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CONTENIDO

Introducción

CAPÍTULO 1 La búsqueda de empleo no tiene que ser un asco

CAPÍTULO 2 Cómo controlar la ansiedad durante la entrevista

CAPÍTULO 3 ¿Dónde diablos están todos los trabajos?

CAPÍTULO 4 Tú estás en el asiento del conductor

CAPÍTULO 5 Cómo llegar a la lista de candidatos preseleccionados

CAPÍTULO 6 Usa el as que traes bajo la manga

CAPÍTULO 7 Cómo lograr que se concrete la oferta de empleo

CAPÍTULO 8 Consigue cerrar el trato

CAPÍTULO 9 Control de daños

CAPÍTULO 10 Pasa de bueno a estupendo

CONCLUSIÓN Esto se trata de tu vida

Índice

Acerca del autor


INTRODUCCIÓN

SI ACABAS DE ABRIR NO VAYAS EN CHANCLAS A UNA ENTREVISTA DE


TRABAJO ES PORQUE QUIERES UN NUEVO EMPLEO, ESTÁS PENSANDO EN
CONSEGUIRLO O LO NECESITAS. ¡Bien por ti! Permíteme preguntarte la razón:
¿Percibes que en este mundo existe algo mejor para ti? Bien. ¿Quieres un trabajo que
aproveche más tu capacidad mental, personalidad, habilidades, experiencia y energía vital?
Bien. ¿Quieres un empleo donde te paguen más dinero? Bien. ¿Uno que te acerque más a tus
metas de vida? Bien. Este libro representa la distancia más corta entre tú y ese trabajo.
Escribí No vayas en chanclas a una entrevista de trabajo para que puedas leerlo en
un par de sesiones, a fin de redoblar tus esfuerzos en la búsqueda de empleo y darles más
velocidad. Como verás a partir de esta introducción, uso un tono coloquial, como si
estuviéramos hablando el uno con el otro. Eso es para mantener tu interés y seguir adelante,
siempre adelante. No para que bajes el libro y pienses "Quizá regrese a esto más tarde".
¡Para nada! Lo que expuse en el primer párrafo de esta página es un poco del descontento
que sientes, y eso es bueno. Aprovéchalo. Úsalo. Si quieres algo mejor, lánzate a
conseguirlo. Todo depende de ti, porque el hada de los trabajos no vendrá a traerte un
regalo hoy, mañana ni nunca.
Entre las dos cubiertas de este libro se encierran más de 30 años de mi experiencia
profesional como especialista vocacional, psicólogo organizacional y escritor. Encontrarás
técnicas probadas en el mercado, nuevos enfoques y atajos que te permitirán sortear
obstáculos bloqueando el camino de la mayoría de quienes buscan empleo. Incluyo varios
diagramas que reforzarán los principales conceptos desarrollados en el texto. Cuando veas
uno de estos diagramas, no lo pases por alto, porque está ahí para enfatizar algo que con
frecuencia dejará de lado a tus competidores. Otro beneficio del libro es el "Estuche de
herramientas de la entrevista buena a estupenda", en el capítulo 10, que te será de ayuda e
impedirá que te desvíes durante los pasos del proceso.
El proceso de búsqueda de empleo en general, y la entrevista de trabajo en particular,
requieren de enfoque, energía, optimismo y sentido del humor. En las páginas de este libro
hallarás dosis abundantes de todos ellos. No verás material superfluo que te distraiga de lo
que en realidad necesitas saber acerca de la búsqueda de empleo y el éxito en la entrevista.
En los talleres y seminarios, en conferencias y convenciones, en las sesiones de
asesoría o coaching individual en las que he participado, o en las salas de descanso vsus
esperanzas, sus sueños, sus temores y sus fracasos. En alguna época, los mejores
empleadores estaban dispuestos y, en la mayoría de los casos, tenían la capacidad para
cuidar y apoyar los trabajos y carreras de sus colaboradores con actitud paternalista y
atenta. Hoy día quedan pocos vestigios de esa actitud en entornos raros pero, en general,
ese mundo desapareció y lo hizo para siempre. Al cumplir 30 años en mi profesión creo,
ahora con más fervor que nunca, que todo individuo debe aprender las habilidades para
administrar y promover su propia carrera y deberías convertirte en el amo de tu propio
destino, porque no hay alguien por ahí que te proteja.
Si pones en práctica lo que se presenta en este libro pequeño pero poderoso, estarás
listo para maximizar tus oportunidades en una economía floreciente o para sobrevivir a
cualquier recesión y salir avante. A eso le llamo preparar tu propio paracaídas y, en
cualquiera de ambas circunstancias, deberías empezar hoy mismo.
Dirigir tu carrera, buscar empleo, ganarte la vida y tener una entrevista de trabajo son
asuntos serios. ¿Serios? Sí. ¿Solemnes? No. Querido amigo, nadie sale vivo de esta vida y
he aprendido que una buena carcajada puede ayudarnos a sobrevivir y a tener éxito, incluso
en las circunstancias más difíciles. En consecuencia, mis pequeñas ocurrencias,
acotaciones humorísticas y observaciones optimistas tienen el propósito de ayudarte a
mantener todo este proceso en la perspectiva correcta.
Si quieres un libro de ayuda vocacional que te ponga a dormir y se confabule contigo
para posponer para otro día tu búsqueda de empleo por medio de teorías, estudios de caso,
investigaciones, meditaciones y otros materiales superfluos (y hay mucho de eso por ahí),
tendrás que buscarlo en otro sitio. Si quieres empezar con el pie derecho, con todo el
conocimiento a la mano, consejos basados en información privilegiada y las herramientas
que necesitas, tienes ante ti el libro correcto.
Así que basta de charlas motivadoras. Pongamos manos a la obra.
CUALQUIER PERSONA QUE HAYA BUSCADO UN EMPLEO TENDRÁ ALGUNA
HISTORIA DE TERROR POR CONTAR. Lo mismo sucede en el caso de cualquier
atleta, músico, estilista, aficionado a la navegación, artista, plomero y golfista. Menciona
cualquier tarea humana y habrá alguien en algún lugar que te contará algo terrible que le
sucedió mientras llevaba a cabo dicha labor. Pero la adversidad ocasional no define a esa
actividad (a excepción, posiblemente, de mis habilidades de electricista y de plomero).
Errores, metidas de pata y reveses forman parte integral de cualquier proceso que requiera
de alguna habilidad. La búsqueda de empleo no es la excepción. Pero obstáculos y barreras
pueden minimizarse (y a menudo evitarse por completo) si aprendemos de los errores de
quienes nos han antecedido, si reconoces y corriges los errores que cometes. Por esa razón
escribí este libro para ti.
Sí, buscar un empleo puede ser despreciable. Pero no tiene por qué serlo. Si inviertes
el tiempo y la energía necesarios para analizar y comprender el proceso, aprendes de las
experiencias de los demás e identificas las habilidades que necesitas, si tienes el valor
para evaluar tu propio desempeño y aprendes del mismo, con el paso del tiempo puedes
pasar de ser un buen buscador de empleo para convertirte en uno excelente.
En efecto, tropezarás con obstáculos en tu camino hacia un nuevo empleo, pero al
utilizar todo lo que este libro tiene por ofrecerte, te prometo que el recorrido será menos
accidentado, más corto y, en ocasiones, algo divertido. Lo escribí para que puedas leerlo
durante un fin de semana o en un par de noches. Pero leer no basta; debes aplicarlo por
completo. Tienes el compromiso de poner a prueba nuevas conductas. En la actualidad, la
competencia laboral1 es más difícil que nunca y lo que te funcionó en el pasado no quiere
decir que servirá ahora, de tal modo que necesitas trabajar no solo con más ahínco, sino
con más inteligencia. Pero primero necesitas conocer a qué te enfrentas.
Si estuviera escribiendo este libro para otros psicólogos, coaches laborales o
expertos en colocaciones, hubiera titulado el presente capítulo "Cómo identificar y resolver
las consecuencias psicosociales negativas que experimentan los individuos en el proceso
de transición laboral". Nada mal para una tesis de maestría o doctoral, pero lo estoy
escribiendo para ti, la persona en busca de empleo, que necesita información sólida
comprobada en el mercado laboral, que puede utilizarse con rapidez y no se anda con
rodeos.
Aunque la entrevista de trabajo es el elemento más importante del proceso de cambio
de empleos, es esencial que recuerdes que solo es una parte del proceso completo; por más
esencial que resulte. Y para que tengas éxito —para que triunfes—. En situaciones críticas
como las de una entrevista, necesitas una comprensión sólida y realista de la totalidad del
proceso de búsqueda de empleo. Armado con los conocimientos de este libro, controlarás
el proceso y no este a ti; estarás capacitado para dirigirlo en lugar de volverte loco por su
causa.
Quienes hayan concluido el proceso de búsqueda de empleo en fechas recientes te
dirán que es una de las cosas más difíciles que han hecho. Claro, siempre habrá la persona
afortunada a quien le caiga un trabajo del cielo; estrellas del deporte, políticos reubicados,
figuras mediáticas. Bravo por ellos; pero a mí jamás me ha sucedido y apuesto que a ti
tampoco. Para el resto de nosotros, los "Juan Pérez" comunes y corrientes, buscar un
empleo es trabajo arduo. Pero ahora, al fin, hay buenas nuevas: el laborioso esfuerzo que
inviertas en tu búsqueda de empleo te redituará de formas positivas como casi ninguna otra
cosa.
Las recompensas de involucrarte por completo en este demandante proceso de
búsqueda de empleo son innumerables. Encontrarás un equipo de personas con quienes
disfrutarás trabajar, descubrirás a un jefe que respetes, ampliarás tu círculo social,
conocerás colegas o mentores de quienes podrás aprender, es muy probable que ganes más
dinero y, lo mejor de todo, entenderás que el trabajo tiene un significado personal más allá
de un simple cheque de nómina. En el contexto profesional, te sentirás más capaz y en lo
personal, más competente. Tendrás más energía y vitalidad que compartirás con tus
allegados y, de ese modo, recibirás más de ellos a cambio. Estarás construyendo un ciclo
de logros y éxito en continua reafirmación de diversas áreas de tu vida.
Todo esto suena fantástico, pero si el proceso puede generar recompensas tan
maravillosas, ¿cuál es la razón por qué la mayoría de buscadores de empleo lo detestan
tanto? La respuesta es que hay una serie predecible de escollos psicológicos que pueden
obstaculizar hasta al más tenaz de los buscadores de trabajo.

Los 10 principales obstáculos para una exitosa búsqueda de empleo

Durante más de 30 años de trabajo en distintos aspectos del terreno laboral, he identificado
los 10 principales obstáculos psicológicos que pueden distraer, confundir y desalentar
incluso al más dedicado de los buscadores de empleo. Estos obstáculos son tanto
poderosos como insidiosos; operan incluso cuando no estás consciente de ellos. Se
encuentran entre algunas de las razones más apremiantes por las que muchas personas se
quedan en empleos insatisfactorios o por las que evitan el proceso de búsqueda a toda
costa —en perjuicio tanto de su desempeño profesional como de la calidad general de sus
vidas.
Si has de convertirte en un buscador exitoso de empleo (y, sin lugar a duda, esto
significa convertirte en un excelente entrevistado), necesitarás reconocer, enfrentar y
sobreponerte a cada uno de estos factores. Una vez que expongas estos obstáculos y
aprendas cómo sortearlos, de manera natural te ubicarás al tope de la jerarquía de
buscadores de empleo inteligentes. Con mi ayuda con seguridad lo lograrás, de modo que
pongamos manos a la obra.
1. Empezar sin una meta concreta, clara y realista

Muchos buscadores de empleo/entrevistados empiezan el proceso con llamadas telefónicas


en busca de posibilidades o de manera breve en bolsas de trabajo o listas de empleos en
línea. Cuando este esfuerzo inicial no logra generar algo maravilloso en un periodo corto
(como a menudo sucede), el buscador típico de empleo empieza a desalentarse. Los oyes
decir, "Estos días el mercado laboral está de lo peor", "En este momento no hay mucho en
mi campo", "Esta es una pésima época del año para empezar a buscar", "Lo voy a pensar",
"Este país no sale de su crisis", "Cada vez son menos los trabajos disponibles" y así por el
estilo.
Entonces, él o ella empiezan a hacer un esfuerzo cada vez menos intenso que, de
manera predecible, rinde menos resultados positivos, si es que hay alguno. Pronto, se
convierte en un círculo vicioso de derrota. Abruma al buscador de empleo y lo convence de
que tal vez lo mejor es aferrarse al trabajo mediocre que ya tiene o se conforma con algo
fácil de encontrar o por debajo del nivel de sus capacidades. Este es el obstáculo número
uno en su peor expresión.
El primer paso para una búsqueda exitosa de empleo es plantear una meta concreta,
clara y realista.2 Si no puedes describir el tipo de trabajo que estás buscando en una o dos
oraciones, no estás listo para lanzarte a entrevistas en el mercado laboral.
Debes estar preparado para afirmar con claridad qué puesto estás buscando, en qué
tipo de organización y su localización geográfica, además de estar capacitado para exponer
argumentos persuasivos basados en tus conocimientos, tus habilidades, tu experiencia y tus
características personales, en cuanto a las razones por las que alguien debería contratarte
para hacer ese trabajo por un sueldo razonable. Si no estás armado con dicha información,
vas a desperdiciar mucho tiempo y energía por nada, enfocándote en objetivos
inapropiados o que no valen la pena para ti.
Antes de imprimirle velocidad a tu búsqueda de empleo, necesitas superar este
obstáculo. Si sabes con exactitud qué buscas, en dónde buscar y la mejor manera de
encontrarlo, ¡excelente! Pero si dudas de estar listo para llevar a cabo una campaña laboral
profesional, optimizada desde varios ángulos, dirígete al "Estuche de herramientas de la
entrevista buena a estupenda", del capítulo 10 y enfócate en la Herramienta #1: "Evaluación
de aptitudes para la búsqueda de empleo".
Debes entender que existe un margen de posibilidad de que el trabajo obtenido no sea
el definido al inicio. Hay múltiples razones por las que podría suceder, como cambios en
tecnología, alteraciones en el mercado y nuevas vacantes que se crean a causa de la fusión
o eliminación de puestos anteriores. Aquí, el punto esencial es no emprender un proceso
riguroso con la actitud débil o blandengue de "No sé lo que quiero" o "Me pregunto qué
podría haber allá afuera". Para atraer la atención que quieres, necesitas parecer serio,
confiado y centrado. ¡Necesitas mostrarlo!

2. No controlar el momento idóneo para la búsqueda de empleo

Muy pocas personas se toman el trabajo de evaluar el mercado laboral cuando las cosas
van de maravilla. Por supuesto, esto es algo que se debería hacer, pero es discusión para
otro momento. La búsqueda de empleo requiere de tanta energía y atención que la mayoría
de las personas esperan hasta que algo fuera de su control los obligue a tomar medidas. Tal
vez lo que induce la búsqueda sea un recorte de personal, un despido, el cierre de una
planta, de una fusión, de un retiro de productos, que un jefe traiga a su propio equipo o qué
empleos se estén enviando al extranjero. Quizás hayas visto la tormenta avecinándose pero
no tuviste tiempo de cubrirte de ella. Si esto aún no ha sucedido en tu trayectoria
profesional, prepárate, porque es indudable que algún día te pasará. La realidad es que muy
pocos de nosotros tomamos al toro por los cuernos para llevar a cabo una búsqueda de
empleo agresiva y profesional, antes de que se nos diga que debemos hacerlo.
A pesar de la incomodidad inicial que conlleva este tipo de situación, en realidad se
trata del tipo de ocasiones "malas noticias/buenas noticias". Las malas noticias son más que
evidentes. La mayoría de quienes buscan empleo se ven arrojados a un proceso demandante
de una enorme cantidad de energía, creatividad y productividad, mientras tratan de ganarle
tiempo al tiempo, en un acto de equilibrismo entre el dinero de su finiquito o seguro de
desempleo y (¡Dios quiera!) sus ahorros, por una parte, y su flujo de egresos,
renta/hipoteca, colegiaturas, tarjetas de crédito, préstamos y compromisos personales, por
la otra. No es motivo de sorpresa que tantos buscadores de empleo se sientan deprimidos.
Si resientes que debas buscar trabajo en un momento no elegido por ti mismo, debes
enfrentarte al hecho y deshacerte de él en cuanto puedas. Utiliza los programas de
asistencia a desempleados, a un consultor de reinserción laboral y a un orientador laboral o
de desempleo para que te ayuden. Localiza y únete a algún grupo de redes de búsqueda de
empleo o de apoyo. Si encuentras que te es imposible concentrarte en tu búsqueda de
empleo porque te consumen las preocupaciones relacionadas con el dinero, sácale punta a
tu lápiz y determina un presupuesto sensato durante tu búsqueda en un margen de tiempo
realista.
No intentes ignorar estos sentimientos porque saldrán a la superficie cuando menos lo
desees. Es normal y predecible experimentar cierta ansiedad durante una búsqueda laboral,
pero si se convierte en pánico, puede afectar tu comportamiento así como tu actitud. Tal vez
esperes que las cosas sucedan pronto y no alcanzar estas metas irrazonables, te provocará
ansiedad. Te obligará a mostrarte y sonar desesperado, algo que significa la muerte de
cualquier entrevista de trabajo. Obstaculizará tu punto de vista de modo tal que pensarías
que debes tomar el primer trabajo que aparezca, aunque sea uno apenas adecuado. En el
capítulo 2, te mostraré cómo controlar tu ansiedad en cada etapa del proceso de entrevista y
búsqueda de empleo.
Casi con toda seguridad estarás diciendo, "Perfecto, Paul, pero ¿cuándo vamos a
llegar a las buenas noticias?". Pues las buenas nuevas son que eres libre para tratar de
encontrar el trabajo de tus sueños de manera activa y profesional a tiempo completo. No
tienes que limitar tu búsqueda a la hora de comida ni a los momentos en que tu jefe no está
rondando por ahí. Ya no tienes que escabullirte a entrevistas de trabajo durante citas falsas
con el dentista, enfermarte, enfermar a tu esposa u hospitalizar a tu suegra. No tienes por
qué preocuparte de que alguien escuche mientras hablas por teléfono o por voltear a cada
momento mientras estás sentado frente a tu computadora. Estás en plena libertad de pedirles
comentarios, consejos y contactos para ampliar tus redes a tus colegas actuales. Le puedes
pedir al personal de recursos humanos que te refieran a agencias de empleo. Todas estas
iniciativas te ayudarán a triunfar en propósito; y con mayor rapidez que si lo hicieras a
ratos y a escondidas.
Esto no significa en absoluto que te sugiera ignorar tu situación económica precaria o
que no te demandes más reflexión, un presupuesto más estricto o quizás algún arreglo
alternativo como trabajo temporal, de medio tiempo, consultorías o algo similar. Solo
quiero señalarte que miles y miles de personas que han buscado empleo, han logrado
sobrevivir en cuestión económica además de encontrar empleos excelentes en un momento
no elegido por ellos mismos. Y que tú también puedes hacerlo.

3. Esto es puro rechazo, querido(a)

Hay muy pocas personas en la vida que prosperan ante el rechazo. Los agentes de ventas
aprenden a hacerlo y los vendedores más exitosos a quienes he conocido parecen
conformados, en términos psicológicos, de manera distinta que el resto de nosotros. Decirle
que no a un vendedor es diferente a decirle no a cualquier otra persona. Para ellos,
significa "todavía no" o "no me ha dicho lo suficiente" o "quizá después" o "necesitamos
negociar" el precio, el momento o algo más. Un agente de ventas exitoso no toma el
primero, segundo o tercer no como un rechazo explícito. (Por cierto, esta es una de las
razones por las cuales los vendedores son tan excelentes buscadores de empleo).
¿Pero cuántos de nosotros florecemos ante el rechazo? Yo no; ¿tú sí? En esencia, el
proceso de búsqueda de empleo es una serie de rechazos con alguna buena noticia de vez
en cuando, lo único que evita que te cortes las venas. En este momento, quiero que leas la
sección en cursivas de la oración anterior, en voz alta, unas tres veces; es muy importante
que absorbas este concepto. Es posible que tu cónyuge, pareja, compañero de cuarto, gato o
perro crean que has perdido la razón pero, de una vez por todas, ¿por qué no darles una
probadita de lo que está por venir?
Así es como se ve una típica búsqueda de empleo. De intento en intento, pasas por el
proceso de descubrir una posibilidad de trabajo por medio de cualquiera que haya sido el
método usado ese día. Te enfocas en esta posibilidad y envías tu currículum, le das
seguimiento con una carta, correo electrónico, una serie de llamadas telefónicas, o todas las
anteriores, y te abres camino entre una serie de entrevistas, después de las cuales mandas
cartas o correos electrónicos de agradecimiento, al tiempo que te empiezas a ilusionar, todo
ante la probabilidad estadística de que no te den el trabajo. ¿Divertido, no? ¡Claro! Tanto
como darte de cabezazos contra una pared; ¡solo sientes alivio cuando dejas de hacerlo!
En términos realistas, es casi seguro que pases por este proceso un buen número de
veces antes de que aparezca el trabajo que en verdad quieres. Y otra realidad
desafortunada —pero a la que debes enfrentarte de todos modos— es que el proceso de
búsqueda de empleo tiene mucho más que ver con el rechazo que con la aceptación.
La clave principal para superar este obstáculo es que entiendas que esta es la
naturaleza esencial del proceso. El que te rechacen no significa que estás haciendo las
cosas mal; ¡significa que las estás haciendo bien! De hecho, yo les digo a los buscadores de
empleo que si no los están rechazando mucho, se debe a que no están buscando un empleo
con suficiente empeño o no están buscando un empleo que represente un paso hacia
adelante para ellos.
Otra manera de superar esta sensación de rechazo es percatándote de que el empleador
no tomó una decisión negativa al considerar contratarte. Y esto no se trata solo de
semántica. Lo que sucedió ya nada tiene que ver contigo. El empleador tomó una decisión
positiva acerca de contratar a alguien más, eso fue lo que pasó. Es evidente que esa
persona dio mejores argumentos —pareció ajustarse mejor— que tú. Intenta pensar en
algunas ideas respecto a cómo pudiste presentarte de manera más positiva y trata de utilizar
esas técnicas en tu siguiente entrevista. Aprovecha esta información obtenida con dificultad
incluyéndola en tus anotaciones posentrevista. (Aquí, la Herramienta #14: "Evaluación y
mejoría después de la entrevista", del capítulo 10, te será de gran ayuda.) Recuerda, este es
un proceso de aprendizaje. Si te esfuerzas, puedes mejorar tu desempeño a medida que pase
el tiempo, y así lo harás.
Hay otro punto importante que debes recordar y tal vez te sorprenda, dada mi
acostumbrada mala valoración de las habilidades para entrevistar de aquellos con quien
estarás hablando. (Cosa que con frecuencia se ve reforzada por informes que me han hecho
cientos de buscadores de empleo como tú.) Existen entrevistadores (una minoría, lo admito)
muy buenos para encontrar al candidato correcto para un trabajo específico. Si tienes la
suerte de que te entreviste alguno de estos muy poco frecuentes expertos y, por desgracia, te
rechazan para el puesto en cuestión, quizá deberías sentir alivio. Si hay algo peor que no
obtener el trabajo que esperabas, es conseguir un trabajo para el que eres inadecuado y en
el que fracasarás a la larga.
Por último, no seas paranoide. Nadie tiene tan poco que hacer ni tanto tiempo entre
manos para dedicarlo a entrevistar personas solo por el sadismo de rechazarlas. Siento
decirte que así lo sentirás en ocasiones, pero no es el caso.
4. Es impredecible

En términos generales, a los seres humanos no nos gustan las sorpresas. Sé que a mí no me
agradan. Bueno, tal vez me guste esa inusual e inesperada buena noticia o una carta o
correo de un amigo, o un agradecimiento sincero. Pero estoy dispuesto a apostar que las
personas en sombreritos graciosos que saltan fuera de clósets oscuros mientras gritan
¡SORPRESA! son responsables de tantos infartos como las hamburguesas atiborradas de
queso. Cuando oigo el timbre de la casa o el teléfono a altas horas de la noche, ¡no tengo
ilusión alguna que se trate de una comitiva para informarme de los millones que acabo de
ganar en un concurso!
Casi con toda probabilidad, esto se remonta a nuestro pasado como cavernícolas,
cuando una enorme y emocionante sorpresa con seguridad se refería a algo como un tigre
dientes de sable de 1 000 toneladas a punto de arrancarte la cabeza. En general, las
sorpresas eran malas noticias. (Piensa en esto la siguiente vez que te encuentres agazapado
en el clóset de visitas de alguien junto con sus paraguas e impermeables.) Al diablo con las
sorpresas; prefiero lo predecible.
Pues, ¿adivina qué? El proceso de búsqueda de empleo es impredecible a excepción
de una sola cosa; si te esfuerzas, a la larga sí conseguirás un trabajo. Y esto, sin duda, es
algo que deberás creerme por pura fe. Y aunque exista la posibilidad de considerar esto a
nivel intelectual, habrá días decepcionantes en que sientas que jamás encontrarás empleo.
Analicemos las incertidumbres relacionadas con la búsqueda de empleo. No sabes
cuánto tiempo durará la búsqueda. Ignoras el nombre de la organización donde terminarás
trabajando. Desconoces el trabajo específico que tendrás que hacer. No sabes quién será tu
jefe ni dónde se localiza la organización. No conoces los detalles de tu sueldo ni las
prestaciones. Con tales interrogantes, es natural que te sientas aprehensivo en cuanto al
proceso de la búsqueda de empleo.
Una persona que hizo una llamada a mi programa de radio Career Talk lo expresó a la
perfección: "Tener que buscar un empleo es peor que estar encerrado en la cárcel. Por lo
menos, un recluso sabe cuándo tiene la posibilidad de salir libre bajo palabra y puede
hacer planes a futuro. Pero si estás buscando trabajo, eres más como un rehén porque no
existe fecha específica en la que puedas depositar tus esperanzas. Solo tienes que armarte
de valor día tras día y convencerte de que algo bueno saldrá a la larga". Es una analogía
bastante cruda, pero tiene mucho de cierto. Si de veras te esmeras en tu búsqueda y te
convences de que ya saldrá algo bueno, eso sucederá. Sin embargo, no te puedo predecir
cuándo. Lo siento mucho.
5. Carece de estructura

En uno de mis libros anteriores, Love Your Job! (¡Ama tu trabajo!), identifico muchos de
los beneficios de tener un empleo fantástico. Por favor, uno de los beneficios de tener
incluso un trabajo pasable, es que le da estructura a tu vida cotidiana.
Para la mayoría de nosotros, la estructura es cómoda; significa saber a qué hora debes
levantarte por la mañana, conocer la ruta o método que utilizarás para transportarte,
predecir con quién estarás trabajando, tener una comprensión básica de los retos que
enfrentarás a lo largo del día, saber (y tal vez rezar que llegue) el momento en que puedes
irte a casa y saber a qué hora debes acostarte para descansar suficiente para volver a
hacerlo todo, otra vez, el día de mañana.
Buscar empleo no te da este tipo de estructura. La cantidad de tiempo que dedicas a
cualquier técnica específica de búsqueda depende de ti. La secuencia con que te enfrentas a
distintas tareas por llevar a cabo es responsabilidad tuya. La cantidad de energía e ímpetu
que le imprimes a tu búsqueda es asunto tuyo. Las personas con quienes decidas citarte o
no, es algo que te atañe solo a ti. Ahora estás a cargo de una actividad por completo
independiente.
Para algunas personas, esta independencia es apasionante. Es como estar al frente de
su propio negocio. Si esta es tu experiencia, puede ser un buen indicador de que, a la larga,
deberías ser tu propio jefe. (El que este sea o no el momento idóneo para ello, es una
cuestión distinta.)
Para muchos, la búsqueda de trabajo se siente como estar a la deriva, solos, en un bote
pequeño, sin la más mínima idea de hacia dónde remar para llegar a puerto seguro. Si tú
floreces bajo esta situación de autodirección, tienes mucha suerte. Si no es así, no te
fustigues. La mayoría de las personas del mundo se sienten igual que tú. Esta es la manera
de lidiar con esto.
Si te encontraras en una isla desierta sin nada que te protegiera del viento ni de la
lluvia, ¿qué harías? Piensa en Tom Hanks en la película Náufrago. Por fuerza, construirías
un refugio. Quizá no sería perfecto al principio, pero con el tiempo mejorarías la estructura,
la harías más segura, más fuerte y más cómoda. No construirías algo más grande de lo
necesario, ni algo que no satisficiera tus necesidades. Eso es con exactitud lo que debes
hacer durante una búsqueda de trabajo; construir una estructura que satisfaga tus
requerimientos.
Debes obligarte a responder preguntas como: ¿A qué hora debo empezar mi búsqueda
de empleo cada mañana? ¿Cuáles son mis metas semanales y cuáles son las mensuales? ¿
Para cuándo tengo la expectativa de estar empleado de nuevo? Cuando acuda a la
biblioteca, ¿cuánto tiempo voy a pasar en línea para hacer mis investigaciones? ¿Cuánto
voy a dedicarle a la creación de redes de contactos? ¿Cuántas fuentes de vacantes
publicadas voy a revisar por semana? ¿Cuántos contactos con agencias de
colocación/empresas de búsqueda de empleo son suficientes? ¿Cuánto tiempo debo pasar
en el teléfono? Necesitas reconocer que ahora estás en una situación de autoempleo y la
única persona que puede responder estas preguntas eres tú.
La única estructura que encontrarás en el proceso de búsqueda de empleo es la
proporcionada por ti. Si es algo que necesitas, lo más lógico es que la construyas tú mismo
para refugiarte de la lluvia. (La Herramienta #4 del capítulo 10, Establecimiento y
monitoreo de metas para la búsqueda de empleo, te ayudará a especificar, personalizar y
alcanzar tus objetivos semanales y mensuales.)

6. A.r.g

No, no me estoy refiriendo al sonido gutural que proviene del fondo de tu garganta cuando
alguien que creías de gran ayuda en tu búsqueda de trabajo, te ignora por completo o
cuando te enfrentas a cualquiera de la multitud de cosas que dificultarán tu vida durante la
búsqueda de empleo. A.r.g es el acrónimo que inventé para Atolladero relacionado con el
género. Tanto hombres como mujeres enfrentan la mayoría de los obstáculos de una
búsqueda de empleo, en una proporción más o menos equivalente. Pero en mis décadas de
experiencia, he visto dos que padecen un porcentaje mucho mayor de varones o de mujeres
que buscan empleo. Echemos un vistazo.

LA BÚSQUEDA DE EMPLEO REQUIERE DE PEDIR AYUDA

Tanto hombres como mujeres se enfrentan a este obstáculo, pero he visto que una
proporción mucho mayor de hombres debe lidiar con esto. Usemos un ejemplo con el que
se pueda identificar la mayoría de nosotros. ¿Alguna vez has visto a una persona que da
vueltas y vueltas alrededor de la cuadra, con el cuello estirado en busca de números de
casas u otros indicadores de tránsito y que serpentea de un lado al otro de la calle, al
tiempo que con frenesí consulta el pedacito de papel aferrado en una mano? ¿Qué le pasa?
Ya lo adivinaste; está perdido. Ahora bien, mientras que a algunos de nosotros nos
gustaría utilizar términos como "momentáneamente desorientado", "geográficamente
impedido" o "temporalmente inseguro respecto a mi posición exacta, el tipo necesita
ayuda". ¿Cuál es la razón por la cual algunas personas prefieren batallar con un problema a
solas que pedirle ayuda a los demás?
Hay quienes han sugerido que los hombres tienen este problema a causa de los
estereotipos en roles sexuales, en el sentido de "¡Yo soy un hombre muy hombre; yo no
necesito ayuda, yo ofrezco ayuda!". Es casi seguro que es así en cierta medida, pero no
explica las razones por las que algunas mujeres también lidian con esto innecesariamente.
Tal vez tenga menos que ver con el género (naturaleza) y más con el grado de
independencia al que nos acostumbraron en el ambiente en que crecimos (crianza). Sea cual
sea la razón para esta actitud, es contraproducente para el éxito de la búsqueda de empleo y
hace el proceso tanto más largo como más difícil.
Si tú tienes la actitud "Tengo que hacerlo yo solo", necesitas superarla. Para ayudarte a
hacerlo, creé el "Curso breve en humildad del doctor Powers". Para completar el curso, lee
las siguientes afirmaciones y responde cierto o falso.
Si respondiste falso a cualquiera de las afirmaciones anteriores, necesitas ayuda. No
se trata de una debilidad; es un elemento esencial del quehacer de la búsqueda de empleos.
Siempre que te veas tentado a hacerlo todo por tu cuenta, recuerda el curso breve en
humildad del doctor Powers. Humildad significa guardarte tu orgullo en el bolsillo y, si lo
haces, te garantizo que no pasará mucho tiempo antes de que tengas un cheque de nómina en
ese mismo bolsillo.

BUSCAR EMPLEO REQUIERE QUE TE ECHES FLORES

Si les parece que me he estado enfocando en específico en los varones, las cosas están a
punto de cambiar. Otra razón por la que buscar empleo parece tan difícil, es que uno tiene
que "echarse flores" a sí mismo. A muchas personas (y, en este caso, he encontrado un
mayor porcentaje de mujeres) se les enseñó que era de mala educación o no era bien visto
hablar de sí mismas: de las cosas maravillosas que hemos logrado, de las alabanzas que
hemos recibido o de todas las ideas perspicaces que tenemos o de las muchas y excelentes
características personales que hemos desarrollado. He observado que muchas mujeres en
busca de empleo son mejores para compartir el crédito con otros y para detallar sus
esfuerzos colaborativos que algunos hombres. Esta es una cualidad muy positiva siempre y
cuando no suceda a expensas de destacar las propias contribuciones y logros.
Un frustrado buscador de empleo en alguna ocasión me dijo, "Detesto esto. Yo soy el
tipo de persona a la que le gusta trabajar en un segundo plano. Si quisiera ser vendedor, me
hubiera convertido en uno". Mi respuesta fue, "Estás en busca de un empleo, lo que
significa que te acaban de transferir al departamento de ventas. ¡Bienvenido!"
Para superar este recelo a venderte a ti mismo, necesitarás practicar y recibir
coaching y retroalimentación. Por cierto, esa es la manera en que los agentes de ventas
buenos se convierten en vendedores excelentes. Cuando le hables a un contacto cercano
sobre tu búsqueda de empleo, pregúntale si le pareciste demasiado insistente o si cree que
deberías hacer más hincapié en tus cualidades. Cuando te reúnas con reclutadores, pídeles
que te realimenten en cuanto a tu presentación personal. Si descubres logros que se te ha
olvidado mencionar en tu hoja de vida, asegúrate de corregirla para incluirlos. Si después
de algunas reuniones preliminares con un entrevistador te sientes cómodo con él o ella,
pídele comentarios acerca de tu estilo. Si te indican que eres demasiado tibio, tal vez te
ayude acudir a algún taller de capacitación en asertividad.
Ningún empleador potencial considera el proceso de reclutamiento una labor
detectivesca ni una búsqueda de tesoros ocultos. Solo averiguarán tanto de ti como tú estés
dispuesto a compartir. Cuantos más datos expongas acerca de ti mismo en cuanto a la
manera en que se relacionan con esta oportunidad de trabajo, mejores serán las
probabilidades de obtener la oferta de trabajo que deseas. Es así de simple. Si te quedas
sentado esperando ser descubierto como si fueras la estrella menor en alguna película de
los años cuarenta, fracasarás.

7. Es solitario y te aísla

A los ojos de cualquier persona desempleada buscando trabajo, parece que el resto del
mundo tiene empleo. Las personas a quienes ves manejando por tu calle durante la hora
pico de la mañana, en todo parecen distintas a ti. Tienen algún lugar al que necesitan llegar
donde hay personas con las que deben reunirse. Por el contrario, tú estás solo tratando de
averiguar por ti mismo qué tienes por hacer. Cuando no están ocupados, muchos buscadores
de empleo sienten que sus amigos y familiares no quieren oír nada acerca de su búsqueda
porque, de alguna manera, el hecho de estar desempleados los desprestigia. Y, después de
todo, quién quiere oír con insistencia la noticia "No, todavía no he encontrado nada".
Si cuentas con un trabajo remunerado mientras buscas un empleo, es posible que te
sientas aun más solo porque, en términos realistas, hay muy pocas personas en el trabajo
con las que deberías arriesgarte a discutir tu situación. He observado que los mejores jefes,
aquellos en verdad interesados en el crecimiento y desarrollo profesional de sus
colaboradores, están por completo dispuestos a que sus empleados sepan cuáles son sus
opciones de trabajo en el mercado laboral abierto. Sin embargo, no todos los jefes se
sienten así de seguros de sí mismos y la mayoría de la gente tiene más que razones
suficientes para temer a sus superiores enterándose de que estás en la búsqueda activa de
un nuevo empleo.
Estos y otros factores contribuyen a que el proceso de búsqueda de empleo sea una
experiencia solitaria y aislante. El problema es que tanto soledad como aislamiento son los
enemigos mortales de la energía y de una actitud positiva, ambas que necesitarás para
triunfar en tu búsqueda. La manera de sobreponerse a este obstáculo es aprender que no
puedes lograr el éxito en este proceso a solas; necesitarás de otras personas.
Mientras estás buscando trabajo y desempleado, hay diversas maneras de comunicarte
con otros buscadores de empleo que pueden ayudarte a evitar la sensación de soledad y
aislamiento. Si cuentas con asistencia de reubicación laboral, asegúrate de aprovechar las
juntas grupales y foros de redes de contactos que proporcione la empresa de reinserción
laboral. La mayoría de agencias gubernamentales de desempleo o de capacitación laboral
ofrecen sesiones colectivas para desarrollar redes de contacto. En la actualidad, muchos
grupos comunitarios o de iglesias los patrocinan o permiten el uso de sus instalaciones.
Involúcrate en ellos o, incluso, ayuda a gestionar uno y te sorprenderás de la utilidad que
pueden tener; para ayudarte a averiguar acerca de posibilidades de empleo, para
mantenerte enfocado y para ayudarte a conservar el contacto con otras personas.
Si estás desempleado y buscas un trabajo pero no quieres unirte a un grupo público de
redes de contacto, tendrás que generar uno propio. Si hablas con tus compañeros en el
trabajo, con amigos y familiares, y a partir de un rango más amplio de contactos, es
probable que identifiques a cinco o seis personas en busca de un empleo nuevo en
cualquier momento dado. Trata de organizar reuniones regulares o, si eso te resulta
imposible, intenta discutir tu búsqueda de empleo con cada persona de manera individual y
aliéntalos a hablar contigo acerca de sus propias búsquedas de empleo. Destaca la
naturaleza confidencial de estas conversaciones. Pregúntale a cada uno de ellos si conoce a
uno o dos buscadores de empleo adicionales que puedas incluir en una red privada y
confidencial de contactos de buscadores de trabajo. Responsabilízate de organizar el
grupo; establece un horario fijo de reuniones y determina la agenda. Asiste a la junta de uno
de los grupos públicos para averiguar cómo se hace.
A fin de que tengas conocimiento de ambos lados de la moneda, he visto a algunas
personas dedicadas a su búsqueda de empleo siempre en solitario y, sí, a la larga
consiguieron colocarse. Pero fue más difícil, les llevó más tiempo y les resultó más
abrumador, tanto a ellos como a la gente alrededor suyo de lo que en realidad necesitó ser.
Encontrar (o construir) y usar un grupo de apoyo para formar redes de contacto es más
fácil, más rápido, menos estresante y más divertido. ¿Qué pero se le puede poner?

8. Inseguridad, actitudes defensivas y el mito del candidato perfecto

Este es otro punto en el que mis estudios en psicología han resultado de utilidad cuando
sirvo de guía para los buscadores de empleo. Todo ser humano tiene algún punto débil. Tal
vez sea tu educación, tu historia laboral, tu apariencia, tus habilidades o tus antecedentes.
Tal vez estés enterado de tu punto débil, y quizá no. Incluso si el mundo no lo considera un
punto débil genuino, si tú lo percibes así, obrará en tu contra.
Si no tienes idea de cuál podría ser tu punto débil, esta es una manera fácil de
descubrirlo. Termina la siguiente oración: Me sería mucho más fácil encontrar un empleo
si tan solo...
En lo que se refiere a tu búsqueda laboral, ese es tu punto débil. (Este es un buen
ejercicio para llevar a cabo de vez en cuando durante tu búsqueda.) Cuando alguien más
mencione lo que ya consideras tu punto débil, es muy natural que quieras defenderte. Pero
—y con seguridad lo habrás visto en el caso de otras personas— una actitud defensiva
afecta el tono de tu voz de forma negativa, acalla tu lenguaje corporal y, en términos
generales, te hace parecer una persona menos atractiva. Eso es lo que no quieres que te
suceda durante tu búsqueda de empleo y, en especial, cuando te encuentres en una
entrevista.
La manera de combatir una actitud defensiva en tu búsqueda de empleo es llevar a
cabo una autoevaluación justa y sincera. Necesitas llegar a la comprensión equilibrada de
fortalezas y debilidades relativas, así como aprender la mejor manera de presentarlas a los
empleadores potenciales. Tal vez cuentes con un orientador laboral, especialista en
empleos o psicólogo organizacional que te ayude con esto. Puedes encontrar diversos
ejercicios útiles para llevar a cabo una autoevaluación en uno de mis libros anteriores,
Love Your Job! Loving the Job You Have, Finding a Job You Love (O'Reilly Media; ¡Ama
tu trabajo! Cómo amar el trabajo que tienes, cómo encontrar un empleo que ames
[disponible solo en inglés]), que podrás encontrar en la biblioteca o en Amazon.com. Un
amigo o colega que te apoyen también podrán ayudarte a hacer esto. Pero hagas lo que
hagas, necesitarás tener una imagen lo más clara y objetiva posible de quién eres y lo que
tienes por ofrecer a la organización que busque emplearte. Si no lo haces, te habrás puesto
una trampa a ti mismo en la que caerás cuando menos lo desees durante tu búsqueda.
¿Qué determina a quién contratan para cualquier trabajo en particular? ¿Se trata solo
de capacidades? No. ¿De la educación? No. ¿De la experiencia laboral? No. ¿De la
personalidad? No. ¿Se reduce a un currículum excelente? No. ¿Solo a los contactos que
tienes? No. ¿Es pura cuestión de suerte? No. ¿Tendrá que ver con que hayas comprado el
libro correcto? Y aunque quiera decirte que sí, la respuesta es ¡no! Lo que determina
contratar a una persona específica para un trabajo específico es a) una combinación de
todos estos factores y b) su capacidad para comunicarlos.
Aunque tengas una educación fabulosa, un currículum excelente, antecedentes
fabulosos, amplia experiencia laboral y características personales increíbles, es muy
probable que haya otra persona solicitando el mismo trabajo que tú, con mejores
características que tú en alguna de esas categorías. ¿Esto significa que en definitiva
contratarán a la otra persona y no a ti? No. La razón es que el otro candidato casi con
certeza carece de mejores características que las tuyas en alguna categoría u otra. Cada
candidato a un empleo representa una mezcla única de antecedentes, habilidades,
educación, conocimientos y personalidad; una ecuación específica de fortalezas y
debilidades.
EL MITO DEL CANDIDATO PERFECTO

Por desgracia, muchos buscadores de empleo están convencidos de la existencia de este


mito, que se basa en el temor poco realista de otro candidato de proporciones casi divinas,
solicitando el mismo puesto y es extraordinario en todos sentidos. Además indica que, dado
que tú no eres fabuloso en la misma proporción, el entrevistador descubrirá todas tus
imperfecciones, como el mero mortal que eres, y por ende, no te dará el empleo.
La manera de superar semejante falta de confianza es dándote cuenta de que no existen
muchos candidatos perfectos para ninguna vacante (si es que siquiera existen) y que, de
todos modos, no vivimos en una meritocracia perfecta. Es un hecho que la mejor persona
para un trabajo no siempre lo obtendrá. Habrá ocasiones en que esta realidad opere a tu
favor y otras en las que lo hará en tu contra, pero eso no cambia los hechos. Lo que te
puede ayudar a lidiar con esto es que memorices la Regla #1 para la búsqueda exitosa de
empleo del doctor Powers: El buscador de empleo más eficaz conseguirá el mayor
número de entrevistas y el entrevistado más eficaz es quien conseguirá el mayor y mejor
número de ofertas de empleo.
Recuerda que no es secreto para las personas que más te aman en el mundo que para
nada te acercas a la perfección. Pero de todos modos te aman, ¿no es así? Así que haz un
recuento sincero de tus supuestas debilidades; con tu esmero, sentido del humor y
determinación para triunfar, yo te puedo ayudar a convertirte en un eficaz buscador de
empleo y en un fantástico entrevistado.

9. Tu bagaje emocional

Todos arrastramos una carga emocional llena de emociones negativas no resueltas,


acumuladas por nuestro paso en la vida. Estas pueden provenir de cualquier área de nuestra
existencia: de tu familia, de tu vida social o personal, de tu educación y capacitación o de
tu vida laboral. Son cosas que tal vez te comunicaron padres, maestros, amigos, enemigos,
cónyuges, jefes, compañeros, idiotas o genios.
Muy dentro de nosotros hay un sitio donde guardamos recuerdos buenos y malos,
remembranzas de nuestros logros y fracasos, al igual que nuestras esperanzas y temores
para el futuro. Cada uno de ellos se acompaña de emociones. Cuando algo que pasa en
nuestras vidas cotidianas alude a las emociones positivas (amor, felicidad, aceptación, paz,
perdón), nos vemos afectados por ellas de forma tanto consciente como inconsciente. De
manera similar, cuando surgen emociones negativas (temor, celos, zozobra, enojo,
resentimiento), también respondemos desde los planos consciente e inconsciente. Aunque el
amor mal encauzado puede tener un efecto negativo y el enojo justo puede tener un efecto
positivo, en términos generales podemos afirmar que las emociones positivas tienen un
efecto positivo y las negativas uno negativo en nuestra existencia cotidiana. Esto es muy
cierto durante el proceso de búsqueda de empleo.
Si sientes que buscas trabajo porque te despidieron de manera injusta de tu último
empleo, el enojo que sientes hacia tu jefe anterior podría evidenciarse de diversas maneras
durante tu búsqueda. Si sientes celos o envidia del puesto que ocupa la persona que te está
entrevistando, es posible que se lo estés comunicando en tus respuestas, tu actitud o tu
lenguaje corporal. Si te sientes paralizado por el temor al rechazo o al fracaso durante este
cambio en tu situación laboral, tomarás menos riesgos y, a la larga, es posible que aceptes
un empleo inferior a tus aspiraciones.
Examínate a fondo y analiza tus actitudes acerca de tu búsqueda de empleo. Platícalo
con algún amigo cercano, confidente, mentor u orientador. ¿Qué emociones negativas estás
llevando contigo en este proceso? ¿De dónde provienen? ¿En qué se basan? ¿Puedes ver
cómo podrían dañarte? ¿Qué puedes hacer al respecto? En ocasiones, solo hablar acerca de
estos asuntos puede ayudarte a dejarlos de lado. Si no es el caso, trata de pensar en algunas
emociones positivas opuestas a esas inquietudes para generar un equilibrio, a fin de
neutralizar su efecto negativo. Intenta adoptar una perspectiva sana, indulgente y humorista
hacia las situaciones que generaron esos sentimientos.
Las emociones negativas de tu bagaje emocional te abrumarán, te obstaculizarán, te
quitarán energía y evitarán que alcances tu máximo potencial. La búsqueda de trabajo puede
ser un trecho difícil y accidentado en tu camino personal al éxito. Pero si dejas de lado
parte de ese bagaje que has arrastrado contigo, puedes relajarte un poco y, espero, incluso
disfrutar el viaje.

10. La psicología del merecimiento

Hace algunos años, una de las empresas a las que presto mis servicios me pidió llevar a
cabo algunas sesiones de coaching con una de sus gerentes estrella. Como graduada Magna
cum laude en psicología, Marilyn había ingresado al terreno de ventas de consumo en una
prestigiosa empresa, justo después de sus estudios. Después de tres años y medio, se le
aceptó en la Wharton School of Management (una de las más renombradas escuelas de
negocios del mundo). Una vez completada su maestría, la reclutó una muy prestigiosa firma
de fondos de inversión como gerente de mercadotecnia. A Marilyn le fue muy bien en dicha
compañía, pero después de casi cinco años de trabajo, la empresa había decidido trasladar
su departamento a otro lugar del país y querían que ella se sumara al proyecto.
Esta reubicación era algo que Marilyn no deseaba ni sentía necesario hacer, de modo
que cuando no se le ofreció otro puesto equivalente en la empresa, le informó a su superior
que prefería renunciar a mudarse. Su gerente me pidió que hablara con ella porque a)
quería que cambiara de opinión en cuanto al traslado o, b) en caso de que en realidad
renunciara, quería que yo le explicara mis servicios de coaching profesional que él
pondría a su disposición. La respuesta de Marilyn fue una mezcla de incredulidad y desdén.
Fracasé en ambos frentes. Marilyn estaba por completo decidida contra la reubicación.
Su idea del mundo era similar a la famosa portada de la revista New Yorker donde aparecen
Nueva York y Boston a la extrema derecha, una tundra desierta arriba, California a la
extrema izquierda y un completo vacío al centro.
Sus ideas respecto al coaching profesional eran igual de estrechas y miopes; era algo
para perdedores, no para triunfadores exitosos como ella. La actitud de Marilyn era que
con sus antecedentes educativos y su historial de éxito en empresas de primera, no iba a
necesitar de gran ayuda, ya que las firmas de prestigio estarían tumbando su puerta en busca
de alguien con su perfil y experiencia.
La siguiente vez que vi a Marilyn fue cuando se acercó a hablar conmigo, después de
que yo había dado una conferencia gratuita en un grupo de apoyo y redes de contacto para
personas desempleadas de la localidad... ¡cinco meses después de la última vez que la
había visto! Para algunos trabajos en ciertos campos laborales, cinco meses no es un
tiempo que pueda considerarse largo, pero representaba toda una era geológica a los ojos
de Marilyn. Había enviado uno que otro currículum, se había comunicado con algunas
agencias de colocación y después se había reclinado a esperar la andanada de ofertas
maravillosas. Se sintió destrozada cuando lo único que recibió en respuesta fueron unas
cuantas llamadas de cortesía. (Yo le respondí que con el esfuerzo minúsculo que había
hecho, me sorprendía que hubiera recibido tantas respuestas.) Esta reunión para desarrollar
redes de contactos era el primer paso activo que había tomado en semanas y eso solo
porque una amiga suya la había arrastrado de la mano a la junta.
La moraleja de esta historia podría tratarse de la disposición a reubicarse o del uso de
cualquier ayuda que se le ofrezca a uno o, incluso, de la humildad, pero nada tiene que ver
con ello. La moraleja de la historia es que sin importar lo increíble que creas que son tus
antecedentes, sin importar las credenciales con que cuentes ni el prestigioso pedigrí
educativo que tengas, por más que otras personas te hayan dicho que eres la cosa más
maravillosa del universo, nadie va a tocar a tu puerta con carretones de maravillosas y
emocionantes oportunidades laborales, solo porque tú creas que te las mereces. La
psicología del merecimiento —sea que se trate de tu trayectoria profesional, tu familia o tu
comunidad— es algo que obstaculizará tu éxito y satisfacción en cualquier área de tu vida.
Si sientes que mereces que tu empresa, tu antiguo jefe, tu programa de reinserción
laboral, alguna agencia de colocación, alguna empresa de búsqueda de empleos o tu coach
laboral salgan a conseguirte un nuevo empleo, te garantizo que vas a pasar mucho tiempo en
casa a solas viendo telenovelas o programas de concursos.
En el mundo laboral actual, de la misma forma que no hay garantías tampoco existen
los merecimientos. Para lograr, debes obligarte a desempeñarte. Para crecer, requieres
obligarte a aprender. Para avanzar, debes esforzarte por aceptar el cambio y adaptarte a él.
Hoy día, más que nunca antes, la responsabilidad por impulsar y avanzar en tu trayectoria
profesional está en tus propias manos, como debería ser.

O O O

Hemos echado un buen vistazo a la manera en que muchas personas tropiezan durante su
proceso de búsqueda de empleo. Tras analizar los 10 principales obstáculos que se suelen
enfrentar, confío en que podrás percatarte de que cada uno de ellos se puede superar por
medio de conocimientos, ánimo, energía, sentido del humor y optimismo.
ANSIEDAD; AN•SIE•DAD; SUSTANTIVO; SENSACIÓN DE PREOCUPACIÓN,
NERVIOSISMO O DESASOSIEGO, POR LO GENERAL ACERCA DE UN
SUCESO INMINENTE O ACERCA DE ALGO CON UN DESENLACE INCIERTO.
Esto es con exactitud lo que cientos y cientos de candidatos a empleos me han
informado que sienten antes, durante o después de una entrevista de trabajo. Para un
psicólogo, esto es 100% predecible porque:

o La ansiedad es una emoción humana normal.

o Todo ser humano ha experimentado ansiedad en algún momento de su vida.

o Es natural sentirse inquieto antes de una entrevista (es decir, de un suceso


inminente).

o Es natural sentirse nervioso durante una entrevista (a causa de la relativa


singularidad y rareza del evento, así como por el hecho de que su desenlace es
incierto).

o Es natural preocuparse por la entrevista una vez que ha terminado, no solo


porque el resultado es incierto, sino porque puede afectar de manera adversa tus
necesidades psicológicas, como seguridad, pertenencia, estima y autorrealización.
La respuesta de ansiedad es un legado que proviene de nuestros antepasados
cavernícolas. Para sobrevivir, no solo necesitaban responder a las amenazas (como un tigre
hambriento), también ante las posibles amenazas (como el sonido de una ramita
rompiéndose, que podía anunciar la cercanía de un tigre). Aquellos de nuestros ancestros
que respondieran a las amenazas tanto reales como posibles con la mayor cantidad de
epinefrina (hormona secretada por nuestras glándulas suprarrenales y que también se
conoce como adrenalina), eran quienes tenían mayores probabilidades de vivir por lo que,
al paso de los milenios, nos heredaron sus genes. Es posible que hayas oído de esto como
la respuesta de huida o pelea, pero esa descripción no es del todo certera. Una más
adecuada sería respuesta de huida, pelea o parálisis, ya que también explica la razón por
lo cual algunos de nuestros ancestros tuvieran nervios de acero (o el temor paralizante)
para quedarse inmóviles con la esperanza de que el tigre pasara junto a ellos sin
detectarlos. Analizaremos cada una de estas respuestas en relación con tu siguiente
entrevista.

Tu cuerpo bajo el efecto de la adrenalina

Después de que la adrenalina se libera en el cuerpo, hay un aumento en la frecuencia


respiratoria, en la circulación sanguínea y en el metabolismo de carbohidratos. El diseño
de estas respuestas prepara a los principales grupos musculares para el esfuerzo que
requiere pelear, correr o ambos. El aumento en frecuencia respiratoria implica que se
canalizan mayores cantidades de oxígeno hacia músculos fundamentales. Si esto conduce a
una hiperventilación, es posible que se experimente una sensación de mareo o aturdimiento
o, incluso, que uno se desmaye. Al mismo tiempo, otros sistemas corporales como la
digestión, innecesaria para la supervivencia inmediata, se ven privados de sangre y
oxígeno, lo que puede conducir a todo tipo de incomodidades gastrointestinales. Otra
respuesta es la sudoración profusa que no solo sirve como proceso de enfriamiento,
también he oído opinar que vuelve tu cuerpo resbaladizo y dificulta que puedan asirte otros
hombres o bestias.
¿Alguna vez has notado que durante una escena de miedo en una película se levantan
los vellos de tus brazos o de tu nuca y te hormiguean los dedos de tus manos o pies? Estas
también son respuestas a la adrenalina. Conforme esta te provoca tensión muscular, es
posible que sientas dolor u opresión en el pecho. Con frecuencia, hace que se dilaten las
pupilas de tus ojos para aumentar el paso de la luz, lo que puede distorsionar aquello que
miras, haciéndolo parecer inusualmente brillante o dándole una apariencia irreal.
Lo repetiré hasta el cansancio; estas reacciones son por completo humanas, normales y
predecibles. Quizá manifiestes solo una o dos de las mismas. En ocasiones, es posible que
no las experimentes y, a veces, en situaciones muy estresantes, existe la posibilidad de que
presentes varias. Pero no cabe la menor duda de que tarde que temprano las
experimentarás. ¡Y nada tiene de malo!

Manejo de tu ansiedad de entrevista

La ansiedad de entrevista puede manejarse. Si aprendes a hacerlo, estarás dirigiendo toda


esa energía de supervivencia no solo a sortear la entrevista, sino a mejorar tu desempeño
total durante la misma. Podrás pensar y responder con mayor velocidad. Recordarás tus
narraciones relacionadas con el trabajo con mayor detalle. Parecerás más relajado, alerta e
interesante. Tendrás mayor control sobre el tono y timbre de tu voz. Te sentirás más
cómodo en términos físicos. Podrás manejar cualquier error. Si te encuentras en una de esas
infrecuentes entrevistas estresantes, no te inmutarás sino que, más bien, podrás enfrentarte a
ella de manera constructiva. Sabrás qué esperar. Podrás evaluar tu desempeño y seguirás
mejorando tus habilidades de entrevista.
Por años he preguntado a los entrevistados exitosos cómo han logrado controlar su
ansiedad de entrevista. Si oía más de media docena de veces de alguna técnica, idea o
método de utilidad, la colocaba en mi archivo de investigación. Por primera vez voy a
lanzar al público la lista que he utilizado con mis clientes privados de coaching para
ayudarlos a controlar, manejar y superar su ansiedad en entrevistas. No todas las técnicas te
funcionarán al buscar un empleo; no son fórmulas mágicas; pero debes utilizarlas. Si en
alguna ocasión la ansiedad te ha causado problemas en tu entrevista, estoy seguro de que
encontrarás en el siguiente apartado elementos que te ayuden a lograr un nuevo nivel de
éxito en ellas.

Así se hace: antes de la entrevista

Tu meta no es eliminar la ansiedad. Tu meta es canalizar esa energía que la controlará.


Todo entrevistador espera que los candidatos a un empleo estén un tanto cuanto nerviosos.
Reconócela en su dimensión real: es una conversación bidireccional, no un interrogatorio.
Ellos te están evaluando a ti y tú los estás evaluando a ellos.
Mantén las cosas en perspectiva. Tal vez recibas una oferta de empleo. Tal vez no. Estos
son los únicos dos resultados posibles y uno de ellos representa una noticia maravillosa. A
nadie lo avientan por la puerta, a nadie mandan a Siberia ni le van a disparar. Lo peor que
puede suceder es que salgas de tu entrevista en las mismas condiciones en las que llegaste.

Prepara lo que vas a decir. En el capítulo 10, encontrarás que la Herramienta #7 está
dedicada a las preguntas que se plantean con más frecuencia durante una entrevista. Revisa
la lista y selecciona las que más te inquieten. Haz notas con respuestas poderosas y después
practícalas en voz alta, hasta que controles tu ansiedad. No trates de memorizar la
respuesta. Solo usa las preguntas como base para las ideas que quieres utilizar para ayudar
a venderte a ti mismo.

Prepara lo que quieres preguntar. En general, tendrás la oportunidad para hacer algunas
preguntas hacia el final de la entrevista. Con base en tus investigaciones (averiguaste
acerca del empleador, ¿verdad?), haz indagaciones que demuestren tu conocimiento
preliminar de la organización para que identifiquen con perspicacia algunas preguntas
importantes relacionadas con tu puesto potencial.

Investiga al entrevistador. El entrevistador ya sabe mucho de ti antes de conocerte. Es más


que lógico que recurras a internet o a fuentes industriales, empresariales o personales para
tener alguna idea acerca de la persona que te va a entrevistar. Quizás encuentres algo que te
ayude a identificar un interés o experiencia en común.

Practica, practica, practica. En el capítulo 5, encontrarás instrucciones relacionadas con


un enfoque profesional para practicar tus habilidades de entrevista. Esta es la manera más
poderosa con que puedes mejorar dichas habilidades. En el capítulo 10, encontrarás las
herramientas #9 y #10 de práctica de entrevistas que han ayudado a miles de buscadores de
empleo para transformar sus habilidades de buenas a estupendas. Practicar tus habilidades
es la manera más segura para controlar tu ansiedad y para que te desempeñes mejor que tus
competidores.

Haz un recorrido de prueba para confirmar que sabes cuál es la mejor ruta para llegar a la
entrevista y cuánto tiempo te llevará presentarte a esa hora del día. No dependas de tu GPS,
MapQuest, Google Maps o ningún otro servicio por el estilo.
Selecciona qué ropa vas a vestir o elige un par de atuendos favoritos. Elige ropa que se te
vea bien, se sienta cómoda y que esté limpia, pulcra, que te quede bien y no sea
notoriamente nueva. Aparta la ropa solo para entrevistas; ten presente que siempre debes
estar listo para esa entrevista de último minuto. Recuerda la regla general de vestirte para
un puesto un escalón por encima del que deseas. Y lo diré hasta el cansancio: nada de
chanclas... jamás.

Solo programa una entrevista por día. Entre el estrés anterior a la entrevista y el bajón
posterior, te sentirás muy cansado. A menos que seas un experto en el proceso, es poco
probable que estés al tope de tu desempeño dos veces en un solo día.

Guarda todas tus cosas. Por esto me refiero a las cosas que debes llevar a la entrevista.
Esto incluye instrucciones para llegar ahí con tiempo de sobra, varias copias de tu
currículum, información de tus referencias, un par de plumas, un cuaderno, tarjetas de
presentación, un calendario, tu celular y una cantidad mínima de objetos de cuidado
personal (p. ej., algunas mentas para el aliento y un cepillo, no la totalidad de lo que
venden en la sección de cosméticos ni la farmacia completa). La noche anterior, reúne todas
tus cosas en el portafolio o bolso que llevarás.

Duerme bien o, al menos, descansa lo más que puedas. Este no es el momento para
experimentar con auxiliares para conciliar el sueño, ya que muchos de ellos podrían hacerte
sentir aturdido a la mañana siguiente.

Así se hace: la mañana de la entrevista

Despiértate temprano. No te arriesgues a que haya un desperfecto con tu despertador. Date


un tiempo adecuado para despertar bien. Andar a las carreras es contraproducente, si
quieres estar relajado.
Reduce tu ingesta de cafeína. Recuerda la actitud que quieres proyectar de relajamiento,
alerta y de aplomo, no de inquietud y agitación. Come algo; tu cuerpo necesita energía y que
tu estómago haga ruidos no es algo deseable.
Relájate. ¿Qué te ayuda a relajarte? La meditación les funciona a algunas personas. La
visualización les sirve a otras. Otras más utilizan ejercicios de respiración o de yoga.
Algunos expertos de las entrevistas repiten afirmaciones positivas; otros hacen ejercicio
(aunque no demasiado vigoroso). Algunas personas leen; otras escuchan alguna rutina
favorita de comedia. Pero lo que sea que te funciona a ti, no exageres. Recuerda, tu meta es
parecer relajado, alerta y tranquilo, no ido ni raro.
Usa música para ayudar a sintonizar tus emociones . Esta tiene poderes enormes. Si
necesitas relajarte aún más, hay mucha música que puede ayudarte a conseguirlo. Si
requieres elevar tus niveles de energía, hay muchas obras desde rock hasta clásicas que
pueden energizarte. Prepara una lista de reproducción para cada situación.
Llega un poco temprano. Entre 10 y 15 minutos son más que suficientes. Eso te dará
tiempo necesario para visitar el sanitario, revisarte en un espejo y ensayar esa sonrisa
despampanante. Si tienes alguna emergencia, usa el celular que preparaste la noche
anterior; pero como ya hiciste el recorrido para elegir la mejor ruta con esa misma cantidad
de tráfico, ninguna de ambas cosas debería representar un problema para ti.
Sécate las manos. A nadie le gusta un apretón de manos húmedo y frío. Ten especial
cuidado si te las acabas de lavar. Si te sudan las palmas de las manos a causa de los
nervios, límpiatelas con un pañuelo; no pongas las manos en tus bolsillos ni las dejes
pender en tus flancos con los puños apretados. Colócalas sobre tu regazo, las palmas hacia
arriba y los dedos bien abiertos para que el aire ayude a mantenerlas secas. Endereza la
espalda, respira hondo un par de veces y piensa cosas positivas.

Así se hace: durante la entrevista

Respira y sonríe. La mayoría de las veces sucede de manera natural, pero es posible que
no sea así si estás ansioso o si estás concentrado.
Escucha. Deja que el entrevistador termine de plantear su pregunta o idea antes de que
brinques a responder. Centrar tu atención en la otra persona es una buena manera para
reducir tu ansiedad en cuanto a lo que estás haciendo. Es posible que quieras anotar alguna
que otra cosa.
Piensa. Si la pregunta parece fuera de lugar o se refiere a algo en lo que no has pensado
mucho, siéntete en total libertad de tomarte uno o dos minutos para elaborar una respuesta.
Quizá quieras decir algo como "Caray, esa es una excelente pregunta; déjeme pensar". Eres
un ser humano, no una máquina expendedora que produce una respuesta inmediata cuando te
hacen alguna pregunta. Pensar no es algo que se permita; es algo que se alienta.
Haz tus propias preguntas. Ya las preparaste y son buenas. Cuando sientas que la sesión
está a punto de finalizar, di algo como "Tengo un par de preguntas que me gustaría hacerle".
La mayoría de los entrevistadores estarán más que encantados de responderte. Este es un
buen momento para revisar tus apuntes. Escucha con cuidado las respuestas del
entrevistador y toma nota según parezca apropiado. Si la entrevista te ha dado una
verdadera sensación conversacional, quizá quieras plantear tus preguntas antes.
Usa tu cierre. Siempre querrás terminar tu entrevista en el punto más positivo posible.
Revisa el capítulo 7 para lograrlo con instrucciones detalladas.
Recuerda tus modales. Agradécele al entrevistador el tiempo que te ha dedicado. Hazlo
aunque consideres que fue una entrevista horrible; aunque a ti no te lo parezca, existe la
posibilidad de que el entrevistador piense que estuvo bien.
Haz un seguimiento. Pregunta en qué fase del proceso de contratación se encuentra el
empleador y cuándo esperan tomar una decisión. Pregunta en qué momento sería adecuado
que te pongas en contacto para ver en qué punto del proceso están. Determina si prefieren
un correo o una llamada telefónica.

Así se hace: después de la entrevista

Utiliza la Herramienta #14 para después de la entrevista del capítulo 10, mientras
todavía tengas la experiencia fresca en tu mente. Esta herramienta te ayudará a evaluar y
mejorar tu desempeño en entrevistas.
Cumple con lo prometido. Si quedaste en enviarle información adicional, certificados,
licencias y demás al entrevistador, asegúrate de hacerlo lo antes posible.
Es indispensable enviar una nota de agradecimiento. Demuestra que eres una persona
cortés y es una excelente manera de seguir expresando tu interés en la vacante.
Felicítate. ¡Lo lograste! Estás una entrevista más cerca del trabajo que deseas. Reúnete con
algún amigo para tomar café, para ir al cine, para ir a nadar, para jugar con tu perro, lo que
sea... pero haz algo para recompensarte. Vuelve a empezar. Ahora debes comenzar a
prepararte para tu siguiente entrevista. Y la siguiente será mejor que la anterior. Estarás
más preparado, tendrás más experiencia en tu haber, habrás identificado los puntos en que
puedes mejorar y estarás menos ansioso.
o o o

Para concluir el capítulo, me gustaría dirigir tu atención a la figura 2.1. Su propósito es


reforzar el mensaje de que controlar tu ansiedad de entrevista es un proceso constante y
continuo. El estrés de la entrevista, la ansiedad del desempeño o el molesto nerviosismo
común y corriente pueden aparecer en cualquier momento. Ahora sabes que esto es natural.
La única manera infalible para controlarla es utilizar los más de 30 métodos que te describí
en este capítulo para enfrentarla —de lleno— en cada etapa del proceso de la entrevista.
EN EL CAPÍTULO 1 TE ENTERASTE DE LA REGLA #1 DEL DOCTOR POWERS
PARA LA BÚSQUEDA EXITOSA DE EMPLEO: El buscador de empleo más eficaz
conseguirá la mayoría de entrevistas y el entrevistado más eficaz obtendrá la mayoría de
ofertas de empleo, y también las mejores. En el capítulo 2 viste cómo identificar, controlar
y manejar la ansiedad muy natural que sufre cualquier entrevistado. En el capítulo 3,
aprenderás cómo conseguir más entrevistas para mejores empleos.
Muchos buscadores de empleo quieren lanzarse de inmediato al proceso de la
entrevista sin percatarse de que existe la posibilidad de que aprendan a dominarlo y con
esto descubrir más oportunidades, más pronto, y evitar así la pérdida de un valioso tiempo
deambulando por ahí, perdido durante una cantidad indeterminada de tiempo, y
preguntándole a quien quiera oírnos: "Oye, ¿dónde están todos los trabajos?". Antes de que
puedas convertirte en un estupendo entrevistado, debes transformarte en un buscador eficaz
de empleo.
Un buscador eficaz de empleo es aquella persona que participa de manera activa en el
mercado en busca de nuevas oportunidades —con conocimientos, energía y enfoque—.
Cuando estoy en una reunión social, la gente escucha a qué me dedico y el tema del cual
escribo, con frecuencia recibo comentarios como: "Me gustaría un mejor trabajo" o
"Mantengo los ojos abiertos" o "Le daré una mirada a la posibilidad si aparece algo
interesante". Con ayuda de mi esposa, he aprendido a cerrar la boca, sonreír y asentir como
muestra de apoyo (mientras busco otra bebida). Antes de recibir el efecto civilizador que
Linda tuvo en mí, solía adoptar la pose de experto e intentaba motivar a esas personas
hablando del tema de la búsqueda de empleo. Estos individuos no buscan empleo y son más
como los aficionados relajados que se dedican a observar aves el fin de semana. Tal vez
surja algo o quizá no. Aguardan de manera pasiva y tienen la esperanza de lograr una
carrera más satisfactoria. No me malinterpreten: la paciencia y la esperanza son grandes
virtudes, pero tener éxito en la búsqueda de un trabajo requiere impulso, destreza y
disposición a asumir riesgos.
Establece metas realistas y sintonizadas con el mercado

Si estuvieras planeando una vacación o un viaje importante, ¿qué pasos seguirías? Lo más
probable es que hagas varias cosas antes de siquiera registrar las reservaciones para gastar
el dinero que tanto trabajo te ha costado ganar. Investigarías el área que quieres visitar.
Escribirías una lista de las cosas que más te gusta hacer y luego averiguarías si ese destino
te las ofrece. Consultarías cuánto cuesta todo eso. Harías un inventario de lo que tienes y
una lista de qué necesitas. Pedirías consejos e ideas a tu familia, amigos, vecinos y
contactos. En pocas palabras, armarías un plan informado de cómo lograr lo que quieres en
tus vacaciones.
Embarcarse en la búsqueda eficaz de empleo requiere con exactitud este tipo de
pensamiento y planificación. Antes de siquiera ingresar al mercado de trabajo, debes
tantear el terreno. Es cierto que conforme progrese tu búsqueda, aprenderás de inmediato
mucho más de lo que se ve a simple vista, incluso al inicio, pero quiero que sepas más que
tu competencia. Para poner en marcha la búsqueda de empleo de manera tan rápida y
eficiente como sea posible, debes saber desde un principio las respuestas a las siguientes
preguntas:

1. ¿Quiénes son los empleadores potenciales en mi área geográfica objetivo?

2. De estos empleadores, ¿quiénes emplean personas con mis habilidades y en mi


área de funcionamiento?

3. ¿Dónde puedo conocer sus antecedentes, productos y servicios?


4. ¿Dónde solicitan empleados estos empleadores?

5. ¿Cuáles agencias de empleo o reclutadores profesionales utilizan?

6. ¿Qué listas de empleo o servicios de reclutamiento en línea utilizan?

7. ¿Cuál es el sueldo típico o rango de salarios para las personas con mis
habilidades en este tipo de organizaciones?

Quizá seas un investigador hábil y creativo, que ya tengas algunas ideas de dónde
encontrar esta información esencial para la búsqueda de empleo. Tal vez unos cuantos
golpes en tu teclado te den acceso instantáneo a todo lo que necesitas saber. En tal caso, me
parece estupendo. Sin embargo, para la mayoría de nosotros la simple palabra
investigación evoca recuerdos de todos esos aburridos proyectos escolares a los que nos
enfrentamos. Sin importar qué tan hábil seas como investigador o cómo te sientas acerca de
rastrear información difícil de localizar, ¡te tengo maravillosas noticias! Tienes a tu
disposición un socio enterado y dispuesto que te aconsejará y asesorará en tu proceso de
investigación. Ah, y olvidé mencionarte que esta ayuda no te costará un centavo.

Tu nuevo mejor amigo

Tu nuevo mejor amigo trabaja en el centro, o quizás en la ciudad más cercana o tal vez en la
universidad local. Es tu bibliotecario del área, por naturaleza, a estas personas les gusta
saber dónde se puede localizar la información y, por su capacitación profesional, sabes
dónde encontrarlos. Si tienes tiempo sin visitar el área de referencias de tu biblioteca local,
llegó la hora de ir.
Lo que encontrarás son cientos, y a veces miles, de recursos que puedes utilizar en tu
búsqueda de empleo: libros sobre el tema de búsqueda y entrevista de empleo, directorio
de empleadores, guías de investigación para diversas industrias, informes anuales de
empresas con las que te gustaría trabajar, acceso a bases de datos para investigación en
línea, y sitios web con listas de empleos. Es una verdadera mina de información valiosa
para la búsqueda de un trabajo. La mayoría de las bibliotecas son miembros de una red de
servicios bibliotecarios y si no puedes encontrar algo en tu propia biblioteca, el
bibliotecario de referencias te ayudará a encontrar material de todo tu país.
Pero (sabías que habría un pero, ¿no es cierto?) tu bibliotecario no es tu investigador
personal. No está ahí para servirte de rodillas. No eres la única persona que necesita ayuda
de investigación. Su labor es enseñarte, aconsejarte y asesorarte para localizar la
información que necesitas. Date por bien servido con esta fuente valiosa e inesperada de
auxilio y aprende a extraer los datos que te ayudarán a obtener el trabajo que quieres.
Cuando decidas iniciar tu búsqueda, revisa las siete preguntas de la lista anterior. Con
los recursos a tu disposición, enumera toda la información relevante que puedas. Luego,
cuando hayas comenzado el proceso de investigación, preséntate en el departamento de
referencias de tu biblioteca local. Si ese sitio no es muy bueno, intenta en la comunidad
vecina o en una universidad local. Hay dos razones por las que resulta importante haber
iniciado el proceso antes de que siquiera vayas a la biblioteca:

1. Quieres ver qué tan difícil será encontrar lo que necesitas saber.

2. Quieres mostrarle al bibliotecario de referencias que ya has detectado por tu


cuenta, que sabes lo que buscas, que te das cuenta de que su ayuda profesional
tiene gran valor para ti, que eres un alumno dispuesto y no has ido ahí para robarle
su tiempo ni su paciencia. Enfadar a tu bibliotecario es la peor cosa que puedes
hacer cuando buscas empleo (o escribes un libro o solo intentas tener una vida
informada).

Cuando te presentes en principio con el bibliotecario del área de referencias, pregunta


qué recursos tienen a la mano y han sido útiles para otras personas en busca de empleo. Sé
que buscar trabajo puede ser un proceso que te aísla de los demás, pero no estás solo,
tampoco eres la primera persona que ha acudido a la biblioteca para buscar ayuda. Esta es
otra razón por la que se vuelve esencial haber pensado el asunto antes de siquiera buscar
ayuda. Cuanto más informado estés por ti mismo, más ayuda te podrá dar el bibliotecario. A
los bibliotecarios les gustan las personas dispuestas a poner su propio esfuerzo. Recuerda
el pero que pusimos: no están ahí para investigar por ti; están para guiarte, aconsejarte y
ayudarte para que lo hagas tú mismo. Aprecia su servicio y agradéceles.
Cuando este proceso de investigación ya esté en marcha, deberías tener suficiente
información preliminar para identificar tus metas iniciales de búsqueda de empleo. Ya estás
a kilómetros de distancia de tus competidores, la mayoría de quienes siguen partiendo de
suposiciones imprecisas acerca del mercado laboral, rumores sobre quién emite vacantes,
técnicas defectuosas o anticuadas de búsqueda de empleo, o solo preguntándose dónde
están los trabajos. Tus metas son realistas y están sintonizadas con el mercado porque se
basan en datos actuales, precisos y objetivos. Felicidades, has avanzado con el pie
derecho.
Cómo identificar con eficacia tus objetivos de empleo

Ahora ya tienes bien establecidas en tu mente tus metas preliminares: estás buscando cierto
tipo de empleo en tal clase de empresa. Lo usual es que dichas organizaciones reclutan y
contratan personas a través de las siguientes vías y por lo común, pagan determinada
cantidad de dinero a la gente con tus habilidades. Ahora necesitas determinar tus objetivos
específicos de empleo.
Existen docenas de maneras diferentes en que puedes identificar los objetivos
confiables de empleo pero, en términos generales, todos encajan en uno de cuatro métodos
principales de búsqueda de un trabajo. Los llamo campaña laboral en cuatro frentes, y
son: vacantes publicadas, contactos en frío, reclutadores y redes de contacto. (Por
supuesto, te puedes casar con el hijo o hija de un empresario o ganarte la lotería, pero esos
son temas para otros libros.)

Vacantes publicadas

ANUNCIOS DE EMPLEO

La mayoría de la gente está familiarizada con este probado método de búsqueda de trabajo:
el anuncio de empleo. Algunos aparecen en tu periódico local, algunos en la prensa
empresarial local y otros en los principales diarios metropolitanos. Cada mes hay menos
(me refiero tanto a los diarios como a los anuncios de empleo), pero no deberías pasarlos
por alto.
Las vacantes publicadas también aparecen en otros sitios que no son los periódicos.
Algunos se pueden encontrar en revistas técnicas, boletines profesionales, bancos de datos
de empleo de sindicatos y listas de la oficina estatal de ayuda al desempleo. Adelante
trataremos el tema de los portales de empleo en internet.

FERIAS DE EMPLEO

Las ferias de empleo constituyen buenas oportunidades para localizar vacantes publicadas
en las organizaciones que están contratando. Si puedes establecer un contacto personal,
pide una tarjeta de presentación, averigua si tienen una vacante apropiada, deja un
currículum y dale seguimiento posterior. Pero si en una de las mesas o stands hay gran
cantidad de gente, te sugiero que no lances tu currículum en el montón, con la esperanza de
que alguien lo tome después en cuenta. Intenta conseguir una tarjeta de presentación de la
persona que represente a la empresa (en general, será un representante de recursos
humanos). Después puedes darle seguimiento en persona por correo electrónico o con una
llamada telefónica en la que señales tu asistencia a la feria, pero no pudiste atravesar la
multitud y quieres encontrar cualquier vacante que se adapte a tus antecedentes.
PORTALES DE EMPLEO

Lo más probable es que has visto las grandes páginas web de ofertas laborales que todo el
mundo conoce, como Monster.com, trabajaen.gob.mx, mexempleos.com y
CareerBuilder.com. Si tienes suerte, encontrarás algo que parece bueno, darás clic en el
botón Enviar y luego tendrás que esperar. La buena noticia es que se siente como si
hubieras hecho algo productivo. Es rápido, es fácil y es alentador ("Qué tal, mira todos
esos trabajos") y te protegerás de la decepción que representa un rechazo personal. Si
tienes alguna cualidad, habilidad o experiencia destacándose de entre los miles de otras
personas que acaban de hacer lo mismo que tú tal vez recibas un correo electrónico de
respuesta. Pero utilizar solo estos portales (o cualquier método de búsqueda de empleo) es
una receta para el desastre.
Las cifras están en tu contra. El Wall Street Journal informó que las grandes empresas
pueden recibir 400 respuestas diarias en los portales de empleo. Hace poco tiempo vi dos
estudios que colocan de 10 a 12% las nuevas contrataciones gracias a estos portales (con
una fuerte indicación de que esas cifras podrían ser demasiado altas). Es más, depender de
este tipo de páginas ignora una verdad esencial de la búsqueda de empleo: nadie contrata
un currículum. Obtener un puesto requiere cierto tipo de conexión personal.
¿Significa esto que deberías ignorar los portales de empleo? No. Lo que sí quiere
decir es que deberías utilizarlos con inteligencia, así como concederles tiempo y energía
proporcional a los resultados positivos que obtengas de ellos.
AGREGADORES

Una manera de despejar la confusión es utilizar un agregador de empleo como


Simplyhired.com o Careerjet.com.1,2 Aparecen y desaparecen con gran rapidez, así que tu
investigación debe estar actualizada. Hace muy poco, uno de mis clientes consiguió un muy
buen trabajo por medio de Indeed.com3 (y le prometí que lo mencionaría, aunque no había
escuchado antes de ese sitio). Los agregadores recolectan, clasifican y publican contenido
de múltiples portales de empleo y representan la posibilidad de explorar en un solo sitio.
Ingresa tus datos de ubicación geográfica así como el perfil de tu puesto, y estás listo para
despegar. Algunos portales tienen anuncios de empleos inexistentes, de puestos ya cubiertos
o de supuestos asesores laborales a punto de caer en manos de la ley o de enfrentar una
demanda de la Procuraduría Federal de Protección al Consumidor. Los agregadores tienen
buena reputación en cuanto a limpiar la paja del trigo, pero como siempre, utiliza tus
habilidades como consumidor consciente.

PORTALES DE NICHO

Como su nombre indica, un portal de nicho limita sus listas de empleo a trabajos o
industrias específicos, ciertos sitios geográficos u otros intereses. Son sitios que vale la
pena explorar para buscar vacantes que quizá no aparezcan en los grandes portales o
agregadores. En consecuencia, es posible que compitas con un número menor de
solicitantes para determinado puesto. Existen demasiados para sugerir favoritos, pero
deberías buscar por ti mismo aquellos que cubran mejor tus necesidades. Sin embargo, para
darte una idea de qué buscar, estos son algunos con buena reputación4,5.
o Contabilidad: Accountingjobstoday.com,
www.trabajos.mx/empresa/colegio_de_contadores_publicos_de_mexico

o Empleos en Australia: Seek.com.au

o Artes: Artjob.com, www.conaculta.gob.mx/bolsa_trabajo.

o Biotecnología/Industria farmacéutica: Medzila.com, www.indeed.com.mx/Empleos-de-


Industria-Farmaceutica.

o Empleos en Canadá: Workopolis.com.

o Comunicaciones/Relaciones públicas: Prsa.org/jobcenter,


www.bolsadetrabajo.com.mx/mexico/relaciones-publicas.

o Construcción: Constructionjobs.com,
www.cmic.org/aplicacionescmic/bolsaTrabajo/web.

o Reclutamiento basado en la diversidad: Hirediversity.com

o Ingeniería: Engineerjobs.com., http://www.trabajoingenieria.com/

o Ingeniería eléctrica: EEE.org., www.indeed.com.mx/Empleos-de-Ingeniero-Electrico.

o Finanzas: Fins.com/finance, www.indeed.com.mx/Empleos-de-Servicios-financieros-de.

o Gobierno: Usajobs.gov, trabajaen.gob.mx.

o Cuidados médicos: Healthjobsusa.com, www.indeed.com.mx/Empleos-de-Medicos-de-


enfermeria.

o Educación superior: Higheredjobs.com, www.indeed.com.mx/Empleos-de-Educacion-


Superior.

o Recursos humanos: Jobs.shrm.org, www.occ.com.mx/empleos-en-recursos-humanos/en-


mexico-y-el.
o Marketing: Talentzoo.com, https://sp-marketing.com/bolsadetrabajo.

o Organizaciones sin fines de lucro: Idealist.org, acciontrabajo.com.mx/c_s_ONGs.html.

o Trabajadores de mayor edad: Eons.com,


Grayhairmanagement.com,inapam.gob.mx/es/INAPAM/Empleo_para_adultos_mayores.

o Ciencias: Naturejobs.com, www.opcionempleo.com.mx/empleo-cientifico.html.

o Deportes: Workingsports.com, https://www.sportsjobs.com.mx.

o Tecnología: Dice.com, bolsatecnologica.com.


El mundo del empleo por Internet es colosal y puede consumir una enorme cantidad de
tiempo. No navegues en búsqueda de sitios apropiados durante el valioso horario laboral
de 9 a 5, cuando es más conveniente hacer contacto personal con la gente. Si tienes trabajo
en este momento, tiene doble importancia en tu caso, porque utilizar la computadora o el
tiempo de tu empleador para perseguir esta ruta es una conducta muy imprudente (además
de poco ética).
La buena noticia es que, sin importar dónde se encuentren estas vacantes publicadas,
99.9% de ellas representan empleos en organizaciones reales en busca de candidatos. La
mala noticia es que cualquier buscador informado y motivado por el empleo tiene acceso a
las mismas ofertas que tú. En consecuencia, esto reduce tus probabilidades de conseguir
trabajo con este método. Algunas encuestas dicen que las vacantes publicadas de todo tipo
representan solo 5% de los puestos que se cubren cada año en Estados Unidos. Otras
estimaciones van de 12 a 15%. Pero sin importar cuáles sean las estadísticas futuras de este
método, sí representa miles y miles de empleos. Y, ¿cuántos empleos estás buscando?

Contactos en frío

Este es otro método tradicional de búsqueda de empleo. A partir de la investigación en tu


biblioteca y en línea, identificas varios empleadores en tu área geográfica objetivo que
consideras podrían requerir de tus conocimientos. Al utilizar tus habilidades de
identificación, localizas al gerente de línea o persona de recursos humanos apropiada a
quien le enviarás una presentación y tu currículum en correo directo o correo electrónico.
Haces esto en unos cuantos sitios a la vez, lo cual te concede el tiempo para dar
seguimiento personal a cada envío. En el curso de un determinado periodo (que iniciaste
con tu carta) das seguimiento con una llamada telefónica para asegurarte de que recibieron
tu currículum y para ver si existe cualquier vacante apropiada. Es así de fácil.
Este método ha caído en cierta forma en desgracia, debido a que la gente lo ha
utilizado de manera muy errónea. Toman una lista genérica enorme y hacen un envío masivo
(a quien corresponda), y luego se sientan a esperar que pase algo. A la única persona que
le corresponde tu búsqueda de empleo es a ti. No esperes que un desconocido anónimo
brinque de entre las sombras para contratarte. Eso no va a suceder.
Si se utiliza en forma correcta, el contacto en frío puede ser muy eficaz para descubrir
posibilidades en lo que se ha dado en llamar el mercado laboral oculto. Cierto número de
ocasiones un currículum cae por casualidad en las manos de alguien, al momento de abrirse
una vacante o cuando está a punto de abrirse. Algunas personas estiman que este abordaje
representa cerca de 5 a 10% de los puestos que se cubren cada año.
Algunos empleadores prefieren que los candidatos a un puesto envíen sus currículums
sin más por correo electrónico al sitio web de la empresa. Este es un fantástico método,
porque muchas organizaciones tienen software que hacen referencias cruzadas entre tus
habilidades y las vacantes disponibles en cualquier parte del mundo. Pero no abandones las
ideas tradicionales mientras pones a prueba las nuevas; tener un contacto o un respaldo
personal te ayudará a que ese currículum que enviaste por correo electrónico llegue al
escritorio de la persona correcta.

Reclutadores

Existe toda una industria de reclutamiento de personal dedicada a ayudar a las


organizaciones a contratar a la persona adecuada para el puesto determinado. Esta
industria, que según algunos estudios representa de 15 a 20% de las contrataciones anuales,
la componen agencias de empleo temporal, agencias de contrato, agencias de empleo con
honorarios contingentes y empresas de búsqueda de ejecutivos con honorarios por iguala.
Algunas de estas compañías te dirán que hacen todo lo anterior, pero el sentido común
debería indicarte que eso tiene tanta lógica como tu dentista ofreciéndote una colonoscopía.
Los mejores reclutadores tienen especialidades y son expertos en un aspecto de la industria
del empleo. Los profesionales del empleo con quienes querrás trabajar, son aquellos que
trabajan con personas a tu nivel, en la función que desempeñas y en tu industria.
Las agencias de empleo temporal o eventual (justo como su nombre indica) ayudan
a las organizaciones para conseguir trabajadores temporales. A veces estos puestos se
vuelven empleos de tiempo completo, pero la mayoría de las ocasiones no es así. En esta
categoría se encuentran firmas de colocación en trabajos por contrato para diferentes
lugares. A menudo se les conoce como firmas de viaje.
Las agencias de contrato son similares a las agencias de empleo temporal o eventual,
pero el periodo y alcance del puesto se especifican con mayor detalle.
Las agencias de empleo con honorarios contingentes (muchas de las cuales se
autodenominan reclutadoras de ejecutivos) en general ayudan a las empresas a contratar
personal en rangos salariales entre $20 000 y $90 000 USD. Reciben sus honorarios solo si
se contrata al candidato que canalizaron con el empleador; en consecuencia, sus honorarios
son contingentes. Algunas de estas no son muy selectivas en cuanto a quién envían para las
entrevistas, en tanto que otras son muy profesionales. Necesitarás evaluar esto con cada una
de ellas.
Las empresas de búsqueda de ejecutivos con honorarios por iguala por lo general
colocan ejecutivos en rangos salariales de $70 000 USD en adelante. Se les paga una
iguala, ya sea que cubran o no el puesto. Como es natural, aquellas empresas que siguen
cobrando sus honorarios pero no realizan sus tareas, tampoco pueden permanecer largo
tiempo en el mercado. Las mejores firmas de este tipo son mucho muy selectivas, debido a
que garantizan volver a realizar la búsqueda (lo que llega a ser un proceso de varios
meses) si el candidato seleccionado no es el correcto.

CÓMO TRABAJAR CON UN RECLUTADOR

La manera de conseguir que los reclutadores te ayuden durante tu búsqueda de empleo, es


bastante sencilla. Identifica a aquellos especializados en tu industria, a quienes trabajen en
tu área de funciones y se localicen en tu área geográfica. El mejor reclutador es aquel con
quien ya estableciste una relación. El segundo mejor reclutador es aquel que te han
recomendado en persona. Si ninguno de estos dos enfoques te funciona, identifica a los
reclutadores apropiados por internet o en la sección de referencias de tu biblioteca local.
Algunos recursos son gratuitos (como Rileyguide.com y Searchfirm.com) y otros no (como
el clásico Directory of Executive and Professional Recruiters [Directorio de reclutadores
de ejecutivos y profesionales], con su conocida cubierta roja). Este es un buen momento
para recordarte que, en ciertas circunstancias, muchos de los gastos relacionados con tu
búsqueda de empleo se pueden deducir de tus impuestos sobre la renta.6 Para más
información al respecto, consulta el capítulo 10 y revisa la Herramienta #3: Consejos
fiscales para el buscador de empleo.
Utiliza la información que reúnas y sigue las instrucciones de cada reclutador para
establecer contacto. Lo usual es enviarles tu currículum, incluyendo presentación, para
indicarles que estás disponible. Y eso es todo. Se acabó. Hasta la vista, baby. No les
llames; no los acoses con correos electrónicos, no llegues sin anunciarte ni les invites a
tomar un café, a comer, a tomar un trago o a visitar Disney World.
La mejor forma de conseguir que un headhunter triture tu currículum es volverte un
dolor de cabeza. ¿Por qué? Porque los reclutadores no le encuentran empleos a la gente.
Encuentran gente para los empleos. (Repite estas dos oraciones hasta que las entiendas.) Si
tienes las habilidades o antecedentes para un puesto en el que esté trabajando un
headhunter, se pondrá en contacto contigo. Eso es lo que hacen; así es como se ganan la
vida. Si tienes antecedentes en particular únicos o interesantes, es posible que recibas una
llamada de cortesía para avisarte que ahora estás en su base de datos para búsquedas
futuras. Pero lo que no hacen es pasar todo el día charlando con quienes buscan trabajo o
dando consejos de carrera o valorando tus antecedentes, porque no están en el negocio de
la asesoría.
Una buena noticia al respecto es que ninguna agencia de empleo ni reclutador que se
respete te cobrará honorarios. La organización contratante es el cliente del reclutador y
ellos serán quienes paguen sus honorarios. Recuerda que la búsqueda de empleo puede ser
tan difícil que ni siquiera puedes permitirte pagarle a alguien para que lo haga por ti. Es
posible que encuentres por ahí a estafadores que tomarán tu dinero y te prometan
encontrarte trabajo, pero no lo harán. Ahorra tu dinero. Si tienes la incontrolable urgencia
de tirar tu dinero, mándamelo. Por supuesto que yo tampoco te encontraré un empleo, ¡pero
no te voy a mentir diciéndote que lo haré!

Creación de redes de contacto

Se ha gastado tanto papel hablando de la formación de redes de contacto que algunos


fanáticos de la ecología rompen en llanto cada vez que alguien menciona el término. Se ha
hecho de este tema algo más complicado de lo que es en realidad, por lo que quizá te ayude
una breve definición. La creación de redes de contacto es el proceso continuo de pedir a
las personas (algunas a quienes conoces y otras que conocerás a lo largo del camino) que te
informen para ayudarte en tu búsqueda de empleo. Y eso es todo.
Como es obvio, el gran secreto, la pieza clave de la información que de verdad
quieres encontrar, es el nombre del sitio donde hay un maravilloso trabajo esperando por ti.
Pero la realidad es que la mayoría de la gente no tiene esa información, aunque si la única
pregunta que haces ("Estoy buscando trabajo. ¿Tienes alguna pista que puedas darme?"),
entonces estarás desperdiciando tus redes de contacto. Es el peor error que cometen con
sus redes de contacto quienes buscan empleo y puede agregar meses a su búsqueda.
Enumeran sus contactos y luego van tachando uno por uno a medida que les llaman
pidiéndoles una sugerencia. Luego se reclinan en su asiento y dicen: "¿Ves?, las redes de
contactos no funcionan".
Tus contactos tienen toneladas de información útil que pueden darte, pero debes saber
cuál y cómo pedirla específicamente. La mayoría de la gente está dispuesta a ayudarte, pero
debes facilitar que te ayuden. Puedes pedirles:

o Nombres de sitios para buscar vacantes publicadas.

o Nombres de portales de empleo y sitios web que le han resultado útiles a otras
personas que buscaron trabajo.

o Buenas bibliotecas o nombres de bibliotecarios de referencias en especial bien


informados o que han ayudado a otros.

o Recursos en universidades, colegios o sociedades de exalumnos de la localidad.

o Nombres de reclutadores que trabajen en tu estado, industria o área funcional.

o Sitios locales con grupos de apoyo para quienes buscan empleo.

o Nombres de empresas locales que están contratando o que están en proceso de


crecimiento.

o Comentarios sobre tu currículum y acerca de cómo suena tu voz al teléfono.

o Y, más importante aún, cuál persona de sus redes de contacto podría ayudarte
en tu búsqueda de empleo.
El último elemento tiene especial importancia, porque debes expandir en forma
continua tu red de contactos durante el proceso de búsqueda. Nunca debes quedarte sin
personas con quienes comunicarte; esa es la principal clave del éxito en la creación de
redes de contacto. Empieza con una lista de todos los contactos que se te ocurran. (Utiliza
la Herramienta #6: Creación de tu red de contactos, del estuche de herramientas en el
capítulo 10). Luego, a medida que vas pasando por tus contactos, entrénate para pedirles
nombres de cuatro o cinco personas que consideren tener información relacionada con la
búsqueda de empleo que pudiera ser útil para ti. Esto es esencial para ampliar tu red.
Es posible que algunos de tus contactos se resistan, en tanto que otros pueden ser muy
cooperativos desde el inicio. Quizá debas ocupar cierto tiempo instruyendo a otros en
cuanto a cómo funciona el proceso de creación de redes de contacto. Tal vez necesites
llamar dos o tres veces a algunos de ellos, para darles tiempo de localizar información útil
para ti.
En las decenas de años que me he dedicado a ayudar a la gente a cambiar de empleo y
desarrollar sus carreras, he observado que ocurre un fenómeno un tanto ilógico. Le llamo el
fortalecimiento de lazos débiles. La mayoría de tus contactos iniciales te darán uno o dos
indicios, un trozo de información y, quizá, los nombres de una o dos personas con las que
puedes comunicarte. Esta es una buena manera de empezar. Pero he visto que mientras más
vas construyendo tu red y te alejas de tus contactos de primer nivel, más cooperativa es la
gente: te dan más pistas, generan más ideas y te dan más nombres de contactos. Tengo un
par de teorías al respecto, pero ahora no son importantes. El elemento crucial en tu
búsqueda de trabajo es que te obligues a crear una red extendida más allá de tus contactos
personales. Allí es donde encontrarás el potencial de las redes de contacto y esa es la razón
por la cual un estudio tras otro indica que alrededor de 70% de los puestos cubiertos cada
año, se deben a un contacto que se consiguió por medio de estas redes.

Cómo maximizar la tecnología de hoy

Los cuatro métodos básicos de búsqueda de empleo no han cambiado en 100 años, pero
gracias a los rápidos avances tecnológicos, existen nuevas herramientas que pueden volver
más productiva esta búsqueda, pero solo si sabes cómo utilizarlas. Como ocurre con
cualquier nueva herramienta o acercamiento a ella, existen cosas de las cuales debes
cuidarte y también te las mencionaré.
Envío de currículums, cartas y referencias por correo electrónico

Para empezar, te sugiero establecer una cuenta independiente de correo electrónico que
solo uses para buscar empleo. Esto es por razones de privacidad y seguridad. Es
demasiado fácil que pases por alto un correo importante si llega a tu cuenta personal,
familiar o (Dios no lo quiera) a la dirección de correo electrónico de tu empleador previo
o actual. También, esto te da oportunidad de crearte una dirección de aspecto profesional y
librarte de surfista411 o chicagotica89. Nunca utilices tu dirección de correo electrónico
del trabajo, porque no te pertenece a ti, sino a tu empleador. Si tienes un trabajo, recuerda
encontrar y utilizar la característica de bloqueo de muchos sitios web, para que tu
empleador no se entere de qué estás buscando.
Todos estamos familiarizados con la velocidad a que se pueden transmitir los
documentos en internet. Cualquier cosa que acelere tus esfuerzos de búsqueda representa
una bendición. En primer lugar, identifícate en la línea de asunto del correo. Asegúrate de
etiquetar con precisión cualquier documento adjunto. Te sugiero un formato de etiquetación
con tu apellido, nombre y de qué se trata (por ejemplo, currículum, portada, referencias).
La comunicación universal ha mejorado, pero todavía no es perfecta, así que necesitas
asegurarte de que el destinatario pueda descargar y leer lo que estés enviando. Con
seguridad no quieres que tu currículum termine como jeroglíficos. Una manera de lograr
esto, consiste en adjuntar documentos con fuentes fáciles de transferir, como Times New
Roman y Arial. Microsoft Word es tu mejor posibilidad.
Una manera mejor y más segura de conseguirlo es convertir el documento adjunto en
PDF (Formato de documento portátil). En esencia, este formato de archivos toma una
imagen de tu documento que se puede transmitir con facilidad, conserva su integridad, sin
que cualquier otra persona lo cambie o edite con facilidad. El menú de impresión tiene esta
opción (o pídele a cualquier niño de cuarto de primaria que lo haga por ti). Es frecuente
que los archivos adjuntos de un correo electrónico contengan virus, de modo que una forma
de tranquilizar a tus empleadores potenciales es poner la portada de tu currículum en el
correo electrónico en sí y adjuntar tu currículum, etiquetado con datos específicos, para
reducir o eliminar la percepción de riesgo en el destino. Te sugiero hagas una breve
llamada telefónica para asegurarte de que recibieron tus materiales.
Celulares, teléfonos inteligentes y agendas electrónicas

Estas herramientas pueden mantenerte conectado con el mundo exterior todos los días y a
todas horas. Esto representa una espada de dos filos y para quien busca empleo no es la
excepción. El principal inconveniente consiste en la posibilidad de perder tu vida privada
y que el trabajo (o tu búsqueda de empleo) se interponga con tu tiempo personal o familiar.
Los beneficios para quien está buscando un trabajo superan con mucho las desventajas,
porque estas herramientas pueden facilitar que establezcas contactos, programes reuniones,
dispongas entrevistas y hagas seguimientos.

¿QUÉ DEBES HACER?:

o Programa tu correo de voz/mensajes de texto/correo electrónico. Verifica su


exactitud.

o Deja un correo de voz con un amigo. Escucha tu voz y haz cualquier ajuste
necesario para sonar tan profesional como sea posible.

o Tus correos de voz y mensajes de texto deben ser breves y formales.

o Utiliza el teléfono de alguien más para verificar que tu mensaje saliente se


escuche con claridad y suene profesional.

o Recarga tu dispositivo todas las noches.

o Verifica con regularidad el correo de voz, llamadas y textos en tu teléfono/


agenda electrónica.

o Hazte al hábito de apagar estos dispositivos antes de cualquier


reunión/entrevista.

¿QUÉ NO DEBES HACER?:

o Responder o regresar una llamada o contestar mensajes desde un vehículo en


movimiento o un lugar ruidoso.

o Tener una conversación en algún lugar donde otras personas puedan oírte.

o Tomar o responder mensajes cuando estás esperando entrar a una reunión o


entrevista; usa ese tiempo para enfocarte en tu estrategia y tus metas para la
reunión.
o Recibir cualquier llamada o responder cualquier mensaje hasta estar seguro de
quién proviene y estés preparado para responder de manera positiva y
profesional.

Contactos en redes sociales

Buscar empleo de manera eficiente y lograr estupendas entrevistas requiere que te


comuniques lo más posible con el mundo. El uso inteligente y conocedor de las redes
sociales puede tener un efecto significativo en el progreso de tu carrera. Quienes intentan
ganar montones de dinero gracias a estas herramientas solo destacan los aspectos positivos,
y sí, tienen muchos. Sin embargo, como tu coach literario (como me llamó poéticamente un
lector), es mi labor señalarte errores obvios y no tan evidentes que puedes cometer.
Por un lado, necesitas entender que cualquier aspecto positivo, como elevar tu perfil y
darle a conocer a los demás quién eres y qué puedes ofrecer, quizá no sea tan inmediato y
es probable que ocurra a largo plazo. Por otro lado, también deberías darte cuenta de que
un efecto negativo puede ser casi instantáneo, si te arriesgas a dañar tu imagen al
presentarte de una manera que no sea del todo madura y profesional. Si eres un novato en
estas herramientas y métodos, comienza despacio, con cautela y de modo conservador. Si
eres un usuario experimentado, no olvides que estas son como las herramientas eléctricas:
muy eficientes, pero a la vez destructivas (en especial si se utilizan cuando has bebido).
En la actualidad, existen muchísimos sitios de redes sociales que anuncian con bombo
y platillo sus decenas de millones de usuarios. Algunos de los supuestos expertos declaran
que las redes sociales reemplazarán las técnicas tradicionales de búsqueda de empleo
debido a su generalización y crecimiento fenomenal. Este es un concepto totalmente
erróneo. Estos sitios de redes sociales no constituyen técnicas de búsqueda de empleo; son
herramientas para la búsqueda. Del mismo modo que un martillo no puede construir nada
sin que se le utilice con destreza, un sitio de redes sociales no puede conseguirte una
estupenda entrevista si no lo usas con pericia.
Dicho esto, los sitios de redes sociales son herramientas valiosas que se pueden usar
de modo eficiente para permitir que te dediques con más rapidez a los cuatro métodos
tradicionales de búsqueda de empleo. Puedes utilizar tus contactos en línea para:
o Identificar vacantes publicadas.

o Establecer contactos en frío con gerentes de contratación o empleadores


potenciales.

o Encontrar información privilegiada acerca de empleadores o entrevistadores


que te interesan.

o Localizar reclutadores que trabajen en tu industria o área de conocimientos.

o Renovar y ampliar de manera exponencial tu red de contactos actual.


Ese foro abierto que es la web contiene más material en y sobre las redes sociales, así
como la búsqueda de empleo, de la que se puede resumir aquí. Además, es difícil
identificar la retroalimentación genuina de los usuarios. Algunos informes positivos son
apenas un poco más que esfuerzos de marketing viral de las empresas, en tanto algunos
informes negativos son solo quejas de personas decepcionadas con su búsqueda de empleo,
quienes aprendieron que el uso eficiente de las redes sociales requiere conocimiento,
tiempo y energía.
En los últimos 24 meses he recopilado comentarios de 844 personas que buscaron
empleo en seis países (Estados Unidos, Canadá, Reino Unido, Irlanda, Alemania y Francia)
y utilizaron o han utilizado de forma activa las redes sociales para conseguir un trabajo.
Los siguientes resultados de mi investigación no representan la última palabra en este tema,
pero sí una instantánea actualizada de las experiencias de esas personas en el uso de las
redes sociales como ayuda para encontrar empleo.

o Después de encontrar una vacante por medio de cualquier método, se ha


desarrollado la estrategia común de explorar tus redes sociales en búsqueda de
aquellas personas que puedan darte información valiosa sobre la estructura y
cultura de la organización, al igual que cualquiera que podría ayudarte a poner un
pie en la puerta. Esto incluye a empleados, anteriores o actuales, ejecutivos
asociados, distribuidores o proveedores.

o Más que nunca antes, los profesionales de recursos humanos y los reclutadores
profesionales, buscan a los candidatos en Google y revisan sus sitios de redes
sociales para obtener la información sobre antecedentes disponible en ellos. Si
reconocen un contacto común, no es poco frecuente que averigüen sobre el
candidato, incluso antes de hablar con él.

o La mayoría de quienes buscan empleo indican que es más productivo iniciar con
una lista de empleadores de interés y luego buscar contactos (por ejemplo, los
empleados actuales o anteriores), que buscar las vacantes publicadas.
o Es frecuente que los candidatos a un empleo informen la frustración que
experimentan al establecer contacto con alguien a quien no conocen en persona.
Algo que resulta útil es indagar primero y ver si tienen un contacto en común, para
después pedirle a esa persona que los presente. De otro modo, entérate tanto como
sea posible acerca de sus características y las de su organización, y planea tu
comunicación utilizando cualquier elemento en común, o gancho.

Con estas observaciones en mente, veamos algunos de los sitios más populares.

LinkedIn.com
LinkedIn7 es tanto el sitio profesional/de negocios más grande (300 millones de miembros
en este momento) como la red preferida por los empleadores. Tu cuenta gratuita te facilita
publicar antecedentes y recomendaciones; vincularte con colegas, excompañeros de
trabajo, amigos de la escuela y personas de influencia; así como unirte a grupos de interés.
Si estás buscando de manera abierta un empleo, te sugiero publicar que estás buscando una
nueva oportunidad o que buscas trabajo. Revisa el grupo de ayuda para búsqueda de
empleo de LinkedIn y considera integrarte a él.

Plaxo.com
Plaxo8 es otro sitio con enfoque empresarial. Su fácil interfaz es maravillosa para
administrar tus contactos y darles seguimiento a medida que progresan en sus carreras. Con
una dirección actualizada de correo electrónico, Plaxo solicitará una actualización cada vez
que cambie la situación de alguien. Con ese sitio no habrá más referencias ni contactos
perdidos.

Zoominfo.com
Algunas personas sofisticadas me han compartido que utilizan Zoominfo.com9 para sus
búsquedas de empleo, aunque no es un sitio de redes sociales en sí. De hecho, es en gran
medida un motor de búsqueda negocio por negocio que te puede auxiliar para investigar
contactos en organizaciones que te interesan. Necesitarás establecer tu propio perfil, subir
una foto e, incluso, corregir cualquier error en el mismo para que cualquier empleador
investigándote, se haga una idea precisa de tus antecedentes. Tiene un par de niveles: uno
es gratuito y el otro tiene un costo que proporciona información detallada.
Yahoogroups.com y Google Plus (https//plus.google.com)
Quizá consideres visitar uno de estos sitios si tienes tiempo suficiente para participar en
grupos de discusión por correo electrónico o afiliarte a los Círculos (grupos de contacto
privados y definidos por el usuario) y Hangouts (chats en video creados por el usuario) o
encontrar consejos sobre creación de redes sociales y de búsqueda de empleo en tu
localidad, así como grupos de apoyo moral. Quizá no esté promoviendo muy bien el valor
de estos sitios, en especial para áreas más bien rurales (como me sugirió un ferviente
usuario de ambos), así que te invito a mandarme tus comentarios acerca de este tema para
ediciones futuras de No vayas en chanclas a una entrevista de trabajo. Dicho esto, no
muchos buscadores de empleo me han comentado que estos sitios merezcan la inversión de
tiempo que hicieron en ellos y pocos han admitido que utilicen estos sitios, y otros como
ellos, salvo para evitar la interacción con personas reales.

Facebook.com
Facebook es la red social más grande. Por una parte, si tienes cientos de amigos, deberías
informarles que buscas trabajo y sugerirles la forma en que pueden ayudarte, como
recomendarte con reclutadores útiles, conectarte con amigos suyos en cualquiera de las
empresas que te interesan y, en general, informándoles qué buscas. Sin embargo, si estás
buscando mientras aún estás empleado, te pediría que consultes los numerosos artículos
referentes a los problemas de Facebook en cuanto a la privacidad de los usuarios. Te
aconsejo que vayas a Cuenta y luego a la configuración de Privacidad; elige Solo Amigos.
Tu perfil en Facebook debería ser privado, así que aprende sobre la configuración de
privacidad y elige en consonancia. No hay razón para que un empleador potencial lea tus
actualizaciones personales, pero muchos de ellos no pueden evitarlo si les abres la puerta.
Twitter.com
Twitter es un servicio de microblogueo que permite a los usuarios publicar y enviar
mensajes de hasta 140 caracteres conocidos como tuits. Estos tuits pueden aparecer en el
perfil del autor y enviarse a sus seguidores (followers). Las estadísticas de Twitter son
asombrosas. Con 135 000 nuevos usuarios que se inscriben todos los días, al momento de
escribir este libro existen 645 750 000 usuarios registrados. ¿Intentas transmitir un
mensaje? Considera que existen 190 millones de visitantes de Twitter cada mes. La única
explicación que se me ocurre para este crecimiento explosivo, es que 140 caracteres son
más que suficientes para un pensamiento en una época donde los periodos de atención son
todavía más cortos y hay un constante bombardeo de los medios de comunicación, cuando
las frasecitas trilladas son la esencia del debate político y social.
Gran parte de lo que encuentras en Twitter sustenta los comentarios a menudo
despectivos de este medio, considerándolo una pérdida frívola de tiempo. Muchas
celebridades y políticos contratan personal que envía tuits sin importancia cada hora para
fomentar la ilusión de que existe algún tipo de relación real con ellos. Para estas personas
es solo otro tipo de publicidad. Para ser francos, no me importa dónde compró sus calcetas
o dónde comió mi músico o actor favorito y si tal galimatías no sirve de incentivo para
todos esos acosadores que existen por ahí, no sé qué otra cosa podría serlo.
Si sabes a quién quieres seguir en Twitter o la organización sobre la cual quieres
obtener información en tiempo real, si quieres establecer una conexión en una compañía
donde no tienes contactos actuales de tu red social existente, entonces es posible que esta
red social se convierta en tu nuevo mejor amigo. Una vez más, con todas estas herramientas
y servicios tecnológicos, te insto a que explores y la uses solo en las horas donde el
contacto personal o frente a frente sea difícil o imposible. Después de adquirir un manejo
hábil de este medio, te sugiero que lo incluyas en tu régimen diario de búsqueda de empleo.
Como ocurre con la mayoría de las redes —sociales o de otro tipo—, el mejor
momento para desarrollar tus contactos (o seguidores en Twitter) es cuando no los
necesitas y cuando estás creando una reputación. Puedes hacerlo siguiendo la industria en
que estás interesado y a los líderes intelectuales en tu campo de actividad, al igual que
contactando personas a uno o dos escalones por arriba de ti en tu campo y con quienes no
podrías interactuar de otro modo.
Otra razón para usar Twitter es ofrecer ayuda a quienes la están buscando para
establecer sus propias redes de contacto. Cuando otros busquen ideas y contactos, sé tan
generoso como te sea posible, porque a menudo esto se te regresará como beneficio.
Establece quién eres, no solo por lo que sabes sino por la clase de ser humano que eres. El
uso de Twitter dirigido únicamente a la promoción personal provoca enorme desencanto.
Comparte información, recursos y atajos. Debes darte cuenta de que cuanto compartas se
someterá a revisión, no solo por lo que dices, también por lo que eso dice de ti.
Por último, muchas organizaciones tienen picaportes en Twitter. Encontrarlas y
seguirlas puede ayudarte a obtener información interna sobre las vacantes de interés, antes
de que se publiquen de manera oficial para el mundo. Twitter tiene cierta cualidad informal
que puede ser tanto buena como mala. Úsalo para demostrar tu ingenio y personalidad, pero
no dejes que te engañe haciéndote creer que solo estás platicando con tus amigos. En toda
ocasión, los comentarios profesionales, educados y comprensivos valen mucho más que las
burlas y descalificaciones.

Blogueo

Un blog (la combinación de las palabras Web Log) es un diario web en el que puedes
establecer tu personalidad como experto, comentarista u observador de temas y asuntos en
los que estás más interesado. No es como publicar simplemente un artículo en alguna parte,
porque uno de los aspectos más populares de los blogs se debe a su naturaleza interactiva.
Es decir, los lectores pueden comentar acerca de lo que publiques o replicar dirigiéndote a
personas que han respondido. Es un buen modo de promover tu negocio o profesión, o de
compartir tus ideas sobre un tema que te interese. Puedes subir el nivel de tu perfil en un
área específica al lanzar tu propio blog o al convertirte en comentarista regular en el de
alguien más. Crear y llevar uno es una actividad gratuita o de bajo costo, y es bastante
sencilla gracias a proveedores como Blogger.com y Wordpress.com.10
El mundo de los blogs (alias, la blogósfera) puede ayudarte a ti, astuto buscador de
empleo, poniendo a tu disposición numerosas plataformas de las que puedes obtener las
experiencias, ideas y el discernir de otras personas que están en el mismo proceso.
Además, en esta circunstancia, el conocimiento actualizado es esencial. ¿Tener un blog
dedicado a carreras profesionales, búsqueda de empleo o entrevistas vuelve en automático
a cualquiera un experto del área? No. En consecuencia, debes discriminar en la blogósfera
y encontrar a aquellas personas profesionales, inteligentes y con sentido común. La calidad
varía en gran medida, pero estos son media docena de blogs que te ayudarán a iniciar.

o CareerHub

o ResumeBear

o Careerealism

o Life After College

o The Undercover Recruiter

o The Daily Muse

Si estás pensando en lanzar tu propio blog para elevar tu perfil en un área, como la
relacionada con las penas y tribulaciones de la persona que busca empleo en el mundo
moderno:

o Explora las docenas de proveedores y miles de blogs en la web para encontrar


modelos positivos de desempeño laboral antes de iniciar tu propio blog.

o Lo que digas debe valer la pena.

o Muéstrate dispuesto a aceptar comentarios, tanto positivos como negativos.

o Disponte a invertir tiempo y energía para publicar actualizaciones con


regularidad, a fin de crear una base de seguidores.

Wikis
Imagina un tablero electrónico de anuncios donde puedes publicar información cuyo
contenido lea, comente o aumente (al estilo Wikipedia) una población restringida y te darás
una buena idea de lo que es una wiki. Debido a que no está abierta para todo internet, son
fabulosas para que los equipos o fuerzas de tarea compartan información privada; a la
larga, puede volver obsoletas las llamadas en conferencia. Establecer y manejar una wiki
requiere más conocimientos sobre la web que un blog, así que no es para novatos; quizá
requiera poseer un servidor propio y debería incluir un cortafuegos de clase corporativa.
¿Quieres saber más de las wikis? Consulta Wikihow.com (intenta con la categoría Work
World) y podrás ver que el mundo de las wikis puede ser muy diverso... aunque también
puede representar mucho tiempo perdido.
Webinarios

Como su nombre indica, un webinario es un seminario que se lleva a cabo en la Web.


Puede ser unidireccional, donde te sientas en tu computadora y escuchas, de manera muy
similar a un webcast (transmisión de video por internet de una conferencia); o puede ser
interactivo, con la posibilidad de múltiples presentadores, preguntas y respuestas, o ambos.
Quizá sea en vivo o esté pregrabado. Puede ser gratuito o quizá tengas que pagar una cuota
para participar. La presentación o facilitación de un webinario de calidad es una buena
manera de establecerte como perito en un área y "asistir" a uno de estos seminarios en
internet, quizá sea una buena forma de adquirir con rapidez la información que necesitas.
Debo advertirte que algunos webinarios gratuitos son apenas mejores que un infomercial
sin control de calidad o datos de referencia, cuando se les compara con webinarios que
cuestan dinero, así que a menudo esto puede conducir a que, como reza el dicho, te den
"gato por liebre".

Unos cuantos equívocos acerca de la búsqueda de empleo y


las redes sociales

1. Pueden conseguirme un empleo.

Incorrecto: solo pueden ayudarte a conseguir empleo.

2. Las redes sociales son solo una moda pasajera.

Incorrecto: son una parte permanente y en crecimiento del panorama de la


búsqueda de empleo.

3. La comunicación instantánea implica resultados instantáneos.

Incorrecto: puede acelerar un poco las cosas, pero el proceso de búsqueda de


empleo sigue requiriendo más tiempo del que temiste que tomaría.

4. No necesito las redes sociales porque ya soy muy conocido en mi campo de


actividad.

Incorrecto: en cinco años, el porcentaje de empleadores que utilizan las redes


sociales para reclutar o investigar a los candidatos a un empleo ha aumentado de
78 a 94%. Si no estás en las redes sociales, eres en la práctica, invisible. Aun
peor, te hace ver anticuado, fuera de contacto con la realidad y desactualizado. Y
todavía peor, si no te estás definiendo en las redes sociales, alguien más podría
hacerlo. ¡Actualízate!
Errores obvios y no tan obvios de la búsqueda de empleo en
redes sociales

Existe una docena mortal de errores comunes en las redes sociales con efectos
desastrosos sobre tu búsqueda de empleo y tu carrera profesional. Estos son:

1. Ser invisible; no tener perfil en ninguna parte.

2. No saber cuál es tu aspecto en las redes sociales. Búscate en Google y revisa


tus perfiles.

3. No eliminar el material inaceptable o poco profesional. Si es imposible,


establece la fundamentación/explicación para los entrevistadores que lo vean, y
con seguridad lo verán.

4. No usar la configuración de privacidad para mantener así el material que lo es.

5. Ser indiscreto; hablar mal de un empleador, jefe o colega anterior.

6. Publicar material con errores gramaticales, mala ortografía o comentarios


desagradables de enojo.

7. Usar las redes sociales en tu sitio de trabajo o en la computadora de tu


empleador. Te descubrirán.

8. Tener un perfil inconsistente o impreciso. Claro que puedes maquillar un poco


algunos cargos, pero tus logros, nombre de tus empleadores, fechas y títulos
académicos necesitan ser verificables y equivalentes en los diversos sitios.

9. Solo contar con un currículum en versión para imprimir o únicamente en HTML


(formato de una página web). Necesitas ambos. Algunos sitios requieren que tu
currículum esté en formato HTML, mientras otros lo prohíben. Docenas de sitios
web te proporcionan formatos y te muestran cómo preparar cualquiera de ambos.

10. No hacer el esfuerzo de ampliar tu red de contactos en línea. Añadir una


persona al día es un objetivo mínimo.

11. Comunicar demasiado o muy poco. Nadie necesita saber cada detalle de ti o
de tu carrera. Por otro lado, este no es el momento de ser modesto sobre tus
fortalezas y logros. Busca los comentarios de personas confiables para que te
ayuden a encontrar el equilibrio correcto.
12. Pasar demasiado o muy poco tiempo buscando empleo en línea. La gran cantidad de
dispositivos electrónicos y que usan internet puede ser abrumadora. Considera utilizar mi
fórmula de 10-20-70 para asignar tu tiempo y energía a la búsqueda de un trabajo. Te
aconsejo que inviertas:

o 10% de tu tiempo en dedicarte a todas las formas de vacantes publicadas


(impresas o electrónicas).

o 20% de tu tiempo para identificar (gracias a tus contactos y por medio de


internet) y para trabajar con los reclutadores.

o 70% de tu tiempo para formar redes de contactos (tanto en persona como en


internet).

No existe fórmula específica que sea perfecta para todos. A medida que progrese tu
búsqueda, puedes utilizar tus resultados para adaptar tu estrategia en general.
Cualquiera de las herramientas electrónicas, sitios web y redes sociales que hemos
visto en esta sección, pueden darle un impulso significativo a tu búsqueda de empleo. En
conjunto, pueden aumentar de manera notable la eficacia de cualquier búsqueda, reducir el
tiempo que se requiere para encontrar posibilidades de trabajo y, a final de cuentas,
ayudarte a conseguir un buen empleo; sin embargo, ninguna de ellas es perfecta. Cada una
tiene fortalezas propias y limitaciones únicas, además, he intentado ser imparcial acerca de
ambas.
Estas herramientas de desarrollo reciente y acercamientos innovadores, refuerzan la
idea de que el mejor uso de la web (tanto para quienes buscan empleo como para quienes
no lo hacen) es facilitar la comunicación entre personas. Este ha sido un requisito esencial
del proceso de búsqueda de empleo durante los últimos cien años, y aparte de cualquier
avance tecnológico nuevo y emocionante, seguirá siendo un requisito esencial de este
proceso durante el próximo siglo.

Domina las capacidades probadas de la campaña laboral en


cuatro frentes
Ahora tienes un conjunto realista de metas para tu búsqueda de empleo y también sabes
cómo usar la variedad completa de métodos de búsqueda para identificar con eficacia tus
objetivos laborales. Lo que necesitas enseguida es un mapa, un plan de juego que te ayude a
conjuntar todo. Me gusta utilizar la frase campaña laboral, porque como una campaña
militar o política, toda actividad se relaciona en forma clara con un resultado específico y
deseado: conseguir un nuevo empleo fabuloso.
Algunos buscadores de empleo comienzan enfocándose en un método exclusivo que les
dio éxito la última vez. Si la ocasión anterior encontraron trabajo con una vacante
publicada o con un sitio web, pasan la mayor parte de su tiempo de búsqueda en esos
lugares. Si antes les ayudó un headhunter, le llaman y se sientan a esperar que suene el
teléfono. Esto es comprensible, porque si el método te funcionó una vez, fue 100% exitoso,
lo cual representa probabilidades que le encantan a cualquier persona que busque trabajo.
Otras personas, después de leer un libro como este, asignarán su tiempo y energía
según las estadísticas generales de éxito de los diversos métodos; por ejemplo, ocuparán
cerca de 60 a 70% de su tiempo creando redes de contacto, 15 a 20% para trabajar con
reclutadores, 10 a 15% de su energía para contactos en frío con empleadores potenciales y
5 a 10% de su tiempo buscando en vacantes publicadas. Esta aproximación atrae a la gente
enfocada en un sistema, pero a mí me parece que lo mejor es recordar el comentario de
Mark Twain: "Existen las mentiras, las malditas mentiras y las estadísticas". Te sugiero que
en lugar de ese enfoque, consideres la fórmula de 10-20-70, que combina tanto los
acercamientos tradicionales como los basados en internet que se han descrito en este
capítulo.
He observado que algunos buscadores de empleo concentrarán su tiempo y energía
utilizando un solo método de búsqueda con el que se sienten más cómodos: en la biblioteca,
haciendo llamadas telefónicas a los reclutadores, formando redes de contacto y
encendiendo velas en las iglesias.
Para la mayoría de las personas en este proceso, y en especial en la etapa inicial de
búsqueda, esta forma es ¡totalmente errónea!
El hecho es que no tienes un solo dato objetivo sobre qué método de búsqueda de
empleo te resultará exitoso durante esta campaña laboral. Desde la época en que buscaste
tu último trabajo, tú cambiaste, el mercado laboral también, los empleadores de igual
manera, los reclutadores no son los mismos, la tecnología en tu profesión cambió: todo es
diferente. Lo que te guió al éxito la ocasión previa quizá te funcione hoy, pero tal vez no.
Esa es la razón por la que necesitas comenzar tu campaña laboral con casi la misma
cantidad de energía en los cuatro frentes.
Utiliza la retroalimentación en tiempo real para ajustar tu búsqueda de
empleo

Tu búsqueda de trabajo no es ni tiene una solución única. Necesita ajustarse a aquello para
lo que estás calificado, a lo que estás buscando y al sitio en el que lo buscas. Después de
un mes o dos de llevar a cabo tu campaña laboral en los cuatro frentes, empezarás a ver qué
te está funcionando en este momento de tu carrera profesional. Deberás empezar a reasignar
tu tiempo y energía en consonancia. Si tu conjunto actual de habilidades atrae ahora a más
reclutadores, ocupa un poco más de tiempo con ellos. En el mismo sentido, si tu industria o
trabajo específicos están publicando más vacantes, tiene sentido ocupar aún más tiempo
persiguiendo esas posibilidades. Pero no debes abandonar los demás frentes de tu
campaña. Para comprender la razón, examina la figura 3.1 que aparece en la página 64.
Este diagrama te da una buena y breve sinopsis del proceso de búsqueda de empleo:
utilizas diversos métodos para encontrar pistas potenciales de un empleo; cuando descubres
una vacante confiable, entras al proceso de selección; si es posible que seas la persona
adecuada para el puesto, tal vez hagan una selección por teléfono; si eso sale bien, quizás
entres al proceso de entrevista; si estas son exitosas, es probable que verifiquen tus
referencias; después, tal vez recibas una oferta de trabajo, y si negocias de manera
eficiente, es factible que recibas una oferta incluso mejor.
No obstante, si quieres un discernimiento real de cómo es el proceso de búsqueda de
empleo, muéstrale este diagrama a alguien que pone ahora todo su esfuerzo en esta labor.
Esa persona te dirá que la figura solo muestra unas cuantas de todas las formas en que una
posibilidad de empleo en potencia buena, puede echarse a perder. A pesar de todos los no
que ves ahí, no te muestra el correo que no salió, el correo electrónico que rebotó, el día en
que tu correo de voz falló y perdiste una llamada importante; no muestra cuando fuiste al
sitio equivocado para la entrevista y terminaste entrevistándote con la persona incorrecta, o
el entrevistador correcto resultó ser un idiota; o la vez que diste referencias mal preparadas
o que decidieron perder el tiempo contando algunas historias graciosas sobre ti; o la
ocasión en que, tras pasar semanas haciendo todo lo correcto, decidieron que estabas
sobrecalificado o que tu perfil salarial era demasiado alto; o cuando, por razones
desconocidas, el empleo que tanto deseabas, sin más, desapareció. Eso es lo que una
persona versada en la búsqueda de empleo te dirá de este proceso, lo cual lleva a mi
siguiente punto.
Más es mejor

La búsqueda de empleo es muy difícil, es imposible de predecir y puede ser desalentadora.


Pero al comprender y manejar el proceso, puedes dominarlo. Esto significa que debes
utilizar con insistencia todas las herramientas y vías de búsqueda a tu disposición. Emplear
solo uno o dos de los métodos hará que tu campaña sea más difícil y larga. Ve de nuevo la
figura 3.1. Si quieres tener éxito en este proceso, con la menor cantidad de estrés y tensión
posibles, debes utilizar de manera constante los cuatro métodos principales de búsqueda de
empleo para precargar el sistema. Cuantos más contactos tengas, mejor; cuantas más
opciones, mejor; y cuantas más selecciones por teléfono, más entrevistas y más ofertas
tengas, mejor. En el proceso de búsqueda de empleo, más es siempre mejor. Con más
información, habrá más resultados. Es así de sencillo.

Nunca dejes de empezar

Existe otro error común en la búsqueda de empleo que querrás evitar. Es fácil, en especial
si has estado buscando por algún tiempo, que te emociones en exceso con una oportunidad
particular de empleo que encuentres. Es una gran compañía y un contacto dentro de la
organización te dijo que es un sitio fabuloso para trabajar. Pasaste la fase de selección y
ahora estás listo para iniciar el proceso de entrevista. Sientes en el fondo de tu alma que
este podría ser el trabajo que buscas. No hay nada más típico que, en ese momento, pongas
todos los huevos en la misma canasta, y me refiero a esto desde un punto de vista
operacional como emocional.
En términos realistas, debes enfrentar el hecho de que es posible que esta oportunidad
se dé o no. Aunque seas el mejor buscador de empleo del mundo, tengas las mejores
habilidades de entrevista y seas, de hecho, el mejor candidato para el puesto, hay montones
de razones por las que podría no concretarse. En consecuencia, nunca debes detener el
proceso. Cuanto más trabajo preliminar hagas para precargar el proceso de búsqueda de
empleo, en mejor forma estarás en sentido operacional y emocional, si ese trabajo
específico no sale como esperabas.
Aunque te dirijas a la que esperas sea tu última entrevista y ya tengas una oferta, nunca
dejes de empezar. Si esa oportunidad se presenta, qué bien. Te mostrarás más confiado y
estarás menos dispuesto a aceptar cualquier cosa que se te ofrezca, porque tienes en puerta
otras oportunidades. Si el empleo no se concreta, al menos no habrás perdido tiempo que te
impida proseguir tu búsqueda.
Mira de nuevo la figura 3.1. ¿Cómo te sentirías si hubieras encontrado una sola
opción, te habrías abocado al proceso hasta llegar a la conclusión de que no obtuviste el
empleo y luego tuvieras que regresar al punto cero para empezar desde el principio? Te
sentirías muy mal: decepcionado, desalentado, quizá herido o furioso, y con seguridad
desmotivado. Esa es la mejor receta para el fracaso en tu búsqueda. Ahora piensa en seguir
este proceso un montón de veces. ¡Tendrías suerte de siquiera levantarte de la cama sin
pensar en lanzarte bajo las ruedas de un autobús! Una manera de protegerte en lo emocional
durante este proceso (que, como recordarás del capítulo 1, es en esencia un proceso de
rechazo) consiste en trabajar de manera constante en algo nuevo, tener siempre algo en
puerta. Nunca debes dejar de empezar... hasta que empieces tu nuevo empleo.

O O O

Parte de lo que hemos analizado hasta el momento no ha sido miel ni dulzura. La búsqueda
de empleo es una labor muy difícil; todos lo sabemos. Si se hace en forma correcta, se
requiere de gran esfuerzo para lanzarse y llevar a cabo una campaña eficaz en cuatro frentes
para conseguir más y mejores entrevistas. Pero lo que viene después es donde la marea se
vuelve a tu favor. En el capítulo 4 examinaremos a la persona más importante en el
proceso: tú. Y vamos a hablar acerca del control y poder que tienes sobre este proceso, la
razón por la cual estás en el asiento del conductor y la manera de utilizar esto en tu
provecho.
EL PROCESO DE CAMBIO DE EMPLEO ES UNA ENORME EXPERIENCIA DE
APRENDIZAJE. Aprenderás lo que ha cambiado en el mercado de trabajo desde la última
vez que estuviste en esta situación. Te enterarás de las habilidades y experiencias
específicas que ahora se encuentran más demandadas por parte de los empleadores en tu
campo y en tu puesto. Averiguarás todas las nuevas e interesantes maneras de utilizar las
redes sociales para desenterrar vacantes y para expandir tu red de contactos (estos cambios
te pueden poner ¡los cabellos de punta!). También aprenderás que tú eres quien dirige la
totalidad del proceso, incluida la importantísima entrevista.
Una de las cosas más relevantes que puedes aprender acerca de las entrevistas de
trabajo es que tú —sí, así es, tú— puedes ejercer un grado notable de control sobre todo el
proceso. Es posible que comprender, utilizar y expandir el control que tienes sobre la
entrevista sea el factor esencial de tu capacidad para conseguir el empleo que deseas para
convertirlo en un trabajo que puedas amar.
Es posible que pienses: "Tonterías. Después de todo, ellos leen mi carta o correo
electrónico, seleccionaron mi currículum, son los que me van a hacer preguntas, van a
determinar si soy el mejor candidato para el empleo y decidirán si me hacen una oferta de
empleo y el momento en que lo hagan. ¿Cómo, con exactitud, es que tengo el control?"
Me gustaría decirte que estoy a punto de enseñarte el secreto de la fusión vulcana de
mentes del señor Spock para que logres abrir la mentalidad del entrevistador como si fuera
un melón, sacar lo que desees y dominarlo para que cumpla tus más mínimos caprichos. Si
alguna vez averiguo cómo hacerlo, te prometo que serás el primero en saberlo, pero hasta
entonces, tendrás que conformarte con las técnicas y métodos comprobados que he
aprendido de miles de buscadores de empleos que los han utilizado, para tomar el control
de las entrevistas y así obtener el trabajo que aman.

Por qué te importa el control

Hay personas que atraen a las demás. No estoy hablando de atracción física; estoy
refiriéndome a características personales como cordialidad, cortesía, interés genuino en la
otra persona, buenas habilidades para escuchar y la capacidad para influir el ambiente en
vez de verse dirigido o controlado por el mismo. Estas cualidades son esenciales para
mejorar tu desempeño en entrevistas.
Alguien que transmite una sensación de control comunica competencia, calma y
confianza en sí mismo. En una entrevista, tu meta es comunicar que eres el mejor individuo
para el empleo en cuestión y estas tres características son elementos esenciales para lograr
esa meta.
Una persona que acude a una entrevista con semejante sensación de control, contribuye
a un clima de certeza, de predictibilidad y atenuación de riesgos. Estas características
sutiles resultan atractivas a todos los entrevistadores (aunque muchos no estén conscientes
de ello). Alguien que se siente descontrolado parece pasivo, no activo; más seguidor que
líder; alguien que no se destaca entre la muchedumbre.
Sin importar qué tan sutil la percibas, una sensación de impotencia obrará en tu contra
durante la entrevista. Cuando te sientes fuera de control, no te ayuda a presentarte (ni en el
terreno personal ni en el profesional) de manera que atraigas a otras personas. Y es
indispensable que manejes todos estos factores si quieres emerger de esa entrevista como
el principal candidato para el trabajo.
Ahora, hagamos la lista: necesitas ser competente, confiado, predecible, orientado a la
acción y atractivo tanto a nivel personal como profesional. Estas son cualidades que te
conducirán a triunfar en las entrevistas de trabajo y te garantizarán el éxito en tu nuevo
empleo. Vistas así, analicemos cómo obtenerlas.
Cómo comunicar control

Cuando digo tomar el control no me refiero a que irrumpas en la oficina del reclutador
como estrella de la Federación Mundial de Lucha Libre, abrumando el entorno con tu
lenguaje corporal y tu colonia, al tiempo que dominas la conversación verbal sin dejar que
el entrevistador pueda emitir palabra. Tal vez sería algo divertido, pero en definitiva no te
conseguirá un empleo.
Se ha dicho —y, con cierto monto de razón, creo yo—, aquello que se percibe como
asertividad legítima, puede interpretarse como agresión desde una perspectiva femenina.
Con certeza ya lo habrás oído todo. Él toma el control; ella es mandona. Él cuida a su
gente; ella es territorial. Él puede ser difícil; ella es una perr..., bueno, ya entiendes. En un
mundo laboral cada vez más diversificado, esto podrá parecer mentalidad neandertal para
ti y para mí, pero mi recomendación es que te resultará peligroso ignorarlo.
Dos cosas de las que estoy por completo seguro son: a) que sí quieres manifestar un
nivel apropiado de asertividad en la entrevista, a fin de demostrar que puedes satisfacer a
plenitud los requisitos del empleo que estás buscando y, b) que no quieres cruzar la barrera
invisible (y a veces discriminativa en cuanto a género) entre asertividad y agresión. Hay
tres pasos para manejar este acto de equilibrismo. Son: ponte listo, pide retroalimentación
y ponte en marcha.

Ponte listo

Los estilos conversacionales de mujeres y varones varían mucho, y la manera en que


conversamos en el trabajo es la forma con que logramos se hagan las cosas: planeación,
cooperación, coaching, dirección, ventas, disciplina y liderazgo. Mejorar tu estilo de
intercomunicación personal y comprender cómo te perciben los demás, son habilidades
esenciales en el mundo laboral de hoy. Nuestras habilidades conversacionales se evalúan
de manera constante en el trabajo y se analizan bajo un microscopio durante el proceso de
la entrevista de empleo.
Hay recursos abundantes para aumentar tus conocimientos y habilidades de
comunicación. En cuanto a las diferencias de comunicación por género, te recomiendo
mucho el libro ahora clásico Talking from 9 to 5: How Women's and Men's
Conversational Styles Affect Who Gets Heard, Who Gets Credit, and What Gets Done at
Work (William Morrow, 1994; Conversaciones de 9 a 5: cómo los estilos
conversacionales de mujeres y hombres afectan a quien se le escucha, a quien se le da el
crédito y qué es lo que se logra hacer en el trabajo) de la doctora Deborah Tannen, líder
en el campo de la comunicación. La doctora Tannen ha escrito muchos otros éxitos de
ventas, pero este es lectura obligada para cualquier gerente o buscador de empleo.
Es posible que te sorprenda mi siguiente recomendación. Uno de los mejores textos
para optimizar tu estilo de comunicación es otro clásico titulado Cómo hablar para que los
niños escuchen y cómo escuchar para que los niños hablen (Perennial Currents, 1999; en
español, Editorial Planeta [bajo el sello de Diana], 2014) de Adele Faber y Elaine
Mazlish. Varios clientes me han dicho que las ideas de Faber y Mazlish en torno a la
mejora de sus habilidades para escuchar y comprender, para conducir los sentimientos y
para alentar tanto la autonomía como la cooperación, les han sido igual de útiles en el
trabajo que en casa. Las habilidades de comunicación que te convertirán en un ganador en
el trabajo no podrán más que hacerte un candidato irresistible para cualquier empleo. Por
ende, esforzarte por mejorar tus habilidades en esta área, contribuirá a beneficios concretos
durante esta y todas las demás etapas de tu trayectoria profesional.

Pide retroalimentación

El problema con cualquier libro es que se reduce a una comunicación unidireccional. Yo


puedo hablarte a ti, pero tú no puedes hablarme (por lo menos en una forma que nos
escuchemos). No tengo una manera eficaz de valorar tu estilo comunicacional, si es
demasiado estridente o muy silencioso, en extremo relajado o dominante, muy indirecto o
demasiado antagónico. No tengo forma de ofrecerte acciones correctivas ni ideas para que
mejores. Necesitas una retroalimentación verdadera y esta es la manera de conseguirla.

1. Tómate tiempo para estudiar el Modelo de Nivel de energía/Eficacia comunicacional de


la figura 4.1 en la siguiente página. Te muestra cómo es que comunicarse con demasiada
energía o una falta de la misma puede afectar la manera en que te comunicas de forma
adversa.

2. Debido a que eres una de las mejores fuentes de información relacionadas contigo
mismo, hazte las siguientes preguntas:

a) ¿Cuándo me comunico en el área pasiva?


b) ¿Cuándo me comunico en el área asertiva?
c) ¿Cuándo me comunico en el área agresiva?
d) ¿En qué área me comunico con mayor frecuencia?
e) ¿En qué área me comunico con mayor frecuencia cuando estoy en una
entrevista?
3. Encuentra alguna otra fuente de retroalimentación. Plantea las mismas cinco preguntas
que te hiciste en el punto 2 a algunos amigos o colegas de confianza (¡que sean francos!).
Analiza tus viejas evaluaciones de desempeño en busca de pistas. ¿Y quién más tiene datos
que pudieras recopilar, quién más te conoce bien; un mentor, un orientador, algún
compañero de trabajo anterior?
4. Escribe todas estas impresiones y observa cómo coinciden o se contraponen a tu
autoevaluación. Por último, genera una valoración general del nivel de energía que con
mayor regularidad utilizas cuando te comunicas.

Ponte en marcha

Si determinaste que eres un comunicador en gran medida pasivo o agresivo, necesitarás


llevar a cabo algunos cambios importantes. No te preocupes; hay pocas personas que
nacieron con habilidades de comunicación muy bien ajustadas y hay muchas medidas que
puedes tomar, si en realidad quieres desarrollar habilidades de entrevista que te ayuden a
triunfar.
Digamos que has averiguado que eres demasiado pasivo en cuanto a la forma en que te
comunicas con los demás. Esto representa una mala noticia, porque ningún entrevistador se
va a quedar sentado tratando de sacarte la información. Es posible que piense que no estás
interesado en la vacante, que no eres bueno con las personas, que eres mucho muy tímido,
que sufres los efectos de una borrachera o Dios sabe qué más.
Por el contrario, quizá determinaste que eres demasiado agresivo para comunicarte
con los demás. Esto también representa una mala noticia porque darás la impresión de que
es difícil trabajar contigo, que eres un sabelotodo, que no te gustará formar parte del equipo
o que eres dominante. Ningún entrevistador va a recomendar que te contraten si das la
apariencia de ser un bocón enojado e intransigente, a menos que busques empleo como
personalidad radiofónica excéntrica.
Si deseas mejorar tus habilidades en cualquiera de estos casos, estas son algunas ideas
que puedes usar:

o Averigua si tu empleador actual ofrece talleres internos en habilidades de


comunicación o capacitación en asertividad.

o Acude al departamento de recursos humanos y ve qué información tienen acerca


de talleres de habilidades interpersonales o seminarios de asertividad en tu
localidad. Averigua si tu empleador puede pagar parte o la totalidad del curso;
muchos de ellos lo hacen.

o Habla a algún centro educativo local y pregunta qué cursos o talleres de


educación para adultos tienen disponibles en ese terreno; a menudo la colegiatura
es muy baja y puedes deducirla de tus impuestos1 o existe la posibilidad de que tu
empleador te reembolse el curso.

o Utiliza internet para encontrar la sección local de Toastmasters International


(www.toastmasters.org). Empieza a asistir a sus juntas y te garantizo que
disfrutarás la experiencia de camaradería al tiempo que mejoras tus habilidades
de comunicación.
A final de cuentas, ¿de quién es la entrevista?

Quiero que te detengas uno o dos minutos para pensar en esta pregunta. Claro, tu empleador
potencial es quien te está entrevistando, pero lo más seguro es que también lo haga con
otras personas. Eso quiere decir que durante el tiempo que estés ahí, esa es tu entrevista.
Es tu tiempo para vender tus habilidades y conocimientos, es tu momento para mostrarte
como ganador y es tu momento para brillar. La entrevista es tuya y quiero que asumas la
responsabilidad de la misma.
No importa que te esté entrevistando el idiota más gigantesco del planeta; tú puedes
(de manera sutil, por supuesto) controlar el ritmo, atmósfera, gran parte del contenido e,
incluso, el resultado final de tu búsqueda de empleo si aprendes los secretos para
entrevistarte que se encuentran en este capítulo. En mis más de 30 años de trabajo como
psicólogo en una variedad de entornos (como coach ejecutivo, consultor de reinserción
laboral, reclutador ejecutivo y orientador laboral) he descubierto que incluso el más
ansioso de los buscadores de empleo, puede aprender a ser el más fantástico entrevistado.
Si asumes la responsabilidad personal de tu entrevista, empezarás a ejercer el control
sobre la misma, y aprenderás a tomar el control de ella si acudes a tu entrevista con:

o La actitud correcta.

o El conocimiento adecuado del proceso.

o La preparación adecuada.

Ahora abordaremos los temas de la actitud y los conocimientos, así como dedicaremos
la totalidad del capítulo siguiente a la preparación.

La actitud correcta

Como ser humano, tus emociones afectan la manera en que te comportas. Esta influye en la
conducta de las demás personas que te rodean. Así, acudir a tu entrevista de empleo con la
actitud correcta puede afectar la manera en que te desenvuelves y la forma como se
comporta el entrevistador, además de que influirá en el desenlace de tu entrevista. Si llegas
a una entrevista con la actitud de quien pide limosna o "por favor, señor, necesito este
trabajo", socavarás la impresión positiva que intentas transmitir. Pero si acudes a tu
entrevista con una actitud energética de "esta es una maravillosa oportunidad para nosotros
dos", transmitirás una actitud mucho más poderosa y positiva de ti mismo como persona y
de tus capacidades profesionales. Ya hablamos de una de las maneras en que puedes
desarrollar la actitud correcta para tu entrevista, es decir, comprendiendo de quién es la
entrevista, al saber a quién le pertenece: a ti. Ahora, analicemos otras maneras para lograr
que esto suceda.
Tienes el viento a tu favor

Tienes a la psicología a tu favor, porque el reclutador supone, en términos generales, que


puedes hacer el trabajo. ¡Así es! No estás entrando en blanco; ya existe una suposición a tu
favor. En el ajetreado mundo de hoy, nadie tiene tiempo de sobra para entrevistar a una
persona que suponen no puede hacer el trabajo, ¿o sí? El reclutador va a entrevistar solo a
los mejores candidatos, a los individuos con las habilidades más adecuadas, nada más a
aquellas personas que él espera que puedan hacer el trabajo. Desde luego, tú eres quien
debe sustentar la suposición de que puedes hacer lo que se necesita pero, en realidad, el
entrevistador ya ha hecho parte del trabajo por ti.

No es un capítulo de La ley y el orden

La entrevista es una calle de dos sentidos. No te van a interrogar como si estuvieses


acusado de homicidio ni te van a someter a las "técnicas avanzadas de interrogatorio" de la
soleada Bahía de Guantánamo. (Muy de vez en cuando, es posible que tropieces con un
tarado que cree que te va a someter a una "entrevista de estrés". Por el momento, no te
preocupes de eso; hablaremos de ello más adelante, en el capítulo 9.) Estás acudiendo a
una reunión de negocios en la que se busca información que se ofrece de forma
bidireccional. Ellos tienen un trabajo que necesita hacerse y el dinero para pagarte a fin de
que lo hagas. Están tratando de determinar si eres la mejor persona para ellos y tú intentas
averiguar si es el mejor lugar para trabajar en este punto de tu trayectoria profesional. Una
buena entrevista es una reunión profesional para determinar si las dos partes pueden llegar
a un acuerdo de beneficio mutuo. No es una situación en la que una de las partes tiene todo
el poder.
Cuentas con una verdadera ventaja

Es casi seguro que sepas más acerca del proceso de entrevista que tu interlocutor. Si lees
este libro de cabo a rabo y aprendes solo la mitad de lo expuesto aquí, de todos modos
tendrás más conocimiento del proceso de las entrevistas que 90% de los entrevistadores
con quienes te topes. Hace poco tiempo, ocho empresas nacionales de capacitación
corporativa verificaron lo que ya descubrí en mi trabajo de consultoría: algunos de los
cursos o seminarios de capacitación gerencial a los que menos se asiste, están relacionados
con habilidades de entrevista para emplear personal. Me han dado por razón que la
mayoría de los gerentes que van a emplear a alguien, ya han asistido a numerosas
entrevistas, así que saben cómo hacerlo bien. Yo te puedo decir que la mayoría son pésimos
entrevistadores. Es una mala noticia para la mayoría de las empresas, pero es excelente
para ti, porque te voy a enseñar lo que ellos no saben y justo eso te ayudará a batear esa
entrevista fuera del parque.

Es como tirarte en paracaídas

En las entrevistas de trabajo (como cuando te tiras en paracaídas), no hay posibilidad para
empezar de nuevo si haces las cosas mal en tu primer intento. Nunca tendrás una segunda
oportunidad para crear una buena primera impresión. Entonces, ¿cómo acudes a la
entrevista —a menudo en una primera reunión— para hacer ver y sentir que eres un
profesional experimentado y cómodo? La respuesta es preparándote a fondo sin dejar nada
al azar.
Prepararte para la entrevista mejorará tu actitud de manera impactante, te hará sentir
más confiado y beneficiará la forma en que te presentes. Debido a que esto es así de
importante, le dedicaremos un capítulo entero a los pasos fáciles de seguir que puedes
llevar a cabo para prepararte para una entrevista de empleo de manera eficaz. (Por
desgracia, la preparación de la mayoría de los candidatos a una vacante, se limita a dormir
bien la noche anterior.) Pero, por el momento, que te tomes el tiempo para prepararte para
tu entrevista en forma proactiva, significa que acudirás a ella con más aplomo, más
reflexión y más confianza; una indudable combinación ganadora.
¿Por qué estás ahí?

Quiero que entres a esa entrevista sabiendo con exactitud por qué estás ahí. Tener una meta
bien definida al frente de tus pensamientos mejorará en gran medida tu actitud durante la
entrevista. Si la reunión es para llevar a cabo una primera eliminación, tu meta es que te
llamen para la siguiente fase del proceso de contratación. Si se trata de una entrevista
grupal, tu meta es conectarte de manera personal con el mayor número posible de personas
en el grupo. Si es una entrevista final, tu meta es cerrar el trato y obtener la oferta de
empleo. La mayoría de las personas acuden con la idea de que verán lo que pasa o en
espera del mejor resultado posible. Ese no es tu caso. Con mi ayuda, ¡tú estás ahí para
triunfar!

Los conocimientos correctos

El conocimiento es poder, tanto en una entrevista como en el resto de tu vida. En la


entrevista de empleo, el reclutador averigua cosas acerca de ti; detalles relacionados con tu
educación, tus vínculos laborales, tus proyectos anteriores, tus aspiraciones profesionales.
Sin embargo, no es el sitio correcto para que estés descubriendo información básica; ni
relacionada con la organización, ni con la vacante, ni con el proceso de entrevista mismo.2
Todos estos son conocimientos que ya deberías tener al momento de la entrevista para
ayudarte a personalizar tus respuestas y tus preguntas de seguimiento, así como para
mejorar tu presentación general. Seguro, deberías estar ahí escuchando con atención y
recabando información novedosa, pero no deberías entrar en "modalidad de investigación
básica". No quiero que entres tratando de averiguar cosas que tu competencia ya sabe. Te
quiero ahí compartiendo ideas nuevas, explicando cómo vas a contribuir; en esencia,
vendiéndote. Quiero que entres a esa entrevista con más conocimientos acerca de tu
empleador potencial que ninguno de los demás candidatos. También que llegues mejor
preparado que cualquiera de los demás aspirantes y con una comprensión total de la
dinámica del proceso de la entrevista mismo. Si haces esto, saldrás como todo un ganador.
De vuelta con tu nuevo mejor amigo

En el capítulo anterior, te presenté a tu nuevo mejor amigo, el bibliotecario de referencias.


Esta persona no solo puede ayudarte a establecer tus metas de búsqueda de trabajo en
términos generales, también resultará invaluable en la fase crítica de tu preparación para la
entrevista.
Quieres llegar a esa entrevista atiborrado de información. ¿Qué sabes de la
organización en la que estás pidiendo pasar meses o quizá años de tu vida? ¿Qué sabes de
sus productos o servicios? ¿Qué información tienes acerca de su reputación, su historia, sus
diversas localizaciones y su salud financiera? ¿Por qué hay una vacante para este puesto?
¿A qué retos crees que se enfrentará la persona que satisfaga la vacante? Estas son solo
algunas de las preguntas que deberías considerar antes de presentarte a la entrevista.
Contar con las respuestas a todas estas preguntas servirá para distinguirte de entre los
demás candidatos al trabajo durante el proceso de entrevista, en una serie de aspectos
relevantes.

o El beneficio más evidente es que al saber más acerca de la organización, te


encuentras mejor equipado para venderte a ella, mientras logres que tus
habilidades coincidan con sus necesidades.

o Al saber más acerca de la organización, puedes establecer de manera más


sencilla un vocabulario común con el entrevistador, ello facilitará el nivel general
de comunicación.

o Demostrarás que el proceso de búsqueda de empleo y entrevista es de


primordial importancia para ti, en la medida que estás dispuesto a invertir tiempo
y energía para lograr el éxito.

o De manera sutil, comunicarás que eres un trabajador serio, concienzudo y


curioso; además de informado.

Estas son cualidades que busca todo empleador potencial y demostrarlas te colocará al
tope de su lista de candidatos.
También querrás saber lo más que puedas acerca del entrevistador en sí. Cualquier
terreno común que encuentres te servirá, en especial durante esos primeros momentos
incómodos en que inicias la relación. ¿Conoces a gente en común? ¿Alguien en tu red de
contactos alguna vez ha conocido o trabajado con esta persona? ¿Ambos pertenecen a
alguna organización? ¿Alguna vez ha ofrecido alguna presentación a la que tengas acceso o
ha escrito algo que puedas leer? ¿Has buscado al entrevistador en Google para ver qué más
podrías averiguar o has revisado sus perfiles en redes sociales? Aquí, una advertencia de
lo más evidente (espero) es que utilices cualquier información personal que encuentres de
manera juiciosa porque ¡nadie quiere contratar a un acosador!
Detecta el ritmo

Cada entrevista tiene un ritmo particular. Comprenderlo es fácil una vez que te percatas del
mismo. Te ofrecerá una retroalimentación valiosa (durante la entrevista misma) que te
ayudará a saber cómo te estás desempeñando y a tener una idea clara de dónde te
encuentras en el proceso. Puedes utilizar este conocimiento para perfeccionar tu enfoque,
incluso mientras te encuentras en la entrevista. Demos una mirada breve a la figura 4.2.
Este modelo te da una manera fácil de analizar dos aspectos importantes del proceso
de entrevista. La línea al tope corre desde el inicio, pasa por la mitad y llega hasta el final.
Esto representa el progreso por el que pasas durante una entrevista individual. La línea
inferior corre de las etapas de evaluación a la de selección. Esto representa el sitio donde
te encuentras en el proceso general de entrevista. Observa que ambos extremos del proceso
de entrevista exploran las mismas cuestiones, pero en proporciones muy distintas.
A medida que la organización continúa con el proceso de evaluación, necesita
confirmar que tú y los demás candidatos a quienes planean invitar a presentarse a las
entrevistas, están capacitados para hacer el trabajo. Eso significa verificar que cuentas con
la experiencia, las habilidades y los conocimientos para llevar a cabo tu labor. Para
averiguar si todavía te encuentras en el proceso de evaluación o si ya pasaste al de
selección, solo piensa en las preguntas que se te están planteando, ya sea por teléfono o en
persona. Si el enfoque se centra en gran medida en tu experiencia, habilidades y
conocimientos, todavía te encuentras en el de evaluación. Si la atención se centra de
manera importante en quién eres como persona (tus cualidades personales, tu familia, tus
intereses externos, etc.), quiere decir que has pasado al de selección.
Este discernimiento también te ayudará a determinar en qué punto te encuentras de
cualquier entrevista individual. La mayoría de entrevistadores inician el proceso con un
plan determinado; tal vez no sea del todo organizado ni muy eficaz, pero en general cuentan
con algún tipo de estrategia. Después de unos cuantos comentarios superficiales, por lo
general pasarán a su plan. Una vez hayan averiguado lo que necesitan saber, harán
preguntas más blandas y más personales centradas en quién eres como persona. Necesitas
observar este proceso con cuidado, porque estas preguntas te darán información importante
en cuanto a cómo te va y puede indicarte pistas importantes en cuanto a qué es exactamente
lo que están buscando.

Tú puedes ver el futuro

Esto lo he oído cientos de veces. Una entrevistada nerviosa que me dice que detesta que la
pongan en evidencia, que no es para nada espontánea, que nunca puede pensar en la mejor
manera de responder a una pregunta cuando está bajo presión. Si tan solo pudiera tener la
lista de preguntas de la entrevista de antemano, entonces, de manera calmada y reflexiva,
podría pensar en la mejor y más interesante manera de exponer sus antecedentes. No estaría
haciéndose cruces sin saber qué decir.
Algunas personas piensan que he perdido la razón cuando les digo que tienen a su
disposición una herramienta que puede predecir 80 a 90% de las preguntas de entrevista
que alguna vez se les plantearán. En realidad se sorprenden cuando les digo que, en este
preciso momento, esa herramienta está en algún lugar de su escritorio o portafolios o en la
carpeta de búsqueda de trabajos de su computadora. ¿Puedes adivinar cuál es esa arma
secreta?
Esa arma secreta es tu currículum actualizado. Ya escribiste tu hoja de vida para que
destaque todas las cosas estupendas que has hecho, todos tus logros y todas las cosas
fabulosas de las que quieres hablar. (Vamos, nadie va a tener un currículum que mencione
cosas negativas como "Choqué la camioneta de repartos de la empresa y le costé más de
$150 000 USD en la demanda civil resultante"). Tu currículum es un mapa secuencial de
todos los lugares en que has trabajado. Detalla tu educación y capacitación relevantes. En
breve, contiene toneladas de información positiva que tú quieres que oiga el entrevistador.
Tu currículum te ofrece la oportunidad dorada de colocar, en las manos del
entrevistador, el plan de entrevista diseñado por ti, con los datos que elijas y de los que
quieres que te pregunten. La clave para utilizar esta arma secreta es saber la información
con absoluto detalle; de arriba abajo y de cabo a rabo.
Sin duda habrá algunas preguntas que salgan de la nada, pero la mayoría se ajustará de
manera considerable a datos de tu elección para ser presentados y (todavía mejores
noticias para ti) habrás tenido todo el tiempo libre de estrés en el mundo, antes de la
entrevista, para pensar en respuestas precisas y meditadas a cada una de ellas.

Convertir lo bueno en estupendo

En el siguiente capítulo analizaremos más a profundidad cómo debes preparar respuestas


específicas a distintas preguntas. Ahora, lo que me gustaría que hicieras es que te plantees
expectativas muy elevadas para tus entrevistas. No quiero que sean solo buenas; quiero que
sean estupendas. Que cuando salgas de la oficina del entrevistador, él diga, "Caray, qué
bien me la pasé. Qué persona tan más interesante. Espero lograr que venga a trabajar con
nosotros". Y esta es una manera de convertir una buena entrevista en una estupenda.
Quiero que veas cada una de las entradas de tu currículum —y me estoy refiriendo a
todas y cada una de ellas— para que justifiques por qué está ahí. Debería decir algo
fabuloso acerca de ti. Si es algo aburrido, quítalo. Si destaca alguna de tus fortalezas, se
queda. Una vez que hayas reajustado las entradas de tu currículum, quiero que pienses en
anécdotas interesantes que se relacionen con ellas. Los hechos áridos no venden. Lo que
vende son las historias atractivas e interesantes. Quieres que tu entrevista esté colmada de
narraciones atractivas e interesantes que recalquen todas las cosas maravillosas que puedes
ofrecerle a tu nuevo empleador. Más allá de las creencias religiosas de cada persona, es
fácil ver que la capacidad de Jesucristo para contar historias sencillas pero poderosas
(llamadas parábolas) acerca de las cosas más básicas de la vida, es una de las razones por
las que una secta minúscula se haya convertido en uno de los movimientos más fuertes que
el mundo haya conocido. Ahora bien, no espero que conviertas al planeta; solo quiero que
conviertas en tus seguidores a uno que otro entrevistador.

Tu plan B de respaldo

Tú, mi astuto buscador de empleos, podrás preguntar, "Perfecto; puedo predecir la mayoría
de las preguntas que me van a hacer. ¿Y qué con el 10 a 20% que no puedo predecir?". Y no
estamos hablando de preguntas tontas. (En ocasiones, es posible que te toque el loco que te
pregunte quién era tu personaje favorito de El chavo del ocho. Nos divertiremos bastante
con el tema de entrevistadores idiotas en el capítulo 9.) Estoy hablando de alguna pregunta
que con claridad se relacione con el trabajo que te interesa conseguir pero jamás se te
ocurrió. No hay nada de qué preocuparse. Te tengo una respuesta de respaldo que, además,
es excelente. Solo necesitas comprender y recordar la ecuación en la figura 4.3. Puedo
decir con gran orgullo que, por décadas, exitosos candidatos a distintos empleos me han
dicho que aprender (y recordar usar) mi fórmula única para la respuesta de respaldo en
entrevistas, fue uno de los factores más importantes para reducir el estrés de esta y alcanzar
su éxito.
Sea que lo sepas o no, cada una de las preguntas de entrevista que se te plantean son,
en realidad, preguntas de dos partes. La primera se refiere a datos duros: tu experiencia, tus
conocimientos y tus habilidades. Está diseñada para responder a la pregunta ¿Puede hacer
este trabajo? La segunda parte tiene que ver con los datos blandos: tus características
personales, tu personalidad, quién eres como persona. ¿Cómo harías el trabajo de forma
diferente a cualquier otra persona? Está diseñada para responder a la pregunta, De todos
los candidatos en concurso, ¿esta es la persona que mejor se adecua al resto de la
organización? Sin importar qué pregunta te hagan en la entrevista, estés o no preparado
para responderla, necesitas acertar a ambos flancos. Esta no es solo una respuesta de
respaldo para una pregunta inesperada, también es otra manera de pensar en cómo convertir
una buena respuesta en una estupenda, sin importar cuál sea la pregunta.
La primera parte (conocimientos y experiencia) sin la segunda (características
personales) produce respuestas áridas e impersonales. Esta respuesta únicamente indicará
cómo haría el trabajo cualquier persona que tuviera los antecedentes correctos; no te ayuda
a destacarte de la multitud. La parte dos (características personales) sin la parte uno
(conocimientos y experiencia) es demasiado genérica y vaga; no trata el tema básico de
desempeño laboral que necesita responderse y parecerá que intentas venderte para un
trabajo para el que no estás del todo calificado.
Utilizar esta ecuación fácil de recordar te ayudará a generar respuestas poderosas a
cualquier pregunta de entrevista; una que ofrezca la confirmación de que cuentas con la
experiencia y las habilidades prácticas para hacer el trabajo, junto con las cualidades
personales que te convertirán en un miembro agradable del equipo y alguien con quien
otros quieran trabajar. Si la usas, jamás te volverás a sentir confundido por una pregunta
que parezca venir de la nada durante una entrevista.

O O O

Para este momento, habrás aprendido que la entrevista te pertenece: es tuya para controlar y
solo tú decides si habrás de triunfar o fracasar en ella. De ti depende conducir la entrevista
en la dirección que desees. Hemos echado un vistazo a las dos principales formas en que
puedes tomar control de la misma: desarrollando la actitud correcta y obteniendo un
conocimiento esencial del proceso. Ahora estás listo para pasar al capítulo 5, donde te
mostraré un plan fácil de seguir que te ayudará a prepararte para tu entrevista de manera
concienzuda y profesional, que aumentará en forma espectacular tus probabilidades para
obtener el trabajo que deseas.
LA BÚSQUEDA DE EMPLEO ES UNA ACTIVIDAD COMPETITIVA. En cada paso
del proceso de selección te enfrentarás con otras personas que compiten contigo por el
empleo que deseas. Si has leído este libro desde el principio, ya habrás aprendido muchas
técnicas y atajos que te permitirán distinguirte de los demás candidatos al empleo. Ahora
tienes que redoblar tu energía, enfoque y habilidades, así como centrar tu atención en
superar el proceso de evaluación para entrar en la lista de empleados potenciales.
He oído a la gente expresar que la entrevista de trabajo es como una audición o una
situación que obliga a tener cierto comportamiento. Algunos creen que esto denigra el
proceso y lo convierte en algo falso, en una actuación, lo contrario de la seriedad por
conseguir el empleo que te encanta. Yo no lo creo.
Los artistas dotados no solo salen al escenario a ver qué pasa. Planean, se preparan,
practican y no dejan nada al azar. Claro, existen algunos artistas que improvisan más que
otros (me vienen a la memoria los músicos de jazz y otros intérpretes, como el
extraordinario Robin Williams), pero incluso ellos siguen un plan y enmarcan su trabajo en
determinada estructura, además de que tienen en mente una meta. Así es como quiero que te
prepares para tus entrevistas: que te relajes pero sigas enfocado, que te prepares pero no te
programes como un robot y estés listo para brillar sin apartar la vista del premio.
La ansiedad y el estrés afectan el desempeño, pero no son algo malo en sí mismos.
Como viste en el capítulo 2, es la manera en que nuestro cuerpo y mente nos dicen que
estamos en una situación que implica algún riesgo: por ejemplo, una entrevista de trabajo.
De hecho, cierta cantidad moderada de estrés puede darte la ventaja adicional (es decir, un
estado de mayor conciencia, alerta y capacidad de respuesta) que te ayuda a convertir una
buena entrevista en una sobresaliente. Esa sensación de euforia al salir de la entrevista
cuando te fue bien es, de hecho, un efecto de la adrenalina.
Sin embargo, para muchas personas la ansiedad y el estrés que provoca la entrevista
pueden ser un verdadero problema. Algunos individuos se ponen tan nerviosos que se
olvidan de la información estándar y básica acerca de sí mismos, ¡como su nombre! O se
les traba la lengua a tal grado que apenas pueden externar un sí o un no. Quiero que
controles pero no que elimines por completo tu ansiedad en ese momento. Que te sientas
cómodo, relajado, pero no tan a gusto que parezcas poco interesado o indiferente. Pretendo
que mantengas esa agudeza, esa mirada que dice: "Sé que esta es una reunión importante y
estoy dispuesto a afrontarla porque estoy bien preparado"; que tengas energía y confianza,
pero sin parecer presuntuoso. Existen varias formas en que puedes lograr dicho equilibrio
vital. Veamos primero algunos de los asuntos prácticos y tácticos que con tanta frecuencia
se pasan por alto.

Verte y sentirte de lo mejor

Profesional, amigable, atractivo y cómodo: estas cuatro cualidades componen el sello


distinguido de tu presentación personal en la entrevista. Se aplican a tu vestimenta, tus
zapatos, tu corte de pelo, tu bigote, barba completa o barba de candado, tus anteojos, bolsa
(de mano o portafolios), tu carpeta y pluma, y todo lo demás que pueda ver el entrevistador.
Recuerda que esa persona tiene apenas un poco de tiempo (unas cuantas horas cuando
mucho) para decidir si quiere pasar varios meses o incluso años contigo, así que está
buscando algún trozo de información que le permita derivar suposiciones acerca de ti.
Tu llegada

Alguna vez, Woody Allen dijo que presentarse representa 80% de la vida. Creo que esa
cifra es mucho mayor cuando se trata de entrevistas de trabajo. Quizás existan
incertidumbres sobre tu entrevista, pero una cosa que sí es un hecho es que no sucederá ¡si
no llegas! Necesitas saber con exactitud dónde será, cómo y cuánto tiempo te tomará llegar.
Una de las peores maneras de iniciarla es llegar corriendo porque vas retrasado, dar
excusas y tener que ofrecer disculpas.
No dependas de una sola fuente de datos para encontrar la ubicación de la entrevista.
Llama y pide a la recepcionista que te indique cómo llegar, y verifica que esa persona esté
familiarizada con la ruta que estarás tomando. Si usas transporte público, habla con alguien
que conozca bien el sistema y sepa cuáles son las paradas. Si te guías con instrucciones
bajadas de internet, verifica con más de una fuente, porque por maravillosos que puedan
resultar estos servicios, también pueden equivocarse incluso hasta de hemisferio. Revisa el
sitio web de la organización con que tendrás la entrevista para ver si ahí aparecen las
instrucciones para su ubicación. (He visto que estas instrucciones son las más confiables.)
Si has probado que tu GPS es preciso, úsalo. Sin embargo, como una entrevista de trabajo
es tan importante, yo revisaría por anticipado y compararía las instrucciones para llegar, al
menos de otra fuente.1
Si te resulta práctico, el día anterior ve hasta el sitio de tu entrevista. Hazlo a la misma
hora del día en que estás programado para acudir. Este es un buen dato en el caso de que se
te ofrezca el puesto y necesites averiguar cuánto tiempo te llevará transportarte hasta ahí.
Esos elementos podrían parecer poca cosa por ahora, pero en conjunto contribuirán a
mejorar tu aspecto físico y tus emociones, lo mismo que a tener muy buen desempeño en tu
entrevista.

Vestimenta

Necesitas dos o tres atuendos de entrevista. Pide a un amigo o amiga que consideres
objetivo y profesional, que te dé sus comentarios sinceros sobre cuáles de tus atuendos se
ven mejor. (Si estás trabajando con un reclutador, esa persona te puede dar consejos
excelentes). Si necesitas actualizar tu guardarropa, eso es lo que te cuesta hacer negocios.
Pero asegúrate de usar tu atuendo unas cuantas veces para tenerlos listos antes de tu
entrevista. No quieres que tengan un alfiler perdido, un hilo que cuelga de la ropa, un
alambre molesto o una etiqueta que te raspe la espalda y haga que te retuerzas en tu asiento.
Esto va por partida doble en el caso de zapatos nuevos que podrían crujir, resbalarse o
provocar que camines raro. Las sandalias abiertas, las chanclas, los tenis y otros zapatos
deportivos son tabú.
Mucho se ha hablado del nuevo aspecto más casual en las oficinas y cómo estoy
convencido de que las corbatas son obra del demonio (y me han dicho que lo mismo puede
afirmarse de las pantimedias), estoy a favor del look casual. Pero esa apariencia es para la
gente que ya está a bordo. Tú no vas —aún— en el barco. El proceso de entrevista es para
que ellos vean si te dejarán abordar ese barco. No me importa si el código de vestimenta
de tu nuevo empleador es el estilo de camisa hawaiana con pantuflas de conejo. Debes
presentarte a la entrevista llevando un atuendo profesional. Siempre es posible quitarte el
saco y aflojarte la corbata si te lo piden, pero lo que deseas comunicar es que la reunión
tiene suficiente importancia como para que hagas lo necesario para dar una impresión
positiva.
Una vez que te sientas cómodo con tus atuendos de entrevista, mándalos a la tintorería
y guárdalos por separado del resto de la ropa. Los quieres listos para el momento
necesario, especialmente en caso de ser requerido súbitamente para esa entrevista que has
estado esperando.

Todo ese asunto de las pantimedias y las chanclas

Hace un par de años, estaba dando una charla (motivacional, espero) con un grupo de
creación de redes de contacto entre buscadores de empleo. Era un miércoles por la mañana,
así que estoy seguro de que todos estaban desempleados. Durante la sesión de preguntas y
respuestas, alguien preguntó sobre el atuendo para la entrevista. Destaqué algunos de los
elementos que señalo en este capítulo y también les aconsejé no llevar cualquier cosa que
pudiera considerarse provocativa, como las blusas que muestran el estómago o escotes
pronunciados, pantaloncillos cortos, faldas demasiado estrechas o cortas, y cualquier
aspecto de la ropa interior. Una mujer entre el grupo se molestó con mis comentarios y en
reconocimiento a que hubiera donado medio día de mi tiempo para ayudarles a buscar
trabajo, me indicó que consideraba que mis comentarios eran anticuados, mojigatos y
sexistas. Como haría cualquier orador profesional, traté de aligerar la situación confesando
que, en efecto, había estudiado en una escuela de religiosas que eran bastante mojigatas,
pero no esperaba que nadie se vistiera como monja, aunque sí me sentía obligado a
desaconsejar el uso de los zapatos de charol. La mayoría del grupo rió. (Si el comentario
de los zapatos de charol no tiene sentido para ti, solo pregúntale a alguien que haya
sobrevivido a los bailes de una escuela de religiosas.)
Por desgracia, la risa del grupo encendió más a esa furiosa mujer, que se embarcó en
una diatriba sobre las pantimedias, los tirantes de los sostenes y las camisolas, y sobre el
hecho de que los hombres tenían permitido lanzar miradas lujuriosas. Estoy seguro de que
no hablé a favor de las miradas lujuriosas, pero qué más da. De nuevo procuré aligerar las
cosas y comenté que lo único que sabía de las pantimedias se basaba en información de
terceras personas y si estas eran un problema tan grande, había multitud de trajes con
pantalón para dama. En retrospectiva, ese hubiera sido un buen momento para dejar el
asunto de lado, pero todavía no había entendido que la risa del grupo la estaba enervando
todavía más, así que también mencioné que en el caso de asesorar a un hombre que llevara
ropa interior femenina, sin duda le sugeriría esforzarse para ocultarla. Mientras ella
todavía me apuntaba con un dedo acusador, intenté cerrar la discusión con la generalización
de que lo mejor es dar una impresión profesional más que social y, en el trabajo, un aspecto
clásico siempre supera vestir a la moda. Su bombardeo final fue: "¿Quiere decir que no
debería llevar chanclas aunque el trabajo fuera como modelo de chanclas?". Ya me había
colmado la paciencia y le dije: "No creo que siquiera exista el empleo de modelo de
chanclas, pero si estuviera entrevistando a alguien para ese puesto, esperaría que se
presentara con los pies limpios y con calcetines limpios en zapatos limpios". Así que
puedes protestar contra cualquiera de estos puntos; no es la gran cosa para mí. Yo tengo un
trabajo. Aquí lo único que me importa es que eres tú quien quiere un empleo y mis más de
30 años de experiencia en esta área sustentan todas las sugerencias que expreso.

Aseo personal

Esta breve sección apenas debería ameritar comentario. Casi. Excepto porque he visto
personas presentarse a la entrevista con peinados que parecen hechos con una licuadora.
Me han hablado de altos gerentes que llegan a las entrevistas oliendo como si los hubieran
tenido recluidos en un almacén de ajos. Y, en alguna ocasión, de hecho tuve que abrir una
ventana para no vomitar con los gases de petróleo, porque el ejecutivo con el que estaba se
había derramado gasolina en la estación de autoservicio mientras iba a mi oficina. (¡Por
todos los cielos, o llenas el tanque el día anterior o vas a un lugar donde lo llenen por ti!)
¿Alguna de estas peculiaridades implican que el candidato no obtenga el puesto? No.
¿Alguna de estas peculiaridades específicas se quedan en la mente del entrevistador y al
final se vuelven un aspecto contra el candidato? Sí. Lo siento, amigo, yo no escribí las
reglas; solo intento ayudarte a tener éxito al comprenderlas.
Hombres: No necesitan manicura, pero sí deben invertir en un cepillo para lavarse las
uñas y en un cortaúñas.
Mujeres: La entrevista de trabajo no es el lugar adecuado para sacar a pasear tu
nuevo estuche de maquillaje de La Guerra de las Galaxias.
Reglas de corte de pelo: Pulcro, presentable y de un color que se asocie con
frecuencia con los seres humanos. No es la oportunidad para marcar tendencias, a menos
que con ello destaques: "Soy maravilloso, soy normal y por favor, contrátame".
En estos tiempos, no es posible caminar por la calle en la ciudad (o ver un juego de
futbol soccer) sin notar un creciente número de tatuajes, perforaciones, aros en la nariz y
otras formas de arte corporal. Un viaje a algunas playas es todavía más terrorífico. Mi
consejo es el siguiente: si tienes tales cosas, cúbrelas o quítatelas cuando vayas a una
entrevista, porque podrían causarte un problema. Si te contratan, puedes ir mostrando,
añadiendo o prendiéndote lo que elijas, cuando menos hasta que alguien se queje con el
jefe. Existen sitios alternativos de trabajo (como bares, tiendas de música, sitios de eventos
artísticos y similares) donde el arte corporal no provoca controversia. Pero la mayoría de
las organizaciones que trabajan con el público o con otras empresas, no están interesadas
en contratar a alguien que parezca haber rodado sobre una caja de tachuelas o que pueda
activar el detector de metales del aeropuerto. Algunas compañías tienen políticas acerca de
tatuajes, perforaciones y similares. Si es ahí donde quieres dejar clara tu postura
existencial y decir: "Así soy, de modo que pueden contratarme o no", entonces que así sea.
Solo debes tener claro que podrías estar intercambiando un salario por un aro en la nariz.
Tus cosas

No quieres entrar batallando a la entrevista cargando un montón de cosas que te harían


parecer la mula de un minero. Guarda tu sombrero, abrigo, paraguas, botas para la lluvia y
un cambio de ropa (si es necesario) en un armario en la recepción o en la cafetería. Trata
de encontrar un baño para peinarte y revisar tu apariencia por última vez.
Una bolsa: eso es todo lo que debes llevar. Existen algunos bonitos portafolios no muy
caros; si el tuyo está destartalado, compra uno nuevo. No uses tu bolsa de mensajero o la
vieja mochila que sueles llevar al gimnasio. Si eres mujer, tu bolso debe tener el espacio
necesario para acomodar tus cosas.2 Esto te hace parecer más profesional que llevar una
bolsa en cada hombro como si fueras Gunga Din.3
Necesitas contar con un bloc de notas y un par de plumas que funcionen (y sin
mordiscos, por favor) para tomar notas si lo necesitas. Deberías llevar un par de fólderes:
uno con copias adicionales de tu currículum y otro con algunas copias de la lista de tus
referencias laborales. Si eres algún tipo de artista o diseñador, es conveniente llevar piezas
adicionales de tus trabajos, para el caso que sea necesario mostrarlos.

¿Qué más?

Joyería: Usa el mínimo y nada que tintinee o distraiga.

Reloj: Uno que se vea profesional (sin personajes de caricatura) y apaga la


alarma.

Colonia para después de afeitarse, perfume: Si debes llevarlo, usa solo un


poco, porque muchas personas son alérgicas.

Mentas para el aliento: Siempre son buena idea, al igual que cepillarse los
dientes (señores: mantengan esa estúpida corbata fuera del lavabo).

Maquillaje: Este no es un desfile de modas ni un club nocturno; lo sutil funciona


mejor.
Anteojos: No uses lentes oscuros ni de color, y limpia los restos de comida de
los cristales.

Dispositivos electrónicos: Todos deben estar apagados, o en silencio y


guardados.

Tu sonrisa

Nada hay más atractivo que una sonrisa. Se han escrito libros, recitado poemas, entonado
canciones y ganado y perdido corazones gracias al poder de una sonrisa. Practícala justo en
este momento. Se siente bien, ¿no lo crees? Tu sonrisa es una herramienta de increíble
valor que debes acordarte de llevar contigo y usar en tu entrevista.
Sé que estás un poco nervioso, que esperas hacer las cosas bien y estás tratando de
recordar las excelentes respuestas preparadas con tanto cuidado. Pero cuando estamos muy
concentrados, no sonreímos sino que fruncimos el ceño. Necesitas cambiar esto y puedes
hacerlo si practicas. (Después hablaremos más sobre el tema.)
Cuando le sonríes a alguien, su reacción natural es devolverla. La sonrisa es uno de
los elementos iniciales de una relación y eso estás tratando de lograr en tu entrevista:
formar una relación con tu entrevistador. Quieres comunicarle que eres un participante
abierto, comunicativo, interesante y dispuesto en este proceso. Recordar que debes sonreír
te ayudará de modo inconmensurable.

Tu actitud

Al llegar a la entrevista, querrás tener una actitud ganadora y positiva. La sonrisa ayudará a
mejorarla, pero aparte de ello, existen más cosas en las que debes trabajar. Si te esfuerzas
en preparar en forma minuciosa tu entrevista, reducirás tu estrés. Si practicas tus
habilidades de evaluación, aliviarás aún más tu ansiedad. ¿Qué más puedes hacer?
La respuesta a esa pregunta varía de persona a persona, y no existe una respuesta
válida para todos. Si tu estrés te afecta en lo físico, puede ayudarte el ejercicio, como
montar en bicicleta, caminar o correr. Si eres una persona aprensiva o tu ansiedad se refleja
en tu mente, ver una película, leer, decir una oración o meditar pueden servirte. Quizá te
ayude más una combinación de dos o más métodos, pero elige alguna actividad positiva
específica para mejorar tu actitud en la entrevista, porque es un factor clave de cómo se te
percibirá.
Preguntas y respuestas

En el capítulo 4 aprendiste algunas cosas muy importantes sobre las preguntas que te harán
en las entrevistas de trabajo. La mayoría se pueden responder con los datos en tu
currículum, razón por la que debes tener uno excelente que conozcas al derecho y al revés.
No todos los entrevistadores tendrán tu currículum enfrente. Algunos de los mejores que he
visto hacen por anticipado una lista de preguntas en un papel suelto y, suponiendo que todo
lo escrito en tu currículum sea genuino, lo hacen a un lado y únicamente incluyen una o dos
cosas de las que aparecen ahí para explorarlas en detalle. Si te encuentras en esa situación,
no solo querrás ofrecer, sino entregarle de hecho una de las copias del currículum que
lleves contigo. La mayoría no se negarán a recibirlo y, con un poco de suerte, regresarás a
tu plan como su guía donde usen el mapa que estableciste para una fabulosa entrevista de
trabajo. De nuevo, es esencial que tengas una historia interesante que narrar para ilustrar
cada aspecto de ese documento.
También viste en el capítulo 4 que aquellas preguntas indirectas de tu currículum se
pueden contestar con el uso juicioso de la Fórmula del doctor Paul Powers para la
respuesta de respaldo en entrevistas (figura 4.3). Existen docenas de preguntas que se harán
una y otra vez. He enumerado más de cien de las más populares en la Herramienta #7:
Preguntas de uso frecuente en entrevistas, en el capítulo 10. Por último, quiero que prepares
respuestas para cada una de ellas y que las uses en tus sesiones de práctica. Por ahora, la
manera de empezar es tomándote el tiempo para pensar con gran cuidado en dos cosas:

1. ¿Qué espera averiguar el entrevistador sobre ti?

2. ¿De qué cosas quieres estar seguro que el entrevistador sepa de ti?

La mayor parte del tiempo existe mucha superposición entre ambas áreas, pero en el
caso del entrevistador que no tiene gran éxito en descubrir lo maravilloso que eres,
depende de ti asegurarte de que se transmita el mensaje. Ambas categorías pueden
representar cerca de un millón de preguntas y respuestas diferentes, pero no existe modo en
que cualquiera pudiera prepararse para todas ellas.
Por fortuna, hay una herramienta que puedes utilizar para preparar tu entrevista. Considera
la figura 5.1. En las siguientes secciones hablaremos de cada uno de los círculos que
aparecen en ella.

"Responderé la categoría Contrátame por 400 dólares, Alex”

Mis gustos en la lectura son bastante eclécticos y, por tener una mente que retiene toneladas
de información divertida, aunque bastante inútil, una vez leí el libro de Alex Trebek sobre
el programa televisivo Jeopardy! Ahí menciona cómo se preparan algunos de los mayores
ganadores de ese concurso. No leen libro tras libro de manera aleatoria ni exploran la
enciclopedia, se toman el tiempo para pensar qué categorías podrían aparecer y luego las
estudian una por una (por ejemplo, cadenas montañosas, tragedias de Shakespeare y, mi
favorito personal, pociones potentes). Si usamos esta técnica, podemos pronosticar en
forma exitosa las categorías de preguntas que podrían hacerte y así serás capaz de
organizar de manera sistemática tu preparación para la entrevista en sí.

Es cierto, esta categoría es amplia. La manera de reducirla es preguntarte qué necesitarías


conocer sobre un candidato particular antes de contratarlo. Querrías saber de dónde
proviene, a qué escuela acudió, qué estudió y por qué, qué le motiva y desmotiva, cómo es
su personalidad, cómo afronta el estrés, cuáles son sus fortalezas, sus debilidades, y cómo
se adaptará al resto del equipo. Y estas preguntas apenas tocan la superficie.
Para prepararte mejor que tu competencia, necesitas respuestas positivas y
reveladoras sobre ti como persona: quién eres como individuo. Pero esto no basta. Si el
entrevistador tratara de manera superficial esta área importante, debes tener —preparada
para sacarla por debajo de la manga— una lista de tus cualidades y atributos personales
más positivos, y también debes ser capaz de encontrar una manera de integrarlos a las
preguntas que se te hagan. No puedes quedarte esperando a que te descubran; necesitas
aprovechar el momento para venderte. Esta es tan solo una manera en que puedes llegar a la
lista de candidatos preseleccionados.

Tu carrera

Ya hemos hablado sobre tu currículum como una guía esencial para tu entrevista. Se te
harán muchas preguntas sobre la razón por la cual hiciste esto, cómo hiciste aquello, por
qué tomaste ese empleo y por qué renunciaste a ese otro. En el mismo sentido, un
entrevistador astuto notará que tu currículum solo destaca las opciones de carrera que
tomaste, pero quizá te pregunte sobre otros puestos que hayas tenido, otras rutas que no
seguiste, las oportunidades que perdiste y las decisiones que desearías volver a considerar.
Un buen entrevistador no solo querrá saber sobre tus antecedentes profesionales,
también deseará conocer a dónde consideras que se dirige tu carrera. Deberías esperar
preguntas sobre tus metas a tres, cinco y quizás hasta 10 años, y sobre el papel que tendría
ese empleo para promover tus planes profesionales en general.
Este puede ser un asunto espinoso. No quieres dar la impresión de que ya estás planeando
dejar el empleo que aún no consigues pero, por otro lado, sí quieres dejar la idea de que
esperas continuar avanzando en tu profesión. Intenta con unas cuantas respuestas que se
adecuen a lo que tú (no yo) responderías. Algunas cosas que sería conveniente incluir son:
qué esperas aprender del nuevo trabajo, las dudas sobre la posibilidad de progresar en la
organización, y las suposiciones de que aparezcan y se abran nuevas puertas conforme
tengas éxito en este nuevo empleo. Nadie puede ver el futuro ni se espera que seas
clarividente. Lo que sí necesitas comunicar es una sensación de propósito y dirección.

Este empleo

No acudiste a una entrevista a cualquier empleo; estás entrevistándote para este empleo.
¿Por qué deseas ese trabajo? Esa es una pregunta básica, pero más te vale tener una buena
respuesta para ella. Los historiadores señalan que esta pregunta específica, que hizo el
periodista Roger Mudd, hundió a Ted Kennedy en su búsqueda de la candidatura a la
presidencia de Estados Unidos. Quizá no aspires a un puesto político, pero supongo que el
trabajo para el que te están entrevistando significa más para tu carrera y tu familia que
cualquier persona por la que llegues a votar alguna vez. Una respuesta convincente a por
qué quieres este trabajo, es la que se quedará por siempre en la mente del entrevistador.
¿De qué te has enterado en cuanto a este trabajo? ¿Por qué hay una vacante? ¿Qué tipo
de personas tienen éxito en este empleo? ¿Quién estuvo antes en ese puesto? ¿Dónde está
ahora? ¿Es un puesto nuevo? ¿Qué nuevas oportunidades representa? Es posible que tu red
de contactos te haya dado parte de esta información, que otra parte la puedas haber
obtenido de la prensa de negocios y que, si estás buscando por medio de un headhunter,
esa persona te haya dado algunos datos al respecto. Por difícil que pueda ser, es necesario
que utilices todos tus recursos para obtener información previa a la entrevista en cuanto al
empleo que estás solicitando.

Esta compañía

Cuando acudes a una entrevista, es importante que demuestres interés no solo en el empleo,
también en la organización contratante. Este tipo de preparación le muestra al entrevistador
que eres una persona enterada, minuciosa y esforzada.
Existe gran cantidad de información acerca de cualquier organización. La clave es
concederte el tiempo suficiente para reunir los datos necesarios antes de la entrevista.
Puede llegar a ocurrir que te encuentres en la situación ocasional en la que, el día antes de
la entrevista, buscas con afán información para aumentar tu banco de datos. Intenta evitarlo
porque, en tu prisa, quizá pases por alto un trozo importante de información. Odio sonar
como tu mamá, pero haz tu tarea temprano y te quitarás un problema de encima, para que
puedas estudiar a tu gusto y no al final, en el último y estresante minuto.
Para esta etapa de tu búsqueda de empleo deberías estar muy familiarizado con las
fuentes de información de la compañía en tu biblioteca, en línea o por las redes sociales,
como el Dun and Bradstreet's Million Dollar Directory (Directorio del millón de dólares
de Dun & Brandstreet), Standard & Poor's Register (Registro de Standard & Poor) y
Ward's Business Directory of U. S. Private Companies (Directorio empresarial de Ward
de las compañías privadas de Estados Unidos.)4 Existen tantos directorios que incluso hay
un Directorio de directorios. Combina estas fuentes formales de información con lo que
encuentras en la prensa de negocios, en la Red y con lo que has descubierto mediante tus
redes de contactos, y podrás desarrollarte una buena imagen de la empresa con que tienes
la entrevista.
Estas son unas cuantas de las cosas que deberías conocer sobre tu nuevo empleador
potencial antes de acudir a una entrevista:

o El tipo de empresa que es: pública o privada.

o Tamaño: número de empleados, ventas.

o Productos y servicios.

o Salud financiera.

o Estatus en su industria.

o Problemas legales, antecedentes y estatus en la comunidad.

o Clasificación como empresa amigable con la familia.

o Clasificación como empresa socialmente responsable (ESR).


o Cultura organizacional.

o Personal clave.

o Escala salarial y paquete de prestaciones.


Esta industria

Ninguna organización existe en el vacío. Si vas a tener una entrevista para una organización
sin fines de lucro (SFL), necesitas comprender el efecto que tendrán las variaciones de la
economía en la recaudación de fondos en todo el universo de las organizaciones SFL. Si tu
entrevista es para un empleo con una compañía farmacéutica, necesitas ciertos antecedentes
sobre los fármacos huérfanos, el proceso de aprobación de la Secretaría de Salud, la
subvención de seguros médicos y la reforma del sistema de salud. A menos que tu
entrevista sea para uno de los puestos más altos de la empresa, no tienes que ser un experto
de la industria, pero sí debes estar capacitado para expresarte con inteligencia acerca del
estado de la industria, a dónde se dirige, las tendencias actuales, los líderes en la industria
y demás.
Tu bibliotecario del área de referencias puede ayudarte a descubrir parte de esta
información pero, de nuevo, he de destacar que no debes dejar esto para el último minuto.
Es posible encontrar buenas fuentes de información de la industria, pero no todas se pueden
consultar con facilidad. Por ejemplo, tal vez te tome cierto tiempo encontrar el programa de
presentaciones de una feria o convención reciente de la industria, o para rastrear a un
consultor líder de la industria con la finalidad de entablar contacto.

Y así en ese orden hasta el infinito

Hemos progresado en la preparación para que hables de ti mismo y en prepararte para


poder hablar sobre el empleo motivo de la entrevista, de la empresa y también de la
industria. Podríamos continuar ad infinitum con la economía, el país, el mundo, el universo
y el cosmos más allá de esto. El asunto aquí es que cuanto más informado estés en términos
generales acerca del mundo que te rodea, más interesante serás como persona y como
candidato al empleo. No necesitas ser una enciclopedia parlante en dos piernas, pero leer
todos los días el periódico y escuchar las noticias de la noche puede ser bastante útil en tu
preparación general para la entrevista.
Una de las maneras en que puedes controlar la entrevista consiste en no verla como
una gran incógnita. Las incógnitas pueden traducirse en temor y este en estrés, que puede
dañar tu desempeño en la entrevista. Utiliza la figura 5.1 para ayudarte a planear con
detenimiento tu preparación para la entrevista. La próxima no es una enorme interrogante;
de hecho, es bastante fácil de pronosticar. Utilizar este conocimiento para prepararte con
minuciosidad reducirá en forma considerable tu temor, estrés y ansiedad. Habrás superado
en preparación a tu competencia, porque cada pregunta que escuches (incluso aquellas que
parecen fuera de secuencia o que suenan como si vinieran de la nada), encajará de alguna
manera en el plan de entrevista que construiste con meticulosidad.
Cómo responder una pregunta

El título de esta sección suena casi gracioso, casi como Cómo beber agua o Cómo respirar
aire, porque, después de todo, has estado respondiendo preguntas toda tu vida, ¿no es
cierto? Pero como ocurre con todos los demás elementos asociados con la búsqueda de
empleo y el proceso de entrevista, quieres estar mejor informado y mejor preparado que tu
competencia. Hay gran diferencia entre una buena respuesta y una extraordinaria que
provoque el deseo de contratarte hoy mismo. Existe una enorme separación entre la
entrevista promedio y la entrevista fabulosa. Una parte esencial de este proceso es haber
meditado con precisión cómo quieres sortear la pregunta del entrevistador.

1. Escucha activamente cada pregunta

Observa el lenguaje corporal y las expresiones faciales de tu entrevistador, en especial sus


ojos. Es aceptable que le pidas que te aclare algo o que repita la pregunta. Como es natural,
no quieres hacerlo después de cada pregunta, pero sí es esencial que sepas qué intenta
conocer acerca de ti. Otra forma de escuchar activamente que puede ayudarte, consiste en
parafrasear o reformular la pregunta para confirmar que ambos están en la misma longitud
de onda.

2. Toma uno o dos segundos para elaborar tu respuesta

No eres una maquinita de dulces en las que el entrevistador mete una moneda y de
inmediato salta una respuesta. Si lo haces con demasiada rapidez, sonará como si
estuvieras programado en exceso o que no estás pensando realmente tus respuestas. (Por
supuesto, en la otra cara de la moneda, si contestas con demasiada lentitud, podría parecer
que estás en la luna.) Quizá tengas una estupenda respuesta preparada y lista para servirse,
pero tómate un momento para comprender hacia dónde se dirige el entrevistador. Después
ya veremos las preguntas estúpidas, pero al buscar la fundamentación detrás de un
cuestionamiento, a veces te puede ayudar a generar una respuesta más fuerte.
3. Nunca dejes que pongan palabras negativas en tu boca

El uso de palabras negativas te hace parecer negativo; usar palabras positivas te hace sonar
muy bien. Esa es una técnica que han conocido desde largo tiempo los políticos: mantente
positivo. Tu último trabajo no era el nido de víboras que dijeron en la prensa; estaba lleno
de desafíos que me ayudaron a lidiar en forma productiva con el conflicto. Tu último jefe
no fue un hijo de p. desgraciado; era demandante, pero con un estilo muy diferente del
mío. Esto nos lleva al siguiente punto.

4. Siempre di la verdad

Por supuesto, esa es la conducta moral, pero también la verdad siempre es la mejor
respuesta, porque se ve y suena como tal.
Pregunta rápida: ¿cuál es lo contrario de la insinceridad? La mayoría de la gente diría
que la sinceridad, pero estarían equivocados. Una mirada rápida a la figura 5.2 (Guía del
doctor Paul Powers para la sinceridad y la supervivencia) que se presenta en la siguiente
página, demuestra que el total contrario de la insinceridad es la sinceridad brutal: sin
sentido común y sin compasión. En general, la gente que ha logrado permanecer casada
durante un tiempo ha descubierto esto mismo. Considera la siguiente pregunta: ¿Cómo
estuvo la cena?
¿Cuál es la mejor respuesta?
a) "¡No se lo daría de comer ni al perro?"
o
b) "Fue agradable, pero no se puede comparar con tu famoso pollo al marsala."
Como es obvio, la respuesta es b. Quizá suene un poco engañosa, pero en realidad no
has sido insincero; respondiste con sensibilidad hacia los sentimientos de la otra persona
(por no mencionar que con cierto sentido común).
Mantenerse en lo positivo, mientras se sigue siendo veraz, implicará que deberás
expresar con cuidado algunas de tus respuestas. Los reclutadores inteligentes sabrán que lo
estás haciendo, quizá intenten explorar un poco más el asunto y respetarán tu destreza para
mantenerte positivo. Recuerda que todo posible empleador se ve a sí mismo en tu
exempleador potencial y aumentarás su grado de comodidad contigo al demostrar tacto y
profesionalismo.
5. Un minuto o dos son suficientes

No persistas en hablar por horas. Ese es un gran error que mucha gente comete cuando
responde una de esas preguntas abiertas como: Cuénteme acerca de usted. Si el
entrevistador quiere entrar en mayor detalle, te hará otra pregunta.

El sonido del silencio

Intenta este experimento: mientras charlas con un amigo, deja de hablar de manera súbita,
quédate en silencio por cuatro o cinco segundos (verifica tu reloj para hacerlo con
precisión) y luego prosigue con tu plática. Es posible que tu amigo pregunte si te quedaste
dormido o si tuviste un infarto o algo por el estilo. Lo que demuestra este pequeño
experimento es cuán notorio se vuelve incluso el silencio más breve.
Cuando estás bajo cierta cantidad de estrés, este pequeño lapso quizá parezca
exagerado. En consecuencia, los breves segundos que te toma formular una respuesta o el
tiempo que requiere el entrevistador para hacer su siguiente pregunta pueden parecer
demasiado largos. No le concedas gran cantidad de significado ni te preocupes por ello: es
normal.
Desde hace mucho tiempo, los psicoterapeutas han entendido el poder del silencio
para lograr que alguien diga lo que está pensando. Algunos entrevistadores utilizarán esta
técnica contigo. Pero no necesitas llenar cada segundo que tengas al aire. No muevas con
intranquilidad el cuerpo ni empieces a acomodarte la ropa.
Si respondiste plenamente la última pregunta, quédate sentado y tranquilo, respirando
de manera relajada y profunda, esperando la siguiente pregunta. Si te topaste con el temido
entrevistador idiota que piensa que puede estresarte con solo mirarte con detenimiento,
regresa con tranquilidad su mirada con una actitud anticipatoria y receptiva.
Es posible que otros entrevistadores solo estén esforzándose por encontrar otra buena
pregunta que hacerte. Como discutimos antes, muchos no tienen una capacitación nada
adecuada e intentan tener gran cuidado de no dar apariencia de tontos o decir algo estúpido
o preguntar algo que podría ser ilegal. De hecho, muchos entrevistadores odian tener que
entrevistar y se sienten más incómodos que la persona entrevistada. Si consideras esa
situación (luego de 15 minutos más o menos), comenta que tú tienes algunas preguntas que
quisieras hacer y te gustaría saber si sería apropiado hacerlas en ese momento. Si tu
entrevistador tiene dificultades, tu oferta le llegará como mandada del cielo.

Pide y se te dará

En el capítulo anterior analizamos el hecho de que deberías considerar la entrevista como


una calle de dos sentidos. Como es obvio, te están entrevistando pero, en realidad, tú
también a ellos. Esperas que te ofrezcan dinero por tu trabajo, pero tú les ofreces semanas,
meses y años de tu vida. ¿Qué es más valioso para ti?
Debido a que la mayoría de los buenos entrevistadores te preguntarán en algún
momento si tienes alguna duda, necesitas preparar buenas preguntas. Incluso si quien te
entreviste no pregunta si tienes alguna duda, quiero que hagas unas cuantas buenas
preguntas. Esto sucede con más frecuencia hacia el final de la charla.
Las mejores preguntas que puedes hacer te ayudarán en dos sentidos importantes:
transmiten información positiva tuya al entrevistador y te dan datos que te ayudarán a
decidir si ese es el sitio en el que quieres trabajar. Veamos ambas posibilidades por
separado.

Proporcionar datos

Quieres que tu entrevistador te evalúe en forma positiva. Quieres que sepa que has hecho la
tarea y estás muy interesado en el puesto y en la organización. Las preguntas que te ayudan
a lograr estas metas deberían basarse en la investigación que ya has hecho. Algunos
ejemplos son:

o "En su informe anual leí que esta empresa se está expandiendo con rapidez hacia
Canadá. Mi francés es apenas adecuado, pero me interesa adquirir mayor fluidez.
¿Su departamento de capacitación ofrece cursos en esa área?" Esta pregunta
demuestra tres cosas: 1) has procurado obtener información sobre la compañía; 2)
tienes algunas herramientas que pueden resultar útiles en un área de crecimiento
de la compañía y, 3) estás interesado en seguir desarrollando tus habilidades.

o "Recuerdo que el año pasado leí en los diarios que el Hospital de San Vicente
se fusionó con otros dos hospitales, uno más grande y el otro más pequeño. Hace
unos años nos pasó algo parecido en el Hospital de la Misericordia. Tengo la
curiosidad de saber cómo lo manejó el personal; ¿su cultura cambió de manera
importante?" Esta pregunta demuestra tres cosas: 1) estás enterado del hospital y
de la industria, 2) tienes cierta experiencia que es pertinente para lo que está
ocurriendo con este hospital y, 3) estás interesado en las conclusiones y
observaciones del entrevistador.

Obtener datos
Si tienes la fortuna de conseguir una oferta de trabajo, ¿qué otras cosas necesitas saber de
la organización antes de aceptarlo? Permite que este tema te ayude a formular algunas otras
preguntas útiles que puedes hacer. Después hablaremos del dinero, pero aparte de las
consideraciones financieras, quieres la confianza de que serías capaz de lograr el éxito en
ese empleo, ¿no es cierto? Así que utiliza esta oportunidad dorada para aclarar tantos
asuntos como sea posible. Algunos ejemplos son:
o "¿Puede mostrarme su organigrama? Porque estamos hablando de un trabajo de
supervisión en gestión de pedidos y me interesa ver cómo se estructura la relación
entre ventas y servicio al cliente". Otras preguntas que podrías hacer son:
"¿Quiénes son los gerentes de esos grupos? ¿Cuál es su interacción? ¿Cómo se
llevan?". Estas preguntas muestran que ya te estás identificando con las metas de
tu área potencial de empleo y tienes destreza suficiente como para pronosticar
fricciones entre ciertos grupos, y que lo más probable es que trabajes de manera
proactiva para resolverlas desde el principio de tu gestión.

o "Elroy, tú has trabajado durante un tiempo con esta organización. ¿Cómo


describirías la cultura? ¿Qué tipo de personas parecen tener éxito aquí?". Esta
pregunta demuestra que estás interesado en las percepciones y opiniones de tu
entrevistador, te sirve para obtener cierta información privilegiada sobre la
empresa y quizá te proporcione una lista de los rasgos o características personales
que están buscando en un nuevo empleado.

No tendrán gran cantidad de tiempo para hacer preguntas durante tu entrevista de


trabajo, así que debes lograr que cada una cuente. La Herramienta #8 del capítulo 10,
"Preparación de preguntas estupendas para tu entrevista", te da un método sistemático para
hacer preguntas inteligentes y útiles. Si utilizas este formato para prepararte más, podrás
fortalecer tu candidatura para el puesto, reunir datos a los que quizá no accederías de
cualquier otro modo y, tal vez, obtener mensajes sutiles del entrevistador que quizá ni
siquiera sepa que está transmitiendo (p. ej., la cantidad de candidatos adicionales que están
considerando y el grado de interés que tiene la empresa en contratarte). Por último, aunque
no menos importante, le das tiempo al entrevistador para charlar y debido a que la mayoría
de la gente prefiere hablar a escuchar, al final esto te redituará un beneficio.
¿Cómo se llega a Carnegie Hall?

Una niña que caminaba por una calle en Nueva York detiene a un sabio anciano y le
pregunta: "Perdone señor, ¿cómo se llega a Carnegie Hall?". El anciano piensa un segundo
y responde: "Practicando, practicando y practicando".
Existe un número determinado de veces en tu carrera en las que buscarás de manera
activa un empleo. Un proceso en el que participas muy de vez en cuando a lo largo de un
periodo de un par de décadas no es algo en lo que desarrollarás en automático mucho
dominio. Añade a esto el número relativamente bajo de entrevistas fiables que tendrás
durante cualquier búsqueda activa de empleo. Con lo que terminamos es con una tarea
bastante infrecuente e irregular en la que quieres tener el máximo desempeño. Esta es una
expectativa muy poco realista, a menos que tengas mucha práctica estructurada.
Algunos buscadores de empleo practican sus habilidades durante las primeras
entrevistas. Por desgracia, a menudo ocurre con las organizaciones con las que más desean
trabajar. Esto conduce a que los buscadores de empleo usen esas habilidades esenciales a
su menor nivel de eficiencia con sus objetivos más importantes de empleo. Esa es una mala
estrategia y una mala táctica.
Antes de siquiera entrar a tu primera entrevista real de trabajo, quiero que hayas
pasado un mínimo de cuatro a seis horas practicando tus habilidades de entrevista. Algunos
buscadores de empleo me han dicho que esto es excesivo. ¡Qué tontería! Tus habilidades de
entrevista deben estar a su máximo nivel desde el principio. El primer puesto para el que te
entrevistes durante esta campaña podría ser el mejor que encuentres durante toda tu
búsqueda de empleo. Quizás esto te parezca mucho muy afortunado, pero la buena suerte le
sucede a quien está bien preparado.

Práctica en solitario

La primera práctica de tus habilidades de entrevista deberías hacerla solo. Ocupa todo el
tiempo que necesites en las Herramientas #7 y #8 del Estuche de herramientas ("Preguntas
de uso frecuente en entrevistas" y "Preparación de preguntas estupendas para tu
entrevista"). Recopila una lista de preguntas que te serían más difíciles de responder. Con
esta lista enfrente, hazte cada una en voz alta. Sí, cada pregunta y, sí, en voz alta. Luego
respóndela en voz alta. ¿Cómo suena? ¿Dónde está la parte frágil? ¿Qué se puede mejorar?
¿La respuesta demuestra algo de tus características personales, de tus conocimientos y de tu
experiencia? Respóndela de nuevo, una y otra vez, hasta que suene sólida, creíble y
positiva.
Cuando sientas que tienes una buena respuesta, anota el número de la pregunta en un
cuaderno con espiral y junto a ella escribe unas cuantas palabras o frases que te recuerden
la respuesta. (Según el tiempo lo permita, a la larga resuelve las 107 preguntas.) No
escribas todo el texto de tu respuesta, ya que revisarás después estas notas y no quieres
arriesgarte a memorizar oraciones completas que te hagan sonar como grabadora. Resolver
toda la lista te llevará una buena cantidad de tiempo, así que empieza ahora. Sin embargo,
muchos buscadores de empleo quieren saltarse este paso, pero quiero enfatizar y que
comprendas claramente que conseguir un trabajo que te encante durante meses y años de tu
vida, bien vale la pena para que inviertas unas cuantas horas de esfuerzo en este momento.

Entrevistas de práctica

Para la segunda parte de tu programa de práctica de entrevistas, necesitarás de uno o dos


colaboradores. Este colaborador puede ser tu cónyuge, un buen amigo, un consejero, un
coach o alguien de tu grupo de apoyo para la búsqueda de empleo. Te sugiero que de
preferencia sea alguien que actualmente busque trabajo, porque pueden aprender uno del
otro.
Haz una copia de la Herramienta #9 "Preparación para tus entrevistas de práctica".
Resuelve los reactivos 1 a 7 y luego dáselos a tu entrevistador de práctica para agregar sus
preguntas al reactivo 8. Ahora ya tienes el guión para tu entrevista de práctica.
Una manera en que puedes mejorar en forma rápida y espectacular tus habilidades para
la entrevista consiste en videograbar estas prácticas y revisarlas después con tu
entrevistador. De nuevo, esto es algo a lo que se resiste la mayoría de quienes buscan
empleo. A menos que sea frecuente que te confundan con Angelina Jolie o George Clooney,
no te sentirás feliz con cómo te ves en la videograbación. (Te apuesto que incluso Angie y
George encuentran defectos en su apariencia.) ¡Supéralo! Lo que buscamos, entre otras
cosas, es qué le transmites al entrevistador, cómo manejas las preguntas, cómo lidias con la
transición de responder preguntas a hacerlas, y tu presentación personal en general.
Las cámaras de video de la actualidad son fáciles de utilizar; si no tienes una, pídela
prestada a un amigo. La inmensa mayoría de los teléfonos modernos poseen esta capacidad,
pero conecta el teléfono a tu televisor para que obtengas todo el beneficio de la
reproducción. Coloca la cámara en un librero o mesa, para que se enfoque solo en ti, el
buscador de empleo. Esto no es un programa televisivo de investigación periodística ni nos
importa cuál es la impresión que da el entrevistador. Él debería ser alguien quien entienda
que, aunque esto implica un poco de diversión, es una práctica importante y un asunto serio.
(Esa es otra buena razón para reclutar la colaboración de otra persona que esté buscando
empleo.) Una vez colocada la cámara y que verifiques su funcionamiento, enciéndela,
vuelve a ingresar a la habitación como lo harías en una entrevista y, mientras tu compañero
utiliza el guión que le diste, actúa tu entrevista durante unos 50 a 60 minutos. Si cometes un
error o dices algo equivocado, no inicies desde el principio. Aprender a reponerte de un
tropiezo es parte valiosa del proceso.
Tras practicar la entrevista, no revises la grabación tú solo; serías demasiado crítico
contigo mismo. Hazlo con alguien más, de preferencia tu colaborador en la entrevista, quien
puede decirte cómo fue la situación en ese momento. Con la Herramienta #10: "Evaluación
de tu entrevista de práctica", evalúate como lo harías con otra persona. Sé tan racional y
objetivo como puedas. La idea no es que te flageles ni te des en automático una palmadita
en la espalda. Tu meta es obtener retroalimentación que te sea útil para mejorar tu siguiente
entrevista. Incorpora esta información a tu próxima práctica de entrevista y sigue con este
proceso hasta afinar el último detalle de tus habilidades para ello.
En la Herramienta #10, notarás unas cuantas preguntas sobre cómo descubrir
objeciones y utilizar un cierre sólido. Estas son técnicas profesionales de ventas que han
refinado generaciones de vendedores exitosos. Si se entienden y usan como es adecuado, te
ayudarán a diferenciarte de otros entrevistados buenos y distinguirte como uno realmente
estupendo. Estas técnicas merecen atención importante y su propio espacio, así que
dedicaremos todo el capítulo 7 a lograr que pases de la lista de candidatos
preseleccionados a cerrar el trato y obtener la oferta de empleo. Pero antes de siquiera
pensar en cerrar la entrevista, necesitas atender un recurso invaluable de la misma que, sin
embargo, a menudo se pasa por alto: tus referencias laborales. Este es otro paso en el que
mi conocimiento, y tu tiempo y energía dedicados a la preparación, te ayudarán a superar a
tus competidores y te llevarán de ser un buen candidato al trabajo a convertirte en la
persona idónea, sin la que tu empleador potencial no puede vivir.
QUE NO TE QUEDE LA MENOR DUDA; BUSCAR EMPLEO ES UNA
ACTIVIDAD COMPETITIVA. Si cuentas con una herramienta a tu disposición que
mejore las probabilidades de obtener un resultado positivo, tendrías que estar loco o ser un
tonto si no la aprovecharas al máximo. El as del que estoy hablando y tienes bajo la manga,
es tu conjunto de referencias laborales.
Estas son una herramienta esencial para la búsqueda de empleo, y es frecuente que los
buscadores la pasen por alto. Ciertos candidatos le pedirán a uno que otro supervisor que
sirvan como referencia con la esperanza de que digan algo positivo acerca de ellos cuando
llegue el momento. Otros buscadores de empleo esperan hasta que les pidan una lista de
referencias al final de la entrevista, antes de analizar el asunto en detalle podemos decir
que ambos enfoques están del todo errados porque:

1. A pesar de las mejores intenciones de la persona, nunca sabes qué va a decir de


ti a menos que, como mínimo, lo hayas discutido con anterioridad.

2. El momento de preparar tus referencias es ahora —antes de empezar a acudir a


las entrevistas— cuando todavía tienes tiempo y claridad mental para pensar en
quién puede ayudarte más en este papel esencial, así como la mejor manera en que
puedan hacerlo.
¿Qué caso tiene?

La mejor razón para invertir tiempo y energía en preparar un maravilloso conjunto de


referencias es que, la mayoría de las veces, solo se hará uso de las mismas si eres un
auténtico finalista para la vacante. Para llegar hasta este punto del proceso, habrás
trabajado como loco y es más que posible estar a un paso del éxito. En ocasiones, se
verificarán las referencias de un par de finalistas, pero he escuchado con mayor frecuencia
por parte de los empleadores cosas como, "Si sus referencias resultan fidedignas,
hagámosle una oferta". Este es el punto cuando, como reza el dicho, "del plato a la boca se
cae la sopa".
No todos los reclutadores te pedirán referencias, pero lo harán con mayor frecuencia
mientras asciendas a puestos de mayor responsabilidad en tu trayectoria profesional. He
visto cálculos en cuanto a que las referencias no se verifican entre 25 y 50% de las veces.
Existen distintas razones para cifras tan bajas. Una es la percepción de que los
empleadores anteriores dudan decir una cosa negativa que derive en una demanda civil de
un empleado anterior. Otra es que algunos empleadores pasados sienten desconfianza de
que, sin darse cuenta, omitan algún tipo de información que resulte en una demanda civil
del nuevo empleador. Una de las razones que he observado con cierta frecuencia es que
algunos entrevistadores prefieren confiar en sus propios instintos, más que en los datos que
proporcione algún desconocido. Aunque todo esto pueda resultar de lo más interesante, no
debería tener efecto sobre ti, el buscador de empleo competente.
El hecho de que algunos entrevistadores no verifiquen tus referencias, es solo una
prueba más de que tienes más educación respecto al proceso de contratación que muchos de
ellos. El hecho de que algunos seleccionadores verifiquen tus referencias significa que
debes tenerlas preparadas para todas tus entrevistas.

Los dos elementos esenciales de la cronología

Hazlo ahora. Este es el momento en que debes empezar a preparar tus referencias. Aunque
no estés seguro de cuándo va a iniciar tu siguiente búsqueda de empleo, empieza por
preparar tus referencias ahora mismo. Debes pensar en las referencias laborales como la
valiosísima herramienta que son. Necesitas sacarlas e inspeccionarlas de vez en cuando,
para asegurarte de que estén en perfecto orden para el momento en que vuelvas a
requerirlas. Si necesitan pulirse o actualizarse, ahora es el momento de hacerlo. Y si estás
buscando empleo en este momento, no tienes un solo minuto que perder.
Necesitas empezar a preparar tu lista de referencias ahora, de antemano, antes de que
te sean solicitadas. A menos que seas campeón de Jeopardy!, es casi seguro que no estarás
en tu mejor momento, cuando intentes con desesperación recuperar datos importantes de tu
cabeza, bajo circunstancias de extrema tensión. Prepararlas de manera adecuada lleva
cierto tiempo y una vez que te las pidan, el reloj empieza a marchar. Necesitas tiempo para
pensar a quién quieres de referencia. Es posible que tengas que localizar a la persona si la
conociste hace uno o dos trabajos. Después necesitas tiempo para ponerte en contacto con
ella, para que te devuelvan la llamada por teléfono o te envíen un correo electrónico de
regreso y, por último, necesitas tiempo para citarte con ella, de preferencia, cara a cara.
Ah, y multiplica esa cantidad de tiempo por el número de referencias que necesitas
preparar. Te sugiero tener un mínimo de cuatro. Dada esta realidad, no empieces ahora
mismo; empieza ayer.
Existe una segunda y muy importante razón por la que deberías empezar a preparar tus
referencias muy al principio de tu búsqueda de empleo. A menos que seas masoquista,
usarás como referencia a quienes tengan cosas buenas que decir acerca de ti. Y debido a
que estas personas ya piensan bien de ti (y pronto les recordarás con exactitud qué tan
bien), ¿por qué no pedirles ayuda cuando inicies tu búsqueda de empleo? Estas personas
forman una parte única de tu red de contactos. Aprovecha sus conocimientos de la manera
en que harías con cualquier otro contacto en tu red. Pregúntales qué fuentes de vacantes
publicadas conocen; de qué recursos en línea o sitios web profesionales saben. ¿Conocen o
tienen acceso a alguna biblioteca de referencias buena? ¿Tienen contactos en recursos
humanos o pueden recomendarte sin rodeos a un reclutador de empleos? ¿Tienen
conocimiento de posibilidades laborales potenciales o saben de algún otro recurso creativo
para buscar empleo? ¿Te pueden poner en contacto con otras personas para ayudarte a
expandir tu red de contactos? Y, por supuesto, ¿estarían dispuestos a que alguien se
comunique con ellos para recomendarte?
¿Todos los gerentes de contratación profesionales y concienzudos deberían verificar
las referencias? Por supuesto. ¿Todos los candidatos profesionales y razonables deberían
contar con un conjunto de referencias muy bien preparado? Desde luego. Si tu entrevistador
no te pide una lista de referencias, ¿deberías ofrecérsela? Por supuesto que no. Vuelve a
echar una mirada rápida a la figura 3.1 en el capítulo 3. Es solo para recordarte que
verificar referencias es apenas un paso más entre la oferta de empleo y tú. Solo porque
tienes un conjunto fabuloso de referencias ya preparado y listo para su entrega, no significa
que debas utilizarlo. La respuesta a la pregunta, ¿Cuándo entrego mi lista de referencias?
es: solo cuando exista un poderoso deseo mutuo para avanzar y cuando te la pidan.
Si no vas a tratar de obtener el puesto en cuestión de forma activa, no ofrezcas tus
referencias. ¿Por qué molestar a estas personas dispuestas a hacer un esfuerzo especial por
ti, si en realidad no necesitas su ayuda? Tus referencias son recursos valiosos, de modo que
tenlas en reserva para cuando en verdad las necesites. Y, en cuanto al punto final, si una
organización quiere contratarte sin hacer que tú y tus referencias, tengan que atravesar por
otra etapa en este largo y tedioso proceso, así sea. Por el amor de Dios, no les recuerdes
que existe otro obstáculo potencial que debes superar; ese es problema de ellos, no tuyo.

Elige tus referencias con sabiduría

Las personas que utilices como referencias dependerán, hasta cierto grado, del tipo de
trabajo que estás buscando. La referencia que con más frecuencia se pide es la de tu jefe
más reciente. Si estás empleado en este momento y tu superior jerárquico no sabe que estás
a punto de renunciar, esto representa cierto problema. Mi recomendación es que ofrezcas
los datos de tu jefe previo. Si el entrevistador de todos modos quiere hablar con tu jefe
actual, recuerda que el doctor Paul Powers ya te indicó que no estás bajo la obligación de
cometer suicidio profesional, pero sí hay maneras de sortear este problema.
Tal vez pertenezcas a esa minoría afortunada cuyo jefe quiere que triunfe en su
trayectoria profesional y se da cuenta de que, en ocasiones, para que ello suceda, la gente
necesita seguir su camino. Si puedes confiar en que tu jefe no te castigará por buscar un
nuevo empleo, lo sabrás justo al momento de leer estas palabras. En realidad eres una
persona afortunada. Habla con sinceridad con tu jefe y prepáralo como harías con cualquier
otra referencia. Si no estás del todo seguro de esto, no te arriesgues. Dile a tu entrevistador
que con todo gusto le darás la lista de tus referencias, incluyendo una de tu jefe actual, con
el entendido de que las referencias provenientes de tu organización actual se verificarán
solo después de que tengas una oferta por escrito en la mano, una fecha de inicio ya
acordada y la oportunidad de darle aviso adecuado de tu renuncia a tu empleador actual. Si
tu empleador potencial no está dispuesto a tratarte de manera profesional y respetuosa, ni
valora tu deseo de proseguir con tu trayectoria profesional de manera educada y civilizada
evitando dejar plantado a tu empleador presente, ¿qué crees que eso te indique? Por las
evidencias, quizá no sea un lugar tan bueno donde trabajar. Después de todo el esfuerzo que
invertiste para encontrar a este empleador en particular, es una verdadera lástima enterarte
de algo así, pero más vale saberlo antes que después.
Deberías tener a dos (y de preferencia a tres) jefes anteriores preparados para servirte
de referencia. Si has supervisado o administrado a otras personas, también habrías de
incluir un par de subordinados clave en tu lista de referencias. Si tienes o tuviste la
responsabilidad de gestionar relaciones fuera de la organización que te empleó (p. ej.,
vendedores, proveedores, contratistas, consultores y voluntarios), también deberías incluir
algunos de ellos. No utilices a personas como algún religioso de la fe que profesas, tu
contador, tu mejor amigo o tu vecino. Estas son referencias personales, más adecuadas para
alguna solicitud de tarjeta de crédito, renta de inmueble o hipoteca.

Preparación de tus referencias

Ya decidiste a quién deberías utilizar como referencia: a personas elocuentes, positivas y


útiles que hablen bien de tus conocimientos, experiencia, hábitos de trabajo y habilidades
interpersonales. Una vez que hayas elaborado tu lista de referencias potenciales, empieza a
hablarles.
El propósito de esta llamada es renovar tu amistad (plática superficial acerca de
personas que conocen ambos, noticias de familia y demás), para informarles de tu búsqueda
de empleo y pedirles que se reúnan, a fin de discutir tu referencia. Punto. La razón de
llamarle no es para preparar a tu contacto. ¿Puedes hacerlo por teléfono? Claro, si reunirte
en persona está fuera de toda posibilidad. Pero citarte cara a cara es la mejor manera de
certificar la información más positiva posible. Tu trabajo es tener referencias excelentes —
no simplemente buenas— y la manera de hacerlo es preparándote más que tus
competidores. Claro que si esta persona se encuentra al otro lado del país o de viaje, no
será posible. Pero tampoco te conformes con el método perezoso si tus referencias son
locales.
Cuando se reúnan para tomar café o a desayunar o comer, lleva una copia del "Formato
de datos para las referencias laborales" (la Herramienta #12 del capítulo 10). Pregúntale a
tu referencia si tiene ideas o consejos relacionados con tu búsqueda de trabajo y pide que te
los comente. (A todo el mundo le gusta que le pidan consejo.) Después, haz la pregunta,
"Entonces, Laura, ¿estarías dispuesta a ser una de mis referencias?", o algo por el estilo.
Pero haz la pregunta de manera directa; si la persona tiene alguna reserva, es mejor que lo
sepas desde este momento.
Empieza a llenar el formulario mientras estás hablando y asegúrate de averiguar si
tiene preferencias con respecto a la manera en que pueden ponerse en contacto con ella; en
la casa, en el trabajo, por celular, línea particular, correo electrónico y demás. Refréscale
la memoria en cuanto al tiempo que tienen de conocerse, bajo qué cargos y qué
organizaciones. En las páginas 115 y 116 encontrarás una lista de muchas preguntas que he
escuchado que se le plantean a las referencias a lo largo de los últimos 30 años. Elige las
que creas más apropiadas para el puesto que buscas y discútelas con tu referencia. La razón
de esto consiste en expandir los datos con que cuenta para que vaya más allá de los
comentarios genéricos de es muy bueno o es fabulosa, que no te servirán de gran cosa.
Quieres que tu referencia recuerde puntos específicos: todas las cosas maravillosas que
hicieron juntas; todos los éxitos que tuviste; la manera en que lidiaste con los obstáculos; y,
sí, lo fantástico que eres como persona. Por supuesto, esto querrá decir que ya habrás
pasado cierto tiempo recordando tales episodios tú mismo. Asegúrate de discutir fortalezas
y debilidades, además prepárate para sugerir datos con los que te sientas cómodo.
Otra pregunta que casi con toda seguridad se le planteará a tu referencia es la razón
por la que te fuiste del trabajo en cuestión. Pregúntale a quién más podría recomendar como
referencia, si el entrevistador le pide el nombre de otra persona con quien hablar. Para
evitar que este proceso se extienda demasiado, es buena idea tener a dos personas
preparadas para sugerirse una a otra. Sigue tomando notas durante esta conversación para
más adelante recordar quién va a decir qué. Una vez que termine la reunión, recuerda darle
las gracias a tu referencia e indícale que tratarás de informarle que harán contacto con él o
ella, antes de que suceda. Esta es una cortesía evidente, pero también te da un margen para
perfeccionar la información que ofrecerá tu referencia con tus conocimientos acerca del
entrevistador, la empresa y el trabajo específico.
Cuando regreses a casa o a la oficina, de inmediato envía una pequeña nota
agradeciéndole sus consejos, apoyo y disposición para actuar como contacto. Incluye una
copia de tu currículum actualizado y una copia del "Formato de datos para las referencias
laborales" ya completa. Esto le dará a tu contacto datos más que suficientes a la mano
cuando se comuniquen con ella y que ayudará a reforzar el mensaje de ti como un
profesional organizado, agradecido y considerado. Ahora, puedes añadir el nombre e
información de contacto de la persona a tu lista de referencias. (Ve la Herramienta #13:
"Muestra de hoja para el listado de referencias laborales" en el capítulo 10.)

Preguntas típicas para referencias

o ¿Cuánto tiempo lo/la ha conocido y en qué contexto?

o ¿Cuánto ganaba?

o ¿Cómo describiría su personalidad?

o ¿Cuáles son sus fortalezas y debilidades? ¿Me puede describir una situación en
que las haya observado?

o ¿Cuál es la calidad de su trabajo?

o ¿Cuáles son sus hábitos de trabajo?

o ¿Por qué se fue de la empresa?

o ¿Usted lo/la volvería a contratar si pudiera?

o ¿Necesitaba mucha supervisión? ¿Qué tan independiente es?

o ¿Cuánta responsabilidad tenía?

o ¿Sabe usted si alguna vez se le ha despedido?

o ¿Qué me dirían de él/ella sus compañeros de trabajo y subordinados?

o ¿Puede darme algún ejemplo de alguna ocasión en que aprendió algo de algún
error que cometió?

o ¿Cómo maneja el conflicto?

o ¿Qué lo/la frustra?

o ¿Cómo maneja la presión y las fechas límite?

o ¿Qué pudo hacer para mejorar su desempeño?

o ¿Cree que este empleo corresponda con sus planes profesionales a largo plazo?
¿Por qué sí o por qué no?

o ¿Cuál sería el puesto ideal para él/ella?


o ¿Qué lo/la motiva?

o ¿Qué lo/la desmotiva?

o Dado el alcance de su trabajo, ¿qué grado de coincidencia considera que existe


aquí?

o ¿Se le ocurre algo más que me pudiera dar una mejor imagen de quién es?

o ¿Me puede proporcionar el nombre de alguien más con quien pudiera hablar
respecto a él/ella?

Cómo evitar problemas con las referencias

Como en el caso de cualquier otra cosa relacionada con la búsqueda de empleo, estos son
algunos de los problemas potenciales con que podrías toparte durante el proceso de las
referencias. No te preocupes, siempre hay maneras al lidiar con todas ellos. Lo importante
es no entrar en pánico —mantente sereno— y tratar de sortearlos.

La política de no referencias

Algunas organizaciones tienen una política de "no referencias". Es posible que solo estén
dispuestas a proporcionar fechas de empleo, el puesto ocupado y el salario que ganabas. Si
te topas con esto, puedes preguntarle a tu contacto si estaría dispuesto a darte una
referencia personal. (Si no quiere hacerlo, no lo hará. No puedes hacer nada. Simplemente
busca a alguien más.) De todos modos, debido a que les estás pidiendo el favor a personas
que ya piensan bien de ti, la mayoría de ellas estará dispuesta a hacerlo. Asegúrate de
volver a verificar cuáles son sus preferencias en cuanto al lugar y método con que desean
se comuniquen con ellas.
Es pertinente que le informes a tu entrevistador que este empleador particular tiene una
política de "no referencias" y le has pedido una referencia personal. La mayoría de los
gerentes contratantes se han topado con esto antes y saben cómo manejarse con cautela en
esta área, ya que si insisten con demasiada brusquedad, obtendrán poca o ninguna
información.

La referencia negativa

Existen dos tipos de referencia negativa. Una se refiere al maldito traicionero al que
preparaste, que te indicó que diría cosas fantásticas acerca de ti y después te destroza a tus
espaldas. Si te tomaste el tiempo para preparar a tus contactos, es poco probable que esto
te suceda porque, por lo general, puedes ver en sus ojos si son francos contigo. Esto ilustra
el punto de que aunque lo hayas preparado, es posible que de todos modos no quieras
usarlo. Dependerá de ti determinar si, de hecho, la persona te servirá como buena
referencia. Pero habrá la situación ocasional en que alguien te tome el pelo. Solo te
enterarás de esto si el entrevistador comparte tal información contigo. Desde luego, nunca
más utilizarás a esa persona como referencia, pero por el momento necesitas dar algún tipo
de respuesta.
Sugiero expreses tu genuina sorpresa y te comportes a la altura de tus principios.
Podrías decir algo como, "Espero que el hecho de que esta persona haya podido decirme
cosas fabulosas a la cara, para después decir cosas negativas a mis espaldas diga más
acerca de él/ella que de mí. En todo caso, con gusto le puedo dar la información de
contacto de otra persona que comente acerca de mi desempeño en ese empleo para que
usted tenga otro punto de vista". Y después, ofrece el nombre de alguien más. (Esta es otra
razón por la que debes tener suficientes referencias listas.) Se vuelve una situación de
control de daños, pero es lo mejor que puedes hacer. Olvídate de ese perdedor; la vida y el
karma tienen muchas maneras de equilibrar la balanza de la justicia. Recuerda, el tiempo no
solo sana toda herida, también hiere a todos los sanos.
El otro tipo de referencia negativa es alguien (como un jefe anterior) que tal vez no sea
uno de tus más fieles admiradores, cuyo nombre desde luego no proporcionaste, pero es
bien conocido y con quien quizá se comuniquen hayas dado su nombre o no. Incluso existe
la posibilidad de que te haya corrido. Aun si este es el caso, quiero que hagas el esfuerzo
de prepararlo como referencia. Es posible que el tiempo haya cambiado su opinión
respecto a ti. Por lo menos, pídele que dé una imagen equilibrada de tus contribuciones en
caso de que se comuniquen con él. Obvio, no ofrezcas a esta persona como referencia de
primera instancia, si puedes evítalo; si te ves obligado a hacerlo, siempre emparéjalo con
otra referencia con conocimiento de la situación y que pueda ofrecer un punto de vista más
positivo.

Desaparecido en combate

"No puedo encontrar a mi jefe anterior", "No me acuerdo del nombre del vicepresidente",
"Trabajé ahí hace más de cinco años, ¿a quién podría interesarle ahora?", "A esa compañía
la han comprado y vendido dos veces desde que trabajé ahí; no queda nadie que pudiera
recordarme". Oigo esto con gran frecuencia. Trato de prestar mi apoyo pero, en realidad, lo
único que me gustaría decir es, "Jamás debiste haber perdido esa referencia en primer
lugar. Lo único que has logrado es hacerte las cosas más difíciles. ¡Ahora, ponte a trabajar
y encuéntralos!".
Estas son tus referencias, invertiste mucho tiempo y esfuerzo para tenerlas y te las has
ganado. Son un recurso invaluable para las entrevistas y en este momento, no tengo tiempo
para regañarte por no haberlas conservado como debiste hacerlo. Tienes que poner manos a
la obra para encontrarlas lo antes posible. Utiliza tus demás contactos, colegas anteriores,
libretas de teléfono, viejos directorios giratorios, asociaciones profesionales, grupos
gremiales, organizaciones de exalumnos y, por supuesto, la web y tus sitios de redes
sociales. Una vez que hayas reconfigurado tu lista, jamás permitas que se vuelva obsoleta
otra vez. Piensa en buenas excusas (Navidad, cumpleaños, Día Internacional del Adulto
Mayor) para mantenerte en contacto. Necesitarás tus referencias laborales siempre que
sigas vigente en el mundo del trabajo, de modo que concédeles el tiempo y energía que
merecen.

Cierra el círculo

Ya preparaste una lista sólida de referencias, se la ofreciste al entrevistador (pero solo


cuando te la solicitó), las alertaste en cuanto a la persona que quizá se ponga en contacto y
les has dicho un poco acerca de por qué eres perfecto para ese trabajo. Es posible que el
total de tus entrevistas y tus referencias laborales te consigan el trabajo que quieres. O que
la vacante quede cancelada o tal vez te asciendan en tu empresa o quizá contraten a alguien
de fuera o que empiecen a buscar a alguien más. O, o, o. Más allá de lo que suceda, es
momento de que vuelvas a escribirles a tus referencias para agradecerles que se tomaran el
tiempo para hablar con el entrevistador. Esto no es solo cuestión de mínima educación,
también mantiene a tu equipo de apoyo involucrado, informado y motivado para seguir
ayudándote.

Tres asuntos finales

Tengo tres consejos más que darte en cuanto a tus referencias laborales.
Cartas de recomendación

En la era previa al teléfono, el fax y el correo electrónico, las cartas de recomendación


eran algo que se utilizaba con frecuencia. No es el caso hoy día. En nuestra sociedad cada
vez más litigiosa, nadie quiere decir nada negativo en papel respecto a otra persona, de
modo que cualquier carta existente es del todo positiva y, por lo general, se descuenta como
poco pertinente. Todavía podrás ver anuncios de empleo en el campo de la educación o
algunas revistas científicas que las pidan, y aquellas personas que buscan empleo por
primera vez todavía las usan. Pero para cualquier puesto que no sea un trabajo básico, tu
entrevistador querrá hablar con seres humanos de carne y hueso.
Como en el caso de la mayoría de las reglas, esta tiene excepciones. Si una de tus
referencias no va a estar disponible durante la mayor parte de tu búsqueda de empleo
(digamos, porque esté en la Estación Espacial Internacional o viajando en canoa por el
Congo), entonces es posible que desees que te dé una carta de recomendación; de lo
contrario, no te molestes en solicitarla.

Autorizaciones de seguridad

Si te están entrevistando para algún trabajo gubernamental sensible, para un contratista de


fuerzas armadas o para un puesto en el departamento de seguridad interna del país, lo más
seguro es que te examinarán para darte alguna autorización de seguridad. Mientras tus
referencias laborales se enfocan en tu desempeño en el trabajo, una investigación para
autorización de seguridad incluye muchas otras cosas, como tomar tus huellas digitales,
examinar registros en tribunales o agencias policiales, verificar todas tus direcciones
anteriores y los sitios del extranjero a donde hayas viajado; hablar con vecinos actuales y
pasados y, en términos generales, elaborar un archivo completo acerca de dónde has estado
y qué has hecho durante la totalidad del curso de tu vida.
Si ese es el tipo de empleo que deseas, necesitas acostumbrarte a este proceso. A mí la
idea de que personas atemorizantes armadas con pistolas gigantes les hagan preguntas de mi
persona, a mis vecinos se me hace algo genial; crea justo el tipo de mística que me interesa
tener. Pero si quieres mantener un perfil discreto con el gobierno (como si de todos modos
no supieran todo), es posible que los empleos en este campo no sean para ti.
Investigaciones de crédito

Parecería que nos estamos alejando mucho de lo que se relaciona con las referencias
laborales, pero no es así. Muchas organizaciones que buscan contratar a un ejecutivo
gerencial, llevarán a cabo investigaciones de crédito, además de verificar referencias
laborales, para averiguar cómo es que la persona maneja sus propios asuntos financieros.
En ciertos países puedes verificar tu historial crediticio de manera gratuita, una vez al año,
con las principales agencias de crédito.1 Incluso si este no es el caso en el lugar en que
vives, la prudencia fiscal en esta era de robo de identidad, sugiere que lo deberías hacer de
todos modos.

O O O

Sé que el presente capítulo ha detallado un régimen de preparación de referencias bastante


más completo al que quizás estés acostumbrado. Que implica una enorme cantidad de
trabajo; pero también sé que te ayudará a estar muy por encima del nivel de tus
competidores. No te engañes: afuera hay otros buscadores de empleo compitiendo contigo
por el trabajo que deseas y sus referencias son más sólidas que el Arco del Triunfo. La
pregunta que te hago es: ¿quieres este trabajo suficiente como para hacer lo que sea
necesario para obtenerlo? Si es así, llevas andada la mitad del camino —con las manos
colmadas de buenas referencias— a un trabajo que puedas amar.
La cuestión de las referencias laborales solo saldrá a la luz tras haber expresado
cierto interés, por lo general hacia el final de la entrevista. Es importante no dejar que esta
finalice en este tenor tentativo de "veamos qué tienen que decir sus referencias". Los
vendedores exitosos —aquellos que se ganan la vida de maravilla vendiéndoles bienes o
servicios a otras personas— saben que la manera para concluir una junta, una llamada de
ventas o una entrevista de empleo tiene un efecto poderoso sobre el resultado final. En el
capítulo 7 aprenderás cómo las técnicas de los vendedores exitosos pueden ayudarte a
llevar tu búsqueda de empleo a una conclusión espectacular.
ESPERAR Y ANHELAR NO SON LAS HABILIDADES PARA LA BÚSQUEDA DE
EMPLEO QUE QUIERO QUE MEJORES. Apuesto que ya eres bastante bueno en esas
áreas. La búsqueda profesional de empleo requiere muchas habilidades: de autoevaluación,
investigación, organizacionales, telefónicas, administrativas, mercadotécnicas, de
comunicación, seguimiento y presentación personal. He conocido a muchos tenaces
buscadores de empleo que necesitan mejorías en cada una de estas áreas. Pero, como tú, la
mayoría de ellos son bastante eficientes para esperar y anhelar que algo benigno suceda.
Para lograr que pasen de eficaces a excelentes en la búsqueda de trabajo, a menudo les
pido que hagan a un lado su pericia para anhelar y esperar a cambio de mejorar todas las
demás, para lograr un verdadero impulso.
En un capítulo anterior mencioné que si te encuentras buscando empleo, necesitas darte
cuenta de que ahora estás en la posición de un vendedor. Sin embargo, la mayoría de
personas en el mundo laboral no son vendedores hábiles. Con un demonio, algunos
individuos que trabajan en ventas ni siquiera tienen habilidades como vendedores. La
probabilidad estadística indica que no lo eres. Es frecuente que esta realidad provoque un
ataque de pánico entre los buscadores de empleo. Pero no te preocupes: un buen
negociador se crea, no nace. Además, es probable que no tengas malos hábitos de venta que
debas desaprender. Si eres un vendedor, no necesito recordarte que algunos de tus colegas
no son muy buenos en eso. (Esta es una de las razones por las cuales se tiene tan baja
estima hacia ellos.) Incluso si te encuentras entre el 1% más alto de supervendedores, este
capítulo te ayudará a incorporar tus habilidades superiores de venta en estupendas
entrevistas de trabajo que generen más ofertas de empleo. En este capítulo explicaré la
manera en que una persona común y corriente en busca de empleo puede usar los secretos
del supervendedor, para convertir un mayor porcentaje de esas entrevistas, obtenidas con
tanto esfuerzo, en ofertas fidedignas de empleo. Tú puedes lograrlo, así que presta atención.
Mitos de ventas

Hay muchas ideas equivocadas acerca de las ventas profesionales. Una de ellas asume que
la venta es una lucha de voluntades en la que el vendedor habla y habla hasta agotar al
comprador resistente y, al final, ambos se derrumban extenuados sobre el trato que
alcanzaron. Nada más lejano de la verdad. Cualquier venta profesional de bienes o
servicios debería ser un encuentro de dos mentes, una reunión en que el vendedor se entera
de las necesidades y deseos del comprador, mientras el comprador se informa de la manera
en que el producto o servicio que le ofrece aquél, puede ayudarle a cubrir sus necesidades
o deseos. Si el vendedor no escucha activamente las necesidades del comprador potencial,
no venderá nada. Tampoco lo hará si se dedica a la prédica ("Mi producto es maravilloso")
en vez de la enseñanza ("Esta es la razón por la que es fabuloso"). Estos dos elementos
refuerzan por qué una entrevista eficaz de trabajo debe ser un intercambio de ideas y no un
infomercial unidireccional.
Otro mito de las ventas es que solo hay un tipo exitoso de personalidad para esta
labor. La imagen estereotípica del vendedor sobresaliente es un individuo extravertido que
viste muy bien y habla muy rápido. Aunque ciertos tipos de personalidad tienen más
facilidad para aprender las técnicas profesionales de ventas, muchos son muy buenos
vendedores introvertidos discretos e informales. (Aquí vienen a mi mente Warren Buffet, el
notable inversionista, y Bill Gates, quien construyó la empresa de software más grande del
mundo.) Pero sin importar tu tipo de personalidad, puedes aprender y usar con facilidad las
supertécnicas de ventas y obtener gran beneficio de ellas.
El último mito de ventas que trataré aquí es cómo algunas cosas se venden por sí
mismas. Todo producto o servicio debe describirse en forma plena y atractiva al
comprador potencial, de modo que demuestre cómo satisface sus necesidades y deseos. No
podrías vender barras de chocolate cubiertas de oro en 10 centavos, a menos que sepas
encajar sus características deseables en las necesidades y deseos del cliente, y luego (por
favor, que suene un redoble de tambor) cómo ayudar a tu comprador a superar cualquier
objeción que pueda tener, ya sea lógica o ilógica, para que cierren el trato.

¿Qué es un cierre?

En la terminología de la capacitación profesional de ventas, el "cierre" es cuando te


esfuerzas por sacar a relucir cualquier objeción o reserva de tu cliente potencial y le
ayudas a comunicar la decisión que ha tomado durante tu presentación. Nota que dije
ayudar al cliente potencial, no dije intimidar, dominar o aporrear. Un comprador potencial
inteligente (y debes suponer que eso es tu entrevistador) se resistirá a cualquier esfuerzo de
tu parte por manipularlo o abrumarlo, aunque ya haya tomado una decisión de compra
potencial a tu favor. A nadie le gusta que lo manipulen ni que lo abrumen.
Existen ocasiones en que se puede intimidar o hipnotizar a algunos compradores para
firmar en la línea punteada o aceptar la compra, pero conseguir que lleguen hasta el final
(es decir, que hagan el pedido o reciban la entrega) será casi imposible. Es probable que
solo accedan a ti para lograr que te vayas de su oficina.
Un cierre es exitoso si el comprador responde de inmediato y dice: "Sí, me encanta lo
que vendes; ¿cuándo me lo pueden enviar?". Es interesante señalar que también lo es si
logra encontrar una objeción del comprador acerca de la venta. Solo hasta que descubre las
objeciones potenciales, el vendedor puede adaptar su presentación para explicar a plenitud
la manera en que su producto o servicio puede cubrir, necesidades y deseos del cliente
potencial. Si existen objeciones, pero se mantienen ocultas, no descubiertas o no
expresadas, es imposible eliminarlas; la venta no ocurrirá y, aún peor, el vendedor nunca
sabrá la razón.

¿Estás diciendo que quiero que haya objeciones?


En una palabra: sí. Tu entrevista de trabajo es una sesión de ventas en la que comunicas tus
conocimientos, habilidades, experiencia y cualidades personales en un esfuerzo por
demostrar que cubres e incluso esperas superar necesidades y deseos del comprador
potencial. En tu investigación previa a la entrevista y al hacer preguntas reveladoras para
tal efecto, descubriste estas necesidades (las especificaciones del puesto). Por medio de tus
preguntas, has presentado en forma sucinta, pero completa, las razones por las que puedes
hacer el trabajo en cuestión. Ahora necesitas ayudar a tu cliente potencial a expresar la
decisión que ha tomado.
Cierre preliminar

El cierre preliminar implica emitir una pregunta para perfilar una idea de qué tan listo está
tu comprador para tomar una decisión. Después de que has respondido una pregunta sobre
algún aspecto de tus antecedentes en estrecha relación con el empleo para el que te
entrevistan, un cierre preliminar eficaz podría ser: "doctora Waggle, estoy encantado de que
me haya preguntado sobre mi experiencia con el entrenamiento de perros. Mientras pensaba
en esta entrevista, esperaba que estuviera de acuerdo en que sería de gran beneficio para
alguien que trabaje en su clínica veterinaria". Nota que esta es una de esas "preguntas que
no son pregunta". No la estás forzando a responder, pero si lo hace, existen tres resultados
potenciales:

1. La doctora Waggle concuerda contigo y te dice que está lista para contratarte. Esa es
la mejor noticia. Puedes dejar de vender y empezar a resolver los detalles.
2. Concuerda contigo y te hace otra pregunta. Esta también es una buena noticia,
porque ha coincidido con uno de tus factores de venta y ahora procede a descubrir más.
3. No concuerda contigo. Sin embargo, tu manera de manejar esta discrepancia —esta
objeción— sigue teniendo el potencial de proporcionarte una oportunidad de venta.

Veamos otro ejemplo de un cierre preliminar. Se acerca el final de tu entrevista. Te han


hecho muchas preguntas y tú también has preguntado un par de cosas interesantes. Intenta
algo como esto: "Señor Adler, veo que estamos a punto de terminar. Me gustó conocer más
acerca de AdVentures y creo que podría tener éxito trabajando aquí. [Pausa un momento
para observar la retroalimentación no verbal]. ¿Qué otras preguntas o dudas me faltó
responder?"
Observa algunas cosas integradas en este cierre preliminar. Has demostrado la
cortesía adecuada, lo cual siempre es buena idea (y no le llamo "cortesía habitual", porque
no es tan habitual en la actualidad). Expresaste un fuerte interés en el empleo y has dado tu
evaluación positiva en cuanto a la adecuación entre tus antecedentes y las necesidades del
mismo. No estás culpando al señor Adler por haber omitido suficientes preguntas; aceptas
que podrías haber dejado fuera algo importante. Le das oportunidad para apoyar tu
candidatura y le sugieres un siguiente paso positivo. Y más importante aún, si el señor
Adler tiene dudas sobre tu candidatura, le das la pauta para exponerlas, para que puedas
abordarlas o, incluso mejor, eliminarlas.
A muy pocos buscadores de empleo se les ocurren de repente excelentes cierres de
prueba como los que se presentan aquí. Por esa razón las Herramientas #10, #11 y #14 del
Estuche de herramientas tienen secciones que te ayudarán a preparar, practicar y evaluar
cómo puedes cerrar tus entrevistas en el tono más positivo posible.

¿Cuándo utilizas un cierre preliminar?

Hay tres respuestas para esta pregunta. El cierre preliminar en la entrevista con la doctora
Waggle en el ejemplo de la Clínica Veterinaria de Springfield demuestra un antiguo axioma
de ventas que puedes recordar con las letras A-B-C, de la frase en inglés Always Be
Closing (Siempre enfócate en cerrar). En las entrevistas de trabajo, esto funciona solo tras
establecer cierto grado de interés mutuo. Si tu acercamiento es demasiado intenso o muy
anticipado, no funcionará. Pero una vez que hayas entrado bastante en materia, y si tienes la
fuerte sensación de que la situación va bien, podrías elaborar una de esas "preguntas que no
son pregunta" y observa cómo te va en realidad.
El momento tradicional para intentar un cierre preliminar en la entrevista de empleo se
demuestra en el ejemplo de AdVentures. Utilizarlo cerca del final de la entrevista le da un
aspecto más natural, pero involucra cierto riesgo. Es posible que tu entrevistador indique
más de una objeción. Esto no anula el trato, pero si solo tienes otros cinco o diez minutos
en la entrevista, quizá no tengas tiempo para abordarlas todas. La razón por la que en
general es buena estrategia tratar de introducir un cierre preliminar sutil, es cuando estimas
que te resta al menos 25% del tiempo de entrevista.
En mi práctica de consultoría he tenido oportunidad de trabajar con un buen número de
vendedores muy exitosos. Varios de ellos me han dicho que no existe mejor momento para
intentar el cierre de la venta. Lo que sugieren es que siempre se debe estar atento a una
señal de compra. Cada vez que ven o escuchan una señal de compra, utilizarán un cierre
preliminar para solidificar el progreso que han logrado hasta el momento y observan si el
comprador potencial ha tomado su decisión.

Señales de compra

Los entrevistadores transmiten dos tipos de señales de compra: abiertas o encubiertas. Un


estupendo entrevistado detecta ambos tipos y aprovecha la oportunidad para un cierre
preliminar. Las señales abiertas de compra son aquellas que nos encanta escuchar y son
fáciles de identificar. Incluyen:

o "Me pareces el tipo de persona adecuada para nosotros",

o "Esa experiencia o habilidad específica sería muy útil para nosotros",

o "¿Cómo avisarías de tu renuncia a tu actual empleador?"

o "Creo que encajarías perfecto",

o "¿Cuándo puedes comenzar?"

Es importante permanecer enfocado y recordar que todavía debes cerrar la entrevista


en el tono más fuerte posible. A pesar de la impresión muy positiva que pueden darte estas
señales de compra, nadie te ha dicho aún: "¡Estás contratado!".
Las señales encubiertas de compra del entrevistador son mucho más sutiles y es
posible que solo consista de preguntas bien preparadas, diseñadas muy por debajo de la
superficie de tu candidatura. Representan una buena noticia, porque demuestran un aumento
de interés hacia ti. Luego de escuchar unas cuantas de esas señales, deberías proceder a un
cierre preliminar. Algunas muestras de señales encubiertas de compra son:
o "Ese es un buen enfoque. ¿Cómo consideras que funcionaría en nuestro caso?"

o "Me encanta esa historia. Esas cosas suceden aquí todo el tiempo"

o "Me parece lógico por el lado del proveedor, pero dime cómo funcionaría para
el usuario"

o "¿Cómo recomendarías que reestructuráramos ese departamento?" o "Tu


abordaje me parece lógico".
Así es como las conjuntamos

Detectaste una o dos señales de compra, intentaste con un cierre preliminar y (¡sorpresa!)
encontraste una objeción. Recuerda que esto es bueno. Tu entrevistador tuvo una objeción y
lograste revelarla. Esa era tu meta. No te pongas a la defensiva, porque si lo haces no
podrás entender el concepto que intenta transmitir tu entrevistador. Y si no lo entiendes, no
podrás lidiar con él de manera eficiente.
En este sentido, algo que resulta útil de entender es cómo se compilaron en un
principio las especificaciones o la descripción del puesto. Los profesionales de recursos
humanos me han contado que muy pocas descripciones de puesto son verdaderas obras de
arte. Aunque algunas quizá describan con precisión el puesto vacante, otras podrían ser
solo una lista de deberes de la persona anterior en ese cargo.
Es posible que se trate de la lista de deseos de un supervisor donde se describe a
alguien que es casi una superpersona o tal vez sea una lista mínima de datos esenciales,
adecuada para publicar un anuncio de empleo. Será bastante difícil obtener un candidato
ajustado con exactitud a la especificación de puesto que, en sí misma, está lejos de ser
precisa. Algunos candidatos tendrán mayores fortalezas en un área que en otra. Otros
traerán consigo habilidades atractivas y muy necesarias que ni siquiera aparecen en la
descripción. En pocas palabras, una de las razones por las que no eres el candidato
perfecto para un trabajo específico, es porque tal vez no existe candidato perfecto para un
puesto particular.
Otro elemento importante a recordar es que el propósito de la entrevista es obtener una
oferta de empleo, no ganar un trofeo de debate. Una objeción es un desvío, no un obstáculo.
No necesitas cambiar la opinión del entrevistador en cada concepto particular; de igual
manera, tampoco necesitas arreglar todos los baches a tu paso en una calle. El entrevistador
es un ser humano cuyas objeciones merecen tanto respeto como las tuyas. Tratar con
diligencia su objeción transmite tu profesionalismo y objetividad.
La objeción que descubriste no quiere decir que perderás el trabajo. De hecho, es
posible que el modo en que la manejes logre que lo obtengas.
Cómo eliminar o abordar una objeción

Volvamos al ejemplo de AdVentures. En un cierre preliminar le dijiste al señor Adler que,


al conocer más sobre su organización, pensaste que tendrías éxito en ella. Aunque
esperabas algún comentario positivo, dejaste abierta la puerta para problemas o dudas
adicionales. Digamos que el señor Adler expone la siguiente objeción potencial:
"También me gustó nuestra reunión. Tienes estupendos antecedentes, pero AdVentures
es una empresa pequeña. Me preocupa toda la experiencia que has tenido en compañías
grandes." Muy bien, esta es una evaluación justa y algo que deberías haber anticipado para
esta entrevista. Asimismo, es otra fuerte razón para prepararte para todas y cada una de las
entrevistas. De ese modo, tienes tiempo para analizar tus fortalezas y debilidades en
relación con cada puesto para el que te entrevisten, y no que dependas de un solo ensayo
general.
Recuerda que fuiste a obtener un empleo, no a debatir. (Además, si tienes mi tipo de
suerte, el señor Adler habrá sido el capitán del equipo de debates en su escuela.) No es
necesario que cambies su opinión. Tienes que tratar con el debido respeto su observación y
decidir si puedes eliminarla o si será mejor que la trates. A menos que haya un gran vacío
en tu currículum (que ahora debes explicar), digamos que la observación del señor Adler es
acertada. Esto significa que no puedes eliminar su objeción, pero sí puedes abordarla. Esta
es la manera de hacerlo.
Tómate un momento para meditar la objeción del entrevistador y analízala desde su
perspectiva. ¿Qué preocupaciones tendrías si estuvieras contratando a alguien que viene de
una empresa grande para un puesto en una compañía pequeña? Con esto en mente, una buena
respuesta sería: "Entiendo su punto de vista, señor Adler, pero en mi último trabajo, el
grupo de arrendamiento que supervisé operaba más como una unidad de negocios
independiente. Ayudé a mi equipo a desarrollar una verdadera actitud emprendedora y
como teníamos que depender de nuestros propios ingresos, todos estábamos obligados a
adoptar funciones diferentes. Disfruté mucho de ello. De hecho, esa experiencia me
convenció de que tendría mucho más éxito en una organización como la suya"
De acuerdo, quizá no tuviste ese tipo de experiencia. ¿En qué tipos de situaciones
empresariales sí has estado? ¿Qué te convenció de que deberías trabajar en una de ellas
ahora? Debes tener alguna buena razón para querer pasar de una gran empresa a una
compañía pequeña. Cuando te prepares para estas objeciones potenciales, recuerda la
figura 5.2, Guía del doctor Paul Powers para la sinceridad y la supervivencia. No salgas
con algo muy sincero como: "Si hubiera tenido que llenar otro formato de requisición por
triplicado para pedir una caja de clips, habría matado a alguien". Muestra el debido
respeto, medita con objetividad en la objeción, responde para eliminarla o abordarla, y
siempre concluye con una mención de una de tus fortalezas.
Veamos un ejemplo más que permite introducir otro elemento inesperado. Tu cierre
preliminar para el trabajo en la Clínica Veterinaria de Springfield sugirió que un elemento
de tus antecedentes (tu experiencia con entrenamiento de perros) sería un fuerte elemento de
venta. Digamos que tu cierre preliminar le recordó a la doctora Waggle su lista de deseos,
que de pronto salió de la nada como una objeción para tu candidatura. La doctora te dice:
"En efecto, la experiencia con el entrenamiento de perros sería útil, pero aquí tratamos a
todo tipo de animales y en realidad esperaba contratar a alguien que estuviera trabajando
para pagar sus estudios de veterinaria". Aunque es posible que este aspecto jamás se haya
mencionado, no te angusties. Medita en ello. ¿Qué hay tras esa objeción? No es tan fácil
como averiguar la distinción entre una gran compañía y una pequeña. Siendo honestos, no
queda claro a dónde demonios se dirige con eso.
Cuando sucede algo así, necesitas hacer una pregunta aclaratoria: "No sabía que
estuviera buscando a un estudiante de veterinaria. No me di cuenta de ello en la descripción
del puesto. ¿Qué espera obtener de una persona así para el puesto de técnico?". Es posible
que señale que demostraría que es inteligente o tendría una oportunidad de mostrar en la
práctica lo que aprende en la escuela o que ella trabajó como técnica veterinaria mientras
estuvo en la escuela, o que desearía haber sido técnica veterinaria o quién sabe qué más.
El asunto importante es que ahora has descubierto el motivo detrás de la objeción. El resto
del plan sigue igual. Ofrece el debido respeto: "Entiendo que eso sería útil". Luego medita
con cuidado y responde para eliminar o abordar el asunto: "De hecho, espero tomar algunos
cursos para técnico veterinario después de ajustarme a mi nuevo horario de trabajo". Y,
para finalizar, cierra la plática con un punto fuerte: "Pero me gustaría que considere que lo
que estoy buscando es un empleo como técnico veterinario, no un escalón hacia otra cosa.
Además, no tendría exámenes ni rotación en el hospital de qué preocuparme, así que no
hallaría problema en trabajar de vez en cuando horas extras o fines de semana"
Cuando descubres una objeción, el entrevistador no está poniéndote objeciones a ti
como persona. Está enunciando sus temores, sus preocupaciones sobre tu desempeño
laboral potencial o, quizás, incluso sus prejuicios o estereotipos. Estas cosas existen y tu
labor es ponerlas al descubierto para lidiar con ellas. De otro modo, irán en tu contra tras
la entrevista, cuando ya no tengas oportunidad para responderlas. Si puedes superar sus
temores, eliminar sus prejuicios y abordar sus preocupaciones, descubrirás que revelar y
manejar las objeciones te proporciona firmes oportunidades de venta que otros candidatos
quizá no consigan.

Prepárate para los obstáculos

Examinemos algunos obstáculos para un cierre con fuerza.

El incompetente

Descubrirás que algunos entrevistadores están, por desgracia, muy mal preparados para ti.
Al principio creerás que esta es una buena noticia, pero en realidad no lo es. Quieres que
el entrevistador tenga dominio de lo que busca, para enfocar tus respuestas en consonancia.
Existen por ahí entrevistadores insensatos (que obviamente no tienen a qué dedicarse)
quienes entrevistan a una cadena de personas hasta que se les ocurre quién sería capaz de
resolver el trabajo en cuestión.
Utilizar un cierre preliminar para revelar objeciones potenciales con este tipo de
individuos es casi imposible, porque carecen de una imagen clara de qué están buscando.
Por ende, les resulta imposible ver en qué sentidos cubrirías sus necesidades y en cuáles
no. Es triste, pero este no es el único tipo de resistencia que encontrarás.

El maniático del control

Algunos entrevistadores poco entrenados temen que la entrevista se les vaya de las manos.
No permiten que hagas una pregunta ni cierre preliminar, aunque en ello te vaya la vida.
Puedes reconocer a esta persona porque tendrá un programa de entrevista, que en general
incluirá 25 preguntas más o menos. El plan es que tú respondas, en cerca de dos minutos
por pregunta, lo cual llevará 50 minutos e intentará dejar como 10 minutos al final para
responder cualquier pregunta que puedas tener.
Esto no es tan malo como parecería. Cuando menos sabe qué quiere conocer de ti. A
veces, luego de establecer una buena relación agradable (es decir, cuando se sienta cómodo
y en control), podrás elaborar una pregunta. La primera debería ser sobre algo específico a
saber sobre la tarea potencial o la organización. Luego permite que te haga unas cuantas
preguntas adicionales para situarlo de nuevo en el asiento del conductor. Solo entonces
intenta con tu cierre preliminar.
El entrevistador seleccionador

Es posible que tu primera entrevista se lleve a cabo por teléfono o en persona con alguien
de recursos humanos, una agencia de empleo u otra persona ajena al área a la que aspiras
ingresar. Estos individuos recibieron el encargo de seleccionar solicitantes para determinar
una lista preliminar de candidatos potenciales. Lo típico es que no sea el gerente quien hace
la contratación (que es con quien esperas trabajar).
No tienen la posición apropiada ni el poder para contratarte, pero determinarán si
continuarás con el proceso de contratación. Así que incluso con los entrevistadores
seleccionadores, es prudente utilizar un cierre preliminar para asegurarte de que no haya
objeciones para tu candidatura en este punto.

Estas técnicas profesionales de ventas no te funcionarán si tomas a título personal la crítica,


los comentarios negativos o las objeciones. Es útil recordar que en esencia eres una
incógnita para estos desconocidos que te entrevistan. Si tienen una objeción potencial para
tu candidatura, entonces tú has hecho un trabajo incompleto en cuanto a informarles de
todas las cosas maravillosas que puedes hacer por ellos. Sus objeciones te dan una
oportunidad dorada por la cual deberías estar agradecido.
Estas técnicas profesionales de ventas no funcionarán si no las practicas. Eso incluye
preparación para las objeciones potenciales, para hacer preguntas de aclaración, y para
razonar cómo superar o abordar cada una, en cada entrevista a la que acudas. Leer sobre
ellas no es suficiente; pensarlas tampoco. Necesitas practicar para sonar natural.
Estas técnicas profesionales de ventas no funcionarán si tampoco crees que sirvan de
algo. No herirás mis sentimientos si así lo sientes, pero hazte un favor y habla con un par de
vendedores profesionales exitosos. Pregúntales si es cierto que las objeciones abren el
camino a las ventas. Que te digan si quienes son mejores para cerrar, también lo son para
vender. Indaga si utilizan estas habilidades (es probable que lo hagan) y si comparten sus
preciadas técnicas de cierre con otras personas (quizá no). Pregúntales si piensan que tú
puedes aprender estas habilidades (con la práctica) en tus entrevistas exitosas de trabajo:
¡Tal vez sí!
¿Lo quieres? ¡Pídelo!

Ahora que ya sabes en qué consiste un cierre preliminar, cómo revelar las principales
objeciones y cómo abordarlas o eliminarlas, llegó el momento de hacer el cierre en sí. En
la capacitación profesional de ventas se conoce como hacer la gran pregunta: pedir la
venta. Las entrevistas de trabajo no son como vender productos o servicios profesionales;
en las ventas tradicionales, pedirías la venta diciendo algo como: "Entonces, señorita
Ethier, ya hablamos de las características y también sobre su presupuesto y sus necesidades
de entrega, en ambos casos podemos adaptarnos a ello. ¿Podríamos firmar un convenio
para este sistema hoy por la tarde?". Le recuerdas al comprador qué discutieron y cómo
puedes resolver sus objeciones, y pediste la venta.
Ahora el comprador debe responder sí o presentar otra objeción, que harás tu mejor
esfuerzo por manejar. Luego intentas cerrar otra vez la venta. Quizá surja otra objeción. De
nuevo haces tu mejor esfuerzo por eliminarla o abordarla, y procedes otra vez al cierre.
Esto casi podría parecer autoflagelación, pero algunos capacitadores de ventas sugieren
que quizá se requieran cinco, seis o hasta siete intentos para cerrar una venta antes de que
el vendedor obtenga un sí o no definitivo.
Cualquier vendedor experimentado te dirá que esta es la parte más difícil del proceso
de venta. Muchos vendedores hablan hasta el cansancio sobre aquello que venden, pero
nunca logran llegar a la parte donde hacen la gran pregunta. Por esa razón escucharás con
frecuencia que los gerentes de ventas dicen que hay muchos vendedores, pero pocos
cerradores buenos. Con mi asesoría, puedes convertirte en ambos.
Como pocas decisiones de contratación se toman de inmediato al terminar la
entrevista, no te funcionaría muy bien decir algo como "¿No soy fabuloso? ¿Puedo
comenzar mañana?". Necesitas ser más sutil. Pero incluso la sutileza apropiada te acercará
más a la oferta de trabajo, que al candidato cuya entrevista termine con un gimoteo
("Gracias señor Burns. Espero que me llame pronto"), en lugar de hacerlo con un cierre
bueno y firme.
Diles que lo quieres

Una de las maneras más fuertes posibles para cerrar una entrevista es decirle al
entrevistador que quieres el trabajo. Óyeme, esa es la razón para que hayas ido a la
entrevista, ¿no crees? Algunas personas me han discutido esta afirmación. Dicen que están
ahí para ver si es el sitio adecuado, si la paga es justa, si existen oportunidades de
crecimiento. Estas personas tienen dos nombres: candidatos de respaldo y segundos
lugares. Mientras se embarcan en este viaje intelectual de descubrimiento, llegará algún
otro candidato al empleo, hará una fuerte presentación, revelará las objeciones potenciales
y lidiará con ellas, se enfocará en cerrar el trato y obtendrá la oferta. Luego esa persona
evaluará si el empleo es adecuado y cuál es la compensación así como la oportunidad de
crecimiento. En otras palabras, no puedes decidir si ingresarás o no a la organización hasta
que te hagan una oferta de empleo y esa —la oferta— es el objetivo de la entrevista.
Veamos un par de ejemplos de cómo podrías hacerlo. Regresemos al caso de la
Clínica Veterinaria de Springfield, donde podrías utilizar algo como lo siguiente: "Doctora
Waggle, este es justo el tipo de empleo que estoy buscando. Tengo antecedentes en el
trabajo con animales y soy bueno en eso. Estoy muy interesado en aprender más sobre esta
área y mis hábitos laborales me hacen trabajar bien en equipo y ser buen empleado. Cuando
tome su decisión, espero decida contratarme". ¡Uf! ¿Cómo podría resistirse? Podría decir
que tiene que entrevistar a otras personas (lo cual a menudo es cierto), que no tomará su
decisión hasta la siguiente semana o algo por el estilo. En ese momento, continúa optimista,
agradécele su tiempo y reitera que esperas recibir una llamada de su parte con una noticia
positiva.
Para otro enfoque que toma en cuenta una posible objeción, regresemos al ejemplo de
AdVentures. (Recordarás que el señor Adler estaba preocupado por tu falta de experiencia
en una empresa pequeña.) Un buen cierre iría más o menos así: "Gracias por haberme
recibido, señor Adler. En realidad disfruté de nuestra reunión. AdVentures es justo el tipo
de organización que estoy buscando, porque aquí puedo combinar mi sólida experiencia
corporativa con mis intereses naturales como emprendedor. Si toma la decisión de
contratarme, y espero que así sea, no quedará decepcionado". Si la objeción potencial
parece esencial para el empleo, no tiene caso evadirla. Intenta darle un giro positivo, como
en este ejemplo, al enmarcar la objeción en el beneficio de traer sólidas habilidades
empresariales a una empresa pequeña y en rápido avance. Luego concluye señalando el
fuerte elemento de tu actitud emprendedora, de empresa pequeña.
El poder del deseo

¿Recuerdas cuando estabas en secundaria o preparatoria y una amiga te dijo que le gustabas
a alguien? Sin importar si tenías o no cualquier interés en esa persona, ahora la veías desde
una perspectiva diferente (más positiva). Es posible que no te haya atraído, pero no podías
negar su buen gusto e inteligencia, ¿no es cierto? En algunos casos, esta revaloración puede
conducir a que incluyas a esa persona en tu círculo social, como amistad o, incluso, como
una relación. Esto es evidencia del impacto que tiene ser deseado y existen pocas cosas tan
poderosas como el deseo.
Vayamos unos cuantos años adelante hasta tu vida adulta, cuando empezaste a salir con
alguien. Has estado con esa persona por un tiempo y te dice: "Te amo". Sin importar si
buscas o esperas una relación a largo plazo, ¿cuál frase sabes por instinto que es la
respuesta correcta? No es "Y yo valoro tu amistad", tampoco es "Fantástico, porque yo me
la estoy pasando de lo mejor" y con seguridad no es "Vaya, ¿quién no?".
La única respuesta correcta a "Te amo" es "Yo también te amo". Y es frecuente que
salga de nuestra boca sin que sea del todo cierto (aunque a veces puede ser bastante cierto
en ese momento, si me entiendes). De nuevo, este es el poder de que nos deseen y pidamos
el empleo, decirle de manera franca al entrevistador que quieres el trabajo, es uno de los
cierres más fuertes que puedes usar.
No estoy diciendo que un cierre fuerte supere un currículum débil o la falta de
preparación y práctica para la entrevista. Tampoco estoy diciendo que te conseguirá un
empleo para el que no estés calificado. Lo que sí estoy diciendo es que expresar en forma
clara y directa que deseas que te contraten, tiene la garantía de permanecer en la mente del
entrevistador cuando tome la decisión final de contratación. Es otro factor a tu favor y
utilizar cada uno de estos factores positivos a tu disposición, es justo de lo que se trata una
entrevista laboral exitosa.
El diagrama de la página siguiente te dará una buena sinopsis de ambos caminos para
cerrar una entrevista.
Algunos elementos esenciales a recordar

Cuando la entrevista se acerca a su fin y te enfocas en hacer buenas preguntas, utilizar


cierres de prueba, revelar y eliminar las objeciones así como pedir el empleo, a veces es
muy fácil pasar por alto cosas básicas. Estas son el contacto visual, una sonrisa y un
apretón firme de manos.
Debido a que habrás anticipado posibles objeciones a tu candidatura desde antes de la
entrevista, habrás tenido tiempo para pensar en estrategias para lidiar con ellas. En
consecuencia, cuando estés en la fase de cierre, no debería parecer como si estuvieras
esforzándote con gran trabajo en desenterrar de tu memoria la fecha de la Batalla de las
Termópilas o la proporción de whiskey y de vermut dulce para hacer un Manhattan (480
a.C. y 3:1, respectivamente). No te muerdas los labios ni tengas la mirada perdida en el
espacio. Relájate, respira con tranquilidad y establece buen contacto visual para comunicar
tu sinceridad y deseo.
Tu sonrisa debería surgir con naturalidad porque, después de todo, terminó la
entrevista. (No suspires hondo, ni digas "¡uf!" entre dientes). Un apretón bueno, sólido,
firme y seco dará fin a la entrevista de manera positiva. Si te sudaron las manos durante la
charla, resuélvelo con sutileza antes de dar ese apretón final de manos. Durante las
sesiones de preparación, intenta utilizar unas cuantas veces tu apretón de manos con tu
compañero de práctica hasta que te salga bien. La meta es que sea firme, sin que le destroce
la mano al otro, y entusiasta, pero no como si fueras el ganador de un programa de
concursos.

De regreso a Carnegie Hall

Te guste o no, el uso de las técnicas eficaces de venta es esencial para la búsqueda del
empleo y para la entrevista. Pero incluso los vendedores más ingeniosos que conozco no
transfieren en automático estas habilidades a sus entrevistas de trabajo. Sin embargo, por su
experiencia, saben suficiente como para practicar. Las buenas preguntas, los cierres de
prueba sutiles y las estrategias para superar las posibles objeciones no se materializan de
la nada durante la entrevista en sí. Se ponderan, se ponen por escrito y se analizan,
practican, refinan, y se vuelven a practicar mucho antes de la entrevista.
No espero que estas técnicas surjan en ti de manera automática. Esa es la razón por la
cual las herramientas #10, #11 y #14 del "Estuche de herramientas de la entrevista buena a
estupenda", tienen elementos que se ocupan de las técnicas eficaces para cerrarla. Si las
practicas, reducirás tu ansiedad, mejorarás tu desempeño y estarás mejor preparado que tu
competencia. Es posible que esas herramientas te consigan ese trabajo que amas.
MUCHOS BUSCADORES DE EMPLEO COMETEN EL ERROR DE BAJAR LA
GUARDIA Y DE REDUCIR SUS NIVELES DE ENERGÍA Y ENFOQUE UNA VEZ
QUE OBTIENEN UNA OFERTA DE EMPLEO. Esto es más que comprensible, ya que
llegar a este punto crítico ha representado enormes cantidades de energía y enfoque. Sin
embargo, es un error estratégico porque el proceso de contratación aún no se ha
completado. De manera natural, en este punto, tus emociones están involucradas: alivio,
gratitud, aprecio, emoción, orgullo y entusiasmo. Tiene sentido que quieras olvidarte de
esta difícil tarea, pero no es el momento de permitir que tus emociones gobiernen la
situación. Necesitas mantenerte sereno, centrado y enfocado para obtener el mejor trato que
puedas. Y en este capítulo te enseñaré con precisión cómo hacerlo.
Obtener una oferta de empleo no es como ganarte la lotería; no se supone que actúes
sorprendido o te quedes sin habla ni que explotes de emoción. La oferta es el resultado
predecible de tu campaña razonada en cuatro frentes, de tu preparación meticulosa y una
excelente entrevista de empleo. Con todo el trabajo aplicado en el plan así como la
preparación que invertiste en tu entrevista, la oferta de empleo no debería sorprenderte en
exceso; dado que no te está cayendo como rayo del cielo, tu reacción será calmada,
meditada y profesional. Pero todavía no celebres, porque aún hay trabajo que hacer.
Lo más seguro es que la oferta se haga de manera verbal al final de tu entrevista, en
una posterior o llamada telefónica de seguimiento o, como se denomina de manera habitual
en el mercado laboral, mediante una carta oferta. Tu reacción inicial debe ser de adecuada
complacencia y agradecimiento, pero necesitas estar prevenido de no decir algo que se
interprete como aceptación inmediata. Tal vez sientas que deberías aceptar o rechazar la
oferta en ese instante pero, de hecho, todavía no estás en posición de hacerlo, porque
desconoces los detalles de la misma. No has analizado el empleo mismo a cabalidad ni has
evaluado el paquete de compensaciones. Tu nuevo empleador potencial se ha tomado
tiempo suficiente para entrevistar a diversas personas, para reflexionar acerca de la
decisión de contratarte a ti y armar su oferta. No existe duda alguna de que te mereces el
tiempo adecuado para tomar una decisión informada.
La mayoría de empleadores y reclutadores comprenden que necesitas tiempo para
tomar una decisión relacionada con la oferta de empleo, pero ejercerán con sutileza cierta
presión para que decidas lo más pronto posible. Desde su perspectiva, esta es una
propuesta razonable, porque tienen un trabajo por hacerse y si no vas a aceptar su oferta,
necesitan comunicarse con su candidato secundario en el menor tiempo posible. Aunque
quiero que te tomes el tiempo suficiente para decidir de manera informada, yo también
quiero que lo hagas lo más pronto posible para que nadie (un candidato interno de último
minuto) te gane la vacante. Puedes reducir este periodo crítico de manera sustancial, si
estableces los fundamentos de tu toma de decisión ahora mismo, antes de que te encuentres
bajo la presión del reloj que marcha segundo a segundo junto a tu oído.

El avance del reloj

Si la oferta de empleo se ha hecho en persona o por teléfono, es apropiado que pidas se te


haga por escrito. De hecho, se acostumbra que el empleador ya tenga preparado un paquete
listo para enviártelo. Hasta no tener la carta de oferta en tus manos (o en tu correo
electrónico), esta no existe. Sé que parece duro, pero es cuestión de negocios y en estos
días no hay suficientes empresas que consideren una llamada telefónica o una conversación
como un acuerdo ni, mucho menos, un contrato. Ellos lo saben y ahora tú también. Si se te
hace una oferta verbal, puedes decir algo como, "¡Excelente, Bárbara! No puedo esperar a
tener algo en la mano para que pueda discutirlo en casa y llegar a una decisión. ¿Cuáles son
los tiempos que tenemos disponibles?"
Si necesitas más tiempo, este es el momento de solicitarlo. También podrías añadir
algo como, "Tan pronto se me entregue la oferta, te prometo que le daré máxima prioridad
al asunto". Una vez que empiece a marchar el reloj, tu meta es adelantarte al límite de
tiempo. No querrás que tu nuevo empleador sienta que esperas hasta el último minuto solo
porque puedes hacerlo.
Si se te entrega la oferta al final de la entrevista, puedes decir algo como, "Gracias
Bárbara. No puedo esperar a dar las buenas noticias en casa. ¿Qué tiempos tenemos
disponibles?". De nuevo, tu meta será adelantarte al límite, aunque ahora tendrás menos
para valorar la oferta, dado que ya la tienes entre tus manitas sudorosas.
Un número de personas solteras me ha preguntado si no suena algo raro decir que van
a casa para compartir o discutir su oferta de trabajo como forma de comprarse un poco de
tiempo para tomar una decisión informada. En absoluto; todos tenemos algún tipo de familia
o coach laboral, confidente, mentor o consejero. Para lo que le pudiera importar a
cualquier persona, podrías querer discutir tu oferta con tu gato. ("Buenas noticias, Vomitín;
¡parece que voy a poder comprarte comida en lata de ahora en adelante!") Y, por lo menos
según lo indicaría el último ejemplar de cualquier periódico alarmista, puedo suponer que
no te clonaron en un laboratorio ni que una nave nodriza te materializó de la nada, de modo
que casi con toda seguridad tendrás padres o tal vez un hermano, hermana, tía loca o tío
favorito con quien podrías discutir tu nueva oferta. Hoy día hay sinfín de configuraciones
familiares distintas y sea cual sea la tuya, tienes el derecho a utilizarla para ganarte un poco
de tiempo a fin de evaluar esta oferta de empleo de manera adecuada.

¿Qué más está sobre la mesa?

En este momento, mereces una palmada en la espalda porque todo tu arduo trabajo ha
tenido un merecido desenlace. Pero todavía no te relajes demasiado, porque con un poco de
esfuerzo adicional de tu parte, es posible que pronto puedas generar algunas ofertas
adicionales o negocies con tu nuevo empleador potencial para mejorar la oferta que ya
tienes a la mano. En el capítulo 3 discutimos cómo obtener más y mejores entrevistas y la
figura 3.1 demostró cómo la campaña en cuatro frentes está diseñada para ayudarte a
precargar el sistema, para que no solo estés dedicándote a una oportunidad a la vez. Aquí
es donde ese enfoque en realidad resulta benéfico.
Generación de diversas ofertas

En este momento, es posible que tengas otros pasteles en el horno.1 Si has hecho las cosas
como deberías, ya habrás acudido a una primera o segunda entrevista en un par de lugares
adicionales o, al menos, tendrás una que otra a punto de suceder. La oferta genuina con que
ahora cuentas te da la posibilidad de comunicarte con estos otros empleadores potenciales
para ver si puedes acelerar el proceso de contratación. Tal vez funcione o tal vez no, pero
en dado caso vale la pena intentarlo.
Para ponerte en el estado de ánimo correcto para contactar a estas otras personas,
considera su posición por un momento. Están trabajando a marchas forzadas para encontrar
a la persona correcta para una vacante y te han identificado como un fuerte candidato
potencial. Si tú no les informas del cambio de tu situación, reduces su reserva de buenos
candidatos y ni siquiera lo sabrán. De hecho, si eres una de sus principales opciones,
podrías retrasar el proceso de contratación varias semanas, creándoles más trabajo de
reclutamiento y entrevistas, sin hacer el trabajo que ellos esperaban de ti. Por ende, es más
bien una cortesía que les informes a otros empleadores potenciales de tu situación, para ver
si hay alguna manera en que puedan llevar tu candidatura a un cierre, en un periodo
razonable de tiempo.
La mejor manera de hacer esto es con una llamada telefónica que podría ir más o
menos así: "Sr. Franklin, le agradezco que haya tomado mi llamada. Al final de nuestra
última reunión sé que dijo que se comunicarían conmigo en un par de semanas más, pero ha
surgido algo de lo que quiero avisarle. Otra organización con la que he estado en contacto
me acaba de hacer una oferta de empleo pero, como sabe, estoy muy interesado en la plaza
en su departamento. Ahora bien, sé que está lidiando con muchas más cosas aparte de tratar
de buscar alguien para esa vacante, pero la razón de mi llamada era ver si podríamos
reunimos en los siguientes días".
De manera educada, acabas de actualizar tu estatus con este empleador potencial, has
aumentado tu propio valor a sus ojos, al anunciarle que te han hecho una oferta de empleo y
le has pedido otra reunión para (esperas) generar una oferta más. Esta es otra instancia en
que la psicología humana opera a tu favor. La mayoría de la gente tiende a tratar de pescar
lo que sea, a punto de resbalársele de entre los dedos. Tendemos a sentir las pérdidas de
manera mucho más intensa (algunas investigaciones indican que al doble) que las
ganancias. En este momento, estás a punto de desaparecer de su vista. Si estabas en una
lista de candidatos ya preseleccionados, es probable que obtengas esa reunión y,
posiblemente, otra oferta de empleo.
Quizá ya tengas pactada una cita, pero en una semana o 10 días más. O quizá no tengas
otras posibilidades laborales fuertes en este momento. En teoría, has estado enviando
currículos y haciendo averiguaciones con otros empleadores aunque todavía no hayan
generado entrevistas. Haz una lista breve (de cuatro a seis organizaciones) de estos lugares
y realiza una llamada similar a la del ejemplo anterior. Tus metas son informarles del
cambio de tu situación, como cuestión de cortesía, y ver si en un tiempo reducido pueden
hacerte una entrevista.
Podrías decir algo como, "Señora Sizlack, soy Amanda Huges. Hace poco le envié mi
currículum para la vacante disponible en su área de servicios [O bien, "Tengo una
entrevista futura con usted para la vacante en su departamento de servicios"]. Otra
organización me acaba de hacer una oferta de trabajo, pero con todo lo que averigüé
respecto a su compañía, en realidad esperaba ver si había algo para mí con ustedes. Estoy
segura de que debe estar muy ocupada pero, ¿hay alguna manera de que nos viéramos antes
de darle mi respuesta a la otra empresa?". No es tan probable que esto funcione si lo
comparas con una situación en que ya hayas acudido a una primera entrevista en la que te
haya ido bien, pero yo he visto que produce resultados con suficiente frecuencia, como para
saber que es algo que deberías intentar, al menos con algunos empleadores muy bien
seleccionados.

No, no y no

Jamás intentes la táctica de utilizar una oferta de empleo para apalancar otra si en realidad
no tienes algo firme. Casi con seguridad es algo que saldrá mal. Si estás torciendo la
realidad a tu antojo, es muy probable que se refleje en tu voz. O quizá la entrevistadora no
pueda hacer nada para alterar su agenda de entrevistas y ahora habrás perdido la
oportunidad de una charla potencialmente provechosa en una fecha posterior. Imagina qué
se sentiría oír algo como, "Qué pena, Amanda, aunque te felicito por lo de la oferta. En
realidad no podemos acelerar el proceso en absoluto y siempre es lamentable perder a un
excelente empleado potencial. Pero te deseamos la mejor de las suertes en tu nuevo
trabajo". Gulp. ¿Y ahora qué haces? La respuesta es que te alejas mucho más triste de lo
que estabas pero, espero, habiendo aprendido tu lección.
Evaluación de la oferta

Es posible, o no, que hayas tenido suerte en la generación de otras entrevistas u ofertas. Si
es así, fantástico, porque ahora podrás equilibrar y sopesar una contra otra. Pero incluso si
solo tienes una sobre la mesa, es esencial que la analices con sumo cuidado. Necesitas
abordar este proceso con gran prudencia y la mayor frialdad posibles. Esto será mucho muy
difícil si has estado desempleado por un tiempo, porque cualquier trabajo remunerado
parecerá mejor que carecer de él. Aunque te sea imposible verlo en este momento, eso no
es cierto. A menos que estés a un paso del absoluto desastre financiero, aceptar el empleo
incorrecto es peor que no tenerlo , porque ahora debes desempeñarte bien ahí al tiempo que
vuelvas a salir al mercado laboral en un intento por encontrar otra vacante más adecuada.
Ah, y necesitarás tener una explicación razonable de por qué estás buscando un nuevo
trabajo tan pronto. Esto es de lo más difícil de hacer y deberías evitarlo si te es posible.
Existen dos elementos centrales muy entrelazados en cualquier oferta de empleo: el
trabajo mismo y lo que están ofreciendo pagarte por que lo hagas. Es importante que hagas
una clara distinción entre ambos para evaluarlos de manera independiente. Lo que estás
buscando es un equilibrio entre un buen empleo que coincida con tus metas profesionales a
corto y largo plazos, y un paquete salarial justo para alguien con tus antecedentes,
habilidades y experiencia. Si llevas a cabo una valoración calculada y profesional de dos
vías en relación con la oferta de empleo, evitarás abalanzarte sobre uno maravilloso por el
que no te paguen suficiente (cosa que resentirás), o dejarte llevar por un fantástico paquete
salarial en un empleo que no se ajusta a ti (y en el que, a la larga, te sentirás miserable).
Tomarte el tiempo para llevar a cabo esta valoración te colocará en una posición ventajosa
si necesitas mejorar el puesto que se te ha ofrecido y, sin duda, te beneficiará si estás en
negociaciones para mejorar el paquete salarial de la competencia. Analicemos ambas
partes de manera independiente.
Análisis del empleo

Sí, sí, ya lo sé; mencioné que les dijeras que sí te interesaba el empleo al finalizar la
entrevista y ahora te estoy diciendo que analices el trabajo con el ojo crítico de un
comprador de antigüedades. Oye, esa es la diferencia entre vender y comprar. Cuando se
trataba de venderte a ti mismo estabas dándole el mejor aspecto posible a quién eres y qué
puedes hacer. Ahora es su trabajo averiguar todo lo relacionado contigo. Ya que te hicieron
una oferta, te están vendiendo el puesto y la organización a ti. Ahora es tu trabajo indagar y
asegurarte por completo que estos son el empleo y la empresa en que puedes lograr el
éxito.

El trabajo en sí

En uno de los estudios organizacionales más fantástico de todos los tiempos, relacionado
con la motivación de los empleados, Frederick Herzberg identificó el trabajo en sí como
uno de los principales motivadores en el sitio laboral. Si la actividad en sí no te cuadra, no
hay cantidad de dinero, estatus, coche, bono ni otra cosa que lo arregle. Has pensado en
este empleo (o en uno similar) desde que empezaste tu búsqueda. Tenías en mente ciertos
criterios al inicio de la misma. Tus investigaciones iniciales solidificaron esta imagen con
los datos duros relacionados con el lugar donde podrías encontrar un empleo así y cuánto
podrían pagarte para hacerlo. Además, exploraste este conjunto de metas a lo largo del
proceso de entrevistas. Ahora es tiempo de comparar y contrastar tus metas y expectativas
con la oferta u ofertas que has generado.
La Herramienta de "Análisis de la oferta de trabajo" (la #15 en el Estuche de
herramientas) puede ayudarte a estudiar diferentes elementos del(os) empleo(s) que te
hayan ofrecido de manera sistemática. Cuenta con una serie de reactivos que te ayudarán a
valorar las probabilidades de éxito en cualquier puesto nuevo. En términos generales, se
dividen en cuatro categorías: 1) grado de coincidencia con tu(s) meta(s) laboral(es)
actual(es), 2) tu valoración de la organización, 3) grado de coincidencia con las metas de tu
trayectoria profesional, y 4) la manera en que el puesto afectará tu estilo de vida. Veamos
cada uno de ellos.

COINCIDENCIA CON TU(S) META(S) LABORAL(ES)

¿El empleo que te ofrecen es el que se discutió en la entrevista? ¿Estarás haciendo las
cosas que más quieres hacer? ¿Es un paso hacia adelante o un paso lateral? ¿Estás listo
para la responsabilidad que implica? ¿El grado de esta es mayor o menor al que esperabas
que sería? ¿Tienes manera de saberlo? ¿Cómo coincide con tus expectativas funcionales,
laborales y geográficas? ¿Has evaluado tu relación con tu supervisor, compañeros y
subordinados potenciales? ¿Qué tan estable sientes que es el puesto? ¿Te da el estatus que
deseas? ¿Tendrás las oportunidades adecuadas para desarrollar tus habilidades técnicas,
administrativas o ambas? ¿Qué tan seguro estás de que tendrás éxito en este puesto? ¿Qué
no sabes del mismo y cómo puedes averiguarlo?
LA ORGANIZACIÓN

Es posible que se te ofrezca el empleo que deseas, pero que la organización sea tan
disfuncional que, a pesar de tus mejores esfuerzos, no logres triunfar. Para evitarlo,
necesitas una buena idea general de la organización en su totalidad. ¿Cuál es la historia de
la empresa? ¿Cuáles son sus prospectos a futuro? ¿Es posible o ha sucedido que la
situación financiera de la empresa no sea favorable, o que se le remate, fusione o adquiera?
¿Qué significaría esto último para tu puesto? ¿Qué tipo de reputación tiene la empresa en el
gremio con vendedores, proveedores, contratistas y dentro de la comunidad? ¿Qué cultura
organizacional tiene? ¿Cómo trata a sus empleados? ¿Típicamente promueve a sus
trabajadores o es caso seguro que debas buscar fuera de la compañía para avanzar?

COINCIDENCIA CON LAS METAS DE TU TRAYECTORIA PROFESIONAL

El empleo que te están ofreciendo puede o no ser tu trabajo de ensueño. Como sea. Pero las
preguntas que importan son: ¿Este empleo te ayudará a avanzar hacia el máximo éxito
profesional? ¿Es un paso hacia adelante en tu trayectoria o es meramente un parche
momentáneo? ¿Te ayudará a desarrollar las habilidades que necesitas para triunfar con las
que todavía no cuentas? ¿Esta organización tiene algún programa de desarrollo de
supervisión o administración? ¿Qué aspecto le darán a tu currículum este empleo y esta
empresa?

CUESTIONES DE ESTILO DE VIDA

Tu nuevo trabajo también tendrá un impacto sobre ti y tu familia que irá mucho más allá de
los parámetros descritos en la carta de oferta que te entreguen. Una cuestión de estilo de
vida que se me menciona con mayor frecuencia, se relaciona con los viajes de negocios.
¿Cuántos se requerirán y cuántos implican quedarte fuera de casa, viajar en fines de semana
o fuera del país? ¿Es el tipo de empleo en el que tal vez llegues de un viaje a las 10 u 11
pm con la expectativa de que te presentes en la oficina a las 8:30 am del día siguiente?
¿Tienen alguna política de tiempo de compensación (o tiempo extra)? ¿Cuáles son sus
políticas relacionadas con vacaciones y si se alienta a los trabajadores para que las tomen?
¿Con qué frecuencia es necesaria la reubicación y cuáles son sus políticas al respecto? Si
en efecto tienes que reubicarte, ¿ayudarán a tu pareja o cónyuge a conseguir un nuevo
empleo? ¿La compañía cuenta con políticas relacionadas con licencia por cuestiones
familiares o paternas/maternas? ¿Es una organización conocida por ser tolerante a
cuestiones familiares o no?
¿Estamos listos para el lanzamiento?

Ya lo analizaste desde todos los ángulos posibles y quizá no hayas respondido a todas las
preguntas que te propuse. ¿Cuáles de ellas te parece esencial responder antes de que le des
luz verde a este empleo? ¿Dónde puedes encontrar la información? En la biblioteca, en la
web o con tu red de contactos. ¿O acaso necesitas otra reunión con tu empleador potencial?
Aunque el trabajo pueda no ser perfecto, de todos modos existe la posibilidad de que
sea un paso útil en tu trayectoria profesional por el momento. Mi propósito al pedirte que
hagas un análisis detallado del empleo, es que conozcas sus ventajas y desventajas a fin de
tomar la mejor decisión posible. He destacado la necesidad de reunir y valorar datos
duros, pero también quiero que verifiques todo esto con tus instintos; con tus sentimientos y
emociones. ¿Qué te están indicando? ¿Es este el mejor trabajo para ti en el momento o
deberías seguir buscando?
Una vez que hayas llevado a cabo tu evaluación, tienes que tomar una de tres
decisiones posibles. Tal vez decidas que el trabajo es completamente incorrecto para ti. En
ese caso, debes rechazar la oferta y hacer una llamada de cortesía para agradecer al
entrevistador por su tiempo e interés. Pero no tomes ese camino sin pensarlo a profundidad.
Quizá decidas que aunque el empleo no es perfecto, es posible negociar suficientes
cuestiones esenciales para que llegue a ser aceptable. Creo que esto siempre vale la pena;
nada tienes que perder porque de todos modos casi has decidido rechazar la oferta. Haz una
lista de asuntos esenciales para la negociación y pasa a la evaluación del paquete salarial.
Mi más sincera esperanza es que puedas decidir que el empleo que te ofrecieron es justo lo
que estás buscando. Si, de hecho, estás seguro acerca del trabajo mismo, es momento de
analizar en detalle lo que están ofreciendo pagarte por hacerlo.
Evaluación del paquete salarial

Los buscadores de empleo más activos y afortunados habrán generado más de una oferta de
empleo, lo cual simplifica mucho el proceso de evaluación del paquete salarial. Con más
de una oferta sobre la mesa, tienes datos concretos de una que puedes comparar
directamente con la(s) otra(s). Esto hace que el proceso de decisión sea un poco más
sencillo. Al otro extremo se encontrará el buscador de trabajo desempleado y tal vez en
graves aprietos económicos. Su análisis también será en general, sencillo. (A ver,
meditemos el asunto, comer contra morirse de hambre... ¿Qué hacer, qué hacer?) Por
fortuna, la mayoría de la gente no se encuentra en esta posición o, al menos, a algunos pasos
de la misma. De hecho, incluso si te sientes presionado en términos financieros, quiero que
te tomes el tiempo para comprender tu paquete salarial a plenitud.
A lo que se enfrenta la mayoría de buscadores de empleo es una situación en que están
generando una oferta a la vez, no importa si tienen un trabajo o no. Esto tiende a llevar a la
mayoría de la gente a reducir sus criterios de decisión a dos: el salario actual/más reciente
contra la nueva oferta. Para lograr que el proceso de tu evaluación del paquete salarial sea
lo más objetivo y metódico posible, te recomiendo inviertas cierta cantidad de tiempo y
energía antes de generar tu primera oferta, a fin de expandir los criterios de tu decisión. La
Herramienta de Evaluación del paquete salarial (#16 del Estuche de herramientas) te
mostrará cómo hacerlo.
Quiero que reúnas ciertos datos específicos relacionados con tu compensación antes
de generar tu primera oferta de empleo. Empieza con la documentación de los elementos de
tu paquete salarial actual. Después, con base en la(s) meta(s) de tu búsqueda, determina qué
aspecto quieres que tenga el nuevo. A continuación, quiero que lleves a cabo un ejercicio
de lo más esclarecedor: evalúa tus costos de vida y tus necesidades financieras (no deseos)
y determina cuál es el paquete salarial mínimo que puedes permitirte aceptar.
Es importante que cuentes con este último conjunto de datos por un par de razones. En
ocasiones, es posible que se te ofrezca el trabajo de tus sueños, pero con un sueldo mucho
menor al que esperabas. Siempre y cuando no conduzca a tu ruina financiera (es decir,
entradas por debajo de tu costo de vida), aceptar esta oferta podría ser una buena decisión
si te lanza a una fantástica y nueva trayectoria profesional o te ayuda a reubicarte en un
lugar donde siempre deseaste vivir. Distintos planeadores financieros me han indicado que
este ejercicio también resulta de utilidad para ayudar a una familia a determinar cuánto
puede ahorrar para asegurar su futuro financiero, en lugar de desperdiciar aumentos
salariales en compras innecesarias de bienes de consumo.
Incluso si generas una oferta de empleo a la vez, ahora tienes otros tres paquetes
salariales contra los cuales contrastar el que acabas de recibir. Es posible que algunos de
los elementos de aquellos en la herramienta #16 no se apliquen a ti. Habrá otros únicos a tu
situación que necesites incluir. Pero ahora tienes una herramienta personalizada colmada de
datos que te pueden ayudar a tomar una decisión razonada acerca del paquete que te
ofrecieron y que minimiza aspectos emocionales de las discusiones financieras.
Si el paquete salarial que se te está ofreciendo no satisface tus expectativas, no
desesperes. Por medio de tu herramienta de evaluación, calcula qué salario y prestaciones
representan tu mínimo absoluto. Añádele de 5 a 10% y tendrás tu nuevo punto de inicio
para negociar. Es bueno recordar que aunque la mayoría de buscadores de empleo esperan
recibir un aumento salarial de 20%, esto no sucederá en automático solo porque estás
cambiando de empleo. Aun si el sueldo que se te está ofreciendo coincide con lo que
esperabas recibir, te recomiendo añadir 5 a 10% a esa cifra y trates de negociar un
incremento en la oferta. Es posible que hayas subestimado el mercado o la demanda de
profesionales en tu especialidad y también que te ofrezcan un sueldo cerca del centro del
rango salarial para tu puesto. En cualquiera de ambos casos, es plausible que puedas
generar alguna variación que ponga más dinero en tu bolsillo.2
Entonces, lo que tú quieres es...

Antes de ponerte en contacto con la persona que te hizo la oferta para empezar las
negociaciones, quiero que tengas una imagen muy clara de tu postura de negociación. No
pienses que esto es algo en lo que puedas improvisar. Ellos tienen mucha más experiencia
en esto que tú. Ya has hecho un análisis detallado del empleo que te están ofreciendo. ¿Qué
necesitas para aceptar el trabajo? ¿Qué vas a pedir? ¿Qué estás dispuesto a sacrificar?
Ya evaluaste todos los elementos del paquete salarial y sabes que es probable que
haya más dinero sobre la mesa si estás dispuesto a pedirlo. ¿Qué cifra buscas? ¿Qué más
vas a pedir? ¿Qué es lo mínimo que aceptarías para tomar el empleo?
Tómate el tiempo para escribir una lista breve de elementos que quieres negociar. Di
para ti mismo que vales lo que vas a pedir. Una actitud positiva y entusiasta te ayudará en
tus negociaciones. No estás tratando de abusar de nadie; solo buscas aquello que tolere el
mercado para hacer lo mejor para tu trayectoria profesional y para tu familia. Más allá del
éxito que tengas en las negociaciones, los empleadores lo comprenden y lo aceptan.

Negociación: el curso breve

Las negociaciones de cualquier tipo siempre son más efectivas cuando se llevan a cabo
cara a cara. Esto te permite observar e interpretar expresiones faciales, darle seguimiento a
los cambios en lenguaje corporal e interpretar de mejor manera las alteraciones en el tono e
inflexión de la voz. Ya lo haces de manera inconsciente en tus conversaciones cotidianas,
pero estos datos son críticos en una negociación para determinar de mejor modo qué pedir,
cuándo hacerlo y con qué intensidad. Como te dije antes, no acudas a la sesión de
negociaciones con la idea de que le vas a ganar al otro. Una actitud ganar o perder no te
ayudará a alcanzar tu meta final y tiene el potencial de emponzoñar tu futura relación
laboral. Piensa todos saldremos ganando y eso tendrá una influencia positiva sobre tu
actitud, la manera en que te comportes y tu abordaje.
Primero lo primero

Cuando acudas a la reunión para discutir tu oferta de empleo, empieza agradeciéndole al


entrevistador la oportunidad de hacerlo. Aunque la mayoría de la gente quiere empezar a
discutir el asunto del ingreso de inmediato, antes que nada atiende los aspectos más
importantes del empleo, porque quieres que se te vea como más interesado en tu éxito
laboral que en el dinero. Una vez que termines de discutir cuáles serán los aspectos
esenciales de tus deberes y responsabilidades, relaciones jerárquicas, personal, recursos y
demás, puedes dedicarte al paquete salarial.
Ya identificaste qué buscas, pero se requiere cierto grado de finura para llegar a ese
punto. Sugiero que hagas un resumen de todas las cuestiones laborales acordadas y hagas
una transición gradual a la cuestión monetaria. Podrías decir algo como, "Me parece
excelente, Jeff. Trabajar contigo para abrir tres nuevos centros de atención telefónica, dos
de los cuales terminaré administrando yo, es justo el tipo de labor que he estado buscando".
En este punto, el buenazo de Jeff estará asintiendo con la cabeza, feliz con tu descripción
del trabajo y expresando su satisfacción de haber encontrado a alguien tan apto para
llevarlo a cabo. Y entonces puedes añadir algo como: "Estoy muy entusiasmado por la
oportunidad y seguro de que soy la persona indicada para el empleo, pero ya analicé la
oferta y espero que haya cierta flexibilidad en cuanto a la compensación".
Ahora bien, Jeff jamás va a pensar que te refieres a cierta flexibilidad para que te
paguen menos; sabe que te estás refiriendo a cierta flexibilidad para que te paguen más. Lo
que es fantástico de un manejo de este tipo es que puedes usarlo, sea o no que en verdad
necesites más dinero antes de que puedas aceptar el empleo. Incluso si el sueldo te parece
bien, la mayoría de los empleadores dejan cierto espacio financiero, esperan que tengas
suficiente experiencia para que trates de encontrarlo y te respetarán por el intento. Que tú
los decepciones en esto sería en la práctica incivilizado, de modo que aviéntate a hacerlo.
Ahora, este empleador tiene un interés personal en cerrar este trato contigo y, por lo
general, existe la posibilidad de que haya algún tipo de aumento en el sueldo.
Quizá Jeff diga algo como, "Bueno, Alyona, ¿qué sueldo tenías en mente?" o "Perfecto,
Alyona, ¿cuál es la cifra mínima que aceptarías?". Este es el momento de tomar al toro por
los cuernos; indícale la cifra que tienes en mente. Debe ser una cifra realista basada en tus
investigaciones anteriores del gremio, del puesto y de la empresa. Jeff te responderá una de
tres cosas; dirá algo como, "Está bien, podemos hacerlo" o "No creo que podamos llegar a
esa cifra, necesito consultarlo" o "Caray, pues tenemos un problema porque no hay manera
de que nos acerquemos a eso"
Si te da la primera respuesta es una noticia excelente aun si tu reacción natural
inmediata sea "¡D'oh! Debí haber pedido más". Lo siento Homero, ese tren ya salió de la
estación y el trato está hecho. La segunda respuesta es una especie de quizá. Tómala como
una desviación temporal. Di algo como, "Fantástico; te agradezco que lo averigües, porque
en realidad no es tanta la diferencia". Y después deja el tema de lado pero, antes de que te
vayas, termina con, "¿Puedo esperar una llamada en cuanto a la cuestión del salario?" para
mostrar que no se te ha olvidado. Si recibes el mensaje de que las cifras están a kilómetros
de distancia, es posible que de todos modos no sea motivo para la cancelación del trato,
pero tendrás que usar tus mejores pasos de baile para salir adelante.
Cómo armar el trato

Es posible que tengas que preguntar, "¿De qué tanta diferencia estamos hablando?" sin
tapujos. Sea cual sea la cifra, no te des por vencido. Trata de averiguar si existe algún plan
de incentivos o un plan de bonificaciones basado en desempeño que cierre la brecha.
Explora el alcance y valor de cada elemento del plan de prestaciones. Es posible que te
sorprenda que el plan de inversión para la jubilación de la empresa, el uso de un automóvil
corporativo o de viáticos, u otras prestaciones (como cobertura de atención dental para la
familia o membresías a clubes deportivos o de golf o tenis) compensan la diferencia más de
lo esperado, en vista de la manera en que las leyes fiscales tasan las prestaciones. La clave
es siempre mantenerte positivo en cuanto a que puedes llegar a un trato y seguir planteando
ideas que puedan beneficiarte. Si te encuentras cerca del tope del rango salarial para el
empleo en cuestión, pregunta si pueden ascenderte a un puesto superior, para que te halles
en la parte baja del siguiente rango salarial. Pregunta si sería posible que se hiciera una
revisión salarial basada en tu desempeño a tres o seis meses de distancia. Si no te pones a
la defensiva y logras tratar el asunto como otro problema empresarial más que pueden
solucionar dos personas motivadas, tu atractivo no puede más que aumentar.
Tal vez te pregunten algo como: "¿Cuál es la cifra mínima que aceptarías?". Haz tu
mayor esfuerzo por alejarte de cifras absolutas. Yo intentaría algo como, "En este momento,
mi paquete salarial [recuerda, eso implica tu sueldo más las prestaciones] está entre 17 000
y 19 000 pesos mensuales y yo necesitaría algo cercano a 20 000 a 22 000 para poder
hacer el cambio". El uso de términos vagos como "entre 20 000 y 22 000", "entre 33 000 y
36 000" o "más bien cerca de los 40 000 pesos anuales"3 puede ayudarte a dar un paso
financiero hacia adelante, sin que tu entrevistador sienta que estás dándole un ultimátum.
Estos siempre son mala estrategia de negociación, porque a pocas personas les gusta
sentirse obligadas a hacer las cosas. Lo que tú quieres es que el entrevistador sienta que
está dirigiendo el proceso con la meta final de asegurar tus servicios para la organización.
Tu papel en este proceso es ayudar a explorar toda posibilidad para lograr dicha meta.
A menos que seas un diplomático profesional o un experto en arbitraje laboral, este
proceso de negociación te será bastante ajeno. Antes de que acudas a la negociación de tu
oferta, prepara frases que creas te serán de ayuda. He usado muchas de ellas en el capítulo;
regresa y subraya las que quieras usar. Ensáyalas con tu socio de práctica de entrevistas,
hasta que encuentres aquellas con las que te sientas cómodo. Ensaya pedir lo que mereces.
Es una buena habilidad para desarrollar en todas las áreas de tu vida.

Aceptación o rechazo

La figura 8.2 te dará un panorama general sistemático de la mejor forma de manejar las
ofertas de empleo que con tanta diligencia has generado. Piensa en el tiempo, energía, labor
y emociones invertidas para generar una buena oferta. Por esta razón, cada una de las
ofertas de empleo debe manejarse con cuidado y profesionalismo, además de respetarse
como el recurso inusual y valioso que representa. Dada la importancia de este elemento de
tu búsqueda de empleo, echemos una rápida mirada a los pasos para administrar el proceso
de la oferta de empleo:

1. Pregunta cuál es el tiempo que tienes para decidir y trata de obtener más.

2. Intenta generar otras ofertas o entrevistas.

3. Analiza el empleo.

4. Evalúa el paquete salarial.

5. Establece metas de negociación para el trabajo y para el paquete salarial.

6. Negocia (es mejor hacerlo en persona).

7. Decide (aceptar o rechazar la oferta).

Tan pronto llegues a una decisión definitiva, debes comunicar tu aceptación o rechazo
de la oferta de empleo. Tu empleador potencial necesita saber si ha terminado la labor de
reclutamiento y empleo para planear tu integración al resto del equipo de trabajo o si
necesita empezar a buscar otros candidatos. Haz tu mayor esfuerzo por adelantarte al
tiempo límite en lugar de esperar al último minuto.
Aceptar es fácil. Lo haces después de decidir que la oferta inicial te conviene o tras
negociar una oferta mejorada de manera exitosa. Lo mejor es hacerlo en persona, pero una
llamada telefónica es suficiente. Trata de darle un toque emotivo para que puedas mostrar
tu entusiasmo. No manejes tu aceptación a la ligera por medio de un mensaje de texto,
mensaje de voz o correo electrónico. Dale seguimiento a tu aceptación verbal con una carta
formal que indique términos y condiciones de la oferta y que aclare tu fecha de inicio de
trabajo.
Rechazar la oferta es un poco más difícil. Existen dos momentos en los que puedes
tomar la decisión para hacerlo: en el que decidas que el trabajo es inadecuado para ti o tras
fracasar en las negociaciones relacionadas con el trabajo en sí o con el paquete salarial.
Aunque a nadie le gusta dar malas noticias cara a cara, te aconsejo hagas de tripas corazón
y hables con el entrevistador de manera directa. Comunícale que es cuestión de negocios,
no una decisión personal; dile que sientes mucho que las cosas no hayan funcionado y
agradécele su tiempo e interés. No te dejes envolver en una larga discusión acerca de tus
motivaciones a menos que te ofrezca mejorar la oferta de empleo para satisfacer tus
necesidades. En el caso muy poco probable de que esto suceda, como en todas las demás
ofertas de empleo, pregunta cuándo pueden hacerlo por escrito. No expreses nada negativo
acerca del trabajo ni de la empresa. Te hicieron la mejor oferta que pudieron y fuiste tú
quien decidió no tomarla. No le des retroalimentación negativa al entrevistador en
absoluto; tu rechazo es la única mala noticia que necesita oír por hoy. Intenta terminar la
conversación en un tono cálido, personal y agradecido porque, créeme, te toparás con el
entrevistador o alguien que lo conoce en algún otro momento de tu trayectoria profesional y
quieres que su última percepción corresponda con la de una persona cortés y profesional,
no alguien sarcástico y desagradable. Dale seguimiento a la conversación con una carta
ambigua pero agradable, agradeciéndole por su tiempo y expresando la esperanza de que
tal vez puedan trabajar juntos en el futuro.

Anúncialo a los cuatro vientos

Otra de mis reglas aparentemente contradictorias para pasar de ser un buen buscador de
empleos a uno fabuloso es que ahora, en el tiempo entre que aceptas tu nuevo empleo y el
que en realidad lo inicias, es el momento perfecto para establecer las bases para tu
siguiente búsqueda. No, no estoy diciendo que tienes que empezar a buscar un nuevo
trabajo mañana mismo; a lo que me refiero es que la manera en que termines tu búsqueda
actual influirá poderosamente en el tiempo y energía que invertirás para implementar la
siguiente, más allá de cuándo suceda.
Elabora o revisa una lista de todos los contactos que hiciste durante tu búsqueda de
empleo. Esto incluye a todos en tu red de contactos físicos, de medios sociales y de las
personas que te presentaron; de tus ayudantes en bibliotecas de referencia, de todos los
reclutadores con quienes te comunicaste (no importa si te ayudaron o no; quizá te sirvan a
la siguiente), de los facilitadores de cada uno de los grupos de apoyo a los que asististe, de
tus referencias laborales, del administrador de cada sitio web que hayas usado, de cada
asociación profesional o técnica cuyas publicaciones hayas utilizado, de los gerentes de
reclutamiento de todas las empresas con quienes tuviste contacto y cada una de las personas
con las que te entrevistaste. En resumen, esta es tu nueva, mejorada y expandida red de
contactos para tu profesión. Captura cada trozo de información útil que hayas descubierto.
Tu archivo de investigación y tu red de contactos nunca jamás serán tan breves, pequeños o
delgados como cuando empezaste esta búsqueda de empleo.
Prepara la carta que enviarás a esta lista de personas, agradeciéndoles toda su ayuda
durante tu búsqueda reciente. Así también, informa a todos los reclutadores con quienes te
comunicaste (incluso los que no te respondieron o ayudaron); querrás que actualicen tu
perfil en todas sus bases de datos. Por supuesto, necesitarás personalizar esta carta en el
caso de tus contactos más útiles y que más apoyo te dieron. Envíala alrededor de una
semana después de haber empezado a trabajar; ¿qué caso tiene echarle sal al asunto a estas
alturas, no?
Poco después que empieces a trabajar, establece algún contacto con el departamento
de mercadotecnia o relaciones públicas para ver si sería apropiado elaborar un
comunicado para publicarlo en la prensa empresarial, en asociaciones profesionales o,
incluso, el periódico local. Recuerda actualizar tu perfil en redes sociales. Acabas de
triunfar en un proceso demandante y competitivo y mereces todo el reconocimiento que se
te pueda dar. Por supuesto, esto aumenta tu perfil profesional y contribuirá al éxito futuro de
tu trayectoria. La Herramienta de "Conclusión de la búsqueda de empleo" (#18 del Estuche
de Herramientas) te ayudará a terminar tu búsqueda de manera profesional, al tiempo que
estableces las bases para la siguiente ocasión.
Algunos consejos obvios (y no tan obvios)
para superar los errores, defectos, baches e idiotas en la
búsqueda de empleo

A LO LARGO DE ESTE LIBRO HE COMPARTIDO MI OPTIMISMO POR EL


ÉXITO FINAL DE TU CARRERA, MI ENTUSIASMO POR TU BÚSQUEDA DE
EMPLEO Y MI CONFIANZA EN TU CAPACIDAD PARA CONVERTIRTE EN UN
ESTUPENDO ENTREVISTADO. Te he orientado para invertir una considerable energía
en la búsqueda y te mostré cómo controlar la ansiedad en la entrevista durante cada paso
del proceso. Te impulsé a asumir la responsabilidad última de la búsqueda de empleo y del
éxito en la entrevista, y a cada instante te he instado a seguir el camino del éxito. He hecho
mi mejor intento por motivarte y, como dice una vieja canción, por destacar lo positivo.
Esto se debe a que una actitud demostrando que todo es posible puede hacer la diferencia
entre obtener un empleo y una carrera que ames, en contraste con lo que sucede a la
mayoría de empleados que soportan tristes vidas laborales de insatisfacción que afectan
todos los demás aspectos de su existencia.
Sin embargo, en este momento debo señalarte que el camino al éxito en cada desafiante
esfuerzo humano está lleno de errores, defectos, caídas, omisiones y el ocasional idiota que
apunta en la dirección incorrecta. Esa es la razón para que los lápices tengan borradores,
que los autos tengan reversa y los barcos tengan chalecos salvavidas. La duda no es si
ocurrirán los errores o si aparecerán los obstáculos, sino cuándo aparecerán y cómo se
lidiará con ellos.
Cuando me reúno con buscadores de empleo para que me narren su experiencia
mientras tomamos un par de copas de celebración luego de triunfar en su búsqueda, los
momentos más divertidos surgen por lo general de cosas que no salieron tan bien: los
errores, las fallas y los defectos. Estos ocurren en toda búsqueda y tu caso no será
diferente. La clave es tomar todo con filosofía, prepararte para tantos sucesos inesperados
como puedas y, cuando te enfrentes a un predicamento en la entrevista, mantenerte positivo
y hacer tu mejor esfuerzo. No tienes que ser perfecto; solo deberás ser mejor que los demás
candidatos para este empleo en particular. De nuevo, al resolver por anticipado cómo
lidiarás con los problemas potenciales, estarás más preparado que tu competencia.
Con suerte, es posible que nunca te topes con un formato de entrevista que
desconozcas, que no se te hagan preguntas capciosas, que no tengas un grave tropiezo ni te
encuentres con el temido entrevistador idiota. Pero mi enfoque nada tiene que ver con la
suerte, sino con la capacidad por arreglar cualquier error que cometas en tu búsqueda de
empleo y cambiar toda entrevista por un encuentro laboral fantástico, sin importar el bache
ni la calamidad que puedas encontrar.

No te vayan a descubrir

Debes tener cautela cuando buscas trabajo mientras todavía estás empleado. Como
mencioné antes, quizás eres parte de una afortunada minoría cuyo jefe se da cuenta de que
Lincoln liberó a los esclavos y a cualquier empleado perspicaz respecto al avance de su
carrera, en esa medida, siempre debes evaluar su valor en el mercado actual. Pero muchos
jefes lo resienten y es posible que actúen en forma punitiva cuando descubren que un
subordinado busca otro trabajo. Estas son unas cuantas maneras de evitar que tu jefe se dé
cuenta de tu búsqueda.

o No demuestres falta de interés en tus tareas actuales. Buscar nuevas formas


de contribuir es una cosa, pero evitar los aspectos básicos de tu trabajo, es una
señal reveladora de que ya "renunciaste psicológicamente".
o No te retraigas en términos sociales. Sigue acudiendo a tomar ese descanso
junto al enfriador de agua, continúa compartiendo la hora del café y manteniendo
las relaciones en el comedor y en el salón de descanso. Necesitas estar al tanto de
las comunicaciones informales y apartarte de los colegas, solo porque buscas la
manera de salir de ahí, a la larga es mala estrategia de formación de redes de
contacto.

o No bajes la guardia. Algunas personas que consideras tus amigos, en realidad


son conocidos del trabajo e incluso existen quienes pueden ser tus competidores
ocultos. Mantén las cosas en privado.

o No dejes un rastro de correos electrónicos. Utiliza tus propios dispositivos


para enviar correos de voz, correos electrónicos y mensajes de texto.

o No salgas de tu empleo actual con un clic. Usa las configuraciones de


privacidad si actualizas tu estatus laboral en las redes sociales, si añades como
contactos a múltiples reclutadores o a gente dedicada a los recursos humanos.

o No dejes tu empleo actual en medio de quejas. No hagas comentarios


negativos de tu trabajo, jefe, compañía o colegas. No solo quemarás tus naves,
sino que tus posibles empleadores futuros se enterarán de ello y a nadie le gusta la
gente negativa.

o No dejes tu empleo actual haciendo un trabajo deficiente. Ya entendimos que


no te gusta este empleo. Pero salir con la frente en alto no solo demuestra clase,
sino que te ayuda a proteger tus referencias, que son un activo valioso para todas
tus búsquedas futuras. .

Errores típicos de los buscadores de empleo de mayor edad

Si te encuentras en un punto intermedio de tu carrera laboral o eres mayor y te gustaría


recibir una agradable promoción motivacional sobre tus muchas fortalezas, entra a
www.drpaulpowers.com y haz clic en LifeMap (un archivo de mis boletines electrónicos, al
que puedes suscribirte en forma gratuita) y baja hasta la edición 19/13: The Strenghths of
Older Workers/Older Job Hunters (Fortalezas de los trabajadores mayores/buscadores de
empleo de mayor edad).1 Pero también he visto que algunos mayores cometen muchos
errores en su actual búsqueda de trabajo. Estos son los equívocos más comunes que he
observado y la manera de evitarlos.
o Tu currículum te hace parecer de mayor edad de la que tienes. Necesitas regresar
apenas unos 10 a 15 años. El currículum actual depende de la tecnología y antes que un ser
humano lo lea, tiene que pasar por sistemas de seguimiento de solicitudes que buscan
términos clave específicos para habilidades profesionales, interpersonales, técnicas,
ubicación geográfica, escolaridad, etcétera. El mejor lugar para encontrar los términos
clave apropiados, es en las vacantes publicadas a las que respondes. Utiliza fuentes y
encabezados estándar, nada rebuscado. Entra en línea y encontrarás más sugerencias en este
mismo sentido.
o Eres socialmente invisible. En el capítulo 3 se presenta toda una sección dedicada a
errores obvios y no tan obvios de la búsqueda de empleo en redes sociales. Ser invisible es
el número 1 y ocurre más en muchas personas mayores que en jóvenes; es peligroso, porque
sugiere que no estás actualizado. Si te saltaste esa sección sobre redes sociales y creación
de contactos en estas en el capítulo 3, regresa a esa parte del libro en este momento.
o Actúas como si fueras viejo. No demuestras energía: en tu rostro, en tus ojos, en tu
marcha. No te dejes caer en el asiento con un suspiro y un gemido. No te sugiero que entres
saltando como si fueras un golden retriever, pero actúa con vitalidad y demuestra que estás
encantado de estar ahí.
o No estás considerando otras opciones. Claro, es probable que quieras un empleo
de tiempo completo, ¿pero qué te parece un trabajo de consultoría, un proyecto por contrato
o una desafiante tarea temporal? Si eso te conduce al desarrollo de nuevas habilidades,
nuevas experiencias y nuevos contactos, ¿por qué no considerarlo en lugar de descartarlo
sin pensar?
o No estás pensando en tus habilidades de entrevista. Por supuesto, lo has hecho
docenas de veces, ¿pero hace cuanto que no lo haces? Tu experiencia puede darte una
ventaja, pero no será así mientras no afines tu enfoque. Tu competencia está practicando
justo en este momento.
o No estás aprendiendo nada nuevo. Lee mucho, adquiere conciencia de la cultura
popular, toma un curso e intenta con una nueva actividad física, grupo de beneficencia o
pasatiempo. Este tipo de cosas te demuestra que eres adaptable, flexible y disfrutas de
intentar y aprender cosas nuevas. No necesitas ponerte un aro en la nariz, pero buena parte
de no parecer demasiado viejo es mantener una actitud abierta y de curiosidad.
o Estás esperando que algo suceda. La paciencia es una virtud en todas partes,
excepto en la búsqueda de empleo. Estás desperdiciando tiempo valioso que podrías
invertir en actividades productivas de búsqueda de trabajo. Utiliza la Herramienta #1 o la
#17 del "Estuche de herramientas de la entrevista buena a estupenda", para poner en marcha
tu búsqueda.

Errores típicos de los buscadores de empleo jóvenes

Después de aporrear a los buscadores de mi edad, no creerás que dejaría ir con tanta
facilidad a los más jóvenes, ¿verdad? Una de las mejores cosas sobre la gente joven en
general, es que son optimistas (ven el vaso medio lleno) y tienen mucha energía (dispuestos
a hacer lo que sea, con tal de cumplir con el trabajo). Estas cualidades en sí mismas los
vuelven candidatos muy atractivos, pero estos mismos rasgos (y algunos otros que
menciono en la siguiente lista), a veces pueden ir en su detrimento. Estos son algunos de los
errores comunes que he observado y cómo evitarlos.

o No usar el centro de desarrollo profesional o bolsa de trabajo de tu universidad.


Tú o tus padres han pagado una tonelada de dinero por tus estudios, así que emplea todos
los recursos a tu disposición. Los estudiantes más diestros han usado estos centros para
descubrir estupendos trabajos de práctica desde el primer año de universidad. El centro de
desarrollo profesional o la bolsa de trabajo pueden ayudarte a pulir tu currículum para
crear un documento mercadotécnico limpio y bien escrito, instruirte en habilidades para la
entrevista y, a veces, presentarte con exalumnos cooperativos.
o No refinar tu perfil en redes sociales. No dependas de la configuración de
privacidad. A menos que intentes obtener un trabajo como catador de cervezas, fabricante
de yardas o modelo de Hawaiian Tropic, elimina todas esas fotos. Revisa en el capítulo 3
la sección de Errores obvios y no tan obvios de la búsqueda de empleo en redes sociales.
Ah, y no más de esos mensajes de salida en tu correo de voz que dicen: "Hola mamá, soy
rapero". Ya eres un adulto, acostúmbrate.
o No te aísles de tus padres. Pídeles consejos y quizá algunos contactos iniciales.
Actualízalos de manera periódica y déjalo hasta ahí. Si no te sientes bastante motivado para
salir a buscar trabajo por ti mismo, ninguna cantidad de peroratas o intromisiones te
ayudará. Ten en cuenta que los expertos vocacionales como yo, les decimos a tus papás que
ya no te dejen vivir en su casa indefinidamente sin pagar renta. Tú (y tus padres) se
sorprenderán del impacto motivacional de los pagos por hospedarte y las fechas límite para
mudarte.
o No hacer una búsqueda rigurosa. Este no es un reporte de lectura que tratas de
hacer por encima. Una búsqueda rápida en Wikipedia o ver el informe anual de la compañía
no es una investigación adecuada antes de la entrevista. Ocúpate y lee todo lo que puedas
encontrar acerca de cualquier empleador potencial dispuesto a tomarse el tiempo para
entrevistarte. Esto incluye informes noticiosos en medios masivos, al igual que
publicaciones de la industria, publicaciones en Twitter y pedir otras fuentes de información
de todos tus contactos en redes sociales.
o Esperar por tu trabajo soñado. Pon los pies en la tierra. Nadie empieza en lo más
alto del escalafón. Es posible que mami y papi, tu entrenador de futbol, tu maestra de violín
y tu última novia piensen que eres la octava maravilla del mundo, pero allá afuera tienes
competencia más lista, mejor preparada y más trabajadora. Aférrate a ese sueño, pero para
lograr el éxito en el mundo laboral, primero debes entrar al juego. Enfócate en obtener un
empleo inicial o un primer empleo en una nueva área. El realismo es tu aliado y un ego
inflado no lo es.
o Depender demasiado de la tecnología, pero no lo suficiente de los seres
humanos. En el capítulo 3 te mostré todas las formas excelentes en que la explosión
tecnológica puede ayudarte a conseguir un empleo. Pero los empleadores no contratan
perfiles ni currículos electrónicos; contratan personas. No huyas de la formación de
contactos frente a frente, aunque te incomode. Es probable que este sea el camino hacia tu
nuevo trabajo.
o Olvidar tus buenos modales. Decir por favor y gracias no será suficiente para
conseguirte el empleo, pero olvidarlo puede impedir que lo consigas. A veces tu ansiedad o
atención enfocada en el resultado puede impedirte ser agradable con las personas que
tienes que ver a diario y con quienes deseas trabajar.
La urbanidad y las buenas maneras son algo obligado hacia cualquier persona que
conozcas, desde el empleado del estacionamiento hasta la gente en el lobby o en el
elevador, y para todo el personal de apoyo administrativo. Un comentario de cualquiera de
ellos acerca de que eres un déspota grosero puede hundir para siempre tus posibilidades.
Tu entrevistador es el portero entre tú y el empleo que quieres. Expresa genuino
reconocimiento por su tiempo y enuncia un claro interés en el trabajo, al igual que tu
esperanza de que te contraten.

Formatos poco comunes de entrevista

Hasta aquí, el único formato de entrevista revisado es aquel entre dos personas, frente a
frente. Existen otros para los cuales debes prepararte.

El telefonazo

Otro formato común es la entrevista telefónica. A menudo se utiliza como herramienta para
seleccionar a los solicitantes antes de programar una reunión en persona. Es la práctica
estándar tanto de los reclutadores de personal que cobran por honorarios contingentes,
como de las empresas de consultoría por iguala. Debido a que todos los días usas el
teléfono con propósitos comunes, es fácil tomar la entrevista de manera informal. ¡Ese es
un grave error! No estás pidiendo comida china; intentas meter un pie en la puerta con un
objetivo laboral importante. Esta reunión telefónica es tan importante como la entrevista
frente a frente, porque si tus resultados no son buenos al primer intento, no tendrás
oportunidad de llegar al segundo.
Las dos claves para dominar la entrevista telefónica son preparación y entorno físico.
Antes de tu entrevista por teléfono, revisa tus notas de investigación, tu currículum y la lista
breve de preguntas que quieres hacer. Ten listo un bloc de papel en limpio y escribe el
nombre del entrevistador y su cargo. De ese modo no te equivocarás con su nombre (lo cual
es fácil si no estás mirando a esa persona) y tendrás un sitio conveniente para tomar notas.
Si entra una llamada inesperada para una entrevista telefónica, intenta reprogramarla. Di
que vas de salida a una junta. No entrarías a una entrevista personal en forma improvisada,
así que ¿por qué razón lo harías ahora? Aunque demores la llamada otros 10 o 20 minutos,
estarás mucho mejor preparado.
Los teléfonos con altavoz son estupendos, siempre y cuando no suenes como si
estuvieras bajo el agua o empleando un megáfono de la policía. Si tienes uno de esos
teléfonos, prueba con alguien que te diga con total sinceridad cómo se oye, antes de usarlo
en una entrevista. Si el tuyo es de alta fidelidad, utilízalo, porque te permitirá tomar notas y
usar las manos para hacer ademanes mientras hablas. Quizá no lo hayas notado antes, pero
los ademanes con las manos y las expresiones faciales añaden variedad a tu voz y te hacen
sonar más comprometido y agradable. Quizá te suene cursi, pero sería conveniente que
aprendas una lección de los vendedores telefónicos exitosos y pongas un espejo frente a tu
escritorio para recordarte que debes sonreír. La persona al otro lado del teléfono puede
percatarse de si su interlocutor está sonriendo, porque la sonrisa utiliza músculos que
cambian el tono de la voz y la hacen más agradable. Como en las videoentrevistas (que
trataremos un poco después), te sugiero escribas las palabras sonríe y respira en una nota
adhesiva y la pegues en un sitio donde te ayude a recordar.
Utilizar un teléfono con altavoz presupone que estás en un sitio privado y tranquilo
para hacer y recibir llamadas. Nunca he oído de un entrevistador que cuando escucha a un
bebé que llora de fondo, un perro que ladra o una aspiradora ruidosa, haya aumentado el
profesionalismo de un candidato. Quizás induzca compasión, pero no una oferta de trabajo.
No me importan las promesas de tu proveedor de telefonía celular, su servicio no es
100% confiable. Es posible que la cobertura sea buena a veces, incluso estupenda en
algunas ocasiones, pero no puedes depender de ella todo el tiempo. En consecuencia,
nunca realices una entrevista telefónica (ni, Dios lo quiera, tengas una sesión de
negociación) en un teléfono móvil. Imagina tu pánico, tras responder en forma brillante una
pregunta, cuando escuchas que tu entrevistador te dice "¿Sigue ahí? ¿Me oye? ¿Sigue ahí.. ?
¿Bueno..?" De nuevo, la mayoría de estos son pequeños consejos para ayudarte a parecer
más atractivo ante tu empleador potencial pero, aunque sean pequeños, pueden sumarse a tu
favor o socavar poco a poco tu éxito.

Igual a Viaje a las estrellas

A medida que se ha reducido el costo de la tecnología de videoconferencias y su calidad ha


mejorado, más organizaciones la usan para el proceso de contratación.
Es eficiente en tiempo, ahorra gastos de viaje y permite la selección de más candidatos y
solicitantes de ubicaciones remotas. Si se utiliza en forma eficaz, puede mejorar la calidad
del proceso de entrevista y contratación. Este método a menudo demanda la preparación de
un conjunto de preguntas que se les harán a todos los participantes en la selección, con lo
cual mejora la equidad del proceso. Es posible grabar las entrevistas y revisarlas con
posterioridad para una comparación más precisa de la respuesta de los candidatos a
preguntas idénticas, sin depender de impresiones vagas, notas ilegibles o memorias
defectuosas.
Algunas organizaciones utilizan empresas de videoentrevistas,2 pero un número cada
vez mayor de empleadores y reclutadores usan Skype. Un estudio reciente mostró que la
cifra de candidatos en entrevistas por video se duplica cada dos años. Espero esta
tendencia continúe, así que necesitas desarrollar tus conocimientos y habilidades en esta
área.
Si tu computadora no tiene capacidad de voz ni video, es momento de actualizarla. Si
no es posible, intenta encontrar en tu localidad un centro de apoyo al empleo, una
universidad, una biblioteca, un familiar o un amigo cuya computadora tenga capacidades
para video que puedas usar en un ambiente privado. Estas son algunas ideas para ayudarte a
dominar esta tecnología.
Antes de la videoentrevista:

o Practica. Usa tu propia cámara web o utiliza la de alguien más para evaluar y
adaptar tu apariencia general, tu aspecto, ademanes, contacto visual y voz.
¡Asegúrate de que la cámara no apunte a tu nariz! Ajusta la iluminación; un poco
de luz brillante es buena, pero evítala desde atrás de ti o de los lados, porque te
dará la apariencia de estar en aquel antiguo programa de televisión, Dimensión
desconocida.

o Mis amigos dedicados al podcasting sugieren que no utilices la cámara ni el


micrófono integrados de tu computadora. Puedes encontrar un kit con cámara de
alta definición, micrófono con pedestal y tripié por menos de $100 USD en
tiendas en línea.
o Cuando practiques, utiliza la opción imagen dentro de la imagen (picture-in-
picture, una imagen más pequeña en una esquina de la ventana de chat) para
observar lo que se ve del otro lado. Pero justo antes de la entrevista, desactiva
esta característica para que no te distraiga o cúbrela con la nota adhesiva que
mencioné antes y donde escribiste respira/sonríe.

o Planea el atuendo que utilizarás para una entrevista. Vestirte de manera


apropiada te ayuda a adoptar el personaje. Evita estampados cargados y prefiere
los colores neutros. No supongas que solo se puede ver tu mitad superior, ¿qué
pasa si necesitas levantarte por un documento o ajustar el equipo?

o Si te entrevistan desde tu casa, quita cualquier cosa que pudiera considerarse


inapropiada para una entrevista de negocios de la dirección hacia donde apunte la
cámara.

o Envía con bastante anticipación a la entrevista los materiales solicitados (p. ej.,
currículum, formato de solicitud, muestras de tu portafolio, material elaborado y
demás).

o Revisa todas las instrucciones de video que se te hayan dado y no dudes en


pedir ayuda con cualquier cosa que no entiendas.

o Ordena tu escritorio o estación de trabajo y elimina cualquier distracción u


objeto que haga ruido o distraiga al entrevistador. Uno de los beneficios de este
tipo de entrevista es contar con unas cuantas notas (no tan obvias), pero no las
recojas y leas en voz alta.

o Haz los arreglos para ubicarte con anticipación en tu lugar, para asegurarte de
que todo funcione y puedas relajarte un poco.

Durante la videoentrevista:

o No dudes en pedir una revisión rápida del equipo.

o Pregunta si te ven y escuchan con claridad.

o Confirma que están en posesión del material que enviaste. Ten respaldos listos,
por si se requieren.

o Mantén la calma si la transmisión se congela. Reinicia el sistema y espera a que


ellos te vuelvan a llamar. Después de 5 o 10 minutos, puedes intentar contactarlos.
Las dificultades técnicas suceden; lo que importa es cómo las manejas. No uses
improperios.

o Mira a la cámara; este es el equivalente en video del contacto visual. Si miras tu


pantalla, teclado o escritorio, lo único que ellos verán es tu coronilla.
o No te sacudas en tu asiento, no consultes el correo electrónico ni juegues con los
clips o con la pluma, tampoco hagas ruidos distractores que detecte el micrófono.

o Escucha de manera activa (como hace tu terapeuta). Las respuestas como "Ajá",
"Ya veo", "Eso es interesante" y "Mmm" le permiten saber al entrevistador que
prestas atención y el equipo se encuentra en funcionamiento.

o Utiliza pocos ademanes, porque en video pueden ser distractores. Para enfatizar,
utiliza variaciones vocales/tonales.

o Antes de despedirte, pregunta cuáles son los siguientes pasos, expresa tu


agradecimiento y reconocimiento como harías en cualquier entrevista.

Después de la videoentrevista:

o Verifica dos o tres veces para cerciorarte de que el equipo está apagado.

o Haz una revisión posterior como harías con cualquier entrevista frente a frente.
Una herramienta muy valiosa para ello, si tu sistema cuenta con esto, es una
revisión de la grabación.

o Planea cómo mejorarás tu desempeño en las siguientes videoentrevistas.

o Envía una nota de agradecimiento como harías con cualquier entrevista.

Estos conceptos finales deben reforzar que una videoentrevista no es muy diferente de
la presencial, pero es igual de importante. He escuchado decir que la primera puede ser
más importante para selección que la tradicional, frente a frente, porque tu desempeño se
puede revisar, comparar y evaluar de modo más riguroso. Dominar esta tecnología y este
proceso es otra manera en que puedes superar en preparación a tus competidores y mejorar
tus habilidades de entrevista de buenas a estupendas.

La orgía
En realidad se llaman entrevistas de panel y en verdad me desagradan. (Tengo que
aprender a refrenar mis verdaderos sentimientos.) Te reúnes con un grupo de tres o más
entrevistadores y cada uno te hace preguntas por turnos. No es muy diferente de la
Inquisición. En ocasiones, todos ellos están interesados en cada respuesta, a veces algunos
se interesan en unas cuantas y otras solo se enfocan en la pregunta que hicieron. También,
está el pobre diablo que no sabe por qué está ahí o qué le interesa, solo se presentó porque
el jefe le dijo que acudiera. Así que no sabes quién quiere oír qué. Terminas dirigiendo tu
respuesta a la persona que te preguntó mientras volteas hacia todos e intentas hacer
contacto visual con quienes parecen interesados, sin tener que girar la cabeza como la niña
de El Exorcista.
Aunque sabes quién dispuso la entrevista y quién probablemente será tu jefe, es
imposible conocer la relación (personal o jerárquica) entre todos ellos. A veces, en una
entrevista de panel habrá personas con intereses contradictorios o ideas diferentes de lo
que están buscando, incluso tendrán desacuerdos acerca de las dimensiones del puesto en
sí. Debido a que deberían haber resuelto todo esto por anticipado, es una enorme pérdida
de tiempo y, por supuesto, es una locura pensar que aparecerá de milagro una persona
externa que hará las veces de Gandhi y resolverá todos los conflictos explícitos e
implícitos en una reunión así. Pero, parafraseando ese conocido refrán, las cosas pasan y te
pueden pasar a ti.
Si te enteras con antelación de que tu entrevista será de este tipo, haz tu mayor esfuerzo
por conocer quiénes participarán, por qué lo harán y cuáles intereses específicos tienen (o
no) sobre cómo se cubrirá la vacante. Si algo como esto surge de improviso cuando llegues
a la entrevista (que, en sí mismo, te da cierta información no tan agradable en cuanto a la
organización), tu primer orden del día es llamar a los participantes para pedirles (y poner
por escrito) sus nombres y cargos. Muéstrate amable (porque de todos modos no puedes
hacer nada al respecto), expresando tu agrado de conocerlos y, si puedes lograrlo, pregunta
a cada uno cuál será su relación con la persona a quien contraten. Si puedes conseguir esta
información, es probable que puedas ajustar tus respuestas de manera apropiada. Si
terminas respondiendo en el vacío acerca de cuáles son sus intereses, mantente en una
postura intermedia y espera lo mejor.

La audición

Por nefasta que suene esta entrevista, es mucho mejor que la orgía. Su nombre formal es
entrevista secuencial: haces una entrevista y luego prosigues a otra con alguien más. En
general esto no sucede hasta una segunda o posterior, pero si ves que te llevan a la oficina
de alguien más tras tu primera entrevista, puedes apostar que son buenas noticias para ti.
Bien puede ser que alguien haya visto tu currículum, le impresionó y pidió verte cuando
llegaras, o esa persona le pidió a tu entrevistador que te pasara con ella para ver si llamas
suficiente su atención como para pensar en contratarte.
Las entrevistas secuenciales son agotadoras, pero representan una gran oportunidad
para utilizar tus habilidades para tal efecto. Es importante que mantengas un nivel alto de
energía, porque de hecho estarás haciendo una serie de primeras impresiones. Como con la
entrevista de panel, la clave es hacer una evaluación rápida de quiénes son estas personas,
cuáles son sus intenciones personales y por qué se interesan en esta nueva contratación.
Puedes hacer preguntas similares con múltiples personas y, al meditar después en las
respuestas, te enterarás de gran cantidad de cosas sobre la organización. Recuerda pedir a
cada uno su tarjeta, para tener la información correcta para enviarles cartas de seguimiento
personalizadas.

“Tenemos métodos para obligarte a confesar”

Me siento un poco indeciso de si mis ideas sobre las entrevistas de estrés pertenecen aquí o
a la sección sobre el temido entrevistador idiota. Pero veámoslas ahora. Debido a que hay
potencialmente tantas cosas en juego, cada entrevista resulta estresante hasta cierto grado.
Por esa razón con anterioridad ocupé tanto tiempo en este libro para mostrarte cómo
controlar tu ansiedad en esa situación. No hablo de la entrevista típica, con la cantidad
normal de nerviosismo. Con entrevista de estrés me refiero a aquella que se conduce de
manera impersonal, brusca u hostil, para intimidarte y sacarte del plan que llevabas
preparado. El fundamento de la entrevista de estrés (y uso el término fundamento con
ciertas reservas) es que el puesto que solicitas puede ser bastante estresante, por lo que
quieren ver cómo afrontas la presión. Este es el tipo de estupidez que escuchas de gente que
ni siquiera conoce de vista la lógica o reprobó el primer curso de psicología. Una
entrevista de estrés no mide cómo lo enfrentas en el trabajo; demuestra cómo lidias con las
entrevistas de esta naturaleza y eso es todo. Son dos cosas por completo diferentes.
Este tipo de entrevista representa la oportunidad de que individuos inferiores e
inseguros impongan sus temores latentes y su agresión, apenas contenida, en otros que
consideran con menos poder. Este es un defecto humano tan antiguo como el guardia de
prisión innecesariamente brutal y tan actual como las novatadas mortales que observamos
cada año en las universidades. Los únicos dos casos que se me ocurren en que la entrevista
de estrés podría ser un medio útil de predicción del desempeño laboral, serían si estás
buscando un empleo como publirrelacionista que debe informar a los medios por qué tu
empleador tiraba sustancias cancerígenas al agua potable o si estuvieras solicitando un
puesto como abogado, para defender a un ejecutivo que se dedicó a despilfarrar dinero de
los accionistas en cosas como cortinas de baño de $6 000 USD o estatuas de hielo que
derraman vodka. En realidad no quieres esos trabajos, ¿verdad?
Debido a que tal vez tropieces con una entrevista de estrés, necesitas reconocerla y
comenzar a lidiar con ella desde el primer instante. Las primeras señales de una entrevista
de este tipo son un entrevistador que evita el contacto visual, no participa en los
comentarios agradables para iniciar una conversación o comienza con una afirmación
desagradable como "Muy bien, terminemos con esto". Mantente en calma y enfocado, sigue
siendo cortés, porque eso frustrará sus intentos por desconcertarte. Pregúntate qué sacaría
de sus casillas a ese conductor que te atraviesa el coche en la calle: ¿hacerle una seña
insultante o lanzarle una sonrisa jovial y un saludo?
Es posible que el interrogatorio se vuelva cada vez más negativo u hostil. Como
discutimos antes, nunca dejes que pongan palabras negativas en tu boca. Si te preguntan
cosas como: "Bueno, si su empresa actual es tan maravillosa, ¿por qué está saltando del
barco?". No temas reestructurar la pregunta en tu respuesta. Intenta cosas como: "Tiene
razón. He sido afortunado de colaborar con Yunques Acme, S. de R. L., pero aprendí tanto
como fue posible de ellos y ahora espero que Cohetes Coyote, S. A. pueda ofrecerme
nuevos retos". Si contradicen en forma brusca tu respuesta, no temas decir algo como:
"Bueno, supongo que es lógico estar en desacuerdo" o "Supongo que podemos coincidir en
que no coincidimos". Siempre da estas respuestas con una sonrisa amistosa.
Si el comportamiento grosero llega a un grado en que debes decir algo, este es mi
consejo. Pon una expresión amigable, pero perpleja y di: "Disculpe, pero ¿esta es una de
esas entrevistas de estrés? Lo vi en un libro del doctor Paul Powers, un psicólogo laboral,
pero nunca me había tocado una de ellas". Esto desconcertará a la persona y quizá decida
dejar de lado las estupideces. Si te pregunta qué dije sobre las entrevistas de estrés, solo
ríe y responde: "No quiere saber" o "Qué tal si le cuento luego de que me contrate". Como
habrás aprendido en la secundaria, a menudo lo único que se necesita para alejar a un
bravucón es hacerlo retroceder un poco.
La entrevista del oso amaestrado

Esta es una entrevista en la que se te pide llevar a cabo una tarea. Podría implicar la
representación de una visita de ventas, responder la llamada telefónica de un cliente
enojado, devolver un correo electrónico o memorando que (hipotéticamente) acaba de
llegar. En tanto estos ejercicios se encuentren en tu área de conocimientos, representan una
gran oportunidad para mostrar tus habilidades. Al terminar, expresa tu interés en el
ejercicio y pregunta por qué se eligió ese ejemplo específico y cuál es la opinión del
entrevistador en cuanto a cómo pudiste haber manejado de otro modo la situación. De esa
manera, sin importar tu desempeño en sí, estás demostrando interés en los problemas de la
organización y también exhibes tu disposición a aceptar comentarios.
Estas entrevistas de oso amaestrado pueden ser un abuso cuando los empleadores lo
utilizan para pescar nuevas ideas que puedan utilizar, ya sea contigo o sin ti. A veces, las
agencias de publicidad le piden al solicitante que diseñe una campaña potencial para un
nuevo cliente específico. Las empresas de consultoría quizá pidan una propuesta de
proyecto. He visto que a la gente de mercadotecnia le piden presentar dos o tres conceptos
para el futuro lanzamiento de un producto. Es frecuente que a los diseñadores gráficos se
les pida diseñar algo tentativo que después la empresa tratará de vender. Aunque evaluar
tus habilidades con tanta precisión como sea posible es algo por completo aceptable,
robarse tus ideas para venderlas, no lo es. Algunas compañías son famosas por esto y tu red
de contactos podrá ayudarte a identificarlas.
Si te encuentras en tal situación, tienes que decidir dos cosas: ¿en verdad quieres
trabajar ahí y, en ese caso, estás dispuesto a arriesgarte a que te roben? Si la respuesta en
ambos casos es sí, adelante y presenta tus ideas, señalando con claridad en letras pequeñas:
"Copyright © [año] de [tu nombre]. Derechos reservados". Para más detalles, visita en
línea la U. S. Copyright Office [Oficina de derechos de autor de Estados Unidos] en
www.copyright.gov.3 Esto quizá los haga pensar un poco antes de timarte. También protege
tus derechos si después ves tus ideas o trabajo en una revista o en televisión, y decides
hacer algo al respecto. Si alguien, al ver tu copyright, tiene la audacia de preguntarte:
"¿Qué, no confías en nosotros?", solo réstale importancia con un comentario desenfadado
como: "Es la práctica estándar".
Detrás de la planta de ornato

Las entrevistas de trabajo pueden ocurrir en lugares tan diversos como recepciones de
hoteles, restaurantes, salas de abordar en aeropuertos o salones de reuniones de una
convención. El mayor problema con estos ambientes es el exceso de estimulación auditiva
y visual. Esto dificulta la concentración y podría afectar tu capacidad para observar o
escuchar con claridad a tu entrevistador. Asimismo, debido a que en algunos de estos
entornos tendemos a relajarnos, es posible que bajes la guardia y trates la reunión con
menos formalidad de la que amerita. En cualquiera de estos sitios, haz tu mayor esfuerzo
por establecer un contacto visual adecuado y no dudes en pedirle a tu entrevistador que
repita la pregunta, si no estás seguro de haberlo escuchado por completo. No existe nada
tan confuso o frustrante como dar una gran respuesta a la pregunta incorrecta.

1. Dar a conocer al Instituto Mexicano de la Propiedad Intelectual (IMPI) la


intención de obtener el registro a través de la solicitud de patente, de manera
personal o a través de un representante legal adecuadamente acreditado. Se debe
presentar una solicitud de patente por cada descubrimiento o creación.

2. Se deben agregar los documentos que expliquen de manera detallada la


creación de la patente, los elementos físicos o químicos que la componen, los
detalles de su funcionamiento y cualquier característica particular que es
indispensable en su creación, desarrollo o uso.

3. También deben ser incluidos todos los dibujos, esquemas y descripciones que
se tengan de manera independiente.

4. Cualquier otro documento o requisito que el IMPI pueda solicitar para proceder
con el otorgamiento de patente.

5. Esperar el plazo fijado hasta que se conozca el resultado del estudio realizado
por el IMPI.

6. Expedición de licencia por parte del IMPI, la cual contendrá todos los derechos
y obligaciones que debe cubrir el creador o inventor.
7. Adicionalmente, es conveniente revisar las disposiciones de la Ley Federal de
Derechos de Autor, toda vez que debe ubicar cuál normativa es la que aplica para
los temas que se considera conveniente registrar y proteger.

8. Las regulaciones sobre el derecho de autor varían de país a país, básicamente


en lo siguiente:

- Plazo de protección. En la mayoría de los países, los derechos de autor


expiran no más allá de 70 años tras la muerte del autor.

- Situación de las obras del Estado. En muchos países, los documentos


publicados por el Estado para uso oficial están en el dominio público

- Tipo de material sujeto a derecho de autor

Consulte las páginas web www.impi.gob.mx y www.indautor.com. Consulte las


páginas web de las instituciones correspondientes a su lugar de residencia.
Una entrevista fuera de la oficina del entrevistador, es una buena señal de que intenta
integrarte a su horario ocupado. Por otro lado, muchos reclutadores ejecutivos son, en
cierto grado, guerreros del camino y los lobbies de hoteles o las salas de abordar son
lugares de rigor para la entrevista. Las comidas pueden ser situaciones espinosas, pero se
les puede manejar con facilidad mientras se sigan unas cuantas reglas simples. No pidas
alimentos que se coman con las manos (costillitas, maíz en mazorca, mariscos crudos),
nada que pueda ensuciarte (ensaladas, cereal, huevos semicrudos), nada de bebidas
alcohólicas (lo siento), no devuelvas comida, no lances miradas lascivas a las meseras ni
maltrates con palabras al personal de servicio. Ordena algo similar a lo que pidió tu
entrevistador, a menos que entre en las categorías mencionadas aquí. No hagas ademanes
con los cubiertos como si fueras un lanzador de cuchillos del circo. Ah, y ten en mente todo
lo demás que te dijo tu mamá: no pongas los codos sobre la mesa, no hables con la boca
llena ni hagas sombreritos con la servilleta.
En serio, si no te sientes seguro sobre tus buenos modales, hay muchos libros acerca
de reglas de urbanidad en la biblioteca, pero no te obsesiones con ello. Después de todo,
no estás en Downton Abbey (¿has visto esa serie de televisión?). Toda la formalidad que
necesitas consistirá en cortar la comida de afuera hacia dentro y cruzar tu cuchillo y tenedor
(con los dientes hacia arriba) sobre tu plato si todavía estás comiendo o poner ambos
cubiertos en paralelo (con los dientes del tenedor hacia abajo), apuntando a la posición de
las 4 o 5 de las manecillas del reloj, si ya terminaste.
Siempre me hacen miles de preguntas sobre las bebidas alcohólicas en las entrevistas
durante una cena, así que más me vale entrar en detalle. No las consumas. Entorpecen la
mente, vuelven más lentas tus respuestas y te hacen creer que puedes cantar. A pesar del
entorno relajante, no fuiste ahí a divertirte; fuiste a obtener un empleo. Si te presionan a
ello, puedes decir que piensas conducir al terminar la cena. Si es evidente que no vas a
manejar después, puedes decir que tienes trabajo por hacer o algunos correos electrónicos
que debes responder. Si un entrevistador idiota, con una notable falta de modales, tiene la
desvergüenza de preguntarte si tienes problemas con el alcohol, evita la tentación de darle
una respuesta sarcástica y, en vez de ello, dile: "No, solo prefiero no tomar cuando
trabajo". Esta respuesta funciona muy bien... y es útil también si eres abstemio o estás en
recuperación.
Preguntas capciosas

Existen algunos tipos de preguntas capciosas que deberías saber cómo manejar. Algunas se
hacen de manera bastante inocente, mientras otras se aplican con intenciones ocultas
definidas de antemano. Una pregunta no tan inocente se refiere a información confidencial
que puedas conocer de tu empleo más reciente. Si se te pregunta algo de este estilo, con
facilidad puedes decir algo como "Aunque tengo conocimientos sólidos de todas las áreas
con las que trabajé, con certeza no lo pondría a usted, a su empresa ni a mí, en una situación
difícil a causa de un tema de confidencialidad". Esto demuestra tu ética de negocios y alerta
al entrevistador de que seguir con ese tipo de interrogatorio, pone a todos en riesgo.

Ying o Yang

Otro tipo de pregunta capciosa es la de opción forzada, aquella que se hace de tal modo
que solo se puede elegir entre dos respuestas. Un par de ejemplos son: "¿Se considera más
como alguien adecuado para una empresa pequeña o para una grande?" y "¿Se siente más
cómodo siendo líder o seguidor?". La mejor forma de manejar este tipo de pregunta es estar
consciente de los requisitos del puesto para el que se te entrevista e inclinar la respuesta en
esa dirección. No está de más ampliar un poco tu respuesta y mencionar que también
consideras valiosa la opción que no elegiste. Podrías decir algo como: "De hecho, me
considero más como un líder, porque me gusta asumir la responsabilidad de que se
concreten las cosas. Pero la realidad es que todo jefe tiene un jefe y así hasta llegar al
presidente, quien tiene que responder a los accionistas, así que conozco los beneficios de
colaborar, al mismo tiempo que de ser líder". O: "A decir verdad, en esta etapa de mi
carrera, la realidad es que soy más del tipo de persona que contribuye de manera individual
y me doy cuenta de ello. Pero he aprendido mucho de trabajar con un par de líderes fuertes
y ahí es a donde espero que se dirija mi carrera"
¿Qué tal si...?

Las preguntas hipotéticas son fáciles de hacer, pero difíciles de responder. Estas son las
preguntas del tipo "¿Qué haría usted si..?" Has escuchado que los reporteros les hacen
muchas de esas preguntas a los candidatos. Hacen parecer que el entrevistador es una
persona enterada y les dan bastante cuerda a los candidatos para que se ahorquen con ella.
Son divertidas cuando las vemos por televisión, pero no son tan buena noticia para quien
busca empleo. Las únicas preguntas hipotéticas fáciles se refieren a la ética. (No tengo que
decir que siempre debe tomarse la opción moral cuando se trata de preguntas sobre ética.)
El gran problema con las especulaciones es que en general no se dan suficientes hechos o
antecedentes como para integrar una respuesta convincente. En consecuencia, te encuentras
a oscuras.
El entrevistado sagaz puede hacer que esto funcione a su favor al darle un giro a un par
de respuestas breves pero (y esto es importante) diferentes a una pregunta hipotética y
luego añadir: "Por supuesto, estas son solo un par de ideas, pero hay múltiples formas de
resolverlo. Si se toman en cuenta todas las variables de esta situación, y de las que no estoy
enterada, es probable que existan otras opciones que quizá sean mejores. Supongo que ahí
es donde yo empezaría: reuniendo primero todos los datos antes de decidir las acciones a
tomar". Otra razón para limitar tu respuesta ante una pregunta hipotética, es que podría
referirse a un problema interno que tu posible empleador enfrenta en ese preciso momento.
Si tomas una postura contraria a la suya, podrías causarte un grave daño.

Preguntas sin ton ni son

Todos hemos oído historias de entrevistadores que hacen preguntas insensatas. Aunque la
categoría es interminable, las siguientes son preguntas reales de entrevistas que me han
contado buscadores de empleo. Espero que las disfrutes:
"Si pudiera ser un árbol (o un animal), ¿de qué tipo sería?"
"¿Cree en los OVNIS?"
"¿Qué pesa más: una tonelada de hierro o una tonelada de plumas?"
"¿Consulta usted su horóscopo?"
No importa qué tan estúpida parezca la pregunta, te recomiendo con todo énfasis que
domines tu deseo de reírte de tu entrevistador. (Guárdatelo para la hora feliz con tus
amigos.) Es posible que te hayan hecho la pregunta para romper el hielo o porque alguien
se la hizo hace años y eso le pareció genial. Tal vez lo haya hecho por nerviosismo o
porque no se le ocurrió más que preguntar. O tal vez te haya hecho esa pregunta para ver
cómo lidias con situaciones estúpidas. ¿Quién sabe?
Mi sugerencia es que andes con cautela, que no digas nada provocador y vayas a la
segura con una respuesta genérica. Incluso si de verdad crees en los hombrecitos verdes o
en tu interior siempre quisiste ser un tejón, yo me guardaría esos pensamientos. Si te
contratan, descubrirán más que pronto lo extraño que puedes ser en realidad. No hay
necesidad de apresurar las cosas.

El temido entrevistador idiota

Hacer de vez en cuando una pregunta insensata no es motivo para considerar en automático
que alguien es el temido entrevistador idiota. No obstante, hacer con regularidad preguntas
estúpidas sí es evidencia de ello. Las cuestiones demasiado personales o de naturaleza
política o religiosa están con certeza incluidas en la definición. Y preguntar cosas ilegales,
es el sello distintivo del temido entrevistador idiota.
La Ley de distribución de patanes e idiotas del doctor Paul Powers dice: "Los patanes
y los idiotas se distribuyen de manera más o menos equitativa en toda la sociedad". Esta es
una buena noticia; de otro modo, lo más probable es que tendríamos pueblos o compañías
enteras integradas solo por patanes e idiotas. Tener unos cuantos aquí y un par allá, diluye
el efecto negativo de esta gente insensata sobre el resto de nosotros. Nos da la esperanza de
que la sociedad no terminará pareciendo como el panel de invitados de Laura Bozzo. Pero
también significa que, de vez en cuando nos toparemos con un patán o un idiota, y esto
incluye a tus entrevistadores laborales.
Es difícil ser un estupendo candidato a un empleo, cuando la persona que hace las
preguntas es un perdedor, pero sí puede lograrse. Al principio de este libro te enteraste de
que si tomas las lecciones y consejos que te he ofrecido, lo más seguro es que serás más
hábil en la entrevista que la persona que funge como entrevistador. A veces, la gente bien
intencionada, pero sin capacitación, comete errores. Tener esto en mente te impedirá
lanzarte a la yugular del entrevistador a la primera señal de una pregunta idiota o
potencialmente ilegal.
Si escuchas una pregunta que te parece inapropiada, existen un par de ángulos que
puedes intentar. Te sugiero que primero consideres cómo afectaría a tu candidatura una
respuesta del todo franca; si no ves problema, responde. De otro modo, intenta redirigir la
pregunta hacia un territorio imparcial. Si te preguntan si estás casado o tienes una relación
o planeas tener hijos, podrías responder: "Mantengo la separación entre mi vida laboral y
personal. No tengo problema con la inversión de tiempo que demanda el trabajo o la
posibilidad de viajar que discutimos, si eso es lo que me está preguntando". Es posible que
el entrevistador tenga una preocupación del todo aceptable, pero que no haya sabido cómo
hacer la pregunta de manera legal. Una pregunta enunciada en forma ilegal acerca de tu
religión podría ocultar dudas legítimas sobre tu disponibilidad para trabajar en ciertas
horas o días. Una pregunta sobre tu nacionalidad o tu ciudadanía podría ser un torpe intento
por cumplir con los cambios en las leyes de inmigración o con reglamentos referentes a
autorizaciones de seguridad. Si das el beneficio de la duda al entrevistador, es posible que
puedas prevenir que su incompetencia en la entrevista te obstaculice conseguir el empleo
que quieres. Mantener la cabeza fría y responder de manera directa y educada, mientras
ayudas al entrevistador a salir del hoyo que él mismo cavó, puede ser benéfico para ti.
Si continúas recibiendo preguntas que te incomodan (mi límite es dos, pero podrías ser
un poco más tolerante que yo), es momento de otro abordaje más asertivo. Podrías
responder con "Señor Burns, estoy muy interesada en este puesto, porque creo que mis
habilidades se ajustan muy bien a lo que ustedes necesitan. Quiero eliminar cualquier duda
que tenga al respecto pero, con toda franqueza, no veo la importancia de esa pregunta para
este puesto". Esta respuesta es una clara confrontación, pero te sugiero mantengas el tono
profesional y asertivo, sin cruzar la línea hacia lo personal y agresivo. Tu meta en esta
entrevista (y en todas) es generar una oferta de trabajo, aunque al final la rechaces o solo la
utilices para generar otras ofertas. Por supuesto, no sugiero que te sometas a una pizca de
maltrato o discriminación laboral; en todo momento tú conservas la última palabra para
concluir la entrevista y marcharte.
Si decides irte o después sientes que se violaron tus derechos, ¿qué puedes hacer? ¿Te
quejas con las autoridades, escribes una carta al editor de un diario, informas a tu red de
contactos o entablas una demanda? Esa decisión es muy personal y no puedo tomarla por ti.
Como tu coach de desarrollo profesional —alguien que está enfocado 100% en el éxito de
tu carrera— debo decirte que te marches y encuentres un mejor trabajo, en una mejor
organización y con un mejor jefe. No te enojes ni pierdas tu valioso tiempo tratando de
cobrártela. Mi consejo es: sigue adelante. Amigo mío, vivir bien es la mejor venganza.
Pero ese consejo proviene de un tipo que nunca vio un anuncio que dijera "Irlandeses
Absténganse de Solicitar" en el escaparate de alguna tienda en Boston, Massachusetts; al
que nunca obligaron a utilizar un baño o un bebedero independiente, que nunca se sentó en
su silla de ruedas en una esquina, tratando de averiguar cómo llegar a una entrevista en un
tercer piso y que tampoco se preocupó de que su acento lo catalogara como un terrorista
potencial. Una vez que salgas de una entrevista de la que pienses (y no solo sientas) que se
te hicieron preguntas ilegales, primero debes determinar si estas fueron con el propósito de
discriminarte o debido a una razón ilegal.
A medida que un entrevistador se interesa más en contratarte, es natural que quiera
saber más de ti como persona. (Consulta de nuevo la figura 4.2 del capítulo 4.) Esto ayuda
al entrevistador a "hacer una clara distinción" (la primera definición de la palabra
discriminar) entre otros candidatos y tú. Si un entrevistador hace una pregunta estúpida o
ilegal —digamos, acerca de si tienes hijos— pero el empleador tiene un récord ejemplar
de contratar y dar cabida a padres que trabajan, entonces lo más probable es que cualquier
acción legal que emprendas no fructifique, te cueste tiempo, sea estresante ni le haga el
menor bien a tu carrera. El meollo del asunto en términos legales es que, aunque hacer
preguntas ilegales es estúpido, hacer preguntas estúpidas no necesariamente es ilegal.
Si consideras que tienes el deber de exponer tus dudas acerca de una posible
discriminación ilegal, comunícate con tu agencia estatal de empleo o con la agencia de
oportunidades equitativas de empleo, y con la EEOC (Equal Employment Opportunity
Commission [Comisión de oportunidades equitativas de empleo]).4,5
Es típico que las autoridades federales envíen el caso a la agencia estatal para las
investigaciones preliminares y la presentación de tu queja debe ocurrir en un lapso de 180
días (para cuyo momento espero ya tengas un empleo lucrativo). Se asignan muy pocos
recursos a estas instancias y tienen un retraso enorme en los casos; he visto que los trámites
para algunos de ellos representan años. Aunque tu queja no llegue a lado alguno, es posible
que te llamen después a dar tu testimonio, cuando surja otra violación todavía más atroz.
La vía legal es un camino muy difícil de recorrer, pero quizá decidas que no te queda
otra opción excepto seguirla. Una persona que había estado buscando empleo llamó a mi
programa de radio para hablar sobre este tema. Se sintió bastante ofendido como para no
dejar de lado el asunto, pero estaba preocupado de poner en riesgo sus oportunidades
laborales de las que dependía toda su familia. Creó una tercera vía al aprovechar su
energía relacionada con este problema y ayudó a fundar en su iglesia un programa de
mentoría y tutoría para chicos de hogares de un solo padre. No se enojó, ni intentó cobrarse
la ofensa, sino que ayudó a otros a progresar y, como recompensa adicional, se sintió mejor
acerca de sí mismo. Como otra opción, quizás algo como esto funcionaría en tu caso.

Posibles calamidades en la entrevista

Digo que son posibles calamidades porque la mayoría de los problemas que surgen en una
entrevista tienen arreglo. Se requiere de un poco de esfuerzo y tienes que mantener la
calma, pero en general es posible resolver los problemas. Por ejemplo, a veces ocurren
errores en la comunicación. Si por error llegaste una hora antes a la entrevista, te puedes
disculpar y salir a dar un paseo. Es mucho mejor que sentarte a esperar en la recepción,
porque puedes disipar tu energía nerviosa. Si por error (válgame Dios) llegas una hora
tarde, deshazte en disculpas (sin importar de quién sea la culpa), di cuánto estabas
esperando la reunión y ofrécete a reprogramar a su conveniencia. En las pocas ocasiones
que he escuchado de este tipo de error, solo han proseguido con la entrevista.

Comisión Nacional de los Derechos Humanos: cndh.org.mx, en el apartado "Cómo


presentar una queja".
En Latinoamérica existen diversas organizaciones ante las cuales se pueden presentar
quejas por discriminación, aunque los procedimientos y tiempos de respuesta son diferentes
en cada caso.
Errores en el currículum

Ya te he advertido sobre las imprecisiones en tu currículum, porque en algún momento se


descubrirán. Estos errores arrojan dudas sobre todo lo que esté ahí y hacen surgir preguntas
en cuanto a tu veracidad en general. Pero todos somos humanos y los errores suceden. Un
equívoco menor, como una fecha que no coincide por un año, no es lo mismo que incluir un
título académico que nunca recibiste o un empleador con quien nunca trabajaste. El primero
puede clasificarse como error de escritura (que de todos modos es un problema en este
importante documento), pero los segundos son razón suficiente para anular el trato. Puedes
balbucear una explicación, pero si incluiste este dato a propósito, lo has hecho más de una
vez, y no puedes adjudicarlo a un grave error secretarial. Acepta que te descubrieron y
retírate con la mayor dignidad posible; triste pero más sabio.

Déjalo pasar

Sin importar cuánto intentes controlar el estrés, parte de ello se colará en la entrevista. Si
contribuye a mantenerte alerta y listo para actuar, está muy bien. Pero a veces puede
entrometerse en tu recuerdo de algunas de las respuestas mejor preparadas, de las
anécdotas más reveladoras o de las preguntas más perspicaces. Este es el tipo de laguna
que sucede cuando alguien te hace un comentario sarcástico y la respuesta idónea no te
llega sino hasta muy tarde esa noche. De camino a casa después de cada entrevista, habrá
un momento en que te pegues con el puño en la frente y digas: "Oh, ¿por qué no dije..?" O
todavía peor, dices "¿En qué estaba pensando cuando dije..?"
Hay una manera fácil de resolver cualquiera de estos problemas: la nota de
agradecimiento/seguimiento. Debe tener una apariencia profesional (escrita en tu
computadora, sin errores de ortografía e impresa en buen papel si mandas copia física),
utiliza la ortografía correcta del nombre de la persona y su cargo preciso (verifica esto con
la tarjeta de presentación que le pediste) y tienes que enviarla de inmediato después de la
entrevista. Junto con tus comentarios nuevos o revisados, debes reiterar tu agradecimiento
por la entrevista y tu fuerte interés en el trabajo.
Aunque es mucho muy útil en las situaciones descritas en secciones previas, es algo
que deberías hacer luego de cada entrevista. Es solo una manera adicional de comunicar
que eres minucioso, estás en verdad interesado y eres una persona educada. Es como tener
una nueva oportunidad para batear cuando terminó la entrada.

Esos esqueletos ocultos

Todos hemos tenido un episodio que esperamos no aparezca en la película de nuestra vida.
Puede tener tan poca importancia como la pantalla que te pusiste en la cabeza durante la
fiesta de la oficina; quizá sea tan personal como un feo divorcio; puede ser tan grave como
una bancarrota; o tan pertinente como el despido de tu último trabajo. Puede ser algo tonto
o estúpido que una vez estuvo en una de tus redes sociales. Pregúntate: "¿Qué espero que
nunca me pregunten en una entrevista de trabajo?". Escribe esa pregunta y luego prepara
una respuesta neutra y precisa en términos objetivos que no se extienda en el suceso ni
profundice demasiado. Si tienes un esqueleto que cruje en el armario, en algún momento de
tu pasado, un entrevistador hábil y perspicaz lo encontrará. No es algo que amerite perder
el sueño, siempre y cuando te prepares de modo adecuado para ello.

¡¿Quiere saber qué?!

Algunas organizaciones no se basan solo en las entrevistas y referencias para evaluar a los
candidatos a un empleo. Muchas utilizan métodos de prueba. Algunos son útiles y otros no,
pero deberías saber qué puedes esperar si te topas con ellos.

Pruebas de drogas

Ahora es bastante común encontrarse con la pregunta: "¿Estaría de acuerdo en permitir una
prueba de drogas como condición para obtener el empleo?" en los formatos de solicitud de
las compañías. Si marcas el no (y se nota), es probable que ya no estés en la terna para ese
trabajo. Es posible que tú y yo nos pongamos a discutir el aspecto ético, legal y moral de
este hecho, pero necesitamos enfrentar con inteligencia esta realidad moderna. Si marcas el
sí, a veces esto es lo último que oirás del tema. Sin embargo, la mayor parte del tiempo
puedes esperar que te pidan una muestra de orina para pruebas, luego de que hayas
aceptado la oferta de empleo, pero antes de iniciar en tu nuevo puesto.
Desearía poder decirte que si no usas drogas, no tienes de qué preocuparte, pero no
puedo. El problema es la tasa inaceptablemente elevada de falsos positivos que dan estas
pruebas. Un resultado "falso positivo" es aquel que se obtiene de una persona que no usa
drogas, pero lo señala como si fuera usuario de estas. La tasa estimada de falsos positivos
va de 5% (en entornos de investigación bien controlados) ¡hasta más de 50%! Existen
varias razones para ello. Algunos productos de pastelería contienen semillas de amapola
que pueden aparecer en la prueba como morfina. Muchos fármacos de venta libre contienen
ibuprofeno, que puede dar resultado positivo de mariguana. Algunos medicamentos para tos
y resfriado que se usan durante la noche pueden dar resultados positivos de opiáceos y,
como es natural, puedes esperar que cualquier fármaco de prescripción, recetado de
manera legal por tu médico, aparezca también en la prueba. Ni siquiera hemos tocado el
tema de laboratorios no regulados, los protocolos de prueba con una supervisión deficiente
o los empleados mal remunerados de laboratorio, que tienen tu reputación en sus manos
poco capacitadas (y posiblemente llenas de drogas). Y sin embargo, cada vez más
empresas, instituciones de gobierno y sindicatos las hacen obligatorias. ¿Qué puedes hacer?
Primero, por todas las razones que conocemos tan bien, no uses drogas ilegales. Si te
enfrentas con una prueba de tal naturaleza, esta es tu estrategia. Declara que no usas drogas
ilegales y que no te opones a la prueba en sí, pero añade que has leído sobre la muy
alarmante tasa elevada de falsos positivos que generan. Luego haz unas cuantas preguntas:

o ¿El programa de pruebas está bajo la supervisión de un médico (al que en


ocasiones se conoce como directivo del área médica)? Uno competente y bien
capacitado está en posibilidades de manejar la prueba en forma más profesional
que alguien recién salido del taller de motocicletas.

o ¿El programa de pruebas utiliza solo laboratorios con certificación federal?

o En caso de un resultado falso positivo, ¿tengo derecho a volver a someterme a


prueba?

o ¿Los resultados se envían a otra parte o se conservan con total


confidencialidad?
Si te dan a llenar un formato en el que te preguntan qué medicamentos has tomado
("recientemente" o "en el curso de la última semana"), anota los que hayas tomado, incluso
desde hace tres semanas (porque algunas sustancias permanecen en el organismo todo ese
tiempo) y enumera todos los fármacos con receta y de venta libre, así como cada
suplemento nutricional que hayas tomado durante ese periodo. Ah, y verifica dos veces
para asegurarte de que tu "muestra" se etiquete de manera precisa para que no la confundan
con la del tipo que lleva el tatuaje del oso bailarín.
Todos tenemos derecho a un ambiente laboral libre de drogas y, si lo dudas, considera
cómo te sentirías si el piloto de tu siguiente vuelo, el conductor del enorme camión de
basura que viaja a tu lado en la carretera, el médico que te ayudará a dar a luz a tu bebé o
el policía de la esquina, estuvieran drogados. Los programas para examinar la presencia de
drogas llegaron para quedarse y seguirán mejorando en calidad y confiabilidad. ¿Quién
sabe? Algún día las empresas y el gobierno quizás elijan evaluar el abuso de alcohol en el
trabajo, que se estima cuesta 10 veces más que las drogas en términos de accidentes y
pérdida de productividad.

Pruebas psicológicas

Muchas organizaciones realizan evaluaciones psicológicas de los principales candidatos a


puestos clave. Si se hace de manera profesional, este proceso es un tanto costoso; así que la
buena noticia es que si te piden responder a una batería de herramientas de evaluación,
quiere decir que en definitiva llegaste a la lista de candidatos preseleccionados. Por otro
lado, existe una buena cantidad de supuestas herramientas de evaluación inútiles y hay
muchos "consultores" por ahí que venden estos servicios y tienen una capacitación
psicológica mínima o nula. En el mejor de los casos, una evaluación bien realizada puede
determinar a fondo el grado de adecuación entre el puesto, la organización contratante y tú.
En el peor, es posible que no sea más eficaz que la persona que intenta interpretar las
protuberancias de tu cabeza. En cualquier caso, es otro obstáculo a sortear antes de
conseguir el trabajo por el que tanto te has esforzado.
Como ocurre con las pruebas de drogas, te sugiero que expreses tu disposición a
participar y luego le des seguimiento con unas cuantas preguntas informadas:
o ¿La persona que realizará la evaluación es un psicólogo o psiquiatra titulado?
Otros "examinadores" quizá tengan (o no) la capacitación adecuada y el acceso a
las mejores herramientas, y no poseen los límites que imponen las rígidas pautas
éticas y profesionales.
o ¿Tiene amplios antecedentes en evaluación de recursos humanos y empleo? Hay
por ahí muchos psicólogos fantásticos que tienen poco conocimiento del mundo
laboral. Un psicólogo titulado, con experiencia en esta área, utilizará solo las
herramientas de evaluación que sean, en términos estadísticos, confiables y
válidas, así como apropiadas para la situación.

o ¿La persona que realizará la evaluación te explicará las herramientas o tendrás


que tomarlas a ciegas? No existe magia secreta en las pruebas de evaluación
fidedignas ni razón por la que un profesional competente no te proporcione una
explicación completa.

o ¿Estas pruebas se utilizan como factor de aceptación o rechazo para tu


selección? El mejor uso de las pruebas psicológicas es como parte de un proceso
de evaluación en tres componentes, que también incluye los resultados de las
entrevistas personales y los datos obtenidos de las referencias laborales.

o Ya sea que te contraten o no, ¿la persona que te someterá a evaluación te dará
los resultados? Algunos lo harán, pero otros no. Si me preguntas, diré que
comunicaré esta información a los candidatos no aprobados porque considero que
puede ayudar al individuo mientras prosigue con su búsqueda de empleo. Si se
contrata a la persona, intentaré disponer una reunión con el nuevo jefe y el
candidato para utilizar los datos y, con ello, facilitar el proceso de asimilación.

Me han preguntado si se puede o habría que tratar de "engañar" a estas pruebas. En


términos generales diría que no. Aunque puedes inclinar hasta cierto grado tus respuestas,
las mejores herramientas tienen medidas internas de inconsistencia, respuestas aleatorias o
respuestas falsas. Lo que es más, tendría que preguntarte por qué querrías un empleo para
el que no fueras adecuado. Dicho esto, sí tengo una estrategia exitosa que puedes utilizar
cuando te pidan someterte a una batería de evaluación psicológica.
Antes de tomar las pruebas, haz el siguiente ejercicio. Cierra los ojos y piensa en los
mejores dos días que hayas tenido en el trabajo. Ahora abre los ojos y haz una lista de
palabras (sustantivos, verbos, adjetivos; no importa) que te describan en esas ocasiones.
Hazlo un par de veces. Cierra los ojos de nuevo e imagina un día en algún momento futuro
en el que tienes gran éxito en el trabajo para el que te están examinando. Abre los ojos y
añade eso a tu lista de descripciones de ti mismo.
Ahora elabora una lista amplia de cualidades y rasgos que enfatizarás en las pruebas.
No te están pidiendo revelar cada pequeño detalle de todos los aspectos de tu vida. Te
están evaluando en cuanto a personalidad y ciertos comportamientos relacionados con el
trabajo, como el liderazgo, independencia y el estilo de toma de decisiones. Eres una
persona con muchos matices, pero solo algunos surgen en el trabajo (y lo hacen con más
frecuencia en el entorno laboral) y los matices más destacados resaltan en tus mejores
jornadas. Justo al tener —y mantener— en mente esos días, reluce tu verdadera
personalidad.

Pruebas de integridad

Si todavía no he despertado al avispero, la próxima sección con certeza lo hará. Es un


hecho que la industria pierde decenas de miles de millones de dólares cada año debido a
robos de los empleados. Leí un artículo que sugiere que la cifra puede llegar, solo en
Estados Unidos, hasta $50 000 millones USD , sin tomar en cuenta el aluvión de casos de
piratería de los ejecutivos, que rara vez recibe castigo. Es natural que los empleadores
quieran resolver el asunto al momento de la contratación, a la vez que lo hacen con una
vigilancia más firme de sus empleados actuales. Esto ha dado lugar a toda un área
(lucrativa) de pruebas de honestidad o integridad, con tanta utilidad como las antiguas
pruebas para detectar a las brujas. Se ataba de pies y manos a la acusada y se le lanzaba a
un río. Si flotaba, era una bruja. Si no flotaba, no lo era. En cualquier caso, esa pobre mujer
pasaba un día muy malo, porque lo más probable es que muriera, ya fuese por
ahorcamiento, quemada en la hoguera o porque se ahogaba. Al parecer, la clave es la
misma que descubrí hace mucho para las clases de química de la preparatoria: intenta
evadir la prueba si te es humanamente posible. Lo mismo aplica a las pruebas de
integridad.

Conéctame amorcito

Veamos la prueba más famosa en esta categoría: el polígrafo, también conocido como
detector de mentiras. Esta es una máquina que detecta los cambios en reacciones
fisiológicas como la presión arterial, el latido cardiaco y la respiración. La investigación
ha dado resultados mixtos en cuanto a si estos cambios indican, de hecho, si la persona
miente. En personas básicamente honradas, demuestra incomodidad física con algunas
preguntas. Pero un mentiroso patológico o con práctica en esto puede vencer a la máquina
en repetidas ocasiones. Hace muchos años, el Congreso de Estados Unidos aprobó una ley
que prohibió el uso de estas máquinas en la mayoría de entornos laborales. Como suele
hacer el gobierno, se excluyó a sí mismo (al igual que a algunos contratistas externos) de
esta regulación que protege los derechos de los empleados. (Si solicitas un trabajo con el
departamento de defensa estadounidense, FBI, CIA, DEA, NSA, ATF, TSA o la agencia de
seguridad nacional, es posible que te pidan tomar el polígrafo.6) Antes de la prueba,
practica tus técnicas de respiración profunda y relajación, e intenta seguir usándolas
durante ella. Quizá te ayude en tu desempeño y, cuando menos, te servirá para reducir tu
estrés por el proceso. Sería un descuido de mi parte no mencionar que los traidores en
algunos de los casos más importantes de espionaje en Estados Unidos, nunca tuvieron
problema alguno para pasar la evaluación con el polígrafo. Supongo que esa es una de las
ventajas de ser un sociópata.
Una miniprueba de inteligencia

Cada vez más empresas utilizan pruebas de lápiz y papel para evaluar la honestidad, pese
al leve problema de que no funcionan. Muy bien, supongo que a veces funcionan si el
candidato al empleo admite de hecho que es un desgraciado mentiroso y ladrón (esa sí que
es una interesante estrategia de entrevista). Pero los estudios, tanto privados como
gubernamentales, evidencian que se descarta (rechaza) a miles de solicitantes honestos con
tal de detectar a unos cuantos deshonestos. Un estudio mostró que se evaluó de manera
errónea a más de 90% de los solicitantes calificados deshonestos o potencialmente
deshonestos. Como receptor del Diploma de la American Board of Psychological
Specialties (Panel examinador de especialidades en psicología de Estados Unidos) y del
American College of Forensic Examiners (Colegio estadounidense de examinadores
forenses), anticipo con gran emoción una demanda colectiva en este frente.
Por esa razón sugiero que consideres estas evaluaciones como minipruebas de
inteligencia. En primer lugar, miden y demuestran qué tan poco informado (o flojo) es tu
empleador potencial en cuanto a sus prácticas de contratación. Necesitas establecer si esto
significa que existen muchas posibilidades de mejorías que puedes llevarle o si están tan
perdidos que quieres evitarlos por completo.
Por otro lado, esta miniprueba también se aplica a ti. Si tomas una prueba de
integridad, verás que te preguntan si alguna vez te sentiste culpable o contaste una mentira,
o piden respuestas de falso o verdadero a declaraciones que señalan cosas como que nunca
te llevaste los artículos de oficina de tu empleador. Ten cuidado con las preguntas con
términos absolutos, como alguna vez o nunca, porque si intentas dar una imagen de
perfecta santidad, se verá como un intento por falsear tus respuestas. La mayoría de estas
pruebas no tienen límite de tiempo, así que antes de comenzar, revisa la prueba completa
para ver si puedes encontrar preguntas repetidas o muy similares, a fin de que las
respondas en forma consistente. Tu mejor estrategia es revisar la lista de autodescripciones
positivas que recopilaste para lidiar con pruebas psicológicas. Mantén en mente esta
imagen profesional y positiva, pero realista, y todo saldrá bien.
¡Ah!, y solo para hacerte sentir un poco mejor respecto de todo esto, las pruebas de
drogas, las de polígrafo y las de honestidad, rara vez se aplican a quienes ocupan los altos
puestos ejecutivos.7

El mejor problema que enfrentarás en tu vida

Te esforzaste, encontraste una fantástica oportunidad, fuiste un campeón en la entrevista,


obtuviste la oferta, la negociaste para subirla un poco, aceptaste y llegaste a un arreglo
sobre la fecha de inicio. Entonces sucede lo inimaginable: recibes otra oferta. He visto
suceder esto unas cuantas veces con la gente a quien he asesorado, porque en general siguen
mi recomendación de eliminar las otras ofertas potenciales cuando obtienen la primera.
Pero sí llega a ocurrir.
Si el empleo no se ajusta a tus metas, o el paquete salarial está muy lejos de lo que
quieres, la decisión es fácil. Pero si es un mejor empleo, con mayor compensación, tu
decisión es más difícil. La lealtad es una calle de dos sentidos y solo le debes a un
empleador la lealtad que sientas que recibirás a cambio. En la realidad organizacional de
hoy día, si la fortuna del empleador está a la baja, podrías haber salido de ahí antes de la
siguiente quincena. Así que si puedes conseguir un mejor empleo, has hecho el análisis para
probar que es mejor y todavía no inicias el nuevo trabajo, yo tomaría la mejor oferta. Si la
oferta es más o menos equivalente, te diría que rechaces la nueva. Si es mejor, pero ya
iniciaste el nuevo trabajo, solo acepta la que es muchísimo mejor porque, en algún
momento, deberás afrontar las consecuencias negativas de dejar plantado a un empleador y
a un equipo de trabajo que contaba contigo.
Nunca deja de sorprenderme que industrias, profesiones y corporaciones
multinacionales enteras, parezcan pueblos pequeños. Incluso la gente que no te conoce en
persona, ha escuchado de ti o sabe de alguien que te conoce. Después de todo, de eso se
trata el asunto de formar redes de contacto. Como en todas las áreas de la búsqueda de
empleo, ten cuidado de quemar las naves, porque como dice una canción del grupo Little
Feat: "La gente que pisaste al subir, es la misma que encontrarás al bajar".
SI LEÍSTE NO VAYAS EN CHANCLAS A UNA ENTREVISTA DE TRABAJO
DESDE EL PRINCIPIO Y SOLO APLICAS LA MITAD DE LO QUE TE HE
COMPARTIDO, tal vez podrías presentarte a una entrevista en este momento y te iría
bastante bien. Incluso podrías tener una de tus mejores entrevistas de todos los tiempos...
pero es una trampa potencialmente peligrosa.
Para este momento, ya te habrás dado cuenta de que los competidores allá afuera son
más listos y más rudos que cuando buscaste empleo la última vez. Añade a esto cualquiera
que sea la realidad financiera familiar que enfrentes durante tu búsqueda. Y solo para darle
un poco más de chispa a todo el asunto, planteemos la hipótesis de que los ascensos y
descensos impredecibles que observamos en el entorno laboral actual, persistirán por
tiempo indefinido.
Esto significa en el mercado laboral de hoy que un buen desempeño en una entrevista
puede no ser suficiente para conseguirte el empleo que deseas. Si eres un buscador serio y
quieres un buen trabajo en menos tiempo, con menos estrés y por el que te ofrezcan más
salario, vas a tener que expandir tus habilidades de entrevista de buenas a estupendas.
No digo esto para espantarte; lo destaco porque quiero que estés bien informado y bien
preparado. Ya me aboqué a la información, ahora me dedicaré a la preparación.
Para el presente capítulo, construí una serie de herramientas que te ayuden a potenciar
tus habilidades de entrevista de buenas a estupendas. Hay cuestionarios, listas de
verificación, formularios de muestra, preguntas típicas, secciones informativas y pautas de
práctica. Utilizarás algunas de estas solo una vez (por cada búsqueda) y habrá otras que
necesitarás en más ocasiones. Siéntete en total libertad de fotocopiar aquellas que necesites
usar más de una vez.
Ya hice referencia a estas herramientas en capítulos anteriores, pero todas son
instrumentos independientes que puedes examinar a tu conveniencia. Solo hay un pequeño
problema relacionado con ellas: no van a dar un brinco para salirse del libro y trabajar por
ti mientras tomas una siestecita en el sofá. Necesitas sacar los utensilios para ponerlos a
trabajar por ti. Añádeles cosas, modifícalas y tuércelas a tu antojo. El único error que
podrías cometer es no utilizarlas. Recuerda, lo que en alguna ocasión fue de utilidad, puede
ya no serlo ahora. Si de veras estás comprometido con este proceso y quieres convertirte en
un entrevistado estupendo, aquí te indico cómo hacerlo, pero tienes que esforzarte en ello,
tienes que prepararte más que la competencia y utilizar todas las herramientas a tu
disposición.
Quiero volver a enfatizar que los excelentes candidatos laborales no nacen; se hacen.
Tú tienes el poder para conseguir más y mejores entrevistas e impactar en tus
entrevistadores cuando te pares frente a ellos, para obtener referencias entusiastas, generar
y negociar ofertas de trabajo mejores de las que jamás hayas pensado que fuera posible de
manera exitosa. Todo lo que necesitas es atención y entusiasmo. Conseguir un trabajo que te
apasione, encontrar uno que ames y desarrollar una carrera que te ayude a convertirte en la
mejor versión posible de ti mismo, está a tu alcance. ¿Te atreves a hacer que todo esto sea
realidad?

Estuche de herramientas de la entrevista


buena a estupenda

Herramienta #1
Evaluación de aptitudes para la búsqueda de empleo
Referencia 1
Puntuación:
a. Si respondiste sí a las 20 preguntas estás preparado para iniciar una búsqueda
exitosa de empleo. Felicidades.
b. Si respondiste no a entre una y tres preguntas, estás bastante bien preparado, pero es
casi seguro que debas esmerarte un poco más para preparar las bases de tu búsqueda de
empleo; hazlo ahora mismo.
c. Si respondiste no a más de tres preguntas, no estás listo para empezar tu búsqueda
de empleo y podrías cometer algunos errores críticos que te resulten dañinos a la larga. Lee
la totalidad del libro y todas las herramientas del estuche para ayudarte a encontrar qué
necesitas. Recuerda, nadie nace sabiéndolo todo, pero con mi apoyo puedes pasar ¡de solo
bueno a estupendo!

Herramienta #2
Cómo controlar la ansiedad en la entrevista

La ansiedad es una reacción humana normal y todos la experimentamos en algún momento


dado. Es natural que te sientas nervioso o inquieto antes de una entrevista. Esto le sucede
incluso a los buscadores de empleo más experimentados. Por medio de las ideas y técnicas
en el capítulo 2, la enorme mayoría de buscadores de empleo pueden no solo controlar su
ansiedad de entrevista, sino aprovecharla para mejorar su desempeño durante la misma.
No obstante, existe una enorme diferencia entre la ansiedad cotidiana y un trastorno
de ansiedad. Existen tipos distintos, incluidos el trastorno de ansiedad generalizada, el de
pánico, de ansiedad social o fobia social y otras fobias específicas. Se trata de
padecimientos serios en los que el temor y la preocupación pueden ser constantes y
abrumadores, que afectarían todos los aspectos de tu vida, no solo en entrevistas laborales.
He tenido candidatos que me han descrito alguna de las siguientes reacciones en uno u otro
momento.
Si experimentas dos o tres de los siguientes síntomas emocionales, físicos o
cognitivos, de manera constante y regular, debes consultar a algún profesional de la salud
mental. Los psicólogos, psiquiatras y otros especialistas clínicos autorizados están
capacitados en el área y tienen un sinfín de abordajes terapéuticos (incluida la terapia
cognitivo-conductual, combinada con medicamentos) que pueden ayudarte a encarar estos
asuntos de manera exitosa. Por favor, no permitas que orgullo ni vergüenza te eviten
disfrutar con plenitud de la vida y el trabajo que mereces.
REACCIONES COGNITIVAS

o Pensar que algo malo va a suceder

o Cohibición

o Recuerdos alucinatorios (flashbacks)

o Incapacidad para controlar las imágenes

o El sonido del latido de tu corazón te parece más


fuerte

o Pensamientos irracionales

o Distorsión en el sentido del tiempo que ha pasado

o Incapacidad para controlar tus pensamientos

o Pensamientos obsesivos

o Pensamientos negativos

o Imágenes atemorizantes

o Apresuramiento

o Pérdidas de memoria

o Privación sensorial

o Evitación de la gente

o Parálisis mental

o Dificultades para concentrarse

o Torrentes incontrolados de pensamientos

REACCIONES EMOCIONALES
o Temor de que la ansiedad gobierne sobre todos tus
actos

o Ausencia de afectos emocionales/aplanamiento


emocional

o Sentirte en peligro físico

o Desconexión

o Alteraciones del estado de ánimo (enojo/tristeza)

o Respuestas agresivas

o Pesadillas

REACCIONES FÍSICAS

o Palmas sudorosas

o Palmas frías/pegajosas
o Latido del corazón rápido o fuerte

o Rubor excesivo

o Falta de aire

o hiperventilación

o Sequedad de garganta, de boca y engrosamiento de la lengua

o Mareo

o Dolores de cabeza

o Visión distorsionada/en túnel

o Distorsiones auditivas

o Náuseas/sensación de asco

o Estreñimiento o diarrea

o Control motor deficiente

o Tensión o contracción muscular

o Piernas temblorosas

o Debilidad de las rodillas

o Temblor en las manos

o Tropezarse

o Pesadez en las piernas

o Movimientos tiesos

o Alteraciones del equilibrio

o Insomnio
o Alteraciones de la voz

o Constricción de la voz y aumento en la tonalidad de la misma (voz aguda o


afónica, resultado de la tensión de las cuerdas vocales)

o Temblor en la voz

o Sensaciones repentinas de frío o calor (sin razón alguna)

o Pies fríos

Herramienta #3
Consejos fiscales para el buscador de empleo2, 3

Cuando buscas un empleo en tu área profesional, existen ciertos desembolsos directos que
te agradaría deducir de tu declaración anual de impuestos. Nada es sencillo cuando de
contribuciones se trata y existen detalles así como salvedades que necesitas consultar. Con
prioridad, asegúrate de: a) guardar todos tus recibos, y b) consultar con un contador
público antes de considerar cualquier deducción fiscal.
Si buscas empleo en un nuevo gremio o negocio, los gastos de tu búsqueda no son
deducibles. Obvio, nuevo gremio o negocio no figuran en una definición. Si un plomero se
convierte en abogado, eso es un nuevo gremio o negocio. Si un taxista se convierte en
conductor de autobuses, eso no parecería relacionarse con un nuevo gremio o negocio. Bajo
este concepto, una persona que busca su primer empleo o que necesita trabajo después de
pasar un tiempo prolongado sin laborar, podría no tener derecho a la deducción de los
gastos de su búsqueda mediante impuestos.
Gastos deducibles:4

o Impresión de currículos.

o Papelería y envío de currículos y correspondencia de seguimiento.

o Llamadas de larga distancia con empleadores potenciales.

o Tu servicio de internet.

o Gastos de viaje y transporte a entrevistas o por búsqueda de empleo,


considerando boletos de avión, de tren, taxis, estacionamiento, casetas, viajes de
un día, alimentos mientras viajas o renta de automóviles (consulta las cuotas por
kilometraje en la página web del servicio tributario de tu localidad).

o Cuotas a consultores profesionales.

o Costo de publicaciones que contienen vacantes potenciales.

Te sorprenderá cómo pueden acumularse los gastos de los rubros anteriores, de modo
que no dudes en tomar todos los deducibles legítimos que te correspondan.
Para legitimar estos deducibles, los contribuyentes deben detallar cada uno de sus
gastos. Los egresos por búsqueda de empleo caen en la categoría de varios, ello significa
que cuando se agrupan a más rubros diversos, solo son deducibles cuando excedan 2% de
tu ingreso bruto ajustado (IBA). Además, estos gastos podrían no resultarte benéficos si
caes bajo la categoría de impuesto mínimo alternativo (IMA). ¿Ves? Por esa razón te dije
que consultaras con un contador público.
Gastos no deducibles:

o Ropa para entrevistas.

o Cortes de cabello y otros artículos de higiene personal para entrevistas.

o Viajes y transportes relacionados en principio con placer personal. (Por lo que


ese viaje a una entrevista en Tahití ya se fue por la borda.)

Reuní la información anterior gracias a la invaluable ayuda de John M. Hoffman y


Asociados, Contadores, con oficinas en Boston, Massachusetts y Savannah, Georgia
(www.hoffman.com).
No obstante, cualquier error contenido en esta información es mío, de modo que, por
tercera ocasión, te recomiendo busques ayuda profesional en lo que a tus impuestos se
refiera.

Herramienta #4
Establecimiento y monitoreo de metas para la búsqueda de
empleo

Metas para la semana (o mes) de:


Es obvio que no vas a llevar a cabo estas actividades de búsqueda de empleo cada semana.
Ajusta tus metas a su etapa apropiada . No pases por alto esta herramienta. Establecer
metas claras y medir tu progreso hacia las mismas de manera sincera, te ayudará a refinar y
personalizar tu plan con resultados y retroalimentación actuales. Esto es esencial para que
pases de bueno a estupendo en este proceso.
Herramienta #5
Recursos de investigación
Después de unas cuantas semanas de búsqueda de empleo activa, te será difícil recordar
todos los recursos de información útil que hayas descubierto, los lugares donde los
encontraste, las personas que te ayudaron a encontrarlos y dónde se localizan. Siempre que
encuentres una fuente útil de investigación, registra los datos pertinentes. Es posible que
para encontrar esta información con rapidez en otra ocasión cuando te estés preparando
para entrevistas futuras, durante tu análisis de ofertas de trabajo, de negociación o en
búsquedas de trabajo posteriores.
Registra y conserva en tu archivo de investigación todos los datos, recursos y
herramientas que te hayan sido de utilidad durante esta búsqueda de empleo, para acceder a
ellos más rápido en la siguiente búsqueda.

Herramienta #6
Creación de tu red de contactos
I. La manera en que construyas, conserves, uses y aumentes tu red de contactos
personales tendrá un efecto generalizado sobre tu capacidad para generar
posibilidades y entrevistas de empleo. Unos cuantos hechos:

1. A partir de este momento, tu red de contactos solo se expandirá.


2. Sería fabuloso que cualquiera de tus contactos tuviera una vacante real
para ti, pero es poco probable. Tu meta es adquirir dos cosas de tus
contactos: 1) datos para generar pistas laborales y 2) acceso a nuevos
contactos. (Revisa la Sección II.)
3. Tu red inicial de contactos es más grande de lo que crees. (Revisa la
Sección III.)
4. Obtendrás más información utilizable de quienes más alejados se
encuentren de tu red de contactos inicial. (Recuerda el fortalecimiento de los
lazos débiles.) Así, la esencia misma de la creación eficaz de una red de
contactos consiste en la expansión de ella.
5. No existe regla que afirme que puedes pedirle ideas y pistas a algún
contacto solo una vez durante tu búsqueda. Cada par de semanas puedes
enterarlos de tu progreso y hacer uso de cualquier información adicional que
te proporcionen.
II. No te andes con rodeos. Dile a todo el mundo en tu lista de contactos inicial que
empiezas una búsqueda de empleo y esperas contar con su ayuda. En el supuesto de que te
digan que sí, diles qué estás buscando y hazles las siguientes
preguntas:

1. ¿Saben de alguna vacante inmediata del tipo que buscas? ¿Tienen el


nombre de algún contacto que te sirva? ¿Pueden presentarte con esa persona?

2. ¿Con qué tipo de vacantes publicadas están familiarizados (lugares donde


encontrar ofertas de empleo, anuncios de Se busca, periódicos, sitios web,
bolsas de trabajo, grupos de exalumnos, boletines profesionales o de
asociaciones y así por el estilo)?

3. ¿Qué bibliotecas, recursos de investigación o bases de datos les fueron de


utilidad en sus búsquedas de trabajo?

4. ¿Cuál es su opinión de tus metas para la industria o empresa? ¿Cuentan con


alguna fuente interna?

5. ¿Conocen alguna agencia de empleo, reclutadores por contingencia o


consultores de búsqueda de ejecutivos con quienes te puedan poner en
contacto?

6. ¿Te pueden dar nombres y números de teléfono de cuatro o cinco personas


que conozcan y tal vez posean la mejor o más amplia red de contactos, que
quizá puedas aprovechar para encontrar más de este mismo tipo de
información?

Finaliza la conversación dándoles las gracias y haciéndoles saber que los


mantendrás enterados de vez en cuando. (Ve la Sección I, Pregunta 5.)

III. La clave para identificar tu lista inicial de contactos en detalle es preguntarte a qué
agrupaciones perteneces. Cuanto más amplia sea tu lista inicial de contactos, más extensa
será la amplitud de tu red de contactos, más pistas generarás, más entrevistas tendrás, más
ofertas recibirás y, a la larga, más breve será tu búsqueda. Para ayudarte a construir este
primer nivel crítico de tu red de contactos, lista las personas que sabes pertenecen a los
siguientes grupos:
1. Tu familia (inmediata y extendida).

2. Tu familia política (actual y anterior).

3. Tus amigos y grupo social.

4. Tus colegas/conocidos actuales del trabajo (te recomiendo seas discreto).

5. Tus clientes, vendedores, proveedores y consultores actuales.


6. Tus colegas de trabajos anteriores.

7. Tus jefes de trabajos anteriores.

8. Clientes, vendedores, proveedores y consultores de trabajos anteriores.

9. Personas a quienes hayas conocido en reuniones, conferencias y


convenciones profesionales.

10. Personas que formen parte de agrupaciones técnicas, profesionales o


gremiales a las que pertenezcas.

11. Tus referencias laborales.

12. Personas con quienes te hayas entrevistado antes.

13. Vecinos actuales y pasados.

14. Contactos personales de escuelas (tuyos y de tu cónyuge).

15. Personas que hayas conocido en la Asociación de Padres y Maestros.

16. Tu lista de tarjetas navideñas.

17. Miembros de tu iglesia y de grupos sociales, cívicos, atléticos,


comunitarios o políticos a los que pertenezcas.

18. Tu asociación de exalumnos.

19. Tus consultores personales (p. ej., abogado, líder religioso, contador,
estilista, mecánico, dentista, agente de seguros, entrenador personal).

20. Contactos de cualquier grupo de búsqueda de empleo al que te unas.

He combinado a muchos de los grupos anteriores, pero ya te habrás dado una idea de
lo que quiero decir. Conoces a muchas más personas de las que crees. Ahora ponte a
trabajar y conviértelas en una red que te ayude a conseguir un empleo que ames.

Herramienta #7
Preguntas de uso frecuente en entrevistas
A fin de que te prepares para las entrevistas, lee cada pregunta y prepara una respuesta
sólida. Es posible que no te hagan con exactitud la misma, pero con seguridad plantearán
algunas muy similares.
Como leíste en el capítulo 5, quiero que practiques tus habilidades de entrevista en
ensayos de una hora de duración para grabarlos en video. Antes de que empieces ese
proceso, identifica qué preguntas quieres que utilice tu entrevistador, pero permítele elegir
que te haga algunas sin tu conocimiento.
Tus cualidades personales:

1. ¿Cuáles son tus principales fortalezas?

2. ¿Cuáles son tus máximas debilidades?

3. ¿Cómo te describirían tus colegas?

4. ¿Qué tipos de personas te hacen enojar?

5. ¿Cómo manejas los conflictos?

6. Dime algo acerca de ti mismo.

7. ¿Qué tienes de único?

8. ¿Qué te desmotiva?

9. ¿Eres un líder nato o un seguidor natural?

10. ¿Qué te mueve?

11. ¿Te comunicas mejor por escrito o de manera verbal?

12. Dime cómo manejaste una situación social difícil.

13. ¿Cuáles son tus pasatiempos e intereses? ¿Qué te gusta hacer en tu tiempo
libre?

14. ¿Cómo son tus niveles de energía?

15. ¿Qué has aprendido de tus desilusiones?

16. ¿Prefieres trabajar con otros o a solas?

17. Describe tu personalidad.

18. ¿Qué te aburre y por qué? ¿Cómo lo evitas?

19. ¿A qué figura pública admiras? ¿Por qué?

20. ¿Qué quieres de la vida?


Tu educación:

1. ¿Cómo te fue en preparatoria/bachillerato? ¿Cuáles fueron tus materias más y


menos favoritas? ¿Quiénes fueron tus maestros preferidos? ¿Qué deportes o
actividades llevaste a cabo? ¿Qué cargos ocupaste?

2. ¿Por qué elegiste la universidad a la que asististe?

3. ¿Por qué elegiste la carrera que estudiaste?

4. ¿Te gustó estar en la universidad? ¿Por qué sí o por qué no?

5. ¿En qué actividades extracurriculares participaste? ¿Valió la pena el tiempo que


invertiste en las mismas?

6. ¿Qué porción de tus estudios costeaste tú mismo? ¿Cómo?

7. ¿Trabajaste al tiempo que estudiabas? ¿Qué hiciste? ¿Ayudó o perjudicó tu


desempeño escolar?
8. ¿De qué manera te prepararon tus estudios/capacitación para este empleo/
organización?

9. ¿Si pudieras volver a cursar tus estudios universitarios, qué cambiarías? ¿Por
qué?

10. ¿Te pudiste haber desempeñado mejor en tus estudios? ¿Cómo? ¿Por qué no lo
hiciste?

11. ¿Qué capacitación profesional continua has llevado a cabo desde que te
graduaste?

12. ¿Cuáles son tus planes educativos futuros? ¿Qué has hecho para llevarlos a
cabo?

Tu trayectoria profesional:

1. Explica el camino que ha tomado tu trayectoria profesional.

2. ¿Cuál fue tu primer empleo? ¿Qué aprendiste del mismo? (La misma pregunta
para empleos subsiguientes.)

3. ¿Quién fue tu jefe favorito? ¿Por qué?

4. ¿Quién fue tu peor jefe? ¿Por qué?

5. ¿Qué partes de tu educación te prepararon más para tu trabajo? ¿Cómo?

6. ¿Qué obstáculos has superado para triunfar?

7. ¿En dónde te ves en 3, 5 y 10 años?

8. Explica cómo te desenvolverías en un ambiente de equipo.

9. ¿Crees que se les debería pagar más a las personas que trabajan en tu industria?

10. ¿Cuáles son tus metas financieras? ¿Estás en vías de alcanzarlas?

11. ¿Qué diferencia existe entre la forma en que tratas a tus subordinados y a tus
superiores?

12. ¿Cómo has manejado desacuerdos entre tú y un jefe, un compañero o ambos?

13. ¿Alguna vez te han despedido? ¿Por qué?

14. ¿Alguna vez has despedido a alguien? ¿Cómo lo hiciste?

15. A partir de tu currículum, plan de carrera o experiencia laboral, muéstrame un


buen ejemplo de trabajo en equipo.

16. A partir de tu currículum, muéstrame un buen ejemplo de tu ética laboral y de


tu iniciativa.

17. ¿Has tenido otros empleos que no aparezcan en tu currículum?

18. ¿Cuáles han sido tus logros más importantes?


19. Cuéntame acerca de un grave error que hayas cometido en el trabajo.

20. ¿Con qué tipo de persona no trabajarías?

21. ¿Cuántos años quieres seguir trabajando?

22. ¿Cuáles son las desventajas de tu campo laboral?

23. ¿Prefieres una empresa grande o pequeña?

24. ¿Irías a donde te envíe tu empresa?

25. Si analizas tu trayectoria profesional, ¿qué desearías haber hecho de manera


diferente?

26. ¿Hacia dónde ves que se dirige tu trayectoria profesional?

Este empleo:

1. ¿Cómo te enteraste de esta vacante?

2. ¿Por qué razones deberíamos emplearte?

3. ¿Qué puedes aportarle a este trabajo que sea diferente de lo que puede aportar
nadie más?

4. ¿Por qué quieres dejar tu empleo/empresa actual?

5. ¿Cuál es tu salario actual? ¿Cuánto quieres ganar?

6. ¿Qué estás buscando en tu siguiente trabajo?

7. Hazme una evaluación de tu jefe actual.

8. ¿Qué es lo que más te gusta de tu empleo actual?

9. ¿Por qué razones te otorgaron tu último ascenso?

10. ¿Cómo se compara este empleo con otros que has solicitado?
11. ¿En qué cosas tú y tu jefe han discrepado?

12. ¿Qué te atrae más de este empleo?

13. ¿Cómo es que tu empleo actual te ha preparado para este?

14. ¿Cómo se ajusta este empleo con tus planes profesionales en general?

15. ¿Qué te hace pensar que podrías lograr el éxito en este empleo?

16. ¿Cuáles son tus objetivos a corto plazo?

17. ¿En qué otras organizaciones te estás entrevistando?

18. ¿Qué aspecto de este empleo es el que más te emociona?

19. ¿Cómo modificarías esta vacante para que se ajustara más a tus habilidades?

20. ¿Puedo verificar tus referencias?

21. ¿Cuándo podrías empezar?

22. Si te ofrecemos este empleo, ¿lo tomarás?


23. ¿Te quedarías con tu empleador actual si te hiciera una contrapropuesta?

24. ¿Qué plan de transición tienes para el empleo que estás a punto de dejar?

25. ¿Qué dirá/hará tu jefe actual cuando le digas que te vas?

Esta empresa:

1. ¿Qué sabes de nuestra empresa?

2. ¿Qué te atrae de nuestra organización?

3. ¿Cuál es nuestra imagen o reputación en el mercado?

4. ¿Qué conoces de nuestra cultura organizacional?

5. ¿Por qué piensas que esta compañía será mejor que la última donde
estuviste?

6. ¿Conoces a alguien que trabaje con nosotros?

7. ¿Qué tan familiarizado estás con nuestros productos o servicios?

8. ¿Qué contribuciones específicas traerás para las necesidades de nuestra


compañía?

9. ¿Has leído nuestro informe anual?

10. ¿Qué has investigado sobre nuestra organización?

11. ¿Has leído algún artículo sobre nosotros en la prensa?

12. ¿Puedes verte el resto de tu carrera con nosotros?

En general:

1. ¿Qué es más importante para ti?


2. ¿Estás interesado en los deportes? ¿Te interesan las artes?

3. ¿Haces obras de caridad? ¿Participas en tu comunidad?

4. ¿Cómo se ganaban la vida tus padres? ¿Cuál de ellos ha tenido mayor


influencia en ti?

5. ¿Tienes hermanos o hermanas?

6. ¿Cómo realizaste tu servicio militar?

7. ¿Quiénes son tus mejores amigos?

8. ¿Qué otros factores positivos sobre ti todavía no conozco?

9. ¿Estás planeando tu retiro?

10. ¿Estás nervioso?

11. ¿Te someterías a una prueba de drogas como condición para tener el
empleo?

12. ¿Tienes algunas preguntas?


Parece que por regla general siempre te harán la pregunta que menos quieres oír. En
todo caso, eso es lo que me han dicho los buscadores de empleo en los últimos 30 años.
Regresa a la lista e identifica esas cuantas preguntas que más te desagradan. Prepara una
respuesta positiva y útil para cada una.

Herramienta #8
Preparación de preguntas estupendas para tu entrevista
1. El empleo para el que te entrevistan:

2. La persona con quien te entrevistarás:

3. Enumera datos clave de los que te has enterado:

a) La industria:
b) La organización:
c) El empleo en sí:
d) Tu entrevistador:

4. ¿Qué elementos de tus antecedentes (escuela, empleos anteriores,


conocimientos especiales o habilidades) piensas que serán más atractivos para
este empleador?

5. ¿Cuáles de tus características o cualidades personales quieres destacar en esta


entrevista?

6. ¿Qué datos necesitas de la organización, de su funcionamiento interno, para


ayudarte a decidir si aceptarías una oferta de trabajo de ellos?

Con base en todos los datos que tienes aquí, construye cuatro estupendas preguntas que
hacer en tu entrevista.

1.

2.

3.
4.

Es posible que solo tengas oportunidad de hacer una o dos preguntas. Pero si tienes
preparadas tres o cuatro que son estupendas, tienes más opciones de qué preguntar,
dependiendo de la información que hayas aprendido en etapas anteriores de la entrevista.
Herramienta #9
Preparación para tus entrevistas de práctica
1. Entrevistador; ubicación de la entrevista:

2. ¿Tu cámara de video está lista y probaste el funcionamiento?

3. ¿Tienes tu currículum a la mano?

4. ¿Cuál es el empleo?

5. ¿Por qué está abierta la vacante?

6. Antecedentes de la organización:

7. Lista de preguntas que quieres practicar (10 a 12):

8. Lista de preguntas que quiere añadir el entrevistador (6 a 8):

9. Tiempo de inicio:

10. Tiempo de terminación:

Herramienta #10

Evaluación de tu entrevista de práctica


El entrevistador anota las observaciones siguientes:

1. Entrada:

a) Apretón de mano
b) Expresión facial/lenguaje corporal
c) En general fue fuerte o débil
d) Ideas de mejoría
2. ¿Qué tan tenso o estresado estaba el candidato?

3. ¿Algún hábito verbal distractor?

4. ¿Algún hábito físico distractor?

5. ¿Cuáles preguntas se manejaron bien?

6. ¿Cuáles preguntas necesitan mejoría? ¿Cómo?

7. ¿El candidato trató de encontrar cualquier objeción potencial? ¿Qué impresión


dio?

8. ¿El candidato logró revelar cualquier objeción potencial? ¿Cómo se podría


haber mejorado ese esfuerzo?

9. ¿El candidato utilizó un fuerte cierre? ¿Cómo se podría mejorar?

10. ¿De qué otro modo podría perfeccionar el candidato esta entrevista?
Herramienta #11
Preparación para la entrevista en sí

I. 1. ¿Me he preparado para esta entrevista (investigación y práctica)?

2. ¿Cuándo y dónde es?

3. ¿Tengo cualquier antecedente sobre el entrevistador?

4. ¿Qué es este trabajo?

5. ¿Por qué se abrió la vacante?

6. ¿Cuáles son los antecedentes de la organización?

7. ¿Tengo a la mano las copias de mi currículum y de mis


referencias?

8. Mis cualidades positivas en cuanto a este puesto:

9. Preguntas bien preparadas que quiero hacer:

a)
b)
c)

10. Cierres de prueba que practiqué:

a)
b)
c)

11. Posibles objeciones para las que me preparé:

a) Objeción potencial:
¿Necesita pregunta de aclaración?
Respuesta para eliminarla o abordarla:
Concepto firme para concluir:
b) Objeción potencial:
¿Necesita pregunta de aclaración?
Respuesta para eliminarla o abordarla:
Concepto firme para concluir:
c) Objeción potencial:
¿Necesita pregunta de aclaración?
Respuesta para eliminarla o abordarla:
Concepto firme para concluir:

12. Así es como pediré el empleo:


II. Estoy listo con:

Herramienta #12
Formato de datos para las referencias laborales
Fecha actual:

Nombre y cargo actual:

Dirección de correo terrestre:

Fecha de la primera nota de agradecimiento Fecha(s) de las subsiguientes notas de


agradecimiento: Dirección de correo electrónico:

Número telefónico preferido:

Mejor manera y horario para contactar:

Conocido(a) durante cuánto tiempo:

De dónde y cuándo:

Empleo de la referencia en ese tiempo:

Mi empleo entonces:
Mis fortalezas:

Mis debilidades:

Mi personalidad:

Mi estilo gerencial/de supervisión:

Por qué deje el puesto:

Querrían volverme a contratar:

Adecuación para el nuevo puesto:

Metas profesionales:

Enumera otras preguntas apropiadas del capítulo 6.


Herramienta #13
Muestra de hoja para el listado de referencias laborales
Es posible que te pidan tus referencias laborales en persona, por teléfono o por correo
electrónico. Quizá te soliciten que proporciones una lista por escrito (como en la siguiente
muestra) o podrías presentarlas en forma oral. En cualquier caso, debes tener preparada
una hoja con la lista de referencias, que ha de estar en orden y actualizada, para que te sea
fácil ofrecerla o consultarla. Si tus referencias prefieren que se les contacte por correo
electrónico, asegúrate de incluir esa información.

REFERENCIAS LABORALES PARA SAUL R. TUDE

Paul W. Tibbets
Director Asia Air Express Teléfono: (123) 456-7890 (anterior jefe en AAE)

Grace O'Malley
Presidente
Eire Marine Commerce, LLC
Teléfono: (123) 456-7890
(anterior jefe en Coastal Mutual Insurance)

Lewis B. Puller
Presidente emérito International Negotiations, PLC Teléfono: (123) 456-7890 (anterior
jefe en I.N., PLC)

Robert Emmet
Presidente
Pike Development Associates Socio
Teléfono: (123) 456-7890
Compañero (trabajé mano a mano con el señor Emmet en Persuasive Marketing Tools,
Inc.)
John Basilone
Propietario
Superior Force Machine Tools Teléfono: (123) 456-7890 (antiguo colega en I.N.,
PLC)

Herramienta #14
Evaluación y mejoría después de la entrevista
1. Fecha, hora, ubicación de la entrevista; nombre del entrevistador, cargo:

2. El empleo:

3. ¿Mi investigación fue precisa?

4. ¿Qué nueva información obtuve sobre el empleo, sobre el empleador?

5. ¿Para cuál pregunta no estaba preparado?

6. ¿En cuál pregunta tuve tropiezos?

7. ¿Cuáles respuestas le encantaron al entrevistador?

8. ¿Cuáles fueron las mejores preguntas que hice?

9. ¿Qué preguntas me hubiera gustado hacer?

10. ¿Cuál cierre de prueba usé?

11. ¿Cuáles objeciones saqué a relucir?

12. ¿Cómo funcionaron mis respuestas para "eliminar/abordar"?

13. ¿Cómo manejé el tema del dinero?

14. ¿Establecí con claridad que quería el empleo?

15. ¿Obtuve una idea del marco temporal del proceso de contratación?

16. ¿Sonreí, mantuve contacto visual y use un apretón de manos firme?


17. ¿Me enteré de algo personal del entrevistador?

18. ¿Tengo una nota de seguimiento y agradecimiento lista para enviar?

19. ¿Qué otra investigación necesito hacer antes de mi siguiente entrevista?

20. ¿Cómo puedo mejorar mi desempeño en entrevistas?

Herramienta #15

Análisis de la oferta de trabajo


Deberías ser capaz de responder todas las preguntas siguientes antes de decidir si un
empleo es correcto para ti. Algunas de estas preguntas también pueden guiarte en tu
investigación previa a la entrevista y ayudarte a diseñar preguntas útiles que hagas en esa
reunión. Recuerda, esto se trata del trabajo en sí.
1. El empleo cómo se ofreció:

2. ¿Cómo se ajusta a la meta o metas laborales actuales?

3. ¿Es una oportunidad única o inusual?

4. Ámbito de responsabilidades:

5. ¿Representa un avance, es un movimiento lateral o es un descenso?

6. Principal elemento positivo:

7. Principal inconveniente:

8. Evaluación del jefe potencial:

9. Evaluación de los colegas potenciales:

10. Evaluación de los subordinados potenciales:

11. Otras personas en la organización con quienes deseo trabajar:

12. Expectativas futuras de la organización (p. ej., fusión, adquisición,


consolidación, venta):

13. Evaluación de la imagen o reputación de la organización:

14. Evaluación de la cultura de la organización:

15. Oportunidad de ascenso:

16. Programa(s) interno(s) de capacitación/desarrollo:

17. Oportunidad de visibilidad hacia el exterior (creación de imagen):

18. Temas relacionados con estilo de vida/familia (p. ej., viaje, reubicación,
noches, fines de semana, tiempo extra):

19. ¿Quién más tiene datos a los que pueda acceder?

20. Mi corazonada me dice:


21. Asuntos que debo negociar:

22. ¿Este empleo es el correcto para mí en este momento?

Herramienta #16

Evaluación del paquete salarial


Herramienta #17
Diagnóstico: Tu búsqueda de empleo está estancada (y qué
hacer al respecto)
Instrucciones: Si respondiste "No" a cualquiera de las preguntas 1-9 a continuación, revisa
el capítulo o capítulos indicados para ponerte de nuevo en marcha y proseguir con tu
avance.

1. ¿Estás invirtiendo suficiente tiempo y energía en tu búsqueda de empleo?


(Tiempo completo si estás desempleado, 10 horas semanales mínimas si tienes
empleo.) Revisa los capítulos 1 y 3.

2. ¿Estás cuidando de tu salud física y emocional? Revisa el capítulo 2.

3. ¿Estás utilizando una campaña laboral en cuatro frentes o solo usas un método
(p. ej., vacantes publicadas o reclutadores)? Revisa los capítulos 3 y 4.

4. ¿Tus objetivos laborales están enfocados según ubicación geográfica, industria


y función? Revisa los capítulos 4 y 5.

5. ¿Estás aumentando tu red de contactos? Revisa los capítulos 3 y 6.

6. ¿Tus habilidades de entrevista están mejorando a medida que prosigue tu


búsqueda de empleo? Revisa los capítulos 4, 5, 7.

7. ¿Estás dando seguimiento a todos tus contactos preliminares, al igual que a


cualquiera que te haya entrevistado? Revisa los capítulos 1 y 5.

8. ¿Estás recibiendo el número de ofertas que sientes que deberías recibir, de


acuerdo con la cantidad de esfuerzo que estás invirtiendo? Revisa los capítulos 7
y 8.

9. ¿Estás logrando convertir una oferta más o menos buena en una aceptable?
Revisa el capítulo 8.

10. ¿Estás ocupando mucho tiempo en espera de que te respondan llamadas o


correos electrónicos, esperas recibir noticias de tus contactos, reclutadores o
referencias, aguardas respuesta de páginas web de ofertas de trabajo, que las
redes sociales te generen posibles empleos o atento a escuchar los resultados de
entrevistas?

Si respondes "Sí" a "Estás esperando que pase cualquier cosa", necesitas volver a leer
todo el libro, porque estás perdiendo un tiempo valioso que podrías invertir en actividades
productivas de búsqueda de trabajo.
CONCLUSIÓN

Esto se trata de tu vida

HE LLENADO NO VAYAS EN CHANCLAS A UNA ENTREVISTA DE TRABAJO


CON TODO LO QUE NECESITAS SABER PARA PONER EN MARCHA TU
BÚSQUEDA DE EMPLEO, DE MANERA RÁPIDA, EFICIENTE Y PROFESIONAL.
Presenté una metodología para prepararte y enfrentar una entrevista de trabajo que, si se
sigue, te colocará de modo consistente en el primer escalón entre los candidatos a un
empleo. Te enseñé cómo cerrar una entrevista en el rango más alto posible, para generar
más ofertas y negociarlas al alza de manera más exitosa. A partir de mis observaciones
durante más de 30 años en este campo, también he incluido cómo evitar (o recuperarte de)
los costosos errores que cometen tantas personas en busca de empleo.
Con los consejos y atajos provenientes de información privilegiada, he reducido cada
elemento a su naturaleza esencial, de modo que puedas lanzarte a la búsqueda de trabajo
llevando contigo todas las armas en tus manos y, con suerte, veas resultados con rapidez. Te
aconsejé, te proporcioné asesoría y orientación, además de que te estimulé para avanzar en
la dirección correcta. Utilicé el humorismo para conservar una sonrisa en tus labios,
mientras afrontas las penas del infortunio que con certeza encontrarás en el camino.
Desearía que la incertidumbre, el rechazo y la ansiedad no formasen parte inherente
del proceso de búsqueda de un empleo, pero la buena noticia es que también incluyen el
descubrimiento, el entusiasmo y la aceptación. Si te permites enfocarte en los potenciales
aspectos negativos, el estrés y la ansiedad se filtrarán en tus entrevistas como si fueran
niebla. En consecuencia, debes entrenarte para enfocar tu atención en todos y cada uno de
los aspectos positivos que encuentres en tu camino. Si lo haces, la niebla de la ansiedad y
el estrés se disiparán ante tus ojos, al calor de tu optimismo realista.
Sin embargo, lo que no puedo hacer es salir a la calle y hacer las cosas por ti.
Desearía poder hacerlo porque, si nos encontramos y después de pasar algún tiempo
conociéndote, convencería a casi cualquier empleador de por qué debería contratarte a ti y
a nadie más. Porque ahondaría hasta encontrar la razón por la cual deberían hacerlo. Tú
tienes esa información; eres su verdadero origen y debes usarla.
Así que terminamos donde empezamos: haciendo las grandes preguntas: ¿Qué estás
buscando, por qué, qué conocimiento, habilidades y experiencias traes, y qué hay en ti —tu
combinación única de cualidades y características personales— que garantizará tu éxito en
este nuevo trabajo?
Un par de personas con quienes he trabajado a lo largo de los años, han tenido la
fantasía de que usemos uno de esos dispositivos miniatura de radio para escuchar sus
entrevistas y susurrarles grandes respuestas a los oídos, a fin de que las puedan usar.
Hagamos de este libro un dispositivo similar. Léelo de cabo a rabo y a la larga me
escucharás incitándote a siempre prepararte mejor que tu competencia. Me escucharás
bromear contigo para ayudarte a mantener bajo control tu ansiedad, para que esta funcione a
tu favor y no en contra. Me escucharás tranquilizándote porque cuentas con una respuesta a
prueba de fallos para cualquier cosa que lancen contra ti. Me escucharás decirte —aunque
nunca nadie más te lo haya dicho— que mereces un trabajo que te encante y ese empleo está
ahí, si tan solo te esfuerzas por salir a encontrarlo.
En otros textos he dicho y lo he predicado ante miles de personas, que creo que
muchos de nosotros dividimos nuestra existencia en dos partes: el trabajo por un lado y la
vida por el otro. He dedicado mi carrera al apoyo a gente en el trabajo, porque creo que
este es muy importante para nuestra alma y corazón como para separarlo de nuestra vida.
También creo que nuestras cualidades y sueños personales constituyen gran parte de
nosotros mismos como para dejarlos afuera de la oficina. Es muy frecuente que suceda que
si amas tu trabajo, amarás tu vida. Con toda certeza puede afirmarse que el trabajo no lo es
todo, pero sí es vital para convertirnos en lo que somos y lo que podemos ser. Así, al final,
quiero destacar que aquí no estamos hablando solo del trabajo, sino de tu vida.
Te deseo la fortaleza, el coraje y el sentido del humor para este recorrido y que Dios
te guarde en la palma de su mano, hasta que se crucen de nuevo nuestros caminos.
ÍNDICE

actitud, desarrollo de la correcta, entrevista, I

adrenalina, I

adversidad, I

agencias de contrato, I

agencias de empleo con honorarios contingentes, I

temporal, I

agradecimiento, envío de una nota de, I

agregadores, I

análisis de la oferta, I

ansiedad 30 métodos de, I

antes de la entrevista, técnicas para controlar la, I

canaliza, no elimines la, I

control en tu búsqueda de empleo, I

control sobre la entrevista, I II

después de la entrevista, técnicas para controlar la, I

durante la entrevista, técnicas para controlar la, I

mañana de la entrevista, técnicas para controlar la, I

proceso continuo de, I

técnicas para controlarla entrevista, I

y estrés, controla tu, I

anuncios de empleo, I
atolladeros, relacionados con el género, I

autoevaluación, I

bagaje emocional, I

biblioteca local, visita tu, I

blog, cómo lanzar tu propio, I

blogueo, I

blogs, lista de búsqueda de empleo, I

buenos modales, I

búsqueda, ajuste de tu, I

buscador como rehén, I

control del momento oportuno de la, I

cuando se tiene empleo, I

empleo, pedir el, I

establecimiento y monitoreo de metas, I

estancada, I

búsqueda (continuación) evaluación de aptitud, I

exitosa, 10 obstáculos principales para la, I

grupo de redes de contacto, organizar un, I

importancia de la estructura durante la, I

incertidumbres de la, I

objetivos de, identificación eficaz de tus, I

primer paso en la, I


terminación de la, I

uso de un bibliotecario de referencia en tu, I

buscador características del, I

consejos fiscales para el, I

buscadores de mayor edad, errores típicos de los, I

jóvenes, errores típicos de los, I

candidato perfecto, mito del, I

cartas de recomendación, I

cierre preliminar, I

contactos en línea, maneras de utilizar los, I

coaching profesional, I

contacto en frío, I

Cómo hablar para que los niños escuchen y cómo escuchar para que los
I
niños hablen,

comunicación estilo de, cómo recibir retroalimentación sobre el, I

habilidades de, ideas para mejorar las, I

control de daños, I

correo electrónico, uso del, I

defensividad, superación de la, búsqueda de empleo, I

desempleo lista de empleo de la oficina de, I

oficinas de capacitación, I

después de la entrevista evaluación y mejoría, I

notas, I
destacar los atributos propios, I II III

detector de mentiras, prueba de. Véase polígrafo, pruebas de. Directory of


I
Executive and Professional Recruiters,

dudas de ti mismo, cómo superar las, I

emociones negativas, I

empleador potencial, qué debes saber del, I

empleo I

ferias del, I

portales de, I

proceso cambiante, tú controlas el, I

empresas de búsqueda, I

ejecutivos con honorarios por iguala, I

entrevista actitud durante la, I

aseo personal para la, I

asertividad vs. agresividad en la, I

asumir la responsabilidad de la, I

atuendo, I

calamidades, I

cierre de la, I

calle de dos sentidos, I

tomar el control de la, I

visita de ventas, I
comunicación de control en la, I

cumplir lo prometido, I

panel, I

desempeño, de bueno a estupendo, I

elementos básicos, I

estrés moderado en la, beneficios del, I

formatos, inusuales, I

fórmula de respuesta de respaldo, I II

habilidades de, practica tus, I

hacer preguntas durante tu, I II

importancia de la preparación para la, I

temprano a la, I

métodos de prueba, I

objeción durante, eliminar o abordar la, I

objeciones durante la, abordaje de las, I

deseabilidad de las, I

práctica de, I

práctica, evaluación de tu, I

pregunta, cómo responder una, I

preguntas, capciosas, I

dos cosas que tener en mente al responder, I

frecuentes, I II
maneras de predecir las, I

compañía, I

empleo, I

industria, I

sobre ti, I

sobre tu carrera, I

preparación de preguntas estupendas para hacer en la, I

preparación para la, I

preparación, herramienta para organizar tu, I

obtienen datos, I

proporcionan datos, I

llevar a la, I

reducir la cafeína el día de tu, I

ritmo de la, I

seguimiento posterior a la, I

señales de compra en la, I

sinceridad en la, I

sonrisa durante la, I

verte y sentirte lo mejor posible para la, I

vestimenta para tu, I

entrevistador, idiota, I

investigar al, I
selección, I

entrevistadores, poco capacitados, I

poco preparados, I

entrevistas, cómo conseguir más, I

estrés, I II

práctica, I

diferentes entornos para las, I

video, I

establece elevadas expectativas para tus, I

oso amaestrado, I

práctica para tus, I

secuencial, I

telefónicas, I

escucha activamente, I

establecimiento de metas, tendencia realista del mercado, I

estilos de conversación, diferencias de género en, I

estructura búsqueda de empleo, I

Facebook, I

formato de datos para las referencias, I

Google Plus, I

grupos comunitarios, I

hoja para el listado de referencias, muestra de, I


humildad, importancia de la, I

impuestos, I

investigaciones de crédito, I

Linkedln, I

lista de candidatos preseleccionados, llegar a la, I

Love Your Job!, I II

merecimiento, psicología del, I

minipruebas de inteligencia, I

negociación, los sí y no de la, I

objeciones, revelas las, I

objetivos, inapropiados, I

oferta, aceptar o rechazar la, I

negociar la, I

cuando recibes más de una, I

elementos centrales de cualquier, I

evaluación de la, I

instintos acerca de la, I

obtener la, I

ofertas, generación de múltiples, I

paquete salarial, evaluación del, I II

paranoide, no seas, I

pedir ayuda, I
Plaxo, I

polígrafo, pruebas de, I

política de no referencias, I

portales de nicho, I

postura de negociación, aclarar tu, I

práctica, entrevistas de, I

preguntas que puedes hacer, I

proceso de la oferta, pasos administración del, I

de selección, superar el, I

proceso de búsqueda, control del, I

naturaleza impredecible, I

precargar el sistema, I

recompensas por sumergirse en el, I

soledad y aislamiento del, I

pruebas de drogas, I

integridad, I

inteligencia. Véase miniprueba de inteligencia. psicológicas, I

punto débil, cuál es el tuyo, I

retroalimentación, pedir, I

rechazo, aprender del, I

superar el, I

reclutador, como trabajar con un, I


reclutadores, I

profesionales, I

red de contactos, ampliar siempre tu, I

creación de tu, I

redes de contacto, como construir tus, I

redes sociales, búsqueda de empleo y, equívocos acerca de la, I

errores búsqueda de empleo al utilizar las, I

experiencias de los buscadores de empleo en las, I

reducción en energía, I

referencia bibliotecario de, I

bibliotecarios de, I

preguntas, típicas de, I

problemas con la, cómo evitar los, I

negativa, cómo lidiar con una, I

referencias, alista tus, I

elige tus, I

encontrar las referencias faltantes, I

preparación de tus, I

¿qué caso tiene?, I

usar tus, I

registro de recursos de investigación, I

relajación, métodos de, I


respuesta de pelea, huída o parálisis, I

reveses, I

salario, negociación del, I

seguridad, autorizaciones de, I

señales de compra, I

sitios de redes sociales como herramientas y no técnicas, I

situación financiera, I

soledad y aislamiento, cómo superar la, I

Talking From 9 to 5, I

tecnología, maximización de la, I

teléfonos, lo que debes y no debes hacer al usar los, I

tuits, I

Twitter, I

ventas cierre de, definición, I

obstáculos para las, I

mitos, I

técnicas para obtener el empleo, I

práctica de las, I

Webinarios, I

Wikis, I

Yahoo groups, I

Zoominfo.com, I

EL DOCTOR PAUL POWERS HA DEDICADO MÁS DE 30 AÑOS A APOYAR A
MUCHAS PERSONAS PARA OBTENER EL ÉXITO Y LA SATISFACCIÓN EN SU
CARRERA PROFESIONAL. Como psicólogo gerencial, coach de ejecutivos, autor y
experto vocacional, ha ayudado a miles de personas en cientos de empresas —desde
directores ejecutivos hasta recién graduados; lo mismo en corporaciones y hospitales,
como a veteranos de combate— a encontrar empleos que les encanten y a tener éxito en
ellos. Asesora a corporaciones de todo el mundo acerca de cómo seleccionar, motivar y
dirigir empleados totalmente participativos mediante coaching ejecutivo/profesional,
desarrollo de equipos gerenciales y de ventas, así como de planificación para el retiro.
Como popular orador y líder de seminarios, el doctor Powers viaja de manera
constante, impartiendo sus conocimientos, sentido del humor y profunda fe en que cada uno
de nosotros tiene un don que se puede descubrir, desarrollar y compartir. Como autor de No
vayas en chanclas a una entrevista de trabajo, Winning Job Interviews (Cómo obtener
entrevistas de trabajo) y coautor de Love Your Job! Loving the Job You Have, Finding a
Job You Love (¡Ama tu trabajo! Cómo amar el trabajo que tienes y cómo encontrar un
trabajo que ames), la energía, el entusiasmo y la motivación de Paul han llegado a todo el
mundo y a personas de todas las áreas imaginables.
El doctor Powers es psicólogo titulado, exdirector de la Massachusetts Board of
Psychologists y miembro de numerosas organizaciones profesionales. Paul cuenta con
títulos de licenciatura, maestría y doctorado de la Universidad de Massachusetts en
Amherst. Ayudó a fundar el Management Corps for the Emerging East (Cuerpo gerencial
para el Este Emergente), iniciativa sin fines de lucro que envía empresarios
estadounidenses para trabajar de manera voluntaria en compañías de las repúblicas de la
antigua Unión Soviética, a fin de ayudar a su transición a la economía de libre mercado con
habilidades y técnicas administrativas prácticas. Paul también fue miembro de la Infantería
de Marina de Estados Unidos, al igual que plomero certificado.
El trabajo del doctor Powers ha recibido amplio reconocimiento en medios de
comunicación como el Wall Street Journal, Boardroom Reports, New York Times, National
Business Employment Weekly, New England Business Magazine, Men's Health, cientos de
diarios y estaciones de radio en todo Estados Unidos; asimismo, ha aparecido en CNN,
MSNBC, WNBC, NPR y muchos otros espacios. Es copre-sentador de CareerTalk,
programa que recibe llamadas del público en una de las principales estaciones radiales de
Boston, Massachusetts.
Al practicar lo que predica sobre los numerosos beneficios de diversos intereses, Paul
también ejerce la profesión de especialista forense, profesional de la locución, guionista,
ávido campista, además de un programa gratuito de presentaciones, tanto nacional como
internacional. Él y su esposa Linda, quien es empresaria, diseñadora gráfica/diseñadora
web y directora de Powers Design, junto con sus dos perros bóxer, dividen su tiempo entre
la Costa del Golfo en Florida y Cape Cod.
Obtén para una suscripción gratuita al boletín mensual LifeMaps del doctor Powers,
que leen miles de personas, en www.drpaulpowers.com. Paul Powers está disponible para
presentaciones en reuniones externas de tu empresa, conferencias y eventos de
asociaciones, con charlas ágiles, prácticas y convincentes sobre los diversos temas que
trata en LifeMap. Envía un correo electrónico a drpaul@ drpaulpowers.com.
Referencias

CAPITULO 1 La búsqueda de empleo no tiene que ser un asco

1 N. del R.T.: Conforme a CONOCER —entidad del gobierno federal mexicano responsable

de promover, coordinar y consolidar un Sistema Nacional de Competencias de las personas—


las competencias son los conocimientos, habilidades, destrezas y comportamientos
individuales (es decir, aquello que las hace competentes) para desarrollar una actividad en su
vida laboral. Regresar
2 N. del R.T.: Se trata de no caer en "lo que caiga", "el que sea, lo importante es tener un
trabajo"; comunes entre muchos individuos en este país. Regresar

CAPITULO 3 ¿Dónde diablos están todos los trabajos?

1 N. del R.T.: Simplyhired.com se encuentra en la web con opción de traducción al español.

Por lo que respecta a Careerjet.com, la pestaña Careerjet Worldwide sección North America,
Mexico, te remite a www.opcionempleo.com.mx , lo que posibilita utilizar ambas
alternativas. Regresar
2 N. del Ed.: Los agregadores son metabuscadores (buscador de buscadores). El agregador

(JobisJob, Mercadojob, etc.) tiene un acuerdo para poder difundir ofertas de diferentes
portales. Regresar
3 N. del R.T.: A la fecha, Indeed.com funciona en México con clasificación de ofertas de

empleo en diversas ramas. Regresar


4 N. de la T.: A menos que se señale otra cosa en el texto, todas estas páginas se refieren a

empleos en Estados Unidos. El lector deberá buscar las páginas más adecuadas para su propia
ubicación geográfica. Regresar
5 N. del R.T.: Con el propósito de enriquecer la información, en especial para México, se

incluyen en este apartado, sitios de empresas dedicadas al reclutamiento y selección de


candidatos en la mayoría de los rubros considerados por el autor. Regresar
6 N. del R.T.: En el caso de México se debe observar lo dispuesto en la Ley del Impuesto

Sobre la Renta, en específico considerar las obligaciones fiscales en las que está dada de alta
cada persona. Como el autor lo indica, se recomienda altamente obtener la orientación de un
profesional calificado en el tema. Regresar
7 N. del R.T.: Esta página ofrece el servicio en español. Regresar

8 N. del R.T.: Esta página ofrece la posibilidad de trabajar en ella en español, previa
traducción desde el buscador. Regresar
9 N. del R.T.: Ídem. Regresar

10 N. del R.T.: A la fecha, Blogger requiere una cuenta de Google para su utilización. En el
caso de Wordpress, existe una versión de instalación para México, cuyas instrucciones están
en español. Regresar

CAPITULO 4 Tú estás en el asiento del conductor

1 N. del R.T.: En el caso de México, las deducciones fiscales deben apegarse a lo establecido

en la Ley del Impuesto Sobre la Renta. Regresar


2 N. del R.T.: En México, la entrevista se puede realizar bajo el Modelo por Competencias;

por tanto, es conveniente investigar la información relativa, ya que el reclutador se centraría


en la obtención de ejemplos conductuales de la vida personal, académica y profesional del
postulante. Regresar

CAPÍTULO 5 Cómo llegar a la lista de candidatos preseleccionados

1 N. del R.T.: Reviste especial importancia localizar la dirección de la entrevista. Es


sorprendente la cantidad de personas que arriban casi a la hora de ella (¡o incluso llegan
retrasados!), casi siempre con el argumento de problemas de tránsito vehicular. Eso implica
que no planearon debidamente su trayecto. Regresar
2 N. del R.T.: En la actualidad y en diferentes lugares se considera que el portafolio está en
desuso. La tecnología lo ha sustituido con teléfonos inteligentes, tabletas o computadoras
personales. Regresar
3 N. del R.T.: Gunga Din fue el personaje de una película estadounidense de 1939, cuyo papel

consistía en prestar sus servicios como aguador de un regimiento británico. Regresar


4 N. del Ed.: Estas fuentes de información se incluyen de manera ilustrativa. El lector deberá

acudir a las fuentes particulares que existan en su localidad. Regresar

CAPÍTULO 6 Usa el as que traes bajo la manga

1 N. del R.T.: En el caso de México, puedes solicitar, una vez al año y de manera gratuita, tu

historial crediticio al denominado Buró de Crédito. Regresar

CAPÍTULO 8 Consigue cerrar el trato

1 N. del R.T.: Es importante para el lector considerar la situación real de oferta de empleo en
su localidad, de modo que pueda tomar la decisión más adecuada. Regresar
2 N. del R.T.: En este proceso es importante que analices detalladamente las prestaciones,

compensaciones o servicios adicionales que se te ofrecen, como membresía para un club


deportivo, pago de estacionamiento, automóvil, seguro de gastos médicos mayores, checkups
médicos periódicos, etcétera, y monetizarlas (calcular el costo de cada una de ellas) e
incorporarlas al sueldo nominal que se te ofrece. Regresar
3 N. del R.T.: Las cifras que aquí se muestran son solo ilustrativas. Es indispensable que en

cada caso específico se realice el cálculo en la moneda local correspondiente a donde se está
llevando a cabo la búsqueda de empleo. Regresar

CAPÍTULO 10 Pasa de bueno a estupendo

1 N. del Ed.: Todos los boletines y archivos del sitio web del doctor Paul Powers se
encuentran disponibles solo en inglés. Regresar
2 N. del R.T.: En las empresas trasnacionales es común realizar entrevistas a distancia en
tiempo real con el apoyo de medios electrónicos, en el idioma que se requiere para
desempeñar el puesto. Esta entrevista debe planearse y buscar realizarla en condiciones
adecuadas al evento. Regresar
3 N. del R.T.: Si llegara a presentarse esta situación, deberá analizarse previamente la
conveniencia de enviar libremente la información. En México hay una institución que registra
la propiedad intelectual del proceso o evento; los pasos para ello se indican a
continuación: Regresar
4 N. de la T: Esto se refiere a la legislación estadounidense, por lo que en cada país deberá

consultarse con las autoridades correspondientes. Regresar


5 N. del R.T.: En el caso de México se cuenta con el apoyo de la Secretaría del trabajo y

Previsión Social y con la Comisión Nacional de los Derechos Humanos. Se recomienda


visitar la página de cada institución donde se indica en forma precisa el procedimiento a
seguir.

Secretaría del Trabajo y Previsión Social : htpp://www.gob.mx/tramites

Regresar
6 N. del R.T.: En el caso de México, la Procuraduría General de la República, Seguridad

Nacional o algunas dependencias de los poderes de la Unión, solicitan la aplicación de esta


herramienta. Lo recomendable es conservar la calma, respirar profundo y relajarse. Regresar
7 N. del R.T.: En el gobierno de México, el manejo de la información personal está protegida

por la Ley Federal de Transparencia y Acceso a la Información Pública Gubernamental.


Cuando se trata de datos personales, la información es clasificada confidencial, como lo
estipula el artículo 32 de la mencionada ley. Por lo mismo, todas las empresas e instituciones,
en sus procesos de captación y registro de datos personales deben considerar este
aspecto. Regresar

Herramienta #1

1 N. del Ed.: Llamado comunmente "pitch de elevador" hace referencia a que cuentas con 60

segundos (lo que dura un viaje en elevador) para dejar una impresión emocionante, impactante
y significativa en quien sea tu iterlocutor. Regresar
Herramienta #3

2 N. del Ed.: Toda cuestión fiscal es puesta aquí de manera solo ilustrativa. El lector tendrá

que verificar lo que resulta adecuado en el lugar geográfico donde realiza la búsqueda de
empleo. Regresar
3 N. del R.T.: En los capítulos 3 y 4 se hizo el señalamiento de que en México no aplican estas

deducciones en la forma en que se señalan en el texto. La deducibilidad estará en función de


las obligaciones fiscales en la cuales se encuentre inscrita la persona y de observar las
disposiciones de la Ley del Impuesto Sobre la Renta. Se recomienda de manera especial
asesorarse con un profesional en la materia. Regresar
4 N. del R.T.: Debe considerarse que esta información solo aplica para los casos ubicados en
Estados Unidos. El lector deberá buscar lo que establece la legislación de la localidad donde
efectúa su búsqueda de empleo. Regresar

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