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Introducción
Índice
Durante más de 30 años de trabajo en distintos aspectos del terreno laboral, he identificado
los 10 principales obstáculos psicológicos que pueden distraer, confundir y desalentar
incluso al más dedicado de los buscadores de empleo. Estos obstáculos son tanto
poderosos como insidiosos; operan incluso cuando no estás consciente de ellos. Se
encuentran entre algunas de las razones más apremiantes por las que muchas personas se
quedan en empleos insatisfactorios o por las que evitan el proceso de búsqueda a toda
costa —en perjuicio tanto de su desempeño profesional como de la calidad general de sus
vidas.
Si has de convertirte en un buscador exitoso de empleo (y, sin lugar a duda, esto
significa convertirte en un excelente entrevistado), necesitarás reconocer, enfrentar y
sobreponerte a cada uno de estos factores. Una vez que expongas estos obstáculos y
aprendas cómo sortearlos, de manera natural te ubicarás al tope de la jerarquía de
buscadores de empleo inteligentes. Con mi ayuda con seguridad lo lograrás, de modo que
pongamos manos a la obra.
1. Empezar sin una meta concreta, clara y realista
Muy pocas personas se toman el trabajo de evaluar el mercado laboral cuando las cosas
van de maravilla. Por supuesto, esto es algo que se debería hacer, pero es discusión para
otro momento. La búsqueda de empleo requiere de tanta energía y atención que la mayoría
de las personas esperan hasta que algo fuera de su control los obligue a tomar medidas. Tal
vez lo que induce la búsqueda sea un recorte de personal, un despido, el cierre de una
planta, de una fusión, de un retiro de productos, que un jefe traiga a su propio equipo o qué
empleos se estén enviando al extranjero. Quizás hayas visto la tormenta avecinándose pero
no tuviste tiempo de cubrirte de ella. Si esto aún no ha sucedido en tu trayectoria
profesional, prepárate, porque es indudable que algún día te pasará. La realidad es que muy
pocos de nosotros tomamos al toro por los cuernos para llevar a cabo una búsqueda de
empleo agresiva y profesional, antes de que se nos diga que debemos hacerlo.
A pesar de la incomodidad inicial que conlleva este tipo de situación, en realidad se
trata del tipo de ocasiones "malas noticias/buenas noticias". Las malas noticias son más que
evidentes. La mayoría de quienes buscan empleo se ven arrojados a un proceso demandante
de una enorme cantidad de energía, creatividad y productividad, mientras tratan de ganarle
tiempo al tiempo, en un acto de equilibrismo entre el dinero de su finiquito o seguro de
desempleo y (¡Dios quiera!) sus ahorros, por una parte, y su flujo de egresos,
renta/hipoteca, colegiaturas, tarjetas de crédito, préstamos y compromisos personales, por
la otra. No es motivo de sorpresa que tantos buscadores de empleo se sientan deprimidos.
Si resientes que debas buscar trabajo en un momento no elegido por ti mismo, debes
enfrentarte al hecho y deshacerte de él en cuanto puedas. Utiliza los programas de
asistencia a desempleados, a un consultor de reinserción laboral y a un orientador laboral o
de desempleo para que te ayuden. Localiza y únete a algún grupo de redes de búsqueda de
empleo o de apoyo. Si encuentras que te es imposible concentrarte en tu búsqueda de
empleo porque te consumen las preocupaciones relacionadas con el dinero, sácale punta a
tu lápiz y determina un presupuesto sensato durante tu búsqueda en un margen de tiempo
realista.
No intentes ignorar estos sentimientos porque saldrán a la superficie cuando menos lo
desees. Es normal y predecible experimentar cierta ansiedad durante una búsqueda laboral,
pero si se convierte en pánico, puede afectar tu comportamiento así como tu actitud. Tal vez
esperes que las cosas sucedan pronto y no alcanzar estas metas irrazonables, te provocará
ansiedad. Te obligará a mostrarte y sonar desesperado, algo que significa la muerte de
cualquier entrevista de trabajo. Obstaculizará tu punto de vista de modo tal que pensarías
que debes tomar el primer trabajo que aparezca, aunque sea uno apenas adecuado. En el
capítulo 2, te mostraré cómo controlar tu ansiedad en cada etapa del proceso de entrevista y
búsqueda de empleo.
Casi con toda seguridad estarás diciendo, "Perfecto, Paul, pero ¿cuándo vamos a
llegar a las buenas noticias?". Pues las buenas nuevas son que eres libre para tratar de
encontrar el trabajo de tus sueños de manera activa y profesional a tiempo completo. No
tienes que limitar tu búsqueda a la hora de comida ni a los momentos en que tu jefe no está
rondando por ahí. Ya no tienes que escabullirte a entrevistas de trabajo durante citas falsas
con el dentista, enfermarte, enfermar a tu esposa u hospitalizar a tu suegra. No tienes por
qué preocuparte de que alguien escuche mientras hablas por teléfono o por voltear a cada
momento mientras estás sentado frente a tu computadora. Estás en plena libertad de pedirles
comentarios, consejos y contactos para ampliar tus redes a tus colegas actuales. Le puedes
pedir al personal de recursos humanos que te refieran a agencias de empleo. Todas estas
iniciativas te ayudarán a triunfar en propósito; y con mayor rapidez que si lo hicieras a
ratos y a escondidas.
Esto no significa en absoluto que te sugiera ignorar tu situación económica precaria o
que no te demandes más reflexión, un presupuesto más estricto o quizás algún arreglo
alternativo como trabajo temporal, de medio tiempo, consultorías o algo similar. Solo
quiero señalarte que miles y miles de personas que han buscado empleo, han logrado
sobrevivir en cuestión económica además de encontrar empleos excelentes en un momento
no elegido por ellos mismos. Y que tú también puedes hacerlo.
Hay muy pocas personas en la vida que prosperan ante el rechazo. Los agentes de ventas
aprenden a hacerlo y los vendedores más exitosos a quienes he conocido parecen
conformados, en términos psicológicos, de manera distinta que el resto de nosotros. Decirle
que no a un vendedor es diferente a decirle no a cualquier otra persona. Para ellos,
significa "todavía no" o "no me ha dicho lo suficiente" o "quizá después" o "necesitamos
negociar" el precio, el momento o algo más. Un agente de ventas exitoso no toma el
primero, segundo o tercer no como un rechazo explícito. (Por cierto, esta es una de las
razones por las cuales los vendedores son tan excelentes buscadores de empleo).
¿Pero cuántos de nosotros florecemos ante el rechazo? Yo no; ¿tú sí? En esencia, el
proceso de búsqueda de empleo es una serie de rechazos con alguna buena noticia de vez
en cuando, lo único que evita que te cortes las venas. En este momento, quiero que leas la
sección en cursivas de la oración anterior, en voz alta, unas tres veces; es muy importante
que absorbas este concepto. Es posible que tu cónyuge, pareja, compañero de cuarto, gato o
perro crean que has perdido la razón pero, de una vez por todas, ¿por qué no darles una
probadita de lo que está por venir?
Así es como se ve una típica búsqueda de empleo. De intento en intento, pasas por el
proceso de descubrir una posibilidad de trabajo por medio de cualquiera que haya sido el
método usado ese día. Te enfocas en esta posibilidad y envías tu currículum, le das
seguimiento con una carta, correo electrónico, una serie de llamadas telefónicas, o todas las
anteriores, y te abres camino entre una serie de entrevistas, después de las cuales mandas
cartas o correos electrónicos de agradecimiento, al tiempo que te empiezas a ilusionar, todo
ante la probabilidad estadística de que no te den el trabajo. ¿Divertido, no? ¡Claro! Tanto
como darte de cabezazos contra una pared; ¡solo sientes alivio cuando dejas de hacerlo!
En términos realistas, es casi seguro que pases por este proceso un buen número de
veces antes de que aparezca el trabajo que en verdad quieres. Y otra realidad
desafortunada —pero a la que debes enfrentarte de todos modos— es que el proceso de
búsqueda de empleo tiene mucho más que ver con el rechazo que con la aceptación.
La clave principal para superar este obstáculo es que entiendas que esta es la
naturaleza esencial del proceso. El que te rechacen no significa que estás haciendo las
cosas mal; ¡significa que las estás haciendo bien! De hecho, yo les digo a los buscadores de
empleo que si no los están rechazando mucho, se debe a que no están buscando un empleo
con suficiente empeño o no están buscando un empleo que represente un paso hacia
adelante para ellos.
Otra manera de superar esta sensación de rechazo es percatándote de que el empleador
no tomó una decisión negativa al considerar contratarte. Y esto no se trata solo de
semántica. Lo que sucedió ya nada tiene que ver contigo. El empleador tomó una decisión
positiva acerca de contratar a alguien más, eso fue lo que pasó. Es evidente que esa
persona dio mejores argumentos —pareció ajustarse mejor— que tú. Intenta pensar en
algunas ideas respecto a cómo pudiste presentarte de manera más positiva y trata de utilizar
esas técnicas en tu siguiente entrevista. Aprovecha esta información obtenida con dificultad
incluyéndola en tus anotaciones posentrevista. (Aquí, la Herramienta #14: "Evaluación y
mejoría después de la entrevista", del capítulo 10, te será de gran ayuda.) Recuerda, este es
un proceso de aprendizaje. Si te esfuerzas, puedes mejorar tu desempeño a medida que pase
el tiempo, y así lo harás.
Hay otro punto importante que debes recordar y tal vez te sorprenda, dada mi
acostumbrada mala valoración de las habilidades para entrevistar de aquellos con quien
estarás hablando. (Cosa que con frecuencia se ve reforzada por informes que me han hecho
cientos de buscadores de empleo como tú.) Existen entrevistadores (una minoría, lo admito)
muy buenos para encontrar al candidato correcto para un trabajo específico. Si tienes la
suerte de que te entreviste alguno de estos muy poco frecuentes expertos y, por desgracia, te
rechazan para el puesto en cuestión, quizá deberías sentir alivio. Si hay algo peor que no
obtener el trabajo que esperabas, es conseguir un trabajo para el que eres inadecuado y en
el que fracasarás a la larga.
Por último, no seas paranoide. Nadie tiene tan poco que hacer ni tanto tiempo entre
manos para dedicarlo a entrevistar personas solo por el sadismo de rechazarlas. Siento
decirte que así lo sentirás en ocasiones, pero no es el caso.
4. Es impredecible
En términos generales, a los seres humanos no nos gustan las sorpresas. Sé que a mí no me
agradan. Bueno, tal vez me guste esa inusual e inesperada buena noticia o una carta o
correo de un amigo, o un agradecimiento sincero. Pero estoy dispuesto a apostar que las
personas en sombreritos graciosos que saltan fuera de clósets oscuros mientras gritan
¡SORPRESA! son responsables de tantos infartos como las hamburguesas atiborradas de
queso. Cuando oigo el timbre de la casa o el teléfono a altas horas de la noche, ¡no tengo
ilusión alguna que se trate de una comitiva para informarme de los millones que acabo de
ganar en un concurso!
Casi con toda probabilidad, esto se remonta a nuestro pasado como cavernícolas,
cuando una enorme y emocionante sorpresa con seguridad se refería a algo como un tigre
dientes de sable de 1 000 toneladas a punto de arrancarte la cabeza. En general, las
sorpresas eran malas noticias. (Piensa en esto la siguiente vez que te encuentres agazapado
en el clóset de visitas de alguien junto con sus paraguas e impermeables.) Al diablo con las
sorpresas; prefiero lo predecible.
Pues, ¿adivina qué? El proceso de búsqueda de empleo es impredecible a excepción
de una sola cosa; si te esfuerzas, a la larga sí conseguirás un trabajo. Y esto, sin duda, es
algo que deberás creerme por pura fe. Y aunque exista la posibilidad de considerar esto a
nivel intelectual, habrá días decepcionantes en que sientas que jamás encontrarás empleo.
Analicemos las incertidumbres relacionadas con la búsqueda de empleo. No sabes
cuánto tiempo durará la búsqueda. Ignoras el nombre de la organización donde terminarás
trabajando. Desconoces el trabajo específico que tendrás que hacer. No sabes quién será tu
jefe ni dónde se localiza la organización. No conoces los detalles de tu sueldo ni las
prestaciones. Con tales interrogantes, es natural que te sientas aprehensivo en cuanto al
proceso de la búsqueda de empleo.
Una persona que hizo una llamada a mi programa de radio Career Talk lo expresó a la
perfección: "Tener que buscar un empleo es peor que estar encerrado en la cárcel. Por lo
menos, un recluso sabe cuándo tiene la posibilidad de salir libre bajo palabra y puede
hacer planes a futuro. Pero si estás buscando trabajo, eres más como un rehén porque no
existe fecha específica en la que puedas depositar tus esperanzas. Solo tienes que armarte
de valor día tras día y convencerte de que algo bueno saldrá a la larga". Es una analogía
bastante cruda, pero tiene mucho de cierto. Si de veras te esmeras en tu búsqueda y te
convences de que ya saldrá algo bueno, eso sucederá. Sin embargo, no te puedo predecir
cuándo. Lo siento mucho.
5. Carece de estructura
En uno de mis libros anteriores, Love Your Job! (¡Ama tu trabajo!), identifico muchos de
los beneficios de tener un empleo fantástico. Por favor, uno de los beneficios de tener
incluso un trabajo pasable, es que le da estructura a tu vida cotidiana.
Para la mayoría de nosotros, la estructura es cómoda; significa saber a qué hora debes
levantarte por la mañana, conocer la ruta o método que utilizarás para transportarte,
predecir con quién estarás trabajando, tener una comprensión básica de los retos que
enfrentarás a lo largo del día, saber (y tal vez rezar que llegue) el momento en que puedes
irte a casa y saber a qué hora debes acostarte para descansar suficiente para volver a
hacerlo todo, otra vez, el día de mañana.
Buscar empleo no te da este tipo de estructura. La cantidad de tiempo que dedicas a
cualquier técnica específica de búsqueda depende de ti. La secuencia con que te enfrentas a
distintas tareas por llevar a cabo es responsabilidad tuya. La cantidad de energía e ímpetu
que le imprimes a tu búsqueda es asunto tuyo. Las personas con quienes decidas citarte o
no, es algo que te atañe solo a ti. Ahora estás a cargo de una actividad por completo
independiente.
Para algunas personas, esta independencia es apasionante. Es como estar al frente de
su propio negocio. Si esta es tu experiencia, puede ser un buen indicador de que, a la larga,
deberías ser tu propio jefe. (El que este sea o no el momento idóneo para ello, es una
cuestión distinta.)
Para muchos, la búsqueda de trabajo se siente como estar a la deriva, solos, en un bote
pequeño, sin la más mínima idea de hacia dónde remar para llegar a puerto seguro. Si tú
floreces bajo esta situación de autodirección, tienes mucha suerte. Si no es así, no te
fustigues. La mayoría de las personas del mundo se sienten igual que tú. Esta es la manera
de lidiar con esto.
Si te encontraras en una isla desierta sin nada que te protegiera del viento ni de la
lluvia, ¿qué harías? Piensa en Tom Hanks en la película Náufrago. Por fuerza, construirías
un refugio. Quizá no sería perfecto al principio, pero con el tiempo mejorarías la estructura,
la harías más segura, más fuerte y más cómoda. No construirías algo más grande de lo
necesario, ni algo que no satisficiera tus necesidades. Eso es con exactitud lo que debes
hacer durante una búsqueda de trabajo; construir una estructura que satisfaga tus
requerimientos.
Debes obligarte a responder preguntas como: ¿A qué hora debo empezar mi búsqueda
de empleo cada mañana? ¿Cuáles son mis metas semanales y cuáles son las mensuales? ¿
Para cuándo tengo la expectativa de estar empleado de nuevo? Cuando acuda a la
biblioteca, ¿cuánto tiempo voy a pasar en línea para hacer mis investigaciones? ¿Cuánto
voy a dedicarle a la creación de redes de contactos? ¿Cuántas fuentes de vacantes
publicadas voy a revisar por semana? ¿Cuántos contactos con agencias de
colocación/empresas de búsqueda de empleo son suficientes? ¿Cuánto tiempo debo pasar
en el teléfono? Necesitas reconocer que ahora estás en una situación de autoempleo y la
única persona que puede responder estas preguntas eres tú.
La única estructura que encontrarás en el proceso de búsqueda de empleo es la
proporcionada por ti. Si es algo que necesitas, lo más lógico es que la construyas tú mismo
para refugiarte de la lluvia. (La Herramienta #4 del capítulo 10, Establecimiento y
monitoreo de metas para la búsqueda de empleo, te ayudará a especificar, personalizar y
alcanzar tus objetivos semanales y mensuales.)
6. A.r.g
No, no me estoy refiriendo al sonido gutural que proviene del fondo de tu garganta cuando
alguien que creías de gran ayuda en tu búsqueda de trabajo, te ignora por completo o
cuando te enfrentas a cualquiera de la multitud de cosas que dificultarán tu vida durante la
búsqueda de empleo. A.r.g es el acrónimo que inventé para Atolladero relacionado con el
género. Tanto hombres como mujeres enfrentan la mayoría de los obstáculos de una
búsqueda de empleo, en una proporción más o menos equivalente. Pero en mis décadas de
experiencia, he visto dos que padecen un porcentaje mucho mayor de varones o de mujeres
que buscan empleo. Echemos un vistazo.
Tanto hombres como mujeres se enfrentan a este obstáculo, pero he visto que una
proporción mucho mayor de hombres debe lidiar con esto. Usemos un ejemplo con el que
se pueda identificar la mayoría de nosotros. ¿Alguna vez has visto a una persona que da
vueltas y vueltas alrededor de la cuadra, con el cuello estirado en busca de números de
casas u otros indicadores de tránsito y que serpentea de un lado al otro de la calle, al
tiempo que con frenesí consulta el pedacito de papel aferrado en una mano? ¿Qué le pasa?
Ya lo adivinaste; está perdido. Ahora bien, mientras que a algunos de nosotros nos
gustaría utilizar términos como "momentáneamente desorientado", "geográficamente
impedido" o "temporalmente inseguro respecto a mi posición exacta, el tipo necesita
ayuda". ¿Cuál es la razón por la cual algunas personas prefieren batallar con un problema a
solas que pedirle ayuda a los demás?
Hay quienes han sugerido que los hombres tienen este problema a causa de los
estereotipos en roles sexuales, en el sentido de "¡Yo soy un hombre muy hombre; yo no
necesito ayuda, yo ofrezco ayuda!". Es casi seguro que es así en cierta medida, pero no
explica las razones por las que algunas mujeres también lidian con esto innecesariamente.
Tal vez tenga menos que ver con el género (naturaleza) y más con el grado de
independencia al que nos acostumbraron en el ambiente en que crecimos (crianza). Sea cual
sea la razón para esta actitud, es contraproducente para el éxito de la búsqueda de empleo y
hace el proceso tanto más largo como más difícil.
Si tú tienes la actitud "Tengo que hacerlo yo solo", necesitas superarla. Para ayudarte a
hacerlo, creé el "Curso breve en humildad del doctor Powers". Para completar el curso, lee
las siguientes afirmaciones y responde cierto o falso.
Si respondiste falso a cualquiera de las afirmaciones anteriores, necesitas ayuda. No
se trata de una debilidad; es un elemento esencial del quehacer de la búsqueda de empleos.
Siempre que te veas tentado a hacerlo todo por tu cuenta, recuerda el curso breve en
humildad del doctor Powers. Humildad significa guardarte tu orgullo en el bolsillo y, si lo
haces, te garantizo que no pasará mucho tiempo antes de que tengas un cheque de nómina en
ese mismo bolsillo.
Si les parece que me he estado enfocando en específico en los varones, las cosas están a
punto de cambiar. Otra razón por la que buscar empleo parece tan difícil, es que uno tiene
que "echarse flores" a sí mismo. A muchas personas (y, en este caso, he encontrado un
mayor porcentaje de mujeres) se les enseñó que era de mala educación o no era bien visto
hablar de sí mismas: de las cosas maravillosas que hemos logrado, de las alabanzas que
hemos recibido o de todas las ideas perspicaces que tenemos o de las muchas y excelentes
características personales que hemos desarrollado. He observado que muchas mujeres en
busca de empleo son mejores para compartir el crédito con otros y para detallar sus
esfuerzos colaborativos que algunos hombres. Esta es una cualidad muy positiva siempre y
cuando no suceda a expensas de destacar las propias contribuciones y logros.
Un frustrado buscador de empleo en alguna ocasión me dijo, "Detesto esto. Yo soy el
tipo de persona a la que le gusta trabajar en un segundo plano. Si quisiera ser vendedor, me
hubiera convertido en uno". Mi respuesta fue, "Estás en busca de un empleo, lo que
significa que te acaban de transferir al departamento de ventas. ¡Bienvenido!"
Para superar este recelo a venderte a ti mismo, necesitarás practicar y recibir
coaching y retroalimentación. Por cierto, esa es la manera en que los agentes de ventas
buenos se convierten en vendedores excelentes. Cuando le hables a un contacto cercano
sobre tu búsqueda de empleo, pregúntale si le pareciste demasiado insistente o si cree que
deberías hacer más hincapié en tus cualidades. Cuando te reúnas con reclutadores, pídeles
que te realimenten en cuanto a tu presentación personal. Si descubres logros que se te ha
olvidado mencionar en tu hoja de vida, asegúrate de corregirla para incluirlos. Si después
de algunas reuniones preliminares con un entrevistador te sientes cómodo con él o ella,
pídele comentarios acerca de tu estilo. Si te indican que eres demasiado tibio, tal vez te
ayude acudir a algún taller de capacitación en asertividad.
Ningún empleador potencial considera el proceso de reclutamiento una labor
detectivesca ni una búsqueda de tesoros ocultos. Solo averiguarán tanto de ti como tú estés
dispuesto a compartir. Cuantos más datos expongas acerca de ti mismo en cuanto a la
manera en que se relacionan con esta oportunidad de trabajo, mejores serán las
probabilidades de obtener la oferta de trabajo que deseas. Es así de simple. Si te quedas
sentado esperando ser descubierto como si fueras la estrella menor en alguna película de
los años cuarenta, fracasarás.
7. Es solitario y te aísla
A los ojos de cualquier persona desempleada buscando trabajo, parece que el resto del
mundo tiene empleo. Las personas a quienes ves manejando por tu calle durante la hora
pico de la mañana, en todo parecen distintas a ti. Tienen algún lugar al que necesitan llegar
donde hay personas con las que deben reunirse. Por el contrario, tú estás solo tratando de
averiguar por ti mismo qué tienes por hacer. Cuando no están ocupados, muchos buscadores
de empleo sienten que sus amigos y familiares no quieren oír nada acerca de su búsqueda
porque, de alguna manera, el hecho de estar desempleados los desprestigia. Y, después de
todo, quién quiere oír con insistencia la noticia "No, todavía no he encontrado nada".
Si cuentas con un trabajo remunerado mientras buscas un empleo, es posible que te
sientas aun más solo porque, en términos realistas, hay muy pocas personas en el trabajo
con las que deberías arriesgarte a discutir tu situación. He observado que los mejores jefes,
aquellos en verdad interesados en el crecimiento y desarrollo profesional de sus
colaboradores, están por completo dispuestos a que sus empleados sepan cuáles son sus
opciones de trabajo en el mercado laboral abierto. Sin embargo, no todos los jefes se
sienten así de seguros de sí mismos y la mayoría de la gente tiene más que razones
suficientes para temer a sus superiores enterándose de que estás en la búsqueda activa de
un nuevo empleo.
Estos y otros factores contribuyen a que el proceso de búsqueda de empleo sea una
experiencia solitaria y aislante. El problema es que tanto soledad como aislamiento son los
enemigos mortales de la energía y de una actitud positiva, ambas que necesitarás para
triunfar en tu búsqueda. La manera de sobreponerse a este obstáculo es aprender que no
puedes lograr el éxito en este proceso a solas; necesitarás de otras personas.
Mientras estás buscando trabajo y desempleado, hay diversas maneras de comunicarte
con otros buscadores de empleo que pueden ayudarte a evitar la sensación de soledad y
aislamiento. Si cuentas con asistencia de reubicación laboral, asegúrate de aprovechar las
juntas grupales y foros de redes de contactos que proporcione la empresa de reinserción
laboral. La mayoría de agencias gubernamentales de desempleo o de capacitación laboral
ofrecen sesiones colectivas para desarrollar redes de contacto. En la actualidad, muchos
grupos comunitarios o de iglesias los patrocinan o permiten el uso de sus instalaciones.
Involúcrate en ellos o, incluso, ayuda a gestionar uno y te sorprenderás de la utilidad que
pueden tener; para ayudarte a averiguar acerca de posibilidades de empleo, para
mantenerte enfocado y para ayudarte a conservar el contacto con otras personas.
Si estás desempleado y buscas un trabajo pero no quieres unirte a un grupo público de
redes de contacto, tendrás que generar uno propio. Si hablas con tus compañeros en el
trabajo, con amigos y familiares, y a partir de un rango más amplio de contactos, es
probable que identifiques a cinco o seis personas en busca de un empleo nuevo en
cualquier momento dado. Trata de organizar reuniones regulares o, si eso te resulta
imposible, intenta discutir tu búsqueda de empleo con cada persona de manera individual y
aliéntalos a hablar contigo acerca de sus propias búsquedas de empleo. Destaca la
naturaleza confidencial de estas conversaciones. Pregúntale a cada uno de ellos si conoce a
uno o dos buscadores de empleo adicionales que puedas incluir en una red privada y
confidencial de contactos de buscadores de trabajo. Responsabilízate de organizar el
grupo; establece un horario fijo de reuniones y determina la agenda. Asiste a la junta de uno
de los grupos públicos para averiguar cómo se hace.
A fin de que tengas conocimiento de ambos lados de la moneda, he visto a algunas
personas dedicadas a su búsqueda de empleo siempre en solitario y, sí, a la larga
consiguieron colocarse. Pero fue más difícil, les llevó más tiempo y les resultó más
abrumador, tanto a ellos como a la gente alrededor suyo de lo que en realidad necesitó ser.
Encontrar (o construir) y usar un grupo de apoyo para formar redes de contacto es más
fácil, más rápido, menos estresante y más divertido. ¿Qué pero se le puede poner?
Este es otro punto en el que mis estudios en psicología han resultado de utilidad cuando
sirvo de guía para los buscadores de empleo. Todo ser humano tiene algún punto débil. Tal
vez sea tu educación, tu historia laboral, tu apariencia, tus habilidades o tus antecedentes.
Tal vez estés enterado de tu punto débil, y quizá no. Incluso si el mundo no lo considera un
punto débil genuino, si tú lo percibes así, obrará en tu contra.
Si no tienes idea de cuál podría ser tu punto débil, esta es una manera fácil de
descubrirlo. Termina la siguiente oración: Me sería mucho más fácil encontrar un empleo
si tan solo...
En lo que se refiere a tu búsqueda laboral, ese es tu punto débil. (Este es un buen
ejercicio para llevar a cabo de vez en cuando durante tu búsqueda.) Cuando alguien más
mencione lo que ya consideras tu punto débil, es muy natural que quieras defenderte. Pero
—y con seguridad lo habrás visto en el caso de otras personas— una actitud defensiva
afecta el tono de tu voz de forma negativa, acalla tu lenguaje corporal y, en términos
generales, te hace parecer una persona menos atractiva. Eso es lo que no quieres que te
suceda durante tu búsqueda de empleo y, en especial, cuando te encuentres en una
entrevista.
La manera de combatir una actitud defensiva en tu búsqueda de empleo es llevar a
cabo una autoevaluación justa y sincera. Necesitas llegar a la comprensión equilibrada de
fortalezas y debilidades relativas, así como aprender la mejor manera de presentarlas a los
empleadores potenciales. Tal vez cuentes con un orientador laboral, especialista en
empleos o psicólogo organizacional que te ayude con esto. Puedes encontrar diversos
ejercicios útiles para llevar a cabo una autoevaluación en uno de mis libros anteriores,
Love Your Job! Loving the Job You Have, Finding a Job You Love (O'Reilly Media; ¡Ama
tu trabajo! Cómo amar el trabajo que tienes, cómo encontrar un empleo que ames
[disponible solo en inglés]), que podrás encontrar en la biblioteca o en Amazon.com. Un
amigo o colega que te apoyen también podrán ayudarte a hacer esto. Pero hagas lo que
hagas, necesitarás tener una imagen lo más clara y objetiva posible de quién eres y lo que
tienes por ofrecer a la organización que busque emplearte. Si no lo haces, te habrás puesto
una trampa a ti mismo en la que caerás cuando menos lo desees durante tu búsqueda.
¿Qué determina a quién contratan para cualquier trabajo en particular? ¿Se trata solo
de capacidades? No. ¿De la educación? No. ¿De la experiencia laboral? No. ¿De la
personalidad? No. ¿Se reduce a un currículum excelente? No. ¿Solo a los contactos que
tienes? No. ¿Es pura cuestión de suerte? No. ¿Tendrá que ver con que hayas comprado el
libro correcto? Y aunque quiera decirte que sí, la respuesta es ¡no! Lo que determina
contratar a una persona específica para un trabajo específico es a) una combinación de
todos estos factores y b) su capacidad para comunicarlos.
Aunque tengas una educación fabulosa, un currículum excelente, antecedentes
fabulosos, amplia experiencia laboral y características personales increíbles, es muy
probable que haya otra persona solicitando el mismo trabajo que tú, con mejores
características que tú en alguna de esas categorías. ¿Esto significa que en definitiva
contratarán a la otra persona y no a ti? No. La razón es que el otro candidato casi con
certeza carece de mejores características que las tuyas en alguna categoría u otra. Cada
candidato a un empleo representa una mezcla única de antecedentes, habilidades,
educación, conocimientos y personalidad; una ecuación específica de fortalezas y
debilidades.
EL MITO DEL CANDIDATO PERFECTO
9. Tu bagaje emocional
Hace algunos años, una de las empresas a las que presto mis servicios me pidió llevar a
cabo algunas sesiones de coaching con una de sus gerentes estrella. Como graduada Magna
cum laude en psicología, Marilyn había ingresado al terreno de ventas de consumo en una
prestigiosa empresa, justo después de sus estudios. Después de tres años y medio, se le
aceptó en la Wharton School of Management (una de las más renombradas escuelas de
negocios del mundo). Una vez completada su maestría, la reclutó una muy prestigiosa firma
de fondos de inversión como gerente de mercadotecnia. A Marilyn le fue muy bien en dicha
compañía, pero después de casi cinco años de trabajo, la empresa había decidido trasladar
su departamento a otro lugar del país y querían que ella se sumara al proyecto.
Esta reubicación era algo que Marilyn no deseaba ni sentía necesario hacer, de modo
que cuando no se le ofreció otro puesto equivalente en la empresa, le informó a su superior
que prefería renunciar a mudarse. Su gerente me pidió que hablara con ella porque a)
quería que cambiara de opinión en cuanto al traslado o, b) en caso de que en realidad
renunciara, quería que yo le explicara mis servicios de coaching profesional que él
pondría a su disposición. La respuesta de Marilyn fue una mezcla de incredulidad y desdén.
Fracasé en ambos frentes. Marilyn estaba por completo decidida contra la reubicación.
Su idea del mundo era similar a la famosa portada de la revista New Yorker donde aparecen
Nueva York y Boston a la extrema derecha, una tundra desierta arriba, California a la
extrema izquierda y un completo vacío al centro.
Sus ideas respecto al coaching profesional eran igual de estrechas y miopes; era algo
para perdedores, no para triunfadores exitosos como ella. La actitud de Marilyn era que
con sus antecedentes educativos y su historial de éxito en empresas de primera, no iba a
necesitar de gran ayuda, ya que las firmas de prestigio estarían tumbando su puerta en busca
de alguien con su perfil y experiencia.
La siguiente vez que vi a Marilyn fue cuando se acercó a hablar conmigo, después de
que yo había dado una conferencia gratuita en un grupo de apoyo y redes de contacto para
personas desempleadas de la localidad... ¡cinco meses después de la última vez que la
había visto! Para algunos trabajos en ciertos campos laborales, cinco meses no es un
tiempo que pueda considerarse largo, pero representaba toda una era geológica a los ojos
de Marilyn. Había enviado uno que otro currículum, se había comunicado con algunas
agencias de colocación y después se había reclinado a esperar la andanada de ofertas
maravillosas. Se sintió destrozada cuando lo único que recibió en respuesta fueron unas
cuantas llamadas de cortesía. (Yo le respondí que con el esfuerzo minúsculo que había
hecho, me sorprendía que hubiera recibido tantas respuestas.) Esta reunión para desarrollar
redes de contactos era el primer paso activo que había tomado en semanas y eso solo
porque una amiga suya la había arrastrado de la mano a la junta.
La moraleja de esta historia podría tratarse de la disposición a reubicarse o del uso de
cualquier ayuda que se le ofrezca a uno o, incluso, de la humildad, pero nada tiene que ver
con ello. La moraleja de la historia es que sin importar lo increíble que creas que son tus
antecedentes, sin importar las credenciales con que cuentes ni el prestigioso pedigrí
educativo que tengas, por más que otras personas te hayan dicho que eres la cosa más
maravillosa del universo, nadie va a tocar a tu puerta con carretones de maravillosas y
emocionantes oportunidades laborales, solo porque tú creas que te las mereces. La
psicología del merecimiento —sea que se trate de tu trayectoria profesional, tu familia o tu
comunidad— es algo que obstaculizará tu éxito y satisfacción en cualquier área de tu vida.
Si sientes que mereces que tu empresa, tu antiguo jefe, tu programa de reinserción
laboral, alguna agencia de colocación, alguna empresa de búsqueda de empleos o tu coach
laboral salgan a conseguirte un nuevo empleo, te garantizo que vas a pasar mucho tiempo en
casa a solas viendo telenovelas o programas de concursos.
En el mundo laboral actual, de la misma forma que no hay garantías tampoco existen
los merecimientos. Para lograr, debes obligarte a desempeñarte. Para crecer, requieres
obligarte a aprender. Para avanzar, debes esforzarte por aceptar el cambio y adaptarte a él.
Hoy día, más que nunca antes, la responsabilidad por impulsar y avanzar en tu trayectoria
profesional está en tus propias manos, como debería ser.
O O O
Hemos echado un buen vistazo a la manera en que muchas personas tropiezan durante su
proceso de búsqueda de empleo. Tras analizar los 10 principales obstáculos que se suelen
enfrentar, confío en que podrás percatarte de que cada uno de ellos se puede superar por
medio de conocimientos, ánimo, energía, sentido del humor y optimismo.
ANSIEDAD; AN•SIE•DAD; SUSTANTIVO; SENSACIÓN DE PREOCUPACIÓN,
NERVIOSISMO O DESASOSIEGO, POR LO GENERAL ACERCA DE UN
SUCESO INMINENTE O ACERCA DE ALGO CON UN DESENLACE INCIERTO.
Esto es con exactitud lo que cientos y cientos de candidatos a empleos me han
informado que sienten antes, durante o después de una entrevista de trabajo. Para un
psicólogo, esto es 100% predecible porque:
Prepara lo que vas a decir. En el capítulo 10, encontrarás que la Herramienta #7 está
dedicada a las preguntas que se plantean con más frecuencia durante una entrevista. Revisa
la lista y selecciona las que más te inquieten. Haz notas con respuestas poderosas y después
practícalas en voz alta, hasta que controles tu ansiedad. No trates de memorizar la
respuesta. Solo usa las preguntas como base para las ideas que quieres utilizar para ayudar
a venderte a ti mismo.
Prepara lo que quieres preguntar. En general, tendrás la oportunidad para hacer algunas
preguntas hacia el final de la entrevista. Con base en tus investigaciones (averiguaste
acerca del empleador, ¿verdad?), haz indagaciones que demuestren tu conocimiento
preliminar de la organización para que identifiquen con perspicacia algunas preguntas
importantes relacionadas con tu puesto potencial.
Haz un recorrido de prueba para confirmar que sabes cuál es la mejor ruta para llegar a la
entrevista y cuánto tiempo te llevará presentarte a esa hora del día. No dependas de tu GPS,
MapQuest, Google Maps o ningún otro servicio por el estilo.
Selecciona qué ropa vas a vestir o elige un par de atuendos favoritos. Elige ropa que se te
vea bien, se sienta cómoda y que esté limpia, pulcra, que te quede bien y no sea
notoriamente nueva. Aparta la ropa solo para entrevistas; ten presente que siempre debes
estar listo para esa entrevista de último minuto. Recuerda la regla general de vestirte para
un puesto un escalón por encima del que deseas. Y lo diré hasta el cansancio: nada de
chanclas... jamás.
Solo programa una entrevista por día. Entre el estrés anterior a la entrevista y el bajón
posterior, te sentirás muy cansado. A menos que seas un experto en el proceso, es poco
probable que estés al tope de tu desempeño dos veces en un solo día.
Guarda todas tus cosas. Por esto me refiero a las cosas que debes llevar a la entrevista.
Esto incluye instrucciones para llegar ahí con tiempo de sobra, varias copias de tu
currículum, información de tus referencias, un par de plumas, un cuaderno, tarjetas de
presentación, un calendario, tu celular y una cantidad mínima de objetos de cuidado
personal (p. ej., algunas mentas para el aliento y un cepillo, no la totalidad de lo que
venden en la sección de cosméticos ni la farmacia completa). La noche anterior, reúne todas
tus cosas en el portafolio o bolso que llevarás.
Duerme bien o, al menos, descansa lo más que puedas. Este no es el momento para
experimentar con auxiliares para conciliar el sueño, ya que muchos de ellos podrían hacerte
sentir aturdido a la mañana siguiente.
Respira y sonríe. La mayoría de las veces sucede de manera natural, pero es posible que
no sea así si estás ansioso o si estás concentrado.
Escucha. Deja que el entrevistador termine de plantear su pregunta o idea antes de que
brinques a responder. Centrar tu atención en la otra persona es una buena manera para
reducir tu ansiedad en cuanto a lo que estás haciendo. Es posible que quieras anotar alguna
que otra cosa.
Piensa. Si la pregunta parece fuera de lugar o se refiere a algo en lo que no has pensado
mucho, siéntete en total libertad de tomarte uno o dos minutos para elaborar una respuesta.
Quizá quieras decir algo como "Caray, esa es una excelente pregunta; déjeme pensar". Eres
un ser humano, no una máquina expendedora que produce una respuesta inmediata cuando te
hacen alguna pregunta. Pensar no es algo que se permita; es algo que se alienta.
Haz tus propias preguntas. Ya las preparaste y son buenas. Cuando sientas que la sesión
está a punto de finalizar, di algo como "Tengo un par de preguntas que me gustaría hacerle".
La mayoría de los entrevistadores estarán más que encantados de responderte. Este es un
buen momento para revisar tus apuntes. Escucha con cuidado las respuestas del
entrevistador y toma nota según parezca apropiado. Si la entrevista te ha dado una
verdadera sensación conversacional, quizá quieras plantear tus preguntas antes.
Usa tu cierre. Siempre querrás terminar tu entrevista en el punto más positivo posible.
Revisa el capítulo 7 para lograrlo con instrucciones detalladas.
Recuerda tus modales. Agradécele al entrevistador el tiempo que te ha dedicado. Hazlo
aunque consideres que fue una entrevista horrible; aunque a ti no te lo parezca, existe la
posibilidad de que el entrevistador piense que estuvo bien.
Haz un seguimiento. Pregunta en qué fase del proceso de contratación se encuentra el
empleador y cuándo esperan tomar una decisión. Pregunta en qué momento sería adecuado
que te pongas en contacto para ver en qué punto del proceso están. Determina si prefieren
un correo o una llamada telefónica.
Utiliza la Herramienta #14 para después de la entrevista del capítulo 10, mientras
todavía tengas la experiencia fresca en tu mente. Esta herramienta te ayudará a evaluar y
mejorar tu desempeño en entrevistas.
Cumple con lo prometido. Si quedaste en enviarle información adicional, certificados,
licencias y demás al entrevistador, asegúrate de hacerlo lo antes posible.
Es indispensable enviar una nota de agradecimiento. Demuestra que eres una persona
cortés y es una excelente manera de seguir expresando tu interés en la vacante.
Felicítate. ¡Lo lograste! Estás una entrevista más cerca del trabajo que deseas. Reúnete con
algún amigo para tomar café, para ir al cine, para ir a nadar, para jugar con tu perro, lo que
sea... pero haz algo para recompensarte. Vuelve a empezar. Ahora debes comenzar a
prepararte para tu siguiente entrevista. Y la siguiente será mejor que la anterior. Estarás
más preparado, tendrás más experiencia en tu haber, habrás identificado los puntos en que
puedes mejorar y estarás menos ansioso.
o o o
Si estuvieras planeando una vacación o un viaje importante, ¿qué pasos seguirías? Lo más
probable es que hagas varias cosas antes de siquiera registrar las reservaciones para gastar
el dinero que tanto trabajo te ha costado ganar. Investigarías el área que quieres visitar.
Escribirías una lista de las cosas que más te gusta hacer y luego averiguarías si ese destino
te las ofrece. Consultarías cuánto cuesta todo eso. Harías un inventario de lo que tienes y
una lista de qué necesitas. Pedirías consejos e ideas a tu familia, amigos, vecinos y
contactos. En pocas palabras, armarías un plan informado de cómo lograr lo que quieres en
tus vacaciones.
Embarcarse en la búsqueda eficaz de empleo requiere con exactitud este tipo de
pensamiento y planificación. Antes de siquiera ingresar al mercado de trabajo, debes
tantear el terreno. Es cierto que conforme progrese tu búsqueda, aprenderás de inmediato
mucho más de lo que se ve a simple vista, incluso al inicio, pero quiero que sepas más que
tu competencia. Para poner en marcha la búsqueda de empleo de manera tan rápida y
eficiente como sea posible, debes saber desde un principio las respuestas a las siguientes
preguntas:
7. ¿Cuál es el sueldo típico o rango de salarios para las personas con mis
habilidades en este tipo de organizaciones?
Quizá seas un investigador hábil y creativo, que ya tengas algunas ideas de dónde
encontrar esta información esencial para la búsqueda de empleo. Tal vez unos cuantos
golpes en tu teclado te den acceso instantáneo a todo lo que necesitas saber. En tal caso, me
parece estupendo. Sin embargo, para la mayoría de nosotros la simple palabra
investigación evoca recuerdos de todos esos aburridos proyectos escolares a los que nos
enfrentamos. Sin importar qué tan hábil seas como investigador o cómo te sientas acerca de
rastrear información difícil de localizar, ¡te tengo maravillosas noticias! Tienes a tu
disposición un socio enterado y dispuesto que te aconsejará y asesorará en tu proceso de
investigación. Ah, y olvidé mencionarte que esta ayuda no te costará un centavo.
Tu nuevo mejor amigo trabaja en el centro, o quizás en la ciudad más cercana o tal vez en la
universidad local. Es tu bibliotecario del área, por naturaleza, a estas personas les gusta
saber dónde se puede localizar la información y, por su capacitación profesional, sabes
dónde encontrarlos. Si tienes tiempo sin visitar el área de referencias de tu biblioteca local,
llegó la hora de ir.
Lo que encontrarás son cientos, y a veces miles, de recursos que puedes utilizar en tu
búsqueda de empleo: libros sobre el tema de búsqueda y entrevista de empleo, directorio
de empleadores, guías de investigación para diversas industrias, informes anuales de
empresas con las que te gustaría trabajar, acceso a bases de datos para investigación en
línea, y sitios web con listas de empleos. Es una verdadera mina de información valiosa
para la búsqueda de un trabajo. La mayoría de las bibliotecas son miembros de una red de
servicios bibliotecarios y si no puedes encontrar algo en tu propia biblioteca, el
bibliotecario de referencias te ayudará a encontrar material de todo tu país.
Pero (sabías que habría un pero, ¿no es cierto?) tu bibliotecario no es tu investigador
personal. No está ahí para servirte de rodillas. No eres la única persona que necesita ayuda
de investigación. Su labor es enseñarte, aconsejarte y asesorarte para localizar la
información que necesitas. Date por bien servido con esta fuente valiosa e inesperada de
auxilio y aprende a extraer los datos que te ayudarán a obtener el trabajo que quieres.
Cuando decidas iniciar tu búsqueda, revisa las siete preguntas de la lista anterior. Con
los recursos a tu disposición, enumera toda la información relevante que puedas. Luego,
cuando hayas comenzado el proceso de investigación, preséntate en el departamento de
referencias de tu biblioteca local. Si ese sitio no es muy bueno, intenta en la comunidad
vecina o en una universidad local. Hay dos razones por las que resulta importante haber
iniciado el proceso antes de que siquiera vayas a la biblioteca:
1. Quieres ver qué tan difícil será encontrar lo que necesitas saber.
Ahora ya tienes bien establecidas en tu mente tus metas preliminares: estás buscando cierto
tipo de empleo en tal clase de empresa. Lo usual es que dichas organizaciones reclutan y
contratan personas a través de las siguientes vías y por lo común, pagan determinada
cantidad de dinero a la gente con tus habilidades. Ahora necesitas determinar tus objetivos
específicos de empleo.
Existen docenas de maneras diferentes en que puedes identificar los objetivos
confiables de empleo pero, en términos generales, todos encajan en uno de cuatro métodos
principales de búsqueda de un trabajo. Los llamo campaña laboral en cuatro frentes, y
son: vacantes publicadas, contactos en frío, reclutadores y redes de contacto. (Por
supuesto, te puedes casar con el hijo o hija de un empresario o ganarte la lotería, pero esos
son temas para otros libros.)
Vacantes publicadas
ANUNCIOS DE EMPLEO
La mayoría de la gente está familiarizada con este probado método de búsqueda de trabajo:
el anuncio de empleo. Algunos aparecen en tu periódico local, algunos en la prensa
empresarial local y otros en los principales diarios metropolitanos. Cada mes hay menos
(me refiero tanto a los diarios como a los anuncios de empleo), pero no deberías pasarlos
por alto.
Las vacantes publicadas también aparecen en otros sitios que no son los periódicos.
Algunos se pueden encontrar en revistas técnicas, boletines profesionales, bancos de datos
de empleo de sindicatos y listas de la oficina estatal de ayuda al desempleo. Adelante
trataremos el tema de los portales de empleo en internet.
FERIAS DE EMPLEO
Las ferias de empleo constituyen buenas oportunidades para localizar vacantes publicadas
en las organizaciones que están contratando. Si puedes establecer un contacto personal,
pide una tarjeta de presentación, averigua si tienen una vacante apropiada, deja un
currículum y dale seguimiento posterior. Pero si en una de las mesas o stands hay gran
cantidad de gente, te sugiero que no lances tu currículum en el montón, con la esperanza de
que alguien lo tome después en cuenta. Intenta conseguir una tarjeta de presentación de la
persona que represente a la empresa (en general, será un representante de recursos
humanos). Después puedes darle seguimiento en persona por correo electrónico o con una
llamada telefónica en la que señales tu asistencia a la feria, pero no pudiste atravesar la
multitud y quieres encontrar cualquier vacante que se adapte a tus antecedentes.
PORTALES DE EMPLEO
Lo más probable es que has visto las grandes páginas web de ofertas laborales que todo el
mundo conoce, como Monster.com, trabajaen.gob.mx, mexempleos.com y
CareerBuilder.com. Si tienes suerte, encontrarás algo que parece bueno, darás clic en el
botón Enviar y luego tendrás que esperar. La buena noticia es que se siente como si
hubieras hecho algo productivo. Es rápido, es fácil y es alentador ("Qué tal, mira todos
esos trabajos") y te protegerás de la decepción que representa un rechazo personal. Si
tienes alguna cualidad, habilidad o experiencia destacándose de entre los miles de otras
personas que acaban de hacer lo mismo que tú tal vez recibas un correo electrónico de
respuesta. Pero utilizar solo estos portales (o cualquier método de búsqueda de empleo) es
una receta para el desastre.
Las cifras están en tu contra. El Wall Street Journal informó que las grandes empresas
pueden recibir 400 respuestas diarias en los portales de empleo. Hace poco tiempo vi dos
estudios que colocan de 10 a 12% las nuevas contrataciones gracias a estos portales (con
una fuerte indicación de que esas cifras podrían ser demasiado altas). Es más, depender de
este tipo de páginas ignora una verdad esencial de la búsqueda de empleo: nadie contrata
un currículum. Obtener un puesto requiere cierto tipo de conexión personal.
¿Significa esto que deberías ignorar los portales de empleo? No. Lo que sí quiere
decir es que deberías utilizarlos con inteligencia, así como concederles tiempo y energía
proporcional a los resultados positivos que obtengas de ellos.
AGREGADORES
PORTALES DE NICHO
Como su nombre indica, un portal de nicho limita sus listas de empleo a trabajos o
industrias específicos, ciertos sitios geográficos u otros intereses. Son sitios que vale la
pena explorar para buscar vacantes que quizá no aparezcan en los grandes portales o
agregadores. En consecuencia, es posible que compitas con un número menor de
solicitantes para determinado puesto. Existen demasiados para sugerir favoritos, pero
deberías buscar por ti mismo aquellos que cubran mejor tus necesidades. Sin embargo, para
darte una idea de qué buscar, estos son algunos con buena reputación4,5.
o Contabilidad: Accountingjobstoday.com,
www.trabajos.mx/empresa/colegio_de_contadores_publicos_de_mexico
o Construcción: Constructionjobs.com,
www.cmic.org/aplicacionescmic/bolsaTrabajo/web.
Contactos en frío
Reclutadores
o Nombres de portales de empleo y sitios web que le han resultado útiles a otras
personas que buscaron trabajo.
o Y, más importante aún, cuál persona de sus redes de contacto podría ayudarte
en tu búsqueda de empleo.
El último elemento tiene especial importancia, porque debes expandir en forma
continua tu red de contactos durante el proceso de búsqueda. Nunca debes quedarte sin
personas con quienes comunicarte; esa es la principal clave del éxito en la creación de
redes de contacto. Empieza con una lista de todos los contactos que se te ocurran. (Utiliza
la Herramienta #6: Creación de tu red de contactos, del estuche de herramientas en el
capítulo 10). Luego, a medida que vas pasando por tus contactos, entrénate para pedirles
nombres de cuatro o cinco personas que consideren tener información relacionada con la
búsqueda de empleo que pudiera ser útil para ti. Esto es esencial para ampliar tu red.
Es posible que algunos de tus contactos se resistan, en tanto que otros pueden ser muy
cooperativos desde el inicio. Quizá debas ocupar cierto tiempo instruyendo a otros en
cuanto a cómo funciona el proceso de creación de redes de contacto. Tal vez necesites
llamar dos o tres veces a algunos de ellos, para darles tiempo de localizar información útil
para ti.
En las decenas de años que me he dedicado a ayudar a la gente a cambiar de empleo y
desarrollar sus carreras, he observado que ocurre un fenómeno un tanto ilógico. Le llamo el
fortalecimiento de lazos débiles. La mayoría de tus contactos iniciales te darán uno o dos
indicios, un trozo de información y, quizá, los nombres de una o dos personas con las que
puedes comunicarte. Esta es una buena manera de empezar. Pero he visto que mientras más
vas construyendo tu red y te alejas de tus contactos de primer nivel, más cooperativa es la
gente: te dan más pistas, generan más ideas y te dan más nombres de contactos. Tengo un
par de teorías al respecto, pero ahora no son importantes. El elemento crucial en tu
búsqueda de trabajo es que te obligues a crear una red extendida más allá de tus contactos
personales. Allí es donde encontrarás el potencial de las redes de contacto y esa es la razón
por la cual un estudio tras otro indica que alrededor de 70% de los puestos cubiertos cada
año, se deben a un contacto que se consiguió por medio de estas redes.
Los cuatro métodos básicos de búsqueda de empleo no han cambiado en 100 años, pero
gracias a los rápidos avances tecnológicos, existen nuevas herramientas que pueden volver
más productiva esta búsqueda, pero solo si sabes cómo utilizarlas. Como ocurre con
cualquier nueva herramienta o acercamiento a ella, existen cosas de las cuales debes
cuidarte y también te las mencionaré.
Envío de currículums, cartas y referencias por correo electrónico
Para empezar, te sugiero establecer una cuenta independiente de correo electrónico que
solo uses para buscar empleo. Esto es por razones de privacidad y seguridad. Es
demasiado fácil que pases por alto un correo importante si llega a tu cuenta personal,
familiar o (Dios no lo quiera) a la dirección de correo electrónico de tu empleador previo
o actual. También, esto te da oportunidad de crearte una dirección de aspecto profesional y
librarte de surfista411 o chicagotica89. Nunca utilices tu dirección de correo electrónico
del trabajo, porque no te pertenece a ti, sino a tu empleador. Si tienes un trabajo, recuerda
encontrar y utilizar la característica de bloqueo de muchos sitios web, para que tu
empleador no se entere de qué estás buscando.
Todos estamos familiarizados con la velocidad a que se pueden transmitir los
documentos en internet. Cualquier cosa que acelere tus esfuerzos de búsqueda representa
una bendición. En primer lugar, identifícate en la línea de asunto del correo. Asegúrate de
etiquetar con precisión cualquier documento adjunto. Te sugiero un formato de etiquetación
con tu apellido, nombre y de qué se trata (por ejemplo, currículum, portada, referencias).
La comunicación universal ha mejorado, pero todavía no es perfecta, así que necesitas
asegurarte de que el destinatario pueda descargar y leer lo que estés enviando. Con
seguridad no quieres que tu currículum termine como jeroglíficos. Una manera de lograr
esto, consiste en adjuntar documentos con fuentes fáciles de transferir, como Times New
Roman y Arial. Microsoft Word es tu mejor posibilidad.
Una manera mejor y más segura de conseguirlo es convertir el documento adjunto en
PDF (Formato de documento portátil). En esencia, este formato de archivos toma una
imagen de tu documento que se puede transmitir con facilidad, conserva su integridad, sin
que cualquier otra persona lo cambie o edite con facilidad. El menú de impresión tiene esta
opción (o pídele a cualquier niño de cuarto de primaria que lo haga por ti). Es frecuente
que los archivos adjuntos de un correo electrónico contengan virus, de modo que una forma
de tranquilizar a tus empleadores potenciales es poner la portada de tu currículum en el
correo electrónico en sí y adjuntar tu currículum, etiquetado con datos específicos, para
reducir o eliminar la percepción de riesgo en el destino. Te sugiero hagas una breve
llamada telefónica para asegurarte de que recibieron tus materiales.
Celulares, teléfonos inteligentes y agendas electrónicas
Estas herramientas pueden mantenerte conectado con el mundo exterior todos los días y a
todas horas. Esto representa una espada de dos filos y para quien busca empleo no es la
excepción. El principal inconveniente consiste en la posibilidad de perder tu vida privada
y que el trabajo (o tu búsqueda de empleo) se interponga con tu tiempo personal o familiar.
Los beneficios para quien está buscando un trabajo superan con mucho las desventajas,
porque estas herramientas pueden facilitar que establezcas contactos, programes reuniones,
dispongas entrevistas y hagas seguimientos.
o Deja un correo de voz con un amigo. Escucha tu voz y haz cualquier ajuste
necesario para sonar tan profesional como sea posible.
o Tener una conversación en algún lugar donde otras personas puedan oírte.
o Más que nunca antes, los profesionales de recursos humanos y los reclutadores
profesionales, buscan a los candidatos en Google y revisan sus sitios de redes
sociales para obtener la información sobre antecedentes disponible en ellos. Si
reconocen un contacto común, no es poco frecuente que averigüen sobre el
candidato, incluso antes de hablar con él.
o La mayoría de quienes buscan empleo indican que es más productivo iniciar con
una lista de empleadores de interés y luego buscar contactos (por ejemplo, los
empleados actuales o anteriores), que buscar las vacantes publicadas.
o Es frecuente que los candidatos a un empleo informen la frustración que
experimentan al establecer contacto con alguien a quien no conocen en persona.
Algo que resulta útil es indagar primero y ver si tienen un contacto en común, para
después pedirle a esa persona que los presente. De otro modo, entérate tanto como
sea posible acerca de sus características y las de su organización, y planea tu
comunicación utilizando cualquier elemento en común, o gancho.
Con estas observaciones en mente, veamos algunos de los sitios más populares.
LinkedIn.com
LinkedIn7 es tanto el sitio profesional/de negocios más grande (300 millones de miembros
en este momento) como la red preferida por los empleadores. Tu cuenta gratuita te facilita
publicar antecedentes y recomendaciones; vincularte con colegas, excompañeros de
trabajo, amigos de la escuela y personas de influencia; así como unirte a grupos de interés.
Si estás buscando de manera abierta un empleo, te sugiero publicar que estás buscando una
nueva oportunidad o que buscas trabajo. Revisa el grupo de ayuda para búsqueda de
empleo de LinkedIn y considera integrarte a él.
Plaxo.com
Plaxo8 es otro sitio con enfoque empresarial. Su fácil interfaz es maravillosa para
administrar tus contactos y darles seguimiento a medida que progresan en sus carreras. Con
una dirección actualizada de correo electrónico, Plaxo solicitará una actualización cada vez
que cambie la situación de alguien. Con ese sitio no habrá más referencias ni contactos
perdidos.
Zoominfo.com
Algunas personas sofisticadas me han compartido que utilizan Zoominfo.com9 para sus
búsquedas de empleo, aunque no es un sitio de redes sociales en sí. De hecho, es en gran
medida un motor de búsqueda negocio por negocio que te puede auxiliar para investigar
contactos en organizaciones que te interesan. Necesitarás establecer tu propio perfil, subir
una foto e, incluso, corregir cualquier error en el mismo para que cualquier empleador
investigándote, se haga una idea precisa de tus antecedentes. Tiene un par de niveles: uno
es gratuito y el otro tiene un costo que proporciona información detallada.
Yahoogroups.com y Google Plus (https//plus.google.com)
Quizá consideres visitar uno de estos sitios si tienes tiempo suficiente para participar en
grupos de discusión por correo electrónico o afiliarte a los Círculos (grupos de contacto
privados y definidos por el usuario) y Hangouts (chats en video creados por el usuario) o
encontrar consejos sobre creación de redes sociales y de búsqueda de empleo en tu
localidad, así como grupos de apoyo moral. Quizá no esté promoviendo muy bien el valor
de estos sitios, en especial para áreas más bien rurales (como me sugirió un ferviente
usuario de ambos), así que te invito a mandarme tus comentarios acerca de este tema para
ediciones futuras de No vayas en chanclas a una entrevista de trabajo. Dicho esto, no
muchos buscadores de empleo me han comentado que estos sitios merezcan la inversión de
tiempo que hicieron en ellos y pocos han admitido que utilicen estos sitios, y otros como
ellos, salvo para evitar la interacción con personas reales.
Facebook.com
Facebook es la red social más grande. Por una parte, si tienes cientos de amigos, deberías
informarles que buscas trabajo y sugerirles la forma en que pueden ayudarte, como
recomendarte con reclutadores útiles, conectarte con amigos suyos en cualquiera de las
empresas que te interesan y, en general, informándoles qué buscas. Sin embargo, si estás
buscando mientras aún estás empleado, te pediría que consultes los numerosos artículos
referentes a los problemas de Facebook en cuanto a la privacidad de los usuarios. Te
aconsejo que vayas a Cuenta y luego a la configuración de Privacidad; elige Solo Amigos.
Tu perfil en Facebook debería ser privado, así que aprende sobre la configuración de
privacidad y elige en consonancia. No hay razón para que un empleador potencial lea tus
actualizaciones personales, pero muchos de ellos no pueden evitarlo si les abres la puerta.
Twitter.com
Twitter es un servicio de microblogueo que permite a los usuarios publicar y enviar
mensajes de hasta 140 caracteres conocidos como tuits. Estos tuits pueden aparecer en el
perfil del autor y enviarse a sus seguidores (followers). Las estadísticas de Twitter son
asombrosas. Con 135 000 nuevos usuarios que se inscriben todos los días, al momento de
escribir este libro existen 645 750 000 usuarios registrados. ¿Intentas transmitir un
mensaje? Considera que existen 190 millones de visitantes de Twitter cada mes. La única
explicación que se me ocurre para este crecimiento explosivo, es que 140 caracteres son
más que suficientes para un pensamiento en una época donde los periodos de atención son
todavía más cortos y hay un constante bombardeo de los medios de comunicación, cuando
las frasecitas trilladas son la esencia del debate político y social.
Gran parte de lo que encuentras en Twitter sustenta los comentarios a menudo
despectivos de este medio, considerándolo una pérdida frívola de tiempo. Muchas
celebridades y políticos contratan personal que envía tuits sin importancia cada hora para
fomentar la ilusión de que existe algún tipo de relación real con ellos. Para estas personas
es solo otro tipo de publicidad. Para ser francos, no me importa dónde compró sus calcetas
o dónde comió mi músico o actor favorito y si tal galimatías no sirve de incentivo para
todos esos acosadores que existen por ahí, no sé qué otra cosa podría serlo.
Si sabes a quién quieres seguir en Twitter o la organización sobre la cual quieres
obtener información en tiempo real, si quieres establecer una conexión en una compañía
donde no tienes contactos actuales de tu red social existente, entonces es posible que esta
red social se convierta en tu nuevo mejor amigo. Una vez más, con todas estas herramientas
y servicios tecnológicos, te insto a que explores y la uses solo en las horas donde el
contacto personal o frente a frente sea difícil o imposible. Después de adquirir un manejo
hábil de este medio, te sugiero que lo incluyas en tu régimen diario de búsqueda de empleo.
Como ocurre con la mayoría de las redes —sociales o de otro tipo—, el mejor
momento para desarrollar tus contactos (o seguidores en Twitter) es cuando no los
necesitas y cuando estás creando una reputación. Puedes hacerlo siguiendo la industria en
que estás interesado y a los líderes intelectuales en tu campo de actividad, al igual que
contactando personas a uno o dos escalones por arriba de ti en tu campo y con quienes no
podrías interactuar de otro modo.
Otra razón para usar Twitter es ofrecer ayuda a quienes la están buscando para
establecer sus propias redes de contacto. Cuando otros busquen ideas y contactos, sé tan
generoso como te sea posible, porque a menudo esto se te regresará como beneficio.
Establece quién eres, no solo por lo que sabes sino por la clase de ser humano que eres. El
uso de Twitter dirigido únicamente a la promoción personal provoca enorme desencanto.
Comparte información, recursos y atajos. Debes darte cuenta de que cuanto compartas se
someterá a revisión, no solo por lo que dices, también por lo que eso dice de ti.
Por último, muchas organizaciones tienen picaportes en Twitter. Encontrarlas y
seguirlas puede ayudarte a obtener información interna sobre las vacantes de interés, antes
de que se publiquen de manera oficial para el mundo. Twitter tiene cierta cualidad informal
que puede ser tanto buena como mala. Úsalo para demostrar tu ingenio y personalidad, pero
no dejes que te engañe haciéndote creer que solo estás platicando con tus amigos. En toda
ocasión, los comentarios profesionales, educados y comprensivos valen mucho más que las
burlas y descalificaciones.
Blogueo
Un blog (la combinación de las palabras Web Log) es un diario web en el que puedes
establecer tu personalidad como experto, comentarista u observador de temas y asuntos en
los que estás más interesado. No es como publicar simplemente un artículo en alguna parte,
porque uno de los aspectos más populares de los blogs se debe a su naturaleza interactiva.
Es decir, los lectores pueden comentar acerca de lo que publiques o replicar dirigiéndote a
personas que han respondido. Es un buen modo de promover tu negocio o profesión, o de
compartir tus ideas sobre un tema que te interese. Puedes subir el nivel de tu perfil en un
área específica al lanzar tu propio blog o al convertirte en comentarista regular en el de
alguien más. Crear y llevar uno es una actividad gratuita o de bajo costo, y es bastante
sencilla gracias a proveedores como Blogger.com y Wordpress.com.10
El mundo de los blogs (alias, la blogósfera) puede ayudarte a ti, astuto buscador de
empleo, poniendo a tu disposición numerosas plataformas de las que puedes obtener las
experiencias, ideas y el discernir de otras personas que están en el mismo proceso.
Además, en esta circunstancia, el conocimiento actualizado es esencial. ¿Tener un blog
dedicado a carreras profesionales, búsqueda de empleo o entrevistas vuelve en automático
a cualquiera un experto del área? No. En consecuencia, debes discriminar en la blogósfera
y encontrar a aquellas personas profesionales, inteligentes y con sentido común. La calidad
varía en gran medida, pero estos son media docena de blogs que te ayudarán a iniciar.
o CareerHub
o ResumeBear
o Careerealism
Si estás pensando en lanzar tu propio blog para elevar tu perfil en un área, como la
relacionada con las penas y tribulaciones de la persona que busca empleo en el mundo
moderno:
Wikis
Imagina un tablero electrónico de anuncios donde puedes publicar información cuyo
contenido lea, comente o aumente (al estilo Wikipedia) una población restringida y te darás
una buena idea de lo que es una wiki. Debido a que no está abierta para todo internet, son
fabulosas para que los equipos o fuerzas de tarea compartan información privada; a la
larga, puede volver obsoletas las llamadas en conferencia. Establecer y manejar una wiki
requiere más conocimientos sobre la web que un blog, así que no es para novatos; quizá
requiera poseer un servidor propio y debería incluir un cortafuegos de clase corporativa.
¿Quieres saber más de las wikis? Consulta Wikihow.com (intenta con la categoría Work
World) y podrás ver que el mundo de las wikis puede ser muy diverso... aunque también
puede representar mucho tiempo perdido.
Webinarios
Existe una docena mortal de errores comunes en las redes sociales con efectos
desastrosos sobre tu búsqueda de empleo y tu carrera profesional. Estos son:
11. Comunicar demasiado o muy poco. Nadie necesita saber cada detalle de ti o
de tu carrera. Por otro lado, este no es el momento de ser modesto sobre tus
fortalezas y logros. Busca los comentarios de personas confiables para que te
ayuden a encontrar el equilibrio correcto.
12. Pasar demasiado o muy poco tiempo buscando empleo en línea. La gran cantidad de
dispositivos electrónicos y que usan internet puede ser abrumadora. Considera utilizar mi
fórmula de 10-20-70 para asignar tu tiempo y energía a la búsqueda de un trabajo. Te
aconsejo que inviertas:
No existe fórmula específica que sea perfecta para todos. A medida que progrese tu
búsqueda, puedes utilizar tus resultados para adaptar tu estrategia en general.
Cualquiera de las herramientas electrónicas, sitios web y redes sociales que hemos
visto en esta sección, pueden darle un impulso significativo a tu búsqueda de empleo. En
conjunto, pueden aumentar de manera notable la eficacia de cualquier búsqueda, reducir el
tiempo que se requiere para encontrar posibilidades de trabajo y, a final de cuentas,
ayudarte a conseguir un buen empleo; sin embargo, ninguna de ellas es perfecta. Cada una
tiene fortalezas propias y limitaciones únicas, además, he intentado ser imparcial acerca de
ambas.
Estas herramientas de desarrollo reciente y acercamientos innovadores, refuerzan la
idea de que el mejor uso de la web (tanto para quienes buscan empleo como para quienes
no lo hacen) es facilitar la comunicación entre personas. Este ha sido un requisito esencial
del proceso de búsqueda de empleo durante los últimos cien años, y aparte de cualquier
avance tecnológico nuevo y emocionante, seguirá siendo un requisito esencial de este
proceso durante el próximo siglo.
Tu búsqueda de trabajo no es ni tiene una solución única. Necesita ajustarse a aquello para
lo que estás calificado, a lo que estás buscando y al sitio en el que lo buscas. Después de
un mes o dos de llevar a cabo tu campaña laboral en los cuatro frentes, empezarás a ver qué
te está funcionando en este momento de tu carrera profesional. Deberás empezar a reasignar
tu tiempo y energía en consonancia. Si tu conjunto actual de habilidades atrae ahora a más
reclutadores, ocupa un poco más de tiempo con ellos. En el mismo sentido, si tu industria o
trabajo específicos están publicando más vacantes, tiene sentido ocupar aún más tiempo
persiguiendo esas posibilidades. Pero no debes abandonar los demás frentes de tu
campaña. Para comprender la razón, examina la figura 3.1 que aparece en la página 64.
Este diagrama te da una buena y breve sinopsis del proceso de búsqueda de empleo:
utilizas diversos métodos para encontrar pistas potenciales de un empleo; cuando descubres
una vacante confiable, entras al proceso de selección; si es posible que seas la persona
adecuada para el puesto, tal vez hagan una selección por teléfono; si eso sale bien, quizás
entres al proceso de entrevista; si estas son exitosas, es probable que verifiquen tus
referencias; después, tal vez recibas una oferta de trabajo, y si negocias de manera
eficiente, es factible que recibas una oferta incluso mejor.
No obstante, si quieres un discernimiento real de cómo es el proceso de búsqueda de
empleo, muéstrale este diagrama a alguien que pone ahora todo su esfuerzo en esta labor.
Esa persona te dirá que la figura solo muestra unas cuantas de todas las formas en que una
posibilidad de empleo en potencia buena, puede echarse a perder. A pesar de todos los no
que ves ahí, no te muestra el correo que no salió, el correo electrónico que rebotó, el día en
que tu correo de voz falló y perdiste una llamada importante; no muestra cuando fuiste al
sitio equivocado para la entrevista y terminaste entrevistándote con la persona incorrecta, o
el entrevistador correcto resultó ser un idiota; o la vez que diste referencias mal preparadas
o que decidieron perder el tiempo contando algunas historias graciosas sobre ti; o la
ocasión en que, tras pasar semanas haciendo todo lo correcto, decidieron que estabas
sobrecalificado o que tu perfil salarial era demasiado alto; o cuando, por razones
desconocidas, el empleo que tanto deseabas, sin más, desapareció. Eso es lo que una
persona versada en la búsqueda de empleo te dirá de este proceso, lo cual lleva a mi
siguiente punto.
Más es mejor
Existe otro error común en la búsqueda de empleo que querrás evitar. Es fácil, en especial
si has estado buscando por algún tiempo, que te emociones en exceso con una oportunidad
particular de empleo que encuentres. Es una gran compañía y un contacto dentro de la
organización te dijo que es un sitio fabuloso para trabajar. Pasaste la fase de selección y
ahora estás listo para iniciar el proceso de entrevista. Sientes en el fondo de tu alma que
este podría ser el trabajo que buscas. No hay nada más típico que, en ese momento, pongas
todos los huevos en la misma canasta, y me refiero a esto desde un punto de vista
operacional como emocional.
En términos realistas, debes enfrentar el hecho de que es posible que esta oportunidad
se dé o no. Aunque seas el mejor buscador de empleo del mundo, tengas las mejores
habilidades de entrevista y seas, de hecho, el mejor candidato para el puesto, hay montones
de razones por las que podría no concretarse. En consecuencia, nunca debes detener el
proceso. Cuanto más trabajo preliminar hagas para precargar el proceso de búsqueda de
empleo, en mejor forma estarás en sentido operacional y emocional, si ese trabajo
específico no sale como esperabas.
Aunque te dirijas a la que esperas sea tu última entrevista y ya tengas una oferta, nunca
dejes de empezar. Si esa oportunidad se presenta, qué bien. Te mostrarás más confiado y
estarás menos dispuesto a aceptar cualquier cosa que se te ofrezca, porque tienes en puerta
otras oportunidades. Si el empleo no se concreta, al menos no habrás perdido tiempo que te
impida proseguir tu búsqueda.
Mira de nuevo la figura 3.1. ¿Cómo te sentirías si hubieras encontrado una sola
opción, te habrías abocado al proceso hasta llegar a la conclusión de que no obtuviste el
empleo y luego tuvieras que regresar al punto cero para empezar desde el principio? Te
sentirías muy mal: decepcionado, desalentado, quizá herido o furioso, y con seguridad
desmotivado. Esa es la mejor receta para el fracaso en tu búsqueda. Ahora piensa en seguir
este proceso un montón de veces. ¡Tendrías suerte de siquiera levantarte de la cama sin
pensar en lanzarte bajo las ruedas de un autobús! Una manera de protegerte en lo emocional
durante este proceso (que, como recordarás del capítulo 1, es en esencia un proceso de
rechazo) consiste en trabajar de manera constante en algo nuevo, tener siempre algo en
puerta. Nunca debes dejar de empezar... hasta que empieces tu nuevo empleo.
O O O
Parte de lo que hemos analizado hasta el momento no ha sido miel ni dulzura. La búsqueda
de empleo es una labor muy difícil; todos lo sabemos. Si se hace en forma correcta, se
requiere de gran esfuerzo para lanzarse y llevar a cabo una campaña eficaz en cuatro frentes
para conseguir más y mejores entrevistas. Pero lo que viene después es donde la marea se
vuelve a tu favor. En el capítulo 4 examinaremos a la persona más importante en el
proceso: tú. Y vamos a hablar acerca del control y poder que tienes sobre este proceso, la
razón por la cual estás en el asiento del conductor y la manera de utilizar esto en tu
provecho.
EL PROCESO DE CAMBIO DE EMPLEO ES UNA ENORME EXPERIENCIA DE
APRENDIZAJE. Aprenderás lo que ha cambiado en el mercado de trabajo desde la última
vez que estuviste en esta situación. Te enterarás de las habilidades y experiencias
específicas que ahora se encuentran más demandadas por parte de los empleadores en tu
campo y en tu puesto. Averiguarás todas las nuevas e interesantes maneras de utilizar las
redes sociales para desenterrar vacantes y para expandir tu red de contactos (estos cambios
te pueden poner ¡los cabellos de punta!). También aprenderás que tú eres quien dirige la
totalidad del proceso, incluida la importantísima entrevista.
Una de las cosas más relevantes que puedes aprender acerca de las entrevistas de
trabajo es que tú —sí, así es, tú— puedes ejercer un grado notable de control sobre todo el
proceso. Es posible que comprender, utilizar y expandir el control que tienes sobre la
entrevista sea el factor esencial de tu capacidad para conseguir el empleo que deseas para
convertirlo en un trabajo que puedas amar.
Es posible que pienses: "Tonterías. Después de todo, ellos leen mi carta o correo
electrónico, seleccionaron mi currículum, son los que me van a hacer preguntas, van a
determinar si soy el mejor candidato para el empleo y decidirán si me hacen una oferta de
empleo y el momento en que lo hagan. ¿Cómo, con exactitud, es que tengo el control?"
Me gustaría decirte que estoy a punto de enseñarte el secreto de la fusión vulcana de
mentes del señor Spock para que logres abrir la mentalidad del entrevistador como si fuera
un melón, sacar lo que desees y dominarlo para que cumpla tus más mínimos caprichos. Si
alguna vez averiguo cómo hacerlo, te prometo que serás el primero en saberlo, pero hasta
entonces, tendrás que conformarte con las técnicas y métodos comprobados que he
aprendido de miles de buscadores de empleos que los han utilizado, para tomar el control
de las entrevistas y así obtener el trabajo que aman.
Hay personas que atraen a las demás. No estoy hablando de atracción física; estoy
refiriéndome a características personales como cordialidad, cortesía, interés genuino en la
otra persona, buenas habilidades para escuchar y la capacidad para influir el ambiente en
vez de verse dirigido o controlado por el mismo. Estas cualidades son esenciales para
mejorar tu desempeño en entrevistas.
Alguien que transmite una sensación de control comunica competencia, calma y
confianza en sí mismo. En una entrevista, tu meta es comunicar que eres el mejor individuo
para el empleo en cuestión y estas tres características son elementos esenciales para lograr
esa meta.
Una persona que acude a una entrevista con semejante sensación de control, contribuye
a un clima de certeza, de predictibilidad y atenuación de riesgos. Estas características
sutiles resultan atractivas a todos los entrevistadores (aunque muchos no estén conscientes
de ello). Alguien que se siente descontrolado parece pasivo, no activo; más seguidor que
líder; alguien que no se destaca entre la muchedumbre.
Sin importar qué tan sutil la percibas, una sensación de impotencia obrará en tu contra
durante la entrevista. Cuando te sientes fuera de control, no te ayuda a presentarte (ni en el
terreno personal ni en el profesional) de manera que atraigas a otras personas. Y es
indispensable que manejes todos estos factores si quieres emerger de esa entrevista como
el principal candidato para el trabajo.
Ahora, hagamos la lista: necesitas ser competente, confiado, predecible, orientado a la
acción y atractivo tanto a nivel personal como profesional. Estas son cualidades que te
conducirán a triunfar en las entrevistas de trabajo y te garantizarán el éxito en tu nuevo
empleo. Vistas así, analicemos cómo obtenerlas.
Cómo comunicar control
Cuando digo tomar el control no me refiero a que irrumpas en la oficina del reclutador
como estrella de la Federación Mundial de Lucha Libre, abrumando el entorno con tu
lenguaje corporal y tu colonia, al tiempo que dominas la conversación verbal sin dejar que
el entrevistador pueda emitir palabra. Tal vez sería algo divertido, pero en definitiva no te
conseguirá un empleo.
Se ha dicho —y, con cierto monto de razón, creo yo—, aquello que se percibe como
asertividad legítima, puede interpretarse como agresión desde una perspectiva femenina.
Con certeza ya lo habrás oído todo. Él toma el control; ella es mandona. Él cuida a su
gente; ella es territorial. Él puede ser difícil; ella es una perr..., bueno, ya entiendes. En un
mundo laboral cada vez más diversificado, esto podrá parecer mentalidad neandertal para
ti y para mí, pero mi recomendación es que te resultará peligroso ignorarlo.
Dos cosas de las que estoy por completo seguro son: a) que sí quieres manifestar un
nivel apropiado de asertividad en la entrevista, a fin de demostrar que puedes satisfacer a
plenitud los requisitos del empleo que estás buscando y, b) que no quieres cruzar la barrera
invisible (y a veces discriminativa en cuanto a género) entre asertividad y agresión. Hay
tres pasos para manejar este acto de equilibrismo. Son: ponte listo, pide retroalimentación
y ponte en marcha.
Ponte listo
Pide retroalimentación
2. Debido a que eres una de las mejores fuentes de información relacionadas contigo
mismo, hazte las siguientes preguntas:
Ponte en marcha
Quiero que te detengas uno o dos minutos para pensar en esta pregunta. Claro, tu empleador
potencial es quien te está entrevistando, pero lo más seguro es que también lo haga con
otras personas. Eso quiere decir que durante el tiempo que estés ahí, esa es tu entrevista.
Es tu tiempo para vender tus habilidades y conocimientos, es tu momento para mostrarte
como ganador y es tu momento para brillar. La entrevista es tuya y quiero que asumas la
responsabilidad de la misma.
No importa que te esté entrevistando el idiota más gigantesco del planeta; tú puedes
(de manera sutil, por supuesto) controlar el ritmo, atmósfera, gran parte del contenido e,
incluso, el resultado final de tu búsqueda de empleo si aprendes los secretos para
entrevistarte que se encuentran en este capítulo. En mis más de 30 años de trabajo como
psicólogo en una variedad de entornos (como coach ejecutivo, consultor de reinserción
laboral, reclutador ejecutivo y orientador laboral) he descubierto que incluso el más
ansioso de los buscadores de empleo, puede aprender a ser el más fantástico entrevistado.
Si asumes la responsabilidad personal de tu entrevista, empezarás a ejercer el control
sobre la misma, y aprenderás a tomar el control de ella si acudes a tu entrevista con:
o La actitud correcta.
o La preparación adecuada.
Ahora abordaremos los temas de la actitud y los conocimientos, así como dedicaremos
la totalidad del capítulo siguiente a la preparación.
La actitud correcta
Como ser humano, tus emociones afectan la manera en que te comportas. Esta influye en la
conducta de las demás personas que te rodean. Así, acudir a tu entrevista de empleo con la
actitud correcta puede afectar la manera en que te desenvuelves y la forma como se
comporta el entrevistador, además de que influirá en el desenlace de tu entrevista. Si llegas
a una entrevista con la actitud de quien pide limosna o "por favor, señor, necesito este
trabajo", socavarás la impresión positiva que intentas transmitir. Pero si acudes a tu
entrevista con una actitud energética de "esta es una maravillosa oportunidad para nosotros
dos", transmitirás una actitud mucho más poderosa y positiva de ti mismo como persona y
de tus capacidades profesionales. Ya hablamos de una de las maneras en que puedes
desarrollar la actitud correcta para tu entrevista, es decir, comprendiendo de quién es la
entrevista, al saber a quién le pertenece: a ti. Ahora, analicemos otras maneras para lograr
que esto suceda.
Tienes el viento a tu favor
Es casi seguro que sepas más acerca del proceso de entrevista que tu interlocutor. Si lees
este libro de cabo a rabo y aprendes solo la mitad de lo expuesto aquí, de todos modos
tendrás más conocimiento del proceso de las entrevistas que 90% de los entrevistadores
con quienes te topes. Hace poco tiempo, ocho empresas nacionales de capacitación
corporativa verificaron lo que ya descubrí en mi trabajo de consultoría: algunos de los
cursos o seminarios de capacitación gerencial a los que menos se asiste, están relacionados
con habilidades de entrevista para emplear personal. Me han dado por razón que la
mayoría de los gerentes que van a emplear a alguien, ya han asistido a numerosas
entrevistas, así que saben cómo hacerlo bien. Yo te puedo decir que la mayoría son pésimos
entrevistadores. Es una mala noticia para la mayoría de las empresas, pero es excelente
para ti, porque te voy a enseñar lo que ellos no saben y justo eso te ayudará a batear esa
entrevista fuera del parque.
En las entrevistas de trabajo (como cuando te tiras en paracaídas), no hay posibilidad para
empezar de nuevo si haces las cosas mal en tu primer intento. Nunca tendrás una segunda
oportunidad para crear una buena primera impresión. Entonces, ¿cómo acudes a la
entrevista —a menudo en una primera reunión— para hacer ver y sentir que eres un
profesional experimentado y cómodo? La respuesta es preparándote a fondo sin dejar nada
al azar.
Prepararte para la entrevista mejorará tu actitud de manera impactante, te hará sentir
más confiado y beneficiará la forma en que te presentes. Debido a que esto es así de
importante, le dedicaremos un capítulo entero a los pasos fáciles de seguir que puedes
llevar a cabo para prepararte para una entrevista de empleo de manera eficaz. (Por
desgracia, la preparación de la mayoría de los candidatos a una vacante, se limita a dormir
bien la noche anterior.) Pero, por el momento, que te tomes el tiempo para prepararte para
tu entrevista en forma proactiva, significa que acudirás a ella con más aplomo, más
reflexión y más confianza; una indudable combinación ganadora.
¿Por qué estás ahí?
Quiero que entres a esa entrevista sabiendo con exactitud por qué estás ahí. Tener una meta
bien definida al frente de tus pensamientos mejorará en gran medida tu actitud durante la
entrevista. Si la reunión es para llevar a cabo una primera eliminación, tu meta es que te
llamen para la siguiente fase del proceso de contratación. Si se trata de una entrevista
grupal, tu meta es conectarte de manera personal con el mayor número posible de personas
en el grupo. Si es una entrevista final, tu meta es cerrar el trato y obtener la oferta de
empleo. La mayoría de las personas acuden con la idea de que verán lo que pasa o en
espera del mejor resultado posible. Ese no es tu caso. Con mi ayuda, ¡tú estás ahí para
triunfar!
Estas son cualidades que busca todo empleador potencial y demostrarlas te colocará al
tope de su lista de candidatos.
También querrás saber lo más que puedas acerca del entrevistador en sí. Cualquier
terreno común que encuentres te servirá, en especial durante esos primeros momentos
incómodos en que inicias la relación. ¿Conoces a gente en común? ¿Alguien en tu red de
contactos alguna vez ha conocido o trabajado con esta persona? ¿Ambos pertenecen a
alguna organización? ¿Alguna vez ha ofrecido alguna presentación a la que tengas acceso o
ha escrito algo que puedas leer? ¿Has buscado al entrevistador en Google para ver qué más
podrías averiguar o has revisado sus perfiles en redes sociales? Aquí, una advertencia de
lo más evidente (espero) es que utilices cualquier información personal que encuentres de
manera juiciosa porque ¡nadie quiere contratar a un acosador!
Detecta el ritmo
Cada entrevista tiene un ritmo particular. Comprenderlo es fácil una vez que te percatas del
mismo. Te ofrecerá una retroalimentación valiosa (durante la entrevista misma) que te
ayudará a saber cómo te estás desempeñando y a tener una idea clara de dónde te
encuentras en el proceso. Puedes utilizar este conocimiento para perfeccionar tu enfoque,
incluso mientras te encuentras en la entrevista. Demos una mirada breve a la figura 4.2.
Este modelo te da una manera fácil de analizar dos aspectos importantes del proceso
de entrevista. La línea al tope corre desde el inicio, pasa por la mitad y llega hasta el final.
Esto representa el progreso por el que pasas durante una entrevista individual. La línea
inferior corre de las etapas de evaluación a la de selección. Esto representa el sitio donde
te encuentras en el proceso general de entrevista. Observa que ambos extremos del proceso
de entrevista exploran las mismas cuestiones, pero en proporciones muy distintas.
A medida que la organización continúa con el proceso de evaluación, necesita
confirmar que tú y los demás candidatos a quienes planean invitar a presentarse a las
entrevistas, están capacitados para hacer el trabajo. Eso significa verificar que cuentas con
la experiencia, las habilidades y los conocimientos para llevar a cabo tu labor. Para
averiguar si todavía te encuentras en el proceso de evaluación o si ya pasaste al de
selección, solo piensa en las preguntas que se te están planteando, ya sea por teléfono o en
persona. Si el enfoque se centra en gran medida en tu experiencia, habilidades y
conocimientos, todavía te encuentras en el de evaluación. Si la atención se centra de
manera importante en quién eres como persona (tus cualidades personales, tu familia, tus
intereses externos, etc.), quiere decir que has pasado al de selección.
Este discernimiento también te ayudará a determinar en qué punto te encuentras de
cualquier entrevista individual. La mayoría de entrevistadores inician el proceso con un
plan determinado; tal vez no sea del todo organizado ni muy eficaz, pero en general cuentan
con algún tipo de estrategia. Después de unos cuantos comentarios superficiales, por lo
general pasarán a su plan. Una vez hayan averiguado lo que necesitan saber, harán
preguntas más blandas y más personales centradas en quién eres como persona. Necesitas
observar este proceso con cuidado, porque estas preguntas te darán información importante
en cuanto a cómo te va y puede indicarte pistas importantes en cuanto a qué es exactamente
lo que están buscando.
Esto lo he oído cientos de veces. Una entrevistada nerviosa que me dice que detesta que la
pongan en evidencia, que no es para nada espontánea, que nunca puede pensar en la mejor
manera de responder a una pregunta cuando está bajo presión. Si tan solo pudiera tener la
lista de preguntas de la entrevista de antemano, entonces, de manera calmada y reflexiva,
podría pensar en la mejor y más interesante manera de exponer sus antecedentes. No estaría
haciéndose cruces sin saber qué decir.
Algunas personas piensan que he perdido la razón cuando les digo que tienen a su
disposición una herramienta que puede predecir 80 a 90% de las preguntas de entrevista
que alguna vez se les plantearán. En realidad se sorprenden cuando les digo que, en este
preciso momento, esa herramienta está en algún lugar de su escritorio o portafolios o en la
carpeta de búsqueda de trabajos de su computadora. ¿Puedes adivinar cuál es esa arma
secreta?
Esa arma secreta es tu currículum actualizado. Ya escribiste tu hoja de vida para que
destaque todas las cosas estupendas que has hecho, todos tus logros y todas las cosas
fabulosas de las que quieres hablar. (Vamos, nadie va a tener un currículum que mencione
cosas negativas como "Choqué la camioneta de repartos de la empresa y le costé más de
$150 000 USD en la demanda civil resultante"). Tu currículum es un mapa secuencial de
todos los lugares en que has trabajado. Detalla tu educación y capacitación relevantes. En
breve, contiene toneladas de información positiva que tú quieres que oiga el entrevistador.
Tu currículum te ofrece la oportunidad dorada de colocar, en las manos del
entrevistador, el plan de entrevista diseñado por ti, con los datos que elijas y de los que
quieres que te pregunten. La clave para utilizar esta arma secreta es saber la información
con absoluto detalle; de arriba abajo y de cabo a rabo.
Sin duda habrá algunas preguntas que salgan de la nada, pero la mayoría se ajustará de
manera considerable a datos de tu elección para ser presentados y (todavía mejores
noticias para ti) habrás tenido todo el tiempo libre de estrés en el mundo, antes de la
entrevista, para pensar en respuestas precisas y meditadas a cada una de ellas.
Tu plan B de respaldo
Tú, mi astuto buscador de empleos, podrás preguntar, "Perfecto; puedo predecir la mayoría
de las preguntas que me van a hacer. ¿Y qué con el 10 a 20% que no puedo predecir?". Y no
estamos hablando de preguntas tontas. (En ocasiones, es posible que te toque el loco que te
pregunte quién era tu personaje favorito de El chavo del ocho. Nos divertiremos bastante
con el tema de entrevistadores idiotas en el capítulo 9.) Estoy hablando de alguna pregunta
que con claridad se relacione con el trabajo que te interesa conseguir pero jamás se te
ocurrió. No hay nada de qué preocuparse. Te tengo una respuesta de respaldo que, además,
es excelente. Solo necesitas comprender y recordar la ecuación en la figura 4.3. Puedo
decir con gran orgullo que, por décadas, exitosos candidatos a distintos empleos me han
dicho que aprender (y recordar usar) mi fórmula única para la respuesta de respaldo en
entrevistas, fue uno de los factores más importantes para reducir el estrés de esta y alcanzar
su éxito.
Sea que lo sepas o no, cada una de las preguntas de entrevista que se te plantean son,
en realidad, preguntas de dos partes. La primera se refiere a datos duros: tu experiencia, tus
conocimientos y tus habilidades. Está diseñada para responder a la pregunta ¿Puede hacer
este trabajo? La segunda parte tiene que ver con los datos blandos: tus características
personales, tu personalidad, quién eres como persona. ¿Cómo harías el trabajo de forma
diferente a cualquier otra persona? Está diseñada para responder a la pregunta, De todos
los candidatos en concurso, ¿esta es la persona que mejor se adecua al resto de la
organización? Sin importar qué pregunta te hagan en la entrevista, estés o no preparado
para responderla, necesitas acertar a ambos flancos. Esta no es solo una respuesta de
respaldo para una pregunta inesperada, también es otra manera de pensar en cómo convertir
una buena respuesta en una estupenda, sin importar cuál sea la pregunta.
La primera parte (conocimientos y experiencia) sin la segunda (características
personales) produce respuestas áridas e impersonales. Esta respuesta únicamente indicará
cómo haría el trabajo cualquier persona que tuviera los antecedentes correctos; no te ayuda
a destacarte de la multitud. La parte dos (características personales) sin la parte uno
(conocimientos y experiencia) es demasiado genérica y vaga; no trata el tema básico de
desempeño laboral que necesita responderse y parecerá que intentas venderte para un
trabajo para el que no estás del todo calificado.
Utilizar esta ecuación fácil de recordar te ayudará a generar respuestas poderosas a
cualquier pregunta de entrevista; una que ofrezca la confirmación de que cuentas con la
experiencia y las habilidades prácticas para hacer el trabajo, junto con las cualidades
personales que te convertirán en un miembro agradable del equipo y alguien con quien
otros quieran trabajar. Si la usas, jamás te volverás a sentir confundido por una pregunta
que parezca venir de la nada durante una entrevista.
O O O
Para este momento, habrás aprendido que la entrevista te pertenece: es tuya para controlar y
solo tú decides si habrás de triunfar o fracasar en ella. De ti depende conducir la entrevista
en la dirección que desees. Hemos echado un vistazo a las dos principales formas en que
puedes tomar control de la misma: desarrollando la actitud correcta y obteniendo un
conocimiento esencial del proceso. Ahora estás listo para pasar al capítulo 5, donde te
mostraré un plan fácil de seguir que te ayudará a prepararte para tu entrevista de manera
concienzuda y profesional, que aumentará en forma espectacular tus probabilidades para
obtener el trabajo que deseas.
LA BÚSQUEDA DE EMPLEO ES UNA ACTIVIDAD COMPETITIVA. En cada paso
del proceso de selección te enfrentarás con otras personas que compiten contigo por el
empleo que deseas. Si has leído este libro desde el principio, ya habrás aprendido muchas
técnicas y atajos que te permitirán distinguirte de los demás candidatos al empleo. Ahora
tienes que redoblar tu energía, enfoque y habilidades, así como centrar tu atención en
superar el proceso de evaluación para entrar en la lista de empleados potenciales.
He oído a la gente expresar que la entrevista de trabajo es como una audición o una
situación que obliga a tener cierto comportamiento. Algunos creen que esto denigra el
proceso y lo convierte en algo falso, en una actuación, lo contrario de la seriedad por
conseguir el empleo que te encanta. Yo no lo creo.
Los artistas dotados no solo salen al escenario a ver qué pasa. Planean, se preparan,
practican y no dejan nada al azar. Claro, existen algunos artistas que improvisan más que
otros (me vienen a la memoria los músicos de jazz y otros intérpretes, como el
extraordinario Robin Williams), pero incluso ellos siguen un plan y enmarcan su trabajo en
determinada estructura, además de que tienen en mente una meta. Así es como quiero que te
prepares para tus entrevistas: que te relajes pero sigas enfocado, que te prepares pero no te
programes como un robot y estés listo para brillar sin apartar la vista del premio.
La ansiedad y el estrés afectan el desempeño, pero no son algo malo en sí mismos.
Como viste en el capítulo 2, es la manera en que nuestro cuerpo y mente nos dicen que
estamos en una situación que implica algún riesgo: por ejemplo, una entrevista de trabajo.
De hecho, cierta cantidad moderada de estrés puede darte la ventaja adicional (es decir, un
estado de mayor conciencia, alerta y capacidad de respuesta) que te ayuda a convertir una
buena entrevista en una sobresaliente. Esa sensación de euforia al salir de la entrevista
cuando te fue bien es, de hecho, un efecto de la adrenalina.
Sin embargo, para muchas personas la ansiedad y el estrés que provoca la entrevista
pueden ser un verdadero problema. Algunos individuos se ponen tan nerviosos que se
olvidan de la información estándar y básica acerca de sí mismos, ¡como su nombre! O se
les traba la lengua a tal grado que apenas pueden externar un sí o un no. Quiero que
controles pero no que elimines por completo tu ansiedad en ese momento. Que te sientas
cómodo, relajado, pero no tan a gusto que parezcas poco interesado o indiferente. Pretendo
que mantengas esa agudeza, esa mirada que dice: "Sé que esta es una reunión importante y
estoy dispuesto a afrontarla porque estoy bien preparado"; que tengas energía y confianza,
pero sin parecer presuntuoso. Existen varias formas en que puedes lograr dicho equilibrio
vital. Veamos primero algunos de los asuntos prácticos y tácticos que con tanta frecuencia
se pasan por alto.
Alguna vez, Woody Allen dijo que presentarse representa 80% de la vida. Creo que esa
cifra es mucho mayor cuando se trata de entrevistas de trabajo. Quizás existan
incertidumbres sobre tu entrevista, pero una cosa que sí es un hecho es que no sucederá ¡si
no llegas! Necesitas saber con exactitud dónde será, cómo y cuánto tiempo te tomará llegar.
Una de las peores maneras de iniciarla es llegar corriendo porque vas retrasado, dar
excusas y tener que ofrecer disculpas.
No dependas de una sola fuente de datos para encontrar la ubicación de la entrevista.
Llama y pide a la recepcionista que te indique cómo llegar, y verifica que esa persona esté
familiarizada con la ruta que estarás tomando. Si usas transporte público, habla con alguien
que conozca bien el sistema y sepa cuáles son las paradas. Si te guías con instrucciones
bajadas de internet, verifica con más de una fuente, porque por maravillosos que puedan
resultar estos servicios, también pueden equivocarse incluso hasta de hemisferio. Revisa el
sitio web de la organización con que tendrás la entrevista para ver si ahí aparecen las
instrucciones para su ubicación. (He visto que estas instrucciones son las más confiables.)
Si has probado que tu GPS es preciso, úsalo. Sin embargo, como una entrevista de trabajo
es tan importante, yo revisaría por anticipado y compararía las instrucciones para llegar, al
menos de otra fuente.1
Si te resulta práctico, el día anterior ve hasta el sitio de tu entrevista. Hazlo a la misma
hora del día en que estás programado para acudir. Este es un buen dato en el caso de que se
te ofrezca el puesto y necesites averiguar cuánto tiempo te llevará transportarte hasta ahí.
Esos elementos podrían parecer poca cosa por ahora, pero en conjunto contribuirán a
mejorar tu aspecto físico y tus emociones, lo mismo que a tener muy buen desempeño en tu
entrevista.
Vestimenta
Necesitas dos o tres atuendos de entrevista. Pide a un amigo o amiga que consideres
objetivo y profesional, que te dé sus comentarios sinceros sobre cuáles de tus atuendos se
ven mejor. (Si estás trabajando con un reclutador, esa persona te puede dar consejos
excelentes). Si necesitas actualizar tu guardarropa, eso es lo que te cuesta hacer negocios.
Pero asegúrate de usar tu atuendo unas cuantas veces para tenerlos listos antes de tu
entrevista. No quieres que tengan un alfiler perdido, un hilo que cuelga de la ropa, un
alambre molesto o una etiqueta que te raspe la espalda y haga que te retuerzas en tu asiento.
Esto va por partida doble en el caso de zapatos nuevos que podrían crujir, resbalarse o
provocar que camines raro. Las sandalias abiertas, las chanclas, los tenis y otros zapatos
deportivos son tabú.
Mucho se ha hablado del nuevo aspecto más casual en las oficinas y cómo estoy
convencido de que las corbatas son obra del demonio (y me han dicho que lo mismo puede
afirmarse de las pantimedias), estoy a favor del look casual. Pero esa apariencia es para la
gente que ya está a bordo. Tú no vas —aún— en el barco. El proceso de entrevista es para
que ellos vean si te dejarán abordar ese barco. No me importa si el código de vestimenta
de tu nuevo empleador es el estilo de camisa hawaiana con pantuflas de conejo. Debes
presentarte a la entrevista llevando un atuendo profesional. Siempre es posible quitarte el
saco y aflojarte la corbata si te lo piden, pero lo que deseas comunicar es que la reunión
tiene suficiente importancia como para que hagas lo necesario para dar una impresión
positiva.
Una vez que te sientas cómodo con tus atuendos de entrevista, mándalos a la tintorería
y guárdalos por separado del resto de la ropa. Los quieres listos para el momento
necesario, especialmente en caso de ser requerido súbitamente para esa entrevista que has
estado esperando.
Hace un par de años, estaba dando una charla (motivacional, espero) con un grupo de
creación de redes de contacto entre buscadores de empleo. Era un miércoles por la mañana,
así que estoy seguro de que todos estaban desempleados. Durante la sesión de preguntas y
respuestas, alguien preguntó sobre el atuendo para la entrevista. Destaqué algunos de los
elementos que señalo en este capítulo y también les aconsejé no llevar cualquier cosa que
pudiera considerarse provocativa, como las blusas que muestran el estómago o escotes
pronunciados, pantaloncillos cortos, faldas demasiado estrechas o cortas, y cualquier
aspecto de la ropa interior. Una mujer entre el grupo se molestó con mis comentarios y en
reconocimiento a que hubiera donado medio día de mi tiempo para ayudarles a buscar
trabajo, me indicó que consideraba que mis comentarios eran anticuados, mojigatos y
sexistas. Como haría cualquier orador profesional, traté de aligerar la situación confesando
que, en efecto, había estudiado en una escuela de religiosas que eran bastante mojigatas,
pero no esperaba que nadie se vistiera como monja, aunque sí me sentía obligado a
desaconsejar el uso de los zapatos de charol. La mayoría del grupo rió. (Si el comentario
de los zapatos de charol no tiene sentido para ti, solo pregúntale a alguien que haya
sobrevivido a los bailes de una escuela de religiosas.)
Por desgracia, la risa del grupo encendió más a esa furiosa mujer, que se embarcó en
una diatriba sobre las pantimedias, los tirantes de los sostenes y las camisolas, y sobre el
hecho de que los hombres tenían permitido lanzar miradas lujuriosas. Estoy seguro de que
no hablé a favor de las miradas lujuriosas, pero qué más da. De nuevo procuré aligerar las
cosas y comenté que lo único que sabía de las pantimedias se basaba en información de
terceras personas y si estas eran un problema tan grande, había multitud de trajes con
pantalón para dama. En retrospectiva, ese hubiera sido un buen momento para dejar el
asunto de lado, pero todavía no había entendido que la risa del grupo la estaba enervando
todavía más, así que también mencioné que en el caso de asesorar a un hombre que llevara
ropa interior femenina, sin duda le sugeriría esforzarse para ocultarla. Mientras ella
todavía me apuntaba con un dedo acusador, intenté cerrar la discusión con la generalización
de que lo mejor es dar una impresión profesional más que social y, en el trabajo, un aspecto
clásico siempre supera vestir a la moda. Su bombardeo final fue: "¿Quiere decir que no
debería llevar chanclas aunque el trabajo fuera como modelo de chanclas?". Ya me había
colmado la paciencia y le dije: "No creo que siquiera exista el empleo de modelo de
chanclas, pero si estuviera entrevistando a alguien para ese puesto, esperaría que se
presentara con los pies limpios y con calcetines limpios en zapatos limpios". Así que
puedes protestar contra cualquiera de estos puntos; no es la gran cosa para mí. Yo tengo un
trabajo. Aquí lo único que me importa es que eres tú quien quiere un empleo y mis más de
30 años de experiencia en esta área sustentan todas las sugerencias que expreso.
Aseo personal
Esta breve sección apenas debería ameritar comentario. Casi. Excepto porque he visto
personas presentarse a la entrevista con peinados que parecen hechos con una licuadora.
Me han hablado de altos gerentes que llegan a las entrevistas oliendo como si los hubieran
tenido recluidos en un almacén de ajos. Y, en alguna ocasión, de hecho tuve que abrir una
ventana para no vomitar con los gases de petróleo, porque el ejecutivo con el que estaba se
había derramado gasolina en la estación de autoservicio mientras iba a mi oficina. (¡Por
todos los cielos, o llenas el tanque el día anterior o vas a un lugar donde lo llenen por ti!)
¿Alguna de estas peculiaridades implican que el candidato no obtenga el puesto? No.
¿Alguna de estas peculiaridades específicas se quedan en la mente del entrevistador y al
final se vuelven un aspecto contra el candidato? Sí. Lo siento, amigo, yo no escribí las
reglas; solo intento ayudarte a tener éxito al comprenderlas.
Hombres: No necesitan manicura, pero sí deben invertir en un cepillo para lavarse las
uñas y en un cortaúñas.
Mujeres: La entrevista de trabajo no es el lugar adecuado para sacar a pasear tu
nuevo estuche de maquillaje de La Guerra de las Galaxias.
Reglas de corte de pelo: Pulcro, presentable y de un color que se asocie con
frecuencia con los seres humanos. No es la oportunidad para marcar tendencias, a menos
que con ello destaques: "Soy maravilloso, soy normal y por favor, contrátame".
En estos tiempos, no es posible caminar por la calle en la ciudad (o ver un juego de
futbol soccer) sin notar un creciente número de tatuajes, perforaciones, aros en la nariz y
otras formas de arte corporal. Un viaje a algunas playas es todavía más terrorífico. Mi
consejo es el siguiente: si tienes tales cosas, cúbrelas o quítatelas cuando vayas a una
entrevista, porque podrían causarte un problema. Si te contratan, puedes ir mostrando,
añadiendo o prendiéndote lo que elijas, cuando menos hasta que alguien se queje con el
jefe. Existen sitios alternativos de trabajo (como bares, tiendas de música, sitios de eventos
artísticos y similares) donde el arte corporal no provoca controversia. Pero la mayoría de
las organizaciones que trabajan con el público o con otras empresas, no están interesadas
en contratar a alguien que parezca haber rodado sobre una caja de tachuelas o que pueda
activar el detector de metales del aeropuerto. Algunas compañías tienen políticas acerca de
tatuajes, perforaciones y similares. Si es ahí donde quieres dejar clara tu postura
existencial y decir: "Así soy, de modo que pueden contratarme o no", entonces que así sea.
Solo debes tener claro que podrías estar intercambiando un salario por un aro en la nariz.
Tus cosas
¿Qué más?
Mentas para el aliento: Siempre son buena idea, al igual que cepillarse los
dientes (señores: mantengan esa estúpida corbata fuera del lavabo).
Tu sonrisa
Nada hay más atractivo que una sonrisa. Se han escrito libros, recitado poemas, entonado
canciones y ganado y perdido corazones gracias al poder de una sonrisa. Practícala justo en
este momento. Se siente bien, ¿no lo crees? Tu sonrisa es una herramienta de increíble
valor que debes acordarte de llevar contigo y usar en tu entrevista.
Sé que estás un poco nervioso, que esperas hacer las cosas bien y estás tratando de
recordar las excelentes respuestas preparadas con tanto cuidado. Pero cuando estamos muy
concentrados, no sonreímos sino que fruncimos el ceño. Necesitas cambiar esto y puedes
hacerlo si practicas. (Después hablaremos más sobre el tema.)
Cuando le sonríes a alguien, su reacción natural es devolverla. La sonrisa es uno de
los elementos iniciales de una relación y eso estás tratando de lograr en tu entrevista:
formar una relación con tu entrevistador. Quieres comunicarle que eres un participante
abierto, comunicativo, interesante y dispuesto en este proceso. Recordar que debes sonreír
te ayudará de modo inconmensurable.
Tu actitud
Al llegar a la entrevista, querrás tener una actitud ganadora y positiva. La sonrisa ayudará a
mejorarla, pero aparte de ello, existen más cosas en las que debes trabajar. Si te esfuerzas
en preparar en forma minuciosa tu entrevista, reducirás tu estrés. Si practicas tus
habilidades de evaluación, aliviarás aún más tu ansiedad. ¿Qué más puedes hacer?
La respuesta a esa pregunta varía de persona a persona, y no existe una respuesta
válida para todos. Si tu estrés te afecta en lo físico, puede ayudarte el ejercicio, como
montar en bicicleta, caminar o correr. Si eres una persona aprensiva o tu ansiedad se refleja
en tu mente, ver una película, leer, decir una oración o meditar pueden servirte. Quizá te
ayude más una combinación de dos o más métodos, pero elige alguna actividad positiva
específica para mejorar tu actitud en la entrevista, porque es un factor clave de cómo se te
percibirá.
Preguntas y respuestas
En el capítulo 4 aprendiste algunas cosas muy importantes sobre las preguntas que te harán
en las entrevistas de trabajo. La mayoría se pueden responder con los datos en tu
currículum, razón por la que debes tener uno excelente que conozcas al derecho y al revés.
No todos los entrevistadores tendrán tu currículum enfrente. Algunos de los mejores que he
visto hacen por anticipado una lista de preguntas en un papel suelto y, suponiendo que todo
lo escrito en tu currículum sea genuino, lo hacen a un lado y únicamente incluyen una o dos
cosas de las que aparecen ahí para explorarlas en detalle. Si te encuentras en esa situación,
no solo querrás ofrecer, sino entregarle de hecho una de las copias del currículum que
lleves contigo. La mayoría no se negarán a recibirlo y, con un poco de suerte, regresarás a
tu plan como su guía donde usen el mapa que estableciste para una fabulosa entrevista de
trabajo. De nuevo, es esencial que tengas una historia interesante que narrar para ilustrar
cada aspecto de ese documento.
También viste en el capítulo 4 que aquellas preguntas indirectas de tu currículum se
pueden contestar con el uso juicioso de la Fórmula del doctor Paul Powers para la
respuesta de respaldo en entrevistas (figura 4.3). Existen docenas de preguntas que se harán
una y otra vez. He enumerado más de cien de las más populares en la Herramienta #7:
Preguntas de uso frecuente en entrevistas, en el capítulo 10. Por último, quiero que prepares
respuestas para cada una de ellas y que las uses en tus sesiones de práctica. Por ahora, la
manera de empezar es tomándote el tiempo para pensar con gran cuidado en dos cosas:
2. ¿De qué cosas quieres estar seguro que el entrevistador sepa de ti?
La mayor parte del tiempo existe mucha superposición entre ambas áreas, pero en el
caso del entrevistador que no tiene gran éxito en descubrir lo maravilloso que eres,
depende de ti asegurarte de que se transmita el mensaje. Ambas categorías pueden
representar cerca de un millón de preguntas y respuestas diferentes, pero no existe modo en
que cualquiera pudiera prepararse para todas ellas.
Por fortuna, hay una herramienta que puedes utilizar para preparar tu entrevista. Considera
la figura 5.1. En las siguientes secciones hablaremos de cada uno de los círculos que
aparecen en ella.
Mis gustos en la lectura son bastante eclécticos y, por tener una mente que retiene toneladas
de información divertida, aunque bastante inútil, una vez leí el libro de Alex Trebek sobre
el programa televisivo Jeopardy! Ahí menciona cómo se preparan algunos de los mayores
ganadores de ese concurso. No leen libro tras libro de manera aleatoria ni exploran la
enciclopedia, se toman el tiempo para pensar qué categorías podrían aparecer y luego las
estudian una por una (por ejemplo, cadenas montañosas, tragedias de Shakespeare y, mi
favorito personal, pociones potentes). Si usamos esta técnica, podemos pronosticar en
forma exitosa las categorías de preguntas que podrían hacerte y así serás capaz de
organizar de manera sistemática tu preparación para la entrevista en sí.
Tú
Tu carrera
Ya hemos hablado sobre tu currículum como una guía esencial para tu entrevista. Se te
harán muchas preguntas sobre la razón por la cual hiciste esto, cómo hiciste aquello, por
qué tomaste ese empleo y por qué renunciaste a ese otro. En el mismo sentido, un
entrevistador astuto notará que tu currículum solo destaca las opciones de carrera que
tomaste, pero quizá te pregunte sobre otros puestos que hayas tenido, otras rutas que no
seguiste, las oportunidades que perdiste y las decisiones que desearías volver a considerar.
Un buen entrevistador no solo querrá saber sobre tus antecedentes profesionales,
también deseará conocer a dónde consideras que se dirige tu carrera. Deberías esperar
preguntas sobre tus metas a tres, cinco y quizás hasta 10 años, y sobre el papel que tendría
ese empleo para promover tus planes profesionales en general.
Este puede ser un asunto espinoso. No quieres dar la impresión de que ya estás planeando
dejar el empleo que aún no consigues pero, por otro lado, sí quieres dejar la idea de que
esperas continuar avanzando en tu profesión. Intenta con unas cuantas respuestas que se
adecuen a lo que tú (no yo) responderías. Algunas cosas que sería conveniente incluir son:
qué esperas aprender del nuevo trabajo, las dudas sobre la posibilidad de progresar en la
organización, y las suposiciones de que aparezcan y se abran nuevas puertas conforme
tengas éxito en este nuevo empleo. Nadie puede ver el futuro ni se espera que seas
clarividente. Lo que sí necesitas comunicar es una sensación de propósito y dirección.
Este empleo
No acudiste a una entrevista a cualquier empleo; estás entrevistándote para este empleo.
¿Por qué deseas ese trabajo? Esa es una pregunta básica, pero más te vale tener una buena
respuesta para ella. Los historiadores señalan que esta pregunta específica, que hizo el
periodista Roger Mudd, hundió a Ted Kennedy en su búsqueda de la candidatura a la
presidencia de Estados Unidos. Quizá no aspires a un puesto político, pero supongo que el
trabajo para el que te están entrevistando significa más para tu carrera y tu familia que
cualquier persona por la que llegues a votar alguna vez. Una respuesta convincente a por
qué quieres este trabajo, es la que se quedará por siempre en la mente del entrevistador.
¿De qué te has enterado en cuanto a este trabajo? ¿Por qué hay una vacante? ¿Qué tipo
de personas tienen éxito en este empleo? ¿Quién estuvo antes en ese puesto? ¿Dónde está
ahora? ¿Es un puesto nuevo? ¿Qué nuevas oportunidades representa? Es posible que tu red
de contactos te haya dado parte de esta información, que otra parte la puedas haber
obtenido de la prensa de negocios y que, si estás buscando por medio de un headhunter,
esa persona te haya dado algunos datos al respecto. Por difícil que pueda ser, es necesario
que utilices todos tus recursos para obtener información previa a la entrevista en cuanto al
empleo que estás solicitando.
Esta compañía
Cuando acudes a una entrevista, es importante que demuestres interés no solo en el empleo,
también en la organización contratante. Este tipo de preparación le muestra al entrevistador
que eres una persona enterada, minuciosa y esforzada.
Existe gran cantidad de información acerca de cualquier organización. La clave es
concederte el tiempo suficiente para reunir los datos necesarios antes de la entrevista.
Puede llegar a ocurrir que te encuentres en la situación ocasional en la que, el día antes de
la entrevista, buscas con afán información para aumentar tu banco de datos. Intenta evitarlo
porque, en tu prisa, quizá pases por alto un trozo importante de información. Odio sonar
como tu mamá, pero haz tu tarea temprano y te quitarás un problema de encima, para que
puedas estudiar a tu gusto y no al final, en el último y estresante minuto.
Para esta etapa de tu búsqueda de empleo deberías estar muy familiarizado con las
fuentes de información de la compañía en tu biblioteca, en línea o por las redes sociales,
como el Dun and Bradstreet's Million Dollar Directory (Directorio del millón de dólares
de Dun & Brandstreet), Standard & Poor's Register (Registro de Standard & Poor) y
Ward's Business Directory of U. S. Private Companies (Directorio empresarial de Ward
de las compañías privadas de Estados Unidos.)4 Existen tantos directorios que incluso hay
un Directorio de directorios. Combina estas fuentes formales de información con lo que
encuentras en la prensa de negocios, en la Red y con lo que has descubierto mediante tus
redes de contactos, y podrás desarrollarte una buena imagen de la empresa con que tienes
la entrevista.
Estas son unas cuantas de las cosas que deberías conocer sobre tu nuevo empleador
potencial antes de acudir a una entrevista:
o Productos y servicios.
o Salud financiera.
o Estatus en su industria.
o Personal clave.
Ninguna organización existe en el vacío. Si vas a tener una entrevista para una organización
sin fines de lucro (SFL), necesitas comprender el efecto que tendrán las variaciones de la
economía en la recaudación de fondos en todo el universo de las organizaciones SFL. Si tu
entrevista es para un empleo con una compañía farmacéutica, necesitas ciertos antecedentes
sobre los fármacos huérfanos, el proceso de aprobación de la Secretaría de Salud, la
subvención de seguros médicos y la reforma del sistema de salud. A menos que tu
entrevista sea para uno de los puestos más altos de la empresa, no tienes que ser un experto
de la industria, pero sí debes estar capacitado para expresarte con inteligencia acerca del
estado de la industria, a dónde se dirige, las tendencias actuales, los líderes en la industria
y demás.
Tu bibliotecario del área de referencias puede ayudarte a descubrir parte de esta
información pero, de nuevo, he de destacar que no debes dejar esto para el último minuto.
Es posible encontrar buenas fuentes de información de la industria, pero no todas se pueden
consultar con facilidad. Por ejemplo, tal vez te tome cierto tiempo encontrar el programa de
presentaciones de una feria o convención reciente de la industria, o para rastrear a un
consultor líder de la industria con la finalidad de entablar contacto.
El título de esta sección suena casi gracioso, casi como Cómo beber agua o Cómo respirar
aire, porque, después de todo, has estado respondiendo preguntas toda tu vida, ¿no es
cierto? Pero como ocurre con todos los demás elementos asociados con la búsqueda de
empleo y el proceso de entrevista, quieres estar mejor informado y mejor preparado que tu
competencia. Hay gran diferencia entre una buena respuesta y una extraordinaria que
provoque el deseo de contratarte hoy mismo. Existe una enorme separación entre la
entrevista promedio y la entrevista fabulosa. Una parte esencial de este proceso es haber
meditado con precisión cómo quieres sortear la pregunta del entrevistador.
No eres una maquinita de dulces en las que el entrevistador mete una moneda y de
inmediato salta una respuesta. Si lo haces con demasiada rapidez, sonará como si
estuvieras programado en exceso o que no estás pensando realmente tus respuestas. (Por
supuesto, en la otra cara de la moneda, si contestas con demasiada lentitud, podría parecer
que estás en la luna.) Quizá tengas una estupenda respuesta preparada y lista para servirse,
pero tómate un momento para comprender hacia dónde se dirige el entrevistador. Después
ya veremos las preguntas estúpidas, pero al buscar la fundamentación detrás de un
cuestionamiento, a veces te puede ayudar a generar una respuesta más fuerte.
3. Nunca dejes que pongan palabras negativas en tu boca
El uso de palabras negativas te hace parecer negativo; usar palabras positivas te hace sonar
muy bien. Esa es una técnica que han conocido desde largo tiempo los políticos: mantente
positivo. Tu último trabajo no era el nido de víboras que dijeron en la prensa; estaba lleno
de desafíos que me ayudaron a lidiar en forma productiva con el conflicto. Tu último jefe
no fue un hijo de p. desgraciado; era demandante, pero con un estilo muy diferente del
mío. Esto nos lleva al siguiente punto.
4. Siempre di la verdad
Por supuesto, esa es la conducta moral, pero también la verdad siempre es la mejor
respuesta, porque se ve y suena como tal.
Pregunta rápida: ¿cuál es lo contrario de la insinceridad? La mayoría de la gente diría
que la sinceridad, pero estarían equivocados. Una mirada rápida a la figura 5.2 (Guía del
doctor Paul Powers para la sinceridad y la supervivencia) que se presenta en la siguiente
página, demuestra que el total contrario de la insinceridad es la sinceridad brutal: sin
sentido común y sin compasión. En general, la gente que ha logrado permanecer casada
durante un tiempo ha descubierto esto mismo. Considera la siguiente pregunta: ¿Cómo
estuvo la cena?
¿Cuál es la mejor respuesta?
a) "¡No se lo daría de comer ni al perro?"
o
b) "Fue agradable, pero no se puede comparar con tu famoso pollo al marsala."
Como es obvio, la respuesta es b. Quizá suene un poco engañosa, pero en realidad no
has sido insincero; respondiste con sensibilidad hacia los sentimientos de la otra persona
(por no mencionar que con cierto sentido común).
Mantenerse en lo positivo, mientras se sigue siendo veraz, implicará que deberás
expresar con cuidado algunas de tus respuestas. Los reclutadores inteligentes sabrán que lo
estás haciendo, quizá intenten explorar un poco más el asunto y respetarán tu destreza para
mantenerte positivo. Recuerda que todo posible empleador se ve a sí mismo en tu
exempleador potencial y aumentarás su grado de comodidad contigo al demostrar tacto y
profesionalismo.
5. Un minuto o dos son suficientes
No persistas en hablar por horas. Ese es un gran error que mucha gente comete cuando
responde una de esas preguntas abiertas como: Cuénteme acerca de usted. Si el
entrevistador quiere entrar en mayor detalle, te hará otra pregunta.
Intenta este experimento: mientras charlas con un amigo, deja de hablar de manera súbita,
quédate en silencio por cuatro o cinco segundos (verifica tu reloj para hacerlo con
precisión) y luego prosigue con tu plática. Es posible que tu amigo pregunte si te quedaste
dormido o si tuviste un infarto o algo por el estilo. Lo que demuestra este pequeño
experimento es cuán notorio se vuelve incluso el silencio más breve.
Cuando estás bajo cierta cantidad de estrés, este pequeño lapso quizá parezca
exagerado. En consecuencia, los breves segundos que te toma formular una respuesta o el
tiempo que requiere el entrevistador para hacer su siguiente pregunta pueden parecer
demasiado largos. No le concedas gran cantidad de significado ni te preocupes por ello: es
normal.
Desde hace mucho tiempo, los psicoterapeutas han entendido el poder del silencio
para lograr que alguien diga lo que está pensando. Algunos entrevistadores utilizarán esta
técnica contigo. Pero no necesitas llenar cada segundo que tengas al aire. No muevas con
intranquilidad el cuerpo ni empieces a acomodarte la ropa.
Si respondiste plenamente la última pregunta, quédate sentado y tranquilo, respirando
de manera relajada y profunda, esperando la siguiente pregunta. Si te topaste con el temido
entrevistador idiota que piensa que puede estresarte con solo mirarte con detenimiento,
regresa con tranquilidad su mirada con una actitud anticipatoria y receptiva.
Es posible que otros entrevistadores solo estén esforzándose por encontrar otra buena
pregunta que hacerte. Como discutimos antes, muchos no tienen una capacitación nada
adecuada e intentan tener gran cuidado de no dar apariencia de tontos o decir algo estúpido
o preguntar algo que podría ser ilegal. De hecho, muchos entrevistadores odian tener que
entrevistar y se sienten más incómodos que la persona entrevistada. Si consideras esa
situación (luego de 15 minutos más o menos), comenta que tú tienes algunas preguntas que
quisieras hacer y te gustaría saber si sería apropiado hacerlas en ese momento. Si tu
entrevistador tiene dificultades, tu oferta le llegará como mandada del cielo.
Pide y se te dará
Proporcionar datos
Quieres que tu entrevistador te evalúe en forma positiva. Quieres que sepa que has hecho la
tarea y estás muy interesado en el puesto y en la organización. Las preguntas que te ayudan
a lograr estas metas deberían basarse en la investigación que ya has hecho. Algunos
ejemplos son:
o "En su informe anual leí que esta empresa se está expandiendo con rapidez hacia
Canadá. Mi francés es apenas adecuado, pero me interesa adquirir mayor fluidez.
¿Su departamento de capacitación ofrece cursos en esa área?" Esta pregunta
demuestra tres cosas: 1) has procurado obtener información sobre la compañía; 2)
tienes algunas herramientas que pueden resultar útiles en un área de crecimiento
de la compañía y, 3) estás interesado en seguir desarrollando tus habilidades.
o "Recuerdo que el año pasado leí en los diarios que el Hospital de San Vicente
se fusionó con otros dos hospitales, uno más grande y el otro más pequeño. Hace
unos años nos pasó algo parecido en el Hospital de la Misericordia. Tengo la
curiosidad de saber cómo lo manejó el personal; ¿su cultura cambió de manera
importante?" Esta pregunta demuestra tres cosas: 1) estás enterado del hospital y
de la industria, 2) tienes cierta experiencia que es pertinente para lo que está
ocurriendo con este hospital y, 3) estás interesado en las conclusiones y
observaciones del entrevistador.
Obtener datos
Si tienes la fortuna de conseguir una oferta de trabajo, ¿qué otras cosas necesitas saber de
la organización antes de aceptarlo? Permite que este tema te ayude a formular algunas otras
preguntas útiles que puedes hacer. Después hablaremos del dinero, pero aparte de las
consideraciones financieras, quieres la confianza de que serías capaz de lograr el éxito en
ese empleo, ¿no es cierto? Así que utiliza esta oportunidad dorada para aclarar tantos
asuntos como sea posible. Algunos ejemplos son:
o "¿Puede mostrarme su organigrama? Porque estamos hablando de un trabajo de
supervisión en gestión de pedidos y me interesa ver cómo se estructura la relación
entre ventas y servicio al cliente". Otras preguntas que podrías hacer son:
"¿Quiénes son los gerentes de esos grupos? ¿Cuál es su interacción? ¿Cómo se
llevan?". Estas preguntas muestran que ya te estás identificando con las metas de
tu área potencial de empleo y tienes destreza suficiente como para pronosticar
fricciones entre ciertos grupos, y que lo más probable es que trabajes de manera
proactiva para resolverlas desde el principio de tu gestión.
Una niña que caminaba por una calle en Nueva York detiene a un sabio anciano y le
pregunta: "Perdone señor, ¿cómo se llega a Carnegie Hall?". El anciano piensa un segundo
y responde: "Practicando, practicando y practicando".
Existe un número determinado de veces en tu carrera en las que buscarás de manera
activa un empleo. Un proceso en el que participas muy de vez en cuando a lo largo de un
periodo de un par de décadas no es algo en lo que desarrollarás en automático mucho
dominio. Añade a esto el número relativamente bajo de entrevistas fiables que tendrás
durante cualquier búsqueda activa de empleo. Con lo que terminamos es con una tarea
bastante infrecuente e irregular en la que quieres tener el máximo desempeño. Esta es una
expectativa muy poco realista, a menos que tengas mucha práctica estructurada.
Algunos buscadores de empleo practican sus habilidades durante las primeras
entrevistas. Por desgracia, a menudo ocurre con las organizaciones con las que más desean
trabajar. Esto conduce a que los buscadores de empleo usen esas habilidades esenciales a
su menor nivel de eficiencia con sus objetivos más importantes de empleo. Esa es una mala
estrategia y una mala táctica.
Antes de siquiera entrar a tu primera entrevista real de trabajo, quiero que hayas
pasado un mínimo de cuatro a seis horas practicando tus habilidades de entrevista. Algunos
buscadores de empleo me han dicho que esto es excesivo. ¡Qué tontería! Tus habilidades de
entrevista deben estar a su máximo nivel desde el principio. El primer puesto para el que te
entrevistes durante esta campaña podría ser el mejor que encuentres durante toda tu
búsqueda de empleo. Quizás esto te parezca mucho muy afortunado, pero la buena suerte le
sucede a quien está bien preparado.
Práctica en solitario
La primera práctica de tus habilidades de entrevista deberías hacerla solo. Ocupa todo el
tiempo que necesites en las Herramientas #7 y #8 del Estuche de herramientas ("Preguntas
de uso frecuente en entrevistas" y "Preparación de preguntas estupendas para tu
entrevista"). Recopila una lista de preguntas que te serían más difíciles de responder. Con
esta lista enfrente, hazte cada una en voz alta. Sí, cada pregunta y, sí, en voz alta. Luego
respóndela en voz alta. ¿Cómo suena? ¿Dónde está la parte frágil? ¿Qué se puede mejorar?
¿La respuesta demuestra algo de tus características personales, de tus conocimientos y de tu
experiencia? Respóndela de nuevo, una y otra vez, hasta que suene sólida, creíble y
positiva.
Cuando sientas que tienes una buena respuesta, anota el número de la pregunta en un
cuaderno con espiral y junto a ella escribe unas cuantas palabras o frases que te recuerden
la respuesta. (Según el tiempo lo permita, a la larga resuelve las 107 preguntas.) No
escribas todo el texto de tu respuesta, ya que revisarás después estas notas y no quieres
arriesgarte a memorizar oraciones completas que te hagan sonar como grabadora. Resolver
toda la lista te llevará una buena cantidad de tiempo, así que empieza ahora. Sin embargo,
muchos buscadores de empleo quieren saltarse este paso, pero quiero enfatizar y que
comprendas claramente que conseguir un trabajo que te encante durante meses y años de tu
vida, bien vale la pena para que inviertas unas cuantas horas de esfuerzo en este momento.
Entrevistas de práctica
Hazlo ahora. Este es el momento en que debes empezar a preparar tus referencias. Aunque
no estés seguro de cuándo va a iniciar tu siguiente búsqueda de empleo, empieza por
preparar tus referencias ahora mismo. Debes pensar en las referencias laborales como la
valiosísima herramienta que son. Necesitas sacarlas e inspeccionarlas de vez en cuando,
para asegurarte de que estén en perfecto orden para el momento en que vuelvas a
requerirlas. Si necesitan pulirse o actualizarse, ahora es el momento de hacerlo. Y si estás
buscando empleo en este momento, no tienes un solo minuto que perder.
Necesitas empezar a preparar tu lista de referencias ahora, de antemano, antes de que
te sean solicitadas. A menos que seas campeón de Jeopardy!, es casi seguro que no estarás
en tu mejor momento, cuando intentes con desesperación recuperar datos importantes de tu
cabeza, bajo circunstancias de extrema tensión. Prepararlas de manera adecuada lleva
cierto tiempo y una vez que te las pidan, el reloj empieza a marchar. Necesitas tiempo para
pensar a quién quieres de referencia. Es posible que tengas que localizar a la persona si la
conociste hace uno o dos trabajos. Después necesitas tiempo para ponerte en contacto con
ella, para que te devuelvan la llamada por teléfono o te envíen un correo electrónico de
regreso y, por último, necesitas tiempo para citarte con ella, de preferencia, cara a cara.
Ah, y multiplica esa cantidad de tiempo por el número de referencias que necesitas
preparar. Te sugiero tener un mínimo de cuatro. Dada esta realidad, no empieces ahora
mismo; empieza ayer.
Existe una segunda y muy importante razón por la que deberías empezar a preparar tus
referencias muy al principio de tu búsqueda de empleo. A menos que seas masoquista,
usarás como referencia a quienes tengan cosas buenas que decir acerca de ti. Y debido a
que estas personas ya piensan bien de ti (y pronto les recordarás con exactitud qué tan
bien), ¿por qué no pedirles ayuda cuando inicies tu búsqueda de empleo? Estas personas
forman una parte única de tu red de contactos. Aprovecha sus conocimientos de la manera
en que harías con cualquier otro contacto en tu red. Pregúntales qué fuentes de vacantes
publicadas conocen; de qué recursos en línea o sitios web profesionales saben. ¿Conocen o
tienen acceso a alguna biblioteca de referencias buena? ¿Tienen contactos en recursos
humanos o pueden recomendarte sin rodeos a un reclutador de empleos? ¿Tienen
conocimiento de posibilidades laborales potenciales o saben de algún otro recurso creativo
para buscar empleo? ¿Te pueden poner en contacto con otras personas para ayudarte a
expandir tu red de contactos? Y, por supuesto, ¿estarían dispuestos a que alguien se
comunique con ellos para recomendarte?
¿Todos los gerentes de contratación profesionales y concienzudos deberían verificar
las referencias? Por supuesto. ¿Todos los candidatos profesionales y razonables deberían
contar con un conjunto de referencias muy bien preparado? Desde luego. Si tu entrevistador
no te pide una lista de referencias, ¿deberías ofrecérsela? Por supuesto que no. Vuelve a
echar una mirada rápida a la figura 3.1 en el capítulo 3. Es solo para recordarte que
verificar referencias es apenas un paso más entre la oferta de empleo y tú. Solo porque
tienes un conjunto fabuloso de referencias ya preparado y listo para su entrega, no significa
que debas utilizarlo. La respuesta a la pregunta, ¿Cuándo entrego mi lista de referencias?
es: solo cuando exista un poderoso deseo mutuo para avanzar y cuando te la pidan.
Si no vas a tratar de obtener el puesto en cuestión de forma activa, no ofrezcas tus
referencias. ¿Por qué molestar a estas personas dispuestas a hacer un esfuerzo especial por
ti, si en realidad no necesitas su ayuda? Tus referencias son recursos valiosos, de modo que
tenlas en reserva para cuando en verdad las necesites. Y, en cuanto al punto final, si una
organización quiere contratarte sin hacer que tú y tus referencias, tengan que atravesar por
otra etapa en este largo y tedioso proceso, así sea. Por el amor de Dios, no les recuerdes
que existe otro obstáculo potencial que debes superar; ese es problema de ellos, no tuyo.
Las personas que utilices como referencias dependerán, hasta cierto grado, del tipo de
trabajo que estás buscando. La referencia que con más frecuencia se pide es la de tu jefe
más reciente. Si estás empleado en este momento y tu superior jerárquico no sabe que estás
a punto de renunciar, esto representa cierto problema. Mi recomendación es que ofrezcas
los datos de tu jefe previo. Si el entrevistador de todos modos quiere hablar con tu jefe
actual, recuerda que el doctor Paul Powers ya te indicó que no estás bajo la obligación de
cometer suicidio profesional, pero sí hay maneras de sortear este problema.
Tal vez pertenezcas a esa minoría afortunada cuyo jefe quiere que triunfe en su
trayectoria profesional y se da cuenta de que, en ocasiones, para que ello suceda, la gente
necesita seguir su camino. Si puedes confiar en que tu jefe no te castigará por buscar un
nuevo empleo, lo sabrás justo al momento de leer estas palabras. En realidad eres una
persona afortunada. Habla con sinceridad con tu jefe y prepáralo como harías con cualquier
otra referencia. Si no estás del todo seguro de esto, no te arriesgues. Dile a tu entrevistador
que con todo gusto le darás la lista de tus referencias, incluyendo una de tu jefe actual, con
el entendido de que las referencias provenientes de tu organización actual se verificarán
solo después de que tengas una oferta por escrito en la mano, una fecha de inicio ya
acordada y la oportunidad de darle aviso adecuado de tu renuncia a tu empleador actual. Si
tu empleador potencial no está dispuesto a tratarte de manera profesional y respetuosa, ni
valora tu deseo de proseguir con tu trayectoria profesional de manera educada y civilizada
evitando dejar plantado a tu empleador presente, ¿qué crees que eso te indique? Por las
evidencias, quizá no sea un lugar tan bueno donde trabajar. Después de todo el esfuerzo que
invertiste para encontrar a este empleador en particular, es una verdadera lástima enterarte
de algo así, pero más vale saberlo antes que después.
Deberías tener a dos (y de preferencia a tres) jefes anteriores preparados para servirte
de referencia. Si has supervisado o administrado a otras personas, también habrías de
incluir un par de subordinados clave en tu lista de referencias. Si tienes o tuviste la
responsabilidad de gestionar relaciones fuera de la organización que te empleó (p. ej.,
vendedores, proveedores, contratistas, consultores y voluntarios), también deberías incluir
algunos de ellos. No utilices a personas como algún religioso de la fe que profesas, tu
contador, tu mejor amigo o tu vecino. Estas son referencias personales, más adecuadas para
alguna solicitud de tarjeta de crédito, renta de inmueble o hipoteca.
o ¿Cuánto ganaba?
o ¿Cuáles son sus fortalezas y debilidades? ¿Me puede describir una situación en
que las haya observado?
o ¿Puede darme algún ejemplo de alguna ocasión en que aprendió algo de algún
error que cometió?
o ¿Cree que este empleo corresponda con sus planes profesionales a largo plazo?
¿Por qué sí o por qué no?
o ¿Se le ocurre algo más que me pudiera dar una mejor imagen de quién es?
o ¿Me puede proporcionar el nombre de alguien más con quien pudiera hablar
respecto a él/ella?
Como en el caso de cualquier otra cosa relacionada con la búsqueda de empleo, estos son
algunos de los problemas potenciales con que podrías toparte durante el proceso de las
referencias. No te preocupes, siempre hay maneras al lidiar con todas ellos. Lo importante
es no entrar en pánico —mantente sereno— y tratar de sortearlos.
La política de no referencias
Algunas organizaciones tienen una política de "no referencias". Es posible que solo estén
dispuestas a proporcionar fechas de empleo, el puesto ocupado y el salario que ganabas. Si
te topas con esto, puedes preguntarle a tu contacto si estaría dispuesto a darte una
referencia personal. (Si no quiere hacerlo, no lo hará. No puedes hacer nada. Simplemente
busca a alguien más.) De todos modos, debido a que les estás pidiendo el favor a personas
que ya piensan bien de ti, la mayoría de ellas estará dispuesta a hacerlo. Asegúrate de
volver a verificar cuáles son sus preferencias en cuanto al lugar y método con que desean
se comuniquen con ellas.
Es pertinente que le informes a tu entrevistador que este empleador particular tiene una
política de "no referencias" y le has pedido una referencia personal. La mayoría de los
gerentes contratantes se han topado con esto antes y saben cómo manejarse con cautela en
esta área, ya que si insisten con demasiada brusquedad, obtendrán poca o ninguna
información.
La referencia negativa
Existen dos tipos de referencia negativa. Una se refiere al maldito traicionero al que
preparaste, que te indicó que diría cosas fantásticas acerca de ti y después te destroza a tus
espaldas. Si te tomaste el tiempo para preparar a tus contactos, es poco probable que esto
te suceda porque, por lo general, puedes ver en sus ojos si son francos contigo. Esto ilustra
el punto de que aunque lo hayas preparado, es posible que de todos modos no quieras
usarlo. Dependerá de ti determinar si, de hecho, la persona te servirá como buena
referencia. Pero habrá la situación ocasional en que alguien te tome el pelo. Solo te
enterarás de esto si el entrevistador comparte tal información contigo. Desde luego, nunca
más utilizarás a esa persona como referencia, pero por el momento necesitas dar algún tipo
de respuesta.
Sugiero expreses tu genuina sorpresa y te comportes a la altura de tus principios.
Podrías decir algo como, "Espero que el hecho de que esta persona haya podido decirme
cosas fabulosas a la cara, para después decir cosas negativas a mis espaldas diga más
acerca de él/ella que de mí. En todo caso, con gusto le puedo dar la información de
contacto de otra persona que comente acerca de mi desempeño en ese empleo para que
usted tenga otro punto de vista". Y después, ofrece el nombre de alguien más. (Esta es otra
razón por la que debes tener suficientes referencias listas.) Se vuelve una situación de
control de daños, pero es lo mejor que puedes hacer. Olvídate de ese perdedor; la vida y el
karma tienen muchas maneras de equilibrar la balanza de la justicia. Recuerda, el tiempo no
solo sana toda herida, también hiere a todos los sanos.
El otro tipo de referencia negativa es alguien (como un jefe anterior) que tal vez no sea
uno de tus más fieles admiradores, cuyo nombre desde luego no proporcionaste, pero es
bien conocido y con quien quizá se comuniquen hayas dado su nombre o no. Incluso existe
la posibilidad de que te haya corrido. Aun si este es el caso, quiero que hagas el esfuerzo
de prepararlo como referencia. Es posible que el tiempo haya cambiado su opinión
respecto a ti. Por lo menos, pídele que dé una imagen equilibrada de tus contribuciones en
caso de que se comuniquen con él. Obvio, no ofrezcas a esta persona como referencia de
primera instancia, si puedes evítalo; si te ves obligado a hacerlo, siempre emparéjalo con
otra referencia con conocimiento de la situación y que pueda ofrecer un punto de vista más
positivo.
Desaparecido en combate
"No puedo encontrar a mi jefe anterior", "No me acuerdo del nombre del vicepresidente",
"Trabajé ahí hace más de cinco años, ¿a quién podría interesarle ahora?", "A esa compañía
la han comprado y vendido dos veces desde que trabajé ahí; no queda nadie que pudiera
recordarme". Oigo esto con gran frecuencia. Trato de prestar mi apoyo pero, en realidad, lo
único que me gustaría decir es, "Jamás debiste haber perdido esa referencia en primer
lugar. Lo único que has logrado es hacerte las cosas más difíciles. ¡Ahora, ponte a trabajar
y encuéntralos!".
Estas son tus referencias, invertiste mucho tiempo y esfuerzo para tenerlas y te las has
ganado. Son un recurso invaluable para las entrevistas y en este momento, no tengo tiempo
para regañarte por no haberlas conservado como debiste hacerlo. Tienes que poner manos a
la obra para encontrarlas lo antes posible. Utiliza tus demás contactos, colegas anteriores,
libretas de teléfono, viejos directorios giratorios, asociaciones profesionales, grupos
gremiales, organizaciones de exalumnos y, por supuesto, la web y tus sitios de redes
sociales. Una vez que hayas reconfigurado tu lista, jamás permitas que se vuelva obsoleta
otra vez. Piensa en buenas excusas (Navidad, cumpleaños, Día Internacional del Adulto
Mayor) para mantenerte en contacto. Necesitarás tus referencias laborales siempre que
sigas vigente en el mundo del trabajo, de modo que concédeles el tiempo y energía que
merecen.
Cierra el círculo
Tengo tres consejos más que darte en cuanto a tus referencias laborales.
Cartas de recomendación
Autorizaciones de seguridad
Parecería que nos estamos alejando mucho de lo que se relaciona con las referencias
laborales, pero no es así. Muchas organizaciones que buscan contratar a un ejecutivo
gerencial, llevarán a cabo investigaciones de crédito, además de verificar referencias
laborales, para averiguar cómo es que la persona maneja sus propios asuntos financieros.
En ciertos países puedes verificar tu historial crediticio de manera gratuita, una vez al año,
con las principales agencias de crédito.1 Incluso si este no es el caso en el lugar en que
vives, la prudencia fiscal en esta era de robo de identidad, sugiere que lo deberías hacer de
todos modos.
O O O
Hay muchas ideas equivocadas acerca de las ventas profesionales. Una de ellas asume que
la venta es una lucha de voluntades en la que el vendedor habla y habla hasta agotar al
comprador resistente y, al final, ambos se derrumban extenuados sobre el trato que
alcanzaron. Nada más lejano de la verdad. Cualquier venta profesional de bienes o
servicios debería ser un encuentro de dos mentes, una reunión en que el vendedor se entera
de las necesidades y deseos del comprador, mientras el comprador se informa de la manera
en que el producto o servicio que le ofrece aquél, puede ayudarle a cubrir sus necesidades
o deseos. Si el vendedor no escucha activamente las necesidades del comprador potencial,
no venderá nada. Tampoco lo hará si se dedica a la prédica ("Mi producto es maravilloso")
en vez de la enseñanza ("Esta es la razón por la que es fabuloso"). Estos dos elementos
refuerzan por qué una entrevista eficaz de trabajo debe ser un intercambio de ideas y no un
infomercial unidireccional.
Otro mito de las ventas es que solo hay un tipo exitoso de personalidad para esta
labor. La imagen estereotípica del vendedor sobresaliente es un individuo extravertido que
viste muy bien y habla muy rápido. Aunque ciertos tipos de personalidad tienen más
facilidad para aprender las técnicas profesionales de ventas, muchos son muy buenos
vendedores introvertidos discretos e informales. (Aquí vienen a mi mente Warren Buffet, el
notable inversionista, y Bill Gates, quien construyó la empresa de software más grande del
mundo.) Pero sin importar tu tipo de personalidad, puedes aprender y usar con facilidad las
supertécnicas de ventas y obtener gran beneficio de ellas.
El último mito de ventas que trataré aquí es cómo algunas cosas se venden por sí
mismas. Todo producto o servicio debe describirse en forma plena y atractiva al
comprador potencial, de modo que demuestre cómo satisface sus necesidades y deseos. No
podrías vender barras de chocolate cubiertas de oro en 10 centavos, a menos que sepas
encajar sus características deseables en las necesidades y deseos del cliente, y luego (por
favor, que suene un redoble de tambor) cómo ayudar a tu comprador a superar cualquier
objeción que pueda tener, ya sea lógica o ilógica, para que cierren el trato.
¿Qué es un cierre?
El cierre preliminar implica emitir una pregunta para perfilar una idea de qué tan listo está
tu comprador para tomar una decisión. Después de que has respondido una pregunta sobre
algún aspecto de tus antecedentes en estrecha relación con el empleo para el que te
entrevistan, un cierre preliminar eficaz podría ser: "doctora Waggle, estoy encantado de que
me haya preguntado sobre mi experiencia con el entrenamiento de perros. Mientras pensaba
en esta entrevista, esperaba que estuviera de acuerdo en que sería de gran beneficio para
alguien que trabaje en su clínica veterinaria". Nota que esta es una de esas "preguntas que
no son pregunta". No la estás forzando a responder, pero si lo hace, existen tres resultados
potenciales:
1. La doctora Waggle concuerda contigo y te dice que está lista para contratarte. Esa es
la mejor noticia. Puedes dejar de vender y empezar a resolver los detalles.
2. Concuerda contigo y te hace otra pregunta. Esta también es una buena noticia,
porque ha coincidido con uno de tus factores de venta y ahora procede a descubrir más.
3. No concuerda contigo. Sin embargo, tu manera de manejar esta discrepancia —esta
objeción— sigue teniendo el potencial de proporcionarte una oportunidad de venta.
Hay tres respuestas para esta pregunta. El cierre preliminar en la entrevista con la doctora
Waggle en el ejemplo de la Clínica Veterinaria de Springfield demuestra un antiguo axioma
de ventas que puedes recordar con las letras A-B-C, de la frase en inglés Always Be
Closing (Siempre enfócate en cerrar). En las entrevistas de trabajo, esto funciona solo tras
establecer cierto grado de interés mutuo. Si tu acercamiento es demasiado intenso o muy
anticipado, no funcionará. Pero una vez que hayas entrado bastante en materia, y si tienes la
fuerte sensación de que la situación va bien, podrías elaborar una de esas "preguntas que no
son pregunta" y observa cómo te va en realidad.
El momento tradicional para intentar un cierre preliminar en la entrevista de empleo se
demuestra en el ejemplo de AdVentures. Utilizarlo cerca del final de la entrevista le da un
aspecto más natural, pero involucra cierto riesgo. Es posible que tu entrevistador indique
más de una objeción. Esto no anula el trato, pero si solo tienes otros cinco o diez minutos
en la entrevista, quizá no tengas tiempo para abordarlas todas. La razón por la que en
general es buena estrategia tratar de introducir un cierre preliminar sutil, es cuando estimas
que te resta al menos 25% del tiempo de entrevista.
En mi práctica de consultoría he tenido oportunidad de trabajar con un buen número de
vendedores muy exitosos. Varios de ellos me han dicho que no existe mejor momento para
intentar el cierre de la venta. Lo que sugieren es que siempre se debe estar atento a una
señal de compra. Cada vez que ven o escuchan una señal de compra, utilizarán un cierre
preliminar para solidificar el progreso que han logrado hasta el momento y observan si el
comprador potencial ha tomado su decisión.
Señales de compra
o "Me encanta esa historia. Esas cosas suceden aquí todo el tiempo"
o "Me parece lógico por el lado del proveedor, pero dime cómo funcionaría para
el usuario"
Detectaste una o dos señales de compra, intentaste con un cierre preliminar y (¡sorpresa!)
encontraste una objeción. Recuerda que esto es bueno. Tu entrevistador tuvo una objeción y
lograste revelarla. Esa era tu meta. No te pongas a la defensiva, porque si lo haces no
podrás entender el concepto que intenta transmitir tu entrevistador. Y si no lo entiendes, no
podrás lidiar con él de manera eficiente.
En este sentido, algo que resulta útil de entender es cómo se compilaron en un
principio las especificaciones o la descripción del puesto. Los profesionales de recursos
humanos me han contado que muy pocas descripciones de puesto son verdaderas obras de
arte. Aunque algunas quizá describan con precisión el puesto vacante, otras podrían ser
solo una lista de deberes de la persona anterior en ese cargo.
Es posible que se trate de la lista de deseos de un supervisor donde se describe a
alguien que es casi una superpersona o tal vez sea una lista mínima de datos esenciales,
adecuada para publicar un anuncio de empleo. Será bastante difícil obtener un candidato
ajustado con exactitud a la especificación de puesto que, en sí misma, está lejos de ser
precisa. Algunos candidatos tendrán mayores fortalezas en un área que en otra. Otros
traerán consigo habilidades atractivas y muy necesarias que ni siquiera aparecen en la
descripción. En pocas palabras, una de las razones por las que no eres el candidato
perfecto para un trabajo específico, es porque tal vez no existe candidato perfecto para un
puesto particular.
Otro elemento importante a recordar es que el propósito de la entrevista es obtener una
oferta de empleo, no ganar un trofeo de debate. Una objeción es un desvío, no un obstáculo.
No necesitas cambiar la opinión del entrevistador en cada concepto particular; de igual
manera, tampoco necesitas arreglar todos los baches a tu paso en una calle. El entrevistador
es un ser humano cuyas objeciones merecen tanto respeto como las tuyas. Tratar con
diligencia su objeción transmite tu profesionalismo y objetividad.
La objeción que descubriste no quiere decir que perderás el trabajo. De hecho, es
posible que el modo en que la manejes logre que lo obtengas.
Cómo eliminar o abordar una objeción
El incompetente
Descubrirás que algunos entrevistadores están, por desgracia, muy mal preparados para ti.
Al principio creerás que esta es una buena noticia, pero en realidad no lo es. Quieres que
el entrevistador tenga dominio de lo que busca, para enfocar tus respuestas en consonancia.
Existen por ahí entrevistadores insensatos (que obviamente no tienen a qué dedicarse)
quienes entrevistan a una cadena de personas hasta que se les ocurre quién sería capaz de
resolver el trabajo en cuestión.
Utilizar un cierre preliminar para revelar objeciones potenciales con este tipo de
individuos es casi imposible, porque carecen de una imagen clara de qué están buscando.
Por ende, les resulta imposible ver en qué sentidos cubrirías sus necesidades y en cuáles
no. Es triste, pero este no es el único tipo de resistencia que encontrarás.
Algunos entrevistadores poco entrenados temen que la entrevista se les vaya de las manos.
No permiten que hagas una pregunta ni cierre preliminar, aunque en ello te vaya la vida.
Puedes reconocer a esta persona porque tendrá un programa de entrevista, que en general
incluirá 25 preguntas más o menos. El plan es que tú respondas, en cerca de dos minutos
por pregunta, lo cual llevará 50 minutos e intentará dejar como 10 minutos al final para
responder cualquier pregunta que puedas tener.
Esto no es tan malo como parecería. Cuando menos sabe qué quiere conocer de ti. A
veces, luego de establecer una buena relación agradable (es decir, cuando se sienta cómodo
y en control), podrás elaborar una pregunta. La primera debería ser sobre algo específico a
saber sobre la tarea potencial o la organización. Luego permite que te haga unas cuantas
preguntas adicionales para situarlo de nuevo en el asiento del conductor. Solo entonces
intenta con tu cierre preliminar.
El entrevistador seleccionador
Es posible que tu primera entrevista se lleve a cabo por teléfono o en persona con alguien
de recursos humanos, una agencia de empleo u otra persona ajena al área a la que aspiras
ingresar. Estos individuos recibieron el encargo de seleccionar solicitantes para determinar
una lista preliminar de candidatos potenciales. Lo típico es que no sea el gerente quien hace
la contratación (que es con quien esperas trabajar).
No tienen la posición apropiada ni el poder para contratarte, pero determinarán si
continuarás con el proceso de contratación. Así que incluso con los entrevistadores
seleccionadores, es prudente utilizar un cierre preliminar para asegurarte de que no haya
objeciones para tu candidatura en este punto.
Tú
Ahora que ya sabes en qué consiste un cierre preliminar, cómo revelar las principales
objeciones y cómo abordarlas o eliminarlas, llegó el momento de hacer el cierre en sí. En
la capacitación profesional de ventas se conoce como hacer la gran pregunta: pedir la
venta. Las entrevistas de trabajo no son como vender productos o servicios profesionales;
en las ventas tradicionales, pedirías la venta diciendo algo como: "Entonces, señorita
Ethier, ya hablamos de las características y también sobre su presupuesto y sus necesidades
de entrega, en ambos casos podemos adaptarnos a ello. ¿Podríamos firmar un convenio
para este sistema hoy por la tarde?". Le recuerdas al comprador qué discutieron y cómo
puedes resolver sus objeciones, y pediste la venta.
Ahora el comprador debe responder sí o presentar otra objeción, que harás tu mejor
esfuerzo por manejar. Luego intentas cerrar otra vez la venta. Quizá surja otra objeción. De
nuevo haces tu mejor esfuerzo por eliminarla o abordarla, y procedes otra vez al cierre.
Esto casi podría parecer autoflagelación, pero algunos capacitadores de ventas sugieren
que quizá se requieran cinco, seis o hasta siete intentos para cerrar una venta antes de que
el vendedor obtenga un sí o no definitivo.
Cualquier vendedor experimentado te dirá que esta es la parte más difícil del proceso
de venta. Muchos vendedores hablan hasta el cansancio sobre aquello que venden, pero
nunca logran llegar a la parte donde hacen la gran pregunta. Por esa razón escucharás con
frecuencia que los gerentes de ventas dicen que hay muchos vendedores, pero pocos
cerradores buenos. Con mi asesoría, puedes convertirte en ambos.
Como pocas decisiones de contratación se toman de inmediato al terminar la
entrevista, no te funcionaría muy bien decir algo como "¿No soy fabuloso? ¿Puedo
comenzar mañana?". Necesitas ser más sutil. Pero incluso la sutileza apropiada te acercará
más a la oferta de trabajo, que al candidato cuya entrevista termine con un gimoteo
("Gracias señor Burns. Espero que me llame pronto"), en lugar de hacerlo con un cierre
bueno y firme.
Diles que lo quieres
Una de las maneras más fuertes posibles para cerrar una entrevista es decirle al
entrevistador que quieres el trabajo. Óyeme, esa es la razón para que hayas ido a la
entrevista, ¿no crees? Algunas personas me han discutido esta afirmación. Dicen que están
ahí para ver si es el sitio adecuado, si la paga es justa, si existen oportunidades de
crecimiento. Estas personas tienen dos nombres: candidatos de respaldo y segundos
lugares. Mientras se embarcan en este viaje intelectual de descubrimiento, llegará algún
otro candidato al empleo, hará una fuerte presentación, revelará las objeciones potenciales
y lidiará con ellas, se enfocará en cerrar el trato y obtendrá la oferta. Luego esa persona
evaluará si el empleo es adecuado y cuál es la compensación así como la oportunidad de
crecimiento. En otras palabras, no puedes decidir si ingresarás o no a la organización hasta
que te hagan una oferta de empleo y esa —la oferta— es el objetivo de la entrevista.
Veamos un par de ejemplos de cómo podrías hacerlo. Regresemos al caso de la
Clínica Veterinaria de Springfield, donde podrías utilizar algo como lo siguiente: "Doctora
Waggle, este es justo el tipo de empleo que estoy buscando. Tengo antecedentes en el
trabajo con animales y soy bueno en eso. Estoy muy interesado en aprender más sobre esta
área y mis hábitos laborales me hacen trabajar bien en equipo y ser buen empleado. Cuando
tome su decisión, espero decida contratarme". ¡Uf! ¿Cómo podría resistirse? Podría decir
que tiene que entrevistar a otras personas (lo cual a menudo es cierto), que no tomará su
decisión hasta la siguiente semana o algo por el estilo. En ese momento, continúa optimista,
agradécele su tiempo y reitera que esperas recibir una llamada de su parte con una noticia
positiva.
Para otro enfoque que toma en cuenta una posible objeción, regresemos al ejemplo de
AdVentures. (Recordarás que el señor Adler estaba preocupado por tu falta de experiencia
en una empresa pequeña.) Un buen cierre iría más o menos así: "Gracias por haberme
recibido, señor Adler. En realidad disfruté de nuestra reunión. AdVentures es justo el tipo
de organización que estoy buscando, porque aquí puedo combinar mi sólida experiencia
corporativa con mis intereses naturales como emprendedor. Si toma la decisión de
contratarme, y espero que así sea, no quedará decepcionado". Si la objeción potencial
parece esencial para el empleo, no tiene caso evadirla. Intenta darle un giro positivo, como
en este ejemplo, al enmarcar la objeción en el beneficio de traer sólidas habilidades
empresariales a una empresa pequeña y en rápido avance. Luego concluye señalando el
fuerte elemento de tu actitud emprendedora, de empresa pequeña.
El poder del deseo
¿Recuerdas cuando estabas en secundaria o preparatoria y una amiga te dijo que le gustabas
a alguien? Sin importar si tenías o no cualquier interés en esa persona, ahora la veías desde
una perspectiva diferente (más positiva). Es posible que no te haya atraído, pero no podías
negar su buen gusto e inteligencia, ¿no es cierto? En algunos casos, esta revaloración puede
conducir a que incluyas a esa persona en tu círculo social, como amistad o, incluso, como
una relación. Esto es evidencia del impacto que tiene ser deseado y existen pocas cosas tan
poderosas como el deseo.
Vayamos unos cuantos años adelante hasta tu vida adulta, cuando empezaste a salir con
alguien. Has estado con esa persona por un tiempo y te dice: "Te amo". Sin importar si
buscas o esperas una relación a largo plazo, ¿cuál frase sabes por instinto que es la
respuesta correcta? No es "Y yo valoro tu amistad", tampoco es "Fantástico, porque yo me
la estoy pasando de lo mejor" y con seguridad no es "Vaya, ¿quién no?".
La única respuesta correcta a "Te amo" es "Yo también te amo". Y es frecuente que
salga de nuestra boca sin que sea del todo cierto (aunque a veces puede ser bastante cierto
en ese momento, si me entiendes). De nuevo, este es el poder de que nos deseen y pidamos
el empleo, decirle de manera franca al entrevistador que quieres el trabajo, es uno de los
cierres más fuertes que puedes usar.
No estoy diciendo que un cierre fuerte supere un currículum débil o la falta de
preparación y práctica para la entrevista. Tampoco estoy diciendo que te conseguirá un
empleo para el que no estés calificado. Lo que sí estoy diciendo es que expresar en forma
clara y directa que deseas que te contraten, tiene la garantía de permanecer en la mente del
entrevistador cuando tome la decisión final de contratación. Es otro factor a tu favor y
utilizar cada uno de estos factores positivos a tu disposición, es justo de lo que se trata una
entrevista laboral exitosa.
El diagrama de la página siguiente te dará una buena sinopsis de ambos caminos para
cerrar una entrevista.
Algunos elementos esenciales a recordar
Te guste o no, el uso de las técnicas eficaces de venta es esencial para la búsqueda del
empleo y para la entrevista. Pero incluso los vendedores más ingeniosos que conozco no
transfieren en automático estas habilidades a sus entrevistas de trabajo. Sin embargo, por su
experiencia, saben suficiente como para practicar. Las buenas preguntas, los cierres de
prueba sutiles y las estrategias para superar las posibles objeciones no se materializan de
la nada durante la entrevista en sí. Se ponderan, se ponen por escrito y se analizan,
practican, refinan, y se vuelven a practicar mucho antes de la entrevista.
No espero que estas técnicas surjan en ti de manera automática. Esa es la razón por la
cual las herramientas #10, #11 y #14 del "Estuche de herramientas de la entrevista buena a
estupenda", tienen elementos que se ocupan de las técnicas eficaces para cerrarla. Si las
practicas, reducirás tu ansiedad, mejorarás tu desempeño y estarás mejor preparado que tu
competencia. Es posible que esas herramientas te consigan ese trabajo que amas.
MUCHOS BUSCADORES DE EMPLEO COMETEN EL ERROR DE BAJAR LA
GUARDIA Y DE REDUCIR SUS NIVELES DE ENERGÍA Y ENFOQUE UNA VEZ
QUE OBTIENEN UNA OFERTA DE EMPLEO. Esto es más que comprensible, ya que
llegar a este punto crítico ha representado enormes cantidades de energía y enfoque. Sin
embargo, es un error estratégico porque el proceso de contratación aún no se ha
completado. De manera natural, en este punto, tus emociones están involucradas: alivio,
gratitud, aprecio, emoción, orgullo y entusiasmo. Tiene sentido que quieras olvidarte de
esta difícil tarea, pero no es el momento de permitir que tus emociones gobiernen la
situación. Necesitas mantenerte sereno, centrado y enfocado para obtener el mejor trato que
puedas. Y en este capítulo te enseñaré con precisión cómo hacerlo.
Obtener una oferta de empleo no es como ganarte la lotería; no se supone que actúes
sorprendido o te quedes sin habla ni que explotes de emoción. La oferta es el resultado
predecible de tu campaña razonada en cuatro frentes, de tu preparación meticulosa y una
excelente entrevista de empleo. Con todo el trabajo aplicado en el plan así como la
preparación que invertiste en tu entrevista, la oferta de empleo no debería sorprenderte en
exceso; dado que no te está cayendo como rayo del cielo, tu reacción será calmada,
meditada y profesional. Pero todavía no celebres, porque aún hay trabajo que hacer.
Lo más seguro es que la oferta se haga de manera verbal al final de tu entrevista, en
una posterior o llamada telefónica de seguimiento o, como se denomina de manera habitual
en el mercado laboral, mediante una carta oferta. Tu reacción inicial debe ser de adecuada
complacencia y agradecimiento, pero necesitas estar prevenido de no decir algo que se
interprete como aceptación inmediata. Tal vez sientas que deberías aceptar o rechazar la
oferta en ese instante pero, de hecho, todavía no estás en posición de hacerlo, porque
desconoces los detalles de la misma. No has analizado el empleo mismo a cabalidad ni has
evaluado el paquete de compensaciones. Tu nuevo empleador potencial se ha tomado
tiempo suficiente para entrevistar a diversas personas, para reflexionar acerca de la
decisión de contratarte a ti y armar su oferta. No existe duda alguna de que te mereces el
tiempo adecuado para tomar una decisión informada.
La mayoría de empleadores y reclutadores comprenden que necesitas tiempo para
tomar una decisión relacionada con la oferta de empleo, pero ejercerán con sutileza cierta
presión para que decidas lo más pronto posible. Desde su perspectiva, esta es una
propuesta razonable, porque tienen un trabajo por hacerse y si no vas a aceptar su oferta,
necesitan comunicarse con su candidato secundario en el menor tiempo posible. Aunque
quiero que te tomes el tiempo suficiente para decidir de manera informada, yo también
quiero que lo hagas lo más pronto posible para que nadie (un candidato interno de último
minuto) te gane la vacante. Puedes reducir este periodo crítico de manera sustancial, si
estableces los fundamentos de tu toma de decisión ahora mismo, antes de que te encuentres
bajo la presión del reloj que marcha segundo a segundo junto a tu oído.
En este momento, mereces una palmada en la espalda porque todo tu arduo trabajo ha
tenido un merecido desenlace. Pero todavía no te relajes demasiado, porque con un poco de
esfuerzo adicional de tu parte, es posible que pronto puedas generar algunas ofertas
adicionales o negocies con tu nuevo empleador potencial para mejorar la oferta que ya
tienes a la mano. En el capítulo 3 discutimos cómo obtener más y mejores entrevistas y la
figura 3.1 demostró cómo la campaña en cuatro frentes está diseñada para ayudarte a
precargar el sistema, para que no solo estés dedicándote a una oportunidad a la vez. Aquí
es donde ese enfoque en realidad resulta benéfico.
Generación de diversas ofertas
En este momento, es posible que tengas otros pasteles en el horno.1 Si has hecho las cosas
como deberías, ya habrás acudido a una primera o segunda entrevista en un par de lugares
adicionales o, al menos, tendrás una que otra a punto de suceder. La oferta genuina con que
ahora cuentas te da la posibilidad de comunicarte con estos otros empleadores potenciales
para ver si puedes acelerar el proceso de contratación. Tal vez funcione o tal vez no, pero
en dado caso vale la pena intentarlo.
Para ponerte en el estado de ánimo correcto para contactar a estas otras personas,
considera su posición por un momento. Están trabajando a marchas forzadas para encontrar
a la persona correcta para una vacante y te han identificado como un fuerte candidato
potencial. Si tú no les informas del cambio de tu situación, reduces su reserva de buenos
candidatos y ni siquiera lo sabrán. De hecho, si eres una de sus principales opciones,
podrías retrasar el proceso de contratación varias semanas, creándoles más trabajo de
reclutamiento y entrevistas, sin hacer el trabajo que ellos esperaban de ti. Por ende, es más
bien una cortesía que les informes a otros empleadores potenciales de tu situación, para ver
si hay alguna manera en que puedan llevar tu candidatura a un cierre, en un periodo
razonable de tiempo.
La mejor manera de hacer esto es con una llamada telefónica que podría ir más o
menos así: "Sr. Franklin, le agradezco que haya tomado mi llamada. Al final de nuestra
última reunión sé que dijo que se comunicarían conmigo en un par de semanas más, pero ha
surgido algo de lo que quiero avisarle. Otra organización con la que he estado en contacto
me acaba de hacer una oferta de empleo pero, como sabe, estoy muy interesado en la plaza
en su departamento. Ahora bien, sé que está lidiando con muchas más cosas aparte de tratar
de buscar alguien para esa vacante, pero la razón de mi llamada era ver si podríamos
reunimos en los siguientes días".
De manera educada, acabas de actualizar tu estatus con este empleador potencial, has
aumentado tu propio valor a sus ojos, al anunciarle que te han hecho una oferta de empleo y
le has pedido otra reunión para (esperas) generar una oferta más. Esta es otra instancia en
que la psicología humana opera a tu favor. La mayoría de la gente tiende a tratar de pescar
lo que sea, a punto de resbalársele de entre los dedos. Tendemos a sentir las pérdidas de
manera mucho más intensa (algunas investigaciones indican que al doble) que las
ganancias. En este momento, estás a punto de desaparecer de su vista. Si estabas en una
lista de candidatos ya preseleccionados, es probable que obtengas esa reunión y,
posiblemente, otra oferta de empleo.
Quizá ya tengas pactada una cita, pero en una semana o 10 días más. O quizá no tengas
otras posibilidades laborales fuertes en este momento. En teoría, has estado enviando
currículos y haciendo averiguaciones con otros empleadores aunque todavía no hayan
generado entrevistas. Haz una lista breve (de cuatro a seis organizaciones) de estos lugares
y realiza una llamada similar a la del ejemplo anterior. Tus metas son informarles del
cambio de tu situación, como cuestión de cortesía, y ver si en un tiempo reducido pueden
hacerte una entrevista.
Podrías decir algo como, "Señora Sizlack, soy Amanda Huges. Hace poco le envié mi
currículum para la vacante disponible en su área de servicios [O bien, "Tengo una
entrevista futura con usted para la vacante en su departamento de servicios"]. Otra
organización me acaba de hacer una oferta de trabajo, pero con todo lo que averigüé
respecto a su compañía, en realidad esperaba ver si había algo para mí con ustedes. Estoy
segura de que debe estar muy ocupada pero, ¿hay alguna manera de que nos viéramos antes
de darle mi respuesta a la otra empresa?". No es tan probable que esto funcione si lo
comparas con una situación en que ya hayas acudido a una primera entrevista en la que te
haya ido bien, pero yo he visto que produce resultados con suficiente frecuencia, como para
saber que es algo que deberías intentar, al menos con algunos empleadores muy bien
seleccionados.
No, no y no
Jamás intentes la táctica de utilizar una oferta de empleo para apalancar otra si en realidad
no tienes algo firme. Casi con seguridad es algo que saldrá mal. Si estás torciendo la
realidad a tu antojo, es muy probable que se refleje en tu voz. O quizá la entrevistadora no
pueda hacer nada para alterar su agenda de entrevistas y ahora habrás perdido la
oportunidad de una charla potencialmente provechosa en una fecha posterior. Imagina qué
se sentiría oír algo como, "Qué pena, Amanda, aunque te felicito por lo de la oferta. En
realidad no podemos acelerar el proceso en absoluto y siempre es lamentable perder a un
excelente empleado potencial. Pero te deseamos la mejor de las suertes en tu nuevo
trabajo". Gulp. ¿Y ahora qué haces? La respuesta es que te alejas mucho más triste de lo
que estabas pero, espero, habiendo aprendido tu lección.
Evaluación de la oferta
Es posible, o no, que hayas tenido suerte en la generación de otras entrevistas u ofertas. Si
es así, fantástico, porque ahora podrás equilibrar y sopesar una contra otra. Pero incluso si
solo tienes una sobre la mesa, es esencial que la analices con sumo cuidado. Necesitas
abordar este proceso con gran prudencia y la mayor frialdad posibles. Esto será mucho muy
difícil si has estado desempleado por un tiempo, porque cualquier trabajo remunerado
parecerá mejor que carecer de él. Aunque te sea imposible verlo en este momento, eso no
es cierto. A menos que estés a un paso del absoluto desastre financiero, aceptar el empleo
incorrecto es peor que no tenerlo , porque ahora debes desempeñarte bien ahí al tiempo que
vuelvas a salir al mercado laboral en un intento por encontrar otra vacante más adecuada.
Ah, y necesitarás tener una explicación razonable de por qué estás buscando un nuevo
trabajo tan pronto. Esto es de lo más difícil de hacer y deberías evitarlo si te es posible.
Existen dos elementos centrales muy entrelazados en cualquier oferta de empleo: el
trabajo mismo y lo que están ofreciendo pagarte por que lo hagas. Es importante que hagas
una clara distinción entre ambos para evaluarlos de manera independiente. Lo que estás
buscando es un equilibrio entre un buen empleo que coincida con tus metas profesionales a
corto y largo plazos, y un paquete salarial justo para alguien con tus antecedentes,
habilidades y experiencia. Si llevas a cabo una valoración calculada y profesional de dos
vías en relación con la oferta de empleo, evitarás abalanzarte sobre uno maravilloso por el
que no te paguen suficiente (cosa que resentirás), o dejarte llevar por un fantástico paquete
salarial en un empleo que no se ajusta a ti (y en el que, a la larga, te sentirás miserable).
Tomarte el tiempo para llevar a cabo esta valoración te colocará en una posición ventajosa
si necesitas mejorar el puesto que se te ha ofrecido y, sin duda, te beneficiará si estás en
negociaciones para mejorar el paquete salarial de la competencia. Analicemos ambas
partes de manera independiente.
Análisis del empleo
Sí, sí, ya lo sé; mencioné que les dijeras que sí te interesaba el empleo al finalizar la
entrevista y ahora te estoy diciendo que analices el trabajo con el ojo crítico de un
comprador de antigüedades. Oye, esa es la diferencia entre vender y comprar. Cuando se
trataba de venderte a ti mismo estabas dándole el mejor aspecto posible a quién eres y qué
puedes hacer. Ahora es su trabajo averiguar todo lo relacionado contigo. Ya que te hicieron
una oferta, te están vendiendo el puesto y la organización a ti. Ahora es tu trabajo indagar y
asegurarte por completo que estos son el empleo y la empresa en que puedes lograr el
éxito.
El trabajo en sí
En uno de los estudios organizacionales más fantástico de todos los tiempos, relacionado
con la motivación de los empleados, Frederick Herzberg identificó el trabajo en sí como
uno de los principales motivadores en el sitio laboral. Si la actividad en sí no te cuadra, no
hay cantidad de dinero, estatus, coche, bono ni otra cosa que lo arregle. Has pensado en
este empleo (o en uno similar) desde que empezaste tu búsqueda. Tenías en mente ciertos
criterios al inicio de la misma. Tus investigaciones iniciales solidificaron esta imagen con
los datos duros relacionados con el lugar donde podrías encontrar un empleo así y cuánto
podrían pagarte para hacerlo. Además, exploraste este conjunto de metas a lo largo del
proceso de entrevistas. Ahora es tiempo de comparar y contrastar tus metas y expectativas
con la oferta u ofertas que has generado.
La Herramienta de "Análisis de la oferta de trabajo" (la #15 en el Estuche de
herramientas) puede ayudarte a estudiar diferentes elementos del(os) empleo(s) que te
hayan ofrecido de manera sistemática. Cuenta con una serie de reactivos que te ayudarán a
valorar las probabilidades de éxito en cualquier puesto nuevo. En términos generales, se
dividen en cuatro categorías: 1) grado de coincidencia con tu(s) meta(s) laboral(es)
actual(es), 2) tu valoración de la organización, 3) grado de coincidencia con las metas de tu
trayectoria profesional, y 4) la manera en que el puesto afectará tu estilo de vida. Veamos
cada uno de ellos.
¿El empleo que te ofrecen es el que se discutió en la entrevista? ¿Estarás haciendo las
cosas que más quieres hacer? ¿Es un paso hacia adelante o un paso lateral? ¿Estás listo
para la responsabilidad que implica? ¿El grado de esta es mayor o menor al que esperabas
que sería? ¿Tienes manera de saberlo? ¿Cómo coincide con tus expectativas funcionales,
laborales y geográficas? ¿Has evaluado tu relación con tu supervisor, compañeros y
subordinados potenciales? ¿Qué tan estable sientes que es el puesto? ¿Te da el estatus que
deseas? ¿Tendrás las oportunidades adecuadas para desarrollar tus habilidades técnicas,
administrativas o ambas? ¿Qué tan seguro estás de que tendrás éxito en este puesto? ¿Qué
no sabes del mismo y cómo puedes averiguarlo?
LA ORGANIZACIÓN
Es posible que se te ofrezca el empleo que deseas, pero que la organización sea tan
disfuncional que, a pesar de tus mejores esfuerzos, no logres triunfar. Para evitarlo,
necesitas una buena idea general de la organización en su totalidad. ¿Cuál es la historia de
la empresa? ¿Cuáles son sus prospectos a futuro? ¿Es posible o ha sucedido que la
situación financiera de la empresa no sea favorable, o que se le remate, fusione o adquiera?
¿Qué significaría esto último para tu puesto? ¿Qué tipo de reputación tiene la empresa en el
gremio con vendedores, proveedores, contratistas y dentro de la comunidad? ¿Qué cultura
organizacional tiene? ¿Cómo trata a sus empleados? ¿Típicamente promueve a sus
trabajadores o es caso seguro que debas buscar fuera de la compañía para avanzar?
El empleo que te están ofreciendo puede o no ser tu trabajo de ensueño. Como sea. Pero las
preguntas que importan son: ¿Este empleo te ayudará a avanzar hacia el máximo éxito
profesional? ¿Es un paso hacia adelante en tu trayectoria o es meramente un parche
momentáneo? ¿Te ayudará a desarrollar las habilidades que necesitas para triunfar con las
que todavía no cuentas? ¿Esta organización tiene algún programa de desarrollo de
supervisión o administración? ¿Qué aspecto le darán a tu currículum este empleo y esta
empresa?
Tu nuevo trabajo también tendrá un impacto sobre ti y tu familia que irá mucho más allá de
los parámetros descritos en la carta de oferta que te entreguen. Una cuestión de estilo de
vida que se me menciona con mayor frecuencia, se relaciona con los viajes de negocios.
¿Cuántos se requerirán y cuántos implican quedarte fuera de casa, viajar en fines de semana
o fuera del país? ¿Es el tipo de empleo en el que tal vez llegues de un viaje a las 10 u 11
pm con la expectativa de que te presentes en la oficina a las 8:30 am del día siguiente?
¿Tienen alguna política de tiempo de compensación (o tiempo extra)? ¿Cuáles son sus
políticas relacionadas con vacaciones y si se alienta a los trabajadores para que las tomen?
¿Con qué frecuencia es necesaria la reubicación y cuáles son sus políticas al respecto? Si
en efecto tienes que reubicarte, ¿ayudarán a tu pareja o cónyuge a conseguir un nuevo
empleo? ¿La compañía cuenta con políticas relacionadas con licencia por cuestiones
familiares o paternas/maternas? ¿Es una organización conocida por ser tolerante a
cuestiones familiares o no?
¿Estamos listos para el lanzamiento?
Ya lo analizaste desde todos los ángulos posibles y quizá no hayas respondido a todas las
preguntas que te propuse. ¿Cuáles de ellas te parece esencial responder antes de que le des
luz verde a este empleo? ¿Dónde puedes encontrar la información? En la biblioteca, en la
web o con tu red de contactos. ¿O acaso necesitas otra reunión con tu empleador potencial?
Aunque el trabajo pueda no ser perfecto, de todos modos existe la posibilidad de que
sea un paso útil en tu trayectoria profesional por el momento. Mi propósito al pedirte que
hagas un análisis detallado del empleo, es que conozcas sus ventajas y desventajas a fin de
tomar la mejor decisión posible. He destacado la necesidad de reunir y valorar datos
duros, pero también quiero que verifiques todo esto con tus instintos; con tus sentimientos y
emociones. ¿Qué te están indicando? ¿Es este el mejor trabajo para ti en el momento o
deberías seguir buscando?
Una vez que hayas llevado a cabo tu evaluación, tienes que tomar una de tres
decisiones posibles. Tal vez decidas que el trabajo es completamente incorrecto para ti. En
ese caso, debes rechazar la oferta y hacer una llamada de cortesía para agradecer al
entrevistador por su tiempo e interés. Pero no tomes ese camino sin pensarlo a profundidad.
Quizá decidas que aunque el empleo no es perfecto, es posible negociar suficientes
cuestiones esenciales para que llegue a ser aceptable. Creo que esto siempre vale la pena;
nada tienes que perder porque de todos modos casi has decidido rechazar la oferta. Haz una
lista de asuntos esenciales para la negociación y pasa a la evaluación del paquete salarial.
Mi más sincera esperanza es que puedas decidir que el empleo que te ofrecieron es justo lo
que estás buscando. Si, de hecho, estás seguro acerca del trabajo mismo, es momento de
analizar en detalle lo que están ofreciendo pagarte por hacerlo.
Evaluación del paquete salarial
Los buscadores de empleo más activos y afortunados habrán generado más de una oferta de
empleo, lo cual simplifica mucho el proceso de evaluación del paquete salarial. Con más
de una oferta sobre la mesa, tienes datos concretos de una que puedes comparar
directamente con la(s) otra(s). Esto hace que el proceso de decisión sea un poco más
sencillo. Al otro extremo se encontrará el buscador de trabajo desempleado y tal vez en
graves aprietos económicos. Su análisis también será en general, sencillo. (A ver,
meditemos el asunto, comer contra morirse de hambre... ¿Qué hacer, qué hacer?) Por
fortuna, la mayoría de la gente no se encuentra en esta posición o, al menos, a algunos pasos
de la misma. De hecho, incluso si te sientes presionado en términos financieros, quiero que
te tomes el tiempo para comprender tu paquete salarial a plenitud.
A lo que se enfrenta la mayoría de buscadores de empleo es una situación en que están
generando una oferta a la vez, no importa si tienen un trabajo o no. Esto tiende a llevar a la
mayoría de la gente a reducir sus criterios de decisión a dos: el salario actual/más reciente
contra la nueva oferta. Para lograr que el proceso de tu evaluación del paquete salarial sea
lo más objetivo y metódico posible, te recomiendo inviertas cierta cantidad de tiempo y
energía antes de generar tu primera oferta, a fin de expandir los criterios de tu decisión. La
Herramienta de Evaluación del paquete salarial (#16 del Estuche de herramientas) te
mostrará cómo hacerlo.
Quiero que reúnas ciertos datos específicos relacionados con tu compensación antes
de generar tu primera oferta de empleo. Empieza con la documentación de los elementos de
tu paquete salarial actual. Después, con base en la(s) meta(s) de tu búsqueda, determina qué
aspecto quieres que tenga el nuevo. A continuación, quiero que lleves a cabo un ejercicio
de lo más esclarecedor: evalúa tus costos de vida y tus necesidades financieras (no deseos)
y determina cuál es el paquete salarial mínimo que puedes permitirte aceptar.
Es importante que cuentes con este último conjunto de datos por un par de razones. En
ocasiones, es posible que se te ofrezca el trabajo de tus sueños, pero con un sueldo mucho
menor al que esperabas. Siempre y cuando no conduzca a tu ruina financiera (es decir,
entradas por debajo de tu costo de vida), aceptar esta oferta podría ser una buena decisión
si te lanza a una fantástica y nueva trayectoria profesional o te ayuda a reubicarte en un
lugar donde siempre deseaste vivir. Distintos planeadores financieros me han indicado que
este ejercicio también resulta de utilidad para ayudar a una familia a determinar cuánto
puede ahorrar para asegurar su futuro financiero, en lugar de desperdiciar aumentos
salariales en compras innecesarias de bienes de consumo.
Incluso si generas una oferta de empleo a la vez, ahora tienes otros tres paquetes
salariales contra los cuales contrastar el que acabas de recibir. Es posible que algunos de
los elementos de aquellos en la herramienta #16 no se apliquen a ti. Habrá otros únicos a tu
situación que necesites incluir. Pero ahora tienes una herramienta personalizada colmada de
datos que te pueden ayudar a tomar una decisión razonada acerca del paquete que te
ofrecieron y que minimiza aspectos emocionales de las discusiones financieras.
Si el paquete salarial que se te está ofreciendo no satisface tus expectativas, no
desesperes. Por medio de tu herramienta de evaluación, calcula qué salario y prestaciones
representan tu mínimo absoluto. Añádele de 5 a 10% y tendrás tu nuevo punto de inicio
para negociar. Es bueno recordar que aunque la mayoría de buscadores de empleo esperan
recibir un aumento salarial de 20%, esto no sucederá en automático solo porque estás
cambiando de empleo. Aun si el sueldo que se te está ofreciendo coincide con lo que
esperabas recibir, te recomiendo añadir 5 a 10% a esa cifra y trates de negociar un
incremento en la oferta. Es posible que hayas subestimado el mercado o la demanda de
profesionales en tu especialidad y también que te ofrezcan un sueldo cerca del centro del
rango salarial para tu puesto. En cualquiera de ambos casos, es plausible que puedas
generar alguna variación que ponga más dinero en tu bolsillo.2
Entonces, lo que tú quieres es...
Antes de ponerte en contacto con la persona que te hizo la oferta para empezar las
negociaciones, quiero que tengas una imagen muy clara de tu postura de negociación. No
pienses que esto es algo en lo que puedas improvisar. Ellos tienen mucha más experiencia
en esto que tú. Ya has hecho un análisis detallado del empleo que te están ofreciendo. ¿Qué
necesitas para aceptar el trabajo? ¿Qué vas a pedir? ¿Qué estás dispuesto a sacrificar?
Ya evaluaste todos los elementos del paquete salarial y sabes que es probable que
haya más dinero sobre la mesa si estás dispuesto a pedirlo. ¿Qué cifra buscas? ¿Qué más
vas a pedir? ¿Qué es lo mínimo que aceptarías para tomar el empleo?
Tómate el tiempo para escribir una lista breve de elementos que quieres negociar. Di
para ti mismo que vales lo que vas a pedir. Una actitud positiva y entusiasta te ayudará en
tus negociaciones. No estás tratando de abusar de nadie; solo buscas aquello que tolere el
mercado para hacer lo mejor para tu trayectoria profesional y para tu familia. Más allá del
éxito que tengas en las negociaciones, los empleadores lo comprenden y lo aceptan.
Las negociaciones de cualquier tipo siempre son más efectivas cuando se llevan a cabo
cara a cara. Esto te permite observar e interpretar expresiones faciales, darle seguimiento a
los cambios en lenguaje corporal e interpretar de mejor manera las alteraciones en el tono e
inflexión de la voz. Ya lo haces de manera inconsciente en tus conversaciones cotidianas,
pero estos datos son críticos en una negociación para determinar de mejor modo qué pedir,
cuándo hacerlo y con qué intensidad. Como te dije antes, no acudas a la sesión de
negociaciones con la idea de que le vas a ganar al otro. Una actitud ganar o perder no te
ayudará a alcanzar tu meta final y tiene el potencial de emponzoñar tu futura relación
laboral. Piensa todos saldremos ganando y eso tendrá una influencia positiva sobre tu
actitud, la manera en que te comportes y tu abordaje.
Primero lo primero
Es posible que tengas que preguntar, "¿De qué tanta diferencia estamos hablando?" sin
tapujos. Sea cual sea la cifra, no te des por vencido. Trata de averiguar si existe algún plan
de incentivos o un plan de bonificaciones basado en desempeño que cierre la brecha.
Explora el alcance y valor de cada elemento del plan de prestaciones. Es posible que te
sorprenda que el plan de inversión para la jubilación de la empresa, el uso de un automóvil
corporativo o de viáticos, u otras prestaciones (como cobertura de atención dental para la
familia o membresías a clubes deportivos o de golf o tenis) compensan la diferencia más de
lo esperado, en vista de la manera en que las leyes fiscales tasan las prestaciones. La clave
es siempre mantenerte positivo en cuanto a que puedes llegar a un trato y seguir planteando
ideas que puedan beneficiarte. Si te encuentras cerca del tope del rango salarial para el
empleo en cuestión, pregunta si pueden ascenderte a un puesto superior, para que te halles
en la parte baja del siguiente rango salarial. Pregunta si sería posible que se hiciera una
revisión salarial basada en tu desempeño a tres o seis meses de distancia. Si no te pones a
la defensiva y logras tratar el asunto como otro problema empresarial más que pueden
solucionar dos personas motivadas, tu atractivo no puede más que aumentar.
Tal vez te pregunten algo como: "¿Cuál es la cifra mínima que aceptarías?". Haz tu
mayor esfuerzo por alejarte de cifras absolutas. Yo intentaría algo como, "En este momento,
mi paquete salarial [recuerda, eso implica tu sueldo más las prestaciones] está entre 17 000
y 19 000 pesos mensuales y yo necesitaría algo cercano a 20 000 a 22 000 para poder
hacer el cambio". El uso de términos vagos como "entre 20 000 y 22 000", "entre 33 000 y
36 000" o "más bien cerca de los 40 000 pesos anuales"3 puede ayudarte a dar un paso
financiero hacia adelante, sin que tu entrevistador sienta que estás dándole un ultimátum.
Estos siempre son mala estrategia de negociación, porque a pocas personas les gusta
sentirse obligadas a hacer las cosas. Lo que tú quieres es que el entrevistador sienta que
está dirigiendo el proceso con la meta final de asegurar tus servicios para la organización.
Tu papel en este proceso es ayudar a explorar toda posibilidad para lograr dicha meta.
A menos que seas un diplomático profesional o un experto en arbitraje laboral, este
proceso de negociación te será bastante ajeno. Antes de que acudas a la negociación de tu
oferta, prepara frases que creas te serán de ayuda. He usado muchas de ellas en el capítulo;
regresa y subraya las que quieras usar. Ensáyalas con tu socio de práctica de entrevistas,
hasta que encuentres aquellas con las que te sientas cómodo. Ensaya pedir lo que mereces.
Es una buena habilidad para desarrollar en todas las áreas de tu vida.
Aceptación o rechazo
La figura 8.2 te dará un panorama general sistemático de la mejor forma de manejar las
ofertas de empleo que con tanta diligencia has generado. Piensa en el tiempo, energía, labor
y emociones invertidas para generar una buena oferta. Por esta razón, cada una de las
ofertas de empleo debe manejarse con cuidado y profesionalismo, además de respetarse
como el recurso inusual y valioso que representa. Dada la importancia de este elemento de
tu búsqueda de empleo, echemos una rápida mirada a los pasos para administrar el proceso
de la oferta de empleo:
1. Pregunta cuál es el tiempo que tienes para decidir y trata de obtener más.
3. Analiza el empleo.
Tan pronto llegues a una decisión definitiva, debes comunicar tu aceptación o rechazo
de la oferta de empleo. Tu empleador potencial necesita saber si ha terminado la labor de
reclutamiento y empleo para planear tu integración al resto del equipo de trabajo o si
necesita empezar a buscar otros candidatos. Haz tu mayor esfuerzo por adelantarte al
tiempo límite en lugar de esperar al último minuto.
Aceptar es fácil. Lo haces después de decidir que la oferta inicial te conviene o tras
negociar una oferta mejorada de manera exitosa. Lo mejor es hacerlo en persona, pero una
llamada telefónica es suficiente. Trata de darle un toque emotivo para que puedas mostrar
tu entusiasmo. No manejes tu aceptación a la ligera por medio de un mensaje de texto,
mensaje de voz o correo electrónico. Dale seguimiento a tu aceptación verbal con una carta
formal que indique términos y condiciones de la oferta y que aclare tu fecha de inicio de
trabajo.
Rechazar la oferta es un poco más difícil. Existen dos momentos en los que puedes
tomar la decisión para hacerlo: en el que decidas que el trabajo es inadecuado para ti o tras
fracasar en las negociaciones relacionadas con el trabajo en sí o con el paquete salarial.
Aunque a nadie le gusta dar malas noticias cara a cara, te aconsejo hagas de tripas corazón
y hables con el entrevistador de manera directa. Comunícale que es cuestión de negocios,
no una decisión personal; dile que sientes mucho que las cosas no hayan funcionado y
agradécele su tiempo e interés. No te dejes envolver en una larga discusión acerca de tus
motivaciones a menos que te ofrezca mejorar la oferta de empleo para satisfacer tus
necesidades. En el caso muy poco probable de que esto suceda, como en todas las demás
ofertas de empleo, pregunta cuándo pueden hacerlo por escrito. No expreses nada negativo
acerca del trabajo ni de la empresa. Te hicieron la mejor oferta que pudieron y fuiste tú
quien decidió no tomarla. No le des retroalimentación negativa al entrevistador en
absoluto; tu rechazo es la única mala noticia que necesita oír por hoy. Intenta terminar la
conversación en un tono cálido, personal y agradecido porque, créeme, te toparás con el
entrevistador o alguien que lo conoce en algún otro momento de tu trayectoria profesional y
quieres que su última percepción corresponda con la de una persona cortés y profesional,
no alguien sarcástico y desagradable. Dale seguimiento a la conversación con una carta
ambigua pero agradable, agradeciéndole por su tiempo y expresando la esperanza de que
tal vez puedan trabajar juntos en el futuro.
Otra de mis reglas aparentemente contradictorias para pasar de ser un buen buscador de
empleos a uno fabuloso es que ahora, en el tiempo entre que aceptas tu nuevo empleo y el
que en realidad lo inicias, es el momento perfecto para establecer las bases para tu
siguiente búsqueda. No, no estoy diciendo que tienes que empezar a buscar un nuevo
trabajo mañana mismo; a lo que me refiero es que la manera en que termines tu búsqueda
actual influirá poderosamente en el tiempo y energía que invertirás para implementar la
siguiente, más allá de cuándo suceda.
Elabora o revisa una lista de todos los contactos que hiciste durante tu búsqueda de
empleo. Esto incluye a todos en tu red de contactos físicos, de medios sociales y de las
personas que te presentaron; de tus ayudantes en bibliotecas de referencia, de todos los
reclutadores con quienes te comunicaste (no importa si te ayudaron o no; quizá te sirvan a
la siguiente), de los facilitadores de cada uno de los grupos de apoyo a los que asististe, de
tus referencias laborales, del administrador de cada sitio web que hayas usado, de cada
asociación profesional o técnica cuyas publicaciones hayas utilizado, de los gerentes de
reclutamiento de todas las empresas con quienes tuviste contacto y cada una de las personas
con las que te entrevistaste. En resumen, esta es tu nueva, mejorada y expandida red de
contactos para tu profesión. Captura cada trozo de información útil que hayas descubierto.
Tu archivo de investigación y tu red de contactos nunca jamás serán tan breves, pequeños o
delgados como cuando empezaste esta búsqueda de empleo.
Prepara la carta que enviarás a esta lista de personas, agradeciéndoles toda su ayuda
durante tu búsqueda reciente. Así también, informa a todos los reclutadores con quienes te
comunicaste (incluso los que no te respondieron o ayudaron); querrás que actualicen tu
perfil en todas sus bases de datos. Por supuesto, necesitarás personalizar esta carta en el
caso de tus contactos más útiles y que más apoyo te dieron. Envíala alrededor de una
semana después de haber empezado a trabajar; ¿qué caso tiene echarle sal al asunto a estas
alturas, no?
Poco después que empieces a trabajar, establece algún contacto con el departamento
de mercadotecnia o relaciones públicas para ver si sería apropiado elaborar un
comunicado para publicarlo en la prensa empresarial, en asociaciones profesionales o,
incluso, el periódico local. Recuerda actualizar tu perfil en redes sociales. Acabas de
triunfar en un proceso demandante y competitivo y mereces todo el reconocimiento que se
te pueda dar. Por supuesto, esto aumenta tu perfil profesional y contribuirá al éxito futuro de
tu trayectoria. La Herramienta de "Conclusión de la búsqueda de empleo" (#18 del Estuche
de Herramientas) te ayudará a terminar tu búsqueda de manera profesional, al tiempo que
estableces las bases para la siguiente ocasión.
Algunos consejos obvios (y no tan obvios)
para superar los errores, defectos, baches e idiotas en la
búsqueda de empleo
No te vayan a descubrir
Debes tener cautela cuando buscas trabajo mientras todavía estás empleado. Como
mencioné antes, quizás eres parte de una afortunada minoría cuyo jefe se da cuenta de que
Lincoln liberó a los esclavos y a cualquier empleado perspicaz respecto al avance de su
carrera, en esa medida, siempre debes evaluar su valor en el mercado actual. Pero muchos
jefes lo resienten y es posible que actúen en forma punitiva cuando descubren que un
subordinado busca otro trabajo. Estas son unas cuantas maneras de evitar que tu jefe se dé
cuenta de tu búsqueda.
Después de aporrear a los buscadores de mi edad, no creerás que dejaría ir con tanta
facilidad a los más jóvenes, ¿verdad? Una de las mejores cosas sobre la gente joven en
general, es que son optimistas (ven el vaso medio lleno) y tienen mucha energía (dispuestos
a hacer lo que sea, con tal de cumplir con el trabajo). Estas cualidades en sí mismas los
vuelven candidatos muy atractivos, pero estos mismos rasgos (y algunos otros que
menciono en la siguiente lista), a veces pueden ir en su detrimento. Estos son algunos de los
errores comunes que he observado y cómo evitarlos.
Hasta aquí, el único formato de entrevista revisado es aquel entre dos personas, frente a
frente. Existen otros para los cuales debes prepararte.
El telefonazo
Otro formato común es la entrevista telefónica. A menudo se utiliza como herramienta para
seleccionar a los solicitantes antes de programar una reunión en persona. Es la práctica
estándar tanto de los reclutadores de personal que cobran por honorarios contingentes,
como de las empresas de consultoría por iguala. Debido a que todos los días usas el
teléfono con propósitos comunes, es fácil tomar la entrevista de manera informal. ¡Ese es
un grave error! No estás pidiendo comida china; intentas meter un pie en la puerta con un
objetivo laboral importante. Esta reunión telefónica es tan importante como la entrevista
frente a frente, porque si tus resultados no son buenos al primer intento, no tendrás
oportunidad de llegar al segundo.
Las dos claves para dominar la entrevista telefónica son preparación y entorno físico.
Antes de tu entrevista por teléfono, revisa tus notas de investigación, tu currículum y la lista
breve de preguntas que quieres hacer. Ten listo un bloc de papel en limpio y escribe el
nombre del entrevistador y su cargo. De ese modo no te equivocarás con su nombre (lo cual
es fácil si no estás mirando a esa persona) y tendrás un sitio conveniente para tomar notas.
Si entra una llamada inesperada para una entrevista telefónica, intenta reprogramarla. Di
que vas de salida a una junta. No entrarías a una entrevista personal en forma improvisada,
así que ¿por qué razón lo harías ahora? Aunque demores la llamada otros 10 o 20 minutos,
estarás mucho mejor preparado.
Los teléfonos con altavoz son estupendos, siempre y cuando no suenes como si
estuvieras bajo el agua o empleando un megáfono de la policía. Si tienes uno de esos
teléfonos, prueba con alguien que te diga con total sinceridad cómo se oye, antes de usarlo
en una entrevista. Si el tuyo es de alta fidelidad, utilízalo, porque te permitirá tomar notas y
usar las manos para hacer ademanes mientras hablas. Quizá no lo hayas notado antes, pero
los ademanes con las manos y las expresiones faciales añaden variedad a tu voz y te hacen
sonar más comprometido y agradable. Quizá te suene cursi, pero sería conveniente que
aprendas una lección de los vendedores telefónicos exitosos y pongas un espejo frente a tu
escritorio para recordarte que debes sonreír. La persona al otro lado del teléfono puede
percatarse de si su interlocutor está sonriendo, porque la sonrisa utiliza músculos que
cambian el tono de la voz y la hacen más agradable. Como en las videoentrevistas (que
trataremos un poco después), te sugiero escribas las palabras sonríe y respira en una nota
adhesiva y la pegues en un sitio donde te ayude a recordar.
Utilizar un teléfono con altavoz presupone que estás en un sitio privado y tranquilo
para hacer y recibir llamadas. Nunca he oído de un entrevistador que cuando escucha a un
bebé que llora de fondo, un perro que ladra o una aspiradora ruidosa, haya aumentado el
profesionalismo de un candidato. Quizás induzca compasión, pero no una oferta de trabajo.
No me importan las promesas de tu proveedor de telefonía celular, su servicio no es
100% confiable. Es posible que la cobertura sea buena a veces, incluso estupenda en
algunas ocasiones, pero no puedes depender de ella todo el tiempo. En consecuencia,
nunca realices una entrevista telefónica (ni, Dios lo quiera, tengas una sesión de
negociación) en un teléfono móvil. Imagina tu pánico, tras responder en forma brillante una
pregunta, cuando escuchas que tu entrevistador te dice "¿Sigue ahí? ¿Me oye? ¿Sigue ahí.. ?
¿Bueno..?" De nuevo, la mayoría de estos son pequeños consejos para ayudarte a parecer
más atractivo ante tu empleador potencial pero, aunque sean pequeños, pueden sumarse a tu
favor o socavar poco a poco tu éxito.
o Practica. Usa tu propia cámara web o utiliza la de alguien más para evaluar y
adaptar tu apariencia general, tu aspecto, ademanes, contacto visual y voz.
¡Asegúrate de que la cámara no apunte a tu nariz! Ajusta la iluminación; un poco
de luz brillante es buena, pero evítala desde atrás de ti o de los lados, porque te
dará la apariencia de estar en aquel antiguo programa de televisión, Dimensión
desconocida.
o Envía con bastante anticipación a la entrevista los materiales solicitados (p. ej.,
currículum, formato de solicitud, muestras de tu portafolio, material elaborado y
demás).
o Haz los arreglos para ubicarte con anticipación en tu lugar, para asegurarte de
que todo funcione y puedas relajarte un poco.
Durante la videoentrevista:
o Confirma que están en posesión del material que enviaste. Ten respaldos listos,
por si se requieren.
o Escucha de manera activa (como hace tu terapeuta). Las respuestas como "Ajá",
"Ya veo", "Eso es interesante" y "Mmm" le permiten saber al entrevistador que
prestas atención y el equipo se encuentra en funcionamiento.
o Utiliza pocos ademanes, porque en video pueden ser distractores. Para enfatizar,
utiliza variaciones vocales/tonales.
Después de la videoentrevista:
o Verifica dos o tres veces para cerciorarte de que el equipo está apagado.
o Haz una revisión posterior como harías con cualquier entrevista frente a frente.
Una herramienta muy valiosa para ello, si tu sistema cuenta con esto, es una
revisión de la grabación.
Estos conceptos finales deben reforzar que una videoentrevista no es muy diferente de
la presencial, pero es igual de importante. He escuchado decir que la primera puede ser
más importante para selección que la tradicional, frente a frente, porque tu desempeño se
puede revisar, comparar y evaluar de modo más riguroso. Dominar esta tecnología y este
proceso es otra manera en que puedes superar en preparación a tus competidores y mejorar
tus habilidades de entrevista de buenas a estupendas.
La orgía
En realidad se llaman entrevistas de panel y en verdad me desagradan. (Tengo que
aprender a refrenar mis verdaderos sentimientos.) Te reúnes con un grupo de tres o más
entrevistadores y cada uno te hace preguntas por turnos. No es muy diferente de la
Inquisición. En ocasiones, todos ellos están interesados en cada respuesta, a veces algunos
se interesan en unas cuantas y otras solo se enfocan en la pregunta que hicieron. También,
está el pobre diablo que no sabe por qué está ahí o qué le interesa, solo se presentó porque
el jefe le dijo que acudiera. Así que no sabes quién quiere oír qué. Terminas dirigiendo tu
respuesta a la persona que te preguntó mientras volteas hacia todos e intentas hacer
contacto visual con quienes parecen interesados, sin tener que girar la cabeza como la niña
de El Exorcista.
Aunque sabes quién dispuso la entrevista y quién probablemente será tu jefe, es
imposible conocer la relación (personal o jerárquica) entre todos ellos. A veces, en una
entrevista de panel habrá personas con intereses contradictorios o ideas diferentes de lo
que están buscando, incluso tendrán desacuerdos acerca de las dimensiones del puesto en
sí. Debido a que deberían haber resuelto todo esto por anticipado, es una enorme pérdida
de tiempo y, por supuesto, es una locura pensar que aparecerá de milagro una persona
externa que hará las veces de Gandhi y resolverá todos los conflictos explícitos e
implícitos en una reunión así. Pero, parafraseando ese conocido refrán, las cosas pasan y te
pueden pasar a ti.
Si te enteras con antelación de que tu entrevista será de este tipo, haz tu mayor esfuerzo
por conocer quiénes participarán, por qué lo harán y cuáles intereses específicos tienen (o
no) sobre cómo se cubrirá la vacante. Si algo como esto surge de improviso cuando llegues
a la entrevista (que, en sí mismo, te da cierta información no tan agradable en cuanto a la
organización), tu primer orden del día es llamar a los participantes para pedirles (y poner
por escrito) sus nombres y cargos. Muéstrate amable (porque de todos modos no puedes
hacer nada al respecto), expresando tu agrado de conocerlos y, si puedes lograrlo, pregunta
a cada uno cuál será su relación con la persona a quien contraten. Si puedes conseguir esta
información, es probable que puedas ajustar tus respuestas de manera apropiada. Si
terminas respondiendo en el vacío acerca de cuáles son sus intereses, mantente en una
postura intermedia y espera lo mejor.
La audición
Por nefasta que suene esta entrevista, es mucho mejor que la orgía. Su nombre formal es
entrevista secuencial: haces una entrevista y luego prosigues a otra con alguien más. En
general esto no sucede hasta una segunda o posterior, pero si ves que te llevan a la oficina
de alguien más tras tu primera entrevista, puedes apostar que son buenas noticias para ti.
Bien puede ser que alguien haya visto tu currículum, le impresionó y pidió verte cuando
llegaras, o esa persona le pidió a tu entrevistador que te pasara con ella para ver si llamas
suficiente su atención como para pensar en contratarte.
Las entrevistas secuenciales son agotadoras, pero representan una gran oportunidad
para utilizar tus habilidades para tal efecto. Es importante que mantengas un nivel alto de
energía, porque de hecho estarás haciendo una serie de primeras impresiones. Como con la
entrevista de panel, la clave es hacer una evaluación rápida de quiénes son estas personas,
cuáles son sus intenciones personales y por qué se interesan en esta nueva contratación.
Puedes hacer preguntas similares con múltiples personas y, al meditar después en las
respuestas, te enterarás de gran cantidad de cosas sobre la organización. Recuerda pedir a
cada uno su tarjeta, para tener la información correcta para enviarles cartas de seguimiento
personalizadas.
Me siento un poco indeciso de si mis ideas sobre las entrevistas de estrés pertenecen aquí o
a la sección sobre el temido entrevistador idiota. Pero veámoslas ahora. Debido a que hay
potencialmente tantas cosas en juego, cada entrevista resulta estresante hasta cierto grado.
Por esa razón con anterioridad ocupé tanto tiempo en este libro para mostrarte cómo
controlar tu ansiedad en esa situación. No hablo de la entrevista típica, con la cantidad
normal de nerviosismo. Con entrevista de estrés me refiero a aquella que se conduce de
manera impersonal, brusca u hostil, para intimidarte y sacarte del plan que llevabas
preparado. El fundamento de la entrevista de estrés (y uso el término fundamento con
ciertas reservas) es que el puesto que solicitas puede ser bastante estresante, por lo que
quieren ver cómo afrontas la presión. Este es el tipo de estupidez que escuchas de gente que
ni siquiera conoce de vista la lógica o reprobó el primer curso de psicología. Una
entrevista de estrés no mide cómo lo enfrentas en el trabajo; demuestra cómo lidias con las
entrevistas de esta naturaleza y eso es todo. Son dos cosas por completo diferentes.
Este tipo de entrevista representa la oportunidad de que individuos inferiores e
inseguros impongan sus temores latentes y su agresión, apenas contenida, en otros que
consideran con menos poder. Este es un defecto humano tan antiguo como el guardia de
prisión innecesariamente brutal y tan actual como las novatadas mortales que observamos
cada año en las universidades. Los únicos dos casos que se me ocurren en que la entrevista
de estrés podría ser un medio útil de predicción del desempeño laboral, serían si estás
buscando un empleo como publirrelacionista que debe informar a los medios por qué tu
empleador tiraba sustancias cancerígenas al agua potable o si estuvieras solicitando un
puesto como abogado, para defender a un ejecutivo que se dedicó a despilfarrar dinero de
los accionistas en cosas como cortinas de baño de $6 000 USD o estatuas de hielo que
derraman vodka. En realidad no quieres esos trabajos, ¿verdad?
Debido a que tal vez tropieces con una entrevista de estrés, necesitas reconocerla y
comenzar a lidiar con ella desde el primer instante. Las primeras señales de una entrevista
de este tipo son un entrevistador que evita el contacto visual, no participa en los
comentarios agradables para iniciar una conversación o comienza con una afirmación
desagradable como "Muy bien, terminemos con esto". Mantente en calma y enfocado, sigue
siendo cortés, porque eso frustrará sus intentos por desconcertarte. Pregúntate qué sacaría
de sus casillas a ese conductor que te atraviesa el coche en la calle: ¿hacerle una seña
insultante o lanzarle una sonrisa jovial y un saludo?
Es posible que el interrogatorio se vuelva cada vez más negativo u hostil. Como
discutimos antes, nunca dejes que pongan palabras negativas en tu boca. Si te preguntan
cosas como: "Bueno, si su empresa actual es tan maravillosa, ¿por qué está saltando del
barco?". No temas reestructurar la pregunta en tu respuesta. Intenta cosas como: "Tiene
razón. He sido afortunado de colaborar con Yunques Acme, S. de R. L., pero aprendí tanto
como fue posible de ellos y ahora espero que Cohetes Coyote, S. A. pueda ofrecerme
nuevos retos". Si contradicen en forma brusca tu respuesta, no temas decir algo como:
"Bueno, supongo que es lógico estar en desacuerdo" o "Supongo que podemos coincidir en
que no coincidimos". Siempre da estas respuestas con una sonrisa amistosa.
Si el comportamiento grosero llega a un grado en que debes decir algo, este es mi
consejo. Pon una expresión amigable, pero perpleja y di: "Disculpe, pero ¿esta es una de
esas entrevistas de estrés? Lo vi en un libro del doctor Paul Powers, un psicólogo laboral,
pero nunca me había tocado una de ellas". Esto desconcertará a la persona y quizá decida
dejar de lado las estupideces. Si te pregunta qué dije sobre las entrevistas de estrés, solo
ríe y responde: "No quiere saber" o "Qué tal si le cuento luego de que me contrate". Como
habrás aprendido en la secundaria, a menudo lo único que se necesita para alejar a un
bravucón es hacerlo retroceder un poco.
La entrevista del oso amaestrado
Esta es una entrevista en la que se te pide llevar a cabo una tarea. Podría implicar la
representación de una visita de ventas, responder la llamada telefónica de un cliente
enojado, devolver un correo electrónico o memorando que (hipotéticamente) acaba de
llegar. En tanto estos ejercicios se encuentren en tu área de conocimientos, representan una
gran oportunidad para mostrar tus habilidades. Al terminar, expresa tu interés en el
ejercicio y pregunta por qué se eligió ese ejemplo específico y cuál es la opinión del
entrevistador en cuanto a cómo pudiste haber manejado de otro modo la situación. De esa
manera, sin importar tu desempeño en sí, estás demostrando interés en los problemas de la
organización y también exhibes tu disposición a aceptar comentarios.
Estas entrevistas de oso amaestrado pueden ser un abuso cuando los empleadores lo
utilizan para pescar nuevas ideas que puedan utilizar, ya sea contigo o sin ti. A veces, las
agencias de publicidad le piden al solicitante que diseñe una campaña potencial para un
nuevo cliente específico. Las empresas de consultoría quizá pidan una propuesta de
proyecto. He visto que a la gente de mercadotecnia le piden presentar dos o tres conceptos
para el futuro lanzamiento de un producto. Es frecuente que a los diseñadores gráficos se
les pida diseñar algo tentativo que después la empresa tratará de vender. Aunque evaluar
tus habilidades con tanta precisión como sea posible es algo por completo aceptable,
robarse tus ideas para venderlas, no lo es. Algunas compañías son famosas por esto y tu red
de contactos podrá ayudarte a identificarlas.
Si te encuentras en tal situación, tienes que decidir dos cosas: ¿en verdad quieres
trabajar ahí y, en ese caso, estás dispuesto a arriesgarte a que te roben? Si la respuesta en
ambos casos es sí, adelante y presenta tus ideas, señalando con claridad en letras pequeñas:
"Copyright © [año] de [tu nombre]. Derechos reservados". Para más detalles, visita en
línea la U. S. Copyright Office [Oficina de derechos de autor de Estados Unidos] en
www.copyright.gov.3 Esto quizá los haga pensar un poco antes de timarte. También protege
tus derechos si después ves tus ideas o trabajo en una revista o en televisión, y decides
hacer algo al respecto. Si alguien, al ver tu copyright, tiene la audacia de preguntarte:
"¿Qué, no confías en nosotros?", solo réstale importancia con un comentario desenfadado
como: "Es la práctica estándar".
Detrás de la planta de ornato
Las entrevistas de trabajo pueden ocurrir en lugares tan diversos como recepciones de
hoteles, restaurantes, salas de abordar en aeropuertos o salones de reuniones de una
convención. El mayor problema con estos ambientes es el exceso de estimulación auditiva
y visual. Esto dificulta la concentración y podría afectar tu capacidad para observar o
escuchar con claridad a tu entrevistador. Asimismo, debido a que en algunos de estos
entornos tendemos a relajarnos, es posible que bajes la guardia y trates la reunión con
menos formalidad de la que amerita. En cualquiera de estos sitios, haz tu mayor esfuerzo
por establecer un contacto visual adecuado y no dudes en pedirle a tu entrevistador que
repita la pregunta, si no estás seguro de haberlo escuchado por completo. No existe nada
tan confuso o frustrante como dar una gran respuesta a la pregunta incorrecta.
3. También deben ser incluidos todos los dibujos, esquemas y descripciones que
se tengan de manera independiente.
4. Cualquier otro documento o requisito que el IMPI pueda solicitar para proceder
con el otorgamiento de patente.
5. Esperar el plazo fijado hasta que se conozca el resultado del estudio realizado
por el IMPI.
6. Expedición de licencia por parte del IMPI, la cual contendrá todos los derechos
y obligaciones que debe cubrir el creador o inventor.
7. Adicionalmente, es conveniente revisar las disposiciones de la Ley Federal de
Derechos de Autor, toda vez que debe ubicar cuál normativa es la que aplica para
los temas que se considera conveniente registrar y proteger.
Existen algunos tipos de preguntas capciosas que deberías saber cómo manejar. Algunas se
hacen de manera bastante inocente, mientras otras se aplican con intenciones ocultas
definidas de antemano. Una pregunta no tan inocente se refiere a información confidencial
que puedas conocer de tu empleo más reciente. Si se te pregunta algo de este estilo, con
facilidad puedes decir algo como "Aunque tengo conocimientos sólidos de todas las áreas
con las que trabajé, con certeza no lo pondría a usted, a su empresa ni a mí, en una situación
difícil a causa de un tema de confidencialidad". Esto demuestra tu ética de negocios y alerta
al entrevistador de que seguir con ese tipo de interrogatorio, pone a todos en riesgo.
Ying o Yang
Otro tipo de pregunta capciosa es la de opción forzada, aquella que se hace de tal modo
que solo se puede elegir entre dos respuestas. Un par de ejemplos son: "¿Se considera más
como alguien adecuado para una empresa pequeña o para una grande?" y "¿Se siente más
cómodo siendo líder o seguidor?". La mejor forma de manejar este tipo de pregunta es estar
consciente de los requisitos del puesto para el que se te entrevista e inclinar la respuesta en
esa dirección. No está de más ampliar un poco tu respuesta y mencionar que también
consideras valiosa la opción que no elegiste. Podrías decir algo como: "De hecho, me
considero más como un líder, porque me gusta asumir la responsabilidad de que se
concreten las cosas. Pero la realidad es que todo jefe tiene un jefe y así hasta llegar al
presidente, quien tiene que responder a los accionistas, así que conozco los beneficios de
colaborar, al mismo tiempo que de ser líder". O: "A decir verdad, en esta etapa de mi
carrera, la realidad es que soy más del tipo de persona que contribuye de manera individual
y me doy cuenta de ello. Pero he aprendido mucho de trabajar con un par de líderes fuertes
y ahí es a donde espero que se dirija mi carrera"
¿Qué tal si...?
Las preguntas hipotéticas son fáciles de hacer, pero difíciles de responder. Estas son las
preguntas del tipo "¿Qué haría usted si..?" Has escuchado que los reporteros les hacen
muchas de esas preguntas a los candidatos. Hacen parecer que el entrevistador es una
persona enterada y les dan bastante cuerda a los candidatos para que se ahorquen con ella.
Son divertidas cuando las vemos por televisión, pero no son tan buena noticia para quien
busca empleo. Las únicas preguntas hipotéticas fáciles se refieren a la ética. (No tengo que
decir que siempre debe tomarse la opción moral cuando se trata de preguntas sobre ética.)
El gran problema con las especulaciones es que en general no se dan suficientes hechos o
antecedentes como para integrar una respuesta convincente. En consecuencia, te encuentras
a oscuras.
El entrevistado sagaz puede hacer que esto funcione a su favor al darle un giro a un par
de respuestas breves pero (y esto es importante) diferentes a una pregunta hipotética y
luego añadir: "Por supuesto, estas son solo un par de ideas, pero hay múltiples formas de
resolverlo. Si se toman en cuenta todas las variables de esta situación, y de las que no estoy
enterada, es probable que existan otras opciones que quizá sean mejores. Supongo que ahí
es donde yo empezaría: reuniendo primero todos los datos antes de decidir las acciones a
tomar". Otra razón para limitar tu respuesta ante una pregunta hipotética, es que podría
referirse a un problema interno que tu posible empleador enfrenta en ese preciso momento.
Si tomas una postura contraria a la suya, podrías causarte un grave daño.
Todos hemos oído historias de entrevistadores que hacen preguntas insensatas. Aunque la
categoría es interminable, las siguientes son preguntas reales de entrevistas que me han
contado buscadores de empleo. Espero que las disfrutes:
"Si pudiera ser un árbol (o un animal), ¿de qué tipo sería?"
"¿Cree en los OVNIS?"
"¿Qué pesa más: una tonelada de hierro o una tonelada de plumas?"
"¿Consulta usted su horóscopo?"
No importa qué tan estúpida parezca la pregunta, te recomiendo con todo énfasis que
domines tu deseo de reírte de tu entrevistador. (Guárdatelo para la hora feliz con tus
amigos.) Es posible que te hayan hecho la pregunta para romper el hielo o porque alguien
se la hizo hace años y eso le pareció genial. Tal vez lo haya hecho por nerviosismo o
porque no se le ocurrió más que preguntar. O tal vez te haya hecho esa pregunta para ver
cómo lidias con situaciones estúpidas. ¿Quién sabe?
Mi sugerencia es que andes con cautela, que no digas nada provocador y vayas a la
segura con una respuesta genérica. Incluso si de verdad crees en los hombrecitos verdes o
en tu interior siempre quisiste ser un tejón, yo me guardaría esos pensamientos. Si te
contratan, descubrirán más que pronto lo extraño que puedes ser en realidad. No hay
necesidad de apresurar las cosas.
Hacer de vez en cuando una pregunta insensata no es motivo para considerar en automático
que alguien es el temido entrevistador idiota. No obstante, hacer con regularidad preguntas
estúpidas sí es evidencia de ello. Las cuestiones demasiado personales o de naturaleza
política o religiosa están con certeza incluidas en la definición. Y preguntar cosas ilegales,
es el sello distintivo del temido entrevistador idiota.
La Ley de distribución de patanes e idiotas del doctor Paul Powers dice: "Los patanes
y los idiotas se distribuyen de manera más o menos equitativa en toda la sociedad". Esta es
una buena noticia; de otro modo, lo más probable es que tendríamos pueblos o compañías
enteras integradas solo por patanes e idiotas. Tener unos cuantos aquí y un par allá, diluye
el efecto negativo de esta gente insensata sobre el resto de nosotros. Nos da la esperanza de
que la sociedad no terminará pareciendo como el panel de invitados de Laura Bozzo. Pero
también significa que, de vez en cuando nos toparemos con un patán o un idiota, y esto
incluye a tus entrevistadores laborales.
Es difícil ser un estupendo candidato a un empleo, cuando la persona que hace las
preguntas es un perdedor, pero sí puede lograrse. Al principio de este libro te enteraste de
que si tomas las lecciones y consejos que te he ofrecido, lo más seguro es que serás más
hábil en la entrevista que la persona que funge como entrevistador. A veces, la gente bien
intencionada, pero sin capacitación, comete errores. Tener esto en mente te impedirá
lanzarte a la yugular del entrevistador a la primera señal de una pregunta idiota o
potencialmente ilegal.
Si escuchas una pregunta que te parece inapropiada, existen un par de ángulos que
puedes intentar. Te sugiero que primero consideres cómo afectaría a tu candidatura una
respuesta del todo franca; si no ves problema, responde. De otro modo, intenta redirigir la
pregunta hacia un territorio imparcial. Si te preguntan si estás casado o tienes una relación
o planeas tener hijos, podrías responder: "Mantengo la separación entre mi vida laboral y
personal. No tengo problema con la inversión de tiempo que demanda el trabajo o la
posibilidad de viajar que discutimos, si eso es lo que me está preguntando". Es posible que
el entrevistador tenga una preocupación del todo aceptable, pero que no haya sabido cómo
hacer la pregunta de manera legal. Una pregunta enunciada en forma ilegal acerca de tu
religión podría ocultar dudas legítimas sobre tu disponibilidad para trabajar en ciertas
horas o días. Una pregunta sobre tu nacionalidad o tu ciudadanía podría ser un torpe intento
por cumplir con los cambios en las leyes de inmigración o con reglamentos referentes a
autorizaciones de seguridad. Si das el beneficio de la duda al entrevistador, es posible que
puedas prevenir que su incompetencia en la entrevista te obstaculice conseguir el empleo
que quieres. Mantener la cabeza fría y responder de manera directa y educada, mientras
ayudas al entrevistador a salir del hoyo que él mismo cavó, puede ser benéfico para ti.
Si continúas recibiendo preguntas que te incomodan (mi límite es dos, pero podrías ser
un poco más tolerante que yo), es momento de otro abordaje más asertivo. Podrías
responder con "Señor Burns, estoy muy interesada en este puesto, porque creo que mis
habilidades se ajustan muy bien a lo que ustedes necesitan. Quiero eliminar cualquier duda
que tenga al respecto pero, con toda franqueza, no veo la importancia de esa pregunta para
este puesto". Esta respuesta es una clara confrontación, pero te sugiero mantengas el tono
profesional y asertivo, sin cruzar la línea hacia lo personal y agresivo. Tu meta en esta
entrevista (y en todas) es generar una oferta de trabajo, aunque al final la rechaces o solo la
utilices para generar otras ofertas. Por supuesto, no sugiero que te sometas a una pizca de
maltrato o discriminación laboral; en todo momento tú conservas la última palabra para
concluir la entrevista y marcharte.
Si decides irte o después sientes que se violaron tus derechos, ¿qué puedes hacer? ¿Te
quejas con las autoridades, escribes una carta al editor de un diario, informas a tu red de
contactos o entablas una demanda? Esa decisión es muy personal y no puedo tomarla por ti.
Como tu coach de desarrollo profesional —alguien que está enfocado 100% en el éxito de
tu carrera— debo decirte que te marches y encuentres un mejor trabajo, en una mejor
organización y con un mejor jefe. No te enojes ni pierdas tu valioso tiempo tratando de
cobrártela. Mi consejo es: sigue adelante. Amigo mío, vivir bien es la mejor venganza.
Pero ese consejo proviene de un tipo que nunca vio un anuncio que dijera "Irlandeses
Absténganse de Solicitar" en el escaparate de alguna tienda en Boston, Massachusetts; al
que nunca obligaron a utilizar un baño o un bebedero independiente, que nunca se sentó en
su silla de ruedas en una esquina, tratando de averiguar cómo llegar a una entrevista en un
tercer piso y que tampoco se preocupó de que su acento lo catalogara como un terrorista
potencial. Una vez que salgas de una entrevista de la que pienses (y no solo sientas) que se
te hicieron preguntas ilegales, primero debes determinar si estas fueron con el propósito de
discriminarte o debido a una razón ilegal.
A medida que un entrevistador se interesa más en contratarte, es natural que quiera
saber más de ti como persona. (Consulta de nuevo la figura 4.2 del capítulo 4.) Esto ayuda
al entrevistador a "hacer una clara distinción" (la primera definición de la palabra
discriminar) entre otros candidatos y tú. Si un entrevistador hace una pregunta estúpida o
ilegal —digamos, acerca de si tienes hijos— pero el empleador tiene un récord ejemplar
de contratar y dar cabida a padres que trabajan, entonces lo más probable es que cualquier
acción legal que emprendas no fructifique, te cueste tiempo, sea estresante ni le haga el
menor bien a tu carrera. El meollo del asunto en términos legales es que, aunque hacer
preguntas ilegales es estúpido, hacer preguntas estúpidas no necesariamente es ilegal.
Si consideras que tienes el deber de exponer tus dudas acerca de una posible
discriminación ilegal, comunícate con tu agencia estatal de empleo o con la agencia de
oportunidades equitativas de empleo, y con la EEOC (Equal Employment Opportunity
Commission [Comisión de oportunidades equitativas de empleo]).4,5
Es típico que las autoridades federales envíen el caso a la agencia estatal para las
investigaciones preliminares y la presentación de tu queja debe ocurrir en un lapso de 180
días (para cuyo momento espero ya tengas un empleo lucrativo). Se asignan muy pocos
recursos a estas instancias y tienen un retraso enorme en los casos; he visto que los trámites
para algunos de ellos representan años. Aunque tu queja no llegue a lado alguno, es posible
que te llamen después a dar tu testimonio, cuando surja otra violación todavía más atroz.
La vía legal es un camino muy difícil de recorrer, pero quizá decidas que no te queda
otra opción excepto seguirla. Una persona que había estado buscando empleo llamó a mi
programa de radio para hablar sobre este tema. Se sintió bastante ofendido como para no
dejar de lado el asunto, pero estaba preocupado de poner en riesgo sus oportunidades
laborales de las que dependía toda su familia. Creó una tercera vía al aprovechar su
energía relacionada con este problema y ayudó a fundar en su iglesia un programa de
mentoría y tutoría para chicos de hogares de un solo padre. No se enojó, ni intentó cobrarse
la ofensa, sino que ayudó a otros a progresar y, como recompensa adicional, se sintió mejor
acerca de sí mismo. Como otra opción, quizás algo como esto funcionaría en tu caso.
Digo que son posibles calamidades porque la mayoría de los problemas que surgen en una
entrevista tienen arreglo. Se requiere de un poco de esfuerzo y tienes que mantener la
calma, pero en general es posible resolver los problemas. Por ejemplo, a veces ocurren
errores en la comunicación. Si por error llegaste una hora antes a la entrevista, te puedes
disculpar y salir a dar un paseo. Es mucho mejor que sentarte a esperar en la recepción,
porque puedes disipar tu energía nerviosa. Si por error (válgame Dios) llegas una hora
tarde, deshazte en disculpas (sin importar de quién sea la culpa), di cuánto estabas
esperando la reunión y ofrécete a reprogramar a su conveniencia. En las pocas ocasiones
que he escuchado de este tipo de error, solo han proseguido con la entrevista.
Déjalo pasar
Sin importar cuánto intentes controlar el estrés, parte de ello se colará en la entrevista. Si
contribuye a mantenerte alerta y listo para actuar, está muy bien. Pero a veces puede
entrometerse en tu recuerdo de algunas de las respuestas mejor preparadas, de las
anécdotas más reveladoras o de las preguntas más perspicaces. Este es el tipo de laguna
que sucede cuando alguien te hace un comentario sarcástico y la respuesta idónea no te
llega sino hasta muy tarde esa noche. De camino a casa después de cada entrevista, habrá
un momento en que te pegues con el puño en la frente y digas: "Oh, ¿por qué no dije..?" O
todavía peor, dices "¿En qué estaba pensando cuando dije..?"
Hay una manera fácil de resolver cualquiera de estos problemas: la nota de
agradecimiento/seguimiento. Debe tener una apariencia profesional (escrita en tu
computadora, sin errores de ortografía e impresa en buen papel si mandas copia física),
utiliza la ortografía correcta del nombre de la persona y su cargo preciso (verifica esto con
la tarjeta de presentación que le pediste) y tienes que enviarla de inmediato después de la
entrevista. Junto con tus comentarios nuevos o revisados, debes reiterar tu agradecimiento
por la entrevista y tu fuerte interés en el trabajo.
Aunque es mucho muy útil en las situaciones descritas en secciones previas, es algo
que deberías hacer luego de cada entrevista. Es solo una manera adicional de comunicar
que eres minucioso, estás en verdad interesado y eres una persona educada. Es como tener
una nueva oportunidad para batear cuando terminó la entrada.
Todos hemos tenido un episodio que esperamos no aparezca en la película de nuestra vida.
Puede tener tan poca importancia como la pantalla que te pusiste en la cabeza durante la
fiesta de la oficina; quizá sea tan personal como un feo divorcio; puede ser tan grave como
una bancarrota; o tan pertinente como el despido de tu último trabajo. Puede ser algo tonto
o estúpido que una vez estuvo en una de tus redes sociales. Pregúntate: "¿Qué espero que
nunca me pregunten en una entrevista de trabajo?". Escribe esa pregunta y luego prepara
una respuesta neutra y precisa en términos objetivos que no se extienda en el suceso ni
profundice demasiado. Si tienes un esqueleto que cruje en el armario, en algún momento de
tu pasado, un entrevistador hábil y perspicaz lo encontrará. No es algo que amerite perder
el sueño, siempre y cuando te prepares de modo adecuado para ello.
Algunas organizaciones no se basan solo en las entrevistas y referencias para evaluar a los
candidatos a un empleo. Muchas utilizan métodos de prueba. Algunos son útiles y otros no,
pero deberías saber qué puedes esperar si te topas con ellos.
Pruebas de drogas
Ahora es bastante común encontrarse con la pregunta: "¿Estaría de acuerdo en permitir una
prueba de drogas como condición para obtener el empleo?" en los formatos de solicitud de
las compañías. Si marcas el no (y se nota), es probable que ya no estés en la terna para ese
trabajo. Es posible que tú y yo nos pongamos a discutir el aspecto ético, legal y moral de
este hecho, pero necesitamos enfrentar con inteligencia esta realidad moderna. Si marcas el
sí, a veces esto es lo último que oirás del tema. Sin embargo, la mayor parte del tiempo
puedes esperar que te pidan una muestra de orina para pruebas, luego de que hayas
aceptado la oferta de empleo, pero antes de iniciar en tu nuevo puesto.
Desearía poder decirte que si no usas drogas, no tienes de qué preocuparte, pero no
puedo. El problema es la tasa inaceptablemente elevada de falsos positivos que dan estas
pruebas. Un resultado "falso positivo" es aquel que se obtiene de una persona que no usa
drogas, pero lo señala como si fuera usuario de estas. La tasa estimada de falsos positivos
va de 5% (en entornos de investigación bien controlados) ¡hasta más de 50%! Existen
varias razones para ello. Algunos productos de pastelería contienen semillas de amapola
que pueden aparecer en la prueba como morfina. Muchos fármacos de venta libre contienen
ibuprofeno, que puede dar resultado positivo de mariguana. Algunos medicamentos para tos
y resfriado que se usan durante la noche pueden dar resultados positivos de opiáceos y,
como es natural, puedes esperar que cualquier fármaco de prescripción, recetado de
manera legal por tu médico, aparezca también en la prueba. Ni siquiera hemos tocado el
tema de laboratorios no regulados, los protocolos de prueba con una supervisión deficiente
o los empleados mal remunerados de laboratorio, que tienen tu reputación en sus manos
poco capacitadas (y posiblemente llenas de drogas). Y sin embargo, cada vez más
empresas, instituciones de gobierno y sindicatos las hacen obligatorias. ¿Qué puedes hacer?
Primero, por todas las razones que conocemos tan bien, no uses drogas ilegales. Si te
enfrentas con una prueba de tal naturaleza, esta es tu estrategia. Declara que no usas drogas
ilegales y que no te opones a la prueba en sí, pero añade que has leído sobre la muy
alarmante tasa elevada de falsos positivos que generan. Luego haz unas cuantas preguntas:
Pruebas psicológicas
o Ya sea que te contraten o no, ¿la persona que te someterá a evaluación te dará
los resultados? Algunos lo harán, pero otros no. Si me preguntas, diré que
comunicaré esta información a los candidatos no aprobados porque considero que
puede ayudar al individuo mientras prosigue con su búsqueda de empleo. Si se
contrata a la persona, intentaré disponer una reunión con el nuevo jefe y el
candidato para utilizar los datos y, con ello, facilitar el proceso de asimilación.
Pruebas de integridad
Conéctame amorcito
Veamos la prueba más famosa en esta categoría: el polígrafo, también conocido como
detector de mentiras. Esta es una máquina que detecta los cambios en reacciones
fisiológicas como la presión arterial, el latido cardiaco y la respiración. La investigación
ha dado resultados mixtos en cuanto a si estos cambios indican, de hecho, si la persona
miente. En personas básicamente honradas, demuestra incomodidad física con algunas
preguntas. Pero un mentiroso patológico o con práctica en esto puede vencer a la máquina
en repetidas ocasiones. Hace muchos años, el Congreso de Estados Unidos aprobó una ley
que prohibió el uso de estas máquinas en la mayoría de entornos laborales. Como suele
hacer el gobierno, se excluyó a sí mismo (al igual que a algunos contratistas externos) de
esta regulación que protege los derechos de los empleados. (Si solicitas un trabajo con el
departamento de defensa estadounidense, FBI, CIA, DEA, NSA, ATF, TSA o la agencia de
seguridad nacional, es posible que te pidan tomar el polígrafo.6) Antes de la prueba,
practica tus técnicas de respiración profunda y relajación, e intenta seguir usándolas
durante ella. Quizá te ayude en tu desempeño y, cuando menos, te servirá para reducir tu
estrés por el proceso. Sería un descuido de mi parte no mencionar que los traidores en
algunos de los casos más importantes de espionaje en Estados Unidos, nunca tuvieron
problema alguno para pasar la evaluación con el polígrafo. Supongo que esa es una de las
ventajas de ser un sociópata.
Una miniprueba de inteligencia
Cada vez más empresas utilizan pruebas de lápiz y papel para evaluar la honestidad, pese
al leve problema de que no funcionan. Muy bien, supongo que a veces funcionan si el
candidato al empleo admite de hecho que es un desgraciado mentiroso y ladrón (esa sí que
es una interesante estrategia de entrevista). Pero los estudios, tanto privados como
gubernamentales, evidencian que se descarta (rechaza) a miles de solicitantes honestos con
tal de detectar a unos cuantos deshonestos. Un estudio mostró que se evaluó de manera
errónea a más de 90% de los solicitantes calificados deshonestos o potencialmente
deshonestos. Como receptor del Diploma de la American Board of Psychological
Specialties (Panel examinador de especialidades en psicología de Estados Unidos) y del
American College of Forensic Examiners (Colegio estadounidense de examinadores
forenses), anticipo con gran emoción una demanda colectiva en este frente.
Por esa razón sugiero que consideres estas evaluaciones como minipruebas de
inteligencia. En primer lugar, miden y demuestran qué tan poco informado (o flojo) es tu
empleador potencial en cuanto a sus prácticas de contratación. Necesitas establecer si esto
significa que existen muchas posibilidades de mejorías que puedes llevarle o si están tan
perdidos que quieres evitarlos por completo.
Por otro lado, esta miniprueba también se aplica a ti. Si tomas una prueba de
integridad, verás que te preguntan si alguna vez te sentiste culpable o contaste una mentira,
o piden respuestas de falso o verdadero a declaraciones que señalan cosas como que nunca
te llevaste los artículos de oficina de tu empleador. Ten cuidado con las preguntas con
términos absolutos, como alguna vez o nunca, porque si intentas dar una imagen de
perfecta santidad, se verá como un intento por falsear tus respuestas. La mayoría de estas
pruebas no tienen límite de tiempo, así que antes de comenzar, revisa la prueba completa
para ver si puedes encontrar preguntas repetidas o muy similares, a fin de que las
respondas en forma consistente. Tu mejor estrategia es revisar la lista de autodescripciones
positivas que recopilaste para lidiar con pruebas psicológicas. Mantén en mente esta
imagen profesional y positiva, pero realista, y todo saldrá bien.
¡Ah!, y solo para hacerte sentir un poco mejor respecto de todo esto, las pruebas de
drogas, las de polígrafo y las de honestidad, rara vez se aplican a quienes ocupan los altos
puestos ejecutivos.7
Herramienta #1
Evaluación de aptitudes para la búsqueda de empleo
Referencia 1
Puntuación:
a. Si respondiste sí a las 20 preguntas estás preparado para iniciar una búsqueda
exitosa de empleo. Felicidades.
b. Si respondiste no a entre una y tres preguntas, estás bastante bien preparado, pero es
casi seguro que debas esmerarte un poco más para preparar las bases de tu búsqueda de
empleo; hazlo ahora mismo.
c. Si respondiste no a más de tres preguntas, no estás listo para empezar tu búsqueda
de empleo y podrías cometer algunos errores críticos que te resulten dañinos a la larga. Lee
la totalidad del libro y todas las herramientas del estuche para ayudarte a encontrar qué
necesitas. Recuerda, nadie nace sabiéndolo todo, pero con mi apoyo puedes pasar ¡de solo
bueno a estupendo!
Herramienta #2
Cómo controlar la ansiedad en la entrevista
o Cohibición
o Pensamientos irracionales
o Pensamientos obsesivos
o Pensamientos negativos
o Imágenes atemorizantes
o Apresuramiento
o Pérdidas de memoria
o Privación sensorial
o Evitación de la gente
o Parálisis mental
REACCIONES EMOCIONALES
o Temor de que la ansiedad gobierne sobre todos tus
actos
o Desconexión
o Respuestas agresivas
o Pesadillas
REACCIONES FÍSICAS
o Palmas sudorosas
o Palmas frías/pegajosas
o Latido del corazón rápido o fuerte
o Rubor excesivo
o Falta de aire
o hiperventilación
o Mareo
o Dolores de cabeza
o Distorsiones auditivas
o Náuseas/sensación de asco
o Estreñimiento o diarrea
o Piernas temblorosas
o Tropezarse
o Movimientos tiesos
o Insomnio
o Alteraciones de la voz
o Temblor en la voz
o Pies fríos
Herramienta #3
Consejos fiscales para el buscador de empleo2, 3
Cuando buscas un empleo en tu área profesional, existen ciertos desembolsos directos que
te agradaría deducir de tu declaración anual de impuestos. Nada es sencillo cuando de
contribuciones se trata y existen detalles así como salvedades que necesitas consultar. Con
prioridad, asegúrate de: a) guardar todos tus recibos, y b) consultar con un contador
público antes de considerar cualquier deducción fiscal.
Si buscas empleo en un nuevo gremio o negocio, los gastos de tu búsqueda no son
deducibles. Obvio, nuevo gremio o negocio no figuran en una definición. Si un plomero se
convierte en abogado, eso es un nuevo gremio o negocio. Si un taxista se convierte en
conductor de autobuses, eso no parecería relacionarse con un nuevo gremio o negocio. Bajo
este concepto, una persona que busca su primer empleo o que necesita trabajo después de
pasar un tiempo prolongado sin laborar, podría no tener derecho a la deducción de los
gastos de su búsqueda mediante impuestos.
Gastos deducibles:4
o Impresión de currículos.
o Tu servicio de internet.
Te sorprenderá cómo pueden acumularse los gastos de los rubros anteriores, de modo
que no dudes en tomar todos los deducibles legítimos que te correspondan.
Para legitimar estos deducibles, los contribuyentes deben detallar cada uno de sus
gastos. Los egresos por búsqueda de empleo caen en la categoría de varios, ello significa
que cuando se agrupan a más rubros diversos, solo son deducibles cuando excedan 2% de
tu ingreso bruto ajustado (IBA). Además, estos gastos podrían no resultarte benéficos si
caes bajo la categoría de impuesto mínimo alternativo (IMA). ¿Ves? Por esa razón te dije
que consultaras con un contador público.
Gastos no deducibles:
Herramienta #4
Establecimiento y monitoreo de metas para la búsqueda de
empleo
Herramienta #6
Creación de tu red de contactos
I. La manera en que construyas, conserves, uses y aumentes tu red de contactos
personales tendrá un efecto generalizado sobre tu capacidad para generar
posibilidades y entrevistas de empleo. Unos cuantos hechos:
III. La clave para identificar tu lista inicial de contactos en detalle es preguntarte a qué
agrupaciones perteneces. Cuanto más amplia sea tu lista inicial de contactos, más extensa
será la amplitud de tu red de contactos, más pistas generarás, más entrevistas tendrás, más
ofertas recibirás y, a la larga, más breve será tu búsqueda. Para ayudarte a construir este
primer nivel crítico de tu red de contactos, lista las personas que sabes pertenecen a los
siguientes grupos:
1. Tu familia (inmediata y extendida).
19. Tus consultores personales (p. ej., abogado, líder religioso, contador,
estilista, mecánico, dentista, agente de seguros, entrenador personal).
He combinado a muchos de los grupos anteriores, pero ya te habrás dado una idea de
lo que quiero decir. Conoces a muchas más personas de las que crees. Ahora ponte a
trabajar y conviértelas en una red que te ayude a conseguir un empleo que ames.
Herramienta #7
Preguntas de uso frecuente en entrevistas
A fin de que te prepares para las entrevistas, lee cada pregunta y prepara una respuesta
sólida. Es posible que no te hagan con exactitud la misma, pero con seguridad plantearán
algunas muy similares.
Como leíste en el capítulo 5, quiero que practiques tus habilidades de entrevista en
ensayos de una hora de duración para grabarlos en video. Antes de que empieces ese
proceso, identifica qué preguntas quieres que utilice tu entrevistador, pero permítele elegir
que te haga algunas sin tu conocimiento.
Tus cualidades personales:
8. ¿Qué te desmotiva?
13. ¿Cuáles son tus pasatiempos e intereses? ¿Qué te gusta hacer en tu tiempo
libre?
9. ¿Si pudieras volver a cursar tus estudios universitarios, qué cambiarías? ¿Por
qué?
10. ¿Te pudiste haber desempeñado mejor en tus estudios? ¿Cómo? ¿Por qué no lo
hiciste?
11. ¿Qué capacitación profesional continua has llevado a cabo desde que te
graduaste?
12. ¿Cuáles son tus planes educativos futuros? ¿Qué has hecho para llevarlos a
cabo?
Tu trayectoria profesional:
2. ¿Cuál fue tu primer empleo? ¿Qué aprendiste del mismo? (La misma pregunta
para empleos subsiguientes.)
9. ¿Crees que se les debería pagar más a las personas que trabajan en tu industria?
11. ¿Qué diferencia existe entre la forma en que tratas a tus subordinados y a tus
superiores?
Este empleo:
3. ¿Qué puedes aportarle a este trabajo que sea diferente de lo que puede aportar
nadie más?
10. ¿Cómo se compara este empleo con otros que has solicitado?
11. ¿En qué cosas tú y tu jefe han discrepado?
14. ¿Cómo se ajusta este empleo con tus planes profesionales en general?
15. ¿Qué te hace pensar que podrías lograr el éxito en este empleo?
19. ¿Cómo modificarías esta vacante para que se ajustara más a tus habilidades?
24. ¿Qué plan de transición tienes para el empleo que estás a punto de dejar?
Esta empresa:
5. ¿Por qué piensas que esta compañía será mejor que la última donde
estuviste?
En general:
11. ¿Te someterías a una prueba de drogas como condición para tener el
empleo?
Herramienta #8
Preparación de preguntas estupendas para tu entrevista
1. El empleo para el que te entrevistan:
a) La industria:
b) La organización:
c) El empleo en sí:
d) Tu entrevistador:
Con base en todos los datos que tienes aquí, construye cuatro estupendas preguntas que
hacer en tu entrevista.
1.
2.
3.
4.
Es posible que solo tengas oportunidad de hacer una o dos preguntas. Pero si tienes
preparadas tres o cuatro que son estupendas, tienes más opciones de qué preguntar,
dependiendo de la información que hayas aprendido en etapas anteriores de la entrevista.
Herramienta #9
Preparación para tus entrevistas de práctica
1. Entrevistador; ubicación de la entrevista:
4. ¿Cuál es el empleo?
6. Antecedentes de la organización:
9. Tiempo de inicio:
Herramienta #10
1. Entrada:
a) Apretón de mano
b) Expresión facial/lenguaje corporal
c) En general fue fuerte o débil
d) Ideas de mejoría
2. ¿Qué tan tenso o estresado estaba el candidato?
10. ¿De qué otro modo podría perfeccionar el candidato esta entrevista?
Herramienta #11
Preparación para la entrevista en sí
a)
b)
c)
a)
b)
c)
a) Objeción potencial:
¿Necesita pregunta de aclaración?
Respuesta para eliminarla o abordarla:
Concepto firme para concluir:
b) Objeción potencial:
¿Necesita pregunta de aclaración?
Respuesta para eliminarla o abordarla:
Concepto firme para concluir:
c) Objeción potencial:
¿Necesita pregunta de aclaración?
Respuesta para eliminarla o abordarla:
Concepto firme para concluir:
Herramienta #12
Formato de datos para las referencias laborales
Fecha actual:
De dónde y cuándo:
Mi empleo entonces:
Mis fortalezas:
Mis debilidades:
Mi personalidad:
Metas profesionales:
Paul W. Tibbets
Director Asia Air Express Teléfono: (123) 456-7890 (anterior jefe en AAE)
Grace O'Malley
Presidente
Eire Marine Commerce, LLC
Teléfono: (123) 456-7890
(anterior jefe en Coastal Mutual Insurance)
Lewis B. Puller
Presidente emérito International Negotiations, PLC Teléfono: (123) 456-7890 (anterior
jefe en I.N., PLC)
Robert Emmet
Presidente
Pike Development Associates Socio
Teléfono: (123) 456-7890
Compañero (trabajé mano a mano con el señor Emmet en Persuasive Marketing Tools,
Inc.)
John Basilone
Propietario
Superior Force Machine Tools Teléfono: (123) 456-7890 (antiguo colega en I.N.,
PLC)
Herramienta #14
Evaluación y mejoría después de la entrevista
1. Fecha, hora, ubicación de la entrevista; nombre del entrevistador, cargo:
2. El empleo:
15. ¿Obtuve una idea del marco temporal del proceso de contratación?
Herramienta #15
4. Ámbito de responsabilidades:
7. Principal inconveniente:
18. Temas relacionados con estilo de vida/familia (p. ej., viaje, reubicación,
noches, fines de semana, tiempo extra):
Herramienta #16
3. ¿Estás utilizando una campaña laboral en cuatro frentes o solo usas un método
(p. ej., vacantes publicadas o reclutadores)? Revisa los capítulos 3 y 4.
9. ¿Estás logrando convertir una oferta más o menos buena en una aceptable?
Revisa el capítulo 8.
Si respondes "Sí" a "Estás esperando que pase cualquier cosa", necesitas volver a leer
todo el libro, porque estás perdiendo un tiempo valioso que podrías invertir en actividades
productivas de búsqueda de trabajo.
CONCLUSIÓN
adrenalina, I
adversidad, I
agencias de contrato, I
temporal, I
agregadores, I
análisis de la oferta, I
anuncios de empleo, I
atolladeros, relacionados con el género, I
autoevaluación, I
bagaje emocional, I
blogueo, I
buenos modales, I
estancada, I
incertidumbres de la, I
cartas de recomendación, I
cierre preliminar, I
coaching profesional, I
contacto en frío, I
Cómo hablar para que los niños escuchen y cómo escuchar para que los
I
niños hablen,
control de daños, I
oficinas de capacitación, I
notas, I
destacar los atributos propios, I II III
emociones negativas, I
empleo I
ferias del, I
portales de, I
empresas de búsqueda, I
atuendo, I
calamidades, I
cierre de la, I
visita de ventas, I
comunicación de control en la, I
cumplir lo prometido, I
panel, I
elementos básicos, I
formatos, inusuales, I
temprano a la, I
métodos de prueba, I
deseabilidad de las, I
práctica de, I
preguntas, capciosas, I
frecuentes, I II
maneras de predecir las, I
compañía, I
empleo, I
industria, I
sobre ti, I
sobre tu carrera, I
obtienen datos, I
proporcionan datos, I
llevar a la, I
ritmo de la, I
sinceridad en la, I
entrevistador, idiota, I
investigar al, I
selección, I
poco preparados, I
estrés, I II
práctica, I
video, I
oso amaestrado, I
secuencial, I
telefónicas, I
escucha activamente, I
Facebook, I
Google Plus, I
grupos comunitarios, I
impuestos, I
investigaciones de crédito, I
Linkedln, I
minipruebas de inteligencia, I
objetivos, inapropiados, I
negociar la, I
evaluación de la, I
obtener la, I
paranoide, no seas, I
pedir ayuda, I
Plaxo, I
política de no referencias, I
portales de nicho, I
naturaleza impredecible, I
precargar el sistema, I
pruebas de drogas, I
integridad, I
retroalimentación, pedir, I
superar el, I
profesionales, I
creación de tu, I
reducción en energía, I
bibliotecarios de, I
elige tus, I
preparación de tus, I
usar tus, I
reveses, I
señales de compra, I
situación financiera, I
Talking From 9 to 5, I
tuits, I
Twitter, I
mitos, I
práctica de las, I
Webinarios, I
Wikis, I
Yahoo groups, I
Zoominfo.com, I
EL DOCTOR PAUL POWERS HA DEDICADO MÁS DE 30 AÑOS A APOYAR A
MUCHAS PERSONAS PARA OBTENER EL ÉXITO Y LA SATISFACCIÓN EN SU
CARRERA PROFESIONAL. Como psicólogo gerencial, coach de ejecutivos, autor y
experto vocacional, ha ayudado a miles de personas en cientos de empresas —desde
directores ejecutivos hasta recién graduados; lo mismo en corporaciones y hospitales,
como a veteranos de combate— a encontrar empleos que les encanten y a tener éxito en
ellos. Asesora a corporaciones de todo el mundo acerca de cómo seleccionar, motivar y
dirigir empleados totalmente participativos mediante coaching ejecutivo/profesional,
desarrollo de equipos gerenciales y de ventas, así como de planificación para el retiro.
Como popular orador y líder de seminarios, el doctor Powers viaja de manera
constante, impartiendo sus conocimientos, sentido del humor y profunda fe en que cada uno
de nosotros tiene un don que se puede descubrir, desarrollar y compartir. Como autor de No
vayas en chanclas a una entrevista de trabajo, Winning Job Interviews (Cómo obtener
entrevistas de trabajo) y coautor de Love Your Job! Loving the Job You Have, Finding a
Job You Love (¡Ama tu trabajo! Cómo amar el trabajo que tienes y cómo encontrar un
trabajo que ames), la energía, el entusiasmo y la motivación de Paul han llegado a todo el
mundo y a personas de todas las áreas imaginables.
El doctor Powers es psicólogo titulado, exdirector de la Massachusetts Board of
Psychologists y miembro de numerosas organizaciones profesionales. Paul cuenta con
títulos de licenciatura, maestría y doctorado de la Universidad de Massachusetts en
Amherst. Ayudó a fundar el Management Corps for the Emerging East (Cuerpo gerencial
para el Este Emergente), iniciativa sin fines de lucro que envía empresarios
estadounidenses para trabajar de manera voluntaria en compañías de las repúblicas de la
antigua Unión Soviética, a fin de ayudar a su transición a la economía de libre mercado con
habilidades y técnicas administrativas prácticas. Paul también fue miembro de la Infantería
de Marina de Estados Unidos, al igual que plomero certificado.
El trabajo del doctor Powers ha recibido amplio reconocimiento en medios de
comunicación como el Wall Street Journal, Boardroom Reports, New York Times, National
Business Employment Weekly, New England Business Magazine, Men's Health, cientos de
diarios y estaciones de radio en todo Estados Unidos; asimismo, ha aparecido en CNN,
MSNBC, WNBC, NPR y muchos otros espacios. Es copre-sentador de CareerTalk,
programa que recibe llamadas del público en una de las principales estaciones radiales de
Boston, Massachusetts.
Al practicar lo que predica sobre los numerosos beneficios de diversos intereses, Paul
también ejerce la profesión de especialista forense, profesional de la locución, guionista,
ávido campista, además de un programa gratuito de presentaciones, tanto nacional como
internacional. Él y su esposa Linda, quien es empresaria, diseñadora gráfica/diseñadora
web y directora de Powers Design, junto con sus dos perros bóxer, dividen su tiempo entre
la Costa del Golfo en Florida y Cape Cod.
Obtén para una suscripción gratuita al boletín mensual LifeMaps del doctor Powers,
que leen miles de personas, en www.drpaulpowers.com. Paul Powers está disponible para
presentaciones en reuniones externas de tu empresa, conferencias y eventos de
asociaciones, con charlas ágiles, prácticas y convincentes sobre los diversos temas que
trata en LifeMap. Envía un correo electrónico a drpaul@ drpaulpowers.com.
Referencias
1 N. del R.T.: Conforme a CONOCER —entidad del gobierno federal mexicano responsable
Por lo que respecta a Careerjet.com, la pestaña Careerjet Worldwide sección North America,
Mexico, te remite a www.opcionempleo.com.mx , lo que posibilita utilizar ambas
alternativas. Regresar
2 N. del Ed.: Los agregadores son metabuscadores (buscador de buscadores). El agregador
(JobisJob, Mercadojob, etc.) tiene un acuerdo para poder difundir ofertas de diferentes
portales. Regresar
3 N. del R.T.: A la fecha, Indeed.com funciona en México con clasificación de ofertas de
empleos en Estados Unidos. El lector deberá buscar las páginas más adecuadas para su propia
ubicación geográfica. Regresar
5 N. del R.T.: Con el propósito de enriquecer la información, en especial para México, se
Sobre la Renta, en específico considerar las obligaciones fiscales en las que está dada de alta
cada persona. Como el autor lo indica, se recomienda altamente obtener la orientación de un
profesional calificado en el tema. Regresar
7 N. del R.T.: Esta página ofrece el servicio en español. Regresar
8 N. del R.T.: Esta página ofrece la posibilidad de trabajar en ella en español, previa
traducción desde el buscador. Regresar
9 N. del R.T.: Ídem. Regresar
10 N. del R.T.: A la fecha, Blogger requiere una cuenta de Google para su utilización. En el
caso de Wordpress, existe una versión de instalación para México, cuyas instrucciones están
en español. Regresar
1 N. del R.T.: En el caso de México, las deducciones fiscales deben apegarse a lo establecido
1 N. del R.T.: En el caso de México, puedes solicitar, una vez al año y de manera gratuita, tu
1 N. del R.T.: Es importante para el lector considerar la situación real de oferta de empleo en
su localidad, de modo que pueda tomar la decisión más adecuada. Regresar
2 N. del R.T.: En este proceso es importante que analices detalladamente las prestaciones,
cada caso específico se realice el cálculo en la moneda local correspondiente a donde se está
llevando a cabo la búsqueda de empleo. Regresar
1 N. del Ed.: Todos los boletines y archivos del sitio web del doctor Paul Powers se
encuentran disponibles solo en inglés. Regresar
2 N. del R.T.: En las empresas trasnacionales es común realizar entrevistas a distancia en
tiempo real con el apoyo de medios electrónicos, en el idioma que se requiere para
desempeñar el puesto. Esta entrevista debe planearse y buscar realizarla en condiciones
adecuadas al evento. Regresar
3 N. del R.T.: Si llegara a presentarse esta situación, deberá analizarse previamente la
conveniencia de enviar libremente la información. En México hay una institución que registra
la propiedad intelectual del proceso o evento; los pasos para ello se indican a
continuación: Regresar
4 N. de la T: Esto se refiere a la legislación estadounidense, por lo que en cada país deberá
Regresar
6 N. del R.T.: En el caso de México, la Procuraduría General de la República, Seguridad
Herramienta #1
1 N. del Ed.: Llamado comunmente "pitch de elevador" hace referencia a que cuentas con 60
segundos (lo que dura un viaje en elevador) para dejar una impresión emocionante, impactante
y significativa en quien sea tu iterlocutor. Regresar
Herramienta #3
2 N. del Ed.: Toda cuestión fiscal es puesta aquí de manera solo ilustrativa. El lector tendrá
que verificar lo que resulta adecuado en el lugar geográfico donde realiza la búsqueda de
empleo. Regresar
3 N. del R.T.: En los capítulos 3 y 4 se hizo el señalamiento de que en México no aplican estas