IMPUESTO AL SOL

En las últimas décadas la energía solar ha obtenido considerables avances. Aunque tuvo un temprano
desarrollo hacia la segunda mitad del siglo XIX, no fue sino hacia las últimas tres décadas de la pasada
centuria que se logró expandir su uso. Debido a las crisis del petróleo de los 70s y el surgimiento de
un discurso ambientalista consciente de que las practicas habituales de producir energía –fósil y
nuclear– tienen injerencia directa en el calentamiento global, el foco se puso sobre las energías
renovables o verdes. Desde entonces, si bien aún la mayor parte de la energía producida actualmente
proviene de fuentes no renovables, las energías verdes como la energía solar han venido
experimentando un crecimiento exponencial. Sin embargo, este emerger se ha encontrado con varios
problemas para poder ser implementada. Uno de los problemas son los intereses de aquellas empresas
productoras de energía no renovables, quienes la implementación de formas alternativas de producir
energía se traduce en significativas perdidas económicas. De este modo, el presente texto pretende
abordar la energía solar, explicando en un primer momento en qué consiste, para luego pasar a abordar
un caso específico de las polémicas que levanta la implementación de la energía solar como lo es el
impuesto al sol.

Las energías renovables son todas las formas de energía alternativas a los combustibles fósiles, que
son a saber, capaz de producir electricidad mediante la explotación de fuentes de energía limpia,
sostenible y que se renuevan con el tiempo tales como el sol, el viento, las olas y las mareas, el poder
del agua y el calor de la tierra. Son producidas pues a partir de fuentes naturales no sujetas a
agotamiento. La producción de energías renovables, además de tener una lógica ambientalista, a nivel
local reduce los costos de transportes que tienen las energías fósiles. Por otro lado, están los
combustibles fósiles que crean emisiones de gases efecto invernadero lo que contribuye al
calentamiento global, a diferencia de las energías renovables que no emiten este tipo de gases y
contribuyen por el contrario a mitigar el calentamiento global y el cambio climático.
Así, dentro de las fuentes renovables esta la energía solar que aquella producida por la luz –energía
fotovoltaica- o el calor del sol –termosolar- para la generación de electricidad o la producción de
calor. Inagotable y renovable, ya que procede del sol, se obtiene por medio de paneles y espejos.
Las células solares fotovoltaicas convierten la luz del sol directamente en electricidad por el llamado
efecto fotoeléctrico, por el cual determinados materiales son capaces de absorber fotones (partículas
lumínicas) y liberar electrones, generando una corriente eléctrica. Por otro lado, los colectores solares
térmicos usan paneles o espejos para absorber y concentrar el calor solar, transferirlo a un fluido y
conducirlo por tuberías para su aprovechamiento en edificios e instalaciones o también para la
producción de electricidad (solar termoeléctrica).
En ese sentido, la energía solar se debería potenciar puesto es una energía renovable, no está
destruyendo el medio ambiente, de hecho está en pro de su preservación. Renovable, no contaminante
y disponible en todo el planeta, contribuye al desarrollo sostenible y a la generación de empleo en las
zonas en que se implanta. Ofrecen un potencial prácticamente ilimitado frente a los recursos finitos
de las energías fósiles. Además, las energías renovables por su disponibilidad estarán sujetas a menos
fluctuaciones de precios, al contrario que el petróleo o el gas.
En torno a la energía solar, nace en España el impuesto al sol, que es la tasa que tienen que abonar
los titulares de los contratos de autoconsumo eléctrico. Este se estipuló en el año 2015 mediante un
Real Decreto y establece el pago de un impuesto por la red eléctrica general y su mantenimiento a los
clientes que utilizan placas fotovoltaicas para generar su propia energía. La normativa de los peajes
de respaldo consiste en el abono del impuesto correspondiente más el compromiso por parte de los
autoconsumidores de volcar su excedente de energía a la red gratuitamente. Esto es, todo lo que ellos
no utilicen, será regalado a la red general, sin recibir nada a cambio.
El gobierno crea este impuesto pues el autoconsumo se les salió de las manos. Se producía más
energía solar de la que se demandaba en España, y la deuda con los productores ascendía a 26 billones
de euros.
El problema está en que aquellos desean hacer legal la instalación de los paneles solares y hacer uso
de estos para generar energía limpia, se les está cobrando por un servicio que no usan.
Si bien es cierto que el autoconsumo eléctrico es la medida más limpia y eficiente, también es verdad
que la normativa vigente complica su aplicación, por lo menos, si se quiere conectar la instalación a
la red.
Con esto, Naomi Klein, periodista y activista canadiense, perpleja por este impuesto expresó, “No es
que España deje de ayudar a quienes deciden poner paneles solares en su casa, sino que además les
penaliza por hacer lo correcto”.
En julio de 2015 partidos, sindicatos y asociaciones firman un manifiesto para derogar este impuesto,
el manifiesto es muy explícito: “el autoconsumo –dice– contribuye a reducir la dependencia
energética del exterior, genera energía eléctrica de forma respetuosa con el medio ambiente y
descentralizada (...), incrementa la eficiencia energética, mejora la competitividad de las empresas,
crea empleo y fomenta la economía local”. Por todas esas razones, “y por la necesidad de
democratizar la energía tal y como indica la Unión Energética de la Comisión Europea –añaden los
firmantes–, cualquier normativa reguladora del autoconsumo debería tener como principal objetivo
favorecerlo y, por lo tanto, inspirarse en las mejores prácticas disponibles a nivel internacional”.
Los gobiernos siempre buscan la forma de beneficiarse, y beneficiar las grandes compañías, pasando
por encima del pueblo. El problema retorna a preguntarse qué es más importante, si los intereses de
unos pocos o el bien común, el trabajar por un mundo mejor, por lo que el uso de energías limpias
debería incentivarse. Como el gobierno sabe que es bastante complicado abastecerse únicamente de
energía solar ya que en las temporadas frías no se cuenta con el sol, y almacenarla a largo plazo resulta
ser complicado, la única condición para no pagar este impuesto es precisamente esta, lo que no hace
justo este impuesto.
Referencias
erenovable.com/energias-renovables/
www.acciona.com/es/energias-renovables/energia-solar/
comparadorluz.com/faq/impuesto-sol
www.factorenergia.com/es/blog/eficiencia-energetica/impuesto-al-sol/
www.energias-renovables.com/fotovoltaica/historia-del-impuesto-al-sol-20181005
coordinadoraongd.org/2016/11/ver-impuesto-al-sol-las-migraciones/
tuotrodiario.hola.com/consumo-ahorro/2017032166892/estas-son-las-6-claves-para-entender-el-
impuesto-al-sol/