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Historia del Wireless Fidelity Precursores

En 1888 el físico alemán Rudolf Hertz realizó la primera transmisión sin cables con ondas
electromagnéticas mediante un oscilador que usó como emisor y un resonador que hacía
de receptor.
Seis años después, las ondas de radio ya eran un medio de comunicación, poco después
se desarrolló una industria clave en el mundo de las comunicaciones.
En 1899 Gugliemo Marconi estableció las primeras comunicaciones inalámbricas a través
del canal de la Mancha y para 1907, se transmitían los primeros mensajes completos que
cruzaron el Atlántico.
En 1942, junto con el compositor George Antheil, patentó una técnica de modulación de
señales en espectro expandido, la primera versión de lo que se conoce como salto en
frecuencia. Usaba un par de tambores perforados y sincronizados para transmitir
información por el aire, sin cables. Aunque estaba pensado para que las defensas nazis
no pudiesen interceptar los torpedos teledirigidos de los aliados, este sistema se utilizó
como control remoto para manejar boyas marinas. Es la base sobre la que funcionan
todos los sistemas inalámbricos de transmisión de datos, como el WiFi o el Bluetooth.
En 1971 Norman Abramson, en la Universidad de Hawaii, crearon el primer sistema de
conmutación de paquetes mediante una red de comunicación por radio, dicha red se
llamo ALOHA.
Ésta es la primera red de área local inalámbrica (WLAN), estaba formada por 7
computadoras situadas en distintas islas que se podían comunicar con un ordenador
central al cual pedían que realizara cálculos. Uno de los primeros problemas que tuvieron
y que tiene todo nuevo tipo de red inventada fue el control de acceso al medio (MAC), es
decir, el protocolo a seguir para evitar que las distintas estaciones solapen sus mensajes
entre sí.
En un principio se solucionó haciendo que la estación central emitiera una señal
intermitente en una frecuencia distinta a la del resto de computadoras mientras estuviera
libre, de tal forma que cuando una de las otras estaciones se disponía a transmitir, antes
“escuchaba” y se cercioraba de que la central estaba emitiendo dicha señal para entonces
enviar su mensaje, esto se conoce como CSMA (Carrier Sense Multiple Access).
Un año después Aloha se conectó mediante ARPANET al continente americano.
ARPANET es una red de computadoras creada por el Departamento de Defensa de los
EEUU como medio de comunicación para los diferentes organismos del país.
En 1979 IBM publicaba los resultados de su experimento con infrarrojos en una fábrica
suiza. La idea de los ingenieros era construir una red local en la fábrica. Los resultados se
publicaron en el volumen 67 de los Proceeding del IEEE y han sido considerados como el
punto de partida en la línea evolutiva de las redes inalámbricas.
Las siguientes investigaciones se harían en laboratorios, siempre utilizando altas
frecuencias, hasta que en 1985 la Federal Communication Comission asigna una serie de
bandas al uso de IMS (Industrial, Scientific and Medical). La FCC es la agencia federal de
EEUU encargada de regular y administrar en telecomunicaciones.
Esta asignación se tradujo a una mayor actividad en la industria y la investigación de LAN
(red inalámbrica de alcance local) empezaba a enfocarse al mercado. Seis años más
tarde, en 1991, se publicaban los primeros trabajos de LAN propiamente dicha, ya que
según la norma IEEE 802 solo se considera LAN a aquellas redes que transmitan al
menos a 1 Mbps.
La red inalámbrica de alcance local ya existía pero su introducción en el mercado e
implantación a nivel doméstico y laboral aun se haría esperar unos años. Uno de los
factores que supuso un gran empuje al desarrollo de este tipo de red fue el asentamiento
de Laptops y PDA en el mercado, ya que este tipo de producto portátil reclamaba más la
necesidad de una red sin ataduras, sin cables.
“Padre” del Wi-Fi
Victor Hayes es un holandés nacido en Java en 1941. Trabajó como ingeniero
para NCR y fue una de las personas que
estableció el Grupo de Trabajo IEEE 802.11
dedicado a las redes inalámbricas en 1990. Bajo
su presidencia se completaron las distintas reglas
del proyecto IEEE 802, y fue en su última etapa
cuando convenció a las autoridades europeas de
establecer un espectro de radio para las WLAN,
resultando una asignación en la banda de 2.4
GHz y otra en la de 5GHz. Son dos de las tres
bandas que la FCC estadounidense había
asignado originalmente (mayo de 1985), para
dispositivos que no necesitaban licencia de
usuario.

Se le conoce como “el padre del WIFI” por su


papel determinante en el nacimiento como tal de
la primera versión del WIFI. El éxito del estándar, en pleno boom de Internet y de la WWW
(otra creación de origen europeo).

El protocolo IEEE 802.11


En 1997 se aprobó el estándar IEEE 802.11, creado para fijar unas normas de transmisión
de datos a través de redes inalábricas WLAN. Este primer protocolo definía velocidades
de 1 y 2 Mbps mediante señales infrarrojas, pero no tuvo aplicación práctica.
Sucesivas modificaciones del estándar han sido adoptadas por la WECA para las
diferentes versiones de WiFi. Estas son las más utilizadas:

IEEE 802.11 (1997)


La versión original del estándar 802.11, del Instituto de Ingenieros Eléctricos y
Electrónicos (IEEE), publicada en 1997, especifica dos velocidades de transmisión
“teóricas” de 1 y 2 megabits por segundo (Mbit/s) que se transmiten por señales
infrarrojas sigue siendo parte del estándar, aunque no hay implementaciones disponibles.
Tuvo una revisión en 1999 con la intención de actualizarla, no obstante a día de hoy está
obsoleta.
El estándar original también define el protocolo "múltiple acceso por detección de
portadora evitando colisiones" (carrier sense multiple access with collision avoidance,
CSMA/CA) como método de acceso. Una parte importante de la velocidad de transmisión
teórica se utiliza en las necesidades de esta codificación para mejorar la calidad de la
transmisión bajo condiciones ambientales diversas, lo cual se tradujo en dificultades de
interoperabilidad entre equipos de diferentes marcas. Estas y otras debilidades fueron
corregidas en el estándar 802.11b, que fue el primero de esta familia en alcanzar amplia
aceptación entre los consumidores.
IEEE 802.11a(1999)
La revisión 802.11a fue aprobada en 1999. Este estándar utiliza el mismo juego de
protocolos de base que el estándar original, opera en la banda de 5 GHz y utiliza 52
subportadoras de multiplexación por división de frecuencias ortogonales (Orthogonal
Frequency-Division Multiplexing, OFDM) con una velocidad máxima de 54 Mbit/s, lo que lo
hace un estándar práctico para redes inalámbricas con velocidades reales de
aproximadamente 20 Mbit/s. La velocidad de datos se reduce a 48, 36, 24, 18, 12, 9 o 6
Mbit/s en caso necesario. Tiene un alcance de 20 Km con radios especiales.
Dado que la banda de 2,4 GHz es muy utilizada hasta el punto de estar llena de gente, la
utilización de la relativamente inusitada banda de 5 GHz da una ventaja significativa a
802.11a. Sin embargo, esta alta frecuencia portadora también presenta una desventaja: el
intervalo global eficaz de 802.11a es menor que el de 802.11b / g. En teoría, las señales
802.11a son absorbidas más fácilmente por paredes y otros objetos sólidos en su
trayectoria debido a su longitud de onda más pequeña, y, como resultado, no pueden
penetrar hasta los de 802.11b. En la práctica, 802.11b normalmente tiene un rango más
alto a bajas velocidades. 802.11a también sufre de interferencia, pero localmente puede
haber menos señales para interferir, resultando en menos interferencia y mejor
rendimiento. 802.11a tiene 12 canales sin solapamiento, 8 para red inalámbrica y 4 para
conexiones punto a punto. No puede interoperar con equipos del estándar 802.11b,
excepto si se dispone de equipos que implementen ambos estándares.

IEEE 802.11b (1999)


La revisión 802.11b del estándar original fue ratificada en 1999.
802.11b tiene una velocidad máxima de transmisión de 11 Mbps y utiliza el mismo método
de acceso definido en el estándar original CSMA/CA. El estándar 802.11b funciona en la
banda de 2,4 GHz. Debido al espacio ocupado por la codificación del protocolo CSMA/CA,
en la práctica, la velocidad máxima de transmisión con este estándar es de
aproximadamente 5,9 Mbit/s sobre TCP y 7,1 Mbit/s sobre UDP.
Los productos que usan esta versión aparecieron en el mercado a principios del 2000, ya
que 802.11b es una extensión directa de la técnica de modulación definida en la norma
original. El aumento dramático del rendimiento de 802.11b y su reducido precio llevó a la
rápida aceptación de 802.11b como la tecnología de LAN inalámbrica definitiva.
Los dispositivos que utilizan 802.11b pueden experimentar interferencias con otros
productos que funcionan en la banda de 2,4 GHz.
IEEE 802.11g (2003)
En junio de 2003, se ratificó un tercer estándar de modulación: 802.11g, que es la
evolución de 802.11b. Este utiliza la banda de 2,4 GHz (al igual que 802.11b) pero opera
a una velocidad teórica máxima de 54 Mbit/s, que en promedio es de 22,0 Mbit/s de
velocidad real de transferencia, similar a la del estándar 802.11a. Es compatible con el
estándar b y utiliza las mismas frecuencias. Buena parte del proceso de diseño del nuevo
estándar lo tomó el hacer compatible ambos modelos. Sin embargo, en redes bajo el
estándar g la presencia de nodos bajo el estándar b reduce significativamente la velocidad
de transmisión.
Los equipos que trabajan bajo el estándar 802.11g llegaron al mercado muy rápidamente,
incluso antes de su ratificación que fue dada aprox. el 20 de junio de 2003. Esto se debió
en parte a que para construir equipos bajo este nuevo estándar se podían adaptar los ya
diseñados para el estándar b.
Actualmente se venden equipos con esta especificación, con potencias de hasta medio
vatio, que permite hacer comunicaciones de más de 50 km con antenas parabólicas o
equipos de radio apropiados.
Existe una variante llamada 802.11g+ capaz de alcanzar los 108Mbps de tasa de
transferencia. Generalmente solo funciona en equipos del mismo fabricante ya que utiliza
protocolos propietarios.

IEEE 802.11n (2004)


En enero de 2004, el IEEE anunció la formación de un grupo de trabajo 802.11 (Tgn) para
desarrollar una nueva revisión del estándar 802.11. La velocidad real de transmisión
podría llegar a los 600 Mbps (lo que significa que las velocidades teóricas de transmisión
serían aun mayores), y debería ser hasta diez veces más rápida que una red bajo los
estándares 802.11a y 802.11g, y unas cuarenta veces más rápida que una red bajo el
estándar 802.11b. También se esperaba que el alcance de operación de las redes sea
mayor con este nuevo estándar gracias a la tecnología MIMO (Multiple Input – Multiple
Output), que permite utilizar varios canales a la vez para enviar y recibir datos gracias a la
incorporación de varias antenas (3). Existen también otras propuestas alternativas que
podrán ser consideradas. El estándar ya está redactado, y se viene implantando desde
2008. A principios de 2007 se aprobó el segundo boceto del estándar. Anteriormente ya
había dispositivos adelantados al protocolo y que ofrecían de forma no oficial este
estándar (con la promesa de actualizaciones para cumplir el estándar cuando el definitivo
estuviera implantado). A diferencia de las otras versiones de Wi-Fi, 802.11n puede
trabajar en dos bandas de frecuencias: 2,4 GHz (la que emplean 802.11b y 802.11g) y 5
GHz (la que usa 802.11a). Gracias a ello, 802.11n es compatible con dispositivos basados
en todas las ediciones anteriores de Wi-Fi. Además, es útil que trabaje en la banda de 5
GHz, ya que está menos congestionada y en 802.11n permite alcanzar un mayor
rendimiento.
El estándar 802.11n fue ratificado por la organización IEEE el 11 de septiembre de 2009
con una velocidad de 600 Mbps en capa física.23
El estándar 802.11n hace uso simultáneo de ambas bandas, 2,4 Ghz y 5 Ghz. Las redes
que trabajan bajo los estándares 802.11b y 802.11g, tras la reciente ratificación del
estándar, se empiezan a fabricar de forma masiva y es objeto de promociones por parte
de los distintos Proveedores de servicios de Internet, de forma que la masificación de la
citada tecnología parece estar en camino. Todas las versiones de 802.11xx, aportan la
ventaja de ser compatibles entre sí, de forma que el usuario no necesitará nada más que
su adaptador wifi integrado, para poder conectarse a la red.

Las diferentes versiones del protocolo 802.11


WECA -WIFI
En 1999 Nokia y Symbol Technologies crearon la asociación Wireless
Ethernet Compatibility Alliance (WECA), que en 2003 fue renombrada a WIFI
Alliance (WIreless FIdelity), el objetivo de ésta fue crear una marca que permitiese
fomentar más fácilmente la tecnología inalámbrica y asegurar la compatibilidad de
equipos. En el 2000, la WECA certificó según la norma 802.11b (revisión del
802.11 original) que todos los equipos con el sello WI-
FI podrán trabajar juntos sin problemas. 802.11b utilizaba la banda de los
2,4Ghz y alcanzaba una velocidad de 11Mbps. Posteriormente surgiría 802.11a
que generó problemas puesto que usaba la banda de los 5Ghz que, si bien estaba
libre en Estados Unidos, en Europa estaba reservada para fines militares. Esto
generó un parón en ésta tecnología inalámbrica, lo que nos hace ver la
importancia de la instauración de unos estándares válidos para todos. En 2003
tras costosas deliberaciones vio la luz el 802.11g que funcionaba en la misma
banda que la «b», pero tenía una velocidad máxima de 54Mbps.
Las complicaciones que acarreó la convivencia de estos tres estándares «a», «b»
y «g», se debían a que eran incompatibles. Para resolver esta situación se
comenzó a producir hardware capaz de saltar entre estas tres especificaciones sin
cortar la conexión para ello y lanzando soluciones multipunto. Llegados a este
caso, Europa puso la banda de los 5Ghz a disposición del uso civil, actualmente
hay otras tecnologías que usan estas frecuencias, como el Bluetooth. Hoy en día
el estándar vigente en el software común es el 802.11n que va en los 2,4Ghz y
5Ghz simultáneamente con una velocidad de 108Mbps, aunque la velocidad real
podría llegar en un futuro a los 600Mbps. Es curioso el hecho de que hay
fabricantes de hardware que sacaron al mercado tarjetas WI-FI compatibles con
802.11n antes de que su certificación, por lo que realmente son compatibles con el
borrador y no con el definitivo.
Uno de los grandes inconvenientes de las redes inalámbricas es la seguridad,
pues las ondas de radio pueden ser captadas por cualquier receptor y existen
programas capaces de capturar paquetes a través de tarjetas WI-FI. Ya en 1999
con el estándar original 802.11 se incluyó Wired Equivalent Privacy (WEP), un
sistema de cifrado para este tipo de redes que permite cifrar la información que
transmite con claves de 64 o 128 bits. Debido a las vulnerabilidades descubiertas
en el sistema WEP en 2003 se desarrolló WPA en la versión 802.11i del estándar
IEEE. WPA autentica los usuarios mediante el uso de un servidor donde se
almacenan las credenciales y las contraseñas de los usuarios de la red. Un año
después, sobre 802.11i, se ratificó WPA2, una mejora del anterior que hoy en día,
se considera el protocolo más robusto para WI-FI. Tanto WPA como WPA2 no
sustituyen WEP, sino que lo refuerzan.
Otras desventajas que tienen las redes WI-FI es la incompatibilidad con otros
sistemas inalámbricos como Bluetooth, UMTS, GPRS, etc. Así como la menor
velocidad en comparación con las redes cableadas debido a las interferencias
(otras señales de redes inalámbricas), ruidos como las ondas que emite un
microondas por ejemplo y pérdidas de señal que el ambiente puede acarrear.
Estos problemas se pueden solucionar en parte generando canales de tráfico
simultáneos entre las distintas antenas de los productos 802.11n.

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