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LOS OTORONGOS DE MI PUEBLO

La tan conocida frase “otorongo no come otorongo” se utilizó por mucho tiempo para hacer
referencia a los congresistas que se protegían ante las denuncias y comisión de irregularidades
dotándolos de impunidad; ¿pero solo los congresistas son los únicos?¿ Y los consejeros y
regidores?

Está claro que los regidores –en su mayoría- no legislan, ni fiscalizan a su alcalde y cumplen el
papel de “cortesanos de palacio” en un prolongado “besamanos” esperando algún favor o
beneficio. Como si eso no fuera poco –además de blindar a su alcalde y funcionarios- también
se brindan entre ellos.

En Chimbote –hace ya un tiempo- un ciudadano presentó una solicitud se vacancia que contiene
una denuncia sobre nepotismo contra un regidor oficialista por la contratación de su prima
hermana. Ha pasado más de un mes y los regidores no se han pronunciado ni exigido que se
convoque a sesión de concejo para debatirla y decidir la procedencia o no de vacancia.

La Ley Orgánica de Municipalidades prevé que en casos de solicitudes de vacancia se discuten


en sesión de concejo extraordinaria. Esta sesión –al igual que todas- debe ser convocada por el
alcalde,lo cual no ha ocurrido. Pero si el alcalde no lo hace, la misma norma autoriza que un
tercio del concejo municipal– incluido el alcalde- pueden solicitar mediante documento que esta
se convoque y de no hacerlo ellos mismos realizan la convocatoria. En el caso de Chimbote se
requiere cinco regidores que firmen la solicitud.

Esta omisión -una más- nos hace preguntarnos ¿cuál es el temor por tratar el tema? Total
concejo municipal es solo la primera instancia, luego la decisión puede ser apelada al Jurado
Nacional de Elecciones que debe resolver de acuerdo a ley.

En la gestión anterior-sí ,esa tan invocada por la actual- se produjo agresión a regidores que
cuestionaron el desabastecimiento del vaso de leche. Tratando de justificar esa inacción
podríamos pensar que los regidores temen que si hacen lo que deben hacer, puede ser atacados
aunque la modalidad haya cambiado un poco, también ahora les puede pasar lo mismo que al
regidor Lynch que ni bien cuestionó a la gestión ha sido atacado, y no tan sutilmente. De no ser
esta la razón estaríamos simplemente en una situación en la que en nuestra provincia también
deberíamos pensar que “otorongo no como otorongo"

Ya es tiempo que los regidores cumplan con el mandato del pueblo y con las obligaciones que la
ley otorga porque de no ser así -al igual que los congresistas- tendrán el repudio del pueblo y
ya no solo serán regidores "Shakiros" si no también “otorongos de pueblo”.

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