar de abordarla responderán a estas percepciones. En particular, en este
caso hemos descripto, esencialmente, dos formas de la misma. Una de ellas es una
modalidad algo sutil, pero bastante presente. Se trata de una forma de violencia quizás no
abiertamente conflictiva, pero que no obstante permea la vida de las comunidades
escolares, y que tiene como característica fundamental que vacía de sentido, transforma en
algo mecánico y vacuo, a las actividades de los principales actores que las integran. Es
decir, alumnos, docentes, directivos son afectados por una sensación de malestar porque el
contexto escolar no les permite satisfacer las expectativas que vuelcan en él. En muchos
casos estas sensaciones de malestar dan lugar a conflictos interpersonales, porque cada
uno de los involucrados hace responsable a los otros de su condición. Y, sin embargo,
muchas veces no se trata de las características individuales de los actores, sino de
condiciones de la estructura institucional. Es decir, de ausencia o falta de mecanismos
institucionales que permitan resolver las situaciones que se enfrentan…es probable que esta
situación responda a cambios profundos en las relaciones intergeneracionales, y que los
malestares se deban a algunos desfasajes entre la institucionalidad escolar y la cultura de
las nuevas generaciones. Como quiera que sea, creemos que es también importante indicar
que los ejemplos que hemos utilizado en este texto presentan en general casos extremos
que utilizamos con el fin de que las ilustraciones sean lo más evidentes posibles, pero que
justamente ese grado de conflictividad no es el que suele afectar habitualmente a las
escuelas. La otra forma de violencia que encontramos es por supuesto la violencia física
propiamente dicha. En este sentido deberíamos indicar que en general las manifestaciones
de violencia física son ‘importadas’ hacia la escuela. Es decir, la escuela de hecho no utiliza
ya la violencia física como mecanismo de regulación, más aún todos sus esfuerzos como
institución están volcados a eliminarla. Pero, más allá de ello, por momentos la violencia
física irrumpe en la escuela. Los viejos instrumentos de disciplina como la expulsión, la
sanción, etc. se encuentran cuestionados, y no aparecen sustitutos consensuados que
logren suplantarlos. Así, otra cosa que hemos podido ver, es que a veces la violencia escala
por falta de mecanismos apropiados para regularla. Finalmente, otra cosa que se destaca en
los ejemplos anteriores es que la violencia no responde siempre a las mismas causas.
Puede verse que, algunas violencias, están relacionadas con los condicionamientos
socioeconómicos que sufre la población escolar; pero también que otras violencias
responden a los climas institucionales propios de cada escuela. Y también hemos podido
observar situaciones en que estos factores se combinan. Así, la conclusión que tal vez surja
de todas estas observaciones es que si bien no logran resolver todos los problemas, los
estilos de gestión institucional son uno de los factores cruciales para intentar moderar los
niveles de violencia que puedan surgir en una escuela. Es por eso que el capítulo que sigue
estará fundamentalmente centrado sobre este aspecto de la cuestión. (Noel, 2009, pp. 34-
35)
De cara a aplicar la perspectiva interculturalista en términos generales de la vida social o en
un determinado campo- la educación y escuela por ejemplo- un primer paso es tener claro el
pluralismo cultural y todo lo que implica, o sea la filosofía política que en el mundo
contemporáneo cuaja como nuevo paradigma en la década de los sesenta. Antes de
postular o discutir multiculturalismo o interculturalismo, es preciso ubicar adecuadamente el
paradigma del que ambos surgen, ese paradigma que trata no sólo de oponerse al racismo
sino de superar el asimilacionismo, como luego veremos. Pero, antes que nada, tómese
nota aquí de nuevo de la polisemia existente. Lo dicho anteriormente posiblemente ayude
ahora a distinguir dos acepciones, ya en la mera expresión “pluralismo cultural” y desde
luego en el amplio campo de la literatura política y científico social sobre el particular
(publicada con profusión desde la década de los sesenta, por no hablar de los
antecedentes).
“Pluralismo cultural” connota, en primer lugar, la presencia, coexistencia o simultaneidad de
poblaciones con distintas culturas en un determinado ámbito o espacio territorial y social,
sea un área civilizatoria, una entidad supranacional, un estado nación, una nación sin
estado, una región, un municipio, una comunidad local, una escuela. Pero por “pluralismo
cultural” también se entiende, como hemos indicado, una determinada concepción de la
diversidad cultural y una determinada propuesta sobre la forma legislativa, institucional, etc.,
en que debería abordarse en la práctica. Pues bien, aquí sólo vamos a exponer los
principios o afirmaciones claves del pluralismo cultural entendido en este segundo sentido.
Veamos primero lo que el pluralismo cultural es para luego analizar lo que no es, o dicho de
otra forma lo que trata de superar. En el pluralismo cultural se parte de que la diversidad
cultural es positiva por enriquecedora, de que no sólo no hay que rechazarla tratando de
hacer homogénea la sociedad sino que hay que respetarla, aprovecharla, celebrarla: la
denominada y defendida “celebración de la diferencia”. En esa línea se trata de una
propuesta de suma y no de resta: todas las expresiones culturales, étnicas, religiosas,
lingüísticas, están llamadas a estar presentes en la comunidad sociopolítica, a desarrollarse
sin represión, libremente. Subyace aquí el axioma antropológico de la igualdad de las
culturas en cuanto a manifestaciones magníficamente diversas de una misma naturaleza
humana.
Con el tiempo, se propondrá y fundamentará el derecho a la diferencia como un nuevo
corpus de derechos que viene a enriquecer la cuarta generación de los derechos humanos.
Esa idea del derecho a la diferencia conecta y se alimenta a su vez de las concepciones
sobre la ciudadanía diferenciada (I. M. Young. 1990 y 1995). Esas ideas tomaron cuerpo y
se fundamentaron con las políticas del reconocimiento, desarrollada sobre todo por Taylor
(1993) quién sitúa la categoría de reconocimiento del Otro en el centro de los valores y
virtudes de la sociedad democrática. Ideas que se han aplicado al contexto de la regulación
de la vida social, del ejercicio de los derechos, de la relación entre democracia y pluralismo,
de la aceptación las minorías autóctonas y alóctonas, llevando a formulaciones como la de
Kymlicka (1996) sobre la ciudadanía multicultural. Más recientemente, el Premio Nobel de
Economía Amartya Sen (1999) se ha referido a la libertad cultural, otra forma de concebir la
misma idea de que tenemos derecho a expresar, vivir, manifestar, transmitir, nuestra forma
de ser, sentir y pensar pautadas por nuestra herencia, identidad y pertenencia cultural,
étnica, religiosa, o lingüística.
Podríamos seguir desarrollando múltiples aspectos de fundamentación y propuesta del
pluralismo cultural, pero no es esa la pretensión de esta breve introducción. ¿Cómo
sintetizar los principios claves del pluralismo cultural? Aprovechando algunas declaraciones
institucionales, formulaciones de política pública y eslóganes o lemas de campañas de
sensibilización positiva llevadas a cabo desde movimientos sociales antirracistas, he
indicado en otros textos (véase, sobre todo, Giménez, 1997, 2000) que el pluralismo cultural
se basa en dos principios: 1) el principio de igualdad o de no discriminación en función de la
raza, cultura, etnia, religión, lengua, nacionalidad, origen regional, etc.; y 2) el principio de
diferencia o respeto y aceptación del Otro.
Dicho de otra manera, lo que el pluralismo cultural postula es una sociedad, comunidad,
escuela y en general sociedad internacional en la cual las personas son iguales en
derechos, obligaciones y oportunidades, al tiempo que son respetadas en su distintividad
cultural, lingüística y religiosa. Tampoco es éste el lugar para analizar y desmenuzar todo lo
que conlleva cada uno de estos dos postulados (para una profundización en estos temas
puede verse, entre otras aportaciones, Blanco, 1990; Lucas, 1994 a; Comisión Mundial de
Cultura y Desarrollo, 1997; Bolzman, 1999; Moreno, 1999; Stavenhagen, 1999; Tubino,
2002).
El pluralismo cultural es una propuesta de inclusión y por lo tanto se opone y se presenta
como alternativa a los sistemas, prácticas y formulaciones que en otros lugares (Giménez,
1997, 2000) he englobado bajo modelos de exclusión en relación con la gestión sociopolítica
de la diversidad cultural. El pluralismo cultural es una propuesta contra la exclusión. Existe
un abanico desafortunadamente amplísimo de los sistemas excluyentes – racismo,
xenofobia, apartheid, limpieza étnica, etc.- tomando como criterio principal lo que en la
práctica hacen con el Otro: discriminarlo, segregarlo o eliminarlo, anotando en el cuadro las
subclasificaciones en cada una de esas prácticas de exclusión.
Lo que aquí nos interesa señalar es que un planteamiento intercultural en el marco
educativo requiere ante todo la superación de las formas de exclusión. Puede parecer obvio,
pero no insistiremos suficiente que la mejor manera de trabajar educativamente por la
interculturalidad, al tiempo que un requisito previo, es combatir y superar la exclusión. Dicho
de otra forma, es un contrasentido tratar de avanzar en la línea intercultural en un
determinado centro sin un esfuerzo decidido de la comunidad escolar por, y una eficacia
práctica en, la lucha contra los mecanismos de exclusión. Concretemos todo ello con
respecto a la incorporación de alumnado de origen extranjero a las escuelas: el mejor paso
en un horizonte de interculturalidad es evitar o superar: a) la desigualdad de oportunidades
que sufren los hijos de inmigrantes (por dificultades de alojamiento, precariedad jurídica,
falta de red familiar, etc.); b) la distribución desigual del alumnado extranjero en centros
públicos o privados concertados (dando origen a situaciones de guetización escolar); c) las
estrategias económicas o culturales para disuadir su presencia; y d) los excesos que pueden
darse en cuanto a separar físicamente a los otros en aulas especiales. (Die, 2012, pp.52-54)
Un aspecto importante de la interculturalidad es la exploración de lo desconocido para poder
interrelacionar, comparar, contrastar, combinar, asociar e integrar en una forma concreta,
diversos conocimientos, prácticas y formas de pensar y actuar. Este criterio busca
desarrollar, primero, un conocimiento sobre otras culturas y regiones del país, permite el
reconocimiento de la diversidad cultural y nacional y el intercambio de conocimientos y
prácticas específicas y distintas de varias comunidades, grupos y regiones para intentar así
romper estereotipos, percepciones negativas y desinformación sobre lo no-conocido.
Conviene ampliar aquí la temática de los conflictos escolares. Con el término conflicto se
hace referencia a un amplio espectro de la interacción e interrelación humana. Desde este
punto de vista se aduce que la convivencia social es considerada una fuente importante de
conflictos, por lo tanto al considerar los mismo inherentes a vida humana, también se los
debe considerar como parte de la vida escolar. Según lo propuesto por Rozemblum de
Horowitz (2008) en base a lo expresado por Lewis A. Coser: “un conflicto será social cuando
trasciende lo individual y proceda de la propia estructura de la sociedad”. En suma: el
conflicto es, un desacuerdo de ideas, intereses o principios entre grupos o personas. Se
manifiesta dentro de un proceso que implica la insatisfacción de las partes, desacuerdos o
incumplimiento de pautas establecidas con anterioridad. (Cozzani, 2016, pp.6-7)

ANÁLISIS E INTERPRETACIÓN DE DATOS


El artículo disponible en http://www.laprensa.com.ar/462365-Crece-la-discriminacion-en-la-
Argentina.note.aspx hace referencia a la discriminación existente en Argentina:
Crece la discriminación en la Argentina.
“A poco de festejar el Día para la Cero Discriminación en el mundo, en el país hubo 50 mil
casos registrados a través de las distintas dependencias del Instituto Nacional contra la
Discriminación, Xenofobia y el Racismo.
“Hay más denuncias y consultas, pero creo que se debe principalmente a esta mayor
visualización que existe actualmente sobre el tema de la discriminación", destacó a La
Prensa Juan Correa, Jefe de Gabinete del Instituto Nacional contra la Discriminación,
Xenofobia y el Racismo (Inadi), en el marco de la celebración del "Día para la Cero
discriminación".
La iniciativa, proclamada por la Asamblea General de las Naciones Unidas, tiene como
enfoque celebrar la diversidad y rechazar la discriminación en todas sus formas.
Durante todo el año pasado, la institución tuvo 50.000 casos que comprendieron denuncias
presenciales en algunas de las 24 delegaciones del instituto en todo el país; recibidas a
través de las redes sociales del instituto; consultas de asesoramiento al 0800 444 2345 línea
gratuita las 24 horas; y a través del sitio web de la entidad www.inadi.gob.ar.
Por otra parte, de los datos recopilados por el organismo se detectó que el 50% de las
intervenciones tienen lugar en el interior del país y lo solucionan directamente en las
delegaciones y la otra mitad en la sede centra ubicada en avenida de mayo 1402, en la
Ciudad de Buenos Aires.
El motivo sobre el que más denuncias se recibieron fue "Discapacidad", lo que significó el 20
por ciento del total de las denuncias y sigue siendo el principal factor histórico en Inadi,
desde el 2010 a la fecha. Luego le siguen "diversidad, sexual", 12 por ciento y "salud" en
tercero con el 11,5%.
Estos tres motivos engloban el 44,17% de las denuncias que radicó la población en todo el
país durante el 2017.
Con respecto al ámbito donde se produjo la discriminación, en el área laboral, la educación y
la administración pública se registraron el 47.15% de las denuncias recibidas.
Consultado sobre estas cifras, Correa destacó que "Lo referido a la discapacidad en el
ambiente laboral es por el tema del acceso al trabajo y el no poder acceder a una entrevista
laboral. El segundo lugar es la diversidad sexual, que es un área donde el Inadi viene
trabajando desde hace mucho sobre todo ahora con la ley de diversidad sexual".

En otro artículo disponible en https://www.eldia.com/nota/2018-1-2-2-40-39-alertan-que-hay-


cada-vez-mas-casos-de-odio-y-racismo-en-las-redes-informacion-general hace referencia
sobre el acoso escolar y el ciberacoso ya que las redes sociales son también el lugar para
que muchos chicos pacten peleas o se encuentren simplemente para acosar a otro:
Alertan que hay cada vez más casos de odio y racismo en las redes

Páginas que invitan a detestar a minorías sexuales o posteos que atacan a grupos
religiosos, son parte de un hostigamiento virtual que, al decir de los especialistas, se torna
por estos días “imparable”
“La mascota preferida del negro cabeza es la ladilla”, reza una de las tantas frases que
acompañan un dibujo que Silvina Vieyra, una usuaria de Facebook, subió a esa red social
hace unos días bajo el título “Muerte a los villeros”. La publicación, ofensiva y cargada de
odio, no es un caso aislado, sino ejemplo de tantísimos posteos y páginas que promueven la
violencia y el racismo en Internet. Según organizaciones civiles y gubernamentales que
monitorean el tema, en infinidad de publicaciones en la web se pueden leer mensajes que
atentan contra los derechos y la dignidad de las personas, ya sea por motivos raciales,
religiosos, de sexo, nacionalidad o de pertenencia a determinado grupo social.
Según un trabajo difundido en los últimos días por el Observatorio de Internet del Inadi, el
principal motivo de discriminación en las redes sociales es el religioso, con un porcentaje
que llega casi al 22%, seguido por cuestiones de género (15%), racismo (12%) y diversidad
sexual (10%).
“Argentina es ejemplo de diálogo interreligioso desde su formación como Estado, pero es
necesario reforzar ese diálogo porque la discriminación existe, desde el que dibuja una
esvástica hasta el que agrede a un musulmán”, dijo el director del Inadi, Claudio Pressman.
INTOLERANCIA DIGITAL

No hace falta ser un experto para descubrir el fenómeno. Una simple recorrida por los miles
de grupos y páginas que tiene la red social en nuestro país confirman el problema. Posteos
como el de Silvina son incontables: “Odio a los gay” o “Yo también odio a los judíos” son
apenas ejemplos de una escalada discriminatoria y virtual que, acaso lo más preocupante,
tiene a chicos que no llegan a los veinte como principales y tristes protagonistas.
“La agresividad, la costumbre de juzgar a los demás y la tendencia a generar competencias
son algunos de los disparadores de este fenómeno que crece y se torna cada día más
preocupante”, analiza Verónica Bordasco, psicóloga especializada en adolescencia y para
quien “la sociedad a veces se espanta de aquello que ella misma genera. Al incentivar la
competencia, el desprecio por el otro y la falta de valores, no es extraño que la conducta de
muchos adolescentes se torne agresiva y discriminatoria, sobre todo al considerar que la
discriminación es ante todo un acto de profunda ignorancia”.
La palabra escrita es mucho más potente. Tener eso ahí escrito es revivir la agresión una y
otra vez” MARÍA ZYSMAN, psicopedagoga
Así como crecen los grupos que promueven mensajes discriminatorios, las redes sociales
son también el lugar para que muchos chicos pacten peleas o se encuentren simplemente
para acosar a otro. A este último ejemplo lo conocemos como cyberbullying, una adaptación
de lo que hasta no hace tanto se conocía como la agresión entre los adolescentes y niños
en situación escolar y que ahora define a ese mismo hostigamiento a través de mails, blogs,
redes sociales o imágenes digitales. Pero esta forma de atormentar con impunidad salió de
la escuela y se expandió entre adolescentes y adultos.
“Las nuevas tecnologías son gratis y permiten el anonimato. Eso desinhibe y muchos creen
que pueden decir lo que quieran, que eso es libertad de expresión, aunque estén dañando a
otro. A eso se suma la accesibilidad permanente, que permite sostener el hostigamiento a
toda hora y desde cualquier lugar”, explica la psicopedagoga y especialista en el tema María
Zysman. “Además, la palabra escrita es mucho más potente, no se la lleva el viento, y para
el que lo recibe, tener eso ahí escrito es revivir la agresión una y otra vez. En muchos casos,
la invitación a los otros a ver su intimidad hace que crean que son parte de esa intimidad”.
La escalada discriminatoria en el ciberespacio dispara una pregunta de difícil respuesta:
¿cómo regular la forma en que las personas se desenvuelven en Internet? En el caso de las
redes sociales, se explica, la tarea se torna compleja debido a que las empresas que las
facilitan están ubicadas en el exterior y las personas que convergen en ellas pertenecen a
diferentes países.
DE HOSTIGAMIENTOS Y CIBERACOSO

Además de la creación de grupos en las redes sociales con la intención de agredir a


terceros, otra metodología frecuente suele ser el ingreso a páginas personales para dejar
insultos o burlas bajo el amparo de seudónimos. Algunas iniciativas incluyen la creación de
fotologs de terceros con esa misma finalidad. También en el portal de videos YouTube se
pueden ver con facilidad numerosos videos de peleas en aulas, en patios de escuela o en la
calle. Según los expertos, las nuevas formas de comunicación que provee Internet hacen
visible una violencia que ya existía en el ámbito privado. “Muchas veces las agresiones
verbales y sociales que permite Internet son la continuación de agresiones físicas en el
colegio o en lugares de reunión”, se indica desde “Bullying Cero”.
Si bien la Argentina es ejemplo de diálogo intercultural, aún quedan materias pendientes en
el campo de la libertad e igualdad de culto, coinciden los especialistas. También, según
datos del Observatorio de Internet del Inadi, en el país los principales grupos que aún son
víctimas de las prácticas racistas son los pueblos indígenas, las personas afrodescendientes
y africanas migrantes, la población migrante de países limítrofes y la proveniente de Asia, la
comunidad judía y musulmana, entre otros.
“La discriminación religiosa y el ciberacoso son algunos de los ataques más frecuentes en la
red -confirma Bordasco-. En estos casos, los adultos responsables deben estar atentos a
cambios bruscos en el comportamiento de esos chicos y chicas a su cargo en relación a
Internet. La privacidad en la infancia nunca debe ser subestimada, pero sí es necesaria una
mirada general a sus actitudes para percibir posibles problemas. Un chico puede ser
terriblemente atacado sin tener que salir de su casa, en la tranquilidad de su pieza o frente a
la pantalla de un celular”.
Así las cosas, eliminar un contenido racista o que incite al odio hacia un tercero en Internet
no es algo sencillo. Porque cuando se lo consigue denunciar, el mismo contenido ya fue
replicado en otros sitios y se extendió así a toda la Web en una difusión muchas veces
imparable.

ELABORACIÓN DE CONCLUSIONES
De los datos recogidos y de lo expuesto en el marco teórico he podido confirmar la hipótesis
formulada:
En un artículo disponible en http://www.laprensa.com.ar/462365-Crece-la-discriminacion-en-
la-Argentina.note.aspx hace referencia a la discriminación existente en Argentina.
Se afirma que “crece la discriminación en la Argentina. Hay más denuncias y consultas, pero
creo que se debe principalmente a esta mayor visualización que existe actualmente sobre el
tema de la discriminación", destacó a La Prensa Juan Correa, Jefe de Gabinete del Instituto
Nacional contra la Discriminación, Xenofobia y el Racismo (Inadi), en el marco de la
celebración del "Día para la Cero discriminación".
La iniciativa, proclamada por la Asamblea General de las Naciones Unidas, tiene como
enfoque celebrar la diversidad y rechazar la discriminación en todas sus formas.
Durante todo el año pasado, la institución tuvo 50.000 casos que comprendieron denuncias
presenciales en algunas de las 24 delegaciones del instituto en todo el país; recibidas a
través de las redes sociales del instituto; consultas de asesoramiento al 0800 444 2345 línea
gratuita las 24 horas; y a través del sitio web de la entidad www.inadi.gob.ar.
Por otra parte, de los datos recopilados por el organismo se detectó que el 50% de las
intervenciones tienen lugar en el interior del país y lo solucionan directamente en las
delegaciones y la otra mitad en la sede centra ubicada en avenida de mayo 1402, en la
Ciudad de Buenos Aires.
Lo expuesto en el artículo coincide con el análisis que hace Melis Poblete en donde propone
“equipar a la persona para poder convivir en cualquier situación sociocultural. Reducir el
dolor y la discriminación que miembros de grupos étnicos experimentan debido a sus
particularidades raciales, físicas, sociales y culturales.” (Melis, 2009, p. 191)

En otro artículo disponible en https://www.eldia.com/nota/2018-1-2-2-40-39-alertan-que-hay-


cada-vez-mas-casos-de-odio-y-racismo-en-las-redes-informacion-general se alerta que hay
cada vez más casos de odio y racismo en las redes y hay páginas que invitan a detestar a
minorías sexuales o posteos que atacan a grupos religiosos, son parte de un hostigamiento
virtual que, al decir de los especialistas, se torna por estos días imparable. “La mascota
preferida del negro cabeza es la ladilla”, reza una de las tantas frases que acompañan un
dibujo que Silvina Vieyra, una usuaria de Facebook, subió a esa red social hace unos días
bajo el título “Muerte a los villeros”. La publicación, ofensiva y cargada de odio, no es un
caso aislado, sino ejemplo de tantísimos posteos y páginas que promueven la violencia y el
racismo en Internet. Según organizaciones civiles y gubernamentales que monitorean el
tema, en infinidad de publicaciones en la web se pueden leer mensajes que atentan contra
los derechos y la dignidad de las personas, ya sea por motivos raciales, religiosos, de sexo,
nacionalidad o de pertenencia a determinado grupo social.
Según un trabajo difundido en los últimos días por el Observatorio de Internet del Inadi, el
principal motivo de discriminación en las redes sociales es el religioso, con un porcentaje
que llega casi al 22%, seguido por cuestiones de género (15%), racismo (12%) y diversidad
sexual (10%).
La intolerancia digital: “La agresividad, la costumbre de juzgar a los demás y la tendencia a
generar competencias son algunos de los disparadores de este fenómeno que crece y se
torna cada día más preocupante”, analiza Verónica Bordasco, psicóloga especializada en
adolescencia y para quien “la sociedad a veces se espanta de aquello que ella misma
genera. Al incentivar la competencia, el desprecio por el otro y la falta de valores, no es
extraño que la conducta de muchos adolescentes se torne agresiva y discriminatoria, sobre
todo al considerar que la discriminación es ante todo un acto de profunda ignorancia”.
El cyberbullying es una adaptación de lo que hasta no hace tanto se conocía como la
agresión entre los adolescentes y niños en situación escolar y que ahora define a ese mismo
hostigamiento a través de mails, blogs, redes sociales o imágenes digitales. Pero esta forma
de atormentar con impunidad salió de la escuela y se expandió entre adolescentes y
adultos.
Hostigamiento y ciberacoso: según los expertos, las nuevas formas de comunicación que
provee Internet hacen visible una violencia que ya existía en el ámbito privado. “Muchas
veces las agresiones verbales y sociales que permite Internet son la continuación de
agresiones físicas en el colegio o en lugares de reunión”, se indica desde “Bullying Cero”.
Si bien la Argentina es ejemplo de diálogo intercultural, aún quedan materias pendientes en
el campo de la libertad e igualdad de culto, coinciden los especialistas. También, según
datos del Observatorio de Internet del Inadi, en el país los principales grupos que aún son
víctimas de las prácticas racistas son los pueblos indígenas, las personas afrodescendientes
y africanas migrantes, la población migrante de países limítrofes y la proveniente de Asia, la
comunidad judía y musulmana, entre otros.
Así las cosas, eliminar un contenido racista o que incite al odio hacia un tercero en Internet
no es algo sencillo. Porque cuando se lo consigue denunciar, el mismo contenido ya fue
replicado en otros sitios y se extendió así a toda la Web en una difusión muchas veces
imparable.
En resumen el artículo hace referencia sobre el acoso escolar y el ciberacoso ya que las
redes sociales son también el lugar para que muchos chicos pacten peleas o se encuentren
simplemente para acosar a otro. Dicha información coincide con lo expuesto por el autor
Gabriel Noel donde menciona que “en los últimos tiempos los medios retoman el tema
episódicamente para alertarnos sobre nuevos peligros y amenazas que se esconden en
algunos hechos de violencia que más o menos regularmente ocurren en las escuelas. Si
bien no se trata de negar el problema, siempre es conveniente frente a estas modas intentar
poner las cosas en su justa medida y reconocer las verdaderas características del problema,
más allá de las descripciones mediáticas”. (Noel, 2009, p. 34). También el autor Die Luis
explica que existe un “abanico desafortunadamente amplísimo de los sistemas excluyentes
– racismo, xenofobia, apartheid, limpieza étnica, etc.- tomando como criterio principal lo que
en la práctica hacen con el Otro: discriminarlo, segregarlo o eliminarlo” como “prácticas de
exclusión.” (Die, 2012, pp.52-54)
BIBLIOGRAFÍA:

- Melis Poblete, R. (2009). Educación Intercultural en la Escuela de Hoy: reformas y desafíos


para su implementación. Revista Latinoamericana de Educación Inclusiva, pp. 181-200.

- Cozzani, Gustavo Fabián (2016) “Unidad 8: Fines y premisas del tratamiento de la


interculturalidad”. Seminario “Modelos multiculturales e interculturales”. Diplomatura
Superior en Interculturalidad en la escuela. Azul Ediciones, Burzaco.

- Noel, G., Míguez, D., Bianchi, M., Lionetti, L., Pomes, A., Previtali, M., Velásquez, A.,
Tisnes, A. y Varela, P. (2009). La Violencia en las Escuelas desde una perspectiva
cualitativa - 1a ed. - Buenos Aires: Ministerio de Educación de la Nación.

- Die Luis. (2012). Aprendiendo a ser iguales. Manual de Educación Intercultural. Editorial
CeiMigra.

- Cozzani, Gustavo Fabián (2016) “Unidad 9: Criterios pedagógicos para el tratamiento y


desarrollo de la interculturalidad en el aula”. Seminario “Modelos multiculturales e
interculturales”. Diplomatura Superior en Interculturalidad en la escuela. Azul Ediciones,
Burzaco.

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