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Publicado por
La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días
Salt Lake City, Utah
Se agradecen los comentarios y las correcciones. Tenga a bien enviar los comentarios, e incluso los errores, a:
Seminaries and Institutes of Religion Curriculum Services
50 East North Temple Street
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© 2010, 2017 por Intellectual Reserve, Inc.
Todos los derechos reservados.
Impreso en los Estados Unidos de América
Versión 2, 12/16
Aprobación del inglés: 10/16.
Aprobación de la traducción: 12/16.
Traducción de Teachings of the Living Prophets Teacher Manual
Spanish
14420 002
Índice de temas
Introducción . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . V
1 Nuestra necesidad de profetas vivientes . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 1
2 El profeta viviente: El Presidente de la Iglesia . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 9
3 La sucesión en la Presidencia . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 14
4 El Cuórum de la Primera Presidencia . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 20
5 El Cuórum de los Doce Apóstoles . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 26
6 La conferencia general . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 30
7 Cómo estudiar los discursos de conferencia general . . . . . . . . . . . . . . 36
Introducción
El élder Robert D. Hales, del Cuórum de los Doce Apóstoles, explicó:
Como maestro de este curso, usted tiene la oportunidad de ayudar a sus alumnos a
reconocer la bendición de vivir en una época en la que hay profetas vivientes sobre
la tierra. Usted puede ayudarlos a saber que el Padre Celestial se comunica hoy en
día como lo ha hecho en todas las dispensaciones. Cuando los profetas vivientes
hablan con autoridad a los miembros de la Iglesia, lo que dicen es “la voluntad del
Señor… la voz del Señor y el poder de Dios para salvación” (D. y C. 68:4).
Con espíritu de oración, estudie las Escrituras y los discursos de las conferencias
generales. Procure la ayuda del Espíritu Santo para elegir las actividades de
aprendizaje que ayudarán a los alumnos a progresar espiritualmente. Ayude a los
alumnos a descubrir, comprender y vivir las verdades que se presentan en las
conferencias de la Iglesia.
Para complementar su preparación, este manual proporciona información
introductoria a los capítulos, señala pasajes de las Escrituras y principios del
Evangelio, y sugiere maneras de ayudar a los alumnos a entender las doctrinas y
ponerlas en práctica.
V
I N T RO D UC C I Ó N
proporciona ideas sobre diversos métodos para enseñar las palabras de las
Autoridades Generales que se encuentran en el ejemplar de la revista Liahona que
contiene el informe de la conferencia general más reciente. Los demás períodos de
clase se deben enseñar del ejemplar de la conferencia.
Las lecciones de este manual están diseñadas para que duren 50 minutos. Si la
clase se reúne dos veces a la semana, cada lección debe durar aproximadamente 50
minutos. Si se reúne solo una vez por semana, cada lección debe durar
aproximadamente 90 minutos. Para una clase de 90 minutos, podría enseñar una de
las lecciones de este manual, así como material de la revista Liahona. Será necesario
que adapte el material del curso a sus circunstancias particulares de enseñanza.
Durante un semestre típico, la instrucción basada en la revista Liahona constituirá
aproximadamente el 75 por ciento del tiempo de la clase.
Cada capítulo de este manual tiene tres secciones:
• Introducción
• Algunas doctrinas y principios
• Ideas para la enseñanza
Introducción
La sección “Introducción” pone de relieve los temas generales del capítulo y le
ayudará a obtener un panorama rápido del tema general.
VI
IN T R O DUCCIÓN
enseñanza del manual del maestro lo remiten a los comentarios que se encuentran
en el manual del alumno. Anime a los alumnos a utilizar ese recurso dentro y fuera
de la clase. Además, cada capítulo del manual del alumno finaliza con las secciones
“Puntos para meditar” y “Asignaciones sugeridas”. Las preguntas que se
encuentran bajo “Puntos para meditar” y las actividades en “Asignaciones
sugeridas” ayudan a los alumnos a considerar más detenidamente las lecturas
complementarias. Muchas de esas preguntas y actividades también se pueden
adaptar para utilizarse en la clase como ideas para la enseñanza.
Palabras de los profetas vivientes, de las Autoridades Generales y de los
oficiales generales de la Iglesia. Al estudiar los discursos que se dieron en la
última conferencia general y otros artículos de las revistas de la Iglesia, busque
material adicional que podría complementar las lecciones de este manual.
Sitio web de Seminarios e Institutos de Religión. Seminarios e Institutos de
Religión también tiene un sitio web, institute.lds.org, en el que hay muchos
recursos que podrían serle útiles.
VII
I N T RO D UC C I Ó N
VIII
IN T R O DUCCIÓN
“He descubierto una característica común entre los maestros que más han
influido en mi vida: me ayudaron a buscar conocimiento por la fe y se
negaron a darme respuestas fáciles a las preguntas difíciles. De hecho, no me
dieron respuesta alguna, sino que me indicaron el camino y me ayudaron a
dar los pasos necesarios para encontrar mis propias respuestas. No siempre
aprecié ese método, pero la experiencia me ha permitido entender que no
solemos recordar por largo tiempo la respuesta de otra persona, si es que la recordamos;
mas la respuesta que descubrimos u obtenemos mediante el ejercicio de la fe, por lo general
la conservamos toda la vida” (véase de David A. Bednar, “Buscar conocimiento por la fe”,
Liahona, septiembre de 2007, pág. 23).
IX
CAPÍTULO 1
Nuestra necesidad de
profetas vivientes
Introducción
Vivimos en días de enormes oportunidades, pruebas y “La revelación que recibió Adán no daba instrucciones a Noé
tentaciones. Aunque podemos encontrar gran ayuda en las para construir el arca, ni la revelación que recibió Noé
palabras de profetas antiguos, necesitamos la guía continua mandaba a Lot que abandonase Sodoma, ni ninguna de ellas
del Señor que se aplique a las circunstancias en las que hablaba de que los hijos de Israel salieran de Egipto. Cada
vivimos. El presidente John Taylor (1808–1887) enseñó: uno de ellos recibió revelaciones individuales… Y así debe
ser también con nosotros” (Enseñanzas de los Presidentes de
“Necesitamos un árbol viviente, una fuente viva, una
la Iglesia: John Taylor, 2002, págs. 176-177).
inteligencia viva que provenga del sacerdocio viviente que
está en los cielos por medio del sacerdocio viviente que está Este capítulo se ha diseñado para ayudar a sus alumnos a
en la tierra… siempre han hecho falta nuevas revelaciones, comprender la necesidad de que ellos tengan profetas
adaptadas a las circunstancias exclusivas de la Iglesia o de vivientes y las bendiciones que recibimos por prestar oído a
las personas. su consejo.
Algunas doctrinas y
principios
• El Señor revela Su voluntad a los
profetas vivientes hoy así como lo
hizo en el pasado.
• La Iglesia del Señor está edificada
sobre el fundamento de profetas y
apóstoles.
• Los miembros de la Primera
Presidencia y del Cuórum de los
Doce Apóstoles son profetas,
videntes y reveladores.
• Los profetas nos ayudan a fortalecer
la fe en Jesucristo.
• Encontramos seguridad al conocer y
aplicar las enseñanzas de los La Primera Visión
profetas vivientes.
1
C A P Í T UL O 1
Pregunte:
• ¿Por qué es importante saber que el Señor continúa revelando Su voluntad por
medio de profetas vivientes?
Testifique de la necesidad de tener profetas vivientes en el mundo en la actualidad y
que el Señor continúa revelando Su voluntad por medio de Sus profetas escogidos.
2
CAP ÍTULO 1
Lea Efesios 2:19–21 en voz alta con la clase y use las siguientes preguntas para
ayudar a los alumnos a comparar el fundamento del Templo de la Ciudad de
México con el fundamento de profetas y apóstoles de la Iglesia.
• ¿En qué se asemeja el fundamento de profetas y apóstoles a los grandes pilares
que se usaron para asegurar el Templo de la Ciudad de México?
• ¿Qué puede hacer una persona para estar segura de que está edificando un
fundamento fuerte?
Explique que el apóstol Pablo ofreció algunas razones por las que tenemos el
fundamento de profetas y apóstoles. Pida a un alumno que lea Efesios 4:11–14.
Pida al resto de los alumnos que presten atención y determinen las razones por las
que el Señor nos dio profetas y apóstoles como nuestro fundamento. Analicen lo
que encontraron.
Pida a un alumno que lea la declaración del élder Jeffrey R. Holland, del Cuórum
de los Doce Apóstoles, en la sección 1.4 del manual del alumno. Haga las
siguientes preguntas a los alumnos:
3
C A P Í T UL O 1
4
CAP ÍTULO 1
5
C A P Í T UL O 1
“Cuando escuchamos el consejo del Señor expresado por medio de las palabras
del Presidente de la Iglesia, nuestra respuesta debe ser positiva y pronta. La
historia ha demostrado que hay seguridad, paz, prosperidad y felicidad cuando
respondemos al consejo profético” (M. Russell Ballard, “Recibiréis su palabra”,
Liahona, julio de 2001, pág. 80).
6
CAP ÍTULO 1
receptivos, tomar notas, evitar las interrupciones durante la conferencia y estar a tono
con el Espíritu Santo).
Permita suficiente tiempo para que los alumnos piensen en cuanto a sus respuestas
y fijen algunas metas.
Organice a los alumnos en equipos de dos. Pida a cada equipo que estudie
Doctrina y Convenios 21:4–6 y después analice las siguientes preguntas (podría
escribir las preguntas en la pizarra antes de la clase):
“Para los que tienen una fe firme, resulta razonable buscar el camino hacia la
seguridad en el consejo de los profetas. Cuando un profeta habla, los que tengan
poca fe pueden creer que solo escuchan a un hombre sabio que da buenos
consejos…
“Pero la elección de no aceptarlo sacude el mismo suelo que pisamos; este se
torna más peligroso. El no seguir el consejo profético disminuye nuestro poder de
aceptarlo en el futuro” (Henry B. Eyring, “Busquemos seguridad en el consejo”, Liahona, julio de
1997, págs. 27–28).
7
C A P Í T UL O 1
8
CAPÍTULO 2
El profeta viviente: El
Presidente de la Iglesia
Introducción
Las llaves que ejerce el Presidente de la Iglesia en su función (1910–2008) declaró:
como profeta, vidente y revelador lo diferencian de todas las
“Estoy agradecido y me siento satisfecho al saber que la paz,
demás personas sobre la tierra. El consejo inspirado del
el progreso y la prosperidad de este pueblo descansan en la
profeta siempre estará en armonía con verdades eternas y se
obediencia a la voluntad del Señor, declarada por medio [del
centrará en las necesidades y las condiciones de su época.
Presidente de la Iglesia]. Si no seguimos su consejo, estamos
Prestar oído a su consejo tiene consecuencias eternas. Ayude
rechazando su sagrado llamamiento; pero si en cambio
a los alumnos a saber que al poner su confianza en los
somos obedientes a él, seremos bendecidos por Dios”
consejos del profeta viviente, serán dirigidos por caminos de
(Gordon B. Hinckley, “Te damos, Señor, nuestras gracias”,
seguridad. Mientras servía como miembro del Cuórum de los
Liahona, octubre de 1992, pág. 6).
Doce Apóstoles, el presidente Gordon B. Hinckley
Algunas doctrinas y
principios
• El Presidente de la Iglesia posee
todas las llaves del sacerdocio y
dirige su uso.
• Las enseñanzas y las direcciones del
profeta viviente toman precedencia
sobre lo que han dicho los profetas
anteriores.
• El Señor jamás permitirá que el
profeta viviente guíe a la Iglesia por
mal camino.
9
C A P Í T UL O 2
• ¿Quién más recibió esas llaves? (Véase Mateo 18:18; note que Mateo 18:1 indica
que Jesús dijo esas palabras a Sus doce apóstoles).
• ¿A quién se han dado esas mismas llaves hoy en día?
Pida a un alumno que termine de leer el relato del presidente Packer en la sección
2.1 del manual del alumno y luego pregunte:
• ¿Qué quiere decir el término llaves del sacerdocio?
Comparta la siguiente declaración del élder Bruce R. McConkie (1915–1985), del
Cuórum de los Doce Apóstoles.
Pida a los alumnos que resuman con sus propias palabras la definición del élder
McConkie de las llaves del sacerdocio.
Lea los siguientes pasajes de las Escrituras con la clase y pida a los alumnos que
hagan una lista en la pizarra de las llaves del sacerdocio que se indiquen en cada
versículo.
10
CAP ÍTULO 2
11
C A P Í T UL O 2
• ¿Con cuánta frecuencia dijo el presidente Spencer W. Kimball que los profetas
han recibido revelación desde 1820?
• Con frecuencia, ¿cómo vienen las revelaciones a los profetas vivientes?
• ¿Qué advertencia nos dio el presidente Kimball?
• ¿Por qué prefería el presidente Brigham Young las palabras del profeta viviente
por encima de las Escrituras?
• ¿Qué quiso decir el presidente Ezra Taft Benson cuando dijo que el profeta tiene
el poder de darnos hoy las noticias que necesitamos hoy?
• ¿Qué sugirió el presidente Benson que era lo más importante que podemos leer?
• ¿De qué nos advirtió el presidente Benson que tuviéramos cuidado?
Asigne a la otra mitad de la clase que lea las segunda y tercera “razones” del
discurso del presidente Ezra Taft Benson (1899–1994) en el “Material de
enriquecimiento”, al final del capítulo 2 en el manual del alumno. (Esto es parte de
un discurso titulado “Catorce razones para seguir al profeta”). Pida a los alumnos
que, a medida que lean, busquen respuestas a las preguntas que están en su lado
de la pizarra.
Después de que los alumnos hayan tenido tiempo suficiente para leer y meditar en
cuanto al material y responder las preguntas, anímelos a que compartan sus
respuestas y sus ideas con la clase. Pida a algunos alumnos que compartan su
12
CAP ÍTULO 2
testimonio del profeta viviente y de los beneficios que han percibido al seguir el
consejo profético.
Invite a los alumnos a compartir con la clase algunas cosas de las que hablaron en
sus grupos.
13
CAPÍTULO 3
La sucesión en la
Presidencia
Introducción
El Presidente de la Iglesia fue preordenado en la vida proceso de sucesión.
preterrenal y se lo llama en la vida terrenal después de un
Puesto que se sugieren varias citas en este capítulo, tal vez
servicio largo y fiel en el Cuórum de los Doce Apóstoles. Se lo
podría imprimir un volante para los alumnos con todas las
aparta para ejercer las llaves del Reino del cielo sobre la
citas que planee usar. Quizás también sería bueno que se
tierra, y los miembros de la Iglesia lo sostienen formalmente.
familiarice con la historia de la sucesión en la Presidencia de
Ayude a sus alumnos a entender cuán importante es la la Iglesia desde los días de José Smith. Hay un resumen de
función de la revelación del Señor a Su profeta en el proceso dicha historia en las secciones 3.1, 3.2 y 3.3 del capítulo 3 del
de llamar a apóstoles. A medida que el Espíritu confirme el Manual del alumno para el curso Enseñanzas de los profetas
orden divino de la sucesión, comparta su testimonio e invite vivientes.
a los alumnos a testificar de la autoridad y la sencillez del
Algunas doctrinas y
principios
• El Señor estableció el orden de
sucesión en la Presidencia de la
Iglesia.
• El Cuórum de los Doce Apóstoles
preside sobre la Iglesia al momento
de la muerte del Presidente.
• La antigüedad en el Cuórum de los
Doce Apóstoles determina quién
preside.
• Los miembros de la Iglesia
sostienen al nuevo Presidente de la
Iglesia que ha sido llamado.
14
CAP ÍTULO 3
• ¿Cómo llega a ser Presidente de la Iglesia una persona? ¿Cómo difiere este
proceso de la manera en la que se elige a los líderes de otras organizaciones?
Explique a los alumnos que el Señor mismo determina quién dirigirá la Iglesia. Por
instrucción divina, el Apóstol de mayor antigüedad (el que ha sido Apóstol por más
tiempo) pasa a ser el sumo sacerdote presidente de la Iglesia. Los miembros de la
Iglesia pueden tener una fe total en que él es la persona que el Señor desea y pone
en posición para llegar a ser el Presidente de la Iglesia (véase el punto 3 de la
sección 3.4 del manual del alumno). Debido a ello, la manera en que se realiza la
sucesión del Presidente de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos
Días es única.
Lea la cita del presidente Spencer W. Kimball (1895–1985) en la sección 3.5 del
manual del alumno. Invite a los alumnos a analizar las siguientes preguntas:
• ¿De qué manera elimina errores, conflictos, ambiciones e intenciones ocultas el
modelo de sucesión del Presidente de la Iglesia?
• ¿Cómo afirma su fe y fortalece su testimonio el saber que el nuevo Presidente
de la Iglesia es llamado a su oficio por Dios, en lugar de ser llamado de acuerdo
con los sistemas del mundo?
Divida la clase en tres grupos. Escriba las siguientes referencias de las Escrituras en
la pizarra: Jeremías 1:5; Abraham 3:22–23; Doctrina y Convenios 138:53–56; Alma
13:1–9. Invite a cada grupo a estudiar una de las primeras tres referencias, así como
Alma 13:1–9. Entregue a cada grupo la siguiente declaración del profeta José
Smith (1805–1844):
Pida a los alumnos que, al estudiar sus pasajes de las Escrituras y la cita, busquen
respuestas a las siguientes preguntas:
• ¿Cuándo escogió el Señor a los hombres que serían Presidentes, profetas y
líderes de la Iglesia?
• ¿Cómo se distinguieron los profetas en el mundo preterrenal?
• Además de los profetas, ¿quiénes más fueron preordenados en la vida
preterrenal?
• ¿De qué manera influye ese conocimiento en su confianza en la persona que el
Señor elige para que sea Su profeta?
Elija un portavoz para cada uno de los grupos. Invite al portavoz a compartir con la
clase las respuestas que su grupo encontró a las preguntas, y cualquier otro
comentario que tengan.
15
C A P Í T UL O 3
“Creo que se debe entender que los apóstoles no podrían ser iguales a la
Presidencia en autoridad mientras la Primera Presidencia esté plena y
adecuadamente organizada. No podría haber dos ni tres cabezas de igual
autoridad al mismo tiempo, pues tal cosa nos llevaría a la confusión. De ahí que
los apóstoles son iguales, como se ha dicho, en que tienen poder para asumir el
control de los asuntos de la Iglesia cuando la Presidencia quede [disuelta] por el
fallecimiento del Presidente” (véase de Joseph Fielding Smith, Doctrina de salvación, compilación
de Bruce R. McConkie, 3 tomos, 1954–1956, tomo I, pág. 242–243).
16
CAP ÍTULO 3
Iglesia como Presidente de los Doce hasta que sienta que es necesario reorganizar
la Primera Presidencia. Entonces, el resto del Cuórum de los Doce Apóstoles
sostiene su decisión.
Nota: Si el tiempo lo permite, quizás podría pedir a los alumnos que lean la
declaración del presidente N. Eldon Tanner (1898–1982), de la Primera
Presidencia, en la sección 3.8 del manual del alumno. Describe las circunstancias en
17
C A P Í T UL O 3
“¿Se han preguntado alguna vez por qué el Señor organizó la Primera
Presidencia y el Cuórum de los Doce Apóstoles para que el liderazgo de más
antigüedad de la Iglesia estuviese siempre integrado por hombres mayores? Ese
modelo de más antigüedad valora la sabiduría y la experiencia por encima de la
juventud y el vigor físico” (Boyd K. Packer, “La edad de oro”, Liahona, mayo de
2003, pág. 84).
18
CAP ÍTULO 3
19
CAPÍTULO 4
El Cuórum de la Primera
Presidencia
Introducción
La Primera Presidencia posee las “llaves del reino” y es el podrá detener ni cambiar nuestro curso como Iglesia; y como
máximo consejo presidente de la Iglesia (D. y C. 81:2; véanse personas, obtendremos paz en esta vida y seremos herederos
también D. y C. 81, resumen de la sección; 107:80–81). El de gloria eterna en el mundo venidero” (véase de Joseph
Señor comunica Su voluntad a la Primera Presidencia. Por ser Fielding Smith, “Las llaves eternas y el derecho de presidir”,
el cuórum presidente de la Iglesia, la Primera Presidencia es Liahona, marzo de 1973, pág. 18).
la máxima autoridad en la tierra para asuntos de doctrina de
Ayude a los alumnos a entender la importancia de seguir a la
la Iglesia. El presidente Joseph Fielding Smith
Primera Presidencia. Repase las promesas que se dan a
(1876–1972) hizo la siguiente promesa a aquellos que siguen aquellos que lo hacen. Como resultado de esta lección, los
el consejo de la Primera Presidencia: alumnos deben sentir un mayor deseo de sostener a la
“… creo que hay una cosa que debemos tener bien en claro. Primera Presidencia y estar en armonía con ella. Deben tener
Ni el Presidente de la Iglesia, ni la Primera el deseo de proclamar, al igual que el presidente Boyd K.
Presidencia… jamás desviarán a los santos ni emitirán Packer, del Cuórum de los Doce Apóstoles: “Gracias a Dios
consejos al mundo que sean contrarios a la voluntad por la Presidencia. Al igual que [las] cumbres [de las
del Señor… montañas], solo los cielos están por encima de ellos” (véase
“Testifico que si fijamos la vista en la Primera Presidencia y “El Espíritu da testimonio”, Liahona, enero de
seguimos su consejo y dirección, ningún poder sobre la tierra 1972, pág. 45).
Algunas doctrinas y
principios
• El Señor reveló al profeta José Smith
instrucciones referentes a la Primera
Presidencia.
• La Primera Presidencia posee las
llaves del Reino, que incluyen la
autoridad para dirigir la obra del
Señor en la tierra.
• Cuando el Presidente de la Iglesia es
sostenido por sus consejeros y los
miembros de la Iglesia, toda la
Iglesia es bendecida.
20
CAP ÍTULO 4
La organización de la Iglesia
La Primera Visión de José Smith
La restauración del Sacerdocio de Melquisedec
La restauración del Sacerdocio Aarónico
Respuesta: (1) La Primera Visión de José Smith; (2) la restauración del Sacerdocio
Aarónico; (3) la restauración del Sacerdocio de Melquisedec; (4) la organización de
la Iglesia.
Pregunte a los alumnos:
• ¿Por qué creen que esos acontecimientos ocurrieron en ese orden? ¿Por qué no
podrían haber ocurrido en un orden diferente?
Pida a un alumno que lea Doctrina y Convenios 128:20–21, y luego pregunte:
• ¿De qué manera sirve ese pasaje de las Escrituras para explicar el orden de los
acontecimientos de la Restauración? (Presten particular atención a la última
parte del versículo 21).
Explique que el Señor también reveló la organización del gobierno de la Iglesia
línea sobre línea, lo que incluyó instrucciones referentes al Cuórum de la Primera
Presidencia. Cuando primeramente se organizó la Iglesia, todavía no había una
Primera Presidencia como tenemos en la actualidad.
Pida a los alumnos que lean la tabla de la sección 4.2 del Manual del alumno para el
curso Enseñanzas de los profetas vivientes, y luego pregunte:
• ¿Qué título se utilizó para el cargo de José Smith cuando primeramente se
organizó la Iglesia el 6 de abril de 1830?
• ¿Cuánto tiempo después de la organización de la Iglesia se estableció la Primera
Presidencia?
• ¿Por qué creen que la organización completa del liderazgo de la Iglesia no
estaba presente desde el momento en que primeramente se organizó la Iglesia?
Dé testimonio de que desde la época del profeta José Smith hasta hoy, el Señor ha
instruido a Sus profetas sobre cómo organizar y dirigir Su Iglesia, revelando
conocimiento a medida que era necesario, línea sobre línea (véase D. y C. 128:21).
Cuando llegó el momento, el Señor reveló instrucciones a José Smith en cuanto a
organizar la Primera Presidencia.
21
C A P Í T UL O 4
La Primera Presidencia posee las llaves del Reino, que incluyen la autoridad
para dirigir la obra del Señor en la tierra
Pida a los alumnos que busquen Doctrina y Convenios 90. Señale que en el
encabezamiento de la sección se indica lo siguiente: “Esta revelación constituye un
paso adicional en el establecimiento de la Primera Presidencia”. Pida a un alumno
que lea Doctrina y Convenios 90:9. Explique que el término “tu administración” se
refiere al Presidente de la Iglesia, y “su administración” se refiere a los consejeros
de la Primera Presidencia. Pregunte:
• En ese versículo, ¿cuál es la diferencia que existe entre la función del Presidente
y la función de sus consejeros? (El Presidente recibe la palabra; los consejeros
ayudan a que la palabra salga hasta los confines de la tierra).
Escriba en la pizarra: El Presidente dirige. (Si lo desea, señale que la función del
Presidente de recibir revelaciones para toda la Iglesia también se menciona en D. y
C. 90:4).
Pida a un alumno que lea Doctrina y Convenios 90:6, y luego pregunte:
• ¿A quién nombró el Señor como consejeros del profeta José Smith? (A Sidney
Rigdon y a Frederick G. Williams).
• Según ese versículo, ¿en qué sentido los consejeros de la Primera Presidencia
son iguales al Presidente, pero están bajo la dirección de él? (En la posesión de
las llaves).
Escriba en la pizarra: Los consejeros son iguales en la posesión de las llaves.
Invite a un alumno a leer el comentario del élder John A. Widtsoe (1872–1952),
del Cuórum de los Doce Apóstoles, de la sección 4.4 del manual del alumno.
Al hacer referencia a los dos principios que ha escrito en la pizarra, explique que
entender esas dos verdades es necesario para entender cómo funciona la Primera
Presidencia al dirigir la Iglesia.
A modo de ejemplo, pida a un alumno que lea Doctrina y Convenios 102:9–11, y
luego pregunte:
• Si el Presidente de la Iglesia no está disponible debido a enfermedad u otras
circunstancias, ¿qué es lo que el Señor ha dispuesto para que Su obra continúe?
Nota: Podría pedir a los alumnos que lean la primera de las dos declaraciones del
presidente Gordon B. Hinckley (1910–2008), de la sección 4.7 del manual
del alumno.
Escriba en la pizarra la siguiente lista de pasajes de las Escrituras y asigne a grupos
de alumnos que las lean y busquen cuáles son los deberes de la Primera
Presidencia. Dé tiempo a los alumnos para que busquen; luego invite a cada grupo
a que dé un informe de lo que hallaron y haga una lista de los deberes de la
Primera Presidencia en la pizarra.
22
CAP ÍTULO 4
D. y C. 68:14–15
D. y C. 90:16
D. y C. 107:8–9
D. y C. 107:33
D. y C. 107:78–81
D. y C. 124:126
23
C A P Í T UL O 4
Asigne a cada grupo que lea una de las siguientes citas del capítulo 4 del manual
del alumno y que busquen los deberes adicionales de la Primera Presidencia.
(Podría pedir a los alumnos que agreguen lo que encuentren a la lista de la pizarra).
1. Presidente James E. Faust (1920–2007), de la Primera Presidencia (véase la
sección 4.9 del manual del alumno).
2. Presidente Joseph Fielding Smith (1876–1972) (véase la segunda declaración
del presidente Smith, de la sección 4.5 del manual del alumno).
Pregunte a los alumnos:
• ¿Cómo han influido en su vida los deberes de la Primera Presidencia?
24
CAP ÍTULO 4
25
CAPÍTULO 5
“Siendo el menor entre los que ustedes han sostenido para Al final de esta lección, los alumnos deberán entender que
[ser testigo directo de] la guía de esta Iglesia, digo con todo con las llaves sagradas de la autoridad del sacerdocio, los
el fervor de mi alma que jamás, ni en mi vida personal ni Apóstoles hacen avanzar el Reino de Dios en toda la tierra.
profesional, me he relacionado con ningún grupo que esté
Algunas doctrinas y
principios
• Los Apóstoles son testigos
especiales de Jesucristo en todo
el mundo.
• Los Apóstoles se esfuerzan por
hacer avanzar el Reino de Dios.
• Las decisiones del Cuórum de los
Doce Apóstoles son unánimes.
26
CAP ÍTULO 5
“Es un deber imperioso que tienen [los Apóstoles], el de saber que Jesucristo es
en verdad el Unigénito Hijo de Dios, el Redentor del mundo” (Joseph Fielding
Smith, Seek Ye Earnestly, 1970, pág. 213).
Después pregunte:
• ¿Qué creen que quiso decir el presidente Smith cuando dijo que es “un deber
imperioso”?
Comparta con los alumnos las palabras del presidente Howard W. Hunter
(1907–1995), de la sección 5.2 del manual del alumno. Después hágales las
siguientes preguntas:
• ¿De qué dio testimonio específicamente el presidente Hunter?
• ¿En qué forma oír el testimonio de un Apóstol puede fortalecer el nuestro?
Invite a los alumnos a prestar atención cada vez que escuchen o lean el testimonio
de un Apóstol. Invítelos a fortalecer su testimonio de las verdades de las que
testifican los Apóstoles.
27
C A P Í T UL O 5
“Yo no soy diferente de los hermanos de los Doce… cuando les digo que los
registros indican que he estado en México, en Centroamérica y en Sudamérica
más de 75 veces, en Europa más de 50, en Canadá 25, en las islas del Pacífico 10
veces, en Asia 10 veces y 4 en África; también he viajado a China dos veces; a
Israel, Arabia Saudita, Bahrein, la República Dominicana, India, Pakistán, Egipto,
Indonesia y muchísimos sitios más de todo el mundo. Otros incluso han viajado
más que eso” (véase de Boyd K. Packer, “Los Doce”, Liahona, mayo de 2008, pág. 86).
Después pregunte:
• ¿Qué conocimiento piensan que adquieren los Apóstoles cuando viajan de
manera tan extensa?
Asigne a la mitad de la clase que lea Doctrina y Convenios 107:33–35, 58, y a la otra
mitad que lea Doctrina y Convenios 18:27–32. Pida a los alumnos que busquen
palabras y frases que describan lo que los Apóstoles son “enviados” a hacer hoy en
día. En la pizarra, escriba (o pida a un alumno que escriba) las palabras y frases que
los alumnos encuentren. (Algunas palabras y frases podrían incluir: oficiar, edificar
la Iglesia, regular, abrir puertas, proclamar el Evangelio, ordenar, organizar, predicar a
toda criatura, bautizar y declarar el Evangelio de acuerdo con el Espíritu Santo). Después
pregunte:
• ¿Cuáles son algunas maneras en que nuestros Apóstoles vivientes proclaman el
Evangelio y edifican la Iglesia en la actualidad? (Hablan en la conferencia
general, visitan conferencias locales, recorren misiones, entrevistan a líderes
locales de la Iglesia, llevan a cabo transmisiones mundiales de capacitación de
liderazgo, etcétera).
Invite a un alumno a leer la segunda de las dos declaraciones del presidente
Gordon B. Hinckley de la sección 5.5 del manual del alumno (véase el último
párrafo de la sección). Después haga las siguientes preguntas:
• ¿De qué forma han visto u oído a los Apóstoles ministrar de la manera que el
presidente Hinckley describió?
• ¿Cómo han influido los Apóstoles en ustedes de forma individual?
28
CAP ÍTULO 5
29
CAPÍTULO 6
La conferencia general
Introducción
El élder Jeffrey R. Holland, del Cuórum de los Doce La conferencia general proporciona una oportunidad para
Apóstoles, explicó algunos de los propósitos de la que los miembros de la Iglesia escuchen y aprendan de
conferencia general: aquellos a quienes sostenemos como profetas, videntes y
reveladores. Ayude a los alumnos a comprender la
“[Una] conferencia general de la Iglesia es una declaración a
importancia de prepararse para la conferencia general y de
todo el mundo de que Jesús es el Cristo, que Él y Su Padre, el
poner en práctica las palabras de los profetas vivientes.
Dios y Padre de todos nosotros, se aparecieron al joven
Además, ayúdelos a comprender la necesidad de estudiar con
profeta José Smith en cumplimiento de esa antigua promesa
regularidad los ejemplares de la conferencia de la revista
de que el Jesús de Nazaret resucitado volvería a restaurar Su
Liahona . El deseo de los alumnos de poner en práctica las
Iglesia en la tierra… [Esas conferencias proclaman] a toda
palabras de los profetas actuales en su vida aumentará a
nación, tribu, lengua y pueblo la amorosa promesa mesiánica
medida que reconozcan las bendiciones que se reciben al
de que ‘para siempre es su misericordia’ [Salmos 136:1;
seguir las amonestaciones y los consejos proféticos. Anime a
1 Crónicas 16:34]” (véase de Jeffrey R. Holland, “De nuevo
los alumnos a que también busquen las enseñanzas de los
llegaron profetas a la tierra”, Liahona, noviembre de
profetas vivientes que se encuentren en otras publicaciones
2006, pág. 106).
de la Iglesia o que se den en otras ocasiones que no sean las
conferencias generales.
Algunas doctrinas y
principios
• La conferencia general brinda
oportunidades para la renovación
espiritual.
• Nos comprometemos a dar oído y a
apoyar a quienes sostenemos en la
conferencia general.
• Nuestra preparación influye en el
provecho que obtenemos de la
conferencia general.
• El llevar a la práctica las enseñanzas
de la conferencia general mejorará
nuestra vida.
30
CAP ÍTULO 6
• ¿Por qué algunas personas obtienen más fortaleza espiritual de las reuniones de
la conferencia general que otras?
• ¿Qué pueden hacer para obtener el máximo provecho de la conferencia
general?
Escriba en la pizarra: Los días de la conferencia son un tiempo…
Pregunte a los alumnos cómo completarían esa frase. Escriba las respuestas en la
pizarra. Invite a los alumnos a leer la cita del presidente Howard W. Hunter
(1907–1995), en la sección 6.2 del Manual del alumno para el curso Enseñanzas de los
profetas vivientes. Pida a los alumnos que se fijen en la forma en que el presidente
Hunter terminó la frase que está escrita en la pizarra y luego pregunte:
• ¿De qué maneras se han cumplido las palabras del presidente Hunter para
ustedes?
Pida a los alumnos que busquen Doctrina y Convenios 43:8–9; 124:144; y que
contesten las preguntas siguientes:
• ¿Cuáles son algunos de los propósitos de la conferencia general?
• ¿Cuál es el significado de la palabra edificar?
Comparta la siguiente definición de lo que significa edificar que dio el élder
Robert L. Backman, de los Setenta:
Después pregunte:
• ¿De qué maneras la conferencia general ha sido una experiencia “edificante”
para ustedes?
Testifique que la conferencia general, si le damos la debida atención y actitud,
proporcionará renovación espiritual y nos ayudará a mejorar y a llegar a ser más
como el Salvador.
31
C A P Í T UL O 6
32
CAP ÍTULO 6
Comparta con los alumnos las palabras del presidente Boyd K. Packer
(1924–2015), del Cuórum de los Doce Apóstoles, de la sección 6.6 del manual del
alumno. Luego pregunte a los alumnos:
• ¿Por qué piensan que el provecho que obtengamos de la conferencia general
depende más de nuestra preparación que de la preparación de los discursantes?
Pida a los alumnos que vayan a la sección 6.6 del manual del alumno y lean la
experiencia que relató el élder Paul V. Johnson, de los Setenta. Después hágales
las siguientes preguntas:
• ¿De qué maneras podemos llegar a amar las palabras de los profetas y apóstoles
tal como lo hace el élder Johnson?
• ¿Qué fue lo que el élder Johnson nos animó a decidir?
• Una vez que la conferencia general se convierta en una prioridad en nuestra
vida, ¿qué prácticas nos ayudarían a prepararnos para recibir el consejo que allí
se nos da?
Pregunte a los alumnos qué es lo que a ellos les ha resultado útil al prepararse para
la conferencia general. Una vez que los alumnos hayan propuesto sus ideas, podría
pedir a la clase que lea la lista de cuatro ideas para prepararse que figuran en la
sección 6.6 del manual del alumno.
Explique a los alumnos que la lista del manual del alumno no pretende ser
completa, simplemente presenta ideas y sugerencias. Después de que los alumnos
hayan tenido tiempo de leer la lista, invítelos a hablar de las ocasiones en las que
hayan puesto en práctica alguna sugerencia en particular y hayan experimentado
un mayor progreso personal. Invite a los alumnos a testificar de las prácticas que
hayan descubierto que resultaron exitosas.
Testifique a los alumnos que cuando la conferencia general es una prioridad en
nuestra vida, nuestro deseo de prepararnos para ella aumenta. Además, invite a los
alumnos a compartir con su familia y amigos sus pensamientos e ideas sobre la
forma de prepararse para recibir la palabra del Señor mediante Sus siervos.
“El presidente Boyd K. Packer… tiene una pregunta que suele hacer cuando
presentamos algo ante los Doce o nos exhortamos los unos a los otros. Nos mira
como si estuviera diciendo: ‘¿Ya terminó?’, y luego dice al discursante… ‘¿Y
entonces, qué?’.
“‘¿Y entonces, qué?’. Creo que eso es lo que el Salvador dijo a diario como un
elemento inseparable de Sus enseñanzas. Los sermones y las exhortaciones de Él
no eran de provecho si la vida de Sus discípulos no cambiaba” (véase de Jeffrey R. Holland, “¿Y
entonces, qué?”, Conferencia del SEI sobre el Nuevo Testamento, 8 de agosto de 2000,
págs. 4–5).
33
C A P Í T UL O 6
34
CAP ÍTULO 6
espiritual que han visto en su vida al poner en práctica las enseñanzas de los
profetas vivientes.
Para terminar, explique que el resto de este curso ayudará a los alumnos a entender
mejor el consejo más reciente que hayan dado los profetas, videntes y reveladores.
Además, demostrará cómo pueden aplicar más cabalmente en su vida los
principios que se enseñan en la conferencia general y compartirlos con los demás.
Comparta sus sentimientos sobre la importancia de la conferencia general y
testifique que la conferencia es un tiempo en el que los siervos y los profetas del
Señor dan a conocer Su palabra y voluntad a Sus hijos.
35
CAPÍTULO 7
“Todos conocemos el dicho de que dar un pescado a un Preparación preliminar: Al final de esta lección se incluyen
hombre lo alimenta por un día, pero enseñarle a pescar, [en dos copias del discurso del presidente Dieter F. Uchtdorf,
cambio], lo alimenta toda la vida. Nosotros, “Estamos [ocupados en] una gran obra y no podemos ir”, de
como… maestros del Evangelio, no estamos en el negocio de la Conferencia General de abril de 2009 (véase Liahona,
la distribución de pescado; más bien, nuestra labor consiste mayo de 2009, págs. 59–62). La primera copia es para el
en ayudar a las personas a aprender a ‘pescar’ y a llegar a ser maestro y la segunda para los alumnos. Haga copias del
autosuficientes espiritualmente… discurso que corresponde a los alumnos para cada uno de
sus alumnos.
“He descubierto una característica común entre los maestros
que más han influido en mi vida; me ayudaron a buscar
36
CAP ÍTULO 7
Nota: No es necesario dedicar mucho tiempo a que los alumnos expliquen las
estrategias. Las respuestas breves y sencillas son suficiente.
Muestre un ejemplar de la revista Liahona que contenga el informe de la
conferencia general más reciente y pregunte:
• Además del texto escrito de los discursos de la conferencia, ¿qué otras partes de
la revista pueden ayudarles a mejorar su estudio? (Entre las respuestas se
podrían incluir el “Índice de temas”, al principio de la revista; y “Se dirigen a
nosotros” e “Índice de relatos de la conferencia”, en la parte de atrás de la
revista).
Explique a la clase que los discursos de la conferencia general se pueden estudiar
utilizando muchas de las mismas técnicas que se usan para estudiar los libros de
texto escolares y, lo que es más importante, las técnicas que se utilizan para el
estudio de las Escrituras. Pregunte:
• ¿Cuáles son algunas de las técnicas para el estudio de las Escrituras que han
utilizado a fin de comprenderlas mejor? (Agregue las respuestas de los alumnos
a la lista de la pizarra; entre ellas se podrían incluir: orar, meditar, leer en voz alta
y correlacionar pasajes).
Cuando los alumnos den una respuesta, ínstelos a explicar brevemente la forma en
que esa técnica de estudio los ha ayudado a comprender el significado de las
Escrituras.
Pida a los alumnos que vayan a la
sección 7.2 del Manual del alumno para
el curso Enseñanzas de los profetas
vivientes y divida entre los alumnos las
diecisiete técnicas de estudio que se
describen en dicha sección. Invite a los
alumnos a tomar de dos a tres minutos
para analizar las técnicas de estudio que
se les hayan asignado. Después de unos
minutos, pida a los alumnos que
describan dichas técnicas al resto de la
clase. Conforme los alumnos hagan sus
presentaciones, agregue a la lista de la
pizarra cualquier técnica de estudio que
no se haya mencionado anteriormente.
Entregue a cada alumno una copia del
discurso “Estamos [ocupados en] una
gran obra y no podemos ir”, del
presidente Dieter F. Uchtdorf, de la Primera Presidencia (que se encuentra al final
de este capítulo). Divida la clase en cuatro grupos y asigne a cada uno que lea y
busque uno de los siguientes elementos:
• Referencias correlacionadas con las Escrituras
• Exhortaciones o invitaciones
• Frases memorables
37
C A P Í T UL O 7
• Repeticiones
Nota: Se provee una copia sin marcar del discurso del presidente Uchtdorf para que
se distribuya a los alumnos, así como una copia para el maestro que contiene
ejemplos resaltados de estos cuatro elementos (ambas copias del discurso se
encuentran al final de este capítulo; la primera copia es la del maestro). La copia del
maestro demuestra solo algunos de los elementos descritos más arriba. Al estudiar
el discurso, es posible que los alumnos encuentren varios ejemplos más que no se
encuentren en la copia del maestro.
Después de dar a los alumnos suficiente tiempo para estudiar el discurso, pida a
cada grupo que informe acerca de lo que encontró y que describa cómo el utilizar
esa técnica de estudio aumentó su comprensión del mensaje del presidente
Uchtdorf.
A lo largo del curso, anime a los alumnos a que utilicen las técnicas de estudio que
se describen en el capítulo 7 del manual del alumno a fin de mejorar su estudio del
ejemplar de la revista Liahona que contiene el informe de la conferencia. Dichas
técnicas también se pueden utilizar eficazmente para estudiar discursos
pronunciados por las Autoridades Generales en otras ocasiones que no sean la
conferencia general, o para estudiar otros artículos que ellos hayan escrito para las
revistas de la Iglesia. Comparta con sus alumnos de qué manera usted se ha visto
beneficiado al utilizar algunas de esas técnicas en su estudio de los mensajes de la
conferencia general.
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CAP ÍTULO 7
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C A P Í T UL O 7
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CAP ÍTULO 7
Sabemos qué es lo más importante en la vida: la Luz de Cristo enseña esto a todas las personas.
Nosotros, en calidad de fieles Santos de los Últimos Días, tenemos el Espíritu Santo como un
1
“compañero constante” para enseñarnos las cosas que tienen valor eterno. Supongo que si se le
pidiera a cualquiera de los poseedores del sacerdocio que me está escuchando que preparara un
discurso sobre el tema “lo que es más importante”, podría lograrlo y haría un magnífico trabajo.
Nuestra debilidad reside en no actuar de acuerdo con nuestra conciencia. [Frase memorable]
Hagan una pausa y examinen por un momento dónde están sus pensamientos y su corazón. ¿Está
centrada su atención en las cosas que son más importantes? El uso que hacen de sus momentos de
tranquilidad puede darnos una idea valiosa. ¿A dónde se dirigen sus pensamientos cuando pasa la
presión de las fechas de vencimiento? ¿Están sus pensamientos y su corazón centrados en lo efímero
que solo tiene importancia en ese momento, o acaso está centrado en lo que es más importante?
[Invitación]
¿A quién le guardan rencor? ¿A qué excusas se aferran que les impiden ser la clase de esposo, padre,
hijo o poseedor del sacerdocio que saben que deberían ser? ¿Qué los distrae de sus deberes o les
impide magnificar sus llamamientos más diligentemente?
Eviten distraerse
A veces, las cosas que nos distraen no son malas por naturaleza; con frecuencia, hasta nos hacen
sentir bien.
Es posible participar incluso de lo bueno en exceso. [Frase memorable] Un ejemplo se puede ver en
el padre o abuelo que dedica horas y horas a la búsqueda de antepasados o a crear un blog mientras
que desatiende o evita pasar tiempo de calidad o significativo con sus propios hijos o nietos. Otro
ejemplo sería el del jardinero que pasa los días arrancando las malas hierbas mientras que pasa por
alto la maleza espiritual que amenaza con ahogar su alma.
Incluso algunos programas de la Iglesia pueden convertirse en una distracción si los llevamos hasta
los extremos y permitimos que controlen nuestro tiempo y nuestra atención a costa de lo que es más
importante. Necesitamos un equilibrio en la vida. [Frase memorable]
Cuando de verdad amamos a nuestro Padre Celestial y a Sus hijos, demostramos ese amor mediante
nuestras obras. Nos perdonamos los unos a los otros y tratamos de hacer el bien, pues “… nuestro
2
viejo [yo] fue crucificado juntamente con [Cristo]” . [Pasaje correlacionado] “[Visitamos] a los
huérfanos y a las viudas en sus tribulaciones”, y nos conservamos “sin mancha de los vicios del
3
mundo” . [Pasaje correlacionado]
Mis queridos hermanos del sacerdocio, vivimos en los últimos días. El evangelio de Jesucristo se ha
restaurado en la tierra; las llaves del sacerdocio de Dios se han dado de nuevo a los hombres. Vivimos
en una época de anticipación y preparación en la que Dios nos ha encomendado que nos preparemos
a nosotros mismos, a nuestras familias y al mundo para el alba que se acerca, el día cuando el Hijo de
4
Dios “… con voz de mando, con voz de arcángel, y con trompeta de Dios, [descienda] del cielo” y
dé comienzo a Su reinado milenario.
Se nos ha confiado el santo sacerdocio y se nos ha encomendado la responsabilidad, el poder y el
derecho de obrar como agentes de nuestro Rey Celestial.
Estas son las cosas que más importan. Estas son las cosas de valor eterno que merecen nuestra
atención.
No podemos ni debemos darnos el lujo de distraernos de nuestro deber sagrado. No podemos ni
debemos perder la perspectiva de las cosas que más importan. [Frase memorable]
41
C A P Í T UL O 7
Nehemías
Nehemías, el profeta del Antiguo Testamento, es un gran ejemplo del permanecer centrado y
dedicado a una importante tarea. Él era un israelita que vivía exiliado en Babilonia, donde servía
como copero del rey. Un día, este le preguntó por qué estaba tan triste y Nehemías le respondió:
“¿Cómo no ha de estar triste mi rostro, cuando la ciudad, casa de [las tumbas] de mis padres, está
5
desolada y sus puertas consumidas por el fuego?” . [Pasaje correlacionado]
Al oír estas palabras, el rey tuvo compasión y autorizó a Nehemías a regresar a Jerusalén y reconstruir
la ciudad. Sin embargo, no a todos les agradó ese plan. De hecho, a varios gobernantes que residían
cerca de Jerusalén les disgustaba en extremo “… que viniese alguno para procurar el bien de los
6
hijos de Israel” y “… se [enojaron] y se [enfurecieron] en gran manera, y se [burlaron] de los
7
judíos” . [Pasaje correlacionado]
Con valor, Nehemías no permitió que la oposición lo distrajera, sino que organizó sus recursos y la
mano de obra, y siguió adelante con la reconstrucción de la ciudad “… porque el pueblo tuvo ánimo
8
para trabajar” . [Pasaje correlacionado]
Pero a medida que empezaron a levantar las murallas de la ciudad, aumentó la oposición. Los
enemigos de Nehemías lo amenazaron, conspiraron contra él y lo ridiculizaron. Tan reales e
9
intimidantes fueron sus amenazas que Nehemías admitió: “… todos ellos nos amedrentaban” .
[Pasaje correlacionado] Pero a pesar del peligro y de la constante amenaza de ser invadidos, la
obra progresaba. Fue una época de mucha tensión, pues cada obrero “… tenía su espada ceñida a
10
sus lomos, y así edificaban” . [Pasaje correlacionado]
¡Qué gran respuesta! Con ese claro e inmutable propósito en el corazón y la mente, con esa gran
determinación, las murallas de Jerusalén se levantaron en un tiempo asombroso de cincuenta y dos
12
días .
Nehemías se negó a permitir que las distracciones le impidieran hacer lo que el Señor deseaba que
hiciera. [Pasaje correlacionado]
No podemos ir
Me siento animado e inspirado por los muchos fieles poseedores del sacerdocio cuyos pensamientos e
intenciones son similares a estos. Al igual que Nehemías, ustedes aman al Señor y desean magnificar
el sacerdocio que poseen. El Señor los ama y es consciente de la pureza de sus corazones y de la
firmeza de su determinación. Él los bendice por su fidelidad, los guía por el camino y se vale de los
dones y talentos de ustedes para edificar Su reino en esta tierra.
Sin embargo, no todos somos como Nehemías; hay aspectos en los que podemos mejorar.
Me pregunto, mis queridos hermanos del sacerdocio, qué se lograría si todos, como sucedió con el
pueblo de Nehemías, tuviéramos “ánimo para trabajar”. Me pregunto cuántas cosas lograríamos si
13
“… [dejáramos] lo que [es] de niño” y nos entregáramos, en corazón y alma, a ser dignos
poseedores del sacerdocio y verdaderos representantes del Señor Jesucristo. [Invitación]
Piensen por un instante en lo que lograríamos en nuestra vida personal y profesional, en nuestra
familia y en nuestros barrios y ramas. Piensen en cómo se extendería el Reino de Dios por la tierra.
Imaginen cuánto mejoraría el mundo si todo hombre que posee el sacerdocio de Dios se ciñera los
42
CAP ÍTULO 7
Es fácil distraerse, concentrarse en una bombilla averiada o en los rudos actos de gente desagradable,
sin importar cuál sea su motivo. Pero piensen en el poder que tendríamos como personas y como
sacerdocio si, en respuesta a cada tentación que pretendiera distraernos o rebajar nuestras normas,
las normas de Dios, respondiéramos: “Yo [estoy ocupado en] una gran obra y no puedo ir”.
[Repetición]
Vivimos en una época de grandes dificultades y de grandes oportunidades. El Señor busca a hombres
como Nehemías, hermanos fieles que magnifiquen el juramento y el convenio del sacerdocio. Él desea
reclutar almas decididas que con diligencia lleven a cabo la obra de edificar el Reino de Dios; aquellos
que, ante la oposición y la tentación, digan en sus corazones: “Yo [estoy ocupado en] una gran obra y
no puedo ir”. [Repetición]
Que ante las pruebas y el sufrimiento, respondan: “Yo [estoy ocupado en] una gran obra y no puedo
ir”. [Repetición]
Que ante el ridículo y las afrentas, proclamen: “Yo [estoy ocupado en] una gran obra y no puedo ir”.
[Repetición]
Nuestro Padre Celestial busca a personas que se nieguen a permitir que lo trivial obstruya su
búsqueda de lo eterno; busca a personas que no cedan a la atracción de lo fácil ni caigan en las
trampas del adversario que les distraerán de la obra que el Señor les ha encomendado. Él busca
personas cuyas obras estén en armonía con sus palabras, y que manifiesten con convicción: “Yo
[estoy ocupado en] una gran obra y no puedo ir”. [Repetición]
Notas
1. Doctrina y Convenios 121:46.
2. Romanos 6:6.
3. Traducción de José Smith, Santiago 1:27.
4. 1 Tesalonicenses 4:16.
5. Nehemías 2:3.
43
C A P Í T UL O 7
6. Nehemías 2:10.
7. Nehemías 4:1.
8. Nehemías 4:6.
9. Nehemías 6:9.
10. Nehemías 4:18.
11. Nehemías 6:3.
12. Véase Nehemías 6:15.
13. 1 Corintios 13:11.
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CAP ÍTULO 7
Eviten distraerse
A veces, las cosas que nos distraen no son malas por naturaleza; con frecuencia, hasta nos hacen
sentir bien.
Es posible participar incluso de lo bueno en exceso. Un ejemplo se puede ver en el padre o abuelo
que dedica horas y horas a la búsqueda de antepasados o a crear un blog mientras que desatiende o
evita pasar tiempo de calidad o significativo con sus propios hijos o nietos. Otro ejemplo sería el del
jardinero que pasa los días arrancando las malas hierbas mientras que pasa por alto la maleza
espiritual que amenaza con ahogar su alma.
Incluso algunos programas de la Iglesia pueden convertirse en una distracción si los llevamos hasta
los extremos y permitimos que controlen nuestro tiempo y nuestra atención a costa de lo que es más
importante. Necesitamos un equilibrio en la vida.
Cuando de verdad amamos a nuestro Padre Celestial y a Sus hijos, demostramos ese amor mediante
nuestras obras. Nos perdonamos los unos a los otros y tratamos de hacer el bien, pues “… nuestro
2
viejo [yo] fue crucificado juntamente con [Cristo]” . “[Visitamos] a los huérfanos y a las viudas en sus
3
tribulaciones”, y nos conservamos “sin mancha de los vicios del mundo” .
Mis queridos hermanos del sacerdocio, vivimos en los últimos días. El evangelio de Jesucristo se ha
restaurado en la tierra; las llaves del sacerdocio de Dios se han dado de nuevo a los hombres. Vivimos
en una época de anticipación y preparación en la que Dios nos ha encomendado que nos preparemos
a nosotros mismos, a nuestras familias y al mundo para el alba que se acerca, el día cuando el Hijo de
4
Dios “… con voz de mando, con voz de arcángel, y con trompeta de Dios, [descienda] del cielo” y
dé comienzo a Su reinado milenario.
Se nos ha confiado el santo sacerdocio y se nos ha encomendado la responsabilidad, el poder y el
derecho de obrar como agentes de nuestro Rey Celestial.
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C A P Í T UL O 7
Estas son las cosas que más importan. Estas son las cosas de valor eterno que merecen nuestra
atención.
No podemos ni debemos darnos el lujo de distraernos de nuestro deber sagrado. No podemos ni
debemos perder la perspectiva de las cosas que más importan.
Nehemías
Nehemías, el profeta del Antiguo Testamento, es un gran ejemplo del permanecer centrado y
dedicado a una importante tarea. Él era un israelita que vivía exiliado en Babilonia, donde servía
como copero del rey. Un día, este le preguntó por qué estaba tan triste y Nehemías le respondió:
“¿Cómo no ha de estar triste mi rostro, cuando la ciudad, casa de [las tumbas] de mis padres, está
5
desolada y sus puertas consumidas por el fuego?” .
Al oír estas palabras, el rey tuvo compasión y autorizó a Nehemías a regresar a Jerusalén y reconstruir
la ciudad. Sin embargo, no a todos les agradó ese plan. De hecho, a varios gobernantes que residían
cerca de Jerusalén les disgustaba en extremo “… que viniese alguno para procurar el bien de los
6
hijos de Israel” y “… se [enojaron] y se [enfurecieron] en gran manera, y se [burlaron] de los
7
judíos” .
Con valor, Nehemías no permitió que la oposición lo distrajera, sino que organizó sus recursos y la
mano de obra, y siguió adelante con la reconstrucción de la ciudad “… porque el pueblo tuvo ánimo
8
para trabajar” .
Pero a medida que empezaron a levantar las murallas de la ciudad, aumentó la oposición. Los
enemigos de Nehemías lo amenazaron, conspiraron contra él y lo ridiculizaron. Tan reales e
9
intimidantes fueron sus amenazas que Nehemías admitió: “… todos ellos nos amedrentaban” . Pero
a pesar del peligro y de la constante amenaza de ser invadidos, la obra progresaba. Fue una época de
10
mucha tensión, pues cada obrero “… tenía su espada ceñida a sus lomos, y así edificaban” .
A medida que continuaba la reconstrucción, los enemigos de Nehemías se desesperaban más. En
cuatro ocasiones trataron de que abandonara la seguridad que le brindaba la ciudad para que se
reuniera con ellos bajo pretexto de resolver el conflicto; pero Nehemías sabía que solo procuraban
dañarlo. Cada vez que se le acercaban, él siempre les daba la misma respuesta: “Yo [estoy ocupado
11
en] una gran obra y no puedo ir” .
¡Qué gran respuesta! Con ese claro e inmutable propósito en el corazón y la mente, con esa gran
determinación, las murallas de Jerusalén se levantaron en un tiempo asombroso de cincuenta y dos
12
días .
Nehemías se negó a permitir que las distracciones le impidieran hacer lo que el Señor deseaba que
hiciera.
No podemos ir
Me siento animado e inspirado por los muchos fieles poseedores del sacerdocio cuyos pensamientos e
intenciones son similares a estos. Al igual que Nehemías, ustedes aman al Señor y desean magnificar
el sacerdocio que poseen. El Señor los ama y es consciente de la pureza de sus corazones y de la
firmeza de su determinación. Él los bendice por su fidelidad, los guía por el camino y se vale de los
dones y talentos de ustedes para edificar Su reino en esta tierra.
Sin embargo, no todos somos como Nehemías; hay aspectos en los que podemos mejorar.
Me pregunto, mis queridos hermanos del sacerdocio, qué se lograría si todos, como sucedió con el
pueblo de Nehemías, tuviéramos “ánimo para trabajar”. Me pregunto cuántas cosas lograríamos si
13
“… [dejáramos] lo que [es] de niño” y nos entregáramos, en corazón y alma, a ser dignos
poseedores del sacerdocio y verdaderos representantes del Señor Jesucristo.
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CAP ÍTULO 7
Piensen por un instante en lo que lograríamos en nuestra vida personal y profesional, en nuestra
familia y en nuestros barrios y ramas. Piensen en cómo se extendería el Reino de Dios por la tierra.
Imaginen cuánto mejoraría el mundo si todo hombre que posee el sacerdocio de Dios se ciñera los
lomos y desarrollara su verdadero potencial, convirtiéndose desde lo más recóndito de su alma en un
varón verídico y fiel del sacerdocio, comprometido a edificar el Reino de Dios.
Es fácil distraerse, concentrarse en una bombilla averiada o en los rudos actos de gente desagradable,
sin importar cuál sea su motivo. Pero piensen en el poder que tendríamos como personas y como
sacerdocio si, en respuesta a cada tentación que pretendiera distraernos o rebajar nuestras normas,
las normas de Dios, respondiéramos: “Yo [estoy ocupado en] una gran obra y no puedo ir”.
Vivimos en una época de grandes dificultades y de grandes oportunidades. El Señor busca a hombres
como Nehemías, hermanos fieles que magnifiquen el juramento y el convenio del sacerdocio. Él desea
reclutar almas decididas que con diligencia lleven a cabo la obra de edificar el reino de Dios; aquellos
que, ante la oposición y la tentación, digan en sus corazones: “Yo [estoy ocupado en] una gran obra y
no puedo ir”.
Que ante las pruebas y el sufrimiento, respondan: “Yo [estoy ocupado en] una gran obra y no
puedo ir”.
Que ante el ridículo y las afrentas, proclamen: “Yo [estoy ocupado en] una gran obra y no puedo ir”.
Nuestro Padre Celestial busca a personas que se nieguen a permitir que lo trivial obstruya su
búsqueda de lo eterno; busca a personas que no cedan a la atracción de lo fácil ni caigan en las
trampas del adversario que les distraerán de la obra que el Señor les ha encomendado. Él busca
personas cuyas obras estén en armonía con sus palabras, y que manifiesten con convicción: “Yo
[estoy ocupado en] una gran obra y no puedo ir”.
Notas
1. Doctrina y Convenios 121:46.
2. Romanos 6:6.
3. Traducción de José Smith, Santiago 1:27.
4. 1 Tesalonicenses 4:16.
47
C A P Í T UL O 7
5. Nehemías 2:3.
6. Nehemías 2:10.
7. Nehemías 4:1.
8. Nehemías 4:6.
9. Nehemías 6:9.
10. Nehemías 4:18.
11. Nehemías 6:3.
12. Véase Nehemías 6:15.
13. 1 Corintios 13:11.
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