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LA ORATORIA

¿QUÉ ES LA ORATORIA?
La Oratoria son técnicas especializadas que
permiten a una persona expresarse
eficazmente ante un individuo o grupo
determinado, para trasmitir sus
conocimientos, con el fin de: informar,
convencer o persuadir.

¿POR QUÉ ES IMPORTANTE?


Las técnicas de Oratoria son necesarias para
aquellas personas que desean aprender a
comunicarse efectivamente logrando impactar
en la sociedad.
Aunque la oratoria es una sola, se debe tener
en cuenta que en las diferentes disciplinas del
saber, las técnicas de la oratoria se usan en
formas distintas:
Oratoria académica: es usada por
estudiantes, coordinadores, rectores,
pedagogos y conferencistas donde el
principal objetivo es el de trasmitir, crear o
construir conocimiento, estos discursos se
pronuncian en escuelas, colegios, institutos,
corporaciones y universidades.

Oratoria Sagrada: es utilizada por


evangelistas, predicadores, pastores,
sacerdotes, líderes y creyentes… que tienen
como fin dar a conocer el mensaje del
evangelio, buscando a si consagrar, edificar,
rescatar o salvar por medio del Espíritu Santo
aquellas personas que necesitan de Dios.

Oratoria Motivacional: es utilizada por


pastores y conferencistas con el proposito de
llevar un mensaje de esperanza,
perseverancia y desafío, logrando con este
discurso impactar en las mentes y corazones
de quienes lo escuchan.

Oratoria Política: es usada por concejales,


alcaldes, gobernadores ,senadores, diputados,
congresistas, presidentes y todas aquellas
personas que hagan parte de la política,
haciendo referencia a la vida pública y a las
funciones del gobierno, tratando los intereses
generales de una nación. Esta se divide
en Oratoria Parlamentaria, es la que se
pronuncia en el congreso o parlamento, y en
cualquier organismo de liberador del Estado.
Oratoria Popular: es la que se manifiesta en
contacto directo con el pueblo, y se
caracteriza por el uso de la persuasión, donde
la pasión, la fuerza y energía lleva a
conquistar y a mover a sus oyentes a una
acción (la votación).

Oratoria Militar, es utilizada por los sub-


oficiales y oficiales de la policia, ejército y
fuerza aera... su objetivo es lograr un buen
protocolo, se caracteriza por saludar, dirigir,
exaltar, impactar, motivar y condecorar.
Oratoria Social: la emplea los
homenajeados, el padrino, el amigo o sus
familiares en un espacio donde el sentimiento
y la emoción hace que el orador se exprese
con tristeza, melancolía, júbilo o alegría, entre
ellos están: inauguraciones, matrimonios,
cumpleaños y graduaciones.

Emilio García Gómez

El discurso político: Guía profesional

La verdad se pierde con demasiado discurso


(dicho árabe)

Hay que apoderarse del poder político, pero la revolución se hace violentamente: luchando,
y no con discurso
(Francisco Largo Caballero, Congreso de Juventudes Socialistas, 23 de julio de 1933)
Francisco Largo Caballero. el Lenín español (Pravda)

Un período electoral se inicia con sesiones de toma de conciencia para


despertar o renovar la fe y la motivación de los militantes con
estrategias de dinámica de grupos. El objetivo principal es fortalecer la
unidad doctrinal, recuperar a los más débiles y alejar a los
disconformes. El trabajo se realiza preferentemente en pequeñas
células -más fáciles de controlar que los grupos numerosos- reunidas
en torno a un líder y convenientemente moderadas por personas de
confianza del partido, con el fin de suscitar temas que conduzcan a
una correcta toma de postura. Las posibles desviaciones doctrinales
se resuelven en sucesivas reuniones antes de la gran concentración,
donde los responsables del programa recopilarán las ponencias
presentadas y propondrán las medidas que va a asumir el partido.

El siguiente paso es hacer correr una consigna del estilo de “Elaborar


una lista de argumentos que convenzan a los votantes de que deben
votarnos a nosotros, y otros tantos que les disuadan de entregar su voto al enemigo por la cuenta
que les trae.” Con ella se consigue, por un lado, reducir la ansiedad del votante con mensajes
positivos -mayor participación del pueblo en el control de sus impuestos, menor carga impositiva,
mayor grado de bienestar, firme esperanza en la rehabilitación de la patria depauperada por el
gobierno saliente; y, por otro, ponerle en guardia ante la amenaza del terror representado por el
rival a batir: más impuestos, menos hospitales y escuelas, menor libertad, mayor explotación,
mayor corrupción.

Simultáneamente se selecciona a los personajes clave de la etapa electoral, que no son los
cabezas de lista, como cabría pensar, sino ocultos emisarios y dispersores del mensaje entre las
masas, técnicos en psicología del control y liderazgo de grupos y, por supuesto, rostros u
organizaciones-fachada (en algunos países conocidos como “cruzados sociales”) que entregan su
esfuerzo y experiencia profesional, artística o sindical a la causa del partido.

En todo proceso de movilización -mítines, manifestaciones públicas- son imprescindibles los


equipos de voceros, los que crean, memorizan y gritan consignas y aplauden y se ríen ante las
ocurrencias del gran líder de forma coordinada y en secuencias preestablecidas -de menor a
mayor intensidad- para su repetición por las masas hasta lograr enardecerlas. Estos voceros
proceden de los cuadros del partido o son reclutados, en virtud de su experiencia, entre las filas
de los sindicatos como agentes dobles con remuneración estacional. Se calcula que cada
movilizador puede arrastrar hasta cien personas: curiosos, insatisfechos, despechados,
simpatizantes anónimos.

Fidel Castro

El discurso político casi siempre se basa en la división maniquea entre buenos y malos. Por
consiguiente, las exposiciones se elaboran minuciosamente teniendo en cuenta los intensos
estados mentales y emocionales de la audiencia, muy sensible a la dualidad argumental: lo lógico
y lo utópico, lo vigorizante y lo deprimente.
Imagen procedente de Clarín. http://www.clarin.com/suplementos/cultura/2005/06/11/u-993180.htm

Las reglas tradicionales de la retórica y las aportaciones de la lingüística, la semántica y la


pragmática son valiosos recursos para conocer los secretos de la comunicación y sacar partido de
todo ello: por ejemplo, dar instrucciones, persuadir, requerir, solicitar, preguntar y responder
indirectamente, sin que el oyente sea consciente de que cuando oye “sígueme” no lo interpreta
como una orden, sino como un ruego; cuando le dicen “ésos” el referente es “el enemigo”; cuando
oye “hasta aquí hemos llegado” entiende “los hemos soportado durante demasiado tiempo,
necesitamos un cambio, hay que echarlos”.

Rockbridge en España

Música para serpientes

La intención del Partido Socialista Obrero Español (PSOE) al recurrir a un comité de sabios para su
campaña electoral de cara a las elecciones generales del 9 de marzo de 2008, recién celebradas y
ganadas por ese partido, es bien clara: recargar sus agotados recursos dialécticos –con su cantilena
de la bronca, la crispación, la confrontación y la mentira de la oposición, el Partido Popular (PP),
frente a la paz, la serenidad, el diálogo y lahonestidad del actual gobierno- y ganar credibilidad en los
meses que han precedido a las elecciones.

El fichaje que más nos ha llamado la atención es el de un lingüista de izquierdas, George Lakoff,
hombre de buena reputación entre los profesionales de su especialidad y respetado por sus
aportaciones al análisis del discurso y su teoría de las metáforas –fama que debe en parte a que su
nombre se cruza con otro, el de su mujer, Robin Lakoff, también profesora y lingüista especializada
en el discurso de género.
George Lakoff

Lakoff se considera de izquierdas, como podría ser de derechas o ni una cosa ni la otra. El asunto
no tiene, en principio, por qué aportar nada significativo a la especialidad que le da la fama. Si es
académico, el mérito lo adquiere por su trabajo científico, no por sus inclinaciones políticas. Causaría
sorpresa ver a un biólogo obtener resultados distintos de sus análisis microscópicos según fuera su
enfoque personal o su estado emocional.

Bien está, sin embargo, que Lakoff aproveche sus organizadas neuronas para describir el mundo en
que vive y sienta deseos de arreglar los desperfectos. Pero suponemos que la perspicacia intelectual
de Lakoff le ha servido al PSOE para dos fines: aprovechar, por un lado, el tirón de este personaje
entre los círculos liberales norteamericanos (ser allí liberal equivale a ser socialista o comunista); y,
por otro, su capacidad para revelar y denunciar el críptico discurso de los políticos conservadores
republicanos, situación que sería aplicable al contexto electoral español, en el que el enemigo a
destruir es el odiado presidente norteamericano George Bush, el denostado ex-presidente español
José María Aznar, el líder del PP español Mariano Rajoy, el atizador de conciencias y polemista
Jiménez Losantos, director del programa matinal de la emisora COPE (empresa de la iglesia
española), y el director del periódico El Mundo, Pedro J. Ramírez, rival directo de otro periódico
nacional, El País, considerado como el Pravda o el Granma del socialismo español.

Bush, Aznar, Rajoy, Losantos, Ramírez

En Estados Unidos, la “izquierda” (hay que suponer el Partido Demócrata) no ha sabido beneficiarse,
según declara el propio Lakoff, de las enseñanzas del discurso republicano, que tradicionalmente ha
dado prioridad al control de los medios de comunicación con gente experta en eso mismo. El
Instituto Rockbridge es un “think tank” (depósito de pensamientos) fundado por Lakoff y otros siete
colegas universitarios; un manantial de ideas al que el PSOE acude frecuentemente a beber para
mitigar su sequía doctrinal. El objetivo de Lakoff es “enmarcar el debate público, crear un equilibrio
desde un ángulo progresista”. Lakoff pone, evidentemente, sus recursos a disposición del
mundo progresista para impartir instrucciones acerca de lo que se ha de hacer para acabar con la
hegemonía republicana.

Los periodistas del periódico conservador ABC Valentí Puig, y antes que él Antonio Gimeno,
adelantaron el pasado mes de julio (“Jóvenes, rojos y con partido”) la estrategia de las juventudes
socialistas, bendecidas por los viejos y resabidos varones del socialismo, cuyo libro de cabecera,
según cree Puig acerca del secretario de Organización del PSOE, José Blanco, es nada menos que
la biblia de Rockbridge, la denominada “guía esencial para los progresistas”, el libro No pienses en
un elefante, del citado Lakoff (el elefante es el símbolo del republicanismo norteamericano desde
hace más de un siglo).

Puig, Gimeno, Blanco

El segundo referente que tienen los socialistas españoles que conocen el inglés es Moral Politics:
How Liberals and Conservatives Think, 2002 (“Política y moralidad: cómo piensan los liberales y los
conservadores”), en el que Lakoff comparaba, bajo una perspectiva de la lingüística cognitiva, el
concepto antagonista del mundo y la sociedad entre los conservadores y los progresistas.

Tenemos que ver si George Lakoff es tan fiable como él mismo predica de los valores de la
izquierda. En una carta dirigida al director del New York Review of Books (19 de julio de 1973),
Noam Chomsky, refiriéndose a una crítica a uno de sus libros realizada por Lakoff, acusó a éste de
“discutir puntos de vista que no existen sobre temas que no se han tratado, confundir cuestiones
suscitadas hasta hacerlas irreconocibles y distorsionar los contenidos de prácticamente todas las
fuentes que cita.”
Chomsky

Ha pasado mucho tiempo y suponemos que Lakoff ha tenido ocasión de poner en orden su
pensamiento y adquirir aunque sólo sea una cuarta parte de la veteranía del que fuera su maestro, el
citado Chomsky. Pero eso no ha ocurrido para mejor, sino para peor.

Una cosa es, dice Lakoff, “analizar la lengua y el pensamiento” y otra muy distinta “crearlo”. El
propósito de esta creación, obviamente, es que el lenguaje pueda ser utilizado eficazmente en el
contexto para el que ha sido creado. El PSOE y todos los partidos políticos del mundo hace tiempo
que recurren al truco retórico que Lakoff denomina “frames” (marcos, clichés) y que consiste en
combinaciones y asociaciones léxicas aparentemente inofensivas pero que contienen una elevada
carga semántica. “Frames –propone Lakoff- are the mental structures that allow human beings to
understand reality -and sometimes to create what we take to be reality. [T]hey structure our ideas
and concepts, they shape how we reason, and they even impact how we perceive and how we act.
For the most part, our use of frames is unconscious and automatic—we use them without realizing
it.”Por ejemplo, con la frase “Irak, el Prestige, la mentira…”, se está sugiriendo, a base de repetirla
mil veces, que dos importantes acontecimientos de nuestra historia reciente –la imagen del
presidente republicano norteamericano George Bush, el jefe del gobierno socialista de Inglaterra
Peter Blair y el jefe del gobierno español José María Aznar reunidos en las Azores en marzo de
2003, en los preámbulos de la guerra de Irak, y el hundimiento del petrolero Prestige frente a las
costas de Galicia en noviembre de 2002- están inevitable e inequívocamente vinculados al gobierno
del PP español, que supuestamente es un mentiroso.
El "trío de las Azores"

El sonsonete queda impreso en la mente del votante, que tendría muy en cuenta el aviso de cara a
las elecciones. El mismo Lakoff es un experto en crear marcos, como aparece en el título Don’t
Think of an Elephant, el libro citado arriba.

Una de los trucos de Lakoff es encasillar a la sociedad norteamericana en dos facciones, siguiendo
un pensamiento dicotómico, con esa rancia y maniquea moralidad de separar los buenos de los
malos. Los malos son los conservadores republicanos, para quien “el mundo es peligroso y difícil y
los niños nacen malos y hay que mejorarles. El padre duro es la autoridad moral que saca adelante y
defiende a la familia, le dice a su mujer lo que tiene que hacer y enseña a sus hijos a distinguir lo
malo de lo bueno. La única forma de conseguirlo es la dura disciplina…Los buenos son gente
disciplinada…”

Por el contrario, el mundo progresista “asume que el mundo es sustancialmente bueno y se puede
mejorar y hay que trabajar para ello. Los niños nacen buenos; los padres pueden hacerles mejor.
Educarles implica empatía y asumir el compromiso de cuidarse personalmente y cuidar de aquellos
sobre los que tenemos alguna responsabilidad. A mayor escala, hay que actuar con medidas tales
como protección gubernamental mediante una red de seguridad social y reglamentación, educación
universal para garantizar la competencia y la justicia, libertades civiles y trato igualitario, pasar
cuentas a la sociedad, servicio público, gobierno abierto a la comunicación, y la promoción de una
economía que beneficia a todos y ayuda a promover estos valores, tradicionales entre los
progresistas de la política americana.”

(Las citas textuales, traducidas al español del original, provienen de una entrevista realizada a Lakoff
por Bonnie Azab Powell, NewsCenter, Universidad de California en Berkeley, 27 de octubre de
2003).
Los autores del "Manual de Estrategia Progesista" (“Progressive Strategy Handbook. A Crowd
Funded and Open Source Roadmap to a Progressive Vision for America's Future", by Joe Brewer
Eric Haas y Sara Robinson) utilizan este formato maniqueo para ayudar a la masa de potenciales
votantes en su ardua tarea de búsqueda de una identidad (el color del texto no figura en el original):
CONSERVATIVE PROGRESSIVE
Are we a nation of rugged individuals, where each of Are we comprised of strong families
us does everything on our own? and communities, where we enable each
other to succeed?
Is the essence of human nature that we are rational Is the essence of human nature that we
actors who make individual choices? are ecological beings embedded in a web
of physical, cultural, and
biological relationships that shape how we
act in the world?
Is the primary role of government to be a strong Should government empower and protect
authority figure that punishes wrong-doing? us to promote human flourishing?
Are people inherently social and learn right
Are people inherently bad such that they must be
from wrong through role models in their
disciplined to learn right from wrong?
community?
Lakoff denuncia el inmenso poder de los republicanos, que controlan ilimitados recursos de poder a
través de los medios de comunicación, donde legalmente invierten ingentes cantidades de dinero a
través de “donaciones para infraestructura, cadenas de televisión, contratación de intelectuales,
compra de libros para situarlos en la lista de los más vendidos, contrato de ayudantes de
investigación para sus intelectuales…”

Por el contrario, el sistema conceptual de los progresistas les impide malgastar un céntimo de sus
inversiones. “Hay que asegurarse de que todo se destina a la causa, no a la gestión, a la
comunicación, a la infraestructura…”

Lakoff toma la iniciativa con su proyecto Rockbridge para cambiar la situación.


Los progresistas tienen que tomar buena nota, salir de su ingenua ignorancia sobre las técnicas de
persuasión y control político y poner en marcha una poderosa maquinaria que acabe con el
monopolio de los conservadores (allí todavía no se les da el mote de fascistas, como en España). El
mensaje es que les conviene acudir a su “think tank” y contratarle a él, como experto en crear
lenguaje ad hoc, un instrumento de comunicación sutilmente codificado y de gran eficacia para
conseguir que las cosas, las personas y el mundo parezcan distintos de lo que realmente son o se
perciben.

Por primera vez en muchas décadas resurge el espíritu de los “liberales” (equivalente a socialistas)
de los tiempos de la Gran Depresión, del el beau monde, la jet society del pensamiento, la avant-
garde, la intelligentsia, la gauche divine que reinó, y sigue reinando, en muchos escenarios europeos
y sólo puntualmente en Estados Unidos. Los progresistas norteamericanos ya no se encuentran
solos ni atemorizados ante la posibilidad de apuntalar su futuro, la posibilidad de compartir los
privilegios de la burguesía, alcanzar el galardón de la cultura, potenciar la reducción doctrinal, el
control del ser, estar y tener. Hay que seguir un protocolo estratégico sin disimulos, único medio
eficaz para destruir lo que ellos consideran monopolio del discurso conservador en Estados Unidos.
Ambrose Bierce –atrevido y estrambótico escritor satírico norteamericano que, a sus 71 años, se
unió a la guerrilla de Pancho Villa poco antes de desaparecer- definió la lengua como “música con la
que encantamos a las serpientes que guardan el tesoro de los otros.” (Diccionario del diablo, 1911).

Ambrose Bierce

Nosotros los electores somos las serpientes; el tesoro que vigilamos es nuestro voto y nuestra fe en
los valores democráticos; y la música la pone el actual gobierno, recién elevado por segunda vez
consecutiva al poder, ayudado por Lakoff y otros asesores, listos para tocar su dulzaina. Eso nos
anunciaban durante la campaña electoral de 2008 y algo más tendrá lugar en la de 2011. El
encantamiento. Y también nos aguardan ahora tiempos duros y perversos para el lenguaje, que
procuraremos poner al descubierto en los apartados siguientes.

Sonsonete electoral

Decíamos arriba que el PSOE, de cara a las elecciones de 2008, se vio en la necesidad de contratar
a un comité de sabios de todas las áreas que ocupan especial relevancia en su programa electoral.
Y que nos llama la atención la presencia de un conspicuo lingüista, George Lakoff, encargado de
impartir su doctrina acerca del empleo del idioma con fines políticos. Sin que se pueda hablar de
“lavado de cerebro” de los militantes y cabezas de lista del partido socialista, los principales
destinatarios son, evidentemente, los electores españoles, cuya mente sí se pretende lavar,
blanquear, centrifugar y secar.

A todos los gobiernos les atormenta la misma pesadilla: mejorar la imagen del ejecutivo, transmitir
confianza entre los ciudadanos y asegurarse su voto. Esa fue una de las grandes batallas que tuvo
que liderar el republicano Herbert Hoover, en medio de la Gran Depresión que colapsaba la
economía y la sociedad norteamericanas en los años 1930, para defender su política liberal ante los
incrédulos ciudadanos. En similar contienda se vio envuelto su sucesor, el demócrata Franklin
Delano Roosevelt, que, sentado en su silla de ruedas ante los micrófonos de la radio, llenó las ondas
con sus famosas y populares “charlas al calor de la chimenea” para convencer al ciudadano de que
su política seudoestatalista conseguiría sacar adelante el programa del New Deal (el Nuevo Pacto).
Roosevelt se comportó como haría un clérigo sentado cómodamente en su confesionario:
indoctrinando a los fieles que acudieran a él para exteriorizar su culpa por ser pobres y pecadores,
pedir consejo, recibir su perdón y cumplir penitencia.
Hoover, Roosevelt

El PSOE no necesitaba ni necesita a Lakoff, excepto para dar un golpe de efecto. La situación que
describe el lingüista en Estados Unidos es precisamente la contraria de la española. Allí, asegura
Lakoff, la derechona es eficaz en comprar el discurso que le proporcionan sus técnicos en
comunicación de masas para alcanzar sus fines políticos. Mientras, la izquierda -asegura Lakoff- se
queda impasible o, si acaso, atónita, inexperta en aplicar las mismas técnicas electorales de los
republicanos y capaz de dirigir el cañón de su escopeta contra su propio pie, en lugar de contra el
adversario.

Eso resulta creíble para quienes no conocen aquel país e incluso para quienes lo habitan. Pero en
España nadie entiende que el equipo del presidente Rodríguez Zapatero tenga que echar mano de
un norteamericano cuando es evidente que controla los medios de comunicación más poderosos de
nuestro país. Desde las postrimerías del régimen de Franco, el Partido Socialista, hermanado con el
Partido Comunista, ha mimado hasta la náusea a los intelectuales y a pequeños grupos
radicalizados de artistas de teatro y de cine, que, tradicionalmente han trabajado activa o
pasivamente para uno o para otro, puesto que del gobierno reciben subvenciones y privilegios, y ha
situado convenientemente a sus militantes y simpatizantes en la industria del poder, en las
administraciones públicas y en los centros de irradiación y embalsamamiento de la cultura.

Rodríguez Zapatero

Por otro lado, su discurso político abarca todo el espectro de la retórica más sutil, más explícita, más
simplona y más mugrienta, no tanto por los recursos lingüísticos, prosódicos y semánticos de que
dispone para ser eficaz –es decir, para convencer a los indecisos, encandilar a los ingenuos, asustar
a los suspicaces y llevar a los incondicionales del partido al arrebato místico-, sino especialmente
porque, pareciendo inerte en superficie, vuelve al ciudadano más confiado, más dispuesto a dejar en
manos expertas la tarea de gobernar.
Una de las muestras más sorprendentes de populismo mitificador y grandilocuente de la historia del
discurso político fue el anuncio de la entonces Secretaria de Organización socialista y luego Ministra
de Sanidad, Política Social e Igualdad, Leire Pajín, que predijo los sucesos inmediatos con la
precisión que una síquica en sus mejores momentos:

"Les sugiero que estén atentos al próximo acontecimiento histórico que se producirá en nuestro planeta: la coincidencia
en breve de dos presidencias progresistas a ambos lados del Atlántico, la presidencia de Obama en EEUU y Zapatero
presidiendo la UE."

Leire Pajín, ocupando su escaño en el Congreso de Diputados de Madrid


A pesar de los augurios, el presidente Zapatero se iba a convertir en pésimo estratega y un
simple sosoman, como era conocido en los despachos de Bruselas, donde bisbiseaban el mote que
sus propios compañeros de partido le había otorgado.

“Seguimos esperando la oposición que se merece este país. Pero parece que tendremos que
esperar a la próxima legislatura.” La exhortación aparecía no hace mucho en el blog de José Blanco,
secretario de Organización, decíamos, del PSOE. No queda claro qué tipo de oposición esperan
Blanco y su equipo de periodistas-machacas. La frase procede de un arcano rincón, el “think tank”
del PSOE, su Rockbridge ibérico, desde el cual el partido tutela el pensamiento de sus portavoces.
El mismo sonsonete repetía la vicepresidenta socialista Fernández De la Vega al afirmar: "Tenemos
una oposición que no hace los deberes."

Fernández de la Vega
Es imposible interpretar literalmente la frase “oposición que se merece este país”, puesto que si la
oposición no ha de ser dura y pelear sin tregua, entonces ha de serlo suave, tierna e inocua, como el
Platero de Juan Ramón Jiménez. Y aún más impenetrable, por su desnuda argumentación, es la
reticencia (figura retórica) de la vicepresidenta del gobierno socialista, Fernández de la Vega, dirigida
a “una oposición que no hace los deberes", dejando inacabada la frase y al albur, para que cada uno
la interprete como quiera: por ejemplo, que el deber esencial de la oposición es dejar de ser una
mosca cojonera.

En el discurso del presidente del Gobierno, Rodríguez Zapatero, ante el pleno del Congreso, el 30
de junio de 2005, en defensa de la reforma del Código Civil regulando el matrimonio entre personas
del mismo sexo, aparecía el siguiente litote:

“Se trata de un pequeño cambio en el texto legal: se agrega apenas un escueto párrafo en el que se
establece que el matrimonio tendrá los mismos requisitos y los mismos efectos cuando los
contrayentes sean del mismo o de diferente sexo; un pequeño cambio en la letra que acarrea un
cambio inmenso en las vidas de miles de compatriotas.” La adjetivada atenuación de la palabra
“cambio” con “pequeño” y de “párrafo” con “escueto” contrasta con la exagerada alusión al “cambio
inmenso en las vidas de miles de compatriotas.” ¿Cómo puede una pequeñez alcanzar tanta
envergadura?

En una de sus últimas arengas a sus militantes, Rodríguez empleaba la típica prolepsis inversa:
“Quien no hace obras, no tiene problemas. Quien hace obras, puede tener algún problema.” Quien
no hace obras, ciertamente, es el PP y quien las hace el PSOE. El problema de utilizar algunos de
estos trucos retóricos es que con frecuencia contienen auténticas aberraciones semánticas. La
terminación del contra-argumento de Rodríguez podía ser que si se hacen obras, alguien va a tener
que jorobarse, así que vale más no hacerlas porque quien las hace tiene problemas. Argumentum ad
nauseam.

Asimismo, la elevación del dialecto, el subdialecto, la fonología exonormativa y hasta el lenguaje de


signos –como el que el PSOE estuvo empleando como herramienta electoral- nos parece
fraudulento. Por ejemplo, la reiteración en el uso de la z (fricativa dental sorda) o el símbolo
“zapatero” en lenguaje de sordos, arqueando el dedo índice sobre el ojo en forma de V invertida-.
Jörg Haider, el famoso líder ultranacionalista de Carintia (Austria), no perdió oportunidad de recurrir
a fullerías dialectales cuando le vino en gana, puesto que favorecía sus intereses políticos.

Haider
El zezeo del zetapeo zapaterista fue una ocurrencia que glorificaba, mediante una inelegante e
innecesaria prosodia subestándar, ese populismo inarmónico, prosaico y barato característico de
quienes subliman su propia autoestima sobre una sociedad que ellos consideran paleta, ordinaria y
potencialmente oligofrénica.

No podemos ser imparciales ante esta clase de discurso porque no respeta las reglas del sentido
común y está sembrado de ocultaciones y eufemismos. Cuando llegue el PP al poder, si logra evitar
seguir siendo atropellado por la carreta de sabios extranjeros de Rodríguez, tendrá que aprender
muchas de las cosas que Rockbridge está enseñando: no tanto por sus fines, tan lejanos de una
democracia liberal, y tan próximos a una democracia socialista, como por los instrumentos, que
habría de mejorar.

Nos inquieta, sin embargo, que cuando alcance ese poder, para desgracia de los votantes
atolondrados, no habrá forma de parar la defectuosa, aunque poderosa maquinaria dialéctica que el
mismo PP habrá puesto en marcha, teniendo en el PSOE tan buenos (más bien malos) maestros.
No hay espada más indicada para el combate que la que se arrebata al enemigo, excepto cuando se
emplea para combatirse a sí mismo.

Los siguientes dos ejemplos muestran la fragilidad del discurso cuando el encargado de propagar un
mensaje queda expuesto a la presión sicológica y a las limitaciones de su poco profunda sustancia
doctrinal o argumental.

El miércoles, 9 de noviembre de 2012, durante el Debate Presidencial del Partido Republicano de Estados
Unidos, emitido por televisión, el gobernador de Tejas, Rick Perry, trató de vender a la audiencia los activos
de su estado. Cuando intentaba describir su hoja de ruta respecto a los impuestos, anunciando recortes
legislativos, se quedó en blanco. Esto es lo que dijo… y lo que no pudo decir.

Rick Perry. Fuente: http://www.rickperry.org

"It's three agencies of government when I get there that are gone: Commerce, Education and -- the,
uh -- what's the third one there? Let's see ... Commerce, Education, and -- uh. The, uh ..." [Mitt
Romney, otro de los candidatos presentes en el debate, le apunta: ‘EPA’]
Perry responde rápida e irreflexivamente: "EPA! There you go." [risitas] El moderador, John
Harwood, le apremia: ‘Seriously, seriously, was it really the EPA he was looking for?' Perry
responde: "No, sir. No, sir, we’re talking about… agencies of government ... EPA ‘s got to be
rebuilt." [El moderador insiste] ‘But you can’t name the third one?’ "The third agency of government I
would, I would, I would do away with Education. The, uh, Commerce. And let's see. I can't. The third
one, I can't."
El segundo episodio tiene lugar a miles de kilómetros, pero la situación es idéntica, posiblemente por
contagio audiovisual:

El lunes, 14 noviembre de 2012, durante un mitin electoral en Segovia, España, de cara a las elecciones generales del
20 de noviembre del mismo año, el portavoz del Partido Socialista Obrero Español, Secretario General del PSOE de
Castilla y León y Candidato a la Presidencia de Castilla y León por el Partido Socialista, Óscar López Águeda, haciendo
un escrutinio del programa del Partido Popular, comenzó enumerando su plan de pensiones, el futuro del seguro de
desempleo y… se olvidó del tercero.

Óscar López Águeda. Fuente: http://www.periodistadigital.com

“Les voy a dar tres argumentos de peso, de mucho peso, para votar el próximo domingo: uno tiene
que ver con las pensiones, otro tiene que ver con el subsidio… las ayudas por desempleo, y otro
tiene que ver… ahhh…ehhh...[risita] ya no son dos… ehh…empleos, pensiones y el tercero tiene
que ver… [pequeño resoplido; se oye una voz de refuerzo al fondo: ‘el paro…’]. No, no, ahora se lo
diré… ahora se lo diré… voy a empezar por donde he empezado… luego les hago… le digo los
tres… sanidá (sic) [se oye una voz de fondo indistinguible], no, no, no, no… bueno, perdonen, me he
quedado en blanco… Bueno, vamos con las pensiones, mire, es muy importante, estoy escuchando
hablar al Partido Popular de… pensiones… Sí, el tercero tiene que ver con el derecho de los
trabajadores y… con los convenios colectivos. [sigue hablando, pero no encuentra el tercer punto]

Magdalena Álvarez y el método del discurso

Es difícil sustraerse al debate planteado por el deficiente discurso de Magdalena Álvarez –conocida
en algunos ambientes como Maleni- , Ministra de Fomento con José Luis Rodríguez Zapatero, jefe
del Gobierno de España (2004-2008, 2008-2012). Sobre su capacidad intelectual y política se han
hecho diversas interpretaciones a distintos niveles, a lo que ha contribuido su acento regional.
Magdalena Álvarez. Foto: Efe

Nosotros pensamos que el deje andaluz de la ministra es parte de su cultura dialectal –es decir, su
herencia social- y no hay argumentos suficientes para negar su validez al compararlo con la
cadencia o el léxico del dialecto local de La Hoz de la Vieja, Caminomorisco, Montfalcó Murallat o
Peñamellera Alta. El rigor o falta de rigor de una variante no es achacable a toda la comunidad, sino
al idiolecto, es decir, la actuación –en el sentido anglosajón de performancia- de cada individuo, que
puede estar lleno de idiotismos.

Las intuiciones lingüísticas de la gente en general y en particular de algunos comentaristas políticos


raramente tienen en cuenta la importancia e influencia del dialecto o del acento en la autoestima de
los hablantes. Pero antes de opinar, como lo ha hecho Montserrat Nebrera, diputada en el
Parlamento Catalán, deberían saber de qué están hablando, porque, como advertía el erasmista
Juan de Valdés en su Diálogo de la lengua (1535) “es la más rezia cosa del mundo dar reglas en
donde cada plebeyo y vulgar piensa que puede ser maestro.”

Cuando, por ejemplo, se dice que donde mejor se habla el español es en Valladolid, o el mejor inglés
hay que oírlo en Oxford, quien así se expresa ignora que ese español y ese inglés tan refinados sólo
se hallan presentes en el interior de los claustros de las correspondientes universidades, pero no hay
más que salir a la calle para escuchar dejes y discursos castizos –en el sentido de naturales,
regionales, vulgares- que nada tienen de cultos, si usamos por un momento la falsa argumentación
de que la cultura y la inteligencia de una persona viene determinada por su forma de expresarse.

El curriculum académico y profesional de Magdalena Álvarez –doctora en Ciencias Económicas y


Empresariales e Inspectora de Finanzas del Estado- supera con mucho la preparación del ciudadano
medio español, aunque difícilmente habría sobrevivido en las aulas universitarias con su atropellado
y confuso lenguaje. Los enunciados inconexos de la señora Álvarez son fácil presa de lingüistas,
políticos, periodistas e interlocutores, y es posible que esa mujer necesite unas clases de gramática
y metodología de la expresión verbal, pero sobre todo le conviene una terapia en el despacho de un
logopeda, un sicólogo o un siquiatra, teniendo en cuenta que su verborrea casi siempre apresurada
y a veces entrecortada por invasivas cuñas discursales –eeeh, ehto…- dándose tiempo a pensar en
lo que va a decir a continuación, muestra la enorme tensión a la que se ve sometida por su actividad
como ministra, sobre todo cuando la complejidad de la vida crea situaciones que se escapan de su
control.

De quien confiesa, como la ministra de Fomento (destituida en abril de 2009), su incapacidad para
ordenar los papeles que tiene delante o que su pensamiento va mucho más rápido que sus palabras,
no puede esperarse un despliegue de facultades narrativas, y menos retóricas. De ahí se deduce,
pienso que injustamente, que su cabeza es incapaz de pensar con arreglo a las leyes de la lógica, la
coherencia y la persuasión. "Cuido tantohablar… el hablar” declaraba patéticamente hace poco,
“que hablo peor, porque si hablara como siempre hehablao, pué… y no quisiera hablá despasito par
a no saltame determinada terminasione que me lah sigo saltando ydemá…pué… me costaría meno
porque pienso má rápido que ehtoy hablando y entonse se me va el…el… hilo dela intervensión." En
sus explicaciones ante el Parlamento Español acerca de asuntos incómodos, se la ha podido ver
pasar del ataque a la defensiva, y viceversa, según fuera el flujo de sus ideas, su expresión discursal
y la reacción de su audiencia: sus propios camaradas del partido socialista y los diputados de la
oposición, que seguían atónitos a un recital del disparate. “¿Cómo se atreve a hacer esa acusasión
tan grave sin pruebah? ¿Cómo se atreve a decir que hablar en el Parlamento é una filtrasió? ¿Pero
qué rehpeto tienen uté a la filtrasione.. qué reh…a el Parlamento? Mé equivocao, señoría. Sí, mé
equivocao. ¿Pasa algo?” En otro momento intentaba en vano justificar su confusión ante las
circunstancias de la acción política: “Hay determinada cuestione… alguna de lah que uhtée me han
planteao que éh, aun conociéndolah, alguna no lah conozco.” (la hrepresenta en los citados textos la
aspiración de la sibilante s en los plurales en variantes andaluzas).

Decididamente, la señora Álvarez habla mal; pero no habla mal por hacerlo en su versión del
llamado andaluz (una versión más del castellano), sino porque su discurso está mal construido.
Bastante tiene con aguantar las arremetidas de los políticos y periodistas del espectro contrario, que
la acusan de ineficaz para el cargo que ocupa, como para, encima, sentirse culpable de su propio
lenguaje. La conclusión de que la pobre señora roza los límites de la oligofrenia es tan perversa
como perverso es el discurso político en general, por lindo e impecable que parezca formalmente,
tan lleno de sofismas, manipulaciones retóricas, insultos, infamias, medias verdades y envolturas.
Ello no obsta para que la señora Álvarez, un año después de su destitución, haya recibido la
recompensa que suelen recibir casi todos los políticos al abandonar su cargo: un puesto directivo en
un banco público con un sueldo de 240.000 € al año, además de su pensión vitalicia como ex-
ministra.

Discurso y texto. Isabel López i Chamosa


El 16 de diciembre Isabel Lopez i Chamosa[1], portavoz del PSOE en la Comisión del pacto de
Toledo,declaraba en una rueda de prensa, en la que trataba de explicar las negociaciones entre el
gobierno de Rodríguez Zapatero (PSOE) y la oposición para modificar el sistema de pensiones:

Isabel López i Chamosa

“Es decir yo creo que en esa redacción que hemos hecho y que más o menos todos hemos estao de acuerdo en ningún
momento decirmos que la edá legal sea ni 65 ni 67, sino que hablamos de una serie de condicionantes [kh kh] que han
de reunir como por ejemplo incentivar la permanencia de la gente en el puesto de trabajo, añadir ehhh la expectativaa de
vida una vez eh llegada la jubilación refundir el tema de las prejubilaciones, etc. etc. Es un ordenamiento eh bastante
amplio, es decir, por lo tanto es que’n la redacción que l’hemos dado a lo de la jubilación no aparece ni los 65 ni los 67
años, y cada apartado lo hemos ido consensuando uno por uno. Es cierto que Esquerrr.. Republicana y Izquierda Unida
no estaban de acuerdo y se han ido, pero el resto de la gente que hemos quedado allí hemos ido redatando ese
apartado punto por punto y hemos quedado que mañana el letrado nos lo da pasado a limpio y le hacemos la última
visión. Yo no sé lo qu’el PP hará después, yo sé lo qu’a hecho en la Comisión y en la Comisión lo que hemos ido
consensuando apartados a si nos queda la…el tema de viudedá que no creón yc on las mismas formas que se hizo la
del 95 y la del 2003 ni en la del dos mil ...de 1995 ni en la del 2003 cerraba ninguna edá de jubilación sino qu’
incentivaba y decía que se fuera adaptando en el futuro. Pues bien, nosotros vamos eh a defender esa misma y es lo
qu’hemos estao haciendo esta tarde.

Los rasgos discursales de Isabel López -en los que no aparece la prosodia por su imposible
transcripción-, son obviamente debidos al proceso de hibridación al que se ha sometido en virtud de
su recorrido geográfico vital. Hay que tener en cuenta que un orador tiene escasas oportunidades
para rectificar su discurso verbal sobre la marcha sin caer en contradicciones ni mostrar
vacilaciones; sin embargo, en los textos escritos no hay margen para el error, a menos que el
descuido se convierta en desidia o en imagen de la ignorancia, algo impensable en una persona
cuya biografía política es tan extensa. En su Blog, creado en julio de 2010, aparecen [a fecha del 16
de diciembre de 2010] las siguientes entradas [las reproducimos en su literalidad, respetando los
errores ortográficos y signos de puntuación]:

martes 20 de julio de 2010

Para que me conozcais un poco mejor

Por fin me he dejado convencer por Lourdes y inicio mi blog. Así conoceeis mi manera de pensar y por supuesto quiero
que sea un espacio de comunicación donde poder opinar y dialogar.

miércoles 21 de julio de 2010

REFLEXIONES ANTES DE VACACIONES

seguramente que la crisis ha cambiado las vacaciones a muchos ciudadanos,perotambien es verdad que a la inmensa
mayoria no ha sido a si por dos razones fundamentales ,una hay mas de un tercio de la poblacion que nunca han hecho
vacaciones o las vacaciones les supone no ir a trabajar y poder ir algun dia a la playa o a la montaña pero sin
desplazarse de su ciudad, la segunda es que mas de la mitad de la poblacion cuando se toma vacaciones se va al
pueblo lugar de nacimiento suyo , o de tus padres ,algún familiar o algún amigo,que quiero decir que a pesar de la crisis
la mayoría de los ciudadanos estamos esperando poder irnos al pueblo de vacaciones.

Seguramente que muchos ciudadanos pensaran que los políticos no nos las hemos ganado,y aqui hay de todo como en
cualquier profesión,pero os puedo asegurar que la mayoría de políticos al igual que la mayoría de trabajadores no solo
nos las merecemos si no que las necesitamos.,¿por que? bueno yo puedo opinar en primera persona ,estos meses han
sido muy dificiles las turbulencias económicas mundiales la lentitud de los organismos de la unión europea dar solución a
los problemas Griegos ,ataque brutales al Euro y a la economía Española,sentencia del estatut y por encima de todo el
Paro la preocupación constante del gobierno, del grupo y de esta diputada, han sido meses dificiles para todo el pais.

Las políticas de ajuste de los últimos meses,necesarias,pero que las tenemos que explicar pues los ciudadanos
necesitan saber por que y como a los ciudadanos hay que convencerlos con argumentos y os puedo asegurar que lo
intentamos y vamosde un lado para otro explicando las cosas por que los socialista no tenemos problemas de
cumunicacion,si no de medios de cumunicacion eso significa masexplicacion mas contacto con los ciudadanos.

Por eso a todos mis mejores deseos en vacaciones sean donde sean ser felices pasarlo bien mirar la vida con
optimismo.

jueves 7 de octubre de 2010

Pension de viudedad
Siempre empiezo diciendo que es la mas injusta y la mas generosa del sistema,pues permite que una mujer mayor de 65
años sin ingresos tenga que vivir con 587 euros y por otro lado es compatible con rentas y con el trabajo.

Creo que tenemos que reformar en profundidad esta pension llevo tiempo dandole vueltas a la cabeza como y de que
forma y no es facil pues he aprendido con la ley 40/2007 que cada viuda es una circustancia,una situacion y que es dificil
encontrar formulas que sean justas y lo que es mas importante que resuelban el problema de una familia que de golpe le
falta el padre o la madre y tienen que seguir adelante con sus vidas o una mujer mayor que se queda sola con todos los
gatos de la casa y con el 52% de los ingresos.
Pero estoy segura que entre todos lo conseguiremos recuperando y empezando
Aun que no lo podais creer se me habia perdido la contraseña y me a costado recuperarla,pero una vez hecho pues ya
puedo estar en contacto con vosotros/as
Esta semana retomamos las negociaciones del pacto de toledo y seran duras pues no todos estan por la labor pero creo
que nos saldremos
de entrada hemos dejado los temas mas peliagudos para el final y empezamos con las primeras
recomendaciones,ademas se han incorporado dos asesores del ministerio por lo cual estamos en marcha.
lunes 15 de noviembre de 2010
ELecciones Catalanas

Como todos/as conocéis, el proximo 28 de noviembre celebramos elecciones en Catalunya, por lo cual estamos emplena
campaña electoral. El primer fin de semana se han dicho cosas que desde mi punto de vista de deberían sacar los
colores al que lo dice: primero fue el Candidato Artur MAS, que acusa al PSC de recurrir al primo de Zumosol (en
referencia a Zapatero ). Pues sí, señor MAS, los socialistas catalanes formamos parte de una gran familia socialista con
parientes en España, en Europa y en el mundo, de lo cual nos sentimos muy orgullosos. Lo siento por usted si su familia
es tan pequeña que no pude contar con madie.

El siguiente fue el señor Duran Lleida, diciéndoles a las mujeres de Catalunya que tenían que tener hijos porque los que
nacen son mayoritariamente de mujes imigrantes, y entonces Catalunya perdería población. SEÑOR DURAN: los
nacidos en Catalunya ¿no son catalanes, sean los padres de donde sean? Por cierto, usted es un catalán nacido en
Huesca y yo soy una catalana nacida en Galicia ¿Qué pasa? ¿Que hay clases distintas de catalanes? Pues NO, sr.
DURAN, CATALAN es todo el que vive en Catalunya haya nacido donde haya nacido y sean sus padres de donde sean.
Catalanes, por cierto, con los mismos derechos que usted.

Por último, el sr. Joan Puigcercós dice que los andaluces no pagan impuestos. ¿Cómo se puede decir tal mentira?
Primero, recordarle al sr. Puigcercós que son los ciudadanos los que pagamos impuestos, y no los territorios. Y segundo,
que cada ciudadano paga en funcion de sus ingresos y no del lugar donde vive. Por lo tanto,se pueden defender las
propuestas de cada partido con respecto a los ciudadanos vivan en en el territorio en el que vivan.

[1]
La propia autora del blog describe su biografía de esta manera: Isabel López Chamosa. Sexo: Mujer.
Ubicación:Barcelona , Catalunya , España . Datos personales: Gallega de nacimiento, catalana de adopción,
asturiana de devoción, aragonesa consorte y llevo Andalucía en el corazón. Empecé de tejedora de genero de
punto, aprendí a militar sindicalmente en la UGT, en la cual tuve diversos cargos, complete estudios y fui
elegida diputada al congreso, donde me dedico fundamentalmente a temas de pensiones , seguridad social y
empleo. Intereses: sindicalismo, socialismo, trabajadores, pensiones, política.

La biografía complementaria oficial habla de los cargos que ha ocupado y las actividades que ha realizado:

Vocal Suplente de la Diputación Permanente , Vocal de la Comisión de Economía y Hacienda , Vocal de


la Comisión de Trabajo e Inmigración , Portavoz de la Comisión no perm. seguimiento y evaluación
acuerdos Pacto de Toledo , Ponente de la Ponencia Prop. Ley para mejorar las pensiones de viudedad
(122/5), Vocal de la Delegación española en el Grupo de Amistad con Chile, Ponente de la Ponencia P.L.
mod. Est. Legal del Consorcio de Comp. de Seg. (121/19) desde el 26/05/2009 al 26/05/2009, Ponente de la
Ponencia Proy.L. prog. temporal prot. desempleo e inserción (121/39) desde el 30/09/2009 al 06/10/2009,
Ponente de la Ponencia Proy.L. medidas urgentes mantenimiento empleo (121/22) desde el 06/10/2009 al
14/10/2009, Ponente de la Ponencia Prop. L. ampliación permiso paternidad (122/12) desde el 06/05/2009 al
27/05/2009.
Un think tank español

El modelo de Rockbrige no ha dejado de prosperar en formato regional. El equivalente más próximo


se puede ver en ASINYCO (Asociación Información y Conocimiento), una organización "que vincula
a más de 200 profesionales con mentalidad progresista, entre empresarios, funcionarios y altos
directivos de grandes empresas." En su declaración institucional, ASINYCO "aspira a convertirse en
CENTRO DE PENSAMIENTO y contribuir a toda reflexión que salga al paso de las visiones más
tecnocráticas y elitistas sobre la Sociedad de la Información, a menudo presentadas como modas
vacías de contenido." El objetivo esencial es influir y colaborar con los centros de poder, sumando
voluntades -personas e instituciones significativas en el ámbito social y político- y articulando una
"asociación con músculo" que adquiera prestigio, autoridad y peso social.

En un estado democrático no hay más remedio que admitir la posibilidad de que un grupo de presión
nacido, como suele ocurrir frecuentemente, de los superestratos sociales -las élites intelectuales-
sirva de aglutinante para mover y cambiar voluntades de forma organizada y formalmente
intachable. El único interrogante que flota en el aire es si el pueblo tiene la capacidad suficiente de
valorar la ética del poder y actuar en consecuencia, dando por sentado que quienes se mueven en
esos recintos actúan no como formadores sino como dinamizadores del pensamiento. El clásico
postulado marxista de que las masas, per se, no intervienen en el cambio social, y que para
conseguir que se pongan en marcha hacen falta unos líderes se ve perfectamente reflejado en la
creación de think tanks, depósitos o centros de pensamiento.

Agitprop

Como se puede observar en los últimos meses en los medios de comunicación españoles y
en el discurso político, parece estancado, en su enorme simpleza, el viejo binomio derecha-
izquierda, convenientemente convertido en el trinomio derecha-centro-izquierda.

No es muy preciso hablar de la izquierda y la derecha, puesto que los componentes de la


taxonomía muestran una compleja relación jerárquica y antagónica; las izquierdas y las
derechas parecen estampas de una dimensión casi metafísica. El joven y talentoso escritor
y filólogo eusquérico Kirmen Uribe, en su reciente relatoBilbao-New York-Bilbao, se refiere in
passim a “conservadores, nacionalistas y socialistas” como si fueran espacios naturales en
los que se reparte la sociedad vasca. Distribuida en un diagrama horizontal menos simplista,
la sociedad quedaría situada, con arreglo a sus inquietudes o posiciones personales y
grupales, en algún punto de los extremos (anarquistas, comunistas, nazis, fascistas), los
menos extremos (socialistas, conservadores) y los intermedios –centristas, liberales-.

El léxico de los distintos dialectos políticos –más bien jergas- está lleno de insultos y
acusaciones mutuas. La izquierda sigue empleando contra la derecha la coletilla
“imperialista” y “fascista” hasta degradarla a un nivel fático, carente de fuerza ilocutiva. Del
mismo modo, la derecha más reivindicativa ve en la izquierda el regreso al mundo de la
represión bolchevique, leninista, estalinista o trotskista. Las manifestaciones de los líderes
políticos, las columnas de opinión y la selección de las notas de actualidad de la prensa, los
enfoques de los noticiarios y los cada vez más abundantes debates en las cadenas de
televisión y radio aprovechan la situación social y económica para derramar caldo hirviendo
sobre la opinión pública.

No hace mucho un columnista de El País (Ignacio Muro, 23 diciembre 2009 p. 33) se


lamentaba de la creciente derechización de los intelectuales españoles, sin citar a ninguno
en concreto, evocando con un frío estilo académico la conveniencia de apretar las filas y
soslayando la posibilidad de que no se trate tanto de una derechización de parte de la
izquierda cuanto su desizquierdización, es decir, de su abandono de las tesis ortodoxas de
la izquierda. Es un fenómeno de deserción: falto de fe, me voy antes de que me echen o me
maten intelectualmente, sin que ello implique que el disidente y el desafecto se convierta
automáticamente en adepto a la causa contraria.

El concepto y la calificación de izquierdas y derechas son relativamente modernos. Durante


la Revolución francesa los partidarios del rey y del orden establecido solían sentarse en los
bancos de la derecha del Parlamento, frente a los partidarios del cambio y la abolición de la
aristocracia, situados en el ala izquierda del recinto. Tiempo atrás, las Cortes británicas
habían sido un reflejo de la división entre los whigs, partidarios de la monarquía
parlamentaria y lejanos parientes de la izquierda, y los tories, defensores del absolutismo
equivalentes a los conservadores. Entre otras muchas cuestiones sociales y políticas, se
ventilaba la cuestión de los católicos, considerados como revolucionarios conspiradores
contra el estado y la iglesia anglicana y siendo reprobados a perpetuidad desde la llamada
“Gloriosa Revolución de 1688.”

Durante la guerra revolucionaria de Asturias (v. asturias1934.com , los socialistas fueron


calificados por los comunistas de “social-fascistas” y los anarco-sindicalistas de “anarco-
fascistas”, epítetos de escaso alcance en presencia de otros argumentos considerados de
mayor peso para los propios comunistas como la unidad de acción, aceptación y
consecución de las nuevas orientaciones y culminación de las esperanzas revolucionarias.
En uno de los comunicados que emitió en junio de 1934 el Partido Comunista (“Los perros
de la Alianza Obrera se disputan los huesos a dentelladas”) se empleaba el oxímoron
“jesuitismo marxista” para quejarse de que los anarquistas les calificaran de “traidores y
derrotistas”. Respecto al Partido Socialista, sería culpable de “frenar al proletariado,
conducirlo como manso rebaño al aprisco parlamentario” y estar “decididamente
predispuesto a cooperar en la necesaria armonía de las clases", afirmación contradictoria y
tramposa.

Cartel de propaganda (Imagen del Fondo Antiguo de Ilustraciones de la Universitat de València)


La batalla sigue abierta en el año 2010 –siglo XXI- en un frente de agitación y propaganda
que raya en el agitprop más rancio y tabernario. Aunque siempre han existido ambas a lo
largo de la historia, con diferentes recursos, siguen causando un enorme impacto en la
sociedad. La intromisión de los gobiernos y el capital en los medios de comunicación abre la
senda del monopolio de las ideologías y el absolutismo.

Pensamos que “izquierda” y “derecha” son ya términos obsoletos e inválidos, excepto como
referencia histórica, del mismo modo que no se puede juzgar a Cromwell o a El Cid como
fascistas ni como progresistas. La única trinchera a defender es la que separa a los
valedores de la libertad frente a los tiranos. Entre el paternal estatalismo y el desalmado
liberalismo hay mejores alternativas.

Barack Hussein Obama y sus fuentes de sabiduría. Notas sobre la elección del último
presidente de Estados Unidos (Noviembre de 2008).

Foto: Ruth Fremson/The New York Times

Según la mitología nórdica, el dios Mimir se vio envuelto en una trifulca entre divinidades y acabó
siendo decapitado. Otro dios, Odín, se hizo cargo de la cabeza y la depositó en un santuario. De
este punto brotó un manantial al que Odín acudía a beber en busca de la sabiduría.

El recorrido de Obama ha sido tan mágico como el encantamiento escandinavo. Se puede aventurar,
sin riesgo de alejarnos demasiado de la verdad, que el actual presidente de Estados Unidos ha
visitado diversos manantiales para embeberse en el conocimiento social y el discurso político. Ese
ha sido su esfuerzo y su mérito personal. Pero su fuente de sabiduría son los poderosos “think
tanks” –depósitos de ideas-, creados y subvencionados por entidades públicas, privadas y anónimas
en cuya nómina figuran lingüistas, estrategas políticos, creadores de opinión, economistas y
futurólogos.

Aún está en nuestro recuerdo el comité de sabios que contrató el equipo del presidente del gobierno
español Rodríguez Zapatero con vistas a las elecciones generales de marzo de 2008. Entre ellos
destacaremos, aunque se le citó in passim, a George Lakoff, arriba citado, que ofreció al Partido
Socialista Obrero Español el aparato técnico de su Instituto Rockbridge para ayudar a componer un
discurso eficaz basado en marcos, metáforas y eslóganes con los que cautivar a los votantes y
machacar de paso al partido contrario.

Los manantiales de ideas políticas buscan la plataforma en la que enmarcar el debate público y,
como dice Lakoff, restablecer el equilibrio político “desde un ángulo progresista.” Para ello habría
que insistir en la conveniencia de levantar la tapa del sarcófago en que ha enterrado a la sociedad
un partido -el de Bush- que lleva varios años gobernando, y gobernando mal. y exponerse a la luz y
los vientos del cambio y el progreso.

No puede sorprendernos que, además de sus ansias de quitarse de encima la pesadilla de Bush, el
gobierno socialista español se haya volcado en Obama como antes lo hizo con su propio candidato
ZP (Zapatero), hermanos que se refrescan en las aguas del pozo de Mimir.

Por el momento, no vamos desglosar las fuentes y describir la arquitectura del discurso de Obama.
Pero podemos resaltar su asiento moral y ético frente a la dura e intransigente postura del discurso
liberal-conservador. En diversas ocasiones ha declarado, más o menos con las mismas
palabras: “Tenemos un grave déficit presupuestario, un déficit comercial en estado crítico. Pero lo
que más me preocupa es nuestro déficit de empatía. Cuando me dirijo a los estudiantes, les digo
que hay que mirar a través de los ojos de los demás. Hay que ponerse en los zapatos de los otros.”

Este es el discurso que cala, afirmó Lakoff no hace mucho: “Obama dice que entre los
norteamericanos hay valores tradicionales, entre ellos el de la unidad, y él apela a estos valores.” La
religión es otro activo; si hay muchos americanos creyentes, también los hay que son progresistas. Y
también existe una conexión entre la capacidad de empatía y la moralidad progresista.

El pensamiento social norteamericano se ha apoyado tradicionalmente en la idea de que no hay que


mostrar debilidad: no se debe andar con chismes sobre la mala salud de uno, la pérdida del empleo,
el fracaso escolar. «Duro, aislado, estoico, asesino» son los atributos que D. H. Lawrence atribuía a
la esencia americana.El resultado, según Obama, es que en Estados Unidos la gente es incapaz de
ser amable. Hay que cambiar, pues, de estrategia y tratar de re-humanizar a la sociedad, revitalizarla
con aportes moralizantes que sirvan de bálsamo en un mundo abocado a la recesión económica y a
un descrédito político irreparable.

Aunque las referencias a la raza de Obama nos parecen ridículas, impertinentes y rotundamente
obsoletas, se da por obvio que el liderazgo del país ha pasado de las frías manos anglosajonas a las
más cálidas de un afrosajón, un personaje que en los años sesenta habría recibido el apodo
despectivo de white Negro, negro amestizado, culto y alejado de la realidad africano-americana.

Pero Obama no tiene nada que ver con Martin Luther King, ni con Eldridge Clever ni Malcolm X.
Obama es el producto de sí mismo, de su familia, de sus estudios y, por encima de todo, de los
inmensos y arcanos manantiales de la sabiduría.

Martin Luther King, Eldrige Cleaver y Malcolm X. El anillo de este último induce a pensar que se trata de un Black Shriner
Nos sentimos ligeramente defraudados porque Obama se presenta como un emisario de Odín,
cuando en realidad es un estratega más de la vigorosa maquinaria política norteamericana. Ante el
eslogan “Necesitamos el cambio. ¿Podemos cambiar? Sí, podemos” nos limitamos a decir “Pues
muy bien.”

Exemplum de simia

Es imposible sustraerse a la corriente de opinión que arrastran los episodios nacionales, regionales y
locales de cualquier país, exceptuando a los de régimen autocrático, donde la expresión individual
se mueve en la intimidad. Aunque los políticos han llegado ya a un “plateau” más allá del cual no
tienen nada nuevo que decir, los ciudadanos siguen creyendo ingenuamente, desde su esquina de
mutilados e indigentes civiles, que aún pueden aportar ideas razonables. “Mientras se espera”,
suspiraba Miguel de Unamuno, “se vive, aunque con amargura; lo peor es cuando las esperanzas se
convierten en recuerdos.” Luego la gente se arrepiente de airear su verecundia e irritación ante los
desmanes de quienes, no hace mucho, se metieron en el bolsillo sus votos y, a no tardar, los
emplean contra sus votantes. Actúan como siempre hicieron los gobiernos de las tribus, las
monarquías, las repúblicas y las dictaduras a lo largo de la historia: incitando al pueblo a combatirse
a sí mismo.

En diciembre de 2009, en su arenga durante la Cumbre sobre el Cambio Climático celebrada en


Copenhague, el presidente del gobierno español Rodríguez Zapatero, en un alarde de fantasía
ramplona, declaró, en medio de la estupefacción general: “La tierra no pertenece a nadie, salvo al
viento." Meses más tarde, después de haber disuelto las Cortes y convocar elecciones generales,
obligado por la situación catastrófica de la economía del país, no pudo resistirse a satisfacer su afán
de notoriedad y expresar su falta de sensibilidad hacia la ruina nacional, arrancando en un acto
académico con una cita del escritor Ramón Gómez de la Serna –autor, entre otras obras, de Los
muertos, las muertas y otras fantasmagorías (1935)-: “El mejor destino es el de supervisor de nubes
acostado en una hamaca y mirando al cielo”. Con semejantes discursos, sus propios camaradas
terminaron por considerarle un apestado. La abrumadora derrota electoral ante el partido de la
oposición en la noche del 20 de noviembre de 2011 no ha debido causarle mella alguna, puesto que
este tipo de personalidad es incapaz de asumir la responsabilidad de sus propias acciones. Sus
palabras pasarán al mausoleo de la estupidez.

Todos los líderes son básicamente radicales, aunque unos muestren un rostro de beatitud y otros de
fiereza, en especial los nacionalistas y los populistas, dedicados a propagar dogmas inverosímiles y
empujando a la gente a quemar la tierra que pisa. Después, una vez alcanzada la notoriedad
personal, regresan a la espesura de donde salieron, bien cargados de canonjías. Como apostilló San
Buenventura (“Comentarios al Evangelio de San Juan”, 47-6), son el paradigma de la inmodestia y la
ostentación: “exemplum de simia: quando plus ascendit, plus apparent posteriora eius” -cuanto más
alto trepa el primate, mejor enseña el trasero-. Con sus invenciones, sus apariencias, sus chillidos,
sus cargos y sus pensiones vitalicias, la casta política muestra constantemente su brillante culo.

En muchos países los políticos tratan a los críticos del sistema como un bruto aplasta a las termitas:
bicho que se mueve, ¡zas! ¡otro que se mueve! ¡zas! ¡zas! “¡Que aprenda ese protestón de mierda,
un peligro para mi poder y mis prebendas!” Cuando Rudyard Kipling describió en 1891 su viaje a
Estados Unidos, no evitó citarlos como una estirpe especial “que no perdía el tiempo en hablar de
libertad, sino que a la chita callando iba imponiendo su voluntad a los ciudadanos.”

Acción parlamemtaria (© Teoprépides 2011)


El tiempo cambia como categoría subjetiva y es imparable; pero las personas –muchas de las
personas que adquieren cada cuatro años la condición de representantes del pueblo- pueden
permanecer clavadas como estacas en el tiempo y el espacio, tiesas e imperturbables a los vientos
que soplan.

Así están, y con eso se quedan los votantes, mirando a los monos saltarines.
Reparto de canonjías. (© Teoprépides 2011)

Fatiga de la tragedia

El 18 de noviembre de 2011, dos días antes de la Elecciones Generales de 2011 en España, un


profesor norteamericano de Economía Internacional residente en Viena, Gene Tuttle, me hablaba del
concepto de “fatiga de la tragedia”, reacción sicológica que nos lleva a perder la sensibilidad de los
males que afectan al mundo. Me sugería que, en un mundo globalizado, nos hallamos desbordados
por la información sobre los continuos desastres que tienen lugar a nuestro alrededor. “La
deteriorada situación económica” escribía mi amigo “es sin duda una fuente de preocupación por sus
implicaciones para la paz social y la inestabilidad política.” En tales circunstancias, los centros de
poder político y mediático aprovechan cualquier nimiedad para liberar breves, aunque intensas,
noticias –una infidelidad, un atraco, un caso de corrupción- que oculten temporalmente la verdadera
naturaleza de la miseria humana y nos evite el colapso emocional.

El cansancio de poder y el pesimismo del PSOE, inerme ante la tragedia económica, se nos ha
contagiado con la misma intensidad y rapidez con que se extiende la plaga de chinches que afecta
últimamente a muchos hogares y hoteles en Estados Unidos. Nos deja hundidos en la desesperanza
y la incertidumbre, aguzando nuestro instinto de supervivencia, como los personajes de Too late the
hero (Robert Aldrich, Comando en el Mar de China, 1970), temiendo que en cualquier momento nos
arrojen al Tártaro. Los políticos y los depredadores sociales se han pasado la vida batiendo
alrededor del matorral, evitando meterse directamente en busca de la presa. “Hoy” escribió hace
cien años el poeta irlandés Oscar Wilde “casi todos se mueren de un reptante sentido común;
descubren demasiado tarde que las únicas cosas que jamás han lamentado son sus propios
errores.” (Retrato de Dorian Grey, 1891). Pues bien, como diría otro poeta, Siegfried Sassoon,
podemos aceptar la conducción de la guerra, pero nunca admitir los errores políticos que empujan a
tantos al sacrificio. (“Finished with the War: A Soldier’s Declaration”. The Times, 31 de Julio de
1917)

Siegfried Sassoon (mayo de 1915), por George Charles Beresford

La declaración de Sassoon decía literalmente:

“I am making this statement as an act of wilful defiance of military authority, because I believe the war is being
deliberately prolonged by those who have the power to end it. I am a soldier, convinced that I am acting on
behalf of soldiers. I believe that this war, upon which I entered as a war of defence and liberation has now
become a war of aggression and conquest. I believe that the purposes for which I and my fellow soldiers
entered upon this war should have been so clearly stated as to have made it impossible to change them, and
that, had this been done, the objects witch actuated us would now be attainable by negotiation. I have seen
and endured the suffering of the troops, and I can no longer be a party to prolong these sufferings for ends
which I believe to be evil and unjust. I am not protesting against the conduct of the war, but against the political
errors and insincerity's for which the fighting men are being sacrificed. On behalf of those who are suffering
now I make this protest against the deception which is being practised on them; also I believe that I may help
to destroy the callous complacence with which the majority of those at home regard the continuance of
agonies which they do not share, and which they have not sufficient imagination to realise.”

El lenguaje del British National Party (BNP).

Reproducimos aquí un interesante documento redactado en julio de 2005 por el partido derechista
británico British National Party (BNP) y aireado por WikiLeaks el 23 de abril de 2009.

Se trata de un "manual de disciplina lingüística y conceptual" dirigido a sus militantes con el objetivo
de asear la imagen pública del partido respecto a sus tendencias xenófobas y racistas. Su nueva
estrategia de comunicación política utiliza recursos de elevada simpleza, como el cuidado de la
expresión verbal, evitando el histrionismo verbal y la violencia conductual. En este manifiesto se ha
omitido o borrado la "regla nº 20". Citamos el texto conservando su literalidad.

BNP Language & Concepts Discipline Manual


BNP Policy Research, July 2005

Politics requires propaganda, and effective propaganda requires self-discipline. It is essential that all official (and
preferably unofficial, i.e. public comments by party members) BNP communications stick to the party’s true message and
convey it to the voting public in a clear and consistent way. The enemy wants us to be misunderstood – this is why they
deliberately lie to the public about what we stand for – so we must do everything possible to make it impossible for the
public to misunderstand us.

Therefore, BNP Policy Research has compiled the following rules of language and concepts discipline:

Rule #1: The BNP is not a ‘racist’ or ‘racial’ or ‘racialist’ or ‘race-conscious’ or ‘white’ or ‘whitepeople’s’ party. It should
never be referred to as such by BNP activists, and anyone else who does so must be politely but firmly corrected. The
precisely correct description of what we are, in the standard terminology of international comparative politics, is an ‘ethno-
nationalist’ party. That is, we espouse, like many political parties all over the world, the interests of the particular ethnic
groups to which we belong. There is nothing fascistic or unusual about this, and we don’t have to apologise for it. If we
must describe our attitude towards race, it is ‘racial realism,’ as no-one can admit being against realism.

Rule #2: The BNP is not a ‘fascist’ or ‘fascistic,’ let alone a ‘Nazi’ or ‘neo-Nazi’ or ‘national socialist’ party. It should never
be referred to as such by BNP activists, and anyone else who does so must be politely but firmly corrected. The precisely
correct description of what we are, in the standard terminology of international comparative politics, is a ‘right-wing
populist’ party. That is, we espouse, like many political parties all over the world, the right-of-centre views traditional to
ordinary working people who are not leftists.

Rule #3: The BNP does not apologise for what it is. We do ‘repudiate’ the bad aspects of our past, but no more need to
feel guilty about them than Labour does about its trade-union thugs and Marxist traitors or the Tories about their crooked
businessmen and rapacious capitalists. Activists should be sensitive to people’s misunderstandings about what we are,
and politely make clear what we do not believe if challenged, but fundamentally should project moral conviction and
political confidence.

Rule #4: The three rules above are applicable to the BNP such as it is today. In order to prevent our enemies from
‘proving’ that we are indeed what they accuse us above of being, it is absolutely necessary for us to draw a clear
distinction between the ‘bad old days’ of the party (before 2000) and ‘what we represent today.’ Today, we stand for ’21st
century nationalism,’ as opposed to the outdated ‘20th century nationalism’ which had so many problems. Without this
distinction, bad deeds from ‘our naughty past’ can be used to mis-characterise our present political identity. Since these
bad deeds did occur, denying them merely creates an impression of dishonesty, while admitting them is disarmingly
honest and prevents our enemies from blocking our message by dwelling on our past.

(It is important, however, to make sure that we do not admit to offences worse than those actually perpetrated.)

Rule #5: The BNP does not tell lies about what it stands for, what it has stood for in the past, and what its intentions are.
We do not have a secret doctrine of what we ‘really think’ which we conceal from the public. We make no secret of the
fact that we are an ethno-nationalist party or that our ultimate goal is the orderly, lawful, humane and voluntary
repatriation of the resident foreigners of the UK. Activists should never deny or squirm when asked about these things,
but defend them with good conscience.

Rule #6: The BNP does not espouse or tolerate violence. BNP activists must never threaten any person with violence or
say things that might be misunderstood as doing so. They must report anyone who engages in violence to the police for
prosecution and anyone who threatens or advocates it to party leadership for expulsion. Failure on this point exposes the
whole party to retaliation by the authorities and is thus a very serious matter.

Rule #7. The BNP is not an ‘extreme’ or ‘extremist’ party. It must never be referred to as such, and anyone who does
must be politely but firmly corrected. The establishment parties, which advocate the liquidation of our country, are taking
the extreme position and we, advocating the opposite, are the moderate and reasonable ones advocating mere common
sense. Words like ‘revolutionary’, though permissible when called for, must be used with care, and it must be made clear
that we are revolutionary in the sense that Thatcher or Attlee were revolutionary, not in the sense that Lenin or
Robespierre were.

Rule #8: Arguments for our policies should always be couched in terms of the most moderate language, and the most
mainstream principles, sufficient to vindicate them. Explanations of what we stand for should be couched, first of all, in
practical, not ideological, language that refers to problems that ordinary people experience and solutions they can
understand. But politics is an inescapably ideological business, so ideology must also be discussed second.

Rule #9: The BNP strongly prefers the term ‘hard right’ to ‘far right,’ ‘extreme right,’ or ‘radical right.” ‘Hard’ implies moral
seriousness and firmness of purpose. ‘Far’ and ‘extreme’ imply we are outside the spectrum of reasonable opinion.
‘Radical’ is acceptable when addressing a highly disaffected audience, especially when making ‘radical’ critiques of the
present regime, but is otherwise to be used sparingly, lest we sound like Marxist troublemakers. The best term of all is
‘patriotic right’, as opposed to ‘unpatriotic right’ or ‘globalist right’ (i.e the Tories).

Rule #10: The BNP is not ‘anti-Europe.’ We are ‘anti-EU’ or ‘anti-European Union’ or ‘anti-Brussels.’ Europe, being a
geographical fact, is not something anything can be done about. Furthermore, Britain is a part of European civilisation and
the European peoples are our cultural cousins. It is the EU superstate, which is an engine of the destruction of Europe,
that we oppose.

Rule #11: The BNP is not an antisemitic party: we do not believe that Jews per se are bad, though we do, of course,
reserve the right to condemn individual Jews that are doing something bad. Because of the inflammatory nature of this
issue, as well as the party’s past, it is best to simply never speak or write of Jews at all. It is especially important not to
use them as a clumsy code word for other things: if you really mean ‘American imperial ambitions in the Middle East’ or
‘the treasonous propensities of international financiers,’ then simple truthfulness requires that you say so. Same goes for
‘Zionism,’ which means the belief that Palestine belongs to the Jews and is not a general synonym for ‘Jews behaving
badly.’

Rule #12: BNP activists and writers must never attack a wider target than they need to. For example, do not alienate
teachers by attacking the entire teaching profession when the real object of your condemnation is politically-correct
teachers. Do not attack France (where Mr. Le Pen and his Front Nationale are our friends) as such when the real object
of your condemnation is the present government in Paris. Do not condemn the entire membership of UKIP when some of
they may join the BNP one day. Similarly, do not over-praise persons or things that momentary impress because they are
against something we dislike. We don’t know if they’ll be on our side tomorrow, and it could prove inconvenient to have
verbally endorsed their cause.

Rule #13: When addressing a specific audience, arguments for our policies should always be couched in language
calculated to be relevant to the interests of that audience. Do not bore a workingmen’s audience with those parts of our
ideology that derive from old-school Toryism, or puzzle an affluent suburban audience with an explanation of worker
ownership of industry. Equally, don’t deny that these other parts of our ideology exist; they are nothing to be ashamed of
and will not alienate any true supporter.

Rule #14: Racial and ethnic epithets and insults should never be used. If you just want to make trouble, join the National
Front or some other psychologically twisted, politically useless and sometimes criminal organisation.

Rule #15. BNP activists and writers should never refer to ‘black Britons’ or ‘Asian Britons’ etc, for the simple reason that
such persons do not exist. These people are ‘black residents’ of the UK etc, and are no more British than an Englishman
living in Hong Kong is Chinese. Collectively, foreign residents of other races should be referred to as ‘racial foreigners’, a
non-pejorative term that makes clear the distinction needing to be drawn. The key in such matters is above all to maintain
necessary distinctions while avoiding provocation and insult.

Rule #16. The correct term for the native inhabitants of these isles is ‘actually British,’ as opposed to foreigners who
inaccurately claim this status. Rule #17. Britain does not have ‘immigrants,’ a term proper for use in settler societies like
Canada, Argentina, and the USA. It has ‘guest workers,’ ‘foreign workers,’ or ‘descendants of foreign workers.’ They are,
depending on who they are, ‘racial foreigners,’ ‘religious foreigners’ or ‘persons of foreign religion,’ or ‘ethnic foreigners.’
The last term is meant to apply to persons racially similar to Britons, but ethnically dissimilar, like Dutchmen.

Rule #18. The BNP is not a ‘hate group’ and does not ‘hate’ anybody, with the possible exception of members of the
‘corrupt, treasonous’ political establishment. We merely believe that certain foreign persons do not have the moral right to
reside in this country. We are not about hostility; we are about political action. If some members occasionally forget this,
these are their personal feelings and not the policy of the party they belong to.

Rule #19: A political party cannot succeed, or even attract new members, if it takes as its premise the hopelessness of its
cause. Therefore, BNP activists and writers must, though they should strongly condemn the rotten character of the
present British regime and the society it has produced, never speak of the situation in Britain as hopeless or of British
society as corrupt to the point of worthlessness. They must always remember that politics, at the end of the day, is an act
of will, and our creative vision of what Britain ought to be must always be alive in our hearts and projected with confidence
to the public.

Rule #21: Explanations of our ideology should be couched, whenever possible, in terms of specifically British history and
the specific national identity of Britain. For example, when discussing rights, we should speak of ‘our traditional rights’ or
‘the rights of Englishmen,’ not about universal human rights, a very different concept that is the province of Jacobins and
their ideological heirs.

Rule #22: Successful revolutions from the right have always presented themselves as restoring older traditions.
Therefore, we should couch our agenda in restorationist terms whenever possible. This should not be misunderstood as
meaning we have to sound like (old-style) Tories when their ideas do not coincide with ours. Ours is a populist
traditionalism, not an elitist one.

El discurso del Islam

El discurso, sea político o tenga otros fines, se ha visto como la plastilina: una materia deformable,
polisémica y polifórmica, es decir, puede adquirir múltiples formas y significados en función del
efecto que se persiga. Es habitual, con este tipo de análisis, encontrar objetos genéricos que se
prestan a múltiples interpretaciones y que resultan difíciles de rechazar. Por ejemplo, el concepto del
bien frente al mal, la tiranía frente a la democracia, la justicia social frente a la explotación, la caridad
y la generosidad frente al egoísmo y la ingratitud.

En el mundo islámico, que se halla inundado por el espíritu religioso, la palabra yihad (pronunciada
más o menos como dyijad), puede adquirir un valor de

1) guerra armada contra un enemigo físico declarado;

2) resistencia a lo que se aleja del código moral del Corán;

3) simplemente, lucha interior contra las debilidades de la naturaleza humana, al estilo de los
místicos españoles como San Juan de la Cruz y Santa Teresa de Ávila.

El fondo de la cuestión es el grado de alejamiento del contrario respecto a la ortodoxia que guía a la
sociedad o al partido que gobierna el estado en un momento concreto. En términos sociológicos, ser
ortodoxo equivale a ser fiel a los principios y la los dogmas oficiales, y eso equivale a ser puro,
auténtico, conservador y reaccionario.

Los redactores de discursos políticos y expertos lingüistas como alguno de los citados son
auténticos creadores de lenguaje arbitrario y artero. Encadenando y repitiendo los mismos
conceptos, verbalizándolos con distintas formaciones sintácticas, recurriendo a la sinonimia, a la
simplificación o a su contraria, la hipergeneralización, se consigue el mayor de los deseos de un
profesional de la política: la eficacia. Lo que menos importa es la equivalencia del uno por uno, el
pan, pan y el vino, vino. Lo esencial es que diciendo unose diga, imperceptiblemente, dos, se
entienda tres y se consiga un efecto cuatro.

Por eso se puede leer y oír con tanta facilidad e indistintamente acerca del fascismo americano
respecto al religiosismo islámico, y del fascismo islámico ante el democratismo norteamericano. La
manipulación del lenguaje por unos pocos expertos lleva a condenar o a glorificar a naciones
enteras; una cultura y una civilización pueden quedar demonizadas en unos segundos por un uso
inteligente del lenguaje que se presta a múltiples interpretaciones (indudablemente, al menos para
nosotros, inteligente no equivale en este caso a honesto, sino a indecente.

La maleabilidad del discurso islamista ha sido claramente expuesto por Farish A. Noor, miembro del
Instituto de Estudios Estratégicos e Internacionales de Malaysia, en su ensayo “The Evolution of
‘Jihad’ in Islamic Political Discourse: How a Plastic Concept Became Harder”. Conceptos e ideas,
dice Noor, inundan el discurso islamista con fines políticos utilitarios y metas instrumentales. Pero
idénticos objetivos se pretenden conseguir, en el lado contrario, cuando se citan y cuestionan
conceptos tan etéreos como “democracia”, “derechos humanos” y “justicia."

El profesor Ali Khan, de la Washburn University School of Law de Kansas, Estados Unidos,
antepone el argumento verdaderamente democrático al discurso de la eficacia a través de la
ambigüedad y la tergiversación. Una sociedad multicultural como la norteamericana, incapaz de
imponer restricciones de ninguna clase a que un ciudadano elija sus ideas en un mercado libre, no
puede impedirle que exhiba sus derechos religiosos si se mantiene en los límites que marcan las
leyes. "Se da por sentado en los círculos políticos americanos que el Islam es una religión forastera,
ajena."

Esta falta de precisión respecto a la tradición religiosa norteamericana que denuncia el profesor
Khan es más evidente cuando se recuerdan los movimientos de conversión al Islam de tantos y
tantos líderes y seguidores del movimiento pro-derechos civiles afroamericanos de los años 1960 y
1970. O cuando se observa el mapa religioso de Estados Unidos, que da un elevado porcentaje de
conversos al Islam en un país que los políticos consideran laico, cristiano o, al menos, judeo-
cristiano. "El Islam ha llegado a este país [Estados Unidos] no para convertir por la fuerza a nadie,
sino para enriquecer la cultura norteamericana, su diversidad, su historia, su arquitectura, las
ciencias y, cómo no, las leyes." El enriquecimiento de la cultura norteamericana se produce,
supuestamente, a través de la teoría y la práctica del Islam, como pudo beneficiarse en su tiempo la
España cristiana.

Una de las cuestiones que no puede dilucidarse con nitidez es la de si existe una sola tipología de
discurso político aplicable a todos, o si cada concepto es subsidiario de la cultura en la que se
presenta. Por ejemplo, Brown y Levinson diseñaron un método de análisis de la cortesía que se
comenzó inmediata e indiscriminadamente a aplicar como si el discurso fuera una categoría
universal. Este modelo anglosajón, analizado de cerca, es viable en unas culturas (y sus lenguas) e
insostenible en otras. La tesis doctoral de Saïda Anssari, en fase de terminación (prevista para 2008
en la Universidad de Valencia), es muy ilustrativa de la imposibilidad de aplicar los criterios de Brown
y Levinson a la lengua árabe regional –la de Marruecos-. El paradigma anglosajón no sirve para
explicar la cortesía del mundo del Islam. Y tampoco se conoce un modelo de discurso político que
abandone los postulados de la retórica clásica y se adapte automáticamente a todos los procesos
discursales que inundan a nuestro mundo.
De hecho, lo que está ocurriendo es que el discurso islámico-musulmán se está adaptando al
modelo europeo-occidental y utiliza más o menos las mismas estrategias, en lugar de recuperar o
materializar un discurso que nazca de las tradiciones y la cultura islámica. Eso es lo que sugiere
Iqbal Siddiqui (Crescent International, Junio 16-30, 2000): “El movimiento islámico necesita
urgentemente la emergencia de un lenguaje de discurso político que nazca de las tradiciones
políticas y académicas musulmanas, en lugar de ser importado y adaptado de la terminología política
occidental." Cuando se emplean términos como “revolución” y “estado” adjetivándolos con la palabra
“islámico”, les acompaña un equipaje conceptual occidental. Para Siddiqui, construir un discurso
político al modo occidental resulta imposible entre musulmanes porque no refleja los ideales y la
cultura del Islam.

La naturaleza del discurso nativo del Islam aún no se ha descrito adecuadamente y es posible que
no pueda hacerse sino a través de la retórica de los imames y la exégesis del Corán. Esta retórica
se halla más próxima a la tradición escolástica cristiana, que pretendía ordenar el pensamiento
lógico, que a la del discurso político occidental diseñado con fines electorales.

Mahmoud Ahmadinejad, presidente de Irán

Ejemplo de estructura de un discurso musulmán:

Expresión de una opinión


Abajo se enumeran algunos de los recursos retóricos más habituales en el discurso político:

1. Arranque, normalmente con una pulla o un chiste rápido destinado a causar un pequeño
impacto, reforzado por las risas y los aplausos de los voceros, como forma de asegurarse la
atención y las simpatías de la audiencia.

2. Enunciación: presentación de los temas que se van a desarrollar durante la sesión, dejando
algunos cabos sueltos a modo de anzuelo para asegurarse la continuidad de la atención del
seguidor.

3. Argumentación: exposición de los distintos razonamientos, invariablemente por el siguiente


orden: primero la antítesis, los argumentos negativos; después los positivos. El efecto sicológico
es salir de una situación de estrés e incomodidad para pasar a otra placentera en la que se
obtiene, o se va a obtener, algún tipo de recompensa. Los redactores del discurso suelen
intercalar citas de respetables políticos, escritores o pensadores como soporte intelectual, como
garantía de que el argumento es tan válido para ellos como lo fue para los clásicos.

4. Conclusión o recapitulación, en la que se sintetiza lo expuesto y se abren los brazos para


recibir el aplauso y el apoyo incondicional de la audiencia.

Las ayudas retóricas más habituales con las que cuenta el político profesional son las siguientes
(por orden alfabético):

Anadiplosis o reduplicación: la última palabra de una frase se repite en la primera de la


siguiente: “Se ha reducido un 25% la inversión en infraestructuras; las infraestructuras están al
borde del colapso; el colapso es el destino que nos espera a todos si no ponemos remedio a la
situación.”

Anáfora: repetición sistemática de una palabra o una frase al comienzo de una oración:
“Debemos continuar, debemos perseverar, debemos resistir.”

Antítesis: juego semántico que permite invertir el argumento inicial: “Los pensionistas siempre
han pagado los platos rotos de una mala administración. ¿Pedían una subida de pensiones?
Obtuvieron más inflación. ¿Pedían unas pensiones más justas? Recibieron un recorte asistencial.
¿Reclamaban una paga extra? Aumentaron las retenciones. Los pensionistas son el forjado en el
que se asienta el país. Los pensionistas son el testigo de si una administración funciona bien o
funciona mal . Los pensionistas tienen la última palabra.”

Comparación: Permite exponer los puntos fuertes del programa propio y ridiculizar los del
contrario: “Nuestro partido representa el progreso y la innovación. ¿Que ofrecen ellos? ¿Qué
tienen ellos que ofrecer? El regreso a la caverna.”

Comunicación: lanzar un interrogante y contestarlo inmediatamente: “¿No han acabado con


nuestras libertades? Pronto acabarán con todos nosotros. En seguida probaremos el sabor del
horror y la tortura. No es que vayan a ponernos el fusil en la nuca, pero sí que nos van a privar de
nuestro derecho a expresarnos libremente en la lengua de nuestros mayores.”
Concesión: se utiliza un dato positivo del contrincante reduciendo su carga semántica y
aprovechando el mismo argumento para resaltar las enormes grietas del sistema que se pretende
combatir. “Pues claro que ha descendido el paro en el país. En todos los países lo ha hecho. Pero
aquí seguimos con una tasa muy superior a la del resto del continente.”

Exhortación: petición enérgica de hacer o no hacer algo. “Necesitamos vuestro apoyo,


necesitamos vuestra confianza, necesitamos vuestro voto. Pero si queréis el caos, si buscáis la
nada, votad a ésos.”

Expresiones retóricas que ayudan a introducir un argumento en el que lo más importante no son
las buenas palabras, sino los contenidos, lamentando una supuesta pobreza argumental y
apelando a la magnanimidad y la nobleza de sentimientos de la audiencia: “Ellos disponen de la
fuerza, controlan los medios de comunicación, tienen el apoyo del gran capital, dirigen los
sindicatos; pero nosotros somos los únicos conocedores del verdadero valor de la honradez, el
sentido de la verdad y la justicia.”

Interrogación: hipótesis que, si se confirma, deriva en una respuesta o una acción, a veces llena
de ambigüedad.“Si ganan ellos, no nos quedará más remedio que echarnos a la calle, dormir en
la calle.”

Invocación, apóstrofe, exclamatio: apelación a entidades supra-humanas para ponerlas de


testigo, solicitar algo o evitar un mal proveniente de terceros: “Si llegan ellos, que Dios nos pille
confesados.” “Si ganan y realmente hacen lo que dicen que van a hacer, que venga el diablo y lo
vea.”

Ironía: decir lo contrario de lo que se piensa: “Prometieron empleo; prometieron gasolina más
barata; prometieron un turismo de calidad; dijeron que nos apañarían en breve tiempo. Pues bien,
ahí tenéis el empleo; ahí está la gasolina; buen turismo nos ha llegado; apañados estamos.”

Litote o atenuación: Pequeño argumento que contiene una exageración: “Sólo han robado mil
millones; sólo han ocultado cien mil millones a la hacienda pública; simplemente han dejado en
pelotas al país entero.”

Preterición: estrategia que pretende mencionar unos datos in passim, como tratando de
ocultárselos a la audiencia, para inmediatamente dárselos con todo detalle: “No quiero hablar de
corrupción; no quiero sacar a relucir la asquerosa utilización de fondos públicos para el provecho
personal; el manejo de información privilegiada para realizar grandes pelotazos; la compraventa
de votos a cambio de sueldos y puestos de trabajo para familiares y amigos.”

Prolepsis: contra-argumento derivado de otro que lo anticipa: “Hay quien piensa que si ganamos
las elecciones se acabará el estado del bienestar. Se equivocan. El pueblo tiene derecho a una
vida digna, a un trabajo digno, a un salario acorde con sus necesidades. Nosotros se lo
ofrecemos.”

Repetición para dar énfasis y que sirva al mismo tiempo de refuerzo: “¿Cuándo ha habido nunca
tanto paro? Cuando estaban los otros. ¿Cuando ha habido nunca tanta miseria? Cuando
gobernaban los otros. ¿Cuándo ha habido nunca tanto desorden? Cuando mandaban ellos.”
Reticencia: dejar un argumento inacabado para que sea la audiencia la que ponga las palabras
finales: “Anunciaron nuevos trasvases; aún los estamos esperando. Dijeron: impuestos más
bajos; los subieron un 20%. Juraron combatir el desempleo; toma desempleo. Ahora prometen
subir las pensiones....”

Silogismo: introducción de tres argumentos, de los cuales los dos primeros llevan
necesariamente al tercero. “El país es un mar de corrupción. Fulano y Mengano son unos
corruptos. El partido de Fulano y Mengano naufraga en la corrupción.”

Sinonimia: empleo de términos con significado parecido: “Hemos reducido el paro, hemos
acelerado la ocupación, hemos incrementado los contratos fijos.”

Slogan: Inserción constante de una frase o conjunto de palabras en el discurso político que suele
integrarse fácilmente en el lenguaje periodístico y en el de los ciudadanos: "Nuestro partido busca
el diálogo, la paz, la democracia. La oposición no es más que bronca, agitación, confrontación."

Lenin, por Kovalenko 1966

Actualizado 5 de marzo de 2012


_______________
7 Aspectos de una Presentación Dinámica

Porque para tener Éxito necesita grandes presentaciones

Hay 7 aspectos que la gente debe manejar cuando prepara y hace presentaciones. Un orador efectivo
aprende cómo manejar los 7 aspectos al mismo tiempo. No prestar atención a todos estos aspectos puede
resultar en una presentación inefectiva. No prestar atención a todos ellos puede resultar en un desastre.

1. Orador
2. Mensaje
3. Audiencia
4. Canal
5. Retroalimentación
6. Ruido
7. Ambiente

ASPECTO # 1 - El Orador
Uno de los principales componentes de cualquier plática o presentación son los propios oradores (la fuente
del mensaje). A muchos oradores se les olvida que ELLOS son la presentación y NO los apoyos visuales.
Muchos presentadores de nuestros días dedican mucho esfuerzo a los apoyos visuales y se olvidan de que
son simplemente apoyos.
Hay tres factores que necesitamos considerar sobre cualquier orador:
a. Su motivación para hacer una presentación

b. Su credibilidad como orador

c. Su estilo de hablar o hacer la presentación.


a. La motivación de un Orador puede estar enfocada en términos de dos consideraciones:
==> Ya sea que esté involucrada una compensación personal directa (por ej. $$$) o una compensación
indirecta (sentirse bien ayudando a los demás).
==> Ya sea como parte de compensaciones inmediatas ($$ hoy) o de compensaciones posteriores (obtener
un título universitario después de cuatro años de estudios).
En esencia, un orador puede estar motivado por uno o AMBOS factores. Antes de hacer una presentación
debe reflexionar sobre cuáles son SUS motivaciones.

b. Credibilidad del Orador:

Las ideas de un orador son tanto aceptadas como creíbles sólo en el grado en que el orador se perciba como
creíble. La credibilidad del orador depende de su veracidad, competencia y buena fe. El orador que está bien
organizado se considerará, en términos generales, competente. El orador agradable y dinámico se
considerará más creíble que aquel que no tiene esa personalidad.

El factor fundamental que un orador proyecta es la actitud que tiene sobre sí mismo.
c. La presentación del orador:
La presentación, la forma en que el mensaje se transmite, debe complementar el objetivo de la plática. Una
plática bien escrita pero muy mal expresada puede perder su efectividad rápidamente.
ASPECTO # 2 - El Mensaje
El mensaje se refiere a TODO lo que un orador hace o dice, tanto verbal como no verbalmente. El
componente verbal puede analizarse en términos de 3 elementos básicos.
 Contenido
 Estilo
 Estructura

Veamos cada uno de estos elementos.

a. Contenido - es lo que decimos sobre su tema. El contenido es la ESENCIA de su plática o presentación.


Investigue su tema a fondo. Decida qué tanto abarcar sobre cada tema. Después decida sobre la secuencia
casual que va a utilizar. Es importante que considere las necesidades de la audiencia, factores de tiempo y
otros aspectos, conforme el contenido de su plática o presentación se prepara y se presenta.
b. Estilo - La manera en que presente el contenido de su plática es su estilo. Los estilos pueden variar desde
muy formales a muy informales. La mayoría de las presentaciones caen entre estos dos extremos y en CADA
caso, el estilo debe determinarse por lo que es apropiado para el orador, la audiencia, así como la ocasión y el
entorno.

c. Estructura - La estructura de un mensaje es su organización. Hay muchas variaciones de organización,


pero en cada caso, la estructura debe incluir:

 una introducción
 un cuerpo
 una conclusión

La introducción debe incluir:

 un inicio que capte de inmediato la atención del público como una cita o una estadística
impactante.
 una agenda.
 el propósito o mensaje principal de su presentación.

El cuerpo debe incluir:

 sus puntos o ideas principales.


 puntos que apoyen su mensaje principal.

La conclusión debe incluir:

 un resumen de sus puntos principales


 un cierre convincente
 tiempo para preguntas y respuestas, de ser apropiado.
Cuando las pláticas o presentaciones están mal organizadas, se reduce el impacto del mensaje y es menos
factible que la audiencia acepte al orador o las ideas al orador.
ASPECTO # 3 - El Público
Como orador debe analizar a su público y después decidir cómo presentar sus ideas. Este análisis puede
incluir consideraciones relacionadas a:
 Edad
 Sexo
 Estado Civil
 Raza
 Ubicación geográfica
 Membresía grupo
 Escolaridad
 Carrera
Por ejemplo, si está haciendo una presentación sobre "Carreras del Futuro", es vital saber cuál es la edad
promedio de su audiencia. Una plática bien preparada pero no adecuada para la audiencia puede tener el
mismo efecto que una plática muy mal preparada presentada a la audiencia correcta.. Ambas pláticas van a
ser un rotundo fracaso.

Un análisis adecuado de la audiencia podrá asegurarle que hará la presentación correcta a la audiencia
correcta. Para personalizar adecuadamente la plática, la mayoría de los oradores profesionales mandan a sus
clientes un multi-cuestionario para poder recopilar información sobre ellos y su evento. Yo acostumbro
llamarle a los interesados para saber cuáles son las tendencias actuales en su industria y preguntarles cuáles
son sus objetivos.

Al usar la palabra "A-U-D-I-E-N-C-I-A" como siglas, he definido algunas categorías generales del análisis de
audiencias que deben incluir sus encuestas:

Audiencia -¿Quiénes la forman? ¿Cuántas personas asistirán al evento?


Utilidad - ¿Qué tanto saben sobre el tema que va usted a presentar? Demografía - ¿Edades, sexo,
antecedentes escolaridad, etc.?

Interés -¿Por qué razones asisten a este evento? ¿Quién les pidió que asistieran?
Entorno ¿Desde qué lugar voy a hablar? ¿Podrán verme todos?
Necesidades - ¿Cuáles son las necesidades del público? ¿Cuáles son sus necesidades como orador?
¿Cuáles son las necesidades de la persona que lo contrató?

Construir - ¿Cómo puedo construir y personalizar mi mensaje a esta audiencia?


Imagen -¿Qué experiencia espera el público de parte del orador?
Aprender - ¿Qué espera el público aprender de mi plática?

NOTA: Para una discusión más a fondo sobre este tema ver mi artículo sobre Análisis de la Audiencia.
También, mi nuevo libro, "Presentaciones que no nos hacen Sudar - La Forma Fácil de Hablar en Público con
Éxito" proporciona algunas preguntas específicas que usted puede hacer utilizando un cuestionario muestra.
ASPECTO # 4 - El Canal
Cuando nos comunicamos con nuestras audiencias, usamos muchos canales de comunicación. Ésto incluye
canales no verbales, pictóricos y auditivos.

Es muy importante que use tantos canales como pueda para comunicarse con su audiencia. Entre más
canales de comunicación use al mismo tiempo, mucho mejor. Aquí proporciono una breve lista de ejemplos
para cada uno de esos tipos:

A. No Verbales
1. gestos
2. expresiones faciales
3. movimiento corporal
4. postura
B. Pictóricos
1. diagramas
2. gráficas
3. esquemas
4. dibujos
5. objetos
C. Auditivo
1. tono de su voz
2. variaciones en matiz y volumen
3. otras variedades vocales
ASPECTO # 5 - La Retroalimentación

Por "retroalimentación" me refiero al proceso a través del cual el orador recibe información sobre la forma en
que el público recibe su mensaje y usted, a su vez, responde a esas señales.

El proceso de retroalimentación no está completo hasta que el orador responda a sus oyentes, incluyendo las
reacciones del público a la respuesta del orador y así sucesivamente.

Puede hacer preguntas a los miembros de su audiencia e inclusive preguntarles qué entendieron del punto
que acaba de plantear. Observe las señales no verbales y esté preparado a responder a todo tipo de
reacciones de su audiencia a lo largo de su presentación.

Es su responsabilidad proporcionar la información que su audiencia necesita escuchar. Muchas veces la


gerencia puede pedirle que transmita un mensaje específico a sus empleados que tal vez ellos no quieran oir.
Pero, recuerde, la gerencia es la que le está pagando sus honorarios y usted es el responsable de comunicar
ese mensaje que la gerencia quiere que transmita. Al mismo tiempo, es importante que sea sensible respecto
a la audiencia y trate de establecer una relación con todo el público por medio de encuestas, conversaciones
durante la hora social, e inclusive por medio de discusiones después de su presentación.
ASPECTO # 6 - El Ruido
Hay dos tipos de ruido que un orador debe confrontar:
a. Ruido externo
b. Ruido interno
Veamos cada uno de ellos.

Ruido Externo - consiste en ruidos, personas platicando, tosiendo, cambiando de tema, mala acústica,
temperatura (demasiado calor, demasiado frío), mala ventilación e interferencia visual como poca luz o algo
que obstruya tener buena visibilidad.
Ruido Interno - si un orador está confundido o poco claro sobre lo que quiere expresar, se debe a que hay
ruido interno. El ruido interno puede surgir también si el orador no conoce o no analiza correctamente a su
público.

El papel de la audiencia y del orador es de comunicarse simultáneamente entre sí. Es esta naturaleza
transaccional de la plática lo que hace tan importante la retroalimentación e intenta eliminar el ruido.
Las formas más específicas que un orador puede usar para combatir el ruido son:
a. Usar más de un solo canal de comunicación al mismo tiempo (verbal y no verbal)
b. Usar el método de repetición y reafirmación
El orador puede ayudar a combatir este ruido haciendo un esfuerzo extra para usar tantos canales de
comunicación como sea posible al mismo tiempo. Es importante incluir ambos medios de comunicación, el
verbal y el no verbal.
ASPECTO # 7 - El Entorno
El lugar en donde va a hacer su presentación puede aumentar o interferir con la efectividad de su plática.
Determine con anticipación cómo están las instalaciones antes de la plática. De esta manera puede planear
adecuadamente su presentación o hacer los ajustes necesarios.

En lo personal recomiendo, cuando sea factible, visitar el lugar en donde se va a llevar a cabo la plática.
Inclusive, llego al punto de preguntar el nombre del salón en el que voy a hacer mi presentación y le pido al
coordinador de conferencias del hotel que me permita visitar el salón y confirmar todos los aspectos que me
interesan.

En una ocasión en particular, hace varios años, fui a ver un salón alrededor de un mes antes una plática para
una reunión de una empresa grande y pude observar que el salón NO TENIA equipo para micrófono. Ésto era
un problema ya que se esperaba una asistencia de cerca de 800 a 1000 personas. Verifiqué con el hotel si
había algún otro salón disponible para el mismo día del evento y me puse en contacto con el cliente para
informarle sobre esta situación. El cliente a su vez le llamó al hotel y pudo cambiar el salón para su evento.
Fue mi manera de planear mis pláticas lo que nos salvó a ambos, a mí y a mi cliente, de una situación muy
penosa de no haber cambiado de salón. Desde entonces he dado pláticas para el mismo cliente durante los
últimos 4 años, por la atención a detalles que proporcioné como parte de mi planeación cuando trabajé por
primera vez para ellos. Este pequeño esfuerzo "extra" de mi parte me hizo inolvidable para el cliente.

Busque compromisos en que tenga que tomar la palabra como oportunidades para practicar sus habilidades
de orador. Para estar realmente preparado y ser efectivo como presentador, debe ponerle mucha atención a
todos los 7 aspectos antes comentados. Requieren práctica. El tiempo que dedique a recordar estos aspectos
valdrán el esfuerzo de su parte.

Busque compromisos en que tenga que tomar la palabra como oportunidades para practicar sus habilidades
de orador.
Para estar realmente preparado y ser efectivo como presentador, debe ponerle mucha atención a todos los 7
aspectos antes comentados. Requieren práctica. El tiempo que dedique a recordar estos aspectos valdrán el
esfuerzo de su parte.

Definición de orador

¿Qué es un orador? ¿Una persona que habla ante otros?


No, es mucho más: Según lo define el diccionario de la Real Academia Española
1. Persona que habla en público, pronuncia discursos o imparte conferencias.
2. m. y f. Persona que por su naturaleza y estudio tiene las cualidades que lo hacen apto para
lograr los fines de la oratoria.

La segunda definición creo que apunta más a la esencia de un orador, es alguien que por
estudios o naturaleza (muchas personas tienen un don innato para la comunicación y han
conseguido hablar en público siendo autodidactas).

Pero si ese no es tu caso no debes desanimarte, la definición dice que por naturaleza y estudio el
orador llega a conseguir los fines de la oratoria, que son influir en los demás y convencerlos para
tomar una determinada acción.

Yo personalmente creo que el orador no nace, se hace, y para ello existen muchos recursos a su
disposición, escuelas de oratoria, cursos online, libros, seminarios, talleres, y la observación,
escuchando a otros oradores se puede aprender mucho, tanto de lo que se debe hacer como de
lo que se debe evitar.

Si estás decidido a ser un buen orador tienes que usar los recursos a tu alcance para desarrollar
las cualidades que te permitan lograr tus objetivos que sin duda serán que tu auditorio tome una
determinada postura ante lo que tú les dices.
¿Cuáles son los medios que tiene a su disposición un orador para influir en otros?
1. La articulación.
2. La fluidez.
3. Las pausas.
4. La modulación.
5. El volumen.
6. El entusiasmo.
7. El contacto visual.
8. El aplomo.
9. Las introducciones.
10. Un buen uso de un bosquejo.
11. La improvisación.
12. El interés en los oyentes.
13. Las preguntas.
14. Las ilustraciones.
15. La conclusión.

Estos son solo algunos de los recursos que tienes a tu disposición en el curso Garantiza Tu
Éxito Con La Oratoria. com , el aprender cómo se usan, marcará la diferencia para ti entre
hablar ante otros o ser un orador, puedes ver sin compromiso lo que aprenderás en el curso
siguiendo el enlace de abajo.

Sinceramente tú amiga
Elena Moreno,
Creadora del curso:
http://garantizatuexitoconlaoratoria.com/detalles/
” La oratoria me ayudó a perder el miedo al hablar en público”.
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