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Colombia tendrá política pública contra la pérdida y el desperdicio de

alimentos

Una nueva ley prohibirá desechar la comida apta para el consumo humano que no
logre ser comercializada. Se promueve su donación a organizaciones sin ánimo de
lucro que atiendan población vulnerable. Los costos de la desnutrición en
Colombia están calculados en 11% del PIB.

Después de casi dos años de intensa lucha política, el proyecto de ley 301 de
2018, que busca crear la política pública contra la pérdida y el desperdicio de
alimentos, estableciendo medidas para reducir estos fenómenos, fue aprobado en
el Congreso de la República.

Al 31 de mayo de 2019, a esta iniciativa legislativa le restaban dos debates para


salir avante. Este trámite debía surtirse antes del 20 de junio o, de lo contrario, el
proyecto sería archivado. Finalmente el lobby realizado por sus proponentes,
así como el director ejecutivo de la Red de Bancos de Alimentos de
Colombia (Abaco), Juan Carlos Buitrago, surtió efecto.

De esta manera, Colombia se convirtió en el primer país de América Latina en


tener por ley una política pública para prevenir las pérdidas y desperdicios de
alimentos, a través de la cual se prohíbe botar los alimentos aptos para el
consumo humano que no lograron ser comercializados y se promueve donarlos
a organizaciones sin ánimo de lucro que atienden población vulnerable.

“La situación del hambre en Colombia es crítica y a pesar de eso estamos


botando la comida. 560.000 niños viven hoy en Colombia con desnutrición crónica.
Está comprobado que esos niños van a tener 14,6 puntos menos de coeficiente
intelectual, 6 años menos de escolaridad y 54 por ciento menos de ingresos. Los
costos de la desnutrición en el país están calculados en el 11 por ciento del
producto interno bruto (PIB), que es cerca de 23,7 billones al año",
indicó Buitrago.

El director ejecutivo de Abaco aseveró que vienen trabajando de


manera articulada con la industria de alimentos, agricultores, retail, restaurantes,
hoteles, organizaciones de la sociedad civil y personas comprometidas, evitando
que se tiren a la basura 24.000 toneladas de alimentos aptos para el
consumo humano, aprovechándolos para mejorar las condiciones nutricionales
de 584.000 personas en condiciones de vulnerabilidad.

"Con esta ley ganamos todos los colombianos. Los bancos de alimentos y las
organizaciones sin ánimo de lucro de todo el país van a poder recuperar alimentos
aptos para el consumo humano que antes eran tirados a la basura. Con esta
comida vamos a poder mejorar las condiciones nutricionales de millones de
personas”, apuntó Buitrago.

La nueva ley establece, por ejemplo, en su artículo 8, que quienes se dediquen a


la producción agropecuaria, industrial y comercialización de alimentos aptos para
el consumo humano, deberán realizar las acciones necesarias para prevenir y
reducir los desperdicios generados. "En el caso en que hayan quedado
alimentos aptos para el consumo humano que no se comercializaron, podrán ser
donados a organizaciones sin ánimo de lucro que atienden población en situación
de vulnerabilidad, haciendo un especial énfasis en los niños, las mujeres
gestantes y lactantes, los adultos mayores y la población en situación de
discapacidad".

En Colombia se pierden o desperdician 9,76 millones de toneladas de


comida al año, que representan el 34 por ciento del total de los alimentos que el
país podría consumir durante 365 días. Esta cantidad de comida sería suficiente
para alimentar a todo Panamá, Uruguay y Luxemburgo durante un año.

Según Abaco, si se convirtieran en personas los alimentos que se desechan al


año en Colombia, se podrían llenar 3.656 veces el estadio El Campín de
Bogotá o se ocuparían 38.800 aviones de carga Antonov Mriya (el más grande
del mundo).

Si a esto se suma que el 54,2 por ciento de los hogares en Colombia viven en
inseguridad alimentaria y que 560.000 niños menores de 5 años padecen de
desnutrición crónica en el país, según la Encuesta Nacional de Situación
Nutricional (Ensin 2015), la aprobación de esta ley era más que necesaria.

Por cada 100 kilos de comida dañada, 21 kilos se producen en


supermercados, tiendas de barrio y plazas de mercado, mientras que
alrededor de 16 kilos se desperdician en los hogares, según un estudio del
Departamento Nacional de Planeación de 2016.

En el país al año se pierden y desperdician 6,1 millones de toneladas de frutas


y vegetales (58 por ciento), así como 2,4 millones de toneladas de raíces y
tubérculos (49 por ciento); 29.000 toneladas lácteos (23 por ciento); 50.000
toneladas de pescados (15 por ciento) y 269.000 toneladas de cárnicos (12 por
ciento), por mencionar algunos productos.

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