Вы находитесь на странице: 1из 6

RESUMEN

6. CRISIS DE LA DEMOCRACIA

Y LA LECCIÓN DE LOS CLÁSICOS

--Norberto Bobbio.

En un momento de la historia en que existía en Italia una explosión de la violencia


terrorista en el interior de su estado y a la forma en que respondía el gobierno español
limitando las libertades constitucionales; por ende, la democracia atravesaba por momento
delicados para el estado italiano.

Entre otras cosas el autor creía que para el año 1984 el marxismo estaba atravesando una
de sus crisis recurrentes y una de las mayores y que el único modo serio de volver a darle
a Marx el sitio que le corresponde en la historia del pensamiento político (y no se refería a
la historia del pensamiento económico y a la historia de la filosofía que están fuera del
debate) sea el de considerarlo como uno de los clásicos cuyas lecciones deben ser
continuamente escuchadas y profundizadas, aun cuando no se esté dispuesto a creer que
la verdad empieza en él y acaba con él.

Partiendo de lo ya enmarcado con antelación, el autor considera que para entender ya


tender los problemas de la democracia, es necesario analizar la lección de los pensadores
clásicos, iniciando por Maquiavelo, únicamente porque el pensamiento de Maquiavelo
acompaña la formación del estado moderno.

También la de Marx, la política es la esfera donde se desarrollan las relaciones de


dominio, entendido dicho dominio en su expresión más intensa, como el poder que puede
recurrir, para alcanzar sus propios fines, en última instancia, o extrema ratio, a la fuerza
física. Dicho de otra forma, el uso de la fuerza física, aun en última instancia, aun como
extrema ratio, es el carácter específico del poder político.

Para ello, el autor sostiene que debe analizarse la hipótesis hobbesiana (Hobbes), que
brevemente puede enunciarse así: la necesidad del estado nace de la convicción racional
de los individuos según la cual el uso indiscriminado de las fuerzas privadas en libre
competencia entre sí, genera un estado autodestructivo de guerra de todos contra todos
de la consiguiente renuncia por parte de cada uno al uso privado de la fuerza en favor del
soberano, que, a partir del momento en que se produce dicha renuncia, se convierte en el
único titular del derecho a disponer de ella.

La expresión “monopolio de la fuerza” que se deriva de una evidente y correcta analogía


entre la eliminación del libre mercado y la eliminación de la libre guerra, no es de Hobbes,
sino de Max Weber, quien al adoptarla no se olvidó de que antes que nada era
economista, pero sirve perfectamente para representar la hipótesis hobbesiana del estado
que nace de la necesidad en la que se encuentran los individuos racionales de sustituir la
pluralidad de los poderes de los individuos singulares por la unidad del “poder común”.

No es distinto el concepto que Marx tiene del estado, con la diferencia de que él explica de
una forma mucho más realista el nacimiento del estado no partiendo de una hipotética
guerra de todos contra todos, la cual tuvo lugar en un estado de naturaleza construido
racionalmente, sino de una histórica lucha de clases derivada, a su vez, de la división del
trabajo, con la consecuencia de que esa “violencia concentrada y organizada de la
sociedad”.

En los grandes estados de occidente la historia ideal del estado puede ser representada
como recorriendo otras dos etapas: la del estado de derecho y la del estado que, además
de ser de derecho, es también democrático.
Habiendo analizado a los autores clásicos sobre el estado y sus elementos Bobbio
considera que la gravedad de la crisis institucional de Italia en aquel tiempo consistía en el
hecho de que, ante todo, destacaba tres crisis:

1) Crisis el estado democrático.


2) Crisis del estado de derecho, en el sentido de que estaban yendo a menos algunas
garantías acerca del uso de la fuerza legítima.
3) Crisis del propio estado como tal, en cuanto pura potencia, como se hacía cada día
más evidente al ver extenderse la violencia privada y la increíble capacidad que la
misma tenía para resistir eficazmente a la ofensiva de la violencia pública.
Se trata de tres crisis distintas, que se sitúan a tres distintos niveles de la formación del
estado moderno, pero que están estrechamente relacionadas, lo cual lo llevaba a concluir
en tres aspectos:

a) La ineficiencia de la democracia induce a grupos revolucionarios y subversivos a


intentar resolver con la fuerza los problemas que el método democrático mal usado
no logra resolver, lo cual pone en entredicho al propio estado como el único
detentador de la fuerza legítima.
b) La tendencia a resolver los conflictos con la fuerza conduce a la gradual suspensión
de algunas normas características del estado de derecho.
c) El deterioro del estado de derecho agrava la crisis de la democracia dando lugar a
un auténtico y real círculo vicioso.

Ingobernabilidad, privatización de lo público y poder invisible son tres aspectos de la crisis


de la democracia, que se deja sentir un poco por todas partes pero que era
particularmente grave en Italia en los años ochenta. Además, la crisis de la democracia se
vio agravada también por la crisis del estado de derecho, como se demostraba
diariamente en los escándalos derivados del hecho de que, por debajo del gobierno
constitucional, trabajaba activamente otro gobierno (llamado acertadamente sub-gobierno)
sin leyes ni frenos.

RAZÓN Y REVOLUCION
El razonamiento del autor Salvatore Veca se refiere a las cuestiones de tipo sociológico
sustancial; o sea, cuestiones que interesan directamente a los científicos sociales. En
Economía y sociedad Weber habla de revoluciones tradicionalistas, revoluciones
carismáticas y revoluciones de la ratio. Las primeras basaban su razón en el imperativo de
restablecer, restaurar, re-instituir un orden originario traicionado, degradado, corrupto. Las
segundas suspenden la validez del tiempo, de la ordinariedad, fijándola en un presente
absoluto, fuera del tiempo de la tradición (revolución desde el interior, conversiones,
metanoia). La tercera es un mecanismo de mano invisible que cambia “desde el exterior”
valores, principios, instituciones, poderes, relaciones sociales.
Esta indicación de Weber acaba por sacar a la luz el hecho de que las revoluciones,
acontecimientos raros y característicos de la historia moderna y contemporánea, están
asociadas de distintas formas a procesos de modernización. Esto sugiere otra
consideración: los acontecimientos o los procesos revolucionarios tienen algo que ver con
estructuras sociales y conflictos agrarios o campesinos.

NEOCONTRACTUALISMO, SOCIALISMO Y JUSTICIA INTERNACIONAL


El razonamiento del autor Giuliano Pontara se basa en que trata la validez de la tesis
rawlsiana (John Rawls) en su teoría neocontractualista, misma que realiza desde dos
perspectivas:

a) La concepción de la justicia como equidad sería en principio compatible, tanto con


un orden democrático en el que está vigente la propiedad privada de los medios de
producción y distribución, como con un orden democrático en el que los medios de
producción y distribución están bajo el control democrático de la sociedad. Una
forma de entender la teoría contractualista de Rawls es, de hecho, la de ver en ella
una propuesta de establecimiento racional de los valores, o mejor de ciertos
valores, lo que equivale a decir una propuesta de cuáles deben considerarse como
buenas razones para dar la propia adhesión a determinados principios (de justicia)
más que a otros.
b) Las implicaciones de la teoría rawlsiana en lo que se refiere a la justicia
internacional, con particular incidencia sobre el problema de cuáles son las
exigencias de la justicia respecto a las relaciones entre países ricos y países
pobres.

¿HAY DERECHOS FUNDAMENTALES?


Los autores Giuliano Pontara y Norberto Bobbio respecto a los derechos fundamentales
de los hombres en una democracia, aportan lo siguiente:

Bobbio llama a algunos derechos libertades (por cuanto implican obligaciones negativas
por parte de otros para no llevar a cabo ciertas acciones) y aquellos derechos que él llama
poderes (en cuanto implican obligaciones positivas por parte de otros para llevar a cabo
ciertas acciones).

Giuliano Pontara en resumen sostiene que es posible encontrar una base absoluta a la
afirmación de los derechos del hombre, o para hablar más adecuadamente, sostiene que
existen derechos del hombre que pueden estar basados en argumentos irresistibles.
COMENTARIO
6. CRISIS DE LA DEMOCRACIA

Y LA LECCIÓN DE LOS CLÁSICOS

La forma de proceder de los gobiernos y también de los agentes que han estado cerca de
los funcionarios y que a lo largo de los tiempos se han constituido en poderes paralelos o
invisibles que también se corresponden con potencias extranjeras, se ha convertido en
uno de los factores principales cuando se habla de la crisis de la democracia.

La crisis de la democracia, indudablemente resulta imprescindible el conocimiento de la


naturaleza humana dado que resulta siendo impredecible y por lo tanto reacciona de
diversas formas a todos los componentes que integran su contorno lo cual también puede
variar en un momento determinado especialmente cuando se trata de percepciones y la
dinámica de los agentes que pueden impulsar determinados criterios en un momento
especifico.

Uno de los factores que contribuyen de manera directa a la insatisfacción de la ciudadanía


es la falta de oportunidades, no importando el sistema o la ideología central del estado del
que se trate, sea este capitalista o socialista. Esto relacionado de manera directa con el
enfoque de la crisis en cuanto a la ingobernabilidad, la privatización de lo público y el
poder invisible.

Вам также может понравиться