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“EL MEJOR” AYER HOY “EDUCANDO PARA

UN
Y SIEMPRE MUNDO MEJOR

Integrantes:
- Kimberlly Cueva.
- David Jaramillo.
Fecha: Jueves 22 de Diciembre del 2016
Curso: 2º “BI”
Licenciado: Mario Castro

Diego Noboa
Diego María de Noboa y Arteta (Guayaquil, 15 de
abril de 1789 - ibídem, 3 de noviembre de 1870). Fue un
político ecuatoriano que lideró la Revolución Marcista y que
derrocó al Gral Juan José Flores, junto con José Joaquín de
Olmedo y Vicente Ramón Roca. Fue el tercer Presidente de
la Época Marcista. Aunque su ejercicio residencial fue muy
corto. Su tataranieto, Gustavo Noboa, también desempeñó la
Presidencia de la República, entre los años 2000 y 2003.
La pugna entre el Gral. Antonio Elizalde y Noboa se agrandó que
se temía un enfrentamiento entre ambos bandos. Sin embargo
la paz se concretó con el convenio La Florida. El 8 de
diciembre de 1850 fue elegido Jefe Supremo y por Decreto del
11 del mismo mes se le concedía facultades extraordinarias.

Biografía
Obtuvo la administración de Renta de Tabacos, pasó a la de Alcabalas y llegó a contador Mayor
del Departamento del Guayas en la Gran Colombia. Cuando fungió de comisario de Guerra y
Marina en 1824, envió tropas para sellar la independencia de Perú y fue condecorado por el
Congreso de ese país. Sirvió a la República como senador en varias legislaturas y en la de 1839
presidió el Senado. Integró el Gobierno Pro- visorio constituido a raíz de la Revolución Marcista.
Quiso entrar por la puerta a la presidencia de la República en 1849, pero no consiguió los votos
necesarios. Le cupo entrar por la ventana. Con su nombramiento de jefe supremo del Guayas, en
marzo de 1850, se trizó el espejo de la unidad nacional marcista. De nuevo había dos naciones,
dos gobiernos contrapuestos. Noboa y Ascásubi buscaron un arreglo pacífico que no cuajó. Entre
sobresaltos guerreros las provincias se iban pronunciando por Noboa.
Quito lo hizo el 10 de junio. "Las sagradas leyes de la moral son igualmente severas con todos los
partidos políticos, y cualquiera que sea aquél que para derrocar una autoridad legítima apelare a
las peligrosas vías de hecho, merecerá siempre la justa reprobación del hombre de bien",
sentenció Ascásubi al dejar el poder. Su retiro parecía abrir el camino de la paz, pero no fue así.
Azuay, Loja y Manabí se adhirieron al pronunciamiento de Guayaquil el 14 de junio, pero dieron
el mando al general Elizalde. Otra vez se enfrentaban dos autoridades supremas. Primó, empero,
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el sentido común y ambos jefes de Gobierno se comprometieron a convocar una Convención para
el 8 de diciembre en Quito ("Convenio de La Florida", a orillas del Daule).

Presidencia
La Convención eligió a Noboa presidente interino por 23 votos contra dos de Elizalde y promulgó
la quinta Carta Política, inspirada en un proyecto escrito por Pedro Carbo, sobrino de Noboa. De
esa Carta dijo Urvina que "era un compendio incoherente de todas las constituciones que han
podido traerse a la mano". Sancionada la Constitución, Noboa fue ratificado en su cargo el 26 de
febrero de 1851. Noboa desterró a los roquistas, entre ellos al ex presidente Roca y al general
Elizalde. Suprimió del escalafón a 163 militares, expulsó del Ejército a los elizaldistas y los
reemplazó con militares floreanos caídos en desgracia. Tras "la cruz" del devoto Noboa estaba el
"diablo" de Urvina ocultando su cola serpentina, aparentando neutralidad, preparando su
ascenso al poder, difundiendo rumores de que Noboa iba a resucitar el floreanismo. En efecto,
Flores acababa de llegar a Lima. El presidente peruano general José Rufino Echenique le había
otorgado una pensión de subsistencia y lo apoyaba en
los proyectos de invadir Ecuador.
Echenique temía "el rojismo anticlerical" de Nueva
Granada y de Urvina. Los temores de Echenique se
confirmaron cuando el presidente colombiano José
Hilario López expulsó de la Nueva Granada a los
miembros de la Compañía de Jesús (jesuitas). García
Moreno, que había hablado en Panamá con algunos de
los desterrados, los persuadió de que serían bien
recibidos en Ecuador. El pueblo y la aristocracia se
alegraron con la llegada de los padres; pero no algunos
clérigos y políticos, entre éstos Urvina. Los unos
recordaban admirados la obra educativa de los jesuitas
en la Colonia y las famosas misiones del Marañón. Los
otros traían a la memoria la avidez de los jesuitas que los
había convertido en los más grandes latifundistas de la Real Audiencia de Quito, razón por la que
temían que los compañeros de Jesús se constituyeran en el soporte ideológico del
conservadorismo.
Noboa solicitó a la Convención que autorizara la admisión de los jesuitas. Y así se hizo. Regresaban
al país a los 84 años de haber sido expulsados de la Audiencia por el liberal e ilustrado Carlos III
de España. El presidente López temía que los jesuitas admitidos en Ecuador apoyaran a los
conservadores colombianos que conspiraban contra su gobierno. Al saber que Noboa había
ayudado a dos de esos conspiradores en Pasto y admitido a los jesuitas desterrados, obtuvo el 16
de mayo de 1851 autorización del Congreso Neogranadino para declarar la guerra a Ecuador.
Noboa envió una circular a las cancillerias de Perú, Bolivia y Chile para formar un frente común
contra López. El Gobierno tuvo buenos ingresos fiscales. Débil de carácter, Noboa permitió el
ingreso de los sacerdotes jesuitas que habían sido expulsados de Colombia por el gobierno del
Gral. José Hilario López, de ideas liberales.
En el gobierno de Noboa se pretendió vender las Islas Galápagos a Gran Bretaña, para poder
pagar la deuda inglesa, negociado que fue repudiado. Con la Nueva Granada las relaciones fueron
tensas, cuando Noboa dio ayuda militar a los pastusos para que el gobierno de López se
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desestabilice. A pesar de que Noboa era de ideas conservadoras, la situación política con Urbina
al principio fue de gran amistad, ya que este Gral. fue el que lo ayudó a subir a la presidencia.
Además en el gobierno de Noboa se suscribió con Gran Bretaña en Quito, el 3 de mayo de 1851,
un Tratado de Amistad, Comercio y Navegación, tratado que se cumplió hasta 1880, para luego
ser reemplazado por otro.
En junio de 1851 el Congreso le otorgó las extraordinarias por pretexto de la amenaza de guerra.
Urvina vio que la fruta estaba por caer: aduciendo que Noboa había comprometido la integridad
nacional, se proclamó, apoyado por la guarnición de Guayaquil, jefe supremo de la República el
19 de julio de 1851. Noboa terminó su mandato ingenuamente.

Viajaba a Guayaquil y no alcanzó a llegar a la ciudad. Lo apresaron en el barquito en que habla


zarpado de Babahoyo y lo llevaron sin más complicaciones a un buque norteamericano que lo
depositó en Callao. Cuatro años después regresó del destierro, pero nunca más volvió a la
política. Murió el 3 de noviembre de 1870 a los 81 años de edad.

Constitución de 1851
Noboa gobernó esta constitución, siendo elegido para un período de cuatro años, desde febrero
de 1851. Entre los principales enunciados se encuentran:

 Gobierno es republicano, popular, representativo, electivo, alternativo, responsable


 Se reconoce expresamente el Régimen Municipal.
 Se condena la usura y el duelo
 Son ciudadanos los casados, reconociéndose la mayoría de edad a los 18 años.
 Supresión de las dos Cámaras y el Poder Legislativo se encomendó a una solo con el
nombre de Asamblea Nacional.
 Supresión del cargo de Vicepresidente, debiendo reemplazar al Presidente los Consejeros
de Estado

Administración.-
Jefe Supremo en Guayaquil: marzo de 1850- Jefe Supremo en Quito: Junio de 1850- Presidente
Constitucional del 26 de febrero de 1851 al 13 de septiembre de 1851.

Datos.-
Noboa fue un hombre recto, honorable y pacífico.
Durante su administración dio albergue a las PP. Jesuitas que fueron desterrados de Colombia;
ocurrió la beatificación de la Heroína Mariana de Jesús "Azucena de Quito".

Fue designado presidente por la V Asamblea Nacional Constituyente, con 23 votos contra 6 de
su contrincante, el 25 de febrero de 1851. Los ministros designados por el Presidente fueron
entre otros, Roberto Ascázubi, José María Urbina; pero renunciaron, Urbina fue nombrado Jefe
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de guarnición de Guayaquil; en julio éste dejó ver su propósito de derrocar a Noboa, entonces
viajó a Guayaquil para hablar con Urbina, pero éste ordenó al general Robles tomar preso al
mandatario y trasladarlo de inmediato a un barco anclado en el puerto. Noboa fue apresado en
la misma lancha en la que viajaba a Guayaquil, el 17 de julio fue trasladado a Chile en un barco
contratado para el efecto; acto seguido Urbina se hizo proclamar Jefe Supremo. Así el incauto
Noboa, cayó en la trampa del traidor Urbina.

Aspecto positivo
Noboa fue un hombre recto, honorable y pacífico. Durante su administración dio albergue a las
PP. Jesuitas que fueron desterrados de Colombia.

El Gobierno tuvo buenos ingresos fiscales.

Aspecto negativo
En el gobierno de Noboa se pretendió vender las Islas Galápagos a Gran Bretaña, para poder
pagar la deuda inglesa, negociado que fue repudiado.

Debido a la intromisión de los floreanistas en el poder; la entrada permitida a los sacerdotes


jesuitas, Noboa fue arrestado por orden de José María Urbina y Francisco Robles y luego
expulsado del país rumbo a Chile

Bibliografía
https://www.ecured.cu/Diego_Noboa

https://es.wikipedia.org/wiki/Diego_Noboa

http://www.laminasescolares.com/2011/10/presidente-diego-noboa-y-arteta.html

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