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Constituyó un proceso de cambios repentinos y La expresión Revolución Industrial alude a tres significados básicos, ligados entre sí. En primer lugar, hace referencia al
profundos, en virtud del cual se derribaron estructuras conjunto de cambios tecnológicos que se iniciaron en Gran Bretaña, en la segunda mitad del Siglo XVIII, cuyas
sociales y políticas hasta entonces firmemente características principales fueron el uso de máquinas el reemplazo de la fuerza humana y animal por energía mecánica y la
asentadas, y surgieron ideas, estructuras sociales y aparición de la fábrica como unidad productiva de la industria. En segundo lugar, con esos términos se designa también a
formas políticas nuevas. Durante algunos años se cualquier proceso de cambios tecnológicos rápido y profundo, que transforme la manera de producir y los productos que
sucedieron una serie de acontecimientos que se fabrican. Así, se suele llamar Primera Revolución Industrial al proceso de invención y difusión de las máquinas de vapor,
transformaron definitivamente la organización social y que permitieron el crecimiento de la industria textil, y Segunda Revolución Industrial a aquella caracterizada por el uso del
política de Francia y cuyos efectos se extendieron hacia acero y la electricidad. Estos cambios tecnológicos, económicos y sociales pueden ser considerados etapas dentro de una
otros lugares del mundo. Algunos conceptos que hoy secuencia que se inició a fines del Siglo XVIII y se prolongó hasta la actualidad. En un tercer sentido, de alcance más global,
resultan naturales, como nación, igualdad ante la ley o la expresión se refiere al pasaje de una economía de base agraria y artesanal a otra en la que la producción se organiza
ciudadanos, fueron construidos y desarrollados en esa alrededor de la industria. Se trata de una transformación de dimensiones solo comparables a las de la llamada revolución
época. neolítica, el cambio de una economía basada en la caza y la recolección a otra sostenida por la agricultura y el pastoreo y
del surgimiento de las primeras ciudades.
La Revolución Industrial supuso grandes cambios en diferentes órdenes de la vida económica y social. En las economías
industriales, primero en Gran Bretaña y luego en otros países de Europa occidental y Estados Unidos Las transformaciones
alcanzaron prácticamente todos los aspectos de la vida.
Podemos agrupar esos cambios en tres dimensiones:
a) El crecimiento económico. La expansión de la industria permitió un gran aumento de la productividad, que se tradujo
en un crecimiento económico sin precedentes en la historia.
b) La innovación tecnológica y la organización de la producción. La invención de la máquina de vapor y su aplicación a
distintos tipos de industrias, sobre todo la textil, la utilización del carbón como fuente de energía y su organización en
fábricas con una creciente división de las tareas fueron rasgos claves de la primera industrialización.
c) Las grandes transformaciones económicas y sociales. El desarrollo de la industria desencadenó cambios en las formas
de trabajo, migraciones hacia las ciudades, la emergencia y la consolidación de una burguesía, ligada a la industria y la
formación de la clase obrera. Todos esos cambios condujeron a la constitución de un nuevo tipo de sociedad: la sociedad
industrial.
LA REVOLUCIÓN DE MAYO
Poco antes de producirse la crisis monárquica 1, los habitantes del Río de la Plata habían rechazado a los ingleses que intentaron tomar el puerto de Buenos Aires. Las consecuencias
que tuvieron en el terreno político estas frustradas invasiones contribuyeron a entender el éxito del movimiento revolucionario de mayo de 1810. En primer lugar porque revelaron la
fragilidad del orden colonial. En segundo lugar porque provocaron la primera grave crisis de autoridad en el virreinato, al ser destituido el virrey por un cabildo abierto. Por último,
porque la organización de la reconquista implicó la aparición de un nuevo actor político: las milicias urbanas que, una vez producida la crisis monárquica se convirtieron en el árbitro
de todos los conflictos ocurridos en esos años. La revolución comenzó en Buenos Aires como respuesta a los hechos producidos en la península ibérica (referidos a la crisis
monárquica). No fue preparada ni tenía un plan de acción definido. Tampoco tenía la independencia como objetivo. Cuando, en mayo de 1810, llegaron las noticias del reemplazo de
la Junta Central por el Consejo de Regencia y de la posible derrota de España a manos francesas, el clima político comenzó a agitarse. Luego de casi dos años de un trono vacante, la
pregunta era quien o quienes debían ejercer provisionalmente el poder. El 22 de mayo un grupo de vecinos de la capital del virreinato fue convocado por un cabildo abierto para
discutir los pasos a seguir. Allí se enfrentaron dos posiciones, los que sostenían que debía quedar en manos de las autoridades vigentes encabezadas por el virrey Cisneros; otros que
los reinos americanos tenían los mismos derechos, que los de la península a designar autoridades provisorias hasta tanto el rey regresara al trono. Tras largas discusiones y bajo la
presión de las milicias criollas, se decidió reemplazar al virrey por un gobierno autónomo.
1- La Crisis de la Monarquía Española venía de finales del siglo XVIII, pero se agravó cuando el rey Carlos IV permitió que el ejército francés de Napoleón Bonaparte ingrese a
España en 1808. El pueblo español organizó la lucha contra la ocupación, desencadenándose una guerra que duró hasta 1814. Las colonias españolas de América
aprovecharon esta situación para luchar por su propia independencia.
LA CONFEDERACIÓN ROSISTA
Juan Manuel de Rosas miembro del partido federal, fue gobernador de la provincia de Buenos Aires entre 1829 y 1832 y entre 1835 y 1852. Durante aquellos años Buenos Aires
impuso su dominio económico y político al conjunto de las provincias. Rosas se convirtió en el personaje dominante de la Confederación3 y en el encargado de las relaciones
exteriores. Durante su primer gobierno, Rosas logró que la Sala de Representantes, le otorgara “facultades extraordinarias”, con el argumento de pacificar la provincia. Por esa
facultad, el Poder Ejecutivo quedaba habilitado para ejercer funciones legislativas y judiciales. En 1832 a pesar de haber sido reelegido, Rosas se alejó del poder al no serle renovadas
las facultades extraordinarias. En consecuencia, en el partido federal de la provincia se profundizaron las divisiones entre los que eran leales a Rosas y quienes se oponían a un
gobierno con rasgos autoritarios. En relación con el resto de las provincias, la renuencia de Rosas a dictar una constitución nacional generó tensiones con alguno de los caudillos y
gobernadores del interior. En 1835 Rosas fue reelegido por la Sala de Representantes y obtuvo “la suma del poder público” por tiempo indeterminado, lo que permitía administrar, la
provincia, sancionar leyes e intervenir en la justicia. En los siguientes años Rosas fue extendiendo su dominio a todo el territorio a través de la fuerza militar y por medio de alianzas.
3. Entre 1835 y 1852, las provincias formaron una confederación de estados soberanos que delegaban la representación exterior y algunos otros poderes en el gobierno de la
Provincia Buenos Aires.
EL SEGUNDO GOBIERNO DE ROSAS
En su segundo mandato, Rosas debió enfrentar una guerra contra la confederación peruano-boliviana y dos bloqueos al puerto de la ciudad de Buenos Aires por parte de las
fuerzas francesas primero y anglo francesas después. Estos sucesos se produjeron en intima vinculación con los opositores unitarios, que exiliados en países limítrofes
intentaron destituir en varias oportunidades al Jefe de la Confederación. No obstante Rosas parecía fortalecerse luego de superar cada uno de esos conflictos. Hacia finales de la
década de 1840, la oposición al régimen surgió de las provincias más afectadas por su política. La negativa de Rosas a dictar una constitución se complementaba con su
resistencia a garantizar la libre navegación de los ríos interiores y a distribuir entre las provincias los ingresos de la aduana de Buenos Aires. La caída definitiva de Rosas ocurrió
en 1852, cuando en la batalla de Caseros los ejércitos de la Confederación fueron vencidos por lo del gobernador de Entre Ríos, Justo José de Urquiza, que contaba con el apoyo
de fuerzas entrerrianas, correntinas, brasileñas y uruguayas.
LA ORGANIZACIÓN NACIONAL
La década que transcurrió entre la caída de Rosas y la victoria porteña en la batalla de Pavón está marcada por la división del país entre Buenos Aires y la Confederación. El
problema central en esos años giró en torno de la forma definitiva que debía adoptar la organización nacional.
LA ARGENTINA CONSERVADORA
En 1880 llega a la presidencia el candidato de la Liga de Gobernadores, Julio A. Roca. Su gobierno inauguró un período de gran estabilidad política en la Argentina, que se
extendió hasta 1916. El proceso político que se desarrolló en ese período, se denominó Régimen Conservador. La alianza de gobernadores junto con algunos sectores con poder
económico, como los grandes propietarios rurales y los inversionistas financieros forman un partido político denominado Partido Autonomista Nacional (PAN), a través del cual
Roca llegó al gobierno. Inmediatamente sometió a la actividad política a un estricto control y mediante el fraude electoral impidió que opositores alcanzaran el poder. Roca
adoptó para su gobierno el lema “Paz y administración”, que implicaba terminar con los enfrentamientos que había dominado la vida política argentina hasta entonces y que el
gobierno nacional ejerciera su autoridad. Roca mantuvo el control de las provincias, se aseguró el apoyo de los gobernadores y logró establecer el control sobre la sucesión
presidencial. El gobierno de Roca tomó una serie de medidas, como la eliminación de las milicias provinciales y la creación de una moneda única en todo el país que
fortalecieron y consolidaron el poder del Estado nacional. En 1884 l Ley de Territorios Nacionales puso bajo jurisdicción directa del Estado nacional los territorios conquistados a
los indígenas durante la conquista del desierto. Ese mismo año se sancionó la Ley 1420 o Ley de Educación Común. Esta ley garantizaba la educación primaria obligatoria,
gratuita y laica. También se sancionó la Ley de Registro Civil que otorgaba al Estado la competencia sobre los registros de nacimiento y defunciones. Años más tarde una nueva
ley sancionó el matrimonio civil. Estás tres leyes le quitaban a la iglesia católica el control casi exclusivo que hasta entonces había tenido sobre la educación, registros de
nacimientos, matrimonios y muertes. La iglesia reaccionó contra la medid y los grupos católicos pasaron a ser opositores al gobierno.
LA ARGENTINA AGROEXPORTADORA
Con la acelerada industrialización que experimentaron los países europeos en la segunda mitad del siglo XIX, creció su demanda de alimentos y materias primas por un lado, y
de mercados donde vender sus productos, por otro. La argentina fue uno de los países que respondió al desafío de cumplir con las demandas europeas: en pocos años se
convirtió en uno de los principales exportadores de alimentos y materias primas del mundo al tiempo que por sus puertos entraban gran cantidad de manufacturas. Esa forma
de insertarse en el mundo se denominó modelo agro exportador.
LA INMIGRACIÓN
Dado que faltaba mano de obra para trabajar en el campo y en las ciudades, el Estado decide fomentar la inmigración. Atraídos por la propaganda del gobierno argentino, entre
1980 y 1914 llegaron a la argentina alrededor de seis millones de inmigrantes. La mayoría de ellos provenía de Italia y España. La primer colonia agrícola organizada del país se
fundó en la ciudad de Esperanza en la provincia de Santa Fe. La mayoría de los inmigrantes eran labradores que se habían quedado sin ocupación en sus países de origen por la
mecanización de la agricultura. La argentina se les ofrecía como un destino atractivo ya que aquí era posible encontrar trabajo y los salarios eran más altos que en Europa. En el
campo podían emplearse como peones o convertirse en arrendatarios en la ciudad trabajar en construcción, servicios, etc.
EL RADICALISMO EN EL PODER
En 1912, se realiza la Reforma Electoral, conocida como la Ley Saenz Peña, que determina el voto universal, obligatorio y secreto terminando con el fraude como práctica política.
No obstante, no podían votar las mujeres. En las elecciones realizadas el 2 de abril de 1916, determinaron la llegada al poder de la Unión Cívica Radical. A partir de entonces, y
hasta 1930 la argentina fue gobernada por los radicales Hipólito Irigoyen (1916-1922) y (1928-1930) y Marcelo T. de Alvear (1922-1928).
DE URIBURU A JUSTO
Los golpistas compartían la oposición a Yrigoyen, pero también tenían muchas diferencias entre ellos y conformaron dos grupos. Uno de ellos encabezado por Uriburu,
que pretendía reformar la Constitución Nacional, suprimir el sufragio universal, masculino y secreto y reemplazar la representación política a través de partidos por un
régimen corporativo tipo fascista. El otro sector golpista liderado por el General Justo, pensaba que bastaba con volver al régimen político anterior a la ley Saenz Peña.
Los radicales por su parte, procuraron reunificarse y decidieron que la fórmula para noviembre de 1931 estaría encabezad por Marcelo T. de Alvear. Sin embargo
Uriburu prohibió la candidatura del ex presidente. Ante esta situación el radicalismo se abstuvo de participar en las elecciones.
LA DEMOCRACIA FRAUDULENTA (DÉCADA INFAME)
En 1932, sin la participación del radicalismo, triunfa la fórmula Justo - Roca (hijo). El gobierno de Justo era apoyado por la Iglesia, el Ejército y la Oligarquía. Con el fin
de garantizar la sucesión presidencial y de evitar que el radicalismo volviera al poder el gobierno utilizó la violencia y el fraude. Contaba para ello con la policía y con
un conjunto de dirigentes políticos diseminados por el interior del país. A Justo, lo suceden en 1938, la fórmula Ortiz - Castillo, que triunfa gracias al fraude electoral.
En 1943 la llamada “Revolución del 43” conduce otro golpe de Estado militar que derrocó al gobierno constitucional del presidente Ramón Castillo (que había sucedió
a Ortiz tras su renuncia), poniendo fin a la denominada Década Infame. Tres dictadores con el título de presidente se sucedieron en el mando: los generales Arturo
Rawson, Pedro Pablo Ramírez y Edelmiro Farrell.
EL ESTADO PERONISTA
Durante los gobiernos peronistas, el Estado empezó a cumplir un papel distinto del que había tenido hasta entonces en el país. Se preocupó de mejorar la situación de
los trabajadores e incrementó el presupuesto destinado a salud, educación y vivienda. Con Perón en la presidencia se modificó la manera de los trabajadores de
vincularse con el estado. Durante los casi diez años que el peronismo estuvo en poder, el número de obreros organizados en sindicatos aumentó notablemente. Una
conquista importante de los trabajadores fue la representación sindical en el lugar de trabajo. Los dirigentes que ellos elegían en asambleas eran reconocidos por el
patrón y el Estado que impedían la persecución y los despidos arbitrarios. En materia social fue muy importante el papel desempeñado por la Fundación Eva Perón,
que se ocupaba fundamentalmente de aquellos sectores que no tenían los beneficios que proveían los sindicatos. En materia económica, también se profundizó la
intervención del Estado. En 1947, se formuló el Primer Plan Quinquenal, cuyo objetivo principal era el desarrollo de la industria. La intervención del Estado en la
economía también fue visible en la política de nacionalizaciones. Los servicios públicos y las fuentes de energía que eran de propiedad extranjera (ferrocarriles,
teléfonos, gas, usinas eléctricas) pasaron a manos del Estado. Luego de un período de relativa bonanza económica y social, en su segundo gobierno (1952-1955),
Perón comenzó a tener dificultades económicas y una fuerte oposición de sectores como la iglesia, sectores de las FFAA y el empresariado nacional. Su gobierno fue
derrocado, por un nuevo golpe de estado en 1955.
LA REVOLUCIÓN LIBERTADORA
La Revolución Libertadora es el nombre con el que se autodenominó la dictadura cívico-militar que gobernó la República Argentina tras haber derrocado al presidente
constitucional Juan Domingo Perón, clausurar el Congreso Nacional, deponer a los miembros de la Corte Suprema y todos los gobiernos provinciales. El golpe militar que
derrocó a Perón en septiembre de 1955, contó con el apoyo de los partidos políticos, las asociaciones de empresarios y trabajadores rurales, la iglesia y un amplio sector de
intelectuales. Todos esos grupos compartían un fuerte sentimiento antiperonista: consideraban al peronismo un régimen antidemocrático. Sin embargo la oposición golpista
tendría diferencias internas. Uno de los puntos de discusión eran las propuestas para des-peronizar la sociedad, es decir, para que los peronistas abandonaran la adhesión a su
líder y a su doctrina. El Presidente Lonardi proponía introducir cambios graduales, respetar las conquistas obreras y sostener las organizaciones sindicales. Lonardi, fue
reemplazado como Presidente provisional, por Pedro E. Aramburu, más antiperonista que su antecesor.
LA REVOLUCIÓN ARGENTINA
Una vez producido el golpe de Estado, los Jefes de las Fuerza Armadas designaron presidente al General Onganía, quien estableció un gobierno profundamente autoritario que
adhería a la Doctrina de la Seguridad Nacional. Uno de los objetivos prioritarios de los golpistas era reestablecer el orden. Desde su punto de vista implicaba, la supresión de la
actividad política, intervención de las universidades y censura en la cultura y en los medios de difusión. En materia económica el objetivo era estabilizar el crecimiento económico
mediante el desarrollo industrial. Su ministro de economía Adalbert Krieger Vasena impulsó medidas tendientes a favorecer las inversiones extranjeras y la formación de grandes
complejos industriales. Luego de Onganía, sucedieron los Generales Levigston y Alejandro Lanusse, quien decidió convocar a elecciones para 1973.
EL TERCER GOBIERNO PERONISTA
En las elecciones nacionales realizadas el 11 de marzo de 1973, la fórmula del Frejuli, integrada por Héctor J. Cámpora y Vicente Solano Lima, se imponía con el 46% de
los votos. Cuando Cámpora asumió el enfrentamiento ya no era entre peronistas y antiperonistas, sino que se había trasladado al interior del movimiento peronista.
De un lado estaban los que se llamaban así mismos ortodoxos, la mayoría de los políticos y sindicalistas, que proclamaban una adhesión incondicional a Perón e
impulsaban un rápido traspaso del poder de Cámpora a su líder. Del otro lado estaban los sectores juveniles, que sostenían que Cámpora era un primer paso hacia un
cambio revolucionario. En julio, Cámpora renuncia a su cargo. En setiembre se realizan elecciones y triunfa la fórmula Juan D. Perón - María Stella Martínez de Perón,
su esposa. Perón apoya decididamente a los sectores ortodoxos. Perón apenas lograr estar 9 meses en la presidencia. Fallece el 1 de julio de 1974. Su esposa, se hace
cargo de la presidencia. En 1975, la crisis política se vio agravada por la economía. La inflación aumento y el gobierno tomó una serie de medidas que agravaron más
aún la situación. El gobierno que había perdido el control de la situación, dio al Ejército la “orden de aniquilar a la subversión”. Se desató entonces una violenta
represión, que no solo incluyó a los grupos guerrilleros, sino también a sus simpatizantes y a otros grupos opositores. El 24 de marzo de 1976, sin encontrar resistencia
en la población, las Fuerzas Armadas desalojaron al gobierno peronista y tomaron el poder.